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UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

CENTRO UNIVERSITARIO DEL SUR OCCIDENTE


MAZATENANGO, SUCHITEPÉQUEZ

Licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales, Abogado y Notario

Grupo #2

Contrato de Seguro
Tema

Lic. Mercedes Carlisle Sánchez Monzón


Docente

Derecho Mercantil III


Curso

AGOSTO DE 2023
UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA
CENTRO UNIVERSITARIO DEL SUR OCCIDENTE
MAZATENANGO, SUCHITEPÉQUEZ

Licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales, Abogado y Notario

Contrato de Seguro
Tema

Lic. Mercedes Carlisle Sánchez Monzón


Docente

1. Alba Andrea Pérez Díaz 201941276


2. Catalina Alejandría Calderón Guaré 201242582
3. Edmar Noé Quijivir Par 201141309
4. Jackeline Arelis Villagrán Cifuentes 200440761
5. Jennifer Sucely Mejia Figueroa 201541670
6. Kevin Duván Tupul Xicay 201840397
7. Mahli Abisaí López Ovalle 201845461
8. Mario Raúl Cifuentes Natareno 201618373
9. Reyna Odilia Vicente Orellana 201944152

AGOSTO DE 2023
Índice

Contenido Pág.

Introducción ........................................................................................................... 1

CONTRATO DE SEGURO ..................................................................................... 2

Función ............................................................................................................... 2

Origen ................................................................................................................. 4

Seguro Social y Seguro Comercial ..................................................................... 7

Fundamentos Técnicos del Seguro ..................................................................... 8

Seguro y Mutualismo ......................................................................................... 11

CONCEPTOS FUNDAMENTALES DEL CONTRATO DE SEGURO .................... 13

Definición .......................................................................................................... 13

Elementos (Subjetivos, objetivos y formales) .................................................... 14

Caracteres ........................................................................................................ 21

Naturaleza Jurídica ........................................................................................... 23

Efectos.............................................................................................................. 24

Nulidad, Recisión y Reducción ......................................................................... 29

FUNDAMENTO LEGAL ....................................................................................... 34

EJEMPLO DE UN CONTRATO DE SEGURO ..................................................... 38

Conclusiones ....................................................................................................... 43

Referencias Bibliográficas .................................................................................... 44


Introducción

El trabajo de investigación que se desarrolla a continuación es elaborado por


estudiantes de la carrera de Derecho del décimo ciclo, como parte del contenido
programático, para fortalecer y ampliar los conocimientos en el curso de Derecho
Mercantil, el contrato de seguro es aquel mediante el cual una persona llamada
asegurador se obliga, a cambio de una suma de dinero, conocida como prima, a
indemnizar a otra llamada asegurado o a la persona que este designe, de un
perjuicio o daño que pueda causar un suceso incierto.

A partir de este concepto podemos establecer cuáles son los sujetos que intervienen
en el contrato de seguro que son: el asegurador, el asegurado y el beneficiario.

Cabe mencionar también algunas de las principales características del contrato de


seguro: es consensual, bilateral y aleatorio. Es consensual porque se perfecciona
por el mero consentimiento de las partes y produce sus efectos desde que se ha
realizado la convención; es bilateral puesto que origina derechos y obligaciones
recíprocas entre asegurador y asegurado, y es aleatorio porque se refiere a la
indemnización de una pérdida o de un daño producido por un acontecimiento o un
hecho incierto, pues no se sabe si se va a producir y en el caso contrario – como
ocurre con la muerte no se sabe cuándo ello ha de acontecer.

A lo largo del trabajo de investigación también se tocan otros temas que resultan
relevantes para poder entender el contrato de seguro, como los elementos del
contrato de seguro que son: el interés asegurable, el riesgo asegurable, la prima y
la obligación de indemnizar.

Finalmente tenemos que el contrato de seguro da origen necesariamente a una


póliza, que es el instrumento probatorio por excelencia del contrato celebrado entre
el asegurado y el asegurador, en él se reflejan las normas que de forma general,
particular o especial regulan la relación contractual convenida.

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CONTRATO DE SEGURO

Este tipo de contrato de seguro, reaseguro y fianza, tal y como aparecen tratados
en el Código de Comercio, ya que el interés de quien estudia disciplinas jurídicas
es conocer la teoría y práctica del seguro y la fianza como contratos, como negocios
que se desarrollan dentro del tráfico mercantil. Consideramos necesario exponer
previamente aquellos aspectos generales del seguro que contribuyen a una
delimitación conceptual de la institución, con el objeto de entenderla mejor cuando
se manifiesta en el campo de las relaciones jurídicas contractuales.

Es de significativa importancia el conocimiento tanto de la teoría como de la práctica


del seguro como contrato, como negocio que es desarrollado dentro del tráfico
comercial y de nuestra sociedad guatemalteca.

Función

La existencia de la persona está sujeta a riesgos potenciales que, de llegar a


suceder, crean desequilibrios de diversa índole. Un terremoto, una erupción
volcánica, un accidente, la pérdida de la capacidad de trabajo, la muerte, en fin,
cualquier siniestro que pudiera ocurrir en el futuro, causa preocupación y hace que
el hombre busque las formas más adecuadas a su alcance para prevenirse contra
esos riesgos. Una de esas formas es el seguro, que se describe gráficamente como
un cinturón de seguridad que protege a las personas, no del riesgo en sí, sino de
los efectos que produce un siniestro. En ese sentido, el seguro da la posibilidad de
convertir la incertidumbre en certidumbre, porque hay garantía de que se cuenta
con satisfactores económicos para cubrir una posible necesidad. Existen otros
procedimientos de precaución que se podrían programar con relación al futuro: el
ahorro privado. Pero, por muy ordenado que se fuera en ese sentido, siempre será
menos oneroso y más práctico prever un riesgo mediante la institución del seguro,
fundamentado en cálculos científicos y técnicos.

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El negocio del seguro cubre un campo muy vasto de la actividad humana. De ahí
que no exista únicamente como vehículo protector de la persona, sino también de
su patrimonio, de su actividad social en general. Cuando se explota una industria,
un comercio o se tiene pendiente el cumplimiento de obligaciones, se está sujeto a
riesgos: incendios, robos, explosiones maliciosas, fracasos de negocios
proyectados, etcétera, cuyos efectos se pueden prever mediante el seguro
explotado en forma empresarial; o sea como industria importante de la actividad
económica. Marquis (1964), citado por Villegas (2022), dice que:

En un sentido amplio, y siendo el seguro un medio eficaz de luchar contra el


azar venciéndolo cuando ello es posible, mitigando sus efectos cuando ello
es inalcanzable, podemos fácilmente concluir que el profundo cambio
experimentado por el mundo en los últimos cincuenta años, en todas las
ramas de la civilización industrial no hubiese revestido el carácter de
celeridad con que le conocemos, de no haber estado la institución del seguro
siempre pronta a prever y evitar riesgos que tal cambio llevó consigo. (pág.
17)

A riesgos potenciales se encuentra sujeta la existencia de la persona, los cuales, de


llegar a ocurrir, originan diversos desequilibrios, los cuales generan preocupación y
hacen que el ser humano se encargue de buscar los medios adecuados para la
debida prevención en contra de dichos riesgos anotados. Entre dichas formas,
encontramos el seguro, el cual es el medio de brindar la debida protección a las
personas, ya que con el mismo existe la posibilidad de contar con los satisfactores
económicos necesarios que permitan poder cubrir una posible necesidad. (SUNAY
TEJEDA, pág. 38)

El negocio del seguro se encarga de cubrir un campo bastante extenso de la


actividad del hombre. De ello depende de que no exista solamente como protector
del ser humano, sino que también del patrimonio perteneciente al mismo y de la
actividad de orden social que lleva a cabo. (SUNAY TEJEDA, pág. 39)

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Para Rene Villegas Hace la pregunta sobre ¿Cuál es la diferencia entonces
entre el seguro social y seguro comercial? En principio, que el primero se
instituye en interés público y social para proteger, mediante la previsión, al
sector trabajador de la industria, el comercio, la agricultura o la administración
pública en general, sobre base de ser obligatorio y sostenido mediante cuotas
que pagan los trabajadores y patronos, sin ninguna finalidad lucrativa para el
sujeto asegurador. Y el segundo es el seguro comercial en cambio, es un
negocio de derecho privado, cuyo surgimiento se basa en la autonomía de la
voluntad contractual de las partes y con una finalidad lucrativa para el
asegurador. (pág. 219)

Con relación al seguro privado debemos señalar dos hechos: primero, que hay
países en donde el seguro comercial está estatizado y sigue siendo comercial,
porque a la par se desarrolla también el seguro social; y segundo, que hay seguros
que pueden ser obligatorios sin ser públicos; son contratados con aseguradores
privados; tal es el caso del seguro del automovilista.

De manera que los criterios de diferenciación tienen sus excepciones. En radical


instancia, la distinción entre el seguro social y el seguro comercial debemos
encontrarla en la filosofía que informa a cada uno de ellos: el seguro social se
establece en interés no lucrativo de las partes; mientras que el privado es un
negocio jurídico en interés lucrativo del asegurador. En Guatemala el seguro social
se presta a través del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social; y el seguro
comercial por medio de sociedades anónimas organizadas para el efecto. (pág. 220)

Origen

Al tratar del desarrollo histórico del Derecho Mercantil, hemos dicho que a los
riesgos se les atribuye la paternidad de un acto jurídico llamado préstamo a la
gruesa aventura, el que más tarde fue perfeccionado por los romanos con el nombre
latino de Nauticum Foenus, y que servía para garantizar el comercio marítimo por
el Mar Mediterráneo. Un prestamista celebraba un contrato proporcionando dinero
4
u otros bienes a un comerciante viajero, quien a su vez adquiría la obligación de
pagar, tanto el capital como los intereses, si el viaje llegaba a feliz destino. El
contrato tenía la calidad de aleatorio porque sus efectos dependían de un hecho
futuro e incierto, con algunas características similares a lo que hoy conocemos como
contrato de seguro. Si damos un paso histórico más extenso, encontramos en la
Edad Media, y siempre dentro del comercio marítimo, funcionó el seguro dentro de
los gremios de comerciantes, el que después se fue extendiendo a la actividad
económica terrestre. En todo caso, como dice Jean Halperin, ha sido el desarrollO
capitalista el que más ha incidido en la conformación del seguro, particularmente en
el campo del seguro privado o comercial? En la actualidad, el seguro es una
institución que cubre una gran variedad de renglones de la actividad social y su
mayor o menor cobertura, cualquiera sea la organización política del Estado,
depende en gran parte de su desarrollo económico y social.

