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Fallo Sorrentino SA

1º instancia
“SORRENTINO, ARIEL C/ALFREDO S. SORRENTINO S.A. P/CUEST. DERIV. LEY DE SOCIEDADES.”
Mendoza, 13 de noviembre de 2012.-
VISTOS:
Los autos precedentemente individualizados, en estado de dictar sentencia a fs. 309, de los que,
RESULTA:
I.- A fs. 164/171 se presenta el Sr. Ariel Néstor Sorrentino y plantea formal demanda por Convocatoria a Asamblea
Ordinaria de ALFREDO S. SORRENTINO S. A. a fin de considerar la remoción del Presidente del Directorio, Sr.
Alfredo Alan Sorrentino.
Relata que ALFREDO S. SORRENTINO S. A. es una sociedad de familia constituida por escritura pública N° 18 del
06/06/07, por escisión de SALVADOR SORRENTINO e HIJOS S. A., con un capital social de $130.000, representado
en 13.000 acciones nominativas no endosables con valor nominal de $100 cada una, de las cuales 5.200 son CLASE
“A” con derecho a 3 votos por acción y 7.800 son CLA-SE “B” con derecho a 1 voto por acción.
Refiere que el Sr. Alfredo Salvador Sorrentino suscribió 12.974 acciones por un total de $129.740,00 (5.200 clase “A” y
7.774 clase “B”) y el Sr. Alfredo Alan Sorrentino suscribió 26 acciones clase “B” por $260,00, las acciones nunca
fueron emitidas.
Señala que con fecha 23/12/09, por escritura pública N° 77, el Sr. Alfredo Salvador Sorrentino cedió al actor 780
acciones clase “A” y 1.167 acciones clase “B”.-
Que posteriormente, el día 30/01/10 falleció el Sr. Alfredo Salvador Sorrentino, siendo titular de 4.420 acciones clase
“A” y 6.607 clase “B” al momento de su fallecimiento, tramitando el correspondiente juicio sucesorio ante el Vigésimo
Segundo Juzgado Civil, con el N° 116.269 caratulados “SORRENTINO ALFREDO SAL-VADOR P/SUCESIÓN”,
habiendo sido declarados únicos y universales herederos su esposa María Cristina Quilici y sus hijos Cristina
Sorrentino, Alfredo Alan y el actor Ariel Néstor Sorrentino. En dicho proceso universal se ha hecho denuncio de bienes
sin que se haya efectuado la partición hereditaria, por lo que las acciones de AL-FREDO S. SORRENTINO S.A.
permanecen en estado de indivisión.
Sostiene que su legitimación activa deriva de su carácter de titular de 780 acciones clase “A” y 1.167 clase “B”, lo que
importa el 14,9769% del capital social, sin perjuicio de las que les pudieren corresponder en su carácter de heredero de
su padre, lo que lo habilita a solicitar la convocatoria a Asamblea Ordinaria conforme el art. 236 de la Ley de
Sociedades Comerciales.
Refiere que luego del fallecimiento de su padre, el actor comunicó al Presidente del Directorio, Alfredo Alan
Sorrentino, la cesión de acciones efectuada en su favor, mediante carta documento del 12/02/10 y Acta Notarial de
fecha 17/08/11, a la vez que se puso a disposición del Sr. Alfredo Alan Sorrentino la copia certificada de la cesión y se
lo intimó a registrarla en forma inmediata en los libros respectivos de la sociedad. Que ante este requerimiento el
intimado respondió desconociendo la cesión de acciones a favor del actor y comunicando el posible inicio de acciones
civiles o criminales.
Que por acta notarial de fecha 17/08/11 se intimó formalmente al Sr. Alfredo Alan Sorrentino a convocar a Asamblea
Ordinaria en un plazo no mayor a 40 días de la intimación para considerar la remoción del Director Titular del
Directorio y la designación de nuevos miembros del mismo, así como los puntos del orden del día que debían ser
necesariamente incluidos en la publicación del Boletín Oficial.
A estas intimaciones el Sr. Alfredo Alan Sorrentino respondió rechazando el emplazamiento y poniendo en
conocimiento del actor que por acta de asamblea N° 6 del 01/12/09 había sido designado Presidente del Directorio, e
indicando que se debía acreditar la titularidad de las acciones y su representación en la Asamblea, la cual a la fecha no
estaba determinada, que el denuncio parcial de bienes de la administradora del sucesorio no ha sido notificado, al que se
opone porque desconoce la cesión de acciones a favor de Ariel Sorrentino, comunicando las posibles acciones civiles y
penales a iniciar y notificando formalmente que no efectuará llamado alguno a asamblea ordinaria para la designación
de nuevo directorio.
