Está en la página 1de 145

VENCE TUS MOMENTOS DE DEBILIDAD

CUANDO CREES
QUE NO PUEDES
GANA LA BATALLA A TU MENTE

NATALIA RIVERA
CUANDO CREES QUE NO PUEDES

NATALIA RIVERA
DEDICATORIA

A todas esas personas que confían en mí,


más incluso que yo misma.

Muchos sabéis quiénes sois,


los demás aparecieron en el camino.

Gracias.

3
LEGAL

© Natalia Rivera

Reservados todos los derechos. No se permite la reproducción total o parcial de


esta obra, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en
cualquier forma o por cualquier medio (electrónico, mecánico, fotocopia, graba-
ción u otros) sin autorización previa y por escrito de los titulares del copyright.
La infracción de dichos derechos puede constituir un delito contra la propiedad
intelectual.

www.cuandocreesquenopuedes.com

4
ÍNDICE

Dedicatoria Pág. 3
Legal 4
Índice 5
Algunos términos 6
Sobre este libro (y sobre mí) 7
Lista de capítulos 11
Los 50 capítulos 14
Unas palabras 142

5
ALGUNOS TÉRMINOS

WOD (Workout Of the Day): Entrenamiento del día


Es el conjunto de ejercicios que han de realizarse para completar el en-
trenamiento diario, cambia cada día, son de duración diferente e incluye
ejercicios variados.

Coach: entrenador
Es la persona responsable del entrenamiento, y a veces también quien lo
ha preparado. Te conoce y te ayuda para hacerlo lo mejor posible.

Box: gimnasio específico para practicar CrossFit ®


Es el lugar donde entrenamos, un gimnasio algo diferente a los tradicio-
nales, sin máquinas, pero con otro tipo de material como barras, discos,
ruedas, remos o bicis.

Rest Day: día de descanso


Como su propio nombre indica, es el día que no entrenas. De vez en
cuando toca descansar, y es importante hacerlo.

RX (As Prescribed): según lo establecido


Esta expresión se utiliza para indicar de qué forma y con qué peso han de
hacerse los ejercicios del WOD, pero siempre puede ser modificado para
adaptarlo a cada persona y circunstancia.

6
Rep (Repetition): repetición
En un WOD suelen marcarse el número de repeticiones a realizar de cada
ejercicio, para ello utilizamos expresiones como “50 reps de Clean”.

RM (Repetition Maximum): repetición máxima


Es el peso máximo que cada atleta es capaz de mover para un ejercicio
concreto. Por ejemplo: “Mi RM de peso muerto son 105 kilos”.

Aquí podría añadir los nombres de algunos ejercicios que saldrán a lo


largo del libro, pero en realidad creo que vale más el fondo de todo lo que
vas a leer que unas cuantas palabras que no son relevantes.

Adapta todo lo desconocido a ti mismo, hazlo tuyo, entiéndelo y vívelo de


primera mano. Será mucho más interesante y productivo.

7
SOBRE ESTE LIBRO
Y SOBRE MÍ

Empecé a entrenar hace algo más de cinco años, y os aseguro que es una
de las cosas que más me han marcado en la vida, este deporte lo cambió
todo, y me cambió a mí.

Fue entonces cuando comprendí tantas palabras que hasta ese momento
me parecían lejanas e irreales. Tanta motivación, frases de ánimo y su-
peración, esas fotos típicas que quedan genial en tu muro de Facebook
con una imagen sudorosa después de un duro entrenamiento.

Todo cobró sentido, y con ello, cada minuto de entreno, cada mal día,
cada dolencia, cada lágrima, y también cada sonrisa y cada límite supe-
rado, porque si algo he aprendido en este tiempo es, entre otras muchas
cosas, a superar mis propios límites.

CUANDO CREES QUE NO PUEDES es la recopilación de muchos mo-


mentos vividos durante estos años y de muchas experiencias y aprendi-
zajes que he podido incorporar a mi vida. Son días de superación y ale-
gría, pero también de debilidad y de ganas de mandarlo todo a la mierda.

Todos, en mayor o menor medida, tenemos momentos así, pasamos por


temporadas en las que no nos reconocemos y de las que intentamos huir

8
lo más rápido posible. Pero con el tiempo descubres que todo pasa y que
todo aquello que quizá un día diste por perdido, si quieres, puede volver.

Cada capítulo ha sido escrito en momentos muy intensos, solo en esos en


los que las palabras fluyen al mismo tiempo que los sentimientos, y es
que, bajo mi punto de vista, no sería posible escribirlo sin sentir toda esa
pasión que hay detrás de cada palabra.

Esta soy yo en uno de esos días que crees que no van a servir
de nada, pero que luego resulta ser uno de los más valiosos.

A lo largo de las secciones que lo componen encontrarás muchos altiba-


jos, es normal, mostrar todo lo que este deporte implica conlleva pasar
por momentos muy duales. Así que puedes leerlo como quieras, no hay
un orden correcto.

9
Aunque he intentado que sea apto para (casi) todo tipo de deportistas y
personas implicadas en alguna pasión, verás que se repiten palabras
como “WOD”, “box”, “entrenamiento”, “coach”... Son términos muy uti-
lizados en CrossFit ® y, aunque muchos capítulos he podido adaptarlos,
hay otros que, en caso de hacerlo, habrían perdido parte de su esencia.

Eso no significa que no sea para ti, verás como en mayor o menor medida
te sientes identificado, o al menos eso espero, porque detrás de cada ex-
presión he puesto lo máximo de mí.

Espero que lo disfrutes y pueda aportar algo bueno a tu rutina y a tu vida.

Natalia

10
CAPÍTULOS
LÉELOS SEGÚN TUS SENSACIONES

Capítulo 1 No eres menos Pág. 14


Capítulo 2 Hay días 15
Capítulo 3 10 sensaciones 16
Capítulo 4 No Rep 21
Capítulo 5 Soy siete veces más fuerte que tú 22
Capítulo 6 Hoy hace cuatro años 24
Capítulo 7 Sé más fuerte 27
Capítulo 8 Lo que tu coach sabe de ti 28
Capítulo 9 En la sombra del box 32
Capítulo 10 ¿Sabes lo que es? 35
Capítulo 11 Más humanos 38
Capítulo 12 Vuelve a la carga 37
Capítulo 13 Mirando el crono 39
Capítulo 14 Siempre que puedas 42
Capítulo 15 No sin mi box 46
Capítulo 16 Lucha, joder, ¡lucha! 48
Capítulo 17 Hasta mañana 50
Capítulo 18 15 miradas 52
Capítulo 19 Carta a un amigo 58
Capítulo 20 Vuelve y revienta 62
Capítulo 21 Deberías saber 63
Capítulo 22 No temas 64
Capítulo 23 Y también perderás 66
Capítulo 24 Qué hay detrás 69
Capítulo 25 Carta a un chico cualquiera 72

11
CAPÍTULOS
LÉELOS SEGÚN TUS SENSACIONES

Capítulo 26 La vuelta Pág. 75


Capítulo 27 Busca un motivo 77
Capítulo 28 8 consejos para recuperar la motivación 78
Capítulo 29 Carta a mi coach 84
Capítulo 30 Y les parece extraño 88
Capítulo 31 Y septiembre trajo al box 90
Capítulo 32 Esos locos 91
Capítulo 33 Me quedo con todo 92
Capítulo 34 Adoro esos días 95
Capítulo 35 Hoy tu entreno, hoy tu ley 97
Capítulo 36 Volví 98
Capítulo 37 ¿Por qué no paro? 100
Capítulo 38 El último del WOD 101
Capítulo 39 Son ellos 104
Capítulo 40 No me digas que no puedo 106
Capítulo 41 Carta a los tramposos 107
Capítulo 42 A ti por ser mi coach 113
Capítulo 43 Mírate y dime, ¿qué ves? 115
Capítulo 44 ¿Qué es? 118
Capítulo 45 10 cosas que he aprendido 121
Capítulo 46 Lunes en el box 123
Capítulo 47 No lo pruebes 125
Capítulo 48 9 consejos para rendir más 129
Capítulo 49 Y llegó el día 136
Capítulo 50 No vengas a joder 140

12
¡EMPEZAMOS!

13
1

NO ERES MENOS
QUE NADIE
Quizá alguna vez entrenando te has sentido así, un poco por debajo del
resto, pero recuerda que no todos somos iguales, que no todos los días
son buenos, que no siempre tendrás el mejor estado físico ni el mejor
ánimo, y sobre todo, recuerda que aquí, como en la vida, nadie es mejor
ni peor que nadie, y tú tampoco. Así que...

No te sientas inferior, porque no lo eres.


No te sientas débil, porque no lo eres.
No te sientas pequeño, porque no lo eres.
No te sientas torpe, porque no lo eres.
No te sientas menos capaz, porque no lo eres.
No te sientas ridículo, porque no lo eres.

Siéntete grande, porque solo el venir ya te hace grande.


Siéntete fuerte, porque solo intentarlo ya te hace fuerte.
Siéntete enorme, porque cada pasito te hace enorme.
Siéntete ágil, porque solo moverte ya te hace ágil.
Siéntete capaz, porque solo quererlo ya te hace capaz.
Siéntete bien, porque todo tu esfuerzo ha de hacerte sentir bien.

14
2

HAY DÍAS
Y así pasan las semanas, entre días y WODs, y WODs y días, cada uno
especial, a su manera, con su estilo y sus ganas. Porque cada uno es dife-
rente, para ti también, no todos los días te levantas igual, no siempre tie-
nes las mismas ganas, ni la misma fuerza, ni la misma nada. Cada día es
nuevo y es para vivirlo tal como llega, hoy es hoy, y mañana ya veremos.

Hoy llegas al box y descubres el WOD, y como cada día, hoy también será
diferente, porque otra cosa no, pero variedad que no nos falte. Es una de
las maravillas del deporte, que no te aburres. No, porque cada día es una
sorpresa, a veces mejor, a veces peor... Unos días deliciosa, otros, puto
infierno. Pero vuelves, ¿eh? No lo puedes evitar, siempre vuelves...

A pesar del día, si es bueno o no. A pesar de lo que toque, si te gusta o lo


aborreces. A pesar del amor-odio que a veces sentimos, o de todo lo que
rodea a nuestro entorno. Su gente, su olor... Las cosas importantes que
hacen que sea nuestro momento y lugar especiales.

Y así pasan los meses, mejorando, cambiando, aprendiendo a ser mejo-


res, viviendo una vida intensa, al límite, con dolor y sufrimiento, pero con
una gran recompensa que nos espera siempre al final del día.

Y así pasan los años... Completamente enganchados a nuestra pasión.

15
3

10 SENSACIONES
EUFORIA

Euforia el día que consigues hacer de algo que no te salía.


Son muchas las horas de práctica necesarias para conseguirlo.

Euforia en el momento en el que cuentas la última repetición.


Lo lograste, a pesar de haber pensado en abandonar.

Euforia al conseguir un hito más que la última vez.


La recompensa al duro trabajo de cada semana.

RABIA

Rabia por tener un mal día y no poder dar más de ti mismo.


Aunque sabes que siempre los tendrás, no quieres que lleguen.

Rabia por no conseguir ese ejercicio que se te ha atragantado.


Y al que has dedicado mucho esfuerzo. Persíguelo una vez más.

Rabia porque no te responden los brazos, las piernas, o ambos.


Son consecuencia de un gran esfuerzo, así que, ¡enhorabuena!

16
ACOGIDA

Acogida cuando, el primer día, los de siempre se acercan a conocerte.


Porque el trabajo en equipo siempre es mejor.

Acogida al ver que el coach escribe tu nombre en la pizarra.


Aun cuando tu marca no es la mejor (incluso cuando es la peor).

Acogida cuando el resto se acerca para que termines en tiempo.


Es increíble la fuerza que tiene el aliento del grupo.

“Esa increíble sensación de


no poder mantenerte en pie.

DOLOR

Dolor en las manos tras un millón de repeticiones que nunca terminan.


Pero que sabes que podrás con ellas.

Dolor en las piernas antes de caer derrotado.


Esa increíble sensación de no poder mantenerte en pie.

Dolor en todo el cuerpo al día siguiente de un entrenamiento duro.


Ese día de descanso y la satisfacción de un trabajo bien hecho.

17
ALEGRÍA

Alegría por lograr un nuevo récord personal.


Con lo que cuesta alcanzarlos, y todo lo que provocan.

Alegría por terminar un entrenamiento interminable.


Porque los que más cuestan son los que más cuentan.

Alegría porque sabes que hoy también has dado el máximo de ti.
Todo esfuerzo ha de ser siempre reconocido. Todos los días.

IMPOTENCIA

Impotencia al ver que no consigues lo que te habías propuesto.


Porque no todos los días vas a lograr tus objetivos.

Impotencia al intentar el RX y ver que hoy es demasiado peso.


Baja peso y haz el mejor entrenamiento que está en tu mano.
Eso siempre es una victoria.

Impotencia al mirar el crono y ver que no llegas.


Pero estás ahí para poder mirarlo. Desde casa no podrías. Eres grande.

18
SUPERACIÓN

Superación cuando un día aguantas más que el anterior.


Y uno más, y otro más. Y cada día verás tus mejoras y avances con una
gran satisfacción bien merecida.

Superación al comprobar cómo cambia tu cuerpo.


Porque tras un trabajo duro va a cambiar, y te va a gustar.

Superación al echar la vista atrás y comparar tu entrenamiento y tu resis-


tencia con los del día que empezaste.
Hace unos meses te parecería increíble, pero un día echarás la vista
atrás y te darás cuenta de todo lo que has conseguido.

AGOTAMIENTO

Agotamiento físico tras un solo ejercicio de esos que lo destrozan todo.


No pienses en lo que queda, piensa en lo que llevas hecho.

Agotamiento mental ante un WOD largo y repetitivo.


Es importante afrontarlo con una gran fuerza mental, será largo, pero
terminará, y tú estarás ahí para poder con él.

Agotamiento general cuando llegas a casa.


Eso sí, ese momento de desplome en el sofá no tiene precio.

19
DESESPERACIÓN

Desesperación por acumulación de rabia.


Rabia, impotencia y desilusión estarán presentes muchas veces, pero
aprenderás a convivir con ellas. Y a ganarles la batalla.

Desesperación porque después de seis meses aún no te sale lo que llevas


tanto tiempo intentando aprender.
A veces necesitarás dos días y a veces dos años, pero no debes compa-
rarte con nadie más que no seas tú mismo.

Desesperación cuando todos han terminado y a ti aún te queda una ronda


completa para terminar.
Pero ahí están ellos, a tu lado, para continuar contigo y hacerte saber
que eres tan bueno como los demás.

LIBERACIÓN

Liberación porque descargas todo el estrés del día.


Y lo bien que os sienta a ti y a tus hormonas.

Liberación porque te olvidas de todo lo malo.


De lo malo, de lo bueno y de todo.

Liberación porque ese ratito es para ti.


Y solo para ti, el mejor aprovechado del día.

20
4

NO REP
“No Rep”* tan solo dos palabras que pueden llegar a doler más que todos
los callos que tienes en la mano. Son momentos duros en los que sabes
que lo estás dando todo y en los que confías en hacer cada movimiento
perfecto, pero la realidad es otra. El cansancio hace mella y tu cuerpo no
responde como crees, no tocas el suelo, el pecho no llega a la barra, no
estiras del todo las piernas y ese Snatch deja mucho que desear.

Y ahí está tu juez, animándote en cada segundo libre que puede, pero
siempre atento a ese fatídico momento, y de pronto ese gesto que no pen-
sabas que fuese a llegar, llega. Sus brazos estirados se cruzan en el aire al
tiempo que gritan “¡No Rep!”.

Y tú… Le miras con la cara empapada, encogiendo los hombros y levan-


tando las manos… Y no sabes cómo decirle que quieres hacerlo bien, pero
no puedes más.

* Expresión abreviada de “Repetición no válida” en una competición.

21
5

SOY SIETE VECES MÁS


FUERTE QUE TÚ
Sí, así es, asúmelo: soy siete veces más fuerte que tú.
Pero no te engañes, no soy más fuerte que tú porque corra más rápido.
Ni porque tenga mejor técnica.
Ni porque haga más abdominales, fondos o dominadas.
¡Ni si quiera porque levante más peso que tú!
Tampoco porque mis músculos se vean más que los tuyos.

22
Ni porque mover esas cajas pesadas me suponga menos esfuerzo.

No, no es por eso.

Soy siete veces más fuerte que tú porque tengo constancia.

Porque no me vengo abajo ante la primera adversidad.


Porque si quiero, puedo.
Porque cuando mi cuerpo dice "basta" soy capaz de dar un poco más.
Porque tengo más respeto y admiración por el último, que por el primero.
Porque he aprendido tanto en tan poco...

