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EL CARLISMO EN LA GUERRA DE ESPAÑA.

EL DESTIERRO DE FAL CONDE Y LA UNIFICACION.


JOAQUÍN CUBERO SÁNCHEZ

ANTECEDENTES: LA CONSPIRACIÓN Y LA JUNTA DE NAVARRA

«Cúmplase la orden del día 15. Mañana en Pamplona a las seis». Con ésta
lacónica frase el Inspector Jefe Militar de Requetés de Navarra teniente coronel
don Alejandro Utrilla daba la orden de movilización al Requeté navarro en virtud
de las instrucciones dadas por Don Javier de Borbón Parma como Presidente de
la Junta Militar Carlista de San Juan de Luz el día quince por la noche ya que
«Obtenidas las prudentes garantías sobre el futuro político se ha acordado
nuestra colaboración». El primer punto de dichas instrucciones afirmaba que
«Estamos a la obediencia del Ejército y aceptaremos cuantos objetivos nos
encarguen, allí donde sus unidades inicien o secunden el movimiento». El
carlismo se lanzaba a una guerra en colaboración franca y leal con el Ejército
después de unas duras negociaciones con uno de sus representantes, el General
Mola, en las que nunca se exigió a este la instauración de la Monarquía
Tradicional ni la aceptación por el Ejército de la integridad de su programa;
solamente se pedía para la participación en el movimiento la existencia de un
1
verdadero pacto político que ofreciera garantías . Garantías que se cifraban en
salir con la bandera bicolor y en la disolución de todos los partidos políticos
incluido el carlista. Al final de esta guerra el carlismo se encontró en una
situación política de ilegalidad, disueltas sus organizaciones de partido, exiliado
el Príncipe Regente y en arresto domiciliario, desde octubre de 1939, don Manuel
Fal Conde Jefe Delegado de Don Javier de Borbón Parma; sus círculos cerrados o
incautados, despojado de su prensa, silenciado, perseguido. Un destacado carlista
afirmaría más tarde: «Pero militarmente la guerra la perdimos porque no la
dirigimos. Eso era consiguiente a fiarse del ejército, pues la experiencia nos
había demostrado durante un siglo que si las individualidades podían ser
2
excelentes, no cabía fiarse de la institución» .

1
ARÓSTEGUI, J.,"Conspiración contra la República", en LA GUERRA CIVIL, vol. 3. Historia
16, págs. 6-41; "El carlismo, la conspiración y la insurrección antirrepublicana de 1936", en
ARBOR, noviembre/diciembre de 1986, págs. 27-75.
2
ACS, FERRER DALMAU, Melchor, Política de la Comunión Tradicionalista, 17 de octubre
de 1948, 11 págs.
2

Volviendo a la cuestión de las "prudentes garantías" hay que recordar que


Fal Conde el 12 de julio de 1936 dio orden de no secundar ningún tipo de
3
alzamiento ya que el General Mola ponía en duda la honorabilidad de la
Comunión Tradicionalista al no reconocer como auténtica la carta dirigida a él
por el General Sanjurjo el 9 de julio, donde daba su parecer sobre el asunto de la
bandera -favorable a la posición carlista de salir con ella-, y que recibió el día 11.
Mola, a la vez, había entrado en negociaciones con la Junta Regional Carlista de
Navarra cuyas aspiraciones en política eran mucho más limitadas aunque de
carácter más contingente. La Junta Navarra por las mismas fechas (días 12 y 14)
presionaba a Don Javier para que diera su aceptación a lo acordado
unilateralmente con Mola a instancias y por mediación del Conde de Rodezno.
Don Javier el 13 de julio mediante una carta a don Joaquín Baleztena, Jefe
Regional de Navarra, reiteraba la prohibición de participar fuera de lo establecido
por la dirección del partido, a la vez que le comunicaba que había recibido una
carta de Don Alfonso Carlos en la que decía en «términos muy precisos, que no
se admitirá ninguna intervención del Partido fuera de las bases convenidas y
4
aceptadas por él» . Anteriormente, el día 5, destacados elementos derechistas se
habían entrevistado con Fal Conde diciendo que venían por encargo e indicación
de Mola para intentar convencerlo con el argumento de que después de una breve
dictadura militar se formaría un gobierno de partidos de derecha que se
5
repartirían los gobiernos civiles . Se estaba en una situación en la que era difícil
vislumbrar una salida aceptada por las dos partes en desacuerdo. El asesinato de
Calvo Sotelo en Madrid por las mismas fuerzas policiales agravó más si cabe la
situación, ya que la guerra se veía como próxima. Se salvó la situación mediante
la acción de los Jefes del Requeté de Navarra don Antonio Lizarza y los teniente
coroneles Rada y Utrilla. La gestión de Lizarza a título particular con tres
oficiales de la guarnición de Pamplona a los que expuso el correcto estado de la
cuestión para conseguir de Mola una nota en que manifestara su conformidad a la

3
LIZARZA, A., Memorias de la conspiración (1931-1936), Madrid, 19865, pág. 90.
4
Carta de Don Javier de Borbón a Don Joaquín Baleztena, Presidente de la Junta Regional
Carlista de Navarra, 13 de julio de 1936, el texto completo de la misma en SANTA CRUZ,
Apuntes..., Tomo 1, 1939, págs. 151-152.
5
Sobre este particular FERRER, M., Don Alfonso Carlos de Borbón y Austria-Este, Sevilla,
1968, págs.162-163; FAL CONDE, M., ABC, Sevilla, 3 y 4 de mayo de 1968; LIZARZA, A.,
Memorias..., pág. 84.
3

carta de Sanjurjo del día 9 y a las orientaciones que en su momento diera como
6
Jefe de Gobierno . Los intentos de la Junta de Navarra quedaron neutralizados
7
por la acción de Rada y de Utrilla. Por Jaime del Burgo conocemos que Utrilla la
noche del 13 de julio reunió a todos los oficiales del requeté en la planta baja del
Círculo Carlista de Pamplona y exigió el juramento de que «pasara lo que
pasara, no obedeceríamos otras órdenes que las que vinieran por conducto de
las autoridades de la Comunión». La noche del 14 Utrilla y algunos de los
oficiales del requeté se negaron a la orden de la Junta de Navarra de ponerse a
disposición de Mola y se entrevistaron con éste al cual manifestaron que «como
tales requetés no recibirían órdenes más que del Rey Alfonso Carlos o de sus
8
Jefes Nacionales» desbaratando así el acuerdo entre la Junta Regional y Mola .
Sobre lo sucedido estos días gracias a la publicación de algunos documentos
9
como el Diario de Don Javier correspondiente a los años 1936 y 1937 y la carta
10
de don Manuel Fal Conde de 15 y 16 de julio al Rey Don Alfonso Carlos
podemos reconstruir los acontecimientos, a estos ha de añadirse una carta de don
11
Manuel Fal Conde a un prestigioso carlista granadino de la que recogemos los
párrafos relativos a la cuestión:

«Los caciques de Navarra carlista habían pactado con Mola satisfacer la


única exigencia de este: 800 requetés, mejor dicho hombres para vestirlos de
soldados y sacarlos de los cuarteles. Pero sin condiciones en cuanto a las
esencias que nosotros imponíamos al gobierno que se instaurara; en cuanto a la

6
LIZARZA, A., Memorias..., págs.93-44.
7
Conspiración y guerra civil, Barcelona, 1970, pág.523.
8
ACM, carta de don José Luis Zamanillo a don Joaquín Baleztena Azcárate, 23 de mayo de
1947.
9
Está publicado en las obras de CLEMENTE, J.C., Historia del carlismo contemporáneo 1935-
1972, Barcelona, 1977, págs. 102-127; e Historia General del Carlismo, Madrid, 1992, págs.
425-437.
10
ACS, publicada en ECHEVARRÍA, Tomás, Cómo se preparó el Alzamiento. El General
Mola y los carlistas, Madrid, 1985, págs. 179-181.
11
Carta de Fal Conde a don Juan Bertos, 19 de febrero de 1963, reproducida en BOLETÍN FAL
CONDE, Granada, mayo de 1980.
4

bandera; la religión; la supresión de partidos etc. Ellos, sí sacaron de Mola la


promesa de darles los ayuntamientos de Navarra»

Plantearon la cuestión a D. Javier. El Rey hacía pocos días que había


marchado a Viena. Creían ilusión mi compromiso de 6.000 requetés en una
semana. Las condiciones, por lo visto, les eran indiferentes. Yo
caballerosamente, no quise estar presente en la entrevista aunque D.Javier me
dijo que me quedara. Ellos no dijeron nada. Yo, ya fuera de la sala -era en casa
de LL [LLorente] - le expusieron el plan de Mola y la prisa; mucha prisa.
D.Javier vaciló. Me hizo entrar; les hizo repetir sus razones. Les preguntó
detalles del plan: los 800 cipayos, la ausencia oficial de la Comunión y de los
Requetés, el clásico golpe de estado y ... los ayuntamientos de Navarra.

El Príncipe dijo que él quería llevar el asunto al Rey. Ellos, la prisa, no


hay tiempo que perder. Yo les hice repetir la condición única de los
ayuntamientos de Navarra y les pregunté, soltando el alma por los ojos: ¿Y los
ayuntamientos de España? Me replicaron: De eso no nos hemos ocupado.
Continué: ¿Y la Religión, y la Iglesia, y la enseñanza y la bandera y el
matrimonio...? Tampoco de eso se habían ocupado.

El Príncipe se declaró en favor de mi tesis, de mis compromisos con


Sanjurjo y por su medio con Mola, de todo lo que el Rey había dejado aprobado.
Entonces, ya en retirada, propusieron que se consultara al Rey, pero que si antes
de su resolución estallaba el plan Mola, se colaborara con él sin condiciones. El
Príncipe accedió. Yo, callé.

¿Si antes de contestar el Rey estallaba el golpe? Aquella misma noche al


regreso a Pamplona le dieron la orden a los Jefes del Requeté de ponerse a
disposición de Mola. Pero Utrilla -y dicho sea en honor de sus inmediatos
subordinados- se negaron mientras no llegara la orden del Príncipe o mía. Y
Utrilla les habló tan claro que pusieron su traición donde les cupiera.»
5

La dirección nacional del carlismo resolvió por lo tanto el problema al


adelantarse a Mola enviándole la conocida nota del 14 de julio firmada por Don
Javier y Fal Conde: «En síntesis, hemos mandado un documento firmado
comprometiendo nuestra colaboración a condición de que se firme el
12
compromiso de sujetar la futura dirección al programa de la carta» .
Posiblemente, creemos, los correos de la nota a Mola fueron Rada y Utrilla y le
entregaron esta a la vez que le decían que no obedecerían a la Junta Regional.
Don Javier en su Diario [15 de julio] dice: «Desde la mañana esperamos noticia
de Rada y del resultado de su entrevista. Una llamada telefónica nos avisa que
todo marcha. Fal da las órdenes para...». Mola, deshecho ya su acuerdo con
Rodezno y la Junta Navarra, respondió con su ambigua nota que llevó Lizarza a
13
San Juan de Luz el día 16 por la mañana . Fal en la citada carta a Don Alfonso
Carlos le dice que «La contestación [de Mola] es muy confusa y no la tengo por
suficiente, pero veo la catástrofe de que nuestros amigos andan ya metidos, no
veo otro recurso que conseguir que Ocaña [Sanjurjo] firme el compromiso y tras
eso vamos, pues, al efecto, sale uno [Lizarza] para allá [Lisboa] volando».

Así pues, el 18 de julio, el carlismo se encontraba en una guerra teniendo


tres cuestiones ante sí: una de carácter interno en Navarra -división en la misma
provincia- y dos de carácter externo, la concreción definitiva por parte del
ejército de su posición y las profundas diferencias de pensamiento respecto a las
14
fuerzas derechistas principalmente CEDA y Renovación Española . Falange en
estos momentos no contaba, al menos, como problema. La estrategia de la
dirección nacional del carlismo hasta el destierro del Fal Conde se enfocaba a la
resolución de estos problemas.

12
ACS, Carta de don Manuel Fal Conde a S.M. Don Alfonso Carlos, 15 y 16 de julio de 1936.
13
Diario de Don Javier.
14
Como ejemplo de esto la opinión de Fal sobre Renovación en 1934 "los escombros de la
monarquía alfonsina que ha adoptado el nombre de Renovación Española, como si no
supiéramos que la "renovación" que nos brindan es la vuelta a un régimen de iniquidad".
THOMAS, H., La Guerra Civil Española. 1936-1939, Barcelona, 1983, pág. 153..
6

EL 18 DE JULIO

En esta situación se llega a la sublevación en Pamplona. La primera acción


de Fal al llegar a Pamplona la mañana del 19 fue colocar en el balcón del palacio
de la Diputación de Navarra la bandera bicolor; esta era la bandera de las
margaritas de Pamplona que llevaron ellas mismas acompañadas por el teniente
coronel Utrilla y el coronel Rada, fue la primera oficial que se izó en España y
15
tercera que se sacó en Pamplona . Pasaría más de un mes para que la Junta
Militar tuviera que admitir que bajo sus pliegues gloriosos se ha producido
ahora, esta vibración patriótica jamás superada y que no hace sino dar estado
oficial a lo que de hecho existe ya en todo el territorio liberado al restablecer
16
oficialmente la bandera bicolor .

La Junta Regional de Navarra, este mismo día 19, constituyó sin


autorización del Jefe Delegado una Junta Carlista de Guerra de Navarra que se
17
denominó a si misma Central ; esto presuponía de entrada una voluntad de
ejercer una función superior y distinta que la que presuponía su territorialidad;
como presidente honorario de la misma figuraba Joaquín Baleztena pero la
18
presidencia efectiva la tendría José Martínez de Berasáin . Las relaciones de esta
Junta tanto con las autoridades militares de Pamplona como con la organización
falangista de Navarra eran conflictivas. Así, a los pocos días de haber marchado
el general Mola a Burgos, el comandante militar de Pamplona al tratar algunos
asuntos de política local con el presidente de la Junta Sr. Martínez Berasáin
discutió con este y como este se apoyó en sus argumentos en lo que decía había
sido convenido con Mola el comandante militar sarcásticamente lanzó al Sr.
Martínez Berasáin la siguiente frase «Entonces, Vds. han ido al Movimiento, para
controlar y manejar a su antojo los Ayuntamientos de Navarra»; enterado Fal

15
FAL CONDE, M., ABC, Sevilla, 30 de abril de 1968; BALEZTENA, Mª Isabel, "Las
primeras banderas de España", en El Requeté, Buenos Aires, nº 5, abril de 1939.
16
ACS, Decreto de la Junta de Defensa Nacional de 29 de agosto de 1936.
17
LIZARZA, A., Memorias..., pág. 92.
18
ACS, Creación de la Junta Central de Guerra de Navarra.
7

Conde de esta situación intervino poniendo las cosas en su lugar y arreglando las
19
cuestiones debatidas . Respecto a los conflictos con los falangistas en Navarra en
julio y agosto debieron ser numerosos ya que en la sesión de la Junta de 19 de
20
agosto se acordó hacer un informe con todos los conflictos surgidos . La
violencia falangista en Navarra debió de acrecentarse con el paso del tiempo ya
que el general Mola decidió intervenir y a tal efecto el 29 de septiembre
acompañado de sus ayudantes Pozas, Etayo y Arteche se entrevistó con
21
representaciones de la Falange y el Requeté de Navarra .

19
ACM, Carta de don José Luis Zamanillo a don Joaquín Baleztena, 23 de marzo de 1947.
20
TUSELL, J., Franco..., pág. 69.
21
La reunión fue como sigue:

"El general Mola dirigiéndose al señor Arraiza representante de la Falange, manifestó que tiene
que hacer constar lo siguiente: La preocupación de la falange hasta la fecha, es la de contar con
masas sin ningún cuidado de selección. O sea, hacer muchos afiliados sin preocuparse de la
calidad de los mismos. Se están concentrando en falange, las organizaciones de la U.G.T. y
C.N.T. etc, etc. Es decir: todos afiliados anteriormente al Movimiento a organizaciones
extremistas, las cuales se están incorporando a falange para eludir la justicia hasta el punto que
al amparo del yugo y las flechas, van a constituirse Las Casas del pueblo. Debido a esta
concentración de las organizaciones extremistas en falange, voy a citar algunos casos de
atropellos: asesinatos, violaciones, incendios, etc. etc. de los que aquí tengo las pruebas y he de
censurar duramente el hecho de que la chusma de ustedes, rasgó y pisoteó en Valladolid la
Bandera nacional por el motivo de que si la bandera de Falange debía ir en una formación a la
derecha o a la izquierda de la nacional.

El Señor Arraiza contesta que se va a hacer con esa masa que figura en 2ª línea de Falange por
no ser aptos-a juicio de Falange-para enviarlos al frente. El general Mola dice que lo que
procede hacer con ellos es someterlos a los dictados de la justicia, aunque con este
procedimiento de la justicia se quede media España.

