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2008
ISBN: 978-84-475-3670-2
Introducción
Javier Laviña 9
Javier Laviña
Universidad de Barcelona
John Gledhill
Universidad de Manchester,
Escuela de Ciencias Sociales,
Antropología Social
REFERENCIAS
Stefano Varese1
Universidad de California, Davis
RESUMEN
87% sin electricidad, 93.75% sin agua entubada, 100% sin drenaje
y 87.50% con piso de tierra. Además, el 46.15% y 74% de la
población indígena de 15 años y más es analfabeta y no tiene
escuela primaria completa, respectivamente. En el municipio
aledaño de San Pedro Pochutla, sin inversiones significativas de
1985 a la fecha, las viviendas con población indígena se encuentran
en situación similar.8
EL ESPACIO GEOÉTNICO
2004.
Territorio, tierras y recursos 43
por mixtecos y/o amuzgos. Para las áreas con tenencia de tierra
ejidal, sólo hay proyectos "culturales" auto-motivados y gestionados
por los afro-descendientes. Los pocos proyectos productivos los llevan
adelante organizaciones cooperativas de pescadores, pequeños
productores agrícolas y caciques locales venidos a menos (que tienen
cultivos comerciales de cacahuate, limón, frutales, y ganado. En
estas comunidades no hay turismo ni presencia institucional externa
fuerte, ni siquiera la de ONG o universidades que son tan
significativas en las otras zonas costeras.
Las comunidades indígenas mixtecas, chatinas y amuzgas
tienden a ubicarse en las zonas de pié de monte costero (últimas
estribaciones de la Sierra Madre del Sur) aunque en algunos casos
se observa presencia de barrios indígenas en ejidos y comunidades
afro-mexicanos del litoral. Es de notar, sin embargo, que las
cabeceras municipales más importantes de la región están
constituidas demográficamente por poblaciones indígenas mixtecas
y en menor cantidad por amuzgos y chatinos. El poder político de
estas cabeceras municipales indígenas, sin embargo, tiende a
residir en el sector mestizo.
CAMBIO DE PARADIGMA
BIBLIOGRAFÍA
1
Para una genealogía intelectual más detallada del paradigma de los
estudios sobre resistencia cotidiana, véase Sivaramakrishnan (2005).
2
Discutir la concepción foucaultiana del poder escapa por completo del
propósito de estas páginas, pero sí me gustaría apuntar que,
contrariamente a lo que a veces se supone, la forma en la que suele ser
descrito y explicado el poder en gran parte de los llamados estudios de
resistencia, y particularmente en los de James C. Scott, es
manifiestamente incoherente con la perspectiva de Foucault. El
concepto de poder manejado por Scott en realidad tiene un inequívoco
origen marxista (aunque con algunos matices y reticencias): el poder es
detentado por una clase y utilizado para reprimir los intereses de los
subalternos, siguiendo la característica visión negativa del poder
(focalizada exclusivamente en su capacidad para excluir, censurar y
reprimir) que Foucault criticara en Vigilar y castigar. Pero la
contradicción principal con el pensamiento de Foucault sin duda la
encontraríamos en la dicotomía absoluta entre poder y resistencia
planteada por Scott, contradiciendo la idea foucaultiana según la cual
la resistencia nunca está en una situación de exterioridad respecto al
poder; de hecho, siguiendo los planteamientos del filósofo francés, la
gran mayoría de los ejemplos de resistencia invocados por Scott, no
serían tales, sino manifestaciones de oposición, puesto que la
resistencia implicaría el reconocimiento de la legitimidad del poder
(Fletcher 2001:57).
Usos y abusos del concepto de resistencia 65
3
Quiero aclarar que todos los comentarios sobre la obra de Scott
vertidos en este artículo se refieren fundamentalmente a estos tres
trabajos, por contraste con otras publicaciones de dicho autor (como
The Moral Economy of the Peasant) con las cuales me siento mucho
más identificado.
4 Un ejemplo realmente curioso sería la obra colectiva publicada
recientemente en Leiden por una serie de teólogos convocados por la
Society of Biblical Literature, en la cual se aplican sistemáticamente
las ideas de Scott al estudio de la Biblia (Horsley 2005).