Porque he abierto mi mente, he cambiado el chip.


Porque no me dejo llevar por las modas.
Porque miro la vida desde otra perspectiva.
Porque incluso en los días difíciles, esos en los que solo quiero meterme
en la cama y esperar a que el tiempo pase, me armo de voluntad y persigo
mi objetivo.

Y es que ser así me hace ser fuerte en mi día a día, en mi cabeza, en mi


actitud, en mi manera de pensar, en mi relación con los demás, en mi
cuerpo, en mi mente y en todo lo que antes no era capaz de controlar.

Sé fuerte. Sé más fuerte que tú.

23
6

HOY HACE CUATRO


AÑOS

Incluso hoy, casi dos años más


tarde de aquel 2017, recuerdo
perfectamente todo
lo que os voy a contar.

Martes, 26 de diciembre de 2017

Hoy hace cuatro años de mi primer WOD, cuando me encontraba a esca-


sos cinco días de mi primera (y única) San Silvestre.

Recuerdo el dolor de cuerpo de aquella semana como si lo sintiera hoy


mismo, aquí, en mis músculos, estos que, hace ya casi 1.500 días, puse a
prueba, estos a los que no he parado de dar caña, los que han respondido
mejor y peor, los que siempre remontan, los que no me fallan.

24
Recuerdo los nervios con los que me acercaba al box, cuanto más cerca
estaba más me temblaba el estómago. Era un gran día (noche), y el prin-
cipio de algo que entonces aún no sabía que sería maravilloso.

Recuerdo mi cara de “no entiendo nada”. ¿Pull ups? ¿Clean qué? Mirar a
mis compañeros desconcertada y moverme por el box siguiendo sus pa-
sos.

“Hoy hace 4 años que todo


cambió. Todo.

Recuerdo a mi coach de entonces, con su genio, sus cosas, y su capacidad


para transmitir esto que tanto ama, ayudándome a dar saltos en un cajón
para hacer mis primeras “dominadas” (meses después sería ella quien me
empujase a hacerlas de verdad).

Recuerdo aquellas agujetas como si estuviesen aún conmigo, a veces vuel-


ven, ¡y me encanta!, siempre he pensado que las agujetas son el resultado
de un buen trabajo (aunque hay quienes no lo entienden).

Recuerdo aquella sonrisa mezclada con la falta de respiración, la revivo


cada semana, siempre que puedo, y no cambia, siempre vuelve esa sen-
sación de desplome y satisfacción al mismo tiempo.

25
Recuerdo mi primer “choque de puño” nada más terminar, era él, que me
había liado para esto y me miraba orgulloso de lo que había conseguido
ese día.

Recuerdo a mi otro coach, que después de aguantarme merodeando por


allí durante varias semanas, al fin me veía sudar la camiseta.

Recuerdo no poder lavarme el pelo. Esa increíble sensación.

Recuerdo que ese día había que correr, y a día de hoy aún no he conse-
guido que me guste.

Hoy cumplo 4 años haciendo CrossFit ®.

Hoy hace 4 años que todo cambió.

Todo.

26
7

SÉ MÁS FUERTE
Sé más fuerte que el dolor.
Sé más fuerte que tu yo de ayer.
Sé más fuerte que el desánimo.
Sé más fuerte que la pereza.
Sé más fuerte que el "no".
Sé más fuerte que las excusas.
Sé más fuerte que quienes no confiaron en ti.
Sé más fuerte que el más fuerte.
Sé más fuerte que lo imposible.
Sé más fuerte que tus heridas.
Sé más fuerte de lo que jamás pensaste que podías llegar a ser.
Sé más fuerte que todos los kilómetros que te quedan por delante.
Sé más fuerte cuando crees que no puedes más.
Sé más fuerte cuando más lo necesitas.
Coge aire y sé más fuerte que hace un minuto.
Sé más fuerte que los demás (más incluso que tus compañeros).
Sé más fuerte cuando menos te cuesta.
Sé más fuerte solo y en equipo.
Sé más fuerte ante toda adversidad.
Sé más fuerte y disfruta con ello.

27
8

LO QUE TU COACH SABE


DE TI
Ellos, nuestros coaches, son personas especiales, todos lo sabemos. Y ya
no solo porque a veces resulten ser ácidos, morbosos o tocapelotas. Unos
cabroncetes a quienes les gusta vernos sufrir, no. Lo son también porque
saben de nosotros mucho más de lo que nosotros creemos. Y es que, si te
fijas, te darás cuenta de ellos...

RECONOCEN UN MAL DÍA

Todos tenemos un mal día, ese día de mierda en que llegas al box hecho
trizas y sabes que "hoy no voy a hacer un buen entreno". Y él lo sabe,
reconoce esa cara de pocos amigos que traes hoy, porque no eres tú, no
eres el de siempre, y él lo ve, claro que lo ve.

Coges los discos con desgana, te quedas embobado con una mosca, y pa-
sas de su culo cuando te mira para que no te quedes parado. Pero él tam-
bién lo respeta, te respeta, porque todos, por muy duros que seamos, to-
dos tenemos derecho a tener un mal día.

28
SABEN EN QUÉ SOMOS FUERTES

Saben que lo somos y nos pican con ello. Porque si saben que podemos
esforzarnos más, es que podemos hacerlo. Todos tenemos nuestro fuerte,
nuestros ejercicios favoritos, los que salen y los que nos gustan. Esos a los
que echamos más horas o, simplemente, se nos dan bien. ¡Y qué gusto
cuando hay que hacerlos!

Pero no vale bajar la guardia, ¿se te da bien el Clean? Ahí estará tu coach
para achucharte más peso. ¿Que tienes las Pull Ups a puntito? Será él
quien llegue para quitarte la goma. ¿Que revientas el Deadlift? Ahí se pre-
sentará para que no se te ocurra bajar del RX. Sea lo que sea, ahí estará
tu coach para recordarte que eres fuerte.

CONOCEN NUESTRAS DEBILIDADES

Igual que saben en qué somos fuertes, saben en qué fallamos, en qué nos
falta un empujoncito, y con qué necesitamos un poco de ayuda o, simple-
mente, más tiempo. Y lo tienen en cuenta. Nos animan a intentarlo, a me-
jorar, a superarnos, pero con otra actitud, la actitud de ayudar y compren-
der que no en todo se puede lograr el máximo, al menos no hoy.

Saben que poco a poco mejoramos, pero no nos meten prisa, nos dan esos
truquitos que nos vienen de maravilla para mejorar un poquito más el
kipping e irnos a casa con una sonrisa. Nos dedican su tiempo y su pa-
ciencia para enseñarnos lo que para ellos es el día a día. Y saben que

29
mejoraremos pronto, pero que todos necesitamos nuestro período de
aprendizaje y superación.

“A veces nos conocen incluso


mejor que nosotros mismos.

SABEN NUESTRAS DOLENCIAS

Y es que todo deportista que se precie tiene, en algún momento, algo un


poco perjudicado. Es así, no pasa nada, el deporte te revienta físicamente,
y hay que asumirlo.

Por eso hay temporadas en las que nos molesta el pie, la rodilla, el codo,
el hombro, la espalda... No podemos levantar mucho peso, tirar de brazo,
correr o flexionar la pierna. Y él lo sabe. Antes incluso de que le preguntes
cómo cambiar ese ejercicio que hoy no puedes hacer, él te mirará y te dirá
"Tú lo cambias por remo". Te habrá jodido (el remo siempre jode), pero
sabes que será por tu bien, y agradeces esa atención personalizada que él
te brinda, simplemente, porque es mejor para ti, porque le interesas, y
porque sabe lo que hace.

30
RECUERDAN NUESTRAS MARCAS

Hoy toca fuerza y... "¿Cuál es tu máximo?" Típica pregunta que escucha-
mos antes de empezar. Pues bien, él, antes de que se lo digas, es muy
probable que ya sepa por dónde anda (así que no intentes engañarle...).

Conoce nuestras cargas, sabe cómo nos movemos, reconoce nuestro


punto fuerte, nuestra debilidad, nuestros gustos, y sabe hasta dónde po-
demos llegar. Cuando le dices "Con eso no voy a poder" y te mira con esa
cara de "Venga, no me cuentes cuentos...", hazle caso, porque podrás.

A veces nos conocen incluso mejor que nosotros mismos.

Así que ahí están nuestros coaches, todos los días dando lo mejor de ellos
para sacar lo mejor de nosotros. Por eso, y por todo lo demás, gracias.

31
9

EN LA SOMBRA DEL BOX


Allí, al final del rack, entre los balones y las kettlebels, me siento cada día
al terminar el WOD, en la sombra, donde casi nadie puede verme, mi rin-
cón secreto. Me siento y te miro, te observo desde el primer día que te vi,
ese día en que apenas podías con la barra de iniciación.

Estudio tu progreso, tus caídas, tus remontadas, tus días buenos y menos
buenos. Te he visto alegre, triste, de mal humor, en ocasiones he visto

32
asomar un pellizco de desilusión, te he visto incluso llorar, pero no temas,
no se lo diré a nadie. Será nuestro secreto.

Recuerdo tanto de ti… Cada vez que aumentas 5kg. en tu Clean, 10 en tu


Deadlift, o tan solo el hecho bajar un poco el grosor de la goma que utili-
zas como ayuda. Tu cara de rabia cuando buscas un nuevo RM y no entra,
y los saltos de alegría ante cada nuevo reto conseguido.

Tu primer RX con aquella mancuerna, lo recuerdo perfectamente, volvías


de un finde de puro CrossFit ®, serían los Games (CrossFit Games ®) o
alguna otra competición, y entrenabas como nunca antes lo habías hecho.
Y en el momento de apuntar en la pizarra aquel “RX” junto a tu nombre,
tu cara hablaba por sí sola.

“Soy esa parte de ti capaz de


vencer tus propios límites.

Aquella primera competición a la que te empeñaste en apuntarte cuando


apenas sabías lo que era un Wall Ball, y lo hiciste, y casi mueres. Una de
aquellas semanas sentiste algo por lo que muchos hemos pasado, y que
pronto repetirías, esa sensación de ahogo, de que se te sale el corazón por
la boca, de que no puedes más… Y esa sensación de confianza en uno
mismo que te hace seguir adelante y demostrarte que sí, sí que puedes.

33
Recuerdo tantos primeros momentos… Tu primer fondo de pino, tu pri-
mer Pistol, tu primera dominada, o cuando te empezaron a salir los Mus-
cle Ups. La primera vez que subiste la cuerda, qué sensación, ¿eh?, re-
cuerdo incluso tu primera sentadilla, ¡sin peso!, tu primer peso muerto y
tu primer Chest To Bar. Recuerdo tantos momentos…

Sigo de cerca tus marcas, tus tiempos, tus pesos. Conozco tus límites y
desde mi rincón te animo cada día a luchar por superarlos, algunas veces
te llega ese “algo” que emito con todas mis fuerzas, otras, simplemente
no es el día o el momento, pero yo igualmente te lo envío, por si acaso.

Sé cuánto cuesta mejorar, créeme que lo sé, en realidad, todos aquí lo


sabemos, aunque a veces es difícil recordar los comienzos. Echas la vista
atrás y parece increíble haber mejorado tanto en tan poco tiempo, a todos
nos pasa. Y a ti también te ha pasado, no ibas a ser diferente.

Quizá te preguntes quién soy, quizá mañana, cuando llegues al box, bus-
ques allí, al final del rack, entre los balones y las kettlebels, en la sombra,
en mi rincón secreto. No vas a encontrarme, no voy a estar allí para ti.

Estoy cada día contigo, porque soy una parte de ti, o sea, de mí, bueno…
esa parte de ti que hace que cada día saques lo mejor que llevas dentro, la
fuerza, la rabia, las ganas de superarte, eso que cuando ve que algo no
progresa, te calza las zapas, te sube las medias, y te hace salir a por todas.

34
10

¿SABES LO QUE ES?


¿Sabes lo que es que te miren raro porque quieres ponerte fuerte, porque
haces un deporte "de chicos", porque te gusta agotarte, sufrir y levantar
peso?

¿Sabes lo que es entrenar con agujetas, salir del trabajo y elegir el camino
difícil, no mirar el tiempo y que te dé igual si hace frío, calor o si diluvia?

¿Sabes lo que es sentirte orgulloso del sudor de tu cuerpo, de tus lágrimas


y de tus rasguños, que no te importen las heridas de guerra y que conoz-
cas el movimiento exacto que ha provocado cada una de ellas?

¿Sabes lo que es escuchar una voz de la que no identificas su origen y que


sea la responsable de tu último suspiro, de saber que a esa persona será
tu voz la que le aliente cuando lo necesite, o que te ofrezca su peor sonrisa,
pero sonrisa sincera, porque gracias a ti ha encontrado una fuerza que no
tenía?

¿Sabes lo que es salir menos para entrenar más, renunciar a unas copas
para mejorar mañana, o sacrificar tus vicios por una nueva pasión?

¿Sabes lo que es enfrentarte a tus límites físicos y mentales? ¿Y alcanzar-


los? ¿Y superarlos?

35
¿Sabes lo que es sentirte como en casa rodeado de gente que ayer a penas
conocías, saber que ellos sienten lo mismo que tú, que podríais hablar
durante días enteros con una sonrisa en la cara, o mirar atrás y descubrir
que aquellos desconocidos son hoy una de las parcelas más importantes
de tu vida?

¿Sabes lo que es tener esa increíble sensación de que avanzas un pasito


en cada movimiento que aprendes, de tener a alguien detrás que siempre
te dará el apoyo que necesitas, grande o pequeño, para romper tus barre-
ras, o de lograr tus metas imposibles?

Sabes lo que es... ¿verdad?

36
11

MÁS HUMANOS
Creen que somos raros. Obsesivos. Fanáticos. Extremos.
Tal vez sí, tal vez seamos todo eso que dicen.

Y es que en la vida, a veces es necesario un poco de esa locura que hace


que queramos estar reventados, sucios y doloridos cada día.

¿Para qué? ¿Por qué lo hacemos? No levantamos neumáticos para ser los
mejores levantadores de neumáticos. Ni siquiera para ser más fuertes que
el resto, no necesitamos demostrar nada a nadie.

Lo hacemos para ser mejores. Punto.

Mejores líderes. Mejores padres. Mejores personas. Mejores amigos. Me-


jores humanos, más fuertes y decididos de lo que éramos antes.

Queremos estar preparados para todo, para la vida. Honrar el potencial


de nuestros cuerpos y afilar nuestras mentes. Todo lo que hacemos, lo
hacemos para ser... más humanos.

Inspirado en la campaña de Reebok "Be More Human".


Vídeo: https://youtu.be/UDb-7DY3CjU

37
12

VUELVE A LA CARGA
Si te caes, vuelve a la carga. No permitas que una bajada se coma las
subidas, remonta, saca tu fuerza, toda, hasta la que pensabas que no te-
nías.

Frente al desánimo, vuelve a la carga. Entrena triste, o alegre, o cabreado,


como quieras, pero entrena. Da lo mejor de ti, aunque creas que no es
posible, porque lo es.

Ante un mal día, vuelve a la carga. Dale duro, lo duro que puedas, lo que
el día te permita, pero hazlo. Ve y déjate la piel una vez más. No dejes de
luchar por lo que sabes que quieres conseguir.

Cuando no creas en ti, vuelve a la carga. Y cree en ti, los demás lo hacen.
No pierdas la esperanza, no caigas en la tentación de lo fácil.

Tras una mala racha, vuelve a la carga. Resucita, sé de nuevo tú mismo,


estás ahí, solo has de buscarte hasta encontrarte.

Si duele, vuelve a la carga. El dolor es experiencia, el dolor se pasa, el


dolor te hace fuerte. Y el dolor, aunque no lo creas, merece mucho la pena.

Siempre, vuelve a la carga.

38
13

MIRANDO EL CRONO
El crono, con un diseño básico y una funcionalidad sencilla, pero capaz
de hacernos sufrir y sonreír con una diferencia de pocos minutos, o in-
cluso segundos.

El crono no es solo un reloj de pared, de hecho, la hora en él suele ser lo


de menos. Cuando lo tienes delante, corriendo despacio cada segundo lo
miras de otra manera, de un modo especial en el que el amor y el odio
toman importancia a partes iguales.

Es probable que mires el crono…

ENTRANDO AL BOX

Para empezar a intuir lo que te espera. Te giras buscándolo para ver el


tiempo que marca, si va hacia delante o hacia atrás, si la música lo acom-
paña o si ya está detenido. Y si el grupo anterior aún no ha terminado,
algo malo acecha.

