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“Mentes despiertas, ojos de experto”

– Escrito por Luján Matorras, Serena Collado y Giulietta Grifasi.


La literatura ha sido un reflejo y una influencia en la sociedad a lo largo de la historia.
Explorar la interacción entre ambos aspectos es esencial para comprender cómo la
literatura puede capturar y transmitir elementos sociales.
La literatura y la sociedad están intrínsecamente
interconectadas, ya que la literatura no solo refleja
la realidad social, sino que también puede influir en
la percepción y el cambio de valores y actitudes.
La literatura a menudo retrata escenas y personajes
que representan aspectos de la sociedad en la que
se crea. Por ejemplo, las novelas realistas del siglo
XIX, como "Crimen y castigo” de Dostoievski, ofrecen
una visión precisa de las condiciones sociales y
psicológicas de la época.
A su vez, muchos autores utilizan la ficción como
una forma de crítica social sutil. Por ejemplo, la
novela “Rebelión en la granja” de George Orwell es
una alegoría que cuestiona la corrupción y el abuso
de poder en la sociedad.
Creemos que la literatura puede moldear la
percepción pública y fomentar el cambio social. Obras
como “Matar a un ruiseñor” de Harper Lee han
desafiado las normas sociales al abordar temas de
racismo y justicia, contribuyendo a una mayor
conciencia y debate.
En conclusión, estamos convencidos de que la
literatura trasciende su función meramente artística
al entrelazarse con la sociedad de maneras profundas
y significativas. No solo refleja los valores y desafíos
sociales, sino que también puede actuar como un
vehículo para la crítica constructiva y el cambio. Es
esencial que los escritores tengan la libertad de
explorar tanto cuestiones sociales como su
imaginación artística, ya que ambas dimensiones
pueden enriquecer la literatura y la sociedad en su
conjunto.

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