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de Sophia Sanchez
ALBA
SELENE
FAY
LUNA
GRAYA
NESSA
PUCK
CILA
SOL
Un escenario, iluminado con luces de colores, casi mágicas. Lleno de flores gigantes, enredaderas y
tronquitos, donde criaturas místicas bailan y juegan llenas de felicidad.
V.O.: Hace miles de años, en un prado lejano, donde la magia y la alegría llenaban el lugar, reinaban dos
hermanas; Sol y Luna. Cada una contaba con su propio reino, sin embargo, estos se unían en un lugar
especial, donde bailaban el sol de media noche y la noche polar, permitiendo a las auroras brillar.
Se empiezan a escuchar cosas quemándose, un incendio. El humo inunda el escenario, las criaturas del
prado corren asustadas en todas las direcciones.
V.O.: Una noche, una discusión logró incendiar el lugar. Luna había logrado molestar a Sol, ella enfurecida
y cegada por el dolor, explotó, y con su fuerza y calor todo destruyó. Las criaturas escaparon asustadas y
buscaron refugio atemorizadas en el palacio de su elección. El mágico lugar de reunión quedó desierto,
destruido por una discusión.
El escenario se encuentra ahora vacío y lúgubre. Las auroras ya no brillan. La luz mágica del escenario se
ha disipado.
V.O.: Nunca más se habló de la pelea entre Luna y Sol… Y el lugar de reunión, iluminado por las auroras,
quedó apagado y desolado. Jamás se volvió a ver a una aurora brillar, ni a alguna criatura volver a aquel
lugar. Las auroras se habían apagado para siempre. Los habitantes de ambos reinos no podían evitar
preguntarse, ¿estás algún día volverían a brillar?
Dos hermanas se encuentran en el patio de su casa. Una de ellas, la mayor, Alba, lee tranquilamente. La
otra, Selene, pinta en hojas con creyones de colores. La más pequeña termina de dibujar, se acerca dando
pequeños saltos a su hermana mayor.
Silencio. Selene regresa a su lado sin ánimos. Se sienta y empieza a colorear nuevamente.
SELENE: Lo sé…
SELENE: No fue a propósito. No quise hacerlo, solo quería jugar con ella y mis otros animales de peluche
un rato
Silencio
SELENE: Sí, pero… un buen juego siempre es la solución para un mal ánimo. Así decía mamá
ALBA: Está bien, pero solo una ronda. Luego me dejas leer tranquila
ALBA: Vale
Alba se tapa los ojos y empieza a contar. Selene corre por el patio buscando un escondite, cuando ella se
aleja lo suficiente Alba deja de contar y vuelve a su lectura. Selene nota una luz extraña que sale de un
arco hecho de ramas y flores. Se acerca lentamente, curiosa. Alba voltea a ver a su hermana, sólo para
asegurarse de que se ha escondido lejos y ella puede seguir leyendo tranquila.
Selene no escucha a su hermana y cada vez está más cerca de la luz extraña. Extiende su mano y…
Selene desaparece por el arco. Este parece habérsela tragado. Alba se levanta asustada.
ALBA: ¿Selene? (Pausa) ¿Selene? ¡Esto no es gracioso! (Pausa) Está bien, lo siento. Jugaré contigo de
la manera adecuada (Silencio) Selene… Deja de esconderte…
Alba se acerca con cautela al arco, que sigue brillando con fuerza. Con cada paso que da, la luz se
intensifica. Cuando está a unos pocos pasos de tocarlo, el arco la atrapa. Las niñas se encuentran en otro
entorno, mágico, casi onírico.
SELENE: Mira…
Selene le muestra una criatura/flor fantástica a su hermana con emoción. Alba la mira con intriga y la toma
con cuidado en sus manos.
SELENE: Mágica
ALBA: Sí, lo sé. Pero, ya todo está muy… oscuro, y no me da buena espina
SELENE: Es cierto, que rápido anocheció (Pausa. Selene parece estar tratando de recordar algo) Eso
seguro es por el frío
Selene le señala unas flores a Alba. Corre hacia ellas y las recoge con cuidado. Alba, resignada, sonríe y
se acerca.
Selene palidece, parece que acaba de ver un muerto. Alba la mira extrañada.
SELENE: NO LO SÉ
Fay, al escuchar la palabra niñas, se esconde rápidamente, lejos de las hermanas. Ambas niñas la
observan, y se acercan con cautela.
ALBA: Y tu vestido
ALBA, SELENE: No
FAY: ¿No?
FAY: Vaya… (Fay sale de su escondite) Mucho gusto, mi nombre es Fay, hada de la noche
ALBA: Claro, pero siempre debe haber día. Sino la tierra no estaría rotando, o algo así
FAY: Vengan, las llevaré con Luna. Ella podrá explicarles todo mucho mejor
Fay sale revoloteando de escena, las hermanas comparten miradas antes de seguirla. Alba, con cara de
preocupación, niega con la cabeza, tratando de decirle que no a su hermana. Ella sonríe y sale corriendo
detrás de Fay. Alba suspira y va tras ella.
