Está en la página 1de 78

[Año]

[Título del
documento]
[SUBTÍTULO DEL DOCUMENTO]
ALEXANDRA RAMIREZ
MI ENCUENTRO CON DIOS 1

MI ENCUENTRO CON DIOS

Prefacio

En la vida muchas veces nos hemos preguntado ¿Cómo es el Cielo?


¿Realmente Dios me escucha? ¿Nuestro Señor Jesucristo está
esperándome a mí?; Y muchas preguntas más.
En nuestro deseo por entender, algunas personas han dicho: ¿Por qué
nadie ha ido al Cielo y regresado para contarnos cómo es el más allá?
Eso fue precisamente lo que me pasó a mí. Mi nombre es Alexandra
Ramírez y el 23 de Octubre de 2020, durante una cirugía por un
diagnóstico de cáncer de ovario, la cual se complicó… Pude ir al Cielo y
tuve el privilegio de tener un encuentro y una conversación con Dios y
con Nuestro Señor Jesucristo. Es esta experiencia la que quiero
transmitirles, esperando poder ayudar a resolver algunas de las
inquietudes más frecuentes con respecto a Dios y a Nuestro Señor
Jesucristo, y ayudar a la mayor cantidad de personas que me sea posible
a alcanzar la salvación y la vida eterna con Dios, Nuestro Señor.
MI ENCUENTRO CON DIOS 2

Agradecimientos

Quiero agradecer primero que todo a Dios Padre Todopoderoso y a


Nuestro Señor Jesucristo por todo lo que he recibido y por permitirme
estar en su presencia, llenándome con su infinito amor y permitiéndome
comprender muchas de las maravillas de su reino, así como por la unción
del Espíritu Santo y la realización de este libro.
También agradezco a los pastores Enrique Torra de la Iglesia Cristiana
PAI y Alejandro Negrete de Ministerios Cristianos amor y fe; por
enseñarme y guiarme a través de la Palabra de Dios.
Agradezco además al padre René Arango, por sus consejos, por sus
oraciones y por confesarme antes de entrar a la cirugía.
Agradezco especialmente a mi esposo, a mis hijos y a mis padres por
estar siempre a mi lado apoyándome y dándome amor y consuelo.
Gracias a mis hijos por su ayuda incondicional, ya que ellos hicieron
posible la realización de este libro.
A todos mis demás familiares, al igual que a mis amigos y amigas, los
cuales estuvieron conmigo en todo momento, ¡GRACIAS!
Todos hacen parte de la gran bendición que Dios me ha dado.
¡GRACIAS POR HACER PARTE DE MI VIDA!!
MI ENCUENTRO CON DIOS 3

Índice

1. Introducción a la salvación
2. Bendiciones que tenemos gracias a Jesús
3. La fe que vence al mundo (La fe que salva)
4. Mi encuentro con Dios
5. Principios para una oración eficaz
6. Guerra espiritual
7. Oración de fe
MI ENCUENTRO CON DIOS 4

Capítulo 1
Introducción a la salvación

Empecemos por comprender:


1) ¿Quién es Jesús?
2) ¿Qué hizo Jesús?
3) ¿Qué nos dejó Jesús?
4) ¿Cómo lo conseguimos?
1. ¿Quién es Jesús?
Jesús es el Hijo de Dios.
Marcos 14:61-62 “…El sumo sacerdote le volvió a preguntar, y le dijo:
¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito? Y Jesús le dijo: Yo soy; y
veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios,
y viniendo en las nubes del cielo.”
Mateo 3:17 “Y hubo una voz de los cielos, que decía: Éste es mi Hijo
amado, en quien tengo complacencia.”
Marcos 1:11 “Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo
amado; en ti tengo complacencia.”
Mateo 17:5 “Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he
aquí una voz desde la nube, que decía: Éste es mi Hijo amado, en
quien tengo complacencia; a él oíd.”
Desde el comienzo de la creación estaban Dios y Jesús (Que era el
Verbo) y los dos eran uno solo. Juan 10:30 “Yo y el Padre uno somos.”
Juan 1:1-2 “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el
Verbo era Dios. Éste era en el principio con Dios.”
MI ENCUENTRO CON DIOS 5

En la Biblia hablan del Verbo cuando Dios se refiere a sí mismo como


“Yo Soy” (Del verbo ser.), indicando que este es su nombre.
Éxodo 3:14-15 “Y respondió Dios a Moisés: Yo Soy El Que Soy. Y dijo:
Así dirás a los hijos de Israel: Yo Soy me envió a vosotros.
Además dijo Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel:
Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de
Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Éste es mi
nombre para siempre; con él se me recordará por todos los
siglos.”
Y este Verbo se encarnó (O sea que tomó forma humana Jesús)
Y habitó entre nosotros.
Juan 1:14 “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y
vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre)…”
Jesús, 100 por ciento divino, se hizo al mismo tiempo humano, tomando
un cuerpo; por eso se dice que se encarnó.
Filipenses 2:6-8 “el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual
a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo,
tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y
estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo,
haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.”
Jesús se encarnó ya que nadie puede perdonar pecados cometidos contra
Dios sino solamente Dios (Tengamos en cuenta que la única persona que
puede perdonar una deuda es la persona a quien se le debe). Por eso vino
Jesús y perdonó nuestros pecados, demostrando que Él y Dios son uno,
tal y como se describe en Juan 10:30 “Yo y el Padre uno somos.”
Mateo 9:6 “Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad
en la tierra para perdonar pecados…”
MI ENCUENTRO CON DIOS 6

Mateo 28:18 “Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me


es dada en el cielo y en la tierra.”
Jesús llevó todos nuestros pecados, para librarnos a nosotros de la
consecuencia del mismo, que es la muerte espiritual y eterna. Por eso
Jesús entregó su vida voluntariamente, muriendo en la cruz por nuestros
pecados y por nuestra salvación. Resucitó a los tres días venciendo a la
muerte y al mal para subir al Cielo, donde se encuentra a la diestra de
Dios Padre. Por Él tenemos la salvación y la vida eterna.
Juan 10:17-18 “Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para
volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la
pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a
tomar…”
1Timoteo 2:5-6 “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios
y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en
rescate por todos…”
1Corintios: 15:3-4 “Porque primeramente os he enseñado lo que así
mismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a
las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día,
conforme a las Escrituras;”
Lucas 24:5-6 “…¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está
aquí, sino que ha resucitado…”
Jesús resucitado asciende luego al cielo en presencia de sus discípulos,
como se describe en Lucas 24:46-49 y 51 “y les dijo: Así está escrito, y así
fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día;
y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en
todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. Y vosotros sois testigos de
estas cosas. He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros… Y
aconteció que bendiciéndolos, se separó de ellos, y fue llevado arriba al cielo.”
MI ENCUENTRO CON DIOS 7

2. ¿Qué hizo Jesús?


Nuestro Señor Jesucristo nos redimió de:
❖ Las enfermedades
❖ El pecado
❖ La pobreza
❖ El dominio Satánico
❖ La maldición
❖ La muerte

¿Qué significa redimir?


Según el diccionario de Oxford, redimir es conseguir la libertad de una
persona o sacarla de la esclavitud mediante el pago de un precio (El
precio que pagó Jesús por nuestra redención fue su vida). Redimir
también es librar a una persona de una obligación, de un dolor o de una
situación penosa (Cristo nos redimió del pecado original y sus
consecuencias).
Son sinónimos de redimir: Rescatar, librar, liberar, libertar, cancelar,
liquidar, pagar, saldar.
¡Eso fue lo que Jesús hizo por nosotros!
❖ Jesús nos redimió de las enfermedades:
Isaías 53:4-5 “Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió
nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de
Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido
por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por
su llaga fuimos nosotros curados.”
MI ENCUENTRO CON DIOS 8

❖ Jesús nos redimió del pecado:


Efesios 1:7 “en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de
pecados según las riquezas de su gracia,”
Colosenses 1:14 “en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de
pecados.”
1Corintios 15:3 “…Cristo murió por nuestros pecados,…”
Romanos 6:6-7 “sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado
juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a
fin de que no sirvamos más al pecado. Porque el que ha muerto,
ha sido justificado del pecado.”
Romanos 6:10-11 “Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por
todas; mas en cuanto vive, para Dios vive. Así también vosotros
consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo
Jesús, Señor nuestro.”

❖ Jesús nos redimió de la pobreza:


Lucas 6:20-21 “Y alzando los ojos hacia sus discípulos, decía:
Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino
de Dios. Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque
seréis saciados…”
2Corintios 8:9 “Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo,
que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que
vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.”
Filipenses 4:19 “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a
sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.”
MI ENCUENTRO CON DIOS 9

❖ Jesús nos redimió del dominio Satánico:


Hebreos 2:14 “Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y
sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de
la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo,”
Colosenses 1:13 “el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y
trasladado al reino de su amado Hijo,”
Apocalipsis 1:17-18 “Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él
puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el
primero y el último; y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí
que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de
la muerte y del Hades.”

❖ Jesús nos redimió de la maldición: A través de la crucifixión,


Jesús llevó la maldición del pecado sobre sí mismo.
Gálatas 3:13 “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por
nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es
colgado en un madero),”
Apocalipsis 22:3 “Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del
Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán,”

❖ Jesús nos redimió de la muerte:


Romanos 6:23 “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de
Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.”
MI ENCUENTRO CON DIOS 10

Esta salvación sólo podía ser a través de Nuestro Señor Jesucristo. Sólo
Él podía limpiarnos del pecado ya que sólo Él es puro y limpio, porque
no tiene pecado alguno.
2Corintios 5:21 “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado,
para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.”
1Pedro 2:22 “el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca;”
1Pedro 1:18-19 “sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera
de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas
corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de
Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,”
1Juan 3:5 “Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no
hay pecado en él.”
Hebreos 9:14 “¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el
Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará
vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios
vivo?”
Gracias a Jesús somos salvos, redimidos del pecado y justificados, ya
que Jesús se convirtió en nuestro sustituto en la cruz para que nosotros
pudiéramos ser hechos justos ante Dios y poder así acercarnos
nuevamente a Dios, restaurando nuestra comunión con Él.
Romanos 3:24 “siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante
la redención que es en Cristo Jesús,”
Romanos 4:25 “el cual fue entregado por nuestras trasgresiones, y
resucitado para nuestra justificación.”
MI ENCUENTRO CON DIOS 11

Pero… ¿De qué somos salvos y por qué?


El pecado entró al mundo por un hombre (Adán) y esto tiene un efecto
duradero hasta nuestros días, ya que el pago del pecado es la muerte;
pero se refiere a la muerte espiritual, a la pérdida de la comunión que
tenía el hombre con Dios, a ser esclavos del pecado, y por ende ser
condenados. De eso somos salvos gracias a Jesús.
Romanos 5:12 “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un
hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los
hombres, por cuanto todos pecaron.”
Romanos 6:17-18 “Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del
pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina
a la cual fuisteis entregados; y libertados del pecado, vinisteis a
ser siervos de la justicia.”
Romanos 6:23 “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de
Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.”
Isaías 59:1-2 “He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para
salvar, ni se ha agravado su oído para oír; pero vuestras
iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios,…”
Jesús nos salvó de esta muerte y nos devolvió la vida eterna. Esta
salvación es por gracia; eso quiere decir que somos salvos por la gracia
de Dios, porque Dios así lo quiere, no es por nuestras obras ni por
nuestros méritos, ya que ni siquiera uno de nosotros fue hallado justo.
Efesios 2:8-9 “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no
de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se
gloríe.”
MI ENCUENTRO CON DIOS 12

2Timoteo 1:9 “quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no


conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la
gracia que nos fue dada en Cristo Jesús…”
Romanos 5:8 “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que
siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.”
Romanos 3:10 “Como está escrito: No hay justo, ni aún uno;”
1Corintios 15:22 “Porque así como en Adán todos mueren, también en
Cristo todos serán vivificados.”
Romanos 5:21 “para que así como el pecado reinó para muerte, así
también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante
Jesucristo, Señor nuestro.”
Además, dice la Biblia que gracias a Jesús, seremos salvos de la ira de
Dios: Romanos 5:9 “Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre,
por él seremos salvos de la ira.”
Juan 3:36 “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa
creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.”
Juan 3:18-19 “El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree,
ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del
unigénito Hijo de Dios. Y ésta es la condenación: que la luz vino al
mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz,…”

1Tesalonicenses 1:10 “ y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó


de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera.”
Jesús se convirtió además en nuestro sumo sacerdote. Con su muerte
derramó su sangre para limpiar nuestros pecados y con su resurrección
venció al mal. No hay ninguna otra manera de borrar nuestros pecados y
ser salvos, evitando así el castigo que éstos conllevan.
MI ENCUENTRO CON DIOS 13

Hebreos 4:14 “Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó
los cielos, Jesús el Hijo de Dios,…”
Hebreos 7:22 “Por tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor pacto.”
Hebreos 7:26 “Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente,
sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que
los cielos;”

Jesús es el único camino a la salvación:


• 1Timoteo 2:5 “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador
entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,”
• Juan 14:6 “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la
vida; nadie viene al Padre, sino por mí.”
• Hechos 4:12 “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay
otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que
podamos ser salvos.”
Jesús vive y vivirá por siempre para interceder por nosotros ante Dios
nuestro Señor. Tal y como lo dice Jesús en Juan 17.
Juan 17:11, 15, 20 “…Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en
tu nombre, para que sean uno, así como nosotros… No ruego que
los quites del mundo, sino que los guardes del mal… Mas no
ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer
en mí por la palabra de ellos.”
Hebreos 7:25 dice: “por lo cual puede también salvar perpetuamente a los
que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por
ellos.”
Juan 4:25-26 “Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el
Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas. Jesús le
dijo: Yo soy, el que habla contigo.”
MI ENCUENTRO CON DIOS 14

Juan 10:27-29 dice que nadie nos arrebatará de la mano de Jesús: “Mis
ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy
vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi
mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las
puede arrebatar de la mano de mi Padre.”
Hebreos 13:5 “…él dijo: No te desampararé, ni te dejaré;”
Hebreos 13:8 “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.”
Aunque hemos sido justificados, redimidos del pecado y salvos, aún
continuamos pecando; ya que, como se indica en proverbios 4:18,
nuestro crecimiento espiritual es un proceso, porque estamos en un
cuerpo carnal y débil a las asechanzas del mal. Es por eso que debemos
pedir diariamente en oración ayuda al Espíritu Santo para obtener cada
vez más la sabiduría, la paz y la capacidad de perdonar, y alcanzar así
nuestra santificación.
Proverbios 4:18 “Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora,
Que va en aumento hasta que el día es perfecto.”
Mateo 26:41 Jesús dijo: “Velad y orad, para que no entréis en tentación;
el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.”
Romanos 6:22 “Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y
hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y
como fin, la vida eterna.”
Efesios 6:18 “orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el
Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por
todos los santos;”
Romanos 7:14 “Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy
carnal, vendido al pecado.”
MI ENCUENTRO CON DIOS 15

3. ¿Qué nos dejó Jesús?


