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además, que ésta se deriva del mismo error

cometido por los psiquiatras: la adherencia a


un modelo de enfermedad que ya no es ade-
cuado para las tareas científicas y las res-
ponsabilidades sociales tanto de la medicina
8 de Abril de 1977, Volumen 196, Núme- como de la psiquiatría. La importancia de
ro 4286, 129-136. cómo los médicos conceptualizan las enfer-
medades deriva de cómo dichos conceptos
determinan lo que se considera como límites
adecuados de la responsabilidad profesional
La necesidad por un nuevo mo- y cómo estos influencian actitudes y compor-
delo médico: Un reto para la tamientos hacia los pacientes. La crisis de la
psiquiatría gira en torno a la pregunta de si
biomedicina las categorías del sufrimiento humano a las
George L. Engel1 que aluden, son consideradas adecuada-
mente como “enfermedades” como actual-
Traducido al español por: Luis Ernesto Ol- mente se conceptualiza, y si el ejercicio de la
medo Navarro, Nallely Andrea Robles Cruz y autoridad tradicional del médico es apropiado
Julio Varela. Escuela de Psicología, Univer- para ayudar a sus funciones. La crisis de la
sidad de Guadalajara, 2011. medicina parte de la inferencia lógica que
desde el momento en que la “enfermedad”
es definida en términos de parámetros somá-
Resumen ticos, los médicos no necesitan preocuparse
El modelo dominante de enfermedad hoy en por los asuntos psicosociales que se encuen-
día es el biomédico, y no deja lugar dentro tran fuera de la responsabilidad y autoridad
de este marco a las dimensiones sociales, médica. En un reciente seminario de la Fun-
psicológicas y conductuales de las enferme- dación Rockefeller sobre el concepto de sa-
dades. Se propone un modelo biopsicosocial lud, una autoridad instó que la medicina “se
que proporciona un proyecto para la investi- concentra en enfermedades ‘reales’ y no se
gación, un marco para la enseñanza y un pierde en la maleza de lo psicosociológico. El
diseño de acción en el mundo real del cuida- médico no debería de verse dominado por
do de la salud. problemas que surgen de la abdicación de
teólogos y filósofos.” Otro participante pidió
por “el desenredo de los elementos orgáni-
En una reciente conferencia sobre educación cos de la enfermedad de aquellos elementos
psiquiátrica, muchos psiquiatras parecieron psicosociales del malfuncionamiento huma-
decirle a la medicina, “Por favor llévanos de no,” argumentando que la medicina debería
vuelta y te prometemos nunca desviarnos del ocuparse únicamente de los primeros (2).
‘modelo médico”. Porque, como dijo un psi-
quiatra crítico, “La psiquiatría se ha converti- Las dos posiciones
do en una mezcolanza de opiniones nada Los psiquiatras han respondido a su crisis
científicas, variedad de filosofías y ‘escuelas adoptando dos posiciones aparentemente
de pensamiento’, metáforas confusas, difu- opuestas. Una simplemente excluiría a los
sión de roles, propaganda, y políticas para la psiquiatras del campo de la medicina, mien-
‘salud mental’ y otros objetivos esotéricos” tras que la otra los apegaría estrictamente al
(1). En contraste, el resto de la medicina se “modelo médico” y limitaría el campo psiquiá-
presenta como limpia y ordenada. Tiene una trico a los desórdenes de comportamiento
base firme en las ciencias biológicas, gran- derivados de una disfunción en el cerebro.
des recursos tecnológicos a su disposición, y La primera está ejemplificada en los escritos
un historial de impresionantes logros en la de Szasz y otros que fomentan la posición en
explicación de mecanismos de enfermeda- donde “la enfermedad mental es un mito”
des así como en la elaboración de nuevos pues no se ajusta al concepto aceptado de
tratamientos. Podría parecer que la psiquia- enfermedad (3). Partidarios de esta posición
tría haría bien en emular a sus hermanas, las abogan para remover las funciones actuales
disciplinas médicas, al adoptar de una vez del psiquiatra de la conceptualización y juris-
por todas el modelo médico de enfermedad. dicción profesional de la medicina, y su re-
Pero no acepto dicha premisa. Sos- acomodo a una nueva disciplina basada en
tengo que toda la medicina está en crisis y, la ciencia del comportamiento. A partir de
ahora, la medicina sería responsable del
1
El autor es profesor de psiquiatría y medicina en tratamiento y cura de enfermedades, mien-
la Escuela de Medicina de la Universidad de Ro- tras que la nueva disciplina se preocuparía
chester, Nueva York, 14642. por la reeducación de personas con “proble-

1
mas para vivir.” Implícito en este argumento blemente la crisis de la psiquiatría es parte
se encuentra la premisa de que mientras el de una crisis mayor que tiene sus raíces en
modelo médico constituye un marco sólido el propio modelo. En ese caso, entonces
dentro del cual se entienden y tratan las en- sería imprudente para la psiquiatría el aban-
fermedades, éste no es relevante para los donar prematuramente sus modelos a favor
problemas psicológicos ni del comportamien- de uno que podría ser defectuoso también.
to, clásicamente considerados como del do-
minio de la psiquiatría. Los neurólogos se El modelo biomédico
harán cargo de trastornos que están direc- Actualmente el modelo dominante de enfer-
tamente relacionados con desórdenes en el medad es el biomédico, con la biología mo-
cerebro, mientras que la psiquiatría y disci- lecular como disciplina científica básica.
plinas similares desaparecerán del campo Asume que la enfermedad se caracteriza
médico. completamente por desviaciones de la norma
La segunda postura propone un es- de variables biológicas (somáticas) medibles.
tricto apego al modelo médico y es caricatu- No deja espacio dentro de su marco para las
rizada por Ludwig en “La vista del psiquiatra dimensiones conductuales, sociales, y psico-
como médico.” (1). De acuerdo con Ludwig, lógicas de la enfermedad. El modelo biomé-
la premisa del modelo médico es “que una dico no sólo requiere que la enfermedad sea
suficiente desviación de lo normal representa tratada como una entidad independiente de
la enfermedad, ésta se debe a causas natu- la conducta social, también demanda que las
rales conocidas o desconocidas, y la elimi- aberraciones conductuales sean explicadas
nación de dichas causas resultará en cura o con base en procesos de trastornos somáti-
mejoramiento en pacientes individuales” cos (bioquímicos o neurológicos). Así el mo-
(itálicas por Ludwig). Mientras que reconoce delo biológico comprende tanto el reduccio-
que la mayoría de los diagnósticos psiquiátri- nismo del punto de vista filosófico de que los
cos tienen un nivel inferior de confirmación fenómenos complejos derivan en última ins-
que la mayoría de los diagnósticos médicos, tancia de un único principio primario, como el
añade que ellos no son “cualitativamente dualismo mente-cuerpo, la doctrina que se-
diferentes siempre que la enfermedad mental para lo mental de lo somático. Aquí el fisica-
se suponga que surge, en gran medida de lismo es el principio primario del reduccio-
causas naturales, más que de las metapsico- nismo; es decir, asume que el lenguaje de la
lógicas, interpersonales o sociales.” “Natural” química y la física será suficiente para expli-
es definido como “disfunciones biológicas del car el fenómeno biológico. Desde el punto de
cerebro, ya sean de naturaleza bioquímica o vista reduccionista, las únicas herramientas
neuropsicológica.” Por otro lado, “los trastor- conceptuales disponibles para caracterizar, y
nos como los problemas de la vida, las reac- las herramientas experimentales para estu-
ciones de ajuste social, los trastornos del diar los sistemas biológicos son de naturale-
carácter, los síndromes de dependencia, las za física (4).