Esgrime que el Sr. Alfredo Alan Sorrentino nunca rindió cuentas de su gestión ni presentó balances –entre otras
irregularidades-, y que se ha resistido ilegítimamente a la registración de la cesión de acciones a su favor, incumpliendo
las obligaciones del cargo de Presidente que ejerce.
Reitera que la demanda para obtener la convocatoria a Asamblea Ordinaria tiene como objetivo poner a consideración
de los accionistas la remoción del Director Titular del Directorio y la designación de directores por tres ejercicios,
conforme el art. 11 del Estatuto Social y la LSC, y su necesidad deriva de la negativa expresa del Sr. Alfredo Alan
Sorrentino.
Al realizar el encuadre legal de la presente acción sostiene que su derecho y legitimación resultan de la aplicación las
normas dispuestas en los arts. 209, 236, 1ra. Parte de la Ley de Sociedades Comerciales, 3410, 3416 del Código Civil y
en jurisprudencia local.

II.- A fs. 182 comparecen al proceso las Sra. María Cristina Quilici vda. De Sorrentino y Cristina Elizabeth Sorrentino,
por su derecho, en carácter de terceros coadyuvantes de la actora, con el objeto de que se convoque a Asamblea
Ordinaria de ALFREDO S. SORRENTINO S.A., a fin de considerar la remoción del Presidente del Directorio; lo que el
Juzgado a fs. 230 rechaza lo solicitado atento al trámite impreso a los presentes.

III- A fs. 222/228 se presenta el Sr. Alfredo Alan Sorrentino en representación de Alfredo S. Sorrentino S.A. y contesta
la demanda incoada en su contra.-
Relata que si bien es cierto que la sociedad en cuestión tiene su origen en una escisión societaria de familia, la
constitución de la misma nunca terminó de cumplir con algunas obligaciones que impone la Dirección de Personas
Jurídicas y por ello la vía administrativa para cualquier acción que se pretenda judicialmente no está agotada. -
Afirma que el capital social, es sólo nominativo y no guarda relación con el valor patrimonial proporcional de los bienes
que deben transferirse a la S.A., sus aumentos de capital, sus pérdidas y ganancias y que aún no se completan sus
escrituras registrales a pesar del tiempo transcurrido, a favor de esta sociedad. Esta es una de las razones por las cuales
no se emitieron las acciones nominativas no endosables y las láminas correspondientes, y de allí que tampoco las
acciones estén registradas como correspondan ante la DPJ (incluso las 12.974 acciones del propio Alfredo Salvador
Sorrentino hoy fallecido).-
Continúa diciendo que el libro de Registro de Acciones, nunca le fue entregado por el contador José Marchetta, hoy
contador particular del actor. -
Expresa que la cesión de las acciones efectuadas por su difunto padre a su hermano Ariel, más allá de guardar las
formas notariales, es una simulación jurídica y un ardid para ser despojado de parte del caudal relicto de la sucesión que
tramita en el 22 Juzgado Civil. -
Asimismo señala que resulta de cumplimiento imposible registrar acciones que todavía no se encuentran emitidas. -
Señala que a la contraria le falta legitimación sustancial activa para iniciar esta demanda y pasiva en su contra,
conforme a lo dispuesto por el art. 215 de LSC. No se encuentran registradas las acciones ni tampoco emitidas, por lo
que no puede sostenerse la calidad de accionista, debiendo primeramente haber agotado la vía administrativa. -

IV.- A fs. 247 obra auto de sustanciación de prueba, habiéndose rendido en la causa la siguiente:
*Absolución de Posiciones del Sr. SORRENTINO ARIEL NESTOR a fs. 258.-
*Declaración Testimonial de CABRERIZO, NÉLIDA LUISA, a fs. 259.
* Declaración Testimonial de ARGÜELLO, SANDRA ELIZABETH, a fs. 262.
A fs. 305 se declara la caducidad de la prueba ofrecida por la demandada pendiente de producción.
A fs. 309 queda la causa en condiciones de dictar sentencia.-

CONSIDERANDO:
Que como punto inicial debo analizar la legitimación del demandante para la acción que incoa, dado que, en definitiva,
la defensa articulada por el accionado reside primordialmente en este punto.