Jesús nos dejó un nuevo pacto, un pacto de sangre que fue hecho con la
sangre de Nuestro Señor Jesucristo y nos dejó un Nombre que es sobre
todo Nombre (El Nombre de Jesús), con el cual podemos vencer las
asechanzas del demonio. Además, Jesús nos dejó la paz de Dios, que es
diferente a la paz que hay en el mundo. La paz de Dios es gozo,
felicidad, armonía, bienestar, bendición; es aquella paz total aún en
medio de la guerra (no importa lo que pase a tu alrededor, tú tendrás
paz). También nos dejó al Espíritu Santo y restauró nuestra comunión
con Dios, devolviéndonos la comunicación directa con Dios y
haciéndonos hijos de Dios.
Mateo 26:28 “porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos
es derramada para remisión de los pecados.”
Marcos 16:17-18 “Y estas señales seguirán a los que creen: En mi
nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;
tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no
les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.”
Filipenses 2:9-11 “Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le
dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre
de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en
la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que
Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.”
1Juan 1:3 “…nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su
Hijo Jesucristo.”
Juan 14:26 “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre
enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os
recordará todo lo que yo os he dicho.”
MI ENCUENTRO CON DIOS 16

Juan 14:27 “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el


mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.”
Filipenses 4:7 “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento,
guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo
Jesús.”
Juan 1:12 “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su
nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;”
Jesús nos dejó todas estas bendiciones, pero nosotros tenemos que
reclamarlas. Es como cuando una persona es heredera de una gran
fortuna, pero ella no lo sabe… Pues, no tiene nada de la fortuna porque
ni siquiera sabe que tiene el derecho a ella. Entonces llega otra persona y
le cuenta que ella tiene esa gran fortuna… Por supuesto, ella va a
reclamarla; pero no puede hacerlo porque no sabe cómo reclamarla.
Entonces tiene que conseguir un abogado para poder reclamar lo que a
ella le corresponde. Pero el abogado no puede ser cualquier persona,
debe ser un profesional especializado en el tema, ya que tiene que saber
los términos y las condiciones para poder reclamar la herencia.
Eso y mucho más es Jesús para nosotros. Él es más que nuestro
abogado… Él es el Hijo de Dios quien fue enviado a nosotros para ser
nuestro intercesor y con su muerte y resurrección restaurar nuestra
comunión con Dios, y nuestro derecho a las bendiciones y la herencia de
Dios Padre Todopoderoso. Por eso Jesús nos dejó su Nombre que es
sobre todo nombre y los apóstoles escribieron en la Biblia la Palabra de
Dios, para que sabiendo esto reclamemos nuestra herencia en el reino de
los cielos. Ahora que usted ya lo sabe… ¡Reclame su herencia!.
Gálatas 3:29 “Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham
sois, y herederos según la promesa.”
MI ENCUENTRO CON DIOS 17

4. ¿Cómo lo conseguimos?
Somos salvos por la fe, creyendo en Nuestro Señor Jesucristo y en su
Santo Nombre y confesándolo (no sólo pensándolo, sino diciéndolo).
Efesios 2:8-9 “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no
de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se
gloríe.”
1Juan 5:13 “…para que creáis en el nombre del Hijo de Dios.”
Hechos 16:30-31 “y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para
ser salvo? Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás
salvo, tú y tu casa.”
Juan 3:16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su
Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda,
mas tenga vida eterna.”
Juan 20:31 “Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el
Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su
nombre.”
Apocalipsis 3:20 “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi
voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.”
Jesús nos dice que debemos seguir sus pasos y amarle, tal como se
explica en Juan 14:21 (descrito en la página 32), sin importar los retos
que nos pueda presentar el mundo:
Juan 15:18 “Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido
antes que a vosotros.”
No se preocupe, tranquilo que… No estamos solos si estamos con Dios.
Jesús dijo en Juan 14:23 “…El que me ama, mi Palabra guardará; y mi
Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.”
MI ENCUENTRO CON DIOS 18

La Palabra ya está dada, pero sólo se activará cuando nosotros la


declaremos; ¡entonces hagámoslo!…
¿Qué debemos hacer para ser salvos?
Hechos 16:30-31 dice: ¿qué debo hacer para ser salvo? Y la respuesta es:
“Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.”
• Romanos 10:9-10 dice “que si confesares con tu boca que Jesús
es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los
muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para
justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.”
• Además está el gran mandamiento descrito en Mateo:
Mateo 22:36-40 “Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la
ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu
corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Éste es el
primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante:
Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos
mandamientos depende toda la ley y los profetas.”
• Deuteronomio 6:4-5 también dice: “Oye, Israel: Jehová nuestro
Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu
corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.”
Por eso el creer se expresa a través de palabras y de acciones.
Creyéndolo y confesándolo. Creemos entonces que…
1. Jesús es el Hijo de Dios.
2. Jesús murió en la cruz por nuestra salvación.
3. Jesús resucitó.
Recordemos que Jesús resucitó y fue exaltado y entronado en el cielo por
Dios Padre Todopoderoso.
MI ENCUENTRO CON DIOS 19

Marcos 16:19 “Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en
el cielo, y se sentó a la diestra de Dios.”
Efesios 1:20-22 Nos habla del poder de la fuerza de Dios “la cual operó
en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los
lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío,
y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también
en el venidero; y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por
cabeza sobre todas las cosas a la iglesia,”
Como dice Romanos 10:13 “porque todo aquel que invocare el nombre
del Señor, será salvo”. Pero continúa diciendo…
“¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo
creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien
les predique? (Romanos 10:14-15)
La necesidad urgente que tenemos es salvar nuestra alma y ayudar a que
otras almas consigan también la salvación. Por eso, mientras vamos
yendo por el mundo, debemos ir llevando la luz de la Palabra de Dios, tal
como nos dice Nuestro Señor Jesucristo en Marcos 5:19 “… Vete a tu
casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho
contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti.”
Dios quiere nuestra salvación, tal como se describe en 1Timoteo 2:4 “el
cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento
de la verdad”. El texto continúa luego describiendo cual es esa verdad:
“Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres,
Jesucristo hombre,” (1Timoteo 2:5)
En el capítulo siete desarrollaremos el final de este tema.
MI ENCUENTRO CON DIOS 20

Capítulo 2
Bendiciones que tenemos gracias a Jesús

Con su muerte, Nuestro Señor Jesucristo derramó su sangre en la cruz


del Calvario concediéndonos además de lo descrito en las páginas 15 y
16, estas seis bendiciones:
1. Por su muerte en la cruz fue quitada nuestra maldición y ahora
somos bendecidos.
2. Jesús nos hizo hijos de Dios.
3. El Padre nos impartió el Espíritu Santo.
4. Por la llaga de Cristo somos sanos.
5. Por la sangre de Cristo somos una nueva criatura, somos
salvos, justificados y redimidos del pecado.
6. Por la sangre de Cristo y por su resurrección tenemos vida
eterna en el Cielo.

1. Por su muerte en la cruz fue quitada nuestra maldición y ahora


somos bendecidos:
Gálatas 3:13-14 “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por
nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es
colgado en un madero), para que en Cristo Jesús la bendición de
Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe
recibiésemos la promesa del Espíritu.”
Efesios 1:3 “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que
nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares
celestiales en Cristo,”
MI ENCUENTRO CON DIOS 21

2. Jesús nos hizo hijos de Dios:


Juan 1:12-13 “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su
nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales
no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de
voluntad de varón, sino de Dios.”
1Juan 3:1-2 “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos
llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque
no le conoció a él. Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no
se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando
él se manifieste, seremos semejantes a él,…”
1Juan 5:1 “Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de
Dios;…”
Gálatas 3:26 “pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús;”
Gálatas 4:7 “Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también
heredero de Dios por medio de Cristo.”
Romanos 8:16-17 “El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de
que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos
de Dios y coherederos con Cristo,…”
Nótese que hablan del Espíritu mismo (con mayúscula), el cual da
testimonio a nuestro espíritu (con minúscula). Esto se debe a que el
Espíritu que da testimonio es el Espíritu Santo (por eso va con
mayúscula), mientras que el segundo es nuestro espíritu (por eso este va
en minúscula). Es el Espíritu Santo quien da testimonio de que somos
hijos de Dios y por tanto herederos del reino de Dios con Cristo Jesús.
MI ENCUENTRO CON DIOS 22

3. El Padre nos impartió el Espíritu Santo:


Mateo 28:19 “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones,
bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo;”
1Corintios 3:16 “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de
Dios mora en vosotros?”
Juan 14:16-17 “Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que
esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el
mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero
vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en
vosotros.”
Tito 3:4-6 “Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro
Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras
de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su
misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la
renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros
abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador,”
1Juan 5:7 “Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el
Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.”
4. Por la llaga de Cristo somos sanos:
Isaías 53:4 “Ciertamente llevó él nuestras enfermedades,…”
Isaías 53:5 “Mas él herido por nuestras rebeliones, molido por nuestros
pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga
fuimos nosotros curados.”
1Pedro 2:24 “quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre
el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados,
vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.”
MI ENCUENTRO CON DIOS 23

5. Por la sangre de Cristo somos una nueva criatura (tenemos un


nuevo nacimiento), somos salvos, justificados y redimidos del
pecado:
 Tenemos un nuevo nacimiento:
2Corintios 5:17 “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es;
las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”
Efesios 2:10 “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para
buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que
anduviésemos en ellas.”
 Somos salvos:
Hechos 16:31 “…Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.”
Marcos 16:16 “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que
no creyere, será condenado.”
Romanos 10:9 “que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y
creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás
salvo.”
 Somos justificados:
2Corintios 5:21 “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado,
para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.”
Tito 3:7 “para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos
conforme a la esperanza de la vida eterna.”
 Somos redimidos: Eso quiere decir que por la sangre de Cristo
recibimos el perdón de los pecados.
Efesios 1:7 “en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de
pecados según las riquezas de su gracia,”
MI ENCUENTRO CON DIOS 24

Hebreos 9:26 “…se presentó una vez para siempre por el sacrifico de sí
mismo para quitar de en medio el pecado.”
Colosenses 1:14 “en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de
pecados.”
Hechos 10:43 “…que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de
pecados por su nombre.”
1Juan 1:7 “…la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.”