depresiones existenciales, y varias condicio- El modelo biomédico fue ideado por
nes sociales desviadas [deberían] ser exclui- científicos médicos para el estudio de las
dos del concepto de las enfermedades men- enfermedades. Como tal fue un modelo cien-
tales ya que estos trastornos surgen en indi- tífico; es decir, se trata de supuestos com-
viduos con un funcionamiento neuropsicoló- partidos y reglas para conducirse basadas en
gico presumiblemente intacto y son produci- el método científico y constituye un modelo
das principalmente por variables sociales.” para la investigación. No todos los modelos
Tales “trastornos no psiquiátricos” no son son científicos. De hecho, definido en forma
propiamente del interés del médico- general, un modelo no es otra cosa más que
psiquiatra y tienen un manejo más apropiado un sistema de creencias utilizadas para ex-
por profesionales no médicos. plicar fenómenos naturales, para dar sentido
En suma, la psiquiatría lucha para a lo que es desconcertante o preocupan-
clarificar su estatus dentro de la principal te. Entre más socialmente disruptivo o indivi-
corriente de la medicina, si es que realmente dualmente molesto sea el fenómeno, más se
pertenece a ésta. El criterio por el cual esta presiona la necesidad del hombre para for-
pregunta se supone debe ser contestada se mular sistemas explicativos. Dichos esfuer-
encuentra en el grado en el cual el campo de zos en la explicación constituyen dispositivos
actividad del psiquiatra es considerado con- para la adaptación social. Las enfermedades,
gruente con el existente modelo médico de la por excelencia, ejemplifican una categoría de
enfermedad. Pero crucial a este problema se fenómenos naturales que demandan una
encuentra otro, pues si el modelo contempo- urgente explicación (5). Como Fabrega ha
ráneo ya no es, de hecho, adecuado para la señalado, “enfermedad” en su sentido gené-
medicina, mucho menos lo es para la psi- rico es un termino utilizado para referirse a
quiatría. Porque si no lo es, entonces posi- una cierta clase de fenómenos a los que los

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miembros de todos los grupos sociales, en el reduccionista, que dice que todos los fenó-
transcurso de la historia del hombre, han menos conductuales de la enfermedad de-
sido expuestos. “Cuando la gente de varias ben ser conceptualizados en términos de
convicciones intelectuales y culturales usan principios fisicoquímicos; y la exclusionista,
términos análogos a ‘enfermedad.’ ellos tie- que dice que cualquier cosa que no pueda
nen en mente, entre otras cosas, que el fe- ser explicada debe ser excluida de la catego-
nómeno en cuestión implica una dañina e ría de enfermedad. Los reduccionistas admi-
indeseable desviación o discontinuación de ten que algunas alteraciones en la conducta
una persona…asociada al deterioro y discon- pertenecen al espectro de enfermedad. Ellos
formidad” (5). Ya que la condición no es de- categorizan esto como enfermedades menta-
seada, incrementa la necesidad de acciones les y designan a la psiquiatría como la co-
correctivas. Esto último implica creencias y rrespondiente disciplina médica. Los exclu-
explicaciones sobre la enfermedad, así como sionistas consideran a las enfermedades
reglas de conducta para racionalizar las ac- mentales como un mito y habría que eliminar
ciones de tratamiento. Esto constituye los a la psiquiatría de la medicina. Entre los mé-
dispositivos de adaptación social para resol- dicos y psiquiatras de la actualidad, los re-
ver, tanto para los individuos como para la duccionistas son los verdaderos creyentes,
sociedad en la que la persona enferma vive, mientras que los exclusionistas son los após-
las crisis e incertidumbres alrededor de la tatas, aunque ambos condenan como here-
enfermedad (6). jes a aquellos que se atreven a cuestionar la
Tales sistemas de creencias sobre la máxima verdad del modelo biomédico y pug-
enfermedad derivados de la cultura también nan por un modelo más adecuado.
constituyen modelos, pero no son modelos
científicos. Estos pueden relacionarse a mo- Orígenes históricos del modelo biomédi-
delos populares o folklóricos. Como intentos co reduccionista
de adaptación social, estos contrastan con En la consideración de los requisitos para un
los modelos científicos, los cuales están modelo científico más completo del modelo
principalmente diseñados para motivar la médico para el estudio de las enfermedades,
investigación científica. El hecho histórico una perspectiva etnomédica es de gran ayu-
que tenemos que enfrentar es que en la so- da (6). En todas las sociedades, antiguas y
ciedad occidental moderna la biomedicina no modernas, analfabetas o alfabetas, el mayor
sólo ha provisto bases para el estudio cientí- criterio para identificar a la enfermedad ha
fico de la enfermedad, sino que también se sido siempre de naturaleza conductual, psi-
ha convertido en nuestra perspectiva cultural cológica, y social. Clásicamente, el inicio de
sobre la enfermedad, es decir, nuestro mo- una enfermedad es marcado por cambios en
delo popular. Ciertamente el modelo biomé- la apariencia física que asustan, confunden,
dico es ahora el modelo popular dominante o atemorizan, y por alteraciones en el funcio-
de enfermedad en el mundo occidental (5, 6). namiento, en los sentimientos, en el desem-
En nuestra cultura las actitudes y peño, en la conducta, o en relaciones que
creencias de los médicos son moldeadas por son percibidas o experimentadas como peli-
este modelo mucho antes de que se embar- grosas, dañinas, displacenteras, indeseadas,
quen en su propia educación profesional, o no queridas. Comunicados verbalmente o
que a su vez lo refuerza sin necesidad de demostrados por el que los sufre o los atesti-
clarificar cómo su uso para la adaptación gua, éstos constituyen los datos primarios en
social, contrasta con su uso para la investi- los cuales se basan los juicios de primer
gación científica. El modelo biomédico por lo orden sobre si una persona está o no enfer-
tanto se ha convertido en un imperativo cul- ma (7). Ante dichas conductas perturbadoras
tural, cuyas limitaciones son fácilmente pa- y reportes, todas las sociedades responden
sadas por alto. En resumen, ahora ha adqui- típicamente por designar individuos y evolu-
rido el estatus de dogma. En la ciencia, un cionando instituciones sociales cuya función
modelo es corregido o abandonado cuando primaria es evaluar, interpretar, y proveer
falla en considerar adecuadamente toda la medidas correctivas (5, 6). La medicina como
información. Un dogma, por el contrario, una institución y como una disciplina, y los
requiere que los datos discrepantes sean médicos como profesionales, evolucionaron
forzados para encajar con el modelo o ser como una forma de responder a dichas ne-
excluidos. El dogma biomédico requiere que cesidades sociales. En el curso de la historia,
todas las enfermedades, incluyendo las en- la medicina se volvió científica en la medida
fermedades “mentales”, sean conceptualiza- que los médicos y otros científicos desarro-
das en términos de una alteración de los llaron una taxonomía y la aplicación de mé-
mecanismos físicos subyacentes. Esto per- todos científicos para el entendimiento, tra-
mite sólo dos alternativas donde la conducta tamiento, y prevención de alteraciones que el
y la enfermedad pueden ser reconciliadas: la

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público primeramente ha designado como su servicio como guía y justificación para las
“afección” o “enfermedad.” normas de cuidado médico, la biomedicina
¿Porqué el modelo biomédico reduc- también ha contribuido a multitud de proble-
cionista y dualista evolucionó en el occiden- mas que consideraré más adelante.
