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LA MISIÓN DE

DIOS EN
FAVOR DE
NOSOTROS:
SEGUNDA
PARTE
Lección 2 para el 14 de
octubre de 2023
Desde que el pecado entró en el mundo, Dios se
propuso la misión de restaurar Su imagen en sus hijos
y de restaurar la relación con ellos, devolviendo a la
humanidad a su estado de pureza, y eliminando todo
rastro de mal.
Examinaremos la naturaleza y el propósito de esta
misión, y cuál es la manera en la que Dios la está
llevando a cabo.

LA MISIÓN DE DIOS A NUESTRO FAVOR

El foco Los canales


El Dios trino El evangelio El mundo
Hacer eterno El pueblo de entero
El origen discípulos Dios Los
El mensaje
destinatarios
“Como me envió el Padre, así también yo os envío. Y habiendo dicho
esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo” (Juan 20:21-22)

La misión de restaurar
a la humanidad se
realiza a través del
plan de salvación. Este
plan fue ideado por El Padre envía al El Hijo cumple la El Espíritu Santo
Dios y puesto en Hijo para voluntad del continúa la obra
marcha por Él. redimirnos, y Padre, y le pide iniciada por el Padre,
Cada una de las promete que nos envíe el nos conduce al Hijo, y
personas de la enviarnos el Espíritu Santo nos ayuda a realizar
Espíritu Santo (Jn. 4:34; 14:16). nuestra parte en la
Deidad tiene su parte (Jn. 3:16; Lc. 24:49). misión (Jn. 14:26; Hch. 1:8).
en este plan:
“La Divinidad se conmovió de piedad por la humanidad, y el Padre,
el Hijo y el Espíritu Santo se dieron a sí mismos a la obra de formar
un plan de redención. Con el fin de llevar a cabo plenamente ese
plan, se decidió que Cristo, el Hijo unigénito de Dios, se entregara a
sí mismo como ofrenda por el pecado. […] Con Cristo, dio todos los
recursos del cielo, para que nada faltara en el plan de la elevación
de los seres humanos. Este es amor, y su contemplación debiera
llenar el alma con gratitud inexpresable. […] Hará que el discípulo
se niegue a sí mismo, tome su cruz y siga al Redentor”
E. G. W. (Consejos sobre la salud, pg. 219)
EL FOCO: HACER DISCÍPULOS
“Id, pues, y haced mis discípulos a todos los habitantes del mundo” (Mateo 28:19a DHHe)

El objetivo principal de la misión es hacer discípulos, es decir, que haya


personas que hablen a todo el mundo de lo que Jesús ha hecho por ellas
(Mt. 28:16-20).
Aquellos que aceptan el mensaje son bautizados y se les enseña a
guardar lo que Jesús nos ha mandado.
Ni las once personas a las que se comisionó para
esta misión, ni las 120 que recibieron poder para
llevarla a cabo, hubieran podido llegar a todo el
mundo. Debían reproducirse exponencialmente:
un discípulo genera varios discípulos que, a su
vez, generan nuevos discípulos.
El Padre decidió que, con la presencia de Jesús y con el poder del Espíritu
Santo, nosotros llevásemos el evangelio a cada ser humano que habita
nuestro planeta (Mt. 28:20; Hch. 1:8).
“Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para
predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo” (Ap. 14:6)
¿En qué consiste el evangelio eterno que debemos predicar a todo el mundo?
Jesús vino a nuestro mundo y vivió una vida Nuestra tarea
perfecta (Hch. 10:38) como discípulos
Murió en la cruz para cargar con nuestros es estar
pecados (Is. 53:5; 1P. 3:18) preparados y
Resucitó, ascendió al Cielo y fue exaltado preparar a otros
por el Padre (Hch. 2:32-33) para que, en la
segunda venida
Actualmente, intercede por nosotros en el de Jesús,
Santuario celestial (Heb. 7:25)
podamos ser
Regresará para llevarnos en gloria al Cielo restaurados a la
(1Ts. 4:16-17) imagen de Dios y
Finalmente, establecerá el reino de Dios en vivir eternamente
la Tierra (Ap. 21:1-4) con Él.
“para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es
la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad” (1ª de Timoteo 3:15)
La misión no se realiza con discípulos aislados. Dios reúne a sus discípulos en
un solo cuerpo: el pueblo de Dios.
En el Antiguo Testamento, el pueblo de
Dios era el pueblo de Israel –los
descendientes de Abraham–, a través de los
cuales debía ser bendecido todo el mundo
(Gn. 12:1-3). La estrategia misionera era
que el mundo acudiese a Israel para
conocer a Dios (Dt. 4:6; Is. 49:6, 22).
Actualmente, el pueblo de Dios es la Iglesia
(Hch. 2:47; Col. 1:18). Pero, como hemos
visto, la estrategia misionera ha cambiado:
nosotros debemos ir al mundo y darles a
conocer el evangelio (Mt. 28:19).
“pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu
Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria,
y hasta lo último de la tierra” (Hechos 1:8)
La predicación del
evangelio se realiza Jerusalén Tu familia, tus amigos íntimos.
en distintos niveles:
Judea Tus conocidos, tu trabajo, tu barrio.

Samaria Tu ciudad, tu país.

Toda la Tierra Misiones, Internet, TV, libros, …


La misión de Dios nos llama a
alcanzar a individuos de todos los
lugares, naciones, grupos de
personas, lenguas y etnias. Este es el
destino final de nuestra misión.
“El mandato que dio el Salvador a los discípulos
incluía a todos los creyentes en Cristo hasta el fin del
tiempo. Es un error fatal suponer que la obra de
salvar almas sólo depende del ministro ordenado.
Todos aquellos a quienes llegó la inspiración
celestial, reciben el Evangelio en cometido. A todos
los que reciben la vida de Cristo se les ordena trabajar
para la salvación de sus semejantes. La iglesia fue
establecida para esta obra, y todos los que toman sus
votos sagrados se comprometen por ello a colaborar
con Cristo”
E. G. W. (El Deseado de todas las gentes, pg. 761)
DESAFÍO SEMANAL
Ora todos los días de esta semana
por la comunidad donde vives. Dios
te ha colocado allí por una razón.

DESAFÍO AVANZADO
Investiga la demografía de tu zona (qué tipo de
gente vive a tu alrededor): su trasfondo étnico y
religioso; si hay ancianos, jóvenes, pobres, ricos,
idiomas que hablan, etc. Pide a Dios que te muestre
cómo puedes ser un canal de su amor para ellos.

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