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Psicología General

Fundamentos Conceptuales Unidad 2 Psicología General

Procesos Cognitivos Básicos y Superiores

En un principio, resulta necesario esclarecer cuál es el área de la ciencia psicológica


que se encarga de investigar y teorizar sobre la forma en que se estructura y opera la mente,
por lo que se brinda una breve caracterización de la Psicología Cognitiva, dejando claro que no
se trata de un enfoque, ni de una vertiente, ni de un campo ocupacional, sino de un campo
general que engloba y cobija todo el conocimiento construido científicamente (mediante la
investigación científica) respecto al objeto de estudio de la psicología, a saber: la mente y el
comportamiento humano.

Así pues, se parte de algunas nociones fundamentales referidas a los conceptos de


cognición, procesamiento de información, procesos básicos y procesos superiores, para
proceder con la descripción y explicación de cada uno de esos procesos cognitivos que a su
vez se dividen en diferentes componentes o subprocesos, los cuales serán definidos a groso
modo e ilustrados mediante ejemplos de la vida cotidiana, con el fin de lograr una mejor
comprensión respecto a la complejidad de los mismos por parte de los estudiantes.

Cognición

La cognición se refiere al conjunto de procesos, capacidades, estrategias y mecanismos


mentales que le permiten al ser humano conocer y adaptarse al mundo que habita. Esto implica
una concepción de la mente humana como una máquina de procesamiento de información,
entendida a partir de la analogía con las computadoras. Es decir que al igual que una
computadora, nuestra mente recibe información del ambiente externo, que una vez ingresa es
manipulada y sometida a una serie de procesos que generan una respuesta de salida, la cual
se hace notoria a través del comportamiento.

En la actualidad, se concibe a la psicología cognitiva como el área más general de la psicología


que se enfoca en el estudio de la cognición mediante la investigación científica, lo cual incluye
todo lo relacionado con el funcionamiento mental del ser humano del cual se deriva la conducta;
es decir, que se encarga del abordaje de todos los procesos cognitivos que podemos
clasificarlos en dos tipos distintos: básicos y superiores. Los procesos básicos emergen al
principio del desarrollo cognitivo humano, implican la implementación de operaciones más
elementales con la información que ingresa al sistema cognitivo y constituyen los cimientos
para el surgimiento posterior de los procesos de orden superior, los cuales requieren de una
manipulación más compleja de la información y aparecen en el desarrollo después de que sean
adquiridos los procesos básicos. Entre los procesos cognitivos básicos encontramos
principalmente a la sensopercepción, la atención y la memoria; mientras que en los procesos
cognitivos superiores tenemos al pensamiento, el lenguaje, el aprendizaje, la inteligencia y otros
más que no serán detallados en esta unidad.

Sensopercepción
Psicología General

Proceso cognitivo básico que en un primer momento implica la captación de los


estímulos provenientes del medio ambiente externo, mediante las células receptoras que se
encuentran en nuestros órganos de los sentidos, las cuales se especializan en recibir un tipo de
información específica que caracteriza a esos estímulos para transformarla en impulsos
nerviosos que son enviados hacía el cerebro. Esto es lo que conocemos como sensación, la
cual involucra cinco sentidos conformados por diversas estructuras anatómicas que se
encargan de recibir y procesar la información eléctrica y química referida a las propiedades
físicas de los estímulos que captamos, a saber: a.) La visión que capta las ondas luminosas
que reflejan los objetos; b.) la audición que capta las ondas sonoras que viajan por el aire; c.) el
tacto que capta la consistencia de los objetos con base en las cualidades de presión,
temperatura, textura y dureza; d) el gusto que capta las sustancias químicas que componen a
los objetos a través del sabor, una vez son disueltas en la boca; y e.) el olfato que capta los
componentes químicos que constituyen las partículas aromáticas que desprenden los objetos.

En un segundo momento, los impulsos nerviosos transmitidos desde las células


receptoras ubicadas en los órganos de los sentidos que contienen la información de las
características físicas de los estímulos, llegan al cerebro donde tiene lugar el proceso de
organización y atribución de significado (interpretación) a esa información sensorial. Esto es lo
que conocemos propiamente como percepción. En consecuencia, la sensación y la percepción
constituyen dos procesos que son complementarios e inseparables, por lo que el
funcionamiento adecuado de cada uno de los órganos de los sentidos va a producir un tipo de
percepción referida al tipo de información que es procesada por dicho sentido, así:

a.) Los órganos de la vista se encargan de procesar la información de los estímulos que
da lugar a la percepción visual. Por ejemplo, cuando logramos apreciar el color de la camisa
que usaremos para vestirnos.

b.) Los órganos del oído se encargan de procesar la información de los estímulos que da
lugar a la percepción auditiva. Por ejemplo, cuando reconocemos la voz de una persona
que nos resulta familiar y logramos reconocer que se trata de un amigo.

c.) Los órganos de la piel se encargan de procesar la información de los estímulos que da
lugar a la percepción táctil. Por ejemplo, cuando una persona nos toca con su mano en la
espalda y de inmediato giramos hacia atrás para identificar de quién se trata.

d.) Los órganos de la boca, principalmente la lengua, se encargan de procesar la


información de los estímulos que da lugar a la percepción gustativa. Por ejemplo, cuando
degustamos el sabor dulce de un alimento que no habíamos probado antes.

e.) Los órganos de la nariz se encargan de procesar la información de los estímulos que da
lugar a la percepción olfativa. Por ejemplo, cuando nos percatamos de que un alimento se
encuentra en estado de descomposición porque emana un olor desagradable.