El Señor Arraiza pregunta si estos excesos son debidos exclusivamente a Falange y el general
contesta enérgicamente: Si Señor y he dicho antes que las pruebas están en mi poder para
demostrarlo y además he sido testigo de algunas, como el caso registrado en Alfaro, cuando la
Falange amenazaba con la muerte a los extremistas que no se afiliaban a la organización
cobrándoles para admitirlos 5 ptas. de cuota de ingreso, según los recibos que aquí le muestro".
ACS, Hoja impresa "...Verdades ocultas".
8

LA POLÍTICA DE FAL CONDE DURANTE LOS PRIMEROS MESES DE LA


GUERRA

Fracasado lo que debía haber sido un rápido golpe contra la república y


una vez delimitados los frentes, la acción de Fal Conde como Jefe Nacional del
Carlismo tuvo dos finalidades, la creación de una organización adaptada a una
situación de guerra que podía prolongarse y el asegurarse una masa social
suficiente que respaldara la política del carlismo una vez acabada la contienda.
Ambas cuestiones estaban interrelacionadas entre sí. Para esto había recibido
22
plenos poderes de Don Alfonso Carlos a mediados de septiembre . A finales de
agosto se ponían las bases de la nueva organización y régimen de gobierno de la
misma mediante la creación de la Junta Nacional Carlista que asumía todos los
poderes y concentraba todas las facultades de los organismos existentes,
quedando en suspenso las funciones de todas las jefaturas regionales, provinciales
y locales con sus juntas respectivas; la Junta Nacional quedaba estructurada en
dos secciones, una Militar presidida también por Fal Conde y otra de Asuntos
Generales. Al tiempo de la creación de esta Junta Nacional se nombraban los
primeros Comisarios de Guerra que sustituían a los antiguos jefes territoriales.
Para fines de septiembre se ampliaba la Junta Nacional con dos nuevas
delegaciones, la de Enseñanza y la de Gremios y Corporaciones que había de
tener una gran importancia, y se completaban los nombramientos de los
23
Comisarios de Guerra que faltaban . La creación de la Delegación de Gremios y
Corporaciones, que se confiaba a Arauz de Robles, se concebía como una pieza
fundamental la estrategia a seguir por el carlismo de cara a asegurase esta
mayoría social que lo respaldara y a la vez deshacer los infundios que se vertían
sobre el carlismo sobre que este carecía de un proyecto de renovación social y
económica. Ya en el decreto de constitución de esta Delegación se hacía
referencia a aquellos que al constatar la fuerza y participación del carlismo en la
guerra ven en él «la suprema garantía de que en el nuevo orden no sufra
improvisaciones ni desviaciones que comprometan un éxito [la victoria] logrado
24
con tantos sacrificios» . En la nota dada a la prensa se exponían las ideas básicas

22
ACS, carta de Don Alfonso Carlos a don Manuel Fal Conde, Viena, 14 de septiembre de
1936.
23
BCR, Burgos, nº 7, 1 de septiembre de 1936; nº 10, 19 de septiembre de 1936; nº 11, 26 de
septiembre de 1936.
24
BCR, nº 10, 19 de septiembre de 1936.
9

de la política social carlista: el carlismo no carecía de conciencia social,


necesidad de desaparición del liberalismo en el plano económico pero no para ser
sustituido por el estatismo, y se criticaba, indirectamente, al fascismo y al
sindicalismo propugnado por la Falange. Las hojas de propaganda eran más
explícitas, en una se insistía en la idea carlista del restablecimiento «de las
25
propiedades colectivas y comunales de los pueblos» , en otra se afirmaba de Fal
26
Conde que «es él quien va a hacer la gran revolución carlista» . En noviembre
los sindicatos afines al carlismo constituían la Obra Nacional Corporativa.

El nuevo esquema organizativo prestaba especial atención a la


organización militar especialmente en lo que se refería a los problemas que se
planteaban para encuadrar más voluntarios y a las relaciones con el Ejército. Para
solventar esto en septiembre se procedió a dar unas «INSTRUCCIONES PARA
27
LA CONSTITUCIÓN Y ORGANIZACIÓN DEL REQUETÉ» . Estas
instrucciones están clasificadas en diez apartados (Reclutamiento,
Encuadramiento, Acuartelamientos, Intendencia y Sanidad, Armamentos,
Instrucción militar, Filiación, Régimen disciplinario, y Relaciones con las
autoridades militares) y unas observaciones finales. Su redacción demuestra que
en ella han participado militares profesionales por la forma de aportar soluciones
para los diversos problemas logísticos y también para la cuestión de el cobro de
los haberes de los voluntarios con respecto al ejército; en el documento se insiste
dos veces en que el Requeté es fuerza armada y reconocida como tal por el bando
de declaración del estado de guerra y que por lo tanto se le debe respetar y
considerar como tal con todos sus derechos que el Código de Justicia Militar
concede a las fuerzas armadas; se restringe el ingreso indiscriminado en el
Requeté ya que se requiere para esto «ser buen católico» y en los casos de
antecedentes sospechosos se requiere la presentación de dos personas de

25
ACS, Hoja impresa EL PENSAMIENTO ESPAÑOL TRADICIONALISTA, ANTE EL NUEVO
ORDEN SOCIAL, Delegación de Gremios y Corporaciones de la Junta Nacional Carlista de
Guerra, San Sebastián.
26
ACS, Hoja impresa JOSÉ MANUEL FAL CONDE JEFE NACIONAL DEL CARLISMO,
Delegación de Prensa y Propaganda del Requeté de Zamora, no lleva fecha pero es posterior al
30 de septiembre de 1936.
27
DSC, el documento que lleva este título consta de siete páginas y esta datado en Burgos en
Septiembre de 1936, hay un sello circular en cuyo borde consta "DELEGACIÓN GENERAL
DE REQUETÉS" y en el centro "BURGOS".
10

confianza que actúen como fiadores del solicitante como garantía de su


arrepentimiento, prima pues la calidad sobre la cantidad; pero lo más interesante,
de cara a enjuiciar acontecimientos posteriores, lo transcribimos a continuación,
así en el punto de Encuadramiento: «El más elemental respeto a la Jerarquía
militar impide que usemos sus emblemas e insignias de mando y las
denominaciones de esa Jerarquía. Por eso siempre el requeté ha tenido nombres
de sus empleos o mandos y distintivos de los mismos completamente propios y
en absoluto distintos de los del Ejército. Son estos los que establecen las
Ordenanzas y con ellos se han acreditado ya Jefes de Requetés y piquetes y de
todos los grados como verdaderos héroes y hemos de procurar a todo trance que
se guarde ese respeto a las insignias del Ejército. / Nadie, en consecuencia podrá
usar estrellas que no le correspondan por empleo de escala activa o de
complemento en el Ejército. Los que tengan derecho a usarlas llevaran las
estrellas en el lado derecho y las insignias del Requeté en el izquierdo», y en el
Relaciones con las autoridades militares:

«Durante el período de instrucción los requetés no dependen más que de la


Comunión y de los mandos militares del régimen de instrucción de cuartel. Pero
desde que pasan las unidades del Requeté al Ejército en función combatiente,
dependen de las Divisiones y del Alto Mando Militar, aunque conservamos sobre
las mismas el necesario control de orden moral para la vigilancia de su
comportamiento, altas y bajas, Intendencia y sanidad, peticiones o
reclamaciones a las Autoridades militares, propuestas de cambio de mandos o de
Columnas, etc.

El Requeté es un voluntariado con características esenciales de ideario,


distintivos, himnos y símbolos en general y no puede la Autoridad militar atentar
a esas esencias, por lo que no pueden ser obligados nuestros Requetés a hacer
manifestaciones políticas contrarias a las que profesamos, ni perturbados en la
prudente discreta manifestación de nuestros Ideales. Si alguna vez ocurriera lo
contrario, se obedecerá, pero se formulará acto seguido la oportuna queja en el
modo y forma que la misma disciplina militar permite»

El nuevo esquema organizativo funcionaba y esto hacía crecer la


organización en todos los niveles. En septiembre después de la liberación de San
Sebastián se inauguraba en esta ciudad la emisora «Radio Requeté» de
28
Guipúzcoa con una alocución de Fal Conde al pueblo de San Sebastián; en

28
BCR, nº 10, 19 de septiembre de 1936.
11

diciembre se inauguraba otra emisora de «Radio Requeté» en la Ciudad


Universitaria de Madrid, y en Burgos comenzaba a funcionar la Agencia
Informativa del Requeté Español (A.I.R.E.) la cual contaba con una sección de
radio para facilitar noticias de carácter nacional y extranjero por mediación de
29
Radio Castilla de Burgos . Pero donde más se notaba este crecimiento era en las
filas del Requeté, solamente la liberación de Guipúzcoa proporcionó voluntarios
30
para la formación de cuatro tercios guipuzcoanos . Este crecimiento del Requeté,
cuyos efectivos se calculaban a mediados de agosto en 50.000 voluntarios,
comenzó a ser causa de problemas con la organización falangista; en septiembre
un jefe de la Falange andaluza escribía a un jefe del Requeté de Cádiz negando
que se amenazara a los combatientes de Falange que querían pasarse a las
unidades del Requeté. «Yo te puedo garantizar por mi parte y en nombre de
Falange Española, que jamás se ha amenazado a ninguno de nuestros afiliados
que haya pretendido pasarse al Requeté, antes por el contrario correspondo a tu
ofrecimiento de dar certificados de su conducta a cuantos, procedentes de
31
nuestras filas, soliciten su inscripción en vuestra organización» .

FRANCO JEFE DEL ESTADO

Es a finales de septiembre cuando se produce el doble suceso de, por un


lado, ser nombrado Franco Generalísimo y Jefe del Gobierno del Estado, y, por
otro, el fallecimiento de Don Alfonso Carlos víctima de un extraño atropello de
automóvil en Viena. Apenas hay doce horas de diferencia entre el atropello de
Don Alfonso Carlos y el acuerdo de la Junta de Defensa. Según Luis Redondo y
32
Juan de Zavala el automóvil que lo atropelló fue un camión militar y según

29
BCR, nº 22, 19 de diciembre de 1936.
30
REDONDO, L., y ZAVALA, J., EL REQUETÉ, Barcelona,1957, pág. 401.
31
ACS, Carta de don Manuel Florido a don José García Barroso, Chipiona, 26 de septiembre de
1936. En este archivo existe suficiente documentación sobre estas amenazas de Falange y su
puesta en práctica, así como de otro tipo de incidentes causados por la Falange antes y después
del Decreto de Unificación que pone de manifiesto que la Unificación no se realizó para
solucionar lo que decía el Decreto.
32
REDONDO, L., y ZAVALA, J., EL REQUETÉ, Barcelona, 1957, pág. 387.
12
33
Román Oyarzun el camión era de la policía de Viena. A la sazón algunos
34
insinuaron la hipótesis de que fuera un atropello intencionado, un atentado .
Acertada o no esta hipótesis lo cierto es que el que fuera agregado personal de
prensa de Goebbels durante los dos últimos años de la Segunda Guerra Mundial
afirma que «el 29 de septiembre Franco voló con su estado mayor a Salamanca
para proponerle a la Junta [se refiere a la Junta de Defensa], que se encontraba
en reunión de consejo, una reorganización y reactivación, cosas que sin duda
necesitaba. El momento elegido era propicio porque el día anterior había
fallecido en Viena el pretendiente a la corona Don Alfonso Carlos. Manuel Fal
Conde, líder de los carlistas, había viajado a Austria» para asistir a las
35
exequias .

Respecto a los primeros contactos, que conocemos, del carlismo con


Franco ya nombrado Generalísimo dos no fueron precisamente signos de
entendimiento. El 7 de octubre la Junta Nacional Carlista se dirigió a Franco
expresándole su «franca y leal disconformidad» a la declaración radiada de
Franco, de la cual se destacaba el concepto «relativo a la aconfesionalidad del
estado, que como españoles y católicos no está en nuestras manos pasar en
36
silencio» Más tarde a principios de noviembre de 1936 Fal mantuvo una
discusión telefónica con él negándose a retirarse con los requetés de la columna
Asensio del recién tomado Cerro de los Ángeles:

«No sé si te he contado que recién tomado este cerro se recibió la orden de


retirarse. Yo me negué en rotundo, porque ahí en la Sagrada Imagen destrozada,

33
HISTORIA DEL CARLISMO, Bilbao,1939, pág. 585.
34
SANTA CRUZ, M., Apuntes..., Tomo 9, 1947, pág.264.
35
OVEN, Wiffred von, Hitler y la Guerra Civil Española. Misión y destino de la Legión
Cóndor, Buenos Aires, 1987, pág.32. Von Oven, nazi convencido, fue voluntario en la Legión
Cóndor y más tarde miembro del plan estratégico denominado "Félix" para la toma de
Gibraltar, la ocupación de la península ibérica y el control de la ruta de Africa.
36
VEGAS LATAPIE, E., Los caminos del desengaño. Memorias políticas [II] 1936-1938,
Madrid, 1987, pág. 82.
13

estaba la razón de ser de nuestra participación, de la participación del Requeté


en la Cruzada.

Nos habíamos lanzado a la lucha para defender el Reinado de Cristo en


España, era aquella la más importante posición, el baluarte que había que
defender a toda costa porque estábamos en el centro espiritual de la Patria,
donde se consagró España al Corazón de Jesús. Inmediatamente me puse en
contacto telefónico con Varela y le expliqué mi negativa y su por qué. Él, ante mi
razonamiento, me contesta: -Aquí tienes a Franco, explicaselo a él-. Una vez más
doy las mismas argumentaciones. Frente a su obstinación de abandonar el cerro
para avanzar hacia Toledo, mi negativa...y, no lo abandonamos, resistimos como
fue posible con mi escolta, hasta que nos mandaron unos reservistas que
37
mantuvieron la posición» .

38
En opinión de Javier Tusell , Franco «desde el momento en que asumió la
Jefatura del Estado, se mostró decidido a ejercerla por completo y a liquidar a
sus adversarios políticos. El primero que figuró fue Manuel Fal Conde». Franco
39
temía a Fal .

En fecha cercana a su nombramiento ya existen testimonios de dificultades


puestas por los mandos militares para la formación de nuevas unidades de
requetés. Un miembro de la Junta Nacional Carlista escribía al Coronel Rada
sobre este problema: «En cuanto a Galicia ayer me he visto en el caso de dirigir
una carta al General Mola, pues resulta que allí casi todas las autoridades están
en frente de nosotros y a favor de Falange. En Lugo, Orense, Coruña y Santiago
no les dan cuarteles, ni les dejan participar en las suscripciones de dinero y
efectos, y encima les niegan el pago de haberes. Solamente en Pontevedra y Vigo
tienen cuarteles .[...] En todo caso espero que la gestión con Mola produzca su

37
BERTOS, María Nieves, "Fal Conde: honor y gloria del carlismo", BOLETÍN FAL CONDE,
Granada, mayo de 1980.
38
TUSELL, J., Franco en la guerra civil. Una biografía política, Barcelona, 1992, pág. 49.
39
OVEN, Wiffred von, Hitler..., pág. 33.
14

fruto y rápidamente cambie allí la situación pues a lo que parece lo que no falta
40
son quienes quieran incorporarse a los Requetés» .

LA GESTACIÓN DE LA UNIFICACIÓN

Es evidente que la idea surgió de los miembros pertenecientes a las castas


oligárquicas que habían formado el bloque de poder durante la Restauración, y
"no es una casualidad que la iniciativa surgiera en los medios monárquicos, que
no tenían otra posibilidad de ejercer un papel importante en el futuro", en octubre
de 1936 el dirigente de Renovación Española Antonio Goicoechea propuso que
41
se formara «un frente patriótico» . Pero ya a finales de agosto se habló en Sevilla
de cierto acuerdo entre Franco y falangistas sevillanos -posiblemente entre ellos
Sancho Dávila- para que le reconocieran como jefe en el caso posible de la
42
muerte de Primo de Rivera ; y a principios de septiembre Franco había
mantenido una entrevista de cerca de una hora con José María Pemán. En esta
entrevista Franco indicó la posibilidad de que pudiera alargar la dictadura militar
hasta que se pusiesen de acuerdo las diversas corrientes políticas y Pemán le
contestó que «él creía que los militares debían realizar ya ellos el acuerdo de las
tendencias diversas, imponiendo la unificación». Pemán más tarde se
entrevistaría con el falangista José Pemartín en Jerez, el día 13 de septiembre, al
que expondría sus ideas: el movimiento de Falange es arrollador y ha de dominar
en todas partes, hay que unificar en sentido falangista todas las tendencias
actuales españolas y «llegar a suprimir al Requeté» para adoptar uniformemente
en toda España los modos, estilo, etc de Falange. Más tarde Pemán volvería a
43
Burgos para hacer alguna gestión en este sentido a juicio de Pemartín .

40
DSC, Carta de don José María Lamamié de Clairac al Coronel Rada, Burgos, 7 de octubre de
1936.
41
TUSELL, J., Franco..., pág. 103.
42
ACS, Carta de don Manuel Fal Conde a don Manuel Hedilla Larrey, 20 de diciembre de 1968.
43
Carta de don José Pemartín a don Eugenio Vegas Latapie, Sevilla a 17 de septiembre de 1936,
en VEGAS LATAPIE, E., Los caminos del desengaño.., págs. 69 y 70.
15

El nazismo alemán tampoco estuvo ausente en los preliminares de la


operación. El 6 de octubre Franco se entrevistaba con el Almirante Canaris en
44
Salamanca para tratar de la maniobra unificadora . El Almirante Canaris había
sido introducido en los años 20 en los círculos financieros de Alfonso XIII
cuando este era accionista mayoritario en la Compañía Hispano Suiza por otro
agente alemán, Ino von Rolland, y ambos habían participado en la gestión del
45
tratado comercial Hispano alemán de 7 de mayo de 1926 . Rolland es el agente
alemán que en septiembre de 1935 negoció con Gil Robles el acuerdo entre la
Gestapo y la policía española para el intercambio de noticias militares y
46
policiales .

