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Preparación de Presentación

Título del Sermón

La Herencia de Dios

Idea Central del Pasaje

En Cristo somos la herencia de Dios, somos la posesión preciada de Dios y por lo tanto estamos
seguros en él. Dios ha garantizado nuestra redención final cuando él poseerá por completo a su
iglesia. Como adelanto garantizador Dios nos ha dado a su Santo Espíritu. Todo esto para la ala-
banza de su gloria.

Ocasión del Mensaje y Edad del Público

Este mensaje será predicado en el culto de adoración el día domingo 12 de Abril del 2015. Mi
público estará compuesto de personas entre 13 a 70 años de edad. Niños entre 3 y 12 años estarán
en sus respectivas clases.

Objetivos del Mensaje

Como resultado de este sermón los oyentes:

1. Entenderán que su identidad esta en Cristo y que son la preciada posesión de


Dios y por lo tanto, Dios espera con ansias aquel día en que les poseerá completa-
mente y para siempre.

2. Que creyeron en Jesucristo se afianzaran en su fe al recordar que su salvación es


segura por cuanto esta depende de Dios y por cuanto el ha garantizado guardar-
nos hasta el fin.

3. Se sentirán grandemente amados por Dios al darse cuenta que el Señor los consi-
dera su preciada posesión. Al mismo tiempo, se sentirán indignos de la gracia de
Dios de manera que lo alabarán como respuesta a su abundante gracia.

4. Al entender que existimos para la gloria de Dios, desearan con gran vigor vivir
conforme a su identidad y buscaran honrar a Dios en todo lo que hacen.

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Ilustraciones a Usarse

Ilustración Propósito
La Película la Identidad de Bourne

Narraré brevemente la sinopsis de la película


(con fotos) haciendo énfasis en como es que el
personaje principal, aunque era capaz de hacer
bien muchas cosas, no sabía cual era su identi- Utilizaré esta ilustración como parte de la
dad. Luego citaré las palabras de una escena de introducción a mi mensaje. El propósito es
la película: ilustrar la realidad que como creyentes somos

“Puedo decirte los números de placas de los capaces que vivir la vida haciendo muchas co-
seis carros que están afuera. Puedo decirte que sas con un alto grado de efectividad; sin em-
nuestro mozo es zurdo, y aquel joven sentado bargo, somos flojos en buscar la excelencia en
en la esquina pesa 52 kilos y sabe como defen- nuestra vida cristiana. Enfatizaré el hecho que
derse. Se que el mejor lugar donde encontrar vivimos como si no supiéramos cual es nuestra
una pistola es en el taxi que esta afuera. Puedo identidad.
correr por casi un kilometro antes de que mis
manos comiencen a temblar. Ahora ¿Por qué sé
todo esto? ¿Cómo es posible que sepa todo esto
y no sepa quien soy?”

Ilustración de la Granja y del Sellado de Vacas El propósito de esto será ilustrar como es que

Mencionaré brevemente mi experiencia en la Dios nos ha sellado y explicar como es que este
granja de los padres de mi esposa y como es sello comunica la idea de propiedad y protec-
que el Papá de mis esposa marcaba a sus vacas ción. El sello de Dios garantiza que nuestra sal-
para identificarlas como parte de su propiedad. vación es segura.

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Cita de Isaías 43:20-21. Es mi deseo utilizar este verso como un para-

En el último punto de mis sermón leeré Isaías lelo que ilustra el rol que la iglesia tiene de ala-
43:20-21 en donde se enfatiza que el pueblo de bar y glorificar a Dios. Así como Israel fue es-
Israel fue escogido como preciada posesión cogido como la herencia de Dios para darle
gloria, así también la iglesia fue escogida como
para que este alabe a Dios.
la herencia preciada de Dios para darle al Señor
toda la honra y gloria.
Frase de Facebook: "Soy soltera y hago lo que Al citar esta frase busco retar a los creyentes a
quiero." vivir de una manera que refleje que somos po-
sesión de Dios y que no nos pertenecemos a
Citaré esta frase que leí en Facebook.
nosotros mismos. No podemos hacer lo que
nos da la gana por que le pertenecemos a Dios.
Debemos vivir conforme a nuestra identidad y
buscar darle toda la gloria a Dios.