Es de significativa importancia el conocimiento tanto de la teoría como de la práctica


del seguro como contrato, como negocio que es desarrollado dentro del tráfico
comercial dentro de nuestra sociedad guatemalteca.

El desarrollo histórico del derecho comercial, ha permitido el claro entendimiento y


conocimiento del préstamo, que se perfeccionó mediante el derecho romano con el
nauticum foenus y el que se utilizaba para asegurar la debida garantía del comercio
del mar Mediterráneo. Los prestamistas se encargaban de la celebración de un
contrato, mediante proporcionar bienes o el dinero correspondiente al comerciante
viajero respectivo, el cual a su vez asumía entonces la obligación de pagar el capital
y los intereses. Dicho contrato era aleatorio, debido a que los efectos del mismo
iban a depender de un determinado hecho incierto o futuro, con características
bastante parecidas al contrato de seguro de la actualidad. Dentro del gremio
correspondiente a los comerciantes, en la Edad Media; también funcionó el contrato
de seguro. El mismo posteriormente se extendió a la actividad económica terrestre.

La institución del Seguro es casi tan antigua como la civilización misma; se


encuentran antecedentes en las culturas griegas y romana, y entre los Aztecas;

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quienes concedían a los ancianos nobles, algo semejante a una pensión. Para 1629
en Holanda, nace la Compañía de las Indias Orientales, primera gran compañía
moderna que asegura el transporte marítimo. Este tipo de institución se multiplico
por todo el Continente Europeo. Debido al incendio registrado en el año 1710 en la
ciudad de Londres, Inglaterra, donde se consumieron cerca de trece mil doscientas
casas, ochenta y nueve iglesias y la Catedral de Saint Paul, se fundó el Fire Office
para el auxilio a las víctimas. Solo en ese momento el hombre ha ponderado la
posibilidad de indemnizar las pérdidas a un nivel financiero. Surge, así, el más
antiguo Seguro contra Incendios del mundo.5 El primer contrato de seguro marítimo,
surgió en 1347 en Génova Italia, en Génova en el año 1385, aparece la primera
Póliza, extendida y escrita en italiano y no en latín, como era lo usual en las actas
notariales y en 1393 un sólo notario recibió en un mes 80 contratos de seguros
marítimos, para dejarlos asentados y legalizados en su protocolo. En 1424 una
sociedad mercantil suscribió toda clase de seguros bajo el lema Tam in mari quan
in terra que significa, tanto en el mar como en la tierra o sea una combinación de
seguro marítimo y terrestre. En 1434, una ley genovesa equipara a los banqueros
con los aseguradores reunidos en compañías aseguradoras, desde el punto de vista
jurídico.

Inglaterra, Holdsworth, afirma que la póliza de seguro más antigua de Inglaterra data
del año 1547, aparece emitida en italiano y no en inglés. En 1601, es creada en
Inglaterra la corte o Tribunal de seguros, para solucionar cualquier problema que
surgiera entre asegurado y asegurador, cuyo preámbulo dice: Considerando que,
desde tiempo inmemorial, fue de uso corriente entre los comerciantes de este reino
y de otras naciones, que cuando emprendían un negocio sobre todo en los países
lejanos, dar alguna cantidad de dinero a otras personas, ordinariamente una
sociedad, para hacer asegurar sus bienes, mercancías, buques y otras cosas
expuestas a los riesgos, sino totalmente por lo menos en parte, en la proporción y
de la manera en que los asegurados y los aseguradores podrán convenir, cuya
convención comúnmente llamada póliza de seguros, hace que la pérdida de un
buque no vaya seguida de la ruina de los que en el mismo tengan interés.

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En Guatemala, aunque no conoce con certeza como se desarrolló esta industria,
como referencias tales como que en los años 1930 a 1945 el seguro existía en el
mercado, pero sólo había compañías extranjeras con oficinas representativas que
atendían las necesidades de los habitantes, de nuestro país. En 1945 aparece la
primera compañía nacional de Seguros.

Seguro Social y Seguro Comercial

El seguro social o seguro público se remonta a la Alemania de Bismarck (1881),


cuando el Estado decidió hacerse cargo de cubrir los riesgos provenientes de la
enfermedad y vejez de los trabajadores. Sumado a ese hecho significativo, la
especulación teórica sobre un nuevo derecho social, protector del sector laboral,
contribuyó a que se desarrollaran programas de seguridad social a cargo del
Estado, cuya cobertura depende de la organización y de los fondos monetarios con
que se cuente para llevarla a cabo. Hay países, por ejemplo, en donde existe seguro
de desempleo como parte del seguro social; o sea que se principió por cubrir los
infortunios provenientes del trabajo, para irse extendiendo hacia otros problemas
que afectan al asegurado: enfermedad común, maternidad, pensiones a los
familiares que dependen del asegurado fallecido, jubilación, etc.

Con similar efecto, pero atendiendo a motivos diferentes, el seguro comercial


responde a intereses privados. Un comerciante de seguros —regularmente
sociedades anónimas— explota la contratación del seguro prestando un servicio
con el fin de obtener una ganancia; el asegurado, a su vez, es libre de tomar un
seguro, según le convenga o no a sus particulares intereses. Luego entonces, el
seguro social o público y el seguro comercial, parten de concepciones diferentes.
No obstante, el seguro comercial no está fuera del alcance del control del Estado,
ya que dada su importancia y el impacto que tiene en la economía de un país, el
poder público se provee de mecanismos para vigilar el desenvolvimiento
empresarial del sujeto asegurador, buscando proteger los intereses de terceros
asegurados.

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¿Cuál es la diferencia entonces entre el seguro social y seguro comercial? En
principio, que el primero se instituye en interés público y social para proteger,
mediante la previsión, al sector trabajador de la industria, el comercio, la agricultura
o la administración pública en general, sobre base de ser obligatorio y sostenido
mediante cuotas que pagan los trabajadores y patronos, sin ninguna finalidad
lucrativa para el sujeto asegurador. El seguro comercial en cambio, es un negocio
de derecho privado, cuyo surgimiento se basa en la autonomía de la voluntad
contractual de las partes y con una finalidad lucrativa para el asegurador.

Con relación al seguro privado debemos señalar dos hechos importantes para evitar
confusiones conceptuales: primero, que hay países en donde el seguro comercial
está estatizado y sigue siendo comercial, porque a la par se desarrolla también el
seguro social; y segundo, que hay seguros que pueden ser obligatorios sin ser
públicos; son contratados con aseguradores privados; tal es el caso del seguro del
automovilista. De manera que los criterios de diferenciación tienen sus excepciones.
En radical instancia, la distinción entre el seguro social y el seguro comercial
debemos encontrarla en la filosofía que informa a cada uno de ellos: el seguro social
se establece en interés no lucrativo de las partes; mientras que el privado es un
negocio jurídico en interés lucrativo del asegurador. En Guatemala el seguro social
se presta a través del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social; y el seguro
comercial por medio de sociedades anónimas organizadas para el efecto.

Fundamentos Técnicos del Seguro

Un programa de seguro, tanto a nivel público como privado, no es una aventura


administrativa o comercial. Para que sea factible asumir riesgos por cuenta de otro,
es necesario un estudio previo de los factores que pueden hacer viable o exitosa a
la empresa, usando cálculos actuariales certeros. Para ello existe la ciencia actuarial
y sus profesionales específicos, quienes fundamentan sus estudios en la
matemática y la estadística y aplican los principios de la probabilidad matemática y

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la ley de los grandes números, con el fin de arribar a conclusiones aceptables sobre
la factibilidad de un proyecto que contemple riesgos asegurables.

Determinar los riesgos a que están expuestas las personas o sus bienes, los
siniestros que suceden en un período determinado, la cantidad de personas o
bienes que pueden asegurarse contra esos riesgos y el costo general del programa,
hace que el actuario indique la procedencia o improcedencia de que funcione un
programa de seguro, basándose en las leyes antes indicadas. Este cálculo actuarial
vale tanto para el seguro social como para el seguro comercial: en el primero, para
garantizar su funcionamiento; y en el segundo, tanto para el funcionamiento, como
para la utilidad que persigue el asegurador. En otras palabras, el seguro se
fundamenta en el cálculo científico, que, sumado a una correcta administración,
posibilita sus resultados como política social de un Estado o como negocio
mercantil.

La actividad aseguradora es muy compleja y se basa, fundamentalmente, en el uso


de información sobre el pasado para valorar riesgos futuros. Las herramientas
estadísticas que usan las compañías de seguros se basan en la premisa de que los
patrones mostrados por determinada siniestralidad en el pasado se mantienen
básicamente en el tiempo, aunque lógicamente van variando, lo cual permite hacer
predicciones sobre la evolución de dicha siniestralidad. El actuario de seguros,
figura central de la actividad, estudia la situación y evolución de la siniestralidad que
ya conoce porque ello le permite valorar el riesgo. Por ejemplo, para ofrecer seguros
de vida se utilizan las tablas de mortalidad porque la población asegurada responde
a unos patrones en este sentido y, por lo tanto, una persona de 40 años tiene
determinada probabilidad de llegar a los 50, 60 ó 70 años.

Los elementos básicos que conforman los principios técnicos del seguro, tienen su
fundamento en la estadística a través de probabilidades, que cuantifican la
posibilidad de que se produzca un determinado suceso. Las compañías
aseguradoras, para el desarrollo de su actividad, necesitan conocer las
probabilidades de ocurrencia de los diferentes riesgos, porque permite cuantificar el

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número de veces que se materializa el riesgo por cada cierto número de elementos
expuestos a él. Por ejemplo, de cada dos mil vehículos situados en poblaciones con
más de 100.000 habitantes, son robados 240 al año.

Con este dato, la aseguradora tiene una referencia numérica, sabe que de cada dos
mil pólizas que contrate con estas características, pueden esperar
aproximadamente 20 siniestros de robo al mes, es decir, establece una probabilidad
de ocurrencia de 20/2,000, o lo que es lo mismo, del 1% de frecuencia mensual.

Además, hay que tener en cuenta la intensidad del riesgo, que cuantifica la
importancia del siniestro sobre el bien asegurado, indicando el porcentaje de daños
que ha producido el siniestro sobre la totalidad del bien. Así, en el caso de un
siniestro total, la aseguradora debe indemnizar todo el capital asegurado, y se dice
que la intensidad del siniestro es del 100%. Si, por el contrario, el siniestro sólo
afecta a la mitad del bien asegurado, la intensidad se considera la mitad del riesgo
total, el 50%.