39
MIRANDO MARCAS

Llegas al box, te acercas a la pizarra, das un repaso rápido deslizando tu


dedo por todos los nombres, y te paras en esa persona, la que cada día te
alienta para mejorar, ya no solo tu marca, sino la suya.

Entonces, mientras haces las primeras repeticiones, calculas mental-


mente en qué punto has de estar a cada momento. “Si él ha terminado en
12:55, y son 3 rondas, tengo que bajar de 12. Hay que terminar la segunda
en… 10… no, en 8 minutos, y sería un poco justo. Nah, la tercera hay que
empezarla en el minuto 7 para ir holgado. ¡Vamos a por ello!”

ESPERANDO EL COMIENZO

Son los momentos del 3, 2, 1… Go! Según el primer movimiento que vayas
a hacer, cambia tu posición, y es que no es lo mismo empezar con unos
burpees, que con una cargada potente. Seguro que reconoces esos mo-
mentos de espera.

NADA MÁS EMPEZAR

No hace ni dos minutos que empezaste y no puedes evitar mirarlo y pen-


sar que no llegarás al final. Probablemente te preguntarás cómo es posi-
ble que en tan poco tiempo tu cuerpo pueda estar ya para el arrastre. Y
así es, en ese momento el resto del WOD parece interminable, aunque
sean solo 6 minutos (de hecho, si es tan corto, por algo será…).

40
AL VOLVER DE LA CARRERA

WODs con carrera, ¿qué haces nada más entrar de nuevo al box? Mirar
el crono, está claro. A veces porque has mirado la marca al salir y quieres
controlar lo que tardas para las siguientes rondas, o para comparar unas
con otras, o para organizarte el resto del tiempo… O simplemente porque
has estado unos minutos fuera sin poder mirarlo y necesitas ver su movi-
miento persiguiéndote de nuevo.

EN LOS ÚLTIMOS SEGUNDOS

Es inevitable, o alguien te los canta, o las últimas repeticiones las haces


mirando el crono. Cada segundo es una oportunidad de dar ese poquito
de más que no sabes de dónde sacar, pero que siempre sale.

DESDE EL SUELO

Cuando ya has terminado, no puedes más y tu cuerpo se desploma bus-


cando un lugar donde no pase el tiempo y poder descansar, miras el crono
ya parado, el tiempo se ha detenido para ti y él te lo hace ver.

No se mueve, 15:00 si juegas by time, 00:00 en un AMRAP, o 52:15 mos-


trando el tiempo del último compañero que ha terminado.

En ese momento cualquier tiempo es bueno, máxime si ya ha parado.

41
14

SIEMPRE QUE PUEDAS


Tras un tiempo entrenando me di cuenta de algunas cosas que ahora echo
en falta tras mis entrenamientos o cuando reviso mi evolución, y es que,
cuando empecé, nadie me dijo cómo esto iba a cambiar mi vida, mi per-
sona y mi cuerpo.

Si empezáis, os recomiendo que no paséis por alto estos consejos, quizá


os den algo de pereza, pero algún día agradeceréis haber dedicado unos
minutos diarios. Yo me arrepiento de no haber empezado antes, pero
nunca tarde y todo cuenta.

Así es que, siempre que puedas...

MÍDETE

Mide tu cuerpo periódicamente, cada mes por ejemplo. Piernas, cadera,


cintura, pecho, brazos... Todo aquello que vas a trabajar, y verás cómo
poco a poco esas medidas van cambiando. Unas aumentarán y otras ba-
jarán, pero verás como todas son para verte mejor.

42
PÉSATE

Si no tienes costumbre de pesarte, hazlo. Una vez a la semana es sufi-


ciente para controlar tu peso y ver si estás haciendo las cosas bien. Y al
revés de lo que muchos creen, no se trata solo de adelgazar, sino de en-
contrar y mantener tu peso adecuado en función de cómo seas y de tus
objetivos.

APUNTA TUS MARCAS

Imprescindible. Si puedes hacerlo desde el primer día, mucho mejor. Con


el paso del tiempo echarás la vista atrás y te parecerá increíble ver cómo
has pasado de jugar con la pica a levantar pesos que jamás imaginaste.

“Si siempre te esfuerzas al 100%


nadie podrá decirte que no diste el
máximo de ti. Ni siquiera tú mismo.

Para hacerlo puedes utilizar un Excel, un cuaderno, o alguna aplicación


del móvil que puedas tener a mano.

43
REGISTRA TUS BENCHMARKS

Tus benchmarks, o marcas de referencia, son otro imprescindible de tus


entrenamientos. Estos WODs nos ayudan a valorar nuestras mejoras,
tanto los héroes como las chicas podemos ver nuestra mejoría en habili-
dad, fuerza y resistencia. Intenta siempre mejorar tu marca anterior.

CONTROLA TUS WODS

Aunque a veces cueste, te gustará poder comparar cómo hacías los WODs
antes y cómo los haces ahora. Qué día subiste a una kettlebell mayor,
cuándo hiciste tu primer RX, o cómo pasaste de no saber hacer un ejerci-
cio a atreverte y ser capaz de meterlo en WOD.

HAZTE FOTOS

Si aún estás a tiempo, hazte una foto antes de empezar y repítela unos
meses después. Una foto en la que puedas ver bien tu cuerpo y en la que
luego puedas comparar los resultados. Y ya, si te curras una foto diaria y
montas un vídeo tipo timelapse, será genial.

GRÁBATE

Si puedes grabarte haciendo ejercicios que requieren técnica, hazlo. Ve-


rás como poco a poco vas mejorando y cada vez los haces mejor. Apren-
derás de tus errores y podrás mejorar aún más rápido.

44
OBSERVA TU CUERPO

Tu cuerpo va a cambiar, obsérvalo. Sé consciente de cómo eres en cada


momento, observa tu cuerpo frente al espejo y descubre los cambios que
está experimentando. Nuevos músculos, menos grasa, más fuerza...

CUIDA TU DIETA

Si realmente quieres notar un cambio importante, cuida lo que comes, es


fundamental. Elimina de tu dieta todo aquello que sabes que no te con-
viene, prueba nuevas recetas, trata de comer lo más sano posible y haz de
ello tu nuevo estilo de alimentación. Tu cuerpo te lo agradecerá.

PREGUNTA TUS DUDAS

No te quedes ni una. No tengas vergüenza, sepas más o sepas menos,


siempre pregunta. Así conseguirás mejorar mucho más rápido y evitarás
posibles lesiones que llegan cuando hacemos las cosas sin saber.

Y no hace falta que te lo diga, pero...

DA SIEMPRE EL 100%

Si siempre te esfuerzas al 100% nadie podrá decirte que no diste el má-


ximo de ti. Ni siquiera tú mismo.

45
15

NO SIN MI BOX
Seguro que te ha pasado, tienes una mala temporada, una lesión, asuntos
personales, mucho trabajo... Lo que sea, ese algo que te separa de tu pa-
sión por un tiempo, y las cosas cambian ¿verdad? Ves la vida de otra ma-
nera, a tus días les falta algo importante, ese ratito que es tuyo, y de tus
compañeros, pero sobre todo, tuyo.

Te invaden sensaciones extrañas, sensaciones que no quieres contigo,


pero que de alguna manera sabes que, a pesar de todo, algo bueno te

46
traerán. Porque en tu entreno, como en la vida, todo tiene su lado posi-
tivo, aunque muchos se empeñen en no verlo.

Les echas de menos, a tus compañeros, a tus coaches, al propio box... Ex-
trañas incluso ese dolor de cuerpo que lleva tanto tiempo apoderado de
ti. Las agujetas, las heridas, los dolores, el agotamiento. Los echas tanto
de menos que los necesitas de nuevo contigo.

Te falta ese algo que antes hacía tus días especiales, desde los ratos de
pereza hasta el momento final en el que caes rendido al suelo, incluso la
falta de aire y la respiración agitada se hacen necesarias en tus días.

Sientes cómo tu cuerpo cambia de nuevo, le falta fuerza, garra, tensión.


Quieres recuperar todo eso sea como sea y sueñas con el día de volver a
la batalla, esa batalla personal en la que luchas cada día contigo mismo.

Todo llega, ten paciencia y saborea la vuelta, quizá el primer día no sea
como lo recordabas, tendrás más dolor, más agujetas, más cansancio,
más de todo, pero podrás recuperar la esencia de esto que te hace feliz a
diario, de las personas que te rodean, de los mejores y los peores momen-
tos, y de todo lo que has conseguido con el esfuerzo que pones en el ca-
mino.

No lo abandones. No le digas adiós, solo hasta pronto.

47
16

LUCHA, JODER,
¡LUCHA!
Lucha por lo que quieres, por tus objetivos y por tus deseos.
Nada de eso vendrá porque sí,
¡sal a buscarlo!

Nadie va a trabajar por ti,


¡supérate!

Deja de lloriquear y de decir "no puedo",


porque puedes,
¡claro que puedes!

Inténtalo y cáete,
hazte daño
y llénate de rasguños.

¡Que duela!

Te harán fuerte y llegarás donde quieras con ellos, pero


¡gánatelo!

48
No lo pidas,
¡búscalo!

No esperes a que te lo regalen,


porque no hay nadie que pueda hacerlo por ti.

Enfréntate a tus miedos,


ve a por tus sueños,
¡lucha por ellos!

Fíjate un objetivo y trabaja duro para lograrlo,


con constancia,
cada día,
todos los días,
todos.

Solo así serás siempre un poco mejor que ayer,


un poco más fuerte,
un poco más tú.

Así que,
lucha, joder, ¡lucha!

49
17

HASTA MAÑANA
Son muchas las sensaciones que tenemos los adictos al deporte en este,
nuestro mundo paralelo al que pertenecemos orgullosos. Muchos no lo
entienden, algunos lo aceptan, y otros lo critican, pero de pronto llega el
día en el que ya no te importa. Ese momento en que los demás te dan
igual y aprendes a disfrutar y a valorar lo que tienes por ti mismo y por
tus compañeros.

Aprendes que lo que te da esto no te lo da nadie, que hay sensaciones que


solo vives en el box y que todas ellas son increíblemente fascinantes. Y es
que con ellos el día mejora, los problemas desaparecen y dolor es relativo.

Aprendes a decir "hasta mañana" al salir por la puerta, con la boca bien
abierta, una sonrisa enorme y el cuerpo reventado, con sudor en la frente
y las manos rotas, pero con la mayor satisfacción que puedes imaginar,
porque sabes que mañana volverás a verles, volveréis a entrenar y volverá
a ser un gran día.

Ese momento de despedida es, sencillamente, genial. Te atrapa con un


saludo cómplice, un choque de manos, una mirada especial. Te prepara
para un nuevo día, te compromete para un nuevo reto, y te regala un me-
recido descanso.

50
No es un "adiós", ni si quiera un "hasta pronto" o un "hasta luego", es un
"hasta mañana", porque ha de ser mañana. Porque será mañana.

Hasta mañana compañeros.

51
18

15 MIRADAS
Quienes no encontramos límites tenemos una mirada especial hacia de-
terminados elementos y en momentos muy concretos. Vemos las cosas de
manera diferente, identificamos experiencias que otros desconocen y co-
nocemos muy bien qué se siente y cómo se siente. Y tú, ¿identificas estas
15 miradas?

A LA PIZARRA DEL ENTRENO (ANTES)

Entras al box y lo primero que buscas es la pizarra, esa que te desvelará


los secretos del entreno que tanto temes y tanto esperas, todos sabemos
que es una relación complicada sin la que ya no podrías vivir.

¿Qué tocará hoy? La ves, la estudias y piensas: “Si me voy ahora, ¿alguien
lo notará?”. Pero no te vas, claro que no, por mucho que sepas que vas a
sufrir, hemos venido a jugar, y eso es precisamente lo que vamos a hacer.

A LA PIZARRA DEL ENTRENO (DESPUÉS)

Es inevitable buscarte entre tus compañeros y comparar tu tiempo, tus


marcas, o tu peso con el resto del box, especialmente con aquellos a quie-
nes sigues de cerca, tus grandes rivales. Esos que te comen la oreja
cuando hay que correr y quienes te pican con sus tiempos cuando son un

52
poquito mejores que los tuyos. Esos con los que, cuando les superas, te
sale sin querer una sonrisita de ilusión, y cuando no, pasa por tu cabeza
algún que otro “qué cabrón”, siempre con aprecio y respeto (vale, y cierta
envidia).

A LOS COMPAÑEROS DEL TURNO ANTERIOR

Nada más entrar, ni siquiera los buscas, los encuentras sin querer. Sus
caras lo dicen todo, "hemos venido a la guerra", y ves a más de uno pa-
seando con el agua en la mano, caras de intentar recuperar el aire y algún
que otro cuerpo tirado en el suelo.

Les miras casi con pena, y empiezas a intuir lo que te viene. Pero ya no
hay marcha atrás, has venido a darlo todo y lo vas a dar.

AL SUELO

Cuando coges aire, cuando no puedes más, cuando necesitas un respiro o


cuando quieres escaquearte pero sabes que no puedes.

Cuando miras ese crono postrado en la pared y aún queda más de lo que
llevas, qué momento, qué impotencia. El suelo siempre está ahí para sal-
varte y evadirte por unos segundos del mundo exterior. Lo observas en
los momentos de debilidad, qué tendrá que nos ayuda a coger fuerzas
para seguir adelante.

53
AL INFINITO

Qué gran aliado cuando no sabes dónde meterte. Unas veces crees que así
nadie te ve, otras simplemente te sale solo. Son unos pocos segundos, a
veces ni eso, en los que crees parar el mundo. Pero el mundo sigue, y
cuando vuelves, ahí sigue tu WOD, deseando que sigas dándole caña.

“Postureo puro y duro, eso es así.

AL CIELO

Al terminar, cuando lo has dado todo y sabes (o crees) que ahora, sí que
sí, no puedes más. Te tiras al suelo, da igual quién mire o dónde estés, da
igual quién se acerque y lo que te diga, es tu momento para respirar de
nuevo e intentar volver a la normalidad. El cielo o el techo te parece el
mejor lugar donde puedes ahora fijar tu mirada para evadirte del resto
del universo.

AL COMPAÑERO QUE ENTRENA A TU LADO

Unas veces para animarle, otras para saber cómo va. Para picarte o para
darlo por perdido. Para levantar el ánimo o para recibir palabras de
aliento. Para lo que sea, aunque tu entreno es un reto personal, sin el resto
de compañeros no sería lo mismo. Les necesitamos para ser mejores.

54
A LA BARRA DE DOMINADAS

O a las anillas, o a la marca del balón. Cualquier elemento por encima de


nuestra cabeza con el que tengamos algo que hacer es un objetivo a batir
y será complicado. Coges aire, y sigues.

A TU COACH CUANDO TE CORRIGE

Cuando menos te lo esperas y más concentrado estás siempre aparece esa


voz que te ayuda a corregir lo que haces mal. Que tú sabes que lo estás
haciendo mal, pero él sabe que debe recordártelo. Le miras, intentas ha-
blar y asientes con la cabeza. A veces consigues balbucear un “Si lo sé…”,
y agachas la mirada para seguir con la faena intentando mejorar lo que
ya dabas por imposible.

A LA BARRA

Hoy has decidido subir un poquito el peso, y esos 5kg de más son un
mundo que desconocías. Así que antes de cada repetición y después de
soltar la barra como si ardiese, la miras detenidamente, te concentras, la
agarras, y dejas de pensar.

A LOS DISCOS

Muchas veces antes de empezar, o incluso después. Antes, porque crees


que no podrás, los ves como esos enormes y pesados artilugios que van a

55
poder contigo. Y después porque, contra todo pronóstico, has sido más
fuerte que ellos.

Esta vez has podido ganarles, los has hecho tuyos y has vencido.

AL SUDOR DE LA CAMISETA

Postureo puro y duro, eso es así. Tu camiseta, tu toalla. Y bien orgulloso


la miras cuando, después de un buen entreno, la ves empapada en sudor,
te sientes bien y sabes que has trabajado duro.

A LAS MANOS

Los casos más claros son aquellos en los que trabajas colgado o te hinchas
a reps de kettlebell, pero raro es el día en el que las manos no sufren de
una u otra manera. Y es que siempre miras tus manos al menos una vez
durante el entrenamiento. ¿A que sí?

A LOS NUEVOS RASGUÑOS

La marca de la cuerda, el latigazo de la comba, el raspón de la barra, el


golpe en la espinilla… Todas esas marcas que vas creando en tu cuerpo
las miras recordando el momento exacto en el que te las has hecho.

Mientras unas desaparecen, otras vuelven, pero siempre tienes alguna en


la que fijarte, nunca te abandonan, no te olvidan.

