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LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

La Segunda Guerra Mundial fue el conflicto bélico más importante del siglo XX. Entre 1939 y 1945, Europa vivió el
enfrentamiento de dos grandes alianzas: las potencias del Eje, con Alemania, Italia y Japón como principales protagonistas, y los
Aliados, con Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Rusia, entre otros. Desde el comienzo de la guerra con la invasión de
Polonia y las posteriores guerras relámpago desarrolladas por los nazis hasta el Día de la Victoria, tuvieron lugar batallas de
relevancia como Dunkerque, Stalingrado, Iwo Jima o Berlín, así como asesinatos masivos como el Holocausto o el bombardeo de
Hiroshima y Nagasaki. La pérdida en vidas humanas se cifra entre 50 y 70 millones de personas, al tiempo que el Viejo
Continente quedó dividido en dos bloques antagónicos. Descubre cómo la mayor alianza militar de la historia fue capaz de frenar
el ascenso del nazismo y el fascismo y aprende más sobre personajes decisivos como Churchill, Stalin, Hitler, Mussolini o
Goebbels.

EL ORIGEN DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

Sin lugar a dudas, la Segunda Guerra Mundial ha sido el conflicto armado más devastador de la historia de la humanidad.
Las pérdidas en vidas fueron tremendas. Se calcula que entre 55 y 60 millones de personas murieron durante los seis años que
duraron los enfrentamientos armados que se extendieron por todo el mundo, desde Europa hasta Asia y desde África hasta
Oceanía. Sin embargo, para entender los orígenes de la Segunda Guerra Mundial debemos retroceder a finales de la Primera
Guerra Mundial, también conocida como Gran Guerra, que culminó con la firma del Tratado de Versalles el 28 de junio de 1919
(a pesar de que el armisticio había sido firmado meses antes, el 11 de noviembre de 1918, para poner fin a las hostilidades en el
campo de batalla). Este hecho sería, al menos en parte, el detonante de los acontecimientos que se desarrollaron durante los años
siguientes y que acabarían por llevar a Adolf Hitler al poder y terminar desencadenando un nuevo conflicto que acarrearía
episodios tan terribles como el Holocausto.

La firma del tratado era un duro golpe de encajar para la delegación alemana. Tanto los representantes del país vencido,
así como los periódicos y la población general, entendían que se trataba de un acto de imposición más que de una negociación. Sin
embargo lo que acabó por irritar más a la sociedad alemana manipulada por la derecha fue la aceptación del artículo 231, el cual
consideraron inaceptable y humillante. Este artículo era introductorio a la parte VIII del tratado, sobre las indemnizaciones, y lo
introdujeron los negociadores estadounidenses. Sabían que los alemanes no podrían pagar (como querían principalmente franceses
e ingleses) indemnizaciones que cubrieran todos los costes de la guerra. Así pues el artículo 231 reconocía la responsabilidad
moral de Alemania por la guerra y su imputabilidad legal por los daños ocasionados. Pero por otra parte, el artículo 232 reconocía
implícitamente su incapacidad económica para satisfacerlos. Pero desde la derecha alemana se utilizó este artículo como el
elemento central de la campaña contra el tratado.

LA INVASIÓN DE POLONIA, COMIENZA LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

"Esta noche, soldados regulares polacos han disparado por primera vez contra nuestro territorio”. Con esta mentira, Adolf
Hitler intentaba justificar que al ejército alemán no le quedaba más remedio que invadir Polonia el 1 de septiembre de 1939. En
realidad, el plan para llevar a cabo la invasión de Polonia se esbozó el 31 de agosto de 1939 en el marco de la Operación Himmler,
cuando media docena de miembros de las SS, fingiendo ser unos agitadores, irrumpieron por la fuerza en una emisora de radio de
Gleiwitz, una región de la alta Silesia, realizando disparos al aire. Una vez los tres empleados y el policía que se encontraban en el
interior fueron reducidos, los asaltantes lanzaron violentas proclamas en contra del führer y del Tercer Reich. Fue entonces cuando
conectaron el micrófono para que un interprete empezara a lanzar proclamas patrióticas y antialemanas en polaco: "¡Atención!
Esto es Gleiwitz. La emisora está en manos polacas".

