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Una posible lectura de The Little School de Alicia Partnoy

y Pasos bajo el agua de Alicia Kozameh

The Little School de Alicia Partnoy y Pasos bajo el agua de Alicia

Kozameh, son textos que nos muestran una experiencia de vida que ha golpeado

a miles de latinoamericamos en los últimos años: 'desaparecimientos'-brutal y


nueva modalidad de ajusticiamiento oficial que se realiza en forma clandestina-,

cárcel, tortura y asesinato, están presentes en ambos textos, no como cosa leída o

contada, sino como experiencia vivida por las dos escritoras.

Alicia Partnoy fue detenida en su casa por personal uniformado de la

Armada. Estuvo 'desaparecida' alrededor de cinco meses (primero en "la

escuelita" y luego en otro lugar) y, al cabo de ese tiempo la 'reaparecieron' con el

status de presa política 'oficial' durante dos años y medio más. 1


Mientras esto

sucede en Bahía Blanca, en Rosario, otra provincia Argentina, Alicia Kozameh,

menos de dos años antes, había sufrido una suerte similar. Ambas escritoras 2

quieren dejar constancia de la veracidad de lo vivido, no solamente como una

experiencia personal, sino como un testimonio de lo que le sucedió a muchos

hombres y mujeres por esos años. Kozameh es enfática al decir en el breve

1 En la introdución al texto Partnoy nos cuenta: "On January, 12, 1977, at noon, I was detained by
uniformed Army personnel at my home, Canadá Street 240, Apt. 2, Bahía Blanca; minutes later the same
military personnel detained my husband at his place of work" p 13. Luego continúa el relato con más
especificaciones: "On April 25, after three and a half months... I was transferred from the Little School to
another place where I remained disappeared for fifty-two more days... By June, 1977, my family was
informed of whereabouts. I 're-appeared' but remained a political prisoner for two and a half more
years." p.15
2 "Fui apresada, con un par de horas de diferencia, con el que en ese momento era mi compañero, el 24
de septiembre de 1975. Liberada con libertad vigilada (otra forma de arresto) el 24 de diciembre de
1978."(7)

1
prólogo de su texto: "Lo sustancial de cada uno es verdadero, sucedió, lo viví yo

misma o lo vivieron otras compañeras y yo lo supe, aunque he reemplazado

nombres o quizá detalles que para nada cambian, de hecho, la esencia de la

cosa."(7).

Estos dos textos son un importante testimonio de la vida 'no oficial de la

Argentina'. Se inscriben dentro del período histórico denominado del 'Proceso'

que abarca, más o menos, estos diez últimos años. En este lapso de tiempo, al
margen de la lectura que la institucionalidad hace de la historia reciente del país

y como una respuesta a ese discurso, surgen múltiples 'voces' de escritores y

escritoras que socavan aquella versión unilateral y poco fiel, dando otra versión

de los hechos. En este caso particular, las escritoras nos entregan sus textos

mediatizadas por la experiencia personal de haber sido víctimas directas de la

represión. A su vez, ambas nos dan a conocer la existencia de muchas otras

'Alicias', víctimas como ellas de la irracionalidad y de la paranoia de la dictadura

militar. En los dos textos se hace un reconocimiento explícito al sufrimiento y al

valor de muchas otras compañeras y compañeros que vivieron iguales o peores

desgracias que ellas, y dan cuenta de la amplitud del problema: "I pay tribute to a

generation of Argentines lost in an attemp to bring social change and justice. I also pay

tribute to the victims of repression in Latin America." (18) nos dice Partnoy al

teminar su texto, mientras que Kozameh lo inicia afirmando que su creación está

dedicada: "por supuesto y desde siempre, a todas las compañeras que han

pasado por la Alcaldía de Mujeres de la Jefatura de Policía de Rosario: el

"sótano". A las que anduvieron por Devoto. A todos los compañeros. A los

muertos, desaparecidos, y a los que pudieron preservarse durante años

escondidos, esperando. Y al grupo de los que todavía permanecen en sus

2
celdas." (7) Ellas no son sólo Alicia Partnoy y Alicia Kozameh, sino que

representan una colectividad mucho mayor. Tal como Rigoberta Menchú en 3

Guatemala, Domitila Barrios en Bolivia y Claribel Alegría en el Salvador, dan


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cuenta de los padecimientos de sus pueblos, estas 'Alicias' son portavoces de las

víctimas de la represión política ejercida por el poder de las armas en la

Argentina y en Latinoamérica.