Atención
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Las personas estamos siempre expuestas a una gran cantidad de estimulación sensorial,
pero tenemos una capacidad limitada de procesar información, así que nuestra mente
selecciona la que considera más relevante de los estímulos externos que podemos captar
gracias a los sentidos para procesarla a través del proceso cognitivo básico conocido como
atención. En este sentido, se considera que la atención funciona como un filtro de la
sensopercepción que permite controlar voluntariamente el influjo de información que ingresa a
nuestro sistema cognitivo para realizar una tarea en particular.

Desde otra perspectiva, se considera que la atención es una capacidad general inespecífica
que está constituida por un conjunto de recursos energéticos limitados que son asignados a
distintos procesos que operan sobre la información que ingresa al sistema cognitivo, acorde al
nivel de activación que tenga el organismo al momento de realizar una tarea y la dificultad
mental que implica la misma tarea. Esto quiere decir que la atención se encarga de asignar y
distribuir la cantidad de recursos cognitivos que requiere cada proceso mental, según el nivel de
importancia que cada uno de estos tenga para el desarrollo de la actividad que se lleva a cabo
en el momento. Esto ha llevado a proponer que existen dos formas distintas de procesar la
información: una que requiere del control atencional en tanto exige gran cantidad de los
recursos cognitivos que tenemos a disposición; y otra que se presenta de forma automática por
lo que no demanda recursos cognitivos atencionales.

Con base en lo anterior se ha propuesto la existencia de distintos tipos de atención:

- Selectiva: consiste en seleccionar un estímulo especifico que se encuentra entre


múltiples estímulos distractores, para enfocar en este la atención. Por ejemplo, cuando
estamos buscando el rostro de un amigo que se encuentra en una multitud de personas.

- Sostenida: Consiste en enfocar la atención en un estímulo o conjunto de estímulos


durante un lapso de tiempo prolongado. Por ejemplo, cuando nos concentramos viendo una
película cuya duración es de aproximadamente una hora y medio, sin perder ningún detalle
de la trama.

- Alternada: Consiste en enfocar la atención en un estímulo o actividad, dirigir luego la


atención a otro estimulo o actividad, y posteriormente volver a enfocar la atención en la
actividad inicial. Por ejemplo, cuando una persona se encuentra cocinando, voltea hacia
atrás para ver el programa de televisión que están presentando, y luego vuelve a enfocarse
en los ingredientes y pasos que requiere para continuar con la elaboración de la receta.

- Dividida: Consiste en enfocar la atención a dos estímulos o actividades distintas de


manera simultánea, que requieren de dos modalidades sensoperceptivas distintas. Por
ejemplo, una persona que presta atención a la música que escucha mientras conduce y
enfoca su visión en el camino que recorre.

Memoria

Es un proceso cognitivo básico que consiste en la codificación, el almacenamiento y la


evocación de la información en nuestra mente: En el momento en que percibimos un estímulo
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del ambiente externo o un estímulo al interior del organismo, la información referida a dicho
estimulo debe ser transformada en un impulso nervioso que nuestro cerebro pueda recibir y
procesar, siendo esta la fase de codificación; posteriormente, se lleva a cabo la retención de
esa información para guardarla y conservarla en lo que se denomina fase de almacenamiento;
y por último, llegamos a la fase de evocación en la que se realiza la recuperación de esa
información almacenada en nuestra mente, en caso de ser requerida para ponerla al servicio de
la elaboración de una tarea en particular. Por ejemplo: cuando asistimos a una clase de
primeros auxilios, atendemos a la información que nos brinda el instructor a cargo para poder
captar todos los sonidos de las palabras que nos dice y nuestra mente los transforma en
impulsos nerviosos que nuestro cerebro recibe e interpreta para atribuirle un significado y así
poder entender a qué se refieren tales palabras; esto permite que podamos guardar la
información más relevante del mensaje que nos brinda el instructor; y ulteriormente, cuando
experimentamos una situación de emergencia en la que pueda haber una persona herida,
recordamos las indicaciones brindadas por el instructor respecto a lo que debemos hacer para
atenderlo, a partir de la información que podemos recuperar de nuestra memoria.

Aunque se han propuesto diversos modelos para dar cuenta de los componentes de la
memoria, el más sobresaliente y predominante ha sido el llamado Modelo Multialmacén, en el
cual se plantea que existen tres sistemas de memoria, a saber: sensorial, a corto plazo, y a
largo plazo.

El primero es el sensorial que permite retener la información proveniente de los sentidos


por lapsos temporales demasiado cortos (algunos milisegundos) y se considera que cada
modalidad sensorial tendría un sistema de almacenamiento especifico, ya sea que se trate de la
visión, la audición, el tacto, el gusto o el olfato.