5 Desde mi perspectiva de antropólogo, no puedo sino congratularme de
que muchos politólogos, gracias a la obra de Scott, hayan descubierto
(¡por fin!) que también existe política allá donde no hay organizaciones
políticas formales, puesto que debo confesar el profundo malestar que
66 Andreu Viola Recasens
habían movilizado con falsas promesas (Scott 1986: 6)6. Por todo
ello, concluye este autor, la resistencia cotidiana no solamente es
mucho más representativa a causa de su (supuesta) omnipresencia,
sino que también sería más eficaz (Scott 1985: 35-36).
En este punto, la postura de Scott parece una inversión
absoluta de la famosa consigna atribuida a Abimael Guzmán, el
líder e ideólogo de Sendero Luminoso; si para el maoísta peruano
“salvo el poder, todo es ilusión”, para Scott lo que sería una ilusión,
o más exactamente un “espejismo” sería el poder, o cuando menos
las situaciones de poder absoluto (Scott 1985:286), puesto que
según este autor, bajo las apariencias más teatralizadas del orden
social, la resistencia siempre es omnipresente. Sin embargo, el
carácter extremadamente ambiguo y fragmentario de las
evidencias que Scott presenta en apoyo de su ambiciosa propuesta
a menudo producen en el lector la sensación de encontrarse ante
un ejercicio de voluntarismo intelectual (o de wishful thinking),
consistente en buscar desesperadamente y a cualquier precio la
“resistencia” como una confirmación esperanzadora del fracaso de
los sistemas de opresión (Abu-Lughod 1990: 53), más que ante una
explicación convincente. Si podemos coincidir con Scott en
lamentar la escasa atención prestada en el pasado por los
científicos sociales a las modalidades más sutiles o informales de
resistencia, de ello no debería desprenderse que la solución pase
por presuponer una supuesta ubicuidad de tales modalidades, ni
mucho menos por ignorar o minimizar todo un amplio abanico de
LA ESENCIA DE LA RESISTENCIA
CONCLUSIONES
16 Así, por ejemplo, según datos del censo boliviano de población de 2001,
la población indígena que vive actualmente en las ciudades ya supera a
la residente en zonas rurales.
80 Andreu Viola Recasens
BIBLIOGRAFÍA
LA NOCIÓN DE TERRITORIO
Los kunas, junto a los ngobes, los buglés, los wounaan, los
emberas, los bri-bris y los nasos4, son uno de los siete pueblos
indígenas que alberga el Estado panameño. Según las cifras del
último censo5 son 61,707 y constituyen el segundo grupo indígena
del país. Aunque 32.446 residen en la comarca autónoma de Kuna
Yala, 24.133 viven en la ciudad de Panamá y el resto en las
10 Sobre las demandas territoriales kunas a lo largo del siglo XX, cf.
Howe 1995, 1997, 1998 y 2002.
11 Congreso General Kuna, 2001.
Cuando el territorio no es sólo tierra 93
12 Idem.
13 Este hecho es común a muchos contextos latinoamericanos. Como han
demostrado Getches (2002) y Toledo (1997) hasta el día de hoy ni el
derecho nacional ni el internacional contemplan la protección de las
aguas en territorios indígenas.
94 Mónica Martínez Mauri
LA TERRITORIALIDAD Y EL MAR
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
INTRODUCCIÓN
4 Carmack (2001: 34) afirma que Xe lajuj, Utatlán, Atitlán e Iximché, los
centros urbanos más importantes de los reinos pre-hispánicos del
actual territorio de Guatemala, tendrían probablemente poblaciones
que oscilaban entre los 10000 y 20000 habitantes. Martínez Peláez
(1998: 79) también considera a Xe lajuj como uno de los pocos centros
urbanos de la Guatemala pre-hispánica. La importancia política y
estratégica de Xe lajuj queda reflejada en el hecho de que los k’iche’ se
enfrentaran a los españoles en sus cercanías.