La recepción de estos textos

Creemos relevante detenernos un instante en el fenómeno de la recepción

de un texto literario, en especial, en esta oportunidad, cuando la lectura que

tenemos entre manos es de dos textos testimoniales. Más que en ningún otro

género, el tetimonio está construido para ser conocido, oído, visto o, en este caso,

leído .
6

3 Rigoberta inicia su relato diciendo:" Me llamo Rigoberta Menchú. Tengo veintitrés años. Quisiera dar
este testimonio vivo que no he aprendido en un libro y que tampoco he aprendido sola ya que todo esto lo
he aprendido con mi pueblo... Mi situación personal engloba toda la realidad de un pueblo" Burgos,
Elizabeth: Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia, (México, Siglo veintiuno editores,
1992). p. 21.
4 De la misma manera Domitila afirma:"La historia que voy a relatar, no quiero en ningún momento que
la interpreten como solamente un problema personal... Lo que me pasó a mí, le puede haber pasado a
cientos de personas en mi país." Domitila Barrios, Si me permiten hablar...: Testimonio de Domitila, una
mujer de las minas de Bolivia. (México, Siglo XXI Editores, 1976). p. 13.
5 El prólogo de No me agarran viva texto montado después de su muerte, dice:"Eugenia, modelo
ejemplar de abnegación, sacrificio y heroísmo revolucionario, es un caso típico y no excepcional de
tantas mujeres salvadoreñas que han dedicado sus esfuerzos, e incluso sus vidas, a la lucha por la
liberación de su pueblo." Claribel Alegría y D.J. Flakoll, No me agarran viva: la mujer salvadoreña en
lucha. (México, Serie Popular Era, 1983) p.9.
6 Ariel Dorfman define como las principales funciones de un testimonio las de: acusar, recordar y animar,
y nos dice que éstas se "entrelazan, se influyen, y se subsidian mutuamente, pero no todos acusan,
recuerdan y exaltan de la misma forma." Dorfman, Ariel, "Código político y literario: el género
testimonio en Chile hoy". Testimonio y Literatura . (Minnesota, Society for the Study of Contemporary
Hispanic and Lusophone Revolutionary Literatures, René Jara and Hernán Vidal, Editores, 1986) 170-
234. 182.

3
Dentro del ámbito de la teoría de la recepción , podríamos decir que The
7

Little School y Pasos bajo el agua, rompen el horizonte de las expectativas del

lector, tanto por la carga semántica que contienen, como por la estructura

narrativa que adoptan. Ambas obras son estructuralmente complejas ya que

combinan, en sí mismas, una intensa función testimonial expresada en un

lenguaje poético, que no siempre se lee con facilidad. Entonces, ¿cómo leer estos

textos? Si entendemos el proceso de lectura como parte integrante y constitutiva

de un texto literario, éste demandará del receptor -en este caso de nosotros como
lectores- una actitud activa, vigilante y comprometida, en la búsqueda de un

encuentro que logre, no sólo la concretización del texto, sino también nuestro

propio crecimiento y enriquecimiento como receptores. Y si, a su vez, validamos

junto con Jauss el respeto hacia la libertad del lector -libertad que estará siempre

regulada por el diálogo autor-obra-lector-, tendremos que constituir como base

de nuestro análisis la interacción recién mencionada. Esto trae como

consecuencia aceptar una lectura "teñida", no ascéptica, donde nuestro propio

horizonte de expectativas cuenta, y donde nuestro mundo personal, como

lectores, es incorporado como elemento constitutivo del proceso.

Que el lector se incorpore y participe en la concreción de un texto,

también tiene consecuencias importantes para el receptor. En ese sentido,

7 Hans Robert Jauss nos propone una forma para acercarnos a lo literario que facilita la recepción en las
obras de Partnoy y Kozameh. Algunos de los textos que plantean su teoría son: - Jauss, Hans Robert: "El
lector como instancia de una nueva historia de la literatura". Estética de la recepción. (Madrid, Editorial
Arcos, 1987).
-Jauss, Hans Robert: "Experiencia estética y hermenéutica literaria", en En busca del texto, Teoría de la
recepción literaria. Compilador: Dietrich Rall. (México, Universidad Nacional Autónoma de México,
1987). 73 -87.
-Jauss, Hans Robert: La historia literaria como desafío a la ciencia de la literatura. (Barcelona, Editorial
Península, 1976).

4
quisiéramos también hacer un breve alcance a los planteamientos que hace W.