La información que es almacenada en este sistema puede ser desechada rápidamente o


puede ser transferida al segundo sistema a corto plazo, donde es almacenada durante un
breve periodo temporal de aproximadamente entre 15 y 30 segundos, por lo que es
fundamental para el mantenimiento inmediato de la información en la mente y su capacidad es
muy limitada en tanto solo puede retener una cantidad de información reducida, que
posteriormente puede desecharse o ser transferida a la memoria a largo plazo, siendo crucial la
repetición de la información para que pueda darse esto último. Por ejemplo, cuando nos dicen
un número de teléfono celular y no tenemos donde anotarlo, así que lo repetimos varias veces
en voz baja para poder acordarnos de este.

Finalmente, el sistema de memoria a largo plazo funciona como un almacén de la


información que es trasferida desde el sistema a corto plazo, la cual se acumula de manera
permanente a lo largo de la vida y podemos recuperar en cualquier momento posterior a su
almacenamiento, aunque no la utilicemos con frecuencia; además de que su capacidad es
ilimitada debido a que no tiene restricciones en cuanto a la cantidad de información que puede
contener. La memoria a largo plazo puede dividirse en dos subtipos de memoria según el
contenido del que se trate la información que es almacenada: a.) Declarativa, que se refiere al
conocimiento que tenemos respecto a lo qué es algo o en qué consiste, por ejemplo cuando
sabemos que el fútbol es un deporte o que en la infancia teníamos una mascota; y b.)
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Procedimental, que se refiere al conocimiento que tenemos respecto a cómo hacemos o


conocemos algo, por ejemplo cuando sabemos cómo conducir un automóvil.

Pensamiento

Es un proceso cognitivo de orden superior que exige un esfuerzo mental e involucra la


manipulación de información referida a conceptos o imágenes mentales derivadas de la
percepción, el cual puede inferirse a partir del comportamiento de las personas en una situación
específica que requiera pensar. A groso modo se considera que el pensamiento está
conformado por tres capacidades generales que solemos emplear en distintas situaciones de la
vida cotidiana:

- Solución de problemas: habitualmente debemos enfrentarnos a situaciones en las


que tenemos una meta establecida, pero se nos presenta un obstáculo o no hemos definido
el medio para alcanzarla, lo cual constituye una situación problema. En ese sentido, la
solución del problema implica establecer la mejor estrategia o curso de acción a seguir para
sobrepasar ese obstáculo y lograr la meta trazada. Por ejemplo, cuando un estudiante debe
presentar un trabajo escrito y su computadora sufre un daño severo, así que solicita a su
profesor permitirle entregar el escrito en papel y lapicero, quien se lo permite en razón de su
compromiso con la actividad académica.

- Toma de decisiones: consiste en seleccionar una alternativa entre varias alternativas


posibles para lograr un objetivo o resolver una tarea. Todos los días debemos tomar
múltiples decisiones, la mayoría de ellas referidas a asuntos relativamente sencillos, como
por ejemplo el tipo de transporte que debo tomar para movilizarme al trabajo, el tipo de
comida que deseo para el almuerzo, etc. Aunque solemos creer que la mayoría de
decisiones que tomamos se basan en un análisis consciente de las consecuencias e
implicaciones que puede tener cada una de las alternativas disponibles para seleccionar la
que nos permita un mayor beneficio, en realidad tendemos a decidir con base en las
emociones que tenemos en el momento.

- Razonamiento: capacidad de pensamiento que nos permite extraer información nueva


de información ya conocida, mediante procesos de inferencia que pueden tener una lógica
inductiva o deductiva. El razonamiento inductivo se presenta cuando logramos apreciar las
regularidades de una serie de hechos particulares que nos lleva a establecer una
generalización probable respecto a tales hechos; por ejemplo, sí hemos visto muchos patos
y todos son de color blanco, inferimos entonces que probablemente todos los patos sean
blancos, incluyendo los que no hemos visto. El razonamiento deductivo, en cambio,
consiste en extraer una conclusión particular que sea verdadera, en tanto se deriva
lógicamente de una serie de premisas generales, sin importar que las premisas o la
conclusión se corresponden con la realidad; por ejemplo, sí nos dicen que los seres
humanos son invertebrados y que Pedro es un ser humano, la conclusión que se infiere es
que Pedro es invertebrado, y esta conclusión es verdadera aunque en la realidad ningún ser
humano sea invertebrado.

Lenguaje
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Es un proceso cognitivo superior que funciona como un medio de comunicación en tanto


permite transmitir información y expresar estados mentales y emocionales a otras personas.
Está compuesto por un conjunto de signos y símbolos a los que les asignamos un significado,
lo que nos permite designar o nombrar a los seres vivos, objetos, situaciones, lugares o
cualquier aspecto de nuestra experiencia en relación con el mundo que habitamos. Una palabra
escrita o hablada constituye un signo al que le damos un sentido compartido con fines
comunicativos en tanto designa a un referente, por ejemplo: cuando emitimos un sonido
lingüístico con nuestro aparato fonatorio (boca, lengua, cuerdas vocales, etc.) para decir la
palabra “silla”, estamos usando un signo - el sonido - para hacer alusión a un referente concreto
de la realidad que sería un objeto que usamos para sentarnos, así que la persona que escuche
dicho sonido puede entender que nos estamos refiriendo a ese objeto en particular, gracias a
que el significado que le atribuye indica que ese es el referente de la palabra.

