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1 INTRODUCCIÓN
La cimentación de una obra debe cumplir con tres características: estabilidad, impermeabilidad
y que sea poco deformable. Alguna de estas características es más importante que otra,
dependiendo del tipo de estructura civil de que se trate.
En ambos casos, las características de las discontinuidades, su orientación, así como el grado
de alteración de las rocas, son factores que rigen la estabilidad del terreno de cimentación.
Impermeabilidad: En el caso de presas, por lo general se trata que las pérdidas de agua por
filtración a través de la roca de cimentación sean mínimas. Las filtraciones son tolerables
siempre y cuando no produzcan daños a la rocas de la cimentación, por arrastre de materiales
que constituyen los rellenos de las fracturas o de la misma roca. En este aspecto juega un
papel importante el gradiente hidráulico que se empleé para el diseño de la cortina. Cuando
existe el riego de alta filtración a través de la roca se aplican tratamientos especiales a las
rocas y suelos.
Deformabilidad: En estructuras de tipo rígido, tales como pilas y estribos de puentes, presas de
concreto gravedad o arco, la deformabilidad del terreno de cimentación debe ser compatible
con la deformabilidad de la propia estructura.
Para prever y programar la mejor solución estos problemas, el conocimiento geológico del sitio
con suficiente detalle es imprescindible.
2 EXCAVACIONES
2.1 Limpia superficial. La remoción del suelo y de la roca alterada es indispensable en todo
sitio de cimentación. La limpia gruesa se realiza con tractor y excavadoras y se completa con
un trabajo de detalle realizado con equipo manual, pico y martillo neumático, con el objeto de
que la superficie quede lo suficientemente limpia para efectuar el tratamiento de grietas,
oquedades y otros defectos.
Figura 1 Limpia superficial de la roca de cimentación
Esto se logra por medio de la aplicación de agua y aire a presión. En cimentación de presas, el
trabajo se realiza por lo general en la zona de desplante del núcleo y filtros y en toda el área en
el caso de las presas de concreto.
La limpia gruesa se efectúa desde el inicio de la obra, mientras que los trabajos de detalle y la
limpieza final, inclusive las inyecciones, se realizan conforme avanza la construcción.
2.2 Excavaciones. Las excavaciones tienen por objeto retirar la roca alterada. En otros casos
además se requiere para corregir la topografía de las laderas. Las excavaciones para retirar la
roca alterada se deben hacer en forma cuidadosa y empleando técnicas de excavación
controladas.
Es por ello que en la evaluación y planeación para la excavación del desplante, así como del
control de las filtraciones que siempre se tienen, debe de considerarse la presencia de
discontinuidades y estructuras geológicas.
Se llama tratamiento dental a todas aquellas actividades cuyo objetivo es preparar el terreno de
cimentación para recibir los materiales que conformarán el cuerpo de la estructura, ya sea
concreto, mampostería o arcilla. Este tratamiento por lo general se aplica más en
cimentaciones de presas. Las actividades son principalmente la limpieza detallada de los
defectos del macizo rocoso.
En fallas pequeñas que tienen materiales de relleno desde unos centímetros hasta 30 o 40 cm
de ancho, se acostumbra remover este material y reemplazarlo con mortero o concreto. La
profundidad de la excavación no debe ser menor que tres veces el ancho de la falla en su
punto de más amplitud.
Si la falla se extiende a través del núcleo de la presa debe de sellarse con mortero aguas arriba
y también aguas bajo del núcleo, además, aguas abajo después del núcleo, el material alterado
se debe retirar hasta que quede expuesta la roca inalterada y firme, sobre esta se deben de
poner un filtro de grava arena para colectar y descargar las filtraciones que pasen a través del
material de falla.
El sello de mortero o concreto aguas arriba y el drenaje aguas abajo se debe extender lo
suficiente para prevenir socavaciones del material de falla.
Las juntas finas, como planos de estratificación de lutitas y limolitas, se tratan con enlucidos de
mortero o aplicación de lechada de cemento.
En ocasiones es necesario que las discontinuidades que se rellenan con mortero se inyecten
directamente para garantizar el sellado. Para ello se dejan tubos a cada cierta distancia a lo
largo de la falla y después del sellado superficial son inyectadas aplicando presiones bajas de
0.1 a 0.2 Mpa.