Ajeno a este tipo de maniobras, Fal Conde escribía a un Comisario de


Guerra Carlista:

«Cuando todo esto pase, es seguro que yo volveré a mi casa. No quiero


que se me pegue nada de todo esto de honor que ahora me rodea y que está
fundado, no en obras propias, sino en la representación de una legión incontable
de mártires a los que vienen chicas las glorias humanas porque ya gozan de la
47
gloria de Dios» .

LA REAL ACADEMIA MILITAR DE REQUETÉS Y EL DESTIERRO DE


FAL CONDE

44
OVEN, Wiffred von, Hitler..., pág. 41; BLINKHORN, M., Carlismo..., pág. 388.
45
OVEN, Wiffred von, Hitler..., pág. 18.
46
TUÑÓN DE LARA, M., La Segunda República, Cuadernos de Historia 16, nº 22.
47
ACS, carta de don Manuel Fal Conde a don José María García Verde, Burgos 20 de
septiembre de 1936.
16

Como es sabido el día 20 de diciembre el general Dávila comunicó a Fal


Conde la orden verbal de destierro indicándole como lugar señalado para
48
cumplirlo Portugal . El día anterior Franco se había entrevistado con el Conde de
Rodezno a quién comunicó su disgusto por la publicación del Decreto creando la
Real Academia Militar de Requetés, la entrevista finalizó recabando Rodezno de
Franco que escuchase las explicaciones de Fal Conde en un próxima visita de
49
este . Se dijo que la creación de la citada Academia fue considerada por el
Cuartel General de Franco como un golpe de estado y así se lo comunicó el
general Dávila a Fal Conde. A la vez se circularon varios rumores sobre unos
supuestos planes de Fal Conde y el general Varela para hacerlo efectivo, rumores
que partieron del entorno de Franco.

Antes de entrar en la cuestión de lo que significaba este proyecto de


Academia y del contexto político existente en este momento hay que señalar que
con antelación de la publicación del Decreto en el diario El Alcázar el día 15 de
diciembre un miembro de la Junta Nacional Carlista consultó el proyecto en el
Cuartel General de Franco recibiendo una respuesta positiva y que tal proyecto
surgió a raíz de una sugerencia del general Mola a Fal Conde, habiendo ya
destinado Mola dos militares de carrera a este fin. Por otra parte la creación de la
Academia respondía a una necesidad real de falta de oficialidad en las unidades
del Requeté, en parte por el crecimiento de este y por la pérdida de sus mandos
propios cuando estos tenían que incorporarse al ejército en virtud de los
reemplazos obligatorios.

Respecto al plano externo la situación en diciembre se caracterizaba por


50
diversos enfrentamientos entre requetés y falangistas , y por los contactos de

48
FAL CONDE, M., "Organicé la Real Academia de Alfereces del Requeté por encargo de
Mola", El Pensamiento Navarro, 19 de febrero de 1970.
49
Sobre la entrevista entre Franco y el Conde de Rodezno el día 19 de diciembre la única fuente
sobre la conversación mantenida y la posición del Conde de Rodezno es el "Acta de la Junta
Nacional Carlista de Guerra en su reunión de Salamanca" de 20 de diciembre de 1936, en ACS.
50
El diplomático alemán Voelckers escribía a su ministerio el 24 de noviembre de 1936 que
"aquí han aparecido violentas oposiciones entre la Falange-fascista y los Requetés", en
Testimonio de Manuel Hedilla, Barcelona, 1972, pág.335. El ocho de diciembre hubo un
enfrentamiento en Sevilla donde "las refriegas eran frecuentes", en BLINKHORN, Carlismo...,
17

Don Javier con los nacionalistas vascos y, por medio de él, de estos con
51
representantes de la España nacional .

En cuanto al plano interno del carlismo a primeros de diciembre comenzó


la campaña en torno a quién era desde hacía un mes el nuevo abanderado del
carlismo, aunque no como Rey sino como Príncipe Regente; la prensa carlista
comenzó a publicar cartas y declaraciones suyas y también artículos sobre él. En
uno de ellos, «¡Viva el Regente! », obra del que fuera Delegado de Don Jaime,
don Luis Hernando de Larramendi, se señalaba la posibilidad, en términos muy
prudentes, de que Don Javier pudiera ser el futuro Rey ya que «descendiente, al
fin y al cabo por línea de varón de Felipe V, ¿quién sabe las perspectivas que nos
podrá abrir en su favor la providencia y los acontecimientos, aún que cuando a
primera vista haya entre las aplicaciones de tantas leyes como rigen la sucesión
real en el derecho no revolucionario, es decir auténtico de España, dificultades o
52
dudas para su determinación» , pero en definitiva se hacía constar que existía un
Decreto de Don Alfonso Carlos instituyendo la Regencia, que el carlismo no se
encontraba sin cabeza y que estaba asegurada la continuidad del principio
monárquico. Continuaba la creación de nuevas organizaciones, así a primeros de
diciembre se constituía la "Comisión Carlista para Asuntos de Cataluña" para

pág. 387. Los documentos del ACS describen algunos de los incidentes acaecidos a mediados
de diciembre, requetés que son encañonados por falangistas cuando vuelven de hacer un
servicio, amenazas de Falange al sacerdote que ejercía de Director Espiritual de los Pelayos de
Arcos de la Frontera, detención por Falange de antiguos jonsistas que se habían afiliado al
Requeté.
51
Sobre estos contactos huy numerosas referencias además de lo publicado en las obras de José
Carlos Clemente; Don Javier se refiere a ellos en una Narración, grabada en soporte
magnetofónico, que hizo a su hija S.A.R. Doña María Teresa de Borbón Parma, también en un
escrito inédito que se conserva en ACS, "APUNTES PARA UNA BIOGRAFÍA DE S.A.R. EL
PRÍNCIPE DON JAVIER DE BORBÓN-PARMA. Apuntes tomados por Don Juan José Peña
Ibañez durante sus conversaciones con el Príncipe Javier", y en las propias anotaciones de Don
Javier en su Diario de diciembre de 1936, en estos al comentar el último de los acuerdos, se
refiere a un intercambio de rehenes, escribe: "La masonería rechina los dientes ante este
acuerdo que puede abrir la puerta para otros más importantes", (12 de diciembre).
52
El Pensamiento Navarro, 10 de diciembre de 1936, se reprodujo en BCR, nº 22, 19 de
diciembre de 1936, y más tarde en El Requeté, Buenos Aires, nº 2, enero de 1939. Hay que
recordar que don Luis Hernando de Larramendi fue el redactor del Decreto de Don Alfonso
Carlos instituyendo la Regencia.
18

atender a todo cuanto se refiera a la región catalana, como reclutamiento de


requetés, organización de los mismos, captación de catalanes para el carlismo,
pudiendo tal comisión designar delegados tanto en ciudades españolas como
53
extranjeras . Respecto a la organización del Requeté las fuentes carlistas indican
54
para fines de diciembre la cantidad de cien mil voluntarios ; pudiera ser que tanto
esta cifra como la dada en agosto sean exageradas, pero lo que si puede ser fiable
es que de agosto a fines de diciembre la cifra de voluntarios carlistas se hubiera
duplicado a pesar de los que debieron causar baja tanto por la lucha en los frentes
como por la obligación de incorporarse al ejército por la llamada de los
reemplazos. Es pues este, la duplicación de los efectivos del Requeté, el hecho
que hay que tener en cuenta en el asunto de la Academia y el destierro de Fal
Conde.

La creación de la Academia no era un hecho aislado sino una pieza más de


la estrategia de Fal Conde frente al problema de una guerra cuyo fin no se veía y
también para el momento en que esta finalizara. No era pues una cuestión militar
55
sino una cuestión política que formaba parte de un plan político que se empezó a
forjar a primeros de agosto y que ya se dibujaba claramente para todos. Los tres
ejes en que se basaba: legitimismo, política social carlista, autonomía y
diferenciación del Requeté respecto del Ejército, suponían por otro lado tres
diferencias tanto con respecto a otras fuerzas de derechas como en relación a la
Junta de Guerra de Navarra y el Conde de Rodezno. El primer colegio de la
Academia se pensaba instalar en Navarra y a tal fin se dirigió por escrito el
Delegado Nacional de Requetés, el día 12 de diciembre, a la Junta de Navarra

53
Decreto de 3 de diciembre de 1936, en NONELL, S., El Laureado Tercio de Requetés de
Nuestra Señora de Montserrat, Barcelona 1992 (segunda edición aumentada), págs.132-133.
54
BCR, nº 22, 19 de diciembre de 1936; "Acta de la reunión de Comisarios Carlistas de Guerra
de toda Andalucía, Extremadura, Marruecos, Canarias y Delegados de Requetés de dichos
territorios", Sevilla, 6 de enero de 1937.
55
Una fuente carlista, aunque secundaria y posterior, indica que "Es cierto que el pretexto fue la
creación de la Academia. Pero esto mismo es muestra que el Sr. Fal Conde quería mantener la
organización propia de la Comunión Tradicionalista sin injerencias de elementos extraños ni
confusiones con las milicias falangistas de marcada orientación fascista[...] Es decir que el Sr.
Fal Conde quería salvaguardar sus elementos para evitar que los principios totalitarios pudieran
menoscabar la organización del partido carlista", ACS, Un Alférez del Requeté (posiblemente
Melchor Ferrer), Fal Conde, el hombre y el jefe, diciembre de 1945, pág. 16.
19

enviándole una copia del Decreto e instando a la vez que se encontrara un sitio
adecuado; la Junta no respondió hasta el 28 de diciembre desterrado ya Fal Conde
y en suspenso el proyecto; en la respuesta se refiere al hecho de la recogida del
proyecto por las autoridades militares pero asombra que tratándose de una
comunicación entre dos organismos de un mismo partido esta no se refiera en
absoluto al destierro del jefe nacional del mismo, como si este no se hubiese
producido. Desde su constitución, la Junta de Guerra de Navarra, se había
dirigido directamente a la Junta de Defensa Nacional, primero, y al Cuartel
General de Franco, después, con diversas cuestiones que caían fuera de su ámbito
territorial y que suponían una intromisión constante en cuestiones que solo
56
atañían a la Junta Nacional . El establecimiento de la Academia en Navarra
suponía, también, el asentamiento de una base de poder efectivo de la Junta
Nacional en ella y era un paso importante, que podía ser seguido por otros, para ir
recobrando para la dirección nacional del carlismo funciones y capacidades que
la Junta de Guerra de Navarra había asumido, o pretendía asumir, sobre todo
respecto a los combatientes. Es decir, posibilitaba cortar los posibles enlaces que
la Junta de Navarra pudiera tener directamente con el poder militar. Por lo tanto
suponía el control efectivo de las relaciones con los voluntarios del Requeté
navarro por la Junta Nacional y la consolidación de esta como único interlocutor
válido con el Ejército. El proyecto de Academia a medio plazo afectaba a las
relaciones de poder con el ejército, pero a corto plazo con la Junta de Navarra.
Jaime del Burgo señala que, respecto al destierro de Fal Conde, la actitud de las
57
autoridades carlistas de Navarra fue de «manifiesta complacencia» ; se podría
añadir que de aliviado respiro. Posiblemente una coincidencia, pero el mismo día
de la entrevista de Franco y el Conde de Rodezno, se publicaba en El
Pensamiento Navarro un artículo de Román Oyarzun sobre «la unión del
58
Requeté y el Fascio» . Dos días más tarde del destierro de Fal Conde aparecía el
Decreto de militarización de las milicias por el cual estas quedaban sujetas por el
Código de Justicia Militar, lo cual da pie a pensar que todo estaba preconcebido
de antemano. Mientras este Decreto pasaba a ser realmente efectivo, tiempo hubo
de hacer patente la protesta y una presión desde una postura de fuerza para dejar
sin valor la orden de destierro, pero nada efectivo se hizo.

56
Esto es patente en el magnifico trabajo de Jaime del BURGO, "Un episodio poco conocido de
la guerra civil española. La Real Academia Militar de Requetés y el destierro de Fal Conde",
PRÍNCIPE DE VIANA, núm. 96, mayo-agosto de 1992.
57
DEL BURGO, J., Conspiración..., pág. 693.
58
Sobre este artículo DEL BURGO, J., Conspiración..., págs. 746-748.
20

En cuanto a la Falange, el Decreto de militarización de las milicias de 22


de diciembre poco le afectó, sus milicias siguieron usando de su independencia y
59
sus escuelas militares siguieron funcionando . Todo esto a pesar de haber
provocado conflictos incluso con autoridades militares, en Huelva y en Espejo,
que estas definían como «actos de sedición que entran de lleno en el Código de
Justicia Militar y a cuyos autores estoy dispuesto a aplicar en lo sucesivo las
60
severísimas penas que se imponen» .

FAL CONDE EN EL DESTIERRO

Con el destierro de Fal Conde, comenzaba el proceso, en palabras de él


mismo, de «remover obstáculos a la unificación». Tanto para él como para otros
carlistas, incluida la viuda de Don Alfonso Carlos, el asunto de la creación de la
Academia de oficiales de requetés no fue sino un pretexto para exiliar a Fal;
consideran el exilio de Fal y la militarización de las milicias como un paso previo
61
a la unificación .

Don Javier se enteró de la expulsión de Fal el día 23, en Burdeos donde le


esperaba Lamamié de Clairac. El siguiente día envió a este a España con una
consulta a los miembros de la Junta Nacional «para conocer la actitud que cada
uno de ellos juzga debe ser adoptada» pidiendo la respuesta por escrito. Por lo
que escribe este día en su diario demuestra un perfecto conocimiento de lo que
significaba el exilio de Fal: «Bases nuevas para el futuro. Nosotros

59
PAYNE, S.G., Falange. Historia del fascismo español, París, 1965, págs. 118.
60
ACS, "Oficio de fecha 2 de diciembre de 1936 del General en Jefe del Ejército del Sur al Jefe
Territorial de Falange Española".
61
ACS, Carta de Fal Conde a don Manuel Hedilla Larrey, 20 de diciembre de 1968, Carta de
Doña María de las Nieves de Braganza a Fal Conde, 25 de abril de 1937.
21

colaboraremos hasta la victoria, pero no lucharemos en beneficio de Franco». El


mismo día escribe a Fal Conde alabando su actitud «tan digna y patriótica,
porque has cumplido con tu deber hermosamente y la persecución es signo de
Dios. Hay cosas que como católicos y como carlistas no podemos admitir y era
una necesidad que quedara separada la responsabilidad de nuestra Comunión
Tradicionalista de ciertos hechos y una dirección que no puede ser legítima»,
llegando a calificar lo sucedido «como un verdadero golpe de traición». El
resultado de la encuesta recibida por Don Javier el día 30 era «todos están de
acuerdo en que es preciso apoyar a Fal Conde y no se le puede destituir» y siete
en contra de que Don Javier escribiera una carta de protesta a Franco para, según
ellos, no exponerse a una negativa. Este mismo día le llega una carta de Fal en la
que este insinúa la conveniencia de presentar su dimisión. Don Javier se niega a
esto con firmeza y le escribe que eso «sería reconocer el derecho de otros
extraños a imponernos sus voluntades en una cuestión absolutamente interna».
Igualmente se dirige a la Junta Nacional Carlista defendiendo la actuación de Fal
Conde «que ha actuado no de un modo personal, sino representando
perfectamente el espíritu de nuestra organización y adoptando sus usos y
costumbres, y calificando lo sucedido como una sanción injusta que ha caído
directamente sobre todo el carlismo. Conviene recordar que a partir de la salida
de Fal Conde para Lisboa se prohibió que en la prensa se mencionasen los
nombres de él y de Don Javier, esto presuponía ya una cierta campaña de
desinformación y silencio tanto de lo sucedido como de futuros
62
acontecimientos .

La pasividad y el silencio de la Junta Nacional era contestada desde Sevilla


por todos los Comisarios de Guerra del sur de España reunidos el día 6 de enero.
En esta reunión expresaban su incondicional adhesión a Fal y pedían a la Junta
Nacional que hiciera llegar a Franco una protesta lo «más clara, respetuosa y
enérgica», el sentimiento de solidaridad de todo el carlismo con Fal, y el fin del
destierro de este. Le recordaban a la Junta que «El destierro del ilustre Jefe
Delegado de la Comunión Tradicionalista no solo supone una ofensa a quien
para nosotros sobre la voluntad de los que luchan y mueren representa a la
Autoridad Real sino que supone un agravio para la Justicia, toda vez que a más
de ser la forma de decreto como antes se dice la tradicional en nuestra

62
ACS, Cartas de Don Javier de Borbón a Fal Conde, 24 de diciembre de 1936 y 31 de
diciembre de 1936, Carta de Don Javier de Borbón a la Junta Nacional carlista, 6 de enero de
1937.
22

Comunión y que si como buena se admitió para dar origen a nuestra


movilización debió seguir siéndolo con posterioridad y ha de tomarse como la
adecuada, es lo cierto que el contenido del Decreto creando la Real Academia
Militar fue consultado a la Secretaría Política y a la Particular del Jefe del
Estado y si esas secretarías con autoridad o sin ella lo aprobaron y con su
consentimiento se dio a la imprenta, no puede castigarse ni culparse a quien tuvo
en todo momento la delicadeza y el respeto necesario para someter sus actos a la
aprobación de la representación del que hoy es Jefe del Estado Español». Los
comisarios firmantes del acta el mismo día se entrevistaron con Queipo de Llano
63
para manifestarle su opinión .