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Manuscrito:
La Herencia de Dios

Texto: Efesios 1:11-14

Introducción

Muy Buenos días, es un privilegio estar aquí con ustedes y poder compartir la Palabra de Dios.
Esta mañana finalmente terminaremos de estudiar la oración más larga de todo el nuevo testa-
mento. Como ya dijimos en otras ocaciones, Efesios 1:3-14 es la oración más larga que hay, no
solo en las epístolas de Pablo, sino en todo el Nuevo Testamento. Hoy estudiaremos los versos 11
al 14 de donde aprenderemos acerca de la Herencia de Dios. ¿Quienes son la Herencia de Dios y
que significa esto para nuestras vidas? Mientras estudiamos este pasaje nos daremos cuenta que la
herencia de Dios tiene que ver con nuestra identidad. A propósito de identidad ¿cuántos de uste-
des han visto la saga de "La Supremacía Bourne"? La primera película de esta saga, la identidad de
Bourne, comienza con la escena en donde vemos a un hombre herido flotando en el mar. Unos
minutos más tarde, después de haber sido rescatado por unos marineros, nos damos cuenta que
este hombre esta perdido. No tiene ni la menor idea de quien es. Al transcurrir la película nos da-
mos cuenta que este hombre es alguien muy superdotado y bien entrenado. Aunque el puede ha-
cer muchas cosas y aunque sabe de muchas cosas, lamentablemente no sabe quien es. En la pelí-
cula hay una escena en la cual él dice:

“Puedo decirte los números de placas de los seis carros que están afuera. Puedo decirte que
nuestro mozo es zurdo, y aquel joven sentado en la esquina pesa 52 kilos y sabe como defen-
derse. Se que el mejor lugar donde encontrar una pistola es en el taxi que esta afuera. Puedo
correr por casi un kilometro antes de que mis manos comiencen a temblar. Ahora ¿Por qué
sé todo esto? ¿Cómo es posible que sepa todo esto y no sepa quien soy?”

Es bien interesante notar que este hombre sabe muchas cosas. Esta viviendo y actuando siendo un
experto en muchas cosas, pero lamentablemente no sabe lo que es más importante. ¡No sabe
quien es! Tristemente, muchos de nosotros somos como este hombre. Vivimos y actuamos cómo
si no supiéramos quienes somos, cómo si no tuviéramos la más mínima idea de cual es nuestra
identidad. Tenemos la capacidad de hacer muchas cosas bien, pero pareciera que hacemos
muchas cosas sin tener ningún propósito. No sabemos a quien pertenecemos.

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Es precisamente de este tema de lo que quiero hablar el día de hoy. Esta mañana aprenderemos
que en Cristo somos la herencia de Dios, somos la posesión preciada de Dios y por lo tanto esta-
mos seguros en él. Pero antes de examinar estos versículos me gustaría que leamos una vez más
toda la oración comenzando con el verso 3 hasta el 14:
3
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendi-
ción espiritual en los lugares celestiales en Cristo, 4según nos escogió en él antes de la fun-
dación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, 5en amor habién-
donos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro
afecto de su voluntad, 6para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos
en el Amado, 7en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las
riquezas de su gracia, 8que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e in-
teligencia, 9dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se
había propuesto en sí mismo, 10de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del
cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.
11
En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del
que hace todas las cosas según el designio de su voluntad, 12a fin de que seamos para ala-
banza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo. 13En él también
vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo
creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, 14que es las arras de nuestra
herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.

¡Oremos!

