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Cognición
Sensopercepción
Psicología General
a.) Los órganos de la vista se encargan de procesar la información de los estímulos que
da lugar a la percepción visual. Por ejemplo, cuando logramos apreciar el color de la camisa
que usaremos para vestirnos.
b.) Los órganos del oído se encargan de procesar la información de los estímulos que da
lugar a la percepción auditiva. Por ejemplo, cuando reconocemos la voz de una persona
que nos resulta familiar y logramos reconocer que se trata de un amigo.
c.) Los órganos de la piel se encargan de procesar la información de los estímulos que da
lugar a la percepción táctil. Por ejemplo, cuando una persona nos toca con su mano en la
espalda y de inmediato giramos hacia atrás para identificar de quién se trata.
e.) Los órganos de la nariz se encargan de procesar la información de los estímulos que da
lugar a la percepción olfativa. Por ejemplo, cuando nos percatamos de que un alimento se
encuentra en estado de descomposición porque emana un olor desagradable.
Atención
Psicología General
Las personas estamos siempre expuestas a una gran cantidad de estimulación sensorial,
pero tenemos una capacidad limitada de procesar información, así que nuestra mente
selecciona la que considera más relevante de los estímulos externos que podemos captar
gracias a los sentidos para procesarla a través del proceso cognitivo básico conocido como
atención. En este sentido, se considera que la atención funciona como un filtro de la
sensopercepción que permite controlar voluntariamente el influjo de información que ingresa a
nuestro sistema cognitivo para realizar una tarea en particular.
Desde otra perspectiva, se considera que la atención es una capacidad general inespecífica
que está constituida por un conjunto de recursos energéticos limitados que son asignados a
distintos procesos que operan sobre la información que ingresa al sistema cognitivo, acorde al
nivel de activación que tenga el organismo al momento de realizar una tarea y la dificultad
mental que implica la misma tarea. Esto quiere decir que la atención se encarga de asignar y
distribuir la cantidad de recursos cognitivos que requiere cada proceso mental, según el nivel de
importancia que cada uno de estos tenga para el desarrollo de la actividad que se lleva a cabo
en el momento. Esto ha llevado a proponer que existen dos formas distintas de procesar la
información: una que requiere del control atencional en tanto exige gran cantidad de los
recursos cognitivos que tenemos a disposición; y otra que se presenta de forma automática por
lo que no demanda recursos cognitivos atencionales.
Memoria
del ambiente externo o un estímulo al interior del organismo, la información referida a dicho
estimulo debe ser transformada en un impulso nervioso que nuestro cerebro pueda recibir y
procesar, siendo esta la fase de codificación; posteriormente, se lleva a cabo la retención de
esa información para guardarla y conservarla en lo que se denomina fase de almacenamiento;
y por último, llegamos a la fase de evocación en la que se realiza la recuperación de esa
información almacenada en nuestra mente, en caso de ser requerida para ponerla al servicio de
la elaboración de una tarea en particular. Por ejemplo: cuando asistimos a una clase de
primeros auxilios, atendemos a la información que nos brinda el instructor a cargo para poder
captar todos los sonidos de las palabras que nos dice y nuestra mente los transforma en
impulsos nerviosos que nuestro cerebro recibe e interpreta para atribuirle un significado y así
poder entender a qué se refieren tales palabras; esto permite que podamos guardar la
información más relevante del mensaje que nos brinda el instructor; y ulteriormente, cuando
experimentamos una situación de emergencia en la que pueda haber una persona herida,
recordamos las indicaciones brindadas por el instructor respecto a lo que debemos hacer para
atenderlo, a partir de la información que podemos recuperar de nuestra memoria.
Aunque se han propuesto diversos modelos para dar cuenta de los componentes de la
memoria, el más sobresaliente y predominante ha sido el llamado Modelo Multialmacén, en el
cual se plantea que existen tres sistemas de memoria, a saber: sensorial, a corto plazo, y a
largo plazo.