Las tres entran a escena. Un palacio, únicamente de colores grises, azules y violetas, lleno de estrellas y
flores. Una mujer, vestida con un hermoso vestido se encuentra distraída haciendo una actividad.
FAY: Pasaba por aquí para presentarlas, me las encontré en el prado… cerca del arco azulado. Ellas son
(Pausa) ¿quiénes son?
SELENE: Somos Selene y Alba. Mucho gusto señorita Luna, que lindo su vestido
ALBA: No lo sabemos…
FAY: Las traje para que pudieras explicarles todo acerca de nuestro hogar. Ellas parecen estar bastante
pérdidas, no entienden nada
Luna sonríe, aplaude dos veces y las luces del escenario cambian.
LUNA: Este es un prado mágico que nació junto con la tierra y dio hogar a miles de criaturas nocturnas
FAY: Todos vivimos aquí, en la tranquilidad que ofrece la oscuridad de la noche y los resplandores de las
estrellas. Luna nos brinda todo lo que necesitamos, nos cuida y reina de una excelente manera
LUNA: Aquí podrán disfrutar de lo mejor de las estrellas, las brisas nocturnas y los juegos entre las
sombras
LUNA: La primera regla, y las más importante: jamás podrás nombrar a Sol
FAY: Nunca
LUNA: El prado Lunar es una zona prohibida para ella y las criaturas del prado Solar
LUNA: La segunda regla que deben acatar: no van a visitar ese prado nunca
FAY: Si alguna de estas reglas no se llega a acatar, se tendrán que enfrentar a las consecuencias…
SELENE: Pero, ¿por qué no podemos hablar de Sol, ni visitar su prado Solar o hablar de lo que sea que
sea una aurora boreal?
Alba se agarra la cabeza y suspira. Fay mira a Selene con los ojos muy abiertos y Luna frunce el ceño.
ALBA: Lo que mi hermana quiere decir, es que sí entendió. Muchas gracias por su explicación, señorita
Luna. Haremos lo mejor para acatar todas sus normas
LUNA: Acompáñame, te mostraré los lugares más bonitos y te presentaré a algunas criaturas… (Pausa,
hacia Alba) Si lo deseas puedes recorrer el palacio con libertad, Alba
Selene sale de escena junto con Luna. Fay se despide de Alba con la mano y se va también.
Fay se encuentra sola en el centro del escenario. Observa un álbum de fotos (o una serie de pinturas).
Tiene un semblante nostálgico. Alba entra a escena despreocupada, hasta que se da cuenta de la
presencia de Fay. Se acerca a ella con cautela.
Silencio.
FAY: No
FAY: No puedo
ALBA: Oh
FAY: Aunque…
Fay se levanta rápidamente, recorre el escenario y se asoma asegurándose de que nadie esté cerca.
Fay toma de la mano a Alba y se sientan en proscenio. Fay abre el álbum y le muestra las fotos mientras
narra.
FAY: Hace miles de años, nació un prado mágico, repleto de maravillas. Un día, dos hermanas, decidieron
cuidarlo y llenarlo de vida
FAY: El reinado de las hermanas fue perfecto al inicio, sin embargo, Sol y Luna discutían tanto por las
tierras, criaturas y reglas que debía haber que decidieron que era mejor dividir sus reinados. Así se dividió
el prado en dos; el Solar y Lunar
FAY: No, la división se hizo en buenos términos… de hecho, gracias a ella nació el lugar más armónico de
todo el prado; el centro boreal. Un lugar donde Luna, Sol y los habitantes de ambos reinos celebraban
juntos el cambio de cada estación y veían brillar a las auroras
ALBA: ¿Las auroras boreales? Las he visto en libros, son preciosas… con esos miles de colores brillantes
en el cielo
FAY: Lo son. El prado se mantuvo seguro y armónico por mucho tiempo, gracias al caballero del eclipse,
un gran protector que juró lealtad eterna a Sol y Luna. Él mantenía la paz entre ambos reinos y lograba
que ellas siempre estuvieran en buenos términos…
FAY: Un día el caballero desapareció. Nadie supo qué pasó con él. Luna y Sol discutieron más fuerte que
nunca y no pudieron hacer las paces. Entonces, Sol durante un ataque de rabia incendió el centro boreal…
ALBA: No…
ALBA: ¿Por qué no intentan hablar entre ellas? Así podrían solucionarlo y recuperar el centro
FAY: Sol y Luna no han hablado en mucho tiempo. Ninguna quiere ver a la otra o siquiera escuchar su
nombre
ALBA: Vaya
FAY: Lo sé
Se escuchan trompetas reales. Fay se levanta con rapidez y sacude su ropa. Toma el álbum y lo esconde.
Alba la observa atenta.
FAY: ¿Sí?
ESCENA V: Aguafiestas
Alba busca el álbum de fotos que Fay escondió. Mientras trata de encontrarlo, entra su hermana dando
saltitos.