6. Por la sangre de Cristo y por su resurrección tenemos vida eterna


en el Cielo:
1Juan 5:11 “Y éste es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y
esta vida está en su Hijo.”
1Tesalonicenses 4:16-17 “Porque el Señor mismo con voz de mando, con
voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y
los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que
vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados
juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire,
y así estaremos siempre con el Señor.”
2Timoteo 1:10 “…nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y
sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio,”
Juan 11:25-26 “Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que
cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y
cree en mí, no morirá eternamente...”
Juan 10:10 “…yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en
abundancia.”
MI ENCUENTRO CON DIOS 25

Juan 3:16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su
Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda,
mas tenga vida eterna.”
Juan 5:24 “…El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida
eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a
vida.”
Jesús escribió nuestro nombre en el Libro de la vida, para que
podamos entrar al reino de los cielos y tener así la vida eterna.
Apocalipsis 3:5 “El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no
borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre
delante de mi Padre, y delante de sus ángeles.”
Apocalipsis 20:15 “Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue
lanzado al lago de fuego.”
Apocalipsis 21:27 “No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace
abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en
el libro de la vida del Cordero.”
El que persevere hasta el final siguiendo la Palabra de Dios no tendrá
más sufrimiento. Por eso Jesús nos llama al arrepentimiento:
Apocalipsis 3:3 “Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y
guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como
ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti.”
1 Juan 1-9 “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para
perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.”
Tal como describe el apóstol Juan en Apocalipsis…
Apocalipsis 1:3 “ Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras
de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el
tiempo está cerca.”
MI ENCUENTRO CON DIOS 26

Apocalipsis 1:8 dice: “Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el
Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.”
Luego relata en Apocalipsis 21:3-8 “Y oí una gran voz del cielo que
decía; He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con
ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su
Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá
muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras
cosas pasaron. Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago
nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son
fieles y verdaderas. Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el
principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la
fuente del agua de la vida. El que venciere heredará todas las cosas, y yo
seré su Dios, y él será mi hijo. Pero los cobardes e incrédulos, los
abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y
todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y
azufre, que es la muerte segunda.”
Apocalipsis 7:16-17 describe que: “Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol
no caerá más sobre ellos, ni calor alguno; porque el Cordero que
está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de
aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos.”
Bien dice en Apocalipsis 5:13 “Y a todo lo creado que está en el cielo, y
sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas
que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al
Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los
siglos de los siglos.”
Y como dice en Apocalipsis 22:21 “La gracia de nuestro Señor Jesucristo
sea con todos vosotros. Amén.”
MI ENCUENTRO CON DIOS 27

Capítulo 3
LA FE QUE VENCE AL MUNDO (La fe que salva)

1Juan 5:1 “Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios;…”

“Cristo” significa “el Ungido”, “el Mesías”, este es como su título.


“Jesús” es el nombre.
Desde el antiguo testamento los profetas habían predicho que vendría un
Mesías, ungido por Dios, que salvaría al pueblo de Dios. Esta profecía se
cumplió con la venida de Jesús.
1Juan 5:1 dice: “Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de
Dios;…”
Nótese que dice “todo aquel que CREE”, no dice: todo aquel que sabe
que Jesús es el Cristo. Porque una cosa es saberlo, y otra muy diferente
es creerlo.
Se cree por la fe. Fe es convicción, seguridad y certeza. Hay diferentes
tipos de fe:
1- La fe natural: es la fe de los sentidos (ejemplo, creemos en lo que
vemos).
2- La fe negativa: Es la que tienen los que siempre están seguros de
que les va a ir mal y por eso nunca reciben lo que piden en
oración; porque con su energía negativa cancelan las bendiciones.
3- La fe de Dios: Es la que llama las cosas que no son como si
fuesen. Es creer que las cosas son, sin haberlas visto. Esta fe no
tiene duda alguna ni en la mente ni en el corazón. Es creer que lo
que pedimos ya es un hecho mucho antes de que suceda. Por eso,
MI ENCUENTRO CON DIOS 28

Jesús agradecía antes de que se viera la realización de sus


milagros. Esta fe viene por el oír la Palabra de Dios (Romanos
10:17). Esta fe es del ESPÍRITU y no de la razón. Como dice en
Romanos 4:17 “(como está escrito: Te he puesto por padre de
muchas gentes) delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a
los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen.”

La fe que vence al mundo es la fe inspirada por el Espíritu, la fe que no


está basada en los sentidos sino en la Palabra de Dios. Es creer que ya
obtuvimos lo que pedimos antes de recibirlo.
Continuando con 1Juan 5:1, aquí dice: “Todo aquel que cree que Jesús es
el Cristo, es nacido de Dios;” O sea que si tú crees que Jesús es el Cristo,
el Hijo de Dios, tú eres nacido de Dios y por lo tanto eres hijo de Dios.
Juan 1:12 dice: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su
nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;”
Y como hijos de Dios , somos herederos del reino, como se menciona en
Gálatas 4:7 “Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también
heredero de Dios por medio de Cristo.” Pero, nuestras posesiones no
serán mayores que la visión que nosotros tengamos de ellas. Por eso, lo
que somos y lo que poseemos depende de lo que veamos con los ojos del
Espíritu. Y con los ojos del Espíritu solamente se puede ver teniendo fe,
creyendo antes de que se vea con los ojos materiales.
2Corintios 5:7 “(Porque por fe andamos, no por vista);”
Hebreos 11:1 “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción
de lo que no se ve.”
Marcos 9:23 dice: “Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es
posible.” (Esto es la fe)
MI ENCUENTRO CON DIOS 29

Pero, como dice Santiago 2:17 “Así también la fe, si no tiene obras, es
muerta en sí misma.” Ya que somos salvos por la fe, pero somos
juzgados según nuestras obras; como se describe en Apocalipsis.
Apocalipsis 20:13 “Y el mar entregó los muertos que había en él; y la
muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y
fueron juzgados cada uno según sus obras.”
Apocalipsis 22:12 “He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo,
para recompensar a cada uno según sea su obra.”
La Biblia dice que “todo lo que es nacido de Dios vence al mundo” y al
mundo que vence es al mundo espiritual del mal.
1Juan 5:4 “Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y ésta
es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.”
La idea no es que usted lo sepa, ¡CRÉALO! Tenga la certeza. Diga 3
veces: “Yo nací de Dios, por eso Dios es mi Padre”.
Todo nacido de Dios es del grupo de los vencedores. Usted nació de Dios
para ser un vencedor, CREALO. No se deje vencer, ¡Usted puede!.
En la Biblia se habla de diferentes mundos:
1- Está el mundo espiritual regido por el mal. Como se ve en
2Corintios 4:4 “en los cuales el dios de este siglo cegó el
entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la
luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de
Dios.”
Nótese que hablan del dios de este siglo que, además de estar
escrito con “d” minúscula, ciega el entendimiento (este es el
diablo); pero el texto aclara que ciega el entendimiento de los
incrédulos para que no vean la luz, que es el evangelio de Cristo,
MI ENCUENTRO CON DIOS 30

al cual describen como la imagen de Dios; pero aquí “Dios” sí lo


ponen en mayúscula, porque éste es Dios Padre Todopoderoso;
haciendo ellos la diferenciación.
2- Está el mundo espiritual regido por el bien, que es el mundo de
Dios Padre.

Cuando Jesús dice: “yo he vencido al mundo”; se refiere a ese mundo


espiritual de tinieblas regido por el diablo.
En 1Juan 4:4-5 dice: “Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis
vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el
mundo. Ellos son del mundo; por eso hablan del mundo, y el mundo los
oye.”
Aquí se están refiriendo al mundo de las tinieblas, al mundo espiritual
del mal en el que algunos se encuentran.
1Juan 4:6 “Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el
que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de
verdad y el espíritu de error.”
1Juan 4:2-3 dice: “En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu
que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; y todo
espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios;
y éste es el espíritu del anticristo,…”
Ahora pregúntese: ¿De qué lado está usted? ¡Aún está a tiempo para
creer en Jesús y confesarlo!.
Hay cosas en la vida que suceden porque nosotros las elegimos.
¿Qué elige usted?
Marcos 16:16 “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que
no creyere, será condenado.”
MI ENCUENTRO CON DIOS 31

Dios quiere nuestra salvación, por eso envió a su Hijo Jesucristo al


mundo. En Juan 10:9 Jesús dice: “Yo soy la puerta; el que por mí entrare,
será salvo;…” y en Juan 6:48 dice: “Yo soy el pan de vida.”
Jeremías 29:11 dice: “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca
de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para
daros el fin que esperáis.”
Recuerde que Dios sólo tiene pensamientos de bienestar para nosotros y
que toda buena dádiva proviene de Dios ya que su voluntad siempre es
buena, agradable y perfecta.
Santiago 1:17 “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo
alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra
de variación.”
Romanos 12:2 “…transformaos por medio de la renovación de vuestro
entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de
Dios, agradable y perfecta.”
Juan 16:33 dice: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz.
En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al
mundo.”
No temas, solo cree y confía en el Señor porque Dios es amor.
En 1Juan 5:1 dice: “Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido
de Dios; y todo aquel que ama al que engendró, ama también al que ha
sido engendrado por él.”. Este pasaje se refiere a Dios como “El que
engendró”, y a Nuestro Señor Jesucristo como “El que ha sido
engendrado”. Diciéndonos entonces, que tenemos que amar tanto a Dios
como a Nuestro Señor Jesucristo.
También hay que amar al prójimo, tal como nos dice en 1Juan 4:7-8
“Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo
MI ENCUENTRO CON DIOS 32

aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha


conocido a Dios; porque Dios es amor.”.
Pero, aunque somos engendrados por Dios no somos perfectos; por eso
debemos tolerar a los demás, porque el amor cubre multitud de pecados.
Si la otra persona cree en Jesús, automáticamente él es un hijo de Dios;
entonces hay que amarlo. Si la otra persona no cree en Jesús, de todas
formas es prójimo, entonces también hay que amarlo. Si la otra persona
es tan mala que no encaja en ninguno de los grupos anteriores, entonces
es enemigo y Dios dice que amemos a nuestros enemigos (Mateo 5:44).
O sea que de cualquier manera hay que amarlo, porque esa es la ley de
Dios (Juan 13:34). Por eso ame a todo el mundo, ame a todas las
personas.
Mateo 5:44 “…Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os
maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os
ultrajan y os persiguen;”
Juan 13:34 “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros;
como yo os he amado, que también os améis unos a otros.”
Romanos 8:28 dice que: “…a los que aman a Dios, todas las cosas les
ayudan a bien,…”
Demostramos nuestro amor a Dios obedeciéndole y siguiendo sus
preceptos como dice Juan 14:21: “El que tiene mis mandamientos, y los
guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre,
y yo le amaré, y me manifestaré a él.”
1Juan 5:3 dice: “Pues éste es el amor a Dios, que guardemos sus
mandamientos;…” Leamos entonces los mandamientos de Dios para
tenerlos presentes y así saber qué es lo que Dios quiere que hagamos:
(Éxodo 20:1-17, Deuteronomio 5:6-21, Deuteronomio 6:4-9).
MI ENCUENTRO CON DIOS 33

Los Diez Mandamientos:


Deuteronomio 5:6-12 , 16-21. “Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de tierra
de Egipto, de casa de servidumbre.
 No tendrás dioses ajenos delante de mí.
 No harás para ti escultura, ni imagen alguna de cosa que está arriba en
los cielos, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te
inclinarás a ellas ni las servirás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte,
celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera
y cuarta generación de los que me aborrecen, y que hago misericordia a
millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.
 No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque Jehová no
dará por inocente al que tome su nombre en vano.
 Guardarás el día de reposo para santificarlo, como Jehová tu Dios te ha
mandado. …
 Honra a tu padre y a tu madre, como Jehová tu Dios te ha mandado,
para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la
tierra que Jehová tu Dios te da.
 No matarás.
 No cometerás adulterio.
 No hurtarás.
 No dirás falso testimonio contra tu prójimo.
 No codiciarás la mujer de tu prójimo, ni desearás la casa de tu prójimo,
ni su tierra, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa
alguna de tu prójimo.”

Deuteronomio 6:4-7 y 13 nos enseña El gran mandamiento:


“Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.
 Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma,
y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy
estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de
MI ENCUENTRO CON DIOS 34

ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y


cuando te levantes…
 A Jehová tu Dios temerás, y a él solo servirás,…”
Ahora, nosotros como Cristianos debemos llevar “La nueva vida en
Cristo”, descrita en Efesios 4:17–32. Que dice así:
Efesios 4:17, 20 – 21, 24 – 32. “Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya
no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente…
Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo, si en verdad le habéis
oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en
Jesús… y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y
santidad de la verdad. Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad
cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.
Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis
lugar al diablo. El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con
sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que
padece necesidad. Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca,
sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a
los oyentes. Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis
sellados para el día de la redención. Quítense de vosotros toda amargura,
enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos
unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios
también os perdonó a vosotros en Cristo.”
Cuando la escritura nos dice “no contristéis al Espíritu Santo de Dios”,
quiere decir que no debemos hacer entristecer al Espíritu Santo
portándonos mal; por eso nos dice que dejemos el enojo, la ira, la
gritería, la amargura, la maledicencia (que es la difamación de otra
persona), y toda malicia. Invitándonos a ser benignos, misericordiosos, y
a perdonarnos como Jesús nos ha perdonado a nosotros.
Debemos obedecer la Palabra de Dios, ya que las bendiciones vienen por
la obediencia (Deuteronomio 28:1–14).
MI ENCUENTRO CON DIOS 35

Capítulo 4
MI ENCUENTRO CON DIOS

Narración grabada en la sala de recuperación, después de haber tenido mi encuentro con


Nuestro Padre Dios y Nuestro Señor Jesucristo.