No siempre los siniestros afectan a los bienes en su totalidad, en la mayoría de los


casos sólo se ve dañada una parte, por eso se necesita conocer la intensidad
esperada de los riesgos que se aseguran, pues ello permitirá valorar el volumen de
las indemnizaciones que deberán satisfacerse.

Cabe indicar, que el riesgo que corre la entidad aseguradora al cubrir una
contingencia varía con la duración del seguro, no es lo mismo cubrir el riesgo
durante un año que durante un mes. Otro aspecto importante lo constituye que la
aseguradora en el desarrollo de su actividad, cobra primero las primas y después
realiza el pago de los riesgos cubiertos; por tanto, al percibir las primas por
anticipado, la entidad aseguradora puede obtener intereses, los cuales constituyen
otra parte de sus ingresos.

Los fundamentos técnicos comprenderán, en cuanto proceda, según la estructura y


organización comercial de la entidad aseguradora, los siguientes apartados:

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➢ Información genérica del riesgo asegurable conforme a la póliza respectiva,
factores de riesgo considerados en la tarifa y sistemas de tarificación
utilizados.

➢ Información estadística sobre el riesgo, indicando el tamaño de las muestras,


las fuentes y el método de obtención de la misma.

➢ Recargo de seguridad sobre la prima de riesgo, en función de los datos


estadísticos que se posean, destinado a cubrir las desviaciones
desfavorables de la siniestralidad esperada.

➢ Recargos de gestión necesarios para cubrir los gastos de administración y


de adquisición y mantenimiento del negocio.

➢ Recargo para beneficio o excedente, destinado a remunerar los recursos


financieros e incrementar la solvencia de la empresa.

El sistema de cálculo de las primas, en función de las bases estadísticas y


financieras, si proceden, estableciendo su equivalencia actuarial para fijar la prima
pura que corresponde al riesgo a cubrir. Método de cálculo de las provisiones
técnicas. Las compañías de seguros al conocer las bases técnicas para el cobro
de sus primas, están en la capacidad de suscribir contratos de seguros.

Seguro y Mutualismo

En el extenso campo de la previsión se dan las llamadas asociaciones mutualistas,


que en cierta medida cumplen la finalidad del seguro público o del comercial,
aunque en forma muy limitada. Regularmente son asociaciones gremiales y se
organizan con base en afinidades profesionales o de oficios en general. Se
caracterizan porque quienes pertenecen a la asociación son asegurados y
aseguradores al mismo tiempo. Por ejemplo: se funda una asociación mutualista de
maestros.

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Cada asociado paga una cuota mínima para el sostenimiento ordinario de la
asociación. Cuando fallece un miembro, a cada asociado se le cobra una cuota
nivelada, mayor que la ordinaria, a la que se le denomina "llamamiento" la que
integra una suma total que es entregada a los beneficiarios que el asociado haya
designado o a sus herederos legales. Su finalidad es cubrir necesidades con motivo
de la muerte, y se dice que sus miembros son aseguradores-asegurados, porque
mientras vivan tienen la primera calidad, y al fallecer, pasan a tener la segunda.

En el fondo evitan el seguro comercial y tratan de llenar los vacíos de una incipiente
cobertura de seguridad social. Sin embargo, creemos que estas asociaciones no
tendrían razón de ser si el seguro social fuera lo suficientemente amplio como para
anular la necesidad de organizar tales asociaciones. En Guatemala funcionan o han
funcionado, para poner algunos ejemplos, el Auxilio Póstumo del Empleado de
Salud, la Asociación Mutualista de Abogados y Notarios, la Asociación Mutualista
del Gremio Obrero, entre otras. En todo caso, observemos que la intención de las
mutualistas es aminorar los problemas económicos que provienen como
consecuencia de la muerte, aunque podrían cubrir otros riesgos, según los planes
de cada asociación.

El mutualismo es un sistema solidario de servicios mutuos, fundado en la asociación


voluntaria de Personas Jurídicas y personas naturales que se unen con objetivos
comunes de ayuda conjunta.

En el extenso campo de la previsión se dan las llamadas asociaciones mutualistas,


que en cierta medida cumplen la finalidad del seguro público o del comercial,
aunque en forma muy limitada. Regularmente son asociaciones gremiales y se
organizan con base en afinidades profesionales o de oficios en general. Se
caracterizan porque quienes pertenecen a la asociación son asegurados y
aseguradores al mismo tiempo.

Por ejemplo: se funda una asociación mutualista de maestros. Cada asociado paga
una cuota mínima para el sostenimiento ordinario de la asociación. Cuando fallece

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un miembro, a cada asociado se le cobra una cuota nivelada, mayor que la ordinaria,
a la que se le denomina llamamiento: la que integra una suma total que es entregada
a los beneficiarios que el asociado haya designado o a sus herederos legales. Su
finalidad es cubrir necesidades con motivo de la muerte, y se dice que sus miembros
son aseguradores-asegurados, porque mientras vivan tienen la primera calidad, y
al fallecer, pasar a tener la segunda.

En el fondo evitan el seguro comercial y tratan de llenar los vacíos de una incipiente
cobertura de seguridad social. Sin embargo, creemos que estas asociaciones no
tendrían razón de ser si el seguro social fuera lo suficientemente amplio como para
anular la necesidad de organizar tales asociaciones. En Guatemala funcionan, para
poner algunos ejemplos, el Auxilio Póstumo del Empleado de Salud, la Asociación
Mutualista de Abogados y Notarios, la Asociación Mutualista del Gremio Obrero,
entre otras.

CONCEPTOS FUNDAMENTALES DEL CONTRATO DE SEGURO

En el contrato de seguir se dan una serie de elementos que son comunes a las
distintas formas en que puede presentarse esta figura: como seguro de daños
(incendio, de responsabilidad civil, de automóvil, etc.) o como seguro de personas
(de vida, de accidentes y de enfermedad). La idea de este capítulo, entonces, es
explicar lo que es generar a cualquier manifestación del contrato, de manera que al
estudiar cada seguro en particular, no tengamos que repetir los conceptos que son
valederos para todos ellos. Por otro lado, esta es la sistemática que sigue el Código
de Comercio.

Definición

Tanto los tratadistas del Derecho Mercantil, rama a la cual pertenece el estudio del
contrato de seguro, como del derecho civil, han formado conceptos sobre este
contrato y todos coinciden en los elementos esenciales. Vivante, por ejemplo, dice:

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Es un contrato por el cual una empresa se obliga a pagar determinada suma cuando
ocurra un evento fortuito, mediante una prima, calculada según la probabilidad de
que el evento suceda.

Gella afirma:

Que el contrato de seguro es aquel por el cual una persona se obliga, mediante
cierta restribución, a entregar a otra suma fijada o a indemnizarle de unos daños
sufridos para el caso de que determinado riesgo, previsto en el contrato, se realice.

Para los profesores Mazeaud, el contrato de seguro se conceptúa como aquel: por
el cual una de las partes, el asegurador, toma a su cargo mediante el pago de una
prima u cuota, un riesgo cuya realización amenaza a la otra parte, el asegurado.

Por último, y por considerarlo bastante completo, citamos el del autor español
Garrido y Comas, quien dice:

Por el contrato de seguro al asegurador se obliga, mediante la percepción de una


cuota o prima, a realizar la prestación convenida, al asegurado o a los beneficiarios
por el designados, de producirse la eventualidad prevista en el contrato relativa a la
persona o bienes asegurado”.

Elementos (Subjetivos, objetivos y formales)

Dentro de los elementos del contrato de seguro vamos a estudiar los de naturaleza
personal, objetiva y formal.

Subjetivo:

1. Personales

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a) Asegurador: Es la persona jurídica que en forma de sociedad anónima y
organizada al tenor de la ley guatemalteca o en el extranjero, se encuentra
debidamente autorizada para dedicarse al negocio del seguro. En Guatemala
no puede fungir como asegurador una persona individual; debe ser una la
persona jurídica organizada como sociedad anónima, ya sea conforme al
derecho nacional o al derecho extranjero. Las sociedad anónimas, para
iniciar sus actividades deben someterse al previo control de la
Superintendencia de Bancos, en cuanto a las bases técnicas de sus planes,
tarifas, pólizas, etc., manteniendóse ese control en forma permanente.
Además, la Ley de la Actividad Aseguradora, estipula con amplitud los
requerimientos que debe cubrir y cumplir al asegurador para dedicarse a ese
negocio, y exige mínimos de capital pagado, que van mucho más allá de las
sumas previstas para las sociedades anónimas ordinarias. Así, el artículo 17
de la Ley de la Actividad Aseguradora, establece que si la sociedad cubre el
seguro de vida o de personas, su capital deberá ser de Q.5,000.00; si cubre
el seguro de daños, la cantidad de Q.8,000.00; para el seguro de caución,
que según la ley sustituye a la fianza, Q3,000.00; para cubrir todos los ramos
citados, Q.13,000.00; y si cubre exclusivamente el reaseguro,
Q.26,000,000.00.

Objetivos

Consideramos como elementos objetivos del contrato de seguro: el riesgo y la


prima. Estos temas expondremos a continuación.

El riesgo

Nuestro Código de Comercio define al riesgo como la eventualidad de todo caso


fortuito que pueda provocar la pérdida prevista en la póliza (Art. 875 inciso 6.).
Establecer un concepto preciso de lo que debe entenderse como riesgo, en forma
genérica, es sumamente difícil. Que el riesgo cause daño, provecho o que sea
lamentable, son criterios que pueden confundir al momento de querer delimitar este

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concepto. Vamos a tratar de introducir claridad con relación a este tema: el riesgo
es el principal objeto del contrato de seguro y consiste, como lo dice nuestro Código
de Comercio, en una eventualidad; es un hecho de naturaleza jurídica que puede o
no suceder en el futuro de una persona aseguradora. Lo anterior quiere decir que,
para conformar el concepto de riesgo, debemos movernos dentro de la ciencia del
seguro y de la legislación, sin recurrir a otro tipo de valoraciones. Asimismo, es
necesario establecer la interdependencia conceptual entre riesgo y siniestro.
Siniestro es la ocurrencia del riesgo asegurado (Arto. 875 inciso 7o) Una persona
asegura su vehículo contra robo. El riesgo es la eventualidad de que se lo roben o
no. Ocurre que si se lo roban, entonces se ha dado el siniestro. Ahora bien, otra
persona contrata un seguro dotal para que si sobrevive después de sesenta
después de sesenta años, el asegurador le pague una pensión mensual mientras
siga viviendo. En el caso del vehículo, el hecho es deplorable, es lamentable; en el
seguro dotal es un acontecimiento feliz: seguir viviendo. ¿Qué es lo que queremos
decir con los ejemplos anteriores? Que los conceptos de riesgo y siniestro, para los
efectos tales, independientemente de su impacto negativo o positivo. El riesgo es
un fecho que puede o no suceder; es independiente de que su efecto sea favorable
o desfavorable, ya que de todos modos provoca el cumplimiento de la obligación
del asegurador, y el siniestro, es el riesgo en acto, en la realidad. Lo que se previó
en el contrato de seguro, sucedió; como consecuencia, el asegurador debe cumplir
sus obligaciones.

