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Napoleón Bonaparte fue un militar, Primer Cónsul y Emperador de los franceses. Su figura
emergió con la Revolución Francesa.
Napoleón nació en Ajaccio, Córcega, el 15 de agosto de 1769. Murió en Santa Elena, el 5 de
mayo de 1821 a los 51 años.
SUS PRIMEROS PASOS
Napoleón, bautizado como Napoleone di Buonaparte, nació en el seno de una familia noble
corsa. Un año antes de su nacimiento, Francia compró Córcega a los genoveses, de ahí su
nombre italiano. Al año siguiente, los corsos luchaban contra los franceses por su
independencia.
Fue el segundo hijo de Carlo Buonaparte, abogado y representante de Córcega, y de
Letizia Ramolino. Se dice de él que de niño era carismático y generoso, aunque era
habitual verle involucrado en peleas.
A los nueve años consiguió una beca para estudiar en la Academia Militar de Brienne, en
Francia. Allí permaneció hasta los 15 años. En ese tiempo, el joven Napoleón era visto
como un extranjero por el resto de sus compañeros por su marcado acento italiano. Sin
embargo, consiguió ganarse el respeto debido a su carácter y dotes de liderazgo.
Inmediatamente después, se trasladó a París, a una de las academias militares más
importantes de Francia. Allí continuó con su formación hasta los 16 años. Salió de la
academia con el título de oficial.
Su primer destino fue Valence, aunque poco después tuvo que regresar a Córcega por la
muerte de su padre. Durante este periodo, estalló la Revolución Francesa y continuaba la
lucha independentista corsa.
Napoleón Bonaparte se unión a la facción afrancesada y se ganó la enemistad del líder del
movimiento por la independencia de Córcega, Pasquale Paoli. Debido a las fuertes
tensiones, su familia y él tuvieron que huir a Francia en torno a 1793.
INICIOS MILITARES
En Marsella, la familia de Napoleón tuvo serios problemas económicos. Sin embargo, un
golpe de suerte hizo que cambiara la situación: el joven militar consiguió reincorporarse al
ejército francés con el rango de capitán.
Ese mismo año, alcanzó la gloria en la batalla de Tolón, donde consiguió derrocar a las
tropas inglesas. A partir de entonces, la carrera de Napoleón no hizo más que aumentar.
Sin embargo, poco después, sus adversarios políticos se encargaron de que pasara un
tiempo encarcelado. Cuando quedó en libertad regresó a París, donde pasó una temporada
sin servicio.
En 1795, estalló contra los monárquicos imponiéndose sobre ellos en las calles parisinas.
Muchos pensaron que esta victoria salvó la revolución. A partir de entonces, fue
nombrado comandante del Ejército francés en Italia.
Durante esta época conoció a Josefina de Beauharnais. Inteligente y ambiciosa, Josefina
contrajo matrimonio con Bonaparte en 1796. Muchos consideran que la francesa vio el
matrimonio con el corso como un negocio.
PRINCIPALES CAMPAÑAS
Ese año, Napoleón Bonaparte fue a Italia a dirigir el Ejército francés. Sus soldados no
estaban en condiciones de afrontar las batallas que allí se libraban: mal vestidos y peor
alimentados. No obstante, no se le pasó por la cabeza ser vencido.
Tal era la confianza que tenía en sí mismo que, efectivamente, condujo a los franceses a la
victoria. Los escenarios donde se impuso el Ejército Francés a los austríacos entre 1796 y
1797 fueron Lodi, Arcole y Rivoli.
Apodado por sus soldados como el “Pequeño cabo” por su buena relación con ellos, el
corso afianzó su condición de francés cambiando su nombre de Napoleone Buonaparte a
Napoleón Bonaparte.
Tras su campaña en Italia, Napoleón regresó a Francia en diciembre. En la capital fue
recibido como un héroe y conquistador.
Al año siguiente, se embarcó hacia la conquista de Egipto para cortar la comunicación
comercial de Gran Bretaña con la India y Oriente Medio. A pesar de que los franceses
ganaron las primeras batallas, pronto noticias de Europa las ensombrecerían.
Austria, Gran Bretaña y Rusia se unieron contra Francia, por lo que Napoleón decidió
abandonar Egipto y volvió de nuevo a Francia. Allí, además de encontrarse con una
enorme inestabilidad política, también conoció las infidelidades de Josefina. Resentido,
decidió perdonarla y continuar con su matrimonio.
FRANCIA NAPOLEÓNICA
El 9 de noviembre de 1799, Napoleón Bonaparte fue nombrado Primer Cónsul de Francia
tras un golpe de Estado. Con este cargo, el corso obtuvo poderes casi dictatoriales.
Durante estos años, promovió un nuevo Código Civil y la tolerancia religiosa. Además,
puso la educación como prioridad. Pronto consiguió el cariño de todo el pueblo francés.
La ambición de Napoleón Bonaparte no frenó y el 2 de diciembre de 1804, en la catedral de
Notre Dame, fue nombrado Emperador. Para muchos supuso una enorme decepción.