Iser . Este define una obra literaria como una virtualidad latente que se explicita
8

en la convergencia entre el texto y el lector. Describe este proceso como dinámico

ya que, fruto de la virtualidad, el receptor pone la obra en marcha, despertando

con ello reacciones en su fuero interno; luego este dinamismo provoca un

proceso de creatividad que estimula su imaginación que lo lleva a colaborar

como co-autor al llenar los vacíos de lo "no escrito" y a concretizar así la

virtualidad de la obra. Según Iser, entonces, la naturaleza dinámica de una obra


literaria, este juego de la imaginación estimulado por los vacíos a completar, son

las características que hacen que un texto involucre al lector, activa y vitalmente,

y le den la posibilidad de sentir el interés y el goce de la lectura. A través de esta

lectura dinámica, que busca la coherencia, el lector se pasea por el pasado, por el

presente y por el futuro del texto, y también, por su propio pasado, su presente y

su futuro. Al ingresar al mundo de la ficción, se produce una relación dialéctica

entre su experiencia personal y el texto. Nos parece importante el aporte de Iser

al señalar que, en este juego dialéctico texto-lector, el receptor se va

descubriendo progresivamente a sí mismo ya que: "la producción del significado

de los textos literarios no entraña meramente el descubrimiento de lo no

formulado..., también entraña la posibilidad de que podamos formularnos a

nosotros mismos y descubrir así lo que anteriormente había parecido eludir

nuestra conciencia.." Por último, este autor afirma que la experiencia de la lectura
9

produce una modificación en ambos: texto y lector, y es a través de ese proceso

que se puede llegar a "formular lo no formulado".

8 Iser W:"El proceso de lectura: enfoque fenomenológico". Estética de la recepción. (Madrid,


Editorial Arcos, 1987).
9 Iser: op. cit., p.242-243. Los subrayados son nuestros.

5
Los textos de Partnoy y Kozameh concretizan su virtualidad como tales en

la medida que nosotros, receptores, aceptamos el desafío de interactuar con ellos.

Al hacerlo nos involucramos como elementos contitutivos de su re-creación y,

como consecuencia de esta 'participación' en su 'elaboración', nos convertimos en

cómplices de su virtualidad. La complicidad que adquirimos con ellos nos hará

descubrir en nosotros mismos aspectos nunca vistos, que probablemente hasta

antes de la participación en este proceso como lectores, 'eludieron nuestra

conciencia'. Se produce entonces, una modificación en nuestra propia historia, y


en nuestro propio presente.

Aunque, según la división que hace Margaret Randall entre 'testimonio en

sí' y 'testimonio para sí', en ambos textos estamos en la segunda opción , de una 10

u otra manera no somos ajenos a lo relatado en los textos. Estos nos obligan a

ubicarnos en relación al relato, a asumir un cierto grado de compromiso: o se

rechaza de plano lo narrado (esto podría suceder por múltiples razones), o se

adhiere al dolor de sus personajes y se repudia, tanto la situación, como a las

personas que las convirtieron en víctimas. Pero, de una u de otra forma, el

proceso de lectura de estos textos nos modifica internamente. Como diría Doris

Sommer, el testimonio produce en el lector cierto grado de complicidad ya que "

una vez que se entiende el sujeto del testimonio como una comunidad hecha de

una veriedad de roles, el lector está llamado a llenar uno de ellos." 11

Tomando en consideración los planteamientos anteriores y asumiendo el

riesgo de los descubrimientos y modificaciones que podría provocar la lectura de

10 Alicia Kozameh nos dice en la introducción de Pasos bajo el agua : "-Estos relatos fueron escritos para
que los episodios de los que me ocupo sean conocidos.
-Les he dado forma literaria por que me gusta, disfruto trabajar aprendiendo la literatura." (7)
11 Sommer, Doris: "Sin secretos" en La voz del otro: Testimonio, subalteridad y verdad narrativa.

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estos textos testimoniales en nuestra conciencia como receptores, intentaremos

un breve análisis de La escuelita y Pasos bajo el agua.

Breve 'geografía' de los textos

Ambos textos tienen una estructura bastante similar. Esta podría definirse

como de carácter dialógico, ya que está compuesta por discursos muy diversos.

Veamos: la narración del texto de Partnoy se inicia con un prefacio escrito por

Bernice Johnson, seguida de una introducción de la autora; a continuación, una


cita del "Final Document of the Military Junta on the War Against Subversion and

Terrorism". Más adelante nos encontramos con el 'cuerpo' del texto que está

conformado por veinte capítulos breves y, por último, dos apéndices: el primero

"Cases of the Disappeared at the Little School", separado por un croquis de la

'escuelita', del segundo "Descriptions of the Guards at the Little School". La

narración del texto de Kozameh, está conformada por un brevísimo prólogo de

la autora, luego la reproducción de la "Autorización de Cuaderno": documento

oficial que le permitía como detenida a tener un cuaderno y, a continuación de la

dedicatoria a David Viñas, diez capítulos, cada uno de ellos precedidos por un

breve verso en la página anterior. Ambos textos están compuestos por capítulos

breves, con títulos sujestivos, con rasgos poéticos. Otro aspecto significativo que

comparten las dos obras, son los espacios de silencios. Por último, ambos

testimonios presentan ilustraciones, en este caso dibujos; en el libro de Partnoy,

realizados por su madre, y en el de Kozameh, por ella misma. Como podemos

apreciar después de este recuento, en las obras se entremezclan, desde textos

poéticos, hasta discursos militares, pasando por lenguajes no verbales.

