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LAS SOMBRAS DE LA VIOLENCIA EN COLOMBIA: UN HECHO INEGABLE EN LA

ACTUALIDAD

Autor: Julieth Mendoza Manotas

Colombia es un país que desde los últimos años ha estado marcado por el conflicto

armado y así mismo problemáticas de gravedad que dejan consecuencias atroces para la

población en general y por supuesto a los habitantes de ciertas zonas del país, como personas que

no hemos sido afectadas por tal conflicto de forma directa no reflexionamos acerca de las

consecuencias drásticas aplicadas en una población para nada cercana a nosotros, además

desconocemos muchos de los factores asociados a estos procesos de deterioro político y social de

nuestro país ya que le restamos importancia y concebimos dichos sucesos como procesos de

menor impacto negativo sobre la población Colombiana.

Entre estos sucesos enmarcados en conflictos sociales se encuentra inicialmente el

periodo de violencia generado por la rivalidad de intereses de los partidos tradicionales de la

época (Partido conservador- Partido liberal) desarrollado en el siglo XIX, en el que grupos

masivos de ciudadanos a partir de una ideología política provocaron la disolución de la sociedad

en sectores en los cuales primaba intereses particulares dados a conocer por cada partido político

a cada uno de sus aliados. Este proceso no se tornó como un proceso fuerte a nivel social, debido

a que las consecuencias se enmarcaron en la seguridad ciudadana, en la economía del país, la

educación y saneamiento básico, sin embargo, permitió las primeras raíces para posteriores

conflictos como el bogotazo, en el siglo XX, en el que la violencia y las armas se tomaron el

poder, acabando con la vida de un ilustre político influyente de las clases menos privilegiadas a

través del partido político liberal, y lo que género en la población descontento, rabia y dolor que
se tradujo en actos de violencia, asesinatos, incendios a edificios públicos, destrucción de

archivos, asaltos a comercios, atracos a iglesias.

Sin duda alguna fue un conflicto fuerte que movilizo a gran masa de la población y

genero controversias y recelos entre los mismos pobladores de un mismo país reflejadas en

protestas y huelgas llevadas a cabo por manifestantes sumidos en el dolor, el miedo y la injusticia

producto del asesinato de su líder político.

Al pasar los años, la rivalidad latente entre los partidos políticos mencionados, se fue

desdibujando y se fundó el frente nacional en el año 1959, con el objetivo de llegar a un acuerdo

entre los mismos, que permitiera erradicar la violencia y la división de poderes que venía

consumiendo a la organización social y política del país, sin embargo, el objetivo no se alcanzó

por que aparecieron nuevos movimientos políticos como el Movimiento Revolucionario Liberal

(MRL), el Movimiento Obrero Independiente Revolucionario (MOIR) y Alianza Nacional

Popular (ANAPO), quienes no aceptaban la ideología y los estatutos implementados en el

acuerdo mencionado.

Alimentados por ideologías diferentes, aparecieron los grupos armados como la guerrilla,

la FARC y el ELN, los cuales motivados por intereses diferentes a partir de la fuerza y del uso de

las armas provocaron una división social y una atmosfera de miedo y frustración de la población

colombiana, lo que actualmente aun azota a zonas específicas del país. Por otra parte, el

narcotráfico, representa un factor clave en el deterioro de la sociedad y de la vinculación activa

en el proceso de transformación y progreso del país. En las últimas décadas es evidente que los

conflictos entre grupos armados es generador directo de casos atroces como asesinatos,

homicidios, expropiación. Actos denigrantes para que violan los distintos derechos
fundamentales que tenemos como personas vinculados a nación basada en la democracia y regida

por leyes y normas establecidas en la constitución política.

A partir de lo anterior es evidente que para lograr un avance y progreso a nivel social,

económico y político es necesario subsanar los conflictos internos que tiene nuestro país, a través

de la vinculación activa de un tratado de paz y de desmovilización que garantice el cumplimiento

de los derechos de todo ser humano. Sin embargo, soy consciente que lograr lo anterior es difícil,

cuando vivimos en una sociedad donde la discriminación, el abuso de poder y la inseguridad se

toman el día a día, porque somos una sociedad donde las relaciones interpersonales se están

deteriorando a través del aumento de antivalores presentes en la comunidad, logrando a largo

plazo un daño irrevocable sobre las conductas sociales y sobre la vida de cada ser humano.

Para finalizar, aunque se torne un objetivo efímero, es necesario tratar de emprender ese

camino arduo para lograr generar un cambio positivo sobre la situación que se vive dentro del

país en la actualidad, dejando a un lado ideologías, religiones, diferencias y logrando una unidad

efectiva de toda la población colombiana encaminada al progreso equitativo de las distintas zonas

del país y por ende de los habitantes de las mismas.

Es necesario una reestructuración social donde prime el amor, la equidad, la empatía y la

solidaridad, sobre todos aquellos aspectos negativos de gran influencia sobre la conducta del ser

humano, para desde luego generar un ambiente sano, en el cual las relaciones sean idóneas para

el desarrollo de una mejor nación y el fortalecimiento continuo de cada aspecto de la misma. A

través de la unidad y la erradicación de diferencias entre la población se logra dar el primer paso

de un proceso lleno de regocijo y de grandes frutos para todos los habitantes de nuestro país y

para las generaciones venideras, logrando dejar un país democrático, seguro y pacifico con ganas

de seguir progresando y avanzando en un mundo tan cambiante como en el que vivimos.

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