Pensamiento
Lenguaje
Psicología General
En ese sentido, el lenguaje tiene dos propiedades esenciales: a.) La arbitrariedad, ya que
ningún referente al que se refieren las palabras contiene en sí mismo una característica que
sugiera cómo debe ser nombrado o que nos indique cual sería la etiqueta verbal más apropiada
para designarlo, sino que simplemente lo asociamos con un sonido lingüístico particular; y b.) el
consenso, debido a que un grupo de personas en mutuo acuerdo deciden usar una palabra
específica para designar el mismo referente, lo cual permite que tengan un significado
compartido. Siguiendo con el ejemplo de la “silla”, podríamos afirmar que ninguna de las
características físicas del objeto al que nombramos con esa palabra, ni la forma en que lo
usamos, sugiere o indica que debemos designarlo con esa etiqueta verbal (arbitrariedad); no
obstante, todos estamos de acuerdo en denominar a ese objeto con palabra “silla” (consenso).
Si bien el lenguaje cuenta con muchos componentes, para fines prácticos abordaremos los
dos más generales: el expresivo y el comprensivo. Todas las personas que tenemos la
posibilidad de desarrollar el lenguaje, por una parte, adquirimos la habilidad de expresar a los
demás nuestras ideas, creencias, pensamientos, opiniones, conocimientos, sentimientos o
cualquier estado mental haciendo uso del habla o la escritura; y por otra parte, adquirimos la
capacidad de comprender el significado de las palabras habladas o escritas mediante las
cuales otras personas nos comunican un mensaje con sentido. Ambas capacidades lingüísticas
se requieren al momento de establecer una conversación con otra persona, ya que debemos
comprender el significado de las palabras y frases que esta nos dice, para poder expresar una
respuesta coherente y seguir el hilo conductor de la conversación.
Aprendizaje
En términos generales, se han propuesto dos tipos de aprendizaje que se describen de manera
somera a continuación:
Psicología General
- Aprendizaje Asociativo: implica una relación entre estímulos y respuestas que suele
darse de manera implícita, es decir, que las personas no son plenamente conscientes de tal
aprendizaje. Por ejemplo, cuando una persona llega a su casa del trabajo y siente un olor a
comida, así que se ubica en la mesa del comedor preparándose para cenar porque sabe
que ya viene la cena; o cuando un niño cumple con sus tareas de la escuela porque sabe
que sus padres lo premiaran si obtiene buenas notas.
Inteligencia
Emoción
Psicología General
Los psicólogos han propuesto una clasificación de las emociones que permite distinguir
entre dos tipos: a.) Básicas, que son universales y aparecen en las personas desde el
nacimiento (alegría, tristeza, desagrado, ira, miedo y sorpresa); b) Sociales o secundarias,
que son aquellas que dependen en gran medida del contexto cultural en el que las personas se
desenvuelven y que se presentan en situaciones de interacción con los demás (culpa,
vergüenza, gratitud, orgullo, etc.).
Finalmente, resulta pertinente aclarar que la emoción se diferencia del estado de ánimo, en
tanto este último tiene una mayor duración, no se produce por un estímulo o evento en
particular claramente definido y resulta de una integración o equilibrio de diversas emociones
presentadas reiterativamente con distintos niveles de intensidad; por ejemplo, un estado de
ánimo depresivo durante una semana en la que la persona presenta con mayor frecuencia
momentos de tristeza producto de múltiples situaciones adversas.
Personalidad
Los psicólogos han propuesto múltiples teorías de la personalidad, siendo entendidas como
sistemas de principios, supuestos e ideas que pretenden describir y explicar en qué consiste la
personalidad. En este sentido, se han planteado dos conceptos que son transversales a todas
las teorías de la personalidad, a saber: a.) Temperamento, que hace alusión a la disposición
genética de los bebés para responder de cierta manera a los estímulos del ambiente (ya sea de
manera reactiva, tranquila, irritable, etc.) y que configura la base de los rasgos de personalidad;
y b) Carácter, que concierne al conjunto de cualidades y rasgos que emergen a partir del
desarrollo del temperamento de la persona en interacción con la experiencia, por ejemplo
nervioso, colérico y sentimental.
