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República Bolivariana de Venezuela

Universidad José Antonio Páez


Facultad de ingeniería
Escuela de arquitectura
Sección 301Q1
Asignatura: Taller de expresión

Profesor: Alumna:
Arq. Tibaldo, Rios Antonella, Manuitt

San Diego, octubre-2022


El diseño no lo es todo en el proceso creativo. A pesar de su contenido artístico, la

arquitectura también puede basarse en valores científicos. Los estudios demuestran que gran parte

de los edificios provocan un elevado impacto en las emociones de las personas, lo que lleva a

interconectar la arquitectura y la psicología. Hay razones por las cuales una visión, un olor o un

tacto en particular nos provocan respuestas sensoriales. Los experimentos psicológicos son

capaces de medir cómo ciertos factores específicos son desencadenantes e influyen en el

bienestar de las personas. Al exponernos a este tipo de desencadenantes psicológicos, nuestra

composición genética también afecta a la percepción, o bien reaccionamos alejándonos de las

provocaciones con ansiedad y estrés, o nos sentimos atraídos hacia aquellas que provocan

sensación de bienestar.

Uno de los pensamientos más llamativos del filósofo chino Lao-Tsé se relaciona al interesante

tema de la arquitectura y su estrecha vinculación con la psicología, el espacio y la persona; a lo

largo de sus investigaciones Cachia realiza en el análisis de un caso clínico con niños, en los

cuales llegaron a una conclusión muy similar a la utilizada por Lao-Tsé pues, expresan que una

vasija puede ser hermosa, estética, grande o pequeña, pero que su real utilidad radica en su vacío.

Esta frase resulta ser muy significativa, por cuanto el sólo pensamiento del vacío puede

convertirse para el ser humano en una gran carga difícil de manejar. El vacío puede resonar como

la falta de objetivos personales, la cercanía de la muerte, y en relación con la arquitectura juega

un papel destacado, ya que se podría analizar el vacío existente en una determinada edificación o

terreno como un factor crucial porque el vacío nos invita a modificarla para convertir el espacio

en un lugar funcional, y que además este lleno de vida, lo que posteriormente generara diversas

emociones o sensaciones a los individuos que habiten o circulen en el espacio antes mencionado;

un cofactor que puede ser muy importante es la doctrina del Feng Shui, la cual se basa en la

existencia de una suerte de aliento vital, cuyo flujo se ve afectado por:


1. La forma y la disposición del espacio-vacío interior de una estructura

2. Por la orientación espacial externa que tiene dicha estructura (los puntos cardinales sobre los

que se ubica)

3. Por los cambios temporales que sobre ella recaen (las cuatro estaciones del año), resultando de

todo lo anterior, una visión casi mágica.

Son múltiples los efectos conjuntos que las variables ya establecidas pueden ejercer sobre uno

o varios individuos, debido a esto diferentes ciencias como la psicología, la antropología, la

psicología social, la lingüística, entre otras ciencias y disciplinas han aportado teorías e

investigaciones en relación con lo que sucede con el individuo cuando se encuentra encerrado en

un determinado espacio. Incluso se ha podido determinar que, desde un punto de vista clínico, la

agorafobia y la claustrofobia, son dos ejemplos de esto. El espacio personal esta netamente

relacionado con lo mencionado anteriormente, un psicólogo de la escuela de la Gestalt en

Alemania, Lewin (1964) realizo una Teoría de Campo que se basa en el concepto de espacio vital

para referirse a todo aquello que puede afectar a una persona, lo que permite entender la manera

en que se comporta el individuo, lo que resulta beneficioso para las personas y en especial para

los arquitectos porque podríamos indagar respecto a que es lo que hay presente en dicho espacio

vital y de forma subsiguiente analizar que es lo que está afectando o incomodando. Luego de esta

investigación surgió el concepto de espacio personal por medio de los estudios realizados por el

antropólogo estadounidense Edward Hall, quien fue el primero en identificar dicho término, en

un principio su función era para describir las distancias subjetivas que rodean a una persona, las

que pueden ser objeto de mediciones para determinar los tipos de espacios que deben ser

respetados mientras los individuos interaccionan entre sí; Sumado a esto, destacamos los estudios

realizados al espacio vital el cual han definido como aquel “conjunto de hechos y circunstancias

que determinan el comportamiento de un sujeto dado en un momento determinado” (Franco