te? Rasmussen identifica una fuente en la
concesión de la establecida ortodoxia cristia- Limitaciones del modelo biomédico
na para permitir la disección del cuerpo Estamos ahora frente a la necesidad y desa-
humano hace cinco siglos (8). Tal concesión fío de ampliar el enfoque hacia la enferme-
está en consonancia con el punto de vista dad para incluir lo psico-social sin sacrificar
cristiano de que el cuerpo es un recipiente las enormes ventajas del modelo biomédico.
débil e imperfecto para la transferencia del Todos están de acuerdo sobre la importancia
alma de este mundo al siguiente. De manera de éste último: los reduccionistas, los exclu-
no sorprendente, el permiso de la iglesia sionistas y los que reniegan. En una reciente
para estudiar el cuerpo humano incluyó una crítica de la postura exclusionista, Kety puso
contradicción tácita contra la investigación el contraste que existe entre ambos en forma
científica de la conducta y de la mente tal que ayuda a definir las cuestiones (9). “De
humana. Para el punto de vista de la iglesia acuerdo al modelo médico, la enfermedad
estos aspectos tenían que ver más con la humana no llega a ser una enfermedad es-
religión y el alma y consecuentemente per- pecífica de repente y no es equivalente a
manecieron en su dominio. Este convenio ella. El modelo médico sobre la enfermedad
puede considerarse en gran medida como el es un proceso que se mueve del reconoci-
responsable de la base anatómica y estructu- miento y su mitigación de los síntomas a la
ral sobre la cual la ciencia médica occidental caracterización de la enfermedad específica
eventualmente sería construida. Al mismo para la cual se conoce la etiología y patogé-
tiempo, el actual principio básico de la cien- nesis de manera que su tratamiento es ra-
cia, enunciado por Galileo, Newton y Descar- cional y específico.” Así, la taxonomía pro-
tes, era analítico, significando que las enti- gresa de los síntomas a los grupos de sínto-
dades a ser investigadas serían resueltas en mas, a los síndromes y finalmente a la en-
términos de secuencias o unidades causales fermedad con una patogénesis y patología
aislables a partir de las cuales se asumiera específicas. Esta secuencia describe con
que el todo podía ser entendido tanto mate- precisión la aplicación exitosa del método
rial como conceptualmente al reconstituirse científico para la explicación y clasificación
las partes. Con el dualismo mente-cuerpo, de entidades discretas de enfermedades y su
fuertemente establecido bajo la autorización sentido genérico (10). El mérito de tal enfo-
de la iglesia, la ciencia clásica fácilmente que no necesita más argumentos. Lo que
fomentó la noción del cuerpo como máquina, requerimos examinar cuidadosamente son
de la enfermedad como la descomposición las distorsiones introducidas por la tendencia
de la máquina y de la tarea del médico para reduccionista para considerar a la enferme-
reparar la máquina. Así, el enfoque científico dad específica caracterizada adecuadamen-
acerca de la enfermedad empezó a centrarse te, si no es que de la mejor forma, en térmi-
de manera analítica-fraccional en los proce- nos de pequeñísimos componentes aislables
sos biológicos (somáticos), ignorándolos que tienen implicaciones causales. Por
aspectos conductuales y psicosociales. Esto ejemplo, el aspecto bioquímico o, más críti-
fue así a pesar de que en la práctica muchos camente, afirmar que la designación “enfer-
médicos, al menos al inicio del siglo XX, con- medad” no se aplica ante la ausencia de
sideraron a las emociones como elemento perturbaciones en el nivel bioquímico.
importante para el desarrollo y transcurso de Kety se enfoca en este problema al
la enfermedad. Realmente, tal exclusión comparar la diabetes mellitus y la esquizo-
arbitraria es una estrategia aceptable en la frenia como paradigmas de enfermedades
investigación científica, especialmente cuan- somáticas y mentales, señalando la propie-
do los conceptos y métodos apropiados para dad del modelo médico para ambas. “Ambas
las áreas excluidas aún no están disponibles. son conjuntos de síntomas o síndromes, uno
Pero llega a ser contraproducente cuando tal descrito por anormalidades somáticas y bio-
estrategia se vuelve norma y el área, origi- químicas y el otro por síntomas psicológicos.
nalmente dejada de lado por razones prácti- Cada una puede tener diversas etiologías y
cas, es permanentemente excluida, si no es muestra un rango de intensidad desde la
que completamente olvidada. Mientas más severidad, debilitamiento hasta la latencia o
grande sea el éxito del estrecho enfoque es su límite. También hay evidencia de que las
más probable que esto ocurra. influencias genéticas y ambientales operan
El modelo biomédico enfocado en la en el desarrollo de ambas.” En esta descrip-
enfermedad ha tenido éxito mas allá de to- ción, al menos en términos reduccionistas, la
das las expectativas, pero con un costo. En caracterización científica de la diabetes es la

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más avanzada que ha progresado del marco puede culminar en un malestar activo o una
conductual de los síntomas hacia las anor- enfermedad manifiesta (10). El defecto bio-
malidades bioquímicas. Recientemente, los químico no puede considerarse para todo de
reduccionistas asumen que la esquizofrenia la enfermedad, para el completo entendi-
logrará un grado similar de solución. Al des- miento se requiere de conceptos y marcos
arrollar su posición, Kety aclara que él no de referencia adicionales. De esta manera,
considera los factores genéticos y los proce- mientras que el diagnóstico de la diabetes se
sos biológicos de la esquizofrenia que ahora sugiere a partir de ciertas manifestaciones
se sabe que existen, o que serán descubier- clínicas fundamentales, por ejemplo, poliuria,
tos en un futuro, como las únicas influencias polidipsia, polifagia y pérdida de peso, y en-
importantes en su etiología. Él insiste en que tonces es confirmado por los resultados de
son igualmente importantes es la elucidación laboratorio como una relativa insuficiencia de
de “cómo los factores experienciales y sus insulina, cómo son éstas experimentadas,
interacciones con la vulnerabilidad biológica cómo se reportan por cualquier persona y
hacen posible o previenen el desarrollo de la cómo lo afectan, requiere de una considera-
esquizofrenia”. Pero si tal advertencia será ción de factores psicológicos, sociales y cul-
suficiente para contrarrestar el reduccionis- turales por no mencionar otros factores con-
mo básico, está lejos de ser cierto. currentes o complicaciones biológicas. La
variabilidad de las expresiones clínicas de la
Los requerimientos de un nuevo modelo diabetes así como las de la esquizofrenia, y
médico la de la experiencia y expresión de estas
Para explorar los requisitos de un modelo enfermedades, refleja tanto estos otros ele-
médico que representara la realidad de la mentos como las variaciones cuantitativas
diabetes y la esquizofrenia ya sea como ex- del defecto bioquímico específico.
