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03-Los Hombres Del Rey
03-Los Hombres Del Rey
SINOPSIS
Neil Josten se quedó sin tiempo. Él sabía cuándo arribó a la Universidad del Estado de
Palmetto que no sobreviviría el año pero con la muerte a la vuelta de la esquina tiene
más razones para vivir que nunca.
Hacerse amigo de los Foxes era poco aconsejable. Besar a uno de ellos es impensable.
Neil debería saber mejor que envolverse con alguien estando tan cerca del final pero
nunca fue fácil poder alejarse de Andrew.
Traducción por:
[2]
Traducción por:
Esta trilogía no es muy conocida pero creemos que merece más reconocimiento,
esperamos que la disfruten tanto como nosotros.
[3]
Traducción por:
TRIGGER WARKINGS
(ADVERTENCIAS DE CONTENIDO SENSIBLE)
Ésta trilogía posee elementos que pueden resultar chocantes para algunas personas.
Muchos pueden ser spoiler de cosas que sucederán en la trama así que si consideran
que les da igual eviten leerlos. De lo contrario, acá los enumeramos:
Suicidio
Tortura física (explícita)
Violencia psicológica
Uso de drogas
Abuso sexual (semi-explícito)
Uso de armas.
[4]
Traducción por:
1
Incluso luego de un semestre en la Universidad del Estado de Palmetto y un par
de semanas practicando en el estadio más grande de Exy de los Estados Unidos, Neil
continuaba quedando sin aliento ante la Foxhole Court.
Se acostó sobre su espalda a la mitad de la cancha y absorbió todo. Contó las
líneas de asientos que alternaban el color naranja y blanco hasta que se volvieron
borrosos en un desastre indistinto cerca de las vigas, luego estudió las pancartas del
campeonato de primavera colgando en orden numérico a lo largo del estadio. Había
una por cada uno de los Foxes, incluyendo al difunto Seth Gordon. No estaban allí
antes de que los Foxes se separaran para Navidad y Neil se preguntó qué pensaría
Alisson de ellos cuando los viera.
— ¿Olvidaste como levantarte, Josten?
Neil rodó su cabeza a un lado para ver a su entrenador. Había dejado la puerta
abierta detrás de él y ahora David Wymack se paró en la puerta. Neil no creía que
hubieran estado allí durante tanto tiempo como para que Wymack terminara su
papeleo. O Wymack no confiaba en la promesa de Neil de no practicar hasta que
estuviera completamente curado o Neil había perdido la noción del tiempo de nuevo.
Neil esperaba que fuera lo primero pero el nudo en su estómago predecía otra cosa.
Él había aceptado pasar el receso de Navidad en Edgar Allan pero los Ravens
operaban en días de dieciséis horas durante sus vacaciones. Lo que debieron ser dos
semanas fueron en realidad tres y el reloj interno de Neil seguía disparado incluso
luego de dos días de vuelta en Carolina del Sur. Sin embargo, las clases empezarían el
martes y la temporada de primavera empezaba la semana siguiente.
Wymack estaba seguro de que tener una rutina normal ayudaría. Neil solo podía
esperar que estuviera en lo cierto.
—Es hora de irnos— dijo Wymack.
Eso era suficiente para lograr que Neil se levantara, aunque su cuerpo golpeado
protestó. Él ignoró el dolor con la comodidad de la familiaridad y resistió el impulso
de trabajar en la picazón de su hombro mientras cruzaba la cancha hacia Wymack.
[5]
Traducción por:
cancha. Nunca había sido claustrofóbico pero el peso de tanto desprecio casi había
aplastado cada hueso de su cuerpo.
El tintineo de las llaves lo trajo de vuelta de aquella peligrosa orilla y Neil se dio
vuelta, sobresaltado. Wymack había entrado al vestuario delante de él y estaba
abriendo la puerta de su oficina.
Aunque eran los únicos dos allí, a excepción del guardia de seguridad vigilando
por algún lado, Wymack había trabado cerrado la puerta de la oficina con llave en su
corta ausencia.
Neil había estado allí durante el tiempo suficiente como para saber que Wymack
no guardaba nada particularmente valioso en sus estantes. Lo único importante era el
bolso de Neil, el cual él había acomodado contra una esquina de la oficina antes de ir a
la cancha. Durante su primer día en Carolina del Sur Neil había hecho que Wymack
protegiera sus cosas, y siete meses después Wymack seguía cumpliendo esa promesa.
Era casi suficiente para hacer que Neil se olvidara de Riko.
Wymack se movió a un lado y le hizo un gesto a Neil para que se encargara el
mismo. En el corto período que le tocó a Neil to levantar su bolsa y pasar correa por
encima de su hombro, Wymack se había ido. Neil lo encontró en la sala de estar,
sentado en el centro de entretenimiento a un lado de la TV. Neil se aferró a la correa
de su bolsa y fue a pararse frente a él.
—Kevin me llamó ayer por la mañana cuando no pudo contactarse contigo—
dijo Wymack— Quería asegurarse de que estuvieras bien. Aparentemente él siempre
supo dónde estabas.
No tenía sentido mentir, así que Neil dijo:
—Sí.
—Lo forcé a decirle al resto— dijo Wymack, y el corazón de Neil se detuvo. Él
abrió su boca para protestar, pero Wymack levantó su mano y continuó— Necesitaban
saber qué se encontrarían cuando volvieran, por tu bien. Piensa por un momento cómo
reaccionarían si volvieran y vieran esto sin ninguna advertencia. Te desconciertas
cuando te llaman “amigo”, probablemente tendrías un ataque de pánico si se
preocuparan por ti.
Neil quería discutir con eso. Lo mejor que logró decir fue un poco convincente:
[7]
Traducción por:
—Estabas buscando evasivas— lo acusa Wymack— así que lo hice por ti. Les
dije que luces como si hubieras peleado seis rondas contra un Sasquatch* y que
probablemente no querías hablar sobre ello. Prometieron no molestarte, pero no sé si
cumplirán esa promesa cuando te vean de cerca. Sobre esto, sin embargo, no les dije
nada— él gestualizó vagamente hacia su propio rostro.
Neil tocó las vendas en su mejilla que escondían su nuevo tatuaje.
— ¿Esto?
—Todo eso—dice Wymack y asintió cuando Neil movió su mano hacia su
cabello— No sé por qué Riko lo hizo pero voy a esperar por mis respuestas. Lo que
les digas a los demás queda en ti.
Era casi suficiente para derretir el hielo en su pecho. Neil no sabía que decir así
que asintió y miró el reloj. No tenía que ir a buscar a los otros al aeropuerto porque
Matt pagó para dejar su camioneta en un estacionamiento a largo plazo. Neil debía
encontrarse con ellos en la Torre Fox, pero si recién ahora estaban buscando sus
bolsos les llevaría otros veinte minutos llegar al campus.
— ¿Debería ir contigo de árbitro? — pregunta Wymack.
— ¿Al dormitorio? — pregunta Neil.
Wymack le dio a Neil una mirada apenada.
—Me refiero a Columbia.
Andrew sería liberado hoy. En cuanto los otros dejaran sus cosas en el
dormitorio partirían al hospital Easthaven. Habían pasado siete semanas desde que los
Foxes lo habían visto por última vez y casi tres años desde que Andrew estuvo sobrio.
Dos de ellos habían conocido cómo era la personalidad fría de Andrew cuando él
estaba sobrio, los otros solo habían oído rumores desagradables y especulaciones. Era
muy improbable que a Andrew le importara que Neil estuviera hecho pedazos, pero
Sascuatch: Personaje de Marvel.
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Traducción por:
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Traducción por:
la ventana. Cuando se dio vuelta Matt se encontraba en la puerta del dormitorio con
sus manos profundamente metidas en el bolsillo de su abrigo.
La boca de Matt se movió insonoramente por un par de momentos antes de que
pudiera soltar un ahogado:
—Por Dios, Neil.
—No es tan malo como se ve— le contestó Neil.
—No. Solo…no, ¿Okay? — replica Matt. Él se restriega los dedos a través del
cabello alborotando sus puntas con gel y se voltea— espera aquí.
Neil se acercó a la puerta del dormitorio a la vez que Matt dejó la Suite. Casi al
mismo tiempo que la puerta se cerró, se escuchó el pesado sonido de un cuerpo
golpeándose contra la pared. Neil escuchó el tono furioso de Matt mientras se
desquitaba con alguien, pero las paredes eran lo suficientemente gruesas como para
ocultar sus palabras.
Neil cambió el peso de un pie al otro y cometió el error de mirar hacia la
derecha. La puerta del baño estaba abierta, dándole un buen vistazo de su reflejo. Los
moretones tecnicolor que se desparramaban a lo largo de su rostro eran horribles, pero
los ojos azules mirándolo de vuelta eran mil veces más aterradores. Neil tragó la
sensación de náuseas que lo atravesó y apartó la mirada.
Volvió a buscar su celular y desconectó el cargador. No estaba cerca de terminar
de cargarse, pero esperaba que tuviera suficiente batería para durar hasta llegar a
Columbia. Neil lo apagó hasta que lo necesitara y lo deslizó en su bolsillo. La
tentación de meterse en la cama era casi abrasadora. Se encontraba exhausto y todavía
tenía que lidiar con siete compañeros de equipo más luego de que Matt terminara con
él. No había forma de que sobreviviera si las chicas volvieran hoy; por suerte las tres
volarían de vuelta mañana por la mañana. Él tendría la noche para retirarse y
recargarse.
Se obligó a ir a la habitación principal a esperar. Matt se volvió a unir de nuevo
un minuto después y cerró la puerta con fuerza detrás de él. Hizo un esfuerzo visible
por calmarse, pero todavía había cierta tensión en su voz cuando habló:
— ¿Ya te gritó el Entrenador?
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Traducción por:
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Traducción por:
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Traducción por:
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Traducción por:
—Okay.
Neil se dio un momento más para respirar antes de buscar el regalo de Kevin en
la bolsa. Supo lo que era en cuanto sintió su peso. Se había preocupado por aquella
carpeta durante demasiado tiempo para no reconocer cómo se sentía en su mano. A
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Traducción por:
primera vista la carpeta parecía el santuario de un fan obsesivo hacia Kevin y Riko.
Un poco más de investigación por debajo podría desterrar todo lo que Neil necesitaba
para su vida prófugo. Dinero, contactos del mundo criminal, y el número de su tío se
encontraban escondidos entre incontables artículos de Exy.
— ¿No vas a mirar? — preguntó Nicky.
—Sé lo que es— Neil cerró la bolsa y miró a Kevin— Gracias.
—No lo abrí.
Neil no quería lidiar con Matt de nuevo, así que decidió llevar la carpeta con
ellos a Columbia y guardarla luego.
— ¿Estamos listos?
— ¿Seguro que puedes manejar? — preguntó Nicky.
Neil se dirigió a las escaleras en respuesta. Los tres lo siguieron hasta el auto.
Kevin tomó su lugar usual en el asiento del pasajero y Nicky siguió a Aaron hacia el
asiento trasero. En cuanto todos estuvieron acomodados Neil los llevó hacia la calle.
Buscó la dirección de Easthaven en la computadora de Wymack el día anterior. Era un
viaje fácil desde allí, casi el mismo camino que tomaban a Eden’s Twilight cuando
iban a tomar en Columbia. La única diferencia real eran los últimos quince minutos,
cuando serpenteaban por la capital y se dirigían al noreste.
Neil no había notado que esperaba que el Hospital Easthaven luciera como una
prisión hasta que estuvieron allí y la falta de una reja con alambre de púas lo
desconcertó. La puerta no estaba vigilada y el estacionamiento se encontraba casi
vacío. Neil apagó el motor y salió.
Kevin no se encontraba muy lejos de él, pero Nicky y Aaron eran más lentos al
moverse. La mirada que Nicky le dio a la puerta principal era nerviosa. Él escondió
sus nervios con una sonrisa cuando notó que Neil lo estaba observando.
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Traducción por:
—Gracias.
—Sé cómo es él pero no puedo…— Kevin hizo un gesto de impotencia— Riko
era cruel pero me necesitaba para triunfar. Éramos los herederos del Exy; me hirió
pero había líneas que no cruzó hasta el final. Era distinto para Jean. Era peor. Su padre
le debía mucho a los Moriyamas. El Maestro pagó esas deudas a cambio de la
presencia de Jean en la cancha. Él era propiedad, nada más. Eres lo mismo a sus ojos.
—No soy propiedad de nadie— contestó Neil en voz baja.
—Sé cómo te ve— dijo Kevin— Sé que significa que no se contuvo.
—No importa. — Sonaba como una mentira incluso para él mismo, pero Kevin
no lo discutió— Eso ha pasado y ahora estoy devuelta donde pertenezco. Lo único que
importa ahora es lo que sigue.
—No es tan fácil.
—Te diré qué no es fácil: enterarme gracias a Jean que el Entrenador es tu
padre— dijo Neil y Kevin se encogió violentamente— ¿Alguna vez ibas a decirle?
—Iba a hacerlo cuando me reclutó— contestó Kevin— No pude.
— ¿Estabas protegiéndolo a él o a ti?
—A los dos quizás— contestó Kevin— El Maestro no es como su hermano,
tampoco es como Riko. Su reino es su cancha y ese es el único ambiente que controla.
Nunca ha levantado una mano o la voz hacia el Entrenador porque el Entrenador
jamás fue una amenaza para él. No sabía si una confesión podía cambiar las cosas. No
podía arriesgarme. Quizás cuando todo termine.
— ¿Alguna vez podrá termi...? — Neil comenzó, pero el movimiento en la
puerta le hizo olvidar sus palabras.
Andrew se encontraba en la puerta con Slosky detrás de él. Estaba usando la
misma polera negra y jeans con los que había sido ingresado. Una bolsa colgaba de su
hombro, pero Neil no recordaba que él hubiera empacado antes de que Betsy lo llevara
fuera de la casa. Neil hubiera preguntado con qué lo estaban llevando a su casa,
excepto que su Mirada finalmente se encontró con el rostro de Andrew y olvidó todo
lo que tenía para decir.
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Traducción por:
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Traducción por:
sostenerlo a él y a todos sus problemas sin siquiera sudar. Por primera vez en meses
finalmente podía respirar de nuevo. Era un alivio tan grande que era casi aterrador;
Neil no había tenido la intención de apoyarse tanto en Andrew.
Luego de un momento, Andrew dio un paso hacia atrás y deslizó su mirada
hacia Nicky.
—Tú quédate. El resto se va.
Neil observó a Nicky para ver si estaba bien con el hecho de quedarse a solas
con Nicky. Ante el asentimiento de Nicky, Neil rodeó el auto para unirse a Aaron y
Kevin. Kevin observó con dureza a Andrew por encima del techo del auto como si
pudiera ver bajo su máscara de vacío. Neil tuvo que voltearlo hacia los dormitorios a
la fuerza.
Tomaron las escaleras hasta el tercer piso. Aaron llegó a la Suite y abrió la
puerta, sin embargo Neil sacudió la cabeza ante el gesto de Kevin para que se uniera a
ellos. Esperó hasta que cerraron la puerta detrás de ellos antes de ir hasta el final del
pasillo y prender su celular. Cuando el flash del logo finalmente le dio paso a su
pantalla de inicio, llamó a Wymack.
—Estaba pensando a creer que te había matado y dejado para pudrirte a un lado
de la calle— dijo Wymack en forma de saludo.
—Todavía no— contestó Neil— Ya volvimos.
—Si alguien necesita algo, tengo mi celular encima. Intenta mantener el tuyo
prendido.
—Sí, Entrenador, — dijo Neil, y apagó su celular en cuanto colgó la llamada.
Le había dado sus llaves a Andrew, así que tuvo que tocar la puerta para entrar a
su habitación. Llevó su carpeta hacia la otra habitación y sacó la caja de seguridad de
su armario. La caja ahora solo tenía una carta, pero la metió en su carpeta y la cerró
por las dudas. Volvió al living room y vio a Matt esperándolo sobre el brazo del sofá.
Neil le devolvió la mirada curiosa a Matt. Esperó por las inevitables preguntas y
acusaciones, pero cuando Matt finalmente habló, solo fue para decir:
— ¿Estás bien?
—Estoy bien— contestó Neil.
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Traducción por:
[24]
Traducción por:
—No así— dijo Andrew— Dijiste que esto no tuvo nada que ver con Kevin.
¿Por qué fuiste?
Neil no sabía si sería capaz de decirlo. Tan solo pensar en ello era demasiado.
Sin embargo, Andrew estaba esperando, así que Neil se tragó sus náuseas.
—Riko dijo que si no lo hacía, el Doctor Proust iba a…
Andrew cubrió la boca de Neil, ahogando el resto de sus palabras, y Neil supo
que falló.
Riko había dicho que el Doctor Proust de Easthaven usaba “reacciones
terapéuticas” para ayudar a sus pacientes. Era una débil línea entre crueldad
psicológica y abuso físico real, Proust estaba dispuesto a cruzar esa línea si Neil
desobedecía. Debería haber sabido que no podía confiar en la palabra de Riko. El odio
ablandó un poco del nuevo hielo recorriendo sus venas, pero la mirada aburrida en el
rostro de Andrew era difícil de soportar. Hace un par de semanas Andrew se
encontraba tan drogado que se rio de su propio dolor y trama. Ahora ni siquiera le
importaba lo suficiente como para hacerlo. Neil no sabía que extremo era peor.
Andrew bajó su mano cuando Neil se cayó.
—No cometas el error de creer que necesito tu protección.
—Debía intentarlo. Si hubiera tenido la oportunidad de detenerlo y no hiciera
nada, ¿Cómo podría volver a enfrentarte? ¿Cómo podría vivir conmigo mismo?
—Tu psiquis desmoronándose es tu problema, no el mío— contestó Andrew. —
Dije que te protegería. Haces que sea infinitas veces más difícil para mí hacerlo
cuando pareces intentar que te maten constantemente.
—Cuidaste nuestras espaldas todo este tiempo— le dijo Neil— ¿Quién cuida la
tuya? No digas que tú lo haces, porque ambos sabemos que no te importa una mierda
lo que te pase.
—Quizás tienes un problema auditivo— deduce Andrew— Demasiadas pelotas
contra el casco, quizás. ¿Puedes leer labios? — Andrew apuntó a su boca al hablar—
La próxima vez que alguien venga a por ti, retírate y deja que me encargue, ¿Lo
entiendes?
—Si significa perderte, entonces no— contestó Neil.
[25]
Traducción por:
—Te odio— dijo Andrew, casualmente. Tomó una larga calada de su cigarrillo
y lo tiró por el borde— Se suponía que eras un efecto secundario de las drogas.
—No soy una alucinación— dijo Neil, desconcertado.
—Eres un sueño de pipa*— contestó Andrew— ve adentro y déjame solo.
—Todavía tienes mis llaves— le recuerda Neil.
Andrew sacó las llaves de Neil de su bolsillo y sacó la llave de su auto del
llavero. En vez de devolvérselas, los lanzó por el borde al igual que hizo con su
cigarrillo. Neil se inclinó para ver que no hubieran caído sobre nadie, pero la vereda de
abajo estaba vacía. Sus llaves se golpearon contra el suelo. Neil se enderezó y observó
a Andrew. Él no lo miró, pero dijo:
—Ya no las tengo.
Neil abrió la boca, cambió de parecer a último momento, y se marchó en
silencio. Tomó las escaleras hacia el piso de abajo y empujó las puertas frontales de
vidrio. Sus llaves habían caído más lejos de lo que esperaba, pero la luz del sol
reflejando en el metal hizo que fuera fácil encontrarlas. Neil las levantó y vio el
cigarrillo de Andrew a unos pies de distancia. La ceniza se había roto con el impacto,
pero el final todavía emanaba una fina línea de humo.
Andrew lo estaba mirando, todavía inclinado sobre el borde como si tuviera
deseos suicidas. Neil no estaba seguro de por qué lo hizo, pero tomó el cigarrillo de
Andrew de la vereda y lo colocó entre sus labios. Volvió la cabeza para encontrarse
con la inquebrantable mirada de Andrew y colocó dos dedos contra su sien. Se sintió
como una victoria, aunque Neil no supo por qué.
Apagó el cigarrillo bajo la suela de su zapatilla y volvió a entrar.
Matt se encontraba en el sofá cuando Neil volvió a su habitación. La taza de
café había terminado de filtrarse y la taza caliente se sintió bien en las manos heladas
de Neil. Matt lo observó mientras se dirigía al sofá, probablemente buscando nuevas
heridas. Neil se sentó con todo el cuidado que pudo e inhaló el aroma de su bebida.
— ¿De qué hablábamos? — preguntó Neil.
Sueño de Pipa / Pipe Dream: Hace referencia a una utopía. Una fantasía imposible de conseguir.
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Traducción por:
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Traducción por:
2
Salir de la cama la mañana de miércoles representó un esfuerzo inhumano, algo
que Neil solo pudo lograr porque le importaba tanto sobrevivir como mantener sus
mentiras. Necesitaba que sus compañeros creyeran que estaba bien. Eso significaba
continuar el día como si la Navidad no hubiera existido. Se dio el tiempo suficiente
para bloquear sus pensamientos yendo por el trote más lento del mundo a lo largo de
la calle Perimeter. Cada paso envió oleadas de dolor a través de sus piernas y Neil se
encontraba entumecido de pies a cabeza para el momento que volvió a la Torre Fox.
Matt, que había desaparecido para ir al gimnasio incluso antes de que Neil se
levantara, lo estaba esperando en el living con una mirada incrédula en el rostro.
—Estás loco, ¿Lo sabías? Dime que no saliste.
— ¿A qué hora aterriza Dan? — preguntó Neil.
Por un momento Neil creyó que Matt no iba a seguirle el juego y dejarle
cambiar de tema. La boca de Matt se adelgazó en una línea de desaprobación. En vez
de darle un sermón, él dijo:
—Voy a ir a buscarla a las once y los llevaré directamente a la cancha. ¿Irás con
Andrew?
—Si— contestó Neil— El Entrenador quiere que Abby me revise antes del
reencuentro.
Neil se encerró en el baño para darse una ducha rápida. Secarse luego fue
incluso más doloroso que su trote de la mañana a pesar de sus esfuerzos de ser
cuidadoso. Se vistió a la velocidad de un caracol, haciendo muecas durante todo el
proceso, y se dio un minuto para recuperar el aliento al terminar. Tuvo tiempo para
poder un vendaje fresco sobre su tatuaje pero su corazón todavía bombeaba con fuerza
cuando dejó el calor húmedo del baño.
Matt se encontraba desparramado en el sofá con la televisión prendida cuando
Neil salió de su habitación completamente vestido. No dijo nada cuando Neil se fue,
quizás asumiendo que Neil estaba yendo hacia la habitación de los primos para
molestarlos. En vez de hacer eso, Neil dejó los dormitorios y tomó el camino tortuoso
hacia la calle Perimeter. Caminó lentamente por el campus había la biblioteca.
[28]
Traducción por:
—No le dije a nadie que iba a la biblioteca— dijo cuándo Andrew los llevó
hacia la calle.
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Traducción por:
Abby lo ayudó con las mangas y dejó con cuidado el sweater a un lado. Neil
eligió un lugar en la pared para mirar y se sentó en silencio mientras ella trabajaba.
Ella empezó en la parte superior, gentilmente deslizando sus dedos a través de su
cabello en busca de chichones ocultos, y luego comenzó a trabajar hacia abajo.
Wymack había revisado a Neil la mañana anterior, pero Abby quitó todos los vendajes
excepto el que tenía en la mejilla.
—Te dijo sobre mi tatuaje— adivinó Neil.
—Y esto— Abby deslizó sus pulgares por la suave piel bajo sus ojos.
—¿No preguntarás? — contestó Neil.
—He visto tus cicatrices, Neil. No estoy tan sorprendida como debería estarlo
de descubrir que no es lo único que ocultas. Quiero hacerlo, pero ya me dijiste una vez
que no me entrometiera.
Ella volvió a trabajar, pero pasó un largo tiempo hasta que terminó. Cuando
acabó de tratar su parte superior todavía debía ocuparse de sus piernas. Los alargados
moretones de sus piernas, consecuencia de raquetas pesadas, la tenían apretando sus
labios con furia. Había capas de ellos, los violetas frescos y los más viejos verdes y
amarillos. Las rodillas de Neil no se encontraban en un mejor estado, consecuencia de
caerse demasiadas veces.
—El entrenador no me dejará ir a la cancha hasta que lo permitas— dijo Neil—
¿Cuándo lo harás?
Abby lo miró como si estuviera hablando en un idioma extranjero.
—Podrás ponerte el equipo cuando no luzcas como si hubieras sido pisoteado en
el Derby*.
Derby: Carreras de caballos.
[31]
Traducción por:
hoy y ese entonces te dejaré en la banca por otra semana. ¿Lo entiendes? Usa esto para
descansar. Y cuando puedas, quítate las vendas. Necesitan airearse.
—Una semana— repitió Neil— eso no es justo.
—No— dijo Abby y acunó su rostro entre sus manos— No es justo. Nada de
esto lo es.
El dolor en su voz mató la discusión formándose en la garganta de Neil. Abby
volvió a observarlo, recorriendo sus cicatrices feroces y sus nuevas heridas con una
mirada desoladora.
—A veces creo que este trabajo va a matarme— admite Abby— Ver lo que la
gente le hizo, lo que continúan haciéndole, a mis Foxes. Desearía poder protegerlos,
pero siempre llego tarde. Todo lo que puedo hacer es curarlos y esperar lo mejor. Lo
siento Neil, debimos estar allí para ti.
—No los hubiera dejado estar— contesta Neil.
Abby lo rodeó con sus brazos y lo atrajo en un abrazo. Intentó ser cuidadosa, sin
embargo dolía igual. No fue el dolor lo que hizo que Neil permaneciera inmóvil, sino
la incertidumbre. Las únicas personas que lo habían abrazado fueron sus compañeros
de equipo, y eso habían sido abrazos rápidos luego de un buen juego. Su madre lo
había atraído hacia ella antes, pero usualmente sucedía cuando estaban ocultándose de
algunos ojos curiosos y ella quería ocultarlo con su cuerpo. Nunca lo había sostenido
como algo que debía ser protegido. Siempre había sido dura. Había sido feroz e
irrompible hasta el final.
Neil recordó la forma en que arañó el aire en busca de un último aliento.
Recordó el corte en su cuerpo donde la sangre había pegado su piel al algodón. Los
dedos de Neil temblaron ante la necesidad de un cigarrillo, ante la necesidad del olor
del cigarrillo que era tan horrible como reconfortante.
Todo lo que quedaba de ella era fuego. Ni siquiera había una pizca de ella en su
reflejo: cada parte de él se asemejaba a su padre.
Ella se había ido. Incluso aunque estuviera aquí, no lo hubiera consolado por
esto. No lo hubiera sostenido como si se encontrara a un respiro de caer en pedazos.
Hubiera limpiado sus heridas porque no podían arriesgarse a atrasarse debido a una
infección, pero le hubiera pegado por elegir a los Foxes por encima de su propia
[32]
Traducción por:
—Estábamos debatiendo qué pedir para almorzar. Abby dijo que ella llamará y
lo irá a buscar por nosotros así no tenemos que esperar al delivery. ¿Alguna
sugerencia?
—Lo que sea está bien— dijo Neil.
Alisson lo examinó con una mirada escéptica.
— ¿Podes masticar siquiera?
—Si— contestó Neil— ¿Dónde está Andrew?
—Lo vi cuando entramos— replicó Matt— Él y el Entrenador están hablando al
final del estacionamiento. Volviendo a conocerse, supongo. Espero que salga mejor
que su último primer encuentro.
—Aún te estoy hablando— dijo Alisson.
Neil recompensó su insistencia con otra evasiva:
— ¿Viste el banner de Seth?
Le llevó un momento absorber sus palabras, entonces Alisson estaba fuera de la
silla y se dirigió hacia la cancha en sus tacones multicolor de seis pulgadas. Por un
momento pareció que Dan iba a seguirla, pero cambió de opinión con una corta
sacudida de su cabeza.
— ¿Sándwiches o comida China? — le preguntó a Neil.
—Cualquiera de los dos está bien.
—Estoy con Alisson en el asunto de masticar— Nicky hizo un gesto hacia su
rostro, indicando los moretones adornando las mejillas y el mentón de Neil.
—Los fideos y el arroz son más suaves. Mejor comida China.
Matt se levantó y fue a darle aviso a Abby. Estaba volviendo cuando la puerta
exterior se cerró de golpe. Dan, a través de la habitación, se sentó algo más derecha y
le regaló a Renee una mirada significativa. Renee bajó su mano y entrelazó sus dedos
en su falda. No era la respuesta ansiosa que Dan esperaba, a juzgar por su ceño
fruncido de decepción, pero Dan no tuvo tiempo para hablar sobre ello antes de que
Andrew entrara a la sala.
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Traducción por:
[35]
Traducción por:
—No luzcas sorprendido— contestó Aaron— No eran las drogas las que lo
volvían loco.
—Hola, Andrew— dijo Renee.
Andrew no dijo nada, solo dirigió una mirada impasible en su dirección. Una
sonrisa complacida curvó los labios de Renee y ella asintió sutilmente, comprendiendo
y aceptando lo que sea que ella vio en la pesada mirada de Andrew. Aquel intercambio
de dos segundos fue su reunión; Andrew devolvió su atención a Neil en cuanto Renee
estuvo atendida.
Abby entró un momento después y titubeó con su cartera colgada a medio
camino sobre su hombro.
Miró desde la obvia furia de Dan hasta la tensa expresión de Matt y su nariz
sangrante. No tardó en unir las piezas, y se volteó para enfrentar a Andrew.
—Andrew— dijo ella— Bienvenido de vuelta. No fue lo mismo sin ti.
Andrew la observó en silencio. Abby esperó, luego comprendió que no iba a
obtener una respuesta. Observó incómoda al resto de los Foxes.
—La comida debería estar lista para cuando llegue allí. Volveré en seguida,
¿Okay? Traten de comportarse mientras no estoy.
—Gracias— contestó Dan.
Abby miró a Andrew por última vez y se fue. La puerta apenas se había cerrado
detrás de ella cuando Wymack entró. Neil se preguntó si había estado fumando o solo
perdiendo el tiempo, dejando que el equipo se adaptara a la abrupta reentrada de
Andrew y las heridas de Neil de la misma forma que los había dejado ante el luto de
Allison en Septiembre. Wymack torció una ceja a Matt, luego miró a Neil y Andrew.
— ¿No tuvimos una charla acerca de no matar a tus compañeros de equipo? —
preguntó Wymack. Andrew pretendió que no lo oyó, así que Wymack miró alrededor.
Le tomó un segundo notar que faltaba un Fox.
—Alisson estaba aquí hace un momento, ¿A dónde fue?
—Fue a ver las pancartas del campeonato— explicó Neil.
—Va a volver cuando termine de llorar— agregó Nicky.
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Traducción por:
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Traducción por:
Neil captó su mirada a través de la habitación. Neil miró a Andrew, tratando de medir
su estado de ánimo, y siguió su indiferente mirada hacia abajo.
Andrew había traído un cuchillo pequeño y lo estaba volteando una y otra vez
entre sus dedos. No era uno de los que tenía en sus bandas, pero Neil no estaba
sorprendido de no reconocerlo. Nunca había visto el mismo cuchillo dos veces.
—No es tan interesante— dice Andrew.
—No— coincide Neil.
No sabía cómo explicar las complicadas emociones que le producían los
elementos afilados. Su padre se llamaba el Carnicero por una razón. Su arma favorita
era una cuchilla de carnicero lo suficientemente pesada y afilada para cortar miembros
en un solo movimiento. Antes de la cuchilla Nathan solía usar un hacha. Aún la
mantenía a su alrededor cuando quería que alguien sufriera. El hacha ya no tenía tanto
filo así que necesitaba algo más de peso y esfuerzo para cortar a través del hueso. Neil
lo vio usarla una vez, el día que conoció a Riko y Kevin en el Estadio de Evermore.
—Es solo…— Neil intentó buscar las palabras, demasiado consciente de que la
conversación en la habitación se había calmado un poco. Los de los años superiores
estaban intentando escuchar sin ser demasiado obvios. Neil se conformó con la
explicación más general que pudo encontrar con la esperanza de que sus compañeros
lo confundieran con Riko— Nunca entendí por qué le gustan los cuchillos.
Unas palabras tan simples no deberían haber tenido la reacción que tuvieron.
Andrew se enderezó y miró hacia arriba, pero no miró a Neil. Miró a Renee, así que
Neil también lo hizo. Se había detenido a la mitad de la oración para mirar a Neil, pero
la Renee que lo estaba mirando no era la optimista de los Foxes.
Su dulce sonrisa se había ido y la mirada vacía de su rostro hizo que Neil
recordara a Andrew. Neil instintivamente se preparó para una pelea o huida. Antes de
que su cuerpo pudiera decidir qué hacer Renee dirigió su mirada inescrutable hacia
Andrew.
Ambos se miraron, silenciosos e inmóviles, indiferentes a las incrédulas miradas
que sus compañeros de equipo enviaban entre los dos. Andrew no dijo nada, pero
Renee alzó la barbilla. Andrew tarareó en respuesta y guardó el cuchillo.
—Perderá el gusto por ellos cuando tenga uno contra el cuello— dijo.
[38]
Traducción por:
tres años habían llegado a la tercera ronda antes de que los descalificaran. Neil volteó
la página y revisó la lista del equipo. Las siguientes cuatro páginas tenían el mismo
patrón para Belmonte y SUA.
—El lunes vamos a revisar su forma de juego en profundidad y a elaborar
estrategias— dijo Wymack— para ese entonces también tendré copias de todos sus
juegos de otoño en discos. Mírenlos en su tiempo libre si tienen curiosidad. Con una
excepción, no voy a perder tiempo en las prácticas para mostrarles más que algunos
momentos destacados.
“Hay una semana de descanso entre la primera ronda y el primer conjunto de
partidos a muerte— Continuó Wymack— La mala noticia es que no sabremos contra
quien jugamos hasta Febrero. La buena noticia: este año los Tres Grandes se
encuentran en el mismo grupo. Tienen que enfrentarse entre ellos en la tercera ronda.
Por primera vez en seis años uno de ellos será descalificado antes de las semifinales.
—Oh, cielos— dijo Dan, sorprendida— Eso es afortunado.
—Apuesto que Penn será el primero en caer— dijo Nicky.
—No lo hagas— dijo Kevin antes de que alguien más pudiera apostar— No
importa quién es eliminado; no estamos ni siquiera cerca de ser capaces de enfrentar a
alguno de ellos. ¿Por cuánto tiempo estará Neil en la banca?
—Una semana— contestó Neil con algo de resentimiento— Abby no va a
reconsiderarlo hasta el próximo martes.
—Generoso— agregó Dan— Yo te hubiera dejado en la banca por toda la
primera ronda.
—Estoy bien, puedo jugar— contestó Neil.
Kevin se inclinó detrás de Andrew para golpear la parte trasera de la cabeza de
Neil. Cada extraña pizca de la simpatía que le había mostrado ayer había
desaparecido; respondió a la fastidiada mirada de Neil con una expresión feroz y
escupió:
—Te advertí ayer acerca de no mentir sobre tu salud. Te necesitamos en la
cancha, pero no si vas a arrastrarnos contigo. En la forma que te encuentras ahora
serías una completa pérdida de tiempo.
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Traducción por:
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Traducción por:
Ella levantó dos paquetes pequeños a la vez, uno a cada lado de su rostro, y
buscó los tonos que más cerca se encontraran de coincidir con el de Neil. Era capaz de
descartar algunos en seguida. Otros debían ser colocados a un lado para una segunda
inspección. Finalmente se quedó con tres, y se puso a trabajar cubriendo los moretones
adornando su garganta y su rostro. Renee y Dan se colocaron detrás del sofá para verla
trabajar.
Neil no se arriesgó a hacer enojar a Allison para mirarlas, pero casi podía sentir
a Dan apretando los dientes.
— ¿Por qué? —demandó Dan finalmente— ¿Qué esperaba ganar? ¿Por qué lo
hizo?
—Dan— dijo Renee en una calma reprimenda— Lo prometimos.
—Tú lo prometiste— contestó Dan.
Neil las hubiera dejado discutir, pero Dan no estaba desafiando a su decisión.
—Para llegar a Kevin. — dijo y Allison bajó las manos de su cara. Neil miró a
Dan. — ¿Lo sabías? Kevin está con los Foxes hace un año, pero aún tiene una
habitación en el Nido de los Ravens. Riko ni siquiera tiró sus cosas escolares.
Interesante, ¿Verdad? Riko amenaza y desprecia a Kevin siempre que puede, pero no
puede dejarlo ir. Está tan obsesionado con Kevin como Kevin lo está con él.
“Ahora Kevin está empezando a olvidarlo— continuó Neil— Cuando
enfrentamos a los Ravens en Octubre a Kevin se preocupó más por nosotros que por
tener a Riko detrás de él. Nos eligió por encima de él ese día, y eso es imperdonable.
Riko es el Rey. Él no puede ser despreciado, minimizado o superado. Así que se llevó
a la gente en la que Kevin se apoyaba. Quería que le temamos e infectar a Kevin con
esas dudas.
Dan bufó groseramente.
—Qué imbécil incompetente.
—Gracias— dijo Neil. Dan pareció perdida ante sus palabras, así que Neil
agregó— Por no preguntarme si funcionó.
—Por supuesto que no funcionó— replicó Allison— No le temes a Andrew,
¿Por qué le temerías a Riko? Solo es otro ruidoso niño mimado con problemas de ira.
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Traducción por:
Ahora mira hacia adelante y déjame trabajar. No te dije que podías mirar hacia otra
parte.
Neil volvió a su posición y se mantuvo congelado hasta que terminó. Ella se
inclinó hacia atrás para darle una mirada escrutadora y luego se levantó para agarrar el
espejo de su mesa. El estómago de Neil se revolvió al verla traerlo hacia él. Neil lo
tomó de su mano extendida pero dejó que el vidrio descansara sobre sus piernas.
Alisson le indicó que echara un vistazo. Neil sacudió la cabeza.
—Si dices que está bien, entonces te creo— dijo.
— ¿No estás asustado de Riko, pero estás asustado de tu propio reflejo? —
Allison cruzó ambos brazos sobre su pecho y lo miró con pena. — Eres un chico
arruinado, ¿Te salió naturalmente o te lo hicieron tus padres?
Dan se metió antes de que Neil pudiera reaccionar.
—Se ve bien. Si alguien se acerca mucho probablemente notará que estás
usando maquillaje, pero no creo que nadie pregunte. Desde aquí ni siquiera puedo
notarlo. Tendrás que venir después de las mañanas de práctica para que te preparemos
para tus clases hasta que el desastre se desvanezca, ¿Tienes clases a las nueve este
semestre?
—No, llegué justo a tiempo con mucha frecuencia en otoño. — A Allison, Neil
le dijo— Gracias. Ni siquiera se me hubiera ocurrido intentar hacer esto. Parece un
truco útil.
—Lo es. Lo aprendí para mantener a los paparazzi alejados de mí cuando
empecé a jugar. No lo he necesitado desde entonces, pero nunca olvido un buen tip de
moda. — Allison levantó un hombro en un encogimiento— Úsalo a modo de prueba y
ve a comprar tus libros de texto. Ahora, preferiblemente, Dan está esperando para
tomar tu habitación.
—No es su habitación en lo que estoy interesada. — dijo Dan.
Neil acomodó el espejo a un lado y se levantó del sofá.
—Me voy.
—Ah y, ¿Neil? — dijo Dan cuando Neil alcanzó la puerta. Neil dejó que su
mano se aferrara al mango de la puerta y la miró. — Si quieres hablar acerca de ello,
[45]
Traducción por:
de lo que sea, o…— ella gestualizó hacia el costado de su cabeza, quizás refiriéndose
al abrupto cambio de imagen de Neil. — Sabes que estamos aquí para ti, ¿Verdad?
—Lo sé— contestó Neil— Quizás Luego. ¿Me mandarás un mensaje cuando
pueda volver?
—Quizás sí. Quizás no.
Neil sacudió la cabeza y se fue. Cerró la puerta detrás de él y se dirigió hacia el
pasillo. Estaba cansado y adolorido y nada emocionado por una semana fuera de la
cancha, pero nada de eso importaba ahora.
—Estamos bien— le dijo al pasillo vacío— Vamos a estar bien.
Los Foxes estarían bien, al menos, y eso era más que suficiente.
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Traducción por:
3
Neil esperaba sentirse abandonado por tener prohibido ir al gimnasio el martes
por la mañana, pero Wymack le dio uno de los partidos más interesantes de UT para
mirar. Wymack miraba un juego distinto en su oficina, y los dos se reunieron luego
para discutir el estilo de juego de los distintos jugadores. Las chicas lo llevaron desde
el estadio ya que Allison tenía que volver a maquillar su rostro. Ésta vez fue más
rápido ya que Allison sabía lo que estaba haciendo y ya sabía qué colores utilizar.
Las clases fueron un borrón; Neil pasó más tiempo preocupándose porque la
gente pudiera notar el maquillaje de Allison que prestándoles atención a sus
profesores. Fue un alivio cuando pudo salir de su clase a la una y cuarenta y cinco y
Neil pudo volver a la Torre Fox. Matt no se encontraba allí cuando Neil entró a la
suite. Una mirada a su horario de clases en la puerta de la heladera dejó en claro que
no volvería hasta que fuera casi la hora de irse.
Neil descargó su mochila en la mesa. El estante debajo de su mesa contenía el
libro de matemáticas del semestre pasado y libros de español. Retiró sus apuntes de
matemáticas del estante, le quitó el polvo a la carpeta, y se sentó a repasar. Casi todo
era ligeramente familiar, pero cuanto más avanzaba más comenzaba a recordar. Neil
tenía el deprimente presentimiento de que sabía cómo iba a pasar su in de semana.
A las tres menos cuarto Neil se encontró con Andrew y su grupo para su viaje al
estadio. Los Foxes usualmente viajaban a las prácticas en dos grupos. Hoy fueron en
tres autos ya que debían ir y venir desde el estadio hacia Reddin Hall a lo largo de la
mañana de prácticas. Andrew y Kevin serían los primeros con Betsy Dobson e iban a
ir directamente así que Aaron y Nicky se subieron a la parte trasera de la camioneta de
Matt junto con Renee. Neil no creía ser capaz de trepar hasta allí sin herir algún
músculo, pero no tenía que preocuparse. Allison lo metió en su convertible rosa en
cuanto Neil estuvo a su alcance.
Neil se preparó para las preguntas, pero Allison no le habló en todo el camino.
Neil le dio las gracias mientras salía, obtuvo una mirada confusa en respuesta, y
esperó en el cordón de la vereda hasta que el resto llegara.
La práctica de la tarde fue tan mala como esperaba que lo fuera. Tomó el disco
que Wymack le había ofrecido pero se mantuvo perdido en el pasillo mientras sus
[47]
Traducción por:
compañeros se cambiaban. Los observó dirigirse al estadio para precalentar y tuvo que
resistir el impulso de seguirlos. Sentarse en el sofá tomó cada pizca de autocontrol que
le quedaba, y esperaba que el juego pudiera distraerlo. Funcionó hasta que los Foxes
volvieron al vestidor para quitarse el equipo. Neil dejó de prestarle atención a lo que
sucedía en la pantalla, en vez de eso, miró a través de la pared.
—Concéntrate— dijo Wymack en algún punto detrás de él.
—Lo estoy— mintió Neil.
—Hicieron un punto imposible y ni siquiera pestañeaste— replicó Wymack.
Neil miró de vuelta a la TV y vio que los puntos habían subido. La multitud se
estaba volviendo loca en el fondo.
—Debería estar en la cancha.
—Lo estarás— contestó Wymack— La próxima semana, cuando estés en mejor
estado. No te matará quedarte fuera por unos días. Podría matarte si te lastimas algo y
te hieres de forma permanente. Yo definitivamente te mataré si haces que nos eliminen
solo porque eres impaciente. Míralo así si es necesario: tus compañeros están jugando
a intentar alcanzarlos ahora. Tuviste dos semanas de práctica en las vacaciones
mientras ellos estaban tonteando y sin hacer nada. Estás adelantado.
—Kevin practicó— dijo Neil— Matt dijo que fue a la cancha del barrio todos
los días.
—Es uno de ocho.
—No puedo permitirme tomarme el tiempo libre. Todos son mejores que yo y
tienen suplentes.
—Tienen más experiencia y tienen distintas capacidades que las tuyas—
contestó Wymack— pero eres cien veces mejor ahora de lo que era en Mayo. No te
tires abajo. Ahora enfócate. Voy a necesitar unas buenas notas cuando te vayas hoy.
Neil volvió a levantar su lápiz con cierta conformidad y Wymack se fue.
Se encontraba a la mitad del segundo juego cuando fue la hora de ir a Reddin.
Ésta vez iba tercero y lo habían emparejado con Aaron. Neil manejó, de alguna
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Traducción por:
manera resistió el impulso de preguntar cuándo fue la última vez que viajó en el
asiento del pasajero. No ganaría nada con antagonizar a Aaron.
Era demasiado temprano para que los estudiantes fueran al centro médico, así
que Neil encontró un lugar para estacionar cerca de la puerta. Pasaron la recepción
principal y fueron hacia el final del pasillo hasta la oficina del consejero. Antes de que
Neil pudiera preguntar quién debía ir primero, Aaron siguió a hacia la oficina de Betsy
fuera de vista. Neil se hundió en una de las mullidas sillas para esperar.
No quería pensar en la sesión pero tampoco quería pensar en los Foxes
practicando sin él, así que revisó sus mensajes. La mayoría eran de Nicky:
comentarios aleatorios acerca de las cosas que vio en Nueva York, preguntas sobre
Millport, e intermitentes demandas que le exigían a Neil que dejara de ignorarlo.
Renee le envió saludos dos veces y Allison una vez, en un grupo el día de
Navidad.
Kevin solo le envió un mensaje a Neil una vez, el día que Neil fue a Evermore.
Neil se lo había perdido por un par de minutos; había sido enviado cuando Neil subió
al avión. Neil leyó el mensaje de seis palabras cuatro veces: “Jean te ayudará si lo
ayudas”.
Neil solo se había sentido disgustado por Jean durante los primeros días y el
mensaje de Kevin no hubiera servido de nada en ese entonces, pero entonces entendió
en retrospectiva. Jean era un cómplice de la horrible verdad que eran los Moriyamas,
ya que él había sido vendido a Tetsuji hacía años para pagar una deuda a la cabeza de
la familia. Jean odiaba su suerte en esta vida, pero ya ni siquiera pensaba en luchar de
vuelta. No era un rebelde; era un sobreviviente. Hacía lo que sea necesario para
sobrevivir el día.
A veces significaba vigilar a Neil. Jean se mantuvo en guardia sin pestañear
mientras Riko destrozó a Neil una y otra vez, pero siempre había estado allí para poner
a Neil de pie de vuelta luego. Eran compañeros en la cancha de los Ravens, lo cual
significaba que sus éxitos y fracasos impactaban directamente en el otro. Jean era un
aliado cuestionable pero era el único Raven que estuvo allí para Neil. Era egoísmo, no
amabilidad, pero había sido suficiente para mantener a Neil con vida.
Neil había sobrevivido y había salido de allí. Kevin había escapado cuando su
vida se vino abajo a su alrededor. Jean seguía allí, intentando mantenerse entero lo
mejor que podía. Neil se preguntó cuánto le costó verlos partir: si los creyó estúpidos
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Traducción por:
por desafiar al Maestro o si una pequeña parte de él estaba celosa de que hubiera
encontrado la forma de escapar. Neil se preguntó si le importaba. Era más seguro y
más astuto no hacerlo. Si Jean no estaba dispuesto a pelear de vuelta, si no tenía nada
por qué pelear, no había nada ni nadie que pudiera hacerlo por él.
Un recuerdo perdido lo distrajo, casi a su alcance. Neil intentó concentrarse en
él, pero pensar en Jean lo había recordar el abuso de Riko. Neil lo apartó y siguió
mirando el resto de sus mensajes. Dan y Matt lo habían saludado varias veces. El
único mensaje de Aaron fue el último que le enviaron a Neil antes del intercambio de
saludos de Año Nuevo: “No le hables a Andrew sobre Katelyn”.
Katelyn y Aaron se habían escabullido durante la mayor parte del semestre de
otoño, evitándose durante los juegos y encontrándose en la librería entre clases. Una
vez que Andrew se comprometió a dejar que Katelyn fuera un personaje recurrente en
sus vidas, cenar con Aaron varias veces por semana y viniendo al dormitorio
ocasionalmente. Era extraño que estuvieran volviendo a andar en secreto y Neil se
preguntó vagamente cómo Katelyn había reaccionado a la decisión. Quizás Aaron le
dijo cuánto Andrew la odiaba. Podría no estar feliz, pero al menos estaba viva y a
salvo.
El click en la puerta lo distrajo de sus pensamientos. Neil miró la hora y cerró
los mensajes. La reticencia, más que el dolor, hizo que se pusiera lentamente de pie
cuando Aaron regresó. Betsy siguió a Aaron hasta la entrada y saludó a Neil con una
cálida sonrisa.
—Hola, Neil.
Él la siguió por el pasillo hasta su oficina y pasó por su lado para entrar primero.
La habitación lucía igual que en Agosto, desde los perfectamente acomodados cojines
sobre el sofá hasta las figuras de cristal alineadas sobre sus estantes. Se sentó en el
sofá y observó a Betsy cerrar la puerta detrás de ella. Se tomó un momento para
mezclar algo de chocolate caliente y lo miró.
—Tengo té caliente, si quieres. Recuerdo que me dijiste que no te gustaba lo
dulce.
—Estoy bien.
Betsy se sentó en un sitio opuesto al de él.
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Traducción por:
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Traducción por:
—No considero que esto sea una pérdida de tiempo, pero lo siento si esto está
disminuyendo tu tiempo en la cancha— ella le dio un tiempo para contestar, luego
dijo— Feliz Año Nuevo, por cierto. Olvidé decirlo. ¿Cómo estuvieron tus vacaciones?
Allí estaba la pregunta que él esperaba y temía. No sabía qué tanto le habían
dicho sus compañeros de equipo, ella comenzaría a cuestionar todo lo que él le había
dicho hasta el momento. Neil se debatió entre las posibles consecuencias y decidió
arriesgarse. Solo debía a ver a Betsy una vez por semestre después de todo: ésta sería
la última vez que se sentaría con ella cara a cara. Podía pensar de él lo que quisiera.
—Estuvieron bien— dijo Neil.
— ¿Nieva en Arizona?
—De vez en cuando. Consideran una pulgada y media de nieve como una
tormenta.
—Oh cielos— contestó Betsy. — Recuerdo cuando tuvimos que desempolvar
hace unos años. Me crucé con una mujer joven en camino al campus. Estaba hablando
por teléfono; había llamado para preguntarle a alguien si nevaba allí. Quería
preguntarle de dónde era pero sería invasivo.
No había hecho una pregunta, así que Neil no dijo nada. Betsy tampoco dijo
nada, sin embargo tomó un sorbo de su chocolatada. Neil resistió el impulso de mirar
el reloj. No quería saber que tan poco tiempo había pasado.
— ¿No me hablarás? — preguntó Betsy finalmente.
— ¿De qué quieres que hable? — contestó Neil.
—Lo que sea— declaró ella. — Es tu tiempo.
— ¿Lo que sea? — repitió Neil. Cuando ella asintió alentadoramente, Neil
procedió a hablarle sobre los partidos de UT que había estado observando. Era
totalmente impersonal y definitivamente no lo que ella esperaba pero Betsy no lo
interrumpió y fue lo suficientemente agraciada como para no lucir aburrida. Ella bebió
su chocolatada y lo escuchó como si fuera la historia más importante que había oído
en todo el día.
Por algún motivo, eso hizo que a Neil le agradara incluso menos, sin embargo
no se detuvo.
[52]
Traducción por:
Finalmente fue libre de irse. Se fue de allí, buscando antes a Aaron en la sala de
espera, y se dirigió hacia el auto. Estaban a mitad del estadio cuando Aaron habló.
—No le dije.
Eran los únicos en el auto, pero le tomó un momento a Neil darse cuenta de que
le estaba hablando a él. Miró a Aaron, pero Aaron estaba mirando por la ventana del
pasajero.
—Yo tampoco— contestó Neil.
—Te preguntó sobre Andrew.
No era una pregunta, sin embargo Neil contestó:
—Sí, ¿A ti también?
—Ya no me pregunta nada— contestó Aaron— Sabe que no tiene sentido.
Nunca le dije nada.
Neil imaginó sentarse en un silencio sepulcral mientras Betsy hablaba sobre
algún tema u otro. Era a la vez inspirador e inquietante. No sabía si él podría soportar
media hora de eso.
—Ojalá hubiera pensado en eso. En vez de eso, le di un resumen de los logros
de UT.
—Predecible— dijo Aaron.
Neil se preguntó cómo Andrew mataba el tiempo. Mientras estuvo en su
medicación había sido forzado a tener sesiones semanales con Betsy. Neil no sabía si
seguiría haciéndolas. Estaba más interesado en como la visión de Andrew en Betsy iba
a cambar. Andrew parecía extrañamente tolerante con ella el año pasado, hasta el
punto que aceptaba recibir mensajes de ella fuera de sus sesiones. Sin embargo, sus
drogas eufóricas probablemente hacían que cualquiera fuera más fácil de tolerar.
Neil ocupó el mismo lugar de estacionamiento en el que había encontrado el
auto. Volvió a su lugar en el sofá y Aaron continuó hacia los vestuarios para buscar su
equipo de juego. Neil intentó no envidiar su buena salud y casi lo logró.
El partido de UT era una buena distracción para su injustificada irritación, pero
Neil dejó de prestarle atención al juego cuando Renee y Allison pasaron por su lado
[53]
Traducción por:
unos minutos más tarde. Neil las observó avanzar por la habitación, lo pensó dos
veces, y luego pausó el juego.
— ¿Renee?
Las dos se detuvieron, pero Allison no se quedó por mucho tiempo. Cuando se
fue Renee se acercó y se sentó con Neil, lo suficientemente cerca para ofrecer un
reconforte silencioso pero lo suficientemente lejos para que Neil pudiera tener su
espacio.
— ¿Qué dije ayer? — Le preguntó Neil— ¿Por qué reaccionaste así?
No le tomó mucho tiempo recordar.
—Sobre los cuchillos, te refieres. — Cuando Neil asintió, ella volteó sus manos
y observó sus palmas— ¿Recuerdas que te dije que estuve en una pandilla? Había un
hombre allí que encontró la forma de herirme. Le gustaban los cuchillos y mantenía
una docena de ellos consigo todo el tiempo. No podía defenderme por mi misma a
través de métodos normales, así que también aprendí a pelear con cuchillos. Practiqué
por un año antes de vencerlo.
—Vencerlo.
Renee contempló la palabra por unos momentos antes de decir:
—No sobrevivió a la pelea. Mi Jefe me ayudó a plantar el cuerpo para
atribuírselo a una pandilla rival y fui promovida. Conservé mis cuchillos durante mi
juicio y mi adopción. Quería recordar de las cosas oscuras que soy capaz de hacer y de
la oscuridad que soy capaz de sobrevivir.
—Hiciste lo que debías hacer— contestó Neil— Si vivía hubiera vuelto por ti.
—Lo sé. — Contestó Renee, suave— Hubo otras chicas antes de que yo llamara
su atención; habrían chicas luego de que me fuera. Pero no lo hice por un bien mayor.
Lo hice porque me hizo daño personalmente y no quería tenerle miedo nunca más. Me
arrepiento más por lo que me hizo a mí de lo que me arrepiento por matarle. No sentí
horror al verlo morir. Estaba orgullosa de lo que le hice.
“Le dije a Andrew lo que hice. — Continuó Renee— Al día siguiente mientras
estaba en clases él irrumpió en mi habitación y tomó mis cuchillos. Cuando le dije que
me los devolviera, dijo que me estaba mintiendo a mí misma. Si quisiera recordarlo,
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Traducción por:
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Traducción por:
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Traducción por:
—Yo tampoco lo hacía hasta que vine aquí. — Replicó Neil— Te di una
oportunidad cuando decidí quedarme. Me diste una oportunidad cuando me confiaste a
Kevin. ¿Es tan difícil apoyarlos cuando estuvieron contigo durante todo este tiempo?
— ¿Qué me darás a cambio de mi cooperación? — preguntó Andrew.
— ¿Porque la venganza no es suficiente? — preguntó Neil. — ¿Qué haría falta?
Andrew no tuvo que pensarlo mucho.
—Muéstrame tus cicatrices.
No era lo que Neil esperaba, lo cual era probablemente el motivo por el cual
Andrew lo había pedido. Neil abrió la boca para protestar, pero las palabras murieron
en su garganta. Wymack y Abby ya las habían visto, y los Foxes sabían que estaban
allí. Había puesto la mano de Andrew en su piel arruinada en Noviembre para ganar su
confianza. Neil le había prometido a Andrew las partes faltantes de su verdad si
sobrevivían el año. No había pensado que Andrew se conformaría con verlas.
— ¿Cuándo? — dijo, al final.
—Mañana iremos a Columbia— dijo Andrew— Ahora ve con el entrenador y
dile que recuerde su paga. No le dejaré salirse con la suya una segunda vez.
Neil no entendía, pero asintió y se fue. Los Foxes esperaron hasta que la puerta
estuvo cerrada antes de volver a jugar. La siguiente vez que Kevin envió un tiro hacia
el arco, Andrew envió la pelota hacia el final opuesto de la cancha. Neil tenía el
presentimiento de que los Foxes se arrepentirían de su intervención. Esto era más
seguro, pero ahora Dan y Kevin tenían que ir a buscar la pelota cada vez que Andrew
la desviaba.
Neil volvió con Wymack y le entregó el mensaje de Andrew. Esperaba que
desviara la amenaza de Andrew sin darle importancia. No esperaba el bufido divertido
y seco de Wymack.
—Sólo prométeme que esto no será un problema.
— ¿Qué cosa? — preguntó Neil.
—No sé si te estás haciendo el estúpido para molestarme o si realmente eres
tonto. — contestó Wymack. Cuando Neil lo miró sin comprender, Wymack frotó sus
[58]
Traducción por:
muerte, demasiado asustado para quitárselo. Su madre lo había acosado para que se lo
quitara el tiempo suficiente para poder lavarlo.
—Alguien te disparó— dijo Andrew.
—Te dije que alguien estaba detrás de mí.
—Esto— Andrew enterró sus dedos aún más profundo en la marca de la
plancha— no es de una vida huyendo.
—Mi padre me la dio. Unas personas llegaron haciendo preguntas sobre su
trabajo. No dije nada, pero tampoco me quedé lo suficientemente quieto. Me golpeó
en cuanto cerraron la puerta detrás de ellos. Es por eso que te di “Abram” — explicó
Neil— No quiero darte el nombre de mi padre porque no quiero que nadie me vuelva a
llamar así jamás. Lo odiaba.
Andrew se quedó en silencio por un largo tiempo, luego bajó su mano a través
de los cortes en el estómago de Neil.
—Renee dijo que rechazaste sus cuchillos. Un magneto de la muerte como tú no
debería caminar por ahí desarmado.
—No lo estoy. — Contestó Neil— ¿No ibas a cuidar mi espalda este año? —
Andrew volvió a mirarlo, su expresión ilegible. No dijo nada, así que Neil insistió
diciendo:
—No eres realmente un sociópata, ¿Verdad?
—Nunca dije que lo fuera.
—Dejas que digan eso sobre ti— dijo Neil— Nunca los corregiste.
Andrew le restó importancia.
—Lo que la gente quiera pensar de mí no es mi problema.
— ¿El entrenador sabe?
—Por supuesto que lo sabe.
—Entonces, tu medicina— pregunta Neil— ¿Esas pastillas eran realmente anti-
psicóticos?
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Traducción por:
—Haces muchas preguntas. — dijo Neil, y dejó a Neil a solas para que se
vistiera.
Cuando terminó, Neil encontró al grupo de Andrew en el pasillo. Nicky le dio
una sonrisa dientuda de aprobación al ver cómo le quedaba su ropa nueva. Aaron
apenas lo miró. Kevin revisó el rostro de Neil por si su maquillaje se había corrido en
algún punto pero no dijo nada. Andrew solo esperó el tiempo suficiente como para
escuchar la puerta trabarse y se dirigió hacia las escaleras. Tenía dos cigarrillos
encendidos antes de que alcanzaran el Segundo piso, y pasó uno por encima de su
hombro hacia Neil. Neil lo sostuvo hasta que llegaron al auto.
Nicky le envió una mirada extrañada mientras abría la puerta trasera.
—No fumas.
—No— coincidió Neil, y apagó el cigarrillo con la suela de su zapato. Guardó
la otra mitad del cigarrillo para después. Se metió en el asiento del pasajero antes de
que Nicky pudiera preguntar y se puso el cinturón. Los otros no tardaron en subir al
auto, y Andrew arrancó en cuanto la última puerta se cerró.
Neil hubiera estado feliz de no volver a Columbia nunca más luego de lo
sucedido en Noviembre, pero los otros parecían impasibles. Estacionaron en el
estacionamiento de Sweetie’s como si nada malo hubiera sucedido en aquella ciudad y
se acomodaron en la primera mesa disponible. Nicky habló sobre sus clases, pero Neil
no podía concentrarse en sus palabras. Las hizo entrar por un oído y las dejó salir por
el otro mientras comió su helado en silencio.
Eden’s Twilight estaba tan lleno como siempre. Un portero se encontraba
sentado en un banco mientras chequeaba las identificaciones mientras otro se
encontraba junto a la puerta. El primero se puso de pie en cuanto vio el auto de
Andrew contra la vereda. Neil se mantuvo atrás mientras Nicky y Aaron
intercambiaban saludos vigorosos y palmadas en la espalda.
Uno de los guardaespaldas le dijo algo a Aaron, su voz baja pero su expresión
intensa. Neil supuso que era una promesa de apoyo en el juicio que se avecinaba, a
juzgar por la mirada agradecida en el rostro de Aaron. ´Neil miró a Andrew, que
estaba esperando en el asiento del conductor por un pase VIP de estacionamiento, pero
Andrew estaba mirando el tráfico en vez del espectáculo en la puerta. Finalmente
Nicky consiguió un pase gracias a uno de los porteros y se lo entregó.
[61]
Traducción por:
Andrew se fue en el auto mientras los otros se dirigieron hacia adentro. Neil
siguió a Kevin a través de la multitud, empujando a los cuerpos transpirados y
haciendo una pequeña mueca ante la música estruendosa que salía por los parlantes.
No había ninguna mesa vacía, así que terminaron contra la barra del bar. No pasó
mucho tiempo hasta que Roland los vio y casi dejó caer su batidor de cocteles. En
cuanto terminó sus pedidos se dirigió en línea recta hacia ellos.
—Maldita sea— dijo— Estaba comenzando a pensar que no volverlos.
—Como si pudiéramos mantenernos lejos para siempre— dijo Nicky— Es solo
que no sería lo mismo sin Andrew.
— ¿Andrew ya salió? — Preguntó Roland con un alivio evidente— Nos mató
cuando oímos las noticias. Desearía que hubiéramos podido hacer algo, lo que sea.
Tú— dijo, mirando a Aaron— eres un héroe. Te cubrimos, ¿Entiendes? Si intentan
decretarte alguno de esos cargos de mierda marcharemos hasta la corte. Ese tipo
merecía lo que le tocó y todos lo sabemos.
—Gracias— dijo Aaron.
Roland les sirvió una ronda de shots. Había visto a Neil una docena de veces
antes y sabía que no bebía, pero puso un shot a medio camino entre él y Neil en caso
de que Neil sintiera ganas de celebrar. Neil lo dejó allí y los observó beber. Roland
había iniciado una segunda ronda para el momento en el que Andrew se unió a ellos.
Andrew se deslizó con cuidado entre el estrecho espacio entre Kevin y Neil.
—Bienvenidos de vuelta a la tierra de la libertad— dijo Roland— Diría “y los
sobrios”, pero sabemos que eso no durará mucho. Salud.