El riesgo para que sea objeto del seguro, debe reunir una serie de requisitos
establecidos por la doctrina y la legislación. Estos requisitos son los siguientes:

a) Posible: Un riesgo asegurable debe ser posible. No puede admitirse como


tal una eventualidad que no estuviera dentro de un margen de posibilidad
de suceder. ¿Podríamos asegurarnos contra los daños que causaría el
riesgo de que el sol ya no diera calor? No. Porque sería un riesgo
imposible de darse en un plazo racionalmente inmediato.

16
b) Incierta. Las eventualidades ciertas no pueden tomarse como riesgos. Si
el acontecimiento previsto como riesgo tiene necesariamente que
suceder, no puede ser objeto de seguro, ya que perdería su carácter de
aleatoriedad. Sin embargo la excepción a esta característica ocurre en el
seguro de vida, ya que el hecho natural de morir: sino al cuando se va a
morir. Lo incierto es la duración de la vida asegurado.

c) Futuro: Es el sentido que los riesgos se trasladan son los que se corren
en el futuro. Debe ser un acontecimiento que puede o no suceder a partir
del acto contractual. En este aspecto, al estudiar el artículo 906 del
Código de Comercio, no debemos de confundirnos en su interpretación,
ya que aun cuando el contrato es nulo si al celebrarse ya ocurrió el
siniestro, esa nulidad no opera si las partes consideran de mutuo acuerdo
que el riesgo sigue existiendo. Después comentaremos el desorden
interpretativo a que induce este artículo.

d) Sujeto a Interés: Un aspecto importante en cuanto al riesgo es que esa


eventualidad futura debe ser un acontecimiento en el cual se tenga interés
en que no suceda. El interés asegurable, muy manifiesto en el seguro de
daños y menos en el de personas, aunque siempre existente. Consiste
en el propósito de que el riesgo no se convierta en siniestro. Si el
asegurado desea que la eventualidad suceda, se desnaturaliza el
contrato de seguro y la misma buena desea que la eventualidad suceda,
se desnaturaliza el contrato de seguro y la misma buena fe que la
fundamenta –ubérrina fidei contractus –dice el maestro Garriguez, porque
en tal caso el mismo asegurado tendría interés en provocar el siniestro
para cobrar la suma asegurada.

La prima

Nuestro Código de Comercio define a la prima como “la retribución o precio del
seguro” (Art. 875, inciso 5º.). Más explícitamente podemos decir que la primera es

17
la cantidad que paga el tomador del seguro o el asegurado, al asegurador, en
carácter de contraprestación a la eventual obligación de éste, de pagar la suma
asegurada si ocurre el siniestro. El valor que se le atribuye a la prima se sujeta a
una serie de previsiones técnicas por parte del asegurador, de tal manera que su
cobro resulte rentable. Y aun cuando la prima se establece para cada contrato en
particular, atendiendo al valor de la cosa aseguradora, los riesgos a que está
expuesta, la mayor o menor posibilidad que ocurran los siniestros o la edad del
asegurado, por ejemplo, siempre se hace el cálculo sobre la base de planes
generales cuya flexibilidad se va ajustando a cada situación en particular.

La prima como elemento objetivo del contrato de seguro, se sujeta a los siguientes
principios:

a) Principio de predeterminación: La prima como precio del seguro no es un


valor que deba discutirse en cada contrato que se celebre. Como elemento
esencial, ha sido sometido a un estudio técnico que permite al asegurador
saber cuánto debe exigir en determinado seguro tomando en cuenta los
riesgos asegurados. En otras palabras, la prima, en su valor, está
predeterminada. Para cualquier contrato en particular. El asegurador sabe de
antemano cuál es la prima que debe cobrar en cada tipo de seguro,
independientemente de cada contrato.

b) Principio de pago anticipado: De acuerdo a esta regla, al asegurado debe


pagar la prima al momento de celebrarse el contrato. Este principio lo
desarrolla el artículo 892 del Código de comercio, en el atendiendo que
admite pacto en contrario. Este pago anticipado se refiere al primer período
del seguro o sea el lapso por el cual se calcula la unidad de prima, que en
caso de duda se considera que es de un año. Por ejemplo: se asegura un
vehículo y esa es la unidad de prima que hará efectiva, salvo pacto en
contrario, al iniciarse cada año. Un pacto en contrario sería que se permitiera
cancelar el valor de la unidad de prima mediante pagos parciales.

18
c) Principio de Indivisibilidad: La prima se considera indivisible en su carácter
de obligación del asegurado. Ello quiere que su valor se adeuda en forma
total, aun en el caso de que el riesgo se haya cubierto únicamente durante
una parte del período. Si se asegura un toro semental, dentro del seguro
agrícola y ganadero, por un período de un año y por una prima de dos mil
quetzales; y resultara que el objeto asegurado tendría que pagar la totalidad
de la prima por el principio de indivisibilidad.

En cuanto a las clases de primas, este es un tema que no lo desarrollan las


legislaciones, ya que es materia propia de la técnica general del seguro.

Existen las siguientes:

a) Prima pura o teórica: Esta prima se le considera como el equivalente


técnico del riesgo que se traslada al asegurador, y se calcula sobre las
bases de la ley de los grandes números y el cálculo de las posibilidades,
tomando en cuenta como factores: los riesgos cubiertos; la mayor o
menor posibilidad de que ocurran los siniestros; la suma asegurada; la
duración del contrato; el valor del objeto asegurado (en el seguro de
daños) entre otros;

b) Prima bruta o de tarifa. Como el sujeto asegurador es un comerciante y


celebra contratos de seguro por medio de una empresa, el mantenimiento
de ésta le ocasiona costos de diversas naturalezas; y, por otro lado, de
prever también el lucro a percibir. El costo del contrato y el margen de
lucro que obtiene el asegurador, se suman al valor de la prima pura o
teórica y da como resultado la prima bruta o de tarifa. Esta última es la
que paga el asegurado;

c) Prima normal y sobre prima: Un contrato de seguro, con relación a un


ramo específico, está planificado para cubrir riesgos ordinarios,
calificados así por la ley o por la tecnología del seguro. Por estos riesgos

19
se paga una prima normal. Si fuera de estos riesgos que se consideran
extraordinarios, o más graves como dice el profesor Vásquez Martínez,
entonces debe pagar un precio mayor: una sobreprima;

d) Prima única y prima periódica: A la primera se le denomina así porque el


asegurado la paga de una forma determinada.

e) Prima Inicial y sucesiva: Cuando el seguro cubre varios períodos, se le


llama prima inicial a la que se paga al comenzar el primer período; y
sucesiva a la que se paga en los siguientes:

Formal: la póliza.

El elemento formal del contrato de seguro es póliza. En nuestro Derecho podemos


conceptuar la póliza como el documento pre-redactado que contiene el contrato de
seguro. A este respecto, recordemos de nuevo que si bien la póliza viene a
formalizar en definitiva dicho contrato, este se perfecciona antes de que se extienda
dicho documento, ya que se es in negocio jurídico consensual se puede probar por
otros medios: la confesión del asegurador de que acepta la proposición de contratar
un seguro; o bien por otro medio, siempre que hubiere principio de prueba por
escrito. Esta última podría ser la nota que el asegurador entrega al asegurado, en
la que le informa que su proposición de contratar ha sido aceptada (Artos. 882 y 888
del Código de Comercio). Lo anterior quiere decir que, previo a la entrega de la
póliza, se da una policitación contractual cuya particularidad es la de no conformar
una preparación del negocio, sino que es el negocio en sí, presentado en la solicitud
para contratar de parte del tomador del seguro o el asegurado mismo, hecha por si
o por un representante, usando formularios especiales que deben contener las
estipulaciones generales sobre las que se van a contratar. En esta solicitud el
interesado en celebrar el contrato declara con veracidad todos aquellos hechos que
el asegurador debe conocer para apreciar el riesgo o los riesgos que se van a
trasladar y que influyen en los alcances del seguro. Después viene la aceptación

20
por parte del asegurador, la que también se hace por escrito; y por último, se
extiende la póliza.

La Póliza es un documento impreso en sus estipulaciones generales, como contrato


por adhesión; de manera que los convenios particulares se escriben en los espacios
que el machote tiene previstos. Por otro lado, si se quieren extender las previsiones
de las pólizas hacia otros ámbitos que surgen de la autonomía de la voluntad, se
pueden usar hojas adicionales para dejar constancia de cualquier pacto no
ordinario. Una particularidad de estos pactos es que su contenido o alcance jurídico
prevalece sobre los pactos impresos. La póliza, como documento de Bancos.
Jurídicamente, un pacto adicional, para considerarlo como tal, no debe estar
prerredactado.