Obsesionado con el poder, Napoleón comenzó a pensar en su descendencia. Su esposa,
Josefina, no podía darle más hijos, por lo que se divorciaron. En diciembre de 1809,
Josefina volvió a su antigua vida.
Su nueva esposa fue la archiduquesa de Austria, María Luisa. En 1811, nació el primer hijo
del matrimonio: Napoleón II. Con él, el Emperador de los franceses reafirmó sus ansias de
gobernar. Durante esta época, el Imperio francés alcanzó su máximo esplendor.
CAÍDA DEL IMPERIO
Sin embargo, poco después, el Imperio napoleónico comenzó a tambalearse. El sistema
continental que impedía cualquier tipo de comercio con Gran Bretaña, le pasó factura. Con
esto paralizó la economía de los británicos, pero también la de sus aliados.
La crisis del Imperio estalló cuando España y Portugal se aliaron con Gran Bretaña para
acabar con su hegemonía. Aunque, en 1812, otro error condujo a Napoleón a su
caída: trató de invadir Rusia, pero el frío y el hambre acabó con ellos.
Mientras tanto, en Europa no cesaban las revueltas en contra de los franceses. El ejército
de Napoleón comenzó a perder batallas, mostrando su debilitada posición. En 1814,
Napoleón abdicó como Emperador de Francia.
EXILIO Y MUERTE
Napoleón Bonaparte fue enviado a la Isla de Elba. Prácticamente encerrado, Napoleón
planeó un nuevo ataque desde allí del que salió victorioso. Fue así como volvió a lo más
alto de nuevo, aunque no por mucho tiempo.
En 1815, fue completamente derrotado en la batalla de Waterloo. De esta manera, acabó su
conocido como “Imperio de los Cien Días”. Napoleón se entregó y fue exiliado a un islote
en África: Santa Elena. El 5 de mayo de 1821 murió allí.
BIOGRAFIA DE METERNICH
De 1670 a 1681, trabajó como preceptor del Delfín, Luis de Francia, hijo del rey Luis XIV y
María Teresa de Austria. Para él escribió en 1681, su Discours sur l'histoire
universelle (Discurso sobre la historia universal), en el que mantuvo que la historia es
impulsada por la providencia, y el Traité de la connaissance de Dieu et de soi-
même (Tratado del conocimiento de Dios y de uno mismo).
En 1681, le nombran obispo de Meaux, cargo que ocupó hasta su fallecimiento. Redactó
el Catéchisme de Meaux (1687) (Catecismo de Meaux), Méditations sur
l'Evangile (Meditaciones sobre el Evangelio) y Elévations sur les Mystères (Elevaciones
sobre los Misterios).
Oraciones fúnebres
Considerado un orador excepcional, se le recuerda por sus excelsas Oraisons
fúnebres (Oraciones fúnebres), en 1683, pronunció la oración fúnebre de la reina María
Teresa de Austria, en 1687, la del Grand Condé, Luis II de Borbón, y 1669, la de Enriqueta
María de Francia, reina de Inglaterra.
Participó en las disputas entre el rey Luis XIV y el papa Inocencio XI sobre de los derechos
monárquicos y pontificios de Francia. Escribió la Declaración sobre las libertades de la
Iglesia Galicana, fijando los límites del poder del papa, y redactó los Cuatro Artículos de
1682.
Enfrentamiento Bossuet-Fénelon
Además se vio involucrado en una discusión con el obispo Fénelon sobre la doctrina mística
del quietismo; mientras que Fénelon la defendía, Bossuet la consideraba herética. Finalmente
venció Bossuet, logrando que el papa Inocencio XII condenara los escritos de Fénelon.
Falleció el 12 de abril de 1704, en París, Francia.
BIOGRAFIA DE THOMAS HOBBES
Filósofo inglés
–No es la sabiduría sino la autoridad la que hace una ley–
Consecuencias
Entre las principales consecuencias de la formación del Imperio napoleónico se
encuentran las siguientes:
En 1814, una coalición formada por Gran Bretaña, Suecia, Austria, Prusia y Rusia venció a
Napoleón, que fue detenido y confinado en la isla de Elba, en el mar Tirreno. Pero pocos
meses después logró escapar de su confinamiento y retornar a París, donde fue recibido
como un héroe. Reclutó entonces un nuevo ejército, gobernó durante cien días y volvió a
enfrentar a sus enemigos. Sin embargo, los ejércitos de Gran Bretaña, Rusia, Austria y
Prusia derrotaron a Napoleón y su ejército en la batalla de Waterloo, en junio de 1815.
Napoleón fue confinado en la isla de Santa Elena, en el Atlántico sur, donde murió en 1821.
Tras su derrota y la ocupación de París por los coaligados, Luis XVIII, hermano de Luis XVI,
el rey que había sido decapitado por la Revolución regresó a París y fue coronado rey. De
esta manera, la monarquía absoluta fue repuesta en Francia y se inició un período de la
historia europea denominado Restauración monárquica, que se extendió hasta 1848.