Lotito 2009). Retomando las teorías que plantea Hall, otros investigadores han establecido que el

espacio vital no debe ser confundido con el espacio geográfico o físico, sino que debe ser visto

como el mundo tal cual éste afecta a la persona, ya que no deja de ser cierto que existen

elementos comunes en ambos enfoques que influirán de una u otra forma sobre el

comportamiento final del individuo. Basta para ello con hacer mención de lo que Cotton (1990)

denomina los estresores psicosociales, los cuales están relacionados con la presentación de

recurrencias, entre estos se destacan estresores internos y externos, por sucesos vitales, estrés de

rol y las contrariedades cotidianas, la alta exigencia y el perfeccionismo; un ejemplo podría ser

aquellos individuos sometidos habitualmente en contra de su voluntad a condiciones de encierro,

hogares con espacios minúsculos y con muchos miembros familiares que impiden todo tipo de

privacidad y libre circulación en el espacio disponible, Lotito (2009) expresa que puede resultar

ser una experiencia traumática, dañina, estresante y generadora de altos y a veces incontenibles

niveles de agresividad. En relación con lo anterior es importante conocer que los espacios

habitacionales reducidos destinados a ciertos sectores menos pudientes de la población favorecen

la recurrente aparición de la violencia intrafamiliar, las distimias o alteraciones del ánimo, el

abuso sexual, entre otros cuadros de violencia.

Conociendo esto no queda espacio para la duda que la ciencia de la psicología debe jugar un

rol sumamente importante en todo proyecto arquitectónico, esto se debe a que el arquitecto y el

diseñador están en grado de crear los diversos ambientes que pueden influir en los estados de

ánimo de las personas que habitan en estos espacios, sin importar si éstos están destinados a

intereses privados, públicos o institucionales. Goleman (2003) afirma que muchas al momento

de realizar una estructura, los que se encargan de diseñar no determinan factores emocionales. Es

destacable considerar que el primer error de un arquitecto muchas veces radica en diseñar alguna

estructura sin tomar en consideración las emociones, la personalidad, la cultura de origen de


quienes posteriormente ocuparán las dependencias proyectadas; por esto es primordial que todo

buen arquitecto, antes de comenzar cualquier proyecto debe conversar detenidamente con los

clientes e intentar explorar sus expectativas, indagando, especialmente, en sus emociones, de esta

forma la obra permitirá reflejar la personalidad de los futuros ocupantes de la misma, ya que son

ellos los que pasarán una parte importante de sus vidas al interior de estas edificaciones. Hay que

tener presente que los arquitectos no solo deben tomar en cuenta el espacio interno de la

construcción sino también el medio ambiente y como puede afectar a los individuos. Lewin

(1964), fue uno de los primeros psicólogos en asignarle la verdadera importancia a la relación

que se produce entre los seres humanos y el medio ambiente. Su objeto de estudio se centró en

determinar el tipo de influencia que el medio ambiente ejercía sobre las personas, la clase de

relaciones que éstas establecían, a su vez, con el medio ambiente. Dicha investigación arrojo que:

1. El ser humano es capaz de modificar el ambiente que lo rodea, estando en grado de convertir

un desierto en un vergel y paraíso natural.

2. Es necesario considerar al individuo y el medio ambiente como una entidad única e

inseparable.

3. Así como el sujeto actúa sobre el medio ambiente, el medio ambiente también está en grado

de afectar a la persona de manera profunda.

Esto nos da a entender que la psicología ambiental, se enfoca en los estudios de la

conciencia ambiental del hombre, es decir, de todos aquellos procesos a nivel psicológico que

intervienen entre el ambiente físico y su conducta. Del mismo modo constituye un instrumental

imprescindible en nuestra intención de querer fomentar el respeto por el medio ambiente,

asegurar su preservación, o por lo menos, llevar a cabo su transformación de una manera que sea

racional, y de ese modo no comprometer el futuro de las nuevas generaciones. Lo señalado

anteriormente nos lleva con considerar diferentes vertientes basadas en tres niveles de análisis:
1. El ambiente natural se vincula con la influencia que ejerce el ecosistema en la respuesta ancla

de los seres humanos.

2. El ambiente fabricado, a su vez, puede ser visualizado como perteneciente a diversos estratos:

ambientes con características físicas relativamente estables y permanentes tales como los

edificios; o bien, semi permanentes y fáciles de modificar tales como se dan en el proceso

decorativo o la instalación de muebles; la luminosidad que inunda o no un espacio y,

especialmente, su color

3. El ambiente social, que engloba cinco áreas diversas, tales como el espacio personal, la

intimidad, la territorialidad geográfica, el sentimiento de hacinamiento y la ecología del grupo

humano pequeño.

Aquella persona que crece en un entorno que se preocupa por el adecuado aprovechamiento de

los recursos disponibles, sin llegar a deteriorar su medio ambiente, aprende a desarrollar una

conciencia más fina acerca de la relación de interdependencia que existe entre él y la naturaleza.