Quiero ante todo, compartir con ustedes mi encuentro con Dios Padre
Todopoderoso y con Nuestro Señor Jesucristo, ya que es mi deseo que
ustedes puedan conocer esta hermosa experiencia y fortalecer así su fe
en Dios Nuestro Señor.
Ocurrió el 23 de octubre de 2020, cuando por un diagnóstico de cáncer
de ovario me realizaron una cirugía con anestesia general, la cual se
complicó.
Fue durante esa cirugía, que empezó mi afortunado encuentro con Dios;
cuando en el momento en el que me estaban operando, yo me vi a mí
misma, acostada en la camilla en la que me encontraba. Era como si yo
estuviera flotando encima de mi cuerpo. En ese momento, yo miré que,
a mi lado derecho, parado al lado de la camilla, estaba Dios Padre
Todopoderoso. Fue Él directamente, quien estuvo a cargo de todo; de
la anestesia, de la cirugía y de todo. Al lado izquierdo de Dios Padre
Todopoderoso estaba parado Nuestro Señor Jesucristo. En ese
momento yo no los reconocí. Entonces, yo abrí los ojos, pero no en el
plano físico, sino en el plano espiritual. Era como si mi espíritu que
flotaba mirara con otros ojos. Y cuando abrí mis ojos espirituales
reconocí que eran Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo, quienes
estaban a mi lado.
MI ENCUENTRO CON DIOS 36

Dios le dijo (con voz audible) a Nuestro Señor Jesucristo... ¡Listo, ya


está! Y dio la vuelta, como por su lado izquierdo y se fue. Yo estaba
tranquila, calmada y sin ningún tipo de dolor.
Cuando Él se fue retirando yo lo vi de cuerpo entero, y lo fui viendo
cómo se iba mientras le veía la espalda. Todo lo veía como en tonos
grises. Lo vi como con pantalones y con una especie de buso, pero de
tela gruesa. Como ropa de lino color habano.
Cuando Él se fue retirando llegó el dolor a mí. Antes, el dolor no podía
acercarse a mí porque ahí estaba Dios, pero cuando Dios se retiró el
dolor llegó.
Apenas el dolor llegó a mí, yo dije: “!No, Dios, no me dejes, no me
dejes! porque si yo estoy contigo el dolor no se puede acercar a mí”.
Así que yo salí corriendo detrás de Dios. Nuestro Señor Jesucristo estaba
ahí parado, pero Él no se movió. Yo salí corriendo detrás de Dios y lo
alcancé por detrás y con mi mano izquierda cogí su mano derecha.
¡Me cogí de la mano de Dios!
La diferencia de tamaño entre Dios y yo era más o menos la misma
proporción de tamaño que hay entre un niño pequeño de cuatro años,
cogido de la mano de un papá corpulento de 2m de estatura.
Y cuando yo logré alcanzarlo y me cogí de la mano de Él, ¡Todo dolor se
fue! Yo podía ver al dolor allá a lo lejos…mirándome… Pero el dolor no
se podía acercar a mí, porque yo estaba al lado de Dios. Así que yo me
cogí de la mano de Dios y me fui con Él.
Entonces Dios llegó a un sitio donde estaba su trono. Su trono era una
silla grande, con brazos grandes; como cuadrada, de bordes lisos; como
MI ENCUENTRO CON DIOS 37

si fuera en piedra de tonos cafés y grises (más café que gris), muy
grande. Y Dios se sentó en su trono.
Al lado del trono de Dios estaba el trono de Nuestro Señor Jesucristo, en
los mismos materiales, en la misma forma; igual, pero un poco más
pequeña la silla. Y Nuestro Señor Jesucristo se sentó en su trono.
Entonces yo fui y cogí una silla; como metálica, gris, con los asientos
negros; de esas que se pueden doblar y que no pesan nada. Yo cogí la
silla y la puse en medio de los dos tronos; pero hacia adelante de ellos,
porque no me cabía; no había suficiente espacio en medio de los dos
tronos para yo sentarme.
Yo estaba bien y no sentía ningún dolor; pero yo podía ver el dolor allá a
lo lejos…. ¡Sí! Es como si el dolor fuera un ser. El dolor estaba
mirándome, pero no podía acercarse. Aunque en ese momento yo no lo
sabía. Así que yo empecé a correr mi silla cada vez más cerca del trono
de Dios.
Dios estaba haciendo sus cosas; es como que Él estuviera mirando o
juzgando; yo no sabía y tampoco podía ver lo que Él estaba viendo. Él no
hablaba; aunque era como si lo hiciera, como si no necesitara hablar, es
como si lo hiciera por telepatía. Mientras Él estaba trabajando y haciendo
sus cosas, yo cada vez me acercaba más a Él. Cada vez corría mi silla
más hacia Él; hasta que de pronto me levanté de la silla y me subí y me
senté en las piernas de Dios. Me senté hacia el lado izquierdo de Dios;
ahí me senté sobre mi lado izquierdo y me acurruqué (como en posición
fetal). Me cogí del brazo izquierdo de Dios (bien pegada a su brazo), y
entonces Dios me volteó a mirar y sonrió. Pero yo estaba acurrucada, no
mirándolo a Él, sino como mirando a Nuestro Señor Jesucristo; sin
embargo podía ver que Dios estaba sonriendo.
MI ENCUENTRO CON DIOS 38

Entonces, Dios sonriendo, cogió su mano derecha y me abrazó. Yo quedé


ahí, totalmente abrazada. Luego, Dios con su mano derecha empezó a
sobarme la cabeza; pero sólo el pelo, de la frente como hacia atrás; y me
sobaba y me sobaba. Yo sentí mucha paz y el dolor no podía acercarse
a mí.
Yo no tenía nada de dolor, así que me quede ahí. Pero entonces, yo no
quería despertar en el plano físico, porque yo me decía… “Si despierto
voy a tener que alejarme de Dios. Voy a tener que bajarme, y en el
momento en el que yo me aleje de Dios el dolor va a poder tocarme”.
Y en ese momento, es como que Dios me hubiera dicho a la mente:
“No tienes que alejarte de mí, tú puedes despertarte en el plano
físico, y continuar en el plano espiritual aquí conmigo”. Además, me
dijo que mientras yo esté en comunión con Dios, ningún mal me puede
tocar. Entonces… ¡Oh, que alegría! Yo estaba ahí cogida de Dios y me
desperté en el plano físico. Y, cuando me desperté en el plano físico…
¡ÁUUUU!… Sentí un dolor intenso. Fue terrible el dolor. Yo le dije a la
enfermera y ella me colocó un medicamento muy fuerte. Con ese
medicamento me dieron náuseas y me dolió la vena, pero no me quito el
dolor. Entonces le dije a la enfermera… “!No, ese medicamento no sirve
para nada!” Ella me dijo... “Es lo más fuerte que hay, es fuertísimo”. Yo
le contesté… “No, eso no me está quitando el dolor, y me dio mareo y
me dieron náuseas y me dolió todo”. En ese instante recordé que Dios me
había dicho… “Tú puedes despertarte en el plano físico sin necesidad de
retirarte de mí en el plano espiritual”. Así que yo cerré los ojos y dije:
“!DIOS, DIOS! ¡Recíbeme, recíbeme! ¡Vuelvo, vuelvo a ti!”. Y logré
tener de nuevo la conexión con Dios, y volví a Él. Volví otra vez
corriendo y me subí a sus piernas. Y en el momento en el que me subí a
sus piernas, inmediatamente desapareció por completo todo dolor.
MI ENCUENTRO CON DIOS 39

En ese momento logré hacerlo. Logré estar despierta en el plano físico,


pero sentada en las piernas de Dios y cogida de su brazo izquierdo en el
plano espiritual. Porque, según eso, cuando me desperté no lo supe hacer
y me alejé de Dios. Por eso el dolor pudo tocarme. Así que logré, no sé
cómo, pero logré mantener la conexión espiritual. Entonces me quedé
ahí, y pensé: “Yo de aquí no me quiero bajar, yo de aquí no me quiero
mover. Aquí me quiero quedar pegada de Dios”.
En ese momento, vi a Nuestro Señor Jesucristo, alegre ahí al lado, en
su trono. Y pensé: “Yo no quiero que de pronto Jesús se vaya a sentir
desplazado, porque Dios es el Padre de Jesús; y no quiero que por estar
yo aquí pegada de Dios, Él vaya a sentir que yo lo quiero desplazar. No
quiero que Él vaya a sentir celos… ¡No!”
Fue entonces cuando, Nuestro Señor Jesucristo (como que sabía lo que
yo estaba pensando), con una sonrisa y con tanto amor, me dijo a la
mente que Él no tiene esos sentimientos. Él no siente celos. Él nunca
se va a sentir desplazado. Él nos ama. Y Él sabe que nunca nada ni
nadie lo va a poder desplazar a Él del amor de Dios. Él sabe que Él
es el Hijo amado de Dios y Él es el único; óigase bien… el único, que
puede restaurar nuestra comunión con Dios.
Entonces, ¡Le di las gracias! Le di las gracias a Jesús, porque, al igual
que Dios, Él también nos ama y gracias a Él podemos nosotros tener
acceso y contacto con Dios Padre Todopoderoso. Le di las gracias
porque, gracias a Nuestro Señor Jesucristo somos libres de enfermedades
y dolor. Porque Nuestro Señor Jesucristo nos salvó del pecado.
Yo podía ver el dolor y todos los males allá; eran como seres… Pero,
ninguno podía acercarse porque yo estaba ahí, al lado de Dios. Y
entonces me pegué a Dios. Él continuó haciendo su trabajo, y yo
continué ahí sentada, en posición fetal, pero cogida del brazo izquierdo
MI ENCUENTRO CON DIOS 40

de Dios… como mirando hacia afuera; no hacia adentro de Dios; no


mirándole la cara a Dios, sino como mirando hacia el trono de Nuestro
Señor Jesucristo. Nuestro Señor Jesucristo estaba alegre, Él estaba
contento.
Yo me levanté y abracé a Dios, ¡lo abracé!… y le di un beso en la
mejilla. Entonces oí una voz; como si fuera… como una tentación; como
el diablo que me estuviera diciendo… ¿Usted que va a hacer?, ¿Cómo va
a querer usted a Dios?, ¿Qué tipo de amor? Yo recordé las palabras de la
Biblia, y le dije… “Aléjate de mí satanás, no te puedes acercar a mí.
Porque escrito está…Amarás al Señor tu Dios con toda tu alma, con
toda tu mente, con todo tu ser, con todo tu corazón. Y eso es lo que
yo hago. Todo mi corazón, todo mi ser, toda mi alma, todo mi
espíritu ama a Dios Nuestro Señor”. Y entonces, satanás se tuvo que
alejar. En ese momento Dios me abrazó. Yo lo abracé, Y me bajé y fui
donde Nuestro Señor Jesucristo.
Nuestro Señor Jesucristo me explicó que yo podía estar ahí en la
presencia de Dios gracias a que Jesús estaba ahí, y Él cogía todos mis
pecados y restauraba así mi comunión con Dios.
En este momento Nuestro Señor Jesucristo estaba de pie y yo lo abracé;
pero, no me sentía digna de abrazarlo. Entonces lo solté, le besé las
manos, me agaché y le besé los pies. Pero cuando le besé los pies, Él me
levantó y me dijo a la mente: “tú eres hija de Dios, ve!” … Es como
que Él supiera lo que yo quería, como que me dio permiso, como que me
autorizó. Apenas Él me dijo eso, yo volví otra vez; me devolví corriendo
como una niña alegre que regresa a las piernas y a los brazos de su padre.
Yo volví otra vez a Dios; me senté en su regazo y me cogí de su brazo.
Estando ahí yo no tenía nada de dolor; el dolor que no pudo quitar el
MI ENCUENTRO CON DIOS 41

medicamento tan fuerte, desapareció por completo, sólo por estar


cerca de Dios.
Mientras estaba en su regazo, Dios me dijo en la mente que Él escucha
todas nuestras oraciones, y así entendí que siempre podemos hablar con
Dios.
¡Y pude hacerlo! Podía estar despierta, pero conectada espiritualmente
con Dios. Entonces estaba despierta, pero con los ojos cerrados. Porque
no quería perder esa visión. No quería perder esa conexión con Dios.
Entonces la jefe de enfermeras en la sala de recuperación me preguntaba
que cómo estaba yo; y yo le respondía. La señora que estaba en el
cubículo del lado había tenido un bebé y estaban explicándole como
darle pecho; así que yo le dije a la señora: “Si usted después de que el
bebé coma, se saca leche y se unta por fuera en el pezón, no se le van a
agrietar los pezones”. Ella me dio las gracias. Entonces una de las
auxiliares de enfermería contó que ella sufría de migraña, y yo le dije:
“Esa migraña es 90% digestiva; usted no puede comer lácteos ni quesos”,
y ella me dijo: ¡Oh sí, es cierto! Y me comentó que ella sufría de
problemas del colon; así que la formulé y le dije qué hacer. Después, la
enfermera jefe me dijo que ella quería quedar en embarazo… Y yo le
dije: “En el Nombre de Dios Todopoderoso, en el Nombre de Cristo
Jesús; Señor Jesús que seas Tú sanándolas”. Posteriormente yo le
expliqué, y le formulé. Y yo sé que… esas personas que formulé en ese
momento ya son sanas en el Nombre de Cristo Jesús.
Ya yo abría los ojos, pero continuaba con la conexión con Dios.
Continuaba en ese sitio, pero, seguía viendo a Dios y seguía sentada en
su regazo. Entonces logré no perder la conexión con Dios y quedarme
ahí. Y dije: Dios mío, a partir de este momento y de aquí en adelante yo
no quiero hacer nada que te pueda ofender. Porque yo no quiero perder
MI ENCUENTRO CON DIOS 42

