I.E.P.D.

ÁREA DE
FORMACIÓN
“SAGRADOS CORAZONES” RELIGIOSA
FICHA N° 06– BIMESTRE I - 2022 5° A B C
Actividad importante: Elaborar creativamente un mapa mental sobre la misión del Espíritu Santo en la Iglesia.
El docente y los alumnos LEEN, SUBRAYAN la ficha y les va explicando el tema:
Tema: MISIÓN DEL ESPÍRITU SANTO EN LA IGLESIA
Jesús fundó nuestra Iglesia en diferentes momentos: Primero escoge a doce apóstoles, que le
acompañarán a lo largo de sus tres años de predicación; después elige a Pedro como responsable de dirigir
la futura Iglesia; por último, Jesús envía al Espíritu Santo, en la fiesta de Pentecostés, para fortalecer a los
Apóstoles a cumplir con su misión. Para ello el Espíritu Santo concede una serie de dones según las
necesidades de la primera Iglesia. Luego, a lo largo de la historia, el Espíritu ha seguido concediendo sus
dones según el momento y las condiciones de la época. Hoy sigue dándonos sus dones.
Lectura del Santo Evangelio según san Juan. Capítulo 20, versículos
del 19 al 23:
Al llegar la noche de aquel mismo día, primero de la semana, los
discípulos estaban reunidos y tenían las puertas cerradas por miedo a los
judíos. Jesús entró y, poniéndose en medio de los discípulos, los saludó
diciendo:
–¡Paz a vosotros!
Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y ellos se alegraron de ver
al Señor. Luego Jesús dijo de nuevo:
–¡Paz a vosotros! Como el Padre me envió a mí, también yo os envío a
vosotros.
Dicho esto, sopló sobre ellos y añadió:
–Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les
quedarán perdonados; y a quienes no se los perdonéis, les quedarán sin
perdonar.
Palabra del Señor.
Dialogar: ¿Qué les ofrece Jesús a los Apóstoles y para qué?
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Escuchan la siguiente lectura: “El trabajador y sus hijos”:
Un hombre muy trabajador, con sus tres hijos logró comprar un fundo. Cuando ya estaba
viejo y enfermo, decidió hacer una prueba para ver cuál de sus hijos era el más inteligente, para
entregarle el cuidado de aquel campo. Citó a los tres y a cada uno les dio una pequeña cantidad
de dinero y les dijo: “Vayan y compren algo para llenar mi pobre habitación”. Los tres salieron
animados en comprar lo mejor para cumplir con ese deseo.
El hijo mayor pensó que el asunto era muy fácil. Se fue al mercado y compró un saco de
maíz. El segundo pensó un poco más. Recorrió todo el mercado visitando los puestos y decidió
comprar unas aves de plumas muy bonitas. El hijo menor se planteaba el problema así: ¿Qué
puedo comprar con poco dinero para llenar la habitación? Sólo después de pensar un buen rato se
decidió por algo que respondía al caso. Su rostro se puso muy contento por haber encontrado con sabiduría la solución del problema.
Pronto salió al mercado y compró una vela y un fósforo. Al volver a casa, iba feliz y preguntándose qué habrían comprado sus hermanos
En la noche acudieron a su padre cada uno con su compra. El mayor esparció en el suelo el maíz, llenando una esquina. El segundo
hizo ver las aves de plumas hermosas, pero apenas llenaron dos esquinas. Entonces el hijo menor se puso en medio de la habitación
ante la mirada curiosa de sus hermanos. Encendió la vela y pronto la luz iluminó toda la habitación. Y todos aplaudieron su sabiduría y
su inteligencia. El padre se alegró mucho y le entregó el fundo, porque comprendió que era lo suficientemente listo para administrarlo
bien y cuidar de sus hermanos.
 Compartir respuestas: (Recogiendo los Saberes Previos) ¿Cuál era el problema del padre? ¿Qué prueba
hizo para sus hijos? ¿Por qué aplaudieron al hijo menor? ¿Qué don mostró el hijo menor?
 Confrontando los Saberes:

¿Qué dones crees que tienes tú?