Caracteres

a. Es un contrato principal y típicamente mercantil;

b. Es bilateral;

c. Es consensual, porque se perfecciona en el momento en que las partes se


ponen de acuerdo en celebrarlo, lo que se presume cuando el asegurado
recibe la aceptación del asegurador para concertar la relación contractual,
sin supeditarlo al pago de la prima inicial o entrega de la póliza (Art. 882 del
Código de Comercio). En otras legislaciones el contrato de seguro es
calificado como real y formal, porque si no se paga la prima y se extiende la
póliza, no hay contrato;

d. Es oneroso, no sólo porque las partes se gravan recíprocamente, sino por su


misma naturaleza mercantil;

e. Es aleatorio porque las partes someten la posibilidad contractual de obtener


una ventaja a un suceso futuro e incierto; o sea que depende del azar. Por

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esta característica es que un contrato de seguro no puede adolecer de lesión,
ya que la desigualdad en las prestaciones es un riesgo propio de este tipo de
contratos. Por otro lado, debe aclararse que, aun cuando el cálculo actuarial
sea cada día más técnico y más certero, que el seguro sea un negocio
seguro, porque los aseguradores casi eliminan la posibilidad de perder,
distribuyendo las indemnizaciones o sumas pagadas entre un gran número
de sujetos asegurados, esto no le quita al contrato su carácter aleatorio. El
negocio del seguro, juzgado empresarialmente, puede no ser aleatorio; pero
el contrato en particular, sí lo es;

f. Es un contrato de tracto sucesivo;

g. Es un contrato por adhesión. El contrato de seguro se formaliza por escrito


en un documento llamado póliza, cuyas cláusulas generalmente son
impuestas por el asegurador, previa aceptación de la Superintendencia de
Bancos. En otras palabras, quien contrata un seguro no puede discutir esas
cláusulas generales ya impresas, las que pretenden uniformar el régimen
contractual según el ramo de que se trate, con una técnica de formulación
que es propia de este contrato. Lo importante en todo caso es la intervención
que el Estado debe tener en la redacción de las pólizas para evitar cláusulas
leoninas que perjudiquen al posible asegurado. De ello se preocupa también
el Código de Comercio cuando estipula reglas para interpretar los contratos
redactados mediante formularios, que es el caso de seguro comercial. Por
otro lado, las disposiciones legales que en materia de seguros se encuentran
en el Código de Comercio, protegen los derechos del asegurado y tienen
carácter imperativo; y ninguna póliza podría hacerlos nugatorios, salvo que
la misma ley admita pacto en contrario (Art. 876 del Código de Comercio); y

h. Es un contrato que debe concertarse de buena fe. Esta característica del


contrato de seguro, como bien asienta el profesor guatemalteco Edmundo
Vásquez Martínez, es elemento importante en cualquier contrato. Pero, se
insiste en señalarlo con particularidad en este negocio, porque tanto el

22
asegurador como el asegurado deben manifestar su voluntad basados en la
más estricta buena fe, tanto en la celebración del contrato, como durante su
período de vigencia. Recordemos que el seguro, para el asegurado,
representa la posibilidad de una ventaja patrimonial. Si falta a la más mínima
obligación de veracidad, el contrato puede anularse o rescindirse, según el
caso. De todas maneras, conducirse con estricto apego a la buena fe es
obligación del asegurado, del tomador del seguro y del asegurador; así como
de otros sujetos relacionados con el mismo.

Naturaleza Jurídica

Por considerar que son las más importantes, referimos únicamente tres ideas
doctrinarias que pretenden justificar la naturaleza del contrato de seguro, así:

a. Teoría de la indemnización. Según esta concepción, el seguro es una


institución que tiene por objeto reparar o atenuar las consecuencias de un
acontecimiento eventual e imprevisto. Se le critica a esta teoría que la
reparación de un daño o su atenuación, sólo puede referirse al siniestro que
ocurra en la esfera patrimonial de las personas aseguradas; pero, no puede
decirse lo mismo del seguro personal, ya que la integridad física no es un
bien sujeto a daños que puedan cuantificarse en términos indemnizatorios;

b. Teoría de la necesidad. El fundamento del seguro, según esta teoría,


consiste en que es un recurso por medio del cual un gran número de
existencias económicas amenazadas por peligros análogos, se organizan
para atender mutuamente posibles necesidades tasables y fortuitas de
dinero. Esta teoría, más que explicar al contrato de seguro, apunta hacia una
justificación del seguro como institución, ya que señala los elementos que lo
justifican: la necesidad, la mutualidad, la pluralidad de existencias
económicas (cantidad de asegurados) y la analogía de peligros. Sin
embargo, en el supuesto de que aplicáramos esta teoría al contrato de
seguro y dijéramos que éste se funda en la posibilidad de satisfacer
23
necesidades económicas futuras, ella no encajaría como causa general del
contrato, ya que una persona puede tomar un seguro, con la «seguridad» de
que esa necesidad futura no la va a experimentar porque tiene solvencia
patrimonial suficiente; y

c. Teoría de la previsión. En nuestro criterio es la más acertada: cuando se


contrata un seguro se está previendo minimizar las con secuencias de un
hecho que, como riesgo, motiva el contrato de seguro. Independientemente
de otras consideraciones, quien celebra un contrato de seguro, como
asegurado o tomador, lo hace como persona previsora que quiere trasladar
a otra, el asegurador, las consecuencias parciales o totales de una
eventualidad futura; o sea el riesgo convertido en siniestro.

Efectos

El contrato de seguro por su carácter bilateral genera derechos y obligaciones para


las partes. En este subtítulo trataremos de separar lo que corresponde a cada uno
de los sujetos que se relacionan con el contrato, principalmente las del asegurado
y del asegurador.

Obligaciones Del Asegurado

a) Obligación de pagar la prima.

Ya establecimos que la prima es la contraprestación de la obligación que adquiere


el asegurador. Es obligación esencial del asegurado, pues proviene de la misma
conceptualización legal del contrato de seguro (Arto.874). Su pago debe hacerse,
salvo pacto en contrario, al momento de celebrarse el contrato, en lo que se refiere
al primer período del seguro;

24
b) Obligación de veracidad.

Como el solicitante de un contrato de seguro puede ser el mismo asegurado, en tal


caso tiene la obligación de declarar conforme a la más estricta verdad el
interrogatorio que por escrito le formule el asegurador y que se refiere a hechos
importantes que permiten apreciar el riesgo o los riesgos que va a cubrir el seguro.
Esta obligación se fundamenta en la buena fe y es sujeto de ella el asegurador, el
solicitante, el representante o quien actúe en interés de un tercero (Artos. 880-881
del Código de comercio). Cuando se falte al cumplimiento de esta obligación, puede
resultar la terminación del contrato o bien que el pago de la suma asegurada no se
efectúe, según la oportunidad en que se verifique la declaración inexacta, ya que la
veracidad se exige en toda manifestación relacionada con el contrato:

c) Obligación de comunicarla agravación del riesgo.

El riesgo como objeto del contrato de seguro se aprecia en su mayor o menor


posibilidad de que ocurra, atendiendo a circunstancias objetivas. En ese sentido, la
agravación del riesgo podemos interpretarla como la mayor posibilidad de que se
convierta en siniestro. O sea que hay nuevos hechos que afectan la relación
contractual, sobre todo en cuanto a las obligaciones eventuales del asegurador. Las
agravaciones deben ser esenciales para que generen la obligación y se consideren
como tales:

1) Hechos que de haberse tomado en cuenta en la oportunidad en que se apreció


el riesgo asegurado, se habría contratado en términos diferentes; y

2) Se presume que el asegurado conoce toda agravación que emane de actos u


omisiones que provengan de su cónyuge o descendientes que vivan con él. En
resumen, cuando surge una agravación del riesgo, debe ser comunicada de
inmediato al asegurador en el día hábil siguiente a la fecha en que se conoce la
agravación (Arto. 894 del Código de comercio).

25
d) Obligación de atenuar el riesgo.

En un contrato de seguro se puede establecer que el contratante entiéndase


asegurado tiene la obligación de atenuar el riesgo o impedir que se agrave. Esto
consiste en que deben tomarse todas aquellas precauciones para que el siniestro
no suceda. Si se asegura un toro semental contra riesgo de muerte, se podría
establecer la obligación de mantenerlo vacunado como atenuación del riesgo. En
otras palabras, atenuar el riesgo es adoptar una conducta que posibilite su no
conversión en siniestro. Esta obligación está contenida en el artículo 895, y aun
cuando la ley se la asigna al contratante, se entiende que se refiere al asegurado
porque es este quien tiene interés en que el riesgo no suceda; por lo mismo, es
quien debe atenuarlo. Ahora bien, si no obstante existir la obligación de atenuar el
riesgo, el siniestro sucede por un acto de solidaridad humana, el asegurado debe
pagar la suma asegurada.

Por ejemplo, si en un seguro de transporte se fija una ruta determinada, que tiene
pocos accidentes topográficos como para condicionar un accidente; y para
transportar unas personas heridas a un centro asistencial se viera obligado a
cambiar de ruta, si sucediera el siniestro, se tendría que pagar porque el cambio se
debió a un acto de solidaridad humana, aun cuando transitar por la ruta no prevista
significó incumplir la obligación de atenuar el riesgo (Arto. 904 del Código de
comercio);

e) Obligación de avisar el siniestro.

Acaecido el siniestro, el asegurador o el beneficiario, en su caso, deben darle aviso


del mismo al asegurador. El plazo para rendirlo es de cinco días, salvo pacto en
contrario o disposición diferente de la ley; y se entiende que corre para aquel que
sabe del derecho que a su favor se desprende del contrato de seguro. Si un
beneficiario ignora ser el favorecido de una suma asegurada, el plazo no se contaría
a partir de la fecha en que sucede el siniestro, sino desde aquella en que tuvo
conocimiento de su derecho (Arto. 896 del Código de comercio); y

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f) Obligación de informar las circunstancias en que acaeció el siniestro.

La obligación del asegurador de pagar la suma asegurada no es un hecho


automático en la mayoría de los contratos de seguros. El asegurador debe conocer
en qué circunstancias sucedió el siniestro; de manera que pueda apreciar la
objetividad del daño o la posibilidad de subrogarse en los derechos del asegurado,
con base en los informes que se le dan. En esa virtud, es obligación del asegurado
rendir tal información, la que es también del beneficiario cuando fuere el caso (Arto.
896 del Código de comercio).

2.- Derechos Del Asegurado

El principal derecho del asegurado, como consecuencia del contrato de seguro, es


el de recibir la suma asegurada a que se obligó pagar el asegurador en el caso de
que ocurra el siniestro. Este derecho nace del mismo concepto que nuestra ley da
sobre el contrato de seguro y de lo preceptuado en el artículo 901 del Código de
comercio. Este derecho, salvo pacto en contrario o disposición expresa de la ley,
debe ser satisfecho treinta días después de que el asegurador ha recibido los
documentos e informaciones que hacen exigible la reclamación. La obligación del
asegurador con respecto al derecho del asegurado existe por la celebración del
contrato y no se puede pactar que deba ser reconocida por el asegurador o
comprobada en juicio, porque un acuerdo de esa naturaleza sería nulo de pleno
derecho. Esto se hace sobre la base de que la obligación del asegurador también
debe cumplirse de buena fe, sin someterla a términos caprichosos.