Formas y contextos de la representación política indígena… 109
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
Jean-Pierre Tardieu
Universidad de la Reunión
1 En los últimos años del siglo XIX, Federico González Suárez le dedicó
unas líneas en su imponente Historia General de la República del
Ecuador, Quito: Imprenta del Clero, t. 2: 1891, t. 4: 1893. Desde entonces
no faltaron las referencias en la historiografía ecuatoriana e
internacional. Pero fue necesario esperar a la segunda mitad del siglo XX
para que los estudios se hicieran más precisos, con el capítulo dedicado
por John Leddy Phelan en su monografía The Kingdom of Quito in the
Seventeenth Century (1967), el artículo de José Alcina Franch “El
problema de las poblaciones negroides de Esmeraldas, Ecuador” (1974) y
el estudio del padre Rafael Savoia, “El negro Alonso de Illescas y sus
descendientes (entre 1553-1867)” (1988). En los umbrales del siglo XXI
salió el libro de Rocío Rueda Novoa, Zambaje y autonomía. Historia de la
gente negra de la provincia de Esmeraldas (2001).
2 Para tener una visión global de las diversas expediciones que
intentaron dominar la provincia de Esmeraldas, se consultará: José
Alcina Franch, Encarnación Moreno y Remedios de la Peña,
“Penetración española en Esmeraldas (Ecuador): Tipología del
descubrimiento”, Revista de Indias 143, 1976, págs. 65-121.
136 Jean-Pierre Tardieu
5 Los pidis formaban parte del grupo étnico de los niguas, que
evocaremos más adelante. Los niguas, según J. Alcina Franch,
ocupaban “una gran parte de la cuenca del río Esmeraldas, desde los
Yumbos hacia el mar, y la costa, desde la desembocadura del
Esmeraldas hasta el sur del cabo San Francisco y la zona de Portete,
precisamente donde se señala el desembarco de los negros”. In: op. cit.,
pág. 36.
Los mulatos de Esmeraldas. ¿Tiranos o defensores de los indios? 139
De enemigo a aliado
-El rey que puede, repliquélo, da y pone el don, como más largamente
entenderá, venido que sea a tierra.
El sacerdote le explicó a Alonso el motivo de su misión y le
presentó las provisiones reales de indulto para él y los suyos y el
nombramiento como gobernador de la provincia y de sus naturales.
Reconociendo las armas reales, Alonso, en señal de sumisión, puso
las provisiones en su cabeza y pronunció las palabras siguientes:
Señor Vicario, mi cabeza y las de mis hijos y compañeros os
encomiendo, como a mi Señor padre ; la tierra y cuanto hay en ella, es
de su Majestad, y desde luego, en su real nombre, os doy la obediencia
mía y de los que están a mi cargo; los mulatos, contenidos en esta
provisión, residen nueve o diez leguas de mi casa; yo, en vuestro
nombre, iré y los haré venir ante vos, para que, pues a mi no me
quieren obedecer, a vos, en nombre de su Majestad, os obedezcan; y vos
les diréis cómo deban acudir a aquello que yo como su Capitán les
mandaré.
Aparentemente, estas palabras, cuyo énfasis se debe a las
ínfulas de escritor de Cabello Balboa, equivalen a un verdadero
homenaje feudal. Pero, bien miradas, afirman con mucha
solemnidad el deseo del caudillo negro no sólo de quedarse con todo
su poder sino el de ampliarlo con la obligación hecha por la Corona
al segundo grupo de zambos de someterse a su autoridad. Esta es
otra prueba de inteligencia política de parte de Illescas, quien supo
sacar fuerza de flaqueza para fortalecer su control de la región. Se
trataba pues de un verdadero trueque.
Se fue Alonso el viernes 27 de septiembre para regresar el
martes 8 de octubre con una flota de balsas que seguía su canoa.
148 Jean-Pierre Tardieu
Nuevas expediciones
28 “Libro donde se asientan los acuerdos que se hazen por el oydor mas
antiguo desta rreal audiencia que reside en esta ciudad de San
francisco de Quito …”, in: Hugo Burgos G., Primeras doctrinas en la
Real Audiencia de Quito. 1570-1640 (P.D.R.A.Q.), Quito: Ed. Abya-
Yala, 1995, págs. 377-379, 384-385.
29 P.D.R.A.Q., op. cit., págs. 371-373.
30 Id., págs. 374-375.
Los mulatos de Esmeraldas. ¿Tiranos o defensores de los indios? 161
31 Nos parece muy idealizada la visión que suministra el padre Jorge Villalba
Freire de la aparente sumisión de los mulatos: “La esclavitud no les hizo
odiar a sus amos ni al hombre blanco; y tampoco quebrantó su dignidad
humana, pues los vemos tratar de igual a igual, de potencia a potencia, con
el gobierno real, y exigir condiciones razonables, convirtiéndose en una
provincia confederada y amiga, bajo un mismo rey y un mismo presidente”.