Los rasgos son concebidos como tendencias estables a responder con los mismos
comportamientos ante situaciones similares; o características que denotan tanto las conductas
como las formas de pensar y sentir que una persona suele emplear en la mayoría de
situaciones. Un ejemplo de ello lo representan aquellas personas que casi siempre que se
encuentran ante personas desconocidas, tienden a iniciar una conversación y a establecer
interacciones sociales (apertura a lo social). Siendo así, los rasgos permiten predecir en cierta
medida las posibles reacciones conductuales de la gente ante ciertas situaciones, pues
siguiendo con el ejemplo propuesto, se podría afirmar que cuando ese mismo tipo de personas
mencionadas se encuentren con alguien que no les resulta familiar, intentarán mínimamente
proponerle una conversación.
Allport ha planteado la existencia de diversos tipos de rasgos: a) los cardinales, que son los
que determinan la mayor parte del repertorio de conductas de un individuo, por ejemplo, el
egoísmo; b) los centrales, que son aquellos concernientes a características generales que
evidencian la personalidad de un individuo, aunque son menos dominantes que los cardinales
(sociable, honesta, alegre, inteligente, etc.); y c) los secundarios, que hacen alusión a
cualidades más superficiales como intereses o preferencias en cuanto a aspectos religiosos,
deportivos, alimenticios, entre otros. Desde esta perspectiva, los rasgos cardinales y centrales
solo se diferencian en cuanto a la dominancia con la que se manifiestan en los patrones
conductuales, así que para una persona el optimismo puede ser un rasgo cardinal en tanto es
mucho más representativo que los demás rasgos, mientras que para otra persona puede ser un
rasgo central en tanto resulta menos representativo de su actividad conductual en términos
generales.
Cattell, en cambio, propuso la existencia unos Rasgos Superficiales que atañen a las
características visibles de la personalidad, los cuales frecuentemente aparecen agrupados en
conjuntos, a tal punto de manifestarse como un solo rasgo más elemental que conforma el
núcleo de la persona, siendo denominados como Factores o Rasgos Fuente.
A partir de la medición del nivel en que estos rasgos se presentaban en un grupo grande de
personas, logró identificar cinco factores de personalidad, a saber: a) Extraversión /
Introversión, que implica los rasgos que dan cuenta del grado de propensión a participar y
mostrarse en el ámbito social; b) Neuroticismo / Estabilidad emocional, que da cuenta del tipo
de manejo que se da a las emociones; c) Amabilidad / Antagonismo, que involucra el nivel de
Psicología General
Este tipo de teorías toman como base la teoría psicoanalítica propuesta por Freud, por lo
que se enfocan en el funcionamiento de las dinámicas de las energías psíquicas interiores,
cuyos conflictos y luchas motivan los comportamientos humanos, a los que subyacen una serie
de necesidades e impulsos ocultos en lo inconsciente.
Desde esta postura, la personalidad es apreciada como un sistema dinámico constituido por
tres estructuras psíquicas, cuya actividad y sobreposición de una sobre las otras determina
cada comportamiento, a saber: el Ello, el Yo y el Superyó.
El Ello está compuesto por un conjunto de impulsos biológicos innatos que Freud denominó
pulsiones, los cuales son guiados por el principio de búsqueda de placer y ejercen presión para
ser expresados libremente. Por una parte, encontramos la pulsión de vida que es la energía
que subyace a los deseos sexuales llamada líbido, la cual también dirige nuestros esfuerzos
para subsistir; y por otra parte, tenemos la pulsión de muerte que es la energía que provoca los
impulsos agresivos y destructivos. Siendo así, estas energías del Ello son destinadas a
descargar las tensiones sexuales y agresivas de las personas.
El Yo, en cambio, se encarga de regular y equilibrar las pulsiones provenientes del Ello que
pujan por satisfacerse, siendo guiado por el principio de realidad, en tanto se trata del aspecto
consciente de la psique compuesto por la capacidad de pensamiento, toma de decisiones y
solución de problemas. En ese sentido, el Yo controla la conducta permitiendo la satisfacción
de los deseos concernientes a algunas pulsiones del Ello, en tanto resulten apropiados en
relación con la realidad externa, es decir, mediante las vías o formas aceptadas socialmente.