esta conexión. A partir de este momento y de aquí en adelante yo voy a


hacer sólo la voluntad de Dios. Yo le dije: “Hágase en mi vida, Dios,
conforme a tu voluntad. La gracia de Dios sea en mi vida”. Y pensé: yo
voy a cumplir todos los mandatos y los preceptos que Dios tiene; para
nunca, nunca, alejarme de la presencia de Dios. Para poder continuar con
la comunión con Dios. Y también dije: “Voy a amar a todas las
personas, no voy a volver a sentir rabia, no voy a volver a sentir…”
Y… ya me dieron habitación, y fue el camillero a llevarme de ahí a la
habitación. Pero el camillero tenía una energía… yo creo que irritada; él
estaba diciéndole por teléfono a otra persona, que le habían dicho (o le
habían pasado un informe), porque lo habían visto en una grabación
durmiendo en el trabajo. Por eso él estaba como de mal genio, y golpeó
la camilla al salir de la habitación. Además con el pie como que le dio
una patada y la golpeó también al entrar al ascensor. Entonces yo sentí
rabia; sentí mal genio y le dije: ¡Oiga, deje de pegarle a todo ¿Sí?!. Pero
cuando sentí rabia y mal genio, me volvió el dolor. O sea que, al sentir
rabia y mal genio, según eso, me alejé de Dios y el dolor pudo volver.
El camillero me dijo: “No, usted tiene colchoneta, entonces usted no
siente nada”, y yo le contesté: “¡Claro, como no siente el dolor usted,
sino que lo estoy sintiendo yo!”
Cuando llegamos a la pieza el camillero golpeó la camilla con la puerta
de la habitación y la golpeó también contra el armario. Entonces en ese
momento entró la jefe de enfermería y yo le dije: “Jefe, jefe; este hombre
está golpeando la camilla contra todo y me duele, me está doliendo
mucho”. El camillero dijo: “Ay no, ay no que pena”. Él cambió
inmediatamente. “Ay no, es que la camilla como que se va para un lado”.
Yo le dije: “No jefe, él me dijo que yo no sentía nada, porque yo estaba
en la colchoneta y tengo dolor” (Yo estaba dándole quejas a la jefe). En
ese momento él dijo: “¡Ay no!. Dios la bendiga”.
MI ENCUENTRO CON DIOS 43

Y, al oír esas palabras, yo caí en cuenta que el dolor había llegado a


mí porque yo había dejado entrar sentimientos de rabia y de mal
genio. También comprendí que quejarse no sirve de nada y que no
importa que uno tenga la razón, no debe sentir rabia hacia los
demás.
Al entender esto, respiré hondo, y le dije al camillero: “Dios lo bendiga a
usted”. Luego me pasé a la cama y dije: “Yo lo perdono, no tengo rabia,
no tengo rencor, siento amor hacia él. Dios mío bendícelo, bendícelo ya;
él es mi hermano en Cristo Jesús”. Y mientras yo dije eso, ahí mismo el
dolor desapareció. El dolor se fue y entonces ¡Yo le pedí perdón a Dios!.
Le pedí perdón a Dios y le dije: “Dios mío perdóname, perdóname
porque yo solamente puedo sentir amor y comprensión. Bendigo en el
Nombre de Cristo Jesús al camillero. Límpiame con la Sangre de Cristo.
Perdóname, Señor; justifícame y redímeme. Lléname de tu amor. Porque
Dios es sólo amor y sólo puede sentir amor”. Y cuando yo dije eso volví
a ver a Dios. Volví otra vez a tener la conexión con Él. Y ahí mismo
corrí y me subí nuevamente en sus piernas y me cogí de su brazo.
¡Por eso sólo debemos sentir amor! Hay es que pedir que esa persona sea
llena del Espíritu Santo, ya que solo el Espíritu Santo es capaz de
cambiar el comportamiento de alguien.
Mientras yo esté ahí con Dios no siento nada malo (ni miedo, ni angustia,
ni dolor). El dolor desapareció, el mareo desapareció, las náuseas
desaparecieron. Ninguna enfermedad ni ningún dolor podía acercarse a
mí. Entonces, me quedé ahí con Dios.
Desde ese momento, he abierto los ojos y he hablado, pero ahí mismo
quiero cerrarlos; quiero cerrarlos y quiero seguir ahí, en la presencia de
Dios. Sin embargo, cuando abro los ojos y hablo porque viene el doctor o
la enfermera y me revisan, o porque hablo con mi esposo, no pierdo la
MI ENCUENTRO CON DIOS 44

conexión. Ya no pierdo la conexión con Dios porque estoy hablando en


amor.
Cuando yo estaba junto a Dios, es como si Él me hubiera dicho a la
mente…ahí está tu esposo…. él es una bendición que Yo te mandé a ti. Y
la otra bendición que te mandé a ti son tus hijos. Y yo dije: ¡Sí!.
Por eso cuando entraban las enfermeras lo primero que yo les decía era:
“Ahí está mi esposo; mi esposo es una bendición para mí. Él es la
bendición que Dios me mandó”. Las enfermeras decían: “Ay, ¡qué
bonito!”. Pero, yo creo que no entendían. Dios me lo confirmó. Enrique
es la bendición que Dios mandó a mi vida. Gracias, gracias, Dios por mi
esposo. Gracias, gracias, Dios por mis hijos, que son la otra bendición
que Dios me mandó.
¡No hay palabras!, no hay palabras con las que se pueda expresar la
gratitud hacia Dios. Solo queda decir…
¡Gracias, gracias, gracias, Dios. Gracias, gracias, Señor Jesucristo!.
¡Es tanto, tanto amor; que es increíble, es espectacular!
Lo mejor que le puede pasar a uno es estar en la presencia de Dios y
todos podemos hacerlo. ¡Gracias, Dios. No hay como expresarlo!.
Yo dije: “Todo mi amor es para Dios Padre Todopoderoso. Gracias
Señor Jesús, yo también te amo. Gracias, es todo…toda mi alma, todo mi
espíritu, todo mi corazón, toda mi mente son para ti Padre Amado”.
Y ahí están los dos, en físico; Dios y Nuestro Señor Jesucristo.
¡Ahí están!. Las personas no pueden dudar, no pueden dudar de
ellos. Ahí están los dos, en cuerpo, en alma, en Espíritu. ¡Ahí están!
MI ENCUENTRO CON DIOS 45

¡Es increíble! Gracias, gracias, Dios. Te alabo, te bendigo. Toda la honra,


toda la gloria, toda la alabanza y todo el poder son para ti Dios Padre
Todopoderoso en el nombre de Cristo Jesús. Gracias Señor Jesucristo,
gracias. ¡Que hermoso, que hermoso es!.
Antes de que yo saliera de la anestesia, Dios vino hacia mí, de frente.
Como acostado sobre unas nubes, con la cabeza levantada. Yo sólo podía
verle la cara, el cuello y parte del tórax. Venía, con una sonrisa
hermosa. Nunca dejó de sonreír. Con una mirada tranquila, llena de
amor; una mirada cálida. Los ojos azules, pero, como un color
aguamarina. Como un azul con tonos verdes (más azul que verde), es un
color que yo nunca he visto en mi vida. El cabello rubio; pero es un rubio
como dorado, como hilos de oro. Un cabello ondulado, que llega arriba
de los hombros, partido a la mitad. Él paró frente a mí, y casi todo el
campo visual lo ocupaba Él. Él se quedó quieto, quieto. No dijo nada.
Pero nunca cambió la hermosa sonrisa. No se movía, no parpadeaba, no
pestañeaba. Pero sin embargo su cabello se movía, de forma suave, como
ondulada hacia atrás. Era como que una suave brisa estuviera soplando
de frente hacia el rostro de Dios. Y…las facciones, eran unas facciones
delicadas, suaves, de cara como redondita; de tez blanca, sin barba y sin
bigote.
Y en ese momento yo caí en cuenta y me dije: Oh, Dios es la misma cara
de Jesús, sólo que Jesús tiene la cara más delgada, un poco más alargada.
Jesús se ve como de 40 años, y Dios se ve como de 50 años. Yo sentía
mucha paz, mucho amor… mucha calma.
Pasado un momento, se fue; pero como si retrocediera, shummm!!,
¡Se fue!.
Y no se parece a ninguna de las fotos de los dibujos que han hecho de Él.
Sin embargo, cuando lo vi, en el momento en el que desperté de la
MI ENCUENTRO CON DIOS 46

anestesia, lo vi igual que cuando lo veía con los ojos espirituales.


¡Es el mismo!
La descripción que yo estoy haciendo de Dios y de Nuestro Señor
Jesucristo no es para que se haga ninguna imagen.
Recordemos que Dios nos dijo en Éxodo 20:4 “No te harás imagen, ni
ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra,
ni en las aguas debajo de la tierra.” Y en Deuteronomio 5:8 dice: “No
harás para ti escultura, ni imagen alguna de cosa que está arriba en los
cielos, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.”
La Biblia dice en el evangelio de San Juan:
Juan 8:19 “Ellos le dijeron: ¿Dónde está tu Padre? Respondió Jesús: Ni a
mí me conocéis, ni a mi Padre; si a mí me conocieseis, también a mi
Padre conoceríais.”
En Juan 14:7 Jesús dice: “Si me conocieseis, también a mi Padre
conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.”
Y en Juan 14:9 dice: “…El que me ha visto a mí, ha visto al Padre;…”
O sea que quien ha visto al Hijo, ha visto al Padre.
¡Es lo mismo, es igual!.
Lo más importante es que no olvidemos que…
Dios Es amor! ¡Es hermoso!
Nuestro Señor Jesucristo dice en Juan 5:37-38 “También el Padre que me
envió ha dado testimonio de mí. Nunca habéis oído su voz, ni habéis
visto su aspecto, ni tenéis su palabra morando en vosotros; porque a
quien él envió, vosotros no creéis.”.
MI ENCUENTRO CON DIOS 47

Esa es la razón por la que muchos no han podido estar en la presencia de


Dios Padre Amado… Por la falta de fe en Nuestro Señor Jesucristo; ya
que es gracias a Jesús, por su amor y por su gracia (porque Él así lo
quiere), que nosotros podemos estar hoy ante la presencia de Dios Padre
Todopoderoso.
En Isaías 55:6 dice: “Buscad a Jehová mientras pueda ser hallado,
llamadle en tanto que está cercano.” Eso quiere decir que llegará el
momento en el que ya no se pueda hallar a Dios.
El salmo 32:6 dice: “Por esto orará a ti todo santo en el tiempo en que
puedas ser hallado;…”
Aprovechemos para acercarnos a Dios ahora que todavía estamos a tiempo
y podemos estar en su presencia.
Recordemos que Dios dijo en Génesis 18:14 “¿Hay para Dios alguna cosa
difícil?...” y en Jeremías 32:27 “He aquí que yo soy Jehová, Dios de toda
carne; ¿habrá algo que sea difícil para mí?.” Y Jesús lo corroboró
diciendo: “Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios.”
(Lucas 18:27)
Acerquémonos entonces a su presencia, ahora que por la gracia de Dios,
Nuestro Señor Jesucristo ha restaurado nuestra comunión con el Padre.

Recuerda que ¡Dios es hermoso! ¡Él es sólo amor!


MI ENCUENTRO CON DIOS 48

Resumen sobre mi experiencia:


1. Yo flotaba en la habitación y no reconocí a Dios. Fue solamente
cuando lo vi con los ojos espirituales que lo reconocí a Él y a
Nuestro Señor Jesucristo.
2. Si tenemos comunión con Dios ningún mal nos puede tocar, ya que
el dolor y los demás males son seres y no pueden acercarse a la
presencia de Dios.
3. Nuestro Señor Jesucristo es el único que puede restaurar nuestra
comunión con Dios, ya que Él coje nuestros pecados y paga el precio
por ellos. ¡Gracias Señor Jesús por salvarnos del pecado, la muerte,
la enfermedad, la pobreza y la esclavitud!
¡Qué gran amor el de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo!
4. Cuando yo escuché ¿Cómo va usted a querer a Dios?. Esa es la
tentación. Resistid a la tentación y el diablo tendrá que huir.
5. Jesucristo me levantó y me dijo: Tú eres hija de Dios…Ve!!
Él sabía lo que yo quería y sabía lo que yo pensaba.
6. Dios escucha todas nuestras oraciones. Por eso la oración es un
privilegio.
7. Debemos hacer la voluntad de Dios:
▪ Cumplir los mandamientos.
▪ Amar a Dios incondicionalmente.
▪ Amar a todas las personas y no sentir rabia con ellas, aunque
uno crea tener la razón (esto es un proceso).
¡Nadie ha dicho que sea fácil hacerlo!
▪ Pedir perdón a Dios.
8. No perder la conexión con Dios. Lo cual se logra haciendo siempre
la voluntad del Padre.
▪ Que seamos llenos del Espíritu Santo.
▪ Hablar siempre en amor.
MI ENCUENTRO CON DIOS 49

Capítulo 5
PRINCIPIOS PARA UNA ORACIÓN EFICAZ

La oración es un alto privilegio que tiene la habilidad de traer al mundo


físico lo que no podemos ver. La oración es un regalo de Dios para los
seres humanos.
Hay 5 principios (o pasos) para hacer una oración eficaz:
1) La oración debe ser dirigida únicamente al Padre (Señor Dios
Padre Todopoderoso y Eterno……)
Juan 15:16 “…para que todo lo que pidiereis al Padre en mi
nombre, él os lo dé.”
Juan 14:13 “Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo
haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.”
2) Toda oración debe hacerse en el nombre de Nuestro Señor
Jesucristo.
Juan 16:23-24 “…todo cuanto pidiereis al Padre en mi
nombre, os lo dará. Hasta ahora nada habéis pedido
en mi nombre; pedid y recibiréis, para que vuestro
gozo sea cumplido.”
Juan 14:14 “Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.”
3) La oración debe tener fundamento (o sea que debe presentar un
argumento). El argumento es hecho sobre una base legal, y la base
legal es: La Palabra de Dios. Y como está escrito en la Biblia,
usted puede reclamarlo para usted o para otra persona.
MI ENCUENTRO CON DIOS 50

Juan 8:32 “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.”


