Resumen

Profesor: Hno. Albino Gonzáles Pérez

Alumno: Hno. Gerardo Lagunes Balcázar

Libro: Lo que todo esposo cristiano debe saber.

El matrimonio es plan de Dios, por lo cual, es necesario que en el hogar el esposo sea
cristiano para que se cumpla el propósito divino, pues solo a través de Cristo se puede
recibir la ayuda del Espíritu Santo. Todo hombre debe tomar decisiones, la más
importante es recibir a Nuestro Señor Jesucristo en su corazón, después de ello, para
el varón será de suma importancia el saber escoger a su esposa, para lo cual dispone
del periodo de noviazgo, durante el cual se puede reflexionar y asegurar la decisión, o
bien, finalizar la relación. Si no hay algún inconveniente, el siguiente paso será la boda,
la cual se ha de realizar en una Iglesia, un lugar dedicado a Dios, dicho evento no debe
ser caro. Lo mismo pasa con la luna de miel, para lo cual se debe recordar que el
propósito de dicho viaje es el conocerse mutuamente respecto a la vida diaria, y no es
exclusivo de las relaciones sexuales.

En cuanto a la parte material, no se necesita tener todas las cosas que requiere un
hogar desde un principio, y tampoco debe olvidarse de la parte que le pertenece a
Dios.
Primordialmente, es necesario tener presente a Nuestro Señor Jesucristo en el hogar,
buscando su consejo y ayuda en cada situación, considerando que el varón es el
responsable ante Dios de dirigir el hogar.

Si hablamos del área sentimental, es importante que el esposo ame a su esposa con la
misma clase de amor que lleva a Nuestro Señor Jesucristo a amar a la Iglesia. Uno de
los motivos por lo cual se debe hacer, es porque la esposa hace tantas cosas a favor
de su compañero de vida, y todas sus cualidades pueden crecer si se aprecian y
valoran. Aún en el aspecto económico, una buena esposa viene a ser la mayor
ganancia de la vida.

El matrimonio, al ser plan divino, también tiene contemplado las relaciones íntimas, así
que, en el lugar y tiempo correcto, trae satisfacción a la vida de ambos, de lo contrario,
solo genera de desconfianza. Respecto a este punto, se necesita paciencia, gentileza y
comprensión. Mantener las costumbres de cortesía y consideración traerán los mejores
resultados. Se debe tener presente que el propósito de las relaciones sexuales es
expresar un profundo amor. Fruto de las relaciones está la procreación, lo que requiere
especial atención, ya que se tendrá la necesidad de cuidar y dirigir a los niños, siendo
el padre la persona designada por Dios para educarlos, pero no hay por qué temer,
puesto que Nuestro Padre está en la disposición para ayudarle.
Cuando sea necesario castigar a su hijo a temprana edad, sea considerado, pero firme,
ya que, si un niño no es corregido de pequeño, será muy difícil hacerlo cuando crezca.
Las dificultades que experimentan los hijos en la adolescencia son temporales, por lo
cual, los padres deben ser firmes pero positivos. Algunos puntos de apoyo para la
educación de los hijos son: sinceridad, honradez, firmeza, consistencia, unidad, y amor.

De acuerdo al orden establecido en la Santa Biblia, el marido rige los asuntos

económicos, sin embargo, la esposa es quien le ayuda de manera leal en amable
confianza. Si hablamos de la casa, hay muchas cosas que el marido puede realizar a
favor del hogar, refiriéndonos a los trabajos materiales, y cuando no se encuentre
capacitado o en la disponibilidad, se puede contratar a alguien externo, pero siempre y
cuando se mantenga supervisando el trabajo.

El esposo es el mayor responsable de las actividades en la Iglesia, y aunque en

muchas ocasiones se pueda sentir incapaz, Dios está dispuesto a apoyarle, pidiendo
de su ayuda para poder cumplir con las responsabilidades familiares y eclesiásticas,
teniendo cuidado de ser ejemplo de sus hijos, los cuales han de adoptar los hábitos y
costumbres que usted tenga.

Mantener una buena relación con los suegros, familiares y amistades no significa que
estén siempre en casa o de visita, por lo que se debe procurar pasar tiempo con su
propia familia, aprovechando las oportunidades para expresar gratitud y aprecio, siendo
fiel a su esposa, teniendo cuidado de los comentarios que se hagan, no permitiendo
que los celos destruyan todo lo que Dios le ha permitido construir, dando explicaciones
para evitar malos entendidos.

Lo más importante, ante todo, es la relación personal con Dios.