En ese sentido, el lenguaje tiene dos propiedades esenciales: a.) La arbitrariedad, ya que
ningún referente al que se refieren las palabras contiene en sí mismo una característica que
sugiera cómo debe ser nombrado o que nos indique cual sería la etiqueta verbal más apropiada
para designarlo, sino que simplemente lo asociamos con un sonido lingüístico particular; y b.) el
consenso, debido a que un grupo de personas en mutuo acuerdo deciden usar una palabra
específica para designar el mismo referente, lo cual permite que tengan un significado
compartido. Siguiendo con el ejemplo de la “silla”, podríamos afirmar que ninguna de las
características físicas del objeto al que nombramos con esa palabra, ni la forma en que lo
usamos, sugiere o indica que debemos designarlo con esa etiqueta verbal (arbitrariedad); no
obstante, todos estamos de acuerdo en denominar a ese objeto con palabra “silla” (consenso).

Si bien el lenguaje cuenta con muchos componentes, para fines prácticos abordaremos los
dos más generales: el expresivo y el comprensivo. Todas las personas que tenemos la
posibilidad de desarrollar el lenguaje, por una parte, adquirimos la habilidad de expresar a los
demás nuestras ideas, creencias, pensamientos, opiniones, conocimientos, sentimientos o
cualquier estado mental haciendo uso del habla o la escritura; y por otra parte, adquirimos la
capacidad de comprender el significado de las palabras habladas o escritas mediante las
cuales otras personas nos comunican un mensaje con sentido. Ambas capacidades lingüísticas
se requieren al momento de establecer una conversación con otra persona, ya que debemos
comprender el significado de las palabras y frases que esta nos dice, para poder expresar una
respuesta coherente y seguir el hilo conductor de la conversación.

Aprendizaje

Este es un proceso cognitivo de orden superior que consiste en un cambio relativamente


permanente en la conducta, el cual obedece principalmente a la experiencia y a los procesos de
formación dirigidos generalmente por personas adultas que cuentan con capacidades más
desarrolladas y con un mayor acervo de conocimientos. Sin embargo, este no debe confundirse
con los cambios en la conducta que son provocados por otros factores que pueden alterarla
como una enfermedad, una lesión cerebral, la motivación, la maduración biológica, entre otros.

En términos generales, se han propuesto dos tipos de aprendizaje que se describen de manera
somera a continuación:
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- Aprendizaje Asociativo: implica una relación entre estímulos y respuestas que suele
darse de manera implícita, es decir, que las personas no son plenamente conscientes de tal
aprendizaje. Por ejemplo, cuando una persona llega a su casa del trabajo y siente un olor a
comida, así que se ubica en la mesa del comedor preparándose para cenar porque sabe
que ya viene la cena; o cuando un niño cumple con sus tareas de la escuela porque sabe
que sus padres lo premiaran si obtiene buenas notas.

- Aprendizaje Cognitivo: involucra el procesamiento complejo de información mediado


por una serie de funciones psicológicas conscientes como la memoria, la comprensión, la
anticipación, el lenguaje, entre otros. Por ejemplo, cuando un profesor de matemáticas nos
enseña las tablas de multiplicar y nosotros las repasamos insistentemente hasta que
logramos memorizarlas y repetirlas cuando nos preguntan por ellas.

Inteligencia

Se refiere a la capacidad general de un individuo para adaptarse al entorno natural y social,


la cual engloba todos los conocimientos, procesos y habilidades cognitivas que este adquiere y
desarrolla. Esto significa que las personas más inteligentes son aquellas que logran un mayor
nivel de adaptación al contexto en el cual se desenvuelven, a partir de la aplicación y utilización
de sus conocimientos y capacidades psicológicas ante las situaciones que deben afrontar para
lograr sobrevivir y conseguir las metas que se proponen.

Generalmente las concepciones sobre la inteligencia tienden a excluir los aspectos


emocionales y suelen clasificarla en dos subtipos: a.) Inteligencia Fluida, que se refiere a
todos los procesos y habilidades cognitivas empleados en situaciones novedosas para
resolverlas y acoplarse a ellas forma ágil, sin que resulte relevante el conocimiento acumulado
o la experiencia previa, entre los cuales se encuentran el razonamiento, la memoria de trabajo,
la orientación espacial, la velocidad de procesamiento de información, etc.; b.) Inteligencia
Cristalizada, que consiste en el conjunto de conocimientos y aprendizajes adquiridos por una
persona que dan cuenta de su nivel de desarrollo, por ejemplo el saber que una persona tiene
sobre geografía.

La capacidad de inteligencia puede ser medida a través de la aplicación de pruebas


psicológicas objetivas que permiten identificar el nivel de Coeficiente Intelectual, a partir de la
evaluación de un gran conjunto de capacidades cognitivas (Inteligencia Fluida) y conocimientos
(Inteligencia Cristalizada), a fin de establecer si el nivel de desarrollo intelectual de una persona
(Edad Mental) se corresponde con su edad cronológica (Edad en años y meses). Así pues, es
posible determinar si el desempeño alcanzado en la prueba por la persona evaluada es el
esperado para su edad, o si se encuentra por encima o por debajo de lo esperado, lo que se
resume en un valor numérico que constituye el coeficiente intelectual. En ese sentido, se puede
afirmar que las personas más inteligentes son aquellas que tienen más desarrolladas todas las
capacidades psicológicas y que poseen un mayor cúmulo de conocimientos.