SELENE: Ah, sí. Pero, ahora están en una reunión o algo así
ALBA: ¿Gracias?
SELENE: De nada
Silencio.
ALBA: Es una larga historia entre ellas dos y como hicieron que las auroras desaparecieran para siempre
y como todos están tristes y en guerra y…
Alba agarra de la mano a Selene y la empieza a jalar para irse. Selene se resiste.
SELENE: Claro que estoy escuchándote. Estás incumpliendo todo y diciendo tonterías. Ya basta
ALBA: Selene, este no es un lugar donde podamos estar bien. Hay muchas peleas y…
SELENE: De ti, siempre estás enojada conmigo y peleando conmigo y con papá
SELENE: No creo que sea muy diferente, solo creo que eres una aguafiestas y una mandona
SELENE: ¡No! Siempre que la estoy pasando bien quieres dañarlo. ¡Cómo una aguafiestas!
ALBA: Hermana, no. Lo siento. Por favor, solo vámonos, hablaremos esto en casa y…
LUNA: ¿Qué sucede aquí? Se escuchan gritos desde afuera, ¿está todo bien?
Selene le echa una mirada cargada de rabia a su hermana. Alba baja la cabeza y aclara su garganta.
SELENE: Sí, Luna. Es solo que Alba se siente un poco mal de la cabeza
LUNA: Vaya, le diré a Fay que te traiga algo para que eso pase (Pausa. Hacia Selene) ¿Quieres
acompañarme al salón de reuniones? Creo que te gustará muchísimo
Luna, Fay, Selene y Graya, consejera de Luna, se encontraban juntas en la sala de reuniones del palacio.
Mantenían una conversación que parecía muy seria.
GRAYA: Claro, pero sí hemos visto sus intentos. ¿Qué será lo próximo? ¿Quemar nuestro prado?
Graya gruñe, y voltea a ver a Fay, quien aparta su mirada con rapidez.
LUNA: Claro que lo hizo a propósito. Siempre molesta conmigo, siempre culpándome de las cosas
GRAYA: Sí
FAY: No
Fay choca su palma contra su frente. Graya sonríe. Alba que durante algún momento de la conversación
entró y se escondió para escuchar lo que hablaban, es descubierta por su hermana.
SELENE: ¿Alba?
Todas voltean a ver a Alba. Ella sale de su escondite torpemente y se sacude la ropa.
ALBA: Ho-hola
GRAYA: Entonces querías escapar del prado Lunar… ¿Ibas a correr a contarle a Sol todo lo que
hablamos?
SELENE: No pueden encarcelarla, ella no ha hecho nada malo, solo tenía curiosidad
LUNA: Lo siento, pequeña. Pero, no puedo confiar en ella. Desde el inicio ha actuado extraño
LUNA: Alba será desterrada por irrumpir a escondidas en reuniones privadas y ser sospechosa de ser una
espía
SELENE: ¿Qué?
LUNA: Graya, permite que se despidan. Luego, déjala en la entrada del prado
Luna se retira de la habitación con gracia y sin mirar atrás. Las hermanas se abrazan con fuerza, mientras
que Graya toma de un brazo a Alba y la arrastra fuera del escenario.
Alba entra y cae al suelo, parece ser lanzada al escenario junto a su bolso. Ella se levanta y se sacude la
ropa. Está en un nuevo lugar. Lleno de flores, tronquitos, y donde el cielo no es ni soleado, ni estrellado
sino un punto medio. Alba escucha un ruido extraño. Se asusta y corre a esconderse.
Alba observa su bolso, una foto de las auroras se asoma de él. Ella la toma y la mira.
ALBA: Ojalá las auroras brillaran y todo entre Luna y Sol estuviera bien. Así nada de esto hubiese
pasado…
Un duende. No, un honguito… o quizás un duende honguito, entra a escena despreocupado. Lleva una
canasta llena de flores. Va recogiendo más mientras camina y tararea una melodía. Alba la observa desde
lejos.
NESSA: (Hablándole a una flor) Uhh, eres muy bonita… ¿Eres nueva aquí pequeña? Apuesto a que sí,
jamás había visto alguna como tú
Nessa sigue tarareando y dando saltitos mientras recoge flores. Alba sale de su escondite y la observa con
una sonrisa. De pronto comienza a tararear junto a Nessa, quien se da cuenta de su presencia y se
detiene en seco.
ALBA: ¿Qué?
NESSA: (Muy confundida, aún temerosa y sin saber pronunciar correctamente) ¿Ni-ña?
ALBA: ¡Sí!
Silencio. Alba mira confundida a Nessa. Ella mira a Alba de la misma forma, de pronto rompe por completo
y hace un ademán para restar importancia.
NESSA: Está bien (Pausa) ¿Qué haces por aquí? A casi nadie le agrada el centro
NESSA: Sí, aquí. El punto entre ambos prados, el punto que murió cuando las auroras desaparecieron…
¿si sabes que son las auroras?