¿Se encuentra legitimado el Sr. Ariel Néstor Sorrentino para solicitar la convocatoria judicial de asamblea ordinaria?
Adelantando opinión diré que no.
En efecto, el artículo 215 de la LS dispone, en relación a la trasmisión de las acciones nominativas, que la misma debe
notificarse por escrito a la sociedad emisora o entidad que lleve su registro e inscribirse en el libro o cuenta pertinente.
Surte efecto dicha transmisión, tanto contra la sociedad como contra los terceros, desde su inscripción.
Es decir que las acciones nominativas (tal como está compuesto el capital social de esta Sociedad Anónima, artículo
quinto del estatuto constitutivo) en relación a su trasmisión requieren:
- a) la cesión de los derechos por actos entre vivos mediante el título respectivo (venta, dación en pago, etc.) o por causa
de muerte, sumados a la tradición o posesión de los títulos si existieran;
- b) la notificación a la sociedad (tal como prevé el artículo 215 citado);
- c) la anotación de la transmisión en el título, según lo dispuesto por la ley 24.587, artículo 2° y su decreto
reglamentario y
- d) la inscripción en el libro de registro de acciones, según lo estipula la ley 18.550 en los artículos 213 inc. 3° y 215
primer párrafo, como así también la ley 24.587, artículo 2°. -
Resulta así que la calidad de socio no se adquiere sino una vez cumplidos estos requisitos, resultando primordial la
inscripción de la trasmisión el libro societario respectivo.
No me es ajena la discusión doctrinaria y jurisprudencial existente en torno al tema que me ocupa. Sin embargo, me
enrolo en aquella posición que dispone el cumplimiento de estos recaudos son necesarios para la adquisición del status
socii.
En efecto, Nissen señala que la inscripción es a los efectos de que la transferencia de las acciones surta sus efectos
frente a terceros y frente a la sociedad misma, la cual es de libre consulta.
En consecuencia, una vez inscripta la respectiva cesión en el Registro de Acciones, el nuevo socio puede hacer uso de
los derechos que estas les confieren y asumir sus obligaciones.
Sabido es que la inscripción es meramente declarativa, porque el derecho nace fuera del libro, pera esta inscripción hace
a la legitimación del titular de las mismas.
La formalidad de la inscripción no hace a la validez del contrato, sino a su eficacia u oponibilidad, ya que sin ésta el
cesionario no puede reclamar frente a la sociedad la efectividad de ninguno de los derechos del cedente como
accionista.
Roitman sostiene en idéntico sentido que la inscripción en el registro correspondiente perfecciona el negocio jurídico
realizado, haciéndolo oponible respecto de la sociedad y terceros y otorgando al cesionario es status socii (Roitman,
Hora-cio, Ley de Sociedades Comerciales comentada, Ed. La Ley, Bs.As. 2006, pág. 676 y sgtes.).
Sin la inscripción no reviste el cesionario la calidad de “socio” respecto de la Sociedad Anónima sino que sólo tiene en
su haber el derecho a exigir el cumplimiento de los recaudos previstos por la Ley Societaria a fin de ejercer los derechos
que por tal cesión pretende.-
Jurisprudencia reciente de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial, sala D, en fecha 12 de mayo de 2011
(autos Pisani, Marcelo O. y otro v. Maderera Futuro S.A), dispuso: “Toda vez que los efectos derivados de una
compraventa de acciones frente a la sociedad y los terceros operan desde su inscripción en el libro respectivo;
conclúyase que recién desde entonces puede ser opuesta la condición de accionista del adquirente” (Abeledo Perrot on
line, fallo 1/3711; en similar sentido puede cotejarse fallo de la Sala D, publicado en LL 1990-B-604).-
En el mismo fallo dispuso además que la falta de inscripción de la transferencia de acciones en el libro respectivo
determina que la misma quede en el ámbito privado entre el transmitente y el adquirente, sin que el nuevo titular pueda
ejercer frente a la sociedad o frente a terceros los derechos derivados del estado de socio, entre ellos solicitar la
declaración de nulidad de una asamblea celebrada con anterioridad a la compraventa en cuestión.
En consecuencia con lo expuesto, mal puede entonces el accionante peticionar en sede judicial la convocatoria a
asamblea ordinaria cuando no ha ejercido sus acciones tendientes a lograr esta inscripción el Libro Respectivo (Registro
de Acciones).