Que el destierro de Fal suponía en el futuro maniobras contra el carlismo y


que en estas de forma más o menos consciente podían participar algunas personas
de la dirección carlista ya lo veía claramente Don Javier en los primeros días de
enero. Después de haber sido informado personalmente por Arauz de Robles y
otros, escribe a Fal diciéndole que «estamos en lucha con el viejo enemigo de
siempre» y comunicándole sus planes tanto en plano interno del carlismo,
«perfeccionar la compenetración de las distintas Juntas», «unificar el esfuerzo
sin dejar posibilidades de escisiones», «establecer un enlace continuo entre
nosotros y la Junta Nacional», como en el plano externo «Emprender enseguida
64
una acción en gran estilo diplomático y de propaganda en el extranjero» . Sobre
esta acción diplomática de Don Javier se sabe que se dirigió a varios políticos
italianos indicando el aumento de su desconfianza hacia las capacidades políticas
de Franco y del resto de los generales, su intranquilidad por falange a la que
considera filo-nazi, y su propósito de imponer la más férrea disciplina a la
Comunión de la que se queja por no haber reaccionado cuando Fal fue obligado a
65
exiliarse . Esta acción diplomática, como veremos más tarde, tuvo cierto éxito y
llegó a preocupar al entorno de Franco.

63
ACS, "Acta de la reunión de Comisarios Carlistas de Guerra de toda Andalucía, Extremadura,
Marruecos, Canarias y Delegados de requetés de dichos territorios", Sevilla, 6 de enero de
1937.
64
ACS, Carta de Don Javier de Borbón a Fal Conde, San Juan de Luz, 8 de enero de 1937.
65
TUSELL, J., Franco..., pág. 90.
23

El cuatro de enero los miembros de la Junta Nacional visitaron al General


Dávila para pedir el fin del destierro de Fal, Dávila quedó en hablar con Franco
66
sobre esto . La entrevista debió de ser un fracaso en sus términos ya que, según
Fal, ésta «tan mal parados nos ha dejado [que] no debió hacerse». Días después
en la reunión de la Junta Nacional, ausente Fal, Rodezno mostró claramente su
posición: colaboración con los alfonsinos, Franco como Regente, don Juan de
67
Borbón aceptable como Rey , a la vez que aceptaba la invitación de Sancho
68
Dávila cuando este le sondeó con el tema de la unificación con la Falange . La
Junta de Navarra, por su parte, en la sesión del 9 de enero, acordó enviar a sus
representantes don Marcelino Ulibarri y don Javier Martínez de Morentín a
Salamanca para entrevistarse con Franco e insistir sobre la equiparación de los
oficiales; Rodezno fue con ellos, saliendo de Pamplona el día 11. Al menos
tuvieron dos entrevistas con Franco al que manifestaron que no estaban
conformes con el procedimiento seguido por Fal Conde para la creación de la
69
Academia, aunque entendían que la idea en sí era plausible . El embajador
alemán Faupel comunicaba por entonces a su gobierno que «acerca de la política
interior, se ha asistido estas últimas semanas a un acercamiento entre los carlistas
y otros monárquicos de una parte, y el Gobierno por otra»; en una nota adjunta
"Sobre el punto de vista actual de los carlistas" a la comunicación indicaba que en
su conversación con cuatro carlistas estos le habían manifestado sus simpatías por
70
la Alemania Nazi ; queda en el aire la identidad de estos. Después de la
entrevista con Franco, Rodezno junto con Valiente y Lamamié visitaron a Fal en
Lisboa los días 18 y 19 de enero. La entrevista con Franco según informó
Rodezno a Fal fue de la forma que sigue:

66
TUSELL, J., Franco..., pág. 75.
67
TUSELL, J., Franco..., págs. 89-90.
68
PAYNE, S.G., Falange..., pág. 127.
69
DEL BURGO, J., Conspiración..., págs. 702 y 703; y "Un episodio...", págs. 22.
70
LES ARCHIVES SECRÉTES DE LA WILHELMSTRASSE. III. L'ALLEMAGNE ET LA
GUERRE CIVILE ESPAGNOLE (1936-1939), París, 1950, pág. 178, documento nº 137.
24

«Lo más saliente de la información que en dicha visita me dio Rodezno fue
su entrevista con el Generalísimo, preparada por Ulibarri y al parecer
pretendida por el General.

La entrevista que duró más de una hora y 35 minutos se caracterizó por


las más efusivas muestras de atención personal. Oyó orientaciones, pidió notas
sobre las mismas, solicitó cooperación y dejó abierto un amplio margen de
futuras conversaciones. se mostró desafecto a ciertos miembros de la Junta
nacional y hacia mi, haciendo contraste con la estima que declaraba profesar a
los Requetés.

Lo más trascendental de la conversación de Tomás es lo relativo al


porvenir monárquico del que se ocupó en principio y con leves insinuaciones del
punto capital, con el General. Para Rodezno el porvenir está en una Regencia
Franco previo el pleno acuerdo con renovación para sucesión a favor de Don
Juan, lo que a su juicio requiere la renuncia de Don Alfonso.

Concebía Rodezno que había de ser grato al Generalísimo el glorioso


papel histórico de Restaurador de la Monarquía y estimaba que había de acoger
la idea -de la que había hecho las aludidas insinuaciones- con gusto si se le
planteaba en forma».

Esta narración de la entrevista la comunicaba Fal a Don Javier en carta de


71
fecha 23 de enero en la que también le dice la respuesta que dio a los tres, sobre
la cuestión, al serle requerida su opinión:

«Yo dije que no lo creía factible y que no admitía ese gusto del General en
el histórico papel y que desde luego estimaba improcedente el acuerdo con
Renovación a ese efecto pues que según Rodezno se trataba, no de imponer un
Rey sino de que lo designara la Nación adecuadamente representada después del
período de Regencia y de restauración nacional a la vez.

Por tanto -dije- solo en teoría, yo creía que estábamos ante un poder
legítimo; que el Generalísimo era a mi juicio el primer poder legítimo que

71
ACS.
25

habíamos hallado durante un siglo y que por eso estábamos colaborando con él.
Pero que esa legitimidad es puramente circunstancial hasta llevar la nave a buen
puerto. entonces tendría el deber de dar a la Nación su régimen legítimo
permanente y que si para eso y aceptando principios fundamentales de Religión y
Patria, no íntegramente respetados hasta aquí, se declaraba Regente deberíamos
acatarlo y que si después y siempre dentro de aquellos inmutables principios, se
llegaba a la designación de un Rey por la Nación adecuadamente representada,
esa sería nuestra Monarquía.

Pero mientras tanto, nuestra Regencia sería nuestra única autoridad y


nuestra seguridad de que todo se realizará en forma adecuada y que esa teoría
mía, no podía autorizarnos a hacer nuestro el proyecto de esa Regencia Franco,
de suyo lleno de problemas y peligros.

En cuanto al acuerdo con Renovación, insistí mucho en que es bueno


lograrlo para el fin general que perseguimos pero en modo alguno para
prejuzgar la sucesión en favor de Don Juan que es tesis que no merece mis
mayores simpatías. Si se decía que la Nación había de hacer en su día la
designación ¿qué puede valer ese previo acuerdo, ni que lugar puede tener en
este momento español Don Alfonso, causante verdadero de la ruina nacional?.

Sobre el punto general de la entrevista de Salamanca me congratulé muy


de corazón y con mucha efusión y animé por todos los medios a Rodezno a
proseguir esa relación y aprovechar ese ascendiente en favor de la Causa.»

Continúa la carta diciendo que después habló a solas con Rodezno el cual
le dijo que hacía más de quince días que el Cardenal Gomá se había dirigido a él
por indicación de Franco sobre la conveniencia de que fuera él -Rodezno- el
embajador de Franco en el Vaticano, «Yo, de todo corazón, me alegré de que
llegara a tal grado su crédito en Salamanca y sin pasarme por la mente sospecha
alguna de que ese crédito pudiera ser concedido intencionadamente para hacer
contrastes», que lo exhortó pesadamente para que aceptara sin conseguirlo y que
este le respondió «diciendo que él no se proponía decirme nada, que lo había
hecho porque la conversación lo impusiera y que desde luego no aceptaría».
Continúa Fal que días después por fuente autorizada ha sabido que Zamanillo,
Lamamié, Olazábal y él mismo estaban mal visto en Salamanca y que la
expulsión no había sido motivada por el Decreto de la Academia pues que ya se
tenía resuelto aprovechar la primera ocasión que creyeron encontrar en dicho
decreto, que la única razón perseguida era la de determinar un cambio en la
dirección del partido a cuyo efecto se había dispuesto que se prodigaran al Conde
26

de Rodezno todas las atenciones y que se demuestre así que no tienen nada contra
la organización sino contra algunos de sus dirigentes, que se va a mandar a
Esteban Bilbao a Roma y no a Rodezno por que habían dicho que «Rodezno no
puede faltar de España ahora por las circunstancias motivadas por la ausencia
de Fal Conde»; Fal concluye que «efectivamente con todo lo que durante el mes
se ha ido viendo se llega a la misma conclusión. Importa tener en los Requetés
una dirección más dúctil y mas plegable y no hay modo mejor de lograrla que
eliminar al uno y destacar y hacer apetecible la dirección del otro. ¿Es que en la
entrevista de Salamanca se habló de algo más? ¿Es que de nuestros amigos ha
habido alguna complicidad?». Finaliza la carta señalando la necesidad de que se
articulen las medidas para fijar por extenso la posición del carlismo de forma que
se aseguren todas las colaboraciones y lealtades y que sea Don Javier quien
ponga «los puntos sobre las ies» a todos para mantener la situación sin
quebrantos.

No andaba Fal desinformado ni equivocado en sus apreciaciones pues el


mismo día 19 en la sesión de la Junta de Guerra de Navarra Marcelino Ulibarri
arremetía contra él y la Junta Nacional en estos términos: «La Junta Nacional
Carlista de Guerra ha venido observando una conducta equivocada cerca del
Gran Cuartel General de Salamanca, apartándose de S.E. el Generalísimo en
lugar de acercarse y creándose con ello una atmósfera difícil, a la que es preciso
dar cara y solucionarla rápidamente, a cuyo efecto es muy conveniente que cerca
de Franco haya un representante de la Comunión Tradicionalista que podría ser
el Conde de Rodezno, al mismo tiempo que se reforma la constitución actual de
la Junta Nacional, entrando a formar parte de ella los representantes de regiones
españolas y, dando cuenta también al Príncipe de todo lo acaecido en este
72
asunto para que se forme un juicio exacto del mismo» . Adviértase que esto se
dice cuando Fal lleva un mes de destierro, a los dos días de entrevistarse una
comisión de esta Junta de Navarra con Franco, y que aún no ha finalizado la
estancia de Rodezno en Lisboa con Fal Conde que antes se ha descrito, así como
que no se explicita en que consistió la «conducta equivocada» respecto a Franco
y que olvida que no fue Fal el que se alejó de Franco, sino que este lo alejó de
España. Unos días después, en la sesión de la Junta de Navarra de dos de febrero,
se consideró que ya no era «prudente» realizar nuevas gestiones para el regreso

72
DEL BURGO, J., "Un episodio...", pág. 22.
27
73
de Fal Conde , respuesta al escrito que el día anterior le habían presentado tres
jefes del Requeté navarro en el que le pedían que se solicitara del general Mola su
74
mediación para que recabara de Franco el fin del destierro de Fal .

LA ASAMBLEA DE INSUA

La posición del carlismo debía ser aclarada. A tal efecto Don Javier
marcha a Lisboa a principios de febrero para convocar una asamblea oficial del
carlismo. Tal asamblea se realizó en la localidad portuguesa de Insúa los días 13,
14 y 15 de febrero de 1937 y se trató el siguiente temario: Relaciones con el
poder político; Restauración, Regencia y cuestiones anejas; Reorganización de la
Junta; Relación con otras fuerzas políticas; Política extranjera. Presidida por Don
Javier y con la asistencia de D.Manuel Fal Conde, D.Jaime Surià, Conde de la
Cortina, D.Alejandro Encinas de la Rosa, D.José Martínez de Berasáin, Conde de
Rodezno, Conde de la Florida, D.José María Valiente, D.Juan Sáenz Díez, D.José
María Oriol, D.Luis Barrio Miegimille, D.José María Lamamié de Clairac,
D.José Luis Zamanillo, D.Aurelio González de Gregorio, D.José María Arauz de
Robles, D.Luis Hernando de Larramendi, D.Mariano Puigdollers, D.Esteban
Bilbao, D.Rafael de Olazábal, D.Julio Muñoz Aguilar y D.Fausto Gaiztarro.

Las conclusiones de la Asamblea según el Acta extractada de la misma


fueron: respecto al primer punto, Relaciones con el poder político, quedó "

«concretado el pensamiento de la Asamblea, sin discrepancia, en la necesidad de


afirmar nuestra personalidad ante el Poder Público, con todo nuestro contenido y
con el recuerdo de que así hemos venido a la campaña; y en la necesidad así
mismo de hacerlo presente al Generalísimo en visita que se le haga y con entrega
de documento que se acuerda redactar, todo ello como expresión de una actitud
que ha de traducirse en obras y que, junto con la idea de obediencia y
colaboración, afirme la lealtad de nuestros principios y a nuestra bandera en todo

73
TUSELL, J., Franco..., pág. 76.
74
DEL BURGO, J., Conspiración..., pág. 702.
28

momento, velando siempre por ellos y alzándonos respetuosa pero


constantemente contra todo atropello e injusticia»; respecto al segundo,
Restauración, Regencia y cuestiones anejas,«coincidencia absoluta en apreciar no
ya solo la necesidad sino la posibilidad de una pronta Restauración monárquica,
si bien se expresaron diversos matices de opinión en orden a los medios para
lograrla. Y reconociéndose como solución más conveniente para aquel logro la de
la Regencia, hubo igualmente diversidad de pareceres en relación con la
posibilidad de que sea aceptada y pueda establecerse la del Príncipe que preside.
Y como sea establecida legítimamente por el rey (q.e.p.d.) y como nadie crea que
hay que destacar en absoluto toda posibilidad de que prospere, ante la mayoría de
los reunidos la juzgan posible, se llegó a la coincidencia de que debemos sostener
y propugnar esta solución, no solo dentro de la Comunión, sino cerca de los
Poderes Públicos y de las naciones amigas, trabajando por la propagación de la
idea monárquica y por el conocimiento y exaltación de la persona del Príncipe»,
«la propuesta formulada por un corto número de los asistentes, en orden a llevar a
cabo una gestión acerca de D. Juan para despejar cual sea su actitud, no encontró
la aprobación coincidente de los reunidos»; y en cuanto al tercero,
Reorganización de la Junta, se aprobó la proposición de Fal Conde. También
consta en dicha acta que hablaron «así mismo los Sres. Arauz de Robles y
Berasáin evidenciándose en virtud de estas intervenciones la disciplina y unidad
de la Comunión, identificada con el Sr. Fal Conde».

De los otros puntos restantes la mencionada Acta extractada no dice nada


pero con el diario de Don Javier y otras fuentes es posible hacerse una idea más
completa que la que ofrece este documento.

Las anotaciones de Don Javier en su diario son : «Exposición de Fal sobre


la acción política, dudosa y comprometida, de Rodezno»(día 13), «se habla de
los contactos con Falange y con Acción Popular. Se discute el Acta para Franco,
sin conseguir acabarla de redactar por la prisa. La cuestión de la Regencia es
tratada y finalmente aceptada» (día 15).

En la Asamblea se informó que el General Roata había escrito a Don Javier


diciéndole que por indicación de Mussolini "El Duce" había aconsejado a Franco
que formara un Gobierno que tuviese dos asesores políticos, uno representando a
29

la Comunión Tradicionalista, y otro a Falange, indicando al mismo tiempo que


para los carlistas debería ser como más indicado Fal Conde. Dicha carta la recibió
Don Javier por mediación del cónsul de Italia en Bayona. Evidentemente esto era
una prueba de que la acción diplomática iniciada por Don Javier en comienzos de
75
enero algunos frutos daba .

El testimonio de Don Javier algunos años más tarde:

«Aquella Junta Nacional fueron cuatro o cinco días de largas


discusiones. El informe de ella lo hizo Codorniu. Tratábase de tomar una
decisión respecto a la colaboración con Falange. Se trataron todas las
cuestiones importantes. Fue en una gran sala, muy solemne. Lamamié fue
uno de los mejores. También cita a Rodezno y Arauz».