Vaciaron sus shots con facilidad. Roland comenzó a armar su bandeja usual.
Estaba por terminar cuando finalmente se habilitó una mesa. Neil se quedó con
Andrew mientras el resto fue a reclamarla. Andrew bebió el shot de Neil cuando lo
vio. Roland pausó entre bebidas para volver a llenarlo. Ésta vez lo deslizó un poco
más cerca de Neil.
—Déjate llevar un poco. Es una ocasión especial— dijo Roland.
—Es el final de siete semanas de trabajo duro— contestó Neil.
Andrew no perdió el tiempo discutiendo. Tomó el segundo shot de Neil y
Roland no intentó servirle un tercero. Cuando Roland terminó de mezclar las bebidas,
[62]
Traducción por:
Neil abrió un camino para que Andrew pudiera llevar la bandeja. Los otros se
abalanzaron sobre ellas, pero Andrew bebió su parte más lento de lo que Neil lo había
visto jamás. Neil asumió que su tolerancia se había ido a la basura luego de dos meses
sin beber. Le había dicho a Neil el año pasado que sabía cuáles eran sus limitaciones.
Eso hizo que Neil se preguntara si alguna vez Aaron y Nicky habían visto a Andrew
borracho. Por algún motivo, lo dudaba.
Se tragaron el polvo de galletas en grupo, Aaron y Nicky desaparecieron. Kevin
continuó haciendo incursiones hacia las bebidas. Andrew observó la multitud y bebió
su trago a la velocidad de una tortuga. Neil no sabía qué decirles, así que decidió
mantenerse ocupado. Quitó los vasos llenos de la bandeja y los cambió por los vacíos
para luego dirigirse hacia el bar. Roland lo atendió en cuanto pudo. Neil dobló ambos
brazos sobre la mesada del bar y observó a Roland mezclar la siguiente ronda.
—Así que Andrew finalmente accedió, ¿Eh? — Dijo Roland— Eso luce
bastante mal.
Neil casi alcanzó su rostro, pero Roland estaba mirando sus muñecas. La nueva
remera de Neil era de mangas largas, pero estaba hecha de un material ligero para no
estar tan abrigado dentro del lleno club. El final se había deslizado por sus antebrazos
un poco cuando dobló los brazos. Él bajo las mangas, sabiendo que era demasiado
tarde para ocultar las laceraciones a medio curar. Mientras lo hacía notó que el
retumbar en las palabras de Roland era una risa contenida.
Roland le dio una sonrisa de disculpas cuando Neil frunció el entrecejo hacia él.
—Me preguntaba si estar limpio curaría todas esas reglas de no tocar que tiene.
Tiene sentido que no lo haga, ahora que sabemos sobre…
Roland sacudió la cabeza y visiblemente se obligó a cambiar su enojo.
—No sé si decir “gracias” por aliviar mi curiosidad o “perdón”. Es obvio que la
sobriedad ha empeorado el problema. Solo para que sepas, hacen esposas acolchadas.
Deberías buscarlas.
—El problema— repitió Neil, perdido— ¿Qué regla de no tocar?
Roland pareció sorprendido, luego confundido.
— ¿No lo sabes? Pero entonces…
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Traducción por:
—Las obtuve en una pelea— explicó Neil— ¿Por qué Andrew me haría esto?
—Uh, no lo sabes— dijo Roland de nuevo, ya no era una pregunta pero un
receso en la conversación. — ¿Sabes qué? Olvida que dije algo. No, en serio. — dijo
cuándo Neil abrió la boca para discutir— Hey, aquí. Tus bebidas están listas. Tengo
que chequear al resto de mis clientes.
Desapareció antes de que Neil pudiera decir más que “¿Qué?”. Neil lo observó,
pero no había respuestas en él. Tomó la bandeja con manos inestables y la llevó de
vuelta a la mesa.
Quería que Kevin se fuera, pero Andrew no lo dejaría ir lejos sin un guardia.
Por suerte, Kevin no podía hablar una palabra en alemán. Neil se sentó de
costado en su silla, enfrentando a Andrew, y dijo:
— ¿Por qué Roland cree que me estás atando?
Andrew detuvo su vaso a mitad de camino hacia su boca, dudoso. Miró las
manos de Neil donde se encontraban aferradas al borde del asiento entre sus rodillas.
Neil no miró si las líneas furiosas se veían de nuevo. No se soltó por completo pero
golpeó sus dedos a un ritmo irregular. Pareció una eternidad antes de que arrastrara su
mirada hacia arriba de las manos de Neil a su rostro.
—Probablemente cree que eres tan malo siguiendo órdenes como él— explicó
Andrew— Roland sabe que no me gusta que me toquen.
—Eso no responde a mi pregunta.
—Es la respuesta— dijo Andrew— Reformula la pregunta si no te gusta.
—Quiero jugar otra ronda— contestó Neil— ¿Qué está fuera de la paga del
Entrenador?
Andrew volteó su asiento para enfrentar a Neil y dejó caer su codo en la parte
trasera de su silla. Acunó su cara en su mano y consideró a Neil. No parecía en
absoluto molesto por el repentino interrogatorio pero esa calma no sirvió para aliviar
la sensación que roía el estómago de Neil.
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Traducción por:
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Traducción por:
4
El lunes Kevin retomó las prácticas nocturnas de nuevo, pero se negó a dejar ir a
Neil. La tarde del martes, Abby permitió a regañadientes que Neil volviera a la
cancha, siempre y cuando jugara sin mucha agresión. Neil apenas se quedó el tiempo
suficiente para escuchar el “de acuerdo” y se fue a buscar su equipo. Los Foxes ya se
encontraban en la cancha, ya que Abby había llegado casi dos horas más tarde a la
práctica, pero Dan hizo que detuvieran los simulacros en cuanto Neil abrió la puerta.
Ella y Matt lo saludaron al llegar con gritos triunfantes. Nicky chocó palos con él en
su camino al lado de Kevin.
—Si no puedes jugar, no lo hagas— dijo Kevin.
—Lo sé— contestó Neil— Si algo me duele saldré de la cancha. — Kevin le dio
una mirada sospechosa pero no discutió.
Dolió, casi inmediatamente, pero era un alivio volver a trabajar sus músculos
adoloridos. Neil mantuvo un ritmo tranquilo porque Abby y Wymack lo estaban
mirando desde los costados. Cuando finalmente tuvo que detenerse y estirar temió
que lo sacaran. No lo hicieron, así que volvió al juego con aires de victoria. Al
terminar Wymack los hizo sentarse en los vestuarios para revisar los momentos
buenos y malos del día.
Cuando terminó miró a Neil y dijo:
—¿Y bien?
—Estoy bien— contestó Neil. Se inclinó un poco más lejos de la mirada mortal
de Kevin y dijo— Si no estuviera adolorido ahora, estaría preocupado, pero no estoy
tan adolorido como para que represente un problema. Puedo saltearme el ejercicio de
pared si los golpes empiezan a tirar mucho de mis puntos.
— ¿Era tan difícil decir eso la primera vez? — preguntó Dan irónicamente.
—Lo dije la primera vez. — replicó Neil— Estoy bien.
—La palabra que estás buscando es desesperado u obsesionado— lo corrigió
Nicky, sonriendo.
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Traducción por:
contra nuestra como Andrew. Eso no tiene sentido, porque ponerse del lado de
Andrew significa ocultar a Katelyn. Si Aaron está dispuesto a hacer eso sin pelear, no
depende solo de Andrew. Depende de los dos.
Dan lucía pensativa.
—Katelyn debe saber algo. Ninguna chica que se respete a si misma soportaría
esto a menos que hubiera una buena razón. Si no hablara, ¿Crees que podrías sacar
algo de Aaron, Matt? Dijiste que está mejor desde Navidad, ¿Verdad?
—Vale la pena intentarlo— dijo Matt. — ¿El Entrenador ya te dio tu horario de
tutoría?
—Está en mi escritorio, por algún lado— contestó Dan— en cuanto lo
encuentre te mandaré sus horarios por mensaje.
—Bien. Veré si lo puedo interceptar en algún momento.
—Déjame intentar hablar con Katelyn primero— dijo Dan. Ella se inclinó para
sacar su celular de su bolsillo y mandó un mensaje— No quiero que Aaron le diga que
estamos fisgoneando.
Matt asintió, pero Dan estaba mirando su celular como si pudiera obtener una
respuesta del mismo. No tardó en sonar. Dan y Katelyn se enviaron un par de
mensajes y se levantó.
—Bien. Voy a salir un rato. Podría tardar, así que coman sin mí, ¿Me desean
suerte?
—Suerte— dijo Neil mientras Matt le dio un beso de despedida.
Neil y Matt terminaron cenando con Renee y Allison en la habitación de las
chicas. La película que eligió Allison fue instantáneamente rechazada, sin embargo
Allison tiró la democracia por la ventana y la puso de todas maneras. Probablemente
fue la peor cosa que Neil vio en su vida, pero al menos ayudó a matar el tiempo. No
tuvo que ver los últimos quince minutos de melodrama y mala actuación porque Kevin
estaba listo para ir a la cancha. Se encontraron con Andrew en el auto.
Andrew se desparramó en el sofá de la sala de estar mientras Kevin fue
directamente a cambiarse. Neil se detuvo, cambió de opinión y comenzó a seguir a
Kevin, pero luego cambió de parecer de nuevo. Se paró detrás del sofá, doblando sus
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Traducción por:
brazos sobre el respaldo y se inclinó hacia adelante para mirar a Andrew. Andrew
tenía un brazo doblado por debajo de su cabeza y el otro sobre sus ojos para cubrirlos
de la luz.
—Un día de estos podrías practicar con nosotros— le dijo Neil. No le
sorprendía que Andrew no contestara, pero se negaba a rendirse tan fácilmente— ¿Por
qué comenzaste a jugar si no estás dispuesto a practicar?
—Era una mejor jaula que la otra alternativa.
Esa fue una de las cosas con las que insistían los reporteros cuando Kevin se
convirtió en una figura permanente junto a Andrew: Kevin había sido criado en
Evermore, rodeado por los mejores y prácticamente había nacido con una raqueta en la
mano, mientras que Andrew había aprendido a jugar al Exy mientras estaba en el
reformatorio. Neil tenía un artículo de una página entera sobre ello en su carpeta.
Estaba groseramente titulado “El príncipe y el mendigo”, y su enfoque era cuán
condenada estaba su amistad. El escritor creía que sus actitudes hacia el Exy eran muy
incompatibles y sus antecedentes eran demasiado incompatibles para que ellos
pudieran permanecer juntos mucho tiempo.
Neil asumía que el Oficial Higgins era la razón por la que Andrew terminó en
uno de los mejores reformatorios de California. Se enfocaba en la rehabilitación a
través de la disciplina y el empoderamiento, lo cual significaba que todos los reclusos
aprendían equipos grupales. No había el espacio suficiente para una cancha entera,
pero un oficial confirmó en una entrevista que tenía media cancha en su terreno. Los
que mejor se comportaban de los posibles futuros atletas de Exy iban en viajes
grupales ocasionales al centro comunitario y competían contra algunos equipos del
barrio.
Neil no culpaba a Andrew por pensar que la cancha era un mejor lugar para
estar que una celda, pero dudaba que el Exy fuera el único deporte que el lugar
ofrecía. Andrew eligió el Exy por una razón. Andrew asumía que la naturaleza
agresiva del juego era más llamativa para él, pero Andrew era un arquero. Tenía muy
pocas oportunidades para complacerse con violencia sin sentido.
Se lo comentó a Andrew y obtuvo un leve encogimiento de hombros en
respuesta.
—El guardia me lo asignó a mí— explicó Andrew— De otra forma no podría
jugar.
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Traducción por:
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Traducción por:
—Un mapache— dijo Andrew y simuló tener una bola frente a su rostro— El
Exy es el objeto brillante en tu triste y pequeño mundo. Sabes que te están buscando y
sabes que los perros se están acercando, pero no lo dejarás ir para salvarte. Una vez
me dijiste que no puedes entender por qué una persona intentaría morir a propósito,
pero aquí estás. Supongo que esa fue otra mentira.
—No estoy tratando de morir. —Dijo Neil— Es así como me mantengo con
vida. Cuando estoy jugando, siento que tengo control sobre algo. Siento que tengo el
poder de cambiar las cosas. Me siento más real allí de lo que me siento en cualquier
otra parte. A la cancha no le importa cuál es mi nombre o de donde soy o dónde estaré
mañana. Me deja existir como soy.
—Es una cancha— contestó Andrew—No te “deja” hacer nada.
—Sabes a qué me refiero.
—No lo sé.
—Por qué no tienes nada, ¿Verdad? — dijo Neil en un desafío silencioso. —
Nada te apasiona de esa manera. Nada se mete bajo tu piel.
—Al fin lo entiende— meditó Andrew— Le tomó tan solo un año.
— ¿A qué le temes?
—A las alturas.
—Andrew.
—Si haces que Kevin vuelta a buscarte, te arrepentirás.
Neil se apartó del sofá sin decir otra palabra y fue a cambiarse. Se puso el
equipo con más fuerza de la necesaria, pero seguía zumbando con fastidio cuando se
metió en la cancha. Recibir quejas por llegar tarde no ayudó a su humor. Neil casi le
recordó a Kevin que no tenían un horario obligatorio para sus sesiones extra, pero no
tenía sentido hacerlo. Estaban allí porque tenían trabajo que hacer.
Hizo los simulacros tan rápido y tan intensamente como pudo, sabiendo que se
arrepentiría por la mañana. No le importaba. Era más difícil pensar cuando se sentía
adolorido. El cansancio terminó de matar lo último que le quedaba de fastidio y ya no
sentía casi nada para el momento que abandonaron la cancha.
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Traducción por:
Esa calma paz duró hasta que Neil dejó la ducha y encontró a Kevin sentado en
el banco del vestidor. La dura mirada en su rostro dejaba en claro que no estaba
esperando por cortesía.
— ¿Lo solucionaste? — preguntó Kevin.
— ¿Solucionar qué? — preguntó Neil de vuelta.
—No actúes como un imbécil. Si estás aquí, espero que estés realmente aquí—
dijo haciendo énfasis en la última palabra— El momento en el que tus problemas con
Andrew interfieren en nuestro juego se convierten en nuestro problema, ¿Quieres que
ganemos o no?
—No me des lecciones como si no supiera el riesgo que corremos.
—Me dijiste que me enfoque en el equipo— dijo Kevin— Eso es lo que estoy
haciendo: asegurándome de que no arruines su éxito.
—No estoy arruinando nada. Llegué dos minutos tarde porque le pregunté a
Andrew que viniera a practicar con nosotros.
—Tardaste cinco, y no vuelvas a preguntarle. No lo necesitamos allí como un
favor para nosotros. Tiene que venir por voluntad propia o no significará nada—
Kevin se levantó y le hizo señas a Neil para que lo siguiera— Nos vamos.
Buscaron a Andrew en la sala de estar en su camino a la salida y se separaron en
el pasillo. Matt ya estaba dormido, pero había dejado la lámpara de su escritorio
prendida para que Neil pudiera encontrar el camino. Neil se cambió bajo la suave luz.
Cuando fue a apagar la lámpara en su camino a la cama, encontró una nota pegada al
enchufe.
“Tenías razón”, decía.
Neil puso la nota en el cajón de su mesa y fue a la cama. No tenía sentido pensar
sobre ello cuando estaría despierto en cinco horas, así que apartó sus pensamientos y
se obligó a dormir. Parecía que apenas había cerrado sus ojos cuando su alarma
comenzó a sonar. Neil rodó para apagarla y casi gimió por cuán adolorido se
encontraba. Tendría que volver a calmarse durante la práctica de hoy o Wymack lo
echaría.
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Traducción por:
había vuelto hacía una semana, y Neil estaba seguro de que ellos todavía no habían
hablado sobre esa noche, de la misma forma que nunca hablaban sobre los motivos
detrás de la muerte de Tilda Minyard.
Aaron ignoraría a Neil si lo mencionara y Neil no tenía un secreto lo
suficientemente grande como para convencer a Andrew de intentar hablar con Aaron.
Kevin no se metería y Andrew apartaría a Nicky si lo intentara. Wymack había
prometido mantenerse fuera de sus problemas personales, aunque había pasado esa
línea el otro día por la seguridad de su equipo. Renee podría obtener la atención de
Andrew durante el tiempo suficiente para plantar la idea de una reconciliación, pero
Aaron no tenía ningún interés en nada que Renee tuviera para decir.
Eso dejaba muy pocas opciones, y Neil había borrado el número de Betsy
Dobson de su teléfono el mismo día que Andrew la había programado como contacto
de emergencia. Aaron dijo que no hablaba con Betsy, pero había notado lo apegado
que Andrew era a ella. Quizás la dejaría mediar en un ambiente confidencial. Si se
negaba, Katelyn podría darle el empuje final que necesitaba. Lograr que Andrew
aceptara sería desafío real. Incluso aunque su sobriedad no hubiera cambiado su
opinión acerca de Betsy, convencerlo de abrirse a Aaron sobre todo este asunto era
casi imposible.
Extrañamente se preguntó si Betsy siquiera sabía que los hermanos tenían
problemas.
— ¿Neil?
Neil alzó la vista para ver a Matt inclinado contra la puerta. Ni siquiera había
notado que Matt había dejado la habitación, demasiado metido en sus pensamientos.
Matt lucía algo perplejo de encontrar a Neil en el mismo lugar que lo había dejado.
—¿Estás bien? Tenemos que irnos.
Si Neil llegaba tarde al entrenamiento dos veces seguidas Kevin probablemente
lo dejaría en la banca solo porque sí.
Neil agarró sus llaves del armario.
—Estoy bien. ¿Dan te dio el nuevo horario de tutoría de Aaron? — Cuando
Matt asintió, Neil dijo— Cambié de opinión. Yo lidiaré con él. Tengo una idea.
[75]
Traducción por:
Matt le envió el mensaje a Neil mientras Neil cerraba la puerta de la suite detrás
de ellos. Neil sintió su celular vibras pero no leyó el mensaje en su camino al estadio.
La pantalla era demasiado pequeña para que alguien lo leyera sobre su hombro, pero
Nicky querría saber a quién le estaba enviando mensajes. Neil tendría que obtener los
números de Betsy y Katelyn luego. Con suerte, Dan los tendría en su celular.
Pasaron la mañana de entrenamiento haciendo ejercicios de fuerza en el
gimnasio. Neil volvió con el grupo de Andrew pero se detuvo en la habitación de las
chicas para que le recubrieran los moretones. Lucía mejor luego de una semana fuera
del alcance de Riko pero todavía debía recuperarse por un par de días más. Sin
embargo, incluso luego de haberse curado Neil tendría la venda en la cara, todavía no
le había dicho a los de las clases más altas lo que les estaba ocultando. Neil lo pensó
mientras Allison trabajaba en su rostro.
El grupo de Andrew y el staff sabía, lo cual significaba que no tenía sentido
ocultarlo.
—Allison— dijo, advirtiéndole que iba a moverse.
Ella apartó su mano un poco, y Neil alcanzó la cinta de su cara. No sabía dónde
era seguro tocar, ya que su mejilla se sentía fría por el concealer. Allison comprendió
lo que quería hacer y apartó su mano del camino. Ella quitó el borde de la cinta con
sus largas uñas y apartó el vendaje en un rápido movimiento.
Le tomó medio segundo comprender lo que estaba mirando, y estuvo de pie con
un estridente:
— ¿Me estás jodiendo?
Dan estaba en la cocina buscando el desayuno y Renee estaba en su habitación,
pero el motín de Allison las trajo corriendo. Dan estaba a la izquierda de Neil, así que
ella lo vio primero. Se detuvo, pero solo por un segundo. Un latido más tarde había
cruzado la habitación hacia donde Allison se había encontrado sentada. Neil no sabía
que se podía mover tan rápido.
—Es una broma— dijo, alzando la barbilla de Neil— ¿Neil?
—Me dijo que transfiriera a los Ravens— dijo Neil— Dijo que podía terminar
mi año con los Foxes pero que debía moverme a Edgar Allan este otoño. Me marcaron
[76]
Traducción por:
en preparación, no pude detenerlos. Quería que lo supieran en caso de que Riko dijera
algo sobre ello. Soy un Fox sin importar lo que diga. No firmé sus papeles.
—Quítatelo— dijo Dan.
—Es permanente.
—Nada es permanente. Quítatelo. Matt te prestará el dinero.
—Él lo hará o yo lo haré— dijo Allison— No quiero ver eso en mi cancha. La
marca de Kevin ya arruina la atmósfera lo suficiente.
—Kevin sabía sobre esto, ¿Verdad? — dijo Dan, indignada— Sabía lo que Riko
te iba a hacer y te dejó ir de todas formas. La próxima vez que lo vea…
—No harás nada— la interrumpió Neil— Kevin no tenía derecho a detenerme.
—Te dejó ir a Riko en su lugar.
—No— contestó Neil— Kevin no tenía que ver con nada de ello. Sabía que no
era sobre él.
Dan no esperaba eso. La confusión aplacó su furia.
—Dijiste que Riko intentaba llegar a Kevin.
—Dije que Riko se enfocó en mi por mi relación con Kevin— contestó Neil—
No dije que es por ello que fui. Solo quería que lo supieran antes de que comenzara la
temporada.
Dan lo dejó levantarse pero lo sujetó del codo antes de que pudiera alejarse.
Neil la miró, pero ella estaba mirando hacia la nada. Pasó un minuto antes de que
volviera a hablar.
—Nunca fue tu plan volver a casa para Navidad, ¿Verdad? Todo ese asunto de
tu tío volando a Arizona, inventaste eso para que no te preguntáramos por qué no
volabas a Nueva York con Kevin.
No tenía sentido negarlo.
—Lo hice.
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Traducción por:
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Traducción por:
—Doctora Dobson.
—Es Neil— dijo Neil, y continuó antes de que ella pudiera actuar sorprendida y
complacida de escuchar de él. — Necesito un sí o un no. Si podemos convencer a
Aaron y Andrew de hacer sesiones conjuntas con usted, ¿Podría arreglarlos?
Hubo una breve pausa antes de que Betsy dijera:
—Lo intentaré.
—No intente— dijo Neil— No adivine. Es muy importante. ¿Puede o no puede
hacerlo?
—Si— él podía oír la sonrisa en su voz; no diversión, pero aprobación. — Si
puedes lograr que vengan, yo me haré cargo de ello. ¿Neil? — Dijo en cuanto Neil
comenzó a apartar el celular de su oído— Me gusta tu lado honesto.
Neil cortó la llamada.
Era demasiado temprano para que la librería estuviera llena, así que Neil no
tuvo problemas para encontrar a Katelyn. Una gran taza de café se encontraba junto a
su codo y Neil estaba tentado de desviarse hacia la cafetería por su propia bebido. Sin
embargo, no quería lucir como si se fuera a quedar por mucho tiempo así que se
dirigió por el camino hacia su mesa sin detenerse. Un libro de texto de bioquímica se
encontraba a un lado mientras ella resaltaba las partes importantes de sus apuntes.
Aaron tenía el mismo libro en su habitación ya que estaba estudiando ciencias
biológicas. Neil supuso que tenían especializaciones similares y clases conjuntas y
debió ser cómo se conocieron fuera de los juegos.
Katelyn levantó la vista mientras se acercaba y cerró su cuaderno.
—Neil, hola. Sé que han pasado solo un par de semanas pero parece una
eternidad, ¿Cómo estuvo tu Navidad?
—Estuvo bien— comentó Neil— ¿Cómo estuvo la tuya?
—Oh por Dios, asombrosa— Katelyn juntó sus manos con alegría— Mi
hermana finalmente descubrió que tendrá un niño, así que pasé la mayor parte del
receso comprándole cosas. Mi mamá me dijo que me estoy sobrepasando pero sabe
que solo estoy emocionada.
[79]
Traducción por:
Les había contado el mes pasado que su hermana estaba embarazada, pero Neil
no recordaba los detalles. Se adaptó a su emocionado parloteo, escuchando solo por
las palabras claves que significaban que había terminado de detallar todos sus grandes
descubrimientos y descuentos de invierno. No le llevó mucho tiempo recordar que no
estaban allí para ponerse al día, así que ella se recuperó con una sonrisa que era tan
tímida como era alegre.
—Así que, ¿De qué se trata todo esto? — Preguntó Katelyn— ¿Dijiste que
querías hablar sobre Aaron?
—Aaron necesita ayuda— explicó Neil— estoy intentando conseguírsela.
Katelyn se serenó en un instante.
—Está teniendo pesadillas de nuevo, ¿Verdad? Dijo que estaba mejor. Prometió
que…— Katelyn gestualizó, con frustración o impotencia, y presionó sus dedos contra
su tembloroso labio inferior.
—Pesadillas— repitió Neil. No esperaba que la conversación tomara ese rumbo
pero creía saber qué estaba atormentando a Aaron. — Sobre Noviembre, te refieres.
—No quiere que le moleste— dice Katelyn— Dice que Drake merecía algo peor
que lo que obtuvo. Dice que está feliz de haberlo hecho. Pero querer a alguien muerto
y realmente ser el que lo mate son dos cosas muy diferentes. Estoy dispuesta a
escucharlo, y quiero hacer todo lo que pueda para ayudarlo, pero no me escucha
cuando le digo que está bien.
—Tiene que hablar con Andrew— dijo Neil.
Katelyn soltó una risa ahogada.
—No lo hará.
Katelyn sabía algo que los de las clases más altas no sabían: que Aaron y
Andrew apenas podían soportar verse en un buen día. Quizás ella debía saberlo ya que
la pelea entre ellos era lo que la mantenía lejos de Aaron. Neil calculó favorablemente
las probabilidades de lograrlo con Aaron a largo plazo.
—Tiene que hacerlo. — Repitió Neil. — Se necesitan el uno al otro. Es solo que
no saben cómo dar el primer paso. Es allí donde entras tú.
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Traducción por:
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Traducción por:
5
Las clases del 12 de Enero fueron una completa pérdida de tiempo para los
Foxes. Las lecciones de Neil eran lo suficientemente temprano como para que pudiera
asistir a ambas, pero no aprendió absolutamente nada. Neil sostuvo su lapicera,
dispuesto, pero no escribió una sola palabra en su cuaderno. Tendría que pedirle los
apuntes a algún compañero luego, pero hoy nada de eso importaba. Todo lo que
importaba era que tenían un viaje de veinte horas a Upstate Regional.
El primer tiempo se iba a desarrollar a las siete y media, pero Wymack los
quería en tierra dos horas antes. No confiaba en el clima del invierno, decía. Neil
estaba seguro de que los había maldecido con su paranoia. Afuera llovía
torrencialmente, lo suficientemente frío y fuerte como para sentirse como hielo, y a
Neil le preocupaba que se atrasara su vuelo. Tenían una pequeña almohada, gracias a
su escala de noventa minutos en Atlanta, pero Neil seguía asustado. Si se perdían su
primer juego del campeonato por algo tan estúpido como el clima nunca podría
superarlo.
Llovía demasiado como para que una sombrilla sirviera, así que Neil levantó su
capucha y trotó de vuelta a la Torre Fox. Deslizó su mirada al cielo, esperando ver un
final en las nubes color carbón, sin embargo fue recompensado con lluvia en los ojos.
Neil arrastró una mano a lo largo de su cara y se deslizó entre el hueco en el tráfico de
la Calle Perimetral. Un atleta que iba camino abajo por la colina se resbaló y se cayó
con un insulto perplejo. Estaba de vuelta de pie antes de que Neil lo alcanzara, pero
Neil aprendió de eso y disminuyó la velocidad. No había sobrevivido a la crueldad de
Riko para quedar minusválido por ser impaciente.
Había cuatro señales de “Cuidado” en el lobby que eran exageradas, sin
embargo Neil fue con cuidado por el piso húmedo. Se agarró de la pared para un mejor
balance y colocó su billetera sobre el censor cerca del elevador. Su ID de estudiante
era lo suficientemente fuerte como para activar el candado a través del cuero.
Los botones se encendieron cuando Neil presionó la flecha ascendente y se
metió en el primer elevador que llegó. Había agua en el piso del elevador, así que se
mantuvo agarrado con fuerza a la baranda hasta que llegó al tercer piso.
[83]
Traducción por:
hombres cuando la conocí. Quiero culpar a su tiempo en el strip club pero creo que se
debe mayoritariamente a los chicos con los que tuvo que trabajar gracias al Entrenador
durante su primer año. Incluso Allison me dijo que no lo intentara.
—Lo intentaste de todas formas— dijo Neil.
—Durante un año— contestó Matt— Hice que Renee ganara una pequeña
fortuna cuando Dan finalmente aceptó salir conmigo. Ella es la única que apostó a
favor de nosotros. Siempre fue la más dispuesta en apostar en causas perdidas.
Andrew había llamado a Neil una causa perdida el año pasado, una mano sobre
la boca de Neil para impedir que contestara de vuelta. Recordándolo ahora, con todas
las piezas perdidas de ese argumento en su lugar, Neil supo que no era él a quien
Andrew intentaba callar. Neil encontró la auto-censura fascinante en retrospectiva.
Renee le habría dicho a Andrew antes de ello que le había confesado su sexualidad a
Neil, y Andrew no había evitado la verdad cuando Neil le preguntó el último viernes.
¿Qué creyó Andrew que Neil iba a decir el Noviembre pasado?
No importaba; no debería importar. Andrew no quería que nada saliera de su
atracción y, de todas formas, Neil no tenía permitido dejar a la gente acercarse de esa
forma. Así se había criado. Así había sobrevivido. Tenía suerte de encontrarse
desentendido ahora que estaba tan cerca del final.
Había roto cada regla que su madre le había dejado. Lo menos que podía hacer
era cumplir una de ellas.
—Es por eso que apostaste en Andrew y Renee— dijo Neil— porque él no
podía, no debía, pensar sobre esto.
—Bueno, si— contestó Matt— Durante un tiempo Renee era la única fuera de
su pequeño grupo a la que Andrew le hablaba. Renee dijo que tenían mucho en común
y que no era nada serio pero entonces él la dejó manejar su auto. Esas son cosas de
pareja, Neil. No le das eso a cualquiera.
Neil curvó su mano por encima de su cabeza para mostrar que no entendía esa
referencia.
—No hablo “autos”.
—Solo digo que luego de que terminó de decorarlo, costaba al menos seis
números— insistió Matt.
[85]
Traducción por:
vez pero tenía un segundo piloto sobre su cabeza para protegerla de su renovado
peinado y maquillaje. Se encontraba más seca que cualquiera de ellos pero todavía se
encontraba insultándole al clima a medida que se internaba en la sala de estar.
Wymack toleró su bulliciosa llegada con su usual falta de paciencia y los hizo ir por el
pasillo para buscar sus equipos.
Tomaron el bus del equipo hasta el aeropuerto porque era más barato dejar un
auto en el garaje que tres de ellos. Estar de vuelta en Upstate Regional hizo que Neil
pensara en su viaje a West Virginia, así que se enfocó en sus compañeros de equipo
para evitar que sus pensamientos lo llevaran hacia sitios oscuros. Casi lo logró, al
menos hasta que Wymack le envió una mirada curiosa. Neil lo miró y eligió no pensar
sobre Riko. En vez de eso, pensó en su vuelta a casa, en Wymack dejando todo para
venir a buscarlo y en Wymack sosteniéndolo cuando estuvo a punto de romperse. La
tensión en el pecho de Neil se alivió un poco y asintió un “Okay” hacia la pregunta
silenciosa de Wymack.
Lograron pasar por la seguridad del check-in a tiempo y se dirigieron a la
terminar para buscar su puerta. Se encontraban casi al final, pasando los restaurantes y
una docena de negocios. Un café se encontraba a mitad de camino, y el olor del café y
pasteles calientes era casi suficiente para distraerlos. Wymack los mantuvo juntos con
rudo lenguaje y amenazas medio-intencionadas.
Las Vixens habían llegado antes que ellos y se encontraban instaladas en la
puerta. Neil miró detrás de ellas a la señal electrónica en la mesa. Decía “Atlanta –
1:20 PM.”, lo cual significaba que la línea aérea no esperaba algún retraso a pesar del
clima. Neil eligió creerlo solamente porque su avión ya se encontraba esperándolos
afuera.
Los Foxes se desparramaron cuando Wymack les dio el permiso, la mitad de
ellos fueron a mirar por la ventana y el resto fue a dejar sus pertenencias en las
primeras sillas vacías que pudieran encontrar. A Neil le tomó un momento darse
cuenta de que Andrew no se había movido. Neil lo miró, pero Andrew estaba mirando
por la ventana. Neil siguió su mirada y miró un avión descender por la pasarela.
Los otros no estaban lo suficientemente cerca como para escuchar, así que Neil
dijo:
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Traducción por:
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Traducción por:
atención y le indicó a Neil que se uniera a él. En cuanto Neil estuvo lo suficientemente
cerca Nicky colgó un brazo cuidadoso por encima de sus hombros.
—Evidente favoritismo— dijo Nicky— ¿Sabías que quizás me dijo solo diez
palabras desde que lo recogimos de Easthaven? Estaría celoso si no estuviera en contra
de morir joven. Pero de todas formas, tenemos algo de tiempo antes de despegar,
¿Quieres venir con nosotros por algo de café?
Terminaron llevando a la mitad del equipo y varias Vixens con ellos al café.
Nicky dijo que tenían tiempo, pero ninguno de ellos tuvo en cuenta qué tan lento se
iba a mover la fila. Para el momento en el que todos volvieron a la puerta con sus
bebidas, ya era hora de subir al avión.
Neil mantuvo su mirada atenta en Andrew mientras se unían a la fila, esperando
a que dudara. Quizás Andrew notó la atención, porque siguió a sus compañeros de
equipo dentro del avión con una mirada aburrida en el rostro. El acto duró hasta que
todos estuvieron en sus asientos y las azafatas comenzaron a mencionar las medidas de
seguridad del avión. Lo único que Andrew llevó dentro del avión era una lapicera. La
volteó una y otra vez en sus manos mientras las azafatas demostraban como usar las
máscaras de oxígeno a bordo. Kevin, sentado entre Andrew y Neil, ni siquiera
pestañeó. Neil suponía que estaba acostumbrado a Andrew estando inquieto. Neil solo
sabía lo que significaban esos movimientos inquietos porque Andrew le había dicho la
verdad cuando Neil le preguntó a qué le temía.
Neil miró por afuera de la ventana, pero la lluvia era tan intensa contra el vidrio
que apenas podía ver el ala del avión. Las luces eran un desastre borroso. Neil cerró la
persiana a medida que las azafatas realizaban una caminata final hacia la cabina.
Despegar nunca le había parecido un proceso complicado pero Neil imaginó qué tan
interminable podía resultar para alguien que no quería estar volando. Finalmente
comenzaron a rodar por la pasarela, y Neil se arriesgó a volver a mirar a Andrew.
La expresión de Andrew no cambió cuando los neumáticos dejaron el suelo,
pero el movimiento de su lapicera se volvió inmóvil durante todo el ascenso y se puso
tenso. Volvió a realizarlo en cuanto alcanzaron la altitud de crucero. Probablemente
había notado que Neil lo estaba mirando, pero mantuvo su pesada mirada en el asiento
que se encontraba frente a él.
Tenían tiempo que matar en Atlanta, así que en cuanto Wymack confirmó que
su puerta no había cambiado los dejó vagar por el aeropuerto durante una hora. El
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Traducción por:
grupo de Andrew pasó la mayor parte del tiempo yendo de una tienda a la otra. Aaron
agarró un libro mientras que Nicky se cargó en comida chatarra.
Andrew desapareció, pero Neil finalmente lo encontró cerca de una caja de
cristal llena de estatuillas. Era extraño que atrajeran la atención de Andrew, pero Neil
no tuvo mucho para pensar sobre ello. Kevin y Nicky estaban a dos segundos de
pelearse porque Kevin se encontraba intentado poner los snacks de Nicky de vuelta en
su lugar.
—No es todo para mí— insistió Nicky, intentado luchar fuera del agarre de
Kevin sin tirar nada— Hay suficiente para el viaje.
—Nadie necesita comer esto antes de un juego— dijo Kevin— Come algo de
granola o proteína si tienes tanta hambre.
—Hola, hay proteína en la mantequilla de maní— contestó Nicky— Déjame ir
antes de que le diga a Andrew que estás prohibiendo el chocolate. Dije que me dejes
ir. No eres mi jefe, ¡Ouch! ¿En serio me golpeaste?
—Estos alejándome y pretendiendo que no los conozco— dijo Aaron.
—Traidor— lo llamó Nicky.
—Kevin, solo déjalo ir— dijo Neil— No vale la pena pelear por ello.
—Cuando nuestra defensa es lenta todos lo perecemos— dijo Kevin.
—No estás hablando en serio— contestó Nicky— ¿Cuántas horas faltan hasta el
partido? Eso estará fuera de nuestro sistema para ese entonces. Puedes verme cagar si
no me crees. No pensé que esas cosas te interesaran pero…Ja— se jactó cuando
Kevin se fue pisoteando. Le regaló a Neil una sonrisa triunfante, sin darse cuenta de
que los trabajadores de la tienda los estaban mirando. — Soy el maestro de la
persuasión.
—O del auto engaño— dijo Neil.
Las cejas de Nicky se alzaron.
—Oh por Dios, ¿Intentaste hacer un chiste? ¿Dolió un poco? No, en serio— dijo
cuándo Neil se volteó como si fuera a dejarlo— ¿Qué te puso de tan buen humor?
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Traducción por:
que importaba. Wymack sacó un papel arrugado con direcciones anotadas a mano, le
dio una mirada corta a sus notas, y se puso en camino. Se detuvieron brevemente en
un restaurante italiano para pedir algo de pollo y pasta. Wymack se quejó acerca de la
cuenta, pero su equipo sabía que no debía tomarlo en serio.
El estado estaba lleno de policías y fans cuando llegaron. Los guardias de
seguridad ayudaron a Wymack a encontrar un lugar para estacionar y el equipo fue
escoltado hasta los vestuarios. Habían llegado temprano, así que Wymack prendió
cada televisión que pudo encontrar y fue a ver al público. La televisión más cercana a
Neil estaba mostrando los mejores momentos de los juegos de Clase I de la noche
anterior. Para sorpresa de nadie, la mayor parte de los movimientos que valían la pena
repetir eran de la victoria de los Ravens: quince a ocho puntos. Neil había visto el
partido entre prácticas la noche pasada.
A treinta minutos del partido se dividieron en los vestuarios para cambiarse.
Neil no estaba sorprendido de no encontrar privacidad en los vestuarios de los
hombres, pero sus compañeros se quedaron fuera del baño el tiempo suficiente como
para que pudiera ponerse el equipo. No se puso los guantes y el casco ya que tenían
bastante tiempo antes del partido y volvió a reunirse con sus compañeros en la
habitación principal.
—Llévalos para que haga un par de vueltas— le dijo Wymack a Dan— Deja
que vean un poco el lugar.
El estadio de la Universidad de Texas era comparable con el tamaño de la
Foxhole Court. Los Longhorns y los Foxes compartían los mismos colores de equipo,
así que las vigas llenas de decoraciones lucían familiares y reconfortantes. Neil solo
debía ignorar el desafiante rugido del público a medida que notaban a los Foxes en su
territorio.
Dan los hizo detenerse luego de una milla, y trotaron de vuelta a los vestuarios
para hacer estiramientos.
Abby los estaba esperando con agua. Wymack estaba cuidando el resto de su
equipo. Aaron y Nicky condujeron el bastidor de palos hacia el anillo interior cuando
llegó el momento de tomar su lugar en el banco.
Las Vixens habían aparecido y de alguna forma habían encontrado una sección
reservada para estudiante del Estado de Palmetto. Dan y su equipo saludó
energéticamente al equipo y a sus intensos fans.
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Traducción por:
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Traducción por:
ofensor de Belmonte para empatar los puntos, Andrew sabía que tenía que apuntar a lo
que era familiar. Había bloqueado un golpe imposible sin pensarlo dos veces.
Neil miró a Kevin, luego a Wymack, preguntándose por qué nadie le había
dicho que Andrew tenía una memoria fotogénica, preguntándose si alguno siquiera lo
sabía. No pudo evitar ponerlo a prueba de nuevo.
Revisó mentalmente la línea ofensiva de los Longhorns y se decidió por un
ofensor de quinto año.
— ¿Qué tan alto es Lakes?
—Búscalo— contestó Andrew.
—Hazme el favor por esta vez— dijo Neil. Andrew comenzó a voltearse, así
que Neil deslizó sus dedos enguantados entre la red de su raqueta y le dio un tirón
cauteloso. Intentó de nuevo con un insistente— ¿Qué tan alta es?
—5´6´?— adivinó Matt.
—5’8’— contestó Andrew.
—Estuve cerca— Matt se encogió de hombros, indiferente.
Neil dejó ir la raqueta de Andrew para sujetar la suya.
—Vamos a ganar.
— ¿Esperabas que perdiéramos? — preguntó Dan.
—No. — Admitió Neil. Sus labios temblaron, y sabía por el tirón en su boca
que llevaba la sonrisa de su padre. Presionó el costado de su guante contra su cara,
casi aplastando sus dientes contra sus labios. Saboreó la sangre antes de que fuera
seguro dejar caer su mano de nuevo. Neil se inclinó hacia atrás un poco y miró por
detrás de Andrew hacia Riko.
—Solo me alegra que esté aquí para verlo. Veamos si podemos sacudirlo.
—Hagámoslo— dijo Wymack. — De todas formas, imaginen que logré decir
todas las cosas importantes que tenía para decir, porque ya es muy tarde para decirlas
de todas maneras. La cancha está abierta. Tienen que hacer sus simulacros usuales, de
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Traducción por:
a uno y de a tres. Digo esto cada vez porque me haces decirlo todo el tiempo: mantén
las bolas de nuestro maldito lado de la cancha, Andrew.
Los Foxes se pusieron lo que faltaba de su equipo y se dirigieron a la cancha
para los simulacros. Neil se contentó con mantenerlos ligeros, más interesado en
juzgar el estado de su cuerpo que en superar a sus propios arqueros. Haber visto a
Riko había hecho que cada uno de los desvanecientes moretones de Neil bombeara,
pero ahora no sentía casi nada. Lo único que importaba era su equipo y la forma en
que se movían a su alrededor.
Tuvieron que dejar la cancha para que se tirara la moneda. Dan ganó la primera
ronda y Wymack tuvo un par de segundos antes de que las alineaciones fueran
llamadas para reunir a su equipo.
—Recuerden— dijo él— Se necesitan dos de tres para avanzar y no pueden
permitirse perder el primer juego de la temporada. Ofensores, hagan tres goles cada
uno o los anotaré en una maratón. Defensores, si quedan como idiotas les harán
compañía. Distribuidores: ustedes pueden. Renee, juega como si supieras hacerlo.
Andrew, si mantienes la puntuación en tres o menos durante tu mitad, te compraré
todo el alcohol que pueda entrar en tu armario.
El locutor llamó a los dos equipos para que entraran en la cancha. Neil tomó su
lugar a la mitad de la línea de la cancha y le envió una última mirada a Kevin. Por
suerte, Beckstein se encontraba en la cancha jugando contra Kevin. Kevin respondió a
su mirada con un asentimiento. Neil estaba casi rebotando para el momento que sonó
la bocina.
Durante un tiempo el juego fue un va y viene parejo. Hubo un par de colisiones,
un par de casi-pérdidas, y más de un par de groserías fueron intercambiadas. Wymack
tenía razón en advertirles sobre los distribuidores de los Longhorns. La chica que
Texas había puesto era rápida y sucia. Ella y Dan se empujaban la una con la otra casi
sin parar. Incluso cuando la pelota se encontraba al otro lado de la cancha juntaban sus
palos en un constante control. Neil no sabía cómo, pero duró unos buenos diez
minutos.
La siguiente vez que la bola fue hacia los distribuidores, Dan se agachó,
enganchó su cuerpo en el de su marcadora, y volteó a la chica de sus pies. Para agregar
insultos a la herida, le ofreció su mano enguantada a la chica caída para que volviera a
pararse. Al segundo siguiente se encontraban peleando clavándose los dedos y con
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Traducción por:
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Traducción por:
quién vivir y sin una razón para pelear, él bajaba la cabeza y se enfocaba en
sobrevivir. Renee fue la primera cosa brillante que llamó su atención.
—Está interesado en ella— dijo Neil, sin ser necesariamente una pregunta.
Kevin también los estaba mirando.
—No importa. No funcionará.
Renee le dijo a Neil el otoño pasado que los Ravens no tenían permitido salir
con nadie. Tetsuji no quería que se distrajeran del juego. Renee sabía eso, pero estaba
allí de todas formas. Neil podría estar pensando demasiado sus intenciones, pero
estaba dispuesto a explotar cada ángulo que pudiera encontrar.
—Quizás no— dijo Neil— pero podría darnos una ventaja. ¿Todavía sabes su
número? Dáselo a ella y ve que puede hacer entre ahora y la final.
Dan y Kevin habían decidido de antemano ocuparse de los reporteros luego del
juego. Neil estaba feliz de dejarlos con eso y siguió a sus jubilosos amigos hacia los
vestuarios, sin embargo no llegó demasiado lejos. Se encontraba a ocho pasos del
banco cuando un reportero le gritó.
— ¿Neil, es cierto que estás marcado para la Corte?
Lo más sensato hubiera sido seguir caminando y pretender que no lo había oído
por encima del sonido de la multitud furiosa, sin embargo Neil se detuvo. Miró hacia
adelante, calculando todas las formas en las que podría responder a eso. Finalmente se
volteó de vuelta. La presencia de Riko significaba quedarse cerca de Kevin, pero los
ojos de Andrew se encontraban sobre Neil luego de una pregunta atrevida como
aquella.
Neil inclinó la cabeza en una pregunta silenciosa, y Andrew le hizo un gesto
dejándole en claro que hiciera lo que quisiera.
Neil desabrochó las tiras de su casco y se dirigió al trío de reporteros. Andrew
tomó el casco de Neil al pasar, y Renee lo tomó de Andrew a medida que se dirigía a
los vestuarios. Neil acomodó sus guantes bajo su brazo y se detuvo junto a Kevin.
—Lo siento — dijo. — ¿Dijiste algo?
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Traducción por:
— ¿A qué te refieres?
—Mira, voy a ser sincero— dijo Neil. — Sé que Riko es bueno. Todos lo saben.
El nombre de su tío lo llevó bastante lejos en la vida y los Ravens tienen un record
impresionante. Pero Riko como persona es difícil de respetar. Hasta diciembre,
pensaba que era un maníaco egocéntrico que estaba tan desesperado por su propia
gloria que se negaba en ver potencial en alguien más. Él, por supuesto, asumió que yo
era un ignorante de quién sabe dónde que no tenía derecho a opinar.
“Ésta Navidad intentamos encontrarnos a medio camino— Dijo Neil. — Riko
me invitó a practicar con los Ravens durante las vacaciones para que pudiera ver la
diferencia entre nuestros dos equipos. Salí de allí con esto. — Neil gestualizó hacia el
tatuaje en su mejilla. — Admitió que estaba equivocado acerca de mí, y yo prometí
estar a la altura de sus expectativas. Nunca seremos amigos y definitivamente nunca
nos gustaremos, pero trabajaremos el uno con el otro mientras tengamos que hacerlo.
—Hay un rumor que dice que quizás te transfieras a Edgar Allan.
—Fue mencionado mientras estuve allí— dijo Neil— pero los dos sabemos que
nunca va a pasar. Nunca llegaré a donde necesito llegar si juego con los Ravens.
Además, apenas pude soportarlos por dos semanas. No puedo imaginarme jugando
con ellos por cuatro años. Son seres humanos horribles.
“¿Pero saben qué? — Continuó Neil antes de que los reporteros pudieran
responder— Eso es mezquino. Dije que sería honesto, pero eso fue algo transparente.
Lo cambiaré a esto: le prometimos a los Ravens una revancha esta primavera, así que
los alentaré hasta la final. Si Riko no creyera que pudiéramos encontrarnos allí, no me
hubiera marcado ni hubiera volado por la mitad del país para vernos jugar anoche.
Sabe que tenemos una oportunidad. Es solo que no se ha dado cuenta todavía de que
vamos a ganar la próxima vez que nos veamos. Mantengan un ojo en nosotros, ¿Si?
Va a ser un año emocionante. Buenas noches. — dijo cuando comenzaron a hacerle
preguntas. Se volteó y se dirigió hacia los vestuarios como si no los escuchara llamarlo
para que volviera.
La risa encantada de Dan le avisó que lo estaba siguiendo, pero no miró si
Andrew y Kevin estaban con ella. La puerta de los vestuarios se cerró con fuerza
detrás de ellos, apagando casi todo el sonido del público, y Neil captó el final de la
agria queja de Kevin. El temperamento de Neil flanqueó de nuevo y esta vez no lo
contuvo. Se volteó y empujó a Kevin contra la puerta tan fuerte como pudo. Kevin le
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llevaba un pie de altura y podría vencer a Neil fácilmente en una pelea, pero estaba
demasiado sorprendido como para defenderse. Dan miraba boquiabierta a Neil.
Andrew, quien había atacado a Matt por pegarle a Kevin, hizo un paso a un lado.
Ninguno de los dos iba a intervenir, así que Neil se volteó hacia Kevin.
—Suficiente. — Dijo Neil, en un rápido y furioso francés. — Nunca intentes
silenciarme de nuevo. No voy a dejar que él determine como voy a terminar esto.
—Vas a hacer que se desquite con todos nosotros— disparó Kevin de vuelta—
No piensas.
—Tú tampoco estás pensando. No puedes seguir teniéndole miedo.
—No es una palanca que puedo subir o bajar. Tú entre todas las personas sabes
esto. — Kevin finalmente empujó a Neil hacia atrás, pero no intentó rodearlo. — No
creciste con él. No puedes juzgarme.
—No lo estoy haciendo. Te estoy diciendo que es hora de que te mantengas
firme. ¿Cuál es el punto de todo esto si seguirás siendo su mascota al final del día? Si
realmente creyeras en nosotros, si realmente creyeras en ti mismo, lo empujarías de
vuelta.
—No lo entiendes.
—No lo hago. — dijo Neil, enojado. — Tienes una forma de salir. Tienes un
futuro. ¿Por qué no lo tomas? ¿Por qué estás tan asustado de aprovecharlo?
Y así su enojo comenzó a romperse, cayendo a pedazos bajo el peso de un luto
prematuro y demasiada necesidad. La forma en que la expresión de Kevin se
desvaneció de irritación a atención decía que había escuchado el borde ronco en las
palabras de Neil. Neil luchó para mantener su furia y falló.
—Cuando descubrí a los Moriyamas por primera vez, me quedé porque pensé
que tenías una oportunidad. Uno de nosotros tenía que lograrlo y quería que seas tú.
Pero todavía crees en ese número en tu cara. ¿Qué es tan importante acerca de ser el
segundo mejor?
Kevin miró a Andrew, no es como si Andrew pudiera seguir su discusión.
Resultó que no era un pedido de ayuda, porque Kevin dijo:
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Los Ravens manejaron los insultos de Neil con una ruda gracia. Su único
comentario oficial sobre el asunto fue que no podía importarles menos lo que un
novato de boca sucia tenía para decir sobre ellos. Neil estaba un poco sorprendido de
que se detuvieran allí y no se burlaran de su miserable show en diciembre. Luego se
dio cuenta de que no podían exponerlo cuando había vuelto a Carolina del Sur con el
número de Riko en su cara. Hubiera menospreciado la estimación que Riko tenía de su
valor. Neil se fue a la cama sintiéndose bastante presumido.
Los fans fueron menos tolerantes, y sus represalias empezaron antes del
amanecer del sábado. Unos golpes en la puerta hicieron que Neil se despertara de
golpe. Miró al reloj primero, luego la oscura ventana segundo, y restregó una mano
sobre sus ojos cansados. Dejaron de golpear, pero el celular de Matt comenzó a sonar
unos segundos después. Matt rodó y buscó a ciegas su celular. Los golpes comenzaron
de nuevo, así que Neil colgó sus piernas por el costado de la cama y bajó por la
escalera.
Las voces en el pasillo eran lo suficientemente ruidosas como para escucharse al
otro lado de la puerta, no identificables pero enojadas. Neil no las reconoció, pero a
medida que abría la puerta definitivamente escuchó la palabra “policías”. Neil abrió la
boca para preguntar qué estaba pasando, pero Dan pasó por su lado en cuanto pudo
entrar por la puerta. Neil la observó ir en línea recta hacia la habitación, luego se
inclinó en el pasillo. La mayor parte de las puertas estaban abiertas, pero solo un par
de atletas se habían quedado el tiempo suficiente como para despotricar los unos con
los otros. El resto se dirigieron hacia las escaleras como si sus vidas dependieran de
ello.
Neil cerró la puerta y fue tras Dan. Ella había sacudido a Matt para que
despertara y estaba hablando cuando Neil entró.
—…destrozaron los autos.
Matt rodó fuera de la cama y estuvo de pie en un parpadeo. Neil se subió a la
escalera el tiempo suficiente como para agarrar sus llaves que se encontraban debajo
de la almohada. Matt se detuvo el tiempo suficiente para ponerse una chaqueta por
encima de sus pantalones de pijama y ponerse las zapatillas. Golpeó los bolsillos de su
chaqueta hasta que las llaves tintinearon en respuesta. Para el momento en el que Neil
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Traducción por:
encontró sus zapatillas, Matt ya se había ido con Dan siguiéndolo de cerca. Neil cerró
la puerta con llave y corrió detrás de ellos, alcanzándolos en las escaleras. Matt salió
primero y golpeó la puerta trasera para abrirla.
Neil no sabía qué era peor: la vista o el olor. Una capa de carne podrida, huevos
rotos, y rocas cubrían el estacionamiento y se habían pegado a los autos de los atletas.
Algunos autos tenían un par de abolladuras y rasguños; otros tenían roturas y agujeros
en sus ventanas y parabrisas. Los atletas furiosos pululaban por el estacionamiento, la
mitad de ellos en sus teléfonos, los otros revisando el estado de sus vehículos. Alguien
ya había vuelto adentro el tiempo suficiente como para conseguir un balde, y ella se
encontraba firmemente raspando carne fuera de su capó. Los autos de los equipos y la
seguridad del campus también estaban en la escena, con docenas de oficiales tomando
declaraciones y fotografías.
Cualquier pensamiento de que aquello no era su culpa murió cuando Neil divisó
la camioneta de Matt. Alguien se había tomado un tiempo especial para destrozarla.
Cada ventana de la cabina había sido destrozada y quitada, dejando solo brillantes
puntas de vidrio en los costados de la ventana. Las llantas habían sido desinfladas hace
tiempo con cortes salvajes. Había nuevas abolladuras en los marcos hechas con
cualquiera de las armas que los alborotadores habían usado en las ventanas.
El auto de Allison era la misma triste forma dos sitios más abajo del de Matt.
Ella se detuvo junto al auto con sus brazos doblados fuertemente sobre su pecho y su
rostro en una máscara de piedra. Ella alzó la vista a medida que se acercaba, siguió la
mirada en blanco de Matt a su camioneta, y le dio una mirada dura a Neil.
— ¿Qué demonios? — dijo Matt en un tono estrangulado. Alcanzó su auto pero
se detuvo, no queriendo realmente tocar el desastre— ¿Cómo es que nadie los
escuchó?
—Guardaron las ventanas para el final— contestó Allison. Ella alzó la barbilla
para indicar los hombres parados en la fila delante de ellos. — Paris llamó a la policía
cuando escuchó vidrios rotos, pero no pudo bajar lo suficientemente rápido como para
ver alguna cara. Solo un montón de autos saliendo de aquí con rapidez, dijo. Al menos
cuatro, quizás cinco.
—Oh, Jesús— Matt hizo otro intento abortado de alcanzar su camioneta, luego
se conformó con restregar sus manos por su cabello. Dan se presionó contra su espalda
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Traducción por:
y lo rodeó con sus brazos. Él se sujetó con fuerza a sus muñecas— ¿Realmente
tenemos que hacer esto de nuevo?
—Lo siento— dijo Neil.
Allison arrugó su labio hacia él con desdén.
—Cállate. No lo estás. No lo estás. — ella insistió cuando Neil abrió la boca
para discutir. Sonaba menos como una acusación y más como una orden, así que Neil
se cayó a regañadientes— ¿Ya olvidaste quien tiene que pintarte de vuelta cada
mañana? Si hubieras dejado que te pasaran por arriba ayer después de todo esto— ella
alzó sus dedos hacia su propio rostro— Te odiaría.
—Les dijiste la verdad— agregó Dan— No es tu culpa si no les gusta.
—No quiero que esta pelea se vuelva en contra de ustedes— dijo Neil.
—Muy tarde para eso ahora. Pero da igual— contestó Allison. Se estaba
mostrando orgullosa, pero Neil todavía podía ver el enojo en cada línea tensa de ella a
medida que observaba su auto de nuevo— ¿Quieren romper mi juguete? ¿Y qué? Me
compraré otro. Quizás me compre dos. Que se caguen si creen que esto me hará daño.
—Hey— dijo Matt, en voz baja pero urgente.
Neil siguió el nada sutil movimiento de su barbilla de vuelta hacia la puerta.
Aparentemente era el trabajo de Renee decirle las noticias a Andrew, porque Renee
ahora estaba llevando a Andrew hacia el caos. El auto de Andrew se encontraba más
atrás en el estacionamiento y unas filas más arriba, pero Andrew siguió a Renee hasta
los de las clases más altas primero, Andrew se detuvo al lado de Neil para
inspeccionar los daños. Neil en retorno estudió su rostro, pero no había nada para ver.
Andrew lucía tan poco impresionado por esto como lo hacía por todo lo demás.
Renee deslizó su brazo entre el de Allison y le dio a su mano un corto apretón.
—Lo siento.
— ¿Alguien llamó al entrenador? — preguntó Neil.
—Él nos llamó— contestó Dan— Los policías están dando aviso a todos los
entrenadores y diciéndoles que vengan para ayudar a controlarnos. Deberían estar aquí
en cualquier momento.
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Traducción por:
Aaron se acercó un poco más y se inclinó para mirar hacia adentro. Insultó al
ver lo que le esperaba y se retiró rápidamente. Escondió su nariz en el hueco de su
codo a medida que le daba al auto otra mirada, fulminó a Neil. Neil sabía lo que le
esperaba antes de que Aaron bajara el brazo para hablar.
—Tenías que abrir la boca, ¿Verdad?
—Lo siento— se disculpó Neil— Pensé que vendrían por mí. No creí que
ustedes quedarían atrapados en el medio.
—Claro— dijo Aaron sarcásticamente— ¿Seth solo fue un caso aislado,
entonces?
Neil se encogió con tanta fuerza que dio un paso hacia atrás. Abrió su boca para
discutir, pero no podía defenderse contra una acusación como esa.
Resultó que no debía hacerlo. No había notado que los de las clases más altas se
habían acercado para ver, pero Allison había pasado a Neil en un instante y golpeó a
Aaron lo suficientemente fuerte como para casi tirarlo. Ella lo hubiera golpeado de
nuevo, pero Andrew se movió como un rayo. Él capturó su muñeca para levantar su
brazo por detrás de su espalda y le dio un violento giro para tirarla sobre sus rodillas.
A medida que ella caía su otra mano subió y la sujetó por la parte trasera del cuello. La
hizo bajar la cabeza cuando aterrizó y la mantuvo allí para que no pudiera volver a
pararse.
Allison intentó decir algo pero solo logró soltar un suspiro ahogado bajo su
fuerte agarre.
Renee fue casi igual de rápida; quizás había comenzado a moverse cuando se
dio cuenta de que Allison estaba yendo hacia Aaron. No perdió el tiempo tacleando a
Andrew pero se lanzó al lado de la figura caída de Allison. Ella enredó sus brazos en
Allison ya sea apoyándola para reconfortarla o una feroz advertencia de que se
quedara quieta, y miró hacia arriba hacia el rostro en blanco de Andrew. Alguien
detrás de ellos estaba llamando.
—Whoa, whoa— dijo a medida que notaba la pelea corta pero bulliciosa. Neil
estaba más consiente en la silenciosa pero insistente Renee:
—Andrew, solo es Allison, ¿Okay? Solo es Allison.
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Traducción por:
—No es “solo” alguien cuando pone una mano en lo que es mío— dijo
Andrew— Déjala ir.
—Sabes que no lo haré— contestó Renee— me dijiste que los protegiera.
—Fallaste. — Dijo Andrew— Debiste ser más rápida.
—Demonios, Andrew— dijo Matt, con una ferocidad que era más miedo que
enojo. Matt lucía como si lo estuviera matando mantenerse en su lugar. Neil estaba
agradecido por ese autocontrol; no sabía que podría llegar a hacer Andrew si Matt lo
desafiaba ahora mismo.
Dan se mantuvo con el rostro pálido y congelada junto a Matt, sus ojos muy
abiertos en Allison. Nicky estaba demasiado asustado como para ir tras Andrew, así
que se dejó caer con cuidado en sus rodillas y deslizó una mano por el asfalto. Él
enredó sus dedos en los de Allison y le dio a su mano un fuerte apretón. Neil miró a
Kevin, quien se había quedado duro como una piedra, y luego a Aaron. La expresión
de Aaron estaba dividida, una mezcla de indignación hacia Allison y miedo por lo que
su hermano pudiera hacer. Neil no sabía por qué lado se había decidido pero no podía
depender en él para intervenir.
—Andrew— dijo Renee— Devuélvemela.
Estaban atrayendo demasiado la atención. En algún momento alguien iba a
meterse donde los Foxes no lo harían, y Andrew reaccionaría a esa amenaza de la peor
forma posible.
Neil tenía quizás diez segundos para hacer esto bien y no tenía idea sobre dónde
empezar. Andrew no estaba preocupado por herir a Allison, así que Neil no podía
inclinarse hacia ese lado. La última vez que Andrew había lucido a un suspiro de
matar a alguien Neil había usado a Kevin como una distracción.
Eso no funcionaría esta vez, pero quizás…Neil dudó, entonces decidió dejar de
debatir.
—Es suficiente— dijo en alemán. Se encontraba lo suficientemente cerca como
para agarrar a Andrew, pero Andrew le había advertido que no le gustaba que lo
tocaran. En vez de eso, estiró su mano por encima de la cabeza de Renee y esperó a
que Andrew lo mirara. Satisfecho con su atención, Neil dijo de nuevo.
—Es suficiente, Andrew.
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“Pero hay una línea donde todo se corta. Si la vuelven a cruzar se terminó.
Ustedes tienen prohibido, tienen prohibido— repitió con un feroz énfasis— herir a
otra persona de este equipo de nuevo. ¿Lo entienden?
La alegría característica de Nicky se había desvanecido. Lucía casi derrotado
mientras miraba entre Dan y Allison.
—Lo entiendo, y tienes razón, lo siento. Pero no puedo prometer nada. Andrew
es…Andrew. No podemos predecirlo o controlarlo.
—Él puede— dijo Matt, alzando su barbilla hacia Neil— ¿Por qué ustedes no?
— ¿Menos instintos de supervivencia? — supuso Nicky, pero su intento de
humor no sirvió de mucho.
—Más— lo corrió Neil, sabiendo que Nicky no lo entendería.
Matt se volteó hacia Neil, su expresión intensa.
—Incluso Renee no pudo llegar a él. ¿Qué le dijiste para que se detuviera? Si no
estás allí la próxima vez, alguien más tiene que saber cómo sacarlo de la violencia.
Neil no podía explicarlo sin meterse en asuntos que no le incumbían.
—No permitan que haya una próxima vez.
—Neil, hablo en serio. — dijo Matt. Neil sacudió la cabeza.
—Yo también.
—Allison— dijo Kevin. — ¿Te hizo daño?
Allison conocía a Kevin demasiado bien como para ser que no estaba
preocupado por su bienestar. Ella le envió una mirada impaciente y no contestó. Kevin
interpretó el silencio como quiso y le envió una mirada juzgadora a Neil. Luego de un
momento se estiró y cubrió el tatuaje de Neil con su pulgar. El resultado lo hizo
fruncir el ceño, no en decepción pero en confusión, y Kevin volvió a bajar su mano de
nuevo. Neil esperó, pero Kevin no dijo nada.