periencias humanas o como enfermedades
abstractas, vamos a extender la analogía de 2) El establecimiento de una relación
Kety suponiendo que la anormalidad bioquí- entre procesos bioquímicos particulares y los
mica específica, capaz de ser influenciada datos clínicos de la enfermedad requiere de
farmacológicamente, existe en la esquizofre- un enfoque hacia los datos conductuales y
nia al igual que en la diabetes, ciertamente psicosociales científicamente racional y para
una posibilidad plausible. Al obligarnos noso- los cuales están los términos en los cuales la
tros mismos a pensar en los pacientes con mayor parte de los problemas clínicos son
diabetes, una “enfermedad somática”, y con reportados por los pacientes. Sin esto, la
esquizofrenia, una “enfermedad mental”, confiabilidad de las observaciones y la vali-
exactamente en los mismos términos, vere- dez de las correlaciones serán fallidas. Es
mos más claramente cómo es indispensable poco útil ser capaz de especificar un proble-
la inclusión de factores somáticos y psicoso- ma bioquímico en la esquizofrenia si uno
ciales en ambos casos. O más intenciona- desconoce cómo relacionarla con las expre-
damente, cómo la concentración en lo bio- siones psicológicas y conductuales del des-
médico y la exclusión de lo psicosocial dis- orden. El modelo bioquímico da atención
torsiona las perspectivas e incluso interfiere insuficiente a este requisito. En lugar de esto
con el tratamiento del paciente. fomenta pasar por alto la consideración del
paciente dando mayor confianza en los pro-
1) En el modelo biomédico, general- cedimientos técnicos y en las mediciones de
mente se considera la demostración de la laboratorio. En realidad, la tarea es aprecia-
desviación bioquímica específica como un blemente más compleja que la que uno cree
criterio específico para el diagnóstico de la que promueve el modelo biomédico.
enfermedad. Sin embargo, a pesar de la Un análisis de las correlaciones entre
experiencia humana de la enfermedad, la los datos clínicos y los del laboratorio requie-
documentación del laboratorio puede sólo re no sólo de métodos confiables de la reco-
indicar la enfermedad potencial, no la reali- lección de los datos clínicos, específicamen-
dad de la enfermedad en ese momento. La te de las habilidades especializadas para la
anormalidad puede estar presente, aun entrevista sino también del entendimiento
cuando el paciente no esté enfermo. Así, la básico de cómo los determinantes psicológi-
presencia del defecto bioquímico de la diabe- cos, sociales y culturales influyen en la forma
tes o de la esquizofrenia en el mejor de los en que los pacientes comunican los síntomas
casos define una condición necesaria, pero de enfermedad. Por ejemplo muchas expre-
no suficiente para la ocurrencia de la expe- siones verbales se derivan de las experien-
riencia humana de la enfermedad. En forma cias corporales de la infancia teniendo como
más precisa, la alteración bioquímica no resultado un grado de ambigüedad importan-
constituye sino un factor entre muchos, la te en el lenguaje que usan los pacientes para
compleja interacción de los cuales a la larga reportar los síntomas. Por eso las mismas

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palabras pueden servir para expresar pertur-
baciones básicas de tipo psicológico y corpo- 5) El "tratamiento racional" (en térmi-
ral que pueden coexistir y sobrelaparse en nos de Key) dirigido sólo a la anormalidad
formas complejas. Así, prácticamente cada bioquímica no necesariamente restaura la
uno de los síntomas relacionados con la salud del paciente aun ante la corrección
diabetes también pueden ser expresiones o documentada o ante la mejoría de la anor-
reacciones ante el estrés psicológico como malidad. Esto no es menos cierto para la
ocurre con la cetoacidosis y la hipoglucemia diabetes que lo será para la esquizofrenia
que pueden inducir manifestaciones psiquiá- cuando se determina una anormalidad bio-
tricas incluyendo algunas consideradas como química. Otros factores pueden combinarse
características de la esquizofrenia. Las habi- para mantener el estado del paciente aun
lidades más importantes del médico incluyen frente a la recuperación bioquímica. Las va-
la de provocar la respuesta verbal del pa- riables psicológicas y sociales son conspi-
ciente en la que considera sus experiencias cuamente responsables de tales discrepan-
con la enfermedad y entonces proceder a cias entre la corrección de las anormalidades
analizarla correctamente. El modelo biomé- bioquímicas y de los resultados del trata-
dico ignora tanto el rigor requerido para lo- miento.
grar la confiabilidad en el proceso de entre-
vista como la necesidad de analizar el signi- 6) Aun con la aplicación de terapias
ficado del reporte del paciente tanto en tér- racionales, la conducta del médico y la rela-
minos psicológicos, sociales y culturales así ción entre éste y el paciente influyen podero-
como anatómicos, fisiológicos y bioquímicos samente para mejorar o empeorar el resulta-
(7). do terapéutico. Estos constituyen los efectos
psicológicos que pueden modificar directa-
3) La diabetes y la esquizofrenia tie- mente la experiencia de la enfermedad o
nen en común el hecho de que las condicio- afectar indirectamente los procesos bioquí-
nes del modo de vivir constituyen variables micos subyacentes, en virtud de las interac-
importantes que influyen en el reporte del ciones entre las reacciones psico-fisiológicas
tiempo de inicio de la manifestación y de las y los procesos bioquímicos implicados en la
variaciones del curso de la enfermedad. En enfermedad (11). Así, los requerimientos de
ambos casos, esto resulta del hecho de que insulina de un paciente diabético puede fluc-
las respuestas psicofisiológicas al cambio de tuar de manera importante dependiendo de
vida puede interactuar con los factores so- la forma como el paciente perciba su relación
máticos existentes para alterar la susceptibi- con el doctor. Aún más, la aplicación exitosa
lidad y de este modo, influir en el momento de las terapias racionales es limitada por la
del inicio, la severidad y el curso de la en- habilidad del médico para influir y modificar
fermedad. Estudios experimentales con ani- la conducta del paciente acorde con las ne-
males documentan ampliamente el papel de cesidades de salud. Contrario a lo que los
la experiencia de vida temprana, previa y exclusionistas nos han hecho creer, el papel
actual para alterar la propensión a una am- del médico es, y siempre ha sido, en gran
plia variedad de enfermedades e incluso la medida el de un educador y psicoterapeuta.
presencia de una predisposición genética Conocer cómo inducir la paz mental en el
(11). La demostración de Cassel de que las paciente y mejorar su creencia en los pode-
altas tasas de la mala salud entre las pobla- res curativos de su médico requiere de habi-
ciones expuestas a la incongruencia entre lidades y conocimiento psicológicos, no me-
las demandas del sistema social en el que ramente de carisma. Estos aspectos también
viven y trabajan y de la cultura que tienen están fuera del marco biomédico.