Las estructuras geológicas mayores como fallas y diques ígneos alterados, cuyo espesor sea
de más de 1 m, el tratamiento dental se realiza en forma similar, sin embargo, el relleno se
realiza con concreto ligado al terreno por medio de anclajes, lo que permitirá realizar la
inyección de la estructura con mayor presión.
Figuras 6 a y b Tapones de concreto anclado en fallas rellenas de arcilla.
Posteriormente se inyecta la estructura geológica y el contacto con la roca.
Se describen los distintos tipos de pantalla que se construyen para interceptar y o reducir el
flujo de filtración a través de la cimentación y empotramientos de una presa.
La cantidad que se inyecta se calcula con base en la porosidad del material a cada elevación y
la distancia que tiene que recorrer la mezcla en el tiempo de fraguado inicial, el cual depende
de las características del producto inyectado.
a) b)
c) d)
Los agujeros se inician con ayuda de una guía en la superficie, la cuchara trabaja por percusión
y en ocasiones se emplea un trépano para romper boleos grandes. Una variante del sistema
anterior es la de los paneles de concreto de 2 a 5 m de longitud y de 60 a 90 cm de ancho con
juntas entre paneles inyectadas.
Se usa un tubo de acero para formar una buena superficie de liga entre los paneles y facilitar la
excavación del terreno en los extremos, la extracción del material se realiza con cuchara de
almeja y las paredes se estabilizan con lodo bentonítico.
a) b)
La efectividad hidráulica de una pantalla se define como la relación entre la pérdida de carga a
través de la pantalla y la carga total de la presa.
2.5.1 Objetivo de las inyecciones. La inyección es el proceso por medio del cual se introduce
un fluido a presión en el terreno con el objeto de sustituir el aire o el agua en las fisuras, grietas
y oquedades con un producto, el cual reducirá el flujo de agua (impermeabilización) y en
algunos casos incrementará la resistencia y el módulo de deformabilidad del medio en forma
significativa.
Los materiales granulares sueltos tienen mucho más alta permeabilidad que las rocas de
tamaño de grano similar y las inyecciones sirven para llenar los espacios porosos.
Los tratamientos mediante inyecciones pueden ser de tres tipos:
a) Pantallas impermeables
b) Tapetes de consolidación, para mejorar las propiedades de deformabilidad
c) Relleno, de grandes oquedades y cavidades
2.5.2 Pantalla de impermeabilización. Tiene por objeto reducir las filtraciones de a través de
las discontinuidades del macizo rocoso.
Está formada por la inyección de una serie de perforaciones dispuestas en una o más líneas
paralelas. La pantalla se extiende bajo el cuerpo de la cortina desde el fondo del cauce hasta la
parte alta en las laderas.
Por el contrario, cuando la roca presenta pocos o ningún defecto estructural se puede evitar
la pantalla impermeable. Para definir esta característica, resultan imprescindibles las
perforaciones exploratorias con ensayes de permeabilidad.
Inclinación del plano de pantalla. El plano hipotético que forma el conjunto de las
perforaciones de inyección se denomina plano de pantalla. Dentro de este plano las
perforaciones pueden mantener una inclinación distinta a la del propio plano. La inclinación
del plano de pantalla generalmente varía desde la vertical hasta 5º o 10º respecto a esta
hacia aguas arriba. El objetivo de esta inclinación es de que la resultante del empuje
hidrostático sobre la pantalla tenga una dirección hacia el macizo rocoso.
Etapas de inyección. La perforación e inyección de los barrenos se realiza por etapas, para
lograr un cierre progresivo de las fracturas.
No existe una metodología específica para realizar el relleno de una cavidad, sino que depende
de las características de esta, como es tamaño, profundidad y condiciones de flujo de agua en
el subsuelo.
El primer método se aplica cuando el terreno donde se ha realizado la perforación está muy
fracturado que provoca que las paredes de la perforación no sean estables. Se perforan una
progresión de 5 m de longitud, se inyecta y se vuelve a perforar el siguiente tramo inferior,
avanzando en esta forma hasta que se encuentra roca más estable.
