La Citación Telemática

También podría gustarte

Está en la página 1de 33

“La citación telemática.

Especial referencia al caso venezolano”


Gustavo Adolfo Amoni Reverón1
INTRODUCCIÓN
Uno de los actos procesales de mayor dilación es la citación, especialmente, la
inicial. Tradicionalmente, la primera citación se realiza mediante el traslado de un alguacil
o notificador, con copia de la demanda y sus anexos, o mediante boleta o cédula de
notificación impresa en papel.

Como prueba de haber sido entregada a la persona correspondiente el


demandado debe estampar su firma manuscrita al final del documento agregando la
fecha y la hora de recepción.

Cuando el demandado no quiere colaborar con el desarrollo del proceso, o por


cualquier razón se niega a firmar la citación, la celeridad del proceso jurisdiccional se
verá afectada y con ella el derecho a la tutela judicial efectiva y la legitimación del Estado
para tutelar intereses jurídicos.

Desde la existencia de Internet y de los sistemas de comunicación telemáticos


resulta dispensable contar con todos los recursos que suponen la elaboración,
documentación, traslado, recepción, consignación y verificación de la citación en papel.

Además, al eliminar el traslado para ubicar al destinatario de la citación se ahorra


tiempo y dinero, agilizando este acto de comunicación procesal; no obstante, la citación
telemática no se ha implementado fácilmente porque trae consigo algunos problemas a
resolver, como la identificación del sujeto que contesta a distancia, y en general, por las
garantías asociadas al derecho a la defensa, cuya vulneración pudiera desencadenar en
la nulidad del proceso.

En el caso venezolano, la citación procesal telemática está prevista en distintos


textos jurídicos desde principios de siglo, pero no fue sino hasta las condiciones de

1Abogado, mención summa cum laude de la Universidad de Carabobo, especialista cum laude en Derecho
Administrativo de la Universidad Católica Andrés Bello, profesor de Derecho Administrativo III (pregrado)
y Teoría de la Jurisdicción (postgrado) de la Universidad Central de Venezuela, con más de 30
publicaciones sobre Derecho Informático en Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, España, México,
Uruguay y Venezuela. gustavoamoni@hotmail.com. Twitter, Instagram y Youtube@gustavoamoni.
distanciamiento social impuestas por el COVID-19 que los tribunales venezolanos
comenzaron a implementarla.

El objeto de investigación es analizar las posibilidades de citación judicial


telemática de acuerdo con la normativa procesal vigente y presentar propuestas que
permitan la práctica de citaciones procesales remotas en respeto de los derechos
fundamentales.

1. Citación y notificación procesales.


Antes de precisar la regulación de la citación procesal telemática en Venezuela y
presentar posibles opciones, es importante definirla y diferenciarla de la notificación, a
fin de aclarar a qué se hace referencia cuando se usa cada una de estas instituciones
procesales que pudieran tener denominaciones diferentes, y respecto de las cuales,
incluso no hay unanimidad en el país.

Así, a los efectos de este artículo científico, se trata de instituciones jurídicas que
tienen en común ser actos de comunicación procesal, específicamente judicial, por los
que el tribunal informa a cualquier sujeto procesal sobre actos del proceso.

Y se diferencian en que la citación tiene por objeto convocar al destinatario a la


oficina judicial a realizar determinado acto, mientras que la notificación solo persigue
informar al destinatario acerca de cierto acto o situación procesal pasado o futuro, para
que decida en consecuencia.

Hay algunas normas del texto procesal general venezolano, el Código de


Procedimiento Civil (CPC), que permiten arribar a esta conclusión, ya que emplea el
vocablo “citación” cuando se le comunica a un sujeto que se presente ante el tribunal, en
una fecha y hora determinadas (Art. 228, 231, 416, 423, 483 y 868 CPC) o durante un
plazo específico (Art. 223, 224, 232 y 344 CPC), a realizar cierta actividad, como
contestar la pretensión jurídica del actor (Art. 26 CPC), o para otros actos (Art. 230 CPC)
como absolver posiciones juradas (Art. 416 CPC), prestar juramento (Art. 423 CPC),
rendir testimonio (Art. 483 y 868 CPC), intervenir en un asunto de jurisdicción voluntaria
(Art. 899 CPC) y comparecer ante autoridades extranjeras (Art. 857 CPC).
Mientras que la notificación se emite para poner en conocimiento de cualquier
sujeto procesal algún acto del proceso, como: 1. La continuación del juicio o la realización
de un acto procesal (Art. 223 CPC); 2. El inicio de un proceso en el que el Ministerio
Público deba intervenir (Art. 132 y 732 CPC); 3. La renuncia del apoderado o la del
sustituto a ejercer la representación judicial (Art. 165 CPC); 4. La declaración del alguacil
sobre la imposibilidad o renuencia del citado a firmar el recibo de citación (Art. 218 CPC);
5. El embargo de créditos (Art. 593 CPC); 6. La inserción de nota marginal en casos de
errores derivados de rectificaciones de actas del Registro Civil (Art. 774); actos
procedentes de país extranjero (Art. 857 CPC); 7. hacer saber al deudor que si efectúa
el pago podría ser obligado a pagar al oponente hasta concurrencia entre lo pagado y el
monto de la acreencia del oponente (Art. 933 CPC); y 8. Las cesiones de créditos y
cualesquiera otras (Art. 935 CPC).