Como ya dijimos, esta oración comienza con un grito de alabanza. Pablo lleno de emoción
explota en adoración a Dios. Él esta impresionado por todo lo que Dios ha hecho. Por todas las
bendiciones que el Señor ha derramado en la vida de los creyentes y de él mismo. El Señor nos ha
escogido, nos ha adoptado, nos ha redimido. Él ha derramado las riquezas de su gracia en
nosotros. ¿Pero cuales son las implicaciones de todas estas bendiciones? ¿Qué significa esto para
nosotros? ¿Que hace esto de nosotros? ¿Cuál es nuestra identidad?

1. Somos la preciada posesión de Dios (vv. 11, 14)

El versículo 11 comienza con la frase "en el asimismo tuvimos herencia." Aunque esta es la lectura
que hallamos en la Reina Valera, una mejor traducción del pasaje es que en Cristo "fuimos escogi-

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dos por Dios como su heredad" o "como su posesión." De manera que en el verso 11 Pablo no
esta hablando de lo que vamos a heredar como creyentes, aunque si va mencionar esto más ade-
lante, sino de lo que somos para Dios. El verbo que el apóstol esta usando en esta frase tiene la
idea de "ser escogido como una porción." Aquí Pablo esta pensando en algunos pasajes del anti-
guo testamento. Pasajes como Deuteronomio 32:8-9 y Salmos 33:12 y nos esta comparando con el
pueblo de Israel el cual es la posesión preciada de Dios. Por ejemplo en Deuteronomio 32:8-9 lee-
mos: "Cuando el Altísimo hizo heredar a las naciones, cuando hizo dividir a los hijos de los hombres,
estableció los límites de los pueblos según el número de los hijos de Israel. Porque la porción de
Jehová es su pueblo; Jacob la heredad que le tocó." También en el Salmo 33:12 leemos: "Bienaventu-
rada la nación cuyo Dios es Jehová, el pueblo que él escogió como heredad para sí." De esto es preci-
samente de lo que esta hablando Pablo en este versículo. El Apóstol esta aplicando a los creyentes
un hecho que era realidad de Israel. Él esta diciendo que como iglesia somos la preciada posesión
de Dios.

Como podemos darnos cuenta nosotros como creyentes tenemos un valor muy grande. Ante los
ojos de Dios, somos su preciosa posesión. Sin embargo, el valor que tenemos no tiene nada que
ver con nuestra propia dignidad. Por nosotros mismos, de lo único que somos dignos es de la
condenación y de la ira de Dios. Nuestra dignidad y nuestro valor no es el resultado de nuestra
competencia, sino que es el resultado de estar en Cristo. Fuimos escogidos "en él." Cristo es base
de nuestra elección. Somos la preciosa posesión de Dios, porque Cristo es la preciosa posesión de
Dios. Dios esta esperando con ansías tomar por completo su preciada posesión, la Iglesia. Y esto
se debe solamente a la obra redentora de nuestro señor Jesucristo. Si estamos en Cristo, somos la
preciada posesión de Dios. Nuestra identidad esta en Cristo. ¡Somos de Dios y somos su preciosa
herencia!

Toda esto, es decir, nuestra posición en el cuerpo de Cristo, nuestra salvación, es el resultado de la
soberana voluntad de Dios. Nuevamente leemos en el texto: "En el también fuimos escogidos
como su herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las co-
sas según el designio de su voluntad" Nadie más tiene el poder de escogernos y darnos salvación.
Sólo Dios, aquel que hace todas las cosas, en base al sacrificio de Jesucristo en la cruz, tiene el po-
der y la autoridad de darnos salvación. Somos la herencia de Dios debido a su soberano propó-
sito, debido al designio de su voluntad.

Ahora quienes son estas personas, a quienes se llama la preciada posesión de Dios en este pasaje.

