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TERAPIAS MANUALES
MASOTERAPIA
MODULO I
GUIA N° 6
La cabeza se une a la parte superior de la columna vertebral. Los huesos del cráneo
son anchos curvos. Forman una fuerte bóveda que protege al cerebro. La cabeza esta
constituida por el cráneo y la cara. Es una sucesión compleja de huesos que protegen
el encéfalo y a otros órganos del sistema nervioso central. También da protección a los
órganos de los sentidos, a excepción del tacto que se encuentra repartido por toda la
superficie de la piel.
Los huesos del cráneo son 8 y forman una caja resistente para proteger el cerebro. Los
huesos de la cara son 14. Entre ellos los más importantes son los maxilares (superior e
inferior) que se utilizan en la masticación.
Las costillas se unen todas por detrás a la columna vertebral. Por delante, se unen al
esternón solamente veinte de ellas, mediante un tejido especial que es más blando que
los huesos y que recibe el nombre de cartílago. Unidas de esta manera, las costillas
forman una jaula protectora para el corazón y los pulmones. En la parte superior del
tórax, a ambos lados, se encuentran las clavículas por delante y los omóplatos por
detrás.
Las clavículas se unen a la parte de arriba del esternón por uno de sus extremos. Sus
otros extremos se unen a los omóplatos, formando los hombros, donde nacen los
brazos. La clavícula y el omóplato, que sirven para el apoyo de las extremidades
superiores.
Las costillas protegen a los pulmones, formando la caja toráxica. La columna vertebral
es el eje del esqueleto, es un pilar recio, pero flexible. Todos los huesos están unidos a
ella directa o indirectamente. La columna vertebral está formada por huesos pequeños,
que reciben el nombre de vértebras.
En el ser humano la columna vertebral está constituida por 33 vértebras, que son,
según su número y localización:
12 dorsales o toráxica
5 lumbares
5 sacras (sin articulación entre ellas pues están fundidas y componen el hueso llamado
Sacro)
4 coccígeas (sin articulación entre ellas pues están fundidas y componen el hueso
llamado cóccix. Tampoco existe articulación entre el sacro y el cóccix.
Prof. ERLINDA APONTE3
El pie está dividido en tres partes:
La parte superior o dorsal del pie se llama empeine y la inferior planta. El pie se mueve
sobre la pierna con el auxilio de músculos extensores y flexores. Los primeros que
constituyen la pantorrilla se implantan en la extremidad posterior del calcáneo por
medio del tendón de Aquiles. Los segundos están situados delante de la pierna. Existen
además músculos elevadores que hacen girar el pie hacia fuera o dentro. El podólogo
es el especialista del pie. Es el encargado de la recepción, atención y administración de
medicamentos hacia el paciente afectado de alguna patología en esta zona del cuerpo.
ILIACOS:
También conocidos como coxales. Son articulados por adelante y forman un arco
llamado cinturón pélvico. Para cerrar el círculo se unen al sacro (y la columna
vertebral). Este anillo óseo es la cavidad pélvica (pelvis). La cavidad pélvica difiere en
hombres y mujeres (con ellas es más ancha) pero todas son diferentes. El iliaco es un
hueso grande e irregular formado por 3 partes: la superior es la más ancha y se llama
íleon y la más saliente es la cresta, la media o isquion y la última parte es el pubis. La
cresta ilíaca es muy importante. La parte anterior, donde se unen dos huesos púbicos
se llaman sínfisis. En el isquion hay una cavidad profunda donde se articula la cabeza
del fémur (nos permite caminar).
FEMUR: El hueso mas largo y fuerte del esqueleto (el equivalente al húmero). Su
parte superior se articula en la cavidad aceptabular del hueso coxal y la inferior con la
Prof. ERLINDA APONTE4
tibia y la rotula. Esta metido hacia adentro cuando el cuerpo esta parado, por ello da
forma los muslos (se nota mas en las mujeres). El fémur se extiende desde la cadera
hasta la rodilla. Presenta una dirección oblicua hacia adentro, ya que la distancia entre
las caderas es mayor que entre las rodillas. Para compensar en parte este
acercamiento de ambos fémures al eje corporal, las tibias se separan.