—Vamos a entrar— dijo Dan, y los Foxes abatidos se dirigieron perezosamente
hacia adentro.
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Traducción por:
kilómetros por hora. Se preguntó qué tanto podría cubrir la póliza de seguro en cuanto
a las reparaciones de los autos de sus compañeros. Incluso si no pudiera pagarlo todo,
Allison y Matt tenían suficiente dinero para pagar el resto. Los primos no tenían ese
dinero, y su auto era casi tan caro como el de Allison. Nicky ya había predicho que no
obtendrían buenas noticias sobre él.
El golpe de un zapato en la delgada alfombra lo distrajo. Se inclinó hacia atrás
para mirar.
Allison estaba parada en la puerta, su expresión guardada y sus brazos doblados
por encima de su pecho. Neil todavía no sabía qué decirle, pero debía intentarlo.
—Lo siento. No lo merecía.
Allison estuvo en silencio por una eternidad, luego dijo:
—Ya lo dijiste. Si tuviéramos lo que merecemos, no seríamos Foxes.
Sus palabras sonaban monstruosas al ser aplicadas para la muerte de Seth.
Neil hizo una mueca, pero Allison se encogió de hombros y miró hacia otra
parte.
—Quizás es mejor así. Si se lo hubiera hecho él mismo, tendría que vivir
sabiendo que no pude llegar a él. Al menos de esta forma tengo a alguien que culpar.
— ¿Andrew te dijo sobre Riko?
—Lo sé desde que sucedió— dijo Allison. — El monstruo fue a la casa de Abby
antes del funeral para preguntarme sobre la medicina de Seth. Me dijo su teoría para
asegurarse de que volviera a la cancha.
Neil pensó en Allison volviendo al juego demasiado temprano luego de la
muerte de Seth y la forma en que Andrew se detuvo a su lado en su camino al arco. En
aquel entonces pensó que era sospechoso que Andrew le ofreciera algo apoyo. Quizás
Andrew le había recordado que estuviera enojada.
Allison dejó de hablar con Neil por semanas luego de la sobredosis de Seth.
Neil creyó que no le hablaba debido al luto. Él le había dado la bienvenida al trato frío,
sin estar muy seguro de cómo enfrentarla con su consciencia culpable. Si ella siempre
supo la teoría de Andrew, entonces, ella siempre había sabido que parte de la culpa era
[121]
Traducción por:
de Neil. Quizás ese era el motivo por el cual Andrew se involucró: ya había aceptado
proteger a Neil en ese entonces, así que tenía que asegurarse de que Allison no sería
un problema para ellos.
En algún punto en el camino ella lo había preguntado y Neil ni siquiera lo había
notado.
—Debí decir algo antes. Eso solo que…— Neil gestualizó, impotente y perdido
y sintiéndose horrible. — No sé cómo hablar con la gente sobre las cosas importantes.
—Lo notamos. — Allison se encogió de hombros como si no fuera la gran cosa
cuando ambos sabían que lo era. — Eres un tipo extraño. Uno de estos días me dirás
por qué.
Ella volvió a la otra habitación dejando a Neil solo con sus pensamientos y
secretos.
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Traducción por:
7
Neil estaba saliendo de la habitación luego de ducharse cuando su celular vibró.
Palpó sus bolsillos, los descubrió vacíos, y buscó su celular debajo de su almohada.
Tenía dos mensajes, uno de Nicky de hace una hora y otro más reciente de Katelyn. El
de Katelyn un urgente “¿Qué pasó?” que Neil no se tomó el tiempo de responder.
El de Nicky era un aviso de que Andrew había vuelto. Parecía redundante, ya
que Wymack les había traído comida y por supuesto había dejado a Andrew también.
Conociendo a Nicky, era un pedido de que se involucrara para asegurarse de que todo
estuviera bien. Neil metió su teléfono en su bolsillo trasero y dejó su habitación sin
decirle una palabra a nadie. Nicky respondió a sus golpes en unos segundos y no tuvo
que preguntar por qué Neil estaba allí.
—Tomó una botella y se fue de nuevo— dijo Nicky— No sé a dónde fue.
Andrew no podía irse muy lejos con una botella abierta de licor en la mano y sin
el auto.
— ¿Con el Entrenador?
—No lo creo. — Dijo Nicky. — Aaron también se fue, en cuanto lo hiciste.
A Neil no le importaba lo que Aaron hiciera. Asintió y se fue, y Nicky no lo
llamó. Neil tomó las escaleras hacia el techo y manipuló la cerradura de la misma
forma que había visto a Andrew hacerlo. Solo le tomó un par de intentos hasta que
logró abrirla, y salió a la ventosa terraza.
Andrew estaba sentado en el final del techo esta vez. La botella de vodka junto a
su rodilla lucía vacía desde allí, pero Neil vio la luz del sol reflejar un poco en el
líquido a medida que se acercaba a Andrew. Neil calmó el instintivo golpetear de su
corazón a medida que se acercaba al borde y se acomodó en un sitio justo fuera del
alcance de Andrew. Miró las ruinas del estacionamiento. Todavía había una docena de
autos, pero el equipo todavía estaba limpiando el asfalto. La policía se había ido,
dejando que la seguridad del campus supervisaran, y la prensa se había ido.
Andrew movió su paquete de cigarrillos en dirección a Neil.
—Dame una buena razón para no tirarte por el borde.
[123]
Traducción por:
[124]
Traducción por:
esa furia a Neil o a sí mismo? Quizás el monstruo estaba enterrado donde ninguna de
los dos podía encontrarlo hasta que Neil cruzó otra línea imperdonable.
—Bien— dijo Neil, al final. Tirar de la cola de un dragón dormido sonaba como
la forma de sufrir una muerte dolorosa, pero Neil estaría muerto antes de que la
protección de Andrew se desvaneciera. — Quiero verte perder el control.
Andrew se quedó inmóvil con su mano a medio camino del Vodka.
—El año pasado querías vivir. Ahora pareces empeñado en que te maten. Si
quisiera jugar otra ronda contigo ahora, preguntaría qué hizo que cambiaras de
opinión. Tal y como están las cosas ahora mismo, creo que tuve suficiente de tu
estupidez como para que me dure una semana. Ahora vuelve adentro para molestar a
los otros.
Neil fingió confusión a medida que se levantaba.
— ¿Te estoy molestando?
—Más de lo que te puedes imaginar.
—Interesante. — Dijo Neil. — La semana pasada dijiste que nada se mete bajo
tu piel.
Andrew no se molestó en responder, pero Neil lo contó como una victoria. Tiró
su cigarrillo al viento y volvió adentro solo. Tomó las escaleras al tercer piso pero no
dio más que unos pasos antes de que la puerta del elevador de abriera. Mirar hacia
atrás era instintivo. Neil tuvo un segundo para reconocer a Aaron y otro para registrar
la furia en su rostro. Entonces Aaron se chocó contra él como un tren de carga y lo
aplastó contra la pared.
Neil recibió un golpe en la mejilla y un golpe más fuerte en la boca antes de
luchar contra Aaron para quitárselo de encima. Neil dejó un buen golpe en el
estómago de Aaron cuando él intentó saltar de vuelta sobre Neil, y entonces unas
manos pesadas los separaron. Neil miró rápidamente a su alrededor ante la
intervención. La pelea había atraído a una rápida multitud de las habitaciones más
cercanas. Conocía sus rostros por pasar por su lado varias veces en el pasillo y en la
escalera; sabía sus nombres y equipos a pesar de sus mayores esfuerzos por no
aprender nada sobre ellos.
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Traducción por:
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Traducción por:
paso a un lado, pero Dan y Matt se quedaron atrás para mirar. Neil esperaba un
sermón, pero Dan los miró y no dijo nada. Neil no sabía si estaba demasiado
sorprendida de que hicieran un show como para intervenir o si todavía estaba enojada
con Aaron por el rol que había tenido en la experiencia cercana a la muerte de Allison.
Nicky se acercó lo más que pudo a Aaron y le dio a Neil una mirada perpleja.
— ¿Quiero saber? — preguntó en alemán.
Aaron hizo otro intento de liberarse. Ésta vez Amal lo dejó ir, aunque mantuvo
sus manos cerca en caso de que Aaron fuera hacia Neil de nuevo. En vez de eso,
Aaron tomó medio paso hacia atrás, como si no pudiera soportar estar tan cerca de
Neil.
—Katelyn se niega a hablarme o verme hasta que Andrew y yo vayamos a
terapia.
La mandíbula de Nicky se cayó, pero lucía más admirado que otra cosa.
—Demonios, Neil.
Aaron le dio una mirada lívida.
—No te atrevas a tomar su lado.
— ¿Por qué no? — preguntó Nicky. — No es como si alguna vez me dejaras
tomar el tuyo.
Aaron aparto a Nicky y volvió a su habitación. Nicky le hizo una mueca a Neil
y lo siguió. Kevin estaba parado en la puerta, pero se metió en el pasillo para dejarlos
pasar. No entendió nada de lo que dijeron, pero el tirón en su boca indicaba que no
estaba nada complacido. Neil lo miró de vuelta, intentando transmitir qué tan poco le
importaba el mal humor de Kevin.
Dan le hizo un gesto a los atletas que estaban sujetando a Neil.
—Gracias. Mantendremos un ojo en ellos.
Neil fue soltado bajo su custodia y la pequeña multitud se dispersó lentamente.
Dan gestualizó hacia Neil para que caminara, y él se dirigió hacia su habitación con
Dan y Matt justo detrás de él. Renee y Allison todavía estaban adentro, y observaron a
Neil volver con cierto interés.
[127]
Traducción por:
Neil no tenía hambre, pero comer le daba algo para hacer. También hacía que
fuera más fácil acorralarlo. Dan apoyó su cadera contra la mesada y lo observó
husmear la heladera. Estaba intentando durar más tiempo que él, pensó Neil, pero él
no iba a ser el primero en hablar. Neil sacó su comida para llevar del contenedor y lo
colocó en el microondas, giró la perilla, y le devolvió la mirada pesada. Dan contuvo
su tratamiento silencioso hasta que el contador sonó.
— ¿Vamos a hablar sobre esto?
—Quizás quieran evitar a Aaron por un par de días.
—Ese ya era el plan— dijo Dan. — ¿Qué demonios está pasando?
—Estoy haciendo lo que me pidieron— dijo Neil. — Arreglándolos.
—No lo parecía.
Neil se encogió de hombros, tocó sus fideos, y volvió a reiniciar el contador.
—Si un hueso no se está curando derecho, no tienes otra opción que romperlo.
Estarán bien.
Matt se inclinó contra el marco de la puerta y alzó una ceja hacia Neil.
—Eso no es muy reconfortante. Tu “bien” podría significar cualquier cosa desde
“Voy a hacer dedo a través del estado” hasta “Fui golpeado hasta ser una pulpa
sangrienta pero todavía puedo sostener una raqueta.”
— ¿Apostaron acerca de ellos? — preguntó Neil. Dándose cuenta que Matt no
podía seguir sus pensamientos, agregó— Aaron y Katelyn.
—Todos excepto Andrew apostaron sobre ellos. — dijo Matt. — No sobre si
funcionarían o no, sino cuándo.
Neil consideró eso.
—Entonces estarán bien.
Dan no lucía convencida, pero lo dejó comer en paz y se llevó a Matt con ella.
Neil pasó el resto de la tarde mirando a sus libros de texto en vez de hacer algo
realmente. La cena fue delivery porque Allison no quería ver a nadie en la cafetería, y
la cena fue seguida por complicados juegos de cartas y muchos shots.
[128]
Traducción por:
Dan, Matt, y Allison jugaron como si la única forma de ganar era ser el primero
en ser machacado.
Allison fue la primera en caer, pero Matt y Dan no duraron mucho más. Allison
reclamó el sofá, así que Dan y Matt se tambalearon dentro del dormitorio para
compartir la cama de Matt. Neil acomodó el desastre que habían creado en el living
mientras Renee buscaba una manta extra de la habitación de las chicas. Estuvo de
vuelta a tiempo para limpiar el resto de la basura. Ambos lavaron los vasos uno al lado
del otro en la cocina y estaban terminando cuando Renee habló.
—Gracias. — Dijo ella, —por alcanzarlo cuando yo no pude.
Neil la miró.
— ¿Te pidió que los protegieras?
Renee asintió.
—Kevin primero le dijo a Andrew la verdad sobre los Moriyamas. Andrew
sabía que dejar que Kevin se quedara podía traer serias consecuencias para el resto de
nosotros. Estaba dispuesto a proteger a los suyos contra la reacción que generara, pero
los otros no le importaban lo suficiente como para pelear por ellos. En vez de eso, me
los dio a mí. — ella inclinó su cabeza para señalar a sus amigos dormidos y levantó un
vaso para inspeccionarlo. — Una de las primeras cosas que le pregunté en junio fue
quién se quedaría contigo. Dijo que lo sabría luego de una noche en Columbia.
Neil tomó la copa de vuelta y la lavó por segunda vez.
—Estoy seguro de que ahora se arrepiente de quedarse conmigo.
—Andrew no cree en el arrepentimiento; dice que el arrepentimiento está ligado
a la vergüenza y la culpa, y ninguna de las dos sirve para nada realmente. Dicho esto,
intenté quitarte de sus manos una vez. — cuando Neil la miró, sorprendido. Renee lo
miró con una inocencia que por una vez no era del todo convincente. — Andrew se
negó bajo el pretexto de que no desearía que nadie te tuviera a excepción de una
funeraria.
—Drama Queen*. — murmuró Neil
Drama Queen: Reina del Drama. Dejé la original porque es más graciosa ahre.
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Traducción por:
Renee se rio silenciosamente e intercambió con él una toalla por el vaso. Neil
secó sus manos y se la volvió a dar. Renee colgó la toalla en el gancho frente a la
heladera y salió de la cocina para observar el living.
— ¿Estarás bien aquí? — preguntó Renee.
Neil inclinó su cabeza a un lado, viendo si escuchaba algún sonido desde la
habitación, y solo escuchó silencio.
—Estoy bien.
Él la observó irse, cerró la puerta detrás de ella, y se dirigió a la cama. La
mañana llegó demasiado rápido, y con ella vinieron más malas noticias. Wymack los
llamó temprano para decirles que el campus estaba desfigurado. Pintura negra cubría
los edificios y las aceras con manchas gruesas y el estanque ahora era de un color rojo
brillante gracias a la tintura. Un graffiti grosero estaba cubrí las paredes blancas
paredes de la Foxhole Court. Wymack no quería que el equipo se detuviera para verlo
pero tampoco quería que lo oyeran por alguien más. El departamento de instalaciones
estaba fuera intentando restaurar todo lo más rápido posible. Wymack prometió hacer
trizas a la seguridad del campus en cuanto pudiera contactarlos por teléfono.
La segunda ola de vandalismo trajo a la prensa de vuelta, y un reportero
finalmente llegó lo suficientemente cerca de Wymack como para poner un micrófono
en su cara. Wymack era demasiado listo para atacar a los Ravens, así que se conformó
con atacar a los fans.
—Creo que es patético. — Dijo. — ¿Qué bien creen estos cobardes que están
haciendo al atacarnos así? Todo lo que están logrando es traer atención y publicidad
negativa hacia el equipo que están intentando defender. Ya es hora de que los Ravens
hablen.
El presidente de Edgar Allan, Louis Andritch, respondió luego de una hora y
realizó una apelación obligatoria para los fans de los Ravens pidiéndoles que
detuvieran ese “turbulento” comportamiento. Tetsuji Moriyama dio una declaración
más dura luego, condenando a los dos ataques como insultantes e innecesarios. Sonaba
sospechosamente alentador hasta que Moriyama terminó con:
—No puedes entrenar a un perro doméstico golpeándolo al otro día; no es astuto
relacionar las acciones con los castigos. Deben disciplinarlo en el momento que se
portan mal. Dejen que nosotros nos encarguemos de corregirlos en la cancha.
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Traducción por:
Dan estuvo furiosa el resto del día, pero las palabras de Moriyama llegaron a los
fans. El lunes avanzo sin nuevos desastres. Neil casi lo lamentaba, porque sin
distracciones externas el equipo estaba libre de enfocarse en sus problemas internos de
nuevo. Dan y Matt hablaron con Neil pero ignoraron al resto del grupo de Andrew.
Allison actuó como si nada hubiera pasado pero se mantuvo fuera del alcance de
Andrew. Aaron ni siquiera miró en la dirección de Neil y tampoco habló con nadie,
Nicky incluido. Neil esperaba que se quejara cuándo Neil fue con ellos para ir a la
práctica, pero quizás Aaron estaba intentando mantener a Andrew fuera de la pelea
mientras fuera posible.
Kevin se quejó de la desenfrenada discordia por cuarenta minutos la tarde de
prácticas, luego se rindió con sus compañeros de equipo y rodeó a Neil.
—Si nos haces perder un juego porque no pudiste quedarte callado…— no
finalizó su amenaza, asumiendo que Neil podía llenar los espacios en blanco por su
cuenta. Su expresión solo se oscureció cuando Neil lo apartó.
—No es el tiempo para lidiar con tu actitud. Para de causar problemas
innecesarios antes de arruinar algo más.
Neil consideró todas las posibles respuestas a eso y se conformó con la más
simple:
—Vete a la mierda.
Kevin lo empujó como si pudiera empujar la sensatez dentro de Neil. Neil lo
empujó de vuelta con toda la fuerza que pudo y envió a Kevin hacia Matt. Por suerte
Matt había estado observando la corta pelea. Se tambaleó bajo el peso repentino de
Kevin pero no se cayó, en cambio, sujetó a Kevin para evitar que fuera de nuevo hacia
Neil. Neil apuntó su raqueta hacia Kevin en advertencia y trotó hacia la mitad de la
cancha. Sabía que Kevin intentó seguirlo porque escuchó la feroz advertencia de Matt
diciéndole que parara. Para el momento en el que Neil llegó a la mitad de la cancha,
Dan se había involucrado. Le tomó un par de minutos de amenazas furiosas para
calmar a Kevin, pero la cuestionable paz solo duró porque Kevin y Neil decidieron
ignorarse el uno al otro.
En cuanto los dejaron irse para un descanso Neil fue a los vestuarios para buscar
algo de beber.
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Traducción por:
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Traducción por:
realizando sus vueltas usuales alrededor del anillo central y no se habían alejado
mucho.
Neil no tenía ganas de lidiar con nadie más, así que fue detrás de los arqueros.
Renee lo divisó mientras rodeaban la primera esquina y le hizo un gesto a Andrew
para que esperara. Neil tenía una excusa preparada por si le preguntaban por qué
estaba invadiendo su espacio, pero Renee le dio la bienvenida con una sonrisa brillante
y Andrew lo reconoció con una mirada despreocupada. Partieron a un paso perezoso
en cuanto Neil los alcanzó.
Neil se había preguntado de qué hablaban los dos cuando estaban lejos de todos
los demás. Lo último que esperaba era que estuvieran hablando sobre Exy. Renee
quería intercambiar qué mitades del juego jugaban ahora que Andrew no estaba
limitado por su abstinencia. Sus oponentes iban a ser más difíciles de combatir cada
semana y Andrew era el arquero más fuerte. Ella quería que él hiciera el mayor
esfuerzo cuando sus compañeros estuvieran cansados durante la segunda mitad.
Andrew aceptó su sugerencia sin discutir, y Renee cambió de tema.
Lo que comenzó como una conversación normal rápidamente divagó fuera de su
alcance, y Neil no tenía idea de cómo habían pasado de hablar de la obra en
construcción en el sector más apartado del campus a hablar sobre qué podría provocar
el comienzo de la Tercera Guerra Mundial. Debía haber una relación entre las dos,
pero aunque lo intentara no podía encontrar una. Eventualmente se rindió, porque
tratar de entender el salto entre los temas significaba que no podía escuchar lo que
estaban diciendo. Renee decía que sería debido a la falta de recursos, particularmente
sobre la escasez de agua, mientras que Andrew estaba convencido de que el gobierno
se involucraría en un conflicto equivocado y les traería graves consecuencias. No
había mucho tiempo restante en el descanso para que alguna de las dos teorías
venciera a la otra, y como Neil no quería ser el que decidiera el desempate decidieron
dejar el debate a un lado para otro día.
Wymack llamó a su equipo para que se acercaran a la banca del equipo de casa
y volvió a comenzar la práctica con una charla estimulante. Se dirigió a los de las
clases más altas primero. Cuando los llamó a la cancha para un par de competencias
Dan se tragó su resentimiento el tiempo suficiente como poner a Aaron y Nicky a un
lado. Ella y Matt tenían un par de ideas que querían que los defensores intentaran, así
que hicieron un improvisado va y viene desde la primera hasta la cuarta línea. Aaron
escuchó porque debía hacerlo, pero no miró a Dan ni dijo nada.
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Traducción por:
La práctica del martes fue un poco mejor, y solo fue porque el grupo de Dan
estaba haciendo el intento de llevarse bien con todos. Aaron no estaba conmovido por
su acto, Nicky se aferró desesperadamente por cada pizca de calidez que pudo obtener,
y Andrew mostraba su usual desinterés en las afueras. Kevin pasó una hora
destrozando a los primos, luego dirigió su energía enojada en poner a los de las clases
más altas en forma. Se ahorró un par de palabras cáusticas para Neil, y Neil no gastó
ninguna palabra en Kevin.
Cuando Wymack los envió a descansar Andrew inmediatamente comenzó a
trotar a lo largo de la pared de la cancha. Renee miró a Neil. Neil no estaba seguro de
si era una invitación hasta que se volteó hacia ella y obtuvo una sonrisa aprobadora.
Estaba totalmente consciente de que estaban atrayendo atención a medida que partían
detrás de Andrew, pero Neil no miró de vuelta a nadie. Había una buena probabilidad
de que los otro son quisieran que pasara el tiempo con los arqueros, y no era porque
eso significaba que él y Kevin seguían peleados. Los Foxes podrían ser recelosos ante
la amistad de Renee y Andrew, pero había un pozo de tres mil dólares que dependía de
su relación funcionando. Neil los distraía del uno con el otro.
Neil no albergaba tales ilusiones en las probabilidades de Renee. Además,
Renee había un buen trabajo distrayéndose sola. Se desconectó de la conversación
varias veces para revisar su celular y enviar mensajes rápidos. Neil se incluyó un poco
en la conversación porque estaban planeando rutas de evacuación y paradas críticas
para conseguir suplementos en caso de una invasión zombi. Sobrevivir en la huida era
el fuerte de Neil y, incluso en un escenario ridículo como ese, era interesante ver sus
prioridades en comparación a las de ellos. Renee recalcaba la importancia de colectar
sobrevivientes, lo cual Andrew descartó inmediatamente.
— ¿No volverías por nadie? — preguntó Renee. Andrew alzó su mano.
—Puedo contarlos con una mano.
—Creo que el Entrenador sería bueno en una pelea. — Dijo Renee a medida que
pasaban por los bancos de nuevo. Wymack los miró, escuchando su nombre, pero solo
le tomó un momento darse cuenta de que no le estaban hablando a él. — También
tiene un permiso para portar armas.
—Vendió su arma porque me metía continuamente en su departamento. — dijo
Andrew.
— ¿Qué hay de Abby?
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Traducción por:
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Traducción por:
—Andrew— dijo cuando salieron del auto de renta. Nicky se detuvo y le envió
una mirada curiosa. Kevin y Aaron no se detuvieron y siguieron a los de las clases
mayores hacia los dormitorios. Neil sacudió su cabeza hacia Nicky y, cuando esa sutil
despedida no funcionó, dijo— Estaremos arriba en un minuto. Mantén un ojo en ellos.
Nicky hizo una mueca y se volteó.
—Es más fácil decirlo que hacerlo.
Neil observó hasta que el último de los Foxes desapareció dentro, y luego
escaneó el estacionamiento con una mirada lenta. La escuela había hecho un buen
trabajo volviendo a ordenar el lugar; la única señal de que algo malo había pasado era
que había menos autos de lo usual. La presencia de un par de camiones y SV* dejaban
en claro que algunos atletas ya habían comenzado a recibir sus vehículos de vuelta, sin
embargo, al menos la mitad de los autos no eran nada familiares.
— ¿Tienes noticias del local? — preguntó Neil, arrastrando su atención de
vuelta a Andrew. — Matt obtuvo una llamada esta mañana diciendo que su auto
estaría listo para que fuera a buscarlo mañana. Allison debería tener el suyo de vuelta
el sábado por la mañana. ¿Pueden arreglar el tuyo?
Andrew abrió su celular, presionó un par de botones, y se lo entregó. Neil
esperó, desconcertado, hasta que el correo de voz de Andrew comenzó a sonar a través
de los parlantes. Una voz mecánica anunciaba la fecha del martes, y un mensaje sobrio
prosiguió. El daño era incluso más extenso de lo que parecía; la basura en la parte
trasera había ocultado lo que los fans de los Ravens le habían hecho a las almohadas
de los asientos traseros, y ninguno de ellos había mirado dentro del capó antes de que
se llevaran el auto. El local quería que Andrew los llamara de vuelta para hablar
acerca de sus opciones y discutir lo que requeriría restaurar el auto a su antigua gloria.
Andrew se levantó del auto de renta y buscó el paquete de cigarrillos en su
bolsillo. Encendió uno y lo intercambió con Neil por su celular. Neil acunó su mano
alrededor del suyo para protegerlo del viento. Estudió el rostro de Andrew a medida
que guardaba su celular y sus cigarrillos, pero Andrew no dio ninguna señal de estar
molesto por las malas noticias.
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Por una vez Neil despertó antes de que la alarma de Matt sonara. Se quedó
acostado por un momento, luego rodó y apagó su propia alarma. Abrió su celular para
ver la fecha. Era viernes 19 de enero. “Neil Josten” supuestamente cumpliría 20 el 31
de Marzo. Hoy Nathaniel Wesninski cumplía 19. Neil nunca había tenido el hábito de
celebrar su cumpleaños, pero cada uno que sobrevivía merecía un momento de
silencio. Frotó su pulgar sobre la fecha de la pequeña pantalla y deseó que ganaran
contra Belmonte.
Neil era consciente de que asistió a sus clases, pero no aprendió nada. Escribió
lo que sus profesores decían pero no absorbió una palabra. Guardó sus apuntes en el
fondo de su mochila, comió comidas sin sabor a solas en el comedor de los atletas, y
volvió a la Torre Fox. Pasó una pareja de jugadores de vóley en la escalera que le
desearon suerte entusiasmadamente y se acordó de agradecerles. Al menos cree les
dijo gracias. No sabía. No se podía enfocar en nada cuando estaba pensando en el
juego.
Los Foxes no tenían prácticas por la tarde cuando tenían partidos en casa, así
que Neil tenía mucho tiempo que matar. Intentó estudiar pero no llegó a nada, luego
intentó tomar una siesta sin éxito alguno. Para el momento que se fue al estadio a una
hora del partido se estaba volviendo loco.
Los vestuarios olían sutilmente a lavandina y limpiador de ventanas. Neil nunca
había entendido el punto de limpiar los vestuarios antes de un juego, pero un pequeño
equipo venía a hacerlo todos los días. El olor normalmente se había ido para el
momento en el que los Foxes llegaban para practicar, pero Neil asumía que en un día
de juego el tráfico del campus los había retrasado. Sin embargo, eso no explicaba por
qué Wymack estaba sentado en la sala de entretenimiento en vez de estar encerrado en
su oficina. Wymack clamaba que era alérgico a los artículos de limpieza. Abby
pensaba que era una excusa poco creativa para el descuidado estado de su
departamento, pero Wymack mantenía su historia testarudamente.
Wymack observó pasar a su equipo, probablemente esperando por una señal de
que hubieran hecho las paces. Cada práctica de la semana habían mejorado un poco
más que el día anterior, pero todavía no se encontraban donde debían estar. Neil y
Kevin comenzaron a hablar de nuevo el jueves porque no podían evitarse durante
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Traducción por:
mucho más tiempo. Aunque los de las clases más altas todavía no podían personar a
Andrew por su violencia lo aceptaron como una necesidad fuera de lugar. Todavía
pensaban que era un sociópata mal elaborado, incapaz de arrepentirse de sus acciones
o comprender su enojo.
Aaron, por otra parte, era una roca inamovible de odio en el medio de los Foxes,
una máquina que los hacía tropezar en cuanto intentaban pararse de nuevo. Neil no
sabía por cuánto tiempo podría tolerar los ánimos inmaduros de Aaron antes de darle
otro fuerte golpe. Deseaba que Nicky tuviera más influencia sobre sus primos, ya que
su situación de compañeros de habitación significaba que Nicky tenía más chances de
apoyarse en ellos. Incluso Kevin podría ser un aliado aceptable, pero Kevin solo
desafiaba a Andrew cuando se trataba del Exy. No se involucraría en sus problemas
personales.
No había tiempo para preocuparse por ello esta noche; Neil tendría que
resolverlo el fin de semana. Apartó a los hermanos de su mente y siguió a los hombres
a los vestuarios. Puso la combinación en el candado para sacar su equipo y abrió la
puerta.
Y entonces…sangre.
Explotó en su casillero, activada gracias a la puerta abriéndose, y Neil
retrocedió a medida que caía sobre todo lo que había adentro. El olor era tan intenso
que obstruyó su garganta, ahogándolo. El shock de Neil solo duró durante un intenso
segundo antes de ser reemplazado por el pánico. Voló hacia su casillero, agarrando su
uniforme y su equipo. Era demasiado tarde y lo sabía, pero tenía que intentarlo. Su
jersey se aplastó en sus manos como una esponja hinchada, chorreando sangre entre
sus dedos. La dejó caer y escarbó en busca de su casco. Sus dedos rozaron el plástico
duro pero no pudo agarrarlo antes de que Matt lo sujetara.
—No. — Dijo Neil, pero Matt lo apartó del casillero. — ¡Espera!
Plantó los pies, pero las suelas de sus zapatillas estaban empapadas y lo
deslizaron por el suelo. La sangre había alcanzado el final de su casillero y ahora se
estaba desparramando por el suelo rápidamente creando un charco. Colgando de la
parte superior de su casillero había una bolsa de plástico vacía modificada para que se
rompiera cuando la puerta se abriera lo suficiente. Lucía lo suficientemente grande
como para albergar 2 galeones; era más que suficiente como para destruir cada pieza
de equipo que Neil poseía.
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Traducción por:
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Traducción por:
—No puedo hacerlo todavía— dijo Neil, dándole una mirada. — Le dije que
espere hasta mayo.
Le sugirió a Wymack que recordara la promesa que había hecho en Año Nuevo
cuando Wymack preguntó por sus mentiras y cicatrices. No lo había dicho a Wymack
que estaba huyendo, pero había estado lo suficientemente cerca como para que
Wymack pudiera unir las piezas. Neil necesitaba que recordara eso ahora y se diera
cuenta de lo obvio: los hombres de Riko no dejarían evidencia, pero habían huellas de
Neil por todo el lugar.
Wymack no dijo nada pero estudió a Neil con una inquietante intensidad. Neil
dejó ir a Wymack y tomó la toalla húmeda de Matt, quien no luchó contra ello. Sus
pulmones se sentían como si se endurecieran a medida que cruzaba la habitación hacia
su mensaje de cumpleaños. Respiró superficialmente para no activar un reflejo de
náuseas y borró las letras de la pared. Había un espacio limpio suficiente en la toalla
para que Neil pudiera limpiarse las manos luego. Volvió con los demás y dejó caer la
toalla en el lavamanos para preocuparse por ella luego.
—Neil. — dijo Matt. Neil no necesitaba escucharlo.
—Cámbiate, Matt.
Volvió a la habitación principal y consideró su casillero. No le tomó mucho
tiempo darse cuenta de que ninguno de sus compañeros de equipo se estaba moviendo.
Matt seguía congelado contra los lavamanos. Wymack y Andrew se encontraban
parados en la puerta. Aaron, Kevin y Nicky se encontraban contra los casilleros. Neil
podía sentir todos los ojos de ellos sobre él. Sentía como si la verdad estuviera escrita
en su piel para que todos ellas la vieran. El mensaje solo decía “Junior” pero esperaba
que alguien lo llamara por su nombre.
Neil los miró y se enfocó en el que tenía más probabilidades de ayudarlo a
salvarse de esto.
—Kevin. — Dijo, y continuó en francés. — Haz que se muevan. Solo tenemos
cuarenta minutos antes de que empiece el partido.
— ¿Puedes jugar? — preguntó Kevin.
—Estoy enojado, no herido. — Soltó Neil. — No voy a dejar que esto evite que
ganemos esta noche, ¿Y tú?
[145]
Traducción por:
Kevin lo consideró por un momento, luego volteó una mirada cáustica hacia sus
compañeros de equipo.
—Muévanse. Tenemos un juego que ganar.
—Estás bromeando. — Dijo Matt, apareciendo atrás de Andrew y mirando entre
los ofensores.
— ¿Realmente vas a ignorar el hecho de que esto…— apuntó un dedo en
dirección al casillero de Neil— acaba de pasar? Neil, pareces un doble de riesgo de
Carrie, ¿Ni siquiera quieres que la seguridad de aquí revise la escena mientras sigue
fresca?
—No— dijo Neil. — No quiero.
—Estás bromeando. — Dijo Matt de Nuevo. Neil lo miró.
—Riko es un ególatra y un imbécil. Quiere que reaccionemos a esto. Si lo
hacemos, él gana. No le des esa satisfacción. Pretende que esto nunca pasó y
concéntrate en los Terrapins.
Le tomó a Wymack solo un momento elegir su lado.
—Nadie se cambiará aquí Tomen sus equipos y salgan. Pueden cambiarse en el
vestuario de las chicas cuando terminen con él. Te daré una oportunidad esta noche.
— Dijo cuándo Neil lo miró. — Si creo que no estás concentrado en el juego, te sacaré
tan rápido que lo sentirás como un latigazo y Dan tomará tu lugar, ¿Lo entiendes?
—Sí, entrenador. — Dijo Neil
Wymack miró el desastre una última vez, luciendo un poco como si se odiara a
sí mismo por ponerse del lado de Neil. Finalmente sacudió la cabeza y agarró la ropa
de Neil de la pequeña montaña en el suelo.
—Le daré esto a Abby para que lo limpie. Alguien tiene que darle otra toalla a
Neil.
—Gracias. — Dijo Neil.
—Cállate. — Dijo Wymack, y salió rápidamente.
[146]
Traducción por:
[147]
Traducción por:
— ¿Tocaste?
Matt lo miró extrañamente.
—Abby dijo que todavía tiene tu uniforme.
No era la primera vez que los Foxes se desviaban para acomodarse a los
problemas de privacidad de Neil, pero usualmente tenían tiempo para pensar sobre
ello. Matt estaba llegando tarde a su precalentamiento porque Neil estaba agitado por
el truco horrible de Riko. A pesar de ello se había acordado de no interrumpir.
—Gracias— dijo Neil finalmente, y tomó su ropa. Matt se metió a través de la
puerta. Le había traído un outfit completo para que tuviera algo que usar luego del
juego. El pensamiento de Matt revolviendo sus cosas había que se le pusiera la piel de
gallina, pero Neil peleó ese instinto para calmar sus nervios.
—No hay problema— dijo Matt. — ¿Necesitas algo más?
—Un disparo limpio hacia Riko y ningún testigo— Dijo Neil.
Matt sonrió como si pensara que Neil estaba bromeando y se fue. Neil cerró la
puerta detrás de él y se puso la ropa interior y las medias. Cargó sus zapatillas hacia el
baño y las dejó en el lavamanos. No había mucho que pudiera hacer. La sangre se
había metido en la parte de adentro. Neil podía usarlas esta noche, pero tendría que
reemplazarlas lo antes posible. Neil se podía poner los shorts con las zapatillas
puestas, así que se puso las zapatillas y las probó. Pasó por los casilleros, mirando el
reloj para no mirar a la sangre.
Finalmente Wymack apareció con su uniforme.
—Hicimos lo que pudimos, pero vamos a tener que conseguirte un set
completamente nuevo. Lo ordenaré esta noche y me lo traerán por correo.
Se lo entregó y Neil notó que se había levantado las mangas para el trabajo. Neil
había ensuciado su camisa con sangre cuando agarró su brazo. Pensó en disculparse,
pero no creía que Wymack lo dejara. En vez de eso estrujó el exceso de agua del
dobladillo y mangas de su jersey.
—Está tan seco como pudimos. — Dijo Wymack, mirando el agua en el suelo.
— Matt trajo uno de los secadores de pelo de las chicas, pero Abby no quería que
nadie lo use por miedo a empeorar la mancha.
[148]
Traducción por:
—Si alguien pregunta, les diré que fue una broma pre-juego— dijo Neil. — Es
técnicamente la verdad.
Neil terminó de vestirse. Wymack le dio una mirada completa, lo declaró apto
para el escrutinio del público con un nada convincente asentimiento, y envió a Neil
delante de él y fuera de los vestuarios. Al estar tan cerca del inicio del juego el equipo
ya había terminado de precalentar y estirar. Neil dio un par de vueltas por su cuenta
mientras Wymack le daba a su equipo la charla anterior al juego. Wymack había
terminado para el momento en el que volvió, y se volvió abruptamente el centro de
atención.
— ¿Estás seguro de que estás bien, Neil? — preguntó Dan.
—Estoy seguro de que tenemos un juego que ganar— contestó Neil—
Preocúpate más por eso y menos por mí.
Los árbitros los dejaron entrar a la cancha para simulacros. Neil se enfocó en
cada movimiento para no pensar en nada más. Para cuando la línea de juego tomó su
lugar para el partido, Neil estaba tan perdido en sí mismo y el juego que casi se había
olvidado lo que había sucedido en el vestuario. El fantasma de aquello todavía se
aferraba a él, incluso aunque no lo reconociera, pero lo alentaba a ir más rápido y con
más intensidad. Kevin no le dijo que se contuviera, y se golpearon contra sus marcas
con una agresión inusual. Neil tuvo una tarjeta amarilla antes del descanso de medio
tiempo. Esperaba que Wymack lo usara como una excusa para sacarlo, pero Wymack
no dijo nada sobre ello cuando llevó a su equipo de vuelta hacia los vestuarios.
Neil pensó que olía sangre pero sabía que era imposible. Había demasiado
espacio entre la habitación para cambiarse y el hall, y el olor del sudor de sus
compañeros y desodorante inundaba el ambiente.
— ¿Dónde está Abby? — Preguntó Dan, y Neil se dio cuenta de que no la había
visto desde que comenzó el partido.
—Tuvo que ir al campus por un momento. Nada que preocuparse. — Wymack
gestualizó hacia la heladera. — Todo beban y estiren. No tenemos mucho tiempo.
Los Foxes jugaron la segunda mitad como si tuvieran todo que perder. Neil usó
los tiros de pase y disparos que Kevin le había enseñado y usó un par de trucos de
manejo de pies defensivo que había aprendido con los Ravens. Cuando Kevin lo llamó
lo hizo en francés. No dijo una palabra hacia el defensor que lo marcaba sin importar
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Traducción por:
lo que el hombre le decía. No tenía tiempo para un tonto sin sentido y necesitaba cada
pizca de su floja energía para terminar el juego.
Sabía que el silencio solo estaba haciendo que su marca se enojara más, a juzgar
por la intensidad que crecía en el tono del otro hombre. Neil lo ignoró a menos que
fuera para empujarlo y pasar por su lado.
Matt era una fuerza dominante en el otro extremo de la cancha. Nicky era el
eslabón más débil de la línea de defensa, pero Andrew lo balanceaba con una
implacable eficiencia. Cuando Aaron entró, él y Andrew jugaron juntos como si nada
estuviera mal. Neil no sabía si habían cerrado sus puertas por la interferencia de Riko
o si el juego era suficiente para distraerlo de sus problemas personales. Por el
momento a Neil no le importaba cuál fuera el motivo siempre y cuando cooperaran.
Con ocho minutos en el reloj los Foxes comenzaron a volverse más lentos.
Habían ido demasiado fuerte demasiado temprano. Mientras fueran capaces de
mantenerse firmes, estarían bien, porque tenían dos puntos de ventaja, pero Neil quería
otro punto para revitalizar al equipo. Sin embargo, él y Kevin se encontraban contra
tres defensores nuevos y la línea de defensa los frenaba en cada intento. Neil sabía que
Kevin estaba tan frustrado como él, porque Kevin estaba comenzando a atravesar la
línea de golpes inaceptables. Kevin le dio una advertencia cuando perdieron el control
de la pelota de nuevo. Kevin contestó algo rudo de vuelta.
Dos minutos más tarde, los Foxes obtuvieron la agitación que necesitaban. Un
ofensor Terrapin rodeó a Matt y se dirigió al arco. Matt no podía alcanzarlo, pero se
las arregló para inclinarse cuando el ofensor fue a disparar. El ofensor tropezó, la
raqueta temblando en un intento de aferrarse a la pelota, y llegó un paso demasiado
cerca del arco. Andrew estuvo fuera de su zona en un momento, y tacleó al ofensor lo
suficientemente fuerte como para voltearlo. El ofensor se quedó en donde estaba por
unos cinco segundos, demasiado aturdido para volver a levantarse. El juego no esperó
por él. Matt fue tras la bola con un grito de guerra y la lanzó a través de la cancha
hacia Allison. La próxima vez que Neil disparó al arco lo logró, y los Foxes
celebraron.
Los Foxes ganaron, ocho a cinco, y la multitud casi voló el techo fuera de su
sitio. Éstos llevaron su celebración al arco porque Andrew no iría hacia ellos. Nicky y
Renee lo metían en el festejo la temporada pasada porque estaba demasiado enfermo
para pelear contra ello. Ahora Nicky intentó meterlo y Andrew apuntó su raqueta
hacia él en advertencia. Nicky sabía lo que le convenía y se colgó de Aaron en vez de
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Traducción por:
él. Andrew se mantuvo como un espectador desinteresado en las afueras mientras los
Foxes saltaban y gritaban a unos metros de él. De alguna forma Kevin los rodeó para
decirle algo a Andrew. Kevin no podía oírlo por encima del ruido de sus compañeros
de equipo, pero el gesto de rechazo de Andrew dijo que no le importaba la aprobación
de Kevin.
Estrecharon sus manos con los Terrapins lo más rápido que pudieron y salieron
de la cancha. Wymack y Abby los estaban esperando, Wymack con una sonrisa
dientuda y Abby siendo toda sonrisas.
La alegría de Wymack solo le dio a la emoción de Dan otro empujón, y ella
corrió a la multitud para irritarlos. Nicky y Matt corrieron detrás de ella. Wymack los
dejó ir, sabiendo que los reporteros los tomarían como el blanco más fácil, y guio a sus
Foxes a los vestuarios. Neil había llegado hasta el final del pasillo antes de recordar el
desastre que le esperaba.
— ¿Tienes algún secador de piso que pueda usar? — preguntó Neil.
—Cállate la boca. — Dijo Wymack. — No lidiarás con eso ahora. Recién
ganamos.
—Ocho a cinco. — Dijo Allison, como si Neil ya se hubiera olvidado. La
tensión en su voz la traicionó demostrando que ella todavía estaba enojada por todo el
asunto. Neil no se encogió ante las siguientes palabras que salieron de su boca, pero
casi lo hace— Supongo que lo puedes considerar un regalo de cumpleaños de parte del
equipo.
—Allison. — Dijo Renee.
—No. — Allison apuntó un dedo hacia Renee para callarla pero mantuvo su
mirada en Neil. — Llegué al límite de mierda que puedo tolerar esta semana, por no
decir este año. Necesito saber qué tan malo se va a volver este concurso de joderse
entre Neil y Riko.
—Vamos a hablar sobre esto. — Dijo Wymack. — Pero no hasta que estén
todos. Vayan a limpiarse. Tomarán turnos de nuevo. Las chicas primero. — Las
observó irse y esperó hasta que la puerta del vestuario se cerró detrás de ellas. — Voy
a instalar una nueva regla grupal que decrete que todos deben estar felices luego de
ganar. Ustedes, aguafiestas, van a sacar toda la vida de mí antes de que me llegue la
hora.
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Traducción por:
Wymack los miró, pero Kevin estaba mirando a Neil y los mellizos estaban
atrás ignorándose mutuamente. Wymack alzó sus manos en derrota y se fue. La
habitación se sumió en un tenso silencio hasta que Dan apareció con Nicky y Matt
justo detrás de ella. Los tres todavía lucían entusiasmados por haber ganado y por las
entrevistas, pero estar alrededor de sus emocionales compañeros de equipo mató su
entusiasmo. Dan dudó solo un momento antes de continuar hacia el vestuario sin decir
una palabra. Nicky se acercó y golpeó su hombro contra el de Neil.
—Así que acabamos con dos de tres. La semana que viene va a ser el toque
final. — Nicky le dio a Kevin una mirada significativa como si estuviera demandando
que se una a la conversación. — Luego tendremos el primer partido a muerte, ¿Hay
alguna chance de que juguemos contra alguien interesante?
—Cero— dijo Kevin. — Todos los equipos interesantes están en otro grupo.
—Todos excepto nosotros, te refieres. — Nicky le dio un momento para
coincidir, luego exhaló exageradamente cuando no lo hizo. — Eres muy parcial. No te
olvides en qué equipo te encuentras. Si terminamos enfrentándonos hacia USC, más te
vale alentar por nosotros.
—Lo consideraré. — dijo Kevin.
Los Ravens y los Trojans eran feroces rivales, pero Kevin era un impenitente
fan de USC. Neil no estaba sorprendido, ya que USC tenía uno de los mejores equipos
de la nación. Eran famosos por su trabajo en equipo y habían encabezado el
movimiento para mantener a los Foxes en el juego el otoño pasado. Valían la atención
y apreciación de Kevin.
—Imbécil. — Dijo Nicky. — Le diré al Entrenador que te gusta el Entrenador
Rhemann más que él.
—Dile. — Dijo Kevin. — Si el entrenador vale su puesto sabrá que los Trojans
son mejores que los Foxes. Siempre lo fueron y siempre lo serán.
—Parcial. — Murmuró Kevin de nuevo.
Dan vino a buscarlo cuando las mujeres terminaron, y los hombres tomaron el
vestuario. Neil se quedó parado bajo la ducha y observó bajo sus uñas en busca de
sangre. No encontró nada pero por un minuto hubiera jurado que olió carne
quemándose.
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Traducción por:
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Traducción por:
Neil le dio una rápida mirada a la expresión oscura de Aaron y se preparó para
lo peor. Cuando vino, sin embargo, fue peor de lo que esperaba.
—Ellos nunca encontrarán pruebas sobre el envolvimiento de Riko en todo
esto— dijo Aaron— pero podrían encontrarte a ti, ¿Verdad? De eso se trata todo esto,
¿No es cierto? — Aaron gestualizó hacia su propio rostro, indicando el cambio
abrupto en la apariencia de Neil. — Tu aspecto, tus idiomas, tus mentiras…estás
huyendo de alguien o de algo.
La mordaz demanda fue un puñetazo, quitando el aliento de los pulmones de
Neil y aplastando su estómago contra su columna. El silencio que prosiguió fue
infinito. Neil estaba seguro de que sus compañeros de equipo podían oír sus latidos; su
corazón estaba latiendo con tanta fuerza que lo sentía en cada centímetro de su piel.
Sus miradas eran lo suficientemente filosas como para pelar cada disfraz que usó
alguna vez.
Encontrar su voz de vuelta fue un acto desesperado. Mantenerla calma tomó
cada pizca de energía que le quedaba.
—Sabes, esperaba golpes bajos y puñaladas por la espalda por parte de los
Ravens. Pensaba que los Foxes eran mejores que eso. No— dijo Neil cuando Aaron
abrió la boca de nuevo— no te atrevas a meter tus problemas con Katelyn en esto. Sé
que estás enojado conmigo por meter a Katelyn, pero tienes que superarlo.
—La metiste en mis asuntos, yo los meteré en los tuyos. No es tan divertido
cuando te lo hacen a ti, ¿Verdad? — preguntó Aaron.
—Eres tan estúpido— dijo Neil— Me invité a tu pelea porque quería ayudarlos.
Estás haciendo esto porque crees que me hará daño. Hay una diferencia crítica en
ambas. Lo bueno es que el hecho de que seas un imbécil de corazón significa que
tenía razón acerca de tus probabilidades. — Neil inclinó su cabeza hacia un lado y
observó a Aaron— Entiendes ahora que tu cobardía es lo que los mantiene a Andrew y
a ti separados, ¿Verdad?
—No soy un cobarde.
—Eres un idiota sin agallas. — Dijo Neil. — Dejas que el mundo te pase por
arriba y no te molestas en pelear de vuelta. Dejas que otras personas dicten cómo
puedes vivir tu vida y quién puede estar contigo. Recuérdame por qué soportaste el
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Wymack asintió.
— ¿Todos están bien con las cámaras? ¿Sí? Haré que las pongan el fin de
semana. Hablaremos de sus ubicaciones y el juego el lunes por la tarde. Antes de ese
entonces averigüen que tienen que hacer para resolver sus problemas personales. —
Dijo enviando una mirada significativa hacia Aaron— No se atrevan a traer estas
actitudes a mi cancha de nuevo, ¿De acuerdo? — Los Foxes murmuraron en
asentimiento, y Wymack les indicó que se fueran— Pueden irse. Manejen con
cuidado.
Era un caos fuera del estadio. Fans borrachos gritaban y corrían como locos; el
resto de la multitud bailaba y cantaba con festejos de triunfo. Los policías se
encontraban afuera intentando controlar el desorden. Guardias de seguridad
mantuvieron un ojo en los Foxes hasta que llegaron a sus autos.
Aaron pasó el auto de renta y se trepó en la parte trasera de la camioneta de
Matt. Nicky comenzó a decir algo, pero Andrew prendió su encendedor a un
centímetro del rostro de Nicky en una silenciosa advertencia.
Nicky se subió en el asiento trasero silenciosamente con Neil y pasó el resto del
viaje observando sus piernas.
El tráfico alrededor del estadio estaba en caravana, así que los autos de los
Foxes se separaron a medida que se acercaron al tráfico. Matt les ganó el camino hasta
los dormitorios. Para el momento en el que los otros lo alcanzaron, Aaron ya se había
ido. Neil observó a Andrew guiar a Kevin y Nicky dentro de su habitación antes de
dirigirse a la suya. Matt siguió a Neil, y Neil intentó sorprenderse de que las chicas
estaban justo detrás de él.
El sonido de su celular lo distrajo, y Neil lo sacó de su bolsillo trasero. Había un
mensaje en su buzón de entrada. No reconocía el número o el área. Entendió el
mensaje incluso menos: 49. Neil esperó un momento, pero nada más apareció. Borró
el texto y guardó su celular.
—Neil. — Dijo Dan, y esperó hasta que Neil la miró para continuar— Gracias.
Por la verdad, me refiero. Sé que no lo es todo, pero sé que no nos dejaste entrar por
elección propia. Estamos listos para oírte cuando quieras hablar. Lo sabes, ¿Verdad?
—Lo sé. — Dijo Neil.
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Traducción por:
para ellos. Todo lo que podemos hacer es elegir: creer que estaba protegiendo a Aaron
o condenarlo por tomar el camino más extremo. Yo prefiero ir con la primera, ¿No lo
harías tú? Es reconfortante y alentador pensar que no estaba actuando con maldad.
—Lo próximo que dirás es que es dulce. — Se burló Allison.
—Por favor no— dijo Dan, con una pequeña mueca. — Mi estómago está lo
suficientemente débil ahora mismo.
Neil esperó para asegurarse de que eso era todo, entonces dijo:
—Me voy a la cama.
Ninguno intentó detenerlo. Neil se encerró en la habitación, se cambió, y se
metió en la cama. Sus pensamientos amenazaban con llevarlo a oscuros lugares, así
que Neil silenciosamente contó tan alto como pudo en cada lenguaje que conocía. No
hizo nada para ayudarlo a dormir, pero al menos pudo mantener a los demonios
alejados durante un rato más.
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Traducción por:
9
Cuando el sol salió Neil dejó de pretender que dormía y salió de la cama de
nuevo. Fue a correr a lo largo de la calle Perimeter y se dirigió hacia la Foxhole Court
cuando llegó al final del camino. Los guardias de seguridad de siempre se encontraban
haciendo sus rondas. Neil confiaba menos en ellos hoy que ayer, ahora que sabía que
fácil era traspasarlos, y los rodeó. Se dejó entrar con las llaves y prendió las luces
mientras se dirigía hacia los vestuarios.
Abrió la puerta, ya rodando las mangas de su remera hacia arriba, y se detuvo a
mitad de la habitación. El desastre se había ido, y el piso estaba impecable. Neil miró
por encima de su hombro, pero el lugar había estado a oscuras cuando llegó. Era el
único allí. Cruzó la habitación hacia su casillero y lo abrió. Su casillero estaba limpio
y vacío.
Eran las siete y media, lo cual significaba que Wymack había estado despierto
por horas. Neil se sentó a horcajadas en uno de los bancos y lo llamó. Wymack
contestó en el segundo sonido diciendo.
—No sé qué me sorprende más: que tu teléfono esté realmente prendido o que
estés despierto a estas horas un sábado por la mañana.
—Entrenador, el vestuario está limpio.
—Sí, lo sé. Abby y yo nos encargamos ayer a la noche después de que se
fueran.
—Lo siento— dijo Neil. — Iba a limpiar esta mañana.
— ¿No te dije que no te preocuparas por ello? — demandó Wymack.
—Me dijiste que no lidiara con ello ayer— contestó Neil.
—Lo que sea— dijo Wymack— Puedes compensarme luego. En realidad, ¿Qué
harás ahora que arruiné tus planes matutinos? ¿Nada? — Esperó por la afirmativa de
Neil y dijo— En vez de eso, puedes clasificar los archivos conmigo. Los llevaré y
compraré un desayuno en el camino, ¿O ya comiste?
—Todavía no— dijo Neil. — Esperaré aquí.
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Traducción por:
Wymack colgó. Neil miró su casillero abierto de nuevo, luego migró hacia la
sala de estar para esperar. Caminó a través de las paredes, estudiando las fotografías
que Dan había colgado a lo largo de los años. Neil nunca había visto a Dan agregar
alguna, pero la colección había crecido para incluir un par de fotos de este año. La
mayoría eran de los alumnos de las clases más altas, ya que Dan casi no tenía
oportunidades para ver a sus compañeros de equipo más jóvenes fuera de la cancha,
pero Neil vio varias de Halloween y un par de fotos perdidas de sus cenas grupales en
Noviembre y Diciembre.
Justo en la esquina había una foto que Neil no reconocía en absoluto: una foto
de Neil y Andrew parados a solas. Estaban vestidos en sus abrigos a juego y
mirándose apenas a un suspiro de distancia. Le tomó un momento a Neil ubicarse; la
gente agrupada en el fondo no parecía la multitud de una noche de partido. Las
ventanas finalmente lo hicieron darse cuenta. Dan había tomado esa foto en el
aeropuerto de Upstate Regional en su camino para jugar contra Texas. Neil ni siquiera
se había dado cuenta de que ella los había estado mirando.
Neil había sido capturado en un par de sus fotos grupales, pero ésta era la única
en la cual Neil tenía su aspecto natural. Dan incluso había captado a Neil en su lado
derecho, así que el vendaje que cubría su tatuaje no se veía. Ésta era una foto de
Nathaniel Wesninski; este era el momento en el que Neil le dio a Andrew su nombre.
Neil se acercó para arrancar la foto pero se detuvo con su mano al borde de la foto.
Había venido al Estado de Palmetto para jugar, pero también había venido
porque Kevin era la prueba de que una persona real existía detrás de todas sus
mentiras. En Mayo los dos, Nathaniel y Neil, estarían muertos pero en Junio esta foto
seguiría allí. Sería una pequeña parte de la Foxhole Court durante los años que se
avecinaran.
Era reconfortante, o debería serlo. Neil no creía que el confort debería sentirse
como un nudo enfermizo en el estómago.
Por suerte para él Wymack apareció en ese momento. Tenía una bolsa de papel
marrón colgando de una mano y una caja llena de papeles en sus manos. Neil abrió la
puerta detrás de él para que Wymack pudiera bajar sus cosas. Wymack miró alrededor
de la sala de estar por un momento, luego puso la televisión en el suelo y atrajo el
centro de entretenimiento hacia los sillones para usarlo de mesa. Neil lo observó
colocar unas carpetas en cuatro pilas. Cuando Wymack dejó la caja vacía a un lado,
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Traducción por:
Neil abrió la carpeta más cercana para espirar. Era un perfil con una nada familiar foto
en él.
—Reclutas potenciales. — Explicó Wymack. — Necesitamos seis como
mínimo.
—Seis. — Repitió Neil a medida que se arrodillaba en un sitio opuesto a
Wymack. — ¿Duplicaremos nuestro equipo?
—No por elección. — Dijo Wymack. Sacó unos sándwiches y jugo de la bolsa
marrón y lo dividió con Neil. — Fue una de las condiciones para que nos dejaran
quedarnos cuando Andrew fue encerrado. A la ERC no le gusta lo cerca que estuvimos
de quedar fuera este año y no quieren seguir doblando las reglas por nosotros. Prometí
que no volvería a pasar. Eso significa llenarnos de suplentes el año que viene.
Wymack chequeó cada pila, entonces empujó una hacia Neil.
—Todas las chicas serán alumnas de último año, así que necesitaremos tres
cuerpos entrenando para reemplazarlas. En total estamos buscando dos ofensores, dos
distribuidores, un defensor y un arquero. Encuéntrame algo de potencial y lo
reduciremos luego.
— ¿No debería Kevin hacer esto contigo? — preguntó Neil.
—Tú elige a la primera tanda— dijo Wymack— Él elegirá a la segunda. Yo
tendré la decisión final.
Neil miró la pila de archivos frente a él. Al final abrió la primera y comenzó a
leer las páginas de estadísticas: estado físico, puntajes, proporciones, y así
sucesivamente. No estaba del todo seguro de lo que estaba buscando, pero tenía una
idea para el momento en el que llegó al tercer ofensor. Éste era bastante bueno, pero el
cuarto era más interesante porque era considerablemente mejor. Había discos pegados
en la parte trasera de cada carpeta, probablemente conteniendo clips de los mejores
momentos de los jugadores.
Dividió los archivos en dos pilas, los más prometedores y los “quizás”, y volvió
a revisar las pilas hasta que terminó. Pensó que la segunda ronda sería más rápida
ahora que había visto la información de todos, pero dudaba de sí mismo en cada una
de ellas. Pensó que Wymack probablemente había terminado con todo para el
momento en el que Neil se decidió, pero cuando Neil lo espió notó que Wymack no
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Traducción por:
había avanzado mucho más que él. La mirada de Wymack ni siquiera se estaba
moviendo. No estaba leyendo las estadísticas; estaba estudiando la foto del jugador
como si pudiera decirle todo lo que necesitaba saber.
Neil volvió a mirar el archivo abierto frente a él e intentó ver lo que Wymack
veía. Quizás Wymack podía leer el dolor en la gente de la misma forma que Neil podía
leer el enojo; donde Neil veía la calma inalterable de una chica quizás Wymack veía
una mirada cansada y hombros derrotados. Neil se preguntó si Wymack había visto
algo en la foto de su escuela o si solo había confiado en las palabras de Hernández
diciendo que algo andaba mal. Le gustaría creer que tenía una buena cara de póker,
pero era muy raro que alguien pudiera engañar a Wymack.
— ¿Algún problema? — Preguntó Wymack.
—No. — Mintió Neil, y volvió a su tarea.
Le tomó la mitad de la mañana revistar todos los ofensores potenciales, pero
Neil finalmente tenía una pila lista para que Wymack y Kevin revisaran. Wymack la
dejó en el suelo a su lado y puso las carpetas rechazadas de vuelta en la caja.
— ¿Algo más? — Preguntó Neil.
—Eres libre de irte. — Dijo Wymack— ¿Necesitas que te lleve?
—Estoy bien. — Dijo Neil.
—Uh-huh— dijo Wymack sin mirar hacia arriba. Neil lo dejó pasar y juntó la
basura de su desayuno. Casi había llegado al tacho de basura cuando Wymack habló.
—Por cierto, te haré Vice-capitán el año que viene.
El corazón de Neil se atoró en su garganta. Se volteó para mirar a Wymack,
pero le tomó dos intentos encontrar su voz.
—Harás, ¿Qué?
—Dan se irá eventualmente— dijo Wymack— Necesita un reemplazo.
—Yo no. — Protestó Neil.
—Deberías pedirle a Matt o Kevin.
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Traducción por:
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Traducción por:
Tan solo había un par de minutos de viaje entre la Torre Fox y la Foxhole Court,
pero le tomó a Andrew quince minutos llegar al estacionamiento. Frenó a unos metros
de los pies de Neil y no se molestó en apagar el motor. Kevin estaba en el asiento del
pasajero, frunciendo el ceño en un juicio silencioso hacia Neil a través de la ventana.
Andrew salió del auto cuando Neil no se movió y se detuvo frente a él.
Neil alzó la vista hacia él, estudiando la expresión aburrida de Andrew y
esperando por preguntas que no aparecerían. La apatía debería haber empeorado sus
nervios a flor de piel pero de alguna manera lo calmaron. El desinterés de Andrew en
su bienestar psicológico era lo que había atraído a Neil hacia él en un primer lugar: el
saber que Andrew nunca se apartaría sin importar el veneno que lo estuviera
carcomiendo vivo.
—No quiero estar aquí hoy. — Dijo Neil.
—Habíamos llegado a la interestatal. — Contestó Andrew.
Era la invitación más vaga que Neil había oído en su vida, pero no le importaba.
Andrew había volteado para venir a buscarlo sin dudarlo. Era más que un motivo para
levantarse e ir con él. Neil se subió detrás del asiento del pasajero y miró por la
ventana. Kevin lo miró de vuelta pero no dijo nada, y Andrew se puso en movimiento
de vuelta antes de que su puerta se cerrara del todo.
No le preguntaron qué andaba mal, así que Neil no les preguntó porque estaban
tomando la I-85 hacia Atlanta.
Fueron las dos horas más largas de su vida, pero el silencio y la ilusión de
escapar de la Universidad del estado de Palmetto ayudaba a Neil a volver a juntar sus
pensamientos. Para el momento en el que llegaron a Alpharetta se había sumido en un
cómodo entumecimiento. El insomnio de ayer había comenzado a alcanzarlo y se
permitió descansar. Despertó cuando el celular de Andrew sonó, pero Andrew solo
estuvo en la llamada el tiempo suficiente para decir:
—No.
Un par de minutos después estacionaron en una concesionaria. Kevin salió en
cuanto Andrew estacionó. Éste apagó el motor y tiró sus calles en el ahora vacío
asiento del pasajero.
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Traducción por:
—Sal o quédate aquí. — Dijo Andrew. — Esas son las únicas opciones que
tienes.
Huir no era una opción, quería decir. Andrew sabía por qué Neil lo había
llamado.
—Me quedaré.
Andrew salió y cerró la puerta con fuerza detrás de él. Neil lo observó
desaparecer en las puertas frontales en busca de la representante de ventas, luego cerró
los ojos y se durmió de nuevo. Cuando despertó había una bestia color negro metálico
estacionada al lado del auto de renta. Neil no sabía más sobre autos ahora de lo que
sabía cuándo comenzó el año, pero cada curva de este gritaba que valía mucho dinero.
Neil asumió que Andrew hizo con esta compra lo que había hecho con la última:
busco cualquier auto que pudiera quemar el dinero rápido. Era una peculiaridad
desconcertante para un hombre que clamaba no tener cariño por sus posesiones
materiales.
Andrew abrió la puerta trasera y miró a través del asiento trasero hacia Neil.
— ¿Kevin?
Neil se quitó el sueño de los ojos y desabrochó su cinturón.
—Déjalo ir contigo. No tengo nada que decirle.
Andrew cerró la puerta de nuevo, y Neil se movió hacia el asiento del
conductor. Andrew salió del estacionamiento primero y Neil lo siguió hasta la
interestatal. Pararon en una estación de gas con un local de comida rápida adherido.