In: El licenciado Miguel de Ibarra, sexto presidente de la Audiencia de Quito,
su gobernador y capitán general, 1550-1608, Quito: Centro de Publicaciones
de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, 1991, pág. 177.
162 Jean-Pierre Tardieu
FUENTES
BIBLIOGRAFÍA
Javier Laviña
Universidad de Barcelona
3 Encinas, Diego de. Cedulario indiano. Libro IV, fol 384. Madrid 1946.
4 Hernando, Josep. Els esclaus islàmics a Barcelona: blancs, negres,
llors i turcs. De l’esclavitut a la llibertat (s. XVI). pgas 172-202.
Barcelona 2003.
5 Encinas, Diego de. Cedulario indiano. Libro IV, fol 383-384. Real
célula que manda que no pasen a Indias esclavos ni negros que se
hayan criado con moriscos, aunque sean de casta de negros. Valladolid
16 de julio de 1550.Madrid 1946.
6 Es el período que Zeuske define como esclavitud sin imperio, Zeuske,
Michael. Schwarze Karibik. Sklaven, Sklaverei Kultur und
Emanzipation. Zurich 2004.
7 Encinas, Diego de. Cedulario indiano. Libro IV, fol 383. Madrid 1946.
Ritual y resistencia cultural en Santo Domingo 167
FUENTES
BIBLIOGRAFÍA
0,80% 0,80%
11,10%
21,60%
64,90%
EL CASO DE ESTUDIO
16 Esta y todas las citas que siguen sobre la carta presentada por los
hermanos Gomez, se pueden consultar en AHNM, Consejos, 20627,
Carta de Raymundo Joseph y Gabriel Gomez al Gobernador de
Panamá, diciembre de 1754.
Fronteras movedizas: la ciudad y el arrabal de Panamá en el s. XVIII 191
CONCLUSIONES
Hay varios aspectos que quiero resaltar del estudio de caso que
acabo de presentar. El primero de ellos, la resistencia presentada
por parte del Alférez Raymundo Gomez y su hermano Gabriel
Gomez a la prohibición de mantener su tienda abierta. Resistencia
física ejemplificada en evitar ser comunicados el Auto que les
obligaba a cerrarla, y evitando dar la llave para que se llevara a
cabo el inventario, a pesar de que a uno de ellos le acarreó la
cárcel.
Por otra parte, quiero resaltar el conocimiento de los hermanos
Gomez, y de las personas que les asesoraron, de la realidad en
otras ciudades de América, de las leyes y procedimientos judiciales.
También lo es que resaltaran la honradez de su familia, las
dispensas recibidas anteriormente por otros miembros de su
Fronteras movedizas: la ciudad y el arrabal de Panamá en el s. XVIII 195
FUENTES PRIMARIAS
BIBLIOGRAFÍA
Richard Price
College William and Mary
El Artículo 3 del tratado, el que tiene que ver con el territorio, indica
simplemente:
Ellos [los Saramakas] continuarán viviendo en el mismo territorio
donde tienen sus poblados en la actualidad, y si llegaran a desear
mudarse a otra zona, deben informar al gobernador [colonial] y no se
mudarán hasta que reciban un mensaje de que tal desplazamiento ha
sido aprobado.
BIBLIOGRAFÍA
“e dirigindo minha jornada pello río das Trombetas tam incognito como
perigoso que ninguem o tinha cometido: Cheguei enfim aos certões do
gentio que confinan com Olanda.[…]pellos religiosos filhos da Provincia
da Piedade, que com tanto trábalo, perigo, e zello foi o Río das
Trombetas descuberto neste presente anno de 1727 a custa de sua
Religiam; movidos só de interesses espiritual, salvaçam das almas e
serviço de Vossa Real Magestade”.