Sin embargo, el uso de la “notificación” para la realización un acto procesal, como


lo prevé el artículo 223 del texto procesal civil pudiera confundir ambas instituciones, a
lo que se le suma que al menos en una ocasión se alude a la notificación para fijar fecha
y hora respecto de determinada actuación, como la aceptación y juramentación de
expertos (Art. 459 CPC).

A pesar de esta única excepción, sigue teniendo sentido diferenciar ambas


instituciones a partir de su objeto, ya que si bien la notificación se utiliza en el CPC y en
otras normas procesales para emplazar a los sujetos procesales a realizar un acto
procesal, la citación no se utiliza en ningún caso para informar sobre cierto acto procesal
pasado o futuro sin convocatoria alguna.

Otra interpretación a la citación y a la notificación procesales se ha dado en


materia social. En la Ley Orgánica Procesal del Trabajo (LOPTRA, 2002) y la Ley
Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (desde la reforma de 2007)
se sustituyó la citación por la notificación, y se explica en sus exposiciones de motivos
que la diferencia está en las formalidades más complejas para la citación respecto de la
notificación; por lo que el legislador estimó que el elemento diferenciador no estaba en
el objeto, como se afirmó antes sino en las formalidades que supone uno u otro acto de
comunicación procesal.
Así mismo, la Sala Plena siguió este criterio al emitir la Resolución 2020-0029 del
9 de diciembre de 2020 donde expone la misma argumentación de la LOPTRA para
referirse a la notificación electrónica y no ya a la citación, lo que había sucedido en la
LOPNNA (2015)2 donde se menciona la notificación en todos los casos excepto para la
audiencia de juicio, que es la única oportunidad en la que se utiliza la “citación” (Art. 585
LOPNNA).

Por último, la LOTSJ (2010) introduce otra idea al diferenciar ambas instituciones,
en algunos casos, por el sujeto al que va dirigido el acto comunicacional: la citación es
para las partes o terceros interesados, y la notificación, para los demás sujetos
procesales, ya que se refiere a (Art. 135):

1. La citación de la parte demandada luego de la admisión de la pretensión jurídica


del actor, pero también de los interesados legítimos identificados en el expediente (Art.
186 LOTSJ) así como de otros intervinientes (188 LOTSJ).

2. La notificación de las autoridades públicas que según la ley o el juez deban


conocer del proceso y del demandante, en este último caso, solo si el auto de admisión
o la sentencia se emiten fuera del plazo (Art. 161 y 173 LOTSJ) o en caso de demanda
ininteligible (Art. 149 LOTSJ), además de otros intervinientes (Art. 188 LOTSJ) e
interesados (Art. 138 LOTSJ) y del presunto agraviante en materia de habeas data (Art.
170 LOTSJ).

3. El emplazamiento de los interesados (Art. 135, 152 LOTSJ).

De estas normas se puede fortalecer la tesis de acto de comunicación con


emplazamiento o convocatoria para la citación y de acto de comunicación sin
emplazamiento o convocatoria para la notificación, aunque se incorpora, además, el
sujeto al que va dirigido el acto como elemento diferenciador.

En definitiva, dado que en los casos analizados, la citación siempre implica una
convocatoria a actuar ante el tribunal, elemento que solo aparece en la notificación
cuando sustituye a la citación, se puede entender que la diferencia radica en el

2 Desde la reforma de 2007.


emplazamiento o convocatoria que apareja la citación, lo que no sucede en la
notificación. En estos términos se usarán tales instituciones procesales en este análisis.

1.1. Evolución institucional: la citación telemática

Es importante tener en cuenta que la citación implica una convocatoria o


emplazamiento porque en su génesis el proceso se desenvolvía desde una sede, que no
es otra cosa que la edificación desde donde despacha el Tribunal.