Dice que- hizo grandes esfuerzos para establecer un puente entre


Fal y Rodezno, cosa que no consiguió. Rodezno quería el acuerdo con
Franco. Fal era opuesto. "mi parecer -dice- era que podía hacerse una
colaboración con el gobierno, pero muy prudente y moderada, contando

75
ACS, La fuente es un escrito mecanografiado de lo que parece una biografía de Don Javier en
la que no consta título por faltar las primeras páginas. Caja inéditos 28/35 de Melchor Ferrer.
Este escrito se refiere a la Asamblea en los siguientes términos: "Ello creaba un clima que era
necesario despejar. Los menos firmes en el carlismo coqueteaban con los poderes constituidos,
aspirando a ocupar algún sitio destacado, otros ya pensaban en que la dinastía carlista
encontraría su sucesor en Roma en la figura de Don Juan. Era necesario, pues, coordinar los
esfuerzos de los carlistas verdaderos dejando siempre un postigo por la que pudieran entrar
dentro de la estricta disciplina, aquellos que tenían veleidades no muy ortodoxas. Esta fue la
causa de que se celebrara. [...] En relaciones políticas con el régimen que entonces estaba en
España, y que tenía como única misión el de la guerra, se acordó que con el fin de que la
unidad en la lucha contra los rojos no tuviese ningún punto débil, se mantendrían, las más
cordiales posibles, disimulando las ofensas que se pudieran y se habían recibido. En las
relaciones políticas con los demás partidos integrantes del movimiento nacional, buscar puntos
de contacto para beneficio de la causa común. Hacia poco se habían hecho unas gestiones para
unir Falange con la Comunión Tradicionalista y por incompatibilidad doctrinal habían
fracasado. En cuanto a la restauración monárquica se defendió por algunos la adhesión a Don
Juan de Borbón, pero esta opinión minoritaria fue rechazada por la mayoría. Se acordó por lo
tanto mantener la Regencia con su carácter institucional, -función hasta ahora nueva en el
Derecho Político-, mientras hubiese una probabilidad de encontrar un Príncipe Digno.
Entendemos la palabra digno: que responda a la ideología y aceptara el legado de la Tradición
Española."
30

con gente segura. No fue un error el no colaborar, porque así la


Comunión quedó limpia y pura, pero se sabía [debía?] una cierta
colaboración. No se podía, sin embargo, seguir a Rodezno, que iba
demasiado lejos en su colaboración, y nos hubiera comprometido. Nos
trataron de "integristas"».

Opina el Príncipe que la reunión fue muy útil. "Si no tuve éxito en
concordar a Fal y Rodezno, previne el peligro de que la Comunión fuese
cogida en las graves faltas del gobierno de Franco"».

Desde entonces -continúa- se apartó Rodezno para hacer su política


personal, y se puede decir que, fuera de un pequeño grupo navarro sólo
representaba un pasado. Hubiera sido muy buen diplomático para la
Comunión, de ser más disciplinado y humilde. Era típicamente cacique, y
un típico jefe carlista platónico, de la época de Don Jaime"»

"Se aprende mucho en la vida -añade-. Pasado el tiempo y vistos los


acontecimientos, se advierte que quizá hubiera sido posible una cierta
colaboración. Pero en aquel momento, cuando Franco trataba de
destruirnos para hacer el partido único, nos salvó la actitud firme. Este
fue el mejor fruto de la Asamblea de Insúa. Fal prestó con su
intransigencia un gran servicio a la Causa, pues ya se ha visto el resultado
de las actuaciones de Rodezno, Bilbao, etc. al margen de la Comunión"».
76
Allí quedó consumada la ruptura Fal-Rodezno » .

En resumen, esta Asamblea sirvió para desbaratar el proyecto de que Don


Javier nombrara como Jefe Delegado al Conde de Rodezno, a la vez que se fijaba
una línea de actuación de acuerdo con el pensamiento de Fal Conde. Las
propuestas del Conde de Rodezno y de José María Oriol fueron desestimadas.
Aunque por lo sucedido más tarde estos no tomaran en consideración lo allí
77
fijado .

76
ACS," APUNTES PARA UNA BIOGRAFÍA DE S.A.R. EL PRÍNCIPE DON FRANCISCO
JAVIER DE BORBÓN-PARMA. Apuntes tomados por Don Juan José Peña e Ibañez durante
sus conversaciones con el Príncipe Javier", posiblemente en 1950, págs. 9 y 10.
77
Al poco tiempo Fal Conde escribiría a José María Oriol (30 de marzo de 1937) pidiéndole que
cese su campaña de opinión entre los carlistas sobre "tu proyecto desaprobado en Insúa por el
31

Pero sobre lo sucedido en los días posteriores la falta de fuentes no permite


reconstruir los acontecimientos al menos en lo que respecta a la conducta del
Conde de Rodezno y del grupo que participaba de sus opiniones. Lo cierto es que
Don Javier escribe en su diario el 6 de marzo «Llega Lamamié. Larga
conversación. Desánimo de la Junta. Decisión de escribir directamente a
Franco». Don Javier este día escribe a la Junta Nacional no aceptando sus
dimisiones, indicándole que visitaran a Franco y que le entregaran una carta suya.
La entrevista tuvo lugar el día diez y en ella solicitaron a Franco el levantamiento
del destierro de Fal. El comportamiento de Rodezno en esta entrevista con Franco
fue de manifiesta insolidaridad con sus compañeros de Junta ya que nada más
entrar se dirigió a Franco diciéndole «Vengo acompañando a estos señores
78
porque ellos me han rogado que lo haga así» . Pocos días mas tarde escribiría a
Don Javier diciéndole que se retiraba a su casa de Cáceres dando la sensación de
79
que se separaba de toda actividad política del momento , aunque el mismo día 12
80
de marzo se entrevistó con el fascista italiano Farinacci . Hay que señalar que a
partir del 20 de febrero Franco ya cuenta con nuevo colaborador, Serrano Súñer,
que será posteriormente el artífice de la redacción del Decreto de Unificación, y
que el día 8 de marzo Renovación Española anunciaba su propia disolución,
reclamando oficialmente la unificación de todos los partidos, en un mitin
81
celebrado en Salamanca en el que habló su dirigente Antonio Goicoechea .

Príncipe y la Asamblea", en esta carta le pide que abandone cargo y actividad política en la
Comunión Tradicionalista, ACS.
78
ECHEVERRÍA, Tomás, Franco ¿no era normal? Uno de sus hechos injustificable: la
persecución a los carlistas, Madrid, 1986, p. 106. Las cartas de Don Javier a la Junta Nacional
Carlista (6 de marzo), a Franco (6 de marzo), y la Nota Verbal de la Junta a Franco en la
entrevista del día diez están publicadas en esta obra.
79
FERRER, M., Observaciones de un viejo carlistas a unas cartas del Conde de Rodezno,
Madrid, 1946, pág. 30; Carta del Conde de Rodezno a Fal Conde de 16 de abril de 1937, ACS.
80
TUSELL, J., Franco..., pág. 112.
81
PAYNE, S.G., Falange..., pág. 129.
32

Lo que si debió ser consecuencia de la Asamblea es que Don Javier


continuara su acción diplomática y que a tal efecto estuviera en Roma pasada la
primera mitad de marzo, allí se entrevistó con el cardenal Segura, dos veces con
S.S. Pío XII, con el que le unía una gran amistad desde hacía varios años, y
mantuvo otra entrevista con don Juan de Borbón para convencerle de que
82
aceptara el programa tradicionalista, a lo que éste se negó en redondo . Que
sobre este viaje de Don Javier hubo indiscreciones se pone de relieve al constatar
que durante esos días estaban también en Roma tres destacados alfonsinos,
Eugenio Vegas Latapie, José Ignacio Escobar y José María de Areilza; el primero
de ellos, que «estimaba concertada de antemano» la entrevista, solicitó y obtuvo
83
una entrevista de Don Javier para intentar sonsacarle sus intenciones al respecto ,
y que el mismo día de la entrevista con don Juan- 19 de marzo- Nicolás Franco
escribiera a Farinacci previniéndole sobre una posible visita de Don Javier a Italia
para recabar apoyos, ya que a ambos -los Franco- les preocupaba que Don Javier
84
buscara allí ayuda .

LOS CONTACTOS CON FALANGE

Estos días se mantienen también conversaciones con tres falangistas que se


presentaron en Insúa propugnando el ingreso del carlismo en la Falange y la
85
candidatura como rey de don Juan de Borbón . Uno de ellos, a su regreso,

82
DEL BURGO, J., Conspiración..., pág. 654. Notamos que en el diario de Don Javier no se
dice nada respecto a esta entrevista con Don Juan.
83
VEGAS LATAPIE, E., Los caminos del desengaño..., pág. 168
84
TUSELL, J., Franco..., págs. 113-114. En esta, al referirse Nicolás Franco a la situación
política interna daba la sensación de que los problemas estaban solucionados o a punto de
estarlo, "La situación interna ha mejorado", "los falangistas antiguos y los tradicionalistas sanos
siente y expresan la necesidad de crear una unión nacional sobre la base de la doctrina
falangista y bajo el absoluto dominio y dirección del Generalísimo y una gran mayoría desea
esta orientación", el único problema estaba en la minoría [?] de los carlistas que seguían a Don
Javier y a Fal Conde actuando en contra del Caudillo; Tusell finaliza su resumen de esta
diciendo que "parecían [los Franco], en fin, temer más a los carlistas que a los falangistas".
85
DEL BURGO, J., Conspiración..., págs. 761.
33
86
entregó las notas de las conversaciones a Nicolás Franco , y otro no sólo iba sin
87
autorización de Hedilla sino también sin su conocimiento . Solamente se
coincidió en palabras de Fal Conde «en la desesperanza de una conciliación» por
la diferencia ideológica existente entre el autoritarismo y las libertades orgánicas,
concepto «único posible de radicación de las libertades políticas concretas». El
único resultado de estas conversaciones de Insúa fue un acuerdo privado de que
mientras durase la guerra no se admitirían intervenciones de terceros en las
relaciones entre ambas fuerzas. Posteriormente a estas conversaciones, el Conde
de Rodezno reanudó los contactos con los falangistas, siendo Pemán uno de sus
interlocutores, «lo que es una nueva prueba del carácter juanista que estaban
asumiendo ya los proyectos de unión política. Ni Fal Conde ni Hedilla estaban
informados de estas últimas conversaciones ni de la correspondencia mantenida
88
entre Rodezno y Escario» . Finalmente se llegó a un acuerdo a comienzos de
abril entre Lamamié de Clairac y Arauz de Robles con Hedilla en que no se
aceptaría cargo alguno si la unificación se hacía por decreto.

El CONSEJO DE LA TRADICIÓN

Coincidiendo con la ausencia de Don Javier de San Juan de Luz, se


convocó una reunión de Comisarios en Burgos el día 22 de Marzo. Parece ser que

Conviene tener en cuenta respecto a don Juan de Borbón que los primeros días de agosto de
1936 estuvo en España acompañado de algunos de sus partidarios y que fue expulsado por
orden del general Mola. En este viaje, según un libro de propaganda de su causa (BONMATÍ
DE CODECIDO, Francisco, El Príncipe Don Juan de España, Valladolid, Imprenta Castellana,
1938), su indumentaria era un anticipo de la uniformidad del futuro partido único: mono azul
con flechas y boina roja [pág. 231], y al salir de España «Eran las cinco y media de la mañana
del siguiente día, cuando el Príncipe don Juan salió de Pamplona camino de la frontera
francesa. En ella se despojó de sus prendas de miliciano de las Falanges de reconquista
española, besándolas reverentemente» [pág. 236], y «Se cuadró rígido y firme, extendió el
brazo con mano abierta cara al sol de amanecer de su España, y gritó con toda la fuerza de sus
pulmones: «¡Viva España! ¡Arriba España!»» [pág. 237].
86
ACS, Carta de Fal Conde a don Manuel Hedilla Larrey, 20 de diciembre de 1968.
87
ACS, Carta de Manuel Hedilla a Fal Conde, 16 de diciembre de 1968.
88
BLINKHORN, M., Carlismo..., pág. 393.
34

en la Asamblea de Insúa se habló de la creación de un Consejo de la Tradición


integrado por los Comisarios provinciales y las personalidades que para esto
89
fueran designadas, correspondiendo la vicepresidencia al Comisario de Navarra .

Esta reunión había sido autorizada por Franco a través de su hermano, y


convocada por los críticos a la política de Fal Conde visto el resultado que habían
tenido anteriormente, en enero, en no conseguir su eliminación como Jefe
Delegado al haberse alineado Don Javier con él y haber sido aceptada su posición
en la Asamblea de Insúa; era un paso más pero con un objetivo inmediato distinto
aunque la finalidad última fuera la misma.

En esta reunión hubo quien acusó a Fal Conde de haber cometido «una
ligereza y un error» con el proyecto de creación de la Academia Militar. Después
de leída una carta de Don Javier y tras algunas intervenciones sobre la situación
de los contactos mantenidos con Falange se tomaron tres decisiones, sustituir a
los miembros que constituían la Junta Nacional, enviar un telegrama de adhesión
a Franco, y nombrar una Comisión para llevar a la práctica los dos acuerdos
anteriores. Respecto al telegrama lo mas grave no era que se manifestase
adhesión a Franco sino el significado que se la daba a esta «posponer toda
conveniencia partidista a los altos y patrióticos intereses tan legítimamente
representados por el Generalísimo» etc., lo que evidentemente era una maniobra
de intoxicación informativa ya que el telegrama, aunque enviado a Franco que era
su destinatario formal, estaba dirigido a los combatientes del Requeté y carlistas
en general que lo conocerían a través de la prensa y en reuniones convocadas al
efecto. El texto representaba una acusación tremendamente falsa contra Fal
Conde al imputarle, aunque implícitamente, que su posición suponía anteponer
«conveniencia partidista» a los intereses generales de la patria. El telegrama iba
firmado nada menos que por uno de los que pretendían que se fuera al
movimiento para conseguir una finalidad tan patriótica como el control de los
ayuntamientos de Navarra. La finalidad de la reunión es evidente o conseguir una
constitución de la Junta Nacional dócil a los deseos de Franco, o propiciar el
enfrentamiento de los Comisarios de Guerra con Don Javier. No es casualidad
que el Conde de Rodezno escribiera en sus notas lo siguiente «¿Qué solución

89
Sobre esta reunión de Comisarios vid. DEL BURGO, J., Conspiración..., págs.764-767, y
TUSELL, J., Franco..., págs. 117-118.
35

tiene el Príncipe? o destituir a todos los Comisarios o dejar la Regencia. Esto es


90
evidente» .

Sobre esta reunión indica Jaime del Burgo que un grupo de requetés de
Navarra hicieron acto de presencia en dicho Consejo coaccionando con violencia
91
a los reunidos y acallando las voces de los que insinuaron su disconformidad .

El testimonio de dos asistentes nos aporta nuevos datos para enjuiciar lo


que allí sucedió y lo que se pretendía.

Uno es del conocido sacerdote carlista Jaime Surià que, debido a un


accidente del automóvil en que viajaba, llegó tarde; una vez comenzado este:
«Preguntando las cuestiones tratadas se me contestó que se había perdido el
tiempo discutiendo si el Decreto [de Fal creando la Academia] estaba bien dado y
si la Junta dimisionaria tenía o no derecho de asistir a la reunión», «se dio por
sentado que en Salamanca sabían a la hora todo lo hablado allí», «el primer
discurso versando sobre la necesidad de aceptar la dimisión de la Junta
dimisionaria y dando a entender (sin que jamás lo dijese) que también el Jefe
debía dimitir..., de que allí debía ser elegida la nueva Junta Nacional. Unas
interrupciones sobre la jerarquía de los poderes en el carlismo mató esta
cuestión para no resucitar sino de una manera vergonzosa más tarde», «se
discutió hasta el exceso una nota que debía dirigirse a V. [Fal Conde] y al fin se
aprobó por unanimidad», «se habló de un telegrama de adhesión al
Generalísimo y se dejó para más tarde. De la grotesca pseudopaviada navarro-
riojana nada supe hasta la noche [se refiere a los requetés que fueron a
coaccionar a los comisarios]. Se trató de proponer nombres para la Junta
Nacional y después de demostrarse la inconveniencia se logró hacer decir los
nombres que proponía Navarra a la Junta de Navarra. Una observación
acertadísima de Tomé, coreada por otros, echó al pozo la propuesta e
imposibilitó que se tratara de dar nombres para la Junta», «se leyó un telegrama

90
Citado por TUSELL, J., Franco..., págs. 118.
91
DEL BURGO, J., Conspiración.., págs. 766.
36

para el Generalísimo que se creyó poco expresivo (me parece que lo había
redactado Oriol, la verdad en su punto) y se encargó de nuevo al Sr. Cano
López. Ya con algún barullo se leyó, sin que se enterasen los más, cansados en
parte de tantas palabras y con un poco más se acabó la sesión..». Para el Padre
Surià se abortó la maniobra ya que ni siquiera se propusieron nombres para la
Junta Nacional, pero se llevó la gran sorpresa al asistir a una reunión de
Comisarios de Guerra en Sevilla el día tres de abril donde «Hizose historia
completa de lo ocurrido en Burgos y me enteré con la natural estupefacción que
se había dado por constituido el Gran Consejo de la Tradición, presuponiendo
que en las reuniones de Portugal se le había dado ya existencia y hasta forma
definitiva», «si el enterarme de que por la mañana se había dado por constituido
el G.C. de la T. (creo que no lo escribiré más en mi vida sino a la fuerza) fue
92
para mí una sorpresa, la lectura de la copia del telegrama me dejó frío...»