El Superyó está conformado por las normas éticas y los designios morales instaurados por
la sociedad y la cultura en la que las personas están inmersas. Debido a esto, opera como un
juez frente a las acciones ejercidas por el Yo que conciernen a la satisfacción de las pulsiones
del Ello, de manera que si no se cumplen las normas morales provee un castigo interno a modo
de remordimiento o sentimiento de culpa. Igualmente, el Superyó denota todos los
comportamientos que son aprobados socialmente.
De la tensión que se genera con la pugna de estas tres instancias psíquicas descritas, se
configura la personalidad a lo largo del desarrollo, lo cual puede resultar en una de tres
estructuras acorde a los planteamientos de Freud: a) Neurótica, caracterizada principalmente
por la preocupación ante la incertidumbre y la duda respecto a la al deseo y la existencia; b)
Psicótica, caracterizada por la presencia de manifestaciones delirantes; y c) Perversa,
caracterizada por la presencia de desviaciones sexuales como el masoquismo y el voyerismo.
Estas teorías se centran en el desarrollo del potencial de las personas y en sus experiencias
subjetivas, atendiendo a los problemas y resaltando sus ideales. El principio nuclear de esta
perspectiva es la concepción positiva del ser humano que resalta su creatividad y libre albedrío,
con el afán de promover sus potencialidades. En ese sentido, se concibe la naturaleza del
hombre como intrínsecamente buena, procurando exaltar las capacidades y los valores que
conlleven a un óptimo desenvolviendo del ser.
Desde esta mirada la personalidad sería el resultado de todas las decisiones que un
individuo ha tomado en su vida, de modo que para comprender sus patrones de
comportamiento se torna necesario conocer la forma subjetiva en que la persona ve y concibe
la realidad y el mundo. De esto se desprende que existen tantas realidades posibles como
personas.
El mayor representante de este tipo de teorías es Abraham Maslow, quien propone que la
psicología debe hacer énfasis en la realización personal de los individuos, a partir del desarrollo
pleno de sus potencialidades, siendo esencial para ello la búsqueda de la plenitud y la felicidad.
La autorrealización de una persona implica que esta pueda vivir haciendo pleno uso de sus
potencialidades, de modo que su personalidad se caracterice por: Percepciones eficientes de la
realidad; Grata aceptación de uno mismo, los demás y la naturaleza; Espontaneidad; Enfoque
en las tareas; Autonomía; Renovación continua de la valoración; Unión con la humanidad;
Relaciones interpersonales profundas; Comodidad con la soledad; Sentido del humor no hostil;
Experiencias culminantes.
Este tipo de teorías surgen a partir de la investigación científica que evidencia la influencia
que ejerce el entorno y los diversos mecanismos de aprendizaje sobre la personalidad, lo cual
indica que sus explicaciones y planteamientos teóricos tienen mayor sustento empírico. Así
pues, las diferencias en la personalidad de los individuos son atribuidas especialmente al
conjunto de aprendizajes que cada uno ha adquirido y a las características de los ambientes en
los que se han desarrollado.
No obstante, debe tenerse en cuenta que el efecto de las situaciones es muy variable en
cuanto a las repercusiones que pueden tener sobre la conducta, llegando a provocar
reacciones muy intensas o muy tenues dependiendo del conocimiento y las experiencias
previas de las personas. De esta manera, las particularidades del contexto interactúan con el
aprendizaje acumulado para detonar una conducta específica. Así pues, es factible la
predicción de la conducta en tanto la personalidad implica una serie de acciones que
efectuamos sistemáticamente para responder a ciertos tipos de situaciones.