3.- Obligaciones del Asegurador

a) Obligación de pagar la suma asegurada. Esta obligación, en el seguro de daños,


debe determinarse en su cuantía según el valor objetivo del daño causado por el
siniestro; si el asegurado no está de acuerdo con el avalúo fijado por el asegurador,
se puede dirimir el conflicto en un juicio sumario para establecer judicialmente la
suma a pagar. Lo anterior ocurre en el caso de que el daño sea parcial; si fuere

27
total, en principio, se estaría a la suma asegurada, tomando en cuenta siempre el
valor del objeto al momento del siniestro, con el fin de que no sea lucrativo para el
asegurado. En el caso del seguro de personas, muerte, accidente, enfermedad, las
cantidades a pagar están determinadas de antemano y no sujetas a valoración
alguna (Arto. 901 del Código de comercio).

Como esta obligación proviene de un hecho: que el riesgo se dé en la realidad, la


ley establece que el asegurador responde de todo acontecimiento que presente
características de riesgo y cuyas consecuencias estén previstas, salvo los que han
sido expresamente excluidos del contrato o que por disposición de la ley son riesgos
no cubiertos (Arto. 898 del Código de comercio). Asimismo, el asegurador responde
de esta obligación aun en el caso de que el asegurado o las personas de quienes
responde civilmente hayan actuado con culpa en la ocasión del siniestro; e incluso,
responde en casos de culpa grave, salvo pacto en contrario. De lo que, si no se
responde, es de la actuación de mala fe, por caer dentro del campo doloso (Arto.
903 del Código de comercio); y

b) Obligación eventual de reducir la prima. Como el valor de la prima se fija, entre


otros parámetros, atendiendo a las circunstancias que pueden contribuir a que el
riesgo se materialice, si estas desaparecen o pierden importancia y así se convino
en el contrato, el asegurado tiene derecho a pedir que se le reduzca la prima a
pagar; y el asegurador la obligación de reducirla (Arto. 900 del Código de comercio).

4.- Derechos del Asegurador

a) Su derecho principal es cobrar la prima en la forma que establece la ley o el


contrato. Por lo tanto, cualquiera sea el seguro que se tenga, la póliza es el título
que usa el asegurador para es cobrar la prima en caso de cobro judicial; y

b) Derecho de compensar o descontar de la indemnización las primas que se le


adeuden o los préstamos que le haya hecho el asegurado sobre las pólizas; esto
último sucede sobre todo en el seguro de vida, en donde el asegurado obtiene

28
préstamos sobre su póliza después de cierto tiempo de estar pagando las primas.
Otro tipo de relaciones obligacionales no pueden compensarse, salvo pacto en
contrario (Arto. 902 del Código de comercio).

5.- Obligación Reciproca de las Partes

Las partes contratantes deben comunicarse un cambio en la dirección que


establecieron en la póliza para sus relaciones contractuales. De lo contrario,
cualquier comunicación entre ellos se tiene por bien hecha en la dirección que
registra la póliza.

Nulidad, Recisión y Reducción

El Código de comercio de Guatemala se caracteriza por agrupar en un mismo título


el problema de la nulidad, rescisión y reducción del contrato de seguro, con el fin de
que las normas no estén dispersas en todo el contenido de la ley. Se trata pues, de
fenómenos que afectan a todos los contratos de seguro, ya que son temas
regulados en la dogmática general de la institución.

Nulidad

La nulidad es considerada como la ineficacia de un acto jurídico a consecuencia de


hechos como los siguientes: ilicitud de su objeto, falta de cumplimiento de los
requisitos necesarios para su realización o cuando se da un vicio del
consentimiento, entre otros. En el caso del contrato de seguro, la nulidad está
provista por los siguientes motivos:

a) Es sabido que el riesgo es una eventualidad. Si ese riesgo ha desaparecido o se


ha convertido en siniestro, no puede ser cubierto mediante un contrato de seguro; y
si se celebra bajo esas circunstancias, es nulo al tenor del artículo 906 del Código
de comercio. No obstante, lo anterior, las partes pueden pactar expresamente un
seguro contrariamente al supuesto básico de esa norma, si consideran que la cosa

29
asegurada aún se encuentra expuesta al riesgo previsto en el contrato. En este
caso, se trata Al de una eventualidad calificada como incertidumbre subjetiva o
riesgo putativo' según la doctrina, ya que del conocimiento que las partes tenían
sobre los factores que inducen al negocio, depende la validez del mismo Si este
pacto no existe y los hechos se dan como dicta la norma, la nulidad es una
consecuencia y las partes no tienen derecho a reclamarse sus prestaciones
recíprocas. En este mismo artículo se encuentra prevista la posibilidad de darle
efecto retroactivo al contrato de seguro, siempre y cuando ese efecto no vaya más
allá de un año. Regularmente sucede esto en el seguro de transporte marítimo,
cuando el medio de transporte ya salió del puerto, conociéndose este caso como
riesgo sobre buenas y malas noticias, y

b)En el contrato de seguro de personas es nula toda cláusula que faculte al


asegurador a dar por terminado el contrato en forma anticipada.

Rescisión

Recordemos que la rescisión se define como un "Proceso dirigido a hacer ineficaz


un contrato válidamente celebrado. Obligatorio en condiciones normales, a causa
de accidentes externos susceptibles de ocasionar un perjuicio económico a alguno
de los contratantes o a sus acreedores"

En tal sentido se orienta nuestro Código civil, al establecer en el artículo 1579, que:
"Los contratos válidamente celebrados, pendientes de cumplimiento. pueden
rescindirse por mutuo consentimiento o por declaración judicial en los casos que
establece este Código".

El Código de comercio de Guatemala norma, como hechos que provocan la


rescisión del contrato de seguro, los siguientes:

a) Los seguros de daños pueden rescindirse por el asegurador o por el asegurado,


anticipadamente y sin expresión de causa, avisándose con quince días de

30
anticipación a la fecha en que va a darse por terminada la relación contractual. Esta
posibilidad no. no existe en el contrato de transporte por viaje, una vez se haya
iniciado. Asimismo, en el seguro de personas, la posibilidad de rescindir el contrato
no existe para el asegurador y si existe para el asegurado;

b) La persona que solicita un seguro para si o para un tercero, tiene la obligación de


ser veraz en sus declaraciones sobre el riesgo El o a asegurar. Si se viola esta
obligación, entonces aparece lo que se conoce como RETICENCIA: omisión o
inexacta declaración.

Esta omisión o inexactitud, para que sea digna de tomarse en cuenta, debe estar
referida a hechos relacionados con la apreciación del riesgo asegurado y que estén
contemplados en el cuestionario que el asegurador presenta al solicitante, tal como
los conozca o deba conocer al momento de celebrar el contrato. O sea que no se
podría calificar de omisión o inexactitud el no manifestarse sobre un hecho sobre el
cual no ha sido cuestionado o que no lo conozca o deba conocer según sus
circunstancias. No podría acusarse de reticencia a una persona que declarar una
enfermedad que nunca le ha sido diagnosticada fronda. ¿Qué sucede entonces si
se da la inexacta declaración o la omisión o reticencia? Que el asegurador puede
dar por terminado el contrato, lo cual constituye rescisión. ¿Cuándo debe ejercitarse
este derecho por parte del asegurador? Bi párrafo segundo del artículo 908, que
contiene este caso de rescisión, establece que dentro del mes siguiente en que se
conozca la omisión o inexactitud. Entonces, si se conoce en o ro' noviembre ¿debe
hacerse en diciembre? La redacción defectuosa, es evidente, debiéndose entender
que es el mes que sigue a la fecha. Transcurrido ese plazo, si no se hace la
notificación, caduca el derecho a invocarla. Dada la reticencia, el asegurador, a título
de indemnización, tiene derecho a la prima correspondiente al período en curso;
ahora bien, si el riesgo no se ha mi comenzado a correr, sólo se tiene derecho a
que se le reembolsen los gastos que ocasionó la contratación;

c) Cuando el asegurado actúa de mala fe o con culpa grave, omitiendo


circunstancias o declarando inexactitudes, aunque no influyen en la realización del

31
siniestro, da como resultado la g facultad del asegurador de tener por rescindido el
contrato. Ello 13 3 es así porque uno de los pilares fundamentales del seguro es la
estricta observancia de la buena fe; y 1899

d) Por último, podemos considerar que el contrato de seguro también es ineficaz y


por lo mismo surte los efectos de una n rescisión, el hecho de que, como
consecuencia de una declaración inexacta o una omisión, hecha de buena fe y sin
culpa grave, resulte un riesgo no asegurable; ya que en este caso el asegurador
queda liberado de la obligación de pagar la suma asegurada y no el siniestro como
equivocadamente dice el Código en el artículo 909.

Como limitación a la posibilidad de rescindir un contrato de seguro, el Código


establece en el artículo 910 que no procede la terminación en los siguientes casos:

1) Si el asegurado provocó la omisión o inexacta declaración.

Por ejemplo, si sus cuestionarios confunden al declarante u omiten interrogar sobre


una circunstancia especial para la apreciación del riesgo. En este sentido, la
jurisprudencia argentina se ha pronunciado por considerar injusta la atribución de
una omisión sobre hechos que el asegurador es quien debe conocer --como técnico
del seguro—para la apreciación del riesgo.

2) el asegurado conocía o debía conocer el hecho omitido o declarado


inexactamente. Este conocimiento debe provenir de cualquier persona que participa
en la policitación del contrato. Si el médico que reconoce al asegurado no
diagnostica una enfermedad, actuando por parte de la aseguradora, la terminación
no procede.

3) Cuando el asegurador renuncie a impugnar el contrato por esta causa. En este


aspecto creemos que la ley olvidó que la reticencia o falsa declaración puede
provenir de dolo o culpa grave; entonces una renuncia a este efecto vendría a

32
contradecir el espíritu del contrato; creemos que en la práctica esto no tiene razón
de ser y que no existe asegurador que pactara semejante circunstancia.