Neil no tenía hambre, pero llenó la taza más grande de café que tenían. Se sentó en la
cabina adyacente para beber y mirar a la nada. Kevin lo miró ocasionalmente mientras
comían pero no dijo nada, probablemente atribuyendo su estado de ánimo extraño al
fiasco del día anterior. Andrew miró hacia afuera de los ventanales en dirección a su
auto nuevo.
El camino de vuelta se sintió más corto de lo que había sido el viaje fuera de
Georgia, incluso a pesar de que tuvieron que pasar el Estado de Palmetto para dejar el
auto de renta en Greenville. La representante chequeó el auto en busca de nuevos
daños, apagó el motor el tiempo suficiente como para ver cuánto gas quedaba en el
taque e hizo que Andrew firmara un par de fórmulas. Luego no había nada más que
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Traducción por:
hacer que regresar al campus. Neil creyó que habían estado fuera el tiempo suficiente
como para estar bien, pero ver a la Fox Tower por la ventana lo dejó sintiéndose
exhausto.
Tomaron las escaleras hacia arriba, y Neil no se detuvo en el tercer piso. El
suave sonido de unas pisadas decía que Andrew lo estaba siguiendo, pero la puerta del
pasillo se cerró cuando Kevin se dirigió hacia su habitación. Andrew alcanzó a Neil
cuando Neil se detuvo para manipular el candado que les bloqueaba el acceso a la
terraza. Tenía dos cigarrillos afuera y encendió uno antes de que si quiera estuvieran
afuera. Neil lo aceptó y lo llevó hasta el borde del techo. Se sentó lo más cerca del
borde que pudo, esperan que aquella punzada de miedo lo distrajera de sus horribles
pensamientos, y miró hacia el campus en movimiento.
Andrew se sentó junto a él y sostuvo algo entre ellos. Neil miró, pero pasó un
momento hasta que comprendió lo que Andrew le estaba ofreciendo. La concesión le
había dado dos llaves para su nuevo auto, y Andrew le estaba dando la segunda a Neil.
Cuando Neil tardó mucho en agarrarla, Andrew la dejó caer en el concreto entre ellos.
—Un hombre solo puede tener una cantidad de problemas. — Dijo Andrew. —
Solo es una llave.
—Eres un niño adoptivo. Sabes que no lo es. — Dijo Neil. No levantó la llave
pero presionó dos dedos contra ella, aprendiendo la forma y sensación de su nuevo
regalo. — Siempre tuve el dinero suficiente como para vivir cómodamente, pero todos
los lugares decentes significaban muchas preguntas. Hay chequeos de antecedentes y
chequeos de crédito y referencias, cosas que no puedo otorgar por mi cuenta sin dejar
demasiados rastros. Mantuve la cabeza baja en Millport. Antes de eso me quedaba
decrépitos hoteles semanales o irrumpía en los autos de otras personas o buscaba
lugares que se contentaban con recibir una paga por debajo de la mesa.
“Siempre fue “irse” — dijo Neil. Volteó su mano hacia arriba y trazó una llave
en su piel con la punta de su dedo. Había jugado con la llave de la casa de Andrew
tantas veces que conocía cada hendidura y curva de memoria. — Siempre fue
“miente” y “escóndete” y “desaparece”. Nunca pertenecí a ninguna parte o tuve el
derecho de decir que algo era mío.
“Pero el Entrenador me dio las llaves de la cancha, y tú me dijiste que me
quedara. Me diste una llave y lo llamaste hogar. — Neil apretó su mano, imaginándose
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la sensación del metal contra la palma de su mano, y levantó su mirada hacia Andrew.
— No había tenido un hogar desde que mis padres murieron.
Andrew hundió un dedo en la mejilla de Neil y giró su cabeza hacia otro lado a
la fuerza.
—No me mires de esa forma. No soy tu respuesta, y estoy jodidamente seguro
de que no eres la mía.
—No estoy buscando una respuesta. Solo quiero…
Neil gestualizó con impotencia, sin ser capaz de terminar esa súplica. No sabía
lo que quería; no sabía lo que necesitaba. Las últimas veinticuatro horas lo habían
golpeado contra el suelo y Neil todavía no podía encontrar la forma de levantarse. No
sabía cómo hacer que esa quemazón se desvaneciera o como silenciar la voz que
susurraba “Injusto” en sus oídos.
—Estoy cansado de no ser nada— dijo Neil.
Neil había visto aquella mirada en el rostro de Andrew una vez, cuando él y
Andrew hicieron una tregua en el living de Wymack el verano pasado. Neil le había
dicho medias verdades para comprar su aceptación, pero no fueron las vagas
descripciones de los crímenes de sus padres y sus muertes las que alcanzaron a
Andrew. Eran sus profundos celos hacia Kevin, su soledad y su desesperación.
Después de todo lo que habían pasado estos últimos meses, Neil finalmente
comprendió lo que esta mirada significaba.
La oscuridad en la mirada de Andrew no era censura; era perfecta comprensión.
Andrew había tocado fondo hacía años y se había roto. Neil se encontraba
colgado de un hilo que se estaba deshilando e intentando sujetarse a lo que fuera para
mantenerse a flote.
—Eres un Fox. Siempre serás nada. — Andrew sacó su cigarrillo. — Te odio.
—El nueve por ciento del tiempo no lo haces.
—El nueve por ciento del tiempo no quiero matarte. Siempre te odio.
—Cada vez que dices esto te creo un poco menos.
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Traducción por:
—Nadie te preguntó. — Y con eso, Andrew tomó el rostro de Neil en sus manos
y se inclinó.
Sin contar el asalto del Nicky drogado, Neil no había besado a nadie en cuatro
años. La última chica había sido una delgada chica Francés-Canadiense que lo había
sostenido con las puntas de sus dedos y lo había besado como si estuviera asustada de
arruinar su labial pegajoso y brillante. Neil ni siquiera podía recordar su nombre. Solo
podía recordar lo insatisfactorio que había sido aquel encuentro ilícito y lo enojada que
su madre había estado cuando los encontró. Ese beso incómodo no había justificado el
castigo que prosiguió.
Esto no se sentía para nada como eso.
Andrew lo besó como si fuera una pelea con sus vidas en juego, como si su
mundo se detuviera y empezara con la boca de Neil. El corazón de Neil se detuvo ante
la primera presión de sus labios contra los suyos e intentó alcanzarlo sin pensar. Su
mano llegó hasta la mandíbula de Andrew antes de recordar que a Andrew no le
gustaba que lo tocaran. En vez de eso, Neil se sujetó de la manga del abrigo de
Andrew y enredó sus dedos en la pesada lana.
El toque fue un desencadenante. Andrew se inclinó hacia atrás lo suficiente para
decir:
—Dime que no.
Los labios de Neil estaban adoloridos; su piel zumbaba. Se sentía sin aliento,
como si hubiera sobrevivido a una maratón. Se sentía fuerte, como si pudiera correr
cinco más. El pánico amenazó con destruir su estómago en pedazos. El sentido común
le decía que se negara a esto y se retirara antes de que los dos hicieran algo que
lamentaran. Pero Renee dijo que Andrew no se arrepentía de nada, y Neil no viviría el
tiempo suficiente como para que le importara. No había decidido hacia donde
inclinarse antes de que Andrew apartara la mano de Neil de su abrigo.
—Suéltame. — Dijo Andrew. — No haré esto contigo ahora.
Él prácticamente lanzó el brazo de Neil lejos de él y se inclinó fuera del espacio
de Neil. Levantó su cigarrillo estropeado, decidió con una mirada que era imposible
salvarlo, y hundió su mano en su bolsillo trasero de nuevo. Neil lo observó hasta que
estuvo encendido, viendo la nueva tensión en los hombros de Andrew y la violencia en
[171]
Traducción por:
sus cortos movimientos. Pensó que debía decir algo, pero no sabía dónde empezar. El
beso de Andrew y su abrupta retirada eran igual de desconcertantes.
Andrew solo logró una calada antes de romper su segundo cigarrillo junto al
primero. Encendió un tercero de todas formas, pero Neil se estiró y se lo quitó. Era
una buena señal, quizás, que Andrew no reaccionó al robo. Neil dejó el cigarrillo junto
a su propio cigarrillo abandonado y volvió a mirar a Andrew. Andrew dejó el paquete
a un lado y llevó una rodilla hacia su pecho.
Neil debió dejarlo ir, pero necesitaba entender.
— ¿Por qué no?
—Porque eres demasiado estúpido para decirme no. — Dijo Andrew.
— ¿Y quieres que te diga que sí?
—Eso no es “si”. Eso es un ataque de nervios. Sé la diferencia incluso si tú no la
sabes.
Andrew hundió su pulgar en su labio inferior como si pudiera borrar el peso de
la boca de Neil y miró el horizonte.
—No seré como ellos. No dejaré que me dejes ser.
Neil abrió su boca, la cerró, e intentó de nuevo:
—La próxima vez que alguien diga que eres un desalmado voy a tener que
golpearlo.
—Noventa y dos por ciento— dijo Andrew— yendo a noventa y tres.
No era gracioso, nada de esto lo era, pero su respuesta era tan odiosa y tan típica
de Andrew que Neil no pudo evitar sonreír. Se obligó a suprimirla de su rostro antes
de que Andrew se diera cuenta y miró al campus de vuelta.
Por primera vez en el día, quizás por primera vez en aquella intensa semana,
podía respirar de nuevo sin sentir como si su pecho se estuviera tensando demasiado.
A medida que su tensión se desvanecía, el peso del cansancio volvió hacia Neil, pero
esta vez con genuino cansancio. No había dormido la noche anterior y solo había
dormido por una hora en el auto. Dormir ahora arruinaría el resto de su fin de semana,
pero a Neil no le importaba. Levantó la llave de Andrew y se levantó.
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Traducción por:
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Traducción por:
hecho una cosa estúpida tras la otra durante todo el año y había resultado ser el mejor
año de su vida.
Ese no era un motivo suficiente para aceptar esto, pero Neil tampoco estaba
dispuesto a rechazarlo. No tenía mucho tiempo, pero le iba a tomar un poco más que
estos momentos fragmentados para decidirse. Neil sabía que no estaba en un buen
estado mental para decidir de una forma u otra.
Metió sus llaves bajo su almohada y rodó hacia un lado como si eso cambiara lo
que sucedió. Se obligó a no pensar sobre ello ahora, pero su boca todavía recordaba el
peso de los labios de Andrew y eso hacía que su piel se erizara.
Se distrajo de la única forma que sabía, contando lo más alto posible en cada
lenguaje que sabía. No recordaba haberse dormido, y no sabía cuánto tiempo pasó
hasta que su teléfono zumbó. El nuevo mensaje en su buzón era de un número no
registrado, todo lo que decía era “48”. Neil lo borró y se hubiera quedado dormido de
nuevo si no fuera por el sonido ahogado de la TV en la otra habitación. Neil buscó por
la fuerza que necesitaba para enfrentarse a los de las clases más altas y la encontró
más cerca que esta mañana. Con un suspiro silencioso pateó sus sábanas, apagó su
alarma, y bajó de la cama.
Dan se encontraba contra el costado de Matt en el sofá. Ella levantó el control y
apagó la televisión en cuanto vio a Neil en la puerta.
— ¿Te despertamos? — Preguntó ella, y aunque Neil sacudió la cabeza dijo—
Lo siento.
—De todas formas no debería dormir tan tarde en el día. — Dijo Neil.
Fue a la cocina a buscar un vaso de agua. Esperaba que volvieran a lo que sea
que interrumpió, pero cuando volvió la TV del living seguía completamente negra y
silenciosa. Había una conversación silenciosa en las miradas que Matt y Dan se
enviaban entre ellos. Neil no sabía cuál de los dos ganó, pero Matt sacudió la cabeza y
miró a través de la habitación hacia Neil.
—Queríamos hacer una fiesta de cumpleaños en tu honor. — Dijo Matt. — No
parece correcto que sea tu cumpleaños y que no hagas nada para celebrarlo. Sin
embargo, Renee dijo que era una mala idea, hasta el punto de que llamó a Andrew en
busca de refuerzos. Él se puso de su lado.
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Traducción por:
cuando Andrew abrió la puerta del conductor. Nicky miró, con una reacción tardía, y
casi se cayó cuando saltó hacia atrás.
— ¡No puede ser!
Su gañido atrajo la atención de los demás, y Matt fue el más predecible en
reaccionar después. Apareció a toda velocidad y pasó a Neil para ver el auto.
— ¿Qué haces con un Maserati?
—Lo manejo. — Dijo Andrew, como si fuera algo obvio, y se metió en el
asiento del conductor.
Matt se inclinó sobre el capó con ambas manos pero no lo tocó, como si pensara
que sus huellas dactilares arruinarían el perfecto exterior. El descarado asombro en su
rostro hizo que Neil mirara a Andrew. Andrew encontró su mirada a través del
parabrisas pero no la sostuvo por mucho tiempo. Se inclinó hacia la puerta para
cerrarla, pero Matt volteó el auto y puso su mano en el camino. Se inclinó para mirar
el interior, sus ojos abiertos como los de una lechuza y extático. Nicky tenía menos
preocupación sobre poner sus manos encima del auto nuevo y rodeó el auto mirando
todo con la boca abierta.
— ¿Pero cuándo…?— preguntó Matt— ¿Y cómo…?
Allison tuvo menos tacto.
— ¿Lo robó?
Dan le dijo que bajara la voz, pero Allison se encogió de hombros ante sus
palabras. Matt le hizo señas a Andrew.
— ¡Enciéndelo! Quiero oírlo.
Andrew giró la llave para encender el motor, y el auto cobró vida con un
silencioso rugido. Matt alzó las manos y se volteó como si estuviera orquestando una
sinfonía. Andrew cerró la puerta, así que Matt volvió con Dan, soltando datos y
estadísticas que le pasaron por encima a Neil. Neil observó a Aaron para ver su
reacción. Él lucía dividido, como si quisiera estar sorprendido por el prestigioso auto
pero no pudiera dejar ir su resentimiento el tiempo suficiente para estar emocionado.
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Traducción por:
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Traducción por:
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Traducción por:
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Traducción por:
10
Una semana sin partido no disminuyó la dificultad de las prácticas en absoluto,
pero Wymack intentó darles un poco de tiempo para respirar siempre que pudo. No era
consideración sino necesidad: había terminado la primera ronda de selección de sus
pilas de aspirantes a Foxes y necesitaba la ayuda de su equipo para disminuirla incluso
más. Las chicas aceptaron la tarea con un entusiasmo que Neil no esperaba. Él creyó
que elegir sus propios reemplazos sería un agrio recordatorio para ellas de que en un
año se graduarían. Sin embargo, si alguna de ellas fue consciente de que se estaba
quedando sin tiempo, no dio señales de ello.
Fue menos sorprendente ver los desdeñosos rechazos que Kevin le había dado a
cada carpeta que Wymack le había entregado. Él demandó que Wymack hiciera un
segundo pedido, al cual Wymack demandó que Kevin fuera un poco más tolerante con
los jugadores ofensivos que no habían nacido para ser campeones. Neil no tenía la
experiencia o la intuición como para discutir con Kevin, pero se aferró
silenciosamente a una de las elecciones que había hecho y se negó a dejarla ir.
Kevin intentó desgarrarla de sus manos solo una vez antes de descartar a Neil
como si fuera un ignorante y volver a rondar alrededor de Wymack. Abby se involucró
cuando el argumento se volvió demasiado ruidoso y envió a Wymack y Kevin a
ambos extremos opuestos de la habitación.
El martes Kengo fue liberado del hospital. Si no fuera el padre de Riko, podría
haber vuelto a casa sin ninguna pregunta o trompeteo, ya que Kengo Moriyama lucía
como cualquier hombre de negocios adinerado. Como lo era, había varios reporteros
esperándolo en la puerta. Kengo respondió sus preguntas con un silencio sepulcral y
dejó que sus asistentes liberaran el camino para él.
Las leyes de HIPAA* evitaban que la gente pudiera descubrir qué lo había
metido en el hospital en un primer lugar, sin embargo parecía haberse recuperado, así
que la presa eventualmente se rindió y lo dejó ir.
HIPAA: Health Insurance Portability and Accountbaility Act o La Ley de Transferencia y
Responsabilidad de Seguro Médico.
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Traducción por:
El miércoles por la tarde Andrew tuvo su sesión semanal con Betsy Dobson, lo
cual significaba que el grupo tenía que viajar a la cancha con Matt. Kevin y Nicky
estaban esperándolos en el pasillo cuando Neil siguió a Matt fuera de su dormitorio.
Aaron no estaba allí. Neil cerró la puerta con llave detrás de él y miró a Nicky.
Nicky sacudió la cabeza.
—Dijo que iba a viajar con Andrew hoy.
— ¿A la cancha? — preguntó Dan.
Neil consideró la expresión de ojos muy abiertos de Nicky y supuso:
—A lo de Dobson. Aaron quiere ir con él.
—No me digas— Dijo Matt, perplejo— ¿En serio lo crees?
—Una locura, ¿Verdad? — Preguntó Nicky— Le dije que no sabía que Andrew
estaba de acuerdo, y Aaron dijo que no sabía lo que Andrew estaba planeando. Aaron
no ha vuelto todavía, así que o está muerto en el estacionamiento o logró convencerlo
¿Supongo que se cansó de que Katelyn lo evitara? Hablando de eso, uno de estos días
tendrás que decirme como la convenciste de hacerlo.
—Pregunté. — Contestó Neil.
—Ahí va esa cosa de “pregunté” de nuevo— dijo Matt— ¿Significa algo
diferente de dónde vienes?
—La mayor parte del tiempo, sí. — Replicó Neil.
Esa inesperada honestidad le sacó una risa a Matt. Sin Andrew y el antagonismo
de Aaron poniendo barricadas, era más fácil para los Foxes mezclarse. Bajaron las
escaleras como un grupo unido. Nicky chequeó el estacionamiento en busca de señales
de la horrible desaparición de Aaron y se metió dentro de la camioneta de Matt con
una salvaje sonrisa cuando no encontró ninguna. A pesar de esa alegría fue rápido en
ofrecer a Neil como vocero cuando Wymack necesitó una explicación para la ausencia
de Aaron. Wymack respondió asignándole a los Foxes vueltas extra. Neil esperaba que
al menos Nicky se quejara sobre ello, pero Nicky estaba tan sorprendido por el
cuestionable progreso de sus primos que se encogió de hombros y aceptó el trabajo
extra sin quejarse.
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Traducción por:
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Traducción por:
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Traducción por:
[187]
Traducción por:
no quiero ignorarlo solamente porque es nuevo, así que, ¿Estás completamente fuera
de los límites o hay algunas zonas seguras?
— ¿Qué esperas, coordenadas?
—Quiero saber cuáles son las líneas antes de cruzarlas— dijo Neil— pero estoy
dispuesto a dibujar un mapa sobre ti si me alcanzas un marcador. Esa no es una mala
idea.
—Todo acerca de ti es una mala idea. — Dijo Andrew, como si Neil no lo
supiera.
—Todavía estoy esperando por una respuesta.
—Y yo estoy esperando un sí que realmente pueda creer. — Contestó Andrew
de vuelta.
—Sí.
Neil tomó la pinta de los dedos irresistentes de Andrew, la apiló sobre la suya, y
se inclinó. Se detuvo, tímido de realmente besar a Andrew, no atreviéndose a tocarlo
hasta que Andrew le diera una luz verde. La expresión de Andrew no cambió pero
hubo un sutil cambio en la tensión de su cuerpo que le indicó a Neil que tenía su
atención. Neil alzó una mano pero se detuvo a una distancia segura del rostro de
Andrew. Él capturó su muñeca y la apretó en advertencia.
—Está bien si me odias. — Dijo Neil.
Era la verdad, casi como un entendimiento. Mientras que Andrew solo estuviera
atraído físicamente hacia Neil, éste era un experimento seguro. La muerte de Neil no
sería más que una ligera inconveniencia para él.
—Bien. — Dijo Andrew. — Porque lo hago.
Por un segundo Andrew creyó que Andrew iba a empujarlo lejos y terminar con
el asunto. Él lo empujó, pero siguió a Neil hacia abajo. La corta alfombra era áspera
contra los nudillos de Neil donde Andrew había atrapado su mano por encima de su
cabeza. Neil no se podía quejar de ello cuando Andrew era un inflexible peso encima
de él. Intentó alcanzar a Andrew de nuevo pero se detuvo a mitad de camino. Andrew
capturó también aquella mano y la mantuvo fuera del camino.
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Traducción por:
Matt era un poco mejor en mantener una buena actitud, pero cuanto más avanzaba la
semana más inquieto y ansioso se lo veía.
Incluso Renee lo sentía, a pesar de que lo escondía bien. Cuando sus amigos
estaban a su alrededor era una roca perfecta contra la cual ellos podían recargarse, tan
alentadora y agradable como siempre. Era una historia distinta cuando iba a dar
vueltas con Neil y Andrew. No admitió nada, pero lucía más cansada cada día. Neil
sabía que no debía preguntarle si estaba bien. Ella podría sentirse obligada a forzar una
sonrisa para él también, cuando lo que ella realmente necesitaba era tiempo para tomar
aliento y calmar sus propios nervios.
Le tomó a Neil un par de días darse cuenta de que no eran los Foxes los que
absorbían la mayor parte de su energía. Renee ya no decía casi nada cuando
caminaban, demasiado concentrada en lo que sucedía en su celular. El ocasional
infeliz tirón en la esquina de su boca decía que sus conversaciones con Neil no estaban
saliendo muy bien.
Las prácticas de la tarde hicieron que todos se fueran llenos de moretones y
adoloridos. Kevin y Neil probaron todos los trucos que tenían para rodear a sus
compañeros, y sus defensores los empujaron hacia atrás tan fuerte como pudieron. A
pesar de los dolores que Neil llevó a casa con él, lo único que podía pensar durante la
cena era en volver a la cancha esa noche.
Cuando Neil llegó a Kevin a la cancha el miércoles por la noche, él dijo:
—Debimos traer a Andrew con nosotros.
—No— contestó Kevin— Te lo dije: debe venir por cuenta propia. No significa
nada si accede por nosotros.
—Sé lo que dijiste— replicó Neil— pero necesitamos practicar más contra un
arco que esté defendido.
—No nos ayudaría en nada— dijo Kevin— Tu objetivo no es el arquero: es el
arco en sí. Los arqueros cambian cada semana. Ninguno tiene las mismas habilidades
o estilos de juego, ¿Por qué obsesionarse con vencer a un hombre cuando no tiene
efecto en el resto? Si mejoras tu propio juego no importará quien esté parado en el
arco.
—Solo digo que…
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Traducción por:
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Traducción por:
—Estoy contigo en esta, Marie. No estoy del todo seguro de a quién estamos
mirando ahora o qué hicieron con los Foxes del año pasado, pero me asombraron por
completo.
Neil observó la TV a medida que estiraba. Los dos estaban haciendo un reporte
en vivo desde adentro de la Foxhole Court, a unos pocos metros de las bancas vacías
de los Foxes. Era difícil oírlos por encima del ruido de las gradas, especialmente
cuando la mascota Rocky Foxy pasó haciendo piruetas.
—Para ser sincera, nunca creí que terminarían esta temporada— admitió
Marie— la cantidad de problemas que tuvieron este año es increíble y estaba segura de
que abandonarían en Noviembre. Hay que darle un verdadero crédito a la alineación
de este año por llegar tan lejos. Ésta es la primera liga de Foxes que realmente valora
el trabajo en equipo.
—Muy de acuerdo— coincidió su compañero. — Este es el tipo de sincronía
que esperarías de las Universidades más avanzadas. Hace un par de semanas nos
burlamos cuando el alumno de primer año Neil Josten dijo que los Foxes estaban
buscando una revancha contra los Ravens. Nadie se está riendo ahora. Si pueden
mantener este ritmo y seguir jugando como lo hicieron esta noche, tienen una
oportunidad real de pasar a las semifinales.
—Quedan diez minutos para que termine el medio tiempo— dijo Marie— El
puntaje es de seis a tres. Va tomar un serio trabajo de pies para que los Catamounts se
recuperen. Queda menos de una hora para ver si los Foxes pueden asegurar su primera
victoria en un partido a muerte. Vamos a mirar algunos de los momentos destacados
de la primera mitad, y luego…
Dan apagó la TV y se paró frente a la pantalla negra. Matt le dio un minuto,
luego tocó su hombro para tener su atención. Ella respondió a su mirada interrogadora
con una sonrisa torcida.
—Es raro escucharlos decir cosas buenas sobre nosotros— dijo ella.
— Les tomó algo de tiempo— resopló Allison.
—Nos tomó algo de tiempo ganar su consideración— puntualizó Renee, con
amabilidad.
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Traducción por:
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Traducción por:
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Traducción por:
Para ese momento los árbitros entraron a la cancha, y Nicky les sopló un beso
cuando le dieron una tarjeta roja. Salió de la cancha como un campeón triunfante, sus
dos puños en el aire y sonriendo de oreja a oreja. Aaron entró para reemplazarlo, y los
equipos se prepararon para el penal. Neil estaba sonriendo cuanto tomó su lugar. Miró
hacia el final de la línea hacia Kevin. Él ya estaba listo para correr, confiado en la
habilidad de Andrew para defender el tiro.
Andrew lo hizo, y como siempre, desvió el tiro hacia donde Neil pudiera
atraparlo. Neil corrió a través de la cancha como si su padre estuviera justo detrás de
él, y no había nada que su defensor pudiera hacer para detenerlo. Una mirada hacia
Kevin le dejó en claro que su marcador se encontraba demasiado cerca para un pase
seguro. Neil enganchó la bola y se la pasó a sí mismo, golpeando el suelo donde sabía
que rebotaría contra la pared a unos metros del arco. El arquero intentó avanzar hacia
ella, pero Neil fue lo suficientemente rápido. Agarró la bola, apartó su raqueta fuera
del camino justo a tiempo, y golpeó hacia el arco.
Estaba yendo demasiado rápido y estaba demasiado cerca de la pared como para
detenerse, sin embargo tenía el espacio suficiente como para voltearse. Su omóplato se
golpeó primero, luego la espalda y finalmente el casco, se quejó cuando su respiración
se aplastó contra sus pulmones.
A Neil no le importaba el dolor; el arco se había puesto rojo y la bocina era
ensordecedora en sus oídos.
Se tambaleó lejos de la pared, usando su raqueta como bastón hasta que
encontró el balance de nuevo, y respiró en busca de aire de nuevo hacia su adolorido
cuerpo. El arquero soltó un insulto hacia él, pero Neil lo rechazó con facilidad debido
a meses de práctica. Sus compañeros de equipo lo alcanzaron en su camino a través de
la cancha. Neil chocó palos con ellos y aceptó sus emocionadas felicitaciones, pero
todo lo que le importaba era llegar al arco. Neil no tenía mucho tiempo antes de que
los arqueros los castigaran por atrasar el juego, así que trotó el resto del camino hacia
Andrew.
—Nicky no es un peleador— dijo Nicky— le dijiste que lo golpeara.
—Se estaba volviendo aburrido— contestó Andrew. Neil sonrió.
— ¿Así que ahora te estás divirtiendo?
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Traducción por:
con Allison y Dan. La última se estaba riendo, mareada por la imposible victoria. Matt
las dejó y rodeó los hombros de Kevin con un brazo. Neil miró de un rostro alegre
hacia otro, saboreando y memorizando ese momento.
Andrew se perdió la fiesta a mitad de cancha, pero apareció a tiempo para seguir
a sus compañeros de equipo hasta la alineación de los Catamounts. Wymack, Abby, y
dos cámaras los estaban esperando cuando salieron de la cancha. Dan le dio a las
cámaras una sonrisa dientuda antes de abrazar a Wymack y Abby. Neil se unió a sus
compañeros de equipo para saludar a las gradas pero fue rápido en abandonar a las
chicas para que hablaran con los micrófonos de los reporteros y las dejó con sus
preguntas.
Wymack los estaba esperando en la sala de estar cuando todos terminaron de
bañarse y vestirse. Hizo un rápido recuento de cabezas y asintió cuando encontró a los
nueve que buscaba.
— ¿Recuerdan que les dije no hacer planes para esta noche? — Él alzó su
pulgar hacia Abby. — Vamos a su casa. Con “vamos” me refiero a todos. — Le envió
una mirada significante al grupo de Andrew— Consideren esto como un evento
grupal. Abby ya aceptó cocinar para nosotros, y yo pasé casi toda la mañana llenando
sus armarios con alcohol.
— ¿Ese fue un voto de confianza o planes para una fiesta de consolación? —
preguntó Dan.
—No importa. — Contestó Wymack— Vamos. Me muero de hambre y
realmente necesito un cigarrillo.
Los guardias de seguridad los ayudaron a llegar a sus autos. El tráfico hizo que
el viaje a lo de Abby fuera cinco veces más largo de lo que debería ser, pero los Foxes
La heladera de Abby estaba llena de platillos que ella había preparado más
temprano en ese día. Metió un par de cacerolas en el horno mientras Wymack y Dan
servían la bebida. Kevin se quedó en la cocina cuando Wymack y Dan comenzaron a
hablar sobre el juego de la noche. Matt tomó el mando del sistema de sonido en la otra
habitación. Nicky y Allison discutieron todas sus decisiones, pero no sonaba tan serio
como para que Neil interviniera. Aaron había clamado una silla en la ventana y los
estaba observando con una mirada distante. Le dio una mirada sucia a Neil cuando
notó que lo estaba observando, pero Neil lo ignoró y fue a buscar a los arqueros
ausentes. No desperdició tiempo buscando en el pasillo, ya que las únicas habitaciones
[199]
Traducción por:
que había en esa dirección eran habitaciones, y en vez de eso fue hacia el porche del
frente.
Andrew estaba sentado en el capó de su auto y Renee se encontraba parada
frente a él. Ella miró hacia la casa al escuchar la puerta y le indicó a Neil que se uniera
a ellos. Cuando Neil estaba a mitad de camino, Renee se alejó de Andrew y se dirigió
hacia la acera. Le dio una sonrisa a Neil cuando pasó por su lado pero no dijo nada.
Neil se preguntó qué había interrumpido y si debía o no disculparse. No tuvo tiempo
para decidirse antes de que Renee se metiera en la casa de nuevo. Neil tomó el lugar
que ella había abandonado y estudió el rostro en blanco de Andrew.
—Ganamos— dijo Neil. Esperó, pero por supuesto Andrew no respondió a eso.
Neil intentó guardar su frustración pero no pudo disimular su suspiro del todo— ¿Te
mataría dejar entrar algo?
—Casi lo hizo la última vez— contestó Andrew.
Lo dijo como si fuera un hecho, pero Neil se encogió cuando se dio cuenta de su
paso en falso. Intentó alcanzarlo pero detuvo su mano a una cuidadosa distancia del
brazo de Andrew. Las mangas largas y las bandas de Andrew escondían sus cicatrices
pero Neil recordaba cómo se sentían bajo sus dedos.
—Esto es diferente— dijo Neil— el único en tu camino eres tú ahora. Podrías
llegar a la Corte* algún día, pero no podrás llegar allí si no lo intentas. — Neil esperó,
pero Andrew lo miró sin decir una palabra. Neil podría ganar un concurso de miradas
con casi cualquier otra persona, pero no tenía la paciencia para pelear con Andrew esta
noche. — Andrew, háblame.
—Suenas como una muñeca de cuerda que habla de un solo tema— contestó
Andrew— no tengo nada para decirte.
—Si hablara de algo más, ¿Me hablarías?
Andrew alzó una ceja hacia él.
— ¿Puedes hablar de algo más?
Eso dolió. Neil abrió la boca para decir algo, pero las palabras le fallaron.
Corte: Se refiere al equipo Nacional de Exy de los Estados Unidos.
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Traducción por:
[201]
Traducción por:
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Las reglas cambiaron en la tercera ronda. Hasta este momento las chances del
equipo dependían exclusivamente en ganar la mayor cantidad de partidos posibles.
Desde aquí hasta la final, el énfasis cambiaba a los puntajes. Las tres escuelas que
habían sobrevivido a los partidos a muerte de los grupos pares debían enfrentarse entre
ellas durante las siguientes tres semanas. Los dos equipos que hicieran la mayor
cantidad de puntos entre todos los juegos pasarían a la segunda ronda de
eliminaciones. Técnicamente un equipo podía perder ambos juegos y avanzar de todas
maneras, pero eso no había pasado en años.
Debido a los equipos de número par, los Foxes debían jugar en Nevada el 23 de
Febrero, luego de eso tendrían una semana libre, y se enfrentarían a Binghamton en un
partido fuera de casa el 9 de Marzo. La semana entre el partido a muerte y el juego de
Nevada era de descanso, pero los Foxes no estaban dispuestos a tomárselo con tanta
calma. Estaban tan inspirados como aterrorizados por su victoria del viernes, y no
querían perder ese ritmo. Por suerte para ellos no tenían oportunidades para detenerse.
Wymack mantuvo la expectativa creciendo hasta el martes.
Un equipo de TV fue a la Foxhole Court el martes por la tarde para filmar un
segmento de los Foxes para su show de la NCAA. Neil pensó que Kevin discutiría, ya
que las entrevistas y filmar significaban un detenimiento en sus entrenamientos, pero
Kevin que los Foxes necesitaban buena publicidad con urgencia. Neil casi había
olvidado qué tan agradable Kevin podía hacer cuando había una cámara en su rostro.
Neil se guardó las ganas de exponer a Kevin por su actuación y evitó los micrófonos
siempre que pudo.
Neil no pudo escapar del foco por mucho. Wymack y Kevin observaron por
encima de la cabeza del reportero cuando Neil finalmente tuvo que enfrentarse a una
entrevista. Neil contestó a la mirada de advertencia de Kevin con una mirada apacible
e intentó mantenerse civil mientras pudo. Fue fácil al principio, ya que casi todas las
preguntas eran acerca del progreso de los Foxes. Era inevitable que terminaran con
una pregunta sobre Riko y los Ravens. Neil intentó ser neutral, pero el entrevistador
había notado que su buen carácter se debía a la discreción.
—La última vez que dije algo que nadie quería oír, mi universidad fue
vandalizada— explicó Neil— estaba intentando prevenir un daño colateral esta vez
[202]
Traducción por:
pero, ¿Sabes qué? Tienes razón. No puedo permitirme quedarme callado. El silencio
significa que apruebo su comportamiento, y eso es una ilusión peligrosa. No voy a
tolerarlos solo porque son talentosos y populares, déjame contestar esa pregunta de
nuevo, ¿Okay?
“Si— reformuló Neil— Estoy cien por ciento seguro de que vamos a
enfrentarnos contra los Ravens en la final esta primavera, y ésta vez estoy seguro de
que vamos a ganar. Y cuando los mejores de la nación pierdan contra un equipo de
“ignorantes”, cuando pierdan contra un equipo que su propio entrenador comparó con
perros feroces, Edgar Allan va a tener que cambiar las cosas. Personalmente creo que
deberán empezar pidiendo la renuncia del Entrenador Moriyama.
El sonido que Kevin emanó no fue humano. El entrevistador y el camarógrafo
miraron por encima de sus hombros hacia él, sorprendidos. Kevin no se quedó el
tiempo suficiente para que ellos le preguntaran sino que se fue con prisa hacia el
pasillo y se alejó hasta que estuvo fuera de vista. Wymack, a pesar de haberse quejado
numerosas veces acerca del problema de actitud de Neil, le regaló una sonrisa feroz.
Neil respondió la curiosa mirada del entrevistador con una mirada en blanco y esperó
a que le indicaran que la entrevista había terminado. En cuanto el cámara estuvo
apagada volvió a la cancha. Para sorpresa de nadie, Kevin lo ignoró el resto del día.
Neil tenía el presentimiento de que esa noche sería fría y silenciosa. Matt llegó a
la misma conclusión y le deseó a Neil buenas noches antes de salir a cenar con Dan.
Neil cerró la puerta detrás de él, miró el reloj, y pasó la siguiente media hora revisando
problemas de matemáticas. Estaba haciendo el último cuando escuchó un único ruido
en su puerta. No fue el imperioso golpe de Kevin o los entusiasmados pum-pum-pum
de Nicky, pero los de las clases más altas no iban a pasar cuando Matt y Dan estaban
afuera. Neil apartó su tarea y fue a investigar.
Andrew se encontraba en el pasillo, sus manos metidas en los bolsillos de en
frente de su sudadera negra. Neil abrió la puerta un poco más y se apartó del camino.
Andrew miró detrás de él antes de entrar a la habitación. Neil supuso que estaba
buscando si había alguien más, así que explicó:
—Matt salió a cenar con Dan hace un par de horas, ¿Vendrás con nosotros a la
cancha?
—Entretente solo esta noche.
Andrew se invitó a la cocina y abrió la heladera.
[203]
Traducción por:
—Kevin está demasiado borracho como para maldecirte, mucho menos pararse
y sostener una raqueta.
—Él, ¿Qué? — preguntó Neil, pero Andrew no se molestó en repetir. Neil miró
hacia el pasillo como si de alguna forma pudiera ver a Kevin en su estado
deplorable— Cobarde.
—No suenes tan sorprendido— dijo Andrew— no es nada nuevo.
—Creí haberlo alcanzado la última vez— admitió Neil. Él cerró la puerta y se
reclinó contra el marco de la puerta de la cocina. — En una escala del uno al diez,
¿Qué tan mal crees que se va a poner?
— ¿Qué tan malo puede ser? — Devolvió Andrew— Riko todavía no puede
matarte, y Moriyama ya le dijo a los fans de los Ravens que se mantengan fuera del
asunto.
—Todavía podrían intentar descalificarnos de alguna forma— dijo Neil—
tuvieron su demostración en Octubre. Ellos no creen que seamos capaces de llegar a la
final así que no tienen motivos para tolerarnos por mucho más tiempo.
—No tienen ninguna otra opción. Si los Ravens no nos dejan seguir el camino
siempre habrá dudas y especulaciones. Ellos no pueden compartir su trono con
suposiciones. Tienen que ser los vencedores supremos. — Andrew le dio un momento
para que entendiera eso antes de decir— Todavía no me decido.
— ¿Sobre nuestras chances en primavera?
Andrew alzó sus palmas entre ellos.
—El pensamiento de que los acorralaste por accidente es intolerable, lo cual
significa que eres más estúpido de lo que creía. Sin embargo, si lo hiciste
intencionalmente, eres más inteligente de lo que me hiciste creer. Eso significa que no
solo estás jugando con los Ravens. Una de estas opciones es el mal menor.
—No todo es un engaño. — Dijo Neil. Andrew no contestó, pero Neil leyó su
calmada expresión como incredulidad. Neil consideró defenderse y decidió que era un
desperdicio de energía. Andrew no le creería de todas formas. — ¿Cuál es el mal
menor?
—Todavía no me decido— repitió Andrew.
[204]
Traducción por:
[205]
Traducción por:
[206]
Traducción por:
Besó a Neil como si quisiera amoratar sus labios y se inclinó hacia atrás para
observar a Neil con una intensa mirada.
—Solo aquí.
—Okay— dijo Neil, y hundió sus dedos en el cabello de Andrew en cuanto su
agarre se volvió más ligero. No era mucho pero era estaba desesperadamente aliviado
de tener algo a lo cual sujetarse. Tal vez esa emoción en la parte baja de sus entrañas
se debía a que él confiaba lo suficiente como para acercarse más. Neil lo descubriría
más tarde. Todo lo que importaba ahora era lo fácil que era empujar a Andrew por otro
beso.
Andrew dejó ir a sus muñecas lentamente y colocó una mano en el pecho de
Neil. Se mantuvieron parados de esa forma por lo que pareció un año, Andrew
probando el control de Neil y él contento con poder besar sus bocas hasta que
estuvieran entumecidas.
La mano de Andrew entre sus piernas fue un peso inesperado, Neil no había
notado la fuerza con la que estaba envolviendo el cabello de Andrew entre sus dedos
hasta que él mordió su labio inferior en advertencia. Neil murmuró algo incoherente y
forzosamente aflojó su agarre mortal. Creyó saborear sangre, pero fue una sensación
fugaz que olvidó con rapidez cuando Andrew desabrochó el botón y bajó su cierre.
Andrew no fue gentil, pero Neil no quería que lo fuera. Ninguno de los dos tenía
la constitución para ser tierno. Fue implacable, casi furioso, la mano de Andrew
llevando a Neil tan lejos y tan rápido como pudo. Neil intentó acercar más a Andrew,
pero él mantuvo su mano plantada en el pecho de Neil para mantener un espacio entre
sus cuerpos. Neil apenas pudo pronunciar el nombre de Andrew antes de que él lo
hiciera llegar al punto más alto y continuara. Él ahogó su jadeo frenético con un
último duro beso y finalmente lo dejó ir.
Se pararon con una mejilla contra la otra durante un minuto, una hora, un día. El
corazón de Neil latía en sus sienes y sus nervios sobrecargados no podían parar de
temblar. Su habilidad de pensar coherentemente volvió en piezas perezosas y
fracturadas y lo primero que Neil notó fue la fuerza con la cual los dedos de Andrew
se estaban hundiendo en su pecho. Neil intentó mirar hacia abajo, pero Andrew le dio
una corta sacudida en respuesta.
— ¿Qué hay con…?—Comenzó a decir.
[207]
Traducción por:
Andrew dejó la lata a un lado sobre la mesada para que Neil la tirara y se dirigió hacia
la puerta. Neil se movió a un lado para dejarlo pasar y Andrew se fue sin decir una
palabra. Neil cerró la puerta detrás de él y tiró la lata en la pequeña cesta de reciclaje
de Matt.
Neil pasó el viernes por la noche en la habitación de Andrew, pero lo único que
hizo fue mirar un partido con Kevin. El resto de la noche se enterró en un puf con un
control demasiado grande en sus manos. Nicky fue un profesor sorprendentemente
paciente al instruir a Neil a través de su juego favorito, pero las grandes cantidades de
alcohol que había bebido hicieron que las instrucciones fueran poco claras. Neil ya
estaba listo para dar la noche por terminada a las dos de la mañana, pero Nicky estaba
bien despierto debido a las mezclas azucaradas y otra pinta de helado.
Andrew pasó la mayor parte de la noche fumando en su escritorio y mirando
hacia afuera. Desapareció hacia su habitación a las tres y echó a Kevin para poder
dormir. Él puso su laptop de vuelta en el escritorio, bajó el volumen de la televisión
hasta que estuvo casi en mute y se fue a dormir. Nicky esperó a que la puerta se
cerrara para volver a subir un poco el volumen. Se quejó sonoramente a medida que
volvió a acomodarse. A pesar de sus protestas, se fue a dormir luego de menos de
media hora después. Dejó caer su control a un lado y miró a Neil.
—Espera— le tomó dos intentos de tambaleos borrachos poder salir de su puf y
pararse. Se tambaleó por la habitación, se movió haciendo tanto ruido que Neil supo
que había despertado a Andrew y Kevin, y volvió con una manta. La dejó caer en una
nada elegante pila sobre la cabeza de Neil y alzó sus manos en un encogimiento de
hombros exagerado.
— ¡Será mejor que duermas aquí! Probablemente Dan y Matt están haciendo
esa cosa sucia que hace la gente heterosexual. Vamos a comprar el desayuno mañana
por la mañana.
Apuntó a Neil, moviendo su dedo un par de veces en un silencioso énfasis, y se
fue de nuevo. Neil esperó hasta que la habitación estuvo en silencio antes de
levantarse. Se quedó parado un momento junto al puf, debatiéndose, luego apagó la
luz de la habitación y volvió. Fue fácil estirar la manta, más fácil acomodarse, y
estuvo dormido en minutos.
Una campana lo despertó a la mañana siguiente, pero lo tomó al cerebro
cansado de Neil un momento reconocerlo como el sonido de un celular. Su teléfono
[209]
Traducción por:
vibró en su bolsillo un segundo después. Neil sacó una mano cansada por encima de
sus ojos y ahogó su bostezo contra su puño. Un ruido estridente en la habitación
anunció que el celular de Nicky también había comenzado a sonar. Eso significaba
que la campana era del celular de Kevin, dejado allí la noche anterior, porque
seguramente Andrew había apagado el sonido de su celular al igual que Neil.
Un texto masivo como ese debía ser de Wymack. Neil se quejó un poco en
protesta pero buscó el celular en su bolsillo. El mensaje matutino era corto pero más
que suficiente como para despertarlo: habían hospitalizado a Kengo Moriyama de
nuevo.
Neil se sentó y pateó su manta a un lado. Encendió la TV, subió el volumen lo
más bajo que pudo, y comenzó a pasar los canales. Kengo no era tan importante como
para llegar a las noticias regulares, pero seguramente sería mencionado en la sección
de noticias deportivas que Wymack miraba cada mañana. Andrew salió de la
habitación al mismo tiempo que Neil encontró el canal correcto. Le dio una mirada
breve a Neil en su camino hacia la cocina. Neil tuvo que subir un poco el volumen
cuando Andrew prendió la máquina para hacer café, sin embargo no tenía mucho
sentido esforzarse por escuchar cuando solo había alcanzado a ver el final del
segmento.
Todavía no había nuevas noticias, pero Neil sabía que habría alguna novedad en
cuanto alguien llegara al Castillo Evermore para acosar a Riko en busca de
comentarios. Neil se preguntó si alguna de las personas de Kengo le diría a Tetsuji y
Riko o si a la familia principal se le podría ocurrir informarles. Quizás Riko lo
descubrirá cuando alguien le ponga un micrófono en la cara de nuevo. Eso divirtió a
Neil por un momento hasta que sus pensamientos giraron hacia su padre.
Nathan estaba encarcelado, pero era la mano derecha de Kengo. Alguien
seguramente le había informado que Kengo estaba enfermo. Era cuestionable si a
Nathan le importaría. Neil no podía imaginarlo, pero si Nathan poseía al menos una
pizca de la lealtad hacia Kengo que su gente tenía con él, estaría dejando cuerpos en el
piso de su celda ahora mismo. Quizás Nathan nunca vería a Kengo con vida de nuevo;
quizás él sería liberado para encontrarse siriviendo a Ichirou en vez de a él. Neil se
preguntó qué impacto podría tener la muerte de Kengo en la familia Moriyama pero ni
siquiera podía empezar a imaginarlo. No tenía idea de lo que la familia principal era
capaz de orquestar. Riko tenía una alarmante cantidad de pases libres y él solo estaba
trabajando con las sobras.
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Traducción por:
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Traducción por:
—No quiero que lo hagas— contestó Neil— Necesito que me dejes ir.
—Dame una buena razón— dijo Andrew.
—Si me escondo detrás de ti sigo corriendo— replicó Neil— No quiero
terminar el año así. Quiero plantar ambos pies en el suelo. Déjame hacer eso. Esto no
significará nada si no lo hago.
Andrew lo miró en silencio. Neil no sabía si estaba sopesando la verdad en las
palabras de Neil o silenciosamente rechazándolo. Quería presionar a Andrew para que
le diera una respuesta sólida pero sabía que le saldría en contra. Andrew tomaba sus
promesas y su palabra con demasiada seriedad. Convencerlo de no cumplirlas le iba a
tomar más de un intento y si Neil presionaba mucho Andrew iba a saber que algo
andaba mal. Neil cerró los ojos y se hundió aún más en el puf. Esperaba que Andrew
lo interpretara como su disposición a esperar por una decisión.
El dormitorio estaba reconfortantemente silencioso. Kevin y Nicky se habían
dormido sin leer los mensajes, así que el único sonido real era el sutil burbujeo de la
máquina de café. Sonó cuando terminó de prepararse. Neil consideró levantarse para
buscar una taza pero decidió que podía esperar otro minuto.
No fue su intención quedarse dormido, pero lo siguiente que hizo fue
despertarse sobresaltado ante el sonido de la alarma de Nicky. El insoportable sonido
sonó por una eternidad hasta que Nicky finalmente estuvo lo suficientemente despierto
como para apagarlo. La cama resonó a medida que Nicky rodaba, y la habitación se
quedó en silencio de nuevo.
Neil miró el reloj por encima de la TV, el cual decía que eran las nueve y media.
Era definitivamente la hora en la que tendría que levantarse si quería tener un horario
normal el día de hoy, pero Neil estaba cómodo.
Andrew todavía estaba hecho un ovillo en la otra silla, pero el sonido también lo
había despertado. Encontró la somnolienta mirada de Neil por un momento antes de
volver a dormirse. Era un permiso silencioso para seguir holgazaneando, así que Neil
cerró los ojos y se quedó dormido de nuevo.
La semana que condujo al partido de Nevada fue un exhaustivo borrón, pero
Neil amó cada momento de ella. Las mañanas consistían en prácticas con sus
compañeros de equipo, sus días eran desperdiciados en el mal necesario llamado
Universidad, y pasaba las tardes en la cancha. Los Foxes ya no buscaban respuestas
[212]
Traducción por:
por sus caminatas con los arqueros durante el descanso. Luego de cenar con los de las
clases más altas Neil y Kevin volvían al estadio para hacer juegos de práctica.
Era la rutina a la cual estaba acostumbrado, con una crítica adición. Neil volvía
al dormitorio con Kevin y seguía por el pasillo como si estuviera yendo a su propia
habitación, pero en cuanto Kevin cerraba la puerta detrás de él, Neil daba media vuelta
hacia la escalera. Andrew lo esperaba en la terraza, usualmente con un cigarrillo en
una mano y una botella contra su rodilla. Las noches todavía eran lo suficientemente
frías como para necesitar chaquetas pero el calor corporal de Andrew le quitaba todo
el frío que podía llegar a tener.
No hablaban por la noche, quizás porque habían hablado durante la práctica o
quizás porque era tarde y solo estaban robando un par de minutos antes del necesitado
descanso, pero era por la noche que Neil tenía la mayor cantidad de preguntas. Lo
molestaban cuando Andrew lo sujetaba contra el frío concreto y deslizaba sus manos
calientes por debajo de su camiseta. Sentirse curioso por Andrew no era algo nuevo,
pero la preocupante importancia de esas respuestas si lo era. Besar a Andrew había
cambiado las cosas incluso cuando Neil sabía que no debería hacerlo.
Quería saber dónde estaban todos sus límites y por qué él era la excepción.
Quería saber cómo Andrew estaba bien con esto luego de lo que había vivido y cuánto
le había llevado plantearse su sexualidad luego del abuso de Drake. Los “Por qué” y
“cuándo” y “cómo” solo complicaban las cosas, porque preguntarse por estas
evoluciones lo hacía preguntarse por todo lo demás. Podría haber usado su juego de
secretos para justificar su intromisión, pero Neil no quería pelear por cada pieza y
sector del terreno. Le tomaría mucho tiempo y se estaba quedando sin cosas seguras
para intercambiar. Era mejor mantener la boca cerrada y no pensar en ello.
Su control duró hasta el martes. La madre adoptiva de Renee se había decidido
por una casa, y era todo lo que los de las clases más altas podían hablar durante la
cena. Renee quería ir a su hogar y ayudarla a mudarse ese fin de semana. Matt estaba
dispuesto a comprar tickets para Dan y él si necesitaba ayuda. Neil no entendió su
entusiasmo hasta que le recordaron lo sedentarias que habían sido sus infancias. Dan
había vivido en el mismo lugar por quince años y Matt se había quedado con su padre
hasta la escuela secundaria. Allison tenía casas de verano y de invierno y viajaba un
montón con sus padres, pero nunca se había mudado realmente.
Eso se mantuvo con Neil durante las prácticas nocturnas y su posterior ducha:
no porque fuera extraño sino porque era un perfecto atajo para el juego que estaba
[213]
Traducción por:
haciendo con Andrew. En cuanto Neil dejó a Kevin en su habitación esa noche, tomó
las escaleras hacia el techo. Andrew estaba en el mismo lugar que cada noche, con las
piernas cruzadas cerca del borde. Su cigarrillo era un borrón demasiado brillante
contra las sombras que se estiraban cuando Andrew daba una calada. Neil le robó el
cigarrillo a medida que se sentaba a su lado y lo volteó en sus manos.
Andrew sopló humo en su rostro en respuesta, así que Neil lo salpicó con las
cenizas del cigarrillo y se inclinó como si fuera a apagarlo contra el suelo. Andrew
pinchó su muñeca y se lo quitó.
—Los de las clases más altas saldrán de la ciudad este fin de semana, — explicó
Neil— la madre de Renee se está mudando y aparentemente es la cosa más interesante
que ha pasado aquí en meses. No puedo imaginar cómo será cuando todos se gradúen
y tengan que irse. — Esperó un momento aunque sabía que no obtendría una
respuesta. — Sé que Nicky volverá a Alemania cuando se gradúe, ¿Pero qué le pasará
a su casa? ¿La venderá o se la dará a uno de ustedes?
—Pregúntale— dijo Andrew.
Neil lo ignoró.
— ¿Quieres quedarte en Carolina del Sur?
Andrew encogió un hombro.
—Planear con tanta anticipación es una pérdida de tiempo.
Neil abrazó una de sus rodillas contra su pecho y siguió la mirada de Andrew
hacia el campus. Los árboles alineando la colina entre la Fox Tower y la Calle
Perimeter ocultaban casi todas las lámparas de la calle, pero había postes de 20 pies en
las aceras del campus. Era casi medianoche pero Neil vio al menos a una docena de
estudiantes fuera dando vueltas.
—Quizás vaya a Colorado— dijo Neil— Sería un interesante cambio de
ambiente, creo. Casi siempre me quedé en los estados costeros.
—No en California— dijo Andrew, sin ser realmente una pregunta.
Neil no sabía si solo estaba haciendo su mejor intento por tener una
conversación acerca de algo más que Exy o si estaba genuinamente curioso. A Neil no
le importaba. La desconexión de Andrew, aprendida o forzada, significaba que
[214]
Traducción por:
probablemente todo daba igual en sus principios. El hecho de que Andrew siquiera
respondiera y le pidiera que elaborara se sentía como una victoria.
—Fui a California en mi camino a Arizona pero no me quedé. Me gustaba
Seattle, creo, pero— Neil recordó el áspero crujido de un tubo contra el cuerpo de su
madre. — no podría vivir allí de nuevo. No podría volver hacia atrás a ninguno de
esos lugares.
— ¿Cuántos son esos “lugares”?
—Veintidós ciudades. — Dijo Neil, pero no aclaró que se encontraban
distribuidas en dieciséis países. Andrew todavía creía que Neil había estado solo
durante todos esos años. Un chico no podría ir y venir por el mundo sin ayuda. — Mi
estadía más larga fue en Millport. La más corta fue una semana con mi tío.
— ¿Se supone que debo creer que él es real? — Preguntó Andrew. — Le dijiste
a Nicky que lo verías en Navidad. Mentiste.
—El Tío Stuart es real— dijo Neil— es la primera persona a la que fui cuando
hui, pero él también es un mafioso. No me sentía más a salvo con él de lo que me
sentía en casa así que me fui de nuevo. Todavía tengo su número, pero nunca estuve lo
suficientemente desesperado como para llamarlo. No sé lo que su ayuda podría
costarme. — Neil miró a Andrew— ¿Te hicieron mudar muy a menudo?
—Veinte casas antes de Cass— preguntó Andrew— todas estaban en
California.
— ¿Alguna de ellas fue buena? — preguntó Neil.
Andrew miró a Neil durante un largo minuto, luego apagó su cigarrillo y
alcanzó su botella.
—Ninguna de las que puedo recordar.
Neil no quería saber qué tanto Andrew podía recordar sobre su pasado.
—Así que California y Carolina del Sur, ¿Nunca fuiste a otro sitio excepto
cuando viajamos para los juegos? — Andrew se encogió de hombros en negación.
Neil lo pensó un momento y luego dijo— El receso de primavera se acerca. Podríamos
ir a alguna parte.
[215]
Traducción por:
"This," Neil flicked his finger to indicate the two of them, "isn't worthless."
"There is no 'this'. This is nothing."
"And I am nothing," Neil prompted. When Andrew gestured confirmation, Neil said, "And as
you've always said, you want nothing."
[216]
Traducción por:
Su siguiente tiro cayó en la esquina inferior del arco, y los Foxes ganaron por un
punto.
La práctica del martes por la noche fue cancelada debido a la alineación de la
noche. El grupo par tuvo su último partido esa noche, con Edgar Allan contra
Maryland y El Estado de Pensilvania contra USC.
Solo dos equipos de cada grupo pasarían a la cuarta ronda, lo que significaba
que uno de los Tres Grandes sería eliminado esa noche. Era la primera vez en seis
años que uno de ellos se tendría que ir a casa sin pasar a semifinales, y Kevin
necesitaba verlo. De alguna manera el equipo entero se unió para verlo, y se quedaron
en el estadio luego de que Wymack diera por terminado el día.
Un astuto planificador se aseguró de que los Ravens y los Trojans fueran las
Universidades que jugaran de local. La diferencia horaria significaba que los Foxes
podrían mirar los dos juegos uno detrás del otro. Wymack ordenó pizzas para ellos
pero no se quedó para mirar los partidos. Finalmente se había decidido por seis
jugadores para reclutar y estaba ocupado organizando viajes para encontrarse con
ellos. Esperaba contratar a todos para cuando los Foxes volvieran del receso de
primavera. Neil estaba feliz de que su jugador elegido estuviera entre ellos, pero se
sentía silenciosamente culpable por presionar a Wymack para que consiguiera un
tercer ofensor.
Dan echó a Wymack de su computadora durante el tiempo suficiente como para
usar su impresora. Ella volvió con cuatro indicadores y un rollo de cinta, y los colgó
sobre la TV. Eran los puntos acumulados por los equipos que jugarían esta noche.
Kevin apenas los miró durante el partido de los Ravens, pero en cuanto el partido de
USC y Penn State comenzó, empezó a darles rápidas miradas. Neil sabía que Kevin
era un fan de los Trojans, pero no se había dado cuenta de lo intenso que Kevin era
sobre el asunto. Kevin miró el juego como si un resultado pobre significara su muerte.
Neil casi deseaba que Penn State ganara para poder ver a Kevin soltar un berrinche.
Para cuando los Trojans y los Lions llegaron a mitad de tiempo, Neil se había
olvidado de Kevin. Había estado tan envuelto en la temporada de los Foxes y de los
Ravens que se había olvidado cuán asombrosos eran los otros miembros de los Tres
Grandes. Sus equipos jugaban como si fueran profesionales. No tenían el impecable
record de los Ravens pero solo estaban a medio paso de Edgar Allan. Kevin les había
advertido hace semanas que los Foxes no estaban listos para enfrentarse a estas
[218]
Traducción por:
escuelas. Por una vez su áspero rechazo se sentía como un amable punto de vista sobre
los hechos.
Él no fue el único que lo vio como algo aleccionador. Dan presionó mute para
silenciar los comerciales, golpeteó el control remoto contra su muslo en un ritmo
nervioso, y dijo:
—Tenemos que subir de nivel, chicos.
Kevin frunció el ceño hacia ella.
—Incluso aunque subieran de nivel, les dije hace un año que no tienen chances
de vencerlos. No hay nada que podamos hacer a esta altura del año. Son mejores que
nosotros y siempre lo serán.
— ¿Te da ganas de masturbarte cada vez que eres tan aguafiestas? — preguntó
Nicky.
—La negación no nos hace ningún bien— dijo Kevin— Tuvimos problemas
contra Nevada, ¿Cómo esperan que pasemos a los Tres Grandes?
—California tiene una alerta por un posible gran terremoto— apuntó Nicky—
Eso al menos se haría cargo de USC.
—Eso es un poco extremo, ¿No te parece? — preguntó Renee.
—Necesitamos algo extremo a estas alturas— contestó Allison.
La expresión de Renee era tan calma como su tono era firme, pero ella no
necesitaba verse decepcionada para que entendieran su mensaje:
—Los Trojans nos apoyaron cuando más los necesitamos, ¿Realmente quieren
que sufran para que nosotros salgamos beneficiados?
—Es solo que no es justo— dijo Nicky, ocultándose de su rango de visión—
que lleguemos tan lejos y hayamos soportado tanto y luego perder a estas alturas, digo.
—Todavía no perdimos— contestó Dan— pero perderemos si se rinden justo
afuera del límite.
Kevin comenzó a decir algo que Neil sabía que sería negativo y reprobatorio. Él
lo alcanzó por detrás de Andrew y golpeó a Kevin en la parte de atrás de la cabeza
[219]
Traducción por:
para hacerlo callar. Matt se ahogó en una risa e intentó hacerla pasar por un ataque de
tos sin mucho éxito. Kevin se quedó helado por un segundo, perplejo, y le envió a Neil
una mirada fulminante.
—Nadie quiere oír eso ahora— dijo Neil.
—Si me golpeas de nuevo…—comenzó Kevin.
Andrew lo interrumpió con un casual:
— ¿Qué harás?
Kevin se cayó pero no lució nada feliz al respecto. Allison le hizo un gesto a
Dan. Neil solo lo vio por su vista periférica, no lo suficientemente bien como para
darse cuenta de lo que hizo, pero cuando las miró Dan le estaba haciendo una mueca a
su amiga. Matt rodeó los hombros de Dan con su brazo y le dio un corto apretón.
Podría no haber estado relacionado, pero la sonrisa que Matt no pudo ocultar muy bien
era más de burla que de simpatía.
Neil miró a Renee para ver si ella entendió, pero no pudo obtener ninguna pista
de su serena expresión.
—Sabes…— comenzó Matt, pero Dan subió el volumen de la tele de vuelta
antes de que Matt pudiera terminar. Él le sonrió, divertido en vez de ofendido, y lo
dejó pasar.
La mitad de tiempo terminó unos minutos después, y los Trojans y Lions
volvieron a enfrentarse con nuevas alineaciones y habilidades aterradoras. Otro punto
de USC alivió la tensión de los hombros de Kevin, pero no se relajó hasta que USC
finalmente ganó. Con una impresionante cantidad de treinta y siete goles entre sus tres
partidos de la tercera ronda, los Trojans siguieron a los Ravens al segundo set de
partidos a muerte.
—Podrías verte menos feliz al respecto— dijo Nicky cuando vio la sonrisa
satisfecha de Kevin— vamos a tener que enfrentarnos a ellos.
—Ellos trabaron para llegar allí. — Dijo Kevin con una mirada helada en
dirección a Neil. Dan rodó los ojos, apagó la TV, y los Foxes finalmente dieron la
noche por terminada.
[220]
Traducción por:
12
Lamentablemente para los Foxes, la Universidad de Binghamton se encontraba
a menos de 8.000 millas de su hogar. Eso era considerado demasiado cerca para
desperdiciar dinero en pasajes de avión, así que tuvieron que levantarse a las cinco y
ponerse en camino antes de las seis. Entre el almuerzo, inevitables paradas para ir al
baño, y el tráfico de la hora pico que estaban seguros de que se encontrarían cuando
estuvieran más cerca de la costa, estaba destinado a ser un largo viaje.
Neil no tenía nada de tarea para distraerse, ya que acababan de sobrevivir a una
semana de los exámenes de mitad de año. La semana siguiente sería el receso de
primavera, y así que ninguno de los profesores de Neil lo había enviado a casa con
tareas.
A las cuatro horas los de las clases más altas crearon un estridente proyecto para
mejorar el bus la próxima temporada agregándole una TV. Wymack fingió no
escucharlos, pero no podía callarlos por siempre. Finalmente prometió averiguarlo si
ganaban la final. Los Foxes conocían a Wymack demasiado bien como para saber que
eso era un “si” sin importar como terminara la temporada. No ayudó con su
aburrimiento, pero era algo bueno que esperar para el año siguiente.
Luego de seis horas, se detuvieron por un almuerzo, y Dan hizo que Kevin
hablara sobre los Binghamton Bearcasts en su camino hacia el estacionamiento. Kevin
dudó en la isla, dividido entre discutir los méritos de los oponentes de esa noche con
sus compañeros de equipo o quedarse dentro del círculo protector de Andrew. Su
indecisión efectivamente bloqueó el avance de la fila de los Foxes, ya que había sido
el segundo en subir al bus detrás de Andrew. A éste le tomó solo un minuto darse
cuenta de que había perdido a Kevin. Le dio un gesto de despedida, así que Kevin se
deslizó en el asiento detrás de Dan y Matt. Aaron y Nicky clamaron el asiento detrás
de él. Neil dudaba que estuvieran tan interesados en lo que Kevin tuviera para decir;
era más probable que estuvieran increíblemente aburridos y desesperados por
socializar.
