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Humans - Parte II

*último cuadro de humans*

Hoy… millones de años después en este mismo lugar se sostiene una gran ciudad. Fue
construida por miles de humanos sin pelo. Superaron a las bestias peludas y las
dominaron.
Hay una joven sentada en un mirador de la ciudad, leyendo el comic Humans de Will
Eisner, contemplando un atardecer y una hermosa vista de su ciudad. Hay tráfico,
semáforos, parques, aviones, estadios, miles de personas que desde esa distancia,
parecen diminutas.
Jane termina de leer el comic y se queda contemplando el paisaje, el cual por un
instante dejó de ser hermoso y se convirtió en uno apocalíptico y distópico.
Esta realización la deja sin aliento, pálida y muda.
Después de dar otro par de respiraciones y de intentar entender lo que este paisaje
representaba, levantó la cabeza. Intentó imaginar este mundo descrito en Humans,
intentó imaginar a las grandes bestias peludas que los hombres lampiños un día
dominaron para convertir este enorme pedazo de tierra en algo suyo, fue aterrador ver
este resultado y plantear en qué momento esto sucedió, intentó imaginar todo lo que
existía en un segundo, imaginó a estas enormes bestias, intentó imaginar las piedras
sin tallar, las lanzas sin ser utilizadas, hasta ese hombre lampiño sin contactarse con el
otro hombre lampiño.
Y por un segundo, entendió todo lo que el hermoso paisaje de su ciudad representaba,
recorrió cada ventana, cada luz, cada avión, cada espacio lleno de concreto e intentó
ponerse en los zapatos de cada hombre lampiño que habitaba su enorme ciudad.

También entendió que no tenían razones para pensar diferente. Por un segundo quiso
abrazar a cada una de estas personas y comprender que no nos han enseñado a
comportarnos diferente, ni nos han mostrado las implicaciones de estos hombres
lampiños sobre la biosfera. Jane se bombardeó a si misma y al paisaje que ya casi
desaparecía entre la noche con preguntas

- Cuantas historias, cuantas personas no habitan esta ciudad


- En qué momento permitimos estar tan ensimismados, y separar esta ciudad de los
ríos y animales que existían antes en ella.
- ¿En qué momento perdimos la compasión por la tierra de la que somos hijos, no
dueños? ¿Qué diferencia tenemos realmente con los monstruos peludos que tratamos
de derrocar? ¿Qué estamos haciendo con este hermoso lugar, cuya sabiduría no
hemos podido descifrar, entonces antagonizamos su presencia?

- ¿En qué momento convertimos a la naturaleza en nuestro enemiga y dejó de


ser nuestra madre?
- ¿En qué momento las actividades humanas mataron todo nuestro sentido de
comunidad, que es en realidad lo que nos convirtió en lo que hoy somos?
Y entre lágrimas e intranquilidad, Jane quiso abrazar todo lo que la rodeaba. Quiso
comprender que la sabiduría de la naturaleza es mayor y que como especie no
podemos continuar viendo a la naturaleza como nuestra enemiga.

En este momento, Jane entendió que solo puede realizarse un cambio saliendo de las
lógicas de consumo que nos han inculcado. Entendió que el si el hombre lampiño fue lo
suficientemente brillante para derrotar a la bestia peluda, también es lo
suficientemente brillante para vivir en paz con su entorno y con quienes lo rodean.

- No entiendo de donde surgen tantos comportamientos tan automáticos en mi,


quiero avanzar, quiero convertirme en una hija de la tierra y no en su dueña,
quiero poder convivir en paz con la naturaleza, y reconocerla como mi aliada y
no como mi enemiga. Creo que todo nace desde esta primera conciencia
ecológica. Desde entender la relación del hombre con la naturaleza y con la
cultura de cada lugar.
- Si estamos geológicamente en la era del Antropoceno, lo que nos puede sacar
es abrazar todas las herramientas que hemos adquirido y usarlas para
construir, no para derribar grandes bestias peludas.

Jane vuelve a mirar la ciudad y siente una pequeña sensación de libertad. Entiende
que convive con su entorno y que este solo juega en su favor. Entiende que debe
cambiar su forma egísta de pensar y aprender a relacionarse con su entorno desde
la admiración que siente por la sabia naturaleza.

*Imagen de las bestias peludas del comic Humans, las luces de la ciudad y Jane
abrazando y agradeciendo esta historia, encontrando nuevos caminos hacia la
sostenibilidad y la justicia para su ciudad*

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