15 La ocupación portuguesa del valle del río Madeira, río Branco y del río
Negro se efectuó, de esta forma, a finales de la década de los años
setenta del siglo XVIII, con un marcado carácter político-estratégico en
la delimitación de las fronteras de la Amazonia portuguesa. Esta
estrategia consistía en formar una barrera contra las posibles
incursiones de sus vecinos españoles, franceses, ingleses y holandeses
en el valle amazónico. Región fronteriza con los dominios españoles y
holandeses en la Guayana, entraría decididamente en la escena
política a partir del tratado de Madrid en 1750 entre España y
Portugal para la demarcación de sus fronteras coloniales,
posteriormente ratificado por el tratado de San Ildefonso en 1777. El
Tratado de Madrid fue la tentativa más ambiciosa por acabar con el
contencioso entre España y Portugal. La colonia de Sacramento y las
Filipinas se cede al rey de España y las tierras jesuíticas del río
Uruguay al de Portugal. El posterior tratado de San Ildefonso
entregaba también a las islas de Fernando Poo y Annobón (Guinea
Ecuatorial) a España, consiguiendo así una vía de acceso directo a los
mercados de esclavos africanos. El Tratado de Madrid fue la tentativa
más ambiciosa por acabar con el contencioso entre España y Portugal.
La colonia de Sacramento y las Filipinas se cede al rey de España y las
tierras jesuíticas del río Uruguay al de Portugal. El posterior tratado
de San Ildefonso entregaba Colonia junto a las islas de Fernando Poo y
Annobón (Guinea Ecuatorial) a España, consiguiendo así una vía de
acceso directo a los mercados de esclavos africanos. Para Portugal
significaba el reconocimiento a la ocupación de la amazonía y la
renuncia a las aspiraciones de expansión que había promovido el
marqués de Pombal. Halperín Donghi, T. Reformas y disolución de los
imperios ibéricos. 1750-1850.1985:77.
Cuando estos monstruos declararon la libertad de los esclavos 227
21 Reis, 1979:21-26
22 La creación del Estado de Grão-Pará y Maranhão fue decidida el 13 de
junio de 1621 (el cargo de gobernador sería atribuido el 23 de
septiembre de 1623) y permaneció segregada del virreinato del Brasil
hasta 1772. La creación en 1621 obedeció a una política de
descentralización de sus vastas posesiones. (Chambouleiron, Rafael.
230 José Luis Ruíz-Peinado Alonso
28 Alencastro, 2000.
29 Sobre los desertores, muchos reclutas en la Amazonia de la década de
1830 habían sido rebeldes en los procesos revolucionarios de
Pernambuco, Maranhão y Bahia, siendo deportados de sus provincias
para servir en otras. Ricci, 2003:181.
30 “Para a Cámara de Santarém. remeteo aVmces. aCopia incluza da
Regia Provizão do Conselho Ultramarino dadata de 12 de maio de 1751
dirigida aeste Governador sobre oque sedeve practicar na aaprehensão
Cuando estos monstruos declararon la libertad de los esclavos 233
"As relativamente poucas tradições que ainda pude colhêr, falam dessas
lutas dos Kah.yana entre si, contra os seus aparentados Kachuyanas e
contra os pretos mocambeiros. O aumento da fôrça dos mocambeiros,
escravos fugidos do baixo Amazonas que, no século passado, aos poucos,
ocuparam todo o Trombetas até o Repartimento com o Uanamú ou
Panamá, foi um dos fatôres decisivos no abandono do río Trombetas,
pròpiamente dito, pelos Kay.yana… Mas mesmo êstes pequenos restos
[en 1948] tendem a extinguir-se, especialmente pela mesclagem com os
atuais Kachuyanas e Pinakoto do Erepecurú”. 36
"…poder ocorrer a qualquer choque que possa haver seja de árte dos
escravos ou de alguns insubordinados".
EL MOCAMBO MARAVILHA
61 Idem.
Cuando estos monstruos declararon la libertad de los esclavos 245
62 Funes, 1996.
63 Derby, O. “O Río trombetas”, Boletim do Museu Paraense de História Natural e
Ethnographia, Tomo I, (fascículos 1-4). Belém, 1898: 368. También ver Lê Cointe
sobre los excelentes recursos del río Trombetas. Le Cointe, P. “L’Amazonie
Brésilienne”, ed. Challamel, Paris, 1922.
64 Así lo expresaría años después (1873) el clérigo Francisco Bernandino
de Sousa:
“E pois, além da grande falta de braços com que lutam os agricultores
de Amazonas, em conseqüência da avultada emigração que aflui para
os seringais, têm ainda de lutar com a praga dos mocambos, que são
como uma viva e permanente ameaça!” Citado en Salles 1988: 238.