56
AL ESPEJO

Reconoce que te miras, no pasa nada, todo los hacemos. Porque ves me-
joría, porque te gusta y porque después de entrenar tienes un algo espe-
cial. Sudado, sucio y maloliente, pero especial. Y eso… te mola.

57
19

CARTA A UN AMIGO
Hola,

Te escribo esta carta porque quiero que conozcas todo esto que me está
pasando, explicarte mi comportamiento de los últimos meses y compartir
las cosas buenas que he descubierto.

Sé que he cambiado, y no solo físicamente, que también, sino en mi ma-


nera de ser, de comportarme y de ver la vida. Ahora soy más sociable y

58
estoy más alegre, seguro que has visto cambios en mi expresión, ya no me
enfado con tanta facilidad e intento ver el lado positivo de las cosas.

Yo antes no era así, cuando quedábamos después del trabajo te soltaba


toda la mierda acumulada del día, te contaba lo imbéciles que son los
clientes, lo cabrón que es mi jefe y la cantidad de marrones a los que me
había tocado enfrentarme.

Cuando hablábamos el fin de semana no tenía ganas de nada, solo de ti-


rarme en el sofá con la tele de fondo, algo que hiciera ruido y me permi-
tiese desconectar del mundo por unas horas. A duras penas conseguías
sacarme de casa, y cuando lo lograbas era solo por un rato y accediendo
a planes, lo reconozco, más bien aburridos.

Mi día a día era una pesadilla, solo deseaba que llegase la noche para des-
conectar del mundo y meterme en la cama para soñar con algo bonito, o
feo, pero para soñar y vivir algo irreal por unas horas.

¿Has visto? Ya no soy así, he cambiado. El deporte me ha cambiado. Mi


trabajo ya no es como antes, he buscado lo que no me gustaba y he lo-
grado hacerlo mejor. Algunos dicen que huyo de los problemas, yo creo
que no, que lo que hago es buscar mi felicidad, y para hacerlo hay que
tener un par de huevos, saber reconocer lo que no te gusta y cambiarlo. Y
para cambiarlo, hay que querer cambiarlo. Nadie cambia nada desde el
sofá de su casa, el canal de la tele, como mucho (ya sabes, uno de mis
chistes fáciles y malos).

59
Sigo con mis problemas, pero ahora son diferentes, o más bien, los veo de
diferente manera. Los respeto y los afronto como he de hacerlo, con se-
guridad y con la certeza de que seré yo quien pueda con ellos, y no ellos
conmigo.

Llámame el fin de semana, quedemos, hagamos cosas divertidas, salga-


mos a la calle, paseemos, hagamos deporte, juguemos, saltemos, corra-
mos, riémonos. Me apetece. Ahora sí. Ahora el tiempo libre es para dis-
frutarlo, y qué mejor manera que hacerlo juntos. No importa mi nivel de
cansancio, tengo ganas de quemar el mundo y de quemar toda la energía
que llevo dentro, esa que acumulo durante la semana, esa que por más
que sigo quemando, revive de una manera espectacular.

Ya tendré tiempo de dormir de noche, ahora sí sé lo que necesito para


estar bien, un importante descanso, pero cada cosa a su tiempo. Los días
ahora son diferentes, no tienen nada que ver con mi vida pasada. Termino
el trabajo y tengo ganas de hacer cosas, espero con ansia el momento de
ir al box, de ver a mis compañeros, de saber qué toca hoy y de entrenar
hasta que mi cuerpo grite "¡Basta ya!".

Pero disfruto, ¿sabes? Es una pasada, y te lo digo de corazón. Nunca había


experimentado estas sensaciones, y son maravillosas, te cambian la vida.
Deberías probarlo. Sí, ya sé que te lo he dicho mil veces, que te he hablado
de ello durante horas y horas, y que nunca me canso de repetírtelo, ¡si
hasta te he puesto vídeos frikis a las dos de la mañana para mostrártelo

60
en todo su esplendor! Pero es que es así, es diferente, por eso insisto
tanto.

No nos llames locos a quienes lo practicamos, esto para mí es como...


Como para ti esa manía que tienes de llevarte un puñadito de arena de
cada ciudad que visitas. Que yo no la critico porque somos amigos, y ya
sabes que me pone un poco de los nervios, pero lo respeto. Pues lo mismo
te pido que hagas, que me sigas respetando en mi nueva forma de vida,
que ya lo haces, pero sé que a veces te cuesta, y reconozco que no debe ser
fácil saber que no habrá conversación en la que no aparezcan las palabras
"Agujetas", "¡Es que es una pasada!" o "¿Cuándo vienes a probar?".

Te daré un consejo, ven conmigo. De verdad, solo probarlo, si no te gusta


no vuelvas, solo un día, una hora. Quiero compartir contigo las cosas bue-
nas y esta es una de las mejores que me han pasado en mucho tiempo. No
te engaño, lo sabes. Cada día entreno con gente como tú, reacia en un
principio y enganchadísima en tan solo tres semanas. Esto tiene un algo
especial que puede cambiar tu vida como cambió la mía y la de mucha
gente.

Tienes la llave, ahora solo has de abrir la puerta.

Gracias por leerme, nos vemos esta tarde.

61
20

VUELVE Y REVIENTA
Vuelve con ganas, con garra, con fuerza.

Vuelve valiente, decidido, confiado.

Vuelve con ellos, contigo, con todo.

Vuelve a sentir, a sufrir, a gritar.

Vuelve sin barreras, sin excusas, sin límites.

Vuelve a tope, al máximo, al 120%.

Vuelve hoy, vuelve ahora, vuelve ya.

Vuelve. Vuelve y revienta.

62
21

DEBERÍAS SABER
Si eres una de esas personas que está pensando en lanzarse a hacer de-
porte, que tiene un amigo que le chincha y le habla maravillas, alguien a
quien le pica el gusanillo y aún no has dado el paso pero estás a puntito,
aquí puedes ver algunas de las aportaciones que un nuevo ritmo de en-
trenamiento hará en tu vida.

Tendrás agujetas. Siempre.


Cambiará tu estilo de vida.
Querrás comer mejor.
Tus amigos se hartarán de tus conversaciones.
Superarás todos los límites con los que no contabas.
Siempre querrás más. Y más. Y más.
Estarás más fuerte, te verás mejor.
Empezarás a tener conversaciones incómodas e irritantes.
Conocerás gente diferente y tan loca como tú.
Valorarás cosas nuevas que antes no valorabas.

Y te aseguro que todo esto merecerá mucho la pena.

63
22

NO TEMAS
No temas al fracaso
Aquí nadie fracasa, todos somos un poco mejores que ayer, en muchos
sentidos. Y si necesitas ayuda, pídela.

No temas a un mal día


Cualquiera lo tiene, y no solo un día, a veces son semanas, o incluso me-
ses. Tiempos en los que la desesperación puede contigo y sientes que vas
hacia atrás, como los cangrejos, pero sin saberlo estás avanzando también
hacia delante (aunque ni lo creas ni lo parezca).

No temas al ridículo
No vas a hacerlo, porque todos hemos empezado igual que tú y todos sa-
bemos cómo es ese primer día.

No temas volver a empezar


Después de una lesión, de un viaje, las vacaciones, o simplemente un pa-
rón en tu rutina, vuelve a empezar con las mismas ganas que el día que te
enfrentaste a tu primer WOD, ten cuidado, sé consciente de la situación
y disfruta el entreno (y de las agujetas) exactamente igual que antes de
aquel último día.

64
No temas al dolor
Los rasguños, las heridas, los morados, los golpes, los callos en las ma-
nos... Todos ellos te hacen ser más fuerte cada día, te ayudan a saber que
te estás esforzando, te definen como guerrero. Cuídalos, pero no los es-
condas, ahora son parte de ti.

“No temas a nadie.


Respeta a todos.

No temas a ser el último


Alguien ha de serlo, y si esta vez lo eres tú, no pasa nada.

No temas a terminar el primero


Sobre todo si te lo has ganado. Analiza si te lo mereces, si lo has hecho
bien, si has dado tu 100, o tu 120%, y si es así, ¡enhorabuena!

No temas a no terminar el WOD


¿Quién ha dicho que hay que hacerlo? ¿Has dado el máximo de ti? Porque
eso es lo que vale, quédate con tu resultado (¡o incluso tu RIP!), anótalo
en la pizarra y siéntete orgulloso.

65
No temas a pasar inadvertido
Hay personas a las que les gusta llamar la atención, pero también las hay
que prefieren ser discretas y quedarse un poco más a la sombra. No im-
porta, no significa que entrenes mal, o que seas peor que tus compañeros.
Quien realmente necesita saber que estás ahí eres tú, y eso ya lo sabes,
vaya si lo sabes...

No temas ser una referencia


Eso es bueno, quizá resulte algo abrumador, pero dice mucho de ti, sobre
todo si empezaste desde abajo. Te permitirá analizar tu progresión y darte
cuenta de que si realmente quieres, entonces puedes.

No temas al descanso
Es más, valóralo, porque es necesario.

66
23

Y TAMBIÉN PERDERÁS
Porque no siempre vas a ganar ni a salirte con la tuya, así que llegará un
día que perderás. Ese día vendrá para darte una lección de realidad y po-
nerte de nuevo los pies en el suelo. Quizá no sepas ni cómo has llegado
hasta él, ¿por qué a mí? ¿por qué ahora? No busques razones. La mente,
el cuerpo y nuestras propias decisiones se escapan a veces de nuestro con-
trol sin previo aviso.

67
Esos son los días malos, esos a los que, por mucho que lo intentes, no vas
vencer. No remontarás como haces normalmente, no serás capaz de le-
vantar la mirada y sacar tu fuerza, no podrás hacer nada. Quizá creas que
nunca serás débil porque todo lo que has pasado te da un bagaje imposi-
ble de romper, pero no es así, debes saber que ni los mejores ganan siem-
pre, y tú ni siquiera te acercas a ellos.

Y te sentirás fatal, claro que sí, no solo por no completar tu objetivo de


hoy, eso es casi lo de menos, te sentirás una mierda por no haber sido
capaz de vencer a tu mente que es, al fin y al cabo, la que te ha hecho caer
a lo más profundo.

La peor sensación vendrá en esos milisegundos en los que, aunque pue-


des tomar la decisión de seguir, decides abandonar, recoges tus cosas y te
vas a casa. Durante el camino solo pensarás en volver, pero algo dentro
de ti te lo impide, y tú quieres, pero no funciona. Y entonces aparecerá esa
lágrima que tanto tiempo has aguantado, esa contra la que has luchado
con más fuerza que en el peor WOD que te haya tocado hacer.

Pero esa lágrima, la primera de todas las que quedan por venir, te hace
aun más humano. No te debilita, claro que no, así que no la temas, no
tengas miedo de nada, porque ella es la representación de todo lo que
llevas dentro y que a veces resulta imposible sacar por otros medios.

No sabes cuándo, pero perderás. Pero la siguiente victoria será la mejor


de las victorias.

68
24

QUÉ HAY DETRÁS


"Qué cabrón, vaya cuerpazo", "Mírala, está fuerte la tía ¿eh?", "Vaya cam-
bio ha pegado en poco tiempo", "¡Qué crack!".

¿Te suenan estas frases? Seguro que las has oído más de una vez a tu al-
rededor, alguna incluso la habrás pensado tú mismo en alguna ocasión.

Detrás de esos cuerpos, de esos tiempos, de la resistencia y de todo lo que


ves cuando miras a alguien que se lo curra hay mucho más de lo que la
gente se imagina.

"Eso es genética", dicen muchos. No, genética no siempre es genética. Es-


fuerzo y dedicación, de eso sí hay mucho detrás.

Y es que, si nos paramos a pensar un poco en qué hay detrás de todo eso
que vemos desde fuera, encontraremos aspectos como:

ESFUERZO

Nadie consigue sus metas sin un esfuerzo. Cada WOD es un nuevo reto, y
cada día un nuevo WOD. No sabes a qué te enfrentas, a veces llegas sin
ganas al box y maldices a la pizarra y a quien escribió ese entreno, pero le
echas un par de huevos y te pones a ello, te guste o no, es el menú de hoy

69
y te lo vas a zampar hasta el final. Y es que, si lo buscas, siempre tienes
un motivo para seguir adelante.

CONSTANCIA

La constancia es difícil de llevar, al principio sobre todo, o tras un período


de baja o de descanso, pero es necesaria. Sin constancia no eres nada,
porque no me vale entrenar un día y no volver en dos semanas. Mañana,
aunque no te apetezca, volverás, y volverás con las mismas ganas, o más,
o menos que hoy, pero volverás. Porque eres grande, y los tipos grandes
siempre volvemos.

SUPERACIÓN

En nuestra manera de ver las cosas no faltan las ganas de superarse día a
día, porque empiezas desde abajo, siendo "el torpe" del grupo, el último
en terminar, el de los peores tiempos... Pero esa situación no dura mucho,
desde el primer día querrás superarte, ser mejor, más fuerte, más rápido,
más ágil, y lo lograrás.

La primera semana tendrás el cuerpo más dolorido del planeta y las ma-
yores agujetas de tu vida, pero pronto empiezas a notar tu mejoría y esa
sensación de haberte superado no cesará nunca.

70
“Volverás. Porque eres grande,
y los tipos grandes siempre volvemos.

FUERZA DE VOLUNTAD

Si quieres conseguir tus objetivos no tendrás más remedio que acostum-


brarte a vivir con fuerza de voluntad, mucha fuerza de voluntad, para mu-
chas cosas. No solo el entrenamiento te hace ser así, también tus hábitos
de vida y de alimentación necesitan ser cuidados si quieres mejorar.

Cambiarás muchas cosas en tu día a día, verás la vida de otra manera y


empezarás a ser "otra persona", alguien mejor para ti. Te costará, ¡vaya si
te costará!, pero merecerá la pena.

71
25

CARTA A UN CHICO
CUALQUIERA
Hola,

Me dirijo a ti como "un chico cualquiera", no por ningunearte, no es en


ningún caso mi intención, sino porque esta carta podría ir dirigida a cual-
quier chico. Eso sí, en lo de "cualquiera" quisiera aclarar que me refiero a
ese tipo de chico aparentemente normal, el que puedo encontrarme en la
parada del bus, en la cola del súper, paseando por el parque o simple-
mente cruzármelo por las mañanas de camino al trabajo. Ese tipo de
chico que no dice nada pero que, seguramente, tenga algunos prejuicios,
como todos tenemos.

Y te escribo para intentar que te liberes de algunos de esos pensamientos


que tienes, equivocados, por supuesto, sobre las chicas como yo.

Entreno duro y a diario. Antes de entrar a valorar si esto es o no es para


mí, te recomiendo que te informes acerca de qué es y qué no es lo que
hago. Entrenamientos como el mío no son un deporte para súper-hom-
bres, de hecho, no es un deporte solo para hombres. Mi entreno no va a

72
lesionarme porque creas que es para bestias. Y no, no es solo una moda,
yo no me muevo por modas.

Me gusta. No hago esto para decir que entreno, lo hago porque me en-
canta, me apasiona, me ilusiona, me emociona, me ayuda a ser feliz, me
aporta sensaciones que no he encontrado en nada más. No lo hago para
ver tíos buenos sin camiseta, ni para ver si me echo un novio guapo, el
box es un lugar especial para mí, pero muy lejos de esa realidad de sala
de musculación donde muchos chicos van a lucir músculos ante algunas
gatitas en celo.

“No hagas el tonto, que te


puedes a hacer daño.

Sí, estoy fuerte, y es posible que lo esté más que tú, ¿y?. No me mires con
esa cara, el hecho de que tenga el cuerpo definido y sea capaz de levantar
más peso que tú, correr más rápido que tú o aguantar un WOD más in-
tenso que tú no significa que sea mejor que tú. No te preocupes por tu
orgullo de macho, en el box nadie va a pensar que eres inferior a mí. Pero
ojo, no te vengas arriba, que cuando seas tú quién levante más peso que
yo, tú tampoco serás superior a mí.

No te hagas el machote delante mío, no me vas a impresionar y además,


no merece la pena. A diario entreno con chicos muy fuertes y con mucho

73
rodaje, ellos, que sí pueden presumir, no lo hacen, así que no hagas el
tonto, que te puedes a hacer daño. No vas a dejarme con la boca abierta
por remangarte la camiseta y mostrarme tu bíceps en bola, ni por simular
un Press con las bolsas de la compra. Ven un día a entrenar conmigo y
demuéstrame que eres capaz de entregarte al 100%, eso sí sería un detalle
digno de un "olé".

