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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DEL PERÚ

FACULTAD DE HUMANIDADES

ESCUELA DE DERECHO

CURSO: DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO

Alumna: Guissela Vanessa Chapoñan Sanchez

Lambayeque 22 de Octubre 202


INFORME N° 05 - 2022

Resumen:

Se procederá a analizar la Casación N° 224-2016 Lima, en la cual, la recurrente es Katherine


Ruth Salas Najarro de Tsukahara quién apeló la sentencia emitida por la Segunda Sala
Especializada de Familia de la Corte Superior de Justicia de Lima, que declaró infundada la
contradicción; fundada la solicitud formulada en la demanda por Kengo Tsukahara; en
consecuencia, reconocen que tiene la fuerza de una sentencia nacional, la sentencia extranjera
expedida por la Corte Familiar de Okayama-Japón, que confirmó la sentencia que declaró la
disolución del vínculo matrimonial contraído por Kengo Tsukahara y la recurrente.

Controversia tratada:

El recurso de casación es un recurso extraordinario -tiene lugar después de la resolución sobre


el recurso de apelación- que tiene por finalidad declarar nula una sentencia judicial que
contiene una incorrecta aplicación de la ley o que ha sido dictada sin observar las formalidades.
En el caso concreto, la Corte Suprema de Justicia es el órgano competente para resolver el
caso materia de análisis. Para ello, la Corte evaluó todos los alegatos de la recurrente.
Primero, considero que la Corte Suprema de Justicia emitió una resolución correcta en los
puntos A y C, los cuales se refieren a que las causales de matrimonio que usaron los jueces
japoneses para disolver el vínculo conyugal eran incompatibles con el orden público y las
buenas costumbres peruanas. Al igual que la Corte Suprema considero que no hubo
incompatibilidad, puesto que, el motivo que presentó don Kengo Tsukahara para solicitar el
divorcio se asemejaba mucho a la causal número 11 del Artículo 333° del Código Civil peruano,
asimismo, la demandante presentó los motivos por los cuales el Sr. Tsukahara habría incurrido
en la causal número 5 del mismo Artículo, por lo que no existiría incompatibilidad, ya que no
son contrarias al orden público y no dista de nuestra legislación.
Segundo, respecto al alegato B, la recurrente señaló que se vulneró su derecho al debido
proceso durante el juicio de su divorcio en Japón, porque consideró que había desigualdad
entre las partes y, además, sufrió discriminación por su nacionalidad. Sin embargo, la Corte
Suprema desestimó este alegato señalando que la recurrente participó activamente en el
proceso, adicionalmente, señaló que la Sra. Katherine Salas no formuló declinación de
competencia ni reserva en cuanto a la jurisdicción, esto contenido en el Artículo 2049°
“Sumisión tácita a una jurisdicción” del CC peruano, porque si se apersonó al proceso en
Japón, aceptó que ese país sea el competente para determinar la disolución del vínculo
matrimonial en virtud de ello, es que no se vulneró el derecho al debido proceso.
Por último, estoy de acuerdo con el pronunciamiento de la resolución judicial, en el último
punto, sobre la competencia de los tribunales peruanos en acciones patrimoniales
Artículo 2058°.- “Los tribunales peruanos tienen competencia para conocer de los juicios
originados por el ejercicio de acciones de contenido patrimonial aun contra personas
domiciliadas en país extranjero, en los casos siguientes:
Cuando se ventilen acciones relativas a derechos reales sobre bienes situados en la república.
Tratándose de predios dicha competencia es exclusiva.
Es necesario establecer que cuando el Sr. Tsukahara y la Sra. Salas contrajeron matrimonio
ante autoridades peruanas y adquirieron bienes inmuebles dentro de ese vínculo, por lo que de
acuerdo al Artículo 2058° el tribunal competente es el peruano, en este extremo, solo en este
extremo.
Cabe mencionar que el Artículo 2104°.- Requisitos para exequator menciona lo siguiente:
“Para que las sentencias extranjeras sean reconocidas en la República, se requiere, además
de lo previsto en los artículos 2102° y 2103°:
1. Que no resuelvan sobre asuntos de competencia peruana exclusiva.
7. Que no sea contraria al orden público ni a las buenas costumbres.
Para entender bien lo que señala el artículo, es necesario definir exequator:
Para que las sentencias emitidas en el extranjero tengan validez para el Perú deben ser
reconocidas por los tribunales judiciales peruanos mediante el procedimiento de
Reconocimiento de Sentencias Extranjeras (“exequátur”), cumpliendo los requisitos que señala
la legislación peruana.
Como el tribunal japonés resolvió asuntos de competencia exclusivamente peruana, como los
predios situados en el Perú, es por esta razón, que la decisión del tribunal japonés respecto a
este extremo no es aplicable, por lo que la repartición de bienes inmuebles adquiridos en el
matrimonio es inválida, por motivos del Artículo 2060°, pues el ejercicio de acciones de
contenido patrimonial será reconocido, siempre y cuando no versen sobre asuntos de
jurisdicción peruana exclusiva. Es por eso que, en el Exéquatur, no reconocen el extremo de
competencia exclusiva de acuerdo a las acciones patrimoniales y lo inaplican.

Opinión sobre los fundamentos

Las relaciones jurídicas ya sean por las personas que intervienes, por el objeto sobre el que
versan o por el modo en que se producen estas relaciones, no se limitan a una esfera jurídica,
es decir, en este caso concreto, la relación jurídica internacional privada, no solo es
determinado por la competencia peruana, sino por la competencia japones, ya que la
recurrente nunca declaró declinar de la competencia japonesa, ni reserva tácita para que el
competente sea el tribunal peruano.

Considero que el punto de conexión del caso concreto es la competencia en acciones


patrimoniales como los predios, considero que ese es el punto más relevante de la sentencia,
ya que, ese fue el elemento que permitió declarar inaplicable la decisión del tribunal japones
respecto a la repartición de estos bienes adquiridos dentro del vínculo matrimonial.

También que el criterio clave para determinar la competencia jurisdiccional en el caso concreto
fue el domicilio conyugal ¿Por qué? El domicilio conyugal se caracteriza por donde se reside
habitualmente, en este caso, tanto el Sr. Tsukahara como la Sra. Salas, vivían en un inmueble
adquirido en el distrito de Santiago de Surco, por lo que, el domicilio confirma la existencia del
bien inmueble adquirido, esto permite que el tribunal peruano sea competente por materia
exclusiva de predios adquiridos dentro del país.

Bien, como expliqué anteriormente, estoy a favor de lo resuelto por la Corte Suprema, la
presente Casación me permitió entender las diversas formas de determinar la competencia de
un tribunal y me permitió entender sobre el Exequátor. Como consecuencias de esta Casación,
se observa que la resolución confirma la sentencia que declaró la disolución del vínculo
matrimonial entre el Sr. Tsukahara y la Sra. Salas, por lo que significa que admite la resolución
de los jueces japoneses, excepto en el extremo sobre las acciones patrimoniales, puesto que
eso es competencia exclusiva peruana.

Normas aplicables
Ahora bien, no considero que haya un contraste negativo de los artículos del Código Civil
peruano, por el contrario, analizando el caso en cuestión, he podido observar que los artículos,
se complementan unos a otros, es por ello, que he podido entender el porqué de la
competencia de los tribunales peruanos y la razón por la cual confirman la sentencia que
disolvió el vínculo matrimonial entre el Sr. Tsukahara y la Sra. Salas.
Por otro lado, respecto a las consideraciones al Código de Bustamante, este cuerpo normativo
nos señala lo siguiente:
Artículo 52. El derecho a la separación de cuerpos y al divorcio se regula por la ley del domicilio
conyugal, pero no puede fundarse en causas anteriores a la adquisición de dicho domicilio si no
las autoriza con iguales efectos la ley personal de ambos cónyuges.
Artículo 53. Cada Estado contratante tiene el derecho de permitir o reconocer o no, el divorcio o
el nuevo matrimonio de personas divorciadas en el extranjero, en casos, con efectos o por
causas que no admita su derecho personal.
Respecto a estos dos artículos, puedo inferir que si bien la regla general es que el divorcio sea
de competencia donde se encuentra el domicilio conyugal -en este caso Perú- el Artículo 53
señala que el Perú, puede reconocer de manera voluntaria el divorcio que se llevó a cabo en el
extranjero. Aparte tenemos que recordar que un motivo de que se lleve a cabo el divorcio frente
a tribunales japonese es que una causal invocada era similar a la causal número 5 del Artículo
333° del CC, por lo que puedo deducir, que el Sr. Tsukahara y la Sra. Salas se encontraban
separados de hecho y el Sr. Se encontraba residiendo en su país natal. Por ello, invocó el
proceso de divorcio en Japón y la Sra. Salas lo aceptó, pues se apersonó al proceso en Japón
sin cuestionamientos.
Por otro lado, respecto a las consideraciones al Código de Montevideo de 1940, este cuerpo
normativo nos señala lo siguiente:
Art. 16.-Las convenciones matrimoniales y las relaciones de los esposos con respecto a los
bienes se rigen por la ley del primer domicilio conyugal en todo lo que, sobre materia de estricto
carácter real, no esté prohibido por la ley del lugar de la situación de los bienes.
Art. 17.-El cambio de domicilio no altera la ley competente para regir las relaciones de los
esposos en cuanto a los bienes, ya sean adquiridos antes o después del cambio.
Respecto a estos dos artículos, puedo notar una semejanza a lo establecido en el Código de
Bustamante, puesto que, los bienes se rigen por el primer domicilio conyugal. Sin embargo, en
el Artículo 17 señala que el cambiar de domicilio conyugal no altera la competencia para regir
las relaciones de los cónyuges relacionados a los bienes, sean estos adquiridos antes o
después del cambio de domicilio, es decir, no importa si el domicilio conyugal cambia, la
competencia abarcará a los bienes contraídos incluso después de ese cambio.
Sin embargo, el Perú hizo una reserva respecto a este Tratado:
“Las reglas adoptadas en este convenio sobre competencia legislativa y judicial en todo lo
referente a personas, derechos de familia, relaciones personales entre cónyuges y régimen de
los bienes, no impedirán la aplicación de lo dispuesto por la ley peruana en favor de nacionales
peruanos.”

CONCLUSIONES
Considero que el domicilio de una persona es totalmente relevante para determinar la
competencia del tribunal nacional, por los ejemplos explicados líneas arriba. Es por ello que,
gracias al domicilio, se pudo establecer la competencia exclusiva del tribunal peruano en
cuanto a las acciones patrimoniales de los bienes adquiridos en la República.

REFERENCIAS
Convención de Derecho Internacional Privado. Código de Bustamante. Artículo 52° y 53°, 20 de
febrero de 1928. https://www.oas.org/juridico/spanish/mesicic3_ven_anexo3.pdf
Tratado de Montevideo de 1940 sobre Derecho Civil Internacional. Artículo 16 y 17, 19 de
marzo de 1940. https://sociedip.files.wordpress.com/2013/12/tratado-de-monttevideo-
de1940.pdf

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