En este aspecto influye mucho el ambiente urbano, ya que una ciudad puede ser observada como

un espacio simbólico que representa las visiones que el ser humano tiene con respecto al medio

ambiente que habita, además, contiene una serie de variables que terminarán por hacerla

habitable o poco habitable, es decir, el tipo de arquitectura urbana que prevalece y la estética

ambiental que ésta refleja, el arte público que podemos observar en ella, si tiene algún tipo de

identidad propia, el significado de sus construcciones; la satisfacción entrega a sus

habitantes la infraestructura residencial; lo bien que se han diseñado sus sistemas de transporte

público; cuan armónico ha sido su crecimiento en cuanto a servicios públicos disponibles:

escuelas, universidades, bibliotecas, hospitales, parques, centros de entretención, calidad del

hábitat y del medio ambiente en cuanto a su nivel de contaminación, entre otros, ya que son

muchas las variables a considerar resultan de gran ayuda revisar los descubrimientos realizados
por el antropólogo Hall (1998) en torno al tema del espacio. Este investigador describió la

existencia de tres espacios relativos al territorio:

1. El espacio fijo: Es determinado por estructuras (aparentemente) inamovibles, como las

barreras limítrofes entre los países.

2. El espacio semifijo: referido al espacio alrededor del cuerpo, el cual varía en función de la

cultura en la cual se está inserto, por cuanto, cada comunidad social estructura su espacio

físico de acuerdo a sus patrones culturales prevalentes. Este espacio, puede ser invadido al

ocupar con dos asientos del medio de transporte público utilizado, mientras otras personas

están obligadas a ir de pie.

3. El espacio social: Hall advirtió que la distancia social entre las personas estaba

correlacionada con la distancia física, y definió cuatro tipos de distancias:

Distancia íntima: Es aquellas que se encuentra entre los 15 y los 45 centímetros. Es la

distancia más resguardada por el individuo y para efectos de que se produzca las personas

tienen que estar emocionalmente involucradas.

Distancia personal: Entre los 46 y los 120 centímetros. Es la distancia que encontramos en

el lugar de trabajo, en la oficina, en las reuniones, conversaciones amistosas y fiestas.

Distancia social: Abarca entre los 120 y los 360 centímetros y corresponde a la distancia

que separa a los extraños de las personas conocidas.

Distancia pública: Considera más de 360 centímetros y no tiene límite hacia arriba.

Corresponde a la distancia que se utiliza para efectos de dirigirse en público a un grupo de

personas, ya sea a través de un discurso o una conferencia.

Hall (1981,1998), finalmente, destacó que las diversas culturas que estudió crean y mantienen

distintas medidas de espacio interpersonal. Un claro ejemplo, son las culturas de origen latino, las

distancias personales son más cortas y las personas muestran la tendencia a mostrarse cómodas,
aun estando cerca de los demás, en tanto que el efecto contrario se produciría en las culturas

nórdicas o europeas, donde un acercamiento poco cuidadoso hacia el otro puede generar una

sensación de incomodidad ante la actitud invasiva de su interlocutor.

Sin duda, lo que se ha expuesto anteriormente es un universo transdiciplinario, donde resalta

la vinculación entre la arquitectura, la psicología y el ambiente. La Arquitectura nuevamente

demuestra el papel transcendental que juega en la vida de cada individuo, en cada una de sus

facetas, y momentos, iniciando incluso desde nacimiento (hospitales, centros de salud), de forma

subsiguiente en su hogar y extendiéndose al exterior que lo rodea (lugares públicos, edificios,

escuelas, obras, entre otros). El enlace entre las emociones y las estructuras, es una

herramienta sustancial para la expresión del arte, ya que cada edificación, cada concreto, cada

pilar, color, forma, la distribución del espacio son el reflejo de sentimientos y emociones

convirtiéndose en el esplendor de cada lugar, diferenciado por sus culturas que de manera

intrínseca forman parte de la construcción de sus espacios físicos y sus interrelaciones personales.

Porque si lo profundizamos ¿Que relevancia tendría la belleza arquitectónica si no logra

transmitir un sentimiento? Anudado al hecho de llegar a entender ¿en qué grado puede influir

estos elementos en el desplazamiento de las personas? La necesidad de llenar vacíos dependerá

de la proporción del espacio de dicho vacío, así como lo expresa la teoría de Lao-Tsé, el enfoque

emocional que se le da a una vasija vacía, y su necesidad de llenarlo, es un reto de cada

individuo, y es un proceso lleno de discrepancias y dificultades, pero allí radica la belleza del

mismo, ¿realmente podría llenarse por completo esa vasija?


Referencias Bibliográficas

http://revistas.uach.cl/pdf/aus/n6/art03.pdf

http://arquepoetica.azc.uam.mx/blog/?p=13219

https://lamenteesmaravillosa.com/edward-t-hall-y-el-estudio-del-espacio-personal/

https://go.gale.com/ps/i.do?id=GALE%7CA395165872&sid=googleScholar&v=2.1&it=r&linkac

cess=abs&issn=22485759&p=IFME&sw=w&userGroupName=anon%7E73fd3824

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