La invasión de Polonia que daría comienzo a la Segunda Guerra Mundial ya había sido anunciada días antes por Adolf
Hitler.

LA BLITZKRIEG, LA EXITOSA ESTRATEGIA DE HITLER

Durante la primera fase de la Segunda Guerra Mundial en el continente europeo, Alemania buscaba por todos los medios
evitar un conflicto que se alargara en el tiempo. Su estrategia era derrotar por la vía rápida a todos sus oponentes en una serie de
campañas cortas. Gracias a aquella táctica denominada Blitzkrieg, el ejército alemán invadió gran parte de Europa y salió
victorioso durante varios años. El término Blitzkrieg es un vocablo alemán que literalmente se traduce como "guerra relámpago" y
se usa para referirse a una táctica militar que está basada en desarrollar una campaña rápida y contundente. La táctica Blitzkrieg
requería de una gran concentración de armas ofensivas como tanques, aviones y artillería pesada. La velocidad era el distintivo
más característico de la Blitzkrieg. Tras el bombardeo inicial de la aviación, los carros de combate atacaban el objetivo
rápidamente y de manera autónoma, lo que acababa causando una gran desorganización en las líneas defensivas enemigas.
Como apunta Martin H. Folly en su Atlas de la Segunda Guerra Mundial "El ejército polaco no era una fuerza
insignificante, pero no estaba preparado para el nuevo tipo de guerra que los alemanes practicaban. Esta era la Blitzkrieg, la guerra
relámpago». La punta de lanza era la división Panzer, una concentración de vehículos blindados, con infantería totalmente
motorizada y un apoyo aéreo cercano proporcionado por la Luftwaffe y materializado por los temibles bombarderos en picado, los
stukas. Alemania sólo disponía de tanques ligeros y el ejército no estaba totalmente preparado para la guerra, pero la clave de la
Blitzkrieg era la rapidez, que arrollaría a las defensas enemigas antes de que éstas pudieran organizar sus fuerzas, o antes de que
se descubrieran los puntos débiles ocultos de las fuerzas atacantes. El uso de la fuerza aérea contra objetivos civiles llenaría las
carreteras de refugiados y contribuiría a la desintegración de la moral, un componente fundamental de toda Blitzkrieg eficaz. Los
polacos eran superiores en número, con 30 divisiones y diez en la reserva, pero sus equipos y su doctrina estratégica estaban
desfasados. Sus fuerzas estaban desplegadas en sus fronteras. Desgraciadamente para los polacos, sus principales áreas
industriales se hallaban en Silesia, justo en sus fronteras, lo que les hacía extremadamente vulnerables a la Blitzkrieg.

CAUSAS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

Como toda guerra, la Segunda Guerra Mundial se debió a razones variadas y complejas, que pueden resumirse en:

Los términos del tratado de Versalles: La rendición de Alemania y sus aliados al término de la Primera Guerra Mundial les
impuso un tratado de rendición incondicional sumamente opresivo, que le impedía a la nación devastada por la guerra volver a
tener un ejército, le arrebataba el control de sus colonias africanas y le imponía una deuda impagable con los países victoriosos.

El surgimiento del fascismo: Adolfo Hitler en Alemania (nazismo) y Benito Musolini en Italia (fascismo), principalmente,
aprovecharon el descontento popular y construyeron movimientos nacionalistas extremistas, buscando recuperar las glorias
nacionales mediante la militarización de amplios sectores sociales, la instauración del totalitarismo y la expansión de las fronteras
nacionales.

Las tensiones chino-japonesas: Después de la Primera Guerra Sino-japonesa (1894-1895), Japón se había convertido en una
potencia imperial que no veía con buenos ojos a China y la Unión Soviética. Aprovechando en 1932 la debilidad en que la Guerra
Civil entre comunistas y republicanos había dejado a China, Japón inició una Segunda Guerra Sino-japonesa y ocupó Manchuria,
expandiéndose luego por el Asia menor hasta verse enfrentado por los Estados Unidos.

La invasión alemana de Polonia: Alemania inició su expansión territorial tomando Austria y parte de Checoeslovaquia, sin que
hubiera mayores conflictos. Cuando en 1939 Hitler estableció un pacto con la URSS para repartirse el territorio polaco y procedió
a invadirlo, las naciones occidentales europeas le declararon la guerra, dando inicio al conflicto como tal.