proporciona otro ejemplo del papel que en
los humanos tienen las variables psicosocia- Las ventajas del modelo biopsicosocial
les para causar una enfermedad (12). Seguramente esta lista no está completa
pero satisfaría para documentar que la di-
4) Los factores psicológicos y socia- abetes mellitas y la esquizofrenia como pa-
les también son cruciales para determinar si radigmas de los desórdenes “somáticos” y
y cuando los pacientes con anormalidad “mentales”, son totalmente análogos y, como
bioquímica de diabetes o esquizofrenia lle- argumenta Kety, son conceptuados apropia-
gan a verse a sí mismos o por otros como damente dentro del marco del modelo médi-
enfermos. Sin embargo otros factores de co de la enfermedad. Pero el modelo bio-
naturaleza similar influyen en el momento en químico existente no es suficiente. Para pro-
que de la enfermedad pero no necesaria- veer una base para entender los determinan-
mente el momento en el que la persona que- tes de la enfermedad y llegar a tratamientos
da enferma o acepta el papel de la enferme- racionales y patrones del cuidado de la sa-
dad y el estatus de paciente. lud, el modelo médico también debe tomar

6
en cuenta al paciente, el contexto social en el vida” que en realidad pueden ser indicativos
que vive y el complementario sistema dise- de un proceso orgánico serio. Es responsabi-
ñado por la sociedad para enfrentar los efec- lidad del médico, no del paciente, establecer
tos disruptivos de la enfermedad, esto es, el la naturaleza del problema y decidir si es
papel del médico y el sistema de atención a mejor tratado dentro del modelo médico o no.
la salud. Esto requiere un modelo biopsico- Claramente, la dicotomía entre “enfermedad”
social. Su amplitud está determinada por la y “problemas de la vida” de ninguna manera
función histórica del médico para establecer tajante para el paciente ni para el médico.
si una persona que solicita ayuda está “en-
fermo” o “saludable”; y si está enfermo por- ¿Cuándo el duelo es una enfermedad?
qué lo está y en qué formas lo está; y enton- Para mejorar nuestro entendimiento de cómo
ces desarrollar un programa racional de tra- es experimentado este “problema de vida”
tamiento de la enfermedad para restaurar y como una enfermedad por unos pero no por
mantener la salud. otros, sería útil considerar el duelo como un
Las fronteras entre la salud y la en- paradigma de tal condición limítrofe. Mientras
fermedad, entre el estar bien o enfermo, que el duelo nunca ha sido considerado en el
están lejos de ser claras y nunca lo serán por esquema médico, un número importante de
que son difusas debido a consideraciones personas en duelo consultan a los médicos
culturales, sociales y psicológicas. El tradi- debido a síntomas preocupantes que no
cional punto de vista biomédico de que los necesariamente están relacionados al duelo.
índices biológicos son los criterios finales o Hace 15 años hice esta pregunta en un artí-
para definir a la enfermedad, nos lleva a la culo titulado “¿El duelo es una enfermedad?
presente paradoja de que se les diga a algu- Un reto para la investigación médica” (13).
nas personas, con resultados positivos del Su objetivo también fue hacer preguntas
laboratorio, que necesitan un tratamiento respecto a la adecuación del modelo biomé-
cuando de hecho ellos se siente bien mien- dico. Un mejor título hubiera sido: “¿Cuándo
tras que a otros, que se sienten enfermos, se el duelo es una enfermedad?” como uno
les asegure que están bien, que no tienen la puede preguntar cuándo la esquizofrenia o la
“enfermedad” (5, 6). Un modelo biospicoso- diabetes es una enfermedad. Mientras que
cial que incluye al paciente y la enfermedad hay algunas analogías obvias entre el duelo
podría abarcar ambas circunstancias. El y la enfermedad también hay algunas dife-
papel del médico es considerar la sensación rencias importantes. Pero estas contradic-
de malestar y el mal funcionamiento que ciones ayudar a hacer claras las dimensio-
conduce a las personas a buscar ayuda mé- nes del modelo biopsicosocial.
dica, a adoptar el papel de enfermo y a acep- El duelo ejemplifica claramente una
tar su estatus de paciente. Debe ponderar situación en la cual los factores psicológicos
las contribuciones relativas a los factores son primarios; no necesitan invocarse defec-
sociales y psicológicos así como los factores tos o agentes químicos o fisiológicos preexis-
biológicos implicados en el malestar y dis- tentes. Sin embargo, con las clásicas enfer-
función del paciente además de su decisión medades, el duelo ordinario constituye un
de aceptar o no el ser paciente y con ello, la síndrome discreto con una sintomatología
responsabilidad para cooperar en su propio relativamente predecible que incluye, inci-
cuidado de la salud. dentalmente, disturbios corporales y psicoló-
Al evaluar todos los factores que gicos. Manifiesta la autonomía típica de una
contribuyen tanto a la enfermedad como al enfermedad, esto es, sigue su curso a pesar
ser un paciente, más que dar primacía a los de los esfuerzos de la persona o deseos de
factores biológicos aislados, un modelo biop- darlo por terminado. Se puede identificar un
sicosocial haría posible explicar porqué algu- consistente factor etiológico, a saber, una
nas personas experimentan como “enferme- importante pérdida. Por otro lado, ni quien
dad” las condiciones que otros consideran sufre el duelo ni la sociedad ha tratado el
meros “problemas de la vida” siendo ellas duelo ordinario como una enfermedad aun
reacciones emocionales a las circunstancias cuando expresiones tales como “enfermo de
de la vida o a síntomas somáticos. A partir duelo” indicaría alguna conexión en la mente
del punto de vista del individuo su decisión de la gente. Y mientras que cada cultura
entre tener “un problema de la vida” o “estar establece disposiciones para el doliente,
enfermo” básicamente tiene que ver si acep- generalmente éstas se han considerado más
ta o no el papel de enfermo y busca ingresar como responsabilidad de la religión que de la
a un sistema de cuidado de la salud y no con medicina.
lo que de hecho es el responsable de su Frente a esto, los argumentos contra
aflicción. Ciertamente, alguna gente niega la la inclusión del duelo en el modelo médico
molesta realidad de la enfermedad al deses- parecerían ser más persuasivos. En el do-
timar los síntomas como “problemas de la cumento de 1961 los contrarresté al compa-

7
rar el duelo con una herida. Ambas son res- Un modelo biopsicosocial considera-
puestas naturales a un trauma ambiental, ría todos estos factores. Debería reconocer
uno de tipo psicológico y el otro físico. Pero el hecho fundamental de que el paciente
aun en ese tiempo sentí una vaga inquietud acude al médico ya sea porque no sabe qué
que esta analogía no tenía bastante caso. es lo que está mal o, si lo sabe, se siente
Ahora, 15 años después, un mejor entendi- incapaz de ayudarse a sí mismo. La unidad
miento de los orígenes culturales de los con- psicobiológica del hombre requiere que el
ceptos sobre la enfermedad y de los siste- médico acepte la responsabilidad para eva-
mas para el cuidado de la salud, clarifica la luar cualquiera problema que el paciente
aparente inconsistencia. El factor crítico que tenga y recomiende una vía de acción inclu-
subyace a la necesidad del hombre para yendo la remisión a otros profesionistas de
desarrollar modelos populares de la enfer- ayuda. En consecuencia, el conocimiento y
medad y desarrollar adaptaciones sociales las habilidades profesionales básicas del
para tratar con las alteraciones individuales y médico deben abarcar lo social, psicológico y
grupales que trae consigo la enfermedad, biológico pues sus decisiones y acciones en
siempre ha sido víctima de la ignorancia la conducta del paciente involucran a las
respecto a lo que es responsable de su esta- tres. ¿El paciente sufre de duelo o melanco-
do de desánimo o perturbación (5, 6). Ni el lía? ¿La fatiga y debilidad de la mujer que
duelo ni la herida se ajusta completamente a recientemente perdió a su esposo son sín-
esta categoría. En ambos, las razones del tomas transformados de reacciones psico-
dolor, sufrimiento o discapacidad son dema- fisiológicas, manifestaciones de un desorden
siado claras. Las heridas o las fracturas somático o una combinación de éstas? El
acaecidas e batalla o por accidente, en gene- paciente que solicita la ayuda del médico
ral eran autotratadas o atendidas con reme- debe tener confianza en que el grado de
dios populares o por personas que habían maestría seguramente se traduce en un mé-
adquirido ciertas habilidades técnicas en la dico competente para hacer tales diferencias.
