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Dispongámonos en familia a vivir el sacramento de la Confirmación

Objetivo: Valorar como familia el sacramento de la Confirmació n para comprender


toda su grandeza e importancia, no só lo para quien lo recibirá , sino también para los
que ya lo hemos recibido, y así vivir como testigos de Cristo en la Iglesia y en el
mundo.

Notas pedagó gicas: bien sabemos que el “ejemplo arrastra”, lo lamentable es que
aplicamos dicha frase a situaciones fuera del ambiente familiar.
En la familia, los hijos aprenden lo que viven, lo que ve de sus papá s, hermanos y
parientes.
El catequista motivará a papá s y padrinos para que comprendan el importante papel
que tienen al ser ellos quienes muestren a sus hijos có mo hacer vida el sacramento de
la confirmació n, empezando desde el interior de la familia y proyectá ndolo
posteriormente a la sociedad en general.
Sería recomendable que por familia tuvieran una hoja impresa con los compromisos
que se proponen al final del “pensemos y con la oració n del “celebremos”.

Veamos
Vamos a pedir a los participantes que compartan con todo el grupo sus respuestas a
las siguientes preguntas:
¿A qué personajes admiran ustedes? ¿Qué admiran de ellos y viven ustedes en su
vida?
¿A qué personajes de la historia de la Iglesia admiran ustedes? ¿Qué admiras de ellos y
que viven ustedes de su vida?
¿A quiénes admiran de entre sus familiares, vecinos o gente de su comunidad? ¿Qué
admiran de ellos y viven ustedes en su vida?
¿Có mo creen que son o fueron las relaciones familiares de estas personas que han
nombrado en las preguntas anteriores? ¿Có mo viven ellos sus relaciones familiares?
¿Creen que nuestras relaciones familiares pudieran llegar a ser así?

Pensemos
El testimonio de vida cristiana, ofrecido por los papá s en el seno de la familia, llega a
sus hijos envuelto en el cariñ o y respeto paternos-materno.
Los hijos perciben y viven con alegría la cercanía de Dios que en sus papá s se
manifiesta, hasta tal punto que esta experiencia deja en ellos una huella decisiva que
fura toda la vida.
Lo anterior se consolida cuando, con ocasió n de ciertos acontecimientos familiares o
en fiestas señ aladas “se procura explicar en familia el contenido cristiano o religioso
de esos acontecimientos” (CT 68). Lo que se aprovecha aú n má s si los papá s comentan
y ayudan a interiorizar de manera cotidiana con sus hijos, la catequesis que ellos
reciben en la comunidad parroquial, ya que “la catequesis familiar precede, acompañ a
y enriquece toda otra forma de catequesis” (CT 68).
Por el sacramento de la confirmació n que nuestros hijos van a recibir y que nosotros
ya hemos recibido, el Espíritu Santo en plenitud viene a nuestra vida dando
crecimiento y profundidad a la gracia santificante que en nuestro bautismo recibimos
(ver CIC 1302, 1303, 1266).
Por lo tanto, para nuestros hijos, para nosotros sus papá s y para toda nuestra familia,
la Confirmació n “es el sacramento que da el Espíritu Santo para:
Enraizarnos má s profundamente en la filiació n divina,
Incorporarnos má s firmemente a Cristo,
Hacer má s só lido nuestro vínculo con la Iglesia,
Asociarnos todavía má s a su misió n y
Ayudarnos a dar testimonio de la fe cristiana por la Palabra acompañ ada por las obras
(CIC 1316).
Para responder a las exigencias del sacramento de la Confirmació n, como familia
debemos:
Estar siempre al servicio de la vida a través de testimonios concretos de su aceptació n
desde la concepció n, reflexionando sobre el valor y el sentido de la vida, y, con
experiencia de apertura y defensa de la vida misma.
Atender las necesidades de los demá s, de acuerdo a nuestras posibilidades, pero
siempre con generosidad, en particular a los niñ os, los ancianos, los discapacitados y
los marginados.
Propiciar iniciativas para reconocer a la familia fundada en el matrimonio como sujeto
social fundamental y para hacer explícitos los valores humanos y cristianos en las
leyes y costumbres.
Promover una solidaridad y fraternidad concreta con las familias de inmigrantes,
desplazados de sus territorios, presidiarios, enfermos, etc. Superando así las
divisiones y discriminaciones raciales, étnicas y culturales.
Haciendo en nuestra familia oració n y obras de misericordia por el logro de las
intenciones del Papa y de la Iglesia.
Sensibilizando cristianamente el ambiente en el cual vivimos y nos encontramos
cotidianamente.
Disponernos al diá logo con el alejado o no creyente a través del testimonio de una
vida coherente, escuchando siempre en nuestro interior la voz del Espíritu Santo.
Es entonces, en nuestra familia, donde todos nosotros aprenderemos a vivir el
sacramento de la confirmació n plenamente, creciendo como personas “en la
solidaridad y las responsabilidades comunitarias” (CIC 2224).

Actuemos
De las siete propuestas de compromiso familiar presentadas al final del momento
anterior, les pregunto a los papá s y padrinos:
¿Cuá l pueden iniciar esta semana? ¿Cuá les otros podrían vivir y de qué modo los
podrían concretizar?

Celebremos
Nos ponemos de pie y leemos el pasaje del libro de los Hechos de los Apó stoles 18, 1-
4.
Dejemos un momento de silencio para reflexionar có mo vivía la pareja formada por
Aquila y por Priscila y pensemos en có mo vivimos nosotros nuestra fe.
Abrazados como familia, responder con las siguientes oraciones

“Concédenos vivir en familia el Sacramento de la Confirmación”


Escú chanos, Señ or, sabemos que nos amas, porque somos tus hijos
Y en la riqueza de tu Espíritu Santo, danos la sabiduría para discernir los signos de los
tiempos, el valor para amar y esperar, y la perseverancia en la oració n.

“Concédenos vivir en familia el Sacramento de la Confirmación”


Oh, Padre bueno, que nos has redimido en tu Hijo Jesú s, consagrado por el Espíritu,
Confirmanos en la fe para que con coherencia de vida, demos testimonio de la verdad
que nos hace libres.

“Concédenos vivir en familia el Sacramento de la Confirmación”


Oh, Dios misericordioso, que enriqueces la vida de tus fieles con la abundancia de los
dones del Espíritu Santo, concédenos crecer espiritualmente para vivir en paz contigo
y con el pró jimo, y contemplar la creació n con mirada de amor.

“Concédenos vivir en familia el Sacramento de la Confirmación”

Terminamos nuestra celebración cantando “Hombres nuevos” o “mujeres nuevas”

Hombres nuevos, creadores de la historia, constructores de nueva humanidad,

Hombres nuevos que viven la existencia como riesgo de un largo caminar.

Hombres nuevos luchando en esperanza, caminantes sedientos de verdad,

Hombres nuevos sin frenos ni cadenas, hombres libres que exigen libertad.

Hombres nuevos, amando sin fronteras, por encima de razas y lugar.

Hombres nuevos, al lado de los pobres, compartiendo con ellos techo y pan.

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