1. Tratado de Versalles

El Tratado de Versalles fue un convenio de paz firmado el 28 de junio de 1919. Con este se puso fin a la Primera Guerra Mundial
y se establecieron las condiciones para mantener la paz. Alemania resultó desfavorecida, debió asumir la derrota y fuertes
sanciones económicas.

Alemania se comprometió a reducir su ejército, pagar indemnizaciones y aceptar la pérdida de territorios. Los términos del tratado
generaron el descontento general entre los alemanes. Sin embargo, el gobierno lo firmó, aunque bajo protesta.

2. La Gran Depresión

La Gran Depresión fue una crisis económica iniciada tras el crac financiero de 1929 en Estados Unidos. Esta crisis se extendió
pronto a los países europeos. Los bancos norteamericanos suspendieron los préstamos a las industrias alemanas, afectándolas
especialmente. Debido a la falta de recursos muchas fábricas cerraron, por lo que aumentó el desempleo.

Las familias golpeadas por la pobreza perdieron su fe en la democracia y así estuvieron dispuestas a seguir a líderes radicales. La
crisis económica se transformó entonces en crisis política y social. En 1933, los nazis, encabezados por Hitler, obtuvieron la
mayoría parlamentaria.

3. Enfrentamiento ideológico

Tras los acontecimientos de la Primera Guerra Mundial, diversas ideologías extremistas irrumpieron en el escenario político. Entre
estas, las propuestas ultranacionalistas y fascistas debilitaron el apoyo al liberalismo europeo.

Los caudillos de mayor influencia fueron Adolf Hitler en Alemania y Benito Mussolini en Italia, ambos caracterizados por
estimular ideologías totalitarias y expansionistas. Por otra parte, la Unión Soviética había implantado el comunismo tras la
Revolución Bolchevique en 1917. Europa se había convertido en un caldo de cultivo para la confrontación.

4. Enfrentamientos bélicos previos


Antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial hubo enfrentamientos importantes, como la Guerra Civil Española (1936-1939).
En esta intervinieron fuerzas alemanas e italianas, favoreciendo al bando nacionalista, y milicianos soviéticos, que participaron
apoyando al bando republicano. Se dio el asalto de Italia a Albania y Etiopía. Además, continuó la Guerra Sino-japonesa en una
segunda fase.

5. Tratado Ribbentrop-Mólotov

El 23 de agosto de 1939, en Moscú, los ministros de Asuntos Exteriores, el alemán Joachim Ribbentrop y el ruso Viacheslav
Mólotov, firmaron el Tratado de no Agresión entre Alemania y la Unión Soviética, también conocido como el Pacto Ribbentrop-
Mólotov.

Este incluyó un protocolo secreto del cual solo tenían conocimiento los líderes de ambas naciones, Hitler y Stalin. Acordaban
repartirse los territorios de Europa Central y del Este y no formar parte de alianzas que se establecieran en contra de ambas
naciones.

Poco después, los alemanes invadieron a Polonia. Más allá de la firma de este tratado, las relaciones entre los nazis y los
soviéticos eran tensas, pues ambos movimientos eran adversarios ideológicos. Finalmente, se enfrentaron cuando el régimen de
Hitler decidió invadir a la Unión Soviética.

CONSECUENCIAS:

Las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial fueron particularmente atroces.

Algunas de ellas fueron:

Devastación casi total de Europa: Se dieron extensos y devastadores bombardeos aéreos de las principales ciudades europeas,
primero cuando los alemanes conquistaban el continente y luego cuando los aliados lo liberaban, lo cual se tradujo en una
destrucción casi total de las mismas. Esto requirió luego grandes inversiones económicas para su paulatina reconstrucción, como
el llamado Plan Marshall propuesto por los Estados Unidos.

Inicio de un mundo bipolar: Las potencias europeas tanto Aliadas como del Eje quedaron, al final del conflicto, tan debilitadas
económica y políticamente que la conducción de la política mundial pasó a las dos nuevas superpotencias: los Estados Unidos y la
Unión Soviética, dando así inicio a la llamada Guerra Fría.