materia. La cirugía desarrollada a partir de la
necesidad del tratamiento de heridas y lesio- Un reto para la medicina y la psiquiatría
nes tiene diferentes raíces históricas que la El desarrollo del modelo médico biopsicoso-
medicina la cual, en su origen, siempre estu- cial plantea un reto para tanto para la medi-
vo más cercana a la magia y a la religión. cina como para la psiquiatría. A pesar de los
Sólo más tarde, en la historia occidental, la grandes beneficios que ha acumulado la
cirugía y la medicina se unieron como artes investigación biomédica, existe una creciente
de la curación. Pero aun en los primeros inquietud tanto por parte del público en gene-
tiempos hubo gente que se comportaba co- ral como de los médicos, especialmente la
mo si estuviera en duelo, a pesar de que generación más joven, de que las necesida-
parecía no haber sufrido ninguna pérdida; y des de salud no se están cumpliendo y que
otras personas, que a todas les parecía que las investigaciones biomédicas no están
tenían heridas o fracturas, que no habían teniendo suficiente impacto en términos
sufrido trauma alguno. Y había gente que humanistas. Esto es usualmente atribuido a
sufría pérdidas cuyo duelo, desviado de una todas las insuficiencias que se presentan en
u otra forma por la cultura, llegara a aceptar- los sistemas de prestación de asistencia
lo como normal; otras personas cuyas heri- sanitaria y de salud. Pero ésta ciertamente
das no se curaban, se agravaban o llegaban no es una explicación completa para muchos
a enfermarse aun cuando aparentemente la que sí tienen acceso a la asistencia sanitaria,
herida había sanado. En ese entonces, como reclaman que los médicos carecen de interés
ahora, dos elementos eran cruciales para y comprensión, están preocupados por pro-
definir el papel del enfermo y del médico y cedimientos quirúrgicos y son insensibles a
por consiguiente en la determinación de lo los problemas personales de los pacientes y
que debería considerarse como enfermedad. sus familiares. Las instituciones médicas son
Para el paciente era el no saber porqué se vistas como frías e impersonales; entre más
sentía o funcionaba mal o qué hacer al res- prestigiosos sean los centros para investiga-
pecto, aunado a la creencia o conocimiento ciones biomédicas, más comunes son estas
de que el sanador o médico sabían y podían quejas (14). Las inquietudes de la medicina
dar alivio. Para el médico en cambio, era su se derivan de una creciente toma de con-
obligación para su papel profesional como ciencia entre los médicos en la contradicción
sanador. De estos aspectos han evoluciona- entre la excelencia de su carrera biomédica
do conjuntos de expectativas que son refor- por un lado y por otro la debilidad de su cua-
zados por la cultura aunque no necesaria- lificación en ciertos atributos esenciales para
mente son los mismos para el paciente y el buen cuidado del paciente (7). Muchos
para el médico. reconocen que esto no puede ser mejorado

8
trabajando solamente en el modelo biomédi- conceptos y métodos originados dentro de la
co. psiquiatría, en particular del enfoque psicodi-
El actual aumento de interés en la námico de Sigmund Freud, del psicoanálisis
atención primaria y en la medicina familiar, y de la reacción al estrés de la vida del enfo-
claramente refleja un desencanto entre algu- que de Adolf Meyer y la psicobiología (16).
nos médicos respecto al enfoque en la en- Actualmente, una de las más duraderas con-
fermedad que deja de lado al paciente. Aho- tribuciones de Freud y Meyer ha sido propor-
ra están más preparados para un modelo cionar marcos de referencia por el que los
médico que tendría en cuenta los problemas procesos psicológicos podrían incluirse en el
psicosociales. Incluso desde adentro de los concepto de enfermedad. La medicina psico-
círculos académicos vienen algunos de los somática -el término mismo es un vestigio
retos más fuertes al dogmatismo biomédico. del dualismo- se ha convertido en el medio
Así, Holman atribuye directamente al reduc- que brecha entre las dos paralelas pero in-
cionismo biomédico y al dominio profesional dependientes ideologías de la medicina: la
de sus seguidores sobre el sistema de aten- biológica y la psicosocial. Su progreso ha
ción a la salud, prácticas tales como la hospi- sido lento e interrumpido, no sólo por las
talización innecesaria, el uso excesivo de extremas complejidades intrínsecas de las
medicamentos, la cirugía excesiva, y la utili- dos áreas, si no por la incesante presión,
zación inadecuada de pruebas de diagnósti- desde adentro como desde afuera, para
co. El escribe, "mientras que el reduccionis- cumplir con las metodologías científicas bá-
mo es una poderosa herramienta para el sicas, mecanicistas y reduccionistas en la
entendimiento, también crea un profundo concepción e inadecuadas para muchos de
malentendido cuando es aplicada impruden- los problemas bajo estudio. Sin embargo, por
temente. El reduccionismo es particularmen- ahora se ha acumulado un cuerpo importante
te perjudicial cuando deja de lado el impacto de conocimiento, basado en estudios clínicos
de circunstancias no biológicas de los proce- y experimentales del hombre y animales. La
sos biológicos". Y, "algunos resultados médi- mayoría, como siempre, siendo desconocida
cos son insuficientes no porque las interpre- para el público médico en general y para la
taciones técnicas estén faltando si no porque comunidad biomédica y es ignorado en gran
nuestra percepción es inadecuada" (15). medida en la educación de los médicos. La
Qué irónico sería que la psiquiatría reciente solemne declaración de un eminente
insistiera en suscribirse en un modelo médi- líder biomédico (2) que "el emocional conte-
co que algunos líderes de la medicina ya nido de la medicina orgánica [ha sido] exage-
están empezando a cuestionar. rado" y "la medicina psicosomática está en
Los psiquiatras, inconscientemente camino de salida" sólo puede ser atribuida a
comprometidos con el modelo biomédico y los efectos cegadores del dogmatismo.
que se han dividido en los campos de guerra El hecho es que las escuelas médi-
de los reduccionistas y los exclusivistas, cas han constituido ambientes poco recepti-
están hoy tan preocupados por su propia vos, si no es que hostiles para aquellos inte-
identidad profesional y su estatus en relación resados en investigaciones y enseñanza
con la medicina, que muchos están fallando psicosomática, y en revistas médicas con
en apreciar que ahora la psiquiatría es la demasiada frecuencia han seguido este do-
única disciplina clínica en medicina que se ble estándar en aceptar documentos que
ocupa principalmente del estudio del hombre tratan con relaciones psicosomáticas (17).