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Es interesante notar que Pablo a propósito intercambia pronombres aquí por cuanto quiere enfati-
zar un realidad muy importante. La realidad de que Dios hizo uno solo cuerpo de tanto judíos
como gentiles. Los versos 11 y 12 se refiere un grupo de personas mientras que los versos 13 y 14
se refieren a otro grupo de personas. En el verso 11 leemos "fuimos hecho herencia," luego en el
verso 12 Pablo escribe para que "seamos para la alabanza de su gloria." Luego al final del verso 12
leemos: "nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo." Por otro lado en el verso 13 Pablo
utiliza el pronombre personal de la segunda persona plural. El dice, "en el también vosotros." El
"nosotros" del verso 11 y 12 se refiere a aquellos "que primeramente esperábamos en Cristo." Es
decir, a los judíos. A ellos se les dio la promesa. De ellos viene el Cristo. Tanto Pablo como judío y
los otros judíos creyentes son la herencia de Dios. Sin embargo no solo los judíos son la herencia
de Dios. En el verso 13 Pablo se asegura de enseñar que "en el también" los gentiles son la pose-
sión de Dios. Notar esta diferencia que hace Pablo es muy importante por cuanto por medio de
ella él busca enseñar que aunque las promesas fueron hechas originalmente a judíos, Dios es su
soberanía decidió también dárselas a los gentiles. El señor en su gracia hizo de ambos pueblos
uno solo. Tanto judíos como gentiles son la preciada posesión de Dios. La iglesia es la herencia de
Dios y un día el Señor recibirá por completo su preciada posesión. Esto tendrá lugar el día de la
redención. El día en el cual Jesús reunirá todas las cosas.

Entonces, debido a que somos la preciada posesión de Dios, la herencia de Dios...

2. Estamos seguros en la mano de Dios (vv. 13, 14)

Esto se debe a que hemos creído el evangelio, la palabra de verdad. Y esto significa que creímos
"en él," en nuestro señor Jesucristo. Somos la preciada posesión de Dios, y esto se debe única-
mente al obra redentora de Cristo. Solamente estando en Cristo es que somos la herencia del Se-
ñor. Si usted ha creído el evangelio y se ha sometido a la voluntad de Dios. Usted es la preciada
posesión de Dios. Dios espera con ansías tomarlo por completo. Nuestra identidad esta en Cristo.
Herencia del Señor Somos.

¿Y cuál es la implicación de todo esto? ¿Qué significa que somos la posesión o herencia de Dios?
Significa que estamos seguros en su mano y que nadie nos puede arrebatar de ella. El versículo 13
dice, "en él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salva-
ción, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa." ¿Que significa
que fuimos sellados con el Espíritu Santo de la promesa? Bueno, el sello comunica la idea de per-

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tenencia y protección. Para los que nos saben mi esposa Kelly creció en una granja. Su papá era
granjero y vendía leche. Algo que los granjeros hacen para identificar a su propiedad es poner un
sello en los animales. Mi suegro, para identificar a sus vacas, ponía una marca en las vacas. Esta
marca no se podía borrar de ninguna manera. Esta practica de sellar el ganado era muy común en
la antigüedad. Tanto el ganado, como también los esclavos, recibían una marca o sello en el
cuerpo, lo cual indicaba a quien pertenecían. De esta manera los dueños cuidaban su propiedad
de los ladrones. (Ejemplo Ezequiel 9:4-6). Esta marca no solo implicaba posesión sino también
protección. Esto es exactamente lo que Pablo esta diciendo. Cuando Dios nos puso el sello, el ga-
rantizó que somos su propiedad y que estamos seguros en él. Como propiedad de Dios Dios ha
garantizado nuestra protección y nuestra seguridad. Pero tengamos cuidado de no tener una falsa
seguridad. Notemos que nuestra seguridad esta "en él." Es decir, en Cristo y en nadie más! Si he-
mos creído el evangelio de la salvación Dios nos ha sellado y somos propiedad de Dios.