Diga por ejemplo:
 Padre, tu Palabra dice….. (y diga lo que dice la Biblia,
textualmente, según lo que usted necesite). Porque tu Palabra lo
dice, yo declaro que se hace realidad en mi vida en el nombre de
Cristo Jesús. Amén y Amén.
Ejemplo:
• Señor, tu Palabra dice que tú prosperarás el fruto de mis
manos. (Esto está escrito en Deuteronomio 30:9).
• Señor, tu Palabra dice: “Pedid, y se os dará; buscad, y
hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo aquel que pide,
recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.”
(Mateo 7:7-8 y Lucas 11:9). Por eso Señor yo te pido…
(Pida lo que desea) En el nombre de Cristo Jesús. Amén.
• Señor, tu Palabra dice: “Si algo pidiereis en mi nombre, yo
lo haré” (Juan 14:14). Por eso, Padre, en el nombre de
Cristo Jesús te pido que…(Pida lo que desea)
• Señor, tu Palabra dice: “Y la oración de fe salvará al
enfermo.” (Hacer aquí la oración de intercesión por la
persona enferma). Santiago 5:14-16 dice: “¿Está alguno
enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia,
y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del
Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo
levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán
perdonados. Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y
orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración
eficaz del justo puede mucho.”
4) Ore con fe. O sea, plenamente convencido de que ya obtuvo lo
que pidió. La duda es falta de fe. Que no haya duda en su corazón.
MI ENCUENTRO CON DIOS 51

5) Dé las gracias a Dios por su respuesta, porque usted ya está


seguro de que obtuvo lo que pidió, ya que la Palabra de Dios no
vuelve vacía.
Isaías 55:11 “así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí
vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en
aquello para que la envié.”
Filipenses 4:6 “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras
peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de
gracias.”
Colosenses 3:16-17 dice: “…cantando con gracia en vuestros
corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos
espirituales. Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de
hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando
gracias a Dios Padre por medio de él.”

Tenemos el ejemplo de los pasos para una oración eficaz en la oración


máxima, dada a la humanidad por Nuestro Señor Jesucristo.
Jesús dijo en Mateo 6:9-13:
“Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos,
santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como
en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día,
dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros
perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas
líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por
todos los siglos. Amén.”
Analicemos lo que dice esta oración…
MI ENCUENTRO CON DIOS 52

“Padre nuestro que estás en los cielos”. Ahí ya nos está diciendo que
somos hijos de Dios; nos está diciendo que Él es nuestro Padre. No
nuestro padre biológico, ¡Si no mucho más!. Él es nuestro Padre que está
en los cielos.
“Santificado sea tu nombre”. O sea que el nombre de Dios es santo.
“Venga tu reino”. Recordemos que el reino de Dios es perfecto. No hay
guerra, ni muerte, ni hambre, ni dolor, ni enfermedades. Por eso pedimos
que venga el reino de Dios a nosotros.
“Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra”. Ya
que la voluntad de Dios siempre es perfecta. Dios siempre quiere lo
mejor para nosotros y si se hace la voluntad de Dios en nuestras vidas
siempre será lo mejor.
“El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy”. Eso quiere decir que le
pedimos a Dios que supla todas nuestras necesidades.
“Perdónanos nuestras deudas”. En Lucas 11:2-4 también dice: “Y
perdónanos nuestros pecados…” Ya que debemos pedir perdón a Dios
por nuestros pecados; y esos pecados son deudas con Dios.
“Como también nosotros perdonamos a nuestros deudores”. Queda
claro que nosotros debemos perdonar a las demás personas. Porque,
¿Cómo podemos pedirle a Dios que nos perdone si nosotros no queremos
perdonar a nadie?.
“Y no nos metas en tentación”. Las tentaciones son motivadas por el
diablo para que nos alejemos de Dios; ya que, si estamos en comunión
con Dios ningún mal nos puede tocar. Por eso debemos pedir todos los
días en oración que sea Dios alejándonos de las tentaciones del demonio.
Es como decir: “No nos dejes caer en tentación”.
MI ENCUENTRO CON DIOS 53

“ Mas líbranos del mal”. Es Dios quien puede librarnos de todos los
males.
“ Porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos.”
Ya que el reino, el poder y la gloria son de Dios, por los siglos de los
siglos; y así debemos reconocerlo.
“Amén”. Amén quiere decir: ¡Así sea!
Esta es la oración perfecta dada a nosotros por Nuestro Señor Jesucristo.
Y cuando le preguntaron a Jesús: “Maestro, ¿cuál es el gran
mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con
todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Éste es el
primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás
a tu prójimo como a ti mismo.” (Mateo 22:36-39)
“Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me
sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.” (Juan
8:12). Aproveche y converse con Dios orando diariamente…
Juan 15:7 “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en
vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.”
Santiago 4:3 “Pedís, y no recibís, porque pedís mal,…”
Fundamente su oración con la Palabra de Dios. No sea solamente oidor
de la Palabra de Dios, sea hacedor de La Palabra; actúe conforme a la
Palabra de Dios tal como dice 1Juan 5:3 “Pues éste es el amor a Dios,
que guardemos sus mandamientos;…”
Jesús dijo en Mateo 18:19-20 “Otra vez os digo, que si dos de vosotros
se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que
pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque
donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio
MI ENCUENTRO CON DIOS 54

de ellos.” Por eso aproveche y ore con familiares o amigos. Si no pueden


estar en el mismo lugar, no se preocupe, no es necesario que estén en el
mismo sitio; pueden ponerse de acuerdo para orar por un propósito
específico.
Las bendiciones de Dios son eternas, y Jesús nos cuida, nos protege y
nos acompañará por siempre.
Mateo 28:20 “enseñándoles que guarden todas las cosas que os he
mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el
fin del mundo. Amén.”
Romanos 8:38-39 “…ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados,
ni potestades, ni lo presente, ni lo porvenir, ni lo alto, ni lo
profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor
de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.”
Filipenses 4:6-7 “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras
peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de
gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento,
guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo
Jesús.”
Esdras 3:11 “Y cantaban, alabando y dando gracias a Jehová, y diciendo:
Porque Él es bueno, porque para siempre es su misericordia…”
Salmo 136:26 “Alabad al Dios de los cielos, Porque para siempre es su
misericordia.”
Recuerde que: ¡Para Dios todo es posible! Y Él nos ha dado poder y autoridad
en el Nombre de Jesús. Lucas 9:1“…Les dio poder y autoridad…”
Mateo 19:26 “Y mirándolos Jesús, les dijo: Para los hombres esto es
imposible; mas para Dios todo es posible.”
Lucas 1:37 “porque nada hay imposible para Dios.”
MI ENCUENTRO CON DIOS 55

Capítulo 6
GUERRA ESPIRITUAL

Nuestra lucha no es contra personas, sino contra entes espirituales.


Efesios 6:12 “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra
principados, contra potestades, contra los gobernadores de las
tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las
regiones celestes.”
El mensaje del evangelio llega a todas las personas, pero no todas las
personas lo escuchan; porque muchas personas en este mundo están
siendo guiadas por las tinieblas y no por el Espíritu de Dios; razón por la
que no oyen la Palabra de Nuestro Señor Jesucristo. Por eso, no debemos
preocuparnos de lo que digan los demás. Nuestra única preocupación
debe ser agradar a Dios Nuestro Señor siguiendo su Palabra. Jesús dijo
en Mateo 13:9: “El que tiene oídos para oír, oiga.” Y esto está descrito en
la Biblia en los siguientes versículos:
Juan 8:47 “El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís
vosotros, porque no sois de Dios.”
Juan 8:42-44 “Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuese Dios,
ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he
venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió.
¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi
palabra. Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de
vuestro padre queréis hacer...”
Lucas 10:16 “El que a vosotros oye, a mí me oye; y el que a vosotros
desecha, a mí me desecha; y el que me desecha a mí, desecha a el
que me envió.”
MI ENCUENTRO CON DIOS 56

Juan 10:26-30 “pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas,


como os he dicho. Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y
me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni
nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es
mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi
Padre. Yo y el Padre uno somos.”
Por eso dijo Jesús en Marcos 8:18 “¿Teniendo ojos no veis, y teniendo
oídos no oís? ¿Y no recordáis?”
“Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la
guardan.” (Lucas 11:28)
Bien dice en Proverbios 1:5 “Oirá el sabio, y aumentará el saber, Y el
entendido adquirirá consejo,”
Pero hay que ser hacedores de la Palabra y no tan solo oidores. O sea que
hay que ACTUAR conforme a la Palabra de Dios.
Santiago 1:22 “Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente
oidores, engañándoos a vosotros mismos.”
Compórtense según la Palabra declarada en el evangelio y las
bendiciones de Dios serán con ustedes.
Salmo 23:1 “Jehová es mi pastor; nada me faltará.”
Jeremías 33:3 “Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas
grandes y ocultas que tú no conoces.”
Lucas 10:19 “He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones,
y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.”
Nuestras palabras tienen poder. Por eso hable conforme a la Palabra de
Dios. Recuerde que el poder está en su boca.
MI ENCUENTRO CON DIOS 57

Salmos 34:13 “Guarda tu lengua del mal, Y tus labios de hablar engaño.”
Mateo 12:36 “Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los
hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.”
Mateo 12:37 “Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras
serás condenado.”
Proverbios 18:21 “La muerte y la vida están en poder de la lengua,…”
Los que no creen, es porque no se toman la molestia de investigar, ya que
si investigaran creerían, tal como se revela en Hechos 17…
Hechos 17:11-12 “… pues recibieron la palabra con toda solicitud,
escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran
así. Así que creyeron muchos de ellos, y mujeres griegas de
distinción, y no pocos hombres.”
Romanos 8:37 dice que: “…somos más que vencedores por medio de
aquel que nos amó.”
Por eso todas las mañanas antes de salir de la casa usted puede decir:
“En Cristo yo soy más que vencedor” (3 veces). Levántese en la
mañana declarando un buen día, y bendiga el día y a todas las personas.
Filipenses 4:13 dice: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.
Dígalo 3 veces, ¡Pero créalo!. Recuerde que la idea no es que usted solo
lo sepa, la idea es que usted lo crea con todo su interior, o sea con la fe
de Dios.
En la mañana declare, por ejemplo: Yo voy a tener paz y mi gozo va a
ser completo. Yo tengo la victoria en el nombre de Jesús.
Obedecer la Palabra de Dios es creerla, eso es fe. Cuando creemos en la
Palabra de Dios, hacemos lo que ella dice. Escuche a Dios. ¡Sáquele
tiempo! Tiempo y ocasión les acontecen a todos.
MI ENCUENTRO CON DIOS 58

Recuerde que La oración es un privilegio. Nosotros tenemos el


privilegio de poder orar y así hablar directamente con Dios. Se ora sobre
una base de derechos, y esa base es la Palabra de Dios, dada a los
hombres. Por eso al orar tenemos que hacerlo diciendo las palabras dadas
por Dios, las cuales están en la Biblia.
La Biblia dice en Deuteronomio 30:19 “…os he puesto delante la vida y
la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues,…” O sea que es
nuestra decisión escoger lo que queremos hacer con nuestras vidas. Ese
es el libre albedrio que Dios nos dio. La decisión está en nuestras manos.
Somos nosotros los que con nuestros pensamientos y con nuestras
acciones, atraemos a nuestras vidas la bendición o la maldición.
Deuteronomio 28:2 dice: “Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y
te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios.” Recuerde que el poder
de la bendición prevalece sobre la maldición.
Proverbios 10:22 dice: “La bendición de Jehová es la que enriquece, Y
no añade tristeza con ella.”
En Deuteronomio 28 se describen todas las bendiciones de la obediencia.
Jesús dijo en Juan 16:23 “…De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto
pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará.”
Y en Mateo 17:20 dijo: “porque de cierto os digo, que si tuviereis fe
como un grano de mostaza, diréis a este monte: pásate de aquí allá, y se
pasará; y nada os será imposible”.
Ahora que sabe esto diga por ejemplo: Señor, en el nombre de Cristo
Jesús, con base en tu pacto de sangre, yo declaro que … (Y declare
entonces con sus palabras todo lo que usted quiere).
Jesús dijo en Marcos 5:36 “…No temas, cree solamente.”
MI ENCUENTRO CON DIOS 59