Alba parece meditar su respuesta, su rostro se ilumina. Sonríe con amabilidad y se agacha a la altura de
Nessa, mientras le extiende una flor
Nessa observa a Alba con los ojos entrecerrados y toma la flor, sin apartar su mirada.
NESSA: Me gusta pasear y recoger flores para llevarle a Sol… Entonces, buscas el prado Solar. Jamás te
había visto, ¿de dónde vienes?
ALBA: Es una historia un poco larga y no estoy muy segura de cómo llegué aquí
NESSA: Pero…
NESSA: No lo sé, eres un poco sospechosa. ¿Para qué quieres ir al prado Solar?
ALBA: Me gustaría hablar con Sol, tal vez pueda hacer las paces con Luna y…
Nessa se aleja corriendo de Alba y toma una rama del suelo, usándola como espada.
ALBA: ¡No! No, no soy una espía. (Para sí misma) ¿Por qué todos creen eso? (Hacía Nessa) Mi hermana
está en el prado Lunar… Y yo no puedo volver ahí. Me gustaría poder volver con ella y regresar a casa. Es
todo (Pausa) Quizás tú podrías ayudarme
NESSA: ¿Y por qué yo te ayudaría?, ¡vienes del lado de la Luna! Además, cómo podría ayudarte, yo soy
parte de las criaturas del sol. Jamás podría entrar en el prado Lunar
ALBA: No tienes que entrar allí. Si logramos que Sol y Luna vuelvan a estar en paz, tal vez, Luna me
dejaría volver a entrar a su lado, y yo me reuniría con mi hermana
NESSA: No, no, no. Si Sol me ve tratando de hacer algo relacionado con Luna jamás me perdonaría
Nessa parece interesarse ante las palabras de Alba. Suelta su espada improvisada y se acerca cautelosa.
ALBA: Piénsalo… Las auroras se fueron cuando Luna y Sol se enemistaron, quizá si ellas vuelven a estar
en buenos términos y se recupera el centro boreal, las auroras podrían brillar de nuevo
NESSA: Aunque odie admitirlo, podría ser un buen plan (Pausa) Pero, no lo sé. Creo que es demasiado
riesgoso
ALBA: ¿Trato?
Silencio. Nessa sigue sin tomar una decisión. Alba la mira a los ojos.
Nessa hace contacto visual con Alba, y al escuchar esa frase, choca su mano con la de la pequeña.
Cerrando el trato.
ALBA: Entonces, ¿por dónde hay que caminar para llegar al prado Solar?
NESSA: Sígueme
Selene se encuentra sola en medio de una habitación del palacio de Luna. Juega desinteresada con algún
juguete. Se ve triste, suspira repetidas veces.
Fay entra revoloteando a escena. Lleva con ella su álbum de fotos. Se frena de golpe cuando se da cuenta
de que Selene está muy decaída y se acerca a ella con cuidado.
SELENE: Sí…
FAY: Eso fue cero convincente (Pausa) Vamos, ¿qué es lo que te tiene así?
SELENE: Alba
FAY: Lo siento mucho. Graya a veces es muy malvada, siempre convenciendo a Luna de hacer cosas
feas…
FAY: Estoy segura de que lo está. Ella es muy astuta e inteligente. Sé que pronto podrás verla de nuevo
SELENE: Si tú lo dices
FAY: Te lo prometo
Fay se sienta al lado de Selene, dejando el pesado álbum en frente de ambas. Selene lo nota, curiosa.
Fay asiente y lo empuja para que su amiga lo abra. Así lo hace Selene.
FAY: Sí, son hermosas… (Fay observa a su alrededor antes de susurrar) Las auroras
Fay comienza a contarle la historia a Selene. La misma que le contó a Alba escenas atrás. Cuando
termina, ambas se sientan en el suelo.
FAY: ¿Cierto? Es increíble pensar que todo esto pasó por una discusión
SELENE: ¿Alguna vez te has preguntado si algún día podrás ver a las auroras de nuevo?
Silencio.
SELENE: Eso creo… Ya en casa las cosas son bastantes complicadas, supongo que al enterarse de todo
esto, no quiso estar en más lugares con problemas
SELENE: Lo sé. Quisiera haberla escuchado cuando me pidió que nos fuéramos
Silencio. Fay parece meditar algo. Selene vuelve a jugar con lo que jugaba al principio de la escena.
SELENE: No lo sé… Ojalá pudiera preguntarle. Hablar con ella, disculparme… ya sabes
SELENE: ¿Cómo? Luna la echó para siempre. Ni siquiera sabemos dónde está ahora
FAY: Bueno, ir al centro boreal podría llamar la atención de Luna. Y si ella ve de nuevo el lugar donde las
auroras brillaban… Tal vez quiera recuperarlas
SELENE: Dices que Luna podría hacer las paces con Sol
FAY: Si logramos hacer que recuerde lo hermoso que era todo cuando las auroras aún resplandecían…
Sí, creo que eso es posible
Nessa y Alba entran a escena. Están jugando, riendo y siguen recogiendo florecillas, tantas que la canasta
de Nessa se desborda.