Y para terminar, una recomendación: ven a probarlo. Solo así sabrás por
qué lo hago, la cantidad de cosas que me ha enseñado mi mundo a parte,
cómo me siento y qué es esto en realidad. Solo así verás que detrás de
estos cuerpos que ves en el box hay mucho más trabajo del que imaginas,
constante, diario, doloroso a veces, pero sobre todo, satisfactorio. Solo así
sabrás por qué estoy fuerte y por qué tú y yo no somos diferentes. Solo así
podré darte la enhorabuena, porque desde la barrera nada es lo que pa-
rece, y solo así podré llamarte valiente, porque me habrás demostrado
que realmente quieres serlo.

Me despido aclarándote que no hay reproches en esta carta, cada uno


elige su camino y yo he elegido el mío. Solo te pido que lo respetes, igual
que yo respeto el de todos aquellos que deciden tomar otro que no es este.
Aquí no somos mejores que nadie, simplemente somos diferentes, y nos
sentimos diferentes.

Atentamente,
una chica (casi) cualquiera.

74
26

LA VUELTA
Cuánto cuesta la vuelta, ¿eh? Después de esos días de relax, las merecidas
vacaciones terminan y vuelves a la cruda realidad. Es entonces cuando te
das cuenta de lo bien que estabas fuera de la rutina, sin horarios, sin mi-
rar qué comes y, ¿por qué no?, sin entrenar durante unos días.

Las intenciones siempre son buenas, no faltan las zapas en nuestra ma-
leta y algún complemento por si un día nos llega algo de nostalgia, pero
tras las cervezas y los helados, de lo último de los que nos acordamos es
de la morriña.

Llega el día, y has de volver. Al trabajo, a los horarios, a la rutina... y al


box. Que lo pillas con ganas, no lo dudo, pero cuesta, ¿eh? Anda que no
cuesta...

Esos primeros días son como “los primeros días” (los recuerdas, ¿ver-
dad?), aquellos en los que todo te sonaba a chino y no dabas un duro por
seguir haciendo esto durante mucho más tiempo, pero resulta que te en-
ganchaste, y aquí estás, años después, exactamente con las mismas sen-
saciones, dolores, y agujetas que entonces. Los nombres ya los conoces,
ya son parte de ti, pero no suenan igual que antes de irte.

75
- ¿RX? Bufff… No creo que pueda.
- ¡Claro que no puedes! Pero, ¿tú te has visto? Si no puedes ni con el remo
del calentamiento.
- Venga, poco a poco que es el primer día, esto en nada lo tienes de nuevo.

¡Ja! Pues no es poco agradecido el deporte ni nah...

Cuánto cuesta la vuelta, ¿eh? Volver a disfrutar de esas desagradables


sensaciones que aprendimos a saborear de la mejor manera posible, a sa-
car lo peor de cada uno haciendo que sea siempre lo mejor, a sentir la
pereza y acabar dándonos las gracias por haberla superado.

Y es que sí, la vuelta cuesta, ¡mucho!, pero siempre merece la pena. Por-
que aunque los primeros días son duros, ¡muy duros!, no tardamos en re-
descubrir el encanto de nuestro deporte, retomamos nuestra rutina en el
box como uno de los mejores momentos del día, y volvemos a sufrir y a
disfrutar de todo lo que nos aporta.

Así que bueno, quizá cueste la vuelta, pero todos estamos de acuerdo en
que merece la pena.

76
27

BUSCA UN MOTIVO
Busca un motivo para empezar,
porque si tú no lo quieres, nadie podrá guiarte hasta ello.

Busca un motivo para volver,


porque, aunque hoy no te lo parezca, no te arrepentirás.

Busca un motivo para seguir,


porque cada día suma, y la suma lo es todo.

Busca un motivo para levantarte,


porque cada caída es una nueva herida que te ayudará a ser mejor.

Busca un motivo para no rendirte,


porque rendirte no va contigo.

Busca un motivo mantener tu esencia,


porque sin ella nunca podrás ser quien quieres ser.

77
28

8 CONSEJOS PARA
RECUPERAR LA
MOTIVACIÓN
VE A ENTRENAR, AUNQUE NO TE APETEZCA

Quizá te parezca incoherente, pero el primer paso para vencer la desgana


y recuperar la motivación es ir a entrenar. Debes aprender a identificar

78
cuándo estás realmente cansado de cuándo es solo inapetencia. Si nece-
sitas descansar, descansa, pero si se trata de lo segundo, no faltes.

Consejo: queda con alguien, habla con algún compañero con quien te lle-
ves bien y tengas confianza, id a la misma hora y entrenad juntos, esto te
obligará a no faltar y además lo harás más a gusto.

COME SANO

A veces la alimentación nos impide entrenar mejor entrando en un bucle


del que es difícil salir: empiezo a descuidar lo que como y me siento mal,
como me siento mal, como peor y como me alimento peor dejo de ir a
entrenar.

Esto hace que cada vez nos veamos peor cuerpo y menos mejoría, deri-
vando en una espiral de malas prácticas que no nos ayudará ni a llevar
una mejor alimentación ni a entrenar con más energía.

Consejo: consulta webs de nutrición o habla con un nutricionista para fi-


jarte una dieta para deportistas, con ella tendrás una guía para comer
mejor y en pocos días empezarás a ver resultados también en tus entre-
namientos.

79
FÍJATE UN OBJETIVO

Seguro que recuerdas momentos en los que te planteabas nuevos objeti-


vos y luchabas por ellos, ¿has dejado de tenerlos? Lo más probable es que
sí, ¿por qué no te fijas uno nuevo? Puede ser algo tan sencillo como me-
jorar una marca concreta, aprender a hacer un ejercicio que aún no te
sale, mejorar tu técnica de algún movimiento específico, conseguir un de-
terminado número de repeticiones, bajar el tiempo de un entreno, o mar-
carte una semana de entrenamientos diferentes.

Consejo: piensa en algo que te guste, fíjate un objetivo realista, y entrena


cada día por mejorarlo.

LEE ESTE LIBRO DE VEZ EN CUANDO

No es (solo) publicidad, pero de verdad... léelo ; ) Busca los textos que


más te motiven o con los que más identificado te sientas, señálalos, anota
tus sensaciones y échales un vistazo de vez en cuando. Seguro que en más
de uno te ves totalmente reflejado y te das cuenta de que no eres el único
que ha pasado por este momento de bajón.

Tarde o temprano todos los tenemos malas temporadas, algunas duran


más, otras menos, unas son más intensas y otras se pasan en unos días.
Léelo y verás como, aunque sea solo por un rato, todo parece algo mejor.

80
Consejo: comparte tus experiencias e incluso lánzate a escribir tú tam-
bién, hazle saber al mundo cómo te sientes.

PLANIFICA UN RETO

A veces los retos nos ayudan a forzarnos un poco, prueba con uno de un
mes. Ha de ser un reto factible, de algo que te guste y te apetezca, y del
que vayas a obtener un beneficio. Plantéalo a tus compañeros, quizá haya
más gente como tú a la que le apetezca hacerlo, será más divertido y, so-
bre todo, estarás más motivado.

Consejo: recuerda buscar un reto asequible, si aspiras a algo inalcanzable


lo más probable es que lo dejes a medias y eso te desmotive más aún.

BUSCA FOTOS DE ENTRENOS


PASADOS Y REVÍVELOS

Todos tenemos fotos de nuestros mejores (y peores) momentos entre-


nando, busca las tuyas, ordénalas, y míralas durante un rato. Rememo-
rando buenos momentos traerás esos recuerdos que quieres recuperar, y
eso te ayudará a aumentar tu motivación, ¿por qué? ¡Porque los quieres
para ti! Solo tienes que encontrar esas ganas que crees perdidas, y qué
mejor manera de verlas que en ti mismo.

81
Consejo: busca fotos tuyas que te recuerden buenos y malos momentos
entrenando. Los buenos serán geniales, los malos te harán recordar por
qué sigues entrenando. ¡Póntelas de fondo de pantalla si es necesario!

VE VÍDEOS DE OTROS ATLETAS

En los vídeos profesionales siempre vemos a los chicos y chicas más fuer-
tes entrenando como nosotros nunca conseguiremos hacerlo, pero, aun-
que no aspiramos a llegar a esos niveles de técnica, fuerza y resistencia,
sí nos servirán para aumentar nuestra motivación de cara a los entrenos.
Verles darlo todo y sufrir nos hará vernos reflejados en ellos y recordar,
una vez más, por qué disfrutamos tanto de esta pasión.

Consejo: busca vídeos resumen o incluso vídeos de motivación específi-


cos para otros deportes similares.

ESCUCHA MÚSICA CAÑERA

¿Con qué música entrenas habitualmente? Seguro que las baladas que-
dan para otro momento, así que busca una buena lista de música cañera
y rememora los momentos más intensos de tus entrenos.

Puedes ponerla a cualquier hora del día, cuando veas imágenes motiva-
doras, en el autobús, antes de salir de casa... Cualquier momento es bueno
para una dosis de motivación acústica.

82
Consejo: ponte esta música de camino al entreno, así cuando llegues ya
tendrás superada esa primera fase de pereza previa a lo que te espera.

83
29

CARTA A MI COACH

Dedicado a los coaches que me han


enseñado todo lo que sé y con
quienes he tenido el placer de
compartir grandes entrenamientos
y momentos irrepetibles.

Hola coach,

Soy yo, ¿cómo va eso? Te escribo porque quiero sincerarme contigo. Nada
importante, pero hoy me apetece.

Empezaré por darte las gracias, sabes que me gusta hacerlo de vez en
cuando, y hoy no podía ser menos. Gracias por todo lo que haces por no-
sotros, por mí concretamente, y es que aunque no lo creas, eres una de
las personas que más pendiente está de mí, que más me ayuda y que más
se preocupa porque pueda ser un poquito mejor.

84
Recuerdo perfectamente nuestros primeros ratos juntos, cómo insistías
en que hiciera bien las cosas, y lo torpe que me sentí cuando, ese primer
día, tardé 40 minutos en hacer una sentadilla medianamente bien. Qué
paciencia la tuya, y qué poca vergüenza la mía. Enseguida me di cuenta
de que el no saber no era un problema, que yo estaba allí para aprender,
y que te tendría siempre cerca para enseñarme. Y no me has defraudado.

También recuerdo cómo te acercabas sigiloso entre mis compañeros, te


parabas a observarme y me cortabas en mitad del WOD para corregirme,
velando siempre por mi seguridad y la perfección de mis movimientos.

Por aquellos tiempos yo aún no sabía mucho y me ponía muy nerviosa


ver que venías "a por mí", a veces incluso deseaba que te estuvieses quito
y dejases de corregirme, me sentía torpe y no quería ser un lastre. Qué
equivocada estaba.

“No lo intentes, hazlo.

Con el paso del tiempo he podido comprobar que sigues ahí, que no dejas
de estar pendiente de mí y que vives mis avances conmigo. Muchas veces
recuerdo con una sonrisa aquel día en el que te prometí que lo intentaría,
y tu respuesta firme y rotunda a mi comentario fue: "No lo intentes,
hazlo". En ese momento conocí el verdadero sentido de lo que hacemos.

85
Desde ese día ha pasado ya un tiempo, pero lo tengo siempre presente,
cada vez que mi mente pide aflojar pienso en aquella respuesta y veo tu
expresión de fortaleza y seguridad. Y no creas que no me pasa a menudo,
no todos los días son buenos y no siempre tengo ganas de entrenar.

Esos días en los que llego al box con la mochila colgando, desganada,
arrastrando los pies y mirando al suelo suelen ser raros, esos en los que
me miras mientras me acerco a la pizarra y me insinúas un "no vale ra-
jarse", porque intuyes mis intenciones.

Qué bien me conoces. Pero entiéndelo, no siempre estoy igual de fuerte


para afrontar el WOD. Yo, como todos, tengo días malos, y sé que lo sa-
bes. Por eso te agradezco también que esos días me dejes mi espacio y no
me pidas más de lo que sabes que puedo dar. Ya habrá días buenos en los
que me exijas un 110%, de hecho los hay, y alguno, incluso, consigo dar
hasta un 120.

Esos son los días en los que puedes pedirme lo que quieras, que llegaré
un poco más allá, conseguiré superar mis límites y volveré con una buena
sonrisa a casa. Pídeme lo que creas que puedo darte, pero ten en cuenta
mis límites. Tú sabes hacerlo muy bien, me conoces mejor que muchas
personas, no sé qué tienes ni de dónde lo sacas, pero sabes exactamente
hasta dónde puedes demandarme. ¿Cómo lo haces?

No me faltes, los días que no estás son diferentes. Me falta ese aliento
detrás de la oreja que me empuja a no abandonar y que me ayuda a sacar

86
fuerza de donde creía que no había. Esa fuerza que se esconde en mis
adentros y que a veces necesita escuchar tu voz para aparecer ante mí.

Y hay momentos en los que consigo sacarlo, y todo eso que llevo dentro
aflora durante el entreno en forma de fuerza, de potencia, de resistencia
y de rabia, me veo fuerte, siento que puedo con todo, y exploto de la ma-
nera más insospechada. Si me ves llorar, sonríeme, déjame sacarlo todo
a través de unas lágrimas, porque a veces son la mejor manera de librarse
de lo bueno y de lo malo.

He llorado ante tus ojos sin que apenas me lo notes, lágrimas de alegría,
de dolor y de impotencia, lágrimas que se mezclan con el sudor y pasan
desapercibidas, pero que están ahí por algo y para algo. Son necesarias y
quiero que las respetes, igual que respetas todos los gestos espontáneos
que mis compañeros y yo lanzamos cada día en el box.

Es difícil describir qué siento, pero lo que sí puedo decirte es que sin ti no
sería lo mismo, eres un buen coach. Por eso, y por un montón de cosas,
no puedo más que darte las gracias y pedirte que sigas con tu buena labor.

Me haces falta.
Nos vemos en el box.

87
30

Y LES PARECE
EXTRAÑO
Muchas personas se niegan a conocer ciertos deportes o tipos de entre-
namientos tal como son, no todos son comprensivos con las pasiones del
resto, y es habitual que a muchas personas les parezca extraño que los
demás vivamos lo nuestro con tanta intensidad.

A veces me paro a analizar todo eso que los demás no quieren ver, y
pienso...

Me hace sentir bien, me ayuda a liberar estrés, a olvidarme de un mal día,


a descargar adrenalina... Y les parece extraño.

Me ayuda a mantenerme en forma, a cuidar mi cuerpo, a concienciarme


de cómo soy, a verme bien... Y les parece extraño.

Aquí he conocido gente maravillosa, he hecho nuevos amigos, me río con


ellos, compartimos momentos irrepetibles, nos divertimos... Y les parece
extraño.

Me ha enseñado a compartir, a ser humilde, a superarme cada día, a no


rendirme, a valorarme a mí y a los demás... Y les parece extraño.

88
Me ha dado la oportunidad de probar cosas nuevas, de viajar, de conocer
gente diferente, de ver más allá de una primera impresión... Y les parece
extraño.

Me ha hecho llorar, me ha hecho pensar, reír, gritar, sufrir, como tantas


otras cosas maravillosas de la vida... Y les parece extraño.

“Perdona que no entienda por qué os


parece extraño. Lo que a mí me
parece extraño es que
aún no lo hayáis probado.

Aquí me puedo mover, tumbar, caer, levantar, puedo correr, saltar, tre-
par, puedo ser libre... Y les parece extraño.

Me llena cada día, me ayuda a no rendirme nunca, tira de mí para seguir


adelante, ha cambiado mi manera de ver la vida, me hace mejor persona...
Y les parece extraño.

Y ante esto solo puedo decir: "Perdona que no entienda por qué os parece
extraño. Lo que a mí me parece extraño es que aún no lo hayáis probado."

89
31

Y SEPTIEMBRE
TRAJO AL BOX
A los compañeros que echamos de menos.
A quienes decidieron tomarse un descaso.
A los más fuertes, a los menos fuertes y a los que luchan por pillarles.
La vuelta a la rutina que el coach decida.

Las agujetas y el dolor de cuerpo.


Las heridas de guerra.
Las pizarras endemoniadas.
Los burpees, dominadas, carreras y más ejercicios aparentemente
inofensivos.
Los callos, las quemaduras, los golpes y los mareos.
Las barras y su técnica.

Las ganas de volver a empezar, de continuar y de mejorar.


Los nuevos objetivos para este curso.
Los propósitos de entrenar más y mejor.
La ilusión por seguir perteneciendo a tu comunidad.

Y viendo todo esto, mucha gente se preguntará ¿y lo bueno?


Esto es lo bueno.

90
32

ESOS LOCOS
Esos locos que corren, que cargan, que sudan, que lloran.

Esos locos que no piensan, quienes solo necesitan un "¡Vamosssssss!"


para seguir cuando ya no pueden más.