y la condición humana. Mientras que las Además, gran parte del trabajo que docu-
ciencias del comportamiento han hecho al- menta en forma experimental en animales el
gunas incursiones limitadas en los progra- significado de las circunstancias de vida o el
mas escolares la enseñanza médica, es cambio en la modificación de la susceptibili-
principalmente en la psiquiatría, y en menor dad a las enfermedades, ha sido hecho por
medida de la psicología clínica, en la que psicólogos experimentales que aparece en
recae la responsabilidad del desarrollo de revistas psicológicas raramente leídas por
enfoques para la comprensión de la salud y médicos o científicos biomédicos básicos.
las enfermedades, y la atención al paciente
no se logra fácilmente en el marco más es- La perspectiva de la teoría general de
trecho ni con las técnicas especializadas de sistemas
la biomedicina tradicional. En efecto, el La lucha por reconciliar la medicina psicoso-
hecho es que las formulaciones de los prin- cial y la biológica ha tenido su paralelo en la
cipales conceptos más integrados y holísti- biología, también dominado por el enfoque
cos de la salud y de la enfermedad propues- reduccionista de biología molecular. Entre los
tas en los últimos 30 años no han venido biólogos también han surgido defensores de
desde el interior de la biomédica establecida la necesidad de desarrollar explicaciones
si no de los médicos que se han basado en tanto holísticas como reduccionistas del pro-

9
ceso de vida, para responder "¿por qué?" y males que viven en un escenario ecológico
"¿para qué?" y "¿cómo?" (18, 19). Van Ber- particular, como lo plantea Margaret Mead
talanffy, argumenta la necesidad de una ma- (23)?
yor reorientación fundamental en la perspec- La historia de cómo ascienden y
tiva científica en orden de abrir la vía a enfo- descienden los dogmas científicos a través
ques holísticos más sensibles a la investiga- de la historia puede darnos algunos indicios.
ción y conceptualización científica, desarro- Indudablemente la mera aparición de nuevos
llada por la teoría general de sistemas. (20). conocimientos y teorías rara vez es suficien-
Este enfoque, por el tratamiento de conjuntos te para derrocar dogmas que están muy
de eventos relacionados colectivamente co- arraigados. El poder de la creación de inter-
mo sistemas que manifiestan funciones y eses sociales, políticos y económicos repre-
propiedades en el nivel específico de la tota- sentan un obstáculo para cualquier medida
lidad, ha hecho posible el reconocer aspec- efectiva en contra de un dogma biomédico.
tos isomorfos a través de diferentes niveles La distribución de salud pública es una in-
de organización como moléculas, células, dustria importante, teniendo en cuenta que
órganos, el organismo, la persona, la familia, más de un 8 por ciento de nuestro producto
la sociedad, o la biosfera. nacional económico está dedicado a la salud
De tales isomorfos se pueden des- (2). La enorme inversión existente en el dia-
arrollar las leyes fundamentales y los princi- gnóstico y en la tecnología terapéutica favo-
pios que operan habitualmente en todos los rece decididamente a los enfoques para el
niveles de la organización, en comparación estudio clínico-asistencial de los pacientes
con aquellos que son únicos para cada uno. que hacen hincapié en lo impersonal y me-
Ya que la teoría de sistemas sostiene que cánico (24). Por ejemplo, desde 1967 a 1972
todos los niveles de organización están vin- hubo un aumento del 33 por ciento en el
culados entre sí en una relación jerárquica número de pruebas de laboratorio realizadas
de manera que el cambio en uno afecta el por ingreso en el hospital (25). La planifica-
cambio en los demás, su adopción como un ción de los sistemas de atención médica y su
enfoque científico debe hacer mucho para financiamiento está excesivamente influen-
mitigar la dicotomía holista-reduccionista y ciada por la disponibilidad y la promesa de la
mejorar la comunicación entre las disciplinas tecnología, su aplicación y eficacia de las
científicas. Para la medicina, la teoría de mismas se usan como criterios por los cuales
sistemas proporciona un marco conceptual se toman las decisiones sobre lo que consti-
adecuado no sólo para el concepto biopsico- tuye la enfermedad y qué califica para recibir
social propuesto de la enfermedad sino tam- atención médica. La frustración de aquellos
bién para el estudio de las enfermedades y la que encuentran que lo que creen son legíti-
atención médica como procesos interrelacio- mamente sus necesidades de salud son
nados (10, 21). Cuando un enfoque general inadecuadamente satisfechas por médicos
de sistemas se convierta en parte de la edu- demasiado orientados a la tecnología, es
cación básica científica y filosófica de los generalmente malinterpretado por el esta-
futuros médicos y los científicos médicos, blishment biomédico que las muestra como
habrá mayor disposición de incluir una pers- "expectativas irreales" por parte del público,
pectiva biopsicosocial en la enfermedad y en lugar de ser reconocido como el reflejo de
anticiparla. una discrepancia genuina entre la enferme-
dad como es realmente experimentada por el
Biomedicina como ciencia y como dogma paciente y su conceptualización en el modo
Mientras tanto, ¿qué medidas se pueden biomédico (26). La profesionalización de la
tomar y se han estado tomando para neutra- biomedicina constituye todavía una barrera
lizar el dogmatismo de la biomedicina y todas más formidable (8, 15). La profesionalización
las consecuencias sociales y científicas que ha generado un sistema de castas entre el
parten de ésta? ¿Cómo se puede establecer personal de atención de la salud y el orden
un balance adecuado entre los enfoques con respecto a lo que constituyen las áreas
fraccional-analítico y la historia natural, los apropiadas de preocupación y atención mé-
cuales funcionan de manera integral para el dica, con los trastornos más esotéricos en la
trabajo del médico y de los científicos médi- parte superior de la lista. El dominio profe-
cos (22)? ¿Cómo se puede ayudar al clínico sional "ha perpetuado las prácticas prevale-
a entender en qué medida su enfoque cientí- cientes, desviado las críticas, y aislado de la
fico hacia los pacientes representa distinti- profesión los puntos de vista alternativos y
vamente una "ciencia humana", en el que "la las relaciones sociales que aclararían y me-
confiabilidad radica en la integración de las jorarían la atención de salud" (15, p. 21).
capacidades para observar un evento com- Holman argumenta, no poco convincente-
plejo, no replicable y en los experimentos mente, que "la clase médica no se dedica
proporcionados por la historia y por los ani- principalmente a la búsqueda desinteresada

10
del conocimiento y la traslación de ese cono- señar y los estudiantes deseosos de apren-
cimiento a la práctica médica, si no que en der. Pero nada va a cambiar a menos que o
gran parte se dedica a la preservación del hasta que los que controlan los recursos
poder social” (15, p. 21). tengan la sabiduría para aventurarse fuera
En esas condiciones es difícil ver del camino trillado de la dependencia exclu-
cómo las reformas pueden llevarse a cabo. siva de la biomedicina como el único enfoque
Contribuye sin duda a otro ensayo crítico que para la atención de la salud. El propuesto
difícilmente puede lograr algún cambio im- modelo biopsicosocial provee lugar para la
portante en la actitud. El problema no es investigación, un marco para la enseñanza y
nuevo, los primeros esfuerzos por introducir un diseño de acción en el mundo real del
un enfoque más holístico en el currículo de cuidado de la salud. Ya sea si funciona o no
pregrado de medicina, en realidad se remon- está por verse. Pero la respuesta no se verá
tan al programa de Adolfo Mayer en la Uni- si las condiciones no proveen que así sea.
versidad de John Hopkins, que se inició an- En una sociedad libre, los resultados depen-
tes de 1920 (27). En Rochester, un programa derán de aquellos que tengan el coraje de
dirigido a estudiantes de medicina y médicos trazar nuevos caminos y la sabiduría para
durante y después de su entrenamiento de proveer el soporte necesario.
residencia, y diseñado para inculcar los co-
nocimientos y las habilidades psicosociales Referencia y Notas
adecuados para su trabajo futuro como mé- 1. A. M. Ludwig. J. Am. Med. Assoc. 234, 603 (1975).