Había un sitio en el asiento de Kevin, pleno lugar para que Neil pudiera unirse a
ellos. Kevin no iba a decir nada que él y Neil no hubieran revisado durante sus
prácticas nocturnas, pero Neil debería escuchar de todas formas y absorber todos los
consejos que pudiera mientras había tiempo. Además, a Nicky no le llevaría mucho
[221]
Traducción por:
tiempo desviar la conversación y los Foxes serían una buena distracción para ese viaje
interminable.
Sin embargo, quedarse con ellos significaría dejar a Andrew solo durante la
segunda mitad del viaje. Neil sabía que probablemente no se daría cuenta ni le
importaría ser abandonado, pero por algún motivo el pensamiento le dolía. Neil había
pasado la mitad de su vida en las afueras, siendo mirado por arriba y más allá. Lo
había hecho feliz, o eso creía, porque ser ignorado significaba estar a salvo. No se
había dado cuenta de lo solo estaba hasta que conoció a los Foxes.
— ¿Neil? — preguntó Dan cuando notó que Neil no se movía.
Kevin frunció el ceño hacia él como si no tuviera la menor idea de por qué Neil
no estaba ya sentado a su lado. Por un momento Neil se sintió cautivo, atrapado entre
lo que quería y lo que necesitaba, lo que nunca tendría o sería y lo que tenía pero no se
podía quedar. Sus pensamientos le enviaron un inesperado rayo de pánico a través del
pecho y tuvo que apartar la mirada hacia otra parte.
Cuando comenzó a dirigirse hacia la parte trasera del bus, Kevin intentó
llamarlo de vuelta con un fastidiado:
—Vuelve aquí
Neil no lo miró de vuelta ni disminuyó el paso.
—No.
La almohada del asiento crujió cuando la zapatilla de Kevin tocó el suelo en un
pisotón demasiado fuerte. Neil sabía que Kevin iba a seguirlo, harto de sus
distracciones y contestaciones de vuelta, pero medio segundo después Kevin le dijo a
alguien que lo soltara. Neil sabía que ni Aaron ni Nicky intervendrían. Matt era el
defensor más probable, pero a Neil no le importaba lo suficiente como para mirar
hacia atrás y confirmarlo.
Kevin se confirmó con quejarse en francés:
—Recuerda que me diste tu juego. No tienes derecho a alejarte de mí cuando
estoy intentando enseñarte.
[222]
Traducción por:
[225]
Traducción por:
hubiera escapado cuando estuvo con Wymack en Año Nuevo. Neil pensó incluso más
atrás, buscando por la primera pista de la sospecha de Wymack sobre que algo pudiera
estar pasando entre ellos dos, y se enderezó dándose cuenta, perplejo.
—Sí, lo sabía— dijo Neil. El Noviembre pasado Neil había puesto la mano de
Andrew en su destrozada piel y le había pedido que confiara en él. De alguna forma
Wymack había visto a través de la aplastante culpa de Neil y la avara confianza de
Andrew. Era un poco más que inquietante. — Cuando te llevaron me preguntó cuándo
había sucedido “eso”. Es solo que en ese momento no supe a qué se refería, ¿Cómo
pudo verlo él cuando Aaron y Nicky todavía no pueden?
—Al Entrenador no le importan los rumores y los prejuicios— explicó
Andrew— él ve lo que es, no lo que la gente quiere hacerle ver.
De la misma forma que había visto a través de la supuesta disfunción de
Andrew, supuso Neil. Aaron y Nicky, por otra parte, todavía creían que Andrew era
casi un sociópata incapaz de tener relaciones humanas normales. Nicky había apostado
en Renee y Andrew porque todos los demás lo habían hecho, pero incluso él admitía
que no quería que funcionara.
— ¿Vas a decirles alguna vez? — preguntó Neil.
—No tendré que hacerlo— dijo Andrew a medida que se deslizó fuera de su
asiento. Neil se hubiera inclinado para detenerlo, queriendo oír el resto, pero Andrew
no se estaba yendo. En vez de eso se sentó en la otra mitad del asiento de Neil. Éste
giró su rostro hacia él mientras le explicó:
—Renee dice que los de las clases más altas están apostando por tu sexualidad.
Están divididos por la mitad.
Matt le había dicho que estaban apostando por él, pero Neil no esperaba que
estuvieran poniendo dinero en eso. Se debatió un momento, sin saber bien cómo
reaccionar, pero finalmente dijo:
—Es una pérdida de tiempo y dinero. Todos van a perder. Dije durante todo el
año que no bateo hacia ningún lado y lo dije en serio. Besarte no hace mire a ninguno
de ellos de forma distinta. El único que me interesa eres tú.
—No digas cosas estúpidas.
[227]
Traducción por:
Neil siguió a sus compañeros de equipo a la cancha para el primer saque. Pensó
en USC y en Edgar Allan y dejó que su sombría determinación le diera velocidad y
fuerza.
Se arrojó una y otra vez contra las defensas de los Binturones, presionándose al
borde del agotamiento y acercándose peligrosamente a que le dieran una tarjeta más de
una vez.
En el medio tiempo, Wymack lo amenazó con despellejarlo vivo si le daban una
tarjeta roja, pero Dan asintió con la cabeza tan pronto como Wymack se marchó. Ella
entendía lo que hacía Neil: nadie podía permitirse detenerse aún. Estaban dos puntos
debajo y se enfrentarían a una nueva alineación. Siempre y cuando anotaran tres
puntos en esta mitad, avanzarían, pero Neil no quería perder esta noche. Le había
prometido a los Foxes que no iban a perder ningún juego esta primavera. Por una vez,
Neil no quería estar mintiendo.
Una campana de advertencia les instó a regresar a la cancha, y la alineación
inicial tomó su lugar junto a la puerta. Aaron y Andrew eran los últimos dos en la fila,
pero Aaron se apartó del camino cuando Neil se acercó. Neil apenas se dio cuenta.
Sabía que el último minuto para el segundo tiempo se parpadeaba en las pantallas
arriba porque las gradas estaban alborotadas. Era vagamente consciente de la cancha a
su izquierda y sus tensos compañeros de equipo alineados detrás de él. Lo único que
realmente importaba era Andrew, quien no se veía afectado por todo este caos.
Por primera vez, Neil apreció la apatía de Andrew. En un estadio enloquecido y
con demasiado en juego esa noche, Neil finalmente vio a Andrew como el ojo crucial
de la tormenta. Como Andrew se negó a quedar atrapado en la situación, era la única
persona en la cancha con la cabeza tranquila.
—El mes pasado bloqueaste a los Catamounts —dijo Neil—. ¿Puedes hacerlo
de nuevo esta noche?
—Los Catamounts eran un equipo miserable —dijo Andrew—. Trajeron esa
vergüenza sobre ellos mismos.
— ¿Puedes o no puedes?
—No veo por qué debería hacerlo.
[229]
Traducción por:
Neil oyó el clic de una cerradura que se abría y supo que los árbitros estaban
abriendo la puerta. Andrew no se estaba moviendo aún, pero Neil puso un brazo en su
camino para mantenerlo donde estaba. Presionó su mano enguantada contra la pared y
se inclinó lo más cerca posible de Andrew con todo su voluminoso equipo.
—Te estoy pidiendo que nos ayudes —dijo Neil—. ¿Lo harás?
Andrew lo consideró por un momento.
—No gratis.
—Cualquier cosa —prometió Neil, y dio un paso atrás para tomar su lugar en la
línea de nuevo.
Neil no sabía en qué se había metido, pero honestamente no le importaba,
porque Andrew hizo exactamente lo que Neil quería que hiciera. Andrew bloqueó
como si su vida dependiera de ello y lanzó lejos cada tiro. Los ofensores de los
Binturones tomaron ese desafío de frente. Ellos fintaron, desviaron y lanzaron todos
los trucos que tenían hacia Andrew. Más de una vez, éste usó su guante o su cuerpo
para bloquear una pelota cuando no podía usar su raqueta a tiempo.
Eso podría haber sido suficiente, excepto que Andrew no se detuvo allí. Por
primera vez, comenzó a hablar con la línea de defensa. Neil solo entendió fragmentos,
ya que había demasiado espacio y movimiento entre ellos, pero lo que captó fue
suficiente. Andrew estaba regañando a los defensas por haber dejado pasar a los
ofensores muchas veces y ordenándoles que aceleraran el paso. Neil se preocupó por
un momento de lo que harían con el rudo trabajo en equipo de Andrew a sus espaldas,
pero la siguiente vez que miró bien a Matt, Matt sonreía como fuera lo más divertido
que le hubiera pasado en años..
Tomó toda la segunda mitad para que los Foxes se pusieran al día, y con un
minuto restante en el reloj Kevin anotó para ponerlos a la delantera. Los últimos
sesenta segundos del juego fueron una mancha de violencia y amenazas mientras los
Binturones intentaban empatar. La campana final sonó con la victoria de los Foxes, y
los equipos estaban peleando antes de que el sonido se detuviera. Neil no sabía quién
lo comenzó; lanzó una mirada triunfal a Andrew a través de la cancha y se quedó
mirando cuando vio a los ofensores de Binturones peleando con Nicky y Matt. Allison
y su distribuidor se vieron arrastrados a la pelea cuando fueron a intervenir.
[230]
Traducción por:
Kevin comenzó a acercárseles, pero Neil corrió para agarrarlo. Si Kevin era
golpeado, Andrew se involucraría y la violencia subiría a niveles imperdonables.
Arrastró a Kevin alrededor de la pelea para que Andrew pudiera ver que estaba bien.
Los tres entrenadores de Wymack y los Binturones ayudaron a los árbitros a separar a
sus jugadores. Los equipos se saltaron el acostumbrado apretón de manos al final del
juego a favor salir pisoteando de la cancha. Como Wymack no gastó el aliento
gritándoles, Neil supuso que los Foxes no habían dado el primer golpe.
Era el turno de Neil de ayudar a Dan con la prensa posterior al partido. Andrew
llamó su atención e inclinó su cabeza hacia el vestuario. Estaba respetando su decisión
de quedarse solo y no lo esperaría mientras decía su parte. Neil respondió a esa
confianza con una pequeña sonrisa, y Andrew se alejó. Neil lo habría visto irse, pero
Dan redirigió su atención hacia donde tenía que estar en el momento.
Les hicieron todas las preguntas habituales: cómo se sentían, qué tan
emocionados estaban de avanzar, qué pensaban de la actuación de los Binturones, y
demás. Dan estaba feliz de poder alardear, lo que equilibró muy bien con las
respuestas reservadas de Neil, y sobrevivieron a la entrevista. Dan colocó un brazo
alrededor de los hombros de él mientras se dirigían al vestuario e inclinó la cabeza
hacia un lado para apoyar su casco contra el suyo.
Ella no dijo nada, pero no tenía que hacerlo. Neil prácticamente podía sentir la
emoción irradiando de ella. Habían hecho un regreso increíble esta noche y
continuaron su racha perfecta. Un juego se interponía entre ellos y las semifinales.
Todo lo que tenían que hacer era ganar su revancha contra los Binturones en dos
semanas y estarían en la siguiente ronda.
Las duchas estaban corriendo cuando Neil llegó al cuarto de los hombres. Los
Binturones, al igual que los Foxes, tenían ambos baños estaban divididos, por lo que
Neil no tuvo que esperar a que todos terminaran antes de bañarse. Llevó su ropa a uno
de los puestos abiertos y dejó que el agua caliente eliminara el dolor de su exhausto
cuerpo. Cuando terminó y se vistió de nuevo, el vestuario estaba vacío. Neil empacó
sus cosas y se la colgó la bolsa hombro.
Estaba a medio camino de la puerta cuando su teléfono zumbó. Su primer
pensamiento fue que era un mensaje de texto, pero su teléfono no paraba de zumbar.
[231]
Traducción por:
—No tienes ese derecho —Ella le dio un momento para responder, pero Neil no
tenía nada más que decir—. ¿Estás escuchando? Es hora de irnos. Si haces esto difícil,
te arrepentirás por el resto de tu corta vida. ¿Lo entiendes?
Neil se sentía enfermo. Lola normalmente destrozaba los cuerpos; no los
recordaba. Para eso estaba el resto de la gente de Nathan. Neil se acordaba de sus
rostros mejor de lo que recordaba los nombres, pero podía adivinar a quién había
traído Lola con ella. El socio de trabajo de Lola era su hermano, Romero, y a donde
Romero iba, Jackson no se quedaba atrás. Los tres eran el círculo cercano de Nathan.
Respondían solo a la mano derecha de Nathan, DiMaccio y al propio Nathan.
Neil podría haber intentado escapar de uno de ellos, pero no podría pasar a los
tres. Por un momento, estuvo tan asustado que no pudo respirar, pero poco después del
susto hubo una ira irracional y salvaje. Estuvo a punto de ganarse la confianza de
Andrew, a un fin de semana de sus primeras vacaciones y a un mes de las semifinales.
Solo quedaban cuatro partidos en los campeonatos. Neil estaba tan cerca de todo lo
que quería y Lola estaba allí para robarlo.
—Ponme una mano encima y lo lamentarás —dijo Neil.
— Oh, ¿Qué es esto? —Preguntó Lola, entretenida—. ¿El bebé finalmente
heredó algo de agallas? Tu padre estará feliz de escucharlo.
—Mi… —Neil se atragantó—. Él está en Seattle. Nunca me llevarás tan lejos.
—Él está en Baltimore —ella lo corrigió—. Su audiencia de libertad
condicional fue en tu cumpleaños. Tuvieron que notificar a su familia cuando se
presentó su caso. Debiste de haber perdido el memorándum, estando muerto y todo
eso, así que te informaré. Tomaron una decisión final la semana pasada, y los federales
determinaron que lo llevaran a Maryland esta mañana. Esperan que volver a un
territorio familiar lo vuelva descuidado —Neil podía escuchar la sonrisa salvaje en sus
palabras—. No te preocupes, chico. Nunca sabrán que pasaste por allí. Me aseguraré
de eso.
Neil parpadeó y vio ese cero en sus párpados. Ya no tenía tiempo. Por un
momento, Neil sintió el peso de la boca de Andrew contra la de él. Hundió sus dedos
en su labio inferior e intentó respirar alrededor de ellos.
—No creo que realmente pienses que puedas llevarme muy lejos de aquí —dijo
Neil—. Mi equipo sabrá que estoy perdido y no volverán sin mí.
[233]
Traducción por:
—No tienen otra opción. No podemos matarlos —dijo Lola —pero podemos
herirlos. Ya lo verás.
—No —dijo Neil, pero Lola colgó. Neil devolvió la llamada, pero fue
directamente al contestador. Había apagado su teléfono. Neil maldijo y cerró su
teléfono con dedos temblorosos. Sacudió sus manos como fuerza como si pudiera
alejar el temblor de ellas, pero esos temblores eran profundos. Su mente corría a
kilómetros por hora, pensando cada estrategia para salir es eso y descartando cada una
de las que terminaban con él huyendo.
Le había prometido a Andrew que se mantendría firme allí, pero no podría
hacerlo si eso significaba que sus compañeros de equipo quedaran atrapados en el
fuego cruzado.
La única forma de salvar a su equipo era hacer lo último que la gente de Nathan
esperaba de él. Corrió, mintió y se ocultó toda su vida. Decir la verdad para salvarse a
sí mismo, salvar a su equipo, estaba completamente fuera de lugar. Neil quería hacerlo
cuando la temporada hubiera terminado, pero no podía permitirse esperar más tiempo.
Los Foxes podían quedarse sentados allí hasta que los federales aparecieran para
llevarlos a todos bajo custodia.
Neil salió corriendo del vestuario y avanzó por el pasillo. Un oficial de
seguridad estaba parado al final del pasillo, mirando a los Foxes que estaban
celebrando. Neil llegó a mitad de camino antes de que el hombre se diera cuenta de
que alguien más venía. Neil se congeló cuando el oficial lo miró y lo observó de vuelta
con atención. Jackson Plank estaba en el vestuario con su equipo. Un segundo después
Romero Malcolm apareció con un atuendo similar. Retirarse de ellos era instintivo,
pero Neil se agarró a la pared para detenerse antes de llegar lejos.
Romero dejó descansar su mano casualmente sobre el arma enganchada a su
cinturón. Neil se estremeció y negó ferozmente con su cabeza. Romero se alejó de él
para enfrentarse a los Foxes. Neil no tuvo problemas para interpretar esa advertencia y
extendió sus manos en una desesperada súplica para que se retirara. Jackson le dio a
Neil una mirada superficial antes de volver su atención al inconsciente equipo.
—Si todos están listos, deberíamos salir —dijo Jackson.
—Todavía estamos esperando a Neil —contestó Nicky, y Jackson hizo un gesto
hacia el pasillo en dirección al nombrado. Neil tragó contra el nudo en su garganta e
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Traducción por:
intentó cambiar su expresión hacia algo tranquilo. Continuó avanzando por el pasillo
con unos pies que querían llevarlo a cualquier parte excepto aquí. Nicky se puso en pie
de un salto cuando Neil entró en el estudio, sonriendo de oreja a oreja—. ¡Oye, Neil!
Estábamos empezando a creer que te ahogaste allí.
—Lo siento —murmuró Neil.
Nicky agitó su mano, pensando que Neil se estaba disculpando por hacerlos
esperar, y fue a buscar su bolso. Neil los observó recoger sus cosas, mirando de una
cara a la otra e intentando saborear estos últimos imposibles segundos. Wymack los
observaba desde la esquina, con un cigarrillo sin encender colgando de la esquina de
su boca y una sonrisa triunfante aún en sus labios. Abby estaba empacando su bolso;
Probablemente había estado revisando las heridas que su equipo había obtenido en la
pelea.
Los cinco pies entre Neil y su equipo podrían haber sido cinco mil millas. Al
mirarlos a todos, Neil se sintió tan triste como orgulloso. Estaba destruyendo sus
posibilidades de sobrevivir a la temporada, pero las chicas todavía tenían un año más.
Estarían amargamente decepcionados por el casi fracaso, pero eran luchadores.
Regresarían devolviendo el golpe el próximo año y no dejarían que nada los detuviera.
Sintió lástima por dejarlos con todas sus mentiras, lamentando que tendrían que
sacarle la verdad a Kevin después de que se fuera. Todos estaban aquí con él todavía,
pero los extrañaba con una ferocidad que amenazaba con evidenciarlo.
Solo Andrew vio la máscara en el rostro de Neil. Este cruzó la habitación para
pararse frente a él, una demanda silenciosa plasmada en su rostro. Neil quería
responderle, pero no sabía cómo. La respuesta más obvia era el Alemán porque les
daría un poco de privacidad, pero Romero y Jackson no podían entender ese idioma.
No sabrían qué estaba diciendo y reaccionarían como si estuviera soltando cada
secreto oscuro que poseía. Neil no podía permitir que eso pasara. No quería dejar a
Andrew sin nada, ¿Pero qué podía decir?
—Gracias— dijo finalmente. No podía decir que le daba las gracias por todo:
por las llaves, la confianza, la honestidad y los besos. Con suerte Andrew lo
descubriría eventualmente— Fuiste increíble.
Esperaba que lo Andrew lo oyera, pero Allison estaba lo suficientemente cerca
como para oírlo. Ella le envió a Matt una mirada significante, Neil lo vio con su vista
periférica pero no apartó los ojos de Andrew para ver la reacción de Matt. No quería
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Traducción por:
mirar hacia otro lado, como si mantener la mirada de Andrew pudiera de alguna forma
salvar este momento. Entonces Wymack les dijo que salieran y Neil no tuvo otra
opción que darle la espalda a sus compañeros de equipo.
Dejaron el estadio en una fila, Romero al frente y Jackson atrás. Neil había
estado cerca de la salida, por lo que estaba justo detrás de Romero. Odiaba estar tan
cerca del hombre de su padre, pero le gustaba pensar que su cuerpo era un escudo
entre la crueldad de éste y su desprevenido equipo. Trató de mantener su mirada en la
espalda de Romero, pero siguió buscando a Lola entre la multitud. Solo la mitad de los
fans se habían dirigido a casa para pasar la noche. El resto estaba teniendo una fiesta
posterior al partido sobre el césped del estadio. El olor a alcohol era tan denso que
Neil casi podía saborearlo.
Los fans de los Foxes estaban alineados a un lado de la pasarela, y aplaudieron a
la llegada del equipo. Fueron ahogados rápidamente por viles insultos del otro lado
donde estaban los fans de los Binturones. Los Foxes los ignoraron y siguieron
moviéndose. Incluso Nicky fue lo suficientemente inteligente como para mantener la
boca cerrada, ya que no quería irritar aún más a los amargados fans, sin embargo, al
final no importó.
Estaban a medio camino del estacionamiento cuando una botella salió volando
de la nada. La fuerte maldición de Aaron, un poco más atrás, dejó en claro que había
sido golpeado, y Andrew lanzó una letal mirada a la multitud. Luego arrojaron un
zapato y después otra botella de cerveza vacía.
Más policías se abrieron paso hacia el equipo, exigiendo orden y señalando con
los dedos. Podrían haber tenido éxito en restaurarlo, excepto que lo siguiente que
arrojaron fue la nevera de alguien. Dan la esquivó justo a tiempo, y se estrelló contra
un borracho fan al otro lado de los Foxes. Hubo una furiosa protesta por parte de los
amigos del hombre que fue rápidamente seguida por la multitud a sus espaldas.
Romero tomó la muñeca de Neil con un firme agarre. Neil, con su mano libre,
sacó su teléfono del bolsillo del pantalón y lo metió en el bolsillo de su bolsa de lona.
Lo logró justo antes de que la tensión de la multitud alcanzara su punto máximo. Los
estudiantes y los fans se atacaron mutuamente con los Foxes atrapados en el medio.
Varios cuerpos se estrellaron contra Neil lo suficiente fuerte como para
tumbarlo, Romero lo levantó y lo alejó lo más rápido que pudo. Neil dejó caer su
raqueta y dejo que su bolsa se deslizara por su hombro hasta el piso. Andrew y Kevin
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Traducción por:
sabían que nunca dejaría estas cosas de buena gana. No les diría a dónde se había ido,
pero sabrían que no los había dejado por decisión propia.
En algún lugar entre el disturbio y el estacionamiento, Romero perdió su
brillante chaleco. Tan pronto como los zapatos de Neil tocaron el asfalto, Neil
comenzó a luchar, pero Jackson estaba justo detrás de ellos. Jaló del brazo de Neil
detrás de él tan bruscamente que casi le dislocó el hombro. Neil se quedó sin aliento
ante el blanco rayo de dolor que le atravesó la espalda.
—No se saldrán con esto —dijo Neil, la voz tensa—. Mis compañeros de
equipo sabrán que estoy desaparecido. No pueden dejar Nueva York sin mí.
—Estarán ocupados por un tiempo —dijo Romero—. Tu entrenador pasará la
mitad de la noche tratando de adivinar a qué centro de emergencias te llevaron.
Cuando se dé cuenta de que te has ido, será demasiado tarde.
Lo empujaron al asiento trasero de una patrulla de ruta. Lola lo estaba esperando
en el otro extremo. Neil la miró aturdido, a una cara que había envejecido con los años
pero que siempre sería familiar. La sonrisa dientuda que curvaba demasiado su boca,
amenazando con dividir su rostro en dos, era la misma que siempre había sido, y Neil
instintivamente retrocedió ante ella. No tenía dónde ir con una puerta cerrada con llave
a su espalda y una rejilla protectora entre él y los asientos delanteros.
—Junior ya creció —dijo Lola mientras Romero y Jackson se sentaban en el
asiento de adelante. Había un tráfico congestionado alrededor del campus de
Binghamton, pero Jackson encendió las luces y condujo—. Qué inesperado. ¿Se dice
que eres una especie de estrella en ascenso? Es un mundo extraño en el que vivimos,
pero no tendrás que preocuparte por eso por mucho tiempo.
Romero medio se giró en el asiento del pasajero y miró a través de la reja.
— ¿Les dijiste?
— ¿Te parezco estúpido? —preguntó Neil —. Por supuesto que no.
Lola presionó la uña de su pulgar en el tatuaje en su mejilla.
—Pero al menos uno de ellos sabe, ¿no? No eres el único marcado.
—Kevin me recuerda, pero él es la mascota de los Ravens. Él sabe que es mejor
no decir nada.
[237]
Traducción por:
—Espero que sea verdad —dijo Lola—. Sabes lo que les haremos si mientes.
—He pasado ocho meses con una cámara en la cara. Si se lo hubiera contado a
alguien, ya habrías oído hablar de eso. No hubieras necesitado esto para rastrearme
Neil hizo un gesto hacia su rostro. — ¿Le diste a Riko una compensación?
Romero resopló con desdén.
—Le dimos a su tío la cortesía de avisar que te estábamos llevando.
Ese sencillo rechazo solo hizo que Neil se sintiera peor. Tenía la sospecha de
que Riko no había estado detrás de la sorpresa del cumpleaños sangriento o la cuenta
regresiva después de todo. Lola dijo que la audiencia de libertad condicional de
Nathan había sido ese mismo día. Su círculo sabía que saldría. Ahora Neil se
preguntaba si su presencia era lo que hizo que Riko se mantuviera alejado de los Foxes
esta primavera.
¿Tetsuji le había advertido a Riko que no atrajera la atención sobre sí mismo
mientras los hombres de Nathan estaban al acecho? Tetsuji y Riko eran Moriyamas,
pero no eran la familia a la que los Wesninski servían y protegían.
Lola sonrió.
—Estaba bastante enojado, pero ¿qué podía hacer él al respecto? Kengo no le
importas una mierda en este momento.
—Porque está enfermo —dijo Neil, no era una pregunta.
—Enfermo, dice él —se burló Lola, y golpeó con el puño la reja para asegurarse
de que su hermano había escuchado eso— Enfermo está un niño resfriado o con
enfermedades de transmisión sexual. Esto no es estar “enfermo”, es el final del
camino. Sus riñones están fallando. Le doy una semana como máximo antes de que
Ichirou sea coronado como el nuevo rey. Le daré tus condolencias y felicitaciones. No
estarás vivo para entregarlas tú mismo. Hablando de eso, es una tradición mía contarle
a un hombre lo que planeo hacer con sus partes —dijo Lola, y procedió a contarle
detalladamente cómo iba a desarmar su cadáver.
Neil trató de no escucharla, pero no pudo ignorar sus crueles palabras. Puso toda
la fuerza que le quedaba en evitar que su miedo se reflejara en su rostro. No podía
mantener las manos quietas, pero al menos podía esconderlas en sus bolsillos. No
quería que ella supiera que estaba logrando asustarlo. No era como si fingir parecer
[238]
Traducción por:
valiente sería su salvación, pero habían estado esperando este momento durante nueve
años. Lo mínimo que Neil podía hacer era privarlos de la mayor satisfacción posible.
Solo faltaban un par de millas para llegar a la Interestatal 81, y el automóvil que
habían adquirido para este trabajo les permitió llegar a la carretera interestatal a
noventa millas por hora. Jackson apagó y encendió las luces de la policía si aparecía
un auto en el camino. Incluso a tal velocidad, eran casi tres horas de la Universidad de
Binghamton a Baltimore.
Dos millas después de llegar Maryland, se desviaron detrás de un auto
abandonado. Jackson se quedó con la patrulla, pero Romero y Lola llevaron a Neil al
Cadillac. Neil fue empujado al asiento del pasajero. Romero puso su arma en la cara
de Neil antes de que pudiera siquiera pensar en escaparse. Estaba bastante seguro de
que iba a ser entregado vivo a Nathan, pero la madre de Neil le había enseñado en
cuántos lugares se podía disparar a un hombre sin matarlo. Neil observó a Lola
esposar sus tobillos al deslizador del asiento y apenas se abstuvo de darle un rodillazo
en la cara.
Lola se subió al asiento detrás de él y jaló los brazos de Neil alrededor de su
silla. Ella esposó sus manos juntas y las aprisionó tan fuerte como pudo. Tan pronto
como cerró la puerta, Romero volvió a llevarlos a la carretera. Neil pateó un poco sus
piernas, probando su rango de movimiento, pero fue rápidamente distraído por la
presión del metal frío y afilado contra sus dedos.
Neil reflexivamente trató de apretar sus manos en puños. Lola se rio y clavó su
pulgar en el punto de presión de su muñeca. Cuando sus dedos se aflojaron, ella
deslizó su cuchilla entre sus dedos y su palma. El roce del filo contra sus dedos fue un
estímulo para que abriera su mano otra vez. Lola puso la punta el espacio entre sus
dedos, lo suficientemente fuerte como para ser una amenaza, pero no lo
suficientemente fuerte como para romper la piel. Pronto se aburrió de jugar con él y
cortó una línea superficial a lo largo de la base de sus dedos.
Neil jaló con fuerza de las esposas, tratando de alejar las manos de su alcance,
pero no el metal no aflojó. Por un momento cegador, le recordó las vacaciones de
Navidad en Evermore, y el vacilante control de Neil se quebró un poco más—.
Detente.
—Detenme —respondió Lola, y cortó una punzante línea desde la base de su
dedo hasta la gruesa piel de su pulgar. Ella cubrió su mano con laceraciones ardientes
[239]
Traducción por:
antes de pasar a la siguiente. Cuando terminó, se inclinó entre los asientos delanteros.
Trazó el tatuaje de Neil con la punta de su cuchillo—. Leímos todo sobre tu enemistad
con Riko. ¡Qué acto tan convincente! En otra vida podrías haber sido actor. Dime, ¿de
verdad creías que su presencia te protegería de nosotros?
—No importa.
—Si lo hace. No puedo llevarte ante tu padre con tal mancha en la cara. ¿Rome?
Romero alcanzó el tablero. Algo hizo clic mientras lo presionaba, y Neil
escaneó el grupo de botones por un indicio de lo que había hecho. No era la radio, y
ninguna de las luces estaba encendida para indicar que había presionado en el
calentador. Eso solo dejaba una opción posible, pero Neil se negó a creerlo. Negarlo
no cambió la realidad: muy pronto el encendedor de cigarrillos del tablero se liberó de
su cerradura con un sonido metálico. Romero lo sacó y lo sostuvo en alto.
Neil se apartó de el con un acalorado.
—Estás enfermo.
Lola pasó su brazo alrededor del respaldo de su silla para poder sostener su
cuchillo en el lado derecho de su rostro. La hoja de la cuchilla cortó una delgada línea
desde su boca hasta el rabillo del ojo. Neil se quedó quieto ante esa advertencia y vio
como Lola tomaba el encendedor de su hermano. Le dio un giro de manera
experimental y lo inclinó de forma que ella y Neil podían ver las bobinas al rojo vivo
dentro. Lola asintió con aprobación y le dio a Neil con una de sus amplias sonrisas.
— ¿Qué piensas?
Neil pensó que estaba a dos segundos de perder la calma.
—Pienso que te puedes ir a la mierda.
—No te estremezcas —dijo, y presionó el encendedor en su mejilla.
Ella dijo que no se moviera, pero no había forma de que Neil pudiera obedecer.
La agonía estalló en su rostro, pasando por su mandíbula a su garganta y abriéndose
camino a través de su ojo. El olor a piel carbonizada solo empeoró el cegador dolor y
Neil no pudo mantener su apariencia frente a él. Sintió el ardor en su otra
mejilla mientras se retiraba hacia el cuchillo de Lola que lo esperaba. Lo sintió como
[240]
Traducción por:
[242]
Traducción por:
El tiempo se detuvo cuando Lola quemó y cortó un camino por los brazos de
Neil. Neil se aferró a una versión de la verdad que protegería a los Foxes, pero no
importaba cuantas veces lo dijera, ella no se detendría. Eventualmente dejó de
responder por completo, temeroso de que soltaría la verdad por su dolor y pánico, y
ahorrando su energía para respirar. Cada mueca y un grito silencioso jalaba las
quemaduras en la cara, y las lágrimas saladas eran ácido en sus arruinadas mejillas.
No quería pensar en esto, no quería sentir esto, así que en su lugar pensó en los
Foxes. Se aferró firmemente al recuerdo de su amistad incondicional y sus sonrisas.
Fingió que el latido del corazón golpeteando con fuerza en sus sienes era un
balón de Exy que rebotaba en las paredes de la cancha. Pensó en Wymack
sosteniéndolo en diciembre y en Andrew empujándolo contra el suelo del dormitorio.
Los recuerdos lo debilitaron con dolor y pérdida, pero también lo fortalecieron.
Había ido a la Foxhole Court con cada pulgada de él siendo una mentira, pero
sus amigos habían convertido en alguien real.
Había llegado el final de su camino antes de lo que quería y no había logrado
todo lo que esperaba este año, pero había hecho más con su vida de lo que nunca había
creído que fuera posible. Eso tenía que ser suficiente. Trazó el contorno de una llave
con un dedo tembloroso en su palma ensangrentada y quemada, cerró los ojos y se
despidió de Neil Josten.
Lola finalmente se detuvo y lo dejó flácido en sus restricciones. Ella dijo algo,
pero no podía entenderle a través del zumbido en sus oídos y no le importó, de todos
modos. Su instinto natural de luchar o huir había golpeado una pared de ladrillo lo
suficientemente fuerte como para romper todos los huesos de su cuerpo. Eso dejó solo
una opción, por lo que Nathaniel Wesninski dejó pasar inadvertidamente las últimas
millas. Él catalogó cada punto palpitante de su cuerpo y mentalmente los ordenó por
gravedad. Las peores lesiones fueron las de su rostro, pero el lío que Lola hizo de sus
manos era el más inconveniente. Sería difícil defenderse cuando incluso el más ligero
movimiento de sus dedos hacía que sus manos dolieran.
Entraron en el estacionamiento de un sospechoso hotel. Solo la mitad de las
lámparas exteriores funcionaban. Nathaniel apostaba que las cámaras de seguridad
estaban igualmente apagadas. Miró por la ventana y esperó para ver qué vendría
después.
[243]
Traducción por:
[245]
Traducción por:
El automóvil rebotó un poco cuando avanzó por el camino curvo hacia la casa.
Cuanto más subían, más silenciosos se volvían ya que dejaban atrás a los espectadores
a favor de la policía que trabajaba. La tensión hizo que la entrada se sintiera
interminable, pero finalmente el automóvil se detuvo. Las puertas se cerraron tras los
dos policías mientras iban a investigar. Nathaniel esperó a que Lola hiciera un
movimiento, pero aparentemente estaba contenta de quedarse quieta un rato más.
Por fin, el teléfono de Lola sonó. Pasó la mano encima de Nathaniel para buscar
algo. La caja de herramientas, él adivinó cuando escuchó que el metal hacía clic.
Plástico se arrugó y Lola se apoyó en su codo frente a él.
—Si peleas conmigo, te cortaré las rodillas.
El sarcasmo solo traería la peor respuesta, por lo que Nathaniel apretó los
dientes.
—Solo hazlo.
El olor dulce y enfermizo que llenaba el auto le revolvió el estómago, y todo
dentro de él le ordenó luchar. Se mantuvo quieto y dejó que ella le pusiera un paño
empapado en la nariz y la boca. El adormecimiento comenzó en la punta de sus dedos
y rápidamente pasó al resto de su cuerpo. Oyó que se abría la puerta de un coche y
pensó que alguien estaba jalando el asiento trasero, pero no pudo mantener la
conciencia el tiempo suficiente para estar seguro.
—Ve —dijo Lola, la voz nasal mientras apretaba su nariz, y todo desapareció.
[246]
Traducción por:
13
Sus pensamientos volvieron en fragmentos irregulares. Él era consciente de la
fría piedra bajo sus mejillas y sus manos sin esposas que yacían inertes frente a su
cara, pero nada de eso tenía mucho significad. Lola había alineado su mano detrás con
raspones y rojos círculos en sus nudillos. Otra marca de quemadura había manchado la
carne entre el pulgar y el índice. Las quemaduras comenzaban a supurar, pero la
sangre secándose calmaba la mayor parte del lío.
Nathaniel estaba sorprendido por la crueldad de Lola por el momento en que le
tomo a su mente recordar el dolor que estaba sintiendo. Se quejó y cuidadosamente se
sentó. Estaba en el sótano, lo que significa que tuvo que haber pasado por el garaje.
Un túnel debajo de la tierra los unía, instalado con el solo propósito de mover el
cuerpo ocasionalmente. Nathaniel y su madre habían escapado por ahí nueve años
atrás. Era apropiado que regresara a casa de la misma manera.
Lola estaba a mitad del cuarto. Había volteado una silla y se sentó a horcajadas.
Un brazo estaba a lo largo del respaldo. El otro colgaba a su lado. Todavía tenía el
arma de Romero con ella, y su dedo descansaba cerca del gatillo. Quien sea que le
haya ayudado a llevar a Nathaniel dentro desde el carro se había ido. Uno de los
policías, Nathaniel adivino, que tuvo que reunirse al caos de afuera para mantener las
apariencias.
— ¿Vas a algún lado? — Preguntó Lola.
Nathaniel agito sus manos hacia ella.
—Se infectarán pronto si no las limpió ahora.
—No me preocuparía por eso si fuera tú.
—Tú no eres yo—Dijo Nathaniel, y se puso de pie.
Un fregadero industrial había sido construido en la pared lejana. No tenía
espejo. Él estaba agradecido por no poder ver su cara, pero habría hecho esto más
fácil. Lavo sus manos primero, silbando con dientes apretados. Dolía tanto que quería
parar, pero se obligó a tallar con agua enjabonada sus quemaduras. Cuando tallo sus
humedecidas manos en su cara sus dedos estaban temblando y su estómago sentía
nauseas inducidas por el dolor. No tenía nada para secarse después, ya que su ropa
[247]
Traducción por:
estaba sucia de sudor y manchas de sangre. Mantuvo sus manos estiradas para que se
secaran con el aire.
— ¿Cuánto tiempo nos llevará esto? —preguntó Nathaniel.
— ¿La espera o el asesinato? —Preguntó Lola—. Lo último puede tardar un
tiempo. No es normalmente su estilo, pero has causado muchos problemas y mucho
dinero por lo que probablemente seas una excepción.
—Pudiste dejarnos ir.
—No digas cosas infantiles.
Nathaniel se sentó para esperar. Fue una hora antes de que la policía terminara
de tomar la declaración de Nathan por su seguridad y fotografiar evidencias del
vandalismo. Supo que se habían ido finalmente cuando una puerta se abrió en las
escaleras de arriba. Lola se puso de pie en un segundo. El corazón de Nathaniel se
aceleró, pero con la mirada interesada de Lola en él no pudo mostrar miedo. Puso una
expresión de calma en su cara y observo la muerte bajar por las escaleras.
Dos años tras las rejas no envejecieron a su padre ni un poco. Fuera de unos
cuantos kilos perdidos Nathan Wesninski lucí igual que siempre. La casa era una
llamativa demostración de su fortuna, pero Nathan no se tomó el tiempo de arreglarse.
Él pensaba que la ropa elegante no servía de nada cuando le gustaba ensuciarse en el
trabajo. Bajó las escaleras descalzo, vistiendo unos pantalones grises oscuros y una
camisa de botones blanca. Sus mangas estaban dobladas hasta los codos, y tenía las
manos en sus bolsillos mientras llegaba. Unos ojos fríos y azules miraron a Nathaniel,
y éste tuvo que apartar la mirada.
Lola no era más segura de mirar, pero Nathaniel no quería observar al monstruo
que acompañaba a Nathan debajo de las escaleras, tampoco. Patrick DiMaccio era el
guardaespaldas de por vida de Nathan. Se comportaba como si pudiera enfrentarse al
mundo con las manos desnudas, una arrogante actitud respaldada por trecientas libras
de músculos alimentados con esteroides. Nunca había puesto una mano en Nathaniel o
Mary, quizá porque sabía que podría matarlos con un descuidado golpe, pero
Nathaniel sabía que tan peligroso era. Era mortalmente leal a Nathan y Nathan
confiaba en él ciegamente. DiMaccio pudo haber estado a cargo de mantener el círculo
fuerte en la ausencia de Nathan.
[248]
Traducción por:
—De pie —dijo Nathan, el solo sonido de su voz fue suficiente para convertir el
estómago de Nathaniel en gelatina—sabes que no es conveniente sentarte en mi
presencia.
Nathaniel se dijo a sí mismo que se quedara quieto, pero ya estaba parándose.
Lola rió ante aquella fácil obediencia y caminó en círculo para poder estar de pie
detrás de Nathaniel.
—Hola, Junior —dijo Nathan.
La mandíbula de Nathaniel funcionaba. No se atrevió a hablar, no sabía que
diría. Nathan camino a través del cuarto hacia él. Le tomó todo lo que tenía
mantenerse en su lugar. Nathan se detuvo en frente de él, tan cerca que podía oler su
colonia. Nathaniel observo el último botón de su camisa como si pudiera a salvarlo de
todo esto.
La mano de Nathan se posó en su hombro por un momento, pero no fue un
gesto tranquilizador. Nathaniel se preparó para el golpe inevitable, pero sus rodillas se
doblaron cuando Nathan le golpeó las quemaduras en la mejilla. Nathan lo atrapó por
la garganta cuando cayó. Nathaniel se atragantó y trató de ponerse de pie otra vez. Él
sabía que no le convenía agarrar su padre para mantener el equilibrio. Sabía lo que
haría su padre si lo tocaba.
—Dije hola —repitió Nathan cuando Nathaniel estuvo derecho otra vez.
Los labios de Nathaniel se movieron, pero ningún sonido salió de ellos. Le tomó
otros dos intentos poder decir un silencioso.
—Hola.
—Mírame cuando te estoy hablando.
Fue un grito que parecía que iba a desgarrar su garganta dónde él estaba
sujetándolo, pero Nathaniel se obligó a mantener su vista en alta.
—Mi hijo —Nathan dijo—Mi más grande decepción en la vida. ¿Dónde está la
segunda?
—Mamá está muerta —contestó Nathaniel—tú la mataste. ¿No lo recuerdas?
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Traducción por:
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Traducción por:
tenerlo por mucho tiempo, pero no tenía que hacerlo. Lo volvió más lento el suficiente
tiempo para que DiMaccio le pasara un arma a Nathan.
Levantó a Nathaniel del piso tomándolo de la camisa, impidiéndole apartarse de
los puños que llovieron sobre él. Lola lo dejó ir, elegantemente dio un paso hacia
atrás, y DiMaccio tiro a Nathaniel a la pared más cercana. El impacto le quitó el
aliento Nathaniel y cayó torpemente al piso. Se contuvo con sus manos, lo que fue un
terrible error, pero no tuvo aliento para gritar. Estaba tan mareado que se sintió
enfermo, pero lo vio moverse por el rabillo del ojo. El metal brilló a escasos
centímetros de su rostro cuando Nathan agito el arma. El terror puso a Nathaniel en
pie más rápido de lo que su cuerpo quería moverse y se retiró de la cuchilla del padre.
Nathan no lo persiguió. Le dio a su cuchilla un movimiento para experimentar,
como si se estuviera familiarizando con su peso, y probó la hoja en su pulgar. Debió
de haberlo afilado recientemente, porque la sangre corrió casi inmediatamente.
Las oportunidades de Nathaniel se estaban agotando. No podía pasar entre
DiMaccio y Nathan, lo que significaba tomar la oportunidad con la pistola y cuchillo
de Lola. Giró y corrió hacia ella. La salvaje sonrisa en su cara le decía que se esperaba
ese ataque. Se preparó para la inevitable colisión, cuchillo afuera y lista para hacer
algún daño. Ella blandió el cuchillo a medida que se acercaba. Nathaniel esquivó la
hoja, casi torciéndose el tobillo por la prisa. La pistola de Lola estuvo en su cara unos
segundos después, saber que ella no podía disparar no lo detuvo de agacharse.
Se acercó a él, cuchillo en la mano para atacar, y Nathaniel la golpeó en la
garganta. Apenas escuchó el horrible sonido de dolor. Cada cortada y quemadura de
sus manos gritó en protesta. Apretó su mano más fuerte y dio otro golpe. Lola lo
esquivó, pero apenas, y le dejó una cortada ardiente con su cuchillo. Nathaniel estaba
ahora entre ella y la puerta, por lo que tiró la barra hacía arriba para desbloquearla.
Lola tomo su cabello antes de que pudiera abrir la puerta, pero a Nathaniel no le
importaba su cabello. Se adelantó, negándose a soltar la perilla.
—Muévete —dijo Nathan detrás de ellos.
Estaba hablándole a Lola, pero Nathaniel se tiró a un lado también. El cuchillo
de Nathan se deslizó justo por el sitio donde había estado segundos antes. El metal
gritó al cortar una línea hacía abajo en la puerta, y Nathan le regaló una mirada
fulminante a su hijo caído. Nathaniel se arrastró de espaldas, esperando una muerte
cruel contra su pecho. Nathan fue hacía él, cansado de jugar al gato y al ratón.
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Traducción por:
Nathaniel trato de levantarse, pero una bota en sus costillas lo dejó inmóvil. Un puño
en la cara mató su siguiente movimiento y de pronto Nathan estuvo encima de
Nathaniel con su cuchillo contra su garganta.
DiMaccio se puso detrás de ellos, y le ofreció el hacha. Nathan la colocó a un
lado del cuello de Nathaniel para poder esculpir líneas superficiales en las quemaduras
de su hijo con el cuchillo.
—Quizá usemos los dos —comentó casualmente como si estuviera debatiendo
el clima del día siguiente—Quitarte la piel centímetro a centímetro y tallar la carne por
debajo. Si lo hacemos bien, deberías durar toda la noche. Patrick, diles que nos arrojen
el soplete. Todavía debe estar en el cajón junto al horno.
—No —dijo Nathaniel, pero DiMaccio subió las escaleras para llamarlos.
—Lola —dijo Nathan, y ésta estuvo inmediatamente a su lado. Ella ya no
sonreía. La mirada que le dio a Nathaniel estaba llena de furia y cuando tocó con
cuidado su cuello lastimado. Nathaniel quería sentirse satisfecho por haberle hecho
daño, pero todo lo que sentía era miedo. Nathan no volteó a ver a su hijo, pero dijo—
¿Te gustaría tener el placer de herirlo?
—No —dijo Nathaniel otra vez, pero Lola se agachó fuera de su vista.
Nathaniel sacudió sus piernas hacia otro lado para huir de ella. El hacha no estaba tan
afilada como para abrir su garganta sin tanto esfuerzo, así que ignoró la forma en que
el peso de ésta lo hizo sentir y forcejeó lo mejor que pudo. Nathaniel lo toleró hasta
que Nathan lo levantó, y puso su cuchillo en el puente de su nariz.
—Si no te mantienes malditamente quieto te sacaré los ojos.
Nathaniel se congeló, pero estaba temblando tan fuerte que era una maravilla
que aún no hubiera molestado a su padre.
—Por favor —murmuró, incapaz de detenerse—por favor, no lo hagas.
— ¿Puedo hacerlo? —Lola preguntó, emocionada otra vez.
—Cortaremos tus tobillos, después tus rodillas —le dijo Nathan a Nathaniel—.
Y si tratas de escapar gateando te cortare los brazos, ¿Entiendes?
DiMaccio estaba de vuelta. Puso el soplete al lado de Nathan. Nathaniel quería
gritar, pero si lo hacía no sería capaz de parar. Sus ojos ardían, quizá por la sangre,
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Traducción por:
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Traducción por:
fruncido de Nathan con una mirada fría. Tenía la pistola a medio camino de él, pero
una chica se puso en su camino, señalando con su barbilla a Nathaniel.
Stuart siguió su mirada, y la sorpresa aplacó su furia.
—Qué demonios, ¿Nataniel? — Él estaba demasiado aturdido para hablar, pero
se las arregló para asentir. Stuart mantuvo el arma apuntando a Nathan, pero seguía
viendo a su sobrino— ¿Dónde está Mary? —Nathaniel no podía encontrar su voz, así
que solo sacudió su cabeza. La expresión de Stuart se rompió, la poca que esperanza
que había aparecido se fue tan rápido como llego—. No mires. Esto terminara en un
momento.
— ¿Cómo te atreves? —Dijo Nathan salvajemente— Has desafiado a Moriyama
al venir aquí y matar a mis hombres. Eres hombre muerto. No tienes el poder para…
Stuart no lo dejó terminar. El cuerpo de Nathan se sacudió cuando dos balas
agujerearon su pecho. Nathaniel observó, sus ojos abiertos e incrédulos, mientras
sangre salpicaba la garganta de su padre recorriendo su camisa y manchando sus
pantalones. El cuerpo de Nathan cayó de espaldas por el impacto golpeando el suelo
húmedamente.
Nathaniel llevo una temblorosa mano a su boca, luego la sujetó con su otra
mano. No era suficiente para sofocar el impacto.
—Te dije que no vieras —dijo Stuart.
Esa sensación desgarradora no era pena, era una necesidad tan feroz que
Nathaniel pensó que lo mataría. Su mundo se estaba destruyendo alrededor y él estaba
cayendo.
Nathaniel no podía respirar, mucho menos explicar ese horrible regocijo. No
peleó cuando dos de los hombres de Stuart lo levantaron. Éste cruzó el cuarto para
pararse en frente de él. Nathaniel lo vio pasar por al lado de cadáver de su padre. La
mano de Stuart en su barbilla lo forzó a ver su cara. Su tío le dio un vistazo, revisando
sus heridas con una mirada furiosa.
—Él puede venir conmigo —dijo una chica.
—Él es nuestro único boleto para huir —dijo Stuart—. Lo dejaremos aquí, por
ahora —continuó antes de que Nathaniel pudiera reaccionar. Apretó los dedos más
fuerte en la cara de Nathaniel y le dio una pequeña sacudida—. Me escucharás y harás
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Traducción por:
lo que yo te diga. Ellos nos dejaron entrar aquí sin peros solo porque les prometimos
que lo llevaríamos con vida.
Nathaniel al fin pudo encontrar su voz.
— ¿Los Moriyamas?
—No —dijo Stuart, tan fuerte que Nathaniel se inclinó lejos de él—. No digas
ese nombre esta noche. No los puedes meter en esto. Ellos no esperaban que su
Carnicero muriera y nosotros solo tenemos una oportunidad para ganarnos su favor.
Te daremos al FBI como distracción. Necesitas atención médica, y aún no podemos
llevarte a donde tenemos que ir. Esta es la única forma de sobrevivir, ¿Entiendes?
Su padre estaba muerto. Nathaniel aceptaría todo después de eso.
—No les diré.
Stuart asintió.
—Entonces nos vamos.
Ellos lo ayudaron a bajar por el túnel hacía el garaje. Las escaleras eran
demasiado empinadas y estrechas, y la entrada de la puerta era apenas tan grande
como para que entrara un hombre. La gente de Stuart desapareció tan pronto como
pudo, pero Stuart se quedó atrás un momento con Nathaniel. Nathaniel miró la
oscuridad, buscando a los federales, los cuales debían estar observando todo desde una
distancia segura. Por ahora la calle estaba calmada y vacía, pero no había manera en
que los vecinos no escucharan esos balazos. En cualquier minuto, quizá en dos, los
vecinos llamarían a la policía y los medios estarían aquí otra vez.
Stuart lo puso de rodillas y coloco sus manos detrás de su cabeza.
— Volveremos por ti cuando podamos. Lo prometo.
Entonces él se fue, desapareciendo en la noche con su equipo. Nathaniel se
quedó arrodillado y agacho su cabeza esperando. No tomo mucho tiempo. Los
federales salieron de las sombras como fantasmas, armas fuera y vestidos de la cabeza
a los pies con equipo especial. Nathaniel era muy pequeño para ser su padre, pero la
oscuridad cubriéndolo ayudo a la ilusión. Ellos no sospecharon que algo estaba mal
hasta que lo pusieron de pie con manos rudas y voces estridentes. Nathaniel
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Traducción por:
finalmente alzo su cabeza hacia ellos, y el agente que estaba más cerca de él se detuvo
a mitad de la oración.
—Llegan muy tarde —dijo Nathaniel, incluso cuando alguien había llamado a
Servicio Médico de Emergencias para que se apurara—. Mi padre está muerto.
—Tu padre —El agente dijo estúpidamente. Seis hombros se marcharon
rápidamente que casi se tropiezan, y Nathaniel escucho el eco de sus botas mientras
corrían a revisar la casa. No había notado que había bajado la mirada hacia la abertura
hasta que el agente le chasqueó los dedos enguantados en la cara. Nathaniel encontró
con su mirada inquisitiva con una mirada fría, y el hombre repitió— ¿Tu padre?
—Mi nombre es Nathaniel Wesninski —dijo —y mi padre está muerto.
No era nada divertido, pero un segundo después estaba riéndose. Sonaba
histérico, pero no podía parar. Manos tomaron sus hombros y llevaron su cabeza hacia
atrás. Una bronca voz le ordeno que respirara, pero no pudo. El tomó sus rodillas para
equilibrarse. El dolor subía por sus brazos desde sus manos maltratadas, pero no se
podía detener. La adrenalina de lo que acababa de pasar y la tranquilidad de estar vivo
lo estaban destrozando, y Nathaniel finalmente perdió la batalla con su inestable
estómago. Alguien lo agarró cuando se cayó al piso de concreto. Nathaniel escupió en
un intento de quitarse el amargo sabor de la boca.
La mano en su hombro presionó con más fuerza.
—Preferiría no interrumpir en el estado que estas ahora, pero lo haré si tengo
que hacerlo, ¿Serás un problema para nosotros?
Nathaniel batalló para mirar arriba y enfocarse en la cara del hombre.
—He sido un problema por diecinueve años. Estoy muy cansado para ser uno
hoy. Sólo sáquenme de aquí.
Una ambulancia se detuvo en la acera. Llego ahí demasiado rápido, Nathaniel
supuso que estaba esperando en la esquina fuera de la vista. A pesar de su
tranquilidad, tenía una escolta de tres agentes que lo acompañaron a los paramédicos.
Tuvieron la camilla en la calle para el momento en que el llegó, y Nathaniel se acostó
en ella sin decir nada. Ellos lo ataron para llevárselo y lo subieron atrás. Un agente se
fue con ellos; Nathaniel asumió que los demás lo seguirían. Ya no le importaba. Cerró
sus ojos y dejó que los paramédicos hicieran su trabajo.
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mejorado, pero no quería verse en el espejo. Nathaniel estaba tan furioso como
nauseabundo de tan solo pensarlo.
Antes de que lo último ganara Nathaniel dijo:
—Quiero ver a mi equipo.
—Y yo quiero un café —dijo Browning— ¿Ustedes dos estarán bien aquí?
Towns asintió. Browning reviso su billetera en busca de dinero y se fue.
Nathaniel dio a sus esposas unos cuantos jalones experimentales solo para ver como
reaccionaba Towns. Éste no quedó impresionado con el fallido intento de rebeldía y
siguió con los papeles. Se ignoraron el uno al otro hasta que Browning regreso. El
hombre se sentó en silencio hasta que se acabó su café, luego examinó una de las pilas
descartadas de Towns.
Después de una hora de esto, hizo otro intento de comunicarse con Nathaniel.
— ¿Aún no te sientes cooperativo?
—Todavía no veo a mi equipo, así que no —dijo Nathaniel, Browning hizo un
gesto arrogante. Nathaniel tiro de sus atadas manos de nuevo—. Mira: por estas
personas decidí quedarme incluso cuando sabía que no me quedaría por mucho
tiempo. Los elegí antes que a mi seguridad. Así que déjame verlos y te diré todo lo que
quieras.
—Tú solo piensas en que quieres verlos —dijo Towns—recuerda que se acaban
de enterar que y quién eres. Si ellos todavía quieren saber algo de ti, me comeré mi
sombrero.
Nathaniel abrió la boca, el cerro otra vez, y miró hacia otro lado. Su equipo
había aceptado su vaga confesión. Aarón lo forzó a hacerlo, saber que su familia era
espantosa y lidiar con la realidad eran cosas totalmente diferentes. Quizá Kevin tuvo
tiempo para decirle en el viaje a New York la conexión de los Wesninski y los
Moriyamas, en ese caso ellos ahora sabrían en el peligro en el que los había puesto al
firmar contrato con el entrenador Wymack.
Él les había prometido que su familia no iba a intervenir con ellos, pero él los
había lastimado y les iba a costar el campeonato. Ellos debían odiarlo, debían temerle,
y probablemente no lo perdonarían nunca, pero Nathaniel no lo quería dejar así. Él
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Traducción por:
tenía que decirlo hoy, antes que los federales lo empujaran a un sitio tan profundo que
ni siquiera la luz lo pudiera alcanzar.
—En efecto —Towns continuo—, probablemente ellos ya están en la carretera
al sur. No debió de durar mucho tomar sus declaraciones, y no necesitamos nada más
de ellos por ahora.
—Estas mal —dijo Nathaniel—Ellos no se pueden ir sin Andrew, y Andrew no
iría a ningún lado hablar conmigo primero.
—Tú no sabes eso.
—Si lo sé—. Incluso si solo era para destruir a Nathaniel por esconderle esto,
Andrew esperaría tanto como pudiera. Él no era del tipo de dejar las cosas sin
terminar. Nathaniel lo sabía, lo creía, con cada fibra de su cuerpo. Fue suficiente para
calmar la horrible e insensible advertencia de Towns—. Puedes llevarme con él, o
puedes dejarme a podrir en una celda en algún lugar. Esas son tus únicas opciones.
Finalmente, Browning se levantó y fue al pasillo. Nathaniel escuchó su tono
estridente a través de la madera, pero no entendió sus palabras. Towns observó a su
pareja cuando regresó, y éste respondió realizando garabatos en el portapapeles de
Towns. Nathaniel resistió la necesidad de tirarles su pequeña almohada y decidió que
era mejor recostarse en ella.
No le dijeron nada más, así que dejó a sus pensamientos calmarse. Las horas
para que lo dejaran ir se sintieron interminables y miserables. Cuando el médico
pasaba a verlo para decirle como curar sus heridas, Nathaniel lo interrumpía con un:
—No necesito su ayuda.
El médico, que estaba acostumbrado a los pacientes desagradables, firmo la hoja
de Nathaniel sin decir nada más. Él miró a los agentes y dijo.
—Ellos pueden firmar tu salida en el escritorio de abajo. Tendrán las medicinas
listas para ti.
Browning asintió, pero esperó a que el médico se fuera para quitar las esposas
que mantenían a Nathaniel atado a su cama. Él y Towns bajaron la cama para que
Nathaniel se pudiera deslizar fuera de ella. Towns le dio una bolsa, y Nathaniel lanzó
un conjunto de sudaderas oscuras a la cama.
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14
Nathaniel esperaba que lo llevaran directo a sus oficinas para interrogarlo, pero
la camioneta giró y se adentró en el estacionamiento de un hotel. El lugar estaba
plagado de federales. Los hombres estaban de pie en la acera, fumando e intentando
parecer despreocupados, pero la piel de Nathaniel se erizó al verlos. Las mujeres que
tomaban el sol junto a la piscina se veían igualmente recelosas a pesar de su intento de
pasar inadvertidas. La mujer que estaba junto a la máquina expendedora estaba
intranquila, pero Nathaniel estaba inclinado a pensar mal de todos los que estaban a
su alrededor.
Tan pronto como el auto se detuvo, Nathaniel le dirigió una mirada expectante a
Browning. Éste puso un dedo frente a su cara.
—Tienes veinte minutos para hablar con ellos o el tiempo que pase hasta que te
saquen de sus vidas, lo que ocurra primero. Luego vendrás con nosotros y nos dirás
todo lo que queremos saber. ¿Está claro?
—Mi equipo —dijo Nathaniel— ¿Están aquí? No veo el autobús.
—No quiero que la prensa lo vea aquí y lo descubran todo aún, así que hice que
tu Entrenador lo moviera. Dije: ¿Está claro?
—Claro —dijo Nathaniel, y se cubrió nuevamente la cabeza con la capucha—
Sal.
—Tu personalidad encantadora me hace reconsiderar todo esto —dijo
Browning, pero salió del auto.
Lo llevaron por las escaleras metálicas desvencijadas al segundo piso. Una
mujer descansaba contra la barandilla del balcón con un teléfono celular en la oreja. Se
acomodó el cabello e hizo un gesto. Browning guio a Nathaniel a la puerta correcta y
tocó. La puerta se abrió medio metro, pero Nathaniel no pudo ver nada más allá del
fornido hombre con traje. El hombre que estaba de guardia frunció el ceño hacia
Nathaniel antes de mirar enojado a Browning.
—No me agrada.
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Traducción por:
de lo que dijo. Browning dijo que los Foxes solo habían sufrido heridas menores y que
ninguno de ellos había terminado en terapia intensiva, pero solo siete de ellos estaban
allí. Wymack estaba afuera moviendo el bus, pero eso dejaba a una persona fuera.
La sangre de Nathaniel se heló, pero no pudo esconder la alarma en su voz
cuando empezó a preguntar:
— ¿Dónde está And…?
Hubo un golpe detrás de Nathaniel, el inconfundible sonido de un cuerpo
golpeándose contra la madera. Se volteó cuando Andrew se metió en la habitación a la
fuerza con Wymack justo detrás de él. Kurt sujetó a Andrew pero perdió el agarre
cuando Wymack lo apartó con su hombro para pasarlo. Neil solo tuvo un momento
para ver las esposas manteniendo a Andrew y Wymack juntos, entonces Browning
reaccionó a la violenta entrada yendo por su arma.
Nathaniel sujetó el brazo de Browning con ambas manos y lo bajó con tanta
fuerza como pudo. Solo intentaba detenerlo y desnivelarlo, pero la agonía que lo
atravesó desde la punta de sus dedos hasta los codos casi lo hizo caer al suelo. Lo dejó
ir sin querer y se inclinó hacia adelante como si eso pudiera quitarle el dolor. Aplastar
sus manos contra su estómago no ayudaba, pero Nathaniel necesitaba protegerlas de
alguna forma.
—No— dijo entre sus dientes apretados.
Al menos creyó que lo dijo, no podía oírse a través de la estática rugiendo
contra sus oídos. El peso de una mano en la parte trasera de su cuello le dijo que
Andrew había alcanzado a llegar hasta él. Nathaniel no recordaba haber cerrado los
ojos, pero se obligó a abrirlos de nuevo. Intentó enderezarse, pero Andrew lo sujetó
del hombro y lo obligó a arrodillarse. Nathaniel se dejó llevar sin discutir y acunó sus
manos destrozadas sobre sus muslos. Sus manos se sentían tan mal que esperaba ver
sangre deslizándose entre los vendajes, pero la gasa se mantuvo blanca y limpia.
—Déjalo— dijo Wymack.
Sonaba tan enojado que Nathaniel supo que no le estaba hablando a él o a
Andrew. Supuso que Browning o Kurt había comenzado a moverse para apartar a
Andrew fuera del camino antes de que pudiera herir a Nathaniel. O los federales
confiaban en su juicio o no podían rodear a Wymack para llegar a Andrew, pero éste
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Traducción por:
se arrodilló frente a Nathaniel sin sentirse desafiado. Éste volteó sus manos y miró
hacia arriba.
La expresión de Andrew lucía engañosamente tranquila, pero hubo un agarre de
hierro cuando alzó la mandíbula de Nathaniel. Éste lo dejó mirarlo porque le dio
tiempo para estudiar los moretones alineándose en el rostro de Andrew. El peor del
conjunto era un oscura, delgada línea que pasaba por encima de su mejilla hasta la
esquina de su ojo derecho. La fuerza del impacto había dejado la mitad del ojo de
Andrew rojo con sangre. Un codo, pensó Nathaniel, que se había acercado demasiado.
—Podrían haberte dejado ciego— dijo Nathaniel— ¿Todo este tiempo peleando
y nunca aprendiste a esquivar?