Esos locos que siguen cuando el resto para, los que jamás se conforman,
los que no se rinden.

Esos locos que persiguen su meta por encima de todo y de todos, a los que
a nada ni a nadie permiten ponerles freno, esos que luchan hasta el final,
hasta el 00:00, hasta el último respiro o la última repetición.

Los que cuentan de uno en uno y no entienden de trampas ni jugarretas,


los leales, los fuertes, compañeros y luchadores.

Esos locos que agotan sus fuerzas y su respiración para que entre una
más, esos que miden el tiempo y apuran en lugar de rajarse.

Esos locos somos nosotros.

91
33

ME QUEDO CON TODO


Este texto lo escribí tras mi primera experiencia en competición, fue algo
pequeño con mis compañeros de siempre, pero no por eso menos espe-
cial.

“Me quedo con los nervios de esta primera competición, con las caras de
cansancio y las palabras de pereza. Con los WODs del día, con los retos
conseguidos y los nuevos logros.

92
Me quedo con tus palabras, porque "tío, tú eres bueno", supiste llevarme
en cada momento exactamente por donde sabías que podría ir, incluso
cuando ni yo misma confiaba en llegar a esos límites.

Me quedo con tu abrazo, ese abrazo buscado en el minuto 15:00 que ne-
cesitaba desde hacía ya un buen rato.

Me quedo con las lágrimas de dolor, unas piernas que no responden, la


impotencia de no poder levantarme del suelo. Con tu preocupación al ver
que estaba realmente mal. Con la sensación de saber que no llego, pero
que no me rindo.

Me quedo con vuestros gritos de ánimo, vuestra fuerza, vuestro apoyo y


vuestra ayuda, a mí y a todos, porque cada uno os necesitamos al resto.
Con saber que todos somos unos verdaderos campeones, y es que somos
las máquinas que mueven todo esto.

Me quedo con mil palmadas, mil sonrisas, mil momentos y mil abrazos.
Mil miradas, mil gestos, mil suspiros y miles de sensaciones. Porque to-
das ellas han hecho que este día sea muy especial.

Me quedo con todos mis compañeros de fatiga, atletas en este día, porque
sois enormes. Con la organización, porque habéis hecho que todo esto sea
posible. Con los coaches y los jueces, porque siempre estáis ahí, siempre.
Con los chicos y con las chicas, porque aquí nadie es más ni menos que
nadie. Con los que os bebisteis toda la cerveza.

93
Me quedo contigo, tú sabes por qué. Por todo.

Me quedo con todo, me quedo con vosotros, me quedo con mi box, yo me


quedo aquí. Gente, sois muy muy grandes. Seguid así.”

Y cada vez que lo leo, me vuelvo a emocionar como aquel día.

94
34

ADORO ESOS DÍAS


Adoro esos días en los que todo parece fácil, todo sale y me siento bien.

Adoro esos días en los que voy al box con ganas y además me cunde, sé
que lo estoy haciendo bien y supero una vez más mis límites.

Adoro esos días en los que nada puede conmigo, mi fuerza interior lucha
por salir y consigue transformarse en la fuerza exterior que busco.

Adoro esos días en los que no hay quien me pare, en los que salto cada
obstáculo y logro mis objetivos.

Adoro esos días en los que la expresión "sangre, sudor y lágrimas" cobra
sentido.

Adoro esos días en los que ni tú ni nadie puede conmigo.

Adoro esos días en los que parece que no y luego es que sí. Gracias a mi
fortaleza, mi tesón y a tu apoyo.

Adoro esos días en los que sin vosotros, nada sería posible.

95
Adoro esos días de dolor, de no poder moverme, de pastillazo y adelante,
porque sé que son fruto de un buen entrenamiento.

Adoro esos días de merecido descanso.

Pero también adoro esos días de rabia e impotencia, esos días malos en
los que nada sale, en los que las lágrimas aparecen sin querer, esos días
en los que preferiría no haberme molestado en aparecer por allí, en los
que solo la barra me pesa más que el mejor peso muerto del box.

Adoro esos días porque son importantes, porque me ayudan a crecer y a


superar mis miedos y debilidades, adoro esos días porque me hacen ser
más fuerte que ayer, y me ayudan a ser mejor mañana.

96
35

HOY TU ENTRENO,
HOY TU LEY
Hoy vas a entrenar, te vas a entregar y vas a ser fuerte. Porque tienes
fuerza, la llevas dentro y la vas a sacar, esa fuerza que no sabes a veces de
dónde sale, pero que está, existe, sigue viva, y es tuya.

Sacarás tu furia y tu rabia para dar un poco más, para darlo todo hoy. Hoy
tu tesón será tan fuerte como tú, correrá contigo y lo llevarás a todas par-
tes, hasta el final, porque resistirás, hoy serás invencible y podrás con
todo.

Quizá duela, pero hoy, precisamente hoy, soportarás el dolor, hoy más
que nunca, porque si duele, merece la pena.

Hoy el WOD será tuyo y de nadie más, para ti, para disfrutarlo y vivirlo,
para rendirle homenaje y hacerle la ola. Hoy gritarás al mundo tu última
rep, porque esa, la última, es la más valiosa.

Hoy harás tu entreno, hoy harás tu ley.

97
36

VOLVÍ
Después meses de estrés, de trabajo, de compromisos, de sentir que no
puedo con todo, de salir a las mil, de no distinguir horarios, de no llegar.
Volví.

Después de la pereza que viene cuando paras unos días, de la desgana que
se te pega sin tú quererlo, del olvido que entra sin llamar y esconde tus
recuerdos, esos que siempre te devuelven lo más profundo de tu fuerza
interior, los mismos que te transportan a unos momentos y sensaciones
indescriptibles. Volví.

Después de creer que lo había perdido todo, de pensar que esto ya no es


para mí, de escuchar y leer lo que otros no apoyan sobre lo que a mí me
da la vida, de casi olvidar que me cambió la vida, de darme por vencida,
de querer abandonar, de llegar a rendirme. Volví.

Después de nuestras conversaciones, de esas charlas motivadoras, de


buscar razones y reencontrarme con ellas, de leer mis propias palabras y
creérmelas. Volví.

Después de mirar tantas y tantas fotos, de recordar los inicios, de repetir


aquel entreno, de mejorarlo y superarme, de querer verme bien, de inten-
tarlo, de hacerlo, de conseguirlo. Volví.

98
Después del frío, de vestirme para entrenar, de salir de noche, de correr
bajo la lluvia, de ver mis manos sin callos, de echarlos de menos. Volví.

Después de luchar por encontrarme de nuevo, por volver a sentirme viva,


por recuperar esas agujetas que apuntan a un trabajo bien hecho. Volví.

Después de elegir la opción difícil, de salir de mi zona de confort, de en-


frentarme a los miedos adquiridos, de superarlos y enterrarlos bajo tie-
rra. Volví.

Volví a ser yo, a disfrutar, a desgarrarme y a pelear, a llorar de rabia y de


impotencia, a gritar en el último tirón.

Volví nuevamente a superar mis límites, a ser mi mejor versión, a recu-


perar todo lo que ya había almacenado en el olvido.

Volví a verme a mí, a quien me gusta ser, a quien soy.

Volví a ser yo.

Volví.

99
37

¿POR QUÉ NO PARO?


Porque yo aprieto cuando tú ya no quieres seguir.

Porque lo fácil ya no es suficiente.

Porque no busco sentirme bien, busco sentirme mejor, busco la perfec-


ción.

Porque conozco mis límites y los supero a diario.

Porque no me detengo cuando estoy cansado, me detengo cuando estoy


listo.

Porque sé que el dolor es debilidad abandonando mi cuerpo.

Porque tengo todo lo que se necesita, incluso cuando llega el punto en el


que lo que se necesita es todo lo que tengo.

Porque no uso máquinas, me he convertido en una de ellas.

Porque soy más fuerte que los obstáculos de mi camino.

Porque yo quiero lograr lo que otros no se atreven a intentar.

100
38

EL ÚLTIMO DEL WOD


¿Te suenan esos días en los que lo das todo, pero sabes que no es sufi-
ciente? Eres consciente, lo notas, sabes que cualquier otro día en esa
misma situación, en tu box, en ese mismo WOD, serías mucho más rá-
pido, más fuerte, podrías con más. Pero hoy no, hoy no es el día, pero allí
estás, frente a la barra, mirándola con cara de pereza, sin fuerzas, apa-
rentemente sin motivación, con ganas de que todo eso acabe, de que el
crono haga "piiiiii", de irte a la ducha y a descansar.

101
Esos días existen, los tienes, los sientes, y no te gustan, pero también son
parte de ti. Porque cada día es diferente, y no siempre se puede ganar.

“Hoy no eres capaz de ver


lo que sí eres capaz de hacer.

Hoy es ese día, hoy miras el cajón y sientes que tus piernas no tendrán
fuerza para dar el salto que necesitas, no visualizas tus pies ahí arriba, no
eres capaz de ver lo que sí eres capaz de hacer. Coges aire, y saltas. Y lle-
gas, sabes que llegas, pero hoy cuesta más.

Y cuesta más, pero estás, no faltas, aunque sea a medio gas, a tu ritmo,
"despacito y buena letra" que nos decían en el cole.

Hoy serás el último del WOD, no pasa nada, no siempre puedes estar en
lo más alto. Y cuando veas que todos terminan, que tú no llegas, que no
acabas, cuando sientas que no puedes más, que la respiración te falta, que
el corazón te va a explotar; cuando mires a tu alrededor y veas a tus com-
pañeros en el suelo, descansando, chocando sus manos y felicitándose el
entreno mientras tú sigues buscando la manera de llegar al final, te que-
rrás rendir.

Y entonces te darás cuenta de que eres el último del WOD, el único que
aún no ha terminado, sentirás sus miradas, su apoyo, incluso algún grito

102
de ánimo y sabrás que podrás. Porque ellos confían en ti y saben que,
aunque no es tu mejor día, puedes con ello, saben que lo lograrás, saben
que te queda un último respiro, y te dan ese empujón que necesitas para
terminar y poder entonces irte a casa sabiendo que hoy también lo has
logrado.

103
39

SON ELLOS
Sí, son ellos, los reconoces rápidamente y muy de lejos. Les ves llegar al
box cada día con sus mochilas al hombro, cargados de buenas sensacio-
nes, sensaciones que quizá aún no hayan podido palpar, pero que saben
que sentirán en unos minutos y que compartirán contigo, con todos.

Son ellos, tus compañeros de fatiga (algunos ya mucho más que eso) quie-
nes cada día te ayudan a verlo todo un poquito mejor. Con su buena o su
mala cara, con esos suspiros de desesperación, agotados, con un grito
para animarte, un empujón en el hombro y un "Venga tío, mueve el culo",
o ese "¡Vamossssss! ¡Solo medio minuto más!".

Son ellos quienes han visto tu peor y tu mejor cara, quienes te han sufrido
en un día malo y te han disfrutado en los mejores, son ellos con quienes
compartes tus éxitos y quienes te recuerdan que aquí no existe el fracaso.

Son esas personas con quienes puedes hablar durante horas sobre vues-
tra pasión sin que nadie mire raro a nadie, con quienes sabes que siempre
tendrás algo que comentar y momentos que compartir. Quienes entien-
den que dos kilos y medio son mucho más de lo que parece, quienes va-
loran tu nuevo récord y quienes saben cuánto cuesta terminar eso que
haces cada día.

104
Son ellos quienes te ven en el suelo y se acercan, aunque solo sea por si
acaso. Sin importarles si lo que les devuelves es un "no me hables", un
silencio, una burla, o tu mejor sonrisa. Saben que cada respuesta tiene su
porqué, y seguramente ellos te la devuelvan en algún momento. Pero van,
están, no fallan.

Son ellos quienes, un viernes cualquiera, se apuntan a lo que surja. Es


gente que mola, que se implica, se involucra. Es gente que aparece un día
en el box con una tarta porque sí, o por joderte la dieta, pero la trae con
su mejor voluntad, y la trae porque de verdad le apetece. Quizá lo haga
solo por esa posibilidad, por muy remota que sea, de que acabe estam-
pada en la cara de uno, o por poneros gochos el día que os infláis a cerve-
zas.

Son ellos, más allá de unos simples compañeros, son mucho, mucho más.

“Es gente que aparece un día


con una tarta porque sí,
o por joderte la dieta.

105
40

NO ME DIGAS
QUE NO PUEDO
No me digas que no puedo, tus palabras no me influyen, pero resuena su
eco en las paredes de mi alrededor nublando la sala con la negatividad
que desprendes. Negatividad que impregna el espacio, negatividad que a
mis compañeros de batalla y a mí no nos gusta. Nos molesta. Mucho. Pa-
labras vacías de aliento, llenas de impotencia, ¿qué pretendes con ellas?

No me digas que no puedo, no traslades a mi ser lo que encuentras cada


día en tu interior. No soy responsable de tu poco tesón ni de tu falta de
interés, tampoco de tus "puedo, pero no quiero", porque si quieres, pue-
des. Y si puedes, está hecho.

No me digas que no puedo, ni me observes alterado como si te preocupase


lo que crees que me va a pasar. La ficción que has creado no es real, co-
nozco mis límites y sé cuándo puedo superarlos. Y tú estás muy lejos de
saber qué soy realmente capaz de lograr.

No me digas que no puedo, porque yo sí tengo las cosas claras.

No te digas que no puedes, esto es solo cuestión de prioridades.

106
41

CARTA A LOS
TRAMPOSOS
Admítelo, alguna vez te has saltado una repetición. Tal vez incluso te ha-
yas zampado rondas enteras en un entrenamiento. Puede que incluso ha-
yas mentido acerca de los pesos o los tiempos. Debes saber una cosa: tu
coach lo sabe. Y algunos compañeros también.

107
Por suerte, es raro encontrarse tramposos en nuestros entrenamientos,
quizá porque, como dijo Greg Glassman (CEO y fundador de CrossFit ®)
en 2009, “El hecho de intentar conseguir algo a cambio de nada es algo
que los atletas no creen que sea posible".

Pero el sufrimiento físico puede mermar la moral, y todos sabemos que


los tramposos existen. Cambiando, o saltándose las reglas, puedes redu-
cir o, incluso, evitar el dolor y, quizá, ser uno de los mejores del WOD,
consiguiendo tener el mejor resultado de la pizarra, muy tentador cuando
sabes que no puedes más pero quieres terminar a tiempo porque te "da
vergüenza" ser el único que no lo haga.

“El hecho de intentar conseguir algo


a cambio de nada es algo que los
atletas no creen que sea posible.

Todos nos hemos enfrentado cara a cara al dilema moral de contar o no


contar esas repeticiones de Wall Ball que no superan la línea de la pared
mientras haces un Karen. En ese momento debes decidir qué hacer, y
muchas veces resulta complicado tomar la opción legal, pero el resto de
compañeros siempre confiarán en que harás una rep buena para sustituir
a esa que no deberías haber contado.

108
Tu coach sabe que se te puede pirar en un momento dado, que quizá no
sepas en qué ronda estás. Eso pasa, claro que pasa. Entiende que alguna
vez le digas mal un número y te apunte un peso mayor o un tiempo mejor
en la pizarra, porque tu cerebro en esos momentos no está para mucho
pensar. ¿Qué tal se te daría un problema de Matemáticas nada más ter-
minar un Fran? No es fácil. También entiende que no siempre harás per-
fectas las 300 sentadillas del Cindy, y que alguna no romperá el paralelo,
pero si eso pasa y cuentas la rep, no será con mala intención, será simple-
mente el cansancio y las ganas de seguir adelante.

Sin embargo, algunos atletas hacen trampa. A propósito. Y regularmente.


Y cuando haces trampas, da por seguro que se nota.

Tal vez tu falta de honradez no es visible de inmediato, pero con el tiempo


tus compañeros y coaches se dan cuenta de tus mentiras. No se necesitan
muchas observaciones del tipo “¿tú no estabas delante suyo?” para que se
den cuenta de las trampas que estás haciendo.

En Facebook hay un grupo de deportistas compuesto por casi 10.000 per-


sonas. En ese grupo, los coaches hablan y tratan temas de todo tipo, desde
la limpieza de las colchonetas, hasta cómo enseñar a hacer un Muscle Up.

A pesar del abrumador número de gente honesta que podemos encontrar


en cualquier box, por lo general no hace falta rebuscar mucho para en-
contrar algún post como este: "Un atleta en mi box hace trampas y el resto

109
de miembros y coaches están empezando a quejarse. Esto está echando
por tierra el buen ambiente del box. ¿Qué debo hacer?”

Así que, repito: si haces trampas, tu coach lo va a notar. No estás enga-


ñando a nadie, solo a ti mismo.