Naturaleza de las emociones y teorías de la personalidad

Emoción
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La emoción constituye una reacción pasajera de carácter fisiológico, psicológico y


comportamental que tiene una función adaptativa en tanto nos permite responder de manera
instintiva a las exigencias de las situaciones a las que debemos hacer frente.

En primer lugar, la emoción involucra una serie de cambios fisiológicos en nuestro


organismo como puede ser la aceleración del pulso cardiaco, sudoración, tensión muscular,
aumento de la presión arterial, entre otros, que dependen de la emoción especifica que se
presente. En segundo lugar, conlleva una serie de aspectos psicológicos referidos a las ideas,
pensamientos y experiencias subjetivas vinculadas con la valoración que hace el individuo de
los estímulos o la situación que generan la emoción, como la sensación de malestar que
sentimos cuando estamos tristes. Y en tercer lugar, la emoción siempre implica una tendencia a
efectuar una acción para responder al estimulo o a la situación que nos la provoca, como
cuando presentamos miedo ante un evento que puede representar un riesgo y huimos a gran
velocidad con el fin de evitarlo.

Los psicólogos han propuesto una clasificación de las emociones que permite distinguir
entre dos tipos: a.) Básicas, que son universales y aparecen en las personas desde el
nacimiento (alegría, tristeza, desagrado, ira, miedo y sorpresa); b) Sociales o secundarias,
que son aquellas que dependen en gran medida del contexto cultural en el que las personas se
desenvuelven y que se presentan en situaciones de interacción con los demás (culpa,
vergüenza, gratitud, orgullo, etc.).

Adicionalmente, encontramos dos componentes de las emociones que se refieren a la


capacidad de expresarlas y a la capacidad de regularlas. Por una parte, cada una de las
emociones está vinculada con una forma de expresión facial que la caracteriza y permite
identificarla, la cual se denota en los cambios dados en los músculos de nuestro rostro, que en
la mayoría de las ocasiones son espontáneos e incluso involuntarios. Por otra parte, si bien
resulta imposible dejar de sentir las emociones, es factible poder ejercer cierto grado de control
en cuanto a la intensidad con que expresamos las reacciones conductuales que estas implican,
acorde a las exigencias y particularidades del contexto en el cual se manifiestan.

Finalmente, resulta pertinente aclarar que la emoción se diferencia del estado de ánimo, en
tanto este último tiene una mayor duración, no se produce por un estímulo o evento en
particular claramente definido y resulta de una integración o equilibrio de diversas emociones
presentadas reiterativamente con distintos niveles de intensidad; por ejemplo, un estado de
ánimo depresivo durante una semana en la que la persona presenta con mayor frecuencia
momentos de tristeza producto de múltiples situaciones adversas.

Personalidad

Los psicólogos están de acuerdo en definir la personalidad como un patrón de respuestas


psicológicas, afectivas y comportamentales que son relativamente estables en el tiempo,
consistentes en las distintas situaciones, y que resulta distintivo de una persona con respecto a
las demás. Existen distintos tipos de personalidad, cada uno de los cuales se refiere al grupo de
características y rasgos de un individuo que se relacionan entre sí.
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Los psicólogos han propuesto múltiples teorías de la personalidad, siendo entendidas como
sistemas de principios, supuestos e ideas que pretenden describir y explicar en qué consiste la
personalidad. En este sentido, se han planteado dos conceptos que son transversales a todas
las teorías de la personalidad, a saber: a.) Temperamento, que hace alusión a la disposición
genética de los bebés para responder de cierta manera a los estímulos del ambiente (ya sea de
manera reactiva, tranquila, irritable, etc.) y que configura la base de los rasgos de personalidad;
y b) Carácter, que concierne al conjunto de cualidades y rasgos que emergen a partir del
desarrollo del temperamento de la persona en interacción con la experiencia, por ejemplo
nervioso, colérico y sentimental.

Teoría de los Rasgos

Los rasgos son concebidos como tendencias estables a responder con los mismos
comportamientos ante situaciones similares; o características que denotan tanto las conductas
como las formas de pensar y sentir que una persona suele emplear en la mayoría de
situaciones. Un ejemplo de ello lo representan aquellas personas que casi siempre que se
encuentran ante personas desconocidas, tienden a iniciar una conversación y a establecer
interacciones sociales (apertura a lo social). Siendo así, los rasgos permiten predecir en cierta
medida las posibles reacciones conductuales de la gente ante ciertas situaciones, pues
siguiendo con el ejemplo propuesto, se podría afirmar que cuando ese mismo tipo de personas
mencionadas se encuentren con alguien que no les resulta familiar, intentarán mínimamente
proponerle una conversación.

Allport ha planteado la existencia de diversos tipos de rasgos: a) los cardinales, que son los
que determinan la mayor parte del repertorio de conductas de un individuo, por ejemplo, el
egoísmo; b) los centrales, que son aquellos concernientes a características generales que
evidencian la personalidad de un individuo, aunque son menos dominantes que los cardinales
(sociable, honesta, alegre, inteligente, etc.); y c) los secundarios, que hacen alusión a
cualidades más superficiales como intereses o preferencias en cuanto a aspectos religiosos,
deportivos, alimenticios, entre otros. Desde esta perspectiva, los rasgos cardinales y centrales
solo se diferencian en cuanto a la dominancia con la que se manifiestan en los patrones
conductuales, así que para una persona el optimismo puede ser un rasgo cardinal en tanto es
mucho más representativo que los demás rasgos, mientras que para otra persona puede ser un
rasgo central en tanto resulta menos representativo de su actividad conductual en términos
generales.

Cattell, en cambio, propuso la existencia unos Rasgos Superficiales que atañen a las
características visibles de la personalidad, los cuales frecuentemente aparecen agrupados en
conjuntos, a tal punto de manifestarse como un solo rasgo más elemental que conforma el
núcleo de la persona, siendo denominados como Factores o Rasgos Fuente.

A partir de la medición del nivel en que estos rasgos se presentaban en un grupo grande de
personas, logró identificar cinco factores de personalidad, a saber: a) Extraversión /
Introversión, que implica los rasgos que dan cuenta del grado de propensión a participar y
mostrarse en el ámbito social; b) Neuroticismo / Estabilidad emocional, que da cuenta del tipo
de manejo que se da a las emociones; c) Amabilidad / Antagonismo, que involucra el nivel de
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cordialidad con que se tiende a establecer relaciones sociales; d) Responsabilidad /


Impulsividad, que concierne al grado en que tiende a comportarse de forma disciplinada y
constante; E) Apertura a la experiencia / Resistencia a nuevas experiencias, que refleja la
actitud que se toma frente a la novedad.

Teorías psicodinámicas de la personalidad

Este tipo de teorías toman como base la teoría psicoanalítica propuesta por Freud, por lo
que se enfocan en el funcionamiento de las dinámicas de las energías psíquicas interiores,
cuyos conflictos y luchas motivan los comportamientos humanos, a los que subyacen una serie
de necesidades e impulsos ocultos en lo inconsciente.

Desde esta postura, la personalidad es apreciada como un sistema dinámico constituido por
tres estructuras psíquicas, cuya actividad y sobreposición de una sobre las otras determina
cada comportamiento, a saber: el Ello, el Yo y el Superyó.

El Ello está compuesto por un conjunto de impulsos biológicos innatos que Freud denominó
pulsiones, los cuales son guiados por el principio de búsqueda de placer y ejercen presión para
ser expresados libremente. Por una parte, encontramos la pulsión de vida que es la energía
que subyace a los deseos sexuales llamada líbido, la cual también dirige nuestros esfuerzos
para subsistir; y por otra parte, tenemos la pulsión de muerte que es la energía que provoca los
impulsos agresivos y destructivos. Siendo así, estas energías del Ello son destinadas a
descargar las tensiones sexuales y agresivas de las personas.

El Yo, en cambio, se encarga de regular y equilibrar las pulsiones provenientes del Ello que
pujan por satisfacerse, siendo guiado por el principio de realidad, en tanto se trata del aspecto
consciente de la psique compuesto por la capacidad de pensamiento, toma de decisiones y
solución de problemas. En ese sentido, el Yo controla la conducta permitiendo la satisfacción
de los deseos concernientes a algunas pulsiones del Ello, en tanto resulten apropiados en
relación con la realidad externa, es decir, mediante las vías o formas aceptadas socialmente.

El Superyó está conformado por las normas éticas y los designios morales instaurados por
la sociedad y la cultura en la que las personas están inmersas. Debido a esto, opera como un
juez frente a las acciones ejercidas por el Yo que conciernen a la satisfacción de las pulsiones
del Ello, de manera que si no se cumplen las normas morales provee un castigo interno a modo
de remordimiento o sentimiento de culpa. Igualmente, el Superyó denota todos los
comportamientos que son aprobados socialmente.

De la tensión que se genera con la pugna de estas tres instancias psíquicas descritas, se
configura la personalidad a lo largo del desarrollo, lo cual puede resultar en una de tres
estructuras acorde a los planteamientos de Freud: a) Neurótica, caracterizada principalmente
por la preocupación ante la incertidumbre y la duda respecto a la al deseo y la existencia; b)
Psicótica, caracterizada por la presencia de manifestaciones delirantes; y c) Perversa,
caracterizada por la presencia de desviaciones sexuales como el masoquismo y el voyerismo.

Teorías humanistas de la personalidad


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Estas teorías se centran en el desarrollo del potencial de las personas y en sus experiencias
subjetivas, atendiendo a los problemas y resaltando sus ideales. El principio nuclear de esta
perspectiva es la concepción positiva del ser humano que resalta su creatividad y libre albedrío,
con el afán de promover sus potencialidades. En ese sentido, se concibe la naturaleza del
hombre como intrínsecamente buena, procurando exaltar las capacidades y los valores que
conlleven a un óptimo desenvolviendo del ser.