El segundo método se aplica cuando la perforación es estable y permite ser perforado a toda
su longitud, entonces la inyección se realiza a partir del fondo hacia arriba, avanzando en
tramos de 5 m de longitud.
Figura17. Métodos de inyección ascendente y descendente, Ref.3
Este método tiene la desventaja de que con frecuencia se hidrofractura el terreno porque no
siempre este resiste la presión prefijada, además se emplean varias mezclas con diferente
proporcionamiento que deben prepararse al instante de estar realizando la inyección.
Figura 18. Gráficas de inyección en el método convencional
El método de presión y volumen constante, permite reducir sino evitar totalmente el problema
de hidrofracturamiento. El método consiste en fijar una presión máxima, que no es requisito
alcanzar en todos los casos, y un volumen de inyección máximo.
Mediante gráficas de control Presión - Volumen, Gasto - Tiempo y Presión - Tiempo se lleva un
registro del proceso. La inyección se suspende cuando se alcanza un valor prefijado de Presión
- Volumen Constante o cuando se alcanza la presión máxima preestablecida en ambos casos,
el consumo de mezcla debe ser bajo o nulo. También se suspende la inyección cuando se
alcanza un volumen máximo, en este caso, se suspende temporalmente la inyección para
reiniciarla posteriormente. Se emplea una sola mezcla de inyección que se diseña para que
cumpla varias características de tipo reológico.
Figura19. Gráficas de control empleadas en el procedimiento de
Presión - Volumen constante, Ref. 3
Antes de dar inicio a la inyección es conveniente asegurar que el terreno tiene suficiente
humedad que evite absorber el agua de la mezcla inyectada, ya que esto provocaría
deficiencias en el tratamiento del terreno, por cambios importantes en las características
reológicas de la mezcla. La saturación siempre se lleva a cabo en el terreno que se encuentra
arriba del nivel freático.
La saturación se hace a través del propio barreno antes de ser inyectado con mezcla y en
tramos de longitud variable. Por lo general, se inicia con el tramo más profundo, para continuar
en tramos ascendentes hasta llegar a la superficie.
El agua que se emplea para saturar del terreno debe ser limpia, libre de sólidos y grasas y se
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inyecta a una presión de 2 a 10 kg/cm durante una hora, o bien, en caso de que no se levante
presión, se inyecta un volumen predeterminado. Inmediatamente después de la saturación se
procede a inyectar la mezcla.
La selección del producto depende del tamaño de las fisuras que se requiere inyectar, en la
figura19 se presenta un criterio de tipo granulométrico.
Mezclas estables: son aquellas en que los granos de cemento se mantiene en suspensión por
un periodo de tiempo prolongado.
Se mide la estabilidad por la cantidad de agua libre que se acumula en la superficie de la
mezcla para un determinado tiempo. Cuando el porcentaje de agua libre es igual o menor que 3
% en dos horas, se dice que la mezcla es estable.
Viscosidad al cono Marsh. Se define como el tiempo, en segundos, que tardan en salir 946 ml
de lodo de un embudo de dimensiones estándar (denominado cono Marsh) cuando se pusieron
en el embudo 1500 ml de lodo.
Cohesión. Se obtiene por medio de una placa de acero inoxidable cuadrada de 10x10 cm y
espesor de 0.4 mm rayada en ambas caras (el rayado recomienda en cuadrícula a cada 0.5
cm), con dicha hay que proceder de la siguiente manera: pesar la placa, después de
introducirla en la lechada hasta impregnarla, se retira la lechada se deja escurrir y se pesa
nuevamente. se obtiene la diferencia de los pesos registrados y se divide entre el área de la
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placa obteniéndose así la cohesión en gr/cm .
El valor de la cohesión deberá ser menor o igual a 0.03 % gr/cm2.
El espesor de los sólidos que quedan retenidos en un papel filtro especial para la prueba de
filtrado, se denomina cake de lodo y se reporta en mm. El valor de cake debe ser menor o igual
a 15 mm.
Las probetas se deben ensayar a 7 y 28 días de que hayan sido elaboradas, debiendo tener a
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28 días una resistencia mínima de 100 kg/cm .