246 José Luis Ruíz-Peinado Alonso
LA AMENAZA EXTERNA
73 Protasio Frikel, que aunque acabó como antropólogo en los años 60 del
siglo pasado, andó recogiendo la memoria histórica de los pueblos
indígenas y de las comunidades mocambeiras.
74 "…acola achei cerca de 130 pessoas além de índios que estão no meio
dos pretos, os quais estão divididos por muitos lugares e em cada um
achei uma linda capelinha onde praticam alguns atos religiosos".
APEP, Secretaria da presidência da província (1860-1869), Oficio de
frei Carmelo Mazzarino ao presidente da província, 15 de enero de
1868, citado en Funes 1996: 476.
75 Funes, 1995:186.
250 José Luis Ruíz-Peinado Alonso
“Fei Carmelo alou-lhes que o tempo tinha mudado. Que havia “o ventre
livre”, etc… Aconcelhou-os se mudaram para o río morto, abaixo das
cachoeiras, etc…A maior parte eccedeu ao conselho do padre, mudando-
se para a Porteira e vizinhanças, até a boca do Cachorro, (os mais
desconfiados), dentro do Mapuera e Porteira abaixo até o Jacare e
Tapagem, onde hoje ainda mora a maioria deles. Mais houve um grupo
de desconfiados que não queriam descer, julgando traição nas palavras
e no procediemento do padre. Ficaram no Campiche, primeiramente, e
depois arribaram, ninguem sabe para onde. Mas julgam que foram
para as zonas centrais entre o Trombetas e Erepecurú, perto das
Guianas. [os indios Katiciyaná falam que uma trilha de “negros brabos”
77 Idem.
78 Ruiz-Peinado. 2003
252 José Luis Ruíz-Peinado Alonso
79 Cruz, 1952:131-132.
80 Salles, 1988:235.
Cuando estos monstruos declararon la libertad de los esclavos 253
”Eu sei dizer que os patrões deles já ficavam certo naquelas quinzenas,
que eles chegavam de noite e iam batiam na porat…-”Já chegou preto?”
- “Cade tua canoa?” - “Tá em tal parte…” - “O que trouxe?”. Aí pegavam
os rapazes dele e iam desembarcar, todos troços. Desembarcavam,
agasalhavam, quando nesta hora estavam tudo no fechado. Lá ia o
almorço pra eles, lá eles dormian o dia…, pra noite eles aguentaram
pra virem embora… Só remavam de noite. De dia, esta hora estavam
dentro do igapó, nos lagos, agasalhados… Asim eles andavam. É. Era
em Óbidos a valência deles… já tinha os patrões certos.”
Tristan Platt
Universidad de St Andrews
EN BUSCA DE LA TRIANGULACIÓN
del siglo XIX, sino que remite a una historia mucho más antigua
que ha venido resignificándose en cada nueva coyuntura desde
siglos atrás, antes y después de la fundación de las dos ciudades.
No es, estrictamente, un problema exclusivo de la Nación
boliviana, sino que refleja diferencias y relaciones entre dos
espacios geopolíticos que arrancan por lo menos desde mediados
del siglo XV, y tienen ramificaciones que exceden en mucho las
fronteras actuales de Bolivia. La historia republicana del encono
entre Sucre y La Paz no ha sido más que una expresión
relativamente reciente de esta diferencia profunda.