Entiendo además que la circunstancia de que las acciones no se hayan emitido no es óbice para tal inscripción, dado que
la falta de materialización de las acciones no impide cumplir con la regularización de la transmisión de las mismas.
Por otra parte advierto que, conforme surge del expediente venido en calidad de AEV de la Dirección de Personas
Jurídicas, el Libro de Registro de Acciones no ha sido rubricado en dicha dependencia, ergo, a todo evento, deberá el
actor iniciar acciones legales tendientes a lograr de parte de la Sociedad Anónima la rubricación del libro respectivo, tal
como dispone obligatoriamente el artículo 213 de la Ley de Sociedades para luego peticionar la inscripción de la cesión
en cuestión. Sumado a ello, a partir de la ley 24.587, todas las acciones revisten el carácter de nominativas, por ende,
con más razón el libro de registro de acciones resulta indispensable en la sociedad anónima.-
II- A mayor abundamiento diré que a igual resultado se arriba al tratar la legitimación del actor en su calidad de
heredero declarado del accionista cedente fallecido, dado que la trasmisión operada “mortis causa” requiere de la
aplicación específica de la normativa societaria y no de la normativa sucesoria.
En este punto la jurisprudencia mayoritaria sostiene que para que opere la transmisión mortis causa de acciones
nominativas no endosables, deben las mismas estar inscriptas por orden del Juez de la sucesión (Cám.Nac. Comercio,
Sala A, 14/4/2011, autos “F. de V.A. c/V S.A.C.I e I s/Ordinario”, publicado en El Dial.com, cita AA6D28).
Por su parte, la Sala “D” mantuvo idéntico criterio declarando que los efectos derivados de la compraventa de acciones
operan desde su inscripción en el Libro Respectivo (Cám.Nac. Comercio, Sala D, autos “Siganevich, Mariano c/Tutelar
Bur-sátil Soc. de bolsa S.A. s/ordinario, fallo del 28/6/2011, publicado en El Dial.com, cita AA6EBF el 7/9/2011).-
En el orden local la Tercera Cámara de Apelaciones analizó una situación similar a la que nos ocupa en el sublite,
llegando a la misma conclusión que la citada ut supra, resolviendo sobre la falta de legitimación activa de la cónyuge
supérstite para accionar por acciones nominativas no endosables del causante, que se encontraban inscriptas en el
registro de la sociedad emisora, debido a la falta de juicio sucesorio, pues ellas integran el patrimonio social y el juez
del sucesorio es quien debe ordenar la inscripción de la cesión en el libro de registro de accionistas (autos N° 30.848,
fallo del 8 de febrero de 2008).-
Doctrinariamente se ha considerado que en el supuesto de trasmisión de acciones nominativas por causa de muerte, las
mismas integran el patrimonio de la sucesión, debiendo el juez del sucesorio ordenar la inscripción de la cesión en el
registro de accionistas. Sin esta inscripción en la forma indicada, no puede haber trasmisión oponible a terceros ni a la
sociedad (Alegría, Héctor, “Sociedades Anónimas”, Bs.As, 1971, pág. 60)
Con lo expuesto concluyo que la pretensión contenida en la demanda incoada por Ariel Néstor Sorrentino debe ser
desestimada, debiendo soportar las costas del proceso atento lo dispuesto por el principio chiovendano de la derrota
consagrado por los arts. 35, 36 del C.P.C.-
Por lo expuesto, normas y jurisprudencia citada,
RESUELVO
I- Rechazar la pretensión contenida en la demanda incoada por Ariel Nestor Sorrentino contra Alfredo Sorrentino
S.A.-
II- Imponer las costas al actor vencido.
III- Regular los honorarios profesionales de los Dres. Osvaldo José Lima, Esteban Garcés y Gustavo Sixto Ortiz en
las sumas respectivas de $ 2.500; $ 1.167 y $ 1.167 (art. 10 LA)
IV- Regular los honorarios profesionales a cargo de la accionada, diferidos en el auto de fs. 289, a los Dres.
Osvaldo José Lima, Esteban Garcés y Gustavo Sixto Ortiz en las sumas respectivas de $ 250, $ 250 y $ 350 (art. 15
L.A).-
CÓPIESE, REGÍSTRESE y NOTIFÍQUESE.-

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