Materiales. Los materiales y sus características para elaborar una mezcla son los siguientes:
Agua: deberá ser limpia y fresca con bajo contenido de sales y sólidos disueltos y libre de
materia orgánica.
Cemento: Tipo puzolánico con superficie específica Blaine de 4200 a 5100 cm2/g como mínimo,
de buena calidad, no hidratado, para lo cual se deberá almacenar bajo techo y colocado en
tarimas de madera, en cantidad suficiente para que los trabajos de inyección no se suspendan.
El lote ó lotes de cemento a utilizar deberán estar verificados que cumplan con la superficie
específica establecida.
Aditivos: Superfluidizante y estabilizador, producto sintético libre de cloruros, que produzca a la
mezcla de inyección una consistencia superfluida y alta trabajabilidad y con alto poder
disipante.
Bombas de tornillo sinfín o de doble pistón, accionadas por medio de un gato hidráulico o
neumático con capacidad de inyección de lechada variable de 0 a 60 l/min y presión
ajustable de 0 a 30 o 40 kg/cm2.
El equipo para inyectar la mezcla, debe ser capaz de bombearla con capacidad suficiente
para los consumos máximos y sin interrupción.
Manómetros registradores de paso integral, con carátula de 6’’ de diámetro con glicerina,
con capacidad para medir un tercio más de cada una de las presiones de inyección máxima
especificadas.
El tiempo útil de una mezcla se establece con base en ensayes de laboratorio ó de campo. Por
lo general, después de una hora de preparada, si aún no se inyecta al barreno ésta deberá
desecharse, ya que sus propiedades reológicas se modifican con el tiempo y la temperatura.
Antes de dar inicio a los trabajos de inyección, se realiza en laboratorio el estudio de la mezcla,
con el objeto de definir el proporcionamiento más adecuado para que se obtengan las
propiedades físicas y reológicas requeridas.
2.6 DRENAJE
Las pantallas de drenaje se deben considerar en aquellos sitios de presa, donde se anticipe
que puede desarrollarse alta presión en el agua conducida a través de fallas, fracturas y
planos de estratificación que están presentes en laderas y cimentación de la cortina.
Las pantallas están constituidas generalmente por una línea de perforaciones, sin embargo
existen situaciones en las que se requieren varias líneas de drenes. Durante la perforación de
los barrenos se aprovecha la información geológica que logran proporcionar, para
complementar el conocimiento del sitio.
Estas perforaciones se pueden localizar bajo la presa, donde el agua captada por los drenes
pueda ser canalizada hacia otro sistema de drenaje interno. También, pueden ser perforadas
en el empotramiento y fondo de la cimentación desde aguas abajo de la presa o bien,
empleando galerías excavadas en las laderas y fondo del cauce así como en el propio cuerpo
de la cortina cuando son de tipo rígido.
a) b)
En este caso, los drenes se encamisan con tubo de plástico ranurado a todo lo largo y el
espacio anular entre el tubo y la roca se rellena con material tipo filtro o se recubre el tubo de
cada drén con geotextil, que permite pasar el agua pero no el material arrastrado por el agua.
Cuando se requiere una pantalla de drenaje como parte del diseño de una presa, significa que
las presiones del agua van a ser de importancia para la estabilidad de la estructura. Por ello la
medición de las presiones empleando los drenes como piezómetros puede dar información
importante para conocer la efectividad a largo plazo de las pantallas de inyección y drenaje y
estar preparado para realizar inyecciones o la perforación de drenes adicionales.
Referencias
1.- SRH, CFE, UNAM, Comportamiento de presas construidas en México, Contribución al XII
Congreso Internacional de Grandes Presas, Mèxico. 1976
3.- Herrera, S. C., Notas del curso: Inyecciones en roca. Sociedad Mexicana de Mecánica de
Rocas, 1998.
4.- Water Resources Commission N. S. W., Grouting Manual. Second Edition, Australia, 1977.
La inyección para impermeabilización de gravas y arenas siempre ha sido una tarea difícil de
ejecutar, debido sobre todo, por la necesidad de mantener estable el taladro, por la variedad
granulométrica y la estructura que presentan los depósitos naturales.