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LOS DONES QUE CADA UNO TENEMOS SON PARA PONERLOS AL
SERVICIO DE LA IGLESIA
Iluminando con la Palabra de Dios
El Espíritu Santo con sus dones nos lleva al
Reino de los cielos, nos da la confianza de llamar a
Dios Padre y de participar en la gracia de Cristo, de
ser llamados hijos de la luz y de tener parte en la
gloria eterna. Los dones del Espíritu Santo son
hábitos sobrenaturales concedidos a nuestra alma.
Por eso los dones nos hacen dóciles para vivir
según el evangelio que Jesús nos ha transmitido.
Los dones del Espíritu Santo no se
encuentran en la Biblia como una lista completa,
acompañados de sus definiciones. Los dones han
ido apareciendo a lo largo de toda la Sagrada
Escritura, según los acontecimientos y las
necesidades del Pueblo de Dios.
Hoy la Palabra de Dios la sacamos de un
momento en la vida de los apóstoles, justo después de la resurrección de Jesús, cuando se aparece a ellos y realiza el signo para
que el Espíritu Santo venga sobre cada apóstol. Este hecho de la venida del Espíritu se realizará a los cincuenta días, y allí, les
serán concedidos los dones necesarios para comenzar la Iglesia y hacer que ésta se extienda por todo el mundo conocido.
Diez días después de la Ascensión de Jesús, celebrando la fiesta de Pentecostés,
el Espíritu Santo es enviado sobre los discípulos que estaban orando en una casa.
Podemos decir, que este es el momento en el que la Iglesia es fundada. El Espíritu Santo
les da la sabiduría y el poder necesarios para extender por todo el mundo el mensaje de
Jesús.
Estará presente en la vida de la Iglesia y de los seguidores de Jesús, hasta el fin
de los tiempos. Nuestra Iglesia, se ha ido formando poco a poco, a través del tiempo,
hasta llegar a ser ahora una Iglesia Universal, grande, amplia, con muchos creyentes.
El Espíritu Santo cambia los corazones de las personas, dándoles dones para que
proclamen su fe en Jesús. Cuando Jesús comienza su vida pública, realiza el gesto de
sometimiento a la voluntad de Dios, por medio del bautismo de Juan.
Dios entonces lo ratifica como su Hijo y lo consagra para la misión que va a
comenzar. Al terminar su vida pública, Jesús les transmite la esperanza a sus discípulos:
aunque Él no esté físicamente entre ellos, Dios Padre les enviará el Espíritu Santo con
sus dones para que les acompañe en la Iglesia que va a nacer para siempre. Este Espíritu
Santo silenciosamente, nos anima a vivir como hijos de Dios, al estilo de Jesús: viviendo
al servicio de los demás.
Mensaje para hoy
El Espíritu Santo, a través de sus dones, nos guía todos los días de nuestra vida, para ser sus testigos: cuando
un creyente ayuda a sus compañeros, cuando acepta una responsabilidad para el servicio de otros, cuando una
mujer trata de consolar a su vecina enferma, cuando se comparte lo poco que se tiene, cuando los padres se
sacrifican por sus hijos...
Los testigos de Jesús, hacen el bien, tienen una alegría profunda, mantienen en su vida una esperanza y un
equilibrio que otros no tienen. Seamos alegres testigos del amor del Señor, ya que Él nos da la vida de la gracia,
enriqueciéndola con sus dones.
En la Iglesia actual encontramos también múltiples dones del Espíritu Santo: hablar con sabiduría, distinguir
el bien del mal. Cada miembro de la Iglesia debe responder a la gracia que recibe del Espíritu viviendo los
sacramentos como hijo de Dios, testigo de Jesús, perdonando, aceptando la enfermedad con esperanza, sirviendo a
la comunidad, siendo fieles en el amor.

Actividad importante: Elaborar creativamente un mapa mental sobre la misión del

Espíritu Santo en la Iglesia.