ALBA: Sí, eso lo sé. Pero, ¿qué tal es Sol, las criaturas… el palacio?
NESSA: ¡Oh! Pues, Sol es bastante tranquila. Ama la naturaleza y cuida mucho de los animales. Los
quiere muchísimo. También adora las flores, siempre que salgo a pasear le llevo una canasta llena, porque
sé que le gustan y la hacen sentir menos triste
ALBA: ¿Triste?
ALBA: Oh
NESSA: Sí. Sol ha cambiado mucho desde que pasó todo lo que pasó con Luna. Está generalmente triste
y de mal humor. Cómo si su aura brillante, ya no brillara tanto
ALBA: Imagino que lo que pasó con Luna tuvo que afectarla muchísimo para que esté así ahora
NESSA: Cuando el caballero desapareció, cuando se fue. Les dejo a Sol y a Luna un recuerdo de él. Luna
un día tomó el de Sol sin preguntarle y lo rompió sin querer
NESSA: Sí, pero ella se arrepiente siempre de la actitud que tomó con Luna. Perdió lo que le quedaba del
Caballero, pero también perdió a su hermana
Silencio. Nessa trata de tomar una flor, pero la flor suelta un ¿grito? Nessa se aparta sobresaltada y se
esconde detrás de Alba. Del suelo se levanta un duende, Nessa había jalado su cabello.
NESSA: (Para sí misma) No puedo creerlo, primero una niñalba y ahora una planta que habla…
PUCK: ¡Eh, hongo parlante! No soy ninguna planta. Soy un precioso y pícaro duendecillo. Más respeto,
por favor
ALBA: Mucho gusto, Puck. Mi nombre es Alba… Ella es Nessa, mi amiga. Nos dirigimos al prado Solar
NESSA: Ay no
Puck sonríe de manera pícara, chasquea sus dedos y el escenario cambia. Ahora, un lugar lúgubre,
misterioso y lleno de ruiditos extraños. Alba y Nessa se acercan, ambas están un poco (bastante)
atemorizadas ante el cambio repentino.
NESSA: (Exageradamente dramática) ¡YA ESTÁ! Perdidas para siempre. Adiós Sol, te querré hasta en la
eternidad. Te llevaré flores cuando sea un fantasma
NESSA: ¡Ey!
PUCK: No cualquiera puede pasar al prado Solar, niña… Además, me despertaron abruptamente. Eso
merece una pequeña travesura de vuelta
NESSA: ¿Travesura?
Puck se ríe estruendosamente, las compañeras se abrazan. Puck se ha desvanecido entre la neblina.
PUCK: Para salir de aquí tendrán que resolver un acertijo muy especial, que me dará algo que quiero
mucho
PUCK: Escuchen con atención, y si la suerte está de su lado saldrán victoriosas al prado Solar, en cambio,
si se equivocan en el proceso enfrentarán una consecuencia
ALBA: ¡Ya basta de juegos! Dinos el acertijo para poder irnos de aquí
NESSA: ¿Cómo?
ALBA: Si necesita oxígeno, pero no está vivo, no respira. Entonces, no puede morir ahogado
NESSA: Si dice que lo encendamos… eso quiere decir que se puede apagar
ALBA: Es el fuego. Necesita oxígeno para mantenerse encendido, el agua lo mata y crece, aunque no
esté vivo
NESSA: ¡TOMA!
El escenario está dividido en dos; de un lado podemos observar a Luna, hablando con Graya, su
consejera. Del otro se encuentra Sol, junto a su consejero, Cila. Ambas reinas lucen preocupadas,
nerviosas. Los consejeros las observan caminar de un lado a otro. La escena es reflejada de cada lado
como si se tratara de un espejo.
GRAYA: Pero hemos visto indicios de ataque por parte del prado Solar…
CILA: … no podemos permitirnos que nos sorprendan. Si dan indicios, debemos contestar
SOL: No creo que sea correcto. Quizás no quieren atacarnos y solo es un error, un malentendido
CILA: Puedes tener razón, mi dulce Sol. Pero, también tenemos nueva información
CILA: Puck me ha informado que una desconocida se acerca al prado Solar. Está acompañada por Nessa
LUNA: ¿Cómo?