Desde esta mirada la personalidad sería el resultado de todas las decisiones que un
individuo ha tomado en su vida, de modo que para comprender sus patrones de
comportamiento se torna necesario conocer la forma subjetiva en que la persona ve y concibe
la realidad y el mundo. De esto se desprende que existen tantas realidades posibles como
personas.

El mayor representante de este tipo de teorías es Abraham Maslow, quien propone que la
psicología debe hacer énfasis en la realización personal de los individuos, a partir del desarrollo
pleno de sus potencialidades, siendo esencial para ello la búsqueda de la plenitud y la felicidad.
La autorrealización de una persona implica que esta pueda vivir haciendo pleno uso de sus
potencialidades, de modo que su personalidad se caracterice por: Percepciones eficientes de la
realidad; Grata aceptación de uno mismo, los demás y la naturaleza; Espontaneidad; Enfoque
en las tareas; Autonomía; Renovación continua de la valoración; Unión con la humanidad;
Relaciones interpersonales profundas; Comodidad con la soledad; Sentido del humor no hostil;
Experiencias culminantes.

Teorías conductuales de la personalidad

Este tipo de teorías surgen a partir de la investigación científica que evidencia la influencia
que ejerce el entorno y los diversos mecanismos de aprendizaje sobre la personalidad, lo cual
indica que sus explicaciones y planteamientos teóricos tienen mayor sustento empírico. Así
pues, las diferencias en la personalidad de los individuos son atribuidas especialmente al
conjunto de aprendizajes que cada uno ha adquirido y a las características de los ambientes en
los que se han desarrollado.

Las teorías conductuales coinciden en que la personalidad consiste en un conjunto de


patrones de comportamiento relativamente estables en el tiempo (repertorio conductual), que
son adquiridos a través de los múltiples mecanismos de aprendizaje con los que cuentan las
personas. Además, tienden a resaltar la importancia de las condiciones situacionales o
contextuales en las que tienen lugar los actos humanos, entendidas como las causas o
determinantes de la conducta.

No obstante, debe tenerse en cuenta que el efecto de las situaciones es muy variable en
cuanto a las repercusiones que pueden tener sobre la conducta, llegando a provocar
reacciones muy intensas o muy tenues dependiendo del conocimiento y las experiencias
previas de las personas. De esta manera, las particularidades del contexto interactúan con el
aprendizaje acumulado para detonar una conducta específica. Así pues, es factible la
predicción de la conducta en tanto la personalidad implica una serie de acciones que
efectuamos sistemáticamente para responder a ciertos tipos de situaciones.
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Procesos de socialización y comportamiento psicosocial

La psicología social es el estudio científico de cómo los individuos se comportan, piensan y


sienten en situaciones sociales. Cada día hay una interacción fascinante entre nuestra
conducta y la de quienes nos rodean. Nacimos en una sociedad organizada. La cultura es un
patrón constante de vida que pasa de una generación a otra.

Conformación de grupos

Todos pertenecemos a muchos grupos sociales empalmados, y en cada uno ocupamos una
posición en la estructura del grupo. Los roles sociales son patrones de conducta esperados de
personas en varias posiciones sociales. Algunos roles son adscritos (asignados a una persona
o no bajo control personal): masculino o femenino, hijo, adolescente, interno. Los roles
alcanzados son voluntariamente adquiridos por un esfuerzo especial: cónyuge, maestro,
científico, líder de una banda, criminal.

Los roles agilizan las interacciones diarias al permitirnos anticipar lo que harán los demás.
Muchas personas experimentan conflictos de roles, en los que dos o más roles les imponen
demandas en conflicto.

Dimensiones de los grupos: La estructura grupal consiste en la red de roles, vías de


comunicación y poder en un grupo; La cohesión grupal se refiere al grado de atracción entre los
miembros de un grupo o la fuerza de su deseo de permanecer en el grupo. Los miembros de
grupos cohesionados literalmente se adhieren unos a otros, asimismo, su conducta tiende a
estar estrechamente coordinada, es la base de gran parte del poder que ejercen los grupos
sobre nosotros. Grupos exclusivos (grupos con los que una persona se identifica); Grupos
generales (grupos con los que no nos identificamos).

Normas: estándar ampliamente aceptado (aunque a menudo tácito) de conducta apropiada.

Cognición social

Cognición social, el proceso de pensar en nosotros y los demás en un contexto social. Con
frecuencia pensamos en nosotros en comparación con otros, forma de cognición social
conocida como comparación social. Atribución, una forma en que comprendemos la conducta
de otras personas.

Las personas que nos rodean influyen en cómo pensamos en nosotros mismos y en los
demás. Una forma común de entendernos a nosotros mismos es comparándonos con los
demás. (Comparar tus acciones, sentimientos, opiniones o aptitudes con las de otros). Un
deseo de comparación social da un motivo de asociación con otros e influye en la decisión de a
qué grupos nos integramos. Comparación descendente Compararte con una persona de rango
inferior al tuyo en alguna dimensión. Comparación ascendente Compararte con una persona de
rango superior al tuyo en alguna dimensión.
Psicología General

Atribución: Cada día debemos adivinar cómo actuará la gente, a menudo a partir de
evidencias fragmentarias. Al observar a los demás, hacemos inferencias sobre ellos. Proceso
de hacer inferencias sobre las causas de la conducta propia y ajena. Causa externa de
conducta que se supone ubicada fuera de una persona. Causa interna de conducta que se
supone ubicada dentro de una persona.

