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CAPÍTULO 1

Los inicios y la actualidad


del acompañamiento
terapéutico

Hablar de los inicios de la práctica del


acompañamien-
to terapéutico nos ubica en la necesidad de reconocer a su
fundador. A diferencia de otras
prácticas, donde los ini-
cios aparecen enlazados al nombre de
quien ha sido pio-
nero en la materia, el
acompañamiento terapéutico surge
desde un anonimato y desde una pluralidad de contribu-
ciones. Su surgimiento responde a las nuevas necesidades
en salud de un momento social,
político, económico y cul-
tural particular, que convoca a la creación de nuevas so-
luciones. En la revolución de la década del 60, múltiples
concepciones toman nuevas formas. Surge la idea de un
nuevo hombre que participa y ejerce sus libertades.
Nuestro país no es ajeno a tal movimiento social, y
diferentes sectores se vuelven permeables a esta nueva c o
rriente. Los gobiernos de entonces fuctuaban entre los

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los litares, generando un
políticas de Estado.escenario de
l e m o c r á t i c o s y

vacilantes

inestabilidady
En 1967, fue fundado el Hospital de Día de Salud
Mental, por parte de García Badaraco, reconocido co-
Se pueden ubicar algunos hitos histór
óricos para el cam- de los
mo uno pioneros en este tipo de dispositivo.
dela salud mental, que
han dejado huellas, arcan-
. Para fines de los 60, el docor Kalina hablaba de la
po la concepción clásica de la
figura del amigo califcado, lo que posteriormente lla-
do diferencias
con

de singularidad para
camino
quiatria
atra
los etos, ma "acompañante terapéutico".
e
iniciando un
como para los sujetos,
tanto para los protesionales pacientes. En esta perspectiva, el campo de la salud mental se ubi-
ca como alternativa revolucionaria al manicomio, siendo
Enumeraremos a
continuación algunos hechos de.re-
la base para el surgimiento empírico del acompañamiento
de un escenario
levancia en la gestación que propicia la
terapéutico ante la necesidad de una alternativa de aten-
del Al como agente en salud mental:
emergencia ción en el tratamiento de pacientes psiquiátricos

Luego del Congreso de Psicología en Tucumán de Cuál es el estado actual de esta necesidad?
1954, se impulsó la creación de la primera Carrera de Ante determinadas patologías, el abordaje mediante es-
Psicología del país, en el ámbito de la Facultad de Fi- pacios terapéuticos individuales se vuelve insuhiciente para
losofia, Letras y Ciencias de la Educación de la Uni- lograr una visión integral del paciente. Es necesario con-
versidad del Litoral. tar con información objetiva que nos acerque a la reali-
En 1957, se creó la primera residencia en Salud Men- dad de éste. El AT surge como un posible agente que, al
incluirse en el campo de lo cotidiano, brinda esa infor-
tal, regulada por el Consejo Nacional de Salud Mental.
mación al equipo tratante.
En 1959, secreó la FAP (Federación Argentina de
'siquiatras), con el objetivo de insertar a los psiquia En nuestro país, en diciembre de 2011, se promulgó
tras en el nuevo campo
de la salud mental la nueva Ley de Salud (26.657). Esta ley, con sus luces y

Lainclusión del psicoanálisis como marco teorico sombras, aporta un cambio sustancial en la concepción
lucionó y dividió las aguas entre la rama del paciente en salud mental, y modificaciones importan-
conserva
ylas nuevas propuestas. De esta Tes en lo relacionado con la creación de nuevas modali-
ron
comena
manera,
a incluirse otros actores, además del médico psiquia* dades de atención alternativas a la internación.
tra, en el
trabajo en salud mental.
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oferta
novedosa
novedosa a
nuestra
práctic
una
brinda
Esto inclusión
de inclh
de de
un campo
con
necesidad

al paciente
paciente en
dispositivos
el in. y habilidades sociales con la finalidad de favorecer la in-
termedios para
acompanar

to y la adherencia a los tratamient sostenimien-


bulatorios. Y d
clusión y la autonomía del paciente.
La ley sólo autoriza la internación como recurso tera-
terapéutico se presenta como una he- péutico a utilizar en situaciones excepcionales (Arts. 14y
acompana
acompaDamiento

operativa como practica, 15). Por un lado, desalienta las internaciones indefinidas
rramienta,
tanto
para la re
bilitación del paciente psiquiátrico.
y prolongadas; por el otro, ordena la creación de nuevas
la autonomia de las perso
nas con pa- modalidades de atención, como casas de medio camino,
reconoce
La ley talleres protegidos y centros de capacitación sociolaboral.
decimiento mental y su capacidad para decidir (Art.
de la presunción de capacidad
10). En este sentido, la ley propone la optimización del tra-
Enuncia que debe partirse bajo interdisciplinario basado en la rehabilitación psico-
de todas las personas, y orientar el tratamiento a reforz
orzar,
social de la persona que presenta una enfermedad psiquiá-
los lazos sociales.
restituir o promover trica. En su Art. 8, enuncia:

