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¿CÓMO PREPARAR UNA BUENA CÉLULA?

Esta fue la misión que Jesús nos dejó: “Por tanto id y haced discípulos” (Mateo 28:19) Y
el mejor lugar para hacer discípulos ¡es en una célula!
Hago parte de una iglesia muy hermosa llamada Misión Carismática Internacional. A pesar
de ser una gran iglesia, también somos una pequeña iglesia porque seguimos los principios
de Hechos de los Apóstoles; ésta iglesia no sólo se reunía en el templo, también lo hacía en
las casas. Hice parte de una célula en mi adolescencia la cual me dejó grandes enseñanzas y
amigos maravillosos. También inicié mi propia célula cuando tenía 17 años y hasta el día de
hoy seguimos reuniéndonos. ¡Toda una vida haciendo células! Es por esto que hoy quiero
dejarte unos principios básicos que pongo en práctica cada vez que hago mi célula.

1. Prepara cada detalle de tu reunión


Esto representa prepararte espiritualmente en oración estudiando el mensaje que vas a compartir. Cuida
muy bien de cada detalle en esta reunión de amigos. Yo le pido al Señor que me de esas habilidades de
ser una buena anfitriona, mi deseo es que cada vez que vengan a mi casa se sientan muy acogidos.
Hace tres años inicié esta célula en La Florida, EEUU y siempre me he esforzado en pensar en cada
detalle, pues sé que a medida que demuestre amor en esta célula, ellos comenzarán a conocer más el amor
de Jesús. Por esta razón, es importante que busques dar lo mejor cada semana. Me alegra tanto ver ahora
como ellos tienen ese deseo de dar su propia célula, por ejemplo de este grupo hay otras cinco células que
ellos están dirigiendo y lo hacen con el mismo amor que aprendieron en este lugar.
2. Enséñales a soñar
Vivimos en un mundo lleno de frustración, competencia e insatisfacción. Cada vez que vienen a una
célula es la oportunidad para que puedan sentir LA FE, LA ESPERANZA Y EL AMOR que sólo Jesús
puede dar. He podido ver a través de estos años cómo han comenzado a ver cada uno de esos sueños una
realidad, porque han conocido al Dios que hace lo imposible posible.
3. Somos una familia en Cristo
a célula es un lugar muy especial para hacer amigos que edifican nuestra vida en Dios.
Podríamos decir que se vuelve una familia con lazos de amistad fuertes. Debes generar
también espacios de compartir y disfrutar en armonía. También puede ser una linda
oportunidad para ganar familias enteras para el Señor.
4. Ten tiempos de oración
A veces nos emocionamos con el compartir pero no podemos perder el enfoque, lo más
importante en una célula es poder tener tiempos de amistad con Dios como amigos. Por esto
siempre ten un espacio para dejar que el Espíritu Santo obre en los corazones de cada
persona que está participando de la célula a través de la oración.
5. Debe ser una prioridad restaurar los hogares
Una sociedad está conformada por familias, todos hacemos parte de una. Necesitamos
colocar como prioridad en nuestros ministerios la restauración total de los hogares.
Un hijo necesita de sus padres en armonía, viviendo en amor y paz. Una esposa necesita un
marido que la motive, la ame y la cuide. Un esposo necesita una esposa que lo admire, lo
ame y respete. ¡Necesitamos hogares sanos para sanar nuestra sociedad!
¡Involúcrate en una célula, abre las puertas de tu casa para iniciar una!

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