A partir de la justicia digital, para actuar ante un Tribunal no es necesario acudir


hasta una edificación determinada como el Palacio de Justicia, ya que el tribunal puede
recibir la demanda, archivar los escritos, celebrar la audiencia y sentenciar a través de
las tecnologías de información y comunicación, sin que sea necesario el contacto
tangible.

Por tanto, la citación telemática dejó de ser, únicamente, la convocatoria a la


oficina judicial a fin de realizar un acto procesal, para incluir la convocatoria a conectarse
mediante un determinado enlace informático con el tribunal o a interactuar con él
mediante un sistema de mensajería de datos o de comunicaciones telemáticas en
general.

Es así como la citación telemática es el acto de comunicación judicial telemático


por el que se convoca a los sujetos procesales a realizar un acto del proceso a una hora
y fecha determinadas o dentro de cierto plazo, bien sea en la oficina judicial o mediante
un sistema telemático autorizado por el órgano jurisdiccional.

1.2. Citación: Primera y siguientes


Como la citación supone llamar a un sujeto del proceso a realizar una actuación
en presencia tangible o digital ante el tribunal puede haber más de una citación y no
solamente la citación para contestar la demanda, o en el lenguaje de Ortiz-Ortiz, para
contestar la pretensión jurídica del actor.

La importancia de la primera citación radica en que a partir de ese momento la


persona citada está a derecho, es decir, tiene la carga de revisar el expediente para
saber qué sucede en el proceso, por lo que no serán notificadas o citadas nuevamente,
salvo en los casos excepcionales previstos en la ley3.

Es de tal importancia la citación que su omisión invalida el proceso (Art. 215 CPC),
dado que sin ella, el demandado o cualquier otra persona con interés legítimo
desconocería que se está llevando a cabo un proceso jurisdiccional en el que pudiera
verse afectado y que por tanto tiene derecho a participar.

Por ello debe efectuarse por los medios (Art. 218 a 232 CPC), entre los sujetos
(Art. 115, 138, 215, 217, 218, 245, 382, 649, 701, 776, 777, 796, 824, 853, 854 CPC) y
en el lugar (Art. 174 CPC) previstos en la ley, so pena de nulidad y reposición de la causa
al estado de citar correctamente.

La fórmula que se ha conseguido para la primera citación, aun en los países dónde
está normada y en práctica regular la citación electrónica, es efectuarla por el servidor
judicial a quién le corresponde conforme a la ley, trasladándose hasta el domicilio del
demandado, quien deberá estampar su firma manuscrita al final de la boleta o cédula
correspondiente.

Sin embargo, opciones como el domicilio procesal electrónico, sistemas de


mensajería como whatsapp así como periódicos digitales y cuentas de redes sociales
pueden servir para citar con ocasión de un proceso jurisdiccional, incluso, desde la
primera citación.

La citación electrónica normalmente se usa cuándo un sujeto procesal acude a la


oficina judicial y manifiesta su voluntad de ser citado a partir de ese momento en
determinada dirección electrónica, normalmente, una dirección de correo electrónico.

Lo mismo sucede en caso de suspensión o paralización del proceso cuando debe


notificarse a los sujetos procesales de la continuación del proceso en la oportunidad de

3 Artículo 26 del Código de Procedimiento Civil (CPC) “Hecha la citación para la contestación de la
demanda las partes quedan a derecho, y no habrá necesidad de nueva citación para ningún otro acto del
juicio, a menos que resulte lo contrario de alguna disposición especial de la ley”. Entre tales disposiciones
está el artículo 201,
la fase correspondiente al momento en que se inició la suspensión, o reiniciándola a
causa de la paralización sufrida, conforme a las previsiones procesales.

En caso de paralización se plantea de nuevo el dilema suscitado con ocasión de


la primera citación, en el sentido se debe definir si la citación telemática garantiza el
derecho a la defensa o si debe optarse por la citación en papel.

Sobre el tema debe tenerse en cuenta una regulación jurídica diáfana,


acompañada de un domicilio procesal electrónico preciso, de fácil acceso y de uso
cotidiano, que es lo que se presume respecto del domicilio o residencia, al que el
destinatario de la citación acude diariamente o con suficiente frecuencia para enterarse
de la existencia de un proceso jurisdiccional en su contra o en el que tenga interés
jurídico.

La citación en papel en el domicilio o residencia del demandado garantizan que el


destinatario se entere de dicho acto procesal dado que el sujeto procesal frecuenta esos
lugares por ser, el primero, el centro principal de sus negocios o intereses, y el segundo,
por ser su espacio de pernocta.

En este sentido, la dirección electrónica en la que se practique la citación, sobre


todo, la primera citación debe ofrecer garantías suficientes de acceso diario o al menos
con la frecuencia mínima necesaