En Espíritu y Verdad

Descolonizar la Bíblia y el Cristianismo

POR LUIZ JOSÉ DIETRICH*

El Evangelio de Juan fue mi puerta les de comprender que la primera. Una

de entrada a la Escritura. S u c e d i ó que,
al aceptar una i n v i t a c i ó n para partici-
par de un e s t ú d i o sobre este Evangelio,
hice mi primer contacto con el Jesus de
la Biblia a los v e i n t i ú n afios de edad.
Hasta ese momento yo s ó l o c o n o c í a -
;y mal!- al Jesus de las doctrinas de la
Iglesia C a t ó l i c a Romana pre-conciliar.
Ya h a b í a decidido dejar todo aquello
de lado por no percibir allí nada de i m -
p o r t â n c i a significativa para la vida. EL
Jesus de la Biblia me a b r i ó las puert:as
y me trajo de regreso, primero hacia el
cristianismo y, d e s p u é s , hacia la Iglesia
de las Comunidades Eclesiales de Base.
Y fue asi que, desde e l inicio, estas pa-
labras de Juan 4,24^ me intrigaron y,
sin respuesta, siempre me acompafia-
ron. í Q u é significa realmente adorar a
Dios "en Espíritu y Verdad"!
En la b ú s q u e d a por e l sentido de
la frase nos topamos, en este mismo
Evangelio, con otras citas muy utiliza-
das t a m b i é n , pero no por ello menos i n -
trigantes aunque parezcan ser m á s f á c i -
de ellas es aquel segmento de la o r a c i ó n
de Jesus en e l que El reza "Que todos
sean uno: como tú, Padre, estás en mí
y y o en ti, que también eLlos estén en
nosotros, para que el mundo crea que tú
me enviaste" (17,21). Este v e r s í c u l o lle-
g ó a ser una de las citas m á s utilizadas
por los movimientos e c u m é n i c o s y Los
documentos magisteriales al respecto. Y
es aqui que nos bailamos ante una para-
doja: e l Evangelio de Juan, con su esti-
lo dualista, es t a m b i é n e l Evangelio que
proporciona la mayor cantidad de citas
que pueden dar lugar a visiones cristia-
nas exclusivistas, es decir, textos que,
leidos s e g ú n las interpretaciones m á s
corrientes, afirman que la ú n i c a r e l i g i ó n
verdadera -y que entonces puede c o n -
ducirnos a Dios-, es e l cristianismo.
D e t e n g á m o n o s , por un instante, en
los v e r s í c u l o s que siguen:
1,18: "Nadie ha visto Jamás a Dios; el
que lo ha revelado es el Hijo único, que
es Diosy está en el seno dei Padre"

* Luiz José Dietrich es biblista, laico, católico, brasilefio. Curso su Maestria en Teologia Bíblica
en la Facultad Nuestra Senora de la Asunción y fue Doctorado en Ciências de la Religión por
la Universidad Metodista de São Paulo, Brasil. Actualmente se desempetia como docente en el
Instituto Teológico de Santa Catarina, en la Fundación Unversidad Regional de Blumenau, en el
Centro Bíblico Verbo Divino. Es asesor, miembro dei consejo nacional y coordinador de Biblia y
Ciudadanía dei Programa de Formación dei CEBI (Centro de Estúdios Bíblicos de Brasil).
1. NT: Para las citaciones bíblicas, salvo indicación contraria, será utilizado: "El Libro dei Pueblo
de Dios. La Biblia" (de aqui en adelante: BPD), Fundación Palabra de Vida - Ed. San Pablo.

centro bíblico ecuménico cercania n° 25|1


3,13-18: "Nadie ha subido al cielo,
sino el que descendia dei cielo, el Hijo
dei hombre que está en el cielo... para
que todos los que creen en él tengan
vida eterna... El que cree en él, no es
condenado; el que no cree, y o está
condenado, porque no ha creido en el
nombre dei Hijo único de Dios"
3 , 3 5 - 3 5 : "El Padre ama al Hijo y ha
puesto todo en sus manos. El que
cree en el Hijo tiene vida eterna. El
que se niega a creer en el Hijo no
verá la Vida, sino que la ira de Dios
pesa sobre él"
6,35.48-53: "Jesus les respondia: Yo
soy el pan de Vida... Si no comen la
carne dei Hijo dei hombre y no beben
su sangre, no tendrán Vida en uste- gunos Líderes de Las sinagogas; y eran
des"
8,12: "Yo soy la luz dei mundo"
10,30: "El Padre yyo somos una sola
cosa"
11,25: "Yo soy la Resurrección y la
Vida"
Y así, en esta rápida mirada a Las pá-
ginas d e i Evangelio -que por supuesto
ha dejado fuera muchos otros aspectos
utilizados por Las lecturas exclusivistas-,
somos conducidos a la m á s famosa de
las frases por cuanto m á s usada para
fundamentar una c o m p r e n s i ó n exclusi-
vista dei cristianismo como La ú n i c a re-
l i g i ó n verdadera; siendo, a su vez, uno
de los principales pilares para e l mono-
t e í s m o Cristiano: "Jesus le respondia: Yo
soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie
va al Padre, sino por mí" (14,6)
Q u i z á s no nos demande mucho esfuer- objetivos dei I m p é r i o , sus i n s t i t u c í o n e s
zo recordar, a lo Largo de la historia, c u á n -
21 cercania n° 25
tas veces esta perspectiva fue empleada
para imponer el cristianismo a personas y
puebLos de otras r e l i g í o n e s . i C u á n t a s ve-
ces otras r e l i g í o n e s fueron discriminadas,
menospreciadas, despreciadas y hasta
incluso demonizadas en nombre de este
v e r s í c u l o ? iCuántas muertes atraviesan la
historia dei cristianismo!
De perseguidos y martirizados...
a perseguidores y
martirizadores
En e l comienzo, p o ç a s d é c a d a s des-
p u é s de la muerte de Jesus, eran sus
seguidoras y seguidores quienes enfren-
taban castigos y persecuciones debido
a las d i v e r g ê n c i a s y conflictos con a l -
perseguidos y martiirizados por las a u -
toridades dei i m p é r i o greco-romano,
por resistir y confesarse adeptos de una
" r e l i g i ó n i l í c i t a " . Pero luego de la Vic-
toria de Constantino, hacia e l afio 330
d . C , e l I m p é r i o Romano retira la prohi-
b i c i ó n a l cristianismo que por ello pasa
a ser i n c l u í d o en la lista de las "reli-
g í o n e s l í c i t a s " . Y un poco m á s adelan-
te, hacia finales d e i siglo cuart:o, una
v e r s i ó n d e i cristianismo es c o n s t i t u í d a
r e l i g i ó n oficial d e i I m p é r i o . Y a s í , de
r e l i g i ó n p r o h í b i d a , pasa a ser r e l i g i ó n
obligatoria. En este proceso, e l cristia-
nismo asumido por e l I m p é r i o , es í m -
puesto, a la fuerza, a todos los pueblos
integrados a Roma. Templos d e s t r u í d o s ,
dioses y diosas declarados inexistentes,
personas perseguidas y asesinadas por
permanecer bajo sus cultos tradiciona-
les; todo en nombre dei crecimiento de
un cristianismo empoderado desde los
centro bíblico ecuménico
y principalmente sus armas. El e j é r c i t o
y las armas que antes asesinaban a Los
cristianos, ahora asesinan a quien se
niega a ser Cristiano s e g ú n la v e r s i ó n de
cristianismo que Roma impone. Y esos
asesinatos se realizaban en nombre de
Jesucristo, en nombre de la r e l i g i ó n que
era considerada La ú n i c a r e l i g i ó n verda-
dera, capaz de salvar. Se mataba para
imponer una r e l i g i ó n que salvara a Los
"paganos e i d ó l a t r a s " de sus errores y
pecados que los Llevarian a La mueri:e
eterna.
Parte dei v e r s í c u l o de J n 15,2, "lle-
gará la hora en que los mismos que les
den muerte pensarán que tributan culto a
Dios", que en su contexto original se re-
feria a l m a r t í r i o sufrido por los hombres
y mujeres de las comunidades joaninas
dei primer siglo, ahora t a m b i é n puede
ser usado para describir La muertie de
hombres y mujeres que r e s i s t í a n esa i m -
p o s i c i ó n religiosa e i n s i s t í a n en e l culto
a sus dioses y diosas. Los part:idarios dei
I m p é r i o Romano Cristiano que asesina-
ban a los "paganos e i d ó l a t r a s " , juzga-
ban estar realizando un acto agradable
al Dios Ú n i c o .
Una paradoja tras otra. En e l
Evangelio de Juan t a m b i é n encontramos
otro de aquellos v e r s í c u l o s m á s citados
de la Biblia, uno que seguramente figu-
ra entre nuestros preferidos. Me refiero
a aquel en e l que la comunidad joanina
nos muestra a Jesus hablando de su mi-
s i ó n , diciendo que aquellos que h a b í a n
venido antes de é l fueron "ladrones y
salteadores" (Jn 10,8), y que É l , como e l
buen pastor, vino para que todos "ten-
gan vida y la tengan en abundância" (Jn
10,10). A s í queda confrontada la misión
centro bíblico ecuménico
de Jesus con la dei "ladrón que viene
sólo para robar, matar y destruir" (Jn
10,10). EL Evangelio de Juan nos fue le-
gado por una comunidad que ciertamen-
te sufria v i o l ê n c i a s y m a r i ; í r i o . La redac-
c i ó n final dei Evangelio o c u r r i ó bajo e l
contexto descripto en J n 16,2: "Serán
echados de las sinagogas, más aún, lle-
gará la hora en que los mismos que les
den muerte pensarán que tributan culto
a Dios". Las mujeres, los varones y los
nifios de las comunidades estaban s u -
friendo este martiirio. Pero quien mart:i-
riza en nombre de Dios promueve antes
una j e r a r q u i z a c í ó n en La que sus teolo-
g í a s , sus doctrinas, sus concepciones de
Dios, valen m á s que la vida humana. De
este mismo modo, aquellos que imponen
una r e l i g i ó n desde La v i o l ê n c i a , pueden
pensar que e s t á n haciendo un bien sal-
vando, por ejempLo, a aquellos pueblos
dominados por la i g n o r â n c i a d e i peca-
do y de la p e r d i c i ó n eterna, y d á n d o l e s ,
así, acceso a La v i d a . . . Pueden pensar
así hasta e l punto de que la muerte de
algunos podria ser considerada un pre-
cio pequeno ante tales recompensas.
Quien mata en nombre de Dios
presta culto al diablo
Las comunidades joaninas experi-
mentaron algo que las comunidades
que nos brindaron los evangelios s i -
n ó p t i c o s (Mateo, Marcos y Lucas) no
experimentaron: La e x p u l s i ó n de las s i -
nagogas (9,22.34-35; 12,42; 16,2) y
las persecuciones dei I m p é r i o Romano.
Los varones. Las mujeres y Los nifios de
estas comunidades estaban sufriendo
p e r s e c u c i ó n tanto en nombre d e i Dios
de los j u d i o s , como en e l nombre d e i
cercania n° 2513
Dios dei I m p é r i o Romano. Y muchos
eran asesinados en estas persecucio-
nes. Es el Evangelio que m á s veces nos
presenta a Jesus o a alguno de sus se-
guidores y seguidoras, e incluso a otras
personas, siendo amenazados de muer-
te: 5,16-18; 7,1.19.25; 8 , 3 7 . 4 0 . 5 9 ;
1 0 , 3 1 - 3 3 . 3 9 ; 1 1 , 5 0 . 5 3 ; quieren matar
a la mujer acusada de a d u l t é r i o (8,2-
11); y matar t a m b i é n a L á z a r o , que
Jesus h a b í a resucitado (12,10; cfr.
Mc 3 , 6 ; 11,18 y 1 4 , 1 ; Mt 2,13; 10,28;
12,14; Lc 12,4 y 19,47). Bajo esta m i -
rada se pone de relieve e l sentido y la
i m p o r t â n c i a de la d i s c u s i ó n que la co-
munidad j o a n i n a nos presenta en el c a -
p í t u l o 8 respecto de matar en nombre
de la fe, en nombre de una r e l i g i ó n .
Pues en e l Evangelio de J u a n , como
t a m b i é n en los s i n ó p t i c o s , Jesus, j u n -
to a otros, son amenazados de muerte
no por hacer e l mal o amenazar la vida
de alguien. Son amenazados de muer-
te simplemente por hablar de Dios de
un modo diferente, en c o n t r a d i c c i ó n
con las doctrinas de ciertos liderazgos
dentro dei j u d a í s m o : en realidad, es la
misma comunidad j o a n i n a quien esta-
ba haciendo esto y la amenaza pesaba,
ciertamente, contra ella. Es así que la
misma comunidad j o a n i n a nos presen-
t a , en la respuesta de Jesus (8,37-47),
la a f i r m a c í ó n de que un hombre, v a r ó n
o mujer, que profesa una r e l i g i ó n y en
nombre de Dios mata a alguien, no s i -
gue a Dios, sino al diablo, es "hijo dei
diablo", que "fue homicida desde el co-
mienzo", que tiene como c a r a c t e r í s t i c a
propia la mentira, "porque es mentiroso
y padre de la mentira" (8,44 y t a m b i é n
I J n 3 , 1 0 . 1 5 ; 4,20). Y, por tanto, no
expresa la verdad, concepto que e s t á
41 cercania n° 25
en aquella frase tan intrigante sobre
adorar a Dios en "espíritu y verdad".
Es bien posible que el hecho de que
las comunidades joaninas estuvieran
siendo asesinadas en nombre de Dios
-ya por m o n o t e í s t a s judios, como por
adoradores dei Dios emperador y de los
dioses dei i m p é r i o - , proporcionara, en
primer lugar, c r i t é r i o s para reflexionar
sobre las t e o L o g í a s y las espiritualida-
des que legitimaban esas p r á c t i c a s ; en
segundo lugar debe haber ayudado a las
comunidades a que superaran cristolo-
g í a s fundamentadas en estas tradiciones
y avanzaran en la a f i r m a c í ó n de la d i v i -
nidad de Jesus (1,1; 20,28). Fue a par-
tir de esto que colocaron en la boca de
Jesus la e x p r e s i ó n T o Soy" (6,35.48.51;
8,12.24.28.58; 10,7.9.11.14; 11,25;
13,19; 14,6; 1 5 , 1 ; 18,5.6) con la cual
Y a h v é h revela su nombre a Moisés (Ex
3,6), y afirmaron la p r e e x i s t ê n c i a de
Jesus como Dios (1,1.15.30; 8,58), as-
pectos que caracterizan al cuart:o evan-
gelio. Con esto, esta comunidad e s t á
instituyendo a Jesus, no solamente
como una persona que por su vivir nos
revela el rostro de Dios (1,18; 8,19;
10,30; 14,7-11; 17,21-22), sino como
el propio Dios (18,5-6; 20,28).
Jesus revela el rostro de Dios
como amor
Pero entonces, i c u á l es la compren-
s i ó n que las comunidades joaninas t i e -
nen sobre Jesus y que las conduce a re-
chazar a los dioses de aquellos que los
asesinaban y afirmar que ese Jesus era/
es Dios? El Evangelio de Juan, a pesar
de provenir de las comunidades neo-
testamentarias que enfrentaban mayor
centro bíblico ecuménico
v i o l ê n c i a , es el que m á s nos estimula a
la v i v ê n c i a dei amor. No nos habla dei
amor como sustantivo abstracto, sino
dei amor como verbo, como praxis.
Podemos observar como este ver-
bo aparece en los otros evangelios. En
Mateo se menciona cinco veces en el
" s e r m ó n de la montaria" (5,43.44.46[2
veces]; 6,24) y otras tres veces m á s en
el resto dei texto (19,19; 22,37.39). En
el Evangelio de Marcos, en cinco opor-
tunidades: una en 10,21 y cuatro veces
m á s en la p r e s e n t a c i ó n dei m a n d a m í e n -
to de amar a Dios y amar al p r ó j i m o
como a si mismo, como p r á c t i c a que su-
pera "a todos los holocaustos y sacrifí-
cios" (12,30.31.33[2 veces]). En Lucas
lo bailamos seis veces en el " s e r m ó n
de la p l a n í c i e " (6,27.32[4 veces].35) y
otras seis veces en el resto dei evange-
lio (7,5.42.47[2 veces]; 10,27; 16,13)
En e l Evangelio de Juan, e l amor
e s t á presente en todos los aspectos:
- 3,16: la m i s i ó n de Jesus es leída
como e x p r e s i ó n dei amor de Dios;
- 5,42: recibir y practicar las palabras
de Jesus es tener el amor de Dios;
- 8,42: quien es hijo e hija de Dios
ama a Jesus y practica sus palabras;
- 10,11.15.17: el Padre ama a Jesus
porque é l da su vida por las ovejas;
- 11,3.5.36: Jesus amaba a Mart:a, a
Maria y a L á z a r o ;
- 1 3 , 1 : la obra de Jesus fue amar a
los suyos y "amarlos hasta el fín".
Por eso É l nos da un "mandamiento
nuevo: ámense los unos a los otros.
Así como yo los he amado, ámense
también ustedes"; y La v i v ê n c i a de
centro bíblico ecuménico
relaciones de amor es presentada
como la marca de aquellos que s i -
guen a Jesus (13,34-35)
- 14,23: quien ama a Jesus, guarda
sus palabras y se vuelve morada de
Jesus y dei Padre.
- 15,1-17: Jesus es la vid verdade-
ra. Se revela así el n ú c l e o sagrado
de la fe de Israel: este n ú c l e o es la
p r á c t i c a dei amor y no dei legalismo
y ritualismo.
- 17,26: define la m i s i ó n de Jesus
de este modo: "les di a conocer tu
Nombre... para que el amor con que
tú me amaste este en ellos, yyo tam-
bién este en ellos".
Teniendo la c o m p r e n s i ó n de Jesus
como e x p r e s i ó n dei amor de Dios, la co-
munidad joanina t a m b i é n revela su pro-
pia c o m p r e n s i ó n de Dios como Amor (cfr
U n 4,7-10) ya verdad y esencia dentro
dei j u d a í s m o y, a pari:ír de entonces,
verdad y esencia de la forma de cristia-
nismo naciente en esta comunidad. Es
por eso que Jesus puede ser presentado
como la vid verdadera (Jn 15,1-17; cfr
Is 5,1-7). Bajo este contexto, Jesus ora:
"Que todos sean uno: como tú. Padre, es-
tás en míyyo en ti, que también ellos es-
tén en nosotros, para que el mundo crea
que tú me enviaste. Yo les he dado la glo-
ria que tú me diste, para que sean uno,
como nosotros somos uno -yo en ellos ytú
en mí- para que sean perfectamente uno y
el mundo conozca que tú me has enviado
y que los has amado como me amaste a
mí. Padre, quiero que los que tú me diste
estén conmigo donde yo este, para que
contemplen la gloria que me has dado,
porque ya me amabas antes de la crea-
cercania n° 2515
ción dei mundo. Padre Justo, el mundo no
te ha conocido, pero yo te conocí, y ellos
reconocieron que tú me enviaste. Les di a
conocer tu Nombre, y se lo seguiré dan-
do a conocer, para que el amor con que
tú me amaste este en ellos, yyo también
este en ellos" (17,21-26). T a m b i é n lo po-
demos ver en IJn 4,11-21.
Descolonizar el Evangelio
de Juan, descolonizar el
cristianismo
Tenemos delante nuestro la posi-
bilidad de comprender los dichos dei
Evangelio de Juan de un modo diferen-
te, siendo que generalmente son com-
prendidos e interpretados de manera
exclusivista. Esto sucede porque leemos
el Evangelio bajo la ó p t i c a de las pers-
pectivas que heredamos de las formas
predominantes de los cristianismos ac-
tuales, como perspectivas de m o n o t e í s -
mo Cristiano. Muy probablemente, es-
tas maneras de leer se fundamentan en
c r i s t o l o g í a s posteriores, venidas, princi-
palmente, de aquellas formas de cristia-
nismo establecidas como r e l i g i ó n oficial
dei I m p é r i o Romano, o de las corrientes
cristianas que a lo largo de los tres pri-
meros siglos fueron " a m o l d á n d o s e " al
modus vivendi imperial, produciendo un
cristianismo adaptado a las jerarquias
entre dominadores y dominados, ricos
y pobres, sefiores y esclavos, varones y
mujeres.
T a m b i é n es posible constatar lo
mencionado en las perspectivas de los
cristianismos que atravesaban Los pro-
yectos de d o m i n a c i ó n y c o l o n i z a c i ó n de
Los portugueses y espafioLes que Llega-
ron a Á f r i c a y luego a A m é r i c a Latina;
61 cercania n° 25
t a m b i é n de los i m p é r i o s que coloniza-
ron a A m é r i c a dei Norte. Pero si vamos
un poco m á s a t r á s en la historia, vemos
que los países que e s t á n en el origen de
estos i m p é r i o s europeos t a m b i é n reci-
bieron formas de cristianismo ligadas al
poder. EL cristianismo que se implanto
en estos p a í s e s fue, principalmente, la
forma de cristianismo codificada a partir
de La alianza con el I m p é r i o Romano. Y
esto significa que La d e s t r u c c i ó n de los
templos y de las culturas Locales, la de-
m o n i z a c i ó n de diosas y dioses y la pro-
h i b i c i ó n de las r e l i g í o n e s nativas que
los i m p é r i o s europeos promovieron en
Á f r i c a y en A m é r i c a , fue lo mismo que
ellos sufrieron en carne propia cuando
el I m p é r i o Les impuso el cristianismo
m o n o t e í s t a como r e l i g i ó n oficial.
Es necesario revisar de q u é modo
y con q u é intensidad estas perspecti-
vas e s t á n entrafiadas en nuestra forma-
c i ó n y espiritualidad Cristiana. Ellas se
vuelven especialmente visibles cuando
algunas formas de nuestros cristianis-
mos confrontan con las r e l i g í o n e s de
los pueblos o r i g i n á r i o s de Á f r i c a y de
A m é r i c a . i C u á n t o s de nosotros, en nom-
bre de nuestra fe Cristiana, a ú n repe-
timos diversas formas de s u b y u g a c i ó n
y de c o n d e n a c i ó n de las diosas, de los
dioses y de las r e l i g í o n e s de los pue-
blo o r i g i n á r i o s ? i C ó m o explicar, toda-
via hoy, Los ataques a las comunidades
religiosas de C a n d o m b l é y Umbanda y
los grandes esfuerzos para La catequi-
z a c i ó n de los "pueblos i n d í g e n a s " , sig-
nados por las perspectivas de aquellos
que Llegaron aqui en los barcos coloni-
zadores?
centro bíblico ecuménico
Descolonizar la Biblia
Entre tanto, el proceso es m á s com-
plejo. Perspectivas colonialistas y de
d o m i n a c i ó n legitimadas por formas re-
ligiosas aliadas a l poder dei Estado, no
e s t á n solamente en Las mediaciones
h i s t ó r i c o - p o l í t i c a s que trajeron La Biblia
y e l cristianismo a estas partes deL glo-
bo; e s t á n t a m b i é n dentro de la misma
Biblia, en los ambientes donde ella se
d e s a r r o l l ó y en las t e o L o g í a s y espiritua-
lidades que ella contiene.
En una r á p i d a retrospectiva, pode-
mos senalar diversos momentos en los
que la promiscuidad de la a s o c i a c i ó n
entre r e l i g i ó n y fe se evidencio en ac-
tos de v i o l ê n c i a hechos en nombre de
Dios:
a) EL f a r i s e í s m o r a b í n í c o que, reuni-
do en Jamnia a part:ir dei ano 85
de nuestra era (aproximadamente)
como centro de poder reconocido
por e l I m p é r i o Romano, comienza
a perseguir y a establecer castigos
con azotes, muertie (Mc 13,9-13; Mt
10,28; 23,34-38), p r i s i ó n (Lc 21,12)
e incluso La e x p u l s i ó n (Jn 9,22.34;
16,2) de judios que fundamentan su
p r á c t i c a y su fe en Jesus Mesias.
b) El S a n e d r í n Judio que, reunido en
J e r u s a l é n hacia el afio 33 de nues-
tra era (aproximadamente), decidió
la c r u c i f i x i ó n de Jesus de Nazaret,
posiblemente por miedo a ser acusa-
dos de c o m p L í c i d a d con Los oposito-
res dei I m p é r i o .
c) El pueblo j u d i o , liderado por los
Macabeos, vencíó, en una larga
guerra (167-142 a . C ) , a los reyes
S e l é u c i d a s que querian prohibir la
centro bíblico ecuménico
r e l i g i ó n judia e imponer el modo de
vida de los griegos (IMac 1,41-61;
2Mac 4,7-20. Los sucesores de los
Macabeos, los miembros de la dinas-
tia Asmonea, tuvieron así las "ma-
nos Libres" para actuar en ese " v a c í o
de poder" dado entre La muerte dei
Rey S e L é u c i d a A n t í o c o VII (129 a.C.)
y el afio 63 a . C , cuando Pompeyo
anexa a Siria y a Judea al I m p é r i o
Romano. Durante este periodo inter-
m é d i o y principalmente durante e l
gobierno dei sumo sacerdote y rey
Juan Hircano I (134-104 a.C) y de
su hijo y sucesor, Alejandro Janeo
(103-76 a . C ) , la voluntad de expan-
s i ó n territorial y los m é t o d o s de i m -
perialismo planificados por Los jefes
judios, condujo a muchas guerras.
La m a y o r í a de ellas termino con la
c o n v e r s i ó n forzada y muchas veces
con e x t e r m í n i o s que recordaban a l
anátema practicado (sic) por J o s u é .
Juan Hircano d e s t r u y ó el templo dei
monte Garizim (Jn 4,20) y la ciudad
helenizada de Samaria y redujo a
la esclavitud a sus habitantes. Los
Idumeos (Edomitas) y los Itureos de
GaLilea fueron obligados a circunci-
darse. La r e g i ó n de Perea, conquis-
tada por Alejandro Janeo, fue for-
zada a judaizarse, y la ciudad de
Pela, en la misma r e g i ó n , d e s t r u í d a
porque sus habitantes se negaron a
aceptar las p r á c t i c a s impuestas.
d) Poco antes de los acontecimien-
tos mencionados, e l grupo hege-
m ó n i c o en La r e c o n s t r u c c i ó n de
J e r u s a l é n , comandado por el sa-
cerdote Esdras en Judea (hacia e l
400 a . C ) , impone una perspecti-
va m o n o t e í s t a para toda la histo-
cercania n° 25|7
 ria de Israel (Ne 9,5-37), establece
y canoniza la T o r á (el Pentateuco)
como Ley dei ú n i c o Dios y dei rey
(Esd 7,25-26, cfr. 6,11-12), princi-
palmente en la perspectivas de la ley
de Lo puro y de Lo impuro (Lev 4,27-
7,38), y patrocina con ella La expul-
s i ó n de Las mujeres extranjeras (Esd
9-10). Si este movimiento ya fuera
iniciado por N e h e m í a s para excluir
de Israel "todo elemento extranjero"
(Ne 13,1-3.23-30), en Esdras esto se
h a r á para "purificar la raza, el linaje
santo". Todo proclamado y realizado
en nombre de Dios.
e) Retrocediendo un poco m á s , po-
demos remontamos hasta el rey
J o s í a s que, desde su trono en J u d á
(hacia el 620 a . C ) , ocupo militar-
mente las tierras dei reino de Israel y
d e s t r u y ó todos sus Lugares de culto,
p r o h i b i ó sus dioses y diosas, mato
a los sacerdotes que se o p o n í a n y
o b l i g ó a todo el pueblo de Samaria
y de Israel, como t a m b i é n a todas
Las regiones de J u d á , a sacrificar so-
lamente en J e r u s a l é n y solamente
a Y a h v é h , conforme a Los c r i t é r i o s
establecidos por los sacerdotes de
J e r u s a l é n . Con v i o l ê n c i a establece
la monoLatria e impone para todas y
todos el culto s ó l o a Y a h v é h y s ó l o
en J e r u s a l é n (2Re 22,1-23,30)
f) Las r a í c e s de estas p r á c t i c a s vio-
lentas en nombre de Dios fueron po-
sibilitadas por el establecimiento de
una r e l i g i ó n oficial, que no es m á s
que una r e l i g i ó n al servicio dei rey
y de sus intereses. Es una r e l i g i ó n
de l e g i t i m a c i ó n dei poder. Su co-
mienzo se deba, q u i z á s , a Las accio-
8[cercania n° 25
nes religiosas de SaúL (iSam 13,9;
14,31-35; 15,21); pero se concreta
principalmente con David al trasla-
dar el Arca a J e r u s a l é n (2Sam 6) y se
vuelve m á s manifiesta con La cons-
t r u c c i ó n dei Templo Llevada adelante
bajo la monarquia de Salomon (IRe
5,15-9,25). Luego dei cisma politico
(hacia el 931 a.C.) esta perspectiva
religiosa c o n t i n u a r á con los reyes
sucesores en el sur, pero t a m b i é n
con Los reyes de Israel, en e l norte.
Alli gobernaron varias dinastias que
consagraron diversos dioses como
dioses oficiales: en el i n i c i o , La d i -
nastia de Jeroboam adopto a ELohim
(iRe 12,28); d e s p u é s , la dinastia
de O m r í c o n s t r u y ó Samaria y adop-
to a Baal (IRe, 16,29-32). La casa
de Omri fue masacrada por Eliseo
y J e h ú , cuya dinastia tuvo a Y a h v é
como Dios oficial (2Re 10,28-30).
g) Se observa t a m b i é n que la pers-
pectiva oficial de La r e l i g i ó n de
Israel, antes y d e s p u é s dei exilio,
pertenece a una Larga t r a d i c i ó n de
formas religiosas de Legitimación
dei poder existentes no solamente
entre los reyes cananeos, sino tam-
b i é n entre Los faraones de Egipto...
y muchos otros.
Pero ciertamente Jesus no compren-
día La r e l i g i ó n bajo esta perspectiva, como
tampoco La comunidad j o á n i c a . Lo pode-
mos observar en las diversas discusiones
entre Jesus y las autoridades judias que
nos son presentadas por dicha comuni-
dad. Resaltamos la d i s c u s i ó n dei c a p í t u l o
8 teniendo en cuenta que estos aspectos
t a m b i é n aparecen -y muy fuertemente- en
el exhaustivamente e s t u d í a d o pasaje dei
centro bíblico ecuménico
d i á l o g o de Jesus con La mujer samarita-
na, donde se presenta la e x p r e s i ó n adorar
a Dios "en e s p í r i t u y verdad". Creo que a
esta altura, ya e s t á n dadas las condicio-
nes para esbozar una respuesta al signifi-
cado de esta e x p r e s i ó n .
Si Jesus no sigue los Lineamentos de
las r e l i g í o n e s oficiales, colocadas al ser-
vicio de Los poderosos, i c u á l es La reli-
g i ó n de Jesus? ^En q u é fuentes de espi-
ritualidad bebe?
Debido a la gran influencia de la re-
lectura post-exilica, al leer hoy la Bíblia
podemos tener La i m p r e s i ó n de que el
pueblo de Israel era m o n o t e í s t a desde
sus comienzos, o que adoraba solamente
a Y a h v é h y no poseía i m á g e n e s divinas.
Sin embargo, como hemos visto, el mono-
t e í s m o fue adoptado en J u d á solamente
d e s p u é s dei e x í l i o , en una de las formas
más recientes por las cuales pasó La fe de
Israel. La arqueologia y Los mismos textos
bíblicos nos muestran que al pueblo de
Israel le llevó muchos siglos tornarse mo-
n o t e í s t a y prohibir el culto y las i m á g e n e s
de las diversas d i v í n i d a d e s .
Debemos recordar que Israel procede
de dentro de la sociedad cananea y, por
tanto, posee muchos elementos cultura-
les y religiosos de é s t a , su raiz. A s í , en los
primeros tiempos de su historia, las f a m í -
lias campesinas y La monarquia de Israel
e j e r c í a n cultos a diversos dioses y dio-
sas; entre elLos podemos citar a Y a h v é h ,
EL, Elohim, Baal, Astartié, A s h e r á o A s e r á
(IRe 15,13; 2Re 21,7; 23,7.13; Jer 44,15-
19) y p o s e í a n i m á g e n e s de estas d i v í n i d a -
des, tanto para los usos y funciones do-
mésticas (Gn 31,19-35; iSam 19,13-16)
como para funciones y rituales públicos
(Jue 6,25-32; 8,27; 17,1-13; l R e l 2 , 2 6 -
centro bíblico ecuménico
33; 15,13; 2Re 18,1-4; 23,4-20). Cada
dios o diosa tenia " j u r i s d i c c i ó n " sobre
una determinada área de la vida. H a b í a
d i v í n i d a d e s de La tempestad, de la Lluvia
y de la fertnLídad de los campos, d i v í n i -
dades Ligadas a La fertilidad de los a n í -
males, de Las personas; d i v í n i d a d e s dei
amor, de la guerra y de muchos otros as-
pectos. Esa diversidad t a m b i é n acontecia
porque cada tribu tenia sus s a n t u á r i o s
propios y Las aldeãs de campesinos, v á -
rios lugares de culto (Jue 6,24.26; iSam
1,3; 7,16-17); lo mismo los LLamados "lu-
gares altos"(lSam 9,12-14; 10,5; IRe 3,2-
4). Y a h v é h era, posiblemente, el Dios de
La defensa de la vida de los campesinos y
garante de las relaciones éticas de justicia
y solidaridad (Ex 22,20-26; Dt 10,18-19;
24,10-22; 27,19; Sal 146,9; Is 1,17; Jer
7,6). Cada dinastia que llegaba al poder
tenia su Dios oficial. En J u d á , dominada
por la dinastia de David, el Dios oficial
será Y a h v é h .
Sin embargo, un Y a h v é h bien d i -
ferente era adorado en las tribus que,
c o n s t i t u í d a s por gente de diversos o r í -
genes, establecian relaciones a partiir de
La lucha contra La o p r e s i ó n y a favor de
La Libertad. La e x p e r i ê n c i a de Dios se ex-
presaba como presencia liberadora, como
fuerza aliada en esa lucha. La conquista
de la libertad se comprende a partir de
la a c c i ó n de Dios que Lucha junto al pue-
blo en contra de los opresores. El nombre
"Israel" significa: "es Dios quien lucha"
(Gn 32,29). No obstante, estos diversos
grupos p o s e í a n diferentes tradiciones re-
ligiosas: para los pastores n ó m a d e s este
Dios es Elohim, el Dios de Los padres, el
Dios de los antepasados (Ex 3,6; cfr. Gn
31,53), o £/ Shaddai, e l Dios de las este-
pas, o el Dios de Las montarias (Ex 6,3;
cercania n° 2519
cfr. Gn 17,1^). Para los esclavos es el Dios
de los hebreos (Ex 3,18; 5,3; 7,16), sien-
do que aqui "hebreo" a ú n no poseia la
c o n n o t a c i ó n é t n i c a de "descendiente de
Abraham" que t e n d r í a Luego, en tiempos
dei post-exilio. Aqui m á s bien se utiliza
como la forma hebrea de la palabra ha-
piru que en realidad designaba La condi-
c i ó n social de La gente marginalizada. Y
todavia, para los campesinos cananeos,
este Dios es El, el Dios supremo dei pan-
t e ó n cananeo (Nm 23,22; 24,8'; cfr. Gn
33,20; 35,7). Es esto lo que aproxima a
las personas y a las tribus: una e x p e r i ê n -
cia de divinidad liberadora, aunque to-
davia no comprendida como ú n i c a ; son
diversas divinidades incluso representa-
das con i m á g e n e s .
Pero en el proceso h i s t ó r i c o , de la
misma manera como la e x p e r i ê n c i a de los
hebreos esclavos a b s o r b i ó a otras expe-
riências, t a m b i é n las diversas e x p e r i ê n -
cias de Dios envueltas en Las luchas por
la l i b e r a c i ó n , fueron siendo progresiva-
mente identificadas con el Dios Yahvéh.^
Tal vez, y hasta por influencia de la re-
l i g i ó n oficial, Y a h v é h será este Dios que
ve el dolor; que oye el clamor, que conoce
el sufrimiento de las personas oprimidas
y empobrecidas, y que desciende para li-
berarias (cfr. Ex 3,7-8.13-15.18; 6,2-7;
7,16). Y a h v é h es, probablemente, el Dios
a quienes r e n d í a n culto Los campesinos
que organizaban las Lineas de defensa de
las familias de algunas de Las principales
tribus de Israel (cfr. Ex 14,14.24-25.27;
15,2-3; Jue 4,14-15; iSam 17,47). Y a h v é
2. NT: BPD traduce la expresión El Shaddai como "Dios Todopoderoso"
3. NT: BPD traduce sencillamente "Dios".
4. NT: BPD sustítuye el nombre "Yahvéh" por la denominación "Serior".
5. NT: ut supra , ,
10[cercania n° 25
es el Dios que luchaba junto a los campe-
sinos que eventualmente transformaban
sus instrumentos de trabajo en armas
(ISam 17,40-43) para defender la vida
de sus familias, sus cosechas, sus tierras,
su libertad.
Y es asi que hoy encontramos en la
Biblia muchas confesiones semejantes
a esa: los egipcios nos maltrataron, nos
oprímieron y nos impusieron una dura
servidumbre. Entonces pedimos auxilio a
Yahvéh,^ el Dios de nuestros padres, y él
escuchó nuestra voz. Él vió nuestra mi-
séria, nuestro cansando y nuestra opre-
sión, y nos hizo salir de Egipto con el
poder de su mano y la fuerza de su brazo
(cfr. Dt 26,6-8). Por lo tanto, dei mismo
modo como la historia de la l i b e r a c i ó n
de los esclavos se v o l v i ó paradigma asi-
milando las historias de otros grupos;
t a m b i é n "Yahvéh" a s i m i l ó las otras ex-
p e r i ê n c i a s de Dios.
Jesus se aparta de la religión
legitimadora dei poder
Es ciertamente de esta fuente m á s
profunda de la que Jesus bebe. Y la co-
munidad joanina, en abierto enfrenta-
miento con la v i o l ê n c i a promovida y pa-
trocinada por las religiones judia y ro-
mana oficiales, se halla apta para hacer
memoria de estos procesos y oponer, de
este modo, La propuesta dei culto oficial
a otro tipo de culto, el culto a Dios "en
espíritu y verdad". Se rescata así e l co-
r a z ó n Liberador de La r e l i g i ó n .
centro bíblico ecuménico
Esto queda claro en el d i á l o g o con
la samaritana, cuando la mujer consta-
ta que Jesus es "un profeta" (Jn 4,19).
Ella llega a esa c o n c L u s i ó n d e s p u é s de
que Jesus le pide que busque a su mari-
do y ella responde que no tiene marido.
Haciendo "base" en esta respuesta suya,
parece que Jesus comienza a hablar so-
bre La r e l i g i ó n de Samaria. Usualmente
se comprende la c u e s t i ó n de los cinco
maridos como una referencia probable
al conjunto de Las divinidades traidas
a Samaria por los exiliados, provenien-
tes de cinco regiones diferentes y que
fueron asentados alli cuando e l I m p é r i o
Asirio ocupaba La r e g i ó n (2Re 17,24).
Pero en La respuesta que da Jesus, se
dice adernas "el (marido) que ahora tie-
nes no es marido tuyo" (Jn 4,18). Y es
d e s p u é s de esta a f i r m a c í ó n que La mujer
samaritana comienza a ver a Jesus como
profeta. ^ Q u é es lo que ella percibe en
lo dicho por Jesus que la LLeva a sena-
larlo como "profeta"?
Probablemente percibe que Jesus
tiene una c o m p r e n s i ó n de Dios diferen-
te de la c o m p r e s i ó n tradicional. Si los
"maridos" se refieren a Los Dioses, en-
tonces la frase "el que ahora tienes no
es marido tuyo" se refiere al Dios que
era adorado por el pueblo de Samaria.
Este Dios no p e r t e n e c í a a Los samarita-
nos, no era de la mujer. Era el Dios í m -
puesto por Juan Hircano -sumo sacer-
dote y rey- hacia el afio 128 a.C. Era e l
Dios dei Templo de J e r u s a l é n .
Y es dentro de este esquema desde
donde necesitamos interpretar lo que
significa adorar a Dios "en espiritu y
verdad". Si lo d é c i m o s desde la nega-
c i ó n , seria no adorarlo en La perspecti-
centro bíblico ecuménico
va de Las religiones oficiales, religiones
preocupadas en legitimar el poder y las
estructuras y jerarquias p o l í t i c a s , socia-
les y religiosas. Y, de modo afirmativo,
es adorar a Dios de forma coherente con
las e x p e r i ê n c i a s liberadoras que dieron
origen a la r e l i g i ó n , e x p e r i ê n c i a s que
e s t á n nutridas por e l E s p í r i t u dei Dios
de la Vida. En el Evangelio de Juan, que
tanto acentua La p r á c t i c a dei amor -he-
cho que s e r á fuertiemente corroborado
por la Primera Carta de Juan (cfr. U n
4,7-21)-, significa adorar a Dios como
amor, practicando el amor, pues Dios es
amor ( U n 4,8.16). Y es desde esta con-
f e s i ó n -que ocupa el centro de los escri-
tos j o á n i c o s - , que podemos establecer
perspectivas de lectura exentas de i n -
tereses coLonialistas-dominadores, que
prevalecen en muchos modos de leer la
B í b l i a y en p r á c t i c a s cristianas.
P o d r í a m o s afirmar que han sido Las
perspectivas oficiales, colonialistas
e imperialistas, todavia presentes en
nuestra espiritualidad, las que nos con-
dujeron a interpretar Jn 14,6: "Jesus le
respondió: Yo soy el Camino, la Verdad y
la Vida. Nadie va al Padre sino por mí",
en sentido exclusivista. Una relectura
de este v e r s í c u l o deberia considerar se-
riamente que en e l contexto desde e l
cual La comunidad joanina realiza esta
a f i r m a c í ó n , no h a b í a todavia "iglesia"
tal como lo entendemos hoy, como así
tampoco "cristianismo" en el sentido de
una r e l i g i ó n estructurada separadamen-
te dei j u d a í s m o . Por lo tanto, en verdad
no e s t a r í a m o s siendo fieles a la com-
p r e n s i ó n de la comunidad joanina -y t a l
vez tampoco a la c o m p r e n s i ó n de J e s ú s -
si i n t e r p r e t á r a m o s que Jesus, e l "yo"
dei v e r s í c u l o , se refiera a una iglesia.
cercania n° 25|11
como de hecho pretender) las lecturas
m á s conservadoras; o se refiera a l cris-
tianismo como ú n i c a r e l i g i ó n verdadera,
como piensan algunas personas que se
consideran e c u m é n i c a s . Estas lecturas,
por encima de todo, son hechas desde
el punto de vista de las instituciones
mediadoras.
Pienso que, y teniendo e l cuenta e l
contexto -repleto de afirmaciones so-
bre e l amor de Dios por nosotros-, el
Evangelio de Juan, -como a s í t a m b i é n
la Primera Carta de J u a n - consideran
que Jesus ha venido a revelamos que
Dios es amor. Esto significa que Jesus
rescata este n ú c l e o sagrado dei j u d a í s -
mo, n ú c l e o que corria riesgos de que-
dar enterrado bajo la gran carga de Le-
galismos y ritualismos que s o b r e s a l í a n
en el j u d a í s m o oficial. Con sus palabras
y con su vida, Jesus anuncio que Dios
es amor y fue coherente con ello hasta
el f i n a l (13,1). Busco mostrar de diver-
sas maneras que Dios no es un conjun-
to de leyes, Dios no es un conjunto de
rituales, Dios no es una iglesia, Dios no
es - n i quiere ser- una r e l i g i ó n : Dios es
amor. Esta fe -creer que Dios es amor- y
vivir de modo coherente con ella, es lo
que es "el camino, la verdad y la vida".
Solamente se Llega a Dios a t r a v é s dei
amor. Una relectura en perspectiva ecu-
m é n i c a e interreligiosa d e b e r á superar
las p r á c t i c a s colonialistas e imperialis-
tas y s a b r á reconocer que en todas las
religiones existe un n ú c l e o sagrado d i -
121 cercania n° 25
reccionado a la p r á c t i c a dei amor. Este
n ú c l e o confiere igual dignidad a las re-
ligiones de todos los pueblos. Pero den-
tro de todos los pueblos y de todas Las Cercania 5
religiones, t a m b i é n existen p r á c t i c a s Cercania 6
que c o n s t í t u y e n una n e g a c í ó n dei amor.
Cercania 7
Estas p r á c t i c a s d e b e r í a n ser combatidas
y, si es posible, eliminadas. La promo- Cercania 8
c i ó n dei amor, tanto dentro dei cristia-
nismo como en las d e m á s religiones, es Cercania 9-10 "Nuevas situaciones, i n s e r c i ó n y Palabra de Dios". Carlos Mesters
m i s i ó n de las personas y de Las comuni- Cercania 11
dades que siguen a Jesus: "en esto reco-
nocerán que ustedes son mis discípulos:
en el amor que se tengan los unos a los
otros" (13,35). Jesus acentua esta idea
Cercania 12
en sus palabras de despedida: "Les di a
conocer tu Nombre, y se lo seguiré dando
Cercania 13
a conocer, para que el amor con que tú
me amaste este en ellos, y yo también
estéen ellos" (17,26). Cercania 14
Cercania 15
Este es e l Evangelio, La Buena
Noticia que La comunidad joanina nos
presenta: "Dios es amor". Nuestra evan- Cercania 16
g e l i z a c i ó n e s t á llamada a hacer crecer e l
amor, dentro d e i cristianismo y dentro Cercania 17
de la inmensa diversidad religiosa que
marca a las culturas humanas y que pre- Cercania 18
cisamos reconocer como una e x p r e s i ó n
más dei inconmensurable amor de Dios,
Cercania 19
que hizo de cada uno y de cada una -y
de toda la c r e a c i ó n - una e x p e r i ê n c i a
de vida ú n i c a , inigualable e irrepetible. Cercania 20
Que Jesus nos acompane por este cami-
no, que es verdad y vida, y nos ensefie Cercania 21
a adorar verdaderamente a Dios en "es-
p í r i t u y verdad". Cercania 22
Cercania 23
Cercania 24
centro bíblico ecuménico
COLECCIÓN CERCÀNÍA
"Lectura de la Biblia: Una mirada desde la mujer". Lúcia Weiler
"La vida y e l proyecto de Jesus. Los comienzos". Eduardo Cisterna
"Permanecer a la espera... dejarnos encontrar". Dolores Aleixandre
" S a b i d u r í a y poesia d e i pueblo de Dios" Una clave para los textos
b í b l i c o s . Equipo de Reflexión Bíblica - CRB
"El E s p í r i t u esa voz que clama en nosotros".
M. Carmen Pardo
"La v i v ê n c i a d e i E s p í r i t u Santo en las primeras comunidades".
José Comblin
"Nuevas relaciones de g é n e r o y poder a partir de la e x p e r i ê n c i a
de Dios Trinidad". Lúcia Weiler
"Ven y sigueme. Jesus, formador de comunidades de d i s c í p u l o s
y discípulas". Carlos Mesters
"Volver a los origenes: volver a Jesus". Carlos Mesters
" G é n e s i s y Perspectivas de la Lectura Popular de la Biblia".
Carlos Mesters, Francisco Orofino.
"Revelar la ternura de Dios". El aporte de la comunidad de d i s c í p u -
los y d i s c í p u l a s de Isaias (Is 40-66) Carlos Mesters
"Esperanzas que se cultivan en porciones breves".
Tânia M. Vieira Sampaio - Ivoni Richter Reimer
"Oseas: un amor casero que resiste la i n v a s i ó n dei i m p é r i o " .
Tânia Mara Vieira Sampaio
"Lecturas que resuenan desde las periferias"
Tereza Calvancanti
"La mistica dei discipulado" / "Vida Religiosa y espiritualidad d e i
seguimiento". Mercedes Lopes m.j.c.
Herencia de matriarcas: Sara, Rebeca, Lia y Raquel.
Dolores Aleixandre r.s.cj.
'Tejiendo nuevas relaciones humanas. Marcos 5, 21-43".
Tereza Calvancanti
"Caminando en iglesias con e l pueblo. Memoria y profecia a La luz
de la Palabra y de la vida de Los testigos en A m é r i c a Latina.
Sergio Montes, sj
"Pablo y la c u e s t i ó n de G é n e r o " . Aline Steuer
 Perspectivas colonialistas y de d o m i n a c i ó n legi-
En Espíritu y Verdad
timadas por formas religiosas aliadas al poder d e i Descolonizai' la Biblia y
Estado, no e s t á n solamente presentes en las media-
ciones h i s t ó r i c o - p o l í t i c a s que trajeron la Biblia y e l
el Cristianismo
cristianismo a A m é r i c a ; e s t á n t a m b i é n dentro de La
Biblia misma, en Los ambientes donde ella se desa-
r r o l l ó y en las t e o L o g í a s y espiritualidades que ella
contiene (...)

Una relectura en perspectiva e c u m é n i c a e inter- Luiz José Dietrich

religiosa se e s f o r z a r á en abrirse a l reconocimiento
de que en todas las mediaciones religiosas existe un
n ú c l e o sagrado direccionado a la p r á c t i c a d e i amor.
Este n ú c l e o confiere igual dignidad a las religiones
de todos los pueblos.

Releyendo bajo esta mirada la herencia de Las

comunidades joaninas en e l Cuarto Evangelio po-
demos encontramos con ta persona de Jesus y su
praxis en orden a rescatar aquel n ú c l e o sagrado.

CENTRO B Í B L I C O E C U M É N I C O . Av. Jujuy 924. C1229ABR. Ciudad de Buenos Aires.

TeL y fax: 4942-9644 - e-mail: cbiblicoecumenico@gmaiLcom CENTRO BÍBLICO ECUMÉNICO