GRAYA: Es lo que he oído. Los guardianes dicen que salieron del prado Lunar juntas, hace unas horas
LUNA: Es imposible. Fay jamás dejaría el prado, ella sabe que está prohibido ir al centro boreal
GRAYA: Son esas niñas, Luna. Estoy segura de que se traen algo entre manos. Ambas siendo espías,
tentando a la paz
CILA: Por supuesto. Por qué otra razón llegarían dos desconocidos a los prados. Solo están aquí para
algo…
GRAYA: …alterar nuestra paz. Los acuerdos de los prados. Terminar de destruirnos, y generar una guerra
otra vez
GRAYA: … luego, exiliarlas para siempre. Devolverlas de dónde sea que hayan venido
CILA: La interceptaremos cuando estén llegando al prado. Le diré a los guardias que las detengan en la
puerta
GRAYA: Le pediré a Puck que sea nuestros ojos, el avisará si sucede algo
SOL: Si ven que estamos débiles. Que encontramos a su espía, quien sabe que mas planearán
GRAYA: Al parecer está hablando mal de ti, y esparciendo rumores para que los habitantes de nuestro
prado se revelen contra ti
LUNA: Ya basta de esto. Sol tiene que detenerse. Ya hizo bastante con quemar el centro
SOL: Luna debe entender que existen límites. ¿Acaso no tuvo suficiente con romper mi cristal? Solo está
logrando que me moleste más
Ambas monarcas salen de escena furiosas. Sus consejeros sonríen con malicia.
Fay y Selene se encuentran cruzando el centro boreal, ahora abandonado y vacío. Mientras caminan,
Selene observa las flores y la vida silvestre. Mientras que Fay está atenta a cualquier irregularidad.
FAY: Sí, no es de día ni de noche. Las flores son muy diferentes y los bichitos son la cosa más tierna del
universo
FAY: Bueno, todas tuvieron que correr y esconderse en algún prado después del incidente. Se dividieron y
el centro quedó desolado… A excepción de…
PUCK: A excepción de mí
FAY: Puck…
FAY: Eso fue hasta que empezaste con tus bromas pesadas
Puck se carcajea y chasquea sus dedos. El escenario cambia. Estamos en las nieblas. Fay gruñe, Selene
se asusta y la abraza.
PUCK: ¿Por qué tanta prisa? Juguemos un rato, como los viejos tiempos
FAY: ¡Selene!
PUCK: Soy el que jamás descansa y va y viene sin cesar. Nunca me puedo secar. Jamás te aburre mi
danza. En presencia o añoranza tú siempre me vas a amar. Cuando me sepas llamar, a Puck me
mencionarás y él las liberará
SELENE: Oh no…
PUCK: ¡Suerte!
FAY: Uhm… no sé
SELENE: La brisa va y viene… Y hace que los árboles y las hojas bailen
SELENE: ¡Claro!
SELENE: ¿Qué?
GRAYA: Fay. Selene. Ambas son acusadas de traicionar a Luna, y considerarse espías. Me temo que
serán encarceladas
FAY: No, no. Hay un malentendido, Graya. No somos espías. Déjame explicarte
Fay mira a Selene. Empieza a correr y le grita, mientras ella escapa de la aterradora escena.
Antes de que Selene empiece a correr. Graya la toma del brazo y la obliga a mirarle a los ojos. Selene se
convierte en piedra.
PUCK: Vaya… ¿Cómo haces eso? Yo también quiero convertir en piedra a la gente
Alba y Nessa han llegado al prado Solar. Ambas se ven un poco cansadas, pero muy sonrientes. Alba
observa todo embelesada. Un lugar hermoso, soleado, lleno de mariposas, flores y arcoíris.
ALBA: Woah
NESSA: El palacio de Sol queda por allá. Pero, primero debo buscar unas cosas en mi canasta, espera
NESSA: Solo unas campanillas que recogí para una amiga, un momento…
Mientras Nessa busca en su canasta. Cila entra a escena, junto con dos guardias.
CILA: Alba…
Cila les hace una seña a los guardias. Ellos se acercan a las compañeras y las esposan.
CILA: Nessa. Alba. Han sido encarceladas por irrumpir en el prado Solar y trabajar como espías para
Luna. Tienen derecho a guardar silencio, cualquier cosa que digan puede ser usada en su contra…
CILA: Nessa, te aconsejo que estés más calmada. No quieres generar más problemas
CILA: ¿Para qué? ¿Para contarle después a Luna y dañar nuestro prado?
ALBA: ¡Ya te dije que no soy una espía! No quiero hacer daño, ni generar problemas
CILA: Ya dije que no. Y nadie podrá entenderte. Se quedarán encerradas aquí, hasta que hagamos un
juicio
CILA: No me grites
CILA: ¿Tu hermana? No querida. Jamás encontrarás a tu hermana. Ella ahora es una piedra
ALBA: ¿Qué?
CILA: Así es. Graya la ha convertido en piedra por traicionar a Luna. Nunca más la verás de nuevo
Silencio. Alba deja de forcejear. Ahora, encerrada en el calabozo, solo observa el suelo con tristeza.
CILA: Bien, ahora compórtate y trata de que el hongo parlante haga silencio hasta que sea hora de su
juicio
Cila se va, dejando solas a las dos compañeras. Ambas encerradas en calabozos separados. Nessa
carraspea.
ALBA: Desearía jamás haber cruzado ese portal… jamás haber dejado a Sele, ni haber peleado con ella.
Desearía que nada de esto hubiera pasado
Alba suspira. Nessa trata de abrir su calabozo, sin éxito. El palito de madera se quiebra.