Porque el temor es no tener fe, el temor es falta de fe. El temor es un


espíritu que no es de Dios. Dios nos dio 3 espíritus aparte del Espíritu
Santo: el espíritu de poder, el espíritu de amor y el espíritu de dominio
propio. Los demás espíritus no son de Dios.
2 Timoteo 1:7 “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino
de poder, de amor y de dominio propio.”
2Corintios 10:3-4 dice: “Pues aunque andamos en la carne, no militamos
según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, si no
poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas,”
Utilice armas nuevas y diferentes para cada batalla, todas las armas están
en la Biblia. La Palabra de Dios es el arma más poderosa. Gástele
tiempo para sacar de la Biblia la palabra que sea el arma que usted
necesita, busque su arma en la Palabra de Dios.
Cuando ore dígale al enemigo: “Escrito está …….” Y cite las palabras
de la Biblia, tal y como dice en la Biblia. Busque las palabras de la Biblia
según su necesidad.
Por ejemplo:
 Escrito esta: “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta
conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. Al Dios y
Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.”
(esto está escrito en Filipenses 4:19) O sea que Dios me suplirá.
 Aléjate de mí Satanás porque escrito está…..
 “… Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios
adorarás, y a él sólo servirás.” (Mateo 4:10)

2Timoteo 3:16 dice: “Toda la escritura es inspirada por Dios,…”


La Biblia es más que un libro, ya que tiene la Palabra de Dios.
MI ENCUENTRO CON DIOS 60

• Salmo 107:19-20. “Pero clamaron a Jehová en su angustia, Y los libró


de sus aflicciones. Envió su palabra, y los sanó, y los libró de su ruina.”
• Juan 6:63 “…las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.”
Y La Palabra se volvió carne, como se describe en Juan 1:14 “Y aquel
Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros…”
¡Así de poderosa es La Palabra de Dios!
 Santiago 1:18 “Él, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de
verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.”
Nuestra arma es “La Palabra de Dios”. Con su boca usted debe hablar
esta Palabra. Declare lo que está escrito en la Biblia porque esto es la
Palabra de Dios. Su boca con su lengua tiene que convertirse en una
espada contra el mal; porque el arma más poderosa está en “La Palabra
de Dios”, como dice en Hebreos 4:12 “Porque la palabra de Dios es viva
y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos;…”
Cuando usted esté orando nada debe venir entre usted y la oración. Usted
tiene que estar enfocado para hacer una oración eficaz. Ore solo, ore en
un lugar tranquilo y concéntrese.
Mateo 6:6 dice: “Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la
puerta, ora a tu Padre que está en secreto;…”
Hable la Palabra de Dios todos los días. Use la Palabra de Dios para
ejercer su autoridad sobre las fortalezas.
Diga por ejemplo:
 En el nombre de Jesús les ordeno que sean derribados…..la
enfermedad, la ruina, etc.
 En el nombre de Jesús, ato y dejo sin ningún poder todo demonio
y todo espíritu inmundo de enfermedad, de ruina,…..etc.
MI ENCUENTRO CON DIOS 61

 En el nombre de Jesús, deshago, desato y rompo toda atadura,


toda ligadura, todo yugo, toda cadena y toda maldición, que haya
en mí. En el nombre de Cristo Jesús. Amén y amén.
 En el nombre de Jesús declaro y decreto provisión, salud,
bendición y protección para mí y para toda mi familia….etc.
 Por el poder y la autoridad divina que Dios me ha dado, en el
nombre de Cristo Jesús, declaro y decreto que…….”
Y así sucesivamente, vaya orando según su necesidad.
Recuerde que sólo se debe pedir el bien, tanto para usted como para
los demás. Nunca pida el mal para nadie ya que La Palabra es como
un boomerang y siempre regresa multiplicada al lugar de donde salió;
o sea que regresa multiplicada a usted. Por eso dice: Bendiga a sus
enemigos (Mateo 5:44 “…Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que
os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os
ultrajan y os persiguen;”)
Usted debe tener buen conocimiento de la Palabra de Dios en su vida.
Diga por ejemplo:
 Escrito está: Yo Jehová soy Salvador tuyo y Redentor tuyo, en el
nombre de Jesús, Amén. (Y eso está escrito en Isaías 49:26)
 Escrito esta: Por su llaga fuimos nosotros curados. (Isaías 53:5)
 Escrito esta: Y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo
vuestros pies. (Romanos 16:20)
 Escrito esta: Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu
vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te
desampararé. (Josué 1:5)
Recuerde lo que dice en Josué 1:8 refiriéndose a la Biblia: “Nunca se
apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche
MI ENCUENTRO CON DIOS 62

meditarás en él, para que guardes y hagas con forme a todo lo que en
él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te
saldrá bien.”
Use su boca: Declare las promesas de Dios escritas en la Biblia.
Ejemplo:
 En el nombre de Jesús, ruina, dolor, derrota, enfermedad, le
ordeno, fuera de aquí. Ruina, dolor, derrota, enfermedad, están
bajo mis pies, en el nombre de Jesús, Amén. (Romanos 16:20)
Usted tiene que ejercer su autoridad y su poder. Con su boca hable la
Palabra de Dios escrita en la Biblia. Ejemplo:
 Declaro por el poder de la Palabra de Dios que los cielos se abren
y que la gloria del Señor se manifiesta en mi vida, en mi familia y
en mi hogar. Gracias Padre, en el nombre de Jesús. Amén y amén.
(Juan 11:40 “Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la
gloria de Dios?)
Ejemplo:
 Deuteronomio 28:7 dice: “Jehová derrotará a tus enemigos que se
levantaren contra ti; por un camino saldrán contra ti, y por siete
caminos huirán de delante de ti.”
Esta Palabra se puede convertir en una espada para usted. En la mañana
declárela. Diga por ejemplo:
• Señor, gracias por la palabra que me has dado; escrito está …..
Dios derrotará mis enemigos que se levanten contra mí, por un
camino saldrán contra mí y por siete caminos huirán de delante
de mí. Señor, gracias porque tu palabra es la verdad. Amén.
MI ENCUENTRO CON DIOS 63

• También puede decir: Señor, reclamo tu Palabra.. Tú has dicho


que ningún arma forjada contra mí prevalecerá y..., Etcétera.
Declare todo lo que usted quiere y/o necesita. Usted puede decir:
• Ningún arma forjada contra mí prosperará y toda lengua que se
levante contra mí será condenada (Eso está en Isaías 54:17
“Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda
lengua que se levante contra ti en juicio…”)
O, puede decir:
• Declaro que vienen a mí riquezas del este, del oeste, del norte
y del sur; y que ningún arma forjada contra mí prosperará, por
el poder de la Palabra de Dios, en el nombre de Jesús, Amén.
Isaías 55:11 dice: “así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a
mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello
para que la envié.”
Entonces….. Declare la Palabra de Dios. Tome la Palabra y declárela.
En la mañana diga… (lo que dice la Biblia), así suelta usted la Palabra de
Dios. Ejemplo:
• Santo Espíritu, entra en mi vida y toma control de mis
pensamientos, mis emociones, mis palabras y mis acciones, en
el nombre de Cristo Jesús. Amén y amén. (Efesios 5:9)
• Señor, manifiéstate en nuestras vidas y confirma tu Palabra
con sanidades, señales y prodigios, en el nombre de Cristo
Jesús. Amén y Amén. (Hechos 4:30 “mientras extiendes tu
mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios
mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús.”)
MI ENCUENTRO CON DIOS 64

• Señor, pon tu Palabra en nuestra boca, perfecciona nuestra


alabanza y nuestra oración y revístenos con tu poder. Espíritu
Santo llénanos. Que la gloria del Señor se manifieste a través
de nuestras vidas, en el nombre de Cristo Jesús. Amén y amén.
(1Pedro 5:10)
Además usted debe ponerse la armadura de Dios. La armadura de Dios
es: La verdad, la justicia, la paz, la fe, la salvación y la Palabra de
Dios….. La armadura de Dios es así:
Efesios 6:10-18 “Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el
poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis
estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha
contra sangre y carne, si no contra principados, contra potestades, contra
los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales
de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de
Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo,
estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y
vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del
evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis
apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la
salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; orando en
todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello
con toda perseverancia y súplica por todos los santos;”
Usted debe tener la Palabra de Dios en su corazón. Sea fuerte en el
Señor. La Biblia dice: “tomad”. Usted debe tomarla y ponérsela.
Es su responsabilidad. ¡Póngasela usted!. Póngase toda la armadura de
Dios, para poder estar firme contra las asechanzas del diablo y resistir al
mal. Póngase la armadura de Dios todas las mañanas.
Proverbios 28:1 dice: “Huye el impío sin que nadie lo persiga; Mas el
justo está confiado como un león.”
MI ENCUENTRO CON DIOS 65

Usted está sentado con Cristo en los lugares celestiales, porque Jesús está
en usted y Jesús es el León de Judá. Apocalipsis 5:5 “Y uno de los
ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la
raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos.”
Efesios 2:4-6 “ Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor
con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos
dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y
juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los
lugares celestiales con Cristo Jesús,”
1 Juan 4:2 y 4 dice: “…Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha
venido en carne, es de Dios;… Hijitos, vosotros sois de Dios, y los
habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está
en el mundo.” La Biblia dice que usted es de Dios. Diga: “Yo soy de
Dios” (varias veces).
Diga por ejemplo: Por el poder de la Palabra de Dios, en el nombre de
Cristo Jesús, hoy pongo todo problema bajo mis pies, de acuerdo con la
voluntad divina. En el nombre de Cristo Jesús, ato y dejo sin ningún
poder todo espíritu inmundo de… (enfermedad, depresión, ruina, etc).
Está escrito que el Dios de paz va a aplastar todo problema, toda
enfermedad (sea especifico, diga el nombre de cada problema y de cada
enfermedad. Declare la palabra dada en Romanos 16:20, diciendo…)
Señor, tu Palabra dice: “Y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás
bajo vuestros pies…”. Y el Dios de paz aplastará …(a la enfermedad,
etc). Gracias Padre, te agradecemos en el nombre de Jesús. Por la Palabra
de Jesucristo tenemos la victoria. Todo problema tiene un nombre y todo
nombre está sujeto al nombre de Nuestro Señor Jesucristo. Y cada
nombre en el cielo, en la tierra y bajo la tierra está sujeto al nombre de
Jesucristo Nuestro Señor. Hoy declaro en el nombre de Jesucristo y por
el poder de la sangre de Cristo que todos estos problemas están muertos
MI ENCUENTRO CON DIOS 66

y están enterrados y nunca más se levantarán. Toda fortaleza es derribada


bajo mis pies y la aplasto en el nombre de Cristo Jesús. En Cristo yo soy
más que vencedor. Gracias Padre porque tenemos la victoria en Cristo
Jesús. Gracias Padre porque tenemos la victoria en tu nombre. Gracias
Padre porque tenemos la victoria por la Palabra de Dios. Gracias Señor
Jesús porque yo soy libre, sano y bendecido. En el nombre de Cristo
Jesús Amén y amén.
Después, ore a Dios con sus manos abiertas. Confiese a Dios todos sus
pecados, pídale perdón, y dé las gracias. Recuerde que después de orar
debe perdonar. Ora y perdona a tus enemigos y bendícelos.
Filipenses 3:13 dice: “…pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo
que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,”
Por eso, olvide el pasado. Si usted no olvida el pasado, no disfruta el
presente y no proyecta el futuro.
Marcos 11:23-25 dice: “Porque de cierto os digo que cualquiera que
dijere a ese monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su
corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será
hecho. Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que
lo recibiréis, y os vendrá. Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis
algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos
os perdone a vosotros vuestras ofensas.”
Mateo 6:14-15 dice: “Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os
perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no
perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os
perdonará vuestras ofensas.”
Siempre al final de la oración se deben dar las gracias a Dios.
Confiando en que ya se ha cumplido lo que se ha pedido. ¡Esta es la fe!
MI ENCUENTRO CON DIOS 67

• 1Tesalonicenses 5:18 “Dad gracias en todo,…”