División de Alemania: Una vez derrotada Alemania, su territorio pasó a control de los países aliados y de la URSS, por lo que se
dividió al país en dos naciones completamente distintas: la República Federal Alemana, con sistema capitalista y bajo control
norteamericano, y la República Democrática Alemana, con sistema comunista y bajo administración soviética. Alemania volvería
a unificarse en 1991, tras la caída del muro de Berlín.

Surgimiento de nuevas tecnologías: Tecnologías hoy comunes como la televisión, las computadoras, el sonar, el vuelo a reacción
o la energía atómica deben su descubrimiento a esta cruenta guerra.

Descolonización: La pérdida de poder político y económico de Europa llevó a la pérdida de control de sus colonias en el Tercer
Mundo, permitiendo así numerosos procesos de independencia.

La muerte de entre 55 y 70 millones de personas: Contando militares y civiles, indistintamente, millones de los cuales lo hicieron
en condiciones infrahumanas en campos de concentración y exterminio.

1. La división de Alemania

Al culminar la Guerra, Alemania fue dividida en dos partes. Los países victoriosos pasaron a administrar regiones enteras del país.
Luego se crearon dos repúblicas. En la zona occidental se estableció la República Federal Alemana, la cual tenía un sistema
capitalista. En la zona oriental se estableció la República Democrática Alemana, de tendencia comunista e influida por los
soviéticos.

De este hecho derivó la construcción del muro de Berlín, el cual marcó la división del territorio alemán. En 1989, el muro fue
derribado y Alemania se unificó nuevamente.

2. La Guerra Fría: los dos bloques del mundo

La economía europea era frágil después de la guerra. Por el contrario, Estados Unidos y la Unión Soviética tenían industrias
potentes y activas. Ambas buscaron influir en otras naciones, lo que generó conflictos entre estos antiguos aliados de guerra.
Estados Unidos se convirtió en el líder del mundo occidental. La Unión Soviética del bloque socialista oriental. De esta manera,
los dos países compitieron por demostrar cuál era el más fuerte en términos culturales, políticos, industriales y de armamento. Así
surgió la Guerra Fría.

3. La ruina temporal de ciudades europeas y asiáticas

Un porcentaje del territorio europeo quedó devastado tras años de intensa guerra. Hubo daños a la infraestructura de diversas
ciudades que sufrieron bombardeos. Hiroshima y Nagasaki fueron destruidas en Japón por la explosión de las dos bombas
atómicas. A partir de ese momento se han implementado políticas con el fin de evitar el uso de armamento nuclear.

4. El Plan Marshall

El Plan Marshall fue un programa de ayuda económica que ofreció el gobierno de Estados Unidos por un monto de 12 mil
millones de dólares. Estos fondos fueron recibidos por los países de Europa occidental para su reconstrucción y desarrollo
industrial.

5. La Organización de las Naciones Unidas

La carta de fundación de la ONU se firmó en 1945. La organización nació con el propósito de tener un nuevo orden diplomático
internacional y evitar posibles conflictos entre las naciones.

6. El Estado de Israel

El Holocausto y los graves ataques que sufrió la comunidad judía en Europa impulsaron la creación del Estado de Israel en 1947,
en tierras de la antigua Judea e Israel bíblicos. Lamentablemente, esto trajo consigo constantes conflictos entre el pueblo palestino
e israelita.

7. Descolonización

Al finalizar la guerra se inició una serie de movimientos de descolonización en aquellos países que aún estaban bajo el control de
países europeos. Muchos países africanos y asiáticos lograron su independencia entre los años 1945 y 1975.

Países participantes

Los dos bandos enfrentados fueron:

Las potencias del eje. Conducidas por la Alemania nazi, la Italia fascista y el Japón imperial, junto a sus socios de Bulgaria,
Hungría, Rumanía, y estados co-beligerantes como Finlandia, Tailandia, Irán e Irak.

Los países aliados. Integrados por Francia, Gran Bretaña, Estados Unidos y la Unión Soviética, así como Polonia, China,
Noruega, Dinamarca, Bélgica, Luxemburgo, Países Bajos, Grecia, Yugoslavia, Canadá, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Australia y,
posteriormente, algunos países de participación minoritaria pero apoyo diplomático a los aliados.

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