ALBA: Nessa
NESSA: Ya casi…
Silencio.
ALBA: Lo siento. No quise gritarte… Solo, quedémonos tranquilas hasta que vengan a buscarnos. Quizás
si cooperamos no nos castiguen tanto en el juicio
NESSA: Lo siento…
Silencio. Ambas compañeras se sientan derrotadas. Nessa observa a lo lejos, una pequeña luz. Se
acerca, hasta donde los barrotes se lo permiten.
NESSA: ¡Saldremos!
Alba se levanta para ver qué está haciendo Nessa, cuando voltea, Fay está en frente de ella. Alba grita
sobresaltada.
NESSA: (Cantando) Sigilosa al pasar… Sigilosa al pasar… esa hada es especial… mírala caminar,
caminar
Silencio. Fay y Alba miran a Nessa extrañadas. Ella deja de cantar paulatinamente al darse cuenta de que
la están mirando.
NESSA: Cila
FAY: Cila. Bajará en unos minutos. Lo escuché hablar con los guardias, dijo que les quería echar un
vistazo. Lo sorprenderemos
ALBA: ¿Cómo?
FAY: Las liberaré. Ustedes finjan que siguen encerradas, y cuando él se acerque, abrirán una de las
puertas, saldrán rápido y yo lo empujaré dentro de la celda
NESSA: De acuerdo
ALBA: Hagámoslo
Fay abre las rejas de ambas celdas. Las prisioneras se preparan, fingiendo que aún están tristes y
encerradas. Fay se esconde. Cila entra a escena.
ALBA: Atrévete
Cila se acerca a la reja de la celda de Alba. Ella la abre de golpe y antes de que Cila se de cuenta, Fay
aparece por su espalda y lo empuja. Alba sale y cierra la puerta con fuerza.
Las tres compañeras entran a escena. Se encuentran en el palacio de Sol, ella está de espaldas y no las
ve entrar. Nessa aclara su garganta y Sol se voltea.
NESSA: Sol
SOL: No hay nada que explicar, ya sé que vienen para dañar mi prado
NESSA: Gracias
SOL: Pero a penas ellas hagan un movimiento extraño, llamo a mis guardias
Nessa asiente.
SOL: ¿Cuál?
ALBA: Tal vez si haces las paces con Luna y el centro boreal se reconstruye, las auroras vuelven
SOL: ¿Y qué tal si no? Peor aún, ¿qué pasa si Luna se niega y todo empeora?
SOL: Yo… yo amaría volver a ver brillar a las auroras (Pausa) Y también volver a estar con mi hermana
SOL: Está bien. Digamos que acepto… ¿cómo hablaría con Luna? Ella jamás me dejaría acercarme a su
prado
Silencio. Sol camina por el espacio, está meditando. Se detiene después de un rato y suspira.
Luna está sentada en su habitación. Observa un álbum, el mismo que Fay había escondido. Su rostro
demuestra tristeza, nostalgia y un poco de rabia contenida. Fay y Alba entran a la habitación. Luna las
nota y se levanta de golpe.
LUNA: Ella no es bienvenida aquí, Fay. (Pausa) Y aunque me duela, tú tampoco lo eres
FAY: Luna…
FAY: Lo siento
ALBA: No es imposible
ALBA: Lo único que debes hacer es hablar con Sol, hacer las paces
LUNA: No
LUNA: No
Luna voltea a ver a Alba de golpe. Parece casi estar poseída del enojo.
LUNA: ¿Cómo?
ALBA: Ambas se equivocaron. Ambas deben hablar, disculparse y solucionar esto. Por las criaturas, por
los prados y por las auroras
LUNA: No me siento bien. Pensar en hablar con mi hermana de lo que pasó hace que mi corazón lata muy
rápido y me duela el estómago… Es como si el miedo y la rabia que viví cuando todo pasó volviera a mi
muy fuerte… No quiero sentirlo de nuevo
LUNA: ¿Cómo lo sabes? No estamos seguras de que Sol reaccione bien. Se podría generar otra guerra
ALBA: Bueno, es una posibilidad… Pero, también existe la posibilidad de que todo se solucione
FAY: A veces hacer lo correcto no se siente completamente bien en el momento, pero después, cuando
los resultados se vean, valdrá la pena
Silencio. Luna medita por un momento. Alba también parece estar abstraída.
En el centro boreal se encuentran Luna y Sol. Ambas acompañadas de sus soldados, cuidándolas y
atentos a cualquier movimiento del equipo contrario. El ambiente es tenso, pesado.
SOL: ¿Estás apurada? ¿Qué puede ser más importante que recuperar las auroras?
SOL: Dudo mucho que se pueda tomar algo a la ligera cuando tú estás tratando de generar peleas
constantemente
LUNA: ¡¿YO?! Si tú fuiste la que quemó todo. La que hizo que las auroras se fueran y la que ahora trata
de dañar mi nombre y prado
SOL: ¡Mentirosa! Tú dañaste el collar de perlas que me dejó el caballero. ¡Tú provocaste mi explosión! ¡Tú
eres la que trata de dañar mi nombre y mi prado!