Psicología General
Conformación de grupos
Todos pertenecemos a muchos grupos sociales empalmados, y en cada uno ocupamos una
posición en la estructura del grupo. Los roles sociales son patrones de conducta esperados de
personas en varias posiciones sociales. Algunos roles son adscritos (asignados a una persona
o no bajo control personal): masculino o femenino, hijo, adolescente, interno. Los roles
alcanzados son voluntariamente adquiridos por un esfuerzo especial: cónyuge, maestro,
científico, líder de una banda, criminal.
Los roles agilizan las interacciones diarias al permitirnos anticipar lo que harán los demás.
Muchas personas experimentan conflictos de roles, en los que dos o más roles les imponen
demandas en conflicto.
Cognición social
Cognición social, el proceso de pensar en nosotros y los demás en un contexto social. Con
frecuencia pensamos en nosotros en comparación con otros, forma de cognición social
conocida como comparación social. Atribución, una forma en que comprendemos la conducta
de otras personas.
Las personas que nos rodean influyen en cómo pensamos en nosotros mismos y en los
demás. Una forma común de entendernos a nosotros mismos es comparándonos con los
demás. (Comparar tus acciones, sentimientos, opiniones o aptitudes con las de otros). Un
deseo de comparación social da un motivo de asociación con otros e influye en la decisión de a
qué grupos nos integramos. Comparación descendente Compararte con una persona de rango
inferior al tuyo en alguna dimensión. Comparación ascendente Compararte con una persona de
rango superior al tuyo en alguna dimensión.
Psicología General
Atribución: Cada día debemos adivinar cómo actuará la gente, a menudo a partir de
evidencias fragmentarias. Al observar a los demás, hacemos inferencias sobre ellos. Proceso
de hacer inferencias sobre las causas de la conducta propia y ajena. Causa externa de
conducta que se supone ubicada fuera de una persona. Causa interna de conducta que se
supone ubicada dentro de una persona.
Para deducir causas, solemos tomar en cuenta la conducta del actor (la persona de interés),
el objeto al que se dirige la acción de la persona y la situación (entorno social y físico) en que
ocurre la acción. Cuando hacemos atribuciones, somos sensibles a las demandas situacionales
que afectan la conducta de otras personas. Las demandas situacionales son presiones para
comportarnos de ciertas maneras en lugares y situaciones sociales particulares. Otro factor que
afecta la atribución es el consenso (o acuerdo); cuando muchas personas actúan igual (hay un
consenso en su conducta), esto implica que su comportamiento tiene una causa externa.
Rara vez sabemos las verdaderas razones de las acciones de los demás. Por eso tendemos
a inferir causas a partir de las circunstancias. Al hacerlo, sin embargo, a menudo cometemos
errores. El error más común es atribuir las acciones de los demás a causas internas, que se
llama error fundamental de atribución. Tendemos a creer que las acciones de los demás tienen
causas internas aun si en realidad son provocadas por fuerzas o circunstancias externas. Como
observadores, atribuimos el comportamiento de los demás a sus deseos, motivos y rasgos de
personalidad (este es el error fundamental de atribución). Como actores, tendemos a buscar
explicaciones externas de nuestra conducta (sesgo actor – observador). La teoría de la
atribución resume nuestra manera de pensar en nosotros y en los demás, incluyendo los
errores que tendemos a cometer.
Persuasión
Influencia Social
Cambios de conducta inducidos por las acciones de otros. Cuando la gente interactúa, casi
siempre afecta la conducta de los demás. La influencia social va de leve a fuerte.
Psicología General
La forma más suave de influencia social es la mera presencia (cambiar de conducta solo
porque otras personas están cerca). Tendencia de la gente a cambiar su conducta a causa de
la simple presencia de otras personas: a) facilitación social, la tendencia a desempeñarse mejor
en presencia de otros; b) la flojera social es cuando la gente tiende a trabajar con menor ahínco
(holgazanear) cuando forma parte de un grupo que cuando es la única responsable de su
trabajo; c) invasión del espacio personal, que es el área alrededor del cuerpo que se considera
privada y sujeta a control personal.
La forma más fuerte de influencia social es la coerción, o cambiar de conducta por estar
obligado a hacerlo.