Una mirada de piedra fue su única respuesta. Andrew lo dejó ir para poder
apartar la capucha de Nathaniel. Arrastró un dedo sobre las líneas de cinta que
mantenían las vendas en su lugar como si estuviera buscando el mejor lugar para
empezar. Arrancó la gasa de la mejilla derecha de Nathaniel primero, exponiendo las
líneas paralelas que Lola había dejado con su cuchillo. Observó los puntos con una
mirada superficial antes de continuar. La cinta en la otra mejilla de Nathaniel dolió
como el infierno al ser arrancada, ya que tiró de la piel alrededor de sus quemaduras, y
Andrew quedó congelado con su mano a unos centímetros de su rostro.
La expresión de Andrew no cambió, pero apareció una nueva tensión en sus
hombros que no era un buen augurio para nadie en la habitación. Andrew había tirado
las primeras vendas como si fueran inservibles, pero dejo éstas con cuidado en el suelo
junto a su rodilla sin apartar la mirada del rostro de Nathaniel. Como éste se
encontraba arrodillado de espaldas a la habitación, Wymack era la única persona que
podía ver el desastre que Lola había hecho en su rostro. Él no se atrevía a mirarlo, pero
el feroz.
—Cristo, Neil— le dejó en claro que las quemaduras se veían tan mal como se
sentían.
Una cama sonó cuando uno de los Foxes se levantó. Wymack levantó su mano
libre en una calma orden de que se quedara quieto y dijo:
—No.
—Uno a la vez— les recordó Browning.
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Traducción por:
El silencio que prosiguió fue frágil. Browning estaba calculando sus opciones, o
al menos estaba pretendiendo que lo hacía. Nathaniel sabía que eso solo podría
terminar de una manera. Si el FBI había dejado que los Hatfords entraran al país sin
problema debían estar muy desesperados por una solución.
Nadie podía probar, todavía, que Nathan había matado a Mary Hatford, pero el
odio de los Hatfords por Nathan no era un secreto y habían reaccionado a su salida
comprando tickets a través del Atlántico. No necesitaron a los más listos del FBI para
saber que su visita no sería amigable.
Finalmente Browning hizo un gesto. La expresión de Kurt era una tormenta a
medida que bajaba su mano hacia su muslo. Browning llevó a Kurt con él para que
esperaran en la puerta. Irradiaban enojo y desconfianza y la mirada que Browning le
envió era puntiaguda, pero a Nathaniel no le importó. Satisfecho con que al final
estuvieran fuera de su camino, devolvió su total atención a Andrew de nuevo.
—Al menos el problema de actitud no era una actuación— dijo Andrew.
—Te lo iba a decir— contestó Nathaniel.
—Deja de mentirme.
—No estoy mintiendo. Te lo hubiera dicho anoche, pero estaban en nuestro
vestuario.
— ¿Quiénes? — preguntó Browning.
Nathaniel cambió al alemán sin perder el tiempo. Estaba bastante seguro de que
se había ganado una mirada sucia por parte de Browning por ese truco, pero no
apartaría la mirada de Andrew para asegurarse.
—Esos que vinieron a buscarnos no eran guardias de seguridad. Estaban allí por
mí, y los hubieran herido a todos ustedes para sacarme de allí. Creí que manteniendo
la boca cerrada podría mantenerlos a salvo— Nathaniel todavía tenía sus manos en el
rostro de Andrew, así que tocó suavemente el moretón en el ojo de Andrew con su
pulgar— No sabía que tenían planeado un alboroto.
— ¿Qué te dije sobre jugar la carta del Mártir? — preguntó Andrew.
—Dijiste que nadie la quería— contestó Nathaniel— No me dijiste que parara.
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Traducción por:
—Era implícito.
—Soy estúpido, ¿Recuerdas? Necesito que me deletreen las cosas.
—Cállate.
— ¿Llegué a noventa y cuatro? — preguntó Nathaniel.
—Llegaste al cien por ciento— respondió Andrew. — ¿Qué le pasó a tu rostro?
Nathaniel tragó con fuerza para apartar sus náuseas.
—Un encendedor de tablero.
Se encogió ante el sonido que hizo Nicky. El sonido de un colchón moviéndose
casi silenció el poco suave insulto de Aaron. Nathaniel miró hacia atrás sin pensar,
necesitando ver quién se estaba moviendo, y vio que Aaron había salido de la cama
para ir a pararse con Nicky. Voltearse significó que el resto pudo ver su mejilla
quemada. Kevin retrocedió con tanta fuerza que se golpeó contra la pared detrás de él.
Golpeó una protectora mano contra su mejilla y Nathaniel supo que estaba imaginando
la reacción de Riko a su atrocidad.
Ésta vez fue Dan quien tuvo que impedir que Matt se levantara, sus nudillos
cerrados con fuerza contra su oscura camiseta y su cabeza inclinada hacia otra parte.
Matt comenzó a luchar por liberarse pero finalmente se conformó con un ronco:
—Jesús, Neil, ¿Qué mierda te hicieron?
Abby se había mantenido lejos por el tiempo suficiente, al parecer. Ella rodeó la
cama, sus ojos muy abiertos y frenéticos, pero solo había llegado a la esquina antes de
que Andrew se diera cuenta de sus intenciones. Sujetó el rostro de Neil para voltearlo
hacia él de vuelta y le dio a Abby una mirada tan perversa que hizo que se detuviera.
—Aléjate de nosotros— dijo Andrew.
—Andrew— lo llamó Abby, silenciosa y cuidadosa— Está herido. Déjame
verlo.
—Si haces que lo repita no vivirás para arrepentirte.
Nathaniel nunca lo había oído hablar con ese tono tan sanguinario. Hacía que su
cabello se erizara pero de alguna forma también hizo que se aliviara la lava en su
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Traducción por:
[271]
Traducción por:
Lo entendían mejor que él, ya que Kevin ya les había hablado sobre la alianza
entre los Wesninski y los Moriyama. Habían estado lidiando con la locura de Riko por
un año gracias a Kevin, y lucieron completamente desinteresados por las advertencias
de Browning.
— ¿Qué parte de “Vete al infierno” necesitas que te expliquemos? — preguntó
Allison.
—Somos todos adultos legales aquí— agregó Matt— Tomamos una decisión. A
menos que él quiera quedarse con ustedes, más les vale traer a Neil de vuelta con
nosotros cuando terminen de interrogarlo.
—“Neil” no es una persona real— dijo Browning, enojado con su ignorancia—
Es solo una coartada que le permitió a Nathaniel evadir a las autoridades. Es hora de
que lo dejen ir.
—Entrenador Wymack, hable con su equipo para que sean más sensatos— pidió
Browning.
—Neil— dijo Wymack, y Nathaniel alzó su mirada para mirarlo por encima de
Andrew.
Nathaniel había visto esa mirada en su rostro solo una vez antes, cuando
Wymack intentó volver a armarlo luego de Navidad. Era la mirada de un hombre que
se había vuelto incluso mayor gracias a las tragedias de sus jugadores; era la mirada de
un hombre que les cuidaría las espaldas sin importar qué le costara.
Nathaniel se sintió destrozado por ser la causa de esa expresión de nuevo, pero
infinitamente reconfortado por el indudable apoyo de Wymack.
—Habla conmigo, ¿Qué es lo que quieres?
Nathaniel tragó con fuerza contra el inesperado bulto en su garganta. Sus
palabras salieron tan rasgadas que todos tuvieron que quedarse en silencio para
entenderlo.
—Quiero…Sé que no debería quedarme, pero no puedo…No quiero perder esto.
No quiero perder a ninguno de ustedes. No quiero ser Nathaniel nunca más. Quiero ser
Neil por todo el tiempo que pueda serlo.
[273]
Traducción por:
[274]
Traducción por:
—Entonces ve— dijo Dan. Cuando Nathaniel la miró de vuelta, ella agregó—
pero vuelve a nosotros en cuanto terminen contigo, ¿De acuerdo? Lo resolveremos
como un equipo.
—Como una familia. — Nicky intentó sonreír. Fue débil, pero alentador.
Esto debía ser un cruel sueño. Su perdón amenazaba con quemar a Nathaniel
desde adentro hacia afuera, tan sanador como condenador. No merecía su amistad o su
confianza. Nunca sería capaz de pagarles por mantenerse de pie a su lado como lo
estaban haciendo. Podría intentarlo durante el resto de su vida, lo que sea que durara
ahora que Stuart estaba dentro y Nathan fuera, y siempre parecería poco.
—Gracias— dijo.
Allison descartó su agradecimiento con una ligereza que no coincidía con su
tensa expresión.
—No, gracias a ti. Acabas de cerrar tres asombrosas apuestas y me hiciste ganar
quinientos dólares. — Dijo cuándo Nathaniel la miró— En vez de eso, preferiría saber
exactamente por qué y cuándo ustedes dos se engancharon para no tener que pensar en
todo este horror, así que hablemos de eso en el camino de vuelta.
La mirada de Aaron rebotó de Allison a Nathaniel y a Andrew. Estaba
esperando que lo negaran, pensó Nathaniel, y su expresión se aflojó cuando ninguno
de los dos lo hizo. Nicky abrió la boca, luego la cerró de nuevo sin decir una palabra y
miró a Nathaniel. Kevin, sorprendentemente, no reaccionó en absoluto.
Nathaniel no tenía la energía para confirmar o negar nada en ese momento, así
que simplemente miró a Andrew y preguntó:
—¿Listo?
—Te estoy esperando a ti— le recordó Andrew.
—No lo invité a él— dijo Browning.
—Confía en mí— dijo Wymack— te irá mucho mejor si te llevas a los dos.
Browning les dio una mirada calculadora y cedió con un impaciente:
—Nos vamos.
[275]
Traducción por:
Wymack se movió del camino para dejarlos pasar, pero cuando Nathaniel estaba
por salir por la puerta dijo:
—Te esperaremos, ¿Okay? Sin importar el tiempo que lleve, Neil.
Nathaniel asintió y salió hacia el balcón. Él y Andrew bajaron las escaleras
detrás de Browning y se subieron en el asiento trasero de la camioneta. Browning se
sentó frente a ellos y cerró la puerta. Nathaniel observó hasta que el hotel desapareció
de su rango de visión, entonces miró a Andrew y preguntó en alemán:
— ¿Realmente puedo volver a ser Neil?
—Le dije a Neil que se quedara— contestó Andrew. — Deja a Nathaniel
enterrado en Baltimore con su padre.
Nathaniel miró por la ventana de nuevo y se preguntó si eso era posible. Sabía
que nunca podría realmente dejar a Nathaniel atrás. Incluso si Stuart podía convencer
a los Moriyamas, todos sabrían que el hijo de Nathan estaba vivo y coleando.
Nathaniel siempre sería un riesgo para la seguridad de todos ellos. Pero el
pensamiento era emocionante y escalofriante por turnos, y Nathaniel volteó su mano
para considerar su palma. Trazó la llave de Andrew en su piel con un dedo vendado.
—Neil Abram Josten—murmuró Neil, y se sintió como despertarse de un mal
sueño.
Neil sabía que hablar con el FBI no iba a ser fácil, pero no esperaba que fuera
tan extenuante. Pasó el resto del sábado y todo el domingo encerrado con ellos en sus
oficinas. La única vez que Andrew y Neil abandonaron su línea de visión fue cuando
alguien vino a ver las heridas de Neil, y los dos nunca se quedaron solos. Los agentes
trajeron comida para que no tuvieran que abandonar el edificio, los escoltaron hacia y
desde el baño y colocaron catres para que él y Andrew pudieran dormir en el lugar
bajo vigilancia.
A cambio de su cuestionable hospitalidad, Neil les contó todo. Comenzaron con
la llamada telefónica de Lola y pasaron por el tiroteo, donde Neil puso tantos nombres
a las caras como pudo. Casi tan importante como quién murió era quién había
sobrevivido. Ni Romero ni Jackson habían estado en la casa. Desde allí, pasaron en la
infancia de Neil y todas las cosas terribles que eso conllevaba.
[276]
Traducción por:
[277]
Traducción por:
En ella todavía tenía cabello y ojos marrones, y su rostro estaba libre del tatuaje
de Riko. A pesar de la imagen, la aplicación ya estaba medio llena e indicaba que su
color de ojos natural era azul. Neil supuso que la imagen se encogería hasta nadie
notaría la discrepancia.
Estaba tan distraído por la imagen que le llevó un momento comprender el
significado de lo que le habían entregado. En la parte superior de cada página se
encontraba el nombre Neil Josten. Todo lo que Neil tenía que hacer era firmar las
líneas punteadas.
—Considera esto un contrato con nosotros —dijo Browning, sonando tan
molesto como siempre. Esperó a que Neil lo mirara antes de continuar—. Una vez que
firmes esto, comenzaremos el proceso para instalar a “Neil Josten” como un miembro
válido y funcional de la sociedad. Eso significa que ya no tendrás que correr más y que
no habrá más identificaciones falsas. Vas a ser Neil desde ahora hasta tu muerte. No
tienes permitido cambiar de opinión. Incluso si pides un café con leche bajo un
seudónimo, vamos a tener un grave problema.
—Bolígrafo —dijo Neil, tendiéndole la mano. Cuando Browning no se movió lo
suficientemente rápido, dijo—: Lo entiendo. Solo dame un bolígrafo para que pueda
firmarlo.
Browning lo arrojó sobre la mesa. Andrew lo atrapó antes de que pudiera caer
por el borde y se lo pasó. Neil garabateó su nombre a lo largo de cada línea punteada y
le devolvió la pila. Browning se los pasó a otra persona y observó la mesa llena de
archivos.
—Hemos terminado aquí —dijo Browning—. Si pensamos en otra cosa, te lo
haremos saber.
—Estoy seguro de que lo harán—. Neil se puso de pie y estiró los calambres del
día.
La sala de conferencias que habían ocupado no tenía ventanas, pero el reloj de
la pared decía que eran las nueve y media. Habían estado allí por casi trece horas. El
día se había sentido cada vez más largo a medida que avanzaba, el hecho de saber
cuántas horas había perdido lo llevó de estar cansado a totalmente exhausto. Restregó
cuidadosamente el dorso de sus manos contra sus ojos y ahogó un bostezo.
[278]
Traducción por:
—Stetson te dará un aventón —dijo Browning cuando Neil bajó las manos a sus
costados.
Stetson era un hombre sin sentido del humor que habían visto ocasionalmente
durante el día. A Neil no le importaba ni la mitad que Browning porque Stetson no les
había dicho una sola palabra. El final del interrogatorio no era razón suficiente para
romper ese silencio, al parecer. Los reconoció con una mirada y los llevó a su
automóvil. Neil se sentó en el asiento trasero con Andrew y jugueteó con las vendas
en su rostro. Andrew palmeó la parte trasera de su cabeza cuando se dio cuenta de lo
que estaba haciendo e ignoró el ceño fruncido del otro.
Stetson los acompañó a la habitación del hotel, pero los Foxes se habían
dispersado en su ausencia. Tener que pasar la noche significaba que tuvieron que
adquirir suficientes camas para todos. Esa habitación con sus dos camas tamaño queen
ahora solo albergaba a Abby y Wymack. Wymack miró a Neil y luego a Andrew,
finalmente centró su atención en Stetson.
— ¿Me llevas al autobús? —preguntó. Esperó a que asintiera, e hizo un gesto
para que Andrew y Neil se sintieran como en casa—. Vuelvo enseguida. Averigüen si
nos quedamos o nos vamos.
Él cerró la puerta detrás de sí. Neil escuchó a través de la madera el leve sonido
de unos pasos en las escaleras, luego cerró la puerta con llave y puso la cadena. Abby
se sentó en el medio de una de las camas, y tendió ambas manos hacia Neil cuando se
apartó de la puerta.
—Déjame echarte un vistazo.
Neil no podía arrastrarse a través de la cama hacia ella o empujarse con sus
manos, así que se quitó los zapatos y se subió a la cama. Dio un par de inestables
pasos hacia ella sobre sus rodillas y se sentó antes de caerse. El colchón se movió
cuando Andrew se colocó detrás de él. Neil dejó su bolsa de medicina donde Abby
podría tomar los antibióticos si era necesario, pero ella tenía el botiquín de primeros
auxilios, inusualmente bien provisto, de los Foxes en su mesita de noche. Se inclinó
para recogerlo, lo dejó a un lado y tomó las vendas de su rostro.
Ella trabajó en silencio. No necesitaba hablar cuando su expresión decía lo
suficiente. Cuando terminó, comenzó a desenvolver las vendas del brazo derecho de
Neil. Andrew se movió un poco más cerca, ya que todavía no había visto los brazos
descubiertos de Neil, pero Neil mantuvo sus ojos en Abby. La pena y la indignación
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Traducción por:
lucharon por dominar el rostro de Abby, pero se mordió la lengua hasta que llegó a la
mano de Neil.
Ella tragó saliva.
—Oh, Dios mío, Neil.
Neil finalmente se arriesgó a mirar su brazo. Su piel estaba cortada con líneas
paralelas que estaban negras por las costras sanguinolentas, pero no lo suficientemente
profundas como para necesitar puntos de sutura. Lola había llenado los espacios entre
ellas con quemaduras superficiales, círculos perfectos que iban desde su codo hasta
una pulgada de su muñeca. Se había herido las muñecas por las esposas de una manera
que no se podía coser; la piel estaba tallada en una línea poco profunda a lo largo de
las cicatrices que Riko le había dado hace unos meses. Moretones oscuros formaban
una gruesa banda alrededor de su muñeca y se alargaban hasta su pulgar. Sus nudillos
estaban tan quemados que Neil tuvo que flexionar los dedos para asegurarse de que
funcionaran.
Durante medio segundo estuvo de regreso en el auto con el cuchillo de Lola en
su piel y sin ningún sitio a donde ir, excepto a seis pies bajo tierra. Neil no supo qué
sonido hizo, pero los dedos de Andrew eran un peso repentino e implacable en la parte
posterior de su cuello. Andrew lo empujó hacia adelante y lo sostuvo hacia abajo. Neil
trató de respirar, pero su pecho estaba tan apretado como una goma elástica lista para
romperse.
—Se acabó —dijo Abby mientras pasaba los dedos suavemente por su
cabello—. Se acabó. Vas a estar bien. Te tenemos.
Neil intentó respirar, inhalar y exhalar, pero era demasiado superficial para
llegar a sus pulmones, demasiado rápido como para hacerle algún bien. Flexionó los
dedos otra vez, luego los apretó, sabiendo que estaba abriendo las costras, sabiendo
que estaba tirando de la carne quemada que intentaba con todas sus fuerzas sanar, pero
necesitaba saber que aún tenía el control. Necesitaba saber que su padre y Riko habían
perdido, que podía alejarse de esto y regresar a la cancha como Neil Josten. Por un
momento esa determinación fue suficiente para darle un poco de claridad, y Neil
estaba desesperadamente agradecido de no tener aliento para reírse. Sabía lo asustado
que sonaría.
—Basta —dijo Andrew, como si realmente fuera así de simple.
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Traducción por:
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Traducción por:
Wymack lo tomó, agarró su papeleo y se fue a buscar a los Foxes. Abby terminó
de limpiar y volver a vendar los brazos de Neil, y Neil y Andrew esperaron mientras
ella empaquetaba su bolso. Neil se tragó algunos analgésicos sin agua antes de darle su
medicina para el viaje de regreso. El equipo no había venido a Baltimore con mucho,
solo lo que necesitaban para el partido en Nueva York, pero Neil comprobó cada cajón
para asegurarse de que nada era dejado atrás.
El autobús los estaba esperando abajo, con la puerta abierta y las luces
encendidas.
Matt estaba colocando la última bolsa del equipo en el compartimiento de
almacenamiento cuando se acercaron.
—Dejé mi equipo de vestuario en Nueva York —dijo Neil.
—Andrew lo encontró mientras te estaba buscando —dijo Abby—. Tu maleta
estaba cuatro puertas lejos para cuando la policía resolvió la revuelta. Todo está un
poco peor por el desgaste, pero al menos todo está justificado.
Matt cerró las puertas de golpe, tiró de las manijas para asegurarse de que las
cerraduras estuvieran bien, y le dio a Neil una mirada.
—Oye —dijo—. El Entrenador nos hizo prometer que te dejaríamos en paz,
pero, ¿Estás bien?
—No —dijo Neil—, pero creo que lo estaré.
Subió al autobús y encontró a los Foxes sentados uno en cada asiento. Por lo
general, dejaban espacio entre los estudiantes mayores y el grupo de Andrew, pero esa
noche Nicky, Aaron y Kevin se habían instalado directamente detrás de sus
compañeros mayores. Neil habría tomado el cojín detrás de Kevin, excepto que
Andrew se dirigió a su asiento habitual en la parte trasera. Neil lo siguió y se sentó
frente a Andrew, dejando un espacio de dos asientos entre él y el resto de los Foxes.
Sentirse cómodo fue casi imposible gracias a las heridas en su rostro. Tuvo que
dormir de espaldas, pero el asiento no era lo suficientemente largo para que estirarse
por completo. Sus pensamientos lo mantuvieron despierto la mayor parte de la noche,
pero se las arregló para dormitar ocasionalmente. Esos fragmentos de descanso
robados hicieron casi más daño que bien, pero algo era mejor que nada.
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Traducción por:
Neil sabía que se estaban acercando cuando Wymack aparcó el autobús frente a
una estación de servicio. Se necesitaron tres Foxes para llevar suficientes cafés para
todos, y no se molestaron en pasar los vasos. Un par de minutos más tarde, la Foxhole
Court apareció a la vista de la ventana de Neil. Verlo fue una sacudida de adrenalina
muy necesaria. Neil pasó sus nudillos vendados a lo largo de la fría ventana.
—Neil Josten —murmuró—. Número diez, ofensor titular, Foxhole Court.
Incluso si los Moriyamas rechazaban la tregua de Stuart y venían tras él, el
proceso había comenzado. Neil Josten estaba en el sistema para convertirse en una
persona real. Él no moriría como una mentira.
Wymack apagó el motor, y Neil se sentó cuidadosamente. Los Foxes se bajaron
del autobús y repartieron sus cosas. Neil buscó su bolso y lo encontró colgando sobre
el hombro de Matt. Trató de tomar una bandeja de café en su lugar, pero Dan les envió
a sus manos envueltas una mirada penetrante e ignoró su silenciosa oferta.
Entraron y se acomodaron en la sala. Dan, Renee y Allison repartieron las
bebidas. Wymack había llenado una bolsa de plástico con bocadillos, todo desde
rosquillas con azúcar glas hasta papas fritas, y la colocó sobre la mesa para que todos
pudieran tomar algo. Nicky tomó una barra de proteína de la mezcla y se la pasó a
Neil. Neil trató de abrir la envoltura de aluminio y siseó a través de sus dientes
apretados por la quemadura en sus nudillos. Andrew le quitó la barra, la abrió
rápidamente y la dejo caer en las manos de Neil.
Kevin se inclinó para mirar más allá de Andrew hacia Neil. Habló en un francés
bajo pero urgente y dijo.
—Tenemos que hablar de esto.
—Vamos a hacerlo —dijo Neil.
—Esto —dijo Kevin, con énfasis, y tocó su tatuaje.
—No ahora —dijo Neil—. Luego.
—Neil.
—Dije que no.
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Traducción por:
Andrew no podía entenderlos, pero entendió el filo en la voz de Neil. Puso una
mano sobre el hombro de Kevin y lo empujó hacia atrás. Kevin abrió la boca para
discutir, pero se contuvo. Presionó una mano cuidadosamente en su moteada garganta
y miró hacia otro lado. Wymack fue el último en sentarse y, de repente, Neil volvió a
ser el centro de atención.
Miró alrededor de la habitación y dijo con incertidumbre.
—No sé por dónde empezar.
— ¿Por el principio? —sugirió Dan.
Estaban menos interesados en su padre que en el propio Neil, y aún no
necesitaban ni querían el nivel de detalles que le había dado al FBI. Kevin había
compartido parte de la verdad en el viaje de Nueva York a Maryland, pero Neil no
sabía todo lo que les había contado. Era probable que Neil estuviera repitiendo uno o
dos detalles, pero nadie lo detuvo.
Les dijo quiénes eran sus padres oficialmente y admitió que había jugado en la
liga pequeña de Exy durante un par de años bajo un nombre diferente y en una
posición diferente. Les contó sobre la abrupta decisión de su madre de huir, los
terribles ocho años en la huida, y el enfrentamiento que terminó con la muerte de su
madre. Les contó cómo terminó en Millport y por qué intentó allí para el equipo de
Exy. Les dijo por qué había arriesgado todo para venir aquí, lo qué había significado
cuando descubrió quiénes eran los Moriyamas y cuántas veces había pensado en huir
antes de llegar a esta situación. Juró que no había sabido hasta el banquete de otoño
quién era realmente su padre para los Moriyamas y que incluso ahora, solo entendía
vagamente la intrincada jerarquía entre las ramas de los Moriyama y el círculo
Wesninski.
Él sabía incluso menos cómo se suponía que su tío pertenecía allí. Les contó
cómo había tenido la intención de terminar el año, cómo había esperado al menos
pasar el campeonato y tener una revancha con Riko, pero cómo se había dado cuenta
meses atrás que no volvería el año siguiente. Era la respuesta que probablemente más
se merecían, porque esa fatal decisión había coloreado todas las demás interacciones
con ellos y alimentado su determinación de no permitir que se acercaran demasiado a
él.
Lo escucharon todo sin interrumpir y se sentaron en silencio durante un largo
tiempo. Las eventuales preguntas fueron inevitables, y Neil respondió todo lo que le
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Traducción por:
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Traducción por:
copiloto para Neil. Éste subió y no se molestó en luchar con el cinturón. Tan pronto
como sus extremidades estuvieron fuera del camino, Nicky cerró la puerta y entró. Los
mayores se amontonaron en la camioneta de Matt y éste se retiró detrás de Andrew.
Era la mitad de la noche, pero por lo general todavía sucedía algo en el campus.
El campus estaba muerto y le tomó a Neil un momento recordar que eran en las
vacaciones de primavera. La comprensión fue seguida rápidamente por un parpadeo
de culpa; los otros habían planeado volar el domingo por la mañana. Habían perdido
sus vuelos por quedarse en Baltimore con él. Le preguntó a Dan sobre eso cuando
volvieron a encontrarse en la Torre Fox, pero ella lo rechazó como si fuera algo sin
importancia.
Nadie habló de eso, pero de alguna manera todos terminaron en la habitación de
Neil y Matt. Éste y Aaron apartaron el sofá del camino, y las chicas aparecieron un
minuto después con mantas. La sala de estar no estaba destinada para que nueve
cuerpos durmieran, pero de alguna manera hicieron que funcionara. Los Foxes iban y
venían mientras agarraban almohadas y se ponían el pijama. Por un momento, sin
embargo, Neil y Matt estuvieron solos. Matt apretó con cuidado el hombro de Neil.
—Las cosas podrían haber ido mucho peor —dijo en voz baja Matt—. Me
alegra que no fuera así. Si quieres algo o necesitas algo, háznoslo saber, ¿De acuerdo?
—Está bien —dijo Neil.
—Lo digo en serio —enfatizó Matt.
—Lo sé —dijo Neil—. Ya no volveré a mentirte, Matt. Lo prometo.
Matt suspiró, pero parecía más cansado que escéptico.
—Ojalá no se hubiera necesitado todo esto para conseguirlo, pero creo que lo
entiendo. Muchas cosas sobre ti tienen sentido ahora, en realidad. Con una notable
excepción—agregó Matt secamente —pero voy a dejar que Allison maneje esa
conversación. Ella me matará si le quito el mérito.
—Genial —dijo Neil. Matt sonrió ante su tono poco entusiasta. Neil pensó que
tal vez era mejor no saberlo, pero preguntó— ¿Eso significa que apostaste en contra?
—Aposté por ti y contra él —se explicó Matt, y se encogió de hombros ante la
mirada de sorpresa de Neil—. Soy tu compañero de cuarto. Nunca hablaste sobre
chicas, incluso cuando Seth y yo nos poníamos a hablar sin parar. Lo noté, pero pensé
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Traducción por:
que dirías algo si quisieras que lo supiéramos. Solo para que lo sepas, a mí no me
importa de ninguna manera —aclaró— excepto que hubiera juzgado seriamente tu
gusto hace un par de días.
Neil supuso que la actuación territorial de Andrew en Baltimore tuvo mucho
que ver con su cambio de opinión.
— ¿De verdad ahorcó a Kevin?
—Nos tomó a tres de nosotros quitárselo de encima —dijo Matt.
Neil no sabía qué decir sobre eso. Matt le dio un minuto, luego palmeó su
hombro y fue a cambiarse. Neil pensó en desnudarse, decidió que tomaría demasiado
esfuerzo y se sentó sobre sus mantas para esperar al resto de los Foxes. Terminó en el
centro del cuarto, con Andrew a un lado y Matt al otro lado. Sus pensamientos
deberían haberlo mantenido despierto toda la noche, pero con sus amigos tan cerca
Neil no podía preocuparse por nada. Neil estudió la cara de Andrew hasta que ya no
pudo mantener sus ojos abiertos.
Soñó con enfrentar a su padre en una cancha de Exy, y en su sueño, los Foxes
ganaron.
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Traducción por:
15
Los planes para desayunar el lunes se pospusieron para un almuerzo debido a lo
tarde que se despertaron. Los comedores permanecían cerrados durante las vacaciones
de primavera, pero había un restaurante a diez minutos en la carretera que servía
desayunos durante todo el día. Los Foxes se dispersaron para prepararse, llevándose
las mantas y almohadas fuera de la habitación. Kevin fue el único que se quedó atrás.
Neil sabía por qué, pero todavía estaba demasiado cansado para esta conversación.
Luchó por ponerse de pie y siguió a Matt a la cocina con su bolsa de medicina.
Estarían comiendo en una hora, pero aparentemente era demasiado tiempo para
esperar por café. Matt enjuagó la olla en el fregadero y comenzó a llenarla.
Neil levantó una taza del armario y sacó su medicina de la bolsa. Entonces se
detuvo, porque lo único que pudo hacer fue imaginarse cuánto le lastimaría los dedos
el desenroscar la tapa de seguridad para niños. Buscó algo para hacerlo más fácil y vio
a Kevin esperando en la puerta.
Kevin miró de Neil a Matt y habló en francés.
—Cuando Riko descubra lo que tu padre te hizo en la cara, tomará represalias.
A estas alturas, Matt se había acostumbrado a que farfullaran en idiomas
extranjeros a su alrededor. No dio señales de que los escuchara o le importara lo que
estaban diciendo, pero sacó los granos de café y filtros del armario. Neil luchó consigo
mismo, su corazón latiendo apresuradamente con nervios injustificados. Estudió el
perfil de Matt hasta que éste cortó el molinillo, luego miró hacia Kevin.
— Sin embargo, ¿Puede hacer algo al respecto? —preguntó Neil en inglés.
Matt se congeló con el filtro hasta la mitad de la cafetera. En la entrada, Kevin
se tensó en incomprensión o desaprobación. Neil sintió los ojos de Matt sobre él, pero
no le devolvió la mirada. Anoche había dicho que había terminado de mentirle a Matt.
No podía esperar que Matt le creyera si hablaba detrás de su espalda hoy. Los
estudiantes mayores ya sabían toda la historia ahora, de todos modos, así que no había
ninguna razón para ocultar esta inevitable complicación.
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Traducción por:
—Ahora Kengo sabe que mi padre está muerto y que estoy vivo. Peor aún, él
sabe que el FBI ya ha hablado conmigo. Tiene que tomar una decisión sobre mí de una
forma u otra, ¿Riko se arriesgará a hacer el primer movimiento?
Kevin le dio una fría mirada a Matt, pero obedientemente cambió la
conversación al inglés.
—Tocaron lo que nunca deberían haber tocado. Al borrar tu tatuaje, lo han
hecho a un lado como si fuera insignificante. Riko no lo tolerará. — Kevin levantó su
mano izquierda como un excelente ejemplo del violento complejo de inferioridad de
Riko— Si cree que puede escabullirse de su padre para atraparte, lo hará.
—Que lo intente —dijo Neil—. Él sabe dónde puede encontrarme.
—Tu falsa bravuconería no ayuda a nadie.
—Tampoco tu cobardía —señaló Neil—. Solo le temía a Riko porque él sabía
quién era, ¿Qué puede tener contra mí ahora que todo el mundo sabe la verdad? —
Neil le dio a Kevin un momento para digerirlo y luego dijo—: Andrew dice que los
Ravens tienen que dejar que esta disputa siga su curso esta primavera, por lo que Riko
ni siquiera puede atacar al resto de ustedes. Podrían patear y hacer un poco de
escándalo, pero están a salvo de ellos por ahora.
— ¿Tú le crees? —preguntó Matt.
Neil se encogió de hombros.
—Tetsuji calmó a sus locos fanáticos diciendo que los Ravens se encargarían de
nosotros en la cancha. Él tiene que cumplir, así que sí, le creo a Andrew. Pero oye,
dado que las manos de Riko están atadas —dijo Neil, mirando a Kevin —ahora el
momento perfecto para quitártelo de la cara.
Kevin tardó un momento en captarlo y se sacudió como si lo hubieran golpeado.
—No bromees así.
—No estoy bromeando. Allison dijo que me prestaría dinero para quitarme el
mío. Tal vez ella haga lo mismo por ti ahora que ya no necesito su ayuda.
—No hay dudas —dijo Matt— A ella le encanta un buen escándalo.
—Detente —dijo Kevin— Cállate.
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Traducción por:
—Se supone que ya terminaste de ser el segundo mejor —dijo Neil— Pruébalo.
Kevin le hizo un gesto cortante y se fue. No se molestó en cerrar la puerta detrás
de él, y Neil entendió cuando Andrew entró un segundo después. Éste tenía rollo de
cinta y unas bolsas de basura con él y pasó la cocina para sentarse sobre las mantas de
Neil. Éste cerró la puerta de la habitación y se unió a él en el living. Andrew esperó a
que estuviera sentado antes de alzar la parte inferior de la sudadera de Neil. La levantó
un par de centímetros, luego revisó otro sitio, y finalmente metió su mano por debajo
del borde.
—No tengo una remera abajo— le aclaró Neil.
Andrew aceptó eso en silencio y se acomodó para esperar. Neil deslizó su
mirada hacia las bolsas y la cinta, pero Andrew miró a la nada y lo ignoró. Matt
terminó de preparar todo en la cocina y pasó por su lado. Cuando la puerta del baño
estuvo cerrada de él y la ducha estuvo encendida, Andrew se inclinó sobre la sudadera
de Neil. Éste intentó no hacer una mueca en su intento de desabotonarla. Logró
sacársela hasta la altura de los hombros antes de tener que parar para respirar y
descansar sus manos adoloridas. Andrew le dio solo un segundo antes de quitarle las
mangas una a la vez.
Éste puso una bolsa de basura por encima de su brazo, arrancó el exceso, y puso
cinta en los bordes destrozados contra los bíceps de Neil. Le dio un tirón a ambas
bolsas en busca de algún punto débil y agregó otra capa de cinta por las dudas. Cuando
los brazos de Neil estuvieron bien cubiertos, Andrew se dirigió hacia su rostro.
Levantó uno de los pedazos de plástico que había arrancado, lo dobló una y otra vez y
lo pegó con cinta sobre una de las mejillas de Neil como si fuera una venda negra y
brillante. Éste estaba seguro de que tenía más cinta que plástico en el rostro, pero no
iba a hacer un comentario sobre ello. Andrew se ocupó de su otra mejilla e
inspeccionó su trabajo manual. Neil supuso que estaba satisfecho con el resultado final
porque Andrew dejó las tijeras y la cinta a un lado. Éste quitó la manta que se
encontraba debajo de ellos y la colocó sobre los hombros de Neil como si fuera una
capa. Neil intentó unir los bordes sobre su pecho pero no pudo sujetarlos bien con las
bolsas en sus manos. Andrew lo observó intentarlo dos veces, entonces apartó sus
manos y lo hizo por él. Entonces no hubo nada más que hacer más que esperar a que
Matt terminara. Cuando lo hizo, éste fue del baño a la habitación sin detenerse y se
vistió en un tiempo record. En vez de volver al baño para arreglar su cabello en sus
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Traducción por:
usuales puntas llenas de gel, llevó todos sus elementos al living y los miró. Neil le
devolvió la mirada, pero Andrew no reconoció su presencia.
—Voy a ver si Dan necesita ayuda para reprogramar su vuelo— le avisó Matt—
Ve cuando estés listo.
—Okay— contestó Neil.
Andrew se levantó y siguió a Matt hacia la puerta. Neil asumió que se estaba
yendo para ducharse por su cuenta así que se levantó y se dirigió hacia el baño. Dejó
que la manta caer cuando escuchó la puerta cerrarse, pero el siguiente click de la
cerradura sonó desde adentro. Neil miró hacia atrás, curioso, pero Andrew no se
encontraba a la vista.
Neil alcanzó la luz del baño. La bolsa alrededor de su mano se pegó contra las
húmedas baldosas de la pared. Neil miró hacia la ducha y se preguntó si podía
simplemente saltearla. Las bolsas protegerían sus heridas y vendajes pero también
harían el proceso cien veces más difícil. Sin embargo, no duchaba desde el viernes por
la noche, así que no tenía mucha elección al respecto.
Los pies descalzos de Andrew fueron silenciosos contra la alfombra, pero Neil
vio un borrón de colores contra el empañado espejo y se volteó. Andrew estudió su
pecho con una mirada aburrida, pero los dedos que presionó contra las cicatrices de
Neil fueron un pesado y prolongado peso. Neil esperó para ver si tenía algo que decir,
pero Andrew no había hablado con nadie desde que habían salido del hotel en
Baltimore. Neil dudaba que los otros lo notaran, ya que Andrew casi no hablaba
incluso con Kevin o Nicky ahora que estaba sobrio, pero él no estaba acostumbrado al
silencioso trato.
—Hey— dijo Neil, solo para que Andrew lo mirara.
Neil se inclinó para besarlo, necesitando saber si Andrew se apartaría o lo
empujaría hacia atrás. En vez de eso Andrew abrió la boca hacia Neil sin dudarlo y
deslizó su mano hacia arriba por el pecho de Neil hacia su garganta. Besarlo hacía que
sus mejillas heridas dolieran pero Neil peleó para ignorar ese repentino dolor. Tan solo
habían pasado un par de días desde esos besos en el bus pero ahora se sentían como
una eternidad.
Neil recordaba demasiado bien lo cómo se sintió al decir adiós. Recordaba
cómo se sintió decir hola de nuevo. Una pizca del pánico y del estrés del viernes
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Traducción por:
apartó su cabeza. Andrew puso una mano sobre el abdomen de Neil y lo empujó,
haciéndolo retroceder hasta que estuvo fuera del spray de la ducha y presionado contra
el resbaladizo y frío azulejo.
Andrew mordió la pregunta contra la esquina de la mandíbula de Neil:
—¿Si o no?
—Siempre es sí contigo.
—Excepto cuando es no. — Contestó Andrew.
Neil puso un dedo envuelto en plástico contra la mandíbula de Andrew, guiando
su cabeza hacia arriba por otro beso.
—Si debes seguir preguntando porque…Lo responderé tantas veces como me
preguntes. Pero siempre será sí.
—No me digas “siempre”.
—No preguntes por la verdad si solo vas a diluirla.
Andrew puso su mano sobre la boca de Neil y la mantuvo allí hasta que tuvo
que arrodillarse, lo cual significó no poder sostenerla allí. Andrew dejó un beso en la
cadera de Neil antes de tragarlo por completo. Neil sujetó el cabello de Andrew, pero
sus manos envueltas en plástico hicieron difícil sujetarse bien. En vez de eso escarbó
la pared, pero estaba demasiado resbalosa para ofrecerle mucho apoyo. Andrew lo
aprisionó contra la pared con una mano en su cadera, lo cual ayudó, pero Neil todavía
se sentía como si se estuviera cayendo. Se cayó luego, aunque fue una caída
controlada hacia abajo contra la pared, jadeando en busca de aire y mareado por la
necesidad satisfecha.
— ¿Quieres que…?— comenzó, su voz rasgada.
Andrew lo besó para callarlo. Neil hizo una mueca pequeña ante el sabor en la
lengua de Andrew pero estaba feliz de poder quitárselo. Andrew se sostuvo con su
antebrazo contra la pared, manteniendo un par de cómodos centímetros entre sus
cuerpos. Neil lo dejó conservar ese espacio pero cruzó sus adoloridos brazos detrás de
la cabeza de Andrew para mantenerlo cerca. Neil no notó la ausencia de la otra mano
de Andrew hasta que su respiración de éste se entrecortó contra sus labios. Lo
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Traducción por:
confundió por un momento, hasta el punto de que casi fue lo suficientemente estúpido
como para alejarse y mirar hacia abajo.
Habían pasado semanas desde que besar a Andrew se había convertido en algo
regular, pero cada noche terminaba de la misma forma: Andrew haciendo que Neil
acabara y enviándolo hacia otra parte. Ni siquiera se desabotonaba los pantalones
cuando Neil se encontraba cerca. Él no sabía si esta ruptura en la rutina era una avara
muestra de confianza o su determinación de no dejar a Neil fuera de su vista de nuevo.
A Neil no le importaba mientras Andrew se quedara. Neil murmuró algo contra la
boca de Andrew que pudo ser aprobación, pudo ser aliento, y obtuvo un débil gruñido
en respuesta.
Andrew no estaba divertido por el apoyo de Neil, pero tampoco estaba lo
suficientemente fastidiado como para apartarlo. Neil se mantuvo aferrado con fuerza
hasta que Andrew finalmente se quedó quieto. A éste le tomó un par de segundos
recuperar el aliento, entonces empujó la pared hasta que Neil bajó sus brazos
obedientemente y lo soltó.
Andrew dejó caer su mano bajo el spray de la ducha antes de levantarse y
ayudar a Neil a levantarse. Neil salió de la ducha, llenando todo de agua, y enredó la
toalla alrededor de su cintura. Andrew se inclinó fuera de la ducha para abrirle la
puerta, y la cerró cuando Neil salió. Éste se quedó quieto el tiempo suficiente como
para escuchar el slap de la ropa empapada de Andrew contra el suelo, luego fue a la
habitación para secarse al aire. Solo había comprado una toalla cuando se mudó al
campus el verano pasado, pero Matt tenía unas toallas extras gracias al día de limpieza
y las pijamadas ocasionales de Dan. Neil sacó una toalla limpia del estante del armario
de Matt y la colgó sobre el pomo de la puerta del baño para Andrew.
Todavía estaba mojado cuando Andrew apareció, y se encogió de hombros ante
la mirada que éste le dio. Andrew lo secó, cuidadoso alrededor de sus heridas y
demasiado vigoroso en los otros sitios, luego le quitó las bolsas de la cara y los brazos.
Andrew deslizó un dedo considerado a través de los vendajes del brazo izquierdo de
Neil antes de ayudarlo a ponerle la ropa más holgada que poseía. Hacía el frío
suficiente como para usar mangas largas, pero no lo haría por mucho más tiempo. Esas
heridas se cicatrizarían donde todos pudieran verlas. Estar lleno de cicatrices era mejor
que estar muerto, así que Neil supuso que se acostumbraría a las miradas
eventualmente.
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Traducción por:
Neil le prestó ropa a Andrew para que no tuviera que volver a su habitación en
una toalla pero no se quedó para verlo vestirse. En vez de eso se dirigió hacia la cocina
para buscar su medicina y llenó tres tazas con café. Andrew apareció cuando Neil
estaba apagando la pava y clamó una de las tazas. Neil tomó las otras dos y sus
pastillas pero dudó junto a la puerta de la suite.
—No tengo mis llaves— dijo. Las había puesto en su bolso de viaje antes ir a
Nueva York, pero Neil no había tocado su equipo desde ese entonces. Él sabía que
Matt había cargado su bolso dentro del estadio en su lugar, pero no se había molestado
en desempacar luego de su historia de ayer. Neil no podía creer que se había olvidado
de revisar sus cosas. No sabía si alegárselo a su cansancio o el trauma de salir con
vida. Quizás podría echarle la culpa a Renee y Dan, cuyos gestos al final de esa
dolorosa conversación lo hicieron sentir demasiado a salvo como para preocuparse por
algo más.
Andrew se volteó sin hacer comentarios y sacó las llaves de Matt del cajón de
su escritorio. Solo después de que volviera al lado de Neil éste recordó que Matt las
había dejado allí anoche luego de cambiarse. Neil envidió la perfecta memoria de
Andrew solo por un momento; Andrew ya le había dicho que casi todos los recuerdos
de su infancia eran desagradables. Neil no tenía muchos buenos recuerdos, pero al
menos se había olvidado de algunas de sus tragedias e injusticias más antiguas. No
podía imaginar lo que debía ser recordar cada golpe e insulto.
Consideró preguntarle a Andrew si poseía algún buen recuerdo en absoluto,
pero entonces debería preguntar qué tipo de cosas consideraba “buenas” alguien tan
triste. En vez de eso dijo:
—Nuestro juego ha terminado, ¿Verdad?
—Todavía es mi turno— contestó Andrew.
—Pero, ¿Luego de eso? — Preguntó Neil— Ya no tengo secretos que
intercambiar.
—Inventarás algo más.
— ¿Qué tomarías?
— ¿Qué me darías?
[297]
Traducción por:
Ella entrelazó sus dedos con los suyos y estudió las vendas de Neil. Neil la dejó
mirar y esperó a ver si había surgido alguna nueva pregunta de la noche a la mañana.
Sin embargo, todo lo que se le ocurrió fue:
— ¿Cómo te sientes?
—No lo sé —dijo Neil. Pensó que debería estar un poco preocupado de no
haber tenido noticias de Stuart, pero no se le ocurrió ninguna preocupación. Los Foxes
se habían enfrentado a sus secretos y solo lo habían sostenido con más fuerza que
antes.
¿Cómo podía temer algo con todos ellos a su espalda? ¿De qué podía
arrepentirse cuando todavía sentía los besos de Andrew en su boca?
— En este momento estoy bien, creo.
El sonido amortiguado de un secador de pelo decía que Allison había terminado
con su ducha y con el lento proceso de arreglarse para su día. La esperaron en un
cómodo silencio. El café de Neil había desaparecido hacía tiempo y la taza estaba fría
cuando Allison apareció. No importaba que fuera en las vacaciones de primavera o
que salieran a comer huevos; Allison estaba vestida impecable como de costumbre y
dejó un rastro de perfume en su camino desde el baño hasta el estudio. Ella rodeó el
sofá para mirar a Neil, con las manos en las caderas y sus tacones haciendo clic
ociosamente contra el suelo.
— ¿Ya salió? —preguntó.
—No he visto las noticias todavía —dijo Neil.
Miró sobre su hombro como si estuviera considerando encender el televisor,
pero Dan se puso de pie y dijo.
—Me muero de hambre. Vámonos.
Recogieron al grupo de Andrew de la puerta de al lado. Neil no se perdió las
miradas que los alumnos de último año le enviaron cuando vieron lo que Andrew
estaba usando, pero estaba más interesado en las reacciones de los primos. Los
hombros de Nicky estaban tensos y había un notable espacio entre él y Andrew. Neil
supuso que Nicky se había salido con la suya y había dicho algo acerca sobre Andrew
se duchándose en la habitación de Neil. Esa falta de filtro que poseía entre su boca y
su cerebro sería la causa de su muerte uno de estos días. Aaron estaba parado aún más
[299]
Traducción por:
atrás con sus brazos cruzados sobre su pecho y sus ojos en Neil. Neil esperaba ver
censura o disgusto en su expresión, teniendo en cuenta el dolor de cabeza que Aaron
le daba a Nicky por su sexualidad, pero la mirada de Aaron era pesada e ilegible.
Matt ofreció llevar a todos en su camioneta y luego se retractó inmediatamente
cuando recordó que Neil no podía ni trepar a la cama. Neil se sentó en el asiento del
pasajero del auto de Andrew, silenciosamente relegando a Kevin al asiento trasero con
Nicky y Aaron, y observó el campus vacío pasar por su ventana. Nicky estuvo callado
la mayor parte del viaje, pero se recuperó antes de llegar al estacionamiento.
Afortunadamente, fue lo suficientemente inteligente como para no hablar de temas
personales y, en cambio, divagó sobre su récord personal de panqueques comidos.
El almuerzo fue un evento bullicioso. Los Foxes estaban reunidos de la única
manera en que sabían cómo hacerlo: siguiendo como si el fin de semana no hubiera
sucedido. Estarían allí para Neil si necesitaba algo de ellos, pero ya no iban a
entrometerse y no perderían el tiempo rememorando los casi accidentes y los asuntos
traumáticos. El único momento incómodo fue cuando la camarera, tratando de hacer
una pequeña charla, le preguntó a Neil sobre sus vendajes.
—Andar en patineta —dijo Matt al mismo tiempo que Dan dijo:
—Cayó en un tanque de pirañas.
Allison hizo un ademán con gesto de un aburrido despido cuando la camarera
les lanzó una mirada desconcertada y dijo, en tono de complicidad.
—Mala ruptura.
—Fin de semana difícil —dedujo la camarera, y siguió su camino.
Dan siguió justo donde lo habían dejado: averiguar cómo reorganizar sus planes
de vacaciones de primavera. La reprogramación de sus vuelos era factible, aunque un
poco costosa, pero Dan ya no estaba interesada en regresar al norte. Ella no dijo que
no quería dejar a Neil fuera de su vista, pero lo aludió tan neciamente que Neil supo a
qué se refería. Ella no creía que hubiera algo que valiera la pena hacer en el campus
esta semana, con todo cerrado por el descanso, y buscaba ideas de los demás.
— ¿Tenías planes de hacer algo? —Matt le preguntó a Neil finalmente—
Además de lo obvio, quiero decir.
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Traducción por:
[302]
Traducción por:
Neil no tuvo que intervenir, porque Allison siguió la mirada frenética de Nicky
hacia Neil.
—Te gustan las montañas, ¿verdad?
—Pasé por ellas una vez —dijo Neil—. No nos quedamos. ¿De veras no hay
problema?
—Que si hay problema, dice él —se burló Dan —como si todos nosotros no nos
hubiéramos invitado a sus vacaciones.
— ¿Nos darías un número? —Renee le preguntó a Allison.
Allison lo desechó.
—No te preocupes por eso.
La mesera y los dos camareros se presentaron con sus platos, y la conversación
disminuyó temporalmente cuando todos ayudaron a ordenar los pedidos. A mitad del
almuerzo, Allison recibió una llamada de confirmación para una cabaña de cinco
dormitorios en Smokies. Podrían conseguir sus llaves de la oficina principal en
cualquier momento antes de las ocho, y el campus estaba a poco más de dos horas en
auto. Allison miró el reloj en su teléfono mientras transmitía los detalles a sus
compañeros de equipo y asentía con satisfacción. Ni siquiera era la una; tenían mucho
tiempo para empacar y ponerse en camino.
Cuando comenzaron a tratar de fijar la hora de salida, Neil tuvo que decir.
—Tengo que ver a Abby antes de irnos.
—Oh —dijo Dan —entonces no te apresures, tómate tu tiempo. Vamos a
empacar mientras ella te cura.
Tener un plan y un destino significaba que a nadie le interesaba demorarse con
la comida. Dejaron a un lado lo que quedaba de sus desayunos y llamaron a la
camarera para que les diera la cuenta. Neil no sabía en qué momento Dan había
conseguido de Wymack la tarjeta de compras del equipo, pero ella pagó la comida y la
propina. El teléfono de Neil todavía estaba con su bolso en el estadio, así que Nicky
llamó a Abby en el camino a través del estacionamiento.
[303]
Traducción por:
—Hola —dijo Nicky—. ¿Cuándo quieres ver a Neil? Hemos decidido que
saldremos de la ciudad por la semana. Tan pronto como le des luz verde a Neil
podemos irnos. Sí, está bien, nos vemos en un momento.
Colgó y se subió al asiento trasero. Cuando estaban en el camino se inclinó
hacia adelante entre los asientos delanteros para decir:
— Se encontrará contigo en el estadio para que puedas buscar todas tus cosas.
Dice que el entrenador ya está allí tratando de volver a reservar sus boletos. Con
fortuna, firmarán antes de que las noticias los atemoricen.
— ¿Puedo tomar el auto? —Neil le preguntó a Andrew.
Andrew no respondió, pero condujo hasta el dormitorio en lugar del estadio.
Neil salió cuando los otros lo hicieron y comenzó a caminar alrededor del capó.
Cuando se volteó, vio a Kevin subir al asiento del pasajero. Andrew miró hacia atrás
cuando se dio cuenta de que Kevin no estaba con él, pero no se detuvo y no preguntó.
Tan pronto como Kevin se sentó, Neil volvió a llevarlos a la calle. Los autos de
Abby y Wymack estaban estacionados uno al lado del otro de la banqueta de la
Foxhole Court. Neil marcó el código de seguridad más reciente y se dirigió por el
pasillo. Mientras se acercaban al vestuario, miró a Kevin y le dijo.
—Primero déjame hablar con él. No estará de humor para hablar con nadie
cuando hayas terminado con él.
Kevin mantuvo su mirada en el suelo y no dijo nada.
Abby estaba sentada en la estancia esperándolos. Empezó a levantarse, pero
Kevin se acercó a ella y le dio tiempo a Neil para que se acercara a la oficina de
Wymack. La puerta de éste estaba lo suficientemente abierta como para que Neil
pudiera ver su escritorio.
Wymack estaba rodeado por su habitual caos de papeles y tenía su teléfono en la
oreja. No se molestó en quitar los itinerarios de su teclado antes de escribir con una
sola mano. Levantó la vista ante el movimiento en la puerta e hizo un gesto para que
Neil entrara.
Neil cerró la puerta detrás de él y tomó una de las sillas frente a Wymack para
esperar.
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Traducción por:
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Traducción por:
—Bien —dijo Wymack—. Ahora vete. Dan me llamó para decirme que van a
salir de la ciudad. Aléjate de todo esto por un tiempo, respira algo de aire fresco y
vuelve listo para hacer que lo imposible ocurra.
—Sí, Entrenador —dijo Neil.
Kevin se levantó cuando Neil regresó a la sala de estar. Neil vio la tensión en
los hombros de Kevin y la dura línea de boca y supo que éste iba a posponer todo
hasta que regresaran. Kevin lo miró, luego pasó junto a él hacia la puerta abierta de
Wymack, y abrió la boca con una excusa que Neil no quería oír.
—No le hagas esto —dijo Neil.
Kevin vaciló, y Neil supo que había ganado. Abby miró entre ellos, sin
entender. Él no esperó a que ella lo descubriera, sino que fue a la siguiente puerta,
hacia su oficina. Abby se unió a él un momento después, todavía confundida. Neil no
explicó, pero escuchó el sonido amortiguado de la puerta de Wymack cerrándose. Solo
entonces pudo relajarse y regresar su atención hacia Abby.
Enfrentar sus heridas hoy no fue más fácil. Neil desvió rápidamente su mirada
del desastre en sus brazos cuando Abby desenrolló sus vendas. Ella ahuecó la cara de
Neil con una mano antes de ponerse a trabajar. Luego, le preparó un kit de viaje para
que lo llevara a las montañas y le dio un beso de despedida en la frente. Neil se
levantó de la cama y salió al automóvil a esperar.
Veinte minutos más tarde, Kevin apareció, ojeroso y derrotado. Comenzó a abrir
la puerta del pasajero, pero finalmente se decidió por la parte trasera. Neil no le dijo
nada, pero giró la llave en el contacto. Fue un corto viaje de regreso a la Torre Fox, y
Kevin no salió cuando Neil se estacionó. Neil esperó solo un minuto antes de
entenderlo y se dirigió hacia el auto. A dos pasos del coche, dio media vuelta y volvió
a abrir la puerta. Kevin tenía su codo en el alféizar de la ventana y su cara en la mano.
Neil replanteó lo que iba a decir.
—Se los diré para que no tengas que hacerlo.
Kevin hizo un gesto con su mano libre en algo que pareció decir “fuera” o “no
me importa,” pero no “no te atrevas”. No habló, Neil no creía que pudiera. Éste cerró
la puerta y lo dejó en su miseria.
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Traducción por:
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Traducción por:
Neil fue a la habitación de al lado para empacar. No tardó mucho tiempo, pero
no regresó con ellos cuando terminó. En lugar de eso, se sentó en el sofá y esperó a
que sus compañeros se recuperaran. Matt apareció quince minutos después, pero
pasaron otros veinte minutos antes de que Nicky viniera a buscarlos. Matt colocó la
maleta de Neil sobre un hombro y la suya sobre el otro y dejó que Neil cerrara la
habitación con llave. Kevin había entrado en algún momento, y se veía completamente
exhausto donde estaba al lado de Andrew. Obviamente, Dan estaba todavía enojada
como el infierno y se mantenía lejos de todos los demás. Ni siquiera miró a Matt
cuando se acercó, sino que se dirigió hacia la escalera.
Los Foxes bajaron las escaleras en un disperso conjunto y dejaron sus maletas
en la parte trasera de la camioneta de Matt. Andrew fue el único que mantuvo la suya
y Matt no intentó tomarla. Éste tenía una red de cubierta escondida debajo del asiento
del pasajero que tardó solo un minuto en colocar. Con sus bolsas aseguradas, los
Foxes se distribuyeron entre la camioneta de Matt y el auto de Andrew y salieron a la
carretera.
Andrew se desvió hacia una tienda ABC en el camino hacia la interestatal.
Nicky entró solo, se fue por quince minutos y regresó con una cantidad obscena de
botellas. Sin sus maletas en el maletero, había espacio suficiente para llevarlas.
Andrew abrió la cremallera y sacó todo el contenido. Estaba llena de suéteres, parecía
una extraña elección para ir a la montaña hasta que Neil se dio cuenta de que estaban
usando los suéteres para resguardar las botellas las botellas. Neil esperaba que Andrew
hubiera empacado ropa más práctica con las cosas de Nicky o Kevin.
Volvieron a la carretera un par de minutos más tarde. Les llevó un poco más de
dos horas ir desde el campus hasta las montañas, pero pareció un viaje corto para los
atletas, que estaban acostumbrados a viajar para los partidos. Neil pensó que
alcanzarían la camioneta de Matt en algún momento, pero los mayores llegaron
primero al lugar. Matt le envió un mensaje a Neil con indicaciones desde la oficina
principal hasta su cabaña y una confirmación de que tenía todas sus llaves.
Diez minutos más tarde, Andrew se detuvo en el camino de tierra fuera de su
hogar, lejos de su hogar. La enorme cabaña se veía rústica en el exterior y refinada en
el interior, con paredes de madera lisa y suelos de madera pulida. La sala principal
tenía pesadas alfombras esparcidas por todas partes y huesos decorativos y diversas
pinturas en la pared. La cocina estaba equipada con electrodomésticos nuevos, y un
enorme imán en la nevera anunciaba a qué hora se servían las comidas de buffet en la
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Traducción por:
oficina. La habitación trasera poseía una mesa de futbolín y una de billar. También
había un televisor montado en la pared.
Había una habitación en la planta baja. Las otras cuatro habitaciones estaban
arriba, una en cada esquina. Dos habitaciones ya tenían maletas, lo que significaba que
el grupo de Andrew se dividiría entre los pisos. Nicky inmediatamente votó para que
Neil y Andrew tuvieran el dormitorio privado en la planta baja, y ni Aaron ni Kevin lo
rechazaron. Neil casi dijo algo porque el dormitorio de la planta baja solo tenía una
cama King, pero como Andrew no discutió, mantuvo la boca cerrada.
Las cuatro habitaciones del piso superior tenían puertas que daban a un balcón
que rodeaba todo el edificio. Dos puertas traseras de la planta baja daban a un
semipiso que rodeaba los dos lados del edificio, con vistas a la ladera de la montaña y
a un conjunto de árboles aparentemente interminable. Las mecedoras se alineaban en
el porche, y pequeñas linternas estaban colocadas en intervalos en la barandilla. Había
una bañera de hidromasaje instalada en la esquina de la cubierta en forma de L, y fue
allí donde encontraron a los estudiantes mayores. Ya se habían puesto trajes de baño y
estaban sentados dentro de la bañera mientras se llenaba.
— ¿No es increíble? —Preguntó Matt—Quiero mudarme aquí.
—Hay tanta… naturaleza —comentó Nicky—Viviría aquí si pudiera quedarme
adentro.
Allison puso los ojos en blanco y se inclinó más contra la pared de la bañera.
—Lo único que falta es un daiquiri.
—Es curioso que lo menciones —contestó Nicky, y los cuatro estudiantes de las
clases más altas se voltearon a mirarlos. Nicky fingió sorpresa, luego dolor, y puso una
mano en su pecho dramáticamente— ¿En serio, chicos? Es como si no nos conocieran.
—Tratamos de no hacerlo —dijo Allison.
Al mismo tiempo, Matt preguntó.
— ¿Qué trajeron?
—Ja —Nicky le hizo una mueca a Allison— ¿Qué no trajimos, quieres decir?
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Traducción por:
—Nos conseguí la cabaña —dijo Allison—. Tú preparas las bebidas. Hay una
batidora en la cocina.
—Dos, en realidad —dijo Renee—. Vi una de repuesto en el gabinete sobre la
heladera.
Nicky tomó una votación rápida sobre quién quería qué y reclutó a Aaron y
Kevin para ayudarlo a llevar las bolsas al interior. Neil y Andrew fueron a la cocina a
investigar. El freezer tenía una máquina de hielo incorporada y el cubo estaba lleno,
por lo que Andrew lo deslizó sobre el mostrador y sacó la segunda licuadora. Neil se
apartó del camino mientras los otros descargaban su botín de licor y miraban con vago
interés mientras Andrew y Nicky se ponían a trabajar con las batidoras. Kevin y Aaron
se sentaron a la mesa y abrieron una botella de vodka.
— ¿Haces el de Renee? —Preguntó Nicky mientras servía el primer trago—.
Está en contra de mi religión hacer daiquiris vírgenes.
Andrew no respondió, pero Neil sabía que él se encargaría de eso. Nicky reclutó
a Kevin para que llevara las bebidas mientras las terminaban. Kevin y Aaron se
contentaron con beber chupitos, pero Nicky mezcló algo colorido para él mismo una
vez que terminó con todos los demás. Siguió a Aaron y Kevin hasta la plataforma,
asumiendo que Neil y Andrew no estarían muy lejos de ellos.
Andrew se quedó para limpiar las batidoras, luego tomó dos vasos de cristal del
armario. Llenó los dos hasta el borde con whisky y le tendió uno a Neil. Neil miró
hacia Andrew.
—No bebo —le recordó Neil.
—No bebes porque tienes miedo de perder el control —dijo Andrew—. ¿Qué
tienes que esconder ahora?
Esa fácil acusación dejó a Neil congelado. Miró la bebida de nuevo. Andrew lo
movió más cerca, y Neil tomó el vaso. Andrew levantó el suyo en un pequeño desafío
o invitación, y tomaron sus bebidas al mismo tiempo. El whisky bajó por la garganta
de Neil. Éste pensó en todas noches en el camino y todos los moretones. Pensó en
Wymack ayudándolo en su departamento en Diciembre y dejando que Neil mantuviera
sus secretos. Vaciló entre ambos extremos, inseguro de si el calor acumulándose en su
intestino era náuseas o alivio.
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Traducción por:
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Traducción por:
No era la respuesta que Neil esperaba. Él había sentado las bases para la terapia
de Aaron y Andrew y habían pasado semanas desde que Aaron se metió por primera
vez en una de las sesiones de Andrew, pero esta era la primera pista de que en realidad
estaban haciendo algo real en ese momento. La terrible actitud de Aaron ese primer
miércoles fue la única reacción que habían recibido de los hermanos. Neil había
asumido que los dos aún no habían llegado a ningún lado. El triunfo era un silencioso
y ardiente calor en su estómago que rápidamente se apagó por las siguientes palabras
de Aaron.
—Así que ahora vas a hablar conmigo —dijo Aaron —y voy a darte
exactamente una oportunidad para decirme la verdad. ¿De verdad estás follando a mi
hermano? —Esperó un segundo, pero cuando Neil simplemente le devolvió la mirada
en silencio, preguntó— ¿Te aprovechas de los hombres muertos?
— ¿Qué? —preguntó Neil.