El otro testimonio es de don José Luis Zamanillo en carta dirigida a don


José Martínez Berasáin, firmante del telegrama a Franco: «Hasta hoy, día siete,
no he tenido conocimiento del texto del telegrama de Vd. que en nombre del
Consejo Nacional de la Tradición dirigió al Generalísimo el día 22 del pasado
mes de marzo, a pesar de haber asistido a la reunión de dicho Consejo en ese
día, recordará Vd. que cuando alguien, no sé quien, a primera hora de la tarde,
propuso la idea de un telegrama, pedí la palabra y Vd. me la negó, diciéndome
que más tarde se trataría de ello. Después ya no volví a oír hablar del asunto
(bien es cierto que estuve algún rato ausente del lugar de la reunión), y lo mismo
dicen algunos señores Comisarios, que se han enterado del texto varios días
después de la fecha. Quizá comprenda Vd. la extrañeza rayana en el estupor que
93
su lectura me ha producido» .

El 27 de marzo Franco recibió la visita de los tres comisionados de Burgos


y les desveló sus propósitos. Le dijo que no encontraba ningún problema con la
Unificación ya que falange aceptaba los principios de Dios y Patria y respecto al

92
ACS, Carta de don Jaime Surià a Fal Conde, Sevilla, 4 de abril de 1937.
93
ACS, Carta de don José Luis Zamanillo a don José Martínez Berasáin, Burgos, 8 de abril de
1937.
37
94
Rey tampoco puso mayores obstáculos si se concretase más la persona para ello ,
finalmente «el Generalísimo estimuló a los comisionados a actuar con un criterio
95
de armonía y unidad por exigirlo así razones de orden nacional» .

Dos días más tarde los comisionados visitaron a Fal Conde en Lisboa. Uno
de ellos informó, aunque incompletamente de lo ocurrido en Burgos. Después los
tres le dijeron que habían sido designados en Burgos para ir a verlo sin decirle
para qué, ni hablarle de lo sucedido en Burgos hasta los últimos veinte minutos
de la conversación. Esta según Fal Conde se desarrolló así:

«Las cinco primeras horas de entrevista se dedicaron a darme cuenta del


asunto que Cano López les había confiado al paso por Salamanca. Tal era el
encargo que les había hecho de decirme por confidencia de Nicolás Franco, de
que yo había de nombrar antes de la siguiente mañana -me hablaban de ese
punto a las siete de la tarde- los tres representantes de la Comunión para la
Junta Mixta que había de regir el partido único. Esos tres habían de ser: uno
impuesto por el Generalísimo, Rodezno, y los otros dos los que se vieran mas
afectos al mismo, en cuyo carácter me indicaban a Valiente y Cano López
mismo. Con un impudor lamentable se me conminaba que si no hacía yo los
nombramientos, los haría el Generalísimo, mas que si los hacía, podría ir a
España al día siguiente del Decreto.

Contesté: 1º que yo no tenía facultades, pues solo las tenía S.A. 2º que
aunque las tuviere por mi cargo, no podía en conciencia aceptar la muerte de la
Comunión ni el rey Don Juan que, según la confidencia, era el que se iba a
buscar y que mi opinión, en el cargo, fuera del cargo y debajo de la tierra, era
contraria a ese acto de entrega de la Comunión a sus enemigos y 3º que si se me
anunciaba que de no hacer yo los nombramientos se harían oficialmente, ya era
eso bastante para no hacerlos en ningún caso.

Separadamente se me habló de las conversaciones con Falange de las que


también me traían noticias de Cano López. Les dije lo de siempre: que nunca han

94
TUSELL, J. Franco..., pág. 118.
95
DEL BURGO, J., Conspiración..., pág. 767.
38

debido de poner fin a esas conversaciones; que he encargado varias veces que no
se diera fin a la negociación, porque durante la misma está en vigor aquel pacto
contraído aquí con mi intervención y que ya que no se lograra la fusión se
debería tender a perfeccionar ese pacto que era el único porvenir práctico que
yo veo.[...]

No he autorizado, repito, como han afirmado esos navarros,


representación alguna para el partido único, ni siquiera para lo de falange, con
facultad de concertar bases o acuerdos, y fue tan terminante mi negativa, tan
enérgica mi actitud y tan concluyente el final de todo, que acabé en mi negativa a
recibirles, que no puede Berasáin alegar ignorancia, ni sordera, ni natural
torpeza, porque en tales circunstancias, el juicio más sereno, le denuncia de
96
falsario y engañador» .

«Cuando en el destierro de Portugal me visitó aquella comisión de


destacados carlistas, desgraciadamente navarros de pro entonces, degradadas
hoy sus memorias allí, que Nicolás Franco utilizaba para coaccionarme a la
aceptación de la Unificación -otra comisión mandaban a Don Javier- oí
sufridamente el oprobio que se me hacía con la proposición de que yo nombrara
los representantes en la Junta de Salamanca y dar por extinguida la Comunión,
pero antes de rechazar como ello merecía, pregunté: ¿Qué parecerá esta
extinción de la Comunión a los muertos del Requeté navarro? Y me contestaron
los dos: Muy mal. Y yo repliqué: Pues aunque todos los carlistas vivos aplaudan
esta extinción por suicidio, yo tengo por bastante para negarme la fidelidad a los
muertos. Y acabamos la conversación. Igual fracaso habían experimentado los
97
que visitaron a Don Javier » .

«...aquella Semana Santa de 1937 en Lisboa, cuando me visitó la comisión


de "leales navarros" enviada por la Junta General de Burgos para expresarme
su adhesión, como otra, también de sicarios de Rodezno y de la misma
radicación, visitaría a don Javier. Pero que, manipulados por Nicolás al paso

96
ACS, Carta de Fal Conde a Don Javier, Lisboa 18 de abril de 1937.
97
Carta de Fal Conde a don Ricardo Martínez de Salazar y Bascuñana, 18 de septiembre de
1973.
39

por Salamanca, lo que me comunicaron fue la aceptación unánime de la


unificación y la exigencia de que fuera yo quien nombrara los tres miembros del
secretariado, imponiendo a Rodezno, recomendando a Valiente y dejándome
libertad del tercero.

El futuro sería monárquico pero para Don Juan. Tales eran los términos
de la Asamblea de Pamplona presidida por Don Tomás.

Me negué a todo, les ofrecí divisas para que pagaran su hotel y les rogué
que no volvieran a hablarme del tema el día siguiente que iban a seguir en
Lisboa de turismo. Habían tergiversado, traicionado mejor dicho el acuerdo.
Pero lo mismo a Don Javier que a mi nos habían querido sorprender. Tampoco
98
el Señor picó » .

«Y por último, yo he experimentado en las ocasiones más difíciles de mi


cargo, que el recuerdo y la devoción de nuestros Mártires son la cantera rica de
la fortaleza. Cuando, en momentos delicadísimos, pareció que se hundía la
Comunión traicionada dolorosamente, purgada en el sol una vez más y puesto a
prueba heroica su patriotismo, momentos hubo en que llegué a experimentar la
sensación -no por meramente aparente, menos angustiosa de la completa
soledad. El destierro, calumniado, disueltos, dispersados los más queridos
amigos, aislados de nuestro queridísimo Príncipe; cuando sufría coacciones
tremendas para que prestara mi concurso al nefasto error político cuyas
consecuencias padecemos, cuando se reclamaba mi complicidad en la disolución
de la Comunión Tradicionalista, llegué a preguntar a un destacado carlista que,
inconscientemente, se había prestado a la maniobra y era instrumento de la
coacción: ¿«Qué dirán de todo esto los muertos?. Pues me basta la certeza de
que nuestros muertos no han dado su vida para [lo] que Vds. me proponen, para
resolverme a permanecer fiel al designio heroico que los llevó a la muerte,
aunque me viera condenado, lo que Dios no permitirá, a quedar sólo en el
99
mantenimiento de estas posiciones» .

98
Carta de Fal Conde a don Raimundo de Miguel, 22 de enero de 1973.
99
ACS, "Carta de don Manuel Fal Conde con motivo de la inauguración del Mausoleo de Los
Mártires de Montcada" [21 de junio de 1941].
40

Los comisionados volvieron sin haber conseguido su objetivo de que Fal


Conde se prestara al juego de Franco nombrando a las personas que habían de
gestionar, según ellos, la creación de un nuevo partido único. Fracasada la
gestión, se volvió a repetir la maniobra- de forma casi idéntica- con Don Javier; a
este le pidieron que ratificase los supuestos nombramientos hechos por Fal
Conde.

Así, en la sesión de la Junta de Navarra del día cuatro de abril con la


asistencia de José Martínez Berasáin, Blas Inza, Eleuterio Arraya, Javier
Martínez de Morentín, Victor Morte, Ricardo Arrivillaga, Esteban Ezcurra, Luis
Arellano, Benito Santesteban, Vicente Munariz, Eladio Esparza, Ángel Ortigosa,
Félix Maiz - de este último siempre hemos creído que no era carlista-, se acordó
que:

« La Junta Central Carlista de Guerra de Navarra ha examinado, con el


mayor detenimiento y objetividad, la situación de la Comunión Tradicionalista
de España, las relaciones de sus Autoridades en nuestra Patria, con el Gran
Cuartel General de S.E. el Generalísimo y el requerimiento hecho por el Alto
Mando para llegar a la formación del Partido Único en España, por exigencias
del supremo interés nacional de triunfar en la presente campaña contra el
marxismo, y teniendo en cuenta las excepcionales circunstancias que concurren
en nuestra Patria, el ideal de salvarla y verla triunfante de sus enemigos, que
siempre fue aspiración de los corazones carlistas españoles, y la incontrovertible
realidad de los hechos de la actual contienda Española, entiende haciendo las
más fervorosas protestas de adhesión, respeto y subordinación a la Jerarquía,
como incumbe a una organización, profundamente carlista, que es de altísima
conveniencia para la Comunión tradicionalista Española y así lo acuerda:

Visitar a S.A.R. Francisco Javier de Borbón Príncipe Regente de la


Comunión y someter a su Superior Sanción el criterio de la Junta Central
Carlista de Guerra de Navarra sobre los puntos siguientes:

A.- La necesidad urgente de que la Comunión Tradicionalista aceptando los


requerimientos hechos por S.E. el Generalísimo acerca de la formación del
Partido Único en España, acuda a las reuniones previas para concertar las
bases de dicho Partido, a cuyo efecto deben ratificarse los nombramientos,
hechos anteriormente por el Excmo. Sr. Don Manuel Fal Conde, en favor de las
personas, que en nombre de la Comunión, deben intervenir en las mencionadas
reuniones preparatorias.
41

B.- Hallándose interinamente ligado este problema con el de la situación actual


interna de la Comunión Tradicionalista Española, y estimándose indispensable
que la Comunión actúe, en ese y en otros problemas, con perfecta unidad de
pensamiento y acción, se considera necesaria la sustitución de los elementos
directores del Tradicionalismo en España, poniendo, en lugar de las personas
que hasta ahora han dirigido la Comunión, para las que se guardan toda clase
de afectos y consideraciones, otras que puedan laborar con mayor éxito por el
triunfo definitivo de nuestro programa en la Nueva España, revalidando con ello,
los acuerdos tomados, sobre este particular, por los Comisarios Carlistas de
Guerra de nuestra Patria, en la reunión de Burgos del día 22 de marzo último.

Y nombrando a Don José Martínez Berasáin, Don Marcelino de Ulibarri,


Don Joaquín Baleztena, o en su defecto, su hermano Don Ignacio, Don Esteban
Ezcurra, Don Luis Arellano y Don Ángel Ortigosa para que se trasladen a San
Juan de Luz y se entrevisten con S.A.R. el Príncipe Regente de la Comunión para
darle cuenta amplia de la que antecede se dio por terminada la reunión de la que
se extiende la presente acta, que firma el Sr. Presidente conmigo el Secretario
100
que certifico» .

El acta fue llevada el día seis de abril a Don Javier por la comisión
mencionada a excepción de los hermanos Baleztena. La entrevista «muy fría»
según Don Javier fue como sigue:

«He escuchado la lectura, que cada uno de ellos ha expuesto su punto de


vista, pareciendo muy inquietos que la denominación de la Junta y sobre todo de
los tres Comisarios para el Partido Único sean hechos lo antes posible. Es una
cuestión de vida o muerte para la Comunión, decían, porque si no estamos
presentes en las reuniones preparatorias del Partido Único seremos excluidos y
para siempre de la participación del gobierno futuro y de la constitución de la
nueva España.

Si participamos, podemos estar ciertos que nuestros principios van a


triunfar pues hay ya acuerdos anteriores tomados con Falange, o por lo menos
con la parte buena de Falange que quiere ser monárquica. Pero importa sobre

100
ACS, Acta de la Junta Central Carlista de Guerra de Navarra, de 4 de abril de 1937.
42

todo que las personas indicadas sean bien vistas por el Generalísimo y estas tres
personas serían, Rodezno, Esteban Bilbao y Valiente y todavía para Valiente
hacían algunas reservas.

Por la Junta Nacional sobre la cual sobre todo Ulibarri se expresó


injustamente, quisieran ver eliminados, Lamamié, Zamanillo y Arauz. Sin
embargo han hecho las más expresas declaraciones que convendría conservar
Fal Conde, bien que desde el destierro no pudiera guiar la Comunión.

El que mejor ha hablado y con el mejor sentido y moderación es Ortigosa.


Han terminado diciendo que estando ellos mismo y la Junta de Guerra de
Navarra en muy buenas relaciones con los Generales y el Cuartel General tienen
la persuasión que se obtendrá una colaboración perfecta entre la Comunión
Tradicionalista y Franco, si hago estos nombramientos. Si por el contrario no los
hago y mantengo los que están mal vistos en la dirección, dos cosas pueden
ocurrir, o que Franco por Decreto disuelva la Comunión y los otros partidos (y
este decreto está ya preparado y puede ser publicado de un momento a otro y
probablemente el día de la toma de Bilbao o aún antes), o que los Requetés del
frente ante la inactividad de la Junta Nacional manden por sí mismo a Franco
los Delegados para tratar.

Ezcurra ha añadido que la Junta Nacional había esparcido el rumor de


que los Requetés navarros y los jóvenes navarros estaban en desacuerdo con la
Junta de Navarra y que él salía como testigo de que esto no era verdad.

Me pidieron que el mismo día (tarde misma) nombrara los tres Delegados
para tratar de la cuestión del Partido Único.

He respondido solamente que me reservaba todas las decisiones a este


respecto, que el nombramiento de los tres Delegados, Rodezno, Bilbao y Valiente
por Fal me era desconocido, que yo tomaría mis decisiones lo más pronto
101
posible después de haber recibido informaciones que todavía faltan» .

Nótese que Don Javier no menciona que se le diera un ultimátum de que en


el plazo de ocho días tenía que aceptar la constitución de un partido unificado,
que le han hablado de acuerdos tomados con Falange o con una parte de ella, que

101
ACS, Carta de Don Javier de Borbón a Fal Conde, 10 de abril de 1937.
43

han insistido en que Fal ya había hecho los nombramiento requeridos y que él
solo debía ratificarlos, que no existe ningún deseo por parte de la Junta de
Navarra y de sus comisionados de que Fal acabe su destierro y, sobre todo, que
ya conocían la existencia de un proyecto sobre la unificación de los partidos; esta
última cuestión conviene retenerla ya que en la Asamblea extraordinaria de
Navarra de fecha 16 de abril, como más adelante se verá, se informó a los
asistentes a la misma que la existencia de un proyecto de decreto que unificara a
los partidos se había comunicado al Conde de Rodezno, Martínez de Berasáin,
Marcelino Ulibarri y al Conde de la Florida, el día 12 de abril en la entrevista que
mantuvieron con Franco convocados por este con tal finalidad.

Fracasaba el segundo intento para conseguir vincular al carlismo a la


política de Franco. Este fracaso se debe fundamentalmente a dos razones: la
actitud mantenida por Don Javier y Fal Conde que, pese estar físicamente
alejados entre ellos y con respecto a la masa de carlistas y requetés combatientes,
mantenían una comunicación constante, y la compenetración que había entre
ellos que suplía con creces las dificultades consecuentes del retraso en llegar las
comunicaciones.

Así el mismo día, 6 de abril, en que Don Javier recibió por la tarde la visita
de los comisionados de la Junta de Navarra, ya por la mañana había recibido la
visita de don Fausto Gaiztarro que le puso al corriente del «espectáculo de
102
Burgos y el juego de la Junta de Navarra» . El día nueve envía a Grijalba a
Salamanca a hacer una gestión cerca de Franco. El día diez ya tiene otras noticias,
posiblemente alguna comunicación de Fal Conde, contesta a este y, a la vez,
103
escribe a José María Valiente pidiéndole vaya a verle, que continúen los
miembros de la Junta Nacional en sus funciones y que avise a Grijalba de que
suspenda su gestión ante Franco -concertar una entrevista de Don Javier con este-
ya que las noticias que ha recibido no la hacen necesaria por el momento.