SOL: ¡Silencio!
LUNA: ¡Todo es tú culpa, la desaparición de las auroras, la desaparición del caballero! ¡TODO!
Los protectores de Sol se preparan para el combate. Los de Luna hacen lo mismo. Una guerra está a
punto de comenzar. Alba entra corriendo antes de que el primer soldado ataque. Se interpone entre ellos.
ALBA: ¡Deténganse!
LUNA: Alba…
ALBA: Por favor. Está no es la manera en la que las cosas se van a resolver. Si lo hacen, solo se sentirán
peor
LUNA: Entonces, ¿por qué has hablado mal de mí? ¿Y buscado empezar nuevas guerras?
SOL: Jamás he hecho eso… Pensé que tú eras la que lo estaba haciendo
LUNA: No, no. Graya me dijo que eras tú quien seguía tratando de encender las cenizas de la guerra
LUNA: Lamento haber tomado tu collar. Lamento que se haya roto. Nunca fue mi intención
SOL: Lo sé, Luna. Yo no reaccioné de la mejor manera, lo siento. Te prometo que no volverá a pasar… Te
he extrañado mucho
Las tropas se han retirado. El ambiente ya no se siente tenso, Luna y Sol se abrazan. Alba sonríe. De
pronto, unas luces mágicas iluminan el escenario.
LUNA: Gracias a ti
Todas las criaturas se encuentran reunidas en el prado, celebrando el regreso de las auroras. Luna y Sol
ríen en conjunto, Nessa juega con las flores y demás criaturas, Fay observa las auroras embelesada y
Alba… Alba se encuentra sentada en un lado del lugar, apartada y con semblante triste.
ALBA: Mamá… Soy yo, Alba. No sé si puedes escucharme, no sé si estés en algún lugar. (Pausa)
Siempre me dijiste que las cosas tenían una razón para pasar, qué todo tenía su por qué, pero hoy no lo
entiendo. (Pausa) Sé que no debería sentirme así. Todos están felices. Lo lograron. Yo no me siento así,
me siento… vacía. Sin ti, sin Selene… ¿cuál es el por qué? (Pausa) No quiero estar sola. Tengo miedo de
olvidarte. De olvidarlas
Nessa se acerca eufórica a Alba. Le entrega una flor, la misma que Selene recogió al llegar por primera
vez.
FAY: ¿Alba?
Luna que anteriormente había salido de escena, entra de nuevo. Selene va a su lado, se ve desorientada,
como si se hubiese levantado de un largo sueño.
ALBA: ¡Sele!
ALBA: Lo sé, lo sé. ¿Estás bien? ¿Te duele algo? (Pausa) Lo siento tanto, tanto
ALBA: Por haberte tratado mal, por haberte ignorado, por haberme comportado tan mal después de todo
lo que pasó con mamá…
ALBA: Tenía mucho miedo de perderte para siempre. De no volverte a ver nunca más
SELENE: Aba, no puedes perder algo que está aquí (Selene señala el corazón de su hermana) Mamá
siempre va a estar aquí. Siempre nos va a acompañar y jamás la vas a perder, porque mientras tú estés
aquí, ella también lo estará
ALBA: Gracias
SELENE: (Notando la flor que Nessa le entregó a Alba) ¡Qué linda flor!
Luna, Sol y el resto de criaturas están reunidas. Sol hace un ademán a las hermanas para que se
acerquen al grupo. Ellas lo hacen.
SOL: Han traído a las auroras de vuelta y además han restaurado la paz entre ambos prados. Gracias
LUNA: Son bienvenidas siempre que lo deseen, esta ahora es su nueva casa, niñas
Todos celebran juntos el regreso de las auroras y la nueva unión de Sol y Luna.
Las hermanas se encuentran en su patio trasero. Alba está acostada en el suelo, como una estrella,
mientras que Selene da vueltas alrededor de ella. Selene salta, da pequeños giros y habla con
entusiasmo.
SELENE: Entonces, así fue como las hermanas regresaron a casa. Después de salvar un lugar mágico y
lograr que Sol y Luna volvieran a quererse, como siempre lo quiso el caballero que las cuidaba
SELENE: Es la historia que nos contó mamá cuando estaba en el hospital… Después de que pasó todo,
me prometiste que la escribirías
ALBA: Es cierto
SELENE: No lo creo. Estoy segura. Eso fue lo que ella nos dijo: “El amor que mi alma tiene por ustedes,
siempre permanecerá aquí. Al igual que mi esencia y presencia”
Silencio. El rostro de ambas niñas denota que no comprenden la frase por completo, pero a ambas les da
mucha tranquilidad.
Selene suspira, se ve decaída. Alba se levanta de un salto, le extiende la mano a su hermana, para que
ella también se levante.
Las hermanas juegan a las escondidas. Mientras lo hacen, la luz del arco se ilumina un poco. Las luces se
apagan. FIN.