—Solo me preguntaba cómo pasaste de tu pedestal de “no bateo hacia ningún
lado” a la cama de Andrew —contestó Aaron— O nos estabas mintiendo para ocultar
el hecho de que eres un provocador, o viste a Drake violar a Andrew y te diste cuenta
de que es una presa fácil.
Neil le dio un puñetazo, un terrible error en retrospectiva, ya que terminó medio
encorvado sobre su dolorida mano. Aaron tomó un par de apáticos pasos fuera del
alcance de Neil y tranquilamente revisó la comisura de su boca con su pulgar. Escupió
a un lado y se agachó para ver la cara de Neil. A pesar de sus crueles palabras, su
expresión era tranquila e indagadora. Neil tenía la clara sensación de que lo había
provocado, pero eso no calmó su indignación.
—Jódete —dijo Neil en una voz como grava— Aléjate mientras puedas.
—Nicky piensa que no es nada más que sexo para descargarse —dijo Aaron
como si Neil ni siquiera hubiera hablado— Estoy apostando sobre otra cosa. Lo
sabremos muy pronto, ¿verdad?
—Mantente fuera de esto.
—No lo haré —dijo Aaron—. Querías que luchara por ella, ¿Crees que él
luchará por ti?
—No —contestó Neil.
[315]
Traducción por:
Aaron se encogió de hombros, se puso de pie y entró sin decir una palabra más.
Neil esperó hasta que el fuego en su mano se convirtió en un rugido sin sonido, luego
se relajó y revisó sus vendas. La luz suficiente se filtraba a través de la puerta de
vidrio trasera para que él pudiera ver la gasa limpia. Neil no podía creer que algo
pudiera doler tanto y no dejar una marca.
Él respiró lentamente para estrangular su persistente rabia y se dirigió al
interior. Su taza estaba donde la había dejado, y Aaron estaba de vuelta en su silla
cuando Neil entró en el living. Aarón no miró a Neil otra vez esa noche, y Neil estaba
feliz de pretender que Aaron no existía.
Kevin y Dan aparecieron no mucho después. Neil no vio ningún moretón fresco
en ninguno de ellos, pero parecía que habían pasado por una crisis emocional. Nicky
se levantó sin que se lo pidieran y recogió algunas botellas de la cocina. Cuando
regresó, Kevin había encontrado un asiento en la orilla y Dan estaba prácticamente
sentada en el regazo de Matt. Dan y Kevin estaban más interesados en ser
emborracharse que en contribuir a la conversación, por lo que sus compañeros de
equipo llenaron el silencio lo mejor que pudieron.
Para cuando los Foxes se separaron para irse a acostar, la mayoría de ellos
estaban inestables en sus pies. Por suerte, Renee estaba lo suficientemente sobria
como para ayudar a los más temblorosos a subir las escaleras. Neil casi la siguió antes
de recordar que su habitación estaba abajo. Como si Allison pudiera leer su mente, se
inclinó peligrosamente sobre la barandilla y lo señaló.
—Esta cabaña no es a prueba de ruido. No me mantengas despierta. Eso va para
ustedes dos también —dijo, y giró un dedo acusador hacia Dan y Matt. Dan intentó
mirarla con inocencia, pero estaba demasiado borracha para lograrlo. Allison movió su
dedo para enfatizar— Nada de sexo dónde puedo escucharlo. No es justo los que no
estamos obteniendo nada.
—Tal vez si le preguntas a Kevin con amabilidad… —comenzó Nicky.
La mirada mordaz de Kevin fue casi tan escandalosa que el indignado ruido de
Allison. Neil negó con la cabeza y se dirigió hacia la habitación. Andrew no estaba
muy atrás de él, y juntos consiguieron que Neil se cambiara para ir la cama. Neil miró
a la misma con cierta consternación. La única persona con la que había compartido
una cama era su madre. Ella los apretujaba sobre el estrecho colchón por lo que
siempre sabría dónde estaba él; era la única forma en que podía dormir por la noche.
[316]
Traducción por:
Sin embargo, la vacilación no ayudaba a ninguno de ellos, por lo que Neil eligió un
lado y corrió las mantas hacia atrás tan cuidadosamente como pudo.
A pesar de sus reservas, había algo dolorosamente familiar en el peso de otro
cuerpo en su cama. Menos familiar era la sensación que sintió hundirse profundamente
en el colchón, las manos de Andrew sobre sus hombros y la lengua en su boca, pero
eso era algo a lo que Neil definitivamente podía acostumbrarse.
No se permitió preocuparse por las desagradables palabras de Aaron, pero era
más difícil dejar ir la suposición de Nicky sobre que esto no era más que una atracción
alimentada por la ira. Nicky tenía más razón de lo que Neil quería que tuviera, pero
Neil no tenía derecho a molestarse por eso. Había sabido antes de empezar esto lo que
Andrew pensaba de él, la apatía de Andrew era precisamente la razón por la cual Neil
había decidido aceptar sus avances.
Pero ya no era tan fácil, y Neil no sabía por qué o cuándo cambió. Sabía incluso
menos qué se suponía que debía hacer al respecto. Tendría que advertir a Andrew en
algún punto, pero ahora no era el momento. Enterró su inquietud y confusión
profundamente y pasó sus dedos vendados por el cabello de Andrew. No le importaba
lo mucho que doliera, siempre y cuando pudiera acercar a Andrew, y dejó que éste lo
desarmara hasta que no pudiera pensar en nada más.
[317]
Traducción por:
16
Los Foxes pasaron la mayor parte del día siguiente al aire libre, yendo de
excursión por los senderos cercanos e inscribiéndose para cabalgar por la tarde.
Subirse al caballo hizo que cada corte y quemadura en los brazos gritara de dolor, pero
él era demasiado terco como para quedarse sentado. Tuvo tiempo de recuperar el
aliento una vez que estuvo en la silla de montar y apretó los dientes contra el dolor
punzante. Cuando terminaron la caminata de dos horas, casi se había olvidado de sus
heridas. Desmontar fue un recordatorio infeliz, y cuando volvieron a la cabina, sacó
sus vendajes y antibióticos de su bolsa. Andrew trajo a Renee cuando vio lo que estaba
haciendo.
—Puedo hacerlo —les aseguró Neil cuando Renee se sentó con las piernas
cruzadas en la cama frente a él.
—Sé que puedes —contestó Renee—pero quizás es más fácil si alguien te
ayuda.
Podría haber discutido, pero no había forma de ganarle a Renee, por lo que se
sometió a su atención. Ella no se inmutó ante las horribles heridas que descubrió ni
desperdició su tiempo con disculpas y preguntas. Simplemente inclinó la cabeza hacia
los distintos sitios y limpió cada corte y quemadura lo más cuidadosamente posible.
Al terminar ella preguntó:
—¿Vas a dejar a tus heridas sin cubrir?
—Debería —dijo Neil— pero no quiero que se vean.
—Les pediré que no digan nada —contestó Renee, adivinando la preocupación
de Neil. Cuando éste no discutió, ella se bajó de la cama y salió de la habitación.
Allison tenía razón sobre el sonido en la cabaña; Neil escuchó cada palabra que Renee
le dijo a los Foxes con dos habitaciones ubicadas entre ellos.
Neil se habría quedado donde estaba, pero Andrew se cansó de esperarlo. Hizo
un gesto a Neil para que lo siguiera y se fue en busca de Kevin. Neil suspiró y fue tras
él. Se preparó para las reacciones de sus compañeros de equipo cuando entró en la
cocina con todas sus heridas al descubierto. Nicky se estremeció y miró hacia otro
lado, mientras que Aaron examinaba el daño con gran interés. Dan abrió la boca, pero
[318]
Traducción por:
se detuvo justo a tiempo. Matt pasó del shock a la ira en un nanosegundo, y Allison
desvió la mirada lo más rápido que pudo. Renee observó a sus amigos con una sonrisa
en los labios y su mirada tranquila, lista para intervenir si uno de ellos rompía su
palabra.
Kevin fue el primero y el único en hacerlo, y su reacción fue predecible.
— ¿Puedes jugar?
—Sí —contestó Neil, antes de que alguien pudiera golpearlo— Va a doler, y si
los Bearcats se ponen demasiado rudos la próxima semana tendré algunos problemas,
pero todavía tengo control —Hizo un puño a Kevin como prueba y e hizo todo lo
posible para evitar una mueca de dolor ante la sensación de desgarro a lo largo de sus
nudillos— Tendré mucho cuidado.
—Absolutamente no —negó Dan— No vas a jugar, ¿Crees que el entrenador te
dejará ir a la cancha cuando te vea así? Voy a sustituirte, Neil. Renee puede ayudar a
Allison una vez más, ¿no? —Miró a Renee lo suficiente como para ver el asentimiento
de la chica— Confía en nosotros para mantener la línea en forma. Tú debes centrarte
en curarte para que podamos tenerte en las semifinales.
El primer instinto de Neil era discutir y llamarlo injusto, decir que no había
sobrevivido a los abusos de su padre y Lola solo para sentarse, para protestar que
necesitaban toda la ayuda posible. Luego miró sus brazos y realizó una evaluación
realista de sus posibilidades. Fue decepcionante saber que ella tenía razón, pero de
alguna manera lo entendía.
—Confío en ustedes —dijo—. Gracias.
—Oh, wow —dijo Nicky— ¿Quién está humanizando a quién en esa relación?
Andrew tomó casualmente el bloque de madera de cuchillos. Renee lo movió
fuera de su alcance sin pestañear y sonrió ante la mirada que Andrew le dio por
interferir. Nicky aprovechó la distracción de Andrew ocultándose fuera de la vista
detrás del cuerpo más alto de Kevin. Neil no se perdió la mirada que Aaron le envió a
Andrew, y un nuevo arrebato de ira lo hizo apretar nuevamente la mano. El dolor en
sus nudillos le advirtió que se relajara, pero luego Aaron dirigió una mirada astuta
hacia Neil que hizo que quisiera golpearlo. El dolor valdría la pena.
[319]
Traducción por:
alcohol hicieron que Neil se quedara dormido antes de lo que pretendía, pero no era el
único preparado para una noche temprana. Renee y Aaron se dirigieron al piso de
arriba justo cuando Neil se despertó. Andrew se quedó atrás para vigilar a Kevin,
entonces Neil fue solo al dormitorio y se acomodó en su lado de la cama. Se despertó
cuando Andrew entró, pero se quedó dormido tan pronto como el otro se acomodó en
su sitio.
Unas uñas tocando la puerta los despertaron a ambos un tiempo indeterminable
más tarde. Neil tomó un arma y golpeó el brazo de Andrew en su lugar. Andrew lo
miró antes de rodar de la cama. La cabaña estaba prácticamente negra hasta altas horas
de la noche, pero era un camino directo desde el lado de la cama de Andrew a la
puerta. Neil no podía ver quién estaba afuera, pero la voz calmada de Renee era
inconfundible.
—Lo siento —se disculpó ella—. Necesito tomar prestado tu coche. Lo traeré
de vuelta antes de irnos.
—Luz —dijo Andrew.
Neil alcanzó ciegamente la lámpara en la mesita de noche. La encontró en el
quinto intento y se protegió los ojos del repentino resplandor. Andrew lo miró con
fastidio antes de dirigirse a su bolsa. Renee estaba completamente vestida en la
entrada, parecía completamente despierta y sombría.
— ¿Renee? —Neil preguntó, porque era obvio que Andrew no iba a obligarla a
explicar. Las palabras de Renee fueron un shock para su sistema:
—Kengo está muerto.
Neil la miró inexpresivamente, pero no tardó en descubrir el resto.
— ¿Jean?
—Riko lo lastimó —dijo Renee— Voy a buscarlo.
—No te dejarán entrar a Evermore —dijo Neil.
La sonrisa de Renee no llegó a sus ojos.
—Sí lo harán.
[321]
Traducción por:
Andrew presionó las llaves en la palma de su mano. Renee asintió con gratitud y
se alejó. Andrew la siguió, probablemente para cerrar con llave la puerta principal
detrás de ella. Neil escuchó que el motor zumbar afuera, y los faros de la casa los
alumbraron ligeramente a través de la ventana del dormitorio mientras ella salía del
camino de grava. Andrew regresó solo y cerró la puerta camino a la cama. Neil esperó
a que estuviera debajo de las sábanas antes de volver a apagar las luces.
Escuchó la respiración suave de Andrew, pero esa noche ya no pudo dormir.
No podía dejar de pensar en Riko, Jean, Tetsuji y Evermore, y en lo que significaba la
muerte de Kengo para la tregua con su tío. Explicar la ausencia de Renee al día
siguiente fue el trabajo de Neil. Kevin tomó las noticias tan bien como Neil pensó que
lo haría y se encerró en la habitación del segundo piso para tener un ataque de pánico.
La mañana comenzó con café irlandés para todos. La tarde fue un poco mejor hasta
que se dieron cuenta de que Renee había apagado su teléfono. Los Foxes confiaban en
su juicio, pero sus vacaciones no eran las mismas sin ella.
Renee regresó a media mañana el domingo ya que necesitaban los dos autos
para regresar a Carolina del Sur. Neil estaba en el porche trasero con Andrew, mirando
su cigarrillo quemarse hasta que escuchó neumáticos en la grava. Nicky dormitaba en
una de las mecedoras, con una taza de café olvidada cunada flojamente en su mano.
Neil se levantó y fue hacia adentro. Los otros habían escuchado al automóvil y se
dirigieron a la casa.
Para cuando Renee cruzó la puerta, todos la estaban esperando.
—Oh —dijo ella— Buenos días.
— ¿Cómo está él? —Kevin preguntó.
—No está bien —contestó Renee— pero Abby está haciendo lo que puede por
él.
—No es en serio, no secuestraste a Jean —dijo Dan.
—No tuve que hacerlo —Renee se quitó su abrigo y lo colocó prolijamente
sobre el respaldo de una silla—. El presidente de Edgar Allan vive en el campus, así
que me detuve en su casa y le pedí que interviniera.
—No lo hiciste de veras—dijo Allison, mirándola.
[322]
Traducción por:
[324]
Traducción por:
[326]
Traducción por:
Devolvieron sus llaves al salir y se distribuyeron entre los autos. Andrew salió primero
del camino y comenzaron a regresar al campus.
Tomaron un atajo hacia la casa de Abby para que Kevin pudiera ver a Jean.
Abby había dejado la puerta principal abierta, como siempre, así que el equipo
entró sin llamar. Dan gritó un saludo en el camino para que Abby supiera que tenía
invitados, y Abby respondió desde el otro extremo del pasillo.
Encontraron a Abby y Wymack sentados en la mesa de la cocina. Los platos en
el mostrador y las servilletas arrugadas en la mesa dijeron que acababan de terminar
de almorzar. Abby despejó el desastre y llevó a Kevin por el pasillo hasta donde Jean
estaba descansando. Neil miró a Wymack, buscando el trauma persistente de la
confesión de Kevin. La máscara tranquila de Wymack era infalible. Eso no impidió
que Dan lo mirara como si pudiera ver a través de él.
— ¿Consenso? —preguntó Wymack cuando se cerró la puerta.
—Él puede esconderse con nosotros hasta que esté mejor. —Dijo Dan—Lo que
haga después de eso depende de él.
Wymack asintió.
—Neil, la junta sabe que volverás hoy.
—Ellos quieren hablar —dijo Neil, en realidad no era una pregunta.
—Me dijeron que los llamara tan pronto como regresaras. —Contestó
Wymack— ¿Volviste?
Era tentador tomar esa sutil oferta y esconderse un poco más, pero Neil estaba
fuera de tiempo. Las vacaciones de primavera habían terminado. Las clases
comenzarían de nuevo mañana y sus compañeros de clase habrían escuchado las
noticias hace una semana. En uno o dos días, Neil tendría que enfrentarse a la prensa y
confirmar todo lo que ya habían averiguado.
Inexplicablemente, Neil se preguntó cómo reaccionó el entrenador Hernández
ante las noticias. Se preguntó si los periodistas lo habrían llamado buscando
información. Sus ex compañeros de equipo sin duda tenían mucho que decir. Las
pequeñas ciudades crecían gracias a los chismes.
[327]
Traducción por:
—Comencemos.
Tocó el botón del mouse, y un segundo después sonó su teléfono. Una voz
automatizada le dio la bienvenida al sistema de conferencias. Después de que Whittier
ingresara su código de acceso en la voz, dijo:
—Hay veinte llamadas conectadas, incluyéndolo a usted —se escucharon una
serie de bips cuando todos estuvieron conectados.
—Es Whittier —dijo éste—. Tengo al entrenador David Wymack y a…Neil
Josten—dijo después de una breve vacilación y una mirada a Wymack—, aquí
conmigo, ¿A quién hemos incluido?
Bajaron la lista, ofreciendo nombres y títulos. Neil sentía que todo el
departamento de administración había aparecido para esta llamada; las personas que se
registraron variaron desde Asuntos Estudiantiles hasta Relaciones de Alumnos con los
once miembros de la Junta de Fideicomisarios. Una vez que todos fueron presentados
y contados, Whittier inició.
Las siguientes horas fueron las más largas de toda su vida. Rápidamente fue
obvio que esta no era la primera llamada que tenían desde que salió la verdad de Neil;
estaban retomando esta conversación desde la última vez que hablaron y se refirieron a
los últimos argumentos de Wymack. A Neil se le dio tiempo para presentar su caso, y
Wymack lo avaló incondicionalmente cuando la Junta lo acribilló con preguntas y
demandas.
Cuando terminaron con él, pasaron a pelear entre ellos. Debatieron sobre los
riesgos de mantener a Neil cerca, pero estaban igualmente interesados en la
publicidad: los que querrían liberarlo a fin de año y los que querrían estar con él. Neil
quería recordarles que todavía estaba escuchando la llamada. En cambio, contó hasta
diez y bebió su té. Wymack no estaba nada contento con sus cálculos insensibles, y lo
toleró solo por unos minutos más.
—Miren —interrumpió, ignorando el gesto de Whittier para mantenerse al
margen— Miren —dijo de nuevo, más fuerte, cuando los demás siguieron hablando
sobre él. Wymack les dio un par de segundos y luego comenzó a hablar en voz alta de
todos modos— Desde el primer día han cuestionado cada decisión que tomé. Una y
otra vez he demostrado que siempre sé lo que es mejor para este equipo, tanto para los
jugadores como para los intereses de la escuela, ¿No es así?
[329]
Traducción por:
“Esta debería ser una llamada más fácil que la de despedir a Andrew —
prosiguió Wymack sin esperar su acuerdo— Con Andrew les pedí que tuvieran fe y
paciencia porque sabía que tomaría tiempo antes de que vieran que era rentable. Esta
vez los resultados ya están dados. Han cosechado los beneficios de la presencia de
Neil desde agosto.
“Él es un miembro crítico de mi equipo —dijo Wymack, apuñalando con su
dedo contra el escritorio para enfatizarlo— Pueden preguntar a cualquier persona en
mi alineación y todos estarán de acuerdo: no estaríamos donde estamos hoy si él no
estuviera aquí con nosotros. Y donde estamos hoy es en la cúspide de los finales.
Estamos a cuatro juegos, ¡Cuatro! De ser campeones de la NCAA. Estamos a punto de
ser el primer equipo en la nación en superar a los Ravens de Edgar Allan. Tenemos
una alineación que se graduará a profesionales y a la Corte. Estamos remodelando la
forma en que todos piensan sobre el programa de Exy del Estado de Palmetto. Quitarle
el equipo a Neil no los salvará y estoy seguro de que no es una decisión sabia. Va a
volverse tan contraproducente que nunca más querrán ver a un periodista.
Estuvieron callados por un minuto, luego comenzaron a discutir entre ellos de
nuevo. Finalmente lo votaron y se decidieron a favor de Neil.
—Gracias —dijo Wymack, en un tono que claramente decía que estaba más
molesto por su terquedad que agradecido por su apoyo—. Ahora que eso ya está
resuelto, tengo que decir algo más, siempre y cuando tenga a todos conmigo. Deberían
escuchar esto antes de que lo veas en las noticias.
— ¿Ahora qué? —uno de los Fideicomisarios preguntó.
—Recientemente me llamó la atención que tengo un hijo —dijo Wymack.
Mantuvo su tono y su expresión neutrales, pero parecía tenso en su silla—. Estoy
programando una prueba de paternidad ahora que estamos de vuelta en el campus solo
porque quiero los documentos archivados.
—Felicitaciones —dijo alguien, más por obligación que otra cosa.
Wymack abrió la boca, la cerró y volvió a intentarlo.
—Es Kevin Day.
El silencio que siguió fue profundo. Finalmente alguien logró decir:
—Es, ¿Quién?
[330]
Traducción por:
la verdad tampoco. Rechazó todas sus preguntas con un insistente: No quiero hablar
de eso, que se volvió más intenso cada vez que alguien ignoraba esa advertencia.
Cuando sonó la campana al final de su última clase, el alivio que sintió Neil casi lo
paralizó. Salió disparado del salón de clases y siguió al grupo de estudiantes
alborotados fuera del edificio y por las escaleras. Había hecho diez pasos fuera del
edificio antes de que alguien se detuviera en su camino. Neil estaba acostumbrado a
esquivar cuerpos en el campus, así que lo esquivó cuidadosamente y siguió
caminando. El hombre habló a mitad de su movimiento.
—Pararás.
Neil no creyó que estuviera dirigido a él, pero mirar hacia atrás fue instintivo.
Lo lamentó de inmediato y se sacudió para detenerse. El hombre que había hablado
era japonés, más viejo que los estudiantes ajenos a lo que sucedía y que pasaban junto
a ellos, se vestía casualmente para no sobresalir. Consideró que Neil era la ruina de su
existencia e hizo un gesto, que no fue una invitación sino una orden.
—Nos vamos.
Neil casi se preguntó a dónde iban, pero lo pensó mejor en el último segundo.
Siguió al extraño al estacionamiento de la biblioteca. Un automóvil estaba parado en
la acera y Neil se metió en el asiento trasero cuando alguien adentro le abrió la puerta.
Su escolta cerró la puerta detrás de él y se sentó en el asiento del pasajero. Nadie dijo
una palabra en todo el trayecto. Neil miró por la ventana, haciendo un seguimiento de
dónde iban por si necesitaba encontrar el camino de regreso, pero no tardó en ubicarse.
Lo llevaron al sitio de construcción al otro lado del campus. Neil vio autos
estacionados y maquinaria inactiva. Una gran parte del exterior del nuevo dormitorio
estaba listo y ahora probablemente estaban ocupados con la parte de adentro, Neil
hubiera preferido algunos testigos. Solo había otro auto estacionado atrás. El
conductor se detuvo junto a él y apagó el motor, pero nadie se movió. Neil captó la
indirecta después de un minuto de silencio se tensó y salió. La puerta frente a él estaba
desbloqueada. Lo abrió, pero vaciló a mitad de camino en el coche cuando vio quién
lo estaba esperando.
A primera vista, Ichirou Moriyama no parecía la gran cosa. Su traje de seda
negro mostraba riqueza excesiva, pero sus características juveniles socavaban esa
impresión. Para empezar, solo le llevaba un par de años a Neil y su genética lo hizo
parecer aún más joven. Él lucía simplemente como otro hombre de negocios
esperanzado, tal vez, otro CEO de niños ricos viviendo la vida cuesta arriba. Neil fue
[332]
Traducción por:
engañado por todo un segundo: el momento en que lo llevó a encontrarse con los ojos
de Ichirou a través del asiento trasero.
Este hombre no era como el padre de Neil, con su temperamento y matones y
fea reputación. No era como Riko, con su crueldad egoísta y sus rabietas infantiles.
Este era un hombre que podía mantener a los dos bajo control con una mirada, un
hombre quien había sido criado para gobernar. Él era el poder de Moriyamas para
vivir, respirar, y con la muerte de su padre se sentó solo e intocable en su trono. Neil
consideró darse la vuelta y alejarse, pero sospechó que era una buena forma de recibir
un disparo en la espalda. No sabía por qué estaba allí, ya que ni siquiera Riko había
visto a su hermano cara a cara, pero sabía que un paso en falso significaría que la
esperanzada tregua de su tío quedaría anulada.
Neil buscó desesperadamente su memoria, intentando recordar algún consejo
para poder manejar este encuentro. Neil no podría enfrentar a Ichirou como Neil
Josten; tenía que enfrentarlo como un Wesninski haría. Eso significaba que cada
palabra tenía que ser la verdad y ésta tenía que ser la más grande mentira que Neil
había dicho alguna vez.
Mordió sus dudas y el primer destello de pánico y dijo, muy cuidadosamente.
— ¿Puedo entrar?
Ichirou movió dos dedos en comando silencioso, y Neil se subió al coche. Cerró
la puerta detrás de sí, firme, pero no ruidosamente, y decidió mirar al hombro de
Ichirou.
— ¿Sabes quién soy? —Ichirou preguntó.
—Sí —dijo Neil, y titubeó durante medio segundo mientras buscaba un título,
“Señor” no tenía el respeto necesario, pero Kevin se había referido a Kengo más de
una vez como señor. Era un término obsoleto y torpe, pero era todo lo que Neil tenía
en ese momento— Eres el señor Moriyama.
—Sí —dijo Ichirou, con una calma moderada en la que Neil no confió ni por un
segundo.
— ¿Sabes que mi padre está muerto? Todavía no he escuchado tus
condolencias.
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Traducción por:
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Traducción por:
arriesgaría la seguridad de su imperio. Jugar para Edgar Allan traicionaría todo lo que
se supone que mi familia debe representar.
Vaciló como si temiera continuar y cruzar una línea frágil. Ichirou esperó a que
tomara una decisión. Neil deseó poder leer algo, cualquier cosa, en la cara del hombre,
pero su expresión era serena y su tono no había cambiado desde que comenzó esta
horrible conversación. Neil no sabía si él lo estaba engañando y no sabía si eso
marcaría la diferencia.
Neil finalmente tomó aire y dijo:
—Tu hermano va a destruir todo lo que posee a menos que alguien lo cuelgue.
Fue suficiente para ganarse una leve sonrisa de Ichirou. Era todo lo que Neil
podía hacer para no estremecerse cuando Ichirou dijo:
—Eso es muy audaz.
—Sí —dijo Neil— pero es la verdad.
Ichirou no dijo nada durante tanto tiempo que Neil se preguntó si se suponía que
debía salir del automóvil y marcharse. Finalmente, Ichirou le hizo un gesto para que
continuara.
—Riko pasó toda su vida con el objetivo de ser el mejor jugador de la cancha—
explicó Neil— Cuando siente que su superioridad está siendo amenazada, ataca sin
preocuparse por el daño colateral. Este año pasado solo es una prueba de su creciente
inestabilidad. Kevin Day fue la segunda inversión más grande de su tío, pero Riko lo
destruyó por su orgullo herido. Al comienzo de su segundo año, Kevin valía una
fortuna de siete dígitos entre su contrato profesional, su puesto en el equipo nacional y
sus endosos. Podría haber ganado a su familia quince, veinte millones al año después
de la graduación. Ahora Kevin está empezando de cero.
“Riko mató a uno de mis compañeros de equipo en agosto y lo admitió en un
lugar público —continuó Neil— En noviembre interfirió con el sistema judicial de
Oakland y dejó un rastro de dinero desde California hasta Carolina del Sur, todo por el
bien de lastimar a otro compañero de equipo, y en diciembre compró a un psiquiatra
en Easthaven en Columbia para continuar con esa tortura. Las vacaciones de Navidad
me devolvieron mi aspecto natural para que la gente de mi padre pudiera encontrarme
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Traducción por:
y matarme. Él sentó las bases para la confrontación en Maryland que terminó con la
muerte de mi padre y toda esta investigación federal.
“La semana pasada reaccionó a la muerte de tu padre golpeando a uno de sus
compañeros de equipo a una pulgada de quitarle la vida. Tiene suerte de que sea Jean
Moreau, él sabe quién es su familia y nunca hablará en contra de Riko. Pero Jean está
bajo nuestra custodia. Ahora mientras él sana la Universidad Edgar Allan ha iniciado
una investigación silenciosa sobre los Ravens, ellos averiguarán sobre las novatadas y
abusarán de las condonaciones de tu tío y alguien tendrá que responder por ellas. ¿Qué
pasaría si tropezaran con evidencia de las manipulaciones de Riko durante su
búsqueda?
“No estoy diciendo que tu hermano esté fuera de lugar —mintió Neil—, pero no
está siendo cuidadoso. Está escalando en sus acciones porque se siente amenazado,
pero hay mucha gente mirándonos ahora. Lo atraparán lo suficientemente pronto, y
tengo miedo de lo que caerá sobre usted. No me aliaré con tal riesgo, así que no puedo
jugar para tu tío en Edgar Allan. Lo siento.
Otro interminable silencio siguió. Pasó un día, una semana o un año antes de
que Ichirou dijera:
—Mírame a los ojos y escucha con atención —Neil arrastró su mirada hacia la
cara de Ichirou. La sonrisa de Ichirou había desaparecido hace mucho y sus ojos de
carbón parecieron atravesar a Neil— De dónde vengo, la palabra de un hombre es tan
buena como su nombre y su nombre gana peso con la sangre que derramó por mi
familia. No me has probado tú valía y es cierto, no mereces el aire que respiras.
Equilibraría el rojo en mi libro de contabilidad con tu muerte y lo consideraría un pago
justo.
“Sin embargo —continuó Ichirou—, eres el hijo de tu padre, y tu padre era
alguien para mí. Él es la razón por la que vine aquí cuando pude haber enviado a
alguien para que te hablara. ¿Sabes lo que haré? ¿Si creo que estás perdiendo el
tiempo? ¿Sabes lo que haré con cualquier persona que hayas conocido o con quien
hayas hablado? Mataré a todos los que alguna vez te apoyaron y haré que cada muerte
dure toda la vida.
No sonaba como una amenaza; sonaba como una promesa.
— ¿Qué puedo hacer para convencerte de que estoy diciendo la verdad? —Neil
dijo.
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Traducción por:
—Nada —dijo Ichirou, y dijo unas palabras en japonés a los dos hombres
sentados al frente.
El pasajero del frente sacó un teléfono celular de su bolsillo. Neil no podía
entender una palabra del hombre, pero entendió ese tono enojado muy bien.
Por un momento salvaje, pensó que el hombre estaba organizando muertes
desordenadas para todos los Foxes. Apretó los dientes contra una espina de pánico y
miró el cojín vacío entre él e Ichirou. El pasajero estuvo yendo y viniendo durante
varios minutos, luego colgó y guardó su teléfono. Su tono fue respetuoso cuando le
dijo algo a Ichirou.
Cualquiera que fuera la noticia, la expresión de Ichirou no cambió. Éste golpeó
su pulgar contra su tobillo mientras pensaba. Neil no sabía cuánto tiempo
permanecieron sentados allí en silencio, diez minutos o diez vidas, pero estaba seguro
de que moriría antes de que Ichirou finalmente tomara una decisión.
—Quizás tu vida tenga una etiqueta de precio después de todo —dijo Ichirou—
Ochenta por ciento de sus ganancias para la totalidad de su carrera serán suficientes.
Espero diezmos similares por parte de Day y Moreau, es razonable considerando que
mi familia financió su capacitación. Alguien se pondrá en contacto contigo para hacer
los arreglos después de la graduación, si no cumples con esto el acuerdo se perderá y
serás ejecutado, ¿Entiendes?
La incredulidad derribó el aire de sus pulmones; el alivio fue tan intenso que
Neil pensó por un momento que estaría violentamente enfermo. De alguna manera
mantuvo su tono incluso cuando dijo:
—Entiendo. Hablaré con Kevin y Jean inmediatamente. No te fallaremos.
Ichirou le lanzó una mirada de encapuchado.
—Entonces por ahora vete.
Fue tan abrupto que Neil casi olvidó decir.
—Gracias.
Intentó salir del automóvil sin dar la impresión de que se estaba volviendo loco
y no estaba del todo seguro de haberlo logrado. Cerró la puerta detrás de él y ambos
conductores apagaron los motores. Neil permaneció inmóvil mientras los autos se
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Traducción por:
alejaban y observó aturdido cómo se perdían de vista. Saber que se habían ido no hizo
nada para que se sintiera más seguro y Neil cayó de rodillas sobre el asfalto. Clavó sus
dedos en la tela densa sobre sus rodillas y luchó por controlar su acelerado corazón.
Cuando pudo pararse sin caer, siguió el camino de la calle Perimeter por el campus
hasta el edificio donde Kevin tenía su clase de historia. El reloj del teléfono de Neil
decía que quedaban quince minutos del período, por lo que Neil se apoyó contra la
pared exterior de la puerta y esperó. Kevin fue uno de los últimos en salir y se calló
cuando vio a Neil.
—Te llevaré a casa de Abby —dijo Neil en francés—. Tenemos que hablar con
Jean.
—No en este momento— dijo Kevin.
—Ahora sí —Neil extendió un brazo cuando Kevin parecía listo para alejarse—.
Ichirou acaba de venir a vernos.
Kevin se atragantó en negación. Su segundo intento fue una ronca
incredibilidad.
—No bromees sobre tales cosas —Neil miró a Kevin en silencio hasta que éste
se estremeció y retrocedió medio paso— No. Él ni siquiera conocerá a Riko. Él no
vendría aquí.
—Vamos —dijo Neil.
Le envió un mensaje a Andrew en su camino a la Fox Tower, por lo que éste los
estaba esperando contra el baúl de su auto. Tenía un pequeño paquete en una mano y
un cigarrillo en la otra. Éste se apartó cuando se acercaron, y abrió el auto mientras se
puso de pie. Fue un corto trayecto desde el dormitorio al lugar de Abby. Neil llamó a
pesar de que su puerta estaba desbloqueada, y Abby respondió unos segundos más
tarde. Ella frunció el ceño al verlos en la puerta de su casa, pero se hizo a un lado para
dejarlos entrar.
— ¿No tienes clase ahora?
—No —dijo Neil—. ¿Dónde está Jean?
—Estaba dormido la última vez que lo visité.
—Es importante —contestó Neil— Lo despertaré.
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Traducción por:
[339]
Traducción por:
—Vale cada centavo — contestó Neil— Déjalo tener todo lo que quiera. No
necesito el dinero. Todo lo que necesito es lo que él me dio: una promesa de que tengo
futuro. Tengo permiso, no, órdenes para vivir mi vida como quiero. Voy a graduarme
en el Estado de Palmetto en cuatro años más y voy jugar al Exy hasta que me obliguen
a retirarme. Tal vez incluso moriré de viejo.
—Cada día suenas más como ellos —dijo Andrew.
Neil supuso que se refería a sus compañeros de equipo más optimistas.
—Vas a tener que inventar algo para aferrarte. Estoy seguro, Kevin ya no
necesita tu protección, Nicky volverá con Erik y Aaron tendrá a Katelyn, ¿Qué vas a
hacer con tu vida si no estás jugando al perro pastor para nosotros?
—Aaron no tiene a Katelyn.
—La negación no te conviene. Hablamos sobre esto.
—Tú hablaste —dijo Andrew— No escuché.
—Elígenos —dijo Neil. Fue suficiente para callar a Andrew, tal vez solo por un
segundo, pero Neil tomaría cualquier oportunidad que pudiera— Kevin va a retomar
su puesto en la cancha antes de graduarse. Cree que puedo llegar a la Corte con la
práctica y el tiempo suficientes. Ven con nosotros. Juguemos todos juntos en las
Olimpiadas algún día. Seríamos imparables.
—Esa es tu obsesión, no la mía.
—Pídelo prestado hasta que tengas algo propio —Neil se aferró más a la manga
de Andrew cuando éste comenzó a liberarse—. ¿No sería divertido tener un lugar
donde vivir, tener un equipo, una ciudad diferente cada semana y cigarrillos y bebidas
en el medio? No quiero que esto termine.
Andrew se soltó.
—Todo termina.
Empujó un paquete contra el pecho de Neil y se dirigió al pasillo. Andrew ya
había cortado la cinta desde los extremos, por lo que Neil abrió la solapa sin
demasiados problemas o dolor. Sacudió la caja sobre la palma de la mano, pero nada
se cayó. Tuvo que sacar el contenido con los dedos y consideró la tela arrugada con
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Traducción por:
cierta consternación. No entendió hasta que cambió su agarre y dejó que los extremos
se desenredaran. Sostenía un juego de bandas idénticas a los de Andrew. Eran lo
suficientemente largas como para ocultar las vendas y las nuevas cicatrices en los
antebrazos de Neil.
Éste levantó la mirada para ver a Abby. Ella miró hacia la puerta cerrada del
dormitorio y vio el regalo que Neil sostenía.
— ¿Todo está bien?
Neil lo pensó, pero no por mucho tiempo.
—Nunca ha estado mejor.
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Traducción por:
17
Los Foxes reaccionaron a las noticias de Neil con un júbilo casi unánime.
Incluso Aaron se alegró lo suficiente como para ofrecer felicitaciones. Sin embargo,
Kevin no pudo recuperarse tan rápido de tener su mundo patas arriba, y estuvo
distraído toda la tarde.
Falló tiros que normalmente hubiera hecho con los ojos cerrados y pasó sus
descansos sentado solo en las gradas. Wymack no le dijo nada sobre su pobre
actuación y calló a Dan cuando ella intentó decirle algo.
Dan logró que todos estuvieran en el centro de la ciudad para una cena de
celebración. No podían hablar sobre el trato de Ichirou en público, pero podían
bromear de todo lo que les viniera a la mente. El equipo se percató de las nuevas
bandas de Neil, pero después de un par de burlas bondadosas, cumplieron su palabra
de mantenerse al margen de la no-relación de ellos dos.
Neil pasó la mayor parte de la comida mirando a Kevin y Andrew. El primero
no le dirigió la palabra a nadie, pero miró su plato mientras jugaba con su comida.
Andrew se encontraba inclinado hacia adelante en su asiento entre los dos ofensores,
con los dedos entrelazados y apoyados contra su rostro para ocultar su boca.
Observaba a todos con una mirada entrecerrada y no tenía nada que agregar. Cuando
alguien cometió el error de tratar de incluirlo, él lo miró fijamente hasta que siguió
hablando. Neil vio la mirada cansada que Matt y Dan intercambiaron, la decepción
evidente en sus seños y labios fruncidos.
Habían logrado un progreso real en las montañas, o al menos eso creían, pero
Andrew se había cerrado de nuevo sin previo aviso. Neil quería decir que Andrew
estaba conservando toda su energía para silenciosa crisis nerviosa de Kevin, pero no
estaba seguro de cómo decirlo sin llamar a la ira de Andrew.
Finalmente regresaron al dormitorio. Neil siguió a Nicky hasta la habitación de
los primos. Kevin se dirigió al baño, pero dejó la puerta abierta detrás de él. Neil miró
desde su agarre de nudillos blancos en el borde del fregadero hasta el reflejo de Kevin.
No sabía qué había puesto esa mirada intensa en su cara a menos que Kevin estuviera
mirando el número en su mejilla. Éste había sido el segundo mejor y de segunda
categoría toda su vida. Ahora tenía la libertad de alcanzar el rango que siempre se
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Traducción por:
había merecido y siempre había tenido demasiado miedo de querer. Neil no culpó a
Kevin por su miedo, pero necesitaba verlo superarlo.
Cuando dio señales de que no se movería de ahí en un buen tiempo, Neil se dio
por vencido. Andrew estaba sentado en su escritorio, por lo que Neil se sentó a su
lado. Nicky y Aaron de adueñaron de las sillas de puf y cargaron un juego en el
televisor. Jugaron tres niveles antes de que Kevin reapareciera.
Kevin miró a Neil y a Andrew y dijo:
—Llévame a la cancha.
Era obvio que no le importaba cuál de ellos lo hiciera, pero Neil miró a Andrew.
Éste tenía la ventana abierta para poder soplar el humo del cigarrillo a través de ella.
Solo lo llevaba la mitad del mismo, pero no dudó en apagarlo en el alféizar de la
ventana. Dejó la colilla a un lado para más tarde y se deslizó fuera del escritorio.
Cuando estaba a la mitad de la habitación, Neil se levantó y se invitó a sí mismo.
Kevin no pareció darse cuenta y Andrew reconoció su presencia con una breve
mirada. Nicky los saludó con una alegre despedida y volvió a asesinar monstruos.
Dejaron a Kevin en el vestuario y continuaron hasta la cancha. Neil estaba de
pie cerca de la pared para estudiar el suelo pulido y las huellas de Fox relucientes.
Andrew se sentó en el banco y no dijo nada. Kevin no los hizo esperar mucho, pero
apareció con un balde de pelotas en una mano y su raqueta en la otra. Neil lo vio
cruzar la pista vacía hacia la primera y cuarta línea. Kevin dejó la cubeta, se ajustó los
guantes y comenzó a disparar al objetivo vacío.
Andrew toleró el espectáculo solo hasta que el balde estuvo vacío y luego se
levantó con aburrimiento,
—Realmente es patético.
— ¿No lo somos todos? —Preguntó Neil sin apartar los ojos de Kevin.
Kevin inspeccionó el desastre a su alrededor y sacudió su raqueta de un lado a
otro. Usó la culata de la misma para acercar algunas bolas perdidas, luego se pasó la
raqueta de la mano derecha a la izquierda. Neil lo vio sacudir su mano derecha antes
de comenzar una segunda ronda. En vez de eso, Kevin alcanzó la bola más cercana
con su mano derecha.
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Traducción por:
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Traducción por:
Neil apenas podía respirar mientras los veía luchar. Neil podía ver cómo
comenzaban a salir a la luz sus temperamentos por pequeñas detalles, una sacudida de
la raqueta de Kevin aquí y allá y la creciente crueldad de las desviaciones de Andrew.
Era inevitable que Kevin ganara. Incluso zurdo, Kevin ponía demasiado de sí
mismo en sus prácticas como para perder ante Andrew. Éste tenía todo el talento para
ser un campeón, pero nada de delicadeza; no podía vencer a Kevin simplemente con
fuerza bruta. Cuando Kevin metió cinco tiros seguidos, dejó caer su raqueta y caminó
hacia el arco. Andrew se puso la raqueta en el hombro y lo vio acercarse.
Neil esperaba que Kevin comenzara a gritar. En cambio, Kevin atrapó la parrilla
del casco de Andrew y lo golpeó contra la pared del arco. Neil se estremeció y echó a
andar hacia la puerta, sabiendo que llegaría demasiado tarde para evitar que Andrew
destruyera a Kevin, pero tenía que intentarlo. A mitad de camino se detuvo, porque
Andrew no se había movido. Su puño estaba a su lado en un golpe reprimido y ni
siquiera se había quitado a Kevin de encima. Simplemente se quedó allí y escuchó lo
que sea que Kevin le estaba gruñendo rostro. Al final, Kevin lo soltó y se alejó.
Andrew lo empujó por la espalda con la culata con fuerza. Kevin tropezó y se acercó a
la línea de gol nuevamente.
Unos segundos más tarde estaban de vuelta como si nada hubiera pasado, y
continuaron hasta que Kevin finalmente tuvo que sentarse. Neil recogió pelotas de la
cancha mientras ellos se duchaban y sabiamente no le dijo nada a ninguno de ellos. El
viaje de vuelta a Fox Tower fue silencioso y Kevin se fue directamente a la cama.
Andrew recogió la colilla de su cigarrillo de la ventana, lo encendió y miró el oscuro
campus. Neil lo observó unos minutos antes de regresar a su propia habitación.
Kevin era su ser habitual al día siguiente, dominante y cáustico como siempre.
También volvió a su mano derecha y no dijo nada sobre la práctica de la noche
anterior. Neil pensó que tal vez había forzado su mano al presionar tanto a Andrew,
pero había volvió a su mano izquierda tan pronto como estuvo solo en la cancha esa
noche. Andrew lo siguió sin dudarlo y los dos lucharon como si ya hubieran olvidado
los resultados de ayer. Neil quedó relegado a un segundo plano, pero no le importó
demasiado. Vio su futuro en cada tiro disparado y desviado, cada punto robado y
frustrado, y apenas pudo respirar a través de su emoción.
El miércoles por la tarde llegó la prensa para hacer entrevistas y filmaciones.
Neil recordó el consejo de Allison de ser honesto e intentó responder todo lo que pudo
soportar. Evitó algunas de las preguntas más terribles al recordarles que aún había una
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Traducción por:
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Traducción por:
Andrew estaba a solo dos mesas de distancia cuando ella lo notó, y saltó tan
fuerte que dejó caer su bolígrafo. Andrew la miró con frialdad y continuó. Neil hizo
una pausa para asegurarse de que ella entendiera esa llamada.
Sus compañeros de clase le dirigieron miradas extrañas, sorprendidos por su
reacción violenta. Katelyn giró en su silla para ver a Andrew irse, luego envió una
mirada nerviosa hacia Neil. Éste solo negó con la cabeza y le hizo un gesto para que lo
siguiera. Katelyn se puso de pie.
—Vuelvo enseguida.
Andrew debió haber revisado el diseño de la biblioteca antes de venir, porque
atravesó las filas de viejos volúmenes de referencia hasta una sección tan oscura que
no había estudiantes a la vista. Neil notó el aislamiento de inmediato y se alegró de
que Andrew le hubiera entregado los cuchillos. Andrew giró al final de la fila,
examinó la esquina vacía a solo un par de pasos y esperó a que Neil y Katelyn lo
alcanzaran.
Katelyn cometió el error de detenerse demasiado cerca de él. Apenas tuvo
tiempo de gritar antes de que Andrew la tomara por el hombro y la arrojara contra la
pared. Neil hizo una mueca ante el sonido que hizo cuando se estrelló contra ella. Ella
tropezó, pero no se cayó y se volvió para mirarlo con los ojos muy abiertos.
—Por favor —dijo ella—. Por favor, yo…
—Cállate —la silenció Andrew. Extendió su brazo como una barricada, y la
palma de su mano contra la pared cerca de su cabeza la hizo encogerse— No hables.
La simple vista de ti ya me es intolerable. El sonido de tu voz inclina la balanza a tu
favor.
Neil dio un paso cuidadoso hacia ellos, tratando de transmitir apoyo silencioso y
respaldo, pero Katelyn le tenía demasiado miedo a Andrew para mirarlo. Andrew se
inclinó hacia delante para ponerse frente a su rostro y clavó un dedo en su sien.
—Eres un tumor —dijo— Debería haberte cortado y echado cuando aún eras
benigno. Ahora es demasiado tarde, así que aquí estamos. No te atrevas a hablar —
agregó, voz salvaje, cuando ella abrió la boca. Katelyn apretó los labios y finalmente
lanzó una aterrorizada mirada a Neil. Andrew agarró su barbilla y la obligó a devolver
su atención a él— No me ignores. Tu vida depende de lo bien que puedas escuchar,
¿Puedes escuchar?
[348]
Traducción por:
quería. Si los fines justificaban los medios para él, confortaría a Katelyn
apropiadamente, pero nunca se quejaría de esas amenazas con su hermano.
—Eso me recuerda, ¿Ahora es un mal momento para aprovechar mi
bonificación? — Neil interpretó el silencio de Andrew como quiso y dijo— ¿Quién
dijo “por favor” que te hizo odiar tanto la palabra?
Andrew lo miró en silencio por un minuto.
—Yo lo hice.
Neil no sabía qué respuesta esperaba, pero no era eso. Lo sintió como un pop en
su pecho, agudo y sorprendente. Abrió la boca para decir algo, cualquier cosa, pero
¿Qué podría decir a algo así?
Andrew toleró su mirada en blanco por solo un par de segundos antes de
declarar todo como intrascendente y de poco interés.
—Dijo que se detendría si yo lo decía.
—Y le creíste —adivinó Neil.
—Tenía siete años —dijo Andrew— Le creí.
—Siete —repitió Neil estúpidamente.
Andrew no se mudó con los Spears hasta que cumplió los doce. Antes de que
Drake convirtiera su vida en un infierno, él ya había vivido en otras doce casas
diferentes, y Andrew le había dicho a Neil la semana anterior que ninguno de ellas
había sido buena. Neil no preguntó qué tan malo habían sido; había supuesto que
Drake era el peor de todos.
Neil lamentó haber preguntado, pero ya era demasiado tarde para recuperarlo.
—Tú… —dijo Neil, pero las palabras le fallaron. Buscó la mentira en la mirada
tranquila de Andrew, pero no la encontró. Éste casi había matado a cuatro hombres
por agredir a Nicky y le habría roto el cuello a Allison por golpear a Aaron, pero
cuando se trataba de crímenes contra su propia persona, a Andrew no le podía
importar menos. Sostenía su vida con menos consideración que cualquier otra cosa.
Neil odiaba eso con una ferocidad que era nauseabunda.
[350]
Traducción por:
[351]
Traducción por:
entraría y saldría para los defensores, ya que los Bearcats tendrían defensa en el suelo,
y Andrew se mantendría en el arco durante todo el juego.
Los Bearcats de Binghamton caminaron hacia la cancha con una arrogancia
palpable. Neil no culpó su exceso de confianza, considerando el lamentable estado de
los Foxes esta noche, pero tampoco tenía que perdonarlo. El estadio rugió emocionado
a medida los últimos diez segundos contaron hacia abajo. Los Bearcats tomaron el
primer saque y el juego se volvió violento en el primer minuto. Neil tardó diez
minutos en darse cuenta de que los Bearcats estaban tratando de eliminar a otro
jugador. Los Foxes eran una tripulación esquelética tal como estaban. Si les quitaban
otro jugador no tendrían oportunidad.
Los insultos de Wymack a su lado dejaron en claro que entendía por qué las
tarjetas amarillas estaban apareciendo por todas partes. Abby descargó su botiquín de
primeros auxilios y esperó la primera herida. Nicky emitía ruidos irritantes y gritaba
insultos coloridos a los Bearcats a través de las paredes. Renee intentó callarlo cuando
se puso demasiado intenso pero no dijo nada más. Neil intentó alimentarse de la calma
de Renee, pero pudo sentir su sangre comenzar a hervir mientras veía a Allison tomar
otra caída. Detrás de esa creciente indignación estaba el frío de la inevitabilidad. Los
Foxes solo podían tolerar este tipo de juego durante cierto tiempo. Habían sido
empujados a un lado y pisoteados la mayoría de sus vidas; la cancha era el último
lugar donde no tolerarían este tipo de insultos. Seth habría lanzado un golpe hace ocho
minutos.
Los demás explotarían en poco tiempo.
Excepto por los minutos que corrieron, dos Bearcats fueron expulsados con
tarjetas rojas, y los Foxes se mantuvieron tranquilos. Permitieron que los tiros
acertaran y las raquetas cayeran y cedieron terreno cuando se les presionaba. Matt ni
siquiera luchó cuando su marca lo golpeó. Dejó caer los brazos a los costados y dejó
que los golpes aterrizaran hasta que los árbitros los separaron. Dan anotó en el tiro
sucio y abrazó a Matt en su camino de regreso a la mitad de la cancha. Neil observó el
breve intercambio y finalmente se relajó. Los Foxes habían elegido la victoria sobre el
orgullo esta noche.
Fue un sacrificio necesario, pero les costó un peso emocional y físico a todos.
Pasaron la mayor parte del medio tiempo malhumorados, demasiado enojados con sus
oponentes para apreciar lo bien que lo estaban haciendo. Wymack suavizó su
recapitulación de medio tiempo, sin querer despertar los delicados temperamentos de
[352]
Traducción por:
nadie con su habitual actitud brusca. Si alguien lo escuchó, no dieron ninguna señal de
eso. Wymack miró a su alrededor cuando terminó y preguntó:
— ¿Alguien más tiene algo que decir?
Dan golpeó la culata de su raqueta contra el suelo.
—Estamos a mitad de camino. Limpiemos el piso con estos imbéciles y luego
nos emborracharemos. Díganme que alguien tiene alcohol en el dormitorio. ABC
estará cerrado para cuando termine el juego y solo me queda medio jarro de cerveza.
Nicky hizo una mueca ante la mirada expectante que Dan le envió.
—No es suficiente para compensar esto. Ya hablamos tomamos la mayor parte
el lunes.
—Algo es mejor que nada, supongo —comentó Matt, un poco abatido.
—Katelyn tiene algo —dijo Aaron sin levantar la vista desde donde estaba
apretando su red— Entre ella y las Vixens podríamos obtener un botín decente.
La sorpresa borró la decepción de las caras de sus compañeros de equipo; los
Foxes miraron rápidamente a Aaron y Andrew a la espera de una reacción por parte
del segundo. Éste se encontraba como de costumbre parado solo en el otro extremo de
la habitación. No dijo nada, y su expresión aburrida no hizo más que contraerse ante el
sonido del nombre de Katelyn.
Aaron finalmente levantó la mirada, pero miró a Dan, no a Andrew.
— ¿A menos que no quieras eso?
Dan lanzó una mirada cautelosa a Andrew.
—Oh, sí. Por supuesto. Si tienen algo que compartir, cuantos más seamos,
mejor. ¿Verdad?
Lo último fue dirigido a Andrew, una pregunta cuidadosa que esperaba una
reacción violenta. Andrew miró al espacio y continuó ignorándolos a todos. Aaron
asintió con la cabeza como si esto no fuera en absoluto un extraño giro en los
acontecimientos y dejó a un lado su raqueta.
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Traducción por:
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Traducción por:
“Todo el mundo sabe que los Ravens tratan de ser los mejores. Mejor par, mejor
alineación, mejor equipo. Lo perforan en ti día tras día, te hacen creerlo, te hacen
olvidar que al final lo mejor significa ser el primero. Permiten que lo olvides hasta que
otras personas lo creen, ya sea que los fanáticos se desvían demasiado o que el ERC
los llame en sus esquemas. Entonces ya no quieren jugar ese juego y saltan
directamente a la ronda de eliminación. ¿Sabías que nunca he ido a esquiar? Sin
embargo, me gustaría intentarlo algún día.
Era demasiado de una vez para que ella captara el significado de ese último
comentario, pero solo tomaría un par de momentos. Neil entendió de inmediato, y la
adrenalina que inundó sus venas lo hizo tambalearse un poco. Le lanzó a Andrew una
mirada rápida. Éste no la devolvió, pero definitivamente estaba prestando atención.
La mirada que había puesto en la parte posterior de la cabeza de Kevin era
intensa. Él no esperó a que ella lo entendiera.
—Dile a los Ravens que estén listos para nosotros, ¿Lo harías? Ya estamos
listos para enfrentarnos a ellos.
Kevin se dio vuelta y se alejó. El entrevistador lo miró por un momento
interminable, luego se giró hacia la cámara y comenzó a divagar acerca de todo lo que
Kevin acababa de decir. Neil y Andrew no se quedaron para el resumen o
especulaciones perplejas, pero siguieron a Kevin de cerca.
Kevin no se detuvo ni miró en su camino hacia el vestuario, y pasó justo por
donde sus compañeros de equipo estaban celebrando en el vestíbulo. Dejó caer el
casco y los guantes en su camino a través del vestuario y se agarró al borde del
fregadero. Se tambaleó un poco como si sus piernas se quisieran rendir debajo de él y
sus manos temblaban con tanta violencia que Neil pudo verlo desde la puerta. En lugar
de caer, se inclinó hacia adelante y presionó su frente al espejo.
—Todos vamos a morir —dijo Kevin al fin.
—No, no lo haremos —contestó Neil.
Kevin pensó en eso por un minuto, luego se enderezó. Después de mirar su
reflejo por una eternidad, levantó la mano y cubrió su tatuaje en el espejo. El resultado
envió un extraño temblor a lo largo de los hombros de Kevin. Neil no sabía si era
aprobación o miedo. Lo único que importaba era que Kevin asintió y se volvió hacia
ellos. Primero miró a Neil, luego a Andrew.
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Traducción por:
[357]
Traducción por:
[358]
Traducción por:
Neil quería decirle que no estaban saliendo y Andrew podía tomar o dejarlo en
cualquier momento. Quería quedarse y celebrar el brillante éxito de sus compañeros de
equipo. Quería ver la forma en que Aaron se convertía en una persona completamente
diferente con Katelyn a su lado. Pero la mitad del escuadrón de Vixen ya estaba allí,
ocupando la habitación con risas brillantes y un perfume espeso, y el ruido en el
pasillo decía que más estaban en camino. Neil no tenía nada en contra de las porristas,
pero si podía elegir entre jugar a ser el amable con un par de casi desconocidas durante
horas o molestar a Andrew en privado, esta última era la opción obvia.
—Estuvieron asombrosos esta noche —dijo Neil, porque se merecían al menos
eso antes de desaparecer—Todos ustedes.
—Nada de eso —contestó Dan alegremente, pero su sonrisa dijo que apreciaba
su cumplido de todos modos— Hablaremos sobre el juego el lunes, ¿recuerdas? Esta
noche es para beber y volvernos locos. Ahora vete de aquí y obtén algo.
—Hablando de obtener un poco —dijo Nicky en alemán. Él giró sobre Aaron y
lo golpeó— ¿Cómo es que él de repente está de acuerdo con esto? ¿Qué demonios
hiciste?
—Le devolví el favor —dijo Aaron con una fría mirada en dirección a Neil—.
Neil usó a Katelyn en mi contra, así que usé a Neil contra Andrew. Dependiendo de
cómo lo mires, Neil es una violación tanto de nuestro trato como Katelyn. Andrew
podía romper nuestro trato y dejarme ir o romper las cosas con Neil.
Neil hablaba el alemán con fluidez, pero las palabras de Aaron eran un desastre
que no podía entender. Aaron le había advertido a Neil que estaba listo para luchar por
Katelyn, pero si Neil era la munición que había usado, Aaron debería haber perdido.
Esto tenía que ser un malentendido o una visión confundida de Aaron sobre las
intenciones de su hermano.
Nicky habló primero,
—Espera, ¿Él eligió a Neil por encima de ti? Eso suena un poco serio para una
aventura, ¿verdad? —Nicky miró la cara en blanco de Neil y titubeó— Noticias para ti
también, ¿Eh?
Aaron ignoró a Nicky y arrojó una llave a Neil.
[359]
Traducción por:
finalmente volvió sus pensamientos a donde debían estar. En una ocasión, Neil le
había preguntado a Andrew si lo mataría si querer algo. Debería haber sabido mejor
que decir tal cosa después de ver sus cicatrices. Andrew casi se había suicidado
tratando de aferrarse a Cass Spear, pero aun así la había perdido al final.
—No soy un sueño imposible —dijo Neil— No iré a ninguna parte.
—No te pregunté.
—Pregúntame —insistió Neil —o quédate lo suficiente para descubrirlo por ti
mismo.
—Eventualmente me aburriré de ti.
— ¿Estás seguro? —Preguntó Neil— Se rumorea que soy bastante interesante.
—No creas todo lo que oyes.
Neil ignoró ese rechazo porque Andrew ya lo estaba derribando de nuevo. Se
besaron hasta que Neil se sintió mareado, hasta que no estuvo seguro de poder
sostenerse más, y luego Andrew retiró la mano de Neil de la silla de puff. La mantuvo
lejos de ellos por una eternidad, luego la presionó lentamente contra su pecho y la
soltó. Andrew se tensó debajo de la mano de Neil, pero se relajó antes de que éste
pudiera alejarse.
Neil se dejó engañar. Andrew dejó muy claro la primera vez que besó a Neil, lo
importante que era un sí real. Esta rendición informal no era un consentimiento
genuino.
Andrew estaba haciendo esto por lo que había dicho el miércoles, pero Neil no
estaba seguro de a cuál de ellos intentaba convencer. Habían pasado solo tres meses
desde el abuso de Proust y cuatro meses desde el ataque de Drake. Neil no sabía
cuándo Andrew estaría bien con esto, pero sabía que no era hoy. Neil dejó su mano
sobre Andrew, pero se negó a moverla desde ese lugar.
—No seré como ellos —dijo Neil— No dejaré que me dejes ser.
—Ciento uno —dijo Andrew —yendo a ciento dos.
—Eres un terrible mentiroso —dijo Neil, y Andrew lo besó en silencio.
[361]
Traducción por:
18
El sábado por la mañana, Wymack se detuvo en Fox Tower con una invitada.
La puerta de la habitación de Andrew estaba abierta debido a Neil y Aaron se
encontraban intercambiando habitaciones, por lo que Wymack se conformó con
golpear el marco de la puerta. Neil levantó la vista al primer signo de movimiento en
la puerta, pero olvidó lo que iba a decir cuando vio a la mujer parada al lado de
Wymack.
Theodora Muldani era una antigua suplente de los Ravens, quien ahora jugaba
en los Houston Sirens y la Corte de los Estados Unidos. Su grueso cabello negro
estaba recogido en intrincadas trenzas, y el maquillaje en colores pastel se veía
sorprendentemente brillante contra su piel oscura. Su expresión pétrea era la misma
que les daba a las cámaras cuando las atrapaba mirándole. Un vestido corto no hacía
nada para esconder sus largas, gruesas piernas y sus brazos cincelados. Lucía como si
pudiera ponerse a la par contra Matt en una pelea. Neil apostaba que ella debía ser el
infierno absoluto en la cancha, un tanque inmóvil poco impresionado por los ofensores
lo suficientemente estúpidos como para oponérsele.
—Kevin —dijo Neil.
Kevin estaba plantado en frente de la TV, con la laptop abierta sobre su regazo,
mientras miraba las repercusiones de los comentarios incendiarios de la noche
anterior. Ninguno de ellos esperaba mucho de ellos. Los Ravens lo negaban todo, por
supuesto, pero era solo un cincuenta-cincuenta en cuanto a lo que realmente creían. El
equipo estaba acostumbrado a una jerarquía violenta y a los duros castigos, pero
lastimar voluntariamente a uno de los suyos, lastimar justo a Kevin Day, podía parecer
exagerado incluso para ellos. Nadie en los Ravens había estado ahí cuando Riko le
fracturó la mano a Kevin. Jean había sido el único testigo, y también el único al que la
prensa aún no podía encontrar para interrogar.
—Kevin— lo llamó Neil de nuevo, sin embargo, Thea no esperó más. Ella
rodeó a Wymack y cruzó la habitación hacia Kevin. Kevin estaba demasiado absorto
como para preocuparse por quién se le estaba acercando, así que Thea agarró su laptop
y la tiró a un lado. Kevin levantó la vista sorprendido, su boca abierta en una respuesta
enojada que murió en cuanto reconoció a su invitada. Thea agarró su muñeca
izquierda y giró su brazo donde pudiera ver las cicatrices en el dorso de su mano.
[362]
Traducción por:
Kevin dejó que ella lo moviera, demasiado atónito para defenderse. Thea examinó las
líneas blancas a través de su piel clara y lanzó una mirada entrecerrada a Neil.
—Sal de aquí.
Neil no supo que atrapó la atención de Andrew, si el ruido de su laptop lanzada
a la alfombra o la voz desconocida de la mujer, pero se materializó en el marco de la
puerta un segundo después. Miraba de Thea a Kevin y viceversa sin intervenir. Neil no
debería haber estado sorprendido; Renee solo sabía de la relación de Thea y Kevin
porque Andrew sabía de ella. Éñ sabía que Thea no era una amenaza real para nadie
aquí. Thea fue menos tolerante y giró su mirada hacia Andrew.
— Tú sal de aquí también.
Andrew la miró de vuelta como si ni siquiera le hubiera hablado.
—Thea —Kevin finalmente dijo, y se puso de pie — ¿Qué estás haciendo aquí?
Thea cortó una dura mirada de Kevin a la TV, pero todo lo que dijo fue:
—Se irán ellos o yo lo haré. No te hablaré en compañía mezclada.
—Somos compañía mezclada a pesar de todo —dijo Kevin— Ya no soy un
Raven.
Él no dijo “Y tampoco lo eres tú”. Incluso aunque Thea se había graduado de
Edgar Allan hace casi tres años, ella aún llevaba el número de su jersey de los Ravens
en un colgante alrededor de su cuello. Hizo que Neil se preguntara cómo les fue a los
Ravens después de haber dejado el Nido. Tal vez les tomó años para recuperarse. Tal
vez nunca lo hicieron. Tal vez se rompieron y llevaban las piezas de Evermore con
ellos por el resto de sus vidas.
La mirada en la cara de Thea mostraba que no estaba nada impresionada por la
lógica de Kevin.
—Voy a contar hasta tres. Uno.
—Detente —dijo Kevin— Sólo hablemos.
