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Ideas principales y secundarias

1. En vistas de una gran tarea.


Ser marido es un asunto serio. En primer lugar, debemos decir que un marido cristiano
es parte de un gran plan de Dios. Un marido necesita una gran provisión de virtudes de
carácter, tales como honradez, paciencia, altruismo, ingenio, amabilidad, constancia,
etc. Es necesario poseer una plenitud de habilidades dignas y duraderas. Tiene que
tener presente que va a encontrarse con muchos problemas. Es una buena noticia
saber que Dios está para ayudarle.
2. ¿Quién inventó el matrimonio?
Tal fue la idea de Dios. Hizo a Adán para ser el novio y el esposo, y a Eva para ser la
novia y esposa. Son miembros afortunados aquellos que siguen las directrices de Dios.
3. Empecemos aquí.
Un cristiano es la persona que ha venido a conocer en su vida el poder transformador y
purificador del Hijo de Dios. En el corazón del marido cristiano ha venido a habitar el
Espíritu Santo. El Espíritu de Dios provee al cristiano la sabiduría, habilidad y poder
necesarios para vivir una vida agradable a Dios. Es indispensable que la persona
aprenda a depender enteramente de Él.
4. Escogiendo a la compañera adecuada.
Lo próximo en importancia después de vuestra decisión a recibir a Cristo como
Salvador personal es saber escoger a vuestra esposa. Pídala al Señor y ante todo,
deber ser una verdadera cristiana. Es también bastante prudente casarse con una
joven de su propio ambiente religioso. Tratándose de miembros de iglesias, debéis
tener cuenta que sea verdaderamente cristiana. Tómese tiempo para pensar, orar y
recibir consejo.
5. Seis meses como mínimo.
El periodo de noviazgo le ayuda a usted si va por buen camino. Si es así le dará tiempo
para hacer los arreglos para las próximas nupcias. El noviazgo provee tiempo para
mirar, investigar, con la esperanza de que esta investigación confirme su propósito. Es
bueno que estén juntos bastante tiempo. Aproveche estas oportunidades para
conocerla mejor.
Los noviazgos proporcionan tiempo para hablar. Conviene tratar de sus gustos
personales y educativos, de la clase de hogar que desean, los muebles que quieren
tener, etc. No sería mala idea hablar también de los niños que quieren tener y cuan
espaciados. Incluso discutir acerca de sus relaciones sexuales, pensando en ello como
algo sagrado reservado para el futuro. Un tema sobre el que deberían ocuparse es el
de los suegros. Los noviazgos pueden romperse. Es más honroso y prudente romper
las relaciones sin amargura o recriminación.
6. ¿Dónde casarse?
Sobre todo, lo que usted necesita es que el matrimonio permanezca. Sin duda un
matrimonio en la Iglesia cuesta tiempo y dinero. El matrimonio es un asunto de las más
amplias consecuencias, ya que es un acto para toda la vida. Las iglesias son el mejor
lugar para el matrimonio. ¿Qué mejor que esta relación se realice en un edificio
dedicado a Dios y santificado por años de oración y alabanza? Los matrimonios en una
iglesia no necesitan ser muy caros. Su huésped principal es nada menos que el Señor
Jesucristo que santificó otro matrimonio con su presencia hace dos mil años.

7. Consejos para la luna de miel.


Uno de los errores más comunes en los recién casados es emprender un costoso y
largo viaje de boda. El nerviosismo de la boda, y de la fiesta, pueden dejaros
prácticamente exhaustos. El verdadero propósito del viaje de bodas es familiarizarse el
uno con el otro. La clave para un viaje de bodas feliz, es paciencia y amabilidad. Las
relaciones sexuales en la luna de miel deben ser llevadas a cabo con prudencia y
consideración.
8. Tres habitaciones y un cuarto de baño.
Usted no necesita adquirir todas las comodidades y lujos que los vendedores le
ofrecerán. El plan mejor es que las mensualidades de plazos que ustedes tengan que
pagar no excedan del 25% de las entradas. Como cristianos, ustedes no querrán
olvidar la parte que pertenece al Señor. Su vida matrimonial será mucho más
interesante y feliz si no lo adquieren todo desde el principio. El hogar debe ser
modesto. Por algunos años usted debe cultivar un sistema de vida sencillo.
9. Un seguro de felicidad.
Los matrimonios han de sufrir severas pruebas y usted tendrá que ir alguna vez entre
dificultades y quizá estrecheces. La póliza de seguro para su felicidad consiste
simplemente en invitar al Señor Jesucristo a estar siempre presente como un miembro
honrado en su familia. El Señor estableció el hogar mucho antes de fundar la iglesia.
Téngale en cuenta (al Señor Jesucristo) en cada decisión. Pida su precioso consejo en
cada problema, busquen su favor.
10. Ahora usted es la cabeza.
Dios es un Dios de perfecto sistema y orden. Dios ha dotado al marido con la habilidad
y la responsabilidad en lo que se refiere a la guía familiar. Prácticamente el marido
cristiano es el delegado de Dios para la dirección del hogar. El hogar deber ser eficaz,
justo, armonioso y unido, bajo su dirección. En primer lugar, debe abandonar todo
espíritu de arrogancia y actitudes imperialistas. Usted tiene que ejercer la dirección
sobre su esposa y su hogar de la misma manera que Jesucristo controla la Iglesia.
11. Y el corazón también…
El marido debe amar a su mujer con la misma clase de amor que impulsó al Señor
Jesucristo a dejar la gloria del cielo para venir a ser nuestro Salvador. El amor conyugal
debe ser amor de la misma calidad y características que vemos en el amor divino. Dios
puede encender en el corazón el tipo de amor que desea que los maridos y esposas
profesen. El marido tiene que amar a su esposa como Cristo ama a la Iglesia. Los
maridos deben amar a sus esposas como a su propio cuerpo. No puede existir sino
armonía y felicidad en un hogar donde el marido es no solamente cabeza, sino también
corazón.
12. Las esposas son maravillosas
Las esposas están destinadas a hacer tantas cosas en favor de sus maridos. En el
hogar cristiano, la esposa hará todas las cosas buenas en favor de un solo hombre en
el cual tiene concentrados todos sus afectos. Las esposas pueden alentar en el marido
verdaderos heroísmos. Vuestra esposa será siempre la persona que os devolverá el
ánimo, y restaurará vuestra confianza. La vida no está completa sin una esposa.
Estas preciosas cualidades de vuestra esposa pueden ser acrecentadas e
intensificadas por vuestro aprecio de ella.

13. Y valiosas también…


Considerad el valor, aún en el sentido financiero de una buena esposa. No es extraño
que de tan amante y eficaz auxiliar dijera el autor de los Proverbios que su valor
excede al de las piedras preciosas. Me parece que una buena esposa es la mayor
ganancia de la vida.
14. El sexo puede ser oro puro.
Dios es quién planeó el sexo. El campo del sexo es muy amplio. El sexo no es
simplemente la función del acto sexual, se trata de dos individualidades separadas, con
características que se atraen la una a la otra. Debe hablar una unión de mente y
espíritu antes de la unión de los cuerpos. En su debido sitio, y bajo la bendición de
Dios, la relación matrimonial, es una de las experiencias más satisfactorias de la vida
humana.
15. Si.
Las intimidades del sexo fuera de los lazos del santo matrimonio, es un pecado
blasfemo y destructivo. La desviación sexual es pecado. Tal desviación es la semilla de
mutua desconfianza que inexorablemente sucede durante toda la vida matrimonial. El
doctor (de la familia de su esposa) puede recomendarle un buen libro sobre el sexo en
el cual encontrará, no solamente técnicas adecuadas, sino la refutación de falsa
información. Es completamente correcto entrar en la relación matrimonial sin ninguna
experiencia. Naturalmente habrá una falta de perfeccionamiento técnico al principio de
una vida matrimonial. Habrá futuras oportunidades para perfeccionar sus relaciones
sexuales. Ambos deben ser pacientes y tener comprensión.
16. Altruismo y consideración…
La noche de bodas no es la más adecuada para solucionar los problemas de la relación
matrimonial. A veces ha sucedido que, por falta de gentileza y paciencia en la primera
noche, la esposa ha adquirido una aversión al marido que ha durado años. Es,
científica y biológicamente, probado que los deseos del hombre son mucho más fuertes
que los de la mujer. El marido nunca debe perder su posición cortejante y amante. A
causa de que ella no siempre tiene los mismos deseos, no puede comprender la
continua insistencia de su marido para el acto sexual. La novia tiene que ser bien
informada al respecto, y cuando ella lo comprenderá, habrá una amante comprensión
por ambos lados. No es mala idea conservar aquellas buenas costumbres que hicieron
que su novia dijera “si” el primer día que usted le declaró su amor. El marido prudente
encontrará que las antiguas costumbre de cortesía y consideración traen los mejores
resultados.
17. Principios bíblicos sobre el sexo.
En las relaciones matrimoniales cada uno debe llevar en mente los derechos y
privilegios del otro. En este mutuo intercambio marido y mujer están encargados de
ejercer sobre el otro una consideración amante. Aunque puede ser provechoso
espiritualmente el abstenerse de relación sexual a fin de entregarse a la oración y
ayuno por un tiempo, debe terminar este período y volver inmediatamente a las
relaciones físicas. El propósito primario del acto sexual es expresarse un profundo
amor el uno al otro. Fue propósito de Dios que la relación matrimonial sea una fuente
de deleite que nunca se seque. El matrimonio honrado trae gozo en medio de las
pruebas y tribulaciones.
18. ¿Cuántos hijos?
Sin duda la Biblia favorece las familias numerosas. Hoy día es empero una medida
sabia de prudencia el considerar seriamente el tamaño de las familias. Debéis tener en
cuenta que no puede haber familia sin niños, y que hay que cuidarlos.
19. Los maridos vienen a ser padres…
En el cuso normal, probablemente usted será padre algún día. El precioso ser puesto
en sus manos es un don de Dios para que usted lo cuide y proteja. La mayor
responsabilidad del padre es la educación de los niños. El padre tiene encargado por
Dios como principal obligación, el beneficio espiritual de los niños de la familia. El padre
es el delegado de Dios para traer al niño la instrucción y admonición del Señor. Usted
delega la responsabilidad a su esposa, sin quitarse o abdicar de su obligación. Debe
hacer muchas conversaciones entre usted y su esposa acerca de la educación de su
hijo. Nunca el padre debe faltar en manifestar su interés en los asuntos del hogar y en
sus hijos cuando está en casa.
20. Construyendo casas y personas.
La mayor empresa de cada pareja de seres humanos es edificar un hijo o hija. Los
esposos deben edificar algo más importante, hombre y mujeres para el día de mañana
y para toda la eternidad. Edificar chicos y chicas requiere tiempo y preciosa energía. En
esta tarea está implicada también su amante esposa. Continue teniendo a Dios en
cuenta en todos sus planes para usted y sus hijos.
21. Disciplina significa instrucción…
Todo el mundo sabe que los niños deben obedecer a sus padres. La Sagrada Escritura
promete a cambio de esta obediencia salud, bienestar y larga vida. El término disciplina
es muy amplio. Aunque significa también corrección, incluye la más amplia esfera de
educación y desarrollo. La obediencia se requiere, pero en todo lo que sea posible
mediante influencia. El tiempo básico que se requiere para la educación es hasta el
séptimo año de vida. Le animará el tener la seguridad de que un Padre omnisciente y
todo poderoso está dispuesto a ayudarle.
22. ¿Qué medida de castigo?...
Es muy dudoso que un niño pueda ser criado sin el adecuado castigo corporal. Una
cosa buena es saber que un castigo administrado temprano en la vida del niño es cien
veces más eficaz que el mismo castigo cuando ya sea mayor. Una de las mayores
bendiciones para los padres es la temprana salvación de sus hijos. Por esto deben ser
llevados temprano al Señor Jesucristo para que lo acepten como Salvador. Ningún
padre debe permitirse en su propia vida lo que prohíbe a su hijo.
23. La adolescencia.
Todos sabemos que la tensión más extensa y general que existe es entro los adultos y
adolescentes. Se llama a esta edad la edad de la transición; la edad intermedia o
adolescencia. Las características más predominantes son incertidumbre, duda,
confusión, inestabilidad e inseguridad. Estas dificultades son empero temporales. Son
necesarias fuertes dosis de afecto. Los padres deben mostrar una actitud positiva de
firmeza.
24. Siete reglas.
El educar rectamente a vuestros hijos es vuestra mayor responsabilidad en la vida. He
aquí algunos puntos de apoyo: Sed sinceros. Lo que prometéis lo haréis a costa de
todo.
Sed honrados. No tengáis favoritos. Sed firmes. No permitáis ser cambiados por
coacciones o quejas. Sed consistentes. No enseñéis algo que no estáis dispuestos a
aplicar en vuestras propias vidas. Estad unidos. Nada destruye tanto como el
desacuerdo entre los padres ante los hijos. Sed amantes. En la vida de familia hay
necesidad de amor. Recordad que la Biblia es vuestra gran ayuda en la tarea de
educar y criar a los hijos.
25. ¿De quién es el dinero?
En el orden divino para el hogar, el marido y padre es la cabeza de la familia. El que
rige los negocios de la casa es el marido; sin embargo, la esposa es la leal auxiliar. La
respuesta es muy sencilla, de ambos. Debería hacerse una revisión mensual de los
asuntos financieros de la casa llevados a cabo por el marido y la esposa en amable
confianza.
26. ¿De quién es la casa?
Ha habido maridos que por su actitud parecen decir que la casa o el hogar es sólo un
lugar para ir a dormir por las noches. El marido debe planear y supervisar los trabajos
del hogar. La esposa, como delegada suya y superintendente de los asuntos, es
igualmente importante. Si hay que aplicar algún castigo por alguna infracción, es tarea
del padre hacerlo, de acuerdo con la madre. La mayor parte de las reparaciones de una
casa pueden ser hechas sin enviar a buscar obreros de afuera. Sin duda que a veces
será necesario buscar ayuda de operarios, pero todas ellas están bajo la
responsabilidad del marido.
27. Deberes en la Iglesia.
La enseñanza de la Biblia es que los hombres deben llevar la mayor parte de la carga
de la Iglesia. Procurad ingresar en alguna que predique y enseñe que la Biblia es la
Palabra infalible de Dios. Sin duda alguna vez u otra se os pedirá servir. Debéis aceptar
gustosamente estos cargos de honor y responsabilidad. Aunque sintáis alguna
deficiencia de vuestra parte, podéis pedir a Dios su ayuda. No debéis permitir que la
multiplicidad de deberes en la Iglesia os quiten y priven de vuestras ordinarias
responsabilidades en el hogar. No permitáis jamás que el cuidado de la casa y el de la
Iglesia entren en conflicto. Una ocasión diaria cuando la familia, padres e hijos se
junten para tener un rato de lectura de la Biblia y oración. Debéis tener especial
cuidado de evitar criticismo de palabra delante de los niños en cualquier cosa que se
refiera a la Iglesia.
28. Hábitos.
El propósito de la vida cristiana es agradar al Señor en todo. Si yo me permito esto en
mi vida, ¿me hará mejor cristiano, o más digno modelo de mi Salvador en honor de su
nombre? Los padres deben considerar que sus hijos adoptarán sus hábitos y
costumbres. Vuestros hijos e hijas imitarán vuestro modo de hablar. Los hábitos se
forman muy temprano en la vida, y una vez tomados son muy difíciles de romper. Si
vuestra lengua honra al Señor, nunca será usada para deshonrarle.

29. Otras cosas.


Es deber del marido y padre hacer que los suegros se mantengan a distancia. Usted
debe procurar que los atardeceres sean para usted mismo y su familia mucho más que
cuando era soltero. Un marido tiene que estar siempre buscando oportunidades para
expresar gratitud y aprecio. La fidelidad es tan obligatoria de parte del marido como de
la esposa. Es prudente no dar razón de ocasión de duda el uno al otro, ni siquiera en
broma. Esta cualidad (celos) puede degenerar en envidia, resentimiento, y sospecha,
que lo destruiría todo a su paso. Si hay alguna circunstancia que parece necesita
explicación, dadla enseguida para que no haya ninguna mala interpretación.
30. Sabiduría pura.
La llave de todo el asunto es la propia relación personal de su corazón con el Hijo de
Dios. En una palabra, su vida es fiel a Cristo todo irá bien en su hogar.

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