Hemos propuesto que el contraste entre un Sur negociador y un
Norte resistente no es simplemente un problema de perspectiva
teórica, ni puede reducirse a la necesidad de reformular todas las
situaciones de resistencia y derrota en términos de la negociación
cotidiana, o de la “agencia de los subalternos”. El contraste que
hemos señalado entre el Collao y Charcas debe ser reconocido en
términos que permiten conceptualizar una persistente diferencia
histórica. Si los origenes de las naciones se han buscado por
algunos en el siglo XIX post-ilustrado (Anderson 1983), otros han
notado la necesidad emocional de encontrar (o de otro modo
fabricar) antecedentes étnicos con los cuales establecer una
“esencia” arqueológica, o mítica, para la nación (Hobsbawm &
Ranger 1983, Smith 1986). Esto, precisamente, es lo que los elites
paceños pretendieron también para su Departamento. Pero en
Bolivia tal unidad nacional está ausente, si no está en el mismo
macizo andino (como sostuvo Jaime Mendoza); porque en los
niveles mas profundos de la “excavación arqueológica”
encontramos, no un solo horizonte (a pesar de Tiwanaku), ni una
sola etnía (pace “los Aymaras”), sino una serie de espacios,
parcialidades, federaciones, horizontes, divisiones entre Urqusuyu
y Umasuyu,9 lenguas, clases y castas, provincias en múltiples
niveles con sus relaciones interregionales, cada una con sus propios
invasores, adelantados, encomenderos y pobladores españoles,
9 Tanto las federaciones del Norte como las del Sur fueron clasificadas, y
a veces ellas mismas divididas, entre Urqusuyu (“provincia de los
Cerros”) y Umasuyu (“provincia del Agua”). Otras divisiones también
son documentadas en PBH 2006.
Entre resistencia y negociación: historias de dos ciudades bolivianas 281
POSTSCRIPTUM
BIBLIOGRAFÍA
EL POBLAMIENTO INDÍGENA
LA RECOLECCIÓN DE LA MIEL
CONSIDERACIONES FINALES
5 Casa de rezos.
6 (Ilex paraguayensis).
7 (Philodendron sp.)
8 Máxima divinidad del panteón mbya.
Espacio, territorio y resistencia simbólica en los Mbya de Misiones, Argentina 305
BIBLIOGRAFÍA
Online: <http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/becas/JOV01
Geopoliticadelaecologia/Wilde< [Consulta, 25.02.2007]
MULTICULTURALISMO, DERECHOS
TERRITORIALES E IDENTIDAD INDÍGENA
EN VENEZUELA1
PLANTEAMIENTOS PARA UNA ETNOGRAFÍA
A TRAVÉS DE LAS LEYES
son inherentes así como de las vías de futuro que se generan y que
pueden incluso llegar a transformar o crear nuevas leyes y nuevas
políticas.
durante años (Clarac N., 1974-1975: 204; Seijas & Suels, 1986: 24).
En realidad, el impulso al programa indígena del IAN estuvo muy
en relación con las repercusiones nacionales e internacionales del
genocidio de la Rubiera, en 1967, cuando 17 indígenas Hiwi fueron
asesinados (Clarac N., 1974-1975: 204).
Esta realidad social y política impuso que uno de los objetivos
de los programas propuestos tuviera que ver con la promoción
cultural orientada a dos ámbitos: hacia la opinión pública nacional
con el objetivo de crear una valoración positiva de lo indígena, y
también hacia las propias comunidades indígenas para promover
su participación y orientar su capacitación en un conocimiento
básico de la Ley y de la organización institucional encargada de
implementarla (Clarac N. 1974-1975: 207-208). Todo ello con el
objetivo del “enriquecimiento del acervo cultural venezolano” y de
fomentar la participación real y efectiva de las comunidades, tal
como es el objetivo de la Ley, en el proceso socio-económico
nacional que convergerá hacia su liberación (Clarac, N. 1974-1975:
205, 209).
La otra posición que surge desde la Antropología en relación a
la Ley de la Reforma Agraria, sin cuestionar la capacidad y la
efectividad de las leyes para proteger los derechos reales de las
comunidades, pone en duda la efectividad de su aplicación por el
carácter homogeneizador de las políticas y de los planes de
desarrollo que derivan de ellas. En este contexto, varias son las
contradicciones o las confusiones que algunos antropólogos
constatan entre lo que formula la Ley de 1960, las representaciones
culturales y las dinámicas cotidianas de las distintas comunidades
o “tribus indígenas” para el momento.
La primera de estas contradicciones tiene que ver con el valor
real que los grupos indígenas atribuyen a las tierras. Los grupos
indígenas, plantean estos estudios, no atribuyen a la tierra un
valor comercial. Evidentemente las tierras tienen un valor
económico por las actividades de subsistencia que se desarrollan en
ellas pero son sobre todo experimentadas como lugares de
concretización de relaciones sociales. En este sentido la relación a
Multiculturalismo, derechos territoriales e identidad indígena en Venezuela 341
territorial con todos los cambios que esto implica en todos los
niveles: tecnológico, económico, social, político, ideológico y ritual?
La primera de estas preguntas va a poder en parte resolverse
en las conclusiones de este mismo apartado. La segunda pregunta
tiene su respuesta en el mismo texto de la LOPCI. Los conceptos
de ancestralidad y tradicionalidad, tal como se transcriben a
continuación, son reformulados legalmente. En la LOPCI los
conceptos ancestral y tradicional se alejan de su conceptualización
legal inicial, la que tenían en la Constitución (1999) y en la Ley de
Demarcación y Garantía del Hábitat y Tierras de los Pueblos
Indígenas (2001), para adquirir unos contenidos más sociológicos
(Mansutti, 2006:29-30). Así, en esta reformulación se elimina
cualquier referencia a la ocupación territorial como base de los
derechos indígenas para dar prioridad a la herencia histórica que
se transmite entre generaciones y a los patrones culturales de
cada grupo sin que sea necesaria, se especifica en las leyes, una
continuidad en el tiempo y en el espacio:
territoriales que las leyes les reconocen con los derechos que otras
leyes, como la “Ley de Tierras y desarrollo Agrario” (2005) o el
mismo Código Civil, establecen para el conjunto de los ciudadanos
venezolanos, y que a menudo entran en contradicción.
La intervención del Presidente de la Comisión General de
Demarcación se inició dando cuenta de los conflictos en el proceso
de demarcación de las tierras indígenas, algunos de cuyos
expedientes tenían demandas en el Tribunal de Justicia por parte
de criollos que se sentían afectados. Ante esta situación, planteaba,
la necesaria búsqueda de un consenso “para que los pueblos
indígenas tengan espacios donde vivir”. Seguidamente, su
intervención se centró en una descripción de los cambios que a
partir de la LOPCI se habían introducido para la conformación del
expediente de demarcación. El objetivo principal de estos cambios,
insistió en varias ocasiones, era obtener un mejor conocimiento de
las zonas a demarcar; conocimientos al nivel jurídico, físico-natural
y socio-antropológico e histórico. Este conocimiento detallado,
planteaba, permitiría tener los datos necesarios para “llevar el
mapa mental –obtenido a partir del estudio antropológico– a la
cartografía oficial”. Todo ello quedaba enmarcado, según el
discurso dado por el Presidente de la Comisión Nacional, en un
posicionamiento frente a la demarcación de los territorios
indígenas como un proceso “complejo”, de “aprendizaje” y de
búsqueda de consenso.
Los discursos indígenas, al menos los que se oyeron en el Quinto
Congreso de CONIVE60, sitúan el principal apoyo a los pueblos
indígenas, desde el año 1999 e incluso anteriormente a su elección,
en el Presidente de la República al que se identifica, en muchas de
las intervenciones, tanto de los dirigentes indígenas como de los
delegados indígenas, como líder y defensor de los pueblos
indígenas, insistiéndose, paralelamente en sus raíces familiares
indígenas (Orobitg, 2007).
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFIA CITADA
Miquel Izard
Universidad de Barcelona
PROEMIO
2 El País, 8/02/07.
3 Bellaterra, 4/10/2005, 9.
Cercando la libertad. Sobre espacios libertarios americanos 373
2. CONSECUENCIAS VEROSÍMILES
3. CONJETURA O PRESUNCIÓN
4. COLOFÓN
15 Véase apéndice.
16 El amigo Pepe Bracho, especialista en música como vehículo de
resistencia de los afrovenezolanos, suele decir, “Todo caribeño sabe de
modo más o menos intuitivo que, en última instancia, la única posesión
segura que la resaca de la historia le ha dejado es su paradójica
cultura”.
386 Miquel Izard
17 Para citar un solo ejemplo Pons Prades recuerda lo que les decía en la
Escuela racionalista el geólogo Carsí Lacasa, “Hay que laborar para
que se establezca una saludable armonía del hombre con la Naturaleza
[…] primer paso hacia la armonía universal, que es la gran meta que
no hemos fijado quienes creemos que el hombre nace bueno y que la
comunidad tiene la obligación moral de hacer todo lo que esté en su
mano para que cada día que pase sea mejor”. “Notas biográficas”, Fem
memòria per fer futur, Barcelona, 2005, UPC, 7-26.
Cercando la libertad. Sobre espacios libertarios americanos 387
BIBLIOGRAFÍA