¿Y cómo sabe que hago trampas? Es sencillo, el coach sabe más o menos
el tiempo que lleva hacer cada WOD, conocen tu estado físico, saben
cómo te mueves, y controlan tu rendimiento, luego, si dices que haces un
tiempo fuera de lo esperado para ti, lo van a notar.

“Y cuando haces trampas,


da por seguro que se nota.

Podría ser que, de repente, hubieras aumentado en rendimiento de una


manera muy rápida, pero esto no suele suceder, ya que cada uno tenemos
una curva de mejora más o menos definida.

Un coach sabe cuánto tiempo lleva hacer, por ejemplo, veintiún Thrus-
ters, es una habilidad que se adquiere tras unos dos millones de repeti-
ciones. Pero además, sabe que cada movimiento tiene un tiempo de ciclo
máximo, incluso para el mejor atleta de la historia. Si tienes que hacer 30
Wall Balls, y después de 35 segundos ya estás pasando al siguiente

110
ejercicio, saltarán las alarmas en quien te vea, y es que, físicamente, es
imposible.

¿Quieres otro indicador? Tu coach lleva muchas clases hoy con este
WOD, ¿de verdad crees que es posible que tú, que has parado a descansar,
lo hayas hecho más rápido que el chico que lo hizo unbroken?

Además, los atletas más competitivos siempre cuentan las repeticiones


de los demás, y las tuyas también, estarán siempre detrás de ti, pendiente
de tus movimientos, pegados a tu culo. Si entrenas a las cinco, los del
turno de las seis contarán tus últimas reps, dalo por hecho, y notarán y
sabrán que en la última ronda del Helen hiciste solo 17 Kettlebell Swings.

Algunos coaches son más directos y te dirán que tu marca está mal, que
es imposible. Así a veces se soluciona el problema, pero se pueden llegar
también a situaciones incómodas de negación, encontrarse con argumen-
taciones absurdas, o incluso discusiones y momentos incómodos. Otros
optarán por preguntarte “¿Estás seguro de que has contado bien?”, inten-
tando suavizar un poco el momento. Y otros, simplemente, lo ignorarán
sabiendo que al único que engañas es a ti mismo. El problema de esta
opción es que al resto de compañeros puedan sentarles mal tus trampas.

Otra práctica llevada a cabo por algunos coaches es colocarse junto ti y


contarte él mismo las repeticiones, pero claro, no puede abandonar al
resto de la clase porque tú hagas trampas.

111
“Sabemos que haces trampas,
y queremos que dejes de hacerlas.

Lo que es obvio, y lo principal de este asunto, es que las trampas provocan


malos rollos. Cuando las haces, estás rompiendo ese pacto de comunidad
que nos une. Ve, anota tus reps, dime tu tiempo, acepta un choque de
manos y tómate tu batido de proteína. Y mañana, otra vez. Es sencillo.

Pero aún así, siempre habrá gente que haga trampas, son vagos y mienten
por sus ganas de ganar, mienten porque su falta de carácter no les per-
mite ver el problema que causan, mienten porque se avergüenzan de su
actual nivel físico, y así, podríamos seguir hablando de por qué mienten
con una infinita lista de excusas.

Déjame que te lo repita: sabemos que haces trampas, y queremos que de-
jes de hacerlas.

Traducida e inspirada en
http://journal.crossfit.com/2016/07/an-open-letter-to-cheaters.tpl,
de Mike Warkentin (CrossFit Journal)

112
42

A TI POR SER MI COACH


A ti por ser mi coach te permito algunos privilegios, detalles que a otras
personas jamás se me ocurriría mostrar, momentos con quien nadie más
compartiría, experiencias únicas, algunos de mis secretos más profundos.

A ti por ser mi coach te permito conocerme, te muestro mis fortalezas, y


sobre todo, mis debilidades. Mis miedos, mis temores, todo aquello que
me frustra.

A ti por ser mi coach te permito la risa, la mofa, el insulto fácil, ese que
solo permito a mis mejores amigos, todo eso que solo unos pocos privile-
giados pueden escupir conmigo.

A ti por ser mi coach te permito que me grites, sí, que me grites cuando
sabes que lo necesito, porque lo sabes. Cuando ese aliento es el único em-
pujón que me falta para lograr mi objetivo o para acercarme un poquito
más a él.

A ti por ser mi coach te brindo una sonrisa cuando detectas mi punto dé-
bil pero reconoces mi esfuerzo, porque solo tú conoces el límite entre mi
derrota y mi éxito.

113
A ti por ser mi coach te muestro lo mejor y lo peor de mí, no te oculto
nada, no me escondo, no me avergüenzo por no saber lo que aún no sé.

A ti por ser mi coach te agradezco todo cuanto me has enseñado, porque


gracias a tu tiempo y tu paciencia hoy puedo decir que soy atleta, que soy
fuerte, que aguanto, que no me vengo abajo a la primera de cambio.

Porque gracias a ti hoy soy mucho de lo que soy.

114
43

MÍRATE Y DIME,
¿QUÉ VES?
RASGUÑOS

Rasguños, muchos rasguños, rasguños por todas partes y de todos los ta-
maños y colores. Rojos, morados, amarillos y verdes, cada uno con su his-
toria y cada uno bien merecido. Todos ellos tienen un porqué, una razón,
y mucho sentido para mí. Los conozco bien, casi tanto como a mí misma,
y antes incluso de que lleguen ya los intuyo. Los cuido en mi cuerpo, y
cuando se van no les digo “adiós”, suele ser un "hasta luego", porque sé
que en algún momento volverán, siempre vuelven.

Disfruta de todos esos golpes que irás recibiendo con el tiempo, porque
son ellos los que, poco a poco, te irán haciendo mejor de lo que ya eres y
te ayudarán a conseguir los objetivos que buscas.

CAMBIO

Mi cuerpo ha cambiado de un tiempo a esta parte. No es que antes me


viera mal, pero sí distinta, no veía esa firmeza que ahora se aprecia si eres
observador, tampoco la fuerza que se intuye en algún gesto, ni esas venas

115
que a veces se marcan en los brazos, unos brazos cada día un poquito más
fuertes y definidos que, para qué voy a mentir, me encantan.

“¿Realmente quieres conseguirlo?


Ve a por ello, pero ve de verdad,
ve con todo.

Veía mis piernas más flojas, mis hombros caídos, y mi piel menos tersa.
No encontraba ni formas ni músculos, solo carne con forma de algún
cuerpo, pero ahora mi cuerpo ya tiene forma propia.

Cree en el cambio, cree en él, porque llega, te aseguro que si realmente lo


quieres y luchas por lograrlo, alcanzarás el cambio que buscas. Solo has
de creer en ti y pelear, más contigo mismo que con los demás, por conse-
guirlo.

ESFUERZO

Lo veo en cada curva, en cada gesto, en cada gota de sudor que cae por mi
piel. Aunque a primera vista no sea algo palpable, todo el esfuerzo que
hay detrás se refleja inevitablemente en mí. No solo el esfuerzo físico,
también el que no se ve, ese que cada día me hace ser un poco más fuerte
de mente y dominar mi cuerpo hasta llevarlo a límites insospechados.

116
No temas al esfuerzo por lo que cuesta, porque ¡claro que cuesta!, mírale
a los ojos y rétale un día más a superarte, verás como, nuevamente, no
puede contigo.

DEDICACIÓN

Me miro y sé que soy producto de muchas horas de trabajo, de todos esos


momentos que me hacen ser quien soy, de un cúmulo de sensaciones que
solo es posible entender cuando te llegan, y para que lleguen hay que de-
dicarles mucho de ti.

¿Realmente quieres conseguirlo? Ve a por ello, pero ve de verdad, ve con


todo.

Y así, cuando vuelvas a mirarte cada día en el espejo te verás a ti, igual
que yo me veo a mí con el reflejo de todo lo que los demás no son capaces
de ver.

Párate un momento frente al espejo, mírate, y dime... ¿Qué ves?

117
44

¿QUÉ ES?
Muchos creen saber qué se siente cuando te dejas la piel entrenando, pero
hasta que no lo vives en tu propia carne, no lo sufres en tus propios
músculos y no lo llevas hasta lo más profundo de tu cuerpo, no sabes qué
es realmente esto que tan enganchados nos tiene.

Y es que un buen entreno es mucho más de lo que desde fuera se pueden


imaginar, darlo todo entrenando lo es todo.

118
Es esa sensación de ahogo, la falta de respiración, el dolor, el temblor de
piernas.

Es no querer parar, mirar tus marcas y luchar por batirlas, dar tu máximo
en tu peor momento.

Es superar tus barreras, tus miedos, y tus límites.

Es no rendirse nunca, demostrarte a ti mismo de qué eres capaz, sacar


fuerzas de donde hace rato que ya no quedan.

Es volver mañana, aunque hoy ni te lo plantees.

“Eres tú superándote a ti mismo.

Es querer abandonar, pero no permitírtelo.

Es seguir, pase lo que pase, siempre.

Eres tú, son ellos, somos nosotros.

Es llorar durante el WOD, pero acabar con una sonrisa. Y si terminas con
una sonrisa, es porque todo ha merecido la pena, incluso el momento de

119
tirar la toalla, ese que superaste por terminar una ronda más. Incluso el
dolor de cuerpo que tendrás mañana, las agujetas, los burpees. Todo.

Y más allá de todo eso, más allá de lo que muchos creen saber, de lo que
muchos no ven, de lo que muchos no creen; más allá de las palabras, las
habladurías, los comentarios; más allá del músculo, de un cuerpo, de lo
puramente físico; todo esto eres tú superándote a ti mismo.

120
45

10 COSAS QUE
HE APRENDIDO
El deporte no solo te fortalece físicamente, te enseña a afrontar los retos
que te encuentras en la vida. Y estas son 10 de las cosas que he aprendido
en los últimos años:

1 No debo competir por ser mejor que el resto, sino por ser mejor que yo
mismo.

2 Por muy inalcanzable que me parezca un objetivo, con tiempo y cons-


tancia puedo llegar a conseguirlo.

3 La edad no es excusa. Nunca se es demasiado mayor para intentar algo


nuevo.

4 Ya no me subestimo. Ahora sé que soy capaz de conseguir cosas que

jamás pensé que podría lograr.

121
5 Cuando un compañero esté sufriendo, dale una palabra de ánimo. Es
muy probable que mañana sea él quien te la dé a ti.

6 Querer es poder. Si quiero algo, lo persigo con todas mis fuerzas.

7 No soy un superhéroe. Si no puedo con algo, escalo el problema o pido


ayuda. Eso no me convierte en inferior, pero sí me permite lograr un
nuevo objetivo.

8 Todos los que están a mi alrededor merecen respeto. Ellos también

están luchando por hacerlo lo mejor posible.

9 Tengo la certeza de que el sufrimiento es temporal. Lo que ahora me


parece duro, también termina y pasará a ser un recuerdo.

10 Nunca hay que tirar la toalla antes de tiempo. Hay que esforzarse

hasta el último segundo.

122
46

LUNES EN EL BOX
Lunes, 20:30h. Llegas motivado al box, comienza la semana y, como de
costumbre, hay un buen grupo para entrenar. Ves a los del turno anterior
terminando, tienen cara de cansancio pero con pinta de haberlo pasado
bien, y piensas "no parece muy complicado".

Te acercas a la pizarra mientras saludas a unos y otros, con tu mochila


colgada del hombro y dispuesto a hacer lo que haya que hacer, porque
hoy estás motivado y vienes a tope. Es lunes.

Sueltas lastre y te preparas para entrenar, el calentamiento de hoy se te


hace fácil, vas sobrado, sudas pero no te cansas en exceso porque tienes
las pilas cargadas del fin de semana, has comido bien y tus músculos y tu
cuerpo están preparados para lo que le echen. Es lunes.

Con una sonrisa en la cara te acercas junto a tus compañeros a escuchar


las indicaciones del coach. Os explica el WOD de hoy y os avisa de que es
más duro de lo que parece. Tú, que estás on fire, no le crees. "Seguro que
exagera", piensas, "Hoy puedo con todo, es lunes".

Preparas el material, coges un buen peso. Hoy, por más que te hayan avi-
sado, te atreves con el RX. Sabes que estás forzando un poco, pero qué

123
mejor día que hoy para hacerlo si vienes descansado, claro, como es lu-
nes...

Primera ronda, muerte y destrucción. "Pues parece que me va a costar


más de lo que pensaba", "Pues va a tener razón con eso de que es más
duro de lo que parece", "Pues voy a ver si bajo el ritmo porque así, veinte
minutos, no aguanto ni de coña". Y lo bajas, porque realmente es más
duro de lo que parece y porque te cuesta más de lo que habías imaginado.
Y también, aunque no lo creas, porque es lunes.

Y es que los lunes son un día raro, de esos en los que llegas súper moti-
vado porque has vagueado el fin de semana, en los que pones todo de tu
parte porque tienes nuevos objetivos ("el lunes empiezo") o retomas los
que abandonaste el viernes ("buf, es que el fin de semana..."), en los que
crees que puedes con todo y te das cuenta de que estás igual o peor que
un viernes tarde.

El viernes, el viernes sí es un buen día, porque "Ya total... Hoy echo los
restos y tengo dos días hasta que llegue de nuevo el lunes".

124
47

NO LO PRUEBES
Cuántas veces habremos animado a nuestros amigos a probar nuestras
aficiones, esos deportes a los que llaman “lesivos”, a entrenar con noso-
tros, a venir un día aunque sea solo para que sepan lo que es, que quizá
luego no les guste, pero para que al menos hablen con conocimiento, que
lo vivan, que lo sufran en su propio cuerpo. Pero también te digo, si vie-
nes, ven convencido, dispuesto a ganar y a perder, preparado para sufrir,
pero también para llevarte la mayor recompensa. Eso sí, no lo pruebes si
no estás dispuesto a todo lo que te voy a contar.

No lo pruebes si realmente no quieres


No, porque no lo vas a disfrutar, no vengas forzado, no tiene ningún sen-
tido. Quienes lo prueban suelen tirar por uno de estos dos caminos: o se
enamoran, o no quieren saber más de nosotros. Y si no quieres venir, de
verdad, no vengas.

No lo pruebes si no estás dispuesto a sufrir


Porque vas a sufrir, por mucho que no quieras, por mucho que te frenes,
por muchas barreras que pongas y por mucho que cambies ejercicios, vas
a sufrir igual que todos, y has de estar dispuesto a ello, aunque te aseguro
que después lo agradecerás. Al terminar mirarás hacia atrás, recordarás
los minutos previos, aquellos en los que sufrías como nunca habías

125
pensado que sufrirías, esos minutos de dolor, casi sin saber cómo has lle-
gado ahí, pero cogerás aire y te sentirás orgulloso de ti mismo.

No lo pruebes si no vas a aceptar un cambio


Porque si sigues, esto te va a cambiar, a todos nos ha pasado, y si de ver-
dad te enamora, te cambiará, te cambiará la vida, te cambiará a ti, tu
cuerpo, tu alimentación, tus costumbres, tu día a día, como te cambian
las cosas buenas que te pasan.

Y será genial, pero has de estar dispuesto a aceptarlo. No serás el mismo,


no verás las cosas de la misma manera, aprenderás a gestionar muchas
situaciones, y vivirás momentos irrepetibles, inimaginables, sensaciones
que jamás habías experimentado, ¿estás dispuesto a ser otro tú?

“No lo pruebes si no
estás dispuesto a todo.

No lo pruebes si no quieres ponerte a prueba


Cada día, cada entreno, cada ejercicio es una nueva prueba a la que nos
enfrentamos, un nuevo reto que nos ponemos delante, una nueva meta
que alcanzar, y todas estas pruebas son las que nos hacen cada día más
fuertes, en todos los sentidos.

126
No solo tendrás mejor cuerpo, o unos abdominales más fuertes, o una
carrera más rápida, tendrás la capacidad de volver a ponerte a prueba, y
de superarte otra vez más, siempre.

No lo pruebes si no quieres tentar a tus límites


Todos tenemos nuestros límites, algunos los conocemos, otros simple-
mente aparecen, y te aseguro que aparecerán, muchos más de los que
crees. Aquellos que creías superados, unos de los que alguna vez te habla-
ron, y esos que ni podías imaginar que llegarían.

Los tientas a cada momento, cuando crees que no puedes más, cuando
vas a reventar, cuando tus piernas no responden, y entonces te das cuenta
de que sí, sí que puedes, que tus piernas responden una vez más, que no
revientas, y que si lo haces, es porque merece la pena.