4) Si se omite contestar alguna de las preguntas del asegurador, salvo que la


omisión signifique, según el cuestionario, tenerla por contestada en un sentido que
no corresponda a la verdad de los hechos;

e) Hay dan verdad de los hechos de rescisión parcial; y sucede cuando son varios
los sujetos asegurados, las cosas o los riesgos cubiertos si la declaración solo
pueda afectar a uno de ellos, así será el efecto de la rescisión, a menos que el
asegurado pruebe que no los habría asegurado separadamente

Reducción

Por reducción del contrato de seguro debe entenderse como la rebaja en el monto
de la suma asegurada a que se obligó a pagar el asegurador; y sucede en los casos
que establece la ley para balancear la correlación que existe entre prima y suma
asegurada, de manera que esta no resulte excesiva con relación a la primera.
Dentro de los casos de reducción encontramos los siguientes:

a) La suma asegurada se reduce para el asegurador cuando ha habido declaración


inexacta u omisión sin mala fe o culpa grave, el s si sucede el siniestro sin que se
haya notificado dentro del mes antes referido, siempre que el riesgo sea asegurable
no obstante o la declaración;

b) Como existe la obligación de comunicar la agravación del riesgo, su


incumplimiento produce la reducción de la suma aro asegurada en la misma forma
que se estableció en el inciso al no anterior. Este mismo caso de reducción se daría
si fueran varias personas o cosas aseguradas, si la agravación se refiere a una sola,
ya que SÓLO cubriría a las demás, si le es imposible demostrar que no las había
asegurado separadamente (Artos. 912-913); у

33
c) o También hay posibilidad de reducir la suma asegurada si se imite dar el aviso
del siniestro dentro del término que fija la ley (Arto.914). Pero la ley no es clara en
cuanto al monto esa reducción, porque al remitir el artículo 896, prácticamente no
dice nada. Hubiese sido mejor establecer el monto de reducción.

FUNDAMENTO LEGAL

CAPITULO X
DEL CONTRATO DE SEGURO
SECCION PRIMERA
DISPOSICIONES GENERALES
SUBSECCION PRIMERA
DE LA CELEBRACION DEL CONTRATO

ARTICULO 874. Contrato de seguro.

Por el contrato de seguro, el asegurador se obliga a resarcir un daño o a pagar una


suma de dinero al realizarse la eventualidad prevista en el contrato, y el asegurado
o tomador del seguro, se obliga a pagar la prima correspondiente.

ARTICULO 875. Definiciones. Para los efectos de este Código se considera:

1º. Asegurador: a la sociedad mercantil autorizada legalmente para operar seguros,


que asume los riesgos especificados en el contrato de seguro.

2º. Solicitante: a la persona que contrata el seguro, por cuenta propia o por la de un
tercero determinado o determinable y que traslada los riesgos al asegurador.

3º. Asegurado: la persona interesada en la traslación de los riesgos.

4º. Beneficiario: la persona que ha de percibir, en caso de siniestro, el producto del


seguro.

34
5º. Prima: la retribución o precio del seguro.

6º. Riesgo: la eventualidad de todo caso fortuito que pueda provocar la pérdida
prevista en la póliza.

7º. Siniestro: la ocurrencia del riesgo asegurado.

Una misma persona puede reunir las calidades de solicitante, asegurado y


beneficiario. Los hechos ciertos, o los físicamente imposibles, no constituyen riesgo
y no pueden ser objeto del contrato de seguro, salvo la muerte.

ARTICULO 876. Carácter imperativo. Todas las disposiciones de este capítulo


tendrán carácter imperativo a favor del asegurado, a no ser que admitan
expresamente pacto en contrario.

ARTICULO 877. Aseguradores. Sólo las sociedades mercantiles que hayan


obtenido la autorización respectiva, podrán actuar como aseguradores.

Quien, sin estar debidamente autorizado, asumiere de hecho la función de


asegurador, deberá devolver las primas que hubiere percibido y resarcir los daños
y perjuicios que hubiere ocasionado a su contraparte.

ARTICULO 878. Cuando obliga la solicitud.

La solicitud para celebrar un contrato de seguro sólo obligará a quien la haga, si


contiene las condiciones generales del contrato.

ARTICULO 879. Aceptación de prórrogas.

Se considerarán aceptadas las solicitudes de prorrogar o modificar un contrato de


seguro o restablecer uno suspendido, si el asegurador no las rechaza dentro de los
quince días siguientes al de la recepción de la solicitud. Este precepto no es

35
aplicable a las solicitudes de aumentar la suma asegurada, y en ningún caso al
seguro de personas.

ARTICULO 880. Declaración.

El solicitante estará obligado a declarar por escrito al asegurador, de acuerdo con


el cuestionario respectivo, todos los hechos que tengan importancia para la
apreciación del riesgo, en cuanto puedan influir en la celebración del contrato, tales
como los conozca o deba conocer en el momento de formular la solicitud.

ARTICULO 881. Declaración de representante.

Si el contrato se solicita por un representante o por quien actúa en interés de un


tercero, deberán declararse tanto los hechos importantes que sean o deban ser
conocidos por el solicitante, como los que sean o deban ser conocidos por el
solicitante, por aquel por cuya cuenta se contrata.

ARTICULO 882. Perfeccionamiento del contrato.

El contrato de seguro se perfecciona desde el momento en que el asegurado o


contratante reciba la aceptación del asegurador, sin que pueda supeditarse su
vigencia al pago de la prima inicial o a la entrega de la póliza o de un documento
equivalente.

ARTICULO 883. Seguro por cuenta de otro.

El seguro puede contratarse por cuenta de otro, con designación de la persona del
tercero asegurado o sin ella.

ARTICULO 884. Ratificación.

Si el solicitante contrata el seguro en nombre ajeno, sin tener poder para ello, el
seguro obliga al asegurador y el asegurado puede ratificar el contrato aun en fecha
36
posterior al siniestro. Los derechos derivados del contrato corresponden al
asegurado y el solicitante, aun cuando esté en posesión de la póliza, no puede
hacerlos valer sin el consentimiento del asegurado.

ARTICULO 885. El seguro no es lucrativo.

Respecto al asegurado, los seguros de daños son contratos de simple


indemnización y en ningún caso pueden constituir para él fuentes de
enriquecimiento.

ARTICULO 886. Cobertura.

El asegurador puede tomar sobre sí todos o algunos de los riesgos a que está
expuesta la cosa asegurada. No estando expresamente limitado el seguro a
determinados riesgos, el asegurador responde de todos, salvo las excepciones
legales.

37
EJEMPLO DE UN CONTRATO DE SEGURO

CONTRATO NUMERO UNO (1) En el municipio de Mazatenango departamento


de Suchitepéquez, el veintinueve (29) de agosto de dos mil veintitrés (23).
Nosotros: Por una parte, HECTOR MANUEL ARBIZÚ ARGUETA, de cuarenta
años de edad, soltero, guatemalteco, administrador de empresas, de este
domicilio, con cédula de vecindad número de orden A guion uno (A-1) y de registro
ochocientos ocho mil ochocientos setenta y siete (808,877), extendida por el
Alcalde Municipal de Guatemala, actuando en representación de la
VICEPRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA, en calidad de Secretario General, lo que
acredito con el Acuerdo Vicepresidencial, número treinta guión dos mil ocho (30-
2008) de fecha dieciocho de enero del año dos mil ocho, y Acta de Toma de
Posesión número dieciséis guión dos mil ocho (16-2008) de fecha dieciocho de
enero del año dos mil ocho, señalando como lugar para recibir notificaciones, el
inmueble ubicado en la sexta avenida número cuatro guión diecinueve de la zona
uno de esta ciudad (6ª. Av. 4-19 zona 1, Guatemala); y por la otra parte, el señor
XXXX, de XX años de edad, casado, guatemalteco, de este domicilio, con cédula
de vecindad número de orden X guión XXX ( ) y de registro XXX ( ) extendida por
el Alcalde Municipal de xxxxx, actuando como Mandatario General con
Representación de la entidad XXXX, calidad que acredita con el testimonio de la
escritura pública número xxxxx ( ) de fecha xxxxxx, autorizada en esta ciudad por
el Notario xxxxxxxx y que se encuentra debidamente inscrito en el Registro
electrónico de Poderes del Archivo General de Protocolos del Organismo Judicial
a numero xxxxxx ( ) y en el Registro Mercantil General de la República a número
xxxxxx ( ), folio xxxx ( ) del libro xxxxx ( ) de Mandatos. La entidad contratante
quedó inscrita en el Registro Mercantil General de la República, a número xxxxx (

38
), folio xxxx ( ) del libro xxxx ( ) de Sociedades, y su representante legal señala
lugar para recibir notificaciones, el inmueble ubicado en xxxxxx. Ambos otorgantes
manifestamos encontrarnos en el libre ejercicio de nuestros derechos civiles y que
las representaciones que ejercitamos son suficientes conforme a la ley, para la
celebración del presente contrato. Toda la documentación relacionada se tuvo a
la vista y en lo sucesivo ambos otorgantes en su orden, nos denominaremos
“VICEPRESIDENCIA” y “ASEGURADORA”. PRIMERA: BASE LEGAL: El
presente contrato se suscribe como producto del proceso de cotización publicado
en Guatecompras el día xxxxx, bajo el NOG xxxxx ( ); en base a lo dispuesto en
los artículos 26, 38, 40, 41, de la Ley de Contrataciones del Estado, y 12, 15, 16 y
26 del reglamento de dicha ley, Acuerdo Gubernativo 1056-92, y en relación a la
documentación vertida dentro del proceso de adquisición. SEGUNDA: OBJETO
DEL CONTRATO: La “ASEGURADORA” se compromete a proporcionar la póliza
y el seguro sobre xxxx ( ) vehículos de la Vicepresidencia de la República de
Guatemala, de acuerdo a las especificaciones que constan en las bases de
cotización y la documentación legal de soporte, que consiste en las
especificaciones generales, especificaciones técnicas y anexos publicados, que
ampare la cobertura requerida en las bases de cotización y cubra el siniestro que
pudiera ocurrirle a los vehículos identificados en el anexo de las bases de
cotización, en donde se especificaron los siguientes datos: números de placa,
marca, línea o estilo, modelo, tipo, número de chasis, número de motor, color,
centímetros cúbicos, cilindros, tipo de combustible y valor de los mismos.
TERCERA: VALOR DEL CONTRATO Y FORMA DE PAGO: La
“VICEPRESIDENCIA” conviene en pagar a la “ASEGURADORA”, por la
proveeduría del servicio de seguro sobre xxxx ( ) vehículos, la cantidad de
_________________(Q. ), por medio del Comprobante Único de Registro