7
La pluralidad también alcanza la narración de los textos. En The Little

School podemos apreciar una pluralización del sujeto narrante: este se desplaza

desde la tercera persona narrativa hacia la primera persona, a veces singular y a

veces plural, y en el caso del texto de Kozameh sucede algo similar, agregando la

presencia de la narración propia del género epistolar.

La presencia de variadas 'voces' dentro de los textos convierte en 'ficción'

la férrea unidad del discurso monolítico oficial. Estas dos mujeres, con un lápiz
y un papel en la mano (o a veces escondidos en cualquier recóndito lugar), sin

agredir a nadie, deconstruyen la voz institucional. Logran producir una ruptura

precisa y profunda, en todos los documentos, bandos, certificados y

declaraciones que intentan cubrir con la mentira y el olvido, el dolor de tantos

hombres y de tantas mujeres como ellas. La factura de sus textos -y no sólo los

horrores relatados- nos hacen respirar un oxígeno puro que brota de ojos

vendados, de manos brutalmente encadenadas, de sórdidos y asfixiantes

sótanos. Los dibujos, los prólogos, los poemas, las cartas, los diversos tipos de

narrador, y todos los demás elementos de los textos, se estructuran en un todo

que nos habla de pluralidad pero, al mismo tiempo, de unidad. La presencia de

diversas voces nos hablan de solidaridad, de respeto, de gestos delicados, de

vida compartida hasta el límite del dolor del amor y de la muerte.

Ambos textos son escritos por mujeres, en medio de un ambiente habitado

por mujeres (en especial Pasos bajo el agua), que relatan historias de mujeres, y

que tocan temas reiteradamente atribuidos a la escritura femenina. Dentro de

las cárceles descritas en los textos, viven prisioneras de carne y hueso. Mujeres

que menstrúan, que han vivido o viven embarazos, que han tenido o van a tener

8
hijos y que, cuando los tienen, los amamantan, les preparan mamaderas, les

velan el sueño. Mujeres que no perdieron nunca la capacidad de reírse, como

Alicia Partnoy que 'hace las paces' con su nariz... después de toda una vida de no

aceptarla, de encontrarla demasiado grande, descubre que, gracias a ella, puede

ver algo a pesar de la venda que le cubre los ojos... Mujeres que están

encarceladas por que creyeron que era posible aspirar a una sociedad más

humana y más justa. Podría decirse que estos textos habitan en el mundo

semiótico, en un mundo clandestino que subyace, silenciosamente, bajo el


mundo oficial, el mundo simbólico, imagen y expresión del patriarcado. La vida

de estas Alicias se da en términos de una sobrevivencia a las leyes y al orden

impuesto por la institucionalidad vigente.

La sola existencia de estos textos es un logro. Son documentos que

develan la esquizofrenia del discurso oficial que pretende fabricar una 'verdad

oficial' según sus intereses. Son una piedra en el zapato de quien quiere seguir

caminando siempre en una misma dirección, sin detenerse a pensar, ni a mirar

por donde va. Son un antídoto para la amnesia, personal y colectiva. Son una

voz frente al silencio cómplice. Son textos que dan testimonio de dignidad, que

infunden esperanza ya que nos señalan que hay espacios interiores irreductibles,

intocados, a pesar de todas las brutalidades de que son objeto las prisioneras... a

Alicia Partnoy no logran quitarle su humanidad, no logran convertirla en un

animal, y Alicia Kozameh puede decir con voz entera: "Lo que tengo adentro es

mío" (12).

Los testimonios de Partnoy y Kozameh se tradujeron en palabras, en

discurso escrito que sobrevivió a requisamientos de carceleros, a sobresaltos

9
compartidos, al temor, al no querer recordar. Los breves poemas clandestinos,

las hojas sucias y sueltas, el 'cuaderno autorizado', dieron un pequeño y gran

margen de libertad en medio de las rejas y cerrojos y, sobre todo, ayudaron a

mantener una sonrisa o una lágrima humana a sus autoras.

Los testimonios de Partnoy y Kozameh nos animan a pensar que la

literatura, es mucho más que un adorno.

María Inés Zaldívar


Noviembre, 1993

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