Para deducir causas, solemos tomar en cuenta la conducta del actor (la persona de interés),
el objeto al que se dirige la acción de la persona y la situación (entorno social y físico) en que
ocurre la acción. Cuando hacemos atribuciones, somos sensibles a las demandas situacionales
que afectan la conducta de otras personas. Las demandas situacionales son presiones para
comportarnos de ciertas maneras en lugares y situaciones sociales particulares. Otro factor que
afecta la atribución es el consenso (o acuerdo); cuando muchas personas actúan igual (hay un
consenso en su conducta), esto implica que su comportamiento tiene una causa externa.

Rara vez sabemos las verdaderas razones de las acciones de los demás. Por eso tendemos
a inferir causas a partir de las circunstancias. Al hacerlo, sin embargo, a menudo cometemos
errores. El error más común es atribuir las acciones de los demás a causas internas, que se
llama error fundamental de atribución. Tendemos a creer que las acciones de los demás tienen
causas internas aun si en realidad son provocadas por fuerzas o circunstancias externas. Como
observadores, atribuimos el comportamiento de los demás a sus deseos, motivos y rasgos de
personalidad (este es el error fundamental de atribución). Como actores, tendemos a buscar
explicaciones externas de nuestra conducta (sesgo actor – observador). La teoría de la
atribución resume nuestra manera de pensar en nosotros y en los demás, incluyendo los
errores que tendemos a cometer.

Persuasión

La persuasión es todo intento deliberado por cambiar actitudes o creencias mediante


información y argumentos. En la mayoría de los casos, el éxito o fracaso de la persuasión
puede entenderse si se considera al comunicador, el mensaje y la audiencia.

1. El comunicador es agradable, expresivo, digno de confianza, experto en el tema y similar


para la audiencia en algún sentido. 2. El comunicador parece no tener nada que ganar si la
audiencia acepta el mensaje. 3. El mensaje apela a las emociones, en particular al temor o la
ansiedad. 4. El mensaje también ofrece un curso de acción claro que, de seguirse, reducirá el
temor o producirá resultados personalmente deseables. 5. El mensaje enuncia conclusiones
claras. 6. El mensaje es respaldado por hechos y estadísticas. 7. El mensaje se repite lo más
posible. 8. En el caso de una audiencia bien informada, se presentan ambos lados del
argumento. 9. En el caso de una audiencia mal informada, solo se presenta un lado del
argumento.

Influencia Social

Cambios de conducta inducidos por las acciones de otros. Cuando la gente interactúa, casi
siempre afecta la conducta de los demás. La influencia social va de leve a fuerte.
Psicología General

La forma más suave de influencia social es la mera presencia (cambiar de conducta solo
porque otras personas están cerca). Tendencia de la gente a cambiar su conducta a causa de
la simple presencia de otras personas: a) facilitación social, la tendencia a desempeñarse mejor
en presencia de otros; b) la flojera social es cuando la gente tiende a trabajar con menor ahínco
(holgazanear) cuando forma parte de un grupo que cuando es la única responsable de su
trabajo; c) invasión del espacio personal, que es el área alrededor del cuerpo que se considera
privada y sujeta a control personal.

Nos conformamos cuando cambiamos espontáneamente nuestra conducta para ponerla de


acuerdo con los demás. Cuando ponemos de acuerdo nuestra conducta con las acciones,
normas o valores de otros en ausencia de toda presión directa. Las normas más amplias,
definidas por la sociedad en su conjunto, establecen el comportamiento “normal” o aceptable en
la mayoría de las situaciones, con las que casi todos nos conformamos. Cierto grado de
uniformidad es necesario para interactuar con comodidad. En la mayoría de los grupos, hemos
sido premiados con aceptación y aprobación por la conformidad y amenazados con el rechazo
o el ridículo por la inconformidad. Estas reacciones se llaman sanciones grupales.

La complacencia es una forma más dirigida de influencia social. Somos complacientes


cuando cambiamos nuestra conducta en respuesta a otra persona con escaso o nulo poder
social, o autoridad. Las presiones para “encajar” y conformarse suelen ser indirectas. En
contraste, el término complacencia se refiere a situaciones en las que una persona se pliega a
las solicitudes de otra con escasa o nula autoridad. Tendemos más a mostrarnos complacientes
ante una petición si: 1. Procede de alguien que conocemos, más que de un desconocido. 2. Es
coherente con nuestras acciones previas. 3. Nos permite devolver un regalo, favor o servicio.

La obediencia es una forma más fuerte de influencia social. Obedecemos cuando


cambiamos nuestra conducta en respuesta directa a las demandas de una autoridad. Es un
tipo especial de conformidad a las demandas de una autoridad. Sin embargo, la obediencia a la
autoridad es parte normal de la vida social, aunque en ocasiones puede ir en contra de
nuestras propias convicciones morales o éticas.

La forma más fuerte de influencia social es la coerción, o cambiar de conducta por estar
obligado a hacerlo.

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