Existen varios métodos para la inyección de aluviones pero el más común y que garantiza el
tratamiento del terreno es el de tubo de manguitos, patentado por la Sociedad Solétanche.
Tubo de manguitos
Después de lavar el ademe o tubo provisional de la perforación se introduce el tubo de
manguitos el cual está constituido por un tubo de hierro negro de 50 a 60 mm de diámetro el
cual tiene 4 perforaciones distribuidas a 90º en una misma sección y separadas a cada 30 o
50 cm de distancia entre secciones. Cada grupo de agujeros está cubierto por un manguito o
banda de hule que actúa como válvula, de tal manera que el mortero de inyección puede salir
del tubo pero no entrar en él, Fig. 1.
La proporción con que se elabora la vaina suele ser muy variable, dependiendo de la calidad y
propiedades del cemento y bentonita empleados. Una proporción inicial, la cual debe ser
probada y ajustada durante el desarrollo de las inyecciones es: 2.5:1 (agua:cemento) más un
20% de bentonita (respecto al peso del cemento).
Para realizar la inyección se tiene que romper la vaina en la parte donde se encuentran los
manguitos, esta operación se realiza inyectando mortero o agua a presión aislando un tramo
del tubo de manguitos por medio de dos obturadores opuestos.
Proceso de inyección
La inyección del terreno se realiza siguiendo el mismo proceso que la inyección de rotura de la
vaina. Una vez colocado el doble obturador a la altura de un manguito se introduce el mortero
al terreno por medio de una bomba de inyección. Por lo general la presión requerida para
inyectar el terreno es casi siempre menor que la requerida para la rotura de la vaina.
Mezclas de inyección
Cuando las exploraciones previas anticipan la existencia de zonas con granulometría diferente,
con el procedimiento del tubo de manguitos es posible realizar los ajustes a la composición de
la mezcla de inyección para adecuarlas a la granulometría de cada zona.
Las lechadas se han empleado en la inyección de la mayoría de los aluviones con éxito. Deben
ser de tipo estable, elaboradas en proporciones que varían de 1.5 a 2.5 agua:cemento en peso
y con un 20 a 25% de bentonita en relación al peso del cemento. El proporcionamiento de la
mezcla, así como la presión de inyección, deben ser ajustados durante las primeras
inyecciones realizadas en el sitio para obtener los mejores resultados. Debe quedar claro que
no existe un proporcionamiento de lechada universal dada la variabilidad en las propiedades de
los productos con que se elaboran, desde el tipo de agua, pasando por el cemento, la bentonita
y los aditivos químicos.
Las mezclas elaboradas con silicato de sodio y un reactivo no poseen las mismas propiedades
que el agua a pesar de estar elaboradas de substancias líquidas; a partir del momento en que
se elabora la mezcla se incrementa su viscosidad antes de transformarse en gel, de tal forma
que en algunos casos puede ser difícil su inyección al terreno. La penetrabilidad de la mezcla
depende de su viscosidad, de la permeabilidad del depósito y de la presión de inyección antes
de que la reacción se haya completado.
Las resinas presentan una viscosidad 1.5 a 2 veces la del agua, que se mantiene constante
hasta el inicio de su polimerización. Puede decirse que casi todos los terrenos por donde el
agua circula son inyectables con resina, ajustando adecuadamente la separación de las
perforaciones y el método de realizar la inyección.
A causa del elevado precio de las resinas su empleo en la inyección de terrenos se limita a
casos muy especiales.
Comentario final
La inyección por medio de tubo de manguitos permite realizar la impermeabilización y
consolidación de aluviones con la garantía de alcanzar los objetivos planeados, siempre y
cuando se lleve un control sistemático en el proceso de inyección y se seleccionen la mezcla y
presión adecuadas a las características del terreno. Este método además permite independizar
las actividades de perforación de las de inyección, con importantes ventajas en tiempo de
ejecución y costo.
Referencias
2.- Cambefort, H., 1967, Reconnaissance des sols et fondations spéciales, Ediciones Omega,
S.A., Barcelona.
3.- Cambefort, H., 1968, Injection des sols , Ediciones Omega, S.A., Barcelona.