Es el hueso de mayor longitud del organismo y constituye por sí solo el esqueleto del
muslo. En su extremidad superior se articula en la cadera con el hueso coxal,
presentando partes anatómicas bien diferenciadas:
Cabeza
Cuello
Trocánter mayor
Trocánter menor
El fémur es el hueso del muslo, el segundo segmento del miembro inferior. Es el hueso
más largo, fuerte y voluminoso del cuerpo de la mayor parte de los mamíferos. Se
encuentra debajo del glúteo y por detrás el cuádriceps.
De la clase de los huesos largos, es par y asimétrico. Presenta una ligera curvatura de
concavidad posterior, y en el esqueleto se dispone inclinado hacia abajo y adentro,
oblicuidad que resulta más notable en el caso de la mujer por la mayor separación entre
las cavidades cotiloideas de los coxales, donde se articula el fémur por arriba -la pelvis
femenina es más ancha que la masculina.
El cuerpo o diáfisis, que presenta tres caras -anterior, interna y externa-, y tres bordes -
interno, externo y posterior
Epífisis -o extremo- superior, que se articula con el coxal.
Epífisis -o extremo- inferior, que se articula con la tibia.
Trocánter mayor
Eminencia ósea cuboidea, muy aplanada transversalmente, situada por fuera y un poco
por debajo de la cabeza articular.
Su cara externa, convexa, presenta la cresta del glúteo mediano, dónde se inserta este
músculo.
La cara interna, por el contrario, está excavada verticalmente. Presenta una depresión
profunda, la cavidad digital del trocánter mayor, dónde se insertan los músculos
obturador externo, obturador interno y géminos.
El borde superior, casi horizontal, presta inserción al músculo piramidal.
Del borde inferior se inician algunos fascículos del cuádriceps crural -vasto externo-.
En el borde posterior se inserta el cuadrado crural.
Finalmente, el borde anterior, muy ancho, presta inserción al glúteo menor.
Es una apófisis cónica, postero inferior respecto al cuello del fémur, en la que se inserta
el músculo psoas ilíaco.
Ambos trocánteres están unidos por las líneas intertro canterianas:
Línea intertrocanteriana anterior, por delante, en la que se inserta el ligamento ilio-
femoral.
Línea intertrocanteriana posterior, por detrás, mucho más desarrollada, en la que se fija
el músculo cuadrado crural.
Cuello anatómico
Une la cabeza articular -arriba y adentro- con los trocánteres -abajo y afuera-. Con la
forma de un cilindro aplanado en sentido antero posterior, el cuello anatómico del fémur
-o simplemente el cuello- está en íntima relación con la cápsula articular de la
articulación coxofemoral.
Cuello quirúrgico
Inmediatamente por debajo de los trocánteres, representa la unión del cuerpo del fémur
con su extremo superior.
Cara anterior, convexa, sirve de polea de reflexión a los tendones del cuádriceps y
rotuliano.
El extremo o epífisis inferior se organiza en los cóndilos, dos masas laterales respecto
al plano sagital de la diáfisis: cóndilo interno y cóndilo externo. En ellos se desarrolla la
tróclea, superficie lisa para la articulación del fémur con la tibia en la rodilla -articulación
Cóndilo interno Es menor que el externo, si bien prominente hacia dentro. En su cara
lateral cutánea destacan dos relieves óseos: la tuberosidad interna, inserción del
ligamento lateral interno de la articulación de la rodilla, y el tubérculo del aductor mayor,
para el músculo del mismo nombre. Además se inserta en esta cara el gemelo interno.
Cóndilo externo Más voluminoso que el interno, presta inserción al ligamento lateral
externo de la articulación de la rodilla en la tuberosidad externa de su cara lateral, así
como al gemelo externo y poplíteo.
En las caras medias de ambos cóndilos -respecto al eje del fémur- se insertan los
ligamentos cruzados de la articulación de la rodilla.
Por debajo y detrás los cóndilos están completamente separados por la profunda
escotadura o fosa intercondílea.
El hueco supratroclear, por delante. Representa la parte inferior del triángulo poplíteo al
que aludimos en la descripción de la línea áspera. En este hueco se aloja la rótula
cuando la pierna está en extensión.
El espacio poplítea, por detrás, con dos pequeños relieves óseos: el tubérculo
supracondíleo interno, para el gemelo interno, y el tubérculo supracondíleo externo,
para el gemelo externo.
Los maléolos (del latín malleŏlus, martillejo, por su semejanza de forma) son cada una
de las partes que sobresalen de la tibia y del peroné en el inicio del pie. El de la tibia se
denomina interno y el del peroné es el externo. Son las dos protuberancias
semicirculares que vulgarmente llamamos tobillo. La función de estos dos
Huesos de la cabeza
Los huesos del cráneo son 8 y forman una caja resistente para proteger el
cerebro. Los huesos de la cara son 14. Entre ellos los más importantes son los
maxilares (superior e inferior) que se utilizan en la masticación.
Las costillas se unen todas por detrás a la columna vertebral. Por delante, se unen
al esternón solamente veinte de ellas, mediante un tejido especial que es más
blando que los huesos y que recibe el nombre de cartílago. Unidas de esta
manera, las costillas forman una jaula protectora para el corazón y los pulmones.
En la parte superior del tórax, a ambos lados, se encuentran las clavículas por
delante y los omóplatos por detrás.
Las clavículas se unen a la parte de arriba del esternón por uno de sus extremos.
Sus otros extremos se unen a los omóplatos, formando los hombros, donde nacen
los brazos. La clavícula y el omóplato, que sirven para el apoyo de las
extremidades superiores.
Las costillas protegen a los pulmones, formando la caja torácica. La columna
vertebral es el eje del esqueleto, es un pilar recio, pero flexible. Todos los huesos
están unidos a ella directa o indirectamente. La columna vertebral está formada
por huesos pequeños, que reciben el nombre de vértebras.
En el ser humano la columna vertebral está constituida por 33 vértebras, que son,
según su número y localización:
12 dorsales o torácicas
5 lumbares
4 coccígeas (sin articulación entre ellas pues están fundidas y componen el hueso
llamado cóccix. Tampoco existe articulación entre el sacro y el cóccix.
El ser humano usa sus pies para la locomoción bípeda. Las estructuras del pie y la
mano humanas son variaciones en la anatomía de los mismos cinco dígitos, en
común con muchos otros vertebrados, y una de las dos estructuras de huesos
más complejas del cuerpo.
La parte superior o dorsal del pie se llama empeine y la inferior planta. El pie se
mueve sobre la pierna con el auxilio de músculos extensores y flexores. Los
primeros que constituyen la pantorrilla se implantan en la extremidad posterior del
calcáneo por medio del tendón de Aquiles. Los segundos están situados delante
de la pierna. Existen además músculos elevadores que hacen girar el pie hacia
fuera o dentro. El podólogo es el especialista del pie. Es el encargado de la
recepción, atención y administración de medicamentos hacia el paciente afectado
de alguna patología en esta zona del cuerpo.
ILIACOS:
FEMUR: El hueso mas largo y fuerte del esqueleto (el equivalente al húmero). Su
parte superior se articula en la cavidad aceptabular del hueso coxal y la inferior
con la tibia y la rótula. Está metido hacia adentro cuando el cuerpo está parado,
por ello da forma los muslos (se nota más en las mujeres). El fémur se extiende
desde la cadera hasta la rodilla. Presenta una dirección oblicua hacia adentro, ya
que la distancia entre las caderas es mayor que entre las rodillas. Para compensar
en parte este acercamiento de ambos fémures al eje corporal, las tibias se
separan.
Cabeza
Cuello
Trocánter mayor
Trocánter menor
Trocánter mayor
Cara anterior, convexa, sirve de polea de reflexión a los tendones del cuádriceps y
rotuliano.
En las caras medias de ambos cóndilos -respecto al eje del fémur- se insertan los
ligamentos cruzados de la articulación de la rodilla.
Por debajo y detrás los cóndilos están completamente separados por la profunda
escotadura o fosa intercondílea.
Los maléolos (del latín malleŏlus, martillejo, por su semejanza de forma) son cada
una de las partes que sobresalen de la tibia y del peroné en el inicio del pie. El de
la tibia se denomina interno y el del peroné es el externo. Son las dos
protuberancias semicirculares que vulgarmente llamamos tobillo. La función de
estos dos ensanchamientos es la de "abrazar" al hueso astrágalo insertándose en
este en dos de sus seis superficies destinadas al enlace con otros huesos. Sirven
por tanto de unión entre la pierna y el tarso del pie, pero sin utilidad articular.