Presenta un cambio de la hgura legal de "persona con Debe promoverse que la atención en salud mental
discapacidad y enfermedad mental" como objeto de asis- esté a cargo de un equipo interdisciplinario integrado
tencia al depersonas con padecimiento mental" como su- por profesionales, técnicos y otros trabajadores capaci-

jetos de derecho (Art. 3). En consideración a los derechos rados, con la debida acrediración de la autoridad com-
petente. Se incluyen las áreas de psicología, psiquiatria,
del paciente enunciados en el artículo 7, destacamos:
trabajo social, enfermería, terapia ocupacional, y otras
disciplinas o campos pertinentes.
Derecho a recibir tratamiento y a ser tratado co
alternativa terapéutica más conveniente, que menos rex título habilitante y un reco-
Si bien aún no existe un

trinja sus derechos y libertades, promoviendo la inte nocimiento de hecho del AT, consideramos que, dentro
gración familiar, laboral y comunitaria. del marco de esta ley, queda incluido como dispositivo

Derech0 a ser acompaDado antes, durante y lueg valido para el trabajo terapéutico con el paciente psiquiá-

deltratamiento porsus familiares, otros afectos 0a trico.


la
persona con
padecimiento mental desig El acompañamiento terapéutico brinda una respuesta

acompaDamiento apéutico asentará desde su


sus objeth posible ante las necesidades de nuestro campo actual de
vos en
función de mencionado, promoviendo salud mental. Alentar la formación y la capacitación del
cncuadre la promoción de estrategias de afrontamien

24
u n derecho
AT es un deber, y un acto
ético del pro
nal de la salud
a fin de continuar
desarro profesi
herramienta operativa y eficaz para el ándolo como
crecimiento
dispositivos intermedios. de l

CAPITULO 2

El acompañamiento
terapéutico como dispositivo
terapéutico artesanal

Disposiivo:
"Una maquina para hacer very para hacer hablar
FouCAULT

Una especie de ovillo o maderia,


un conjunto mulrilineal... compuesto por iineas
de diferente naruralezi..
que saguen direcciones diterentes
DELFLZ

6
acompañamiento

Qué es un
terapéutico? El acompañamiento terapéutico es una modalidad asis-
tencial personalizada y acotada a una estrategia específ
Acompañar-término que proviene de "cOm dispositivo terapéutico. Se inserta en una
pañía' y ca dentro de un
remite a
cm panis: compartir red de trabajo junto al equipo tratante y a la familia del
etimológicamente
compartir la soledad, compartir el hambre
elp
propon
un paciente. Tiene por finalidad ofrecer una mirada desde lo
un compartir. cotidiano y poner a disposición estrategias para el sostén
"estar con,
del sujeto desde lo más primario, favoreciendo la emer-
gencia de su subjetividad y estimulando sus potenciali-
dades para desarrollar un proyecto de vida.
Qué implica lo terapéutico?
En nuestra opinión, se trata de una presencia sana
y Cuál es su campo de acción?
calificada que se ofrece a compartir y permanecer en el
dia a día del paciente, en su cotidianidad, en sus rutinas, Está centrado en esa cotidianidad particular, singular
en su historia, en su presente.
propia de cada sujeto. Desde su inserción, brindará al e-
quipo tratante información imposible de ser recabada en
Según el diccionario de la lengua española Espasa, cot los tiempos de sesión o de espacios institucionales; de alli
dianidad se define como "característica de lo que es normal su riqueza y particularidad.
porque pasa todos los días. Nos preguntamos: isólo por

que se repite diariamente es normal? Qué sucede cuando


Dónde ubicamos la modalidad artesanal
esa cotidianidad se torna
compleja, particular e inestabie de este dispositivo?
Evidentenmente, se hacen necesarios nuevos recursos

que permitan soportar las dificultades y las dolencias de En su escrito "Sobre la iniciación al tratamiento", Freud
las personas que las atraviesan. En este frente de batalläs
enuncia que las reglas que se pueden señalar para la prác-
uDicamos al paciente y al AT como aliados, y proplc tica del tratamiento analítico están sujetas a las mismas
mos el desarrollo de ade
esta práctica como el escenario
Cuado nutra, mitaciones que juego del ajedrez. "No tardaremos en
el
para generar un acompaDar que alivie, que advertir que sólo las aperturas y los finales pueden ser
que siembre. objeto de una exposición sistemática exhaustiva, a la que
se sustrae, en cambio, la infinita variedad de las jugadas

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8
siguientes a la apertura Agrega que "la
.