No lo pruebes si no vas a aceptar tu derrota


Llegará, quizá creas que no te lo ibas a permitir, pero sí, tu derrota llegará
un día, el menos pensado quizá, ese día en que te dejas llevar, el que crees
que puedes, ese día en que lo das todo, ese en el que creías que merecías
una recompensa, y aun así, te derrumbas, no llegas, no da, no es sufi-
ciente, pensabas que sí, pero no es hoy. Mañana quizá vuelvas y sí sea,
pero tendrá que esperar porque hoy no es el día.

No lo pruebes si no eres capaz de asumir que no vas a ganar


Y es que siempre habrá alguien mejor que tú, aunque no lo creas, lo hay.
En resistencia, en fuerza, en capacidad... En lo que sea, no vas a ser el

127
mejor, asúmelo. Y no pasa nada, ninguno lo somos, todos tenemos nues-
tros puntos fuertes, pero también los débiles, y suelen ser a los que más
importancia damos, pero para eso están también, para aprender de ellos,
para no dejarnos aplastar, y para seguir cogiendo fuerzas para ser mejo-
res.

No lo pruebes si la superación no entra en tus planes


No pintas nada aquí si no vas a superarte a ti mismo, has de hacerlo, es
parte del plan. Los demás no importan, no para esto, aunque sí para otras
muchas cosas, pero lo importante, lo esencial, aquello que nunca has de
perder de vista, eres tú, tus límites, tu "un pasito más", "un kilo más", "un
poco más rápido", tu último suspiro antes de caer al suelo.

No lo pruebes si no tienes paciencia


Será un camino lento, largo, desesperante a veces, con mucho que apren-
der, mucho que mejorar, mucho que perder, y mucho que ganar. Todo
está por ganar.

128
48

9 CONSEJOS PARA
RENDIR MÁS
DESCANSO

Sabrás de lo que te hablo si te digo que no quiero descansar, que estoy


obsesionado, que no quiero dejar un día sin ir al box, que el rest day está
muy bien, pero que no lo quiero. A todos nos ha pasado, tenemos épocas
en las que queremos entrenar cueste lo que cueste y entrenamos hasta
cinco o seis días en semana. Los entrenamientos son exigentes, y a nues-
tro cuerpo le pasan factura, por eso necesitamos descansar.

Y eso no significa que seas más flojo o peor deportista, al contrario. Sig-
nifica que sabes lo que tienes que hacer, que te preocupas por planificarte
y que entiendes que, después del descanso, tu rendimiento será mucho
mayor.

Por eso, descansa. De verdad, no pasa nada, no eres más débil, simple-
mente lo necesitas, como todos.

129
SUEÑO

Un poco acorde a lo anterior hablamos también del sueño. Si no duermes,


no rindes, eso es así. Muchos de nosotros dormimos poco, a veces con 4
– 5 horas de sueño estamos en pie y rendimos durante el día, a veces in-
cluso entrenamos bien y nos vemos con fuerzas. Pero la realidad es que
necesitamos dormir y descansar. Quizá no llegues a las ocho horas dia-
rias, pero sí deberían rondar las seis o siete.

Si eres de los que duerme poco y luego rinde, o cree que rinde, prueba a
dormir un poco más y verás como desde el primer día obtienes resulta-
dos. Quizá creas que no lo necesitas, pero la realidad es que notarás que
entrenas mejor, que haces mejores tiempos, que tienes algo más de
fuerza, y sobre todo, que te sientes mejor. Es una sensación genial la de
entrenar habiendo dormido, sobre todo cuando no estás acostumbrado a
ello.

ESCUCHA A TU CUERPO

Muchas veces nos empeñamos en entrenar a toda costa, incluso con al-
guna lesión o dolencia que nos impide dar el máximo de nosotros. Volve-
mos a lo mismo, no es necesario entrenar todos los días y no eres menos
por bajar el ritmo de vez en cuando. Por eso, escucha a tu cuerpo y hazle
caso, sobre todo hazle caso.

130
Si algo te dice que hoy deberías descansar, descansa, aunque no hayas
entrenado ayer tampoco. Si no lo haces corres el riesgo de empeorar eso
que te está limitando o de lesionarte con algo más grave si no tienes el
día. No te la juegues, para a tiempo y recupera antes de que sea dema-
siado tarde y tengas que parar sí o sí durante una temporada larga.

CALIENTA Y ESTIRA

Muchos deportistas pasan por alto el calentamiento y los estiramientos


del entrenamiento. No los dejes de lado, no pases de ellos, porque son
importantes. Antes de entrenar necesitas calentar bien los músculos, si
puede ser con ejercicios orientados al propio entrenamiento, mucho me-
jor. Pon en marcha tu cuerpo poco a poco y evitarás lesiones inesperadas.

No te lances a levantar hierro sin pensar, calienta también los pesos antes
de llegar a los máximos que vas a manejar. No olvides cuidar la técnica y
mantenerla durante todo el tiempo, es imprescindible para hacer un buen
entrenamiento y no acabar reventándote nada.

Y cuando termines, estira por favor. No te vayas directo a la ducha, dedica


unos minutos a estirar tu cuerpo. Tus músculos se han sometido a un en-
trenamiento duro, están cansados y agarrotados, y necesitan que les de-
diques un ratito. Si lo haces verás que al día siguiente te encuentras me-
jor, que no te duelen y que están más sueltos. Si no sabes cómo estirar
pregunta a tu coach o acude a un fisio para que te oriente.

131
ALIMENTACIÓN

Otro clásico, ¿eh? Pero es que los clásicos lo son por algo, y es que suelen
ser verdad. Has oído hablar mil veces de la importancia de comer bien,
de cuidar la alimentación, de no comer mierdas, de controlar tu dieta…
Hazlo. Si de verdad quieres rendir en tu entrenamiento, si quieres mejo-
rar, si quieres sentirte a gusto, y si quieres verte bien, controla tu alimen-
tación.

No es necesario que sigas una dieta o contrates a un nutricionista, mu-


chas veces basta con saber qué debes comer, o simplemente utilizar el
sentido común. Todos sabemos comer sano, y sabemos que es más fácil
de lo que queremos creer. Saca fuera las excusas y plantéate un reto a
corto plazo, intenta quitarte toda la comida basura, platos preparados,
patatas y mierdas varias y empieza a comer un poco más sano, a controlar
lo que ingieres al cabo del día, a ser consciente de lo que metes en tu
cuerpo.

No te obsesiones, pero hazlo durante una semana y obsérvate. Si fun-


ciona, en pocas semanas te acostumbrarás a ese modo de alimentación y
podrás disfrutar de todos sus beneficios.

Eso no quita para que de vez en cuando te des un capricho o un buen


homenaje, por su puesto, pero incluso estos los disfrutarás mucho más,
porque te los habrás ganado.

132
SUPLEMENTACIÓN

Se habla mucho de la suplementación, de los pre, during y post entrenos,


de los beneficios de cada uno de ellos, de lo que nos conviene a cada uno…
Si vas a tomar suplementación infórmate bien de qué necesitas según tus
objetivos y de lo que te conviene según tu tipo de entrenamiento, meta-
bolismo, rutinas…

No la tomes al tuntún o “porque Fulanito lo toma y está muy fuerte”. Cada


suplemento tiene sus beneficios, características y modo de toma, así que
antes de lanzarte a por más músculo, consulta con un profesional y pre-
gunta todo lo que necesites.

Muchas veces no necesitas acudir a la consulta de un médico o un nutri-


cionista (aunque si tienes la opción no está de más), en la propia tienda
donde vayas a comprarlo pueden orientarte sobre lo que necesitas. En mi
caso, suelo confiar en mis compañeros de box, los que saben del tema más
que yo, y en los propios dependientes profesionales.

CAFEÍNA

Algunos estudios han demostrado que tomar cafeína antes del entrena-
miento puede ayudarte a rendir mejor, además de algunas otras ventajas
que puede ofrecerte:

133
Aumenta la capacidad de trabajo muscular.
Incide sobre el sistema nervioso central.
Acelera el ritmo cardíaco.
Acelera el consumo de grasas.

Pero no todo es positivo, la cafeína también puede provocar reacciones


adversas según las cantidades ingeridas y la tolerancia de cada uno a su
ingesta. A continuación, algunos de los efectos secundarios que puede
ocasionar:

Deshidratación y calambres.
Dolor de cabeza.
Náuseas o mareos.
Dolor gastrointestinal.
Palpitaciones del corazón.
Aumento de la presión arterial.
Problemas mentales: irritabilidad, ansiedad, nerviosismo, depresión, etc.

Si decides tomarla, lo mejor es que te pruebes a ti mismo durante unos


días, tómala antes de los entrenamientos y obsérvate, tanto durante como
después del entreno, y saca tus propias conclusiones.

DIGESTIÓN

¿Eres de los que siempre van con prisa y comen cualquier cosa de camino
al box? Olvídalo, no entrenes con la tripa llena si no quieres entrar a

134
formar parte del Pukie Club. Hacer bien la digestión es muy importante
para no sentirte mal durante el entreno, si acabas de comer o te has me-
tido una comilona apoteósica es muy probable que no te encuentres bien
y que quieras echar la papilla al primer burpee que hagas. Es mejor que
esperes a comer al terminar a que lo hagas con el estómago lleno, energía
no te va a faltar.

Y si lo necesitas mucho, intenta comer algo ligero que no te llene ni te


deje pesada la tripa (un batido, barritas de proteínas) y evita las grasas,
con eso conseguirás la energía que necesitas y aguantarás hasta la hora
de después para tu ingesta habitual.

ESTADO DE ÁNIMO

Tu estado de ánimo influye en tu entrenamiento, aunque cada uno reac-


cionamos de una manera diferente antes cada situación. Si vas al box con
poco ánimo puede que no rindas nada o que te vengas arriba porque iden-
tifiques ese momento como el mejor del día. Quizá hayas tenido un día
de mierda en el trabajo y el entreno te ayude a evadirte de todo.

Tu positivismo o negatividad serán los que hagan que lo des todo o que
decidas abandonar, tú tienes el poder sobre tu cuerpo y tu mente. Porque
no siempre es el estado físico el que decide cómo vas a entrenar, en la
mayoría de los deportes el coco juega un papel muy importante para el
rendimiento diario. Por eso cuida también tu salud mental, te sentirás
mejor, rendirás más y podrás superarte cada día.

135
49

Y LLEGÓ EL DÍA
Y llegó el día, con todas mis dudas y todas mis cosas, pero llegó, y estuve
con él. Incluso en momentos difíciles en los que uno no confía en sí
mismo, estos días llegan, vaya si llegan, y qué bien sientan, vaya si sientan
bien.

Y cuando crees que no es el momento, que no estás, que no vas a poder,


tú misma te sorprendes superando una vez más tus límites, dando más
de lo que creías que podrías dar, volviendo a tu ser, a tu capacidad de tirar

136
más y más, volviendo a recuperar todo aquello que ya casi dabas por per-
dido.

Y te concentras frente a la barra, te evades del mundo, estáis solas voso-


tras dos, nadie puede interferir en lo que va a pasar. Te acercas, la coges
con firmeza, te preparas, y con toda tu rabia la cargas, la subes, y te haces
con ella. Esos segundos en los que la mantienes mientras sabes que es tu
mejor marca son los mejores segundos del mundo, y la sueltas con esa
misma rabia con la que antes la subías, orgullosa ahora de lo que acabas
de lograr.

Y no eres capaz de mirar, pero oyes sus gritos, todos y cada uno de ellos,
los escuchas, intentas asimilarlos y hacerlos tuyos. Reconoces sus voces,
una a una, e intentas seguir sus consejos. Sientes, y sabes, que estás al
límite, pero al de verdad, que estás en ese punto en el que físicamente tu
cuerpo ya no responde, le mandas órdenes pero la energía de tus múscu-
los está bajo mínimos. Pero no importa, no, porque tú sabes lo que estás
dando, y sabes que es imposible dar más, y lo sabes porque si no lo fuera,
lo darías.

Y lo vuelves a intentar con la fuerza que puedes coger en los pocos segun-
dos que te quedan, miras el tiempo, aprietas los dientes, y empujas, y sale.

- "¡Dieciséis! ¡Diecisiete! ¡Dieciocho!".


- "¡Vamos que puedes!".
- "¡Diecinueve! ¡Vamooooooos!".

137
Pero no entra, tu cuerpo no responde, pero de nuevo no importa. De
nuevo ese límite que sabes que si no superas es porque ya no es posible
superar más límites.

Y es eso precisamente lo que hace de ese momento, tu momento, esos


instantes en los que solo quieres tirar la toalla, pero algo dentro de ti hace
que saques lo último que te queda, como esa gota de agua que no quita la
sed, pero te da unos minutos de alivio. Y cierras los ojos, y vacías la mente,
y solo quieres avanzar y que el tiempo pase, y sigues apretando.

“De nuevo ese límite que sabes que


si no superas es porque ya
no es posible superar más límites.

Y acaba el tiempo, y te desplomas, pero caes con una sonrisa. Con la son-
risa más horrible que jamás hayas mostrado, pero en ese momento es la
que quieres (y la que puedes) compartir con ellos, con esos compañeros
que hace apenas un minuto no dejaban de animarte y de gritar tu nombre
para hacerte saber, una vez más, que están contigo, para decirte que aun-
que creas que no puedes, ellos confían en ti, para empujarte a lo más duro
de ti misma. Y ves en sus caras todo lo que a veces con palabras es difícil
de explicar.

138
Y son ellos, y eres tú. Sois todos quienes habéis conseguido que todo esto
sea posible, tus logros y los del resto, porque hoy cada uno se lleva su
propia experiencia. Los nuevos, su primera competición, los fuertes, sus
mejores momentos; los de siempre, mejores marcas; los que no querían,
confianza; y es que hoy todos nos llevamos un trocito más de nuestro box.
Hoy todos somos el box.

139
50

NO VENGAS A JODER
Sí, hago pesas, entreno duro, sudo y huelo mal.

No me mires así, entiendo que para ti quizá no sea fácil comprender lo


que hacemos, pero respétalo. No me digas que "eso que hago" es malo
para mí, que es lesivo, que es de bestias, que no es un buen entrena-
miento, que solo es una moda. No me digas que debería dejarlo, porque
no tienes ni idea.

No hables sin saber, porque no te has molestado en venir a probarlo, ni a


verlo si quiera. Tan solo tienes en tu mente a los grandes, a esos chicos y
chicas mucho más fuertes que tú (¿noto cierta envidia?), a los más en
forma del planeta, a los que llamas "nuestros dioses", y te piensas que
todos queremos ser como ellos, incluso que lo buscamos y lo intentamos
a diario machacando nuestras rodillas y rompiendo nuestras espaldas sin
ningún tipo de cuidado.

No sabes cuánto te equivocas...

No opines de lo que no conoces, porque no sabes cómo funciona, ni qué


se siente cuando lo haces, ni la metodología que seguimos. Tampoco en-
tiendes que sea para todo el mundo porque no te has preocupado por

140
preguntar por qué lo decimos; pero no es que lo digamos, es que lo sabe-
mos, porque lo vemos a diario y lo vivimos en nosotros mismos.
No vayas de chulito cuando te cuento el WOD, porque no vas a hacerlo y,
si lo hicieras, ahí me gustaría verte "tan fresco" como crees que estarías.
Hazlo, te reto al RX, a ver si eres capaz de aguantar la mitad del entreno.
Y luego ya me cuentas.

No vengas a joder, porque joder sabemos todos, y yo no voy a tu casa a


tocarte los huevos. Respeta mi deporte, mi esfuerzo, mi adicción, mi es-
tilo de vida; respeta a mi gente, mi comunidad, mi secta (por qué no), mi
espacio. Respétanos a todos los que estamos enamorados del deporte,
porque sabemos vivir la increíble sensación de compartir nuestra pasión.

141
CUANDO CREES QUE NO PUEDES

Y esto es todo, con estas palabras he podido compartir mi experiencia de


los últimos años, ya ves que no todo es tan bonito como a veces lo pintan,
pero si hay algo que me ha quedado claro, es que todo esfuerzo tiene su
recompensa y, sobre todo, que todo esto que hacemos merece mucho la
pena.

A lo largo de estos cincuenta textos espero haberme acercado un poco


más a ti y que puedan servir de ánimo y apoyo para conseguir esos obje-
tivos que no siempre estamos dispuestos a perseguir, pero por los que
querríamos dar más de lo que tenemos.

A mí aún me sirven, a menudo los leo y releo sabiendo que calarán un


poquito más en mí y que me ayudarán a sacar todo eso que a veces no
estoy dispuesta a dar.

No pierdas la esperanza, eres fuerte, lo sabes y vas a demostrártelo una


vez más, solo has de creer en ti.

Dale duro.

142
www.cuandocreesquenopuedes.com

NATALIA RIVERA

143

También podría gustarte