• Efesios 5:20 “dando siempre gracias por todo al Dios y Padre,
en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.”
• Filipenses 4:20 “Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los
siglos de los siglos. Amén.”
Declare por ejemplo:
 “Señor Jesús, yo creo que tú eres el Hijo de Dios. Te pido que
perdones todos mis pecados; perdona mi incredulidad. Hoy
me arrepiento de todos mis pecados. Lávame con tu sangre,
límpiame con tu sangre Señor; límpiame del pecado, límpiame
de las enfermedades, límpiame de la miseria, (etc). Mi vida
está en tus manos Señor, mi vida te pertenece. Dios Padre
todopoderoso, a partir de este momento yo recibo sanidad,
recibo riqueza, recibo prosperidad, recibo protección y recibo
bendiciones en el nombre de Cristo Jesús. Manifiéstate Señor,
con prodigios y señales en mi vida. Señor gracias, gracias por
todo Señor. Gracias por la provisión, gracias por la
protección, gracias por la sanación, gracias por la
prosperidad, gracias por las bendiciones, y gracias por ser mi
Padre amado. Suple Señor, todas mis necesidades conforme a
tus riquezas en gloria en Cristo Jesús, y bendíceme hoy y
siempre en el nombre de Nuestro Señor Jesucristo, amén y
amén”.
Recuerde los principios o pasos para una oración eficaz, descritos en la
página 47. Siga este orden para la oración. Y por sobre todo recuerde que
Dios escucha todas nuestras oraciones y siempre las responde
conforme a su voluntad. Como la voluntad de Dios siempre es perfecta y
solo buenas cosas proceden de Él; Él nos dará siempre lo que a nosotros
MI ENCUENTRO CON DIOS 68

más nos conviene. Algunas veces eso no será lo que estamos pidiendo,
pero tenga fe... Dios siempre sabe lo que es mejor para nosotros y eso es
lo que nos dará.
1Juan 5:14 “Y ésta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos
alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.”
No todos tienen el PRIVILEGIO de poder hablar directamente con Dios.
Pero nosotros, gracias a Nuestro Señor Jesucristo, tenemos ese
privilegio; ya que Jesús es ese puente que Dios puso para que nosotros
volviéramos a tener la comunicación directa con Dios, la cual habíamos
perdido con nuestro pecado; y pudiéramos así, gracias a Jesús, restaurar
la vida en bendición que Dios nos había dado al principio de los tiempos.
No desperdicie esta oportunidad. ¡Aprovéchela¡. Hable con Dios con
sus palabras. Hable con Dios desde su corazón. Porque Él siempre
estará ahí para oír sus suplicas, para apoyarlo, para llevarlo de la mano,
para consolarlo, para guiarlo, para sanarlo, para protegerlo y para
bendecirlo. Recuerde que el mal no viene de Dios.
Jeremías 29:11-13 dice: “Porque yo sé los pensamientos que tengo
acerca de vosotros, dice jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para
daros el fin que esperáis. Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a
mí, y yo os oiré; y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de
todo vuestro corazón.”
1Pedro 5:7 dice: “echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene
cuidado de vosotros.”
Recuerde que todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de
Dios. Por eso, si usted lo cree, usted es hijo de Dios; y como hijo de
Dios, no debe practicar el pecado. Tal como dice en 1Juan 5:18
MI ENCUENTRO CON DIOS 69

1Juan 5:18 “…todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado,


pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno
no le toca.”
En la anterior cita, cuando dice: “Aquel que fue engendrado por Dios le
guarda”, se refiere a Jesús, que lo guarda a usted. Luego dice: “y el
maligno no le toca”; el maligno es el diablo, y este no lo puede tocar a
usted, desde que usted esté con Dios.
Utilice la Palabra de Dios escrita en la Biblia para: declarar, decretar,
bendecir, activar, desatar o atar (según sea el caso), etc.
Diga por ejemplo:
• Por el poder de tu Palabra, haz tu obra en mí Señor. Toma el control
de mi mente y de mi vida; abre mis ojos espirituales y bendíceme
en el nombre de Cristo Jesús. Amén y amén.
Declare por ejemplo:
• En el nombre de Cristo Jesús, yo…. (diga su nombre); ato, reprendo
y dejo sin ningún poder, todo dolor y toda enfermedad (nombre y
detalle cada enfermedad). En el nombre de Cristo Jesús recibo
sanación y sanidad divina y declaro que yo soy libre de toda
enfermedad. En el nombre de Cristo Jesús activo el poder de la vida
y el poder de la sanación. En el nombre de Cristo Jesús declaro y
decreto sanación y sanidad divina para mí…. Yo recibo La Unción
y el poder divino y activo la sanación, la sanidad, la armonía, la paz,
la felicidad, las riquezas, las bendiciones (etc); por el poder de la
Palabra y por el poder del Espíritu de Dios; para honra y gloria de
Dios Padre, en el nombre de Cristo Jesús. Amén y amén.
• En el nombre de Cristo Jesús, yo… tengo la Unción, el Poder y la
Autoridad Divina para sanar por el poder de la Palabra de Dios.
MI ENCUENTRO CON DIOS 70

• En el nombre de Cristo Jesús, yo deshago, desato y rompo toda


maldición. Toda palabra mala proferida hacia mí es quebrantada en
el nombre de Cristo Jesús. Declaro bendición y prosperidad para mí
y para toda mi familia. Bendigo el fruto de mis manos, bendigo…
(mi trabajo, mis estudios, mis negocios, etc). Gracias Dios Padre
Todopoderoso y Eterno; Padre, Hijo y Espíritu Santo, porque sé que
me has escuchado y me has concedido lo que te he pedido en el
nombre de Cristo Jesús. Amén y amén.
Para pedir prosperidad diga por ejemplo: En el nombre de Cristo Jesús,
yo tengo el poder de Dios para hacer las riquezas (Deuteronomio 8:18).
Activo el poder de Dios en mí y declaro la unción y la bendición de Dios
sobre mi hogar, sobre mi empresa, sobre mis negocios (etc). Gracias
Señor por la provisión, en el nombre de Cristo Jesús, amén y amén.
Deuteronomio 8:18 dice: “…acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da
el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a
tus padres, como en este día.”
Ejemplo de oración para la consagración del dinero:
Señor Dios Padre todopoderoso, en el nombre de Cristo Jesús, por el
poder de tu Palabra y por el poder de la sangre de Nuestro Señor
Jesucristo; te presento y te consagro este dinero a ti, Padre amado. Has
que sea según tu Palabra, a partir de este momento y de aquí en adelante,
como una semilla; multiplicándose y dando su fruto al ciento por uno
para mí… (diga su nombre). Bendice Señor este dinero en el nombre de
Cristo Jesús, para que prospere y se multiplique como se multiplicaron
los panes y los peces en el nombre de Cristo Jesús, amén y amén. Esta
semilla activa el poder de tu Palabra y activa el poder de la prosperidad
en mí. Doy gracias en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
MI ENCUENTRO CON DIOS 71

Pero, ¡Mucho cuidado!. Pon siempre a Dios primero que a todas las
cosas, y no seas idolatra. No hagas ninguna imagen, ni a imagen ni a
semejanza. Ríndele culto sólo a Dios. No le rindas culto al dinero, ni a
ningún objeto, ni a ninguna imagen; porque escrito está:
1Juan 5:21 “Hijitos, guardaos de los ídolos. Amén.”
En Deuteronomio 4:15-19 y en Éxodo 20:4-5 también dice:
Deuteronomio 4:15-19 “Guardad, pues, mucho vuestras almas; pues ninguna
figura visteis el día que Jehová habló con vosotros de en medio del
fuego; para que no os corrompáis y hagáis para vosotros escultura,
imagen de figura alguna, efigie de varón o hembra, figura de animal
alguno que está en la tierra, figura de ave alguna alada que vuele por el
aire, figura de ningún animal que se arrastre sobre la tierra, figura de pez
alguno que haya en el agua debajo de la tierra. No sea que alces tus ojos
al cielo, y viendo el sol y la luna y las estrellas, y todo el ejército del
cielo, seas impulsado, y te inclines a ellos y les sirvas;…”
Éxodo 20:4-6 “No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba
en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te
inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte,
celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera
y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a
millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.”
En Mateo 6:24 y Lucas 16:13 dice“…No podéis servir a Dios y a las riquezas.”
Pero, el problema no es la riqueza; el problema es poner el dinero antes
que a Dios. Abraham, el rey David y el rey Salomón eran supremamente
ricos; pero ponían a Dios antes que a sus riquezas y que a todas las cosas.
Separe lo que es temporal de lo que es eterno. La Biblia dice en Mateo
16:26 “Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y
perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? ”
MI ENCUENTRO CON DIOS 72

No hay nada peor que perder nuestra comunión con Dios y con ello la
protección y las bendiciones del cielo. Recuerde que el fin no es
aprenderse la Biblia; el fin es la transformación de nuestras vidas por
medio de la Palabra de Dios. Actúe conforme a la Palabra de Dios.
Si el hombre entendiera que al morir lo único que se lleva es su alma,
dedicaría más tiempo a su evolución espiritual; al fin y al cabo la vida en
esta tierra es temporal, mientras que la vida que nos espera es la vida
eterna.
Jesús dice en Juan 10:28-29 “y yo les doy vida eterna; y no perecerán
jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es
mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.”
Jesús pagó el castigo por nosotros, no tenemos por qué sufrir el fuego
eterno del infierno.
Juan 6:27 dice: “Trabajad, no por la comida que perece, sino por la
comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará;
porque a éste señaló Dios el Padre.”

Y tú….¿Dónde quieres pasar tu vida eterna?


¡Que tu vida eterna sea en la presencia de Dios!

Si deseas RECIBIR A JESÚS EN TU CORAZÓN, y con Él todas las


bendiciones del reino de Dios, te invito a hacer la ORACIÓN DE FE que
está descrita y enmarcada en el siguiente capítulo.
MI ENCUENTRO CON DIOS 73

Capítulo 7
ORACIÓN DE FE

Los invito a recordar primero lo que debemos hacer para ser salvos,
descrito en el capítulo uno, en la página 18.
¡Ten fe y te aseguro que tu vida cambiará!...
Repite en voz alta:

ORACIÓN DE FE:
“Señor Dios Todopoderoso, amado Dios y Padre Santo, yo reconozco
que tú eres el único Dios verdadero. Yo creo y confieso que Jesús es
el Señor, el Hijo de Dios; que murió por nuestra salvación, y resucitó
de los muertos. Reconozco que soy pecador. He pecado contra ti y he
pecado contra el mundo, y por eso me arrepiento y te pido que me
perdones; que limpies mi vida con la preciosísima sangre de Nuestro
Señor Jesucristo. Hoy reconozco a Cristo Jesús como mi Señor y mi
Salvador; como mi único y singular protector y mi guía. Yo te abro
Señor las puertas de mi corazón y te pido que entres a morar en él;
que seas Tú de ahora en adelante mi protector, mi fortaleza, mi
pronto auxilio en la tribulación. Te entrego mi vida, Señor. Anota e
inscribe mi nombre en el libro de la vida. En el nombre de Cristo
Jesús, Amén. Gracias Padre amado por que tu Espíritu Santo ahora
vive en mí. Gracias, Señor Jesús, porque Tú diste tu vida por nuestra
salvación. Gracias, Padre, porque ahora yo soy tu hijo y dueño de
todas tus promesas. Gracias Señor, en el nombre de Cristo Jesús,
Amén y amén”.
MI ENCUENTRO CON DIOS 74

No olvide seguir aprendiendo de la Palabra de Dios. Estamos en el


tiempo de la gracia; que es el tiempo en el que la Palabra de Dios se
esparce por el mundo, para que todas las personas escuchen el mensaje
del evangelio, crean y sean salvos. ¡Aquellos que crean se salvarán!
Recuerde que somos salvos por la fe y la fe viene por el oír la Palabra de
Dios (Romanos 10:17)
Lo invito entonces a que asista a cualquier iglesia donde vaya a escuchar
la Palabra de Dios.
• Hebreos 10:25 dice: “no dejando de congregarnos,…”
• Apocalipsis 22:7 dice: “!He aquí, vengo pronto! Bienaventurado
el que guarda las palabras de la profecía de este libro.”
• 1Pedro 1:25 dice: “Mas la palabra del Señor permanece para
siempre. Y ésta es la palabra que por el evangelio os ha sido
anunciada.”
• 2Pedro 3:9 “El Señor no retarda su promesa, según algunos la
tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no
queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al
arrepentimiento.”
• Juan 6:37 “… y al que a mí viene, no le echo fuera.”
• Mateo 7:13-14 nos dice: “ Entrad por la puerta estrecha; porque
ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición,
y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta,
y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la
hayan.”

“Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.” (Mateo 24:13)
MI ENCUENTRO CON DIOS 75

Como dice en Isaías:


• Isaías 41:10-13 “No temas, porque yo estoy contigo; no
desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te
ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. He
aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y
confundidos; serán como nada y perecerán los que contienden
contigo. Buscarás a los que tienen contienda contigo, y no los
hallarás; serán como nada, y como cosa que no es, aquellos que te
hacen la guerra. Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene
de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo.”

Ahora… ¡Pasa esta palabra a otras personas!


• Juan 15:16 “…os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y
vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al
Padre en mi nombre, él os lo dé.”
• Juan 20:21 “Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros.
Como me envió el Padre, así también yo os envío.”

¡Está en tus manos ayudar a salvar muchas almas!.

“Dios te bendiga. El Espíritu Santo te ilumine y te guie por el camino


del bien. Dios te proteja y te libre de todo mal y peligro. Ve con Dios,
en el nombre de Cristo Jesús. Amén y amén”.

FAMILIA OROZCO RAMÍREZ.


MI ENCUENTRO CON DIOS 76

NOTAS
Amado Padre, guárdanos en tu nombre, para que seamos uno contigo;
líbranos del mal, úngenos con tu Santo Espíritu y santifícanos en tu
verdad. En el nombre de Cristo Jesús. Amén.

FAMILIA OROZCO RAMÍREZ.

Copyright © 2023 por Alexandra Ramírez. Bogotá, Colombia.


Segunda Edición.
Los textos bíblicos han sido tomados de la versión Reina-Valera ©1960,
Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960.
MI ENCUENTRO CON DIOS 77

También podría gustarte