—Y ahora quieres hablar —dijo Thea, un poco burlona— Dos.
[363]
Traducción por:
“Complicado” —Thea repitió. Las citas que hizo con sus dedos eran enojadas y
burlonas—“Complicado” es tener que enterarse por una conferencia de prensa que te
fracturaste la mano y dejaste la formación. “Complicado” es tener que enterarme de
mala forma como dejaste tu antiguo número y tener que escuchar de Jean que ya no
quieres tener nada que ver con ninguno de nosotros. No te atrevas a usar “complicado”
conmigo. Merezco algo mejor que eso. Tres.
Dio la vuelta para irse, pero Kevin atrapó su muñeca.
—Jean —dijo Kevin, y así de alguna manera respondió todas sus acusaciones.
El tic en la boca de Thea era más de furia que de incomprensión. Kevin sacudió su
cabeza e insistió— Si vas a creerme, necesitas ver primero a Jean.
—Lo que queda de él, de todas formas —dijo Wymack. Ignoró la mirada
penetrante que Thea le mandó y miró a Kevin, pasando de ella— Vine para traerla al
dormitorio, pero ella agarró un carro rentado del aeropuerto. Ve con ella a la casa de
Abby para que así yo pueda entender qué demonios está pasando aquí.
Thea dudó un momento antes de soltarse de Kevin y hacerle un gesto para que
la siguiera. Wymack se hizo a un lado para que ellos pudieran irse y los vio
desaparecer por el pasillo. Neil supo que ya estaban fuera de vista cuando Wymack se
volvió hacia la habitación. Éste examinó el desorden que Neil y Aaron habían hecho
en el lugar, sus cosas en pilas casi organizadas por toda la habitación y arqueó una ceja
a Andrew.
—Llamé a Nicky antes de venir para asegurarme de que estarías aquí —dijo
Wymack— Cuando me dijo lo que Neil y Aaron estaban haciendo creí que solo estaba
jodiendo.
No era una pregunta, así que Andrew solo le miró de vuelta en un silencio
calmado.
Wymack siguió después de solo un momento.
—Las solicitudes para las habitaciones de los dormitorios deben presentarse en
unas pocas semanas. Con nueve hombres y seis mujeres en la línea es más fácil para
nosotros obtener cinco habitaciones para tres. Había preparado un discurso para
hablarte de ello, pero supongo que desperdicie mi tiempo. ¿Asumo que la siguiente
mejor persona de la cual alejarte es Nicky?
[364]
Traducción por:
[365]
Traducción por:
Soñar despierto era casi muy distractor, pero eventualmente Neil pudo
acomodar todo en su nueva habitación. Aún faltaban horas para que Kevin regresara, y
para ese entonces Neil ya estaba quedándose dormido sobre un libro de texto en su
escritorio. El sonido de la puerta abriéndose lo despertó, y Neil se incorporó para
estudiar la expresión relajada de Kevin. Neil asumió que eso significaba que había
convencido a Thea del papel de Riko en el accidente.
Kevin no entró en la habitación, pero miró desde Neil hasta donde Andrew
estaba medio enterrado en una silla puff.
—Vamos.
Neil miró a Andrew, pero no necesitaba preocuparse. Andrew se levantó sin
comentarios ni argumentos, y juntos siguieron a Kevin hasta el Foxhole Court.
Los estadios de los Trojans y los Foxes eran del mismo tamaño, pero la temática
roja y dorado oscuro de USC hacía que la cancha de Trojans pareciera
significantemente más pequeña. De alguna forma esa ilusión no hacía nada para hacer
sentir mejor a los Foxes acerca de estar en el interior. Se habían asegurado de llegar
media hora antes de que se abrieran las puertas, necesitando tiempo para prepararse
mentalmente para el siguiente juego. Por ahora ellos estaban solos. En noventa
minutos jugarían contra el equipo número dos en la nación.
—Sí —dijo Matt, el primero en hablar desde que la seguridad los había dejado
entrar— No hay problema.
Ni siquiera Kevin tenía algo que decir, pero eso quizá sería porque estaba
demasiado ocupado regocijándose en la alegría de estar de vuelta en el territorio de los
Trojans. Su expresión contenta estaba en completo desacuerdo con los nervios y el
temor evidente en la cara de sus compañeros de equipo. Neil quería decirle que se
calmara un poco, pero no podía recordar la última vez que había visto a Kevin de buen
ánimo.
Las puertas se abrieron, dejando entrar a la multitud como una ola interminable.
Wymack hizo pasar a sus Foxes de vuelta al vestuario. Uno de los miembros del
personal de USC se detuvo poco después para darles un resumen de las perspectivas
de la noche. Las entradas para el juego estaban completamente agotadas, asistieron
seis estaciones de noticias y doce reclutadores de grandes ligas de verano y
profesionales estarían mirando. Ella debía saber que ninguno de esos representantes
estaría mirando a los Foxes, pero de todos modos enumeró sus ciudades y equipos.
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Traducción por:
[367]
Traducción por:
expresión seria de Jeremy se disolvió en una sonrisa dentuda tan pronto como vio a
Kevin. Éste pasó junto a Allison y Renee para reunirse con él.
Jeremy tuvo que pasar por Wymack para llegar a los Foxes, así que le dio a
Wymack un apretón de manos firme.
—Entrenador Wymack, bienvenido al Sur de California. Estamos emocionados
de recibirle esta noche. Kevin, tú idiota loco —dijo, menos formal, y le dio una
palmada alegre en el hombro— Nunca dejas de sorprender. Creo que tienes algo con
los equipos polémicos, pero este me gusta mucho más que el anterior.
—Son mediocres en el mejor de los casos, pero es más fácil llevarse bien con
ellos — contestó Kevin.
—El viejo Kevin, tan implacable y odioso como siempre —dijo Jeremy, pero su
tono era cariñoso— Algunas cosas nunca cambian, ¿Eh? Otras cosas sí—Su sonrisa se
desvaneció y le dirigió a Kevin una mirada intensa— Hablando de tu último equipo,
hiciste un gran revuelo con lo que dijiste hace dos semanas. Acerca de tu mano, quiero
decir, y lo de que tal vez no sea un accidente.
Dos semanas después, la gente seguía hablando de eso, aunque un poco más
tranquila que antes. Kevin no tenía nada más que decir al respecto, y los Ravens
mantuvieron su inocencia e indignación por las acusaciones. Era un punto muerto que
no satisfacía a nadie, pero era todo lo que obtendrían.
Kevin no dijo nada durante un minuto, como si se debatiera qué tanto le
confiaría a Jeremy, y luego solo dijo:
—Tengo un respaldo para ti, ¿Tienes espacio en la alineación del próximo año?
No era la respuesta que Jeremy esperaba. Kevin sacó a Jeremy fuera del alcance
de los oídos de los Foxes antes de explicarle. La sonrisa de Jeremy había desaparecido
para cuando Kevin terminó su discurso. Jeremy hacía gestos expansivos: entre ellos, al
campo más allá de Kevin, y a las gradas por encima de su cabeza. Lo primero que
Neil pensó fue que se estaba negando a lo que Kevin le decía. Entonces Kevin le dio
una de sus sonrisas reales, y Jeremy le dio un fuerte apretón en el hombro.
Jeremy levantó una hoja de papel doblada. En lugar de tomarla, Kevin lo llevó
de regreso a los Foxes. Jeremy se lo pasó a Wymack, quien lo desdobló y revisó la
lista impresa.
[368]
Traducción por:
unánime del CEI. Los Trojans nunca recibieron una tarjeta roja y nunca fueron
sorprendidos por las cámaras diciendo algo grosero sobre un oponente. Neil había
asumido que era todo fingido, de la misma manera que la gente asumía que las normas
de reclutamiento de Wymack eran un truco publicitario complicado.
—Retiro lo que dije sobre los terremotos —dijo Nicky débilmente— Tengo un
nuevo equipo favorito.
—Esa fue siempre la diferencia crucial entre USC y Edgar Allan —dijo Kevin,
entregándole la lista a Dan nuevamente—. Es por eso que más Trojans llegan a la
Corte que los Ravens. Ambos equipos están obsesionados con ser los mejores, pero
solo los Trojans arriesgarían su posición para mejorar. Van a jugar esta noche con todo
lo que tienen y serán mejores por eso. El próximo año va a ser interesante.
—Interesante— era una palabra demasiado mansa para la mirada en los ojos de
Kevin. La sonrisa que finalmente se liberó y curvó sus labios era hambrienta. Wymack
asintió y miró a su equipo.
—USC acaba de darnos una puerta abierta a la final. No se dejen engañar y no
la desperdicien. Aun así, darán una gran batalla y nos quitarán la primera mitad.
Tienen que controlar la diferencia de puntos para que puedan recuperarse en la
segunda, ¿Entendido?
— ¿Realmente vamos a vencer a USC? —Preguntó Dan, mirando a Matt.
— ¿Y superar a Edgar Allan en unas pocas semanas? Demonios, sí lo haremos.
—Puede que esté enferma…
—Vomita más tarde —dijo Wymack— Ahora mismo toma estos mestizos
perezosos a dar algunas vueltas.
Hicieron el calentamiento agradablemente y lentamente, a pesar del ritmo tan
conservador de Dan los corazones de los Foxes latían a mil por hora. Neil miró al
campo mientras corría, esperando como el demonio que esto no fuera un cruel sueño.
Cada vuelta ayudó a calmarlo un poco hasta que Neil pensó que la anticipación
lo mataría. Los Trojans ingresaron al ring interior en la cuarta vuelta de los Foxes;
Neil vio el primer destello de rojo y oro al pasar por sus bancos, pero no vio la
alineación completa hasta que volvieron. La mascota de los Trojans los pasó corriendo
en dirección contraria y los aplausos de las gradas siguieron.
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Traducción por:
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Traducción por:
—Eso espero —dijo Dan, con una mirada sombría hacia Kevin y Neil—. La
brecha de puntos es más grande de lo que queríamos, ¿Pueden cerrarla?
—Aquí nosotros no somos el problema —dijo Kevin, haciendo un gesto entre
Neil y él. Nicky estaba demasiado cansado como para enojarse ante esa acusación,
pero Aaron le lanzó a Kevin una mirada amarga y Matt frunció el ceño. A Kevin no le
importaba a quién ofendiera y mantuvo sus ojos en Dan— Si realmente nos llevan la
pelota, podemos hacer algo con ella.
Matt miró a Andrew.
—Uno de estos días tendrás que dejar que lo golpee.
Andrew le devolvió la mirada en un silencio no impresionado.
Una campana los convocó nuevamente al patio interior, y los equipos fueron
llamados para la segunda mitad. Neil sabía qué venía, pero todavía fue desagradable
ver las mismas caras mirándolo. Los únicos jugadores nuevos en la cancha fueron los
arqueros, Andrew en los Foxes y Laila Dermott en los Trojans. Detrás de ese rayo de
sorpresa había una emoción repentina, porque los Trojans parecían cansados.
Habían tenido quince minutos para recuperar el aliento, por lo que la segunda
mitad comenzó igualada. No se quedó así por mucho tiempo. Los Foxes funcionaron
mejor en su segundo tiempo. No importaba cuánto habían luchado en la primera
mitad, su instinto subconsciente fue reservar su fuerza para el último empujón. Ahora
no había razón para contenerse, y cada minuto sucesivo se adentraba más en su
desesperación y agallas.
A los veinticinco minutos, los Foxes finalmente cerraron la brecha. Laila fue
una pesadilla en el arco, pero Kevin y Neil tuvieron una ventaja que pocos equipos
que enfrentaron a los Trojans tenían: una pesadilla en su propio arco con la que tenían
que practicar a diario. Pasaron todo el año tratando de burlar al mejor arquero del sur.
No tenían mucho tiempo para descubrir la táctica de Laila, pero no la necesitaban. La
defensa de Laila comenzó a derrumbarse rápidamente frente a ella y no podía
aguantarlo sola. Kevin y Neil combinaron el trabajo de pies de Foxes y Ravens para
romper a las defensas y metieron un gol tras otro.
USC podría haber tomado el control del juego en un abrir y cerrar de ojos si
solo reconsiderara su estrategia. Si cambiaran a tres de sus agotados jugadores por sus
respectivos suplentes, la noche de los Foxes había terminado. Pero los Trojans ya
[372]
Traducción por:
[373]
Traducción por:
—Ignórala —le dijo Álvarez a Neil—. Está agria porque perdió nueve goles en
cuarenta y cinco minutos. No sé por qué, no es como si fuera un nuevo registro
personal pero, ¡Oh! Lo es. Ouch, eso debe doler un poco.
—Perra —dijo Laila sin ningún problema.
—Eso es lo que obtienes por llamarme gorda— contestó Álvarez. Miró hacia
Neil y señaló más allá de él— Vaya, parece que la fiesta comenzó sin ti. ¡Ve! ¡Ve!
¡Ve!
Neil miró por encima del hombro para ver a los Foxes celebrando en la línea
media de la cancha. Empezó a girar hacia ellos, luego miró a Álvarez y Laila.
—Su equipo es aterrador —dijo, inspirado por el entusiasmo de Álvarez para
ser honesto— Los alentaremos la próxima semana.
Álvarez le dio pulgares arriba, así que Neil trotó para encontrarse con su equipo.
Escuchó a Álvarez preguntar cómo alguien todavía podía correr después de “el
juego más largo del mundo” pero supuso que estaba dirigido a Laila y no se detuvo
para escuchar la respuesta. Dan vio a Neil venir y se liberó de los Foxes ir hacia él.
Ella hizo estallar casi todas las vértebras en la columna de Neil de lo fuerte que lo
abrazó y no parecía dispuesta dejarlo ir. Un segundo después ellos fueron inundados
por el resto del equipo; los Foxes habían cambiado obedientemente su estridente fiesta
a Neil y Dan.
Tomó un gran esfuerzo calmarse lo suficiente para el apretón de manos
posterior al juego. Toda la alineación de los Trojans entró en la cancha para ello, pero
los nueve que habían jugado esta noche apenas podían formar una línea. Los Foxes
fueron hacia el lugar en el que se encontraban ellos. Jeremy tenía una sonrisa agotada
y nada más que elogios por ellos. El compañero en el crimen de Álvarez que había
pasado la mayor parte de la noche vigilando a Kevin se sentó cuando los vio venir,
pero levantó la mano para ellos. Tan pronto como Neil pasó al último de los Trojans,
siguió a sus compañeros fuera de la cancha. Las gradas estaban vacías por un tercio a
estas alturas, aunque Neil no sabía cuándo los estudiantes habían comenzado a salir.
A Neil no le importó cuántos corazones habían roto esa noche. Habían vencido
a USC. Cuando los Trojans perdieran ante los Ravens serían eliminados de los
campeonatos la próxima semana. Los Foxes irían a la final, y eso era lo único que
importaba.
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Traducción por:
Desde que los Foxes tuvieron la noche del viernes libre y la guerra fría de
Andrew y Aaron había terminado, Andrew era libre de regresar a Columbia por
primera vez en meses. Sin embargo, fueron tarde, ya que Neil y Kevin querían ver el
partido USC contra Edgar Allan. Los Trojans se lanzaron contra los Ravens, pero no
fueron lo suficientemente buenos. Perdieron, aunque por el margen más pequeño que
alguna vez habían logrado.
Jeremy se tomó bien la pérdida en su entrevista posterior al juego y no expresó
ningún arrepentimiento por cómo habían resultado las cosas. Dejó de lado cada
oportunidad para hablar del feo estilo de juego de los Ravens, pero se animaba cuando
se hablaba sobre lo cerca que habían estado de una victoria.
—Casi lo tuvimos, ¿Verdad? —Dijo Jeremy—. No creo que nadie esperase que
nos acercáramos tanto. Se siente realmente diferente sin Kevin y Jean en la línea.
—La peor época del año para que alguien resulte lesionado —coincidió el
periodista. Tetsuji había anunciado a principios de la semana que Jean estaba fuera de
la cancha con un mal esguince— Corre el rumor de que Jean no llegará a tiempo para
la final.
—Sí, hablé con Jean a principios de esta semana. Definitivamente ha terminado
por este año, pero volverá en otoño. La única diferencia es que no volverá a estar de
negro— Jeremy mostró una sonrisa dentuda y no esperó a que le pidieran
explicaciones— Ayer nos envió un fax por el último papeleo que necesitábamos para
que esto fuera oficial, así que me permito decirte que se trasladará a la USC para su
último año.
—Déjame asegurarme de que te escuche correctamente —dijo el periodista—
¿Jean Moreau está dejando a Edgar Allan por la USC?
—Encargamos su equipo esta mañana —dijo Jeremy—. ¡Aunque tendremos que
sacarle un poco de sol este verano! Está un poco pálido para lucir el rojo y el oro en
este momento— Se rio como si esta noticia no fuera a causar un alboroto con los
fanáticos rabiosos de Edgar Allan— Desafortunadamente su número ya fue tomado,
pero Jean dijo que podemos reasignarlo a lo que sea que esté libre. Le diré que te diga
cuál será su nueva identidad.
— ¿Puedes decirnos por qué se está transfiriendo?
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Traducción por:
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Traducción por:
para que lo descubrieran, sino que se bajó del banco y se dirigió hacia la puerta. Neil
le siguió junto a Kevin justo detrás de él, y los primos los alcanzaron en el auto. El
viaje de Sweetie's a Eden's Twilight fue silencioso, y Andrew los dejó en la acera,
como de costumbre. Kevin recogió una ficha de estacionamiento para él, mientras que
los guardias le dieron a Nicky y Aaron bienvenidas entusiastas. Entraron en busca de
una mesa a medida que Andrew se alejaba.
Todavía no había mesas libres, pero había espacio suficiente para un cuerpo en
el bar. Nicky robó el taburete y saludó cuando captó la mirada de Roland. Éste llegó
tan pronto como terminó sus órdenes actuales.
—Mucho tiempo sin verte —saludó Roland, y agregó —De nuevo. Ustedes
deben dejar de perder contacto.
—Ha sido un año loco —dijo Nicky.
—Eso escuché —dijo Roland, y miró más allá de Nicky a Neil— ¿Cómo estás?
—Estoy bien —dijo Neil.
Roland parecía listo para decir algo más, pero después de una mirada entre
Nicky y Aaron negó con la cabeza. Empezó a trabajar mezclando sus bebidas, y Nicky
le obsequió historias sobre sus vacaciones de primavera. El club era demasiado
ruidoso como para que Neil escuchara la aproximación de Andrew, pero de repente,
Andrew estaba presionado a su lado en medio de la multitud. Roland miró de Andrew
a Neil y de nuevo, con el ceño fruncido un poco en una preocupación mal disimulada.
Neil se dio cuenta de que estaba buscando una señal de que estaban bien después de lo
que había pasado en enero.
Nicky sabía cuándo estaba siendo ignorado, y no tuvo problemas para
interpretar la mirada penetrante de Roland. Interrumpió su propia historia para exigir.
— ¡No te atrevas a decirme que supiste sobre ellos antes que yo! Oh, Dios mío
—dijo ante la mirada sorprendida y culpable de Roland—. Oh, Dios mío, lo sabías,
¿Cómo diablos? Nos dimos cuenta sólo hace un par de semanas. ¿Cuánto tiempo hace
que sabes que Andrew es gay?
— ¿Son ellos pareja ahora? —Preguntó Roland en lugar de responder. Su
sonrisa regresó, amplia y complacida, y dejó de llenar su bandeja para servirles shots.
Siempre optimista, también sirvió uno para Neil. Nicky pasó las copas y Neil aceptó la
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Traducción por:
suya después de una ligera vacilación. Roland tomó su propio shot y lo tomó en
nada— Voy a beber por eso. Ya era hora, maldición.
—No es algo de lo que estar orgulloso —dijo Aaron.
—Hater —dijo Nicky, y medio giró para asegurarse de que Neil no estaba
empeñando su bebida en Andrew. Tomaron sus tragos como uno y Roland recogió las
copas vacías.
Nicky señaló a Roland mientras volvía a mezclar bebidas.
—Por cierto, noté que evitas mis preguntas. No eres astuto, ¿Y qué quieres decir
con ya era hora, maldición?
—Puedes sacar esa historia de Andrew —contestó Roland.
—Obtener respuestas de estos dos es como tratar de hacer sangrar una piedra —
dijo Nicky—.Es imposible y estoy por romperme los dedos por intentarlo. ¿Cómo lo
supiste? ¿Tu radar gay es más avanzado que el mío o…? —Nicky se quedó
boquiabierto al escucharlo— Espera. De ninguna manera. ¡De ninguna manera!
¿Ustedes dos…?
—No —interrumpió Aaron—. Simplemente no lo digas. No quiero escucharlo.
No quiero pensar en eso. Quiero beber y pretender que no conozco a ninguno de
ustedes.
—Pensé que éramos amigos —le dijo Nicky a Roland—. ¿Cómo pudiste
ocultarme esto?
—Soy camarero —dijo Roland— No derramo bebidas ni los secretos de otras
personas. Con esa inoportuna excepción —se corrigió a sí mismo con una pequeña
mueca ante el impasible Andrew— Lo siento por esa vez, por cierto. No fue mi
intención.
—Roland, ahora estamos peleados —declaró Nicky con un bufido— Quizás
puedas recuperar mi amistad con suficientes bebidas esta noche. Vamos, Aaron,
veamos si hay una mesa.
Kevin se fue con ellos, probablemente para alejarse del giro que esta
conversación había tomado. Andrew tomó el taburete para que nadie pudiera
interponerse entre él y sus bebidas, y Neil permaneció tan cerca de su espalda como
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Traducción por:
pudo. Roland dividió el contenido de una coctelera entre dos vasos altos, sirvió un par
de sodas para Neil y terminó. Enjuagó la misma en un fregadero que llegaba a la altura
de su cintura y deslizó su bandeja increíblemente repleta aún más cerca de Andrew.
—Entonces, respecto a esas esposas acolchadas —dijo Roland, y se rio de la
mirada que Andrew le dio.
Tan pronto como Roland se fue para controlar al resto de sus clientes, Andrew
se dispuso a reorganizar sus bebidas en un nuevo orden indeterminable. Nicky todavía
no había regresado cuando éste terminó, así que Andrew comenzó a tomar la bebida
más cercana. De pie allí mirándolo, Neil pensó que no le importaría esperar a un
asiento toda la noche. Su reloj todavía estaba funcionando, pero sus días numerados
seguían un horario diferente ahora. Neil tenía todo el tiempo del mundo, y eso dejaba
un calor en su estómago más fuerte que cualquier whisky.
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Como USC perdió dos juegos semifinales seguidos, el ERC canceló el tercer
partido de semifinales. No tenía sentido enfrentar a los Foxes y los Ravens el uno
contra el otro cuando ambos ya habían calificado para la final. En cambio, a las dos
escuelas se les dio una semana libre para descansar, recargarse y defenderse de una
prensa hambrienta de historias.
Los Foxes sonaban seguros cada vez que tenían un micrófono o cámara en sus
caras, y no siempre era un acto. Su odio total hacia Riko ayudaba a calmar sus nervios.
Los Ravens tenían poco que decir sobre los Foxes, pero eso fue probablemente porque
estaban lidiando con las consecuencias de la abrupta transferencia de Jean. Éste era el
atleta más buscado en las noticias de la NCAA en estos días, pero se negaba a
anunciar su paradero actual o hablar con la prensa. Su silencio no hizo favores a los
Ravens ya que después de la audaz entrevista de Kevin, las especulaciones y los
rumores comenzaron a ponerse un poco salvajes.
El lunes por la tarde, Wymack le dijo a su equipo que el último juego sería en el
Castillo Evermore. La noticia no fue bienvenida con optimismo, pero tampoco fue una
sorpresa. Debido a que era el doble como la cancha de la selección nacional, el estadio
de Edgar Allan era la mitad de grande que el de Palmetto State. Necesitaban todos los
asientos que pudieran obtener. Wymack aún no creía que fuera lo suficientemente
grande como para un enfrentamiento como este, pero definitivamente no había espacio
en Carolina del Sur para acomodar a la multitud que venía a ver el campeonato final.
Al final del anuncio, Wymack pasó una pizarra. Edgar Allan iba a reservar una
sección de “amigos y familiares” justo detrás del banco de Visitantes. Se les dieron
dieciocho asientos para dividirse entre los nueve, y Wymack necesitaba una lista de
nombres para poder reservar los asientos lo antes posible y empezar a trabajar en los
arreglos de viaje desde el aeropuerto hasta Edgar Allan.
Dieciocho no parecían muchos, pero los Foxes no podían llenarlos. Nadie en el
grupo de Andrew necesitaba alguno, y Allison pasó la pizarra sin dudarlo. Renee
necesitaba uno para su madre adoptiva y donó el segundo a Matt para que su padre
pudiera traer a su amante actual. Dan fue la última, por lo que supo cuántos asientos
libres tomar.
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Wymack no pareció sorprendido de verlo, pero hizo que Neil jurara que no
fallaría en ninguna clase antes de prestarle los juegos para que los mirara. A la mañana
siguiente, Neil ni siquiera intentó ir a la clase. Entre partidos, Neil corrió durante
vueltas y realizó ejercicios complicados.
Corrió por el estadio despacio para que sus piernas pudieran recuperarse antes
de la práctica de la tarde. Pero luego se obligó a ir más rápido, más rápido, más rápido
y sabía que no sería de ayuda.
Los Raven habían sido un rayo en la cancha; rara vez llevaban la pelota por más
de unos pocos pasos porque habían perfeccionado el arte de pases imposibles.
Destruyeron a los Foxes con sus trucos en octubre pasado. Kevin había pasado meses
enseñando a Neil cómo jugar así, pero eso no significaba nada ahora. No importaba si
Neil y Kevin podían anotar si su defensa no podía mantener la línea y controlar esa
brecha de puntos.
Cada partido que Neil jugaba parecía llevarlos hacia ese camino y él pensó que
se enfermaría. Aaron y Andrew cancelaron su sesión del miércoles con Dobson para ir
a entrenar a tiempo, pero Kevin se saltó la práctica del jueves por la noche. No tenía
ninguna explicación aparte de “Tengo que encargarme de algo” y dejó a Neil a cargo.
Decirles a los demás qué hacer era tan terrible como Neil esperaba que fuera, pero
Neil no tuvo tiempo de dudar. Tendrían un juego en dos días y Neil era la única
persona que conocía todos los ejercicios de los Ravens. Guio a sus compañeros de
equipo a través de ellos, sabiendo que no podían dominarlos en tan poco tiempo, pero
necesitándoles saber a qué se enfrentaban el viernes. Hicieron muchas preguntas, pero
no retrocedieron, y luego Dan murmuró en su oído:
—Muy bien hecho, Capitán.
No abandonaron la cancha hasta después de la una, pero cuando llegaron a los
dormitorios, los nervios de Neil anularon su cansancio. Permaneció en su escritorio
mientras los otros se cambiaban para ir a la cama, mirando sus libros de texto sin
realmente verlos. Pasó medio ciego por cada uno de sus cuadernos, y luego empujó
todo a un lado. Quería ir a correr, pero también sabía que su cuerpo necesitaba
descansar después de las largas prácticas de hoy. Se conformaría con pasear, pero no
quería que los demás supieran que estaba ansioso. Sentía que la duda podría deshacer
todo para lo que habían estado trabajando.
Nicky regresó a la sala de estar.
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—Drogadicto.
—He estado esperando eso desde junio —dijo Neil— Has estado esperando más
tiempo.
Andrew no se molestó en negarlo. Ya casi había amanecido cuando finalmente
se acostaron, pero Neil pudo recuperar las horas en el viaje en autobús hacia el norte.
Se escondió bajo sus mantas y soñó con Evermore desmoronándose sobre su cabeza.
Faltando una hora para el juego, el estacionamiento en el campus de Edgar
Allan estaba lleno. Los terrenos del estadio estaban llenos de fanáticos vestidos de
negro. Explosiones de incoherentes flashes de cámara y fuertes cuerpos vestidos en
trajes marcaron la llegada de celebridades de renombre. En todas partes, Neil veía
policías, y toda una sección estaba acordonada para furgonetas de noticias.
Neil miró a sus compañeros de equipo. Nicky tamborileó con los dedos sobre
sus caderas mientras lo asimilaba todo. Aaron estaba parado hombro con hombro con
Katelyn, sus nudillos blancos por lo apretado que estaba sosteniendo su mano. Andrew
no parecía impresionado por el manicomio en el que habían entrado, pero su mirada
tranquila siguió a la multitud en busca de amenazas. Renee estaba jugueteando con su
collar de cruz, su mirada distante mientras rezaba. Dan y Matt estaban cogidos del
brazo detrás de ella, dos fuertes pilares listos para una pelea. El golpeteo rápido del
tacón de Allison contra el asfalto disimulaba su inquietud, pero tenía una mirada
despectiva.
Al otro lado de Neil, Kevin era intocable. Éste había mostrado su nuevo tatuaje
tan pronto como subieron al autobús. La celebración del equipo hizo que a Neil le
costara dormir, pero no podía envidiar su emoción. Wymack no había reaccionado con
más que una sonrisa rápida y apretada, lo que significaba que lo había sabido antes
que cualquiera de ellos. Neil pensó en los tatuajes de llamas tribales en los brazos de
Wymack y se preguntó si Wymack había reclutado a su propio artista para el trabajo.
Al menos explicaría cómo Kevin había regresado a la residencia la noche anterior
cuando apenas podía caminar.
Neil no sabía cuál fue la última gota que colmó el vaso para Kevin, pero
aparentemente el espectáculo de la noche anterior no había nacido de la grandeza del
borracho. Kevin se había comprometido; No había vuelta atrás. Ahora se enfrentó al
Castillo Evermore como si no fuera más que otra parada sin valor en su camino a la
gloria. Neil no sabía si esa determinación era genuina o pura fuerza de voluntad, del
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mismo modo que no sabía cuánto de ese desdén era un frente para que la prensa lo
entendiera. Neil tenía la sensación de que el desafío de Kevin era al menos nueve
décimas de verdad, y eso era suficiente para mantener los nervios de Neil a raya.
Dos mujeres recogieron el escuadrón Vixen. Cuatro guardias de seguridad
escoltaron a los Foxes desde el autobús hasta el estadio, mientras otros seis montaban
guardia a lo largo de la corta ruta. Fue un poco excesivo, tal vez, pero la junta de
Edgar Allan no quería arriesgarse. Las cámaras parpadearon cuando los Foxes
pasaron, y era solo cuestión de tiempo antes de que alguien se diera cuenta de que la
tinta de Kevin había cambiado. Un grito de incredulidad llamó toda la atención a la
cara de Kevin, y de repente diez guardias parecían completamente insuficientes. Hubo
un coro de abucheos por todos lados mientras la noticia se extendía entre la multitud,
pero rompiendo esa desaprobación viciosa hubo unos pocos gritos dispersos de
¡Reina!
Kevin aguantó toda la situación con una expresión altiva en su rostro. Era la
primera vez que Neil estaba en el vestuario de los Visitantes de Evermore. Kevin les
había advertido sobre el viaje, pero sus palabras no pudieron evitar que Neil sintiera
que había entrado en una tumba. Era dos veces más grande que el vestuario de los
Foxes, pero parecía cien veces más pequeño. Las paredes estaban desprovistas de
cualquier decoración y todo era completamente negro desde el piso hasta el techo. Les
pareció costoso de inmediato y los Foxes se dispersaron lo más rápido que pudieron,
arrojando bolsas de color naranja en cada rincón de la habitación para tratar de romper
la aplastante ilusión.
—Edgar Allan extiende su bienvenida a los oponentes de esta noche —dijo uno
de los guardias cuando el equipo dejó de moverse— Los asientos del estadio se han
agotado, al igual que las torres. Los funcionarios estatales y Universitarios están en el
Norte, el tribunal en el Sur y el ERC en el Oeste. Recibimos a doce representantes de
las principales ligas y seis de equipos profesionales. No se acercarán a ninguno de
ellos a menos que un miembro de mi personal los invite a hacerlo.
Esperó un momento para asegurarse de que entendieran.
—Pueden usar libremente el anillo interior durante la siguiente media hora,
momento en el que los Ravens lleguen por el lado de la Casa estarán restringidos a su
mitad del estadio, ¿Tienen alguna pregunta?
Nicky levantó su mano.
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Traducción por:
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pasado años desde la última vez que estuvieron en la misma habitación, ajenos o
completamente indiferentes a las miradas que estaba atrayendo.
El resto de los invitados de los Foxes se presentaron solo un par de segundos
más tarde, ya que Wymack había arreglado una van desde el aeropuerto para ellos.
Wymack despidió a su equipo, sabiendo cuánto necesitaban caras amigas en este
momento.
Allison no había traído a nadie, pero siguió a los estudiantes de último año a las
gradas. Aaron se dirigió hacia las Vixens para hablar con Katelyn. Neil se quedó con
Andrew y Kevin y simplemente miró.
Cuatro de las hermanas de Dan vinieron. Llevaban vestidos de verano blancos
que habían alterado, por lo que tres deletrearon FOX. El cuarto lucía una pata de zorro
que ya empezaba a perder una almohadilla de pie. Prácticamente aplastaron a Dan,
sofocándola con un abrazo grupal antes de adularla. Fueron igual de rápidas para
abrazar a Allison, y la familiaridad en sus sonrisas fáciles decía que la habían visto al
menos una vez antes.
Stephanie Walker estaba en el próximo asiento, y se aferró a Renee para
siempre. Los padres de Matt tenían los asientos al lado de ella. La trenza de su madre
estaba teñida de naranja y ella llevaba un mono igual de brillante. Matt había hablado
de su madre lo suficiente como para que Neil supiera cuánto la adoraba. De alguna
manera, todavía estaba sorprendido de cuán descaradamente ese amor había sido
devuelto. Había un orgullo feroz en la sonrisa de Randy Boyd que le recordó a Dan, y
jugó con las púas en las que se había peinado. El padre de Matt era un poco más
reservado, pero sonrió cuando le dio una palmada en el hombro a Matt en saludo. La
mujer que él había traído como su invitado parecía apenas mayor que Matt, y ni ella ni
Matt se reconocieron.
Betsy Dobson fue la última en entrar. Andrew no le había guardado una entrada,
así que Neil asumió que Wymack y Abby la habían invitado. Andrew no pareció en
absoluto sorprendido de verla, pero se acercó a ella tan pronto como ella se instaló.
Ella sonrió ante su acercamiento e hizo un gesto a su alrededor. Neil no podía oírla
entre la multitud, pero supuso que estaba haciendo sus habituales observaciones
redundantes. Neil miró hacia otro lado antes de que ella lo atrapara mirando y volvió
su atención a la multitud.
—Ustedes dos podrían al menos decir hola —comentó Wymack, algo ofendido.
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—He estado yendo y viniendo —dijo Stuart—. Hubiera venido por ti antes, pero
él nos dijo que no interfiriéramos hasta que tomara una decisión— Neil no tuvo que
preguntar a quién se refería con “él”. Stuart esperó a que Neil asintiera antes de
continuar— La muerte de tu padre dejó un vacío que no es fácil de llenar. El pequeño
jefe está limpiando la casa y reduciendo las pérdidas donde puede, llevándose gente de
California a Carolina del Sur. Policías, doctores, espías, no importa. Si existe la
posibilidad de que sean una carga para su nuevo reinado, están muertos. Cosa
interesante, la remodelación de un imperio. Sangriento, también.
— ¿Había gente en Carolina del Sur? —Preguntó Neil. Tan pronto como lo dijo,
su corazón dio un vuelco—. Espera, ¿Doctores? ¿Médicos o psiquiatras? ¿Tienes
nombres?
—Me mantengo al margen de los detalles a menos que pertenezcan a mí —dijo
Stuart— ¿Buscas a alguien en específico?
—Un psiquiatra en Columbia, Proust. Trabajó en Easthaven, se dejó comprar y
lo utilizó en el hermano equivocado. Le dije… al pequeño jefe —dijo Neil después de
un pequeño momento de vacilación.
—Lo investigaré —dijo Stuart. Lanzó una mirada casual y dijo— Sabes que
todavía te están mirando, ¿verdad? Están esperando que te tropieces, esperando a ver
si alguien es lo suficientemente estúpido como para morder el anzuelo. Tienen un cebo
y espía en todos. Sé inteligente, ¿sí? Tú te metiste en esto, lo que significa que no
puedo protegerte si las cosas se van abajo de nuevo.
—Tendré cuidado —dijo Neil— Gracias.
—Mentón arriba —dijo Stuart, enderezándose— Mira hacia adelante. El
pequeño jefe está aquí esta noche. No lo hagas arrepentirse de invertir en ti.
Neil no fue tan estúpido como para mirar la torre Este. Él solo asintió y vio a
Stuart desaparecer entre la multitud. Volvió corriendo a Wymack y decidió que era
mejor no decirle a Kevin quién estaba presente esta noche. Wymack le dio a su equipo
un minuto más para socializar, luego los llevó a los vestidores. Se cambiaron lo más
rápido que pudieron, sus ánimos restaurados por el entusiasmo de sus invitados, y
corrieron sus vueltas alrededor del anillo interior hasta que aparecieron los Ravens.
Neil pensó que la multitud era ruidosa antes, pero la bienvenida que le dieron a
su equipo local hizo que le zumbaran los oídos. Los Foxes se retiraron al vestuario
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Traducción por:
para estirar y salvar sus tímpanos. Se tomaron su tiempo para ponerse el resto del
equipo y volvieron a encontrarse en la sala principal. Wymack les dio un minuto para
respirar antes de enviarlos al ring interior una vez más. Los árbitros de esta noche se
dividieron entre la Casa y los Visitantes y estaban esperando junto a las puertas de la
cancha para dejar entrar a los equipos. Los Ravens eran una corriente interminable de
negro que entró desde el lado opuesto, y Neil trató de no mirar. Los calentamientos
nunca se habían sentido tan cortos; en un minuto Neil estaba ocupando su lugar y al
siguiente estaban siendo llamados para la presentación antes del partido.
La banda itinerante de Palmetto State, Orange Notes, había encontrado sus
lugares en algún momento, y ellos tocaron la canción del equipo con orgullo
descarado tan pronto como el locutor terminó de leer en el roster de los Fox. El locutor
esperó a que la última nota se desvaneciera antes de pasar a la alineación de los
Ravens. La canción del equipo de Edgar Allan sonaba tan maliciosa como siempre, y
la batería continuó en un ritmo pesado mucho después de que el resto de la banda
quedó en silencio. La multitud avanzó a trompicones hasta que todo el estadio pareció
ser una misa conjunta, retorcida y enojada. Neil no sabía si eran las reverberaciones de
su locura o su pulso caótico lo que lo estaba ahogando.
Dan se encontró con Riko en la cancha para lanzar una moneda y ganó el primer
saque de los Foxes. La multitud continuó como si pensaran mantener el ritmo toda la
noche. Wymack tuvo unos minutos antes de comenzar las alineaciones necesarias en
la cancha, por lo que acercó a su pequeño equipo lo suficiente como para poder
escucharlo.
—Apesto en este asunto de la charla, pero Abby me amenazó con una muerte
espantosa si no hacía algún tipo de esfuerzo esta noche. Esto es lo que se me ocurrió
después de una hora de pensarlo. Aún no lo he ensayado, así que tendrán que fingir
que es algo pulido y alentador, ¿De acuerdo?
Los miró, atrapando y sosteniendo los ojos de cada jugador por un momento.
—Quiero que cierren los ojos y piensen por qué están aquí esta noche. No me
digan “venganza” porque ya la han obtenido solo por estar aquí esta noche. Ya no se
trata de Riko —dijo Wymack—Esto no se trata de los Ravens. Esto es sobre ustedes.
Esto es todo lo que los llevó a llegar a este punto, todo lo que les costó, y todos los que
se rieron cuando se atrevieron a soñar con algo grande y brillante. Están aquí esta
noche porque se negaron a rendirse y se negaron a ceder. Están aquí donde todos
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Traducción por:
dijeron que nunca estarían, y nadie puede decir que no se han ganado el derecho de
jugar este juego.
“Todos los ojos están puestos en ustedes. Es hora de mostrarles de qué están
hechos. No hay lugar a dudas, no hay espacio para segundas conjeturas, no hay
margen de error. Esta es su noche. Este es su juego. Este es su momento. Aprovechen
todo lo que tienen. Saquen todos sus trucos y den todo en la línea. Luchen porque no
saben cómo morir en silencio. Ganen porque no saben cómo perder. Este rey gobernó
el tiempo suficiente, es hora de derribar su castillo.
Una campana de advertencia sonó por encima. Wymack les palmeó las manos y
dijo:
— ¡Vamos!
— ¡Foxes! —Rugieron en respuesta, y la formación inicial se dirigió hacia la
puerta. Los Ravens primero tomaron la cancha y se acomodaron en sus lugares. Riko
fue el primero en aparecer, así que Neil asumió que jugaría este juego como lo hizo en
el último: aparecer en la cancha durante el primer y último cuartos del juego. Kevin
fue el primero en llamar a los Foxes, pero Neil estaba muy cerca de él. Se dirigieron a
los puntos de inicio de los ofensores en la línea de medio campo. Neil mantuvo sus
ojos en Riko, sabiendo que éste ya debería haber oído sobre el tatuaje de Kevin. Él
estaba en lo correcto; Neil estaba todavía a seis metros de distancia cuando vio la ira
helada en la cara de Riko.
Riko no habló hasta que Kevin y Neil se quedaron quietos, y luego dejó escapar
un montón de vicioso japonés. Kevin lo ignoró hasta que Riko dijo algo más, luego
deslizó una fría mirada hacia éste y respondió. Neil no sabía lo que decía, pero Riko
giró sus manos enguantadas alrededor de su bastón como si se estuviera imaginando
que rompía el cuello de Kevin. Molestar a Riko justo antes de un partido tan
importante era tan estúpido como estimulante. Neil ya no podía escuchar a la multitud
a través de la sangre que corría por sus oídos.
Miró el reloj cuando el último Fox se quedó quieto y observó hasta que pasaron
la marca de los diez segundos. Echó un vistazo más allá del otro ofensor hacia el
árbitro y su primera marca, contando en reversa en su cabeza. A los dos segundos vio
al arquero, e imaginó el gol floreciendo de rojo con un punto de los Foxes. Al segundo
uno sonó el timbre, y Dan disparó el primer servicio de la noche.
[392]
Traducción por:
Habían pasado casi siete meses desde que los Foxes y los Ravens se habían
enfrentado por última vez en la cancha, y a los Ravens no les tomó mucho tiempo a
darse cuenta de que se enfrentaban a un equipo completamente diferente. El otoño
pasado, los Foxes jugaron el partido como una pérdida segura antes de incluso pisar la
cancha.
Habían jugado contra los Ravens porque tenían que hacerlo, pero lo miraron
más allá de la esperanza de los campeonatos de primavera. Esta noche, animados por
la determinación y medio borrachos por la desesperación, los Foxes tuvieron el
comienzo más fuerte que habían tenido en todo el año.
Los Foxes eran feroces, pero los Ravens estaban enojados. Neil podía sentirlo
como veneno en la cancha, una mala vibra que hacía que cada instinto de
supervivencia en su cuerpo siseara. El hazmerreír de la NCAA no debería haber
llegado tan lejos ni haberles costado tanto. Perdieron a Jean, sufrieron una
investigación interna exhaustiva y aguantaron el violento dolor de Riko a raíz de la
muerte de su padre. El ataque de sus fanáticos contra Palmetto State y las veladas
acusaciones de Kevin les habían causado mucha presión. Hubo rumores de que Edgar
Allan quería cerrar el Nido y reintegrar al equipo con el resto del campus por su propia
seguridad psicológica. Ahora Kevin había aparecido en la cancha con una mueca y un
nuevo tatuaje, y los Foxes los enfrentaron como si no dudaran que podían ganarían.
Los Foxes no eran el mismo equipo, pero tampoco lo eran los Ravens. No se
habían tomado a los Foxes en serio el otoño pasado. Ahora tenían que hacerlo, y no
reservaron nada de sí mismos.
El juego no comenzó con mucha violencia, pero no tardó en llegar allí. Los
cuerpos se estrellaron contra los muros de la cancha y el piso; los palos se agrietaron
juntos y apenas echaron de menos las miradas entre los cascos. El traqueteo y el
deslizamiento de las raquetas deslizándose contra el suelo, con fuerza fuera de las
manos enguantadas, resonaron en los oídos de Neil mientras se empujaba cada vez
más rápido. La defensa y los distribuidores de los Foxes lucharon con uñas y dientes
para proteger su arco y despejar la bola, pero las buenas intenciones y la fuerza no
podían durar mucho. Los defensores simplemente no fueron lo suficientemente
rápidos para competir. Renee dio todo lo que tenía detrás de ellos, pero Riko y Engle
hicieron estallar sus bolas en rápida sucesión. Cada vez que el arco se iluminaba de
rojo para los Ravens, Neil se estremecía.
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Traducción por:
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Traducción por:
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Traducción por:
golpeándolo. No se detuvo con un solo golpe, sino que lo siguió cazando. Los árbitros
abrieron las puertas, pero los equipos fueron más rápidos para interponerse en la lucha.
Los únicos que no se unieron a la refriega fueron los arqueros, que se pararon en
las líneas marcando sus límites y observaron. Se necesitaron los seis árbitros para
romper la lucha. Reacher fue expulsado de la cancha con una tarjeta roja, y Kevin y
Matt recibieron amarillas.
Kevin anotó luego de esa sucia jugada, y eso no hizo nada para mejorar el
estado de ánimo. En lugar de perseguir a Kevin nuevamente, los Ravens volvieron su
atención hacia los defensores y hacia Andrew. Matt y Aaron estaban tropezando más
de lo normal, ya que sus marcas los hacían caer a cada momento. La irritación hizo
que Matt y Aaron retrocedieran un poco más y Neil supo que no pasaría mucho tiempo
hasta que uno de ellos perdiera los estribos. Por ahora, Allison era la voz de su furia,
gritando amenazas e insultos a cada Raven en la cancha.
La siguiente vez que Jenkins rodeó a Aaron, disparó un balón que rebotó antes
de llegar la meta. Era obvio que Andrew llegaría primero, pero Williams fue detrás de
todos modos.
Cuando Andrew despejó el balón, Williams debería haberse desviado del rumbo
y haber girado hacia atrás para reagruparse. En cambio, Williams se estrelló a toda
velocidad contra Andrew y lo aplastó contra la pared. El arco se volvió rojo cuando
los sensores incorporados confundieron su peso como un punto. La multitud afuera se
sorprendió con un silencio temporal; agredir a un arquero era una de las peores
ofensas en el juego.
Para cuando recobraron el juicio lo suficiente para rugir, Andrew ya había
alejado a Williams de él. Dio un paso atrás alejándose de la pared y se detuvo. La
armadura de los arqueros tenía como objetivo protegerlos de las pelotas de alta
velocidad, no de las raquetas y los cuerpos. Andrew había perdido el aliento.
Neil cerró el espacio entre ellos como si no fuera nada. No recordaba haber
dejado caer su raqueta, pero de repente tenía ambas manos libres. Los plantó contra
los omóplatos de Williams y los empujó tan fuerte como pudo para hacerlo caer.
Jenkins arremetió salvajemente contra su compañero de equipo, pero no pudo detener
su caída, y Williams se golpeó las rodillas con fuerza. Matt arrastró a Neil antes de
que pudiera ir tras él de nuevo.
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Traducción por:
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Traducción por:
desesperado como para intentar cualquier cosa en este momento. De cualquier forma,
Dan salió a la cancha un par de segundos más tarde. Allison la miró, asumiendo que la
estaban intercambiando. Dan le pidió a ella que ocupara su lugar y tomó el puesto de
inicio de un ofensor por un gol de falta.
—Estás loco —le dijo Neil a Andrew en voz baja.
—Eso no es noticia para nadie —contestó Andrew.
Neil negó con la cabeza y se movió a su nuevo lugar al lado de Riko. Éste miró
a Dan, a Andrew y luego a Neil otra vez. Le tomó solo un segundo para armarlo todo,
y su sonrisa fue fría.
Tal vez tenía derecho a sentirse satisfecho. No importaba que Neil hubiera
comenzado este juego como un defensor. Había estado alejado de la cancha durante la
mitad de su vida y había pasado los últimos dos años perfeccionando sus habilidades
como ofensor. Riko había visto por sí mismo durante las vacaciones de Navidad cómo
era en práctica y el miserable estado en el que Neil se encontraba como defensor.
Lo que Riko olvidó fue que Neil no había pisado la pista de Raven hasta que
Tetsuji lo golpeó y dejó inconsciente. La salud de Neil había empeorado a partir de allí
gracias al constante abuso de Riko. Esta noche Neil estaba en forma perfecta, y estaba
furioso con los Ravens por herir a sus Foxes.
Andrew golpeó la pelota en la cancha y comenzó la lucha hasta la última
campanada. Neil persiguió a Riko a cada paso del camino, usando su bastón y su
cuerpo para arruinar los disparos de Riko y alejarlo de Andrew. Se peleaban
mutuamente por la cancha, agachándose y lanzándose, esquivando y golpeándose, casi
tropezándose entre sí en todo momento. Riko usó cada truco que tuvo para esquivar a
Neil, pero no pudo superarlo por mucho tiempo.
Los minutos se estiraron sin un tiro claro a la meta. Riko gruñó algo odioso a
Neil mientras Andrew sacaba su última oportunidad. Neil se rio de él, sabiendo que
solo lo enfurecería aún más. La impaciencia y la furia de Riko eran combustible, lo
que le daba velocidad a Neil y le hacía olvidar la creciente quemadura en sus muslos y
pantorrillas. Algo en su hombro saltó y se entumeció un poco cuando él y Riko
cayeron al suelo por enésima vez. Como no le dolió, Neil no se detuvo a preocuparse
por eso. Él estaba parado y tras la pelota antes de que Riko lo estuviera, y se lo pasó a
Allison.
[399]
Traducción por:
Ella se la dio a Kevin, Kevin a Dan, Dan a Kevin y éste anotó. Así quedaron
empatados, ocho y ocho.
Nadie anotó durante diez minutos más, y no por falta de intentos. Finalmente,
Berger rodeó a Aaron para un tiro rápido al arco. Andrew no fue lo suficientemente
rápido, y golpeó su raqueta contra la pared cuando el arco se volvió rojo. La irritación
de Andrew fue tan inspiradora como la de Riko, pero Neil no podía contener la
defensa solo y Aaron había ido tan lejos como pudo. La siguiente vez que los Ravens
cometieron una falta sobre los Foxes y éstos obtuvieron posesión de la pelota de
nuevo, Wymack envió a Nicky y a Matt.
Neil esperaba que lo sacaran, pero Nicky cambió posiciones con una Allison
exhausta y Matt se hizo cargo de Aaron. La sonrisa que Matt le disparó a Neil fue a la
vez alentadora y apologética. Neil le devolvió una sonrisa apretada, y avanzaron como
uno solo. Con tres líneas de defensa en la cancha, la defensa finalmente tuvo la
oportunidad de reagruparse, y en los últimos cinco minutos del juego cerraron la
ofensiva de los Ravens. Riko y Berger realizando sus tiros con mayor distancia porque
no tenían otra opción, y Andrew desvió todos sus intentos de anotar. En el otro lado de
la cancha, Kevin anotó en un rebote, haciéndolos empatar en puntaje una vez más.
Era un tiroteo, notó Neil, y la idea de enfrentar al arquero de los Ravens cuando
estaba tan agotado era una perspectiva aterradora. Neil había gastado toda su energía,
consumido por la emoción del partido, y continuaba moviéndose por una sensación de
autoconservación sin sentido. Sus piernas y pulmones estaban ardiendo, y el
entumecimiento en su hombro había sido reemplazado por calor. Le dolían las
muñecas y los brazos, y le dolía todo el cuerpo por golpear a Riko y al suelo. Le
dolían los codos a causa de los constantes controles del palo, ya no podía sentir su
piel, y había una posibilidad de que Riko le hubiera roto uno o dos dedos la última
vez que pisó su pie.
Neil no sabía que habían llegado al último minuto del juego hasta que el timbre
sonó. Su cuerpo sabía lo que significaba ese sonido y finalmente lo abandonó. Cayó de
rodillas y apenas logró agarrarse con las manos. Su estómago se retorció dentro de él,
pero no tenía fuerzas para vomitar. Los músculos con falta de oxígeno se sentían como
si se estuvieran desintegrando, pero le dolía demasiado respirar. La boca de Neil
trabajó en jadeos cortos que no hicieron nada por ayudarlo.
El timbre sonó de nuevo, y el corazón de Neil se detuvo.
[400]
Traducción por:
El zumbido en sus oídos no era del todo parte de su interior. Sus compañeros de
equipo estaban gritando sin palabras, gritos de guerra de incredulidad y victoria. Los
dedos de Neil se estremecían tanto que fue casi imposible deshacerse las correas de su
casco, pero finalmente logró arrojarlo a un lado. Él parpadeó para quitarse el sudor de
los ojos y miró hacia el marcador.
Diez y nueve, favor de los Foxes, Kevin había anotado en los últimos dos
segundos del juego.
Neil deseó poder sonreír, pero necesitó toda su fuerza solo para mirar a Riko. El
capitán de los Ravens y Rey del Exy estaba mirando el marcador como si esperara que
cambiara. Los Foxes corrieron los unos hacia los otros, todavía gritando lo más que
podían, pero los Ravens se quedaron quietos como piedras. Era la primera derrota en
la historia de Edgar Allan, y habían caído ante el oponente más improbable.
Neil inspiró profundamente.
—Te preguntaría cómo se siente, pero supongo que siempre has sabido lo que es
ser el segundo, pedazo de mierda inservible.
Finalmente, Riko apartó su mirada del tablero. Miró a Neil, con la cara
inexpresiva y aturdida, y la repulsión torció su expresión en algo terrible. Subió su
raqueta a la altura de su cabeza, pero a Neil le llevó un momento darse cuenta de que
Riko iba a golpearlo. Dan gritó su nombre desde la mitad de la cancha, pero no había
nada que pudiera hacer excepto ver cómo la raqueta de Riko comenzaba a descender.
Apenas tenía la fuerza para respirar. Esquivar estaba fuera de discusión.
La raqueta de Riko se acercó lo suficiente para que Neil pudiera oír al viento
entre las cuerdas de la misma, y luego una segunda raqueta salió de la nada, grande,
brillante y anaranjada. Andrew envió su raqueta hacia atrás con un giro y atrapó a
Riko de su antebrazo. Sus huesos dieron un crujido nauseabundo cuando se
rompieron. La raqueta de Riko cayó sin causar daño a un lado, y él fue el único que
gritó. Tropezó a unos pasos de ellos antes de caer de rodillas y sostener su brazo
contra su estómago.
Andrew colocó su raqueta frente a Neil a modo de escudo y observó al
colapsado Riko con una mirada aburrida.
[401]
Traducción por:
Neil perdió de vista a Riko cuando los Foxes lo rodearon. Dedos enguantados le
palmearon la cabeza y los hombros, buscando cualquier señal de que había sido
herido. Neil desconectó sus demandas frenéticas, más interesado en escuchar los gritos
interminables y agonizantes de Riko. Entonces Dan tomó su rostro entre sus manos y
lo sacudió.
—Neil —dijo, tan desesperada y temerosa que Neil tuvo que mirarla.
—Oye —le dijo Neil, ronco de agotamiento y embriagador triunfo— Ganamos.
Dan lo abrazó y ahogó una risa que sonó ahogada contra su acolchado hombro.
—Sí, Neil, ¡Ganamos!
[402]
Traducción por:
EPÍLOGO
Debería haber habido una ceremonia cuando Edgar Allan pasó el trofeo del
campeonato a sus sucesores. En cambio, la celebración se pospuso hasta el día
siguiente. En lugar de eso hubo policías y personas de emergencias médicas,
declaraciones y entrevistas. Neil no sabía por qué había esperado algo más cuando los
Foxes estaban involucrados.
Riko fue llevado en una ambulancia, pero los Ravens y Foxes permanecieron en
el estadio hasta las dos y media de la madrugada. La multitud se fue solo cuando la
policía los obligó a irse, y se mantuvieron en un silencio sepulcral al salir por las
puertas de Evermore. Los invitados de los Foxes y Vixens discutieron por el derecho
de quedarse, pero perdieron. Cuando se marcharon prometieron encontrarse con los
Foxes en su hotel.
Éstos se callaron cuando finalmente se les permitió ducharse y cambiarse. Las
largas horas desde la última campana habían desgastado temporalmente su bien
merecida excitación. Estaban adoloridos y agotados hasta el punto de que moverse era
una tarea terrible. Neil se apoyó en la pared de la ducha porque sabía que no debía
sentarse. Se durmió sin intención, pero despertó nuevamente cuando el agua se puso
fría. Bostezó al vestirse y fue en busca de sus compañeros de equipo.
Un guardia de seguridad estaba esperando afuera de la puerta del vestuario para
interceptarlo.
—Neil Josten, tienen algunas últimas preguntas para ti.
Neil se volvió silenciosamente detrás de él y lo siguió hasta el círculo interior.
El estadio estaba completamente vacío y la policía se había ido hacía mucho tiempo.
Neil estaba demasiado cansado para preguntar qué estaba sucediendo, así que anduvo
lentamente detrás del guardia en silencio. A un tercio del camino hacia abajo había
una puerta que usaban los guardias de seguridad para moverse entre el círculo interior
y las gradas. El guardia la abrió e hizo un gesto hacia Neil. La soda derramada hizo
que los zapatos de Neil se pegaran al suelo, y todo el lugar apestaba a comida grasosa
y cerveza.
Pasando el siguiente hueco de la escalera se encontraba la entrada del túnel que
permitía a los fanáticos entrar al estadio desde el círculo exterior. Neil había estado en
[403]
Traducción por:
el círculo exterior de los Foxes solo una vez, ya que la entrada apartada les permitía
eludir los puestos de comida y las tiendas de regalos. El círculo exterior de los Ravens
se parecía mucho al de ellos, a excepción de las pancartas del campeonato que
colgaban de las vigas. Alguna vez una fuente de orgullo, ahora servirían como un
recordatorio visible del fracaso de esta noche.
La palabra “ESTE” se encontraba escrita encima de un ascensor con letras rojas
y negras, y Neil se olvidó de las pancartas. El guardia tuvo que deslizar su placa y
colocó un código de seis dígitos para obtener acceso. Solo había dos botones adentro:
Piso y Torre. Neil cerró los ojos para el viaje a la cima.
El guardia se quedó atrás cuando Neil salió, por lo que éste continuó solo. Un
pequeño pasillo se abrió hacia una espaciosa habitación que Neil reconoció. Nueve
años atrás había estado allí con Riko y Kevin mientras su padre partía a un hombre en
cien pedazos.
Stuart Hartford y un hombre que Neil no reconoció estaban sentados en las
esquinas más alejadas. Tetsuji y Riko se encontraban en uno de los sofás, Tetsuji con
la espalda recta y cara de piedra, Riko cerrado y vacío. Neil vio el yeso blanco que
sobresalía del cabestrillo que los médicos le habían colocado en el brazo. Neil podría
haberlo mirado para siempre, pero Ichirou estaba de pie junto a las ventanas que daban
a la cancha y sabía que no debía ignorarlo. Neil estaba a medio camino entre los
hermanos y centró su mirada en el cuello de Ichirou.
Había tanto silencio que Neil pudo escuchar el reloj de alguien corriendo. Contó
un minuto, luego dos, y nadie dijo una palabra. Finalmente, Ichirou sacó una mano
enguantada de su bolsillo e hizo un gesto. El extraño le trajo una pistola. Neil esperó,
silencioso y sin aliento, a que Ichirou pusiera la pistola sobre él. Podía pedir una
segunda oportunidad, pero no tenía sentido intentarlo. Sus palabras no cambiarían lo
que sucedió esta noche, y ni siquiera Neil podría mentir lo suficiente como para
convencer a Ichirou de que lo sentía.
Ichirou comenzó a avanzar, pero no fue hacia Neil. Se paró frente a su tío y
habló en un tranquilo japonés. Tetsuji escuchó todo en silencio, la expresión
inalterable. Cuando Ichirou se calló, Tetsuji se inclinó sobre sus rodillas. No se volvió
a sentar, incluso cuando Ichirou volteó su pesada mirada hacia Riko. Éste finalmente
se movió lo suficiente como para mirar hacia arriba, y los hermanos se enfrentaron por
primera vez. Ichirou se agachó frente a él, sin palabras y de forma lenta.
[404]
Traducción por:
—Ichirou —dijo Riko, tan ahogado por la emoción que Neil casi no podía
entenderlo.
Podría haber estado maldiciendo el nombre de Ichirou por esperar tanto tiempo
para entrar en su vida. Podría haber estado pidiendo justicia o venganza. Riko abrió la
boca para decir algo más, pero volvió a cerrarla cuando Ichirou acunó la mejilla de
Riko en su mano libre.
No era consuelo, pero Neil no se dio cuenta de eso hasta que fue demasiado
tarde. Ichirou puso el arma en la sien de Riko y apretó el gatillo sin dudarlo. El disparo
fue tan inesperado, tan fuerte, que Neil saltó. El cuerpo de Riko se sacudió bajo la
fuerza del impacto. La sangre salpicó en la espalda de Tetsuji y el sofá de cuero que
compartían. Ichirou retiró sus manos y dejó caer a Riko.
Cuando Ichirou se enderezó, el extraño se adelantó. Ichirou le devolvió el arma,
y el extraño se arrodilló para presionarla en la mano sin vida de Riko. Neil lo vio
enrollar los dedos de Riko alrededor del agarre. En un rincón distante de su mente,
Neil sabía lo que estaba pasando, pero en este momento Neil estaba demasiado
sorprendido como para sentirlo.
Ichirou se detuvo frente a Neil.
—Les has costado a Ravens su entrenador y su capitán. ¿Estás satisfecho?
Al principio no tenía sentido, porque Tetsuji todavía estaba vivo. Cuando Neil
se dio cuenta, dejó de respirar. Tetsuji Moriyama había caído también, no
necesariamente porque Neil lo había hecho, sino porque Ichirou estuvo aquí de
primera mano para ver en qué se habían convertido los Ravens bajo su tutela. Stuart
había dicho que Ichirou estaba reduciendo sus pérdidas. La violencia imprudente y la
cordura deshilachada de Ravens los convertían en una responsabilidad evidente.
Ichirou no quería tener nada que ver con la reputación empañada de Edgar Allan.
Neil estaba repentinamente despierto.
—Tu gente está a salvo, al igual que la mía. Sí, estoy satisfecho.
La sonrisa de Ichirou era fría y fugaz.
—Deja que te llamen por el nombre que quieran. Siempre serás un Wesninski
de corazón —Ichirou le hizo un gesto a Neil como si estuviera espantando una mosca
insignificante— Fuera.
[405]
Traducción por:
un equipo profesional y luego pelearía con uñas y dientes para llegar a la Corte. Neil
ya podía imaginar el peso de una medalla olímpica alrededor de su cuello. Ni siquiera
le importaba de qué color era, siempre y cuando fuera suya.
Mejor que ese brillante futuro era lo que ya tenía: un equipo que siempre estaría
en casa, una familia que nunca se daría por vencida con él, y a Andrew, que por una
vez no había perdido el tiempo negando que esto entre ellos podría en realidad
significar algo para los dos.
Neil ni siquiera había notado el silencio al principio, demasiado distraído por
sus pensamientos vertiginosos. Una vez que lo hizo, no pudo evitar sonreír y atraer a
Andrew.
Esto era todo lo que quería, todo lo que necesitaba, y Neil nunca lo dejaría ir.
[407]
Traducción por:
AGRADECIMIENTOS
Quiero agradecerle a algunas de mis personas favoritas en el mundo: KM, Amy,
Z, Jamie C y Miika. Ustedes hicieron lo imposible para mejorar este desastre de serie.
Gracias a mis hermanas, que hicieron estas portadas para mí cuando yo me había
rendido en ellas.
Todo mi amor para ti: la persona leyendo este libro, que le dio una oportunidad
a Neil, y a los Foxes, y al Exy. Ésta historia no sería nada sin ti. Gracias por creer en
ésta locura conmigo.
[408]