2. RF lllustrated, 3, 5 (1976).
dicos o profesores, ha estado en existencia
3. T. S. Szasz, The Myth of Mental lllnes (Harper & Row,
durante 30 años (28). Aunque es difícil de New York, 1961); En E. F. Torrey, The Death of Psychia-
medir objetivamente los resultados, su im- try (Chilton, Radnor, Pa., 1974).
pacto, como lo indica una encuesta sobre 4. R. Rosen, in The Relevance of General Systems
Theory. E. Laszlo, Ed. (Braziller, New York, 1972), p.45.
cómo los estudiantes y graduados ven las 5. H. Fabrega, Arch. Gen Psychiatry, 32, 1501 (1972).
cuestiones relacionadas con la enfermedad 6. __ Science, 189, 969(1975).
en la atención del paciente, parece ser apre- 7. G. L. Engel, Ann. Intern, Med. 78, 587 (1973).
ciable (29). En otras escuelas especialmente 8. H. Rasmussen, Pharos 38, 53 (1975).
9. S. Kety, Am. J. Psychiatry 131, 957 (1974).
en el período inmediatamente posterior a la 10. G. L. Engel, Perspect. Biol. Med. 3, 459 (1960).
segunda guerra mundial, esfuerzos similares 11. R. Ader, in Ethology and Development , S. A. Bar-
se pusieron en marcha, y mientras algunos nett, Ed. (Heinemann, London, 1973), p. 37; G. L. Engel,
florecieron brevemente, la mayoría desapa- Gastroenterology 67, 1085 (1974).
12. J. Cassel, Am. J. Public Health, 54, 1482 (1964).
recieron bajo la competencia de las carreras 13. G. L. Engel, Psychosom. Med. 23, 18 (1961).
biomédicas más aceptables y glamurosas. 14. R. S. Duffand A. B. Hollingshead, Sickness and
Hoy en día, en muchas escuelas de medicina Society (Harper & Row, New York, 1968).
no es nuevo el resurgimiento del interés de 15. H. R. Holman, Hosp, Pract, 11, 11 (1976).
16. K. Menninger, Ann.Intern. Med. 29, 318 (1948); J.
algunos profesores, pero son pocos y care- Romano, J. Am. Med. Assoc. 143, 409 (1950); G. L.
cen de la influencia, prestigio, poder y acce- Engel, Midcentury Psychiatry, R. Grinker, Ed. (Thomas,
so a la financiación ante la revisión de gru- Springfleld, Ill., 1953), p. 33; H. G. Wolf, Ed., An Outline
pos de pares que van más de acuerdo con la of Man's Knowledge (Doubleday, NewYork, 1960), p. 41;
G. L. Engel, Psychological Development in Health and
estructura biomédica dominante. Disease (Saunders, Philadelphia, 1962).
Sin embargo, hoy, el interés entre 17. G. L. Engel and L. Salzman, N. Engl. J. Med. 288, 44
estudiantes y médicos jóvenes es alto, y (1973).
donde existen oportunidades de aprendizaje 18. R. Dubos, Mirage of Health. (Harper & Row, New
York, 1959); Reason Awake (Columbia Univ. Press, New
rápidamente agotan los escasos recursos
York. 1970); E. Mayr. in Behavior and Evolution, A. Roe
disponibles. Pareciera que según la oportu- and G. G. Simpson, Eds. (Yale Univ. Press, New Haven,
nidad, la generación más joven está muy Conn., 1958), p. 341; Science 134, 1501 (1961); Am.
dispuesta a aceptar la importancia de apren- Sci. 62, 650 (1974); J. T. Bonner, On Development, The
Biology of Form (Harvard Univ. Press, Cambridge,
der más acerca de las dimensiones psicoso- Mass., 1974); G. G. Simpson, Science 139, 81 (1963).
ciales de la enfermedad y del cuidado de la 19. R. Dubos, Man Adapting (Yale Univ. Press, New
salud y la necesidad de tal educación como Haven, Conn., 1965).
para tener una base sólida en los principios 20. L. von Bertalanlfy, Problems of Life (Wiley, New
York, 1952); General Systems Theory (Braziller, New
científicos. Una vez expuestos a este enfo- York. 1968). See also E. Laszlo, The Relevance of
que, la mayoría reconoce como efímero e General Systems Theory (Braziller, New York, 1972);
insustancial cuando se apela al humanismo y The Systems View of the World (Braziller, New York,
a la compasión, cuando no se basan en prin- 1972); Dubos (19).
21. K. Menninger, The Vital Balance (Viking, New York,
cipios racionales. Ellos rechazan la tan sim-
1963); A. Sheldon, in Systems and Medical Care, A.
plista la idea de que los médicos en las ge- Sheldon, F. Baker. C. P. McLaughlin, Eds. (MIT
neraciones pasadas entendían mejor a sus Press, Cambridge, Mass., 1970), p. 84; H. Brody, Per-
pacientes, un mito que ha persistido durante spect, Biol. Med. 16, 71 (1973).
siglos (30). Es evidente que la brecha se
cierra entre los profesores dispuestos a en-

11
22. G. L. Engel. in Physiology, Emotion, and Psychoso-
matic Illness, R. Porter and J. Knight.Eds. (Elsevier-
Excerpta Medica, Amsterdam, 1972). p. 384.
23. M. Mead, Science 191, 903 (1976).
24. G. L. Engel, J. Am. Med. Assoc. 236, 861 (1976).
25. J. M. McGinnis, J. Med. Educ. 51, 602 (1976).
26. H. Fabrega and P. R. Manning, Psychosom, Med.
35, 223 (1973).
27. A. Meyer, J. Am. Med. Assoc. 69, 861 (1917).
28. A. H. Schmale, W. A. Greene, F. Reichsman, M.
Kehoe, G. L. Engel, Adv. Psychosom. Med. 4, 4 (1964);
G. L. Engel, J. Psychosom. Res. 11, 77 (1967). L. Young
Ann. Intern. Med. 83, 728 (1975).
29. G. L. Engel, J. Nerv, Ment. Dis. 154, 159 (1972);
Univ. Rochester Med. Rev, (winter 1971-1972), p.10.
30.__ , Pharos 39, 127 (1976).
31. This article was adapted from material presented as
the Loren Stephens Memorial Lecture, University of
Southem California Medical Center, 1976; the Griffith
McKerracher Memorial Lecture at the University of
Saskatchewan, 1976; the Annual Hutchings Society
Lecture, State University of New York-Upstate Medical
Center, Syracuse, 1976. Also presented during 1975 to
1976 at the University of Maryland School of Medicine,
University of California San Diego School of Medicine,
University of California-Los Angeles School of Medicine,
Massachusetts Mental Health Center, and the 21st
annual meeting of Midwest Professors of Psychiatry,
Philadelphia. The author is a career research awardee in
the U.S. Public Health Service.

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