39
(C.U.R.), partida presupuestaria número 2010-11130003-202-00-12-00-000-001-
000-191-0100-0101-11-0000-0000, relativa a PRIMAS Y GASTOS DE SEGUROS
Y FIANZAS, del Presupuesto General de Ingresos y Egresos del Estado; contra
entrega de la factura correspondiente que emitirá la “ASEGURADORA”. CUARTA:
PLAZO DEL CONTRATO: La “ASEGURADORA” se compromete a iniciar el
período de vigencia del seguro sobre los xxxx ( ) vehículos relacionados, desde el
día once (11) de mayo del año dos mil diez (2,010) y hasta el día once (11) de
mayo del año dos mil once (2,011). QUINTA: DECLARACION JURADA: La
“ASEGURADORA” a través de su representante legal, declara bajo juramento que
no se encuentra comprendido en las limitaciones contenidas en el artículo 80 de
la Ley de Contrataciones del Estado, pudiendo en consecuencia suscribir este
contrato y formalizar la proveeduría del servicio de seguro que se documenta.
SEXTA: FIANZA DE CUMPLIMIENTO: La “ASEGURADORA” se obliga a
presentar a favor de la “VICEPRESIDENCIA” una fianza de cumplimiento
equivalente al diez por ciento (10%) del valor total del contrato, que garantizará el
fiel cumplimiento de sus obligaciones contractuales. Esta fianza se presentará
previo a la aprobación del contrato y se hará efectiva por parte de la
“VICEPRESIDENCIA”, cuándo ocurra el incumplimiento y para el efecto dará
audiencia por diez (10) días a la Institución Afianzadora que la emitiera, para que
exprese lo que se considere legal y pertinente. Efectuado lo cual o vencida la
audiencia sin que se presente ninguna exposición, sin más trámite se ordenará el
requerimiento respectivo y la Institución Afianzadora hará el pago dentro del
término de treinta (30) días contados a partir del requerimiento. Esta circunstancia
que se hará constar en la póliza respectiva. La fianza deberá mantenerse en vigor
hasta que el Estado extienda finiquito a favor de La “ASEGURADORA”. SEPTIMA:
TERMINACIÓN DEL CONTRATO: Procederá la terminación del presente contrato

40
por los siguientes motivos: A) La “VICEPRESIDENCIA” sin responsabilidad alguna
de su parte podrá dar por terminado unilateralmente el presente contrato, en caso
de evidente negligencia de la “ASEGURADORA” en cumplir con las condiciones
de este contrato, las presentadas en su oferta y las que consten en cada
certificado. En este caso, dictará providencia señalando el término de diez (10)
días para que la “ASEGURADORA”, acompañado de sus pruebas, exprese lo
conveniente en defensa de sus intereses. Vencido el término, se resolverá de
acuerdo con las pruebas presentadas, dando por terminado el contrato o en caso
así proceda, dando por desvanecido el cargo formulado. B) La “ASEGURADORA”
podrá dar por terminado el presente contrato sin responsabilidad de su parte, si la
“VICEPRESIDENCIA” injustificadamente retrasare el pago de la adquisición de los
bienes, transcurridos treinta días hábiles después de haberse concluido los
trámites de autorización del pago. C) La “VICEPRESIDENCIA” podrá
unilateralmente dar por terminado el presente contrato a su conveniencia, dando
aviso al vendedor con anticipación mínima de treinta (30) días, sin responsabilidad
de su parte. D) En caso fortuito o fuerza mayor que impidiere a cualquiera de las
partes cumplir con sus obligaciones, y para ello, convienen en dar aviso por escrito
respecto de tal imposibilidad tan pronto se tenga noticia de la causa, en tales
circunstancias, ninguna de las partes incurrirá en responsabilidad por
incumplimiento. Y, E) Por rescisión acordada entre las partes. OCTAVA:
CONTROVERSIAS: Los otorgantes convenimos expresamente en que cualquier
diferencia o reclamo que surja derivado de la interpretación o aplicación del
presente contrato, será resuelta con carácter conciliatorio, pero si no fuera posible
llegar a un acuerdo, la cuestión o cuestiones a dilucidarse, se someterán a la
jurisdicción del Tribunal de lo Contencioso Administrativo. NOVENA:
APROBACION: Para que el presente contrato surta sus efectos legales y obligue

41
a las partes, deberá estar aprobado de conformidad con lo dispuesto por el artículo
noveno (9º) y del artículo cuarenta y ocho (48) de la Ley de Contrataciones del
Estado. DÉCIMA: IMPUESTOS Y RETENCIONES: Queda entendido que en el
pago que se le haga a la “ASEGURADORA” por el valor de este contrato, está
incluido el Impuesto al Valor Agregado (IVA), se le harán las retenciones que en
derecho correspondan. DÉCIMA PRIMERA: ACEPTACIÓN DEL CONTRATO: En
los términos estipulados, las partes contratantes aceptamos el contenido del
presente contrato, el que es leído íntegramente por los otorgantes y enterados de
su objeto, validez y efectos legales, lo ratificamos, aceptamos y firmamos en tres
hojas de papel tamaño oficio con membrete de la Vicepresidencia de la República.

42
Conclusiones

1. Tenemos que el contrato de seguro no siempre es considerado como un


contrato de adhesión, si bien es cierto dentro de las características figura la
de ser uno de adhesión esto no es siempre así, ya que cabe la posibilidad de
que sea consensual, esto dependerá de la voluntad de las partes, de la póliza
que se emita, el riesgo cubierto, etc.

2. En cuanto a los elementos esenciales del contrato de seguro tenemos: el


interés asegurable, que es el ánimo del asegurado de querer proteger un
objeto; el riesgo asegurable, que es un hecho incierto que puede suceder y
que es descrito en el contrato de seguro; la prima, que es el monto que paga
el asegurado a cambio de una indemnización en caso de ocurrir el siniestro;
y la obligación de indemnizar, que está a cargo de la aseguradora ya que
esta recibió a cambio el pago de la prima.

3. Dentro del contrato de seguro existen otras figuras de seguros como el


reaseguro, que es la operación de seguros realizada por el asegurador, por
la que transfiere parte de los riegos asumidos al reasegurador, pero es el
único obligado con respecto al asegurado o tomador del seguro.

4. La póliza, es el instrumento probatorio por excelencia del contrato celebrado


entre el asegurado y el asegurador. Es aconsejable antes de celebrarlo, leer
todas las cláusulas contenidas en el mismo, para tener una información
completa de sus términos y condiciones. En él se reflejan las normas que de
forma general, particular o especial regulan la relación contractual convenida
entre el asegurador y el asegurado.

43
Referencias Bibliográficas

Boletín Anual de Estadísticas de Seguros y Fianzas 2005, Superintendencia de


Bancos de Guatemala -- 135 P.

Cabanellas, G. (2005). Contrato de Obra. En Diccionario jurídico elemental. (17


edición pág. 500. Argentina, Buenos aires. Heliasta.

Cálculo del Margen de Solvencia de las Compañías Aseguradoras de Guatemala,


Superintendencia de Bancos Noviembre de 1993 -- 27 P.

Chromeextension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/http://biblioteca.usac.edu.gt/
tesis/03/03_1900.pdf

Cobo Cayon, Juan F. Seguros y Reaseguros Edición 1962 -- 503 P.

Código de Comercio de Guatemala, Decreto 2-70.

Méndez, D. J. (2012). “SEGURIDAD JURÍDICA DEL CONTRATO DE SEGURO EN.


Obtenido de http://biblio3.url.edu.gt/Tesario/2012/07/01/Arreaga-Damian.pdf

Riveros, A. (2023). El contrato del seguro para la Gestión de Riesgos. Obtenido de


El contrato del seguro para la Gestión de Riesgos:
https://www.ealde.es/contrato-seguro-gestion-de-riesgos/

Sunay, T. (marzo de 2009). Análisis doctrinario y jurídico del contrato de seguro en


la sociedad guatemalteca. Obtenido de análisis doctrinario y jurídico del
contrato de seguro en la sociedad guatemalteca:
http://biblioteca.usac.edu.gt/tesis/04/04_7780.pdf

Villegas, R. (2020). Derecho mercantil guatemalteco . Guatemala: universitaria.

44
CUESTIONARIO
Universidad de San Carlos de Guatemala USAC
Centro Universitario del Sur Occidentes CUNSUROC
Licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales. Abogacía y Notariado.
Derecho Mercantil III

Grupo #2

1. ¿Como se llama el documento que se realiza para dar resguardo y fianza en el caso
de tener un accidente, enfermedad o cualquier circunstancia catastrófica?
Contrato de seguro

2. ¿Función del Contrato de seguro?


Está sujeta a riesgos potenciales que, de llegar a suceder y crean desequilibrios de
diversa índole.

3. ¿Cuál es el Origen del contrato de seguro?


Se le atribuye la paternidad de un acto jurídico llamado préstamo a la gruesa
aventura, el que más tarda fue perfeccionado.

4. Se instituye en interés público y social para proteger mediante la previsión.


Seguro Social

5. Es un negocio de derecho privado.


seguro Comercial

6. ¿Cuál es el fundamento Técnicos del Seguro?


Es un programa tanto a nivel público como privado.

7. ¿Fundamentos técnicos que comprenderán?


Información Genérica del riesgo asegurable.
Información Estadística sobre el riesgo.
Recargo de seguridad sobre la prima de riesgo
Recargos de gestión necesarios.
Recargo para beneficio o excedente.

8. Tiene la finalidad del seguro público o del comercial, aunque en forma muy limitada.
Seguro mutualista

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9. ¿Qué es lo que afirma el autor Gella sobre el contrato?
Que el contrato de seguro es aquel por el cual una persona se obliga, mediante cierta
retribución.
10. ¿Cuáles son los elementos del contrato de seguro?
Subjetivo
Objetivo
Formales

11. ¿Quién es la persona del Subjetivo?


Asegurador

12. Es la persona jurídica que en forma de sociedad anónima y organizada al tenor de la


ley guatemalteca o en el extranjero.
Elemento Subjetivo Personales

13. ¿Qué es el Elemento Objetivo?


Se considera como elementos objetivos del contrato de seguro

14. ¿Características del Contrato de Seguro?


Es un contrato principal
Es bilateral
Es consensual
Es oneroso
Es aleatorio
Es de tracto sucesivo
Es contrato por adhesión
Es de buena fe.

15. ¿Mencione la Naturaleza Jurídica?


Teoría de la indemnización
Teoría de la necesidad
Teoría de la previsión

16. ¿Mencione obligaciones del asegurado?


Obligaciones de pagar la prima
Obligaciones de veracidad
Obligaciones de comunicarla agravación del riesgo
Obligación de atenuar el riesgo
Obligación de avisar el siniestro
Obligación de informar las circunstancias en que acaeció el siniestro

46
17. Es considerada como la ineficiencia de un acto jurídico a consecuencia de hechos.
Nulidad
18. Se define como un proceso dirigido a hacer ineficaz un contrato válidamente
celebrado.
Rescisión

19. Es la rebaja en el momento de la suma asegurada a que se obligó a pagar.


Reducción

20. La prima como precio del seguro no es un valor que deba discutirse en cada contrato
que se celebre.
Principio de predeterminación

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