Continuando con la lectura nos damos cuenta que Pablo quiere asegurase de que entendamos
cuan segura es nuestra salvación de manera que el apóstol utiliza otra ilustración para reafirmar
nuestra seguridad. El siguiente ejemplo es el del deposito de una garantía, el pago inicial. El texto
dice que el Espíritu de Dios "es las arras de nuestra herencia." Esta palabra tiene la idea de "un
pago por adelantado" o una "promesa." Cuando Dios nos da de su Espíritu en nuestra salvación
no sólo esta prometiendo nuestra herencia final, sino que nos esta proveyendo un adelanto de
nuestra herencia final. El Espíritu Santo es la garantía de nuestra salvación. Dios ha pagado la
cuota inicial. La tercera persona de la Trinidad es la garantía de nuestra redención final. Dios no
hace malas transacciones. El va ha recibir el producto que compró. Dios recibirá su posesión pre-
ciada. Estamos seguros en Cristo.

¿Y para que? ¿Cuál es el propósito de todo esto? ¿Por qué dio su vida Cristo y por qué nos
redimió?

3. Existimos para la gloria de Dios (vv. 12, 14)

Lo hizo para la alabanza de su gloría. Ciertamente Existimos para la gloria de Dios. Al final tanto
del verso 12 y del 14 leemos la frase "para la alabanza de su gloria." Fuimos sellados, Dios nos dio
la garantía y nos hizo su preciosa posesión para que seamos para la alabanza de su gloria. Entre
los versos 3 y 14 esta frase se ha repetido muchas veces. Y yo creo que la razón por la cual Pablo la
ha repetido tantas veces es porque nos olvidamos muy fácilmente de que no se trata de nosotros

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sino de Dios. Nos gusta pensar que todas las cosas giran alrededor de nosotros. Sin embargo,
nunca debemos olvidar que todo lo que Dios ha hecho en el cosmos y toda bendición que Dios ha
derramado en nosotros tiene el propósito de traerle toda la gloria a él mismo. Pablo quiere asegu-
rarse que aunque somos la preciosa herencia de Dios, la gloria nos es de nosotros sino solamente
de Dios! Tanto judíos como gentiles han sido salvados y han sido integrados en un mismo
cuerpo, para la gloria de Dios. Todos los que creemos en Cristo, somos la preciada posesión de
Dios. Nuestra identidad esta en Dios, en Cristo, y nuestro propósito es la gloria de Dios. Fuimos
creados y redimidos para la Gloria del Dios trino. En Isaias 43:20-21 leemos:

"Me honran los animales salvajes,

los chacales y los avestruces;

yo hago brotar agua en el desierto,

ríos en lugares desolados,

para dar de beber a mi pueblo escogido,

al pueblo que formé para mí mismo,

para que proclame mi alabanza.

Somos la posesión de Dios, para la alabanza de su gloria. Para eso existimos. Somos creación y
herencia de Dios para la gloria de Dios. Nuestra identidad esta en Cristo. Somos la posesión de
Dios de manera que debemos vivir para su gloria.

Conclusión y aplicación

La realidad de que le pertenecemos a Dios es la realidad en la cual debemos vivir. Debemos vivir
de acuerdo a nuestra verdadera identidad. No somos cualquier cosa. Si hemos creído en Cristo
somos posesión de Dios, de manera que debemos reflejar las características de aquel que nos
compró. Nos nos pertenecemos a nosotros mismos sino que le pertenecemos a Dios. El otro día
leí en Facebook lo que una joven escribió: "Soy soltera y hago lo que quiero." Me dio un poco de
tristeza y rabia leer esto. Hermanos nos nos pertenecemos a nosotros mismos. Recuerde que so-
mos la preciosa posesión de Dios de manera que debemos buscar siempre no hacer lo que nos da
la gana, sino todo aquello que le agrade al Señor; todo aquello que honre a nuestro amo y dueño.
La próxima vez que quieras postear algo en Facebook escribe lo siguiente: "Soy Cristiano y hago

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lo que Dios quiere." Recuerda que le pertenecemos a Dios y que estamos en su mano. Recuerda
que nuestro valor esta en Cristo y que queremos parecernos más y más a él. Recuerde que existi-
mos y vivimos en este lugar para la alabanza de su gloria!

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