versidad de las constelaciones psíquicas da extraordina


das, la plasi
todos los procesos psiquicos y
cidad de
factores que
hemos de determinar, se
oponen riqueza plagde mientas que irán modificándose en función de los mo-
mentos del acompañamiento.
una mecanización de la tecnica y permiten que
unCe
dimiento generalmente justiicado no
produzca proce
ena oca Qué pasa en este "juego de ajedrez"?
siones resultado positivo alguno, inversamen.oq
o
e,
método defectuoso logre el fin deseado. De que un tod Salvando las diferencias con la práctica psicoanalitica
circunstancias no impiden señalar al
estas

generales de conducta".
médico nor

individual, se nos invita a pensar que estas aperturas y cie-
mas rres que responden a una técnica, objetivos y lineamien-
En la práctica del acompañamiento
terapéutico, tos propuestos desde los tratamientos- necesitarán de la
tamos con un encuadre que permite pensar en la ingeniería de otro actor particular que pueda seguir cada
de objetivos específicos para su cumplimiento.
apertun
jugada en su recorrido.
Consideramos el acompañamiento terapéutico como
Ahora bien, el cómo también responde a las "jugada
ese dispositivo por excelencia en el aporte de una diver-
del paciente, es decir, a aquellos aspectos en relación on sidad de instrumentos particulares -que con un encua-
los tiempos de evolución y con los vaivenes emocionales
dre y una modalidad de trabajo propios-irrumpirán en
sea particular.
que determinan que cada proceso la realidad del paciente, respetando su particularidady
La transformación permanente y la inestabilidad son su evolución, para el armado de una estrategia singular
de las características más sobresalientes de este proceso, acompaDando cada jugada.
"artesanal" para
y nos convocan a pensar una estrategia
cada sujeto. Para ello, habrá que estar preparados ahn de
alet Por qué lo pensamos como
disponer de tácticas adecuadas, con la intención de un dispositivo en si mismo, e inserto
tar el despliegue simbólico del acompañado y a soportr
Sus mareas anímicas sin perder de vista los objetivos.
en un dispositivo general?
Al de un proceso dinámico, n o
faltarán rev
tratarse
nzan
Desde una perspectiva filosófica, la noción de disposi-
avana
Siones de todos los integrantes de la red, para ir tivo que plantean pensadores contemporáneos como Fou-
en sus
cault y Deleuze nos invita a pensar nuestra práctica en
do en las inminencias
que presentan los pacientes
tratamientos. Se contemplarán los actos y los S su consonancia. Si nos referimos a un dispositivo como

de los pacientes, lo lectura part aquellas prácticas que, por su naturaleza estratégica y de
que brinda u n a deheta ht
su
singularidad, y se fomentará la construcci 3I

30
frente
trabajo en red, posibilitan hacer a una situasi
ón e
mergente provocando un
una
aDamiento te-
etecto, el acompañamien

arquitectura particular au r que po-


miento terapéutico la crea e implementa, a partir de tác-
rapéutico cuenta con ticas pensadas desde su campo de acción.
sibilita el despliegue de estas cuestiones.
Desde este lugar, nos aventuramos a pensar el acon
No es el uno sin el otro. Ambos dispositivos se auxilizan
pañamiento terapéutico como un dispositivo en sí mi y complementan, se objetivan y reactualizan en función
mo,
ya que: de la dinámica entramada. Se entrelazan y articulan comob
una figura de encastre donde una
parte no funciona ade
Si bien los objetivos que se nos soliciten desde el tra cuadamente sin la otra para obtener la figura deseada.
a-
tamiento pueden parecer convencionales (por ejemplo:
acompañar a una consulta, administrar la medicación. El dispositivo del acompañamiento tiene eficacia al res-
ponder a un dispositivo psicoterapéutico general. El equi-
etc.), el "cómo implementarlos no carecerá de inven-
po tratante guiará la dirección de los
objetivos, armaráá
tiva y adaptabilidad a la personalidad del paciente. Por redes y enlaces, sirviéndose de la estrategia del acompa-
eso, el acompaDamiento brinda una estrategia gestada
ñamiento para la implementacióón de esos objetivos, así
desde lo "artesanal", "hecha a medida". como el acompaDamiento entramará su intervención en
La práctica del acompañante no es solitaria, sino red con este dispositivo general, que le ofrecerá una lega-
que se encuentra en interacción con el resto del equi- lidad para el ejercicio de su función.
po de acompaDantes, con el coordinador, con el su-

pervisor, con la familia del


paciente, sus conocidos y
su medio social. Este funcionamiento red
en despierta
múltiples relaciones y efectos a contener desde la fun
ción y el tratamiento.

Ahora bien, nosotros no actuamos solos. Cuando Se


nos convoca, es
porque un
equipo tratante encuentra que
sus recursos son
insufhicientes y necesita de un
auxiliar para la sopor
implementación de sus
objetivos.
Este soporte presta una
ticularidad del esuategia pensada desde la par
paciente, y aquí donde el acompan
es

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