102
Diario, 6 de abril de 1937.
103
ACS, Carta de Don Javier a José María Valiente, San Juan de Luz, 10 de abril de 1937.
44

Parte de estas comunicaciones entre Don Javier y Fal Conde están escritas
en clave convenida, como en las fechas anteriores al alzamiento. Así en la de
fecha 1 de abril de 1937, en que don Javier escribe a Fal a su regreso de Roma, le
dice que «no puedo viajar en estos momentos, porque me encuentro bajo la
vigilancia de los médicos. Ellos pretenden que en los últimos viajes he hecho
faltas graves; el que no corresponde a la verdad. Un nuevo viaje podría ser fatal
para mi salud [continuación en la Regencia ?], y debo estar algún tiempo en un
según alimentar estricto", continua diciendo que está enterado de lo que un tal
José Malapartida [Martínez de Berasáin ?] y sus amigos han hecho contra la
autoridad de [clave] y de las palabras muy feas y ofensivas que han pronunciado
contra [clave] .Y es casi natural que después de haber creado tantas dificultades
a ti, hoy son contra mi. Pero no puedo tomar esto a lo trágico, por que me parece
ser una lamentable comedia [la reunión del Consejo de la Tradición del día 22 de
marzo ?]. Hay la mayoría de nuestros obreros que están indignados contra ello y
se comportan muy bien. He enviado un tío [Rafael Olazábal] para hablar con los
directores de la fábrica [Junta Nacional ?] , porque si tomamos una decisión
necesaria hoy para eliminar a Malapartida de su cargo, eso sería explicado
como una acción nuestra contra los Comisionistas; y las amenazas serían
aplicadas. Eso no me preocupa personalmente, pero las consecuencias para
nuestra industria [el carlismo] pueden ser fatales. Por eso creo que es preciso
esperar algunos días y ver si es posible abrir los ojos a Maura [Valiente ?], y
después tomar las medidas necesarias siendo aseguradas de eliminar las
dificultades de este lado», sigue la carta refiriendo otras cuestiones en los mismos
y parecidos términos en clave, siendo la última indicación de Don Javier «Por el
momento veo que se deben mantener sin mudanza Lucas Escalona, Trinidad
Bouté y Bernabé Antón [Lamamié, Arauz, y Zamanillo] y animarlos, pero que los
clientes [los Comisarios de Guerra carlistas ?] sienten que nosotros trabajamos
como antes por el bien general de nuestra industria».

La respuesta de Fal Conde a esta [también en parte en clave] el 8 de abril


contiene las primeras informaciones sobre lo sucedido realmente en Burgos el 22
de marzo «estuvieron aquí todo el día dos de Vitoria con un escrito de aquella
Sucursal de plena e incondicional adhesión», «las noticias que traen de la
impresión en los clientes son las que esperábamos de repugnancia y protesta
contra todo», «Hoy han llegado los representantes del Sur y dan al asunto plena
satisfacción acreditando la actitud que en ellos esperábamos no porque sea de
rectificación sino porque explican claramente que no se dieron cuenta la
inmensa mayoría del texto del despacho», «traen cartas de otros de allí y del que
fue de Toledo [Zamanillo], todos coincidentes en que los elementos buenos se
45

creyeron que habían deshecho la maniobra y no se dieron cuenta de dicho


texto...», «el asunto no tendrá importancia alguna. Pasará esta crisis.
Malapartida les ha hablado colocándose en actitud de plena ortodoxia, de lo que
se ve claro que en la ejecución llegaron más lejos de lo que se proponían y Dios
ha hecho que en ese rebasamiento haya estado el descrédito de la maniobra».

Fal Conde en esta carta a Don Javier le comunicaba su pensamiento sobre


las medidas a tomar para prevenir y salir al frente de la situación creada y de las
maniobras que en un futuro inmediato pudieran suceder, la necesidad de que don
Joaquín Baleztena tomara la dirección efectiva del carlismo en Navarra, y un
análisis de la situación proponiendo remedios. A este fin, mediante los
comisionados de las organizaciones carlistas de Vitoria, envió un escrito a don
Luis Hernando de Larramendi para que este junto con otras personas de
confianza elevaran a Don Javier un dictamen sobre la cuestión. Esto da idea de la
confianza depositada por Fal Conde en el Sr. Hernando de Larramendi y del alto
valor que concedía a su juicio y a su lealtad al carlismo en momentos, en que
otros trataban de ponerlo a los pies de Franco, tan difíciles. Transcribimos la carta
por la importancia de la misma:

«Mi querido Don Luis:

Sin duda conocerá a qué grado han llegado nuestras cosas. Los dadores,
nuestros queridos amigos, lo informarán de la parte de hechos que a mi me
concierne y le darán las copias que a los mismos se refieren.

Transcurriendo los días sin que ninguno de aquellos amigos que tomaron
parte en esos hechos, se decida a declarar una actitud reflexiva y meditada, ya
de ratificación en frío de aquel acuerdo, ya de rectificación del mismo, creo que
conviene acudir a personas ajenas a todo ello y de recto juicio que emitan su
dictamen sobre las cuestiones y propongan al Señor la solución práctica que en
el presente momento pueda acometerse.

Se me han ocurrido que esas personas imparciales y actualmente


desligadas de cargos pueden ser el Padre Barbarín, Don José Yaniz (Cura de
Caparroso), Don Joaquín Baleztena y Vd. Yo solo indico cuatro para reducir
cuanto sea posible el número y que pueda quedar el asunto en la debida
discreción, pero si Vds. creen que debe ser oído algún otro, no tengan reparo en
hacerlo.
46

Podrían reunirse los cuatro con la mayor brevedad y emitir un dictamen


para S.A. que solo deseo conocer si Vds. lo estiman oportuno. A mi juicio deben
informar sobre todas las cuestiones que Vds. crean que interesan para resolver el
difícil momento.Y, por mi parte, debo consignar que con plena libertad y máximo
albedrío pueden disponer de cuanto a mi afecte (cargo, estimación y fama
pública, etc) y que igualmente pueden proponer cualquier género de sacrificio
que estimen necesario que se imponga S.A., cuyo espíritu bien saben de cuanto es
capaz, pues en la misión de consejo que yo pido a Vds. no han de tener limitación
alguna y si solo estar atentos a los sagrados intereses de la Comunión y de la
Patria.

Muy grande es el sacrifico que me he permitido pedirles pero proporcional


es el servicio que proporcionarán a la Causa de Dios.

Convendrá que uno vaya a ver en consecuencia a S.A.

Mil y mil gracias a todos y en especial a Vd., mi querido Don Luis, por
aceptar este penoso encargo, en especial el de reunir a los demás señores.
104
Un fuerte abrazo de su affmo. amigo».

Este dictamen se hizo rápidamente ya que Don Javier apunta en su diario


(14 de abril): «Conversación con Rafael Olazábal sobre el texto de mi
Declaración por Larramendi», y en la carta de Fal Conde a Don Javier de 18 de
abril, adjunta a esta el texto de la misma y unas propuestas de modificación del
mismo, dos adicciones -pero ninguna supresión-, y la conveniencia de que se
difundiera como "Circular reservada a los Comisarios Carlistas de Guerra."

LA UNFICACION POR DECRETO

El fracaso de la operación montada en torno a la reunión de Burgos


requería otra nueva acción por parte de Franco aunque como se verá de alcances

104
ACS, Carta de Fal Conde a don Luis Hernando de Larramendi, Lisboa, 6 de abril de 1937.
47

menos limitados que la anterior. Ahora no se trata ya de cambiar la composición


de la Junta Nacional, de conseguir los nombramientos por Don Javier o Fal de los
que habían de colaborar en la formación del partido único y buscar el
enfrentamiento entre los Comisarios de Guerra y Don Javier para que este pusiera
fin a su situación de Regente. La cuestión se reduce al ámbito navarro para forzar
a Don Javier que no hiciera público el Documento preparado por Larramendi y
enfrentar al carlismo navarro a Don Javier, fracasado ya el intento a nivel
nacional.

Los acontecimientos a tenor del acta de la denominada "Asamblea


extraordinaria de la Comunión Tradicionalista de Navarra" celebrada el día 16 de
abril de 1937, fueron los siguientes: el Conde de Rodezno que se encontraba en
Cáceres recibió el día diez de abril un aviso telefónico del Cuartel General de
Franco para que estuviera en Salamanca el día doce, al llegar se encontró que
estaban también allí, citados para esa misma reunión con Franco, don José
Martínez de Berasáin, don Marcelino Ulibarri y el Sr. Conde de la Florida. En
esta entrevista Franco le comunicó su pensamiento sobre la formación del Partido
Único Español y las posibles orientaciones de la organización de España en el
porvenir. De vuelta a Navarra se celebró el día catorce una reunión de la Junta de
Guerra de Navarra en la que se acordó convocar a una reunión a la Junta
Regional Carlista de Navarra -sin actuación desde el 20 de julio de 1936- y a
"personalidades destacadas" para darles cuenta de la entrevista mantenida con
Franco.

Antes de continuar con la narración de la denominada Asamblea


extraordinaria es conveniente indicar la percepción que tenía Fal Conde de dicha
entrevista del día doce entre Franco y los anteriormente mencionados. Fal Conde
en carta a Don Javier le dice que según la información escrita de Valiente y los
informes llevados por el Rvdo. Jaime Surià «el fracaso de los navarros ante el
Generalísimo ha sido estupendo. Después de haber confesado ante S.A. que era
seguro nuestro ascendiente en Salamanca y que si nos plegábamos a placer lo
nuestro preponderaría, fueron llamados hace pocos días y presente Rodezno,
Berasáin, Ulibarri y Florida les leyó un extenso discurso razonando el partido
48

único y sin dejarles ni replicar, ni diálogo ni siquiera conversación y dice Surià


105
que salen corridos y avergonzados» .

Según el texto del acta los términos de la mencionada entrevista fueron así
en palabras del Conde de Rodezno, después de haber agradecido a los
asambleistas su presencia y explicado como fueron convocados a la misma:

«Sigue diciendo el Sr. Conde de Rodezno que la entrevista celebrada con


el Jefe del Estado duró más de dos horas, durante la cual S.E. El Generalísimo
les hizo una exposición detenida de la situación actual en España, planteándola
en la forma siguiente: la guerra que se desarrolla en nuestra Patria está siendo
muy dura y, probablemente, su duración será por más tiempo que el que se había
previsto pues las ayudas prestadas a nuestros enemigos la hacen prolongar.
También nosotros disponemos de medios suficientes para lograr el triunfo que ha
de suponer, a costa de grandes sacrificios, claro está, un galardón muy hermoso
para España, pues estamos resolviendo, con sangre española, un problema que
afecta a la humanidad entera.

Sería un peligro evidente que una vez terminada la guerra pudiera


retoñar, en nuestra Patria, el peligro comunista para combatir el cual el medio
más indicado es el de la formación de Gobiernos y Regímenes fuertes, lo que sólo
se puede hacer posible mediante la unificación de todas las fuerzas españolas,
agrupadas en un solo Ideal Nacional.

Prosigue el Sr. Conde de Rodezno relatando la entrevista con S.E. El


Generalísimo diciendo que este considera, a los efectos de esa agrupación de
fuerzas, como tales y únicas, las organizaciones de Falange y Requeté. Que el
Generalísimo les habló de los problemas que se han de plantear después de la
guerra, de la liquidación de esta y de las cuantiosas deudas que supondrá, con
los consiguientes problemas de orden económico, todo lo cual exigirá un montaje
de gravámenes cuya efectividad solo será posible por medio de unificación de las
fuerzas españolas, unificación que se hace más imprescindible examinando el
fenómeno político que se observa en la captación de afiliados por parte de
Falange y Requeté, pues la opinión española se polariza en ambas
organizaciones en forma tal, que la masa de significación izquierdista se afilia a
Falange mientras que la de derechas lo hace en el Requeté, con que,

105
ACS, Carta de Fal Conde a Don Javier, Lisboa, 18 de abril de 1937.
49

nuevamente, se crearían en España las eternas disensiones entre derechas e


izquierdas, con la consecuente lucha de clases que urgía evitar en beneficio de
nuestra Patria y para que sea verdaderamente eficaz y positivo el triunfo de la
guerra.

Dice el Sr. Conde de Rodezno que, en este momento, se permitieron


interrumpir a S.E. El Generalísimo para hacerle observar que en Portugal, país
el más organizado a la factura tradicional, no se había constituido una
Agrupación de las fuerzas nacionales, a lo que contesto S.E. que, efectivamente,
eso era cierto, pero que no lo era menos que, por esta razón, el gobierno de
Oliveira Salazar carecía del calor y apoyo popular necesario, por no haber
organizado las fuerzas nacionales en su alrededor, como lo había hecho
Mussolini o Hitler.

Sigue relatando que S.E. El Generalísimo dijo también que Falange


Española estaba influida por los elementos que habían ingresado en ella, que era
necesaria la agrupación de dicha organización y la del Requeté, en aras del bien
nacional, a fin de aminorar lo que hubiera de extremado en la primera.

Dice el Sr. Conde de Rodezno que lo que se ha expuesto hasta aquí


constituyen las aseveraciones que formulaba el Jefe del Estado para justificar la
necesidad urgente de la formación del Partido Único Español, que creería que
había de ser el mejor instrumento para organizar el nuevo Estado. Que, a
continuación, S.E. El Generalísimo añadió que, como no quería llegar a ese
Partido Único por medio de conversaciones entre las organizaciones
interesadas, él, como vinculador de la máxima responsabilidad en este momento
histórico y recogiendo un anhelo nacional que se deja oír en España, la iba
ordenar mediante la publicación de un Decreto cual, precedido de una
disposición programática en la que se hará un llamamiento a Falange y Requeté,
contendrá la orden de conjunción de estas fuerzas en un solo Partido Nacional,
al mismo tiempo que se dispone la desaparición de todos ellos en nuestra Patria;
y que él -S.E.- se creía la obligada cortesía de notificarles la resolución que iba a
tomar sobre este problema.

Llegados a este punto, el Sr. Conde de Rodezno recalca a los Asambleistas


la circunstancia de que en ningún momento de la entrevista que está relatando,
S.E. El Generalísimo les hablara para nada de que los llamaba en plan de
consulta, ni siquiera de que otro día continuarían las conversaciones, etc, lo
cual da a entender claramente, a su juicio, que el Jefe del Estado los llamó
exclusivamente para notificarles la determinación que había tomado sobre este
particular.
50

El Sr. Conde de Rodezno, habla luego de los términos probables en que se


redactará el preámbulo de ese Decreto y que, según los informes que ha podido
recoger, en él se contendrán puntos esenciales que afectan directamente a la
Sociedad Española como son: La declaración de que el estado será confesional
católico, la organización de la Patria con reconocimiento de las libertades
regionales y la preocupación máxima de resolver la cuestión social, mediante la
incorporación de las masas al nuevo régimen, que más bien se hará una
afirmación monárquica, dejando el cauce abierto para la restauración en
nuestra Patria de la Monarquía Tradicional.

Agrega el Sr. Rodezno que S.E. El Generalísimo les manifestó también


que, por ahora, se mantendrían las Milicias de Falange y Requeté a fin de no
desvirtuar sus características esenciales y eficacia y que, una vez concluida la
106
guerra, pasarían a ser milicias de carácter nacional» .

Sobre la exposición hecha por el Conde de Rodezno es necesario hacer las


siguientes precisiones: a) las intenciones de Franco respecto a la formación del
Partido Único ya las conocían, al menos, desde la entrevista celebrada con él el
27 de marzo; b) en este momento no se les ocurrió convocar ninguna reunión o
Asamblea, regional o nacional, para comunicar estas intenciones de Franco, sino
que se enviaron respectivamente dos comisiones a Don Javier y Fal Conde para
que efectuaran unos nombramientos, siguiendo el deseo de Franco, de cara a la
formación del Partido Único; c) no consta, por parte alguna, que en la
mencionada entrevista con Franco del 27 de marzo pusieran objeción alguna a
este sobre la no necesidad para la nación de este partido único, sino que actuaron
según el deseo de este; asombra pues que ahora se diga que en la entrevista del
día 12 de abril plantearan a Franco, interrumpiéndole, la observación de que en
Portugal no existía tal partido único; d) Franco ya ha perdido sus esperanzas de
que con maniobras o sin ellas consiga del carlismo una declaración o
posicionamiento oficial favorable a la idea de la Unificación: ya está decidido a
realizarla por Decreto pues desde el inicio del destierro de Fal Conde ya han
pasado casi tres meses y medio sin lograrlo; e) cuando el Conde de Rodezno
habla de los términos en que se redactará el preámbulo del Decreto y de los
puntos esenciales del mismo - confesionalidad católica, reconocimiento de las
libertades regionales, resolución de la cuestión social- se refiere a estos términos

106
ACS, Acta de la "Asamblea Extraordinaria de la Comunión Tradicionalista de Navarra" de 16
de abril de 1937.
51

como «probables» y «según los informes que ha podido recoger», no porque


Franco se lo haya dicho; f) Franco, no se ha referido para nada en la entrevista a
107
la cuestión monárquica y dinástica ; g) una de las razones que da Franco para
justificar la necesidad de tal partido único es la de aminorar lo que hubiera de
extremado en la Falange; los acontecimientos posteriores inmediatos hablan por
sí solos.

Cuando en la Asamblea hubo intervenciones solicitando el nombramiento


de una Comisión de la misma, o la redacción de un escrito a Franco, para
garantizar de que en el Preámbulo del Decreto quedasen recogidos los principios
carlistas, o de que se hablara a Franco de la implantación de la libertad de
enseñanza, y se mencionó el tema de la reivindicación por Navarra -en futuro- de
sus libertades forales, el Conde de Rodezno hubo de intervenir para decir que no
procedía el nombramiento de comisión alguna ya que Franco no lo había
solicitado y porque la Asamblea «no tiene la representación oficial de la
Comunión Tradicionalista», añadiendo a continuación que "le preocupa
extraordinariamente el hecho de que, publicado el Decreto de referencia, la
Comunión Tradicionalista no haya resuelto su punto de vista, lo que podría
indicar una desorientación de nuestras masas, mostrándose, por ello, decidido
partidario de que una comisión de esta Asamblea se traslade a San Juan de Luz
y visite al Príncipe Regente de nuestra Comunión para decirle, con los máximos
respetos debidos a la Jerarquía, que el deseo de Navarra es que, cuando
aparezca el Decreto de S.E. el Generalísimo, sobre formación del Partido
Único, la Comunión Tradicionalista tenga ya preparada una resolución
adecuada para darla a conocer a la opinión española»

A continuación el señor Archanco propuso a la Asamblea que concediera


facultades a la mesa para la designación de esta comisión, y la Asamblea aceptó,
por aclamación, las respectivas propuestas de los Sres. Conde de Rodezno y
Archanco. Acto seguido a la finalización de la asamblea mencionada, se designó
la Comisión que visitaría a Don Javier para darle cuenta de la resolución recaída
en la indicada reunión, acordándose, por unanimidad, que dicha Comisión

107
Don Javier escribirá más tarde en su Diario (3 de diciembre de 1937) al referirse al acto de
Constitución del Consejo Nacional de FET y de las JONS celebrado en el Monasterio de las
Huelgas: «impresión de instalación de una nueva dinastía»
52

estuviera integrada por don Joaquín Baleztena, don Blas Inza, don Gabino
Martínez, don Juan Ángel Ortigosa y don Ignacio Baleztena, «los cuales se
trasladarán a San Juan de Luz, a la mayor brevedad posible, para cumplimentar
el encargo que se les confiere».

108
La mencionada comisión firmó un documento de fecha veinte de abril
que fue presentado a Don Javier junto con el acta de la asamblea, en fecha
posterior a la publicación por la prensa del Decreto de Unificación, por solo dos
miembros de la misma, don Blas Inza y don Gabino Martínez; en dicho
documento exponen a Don Javier «la inquietud que nos produce la versión,
llegada hasta nosotros por conducto autorizado, de que aconsejan a V.A. la
publicación o divulgación de un documento que marque a la Comunión, siquiera
sea en la escasa medida posible dentro de las circunstancias, una significación
hostil a la constitución de una nueva Entidad política y social, caso de que el
intento expresado por el Generalísimo llegue a requerimiento, en nombre de
exigencias y necesidades del presente momento, cuya interpretación le
corresponde. Tal postura política, sobre acusar dudoso patriotismo y sentido
ausente del conocimiento de toda realidad, a tanto equivaldría como a malgastar
los ímprobos esfuerzos realizados en un negativismo estéril, a causar grave daño
y obstaculizar el resurgimiento nacional y a situarnos de espaldas a la coyuntura
histórica».

Es decir, que lo que se expresó y se aceptó públicamente en la Asamblea


del día 16, una comisión que se entrevistara con Don Javier para solicitarle
«tenga ya preparada una resolución adecuada», se traducía, una vez finalizada la
Asamblea, en que Don Javier no hiciera pública la resolución que se sabía tenía
preparada porque esta acusaba «dudoso patriotismo» etc, y la cambiara por otra
de «significación no hostil» o, lo que es lo mismo, manifestando estar de acuerdo
con el Decreto de Unificación. Por otra parte cabe advertir que en la fecha que
consta en el documento citado ya se había hecho público el Decreto de
Unificación, cuestión que parecen ignorar los firmantes del documento por lo que
se desprende de la lectura del mismo. Contradicción a la que no encontramos
explicación a no ser que se hubiera redactado y firmado haciendo constar una

108
ACS, JUNTA CENTRAL CARLISTA DE GUERRA DE NAVARRA, Exposición a Don
Javier de Borbón, Pamplona, 20 de abril de 1937.
53

fecha posterior, ya que al menos se debían de haber enterado que el 18 por la


noche Franco, a través de la radio, lo daba a conocer. Sobre como se desarrolló la
entrevista ignoramos lo concerniente a esto. Don Javier al final, prudentemente,
no hizo ningún tipo de declaración pública en ningún sentido, muy posiblemente
109
en espera de acontecimientos posteriores .

Pero también desde el campo alfonsino y falangista se intentaba conseguir


de Don Javier la fusión voluntaria del carlismo con la falange. El día 18 era
visitado por Alreiza y Sainz Rodríguez con esta finalidad, pero sin resultado
positivo; Don Javier se limitó a escucharles «con exquisita cortesía» y les dijo
que según sus informaciones de sus autoridades en España la unificación era una

109
Sobre la cuestión hemos encontrado lo siguiente en el Archivo Carlista de Sevilla:

«17. UNIFICACIÓN, PROYECTO DE MANIFIESTO

Al hacerse la Unificación pensó en la conveniencia de dirigir un manifiesto a los carlistas, pero


luego consideró más oportuno no oponerse públicamente entonces. Y lo aplazó para más
adelante.

Entiende que Franco cometió entonces el error de llamar a Rodezno creyendo que así cogía a
los carlistas, lo que fue una equivocación completa».

En "APUNTES PARA UNA BIOGRAFÍA DE S.A.R. EL PRÍNCIPE DON FRANCISCO


JAVIER DE BORBÓN-PARMA. Apuntes tomados por Don Juan José Peña e Ibañez durante
sus conversaciones con el Príncipe Javier", posiblemente en 1950, pág. 10]

«El Príncipe estuvo decidido a dar un Manifiesto sobre el Decreto de Unificación, pero desistió
de hacerlo para no crear dificultades en el desarrollo de una guerra que en aquel momento no se
podía dar como ganada»

Páginas de una biografía de Don Javier en la que no consta título por faltar las primeras
páginas, págs. 39.
54
110
remota e imprevisible realidad . A la vista de esto podría pensarse que Don
Javier estaba desinformado e incluso especular con ello. Pero lo cierto es que
Franco debido a los enfrentamientos habidos entre falangistas en Salamanca
decidió adelantar su decisión de constitución por decreto del partido único sin
esperar en que quedaba la maniobra gestada como resultado de la entrevista del
día doce, y más teniendo en cuenta que ya las dos primeras, de mas envergadura,
habían fracasado. Dos importantes testimonios corroboran esto. El uno de
Serrano Súñer según el cual Franco «no se decidió a dar el paso de la unificación
que laboriosamente iba gestando sino en virtud de los sucesos que se produjeron
111
en Salamanca» , el otro, el del Conde de Rodezno en carta a Fal Conde en la
que le expresa su desorientación sobre los acontecimientos que se han
desarrollado y que a su juicio «todo esto se ha precipitado por los sucesos
ocurridos en el seno de Falange. Sucesos en los que por falta de todo plano moral
de coincidencia nos es tan difícil enjuiciar. Ello es que los hechos consumados no
112
daban lugar a opción de ningún género» .

Para Fal Conde, la postura que el carlismo debía adoptar respecto el partido
único y lo que este iba a significar era la siguiente:

«1º No podemos entrar en ese partido único, porque eso equivale a la


aceptación de nuestra muerte. Podremos resignarnos a morir si sale un Decreto
en tal sentido, pero no suicidarnos.

2º Lejos de ser verdad que convenga a la guerra ese partido, será cosa que
la perjudicará gravemente por cuanto tiene de político contrapuesto a lo
guerrero.

110
GARCÍA VENERO, M., La Falange en la Guerra de España: La Unificación y Hedilla,
París, 1967. pág. 22.
111
SERRANO SÚÑER, R., Entre Hendaya y Gibraltar (Noticia y reflexión frente a la leyenda
sobre nuestra política en dos guerras), Madrid, 1947, pág. 138.
112
ACS, Carta del Conde de Rodezno a Fal Conde, Pamplona, 30 de abril de 1937; en esta breve
carta, 16 líneas, el Conde de Rodezno no se refiere para nada a la aceptación de su cargo de
miembro del Secretariado Político de FET y de las JONS.
55

3º Dividirá más que unirá. Con la diferencia de que en vez de ser la


división entre unos y otros de los que voluntariamente actúan en política, la
división será entre todos esos y el medio ambiente social que quedará divorciado
del partido oficial, por lo que tiene de partido y tiene de oficial.

4º Será el campo abonado de las más torpes ambiciones.

5º Constituye una grave infracción del compromiso de la guerra bajo el


cual se han alistado los voluntarios.

6º No se han adoptado garantías de observancia de principios, ni cabe


adoptarlas de manera seria, porque ni cabe el diálogo ni cabrá después la
reclamación.

Esto supuesto no podemos nombrar representantes para entrar en esas


conversaciones, que solo servirán para prejuzgar que vamos a entrar. Aquello
que no se puede en conciencia aceptar, no puede ser objeto de trato ni
113
conversación» .

El mismo día que se publica el Decreto de unificación se acaba de


imprimir un libro en el que se justifica este proceso de absorción del carlismo por
el nuevo partido y la eliminación de Don Javier y Fal Conde de la vida política; el
autor del mismo se confiesa como servidor de Falange Española «como he
podido y puedo», desde antes del 18 de julio de 1936, se refiere al Requeté como
organización acéfala recomendándole haga una depuración interior de sus
cuadros de mando y de que esté alerta para que no se deje influir por Francia e
Inglaterra y, por supuesto, aconseja «rogar al propio Caudillo que aceptase la
114
Jefatura Única de Falange y Requeté unificados» .

El carlismo perdió sus círculos, periódicos, documentación y emisoras.


Don Javier declaró que consideraba excluidos de la Comunión a quienes

113
ACS, Carta de Fal Conde a Don Javier, Lisboa, 18 de abril de 1937.
114
GONZÁLEZ OLIVEROS, W., FALANGE Y REQUETÉ ORGÁNICAMENTE SOLIDARIOS.
INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DE LA NUEVA POLÍTICA ESPAÑOLA, Valladolid, Imp.
Católica de Francisco G.Vicente, 1937, 2ª edición.
56

aceptaran cargos en el nuevo partido, y escribió a Fal Conde fijando las nuevas
líneas de actuación y repudiando la maniobra:

«Pero hay un sacrificio que no puede imponérsenos y que nosotros no


podíamos aceptar, por las mismas razones porque tenemos que aceptar los
demás. Y es el que renunciemos al porvenir. No renunciaremos, porque ello no
depende de mi voluntad, ni de la tuya, ni de la de todos los Carlistas a que en el
porvenir seamos tenidos en cuenta, y en ese porvenir yo tengo la ineludible y
sagrada misión de dar cumplimiento a cuanto juré en tu presencia ante el
cadáver de mi Tío Alfonso Carlos, y no permitiré de ningún modo, porque el
honor y la conciencia me lo vedan, que bajo ningún subterfugio venga al trono
de España quien no sea llamado debidamente y acepte y jure lo que prescriben
nuestras leyes fundamentales.

Ante la situación presente te debo declarar que soy ajeno al plan


desarrollado y que nadie debidamente autorizado por mi ha tomado parte en él,
115
lo que no debes tomar como una orden de rebeldía» .

En el proceso de eliminación política del carlismo, comenzado con el


destierro de Fal Conde y continuado con el decreto de unificación, se adoptó una
medida de seguridad. A finales de abril se reorganizaron las brigadas navarras
donde estaban encuadrados la mayor parte de los Tercios de Requetés, mezclando
estos con otros batallones de distinta procedencia de forma que no se pudiesen
sublevar, a la vez que el mando de los mismos era confiado a militares
africanistas, de forma que «las brigadas navarras cumplían, así, un doble objetivo:
mientras formaban parte de una masa de maniobra lista para atacar, habían
integrado a los milicianos carlistas en un esquema militar que les desbordaba
116
cualitativamente y anulaba su poder político» . Más tarde, según una fuente
carlista, «en los últimos meses de la guerra se impusieron oficiales no carlistas a

115
ACS, Carta de Don Javier a Fal Conde, 23 de abril de 1937.
116
CARDONA, G., "Milicias y Ejércitos" en LA GUERRA CIVIL, Historia 16, vol. 10, 1986,
pág. 52.
57

algunas unidades nuestras con la única misión, bien poco honrosa por cierto, de
procurar fríamente la exterminación en la lucha de los hombres que las
117
componían» . Esto tal vez sea una de las razones de que la mortalidad en las
unidades carlistas fuera un cincuenta por ciento superior a la normal en el
118
conjunto de unidades de los dos bandos .

Seis meses más tarde de decretada la unificación el embajador alemán al


informar sobre la situación política interior de la España nacional escribía que «el
119
partido de la unidad no existe más que sobre el papel» . Y el que fuera un
personaje destacado en el final del proceso que llevó a la formación del Partido
Único no dudaría en afirmar en sus memorias que «La Falange no llegaría a ser
jamás el partido único gobernante, la base exclusiva del poder, mi mucho menos
[...] En último término el centro de gravedad, el sostén verdadero del régimen
(pese a las apariencias que tontamente nos esforzábamos por exagerar) fue y
120
seguirá siendo el Ejército» .

A través de estas páginas, hemos tratado de reconstruir en la medida que la


documentación y los estudios publicados nos ha permitido el desarrollo de los
acontecimientos en la España nacional que culminaron en el Decreto de
Unificación y en la creación de un Partido Unico de corte netamente fascista por
el mando militar personalizado en la figura del General Franco. La conclusión a
que se llega es bien clara, el principal objetivo de esta pretendida Unificación no
fue sino la eliminación del carlismo en la vida política española. La operación se
dirigió acertadamente contra Fal Conde, persona nada proclive a participar en el
mercado y reparto de cargos políticos gubernamentales con olvido de los ideales
que se dice representar. Su honestidad y su integridad le imposilitaban para ello.
Es de justicia recordar que Fal Conde mantuvo durante su vida esta integridad de

117
”EN TORNO A LA UNIFICACIÓN” por CORFIDUM, en Avant ! Portavoz de las
Juventudes Carlistas del Reino de Valencia, núm. 7, abril-mayo de 1956.
118
CASAS DE LA VEGA, R., "LOS REQUETÉS EN LA GUERRA DE ESPAÑA" en
APORTES, núm. 8, junio de 1988, pág. 52.
119
LES ARCHIVES SECRÉTES..., pág. 390, Doc. nº 307.
120
SERRANO SÚÑER, R., Entre Hendaya y Gibraltar..., págs. 127 y 128.
58

ideales ya que nunca aceptó ningún cargo ni en el Partido Unico ni en el "Nuevo


Estado".

ABREVIATURAS

ACS Archivo Carlista de Sevilla

ACM Archivo Carlista de Madrid

BCR Boletín de Campaña de los Requetés

DSC Donación Santa Cruz (conjunto de documentos cedidos por don Manuel de
Santa Cruz)

Epílogo

En la Navidad de 1993 visité Sevilla para investigar en el Archivo Carlista


que con tanto cuidado y cariño conservan los hijos del que fuera Jefe Delegado
de la Comunión Tradicionalista Don Manuel Fal Conde. Así conocí a dos de los
hijos de Don Manuel, José María y Alfonso Carlos, a Domingo hacía años que lo
había conocido en Pamplona. Debo agradecerles no solo el haberme concedido el
placer de haberme dejado consultar documentos que son algo más que papeles
conservados sino trozos vivos de la historia de España donde uno tiene ocasión
no solo de interrogar, mediante el estudio del documento, a las personas que lo
crearon sino también de percibir los sentimientos con que estas personas vivían y
arriesgaban su vida, en una guerra a la que habían ido "Puesta la fe en Dios y
mirando a la Patria", sino también las facilidades de horario sin limitaciones que
me concedieron con el trastorno para ellos en atender familia, ocio y negocios, y
sus atenciones y deseos de mostrarme la ciudad, etc. Este Archivo ya ha sido
consultado por otros historiadores, Alfonso Bullón de Mendoza, Enrique Roldán
González, actual presidente de la Sociedad de Estudios Tradicionalistas Carlos
VII, Julio Aróstegui, Manuela Asensio, Javier Tusell y, hace muchos años, Hugh
Thomas y Stanley Payne.
59

Es de agradecer la existencia de archivos privados, como éste, que a pesar


de las ocasiones en que ha podido desaparecer, registros durante la República, la
persecuciones en el régimen de Franco con los traslados y reparto del Archivo en
diferentes domicilios, coacciones etc. se ha conservado. En contraposición con el
hecho de que hace algunos años en una librería de viejo de Madrid se vendiera el
original de la carta dirigida por Fal Conde al Secretario General de Falange
Española Tradicionalista y de las JONS el día treinta de diciembre de 1937
comunicándole su renuncia al cargo de miembro del Consejo Nacional de dicho
partido, documento que debía suponerse estaría en algún Archivo Público; el
comprador del mismo tuvo la gentileza de enviar fotocopia a uno de los hijos de
Fal Conde. Por lo tanto el archivo está en buenas manos sin riesgos de que un día
le suceda lo que al documento antes citado. Para los hijos de Fal Conde, como
para cualquier otra persona, esto significa en la práctica una atención y
dedicación improductiva en el sentido de conservación, clasificación y
disponibilidad para que puedan ser consultados, porque para eso son los archivos,
pero que ellos llevan con gusto porque se saben administradores de un patrimonio
y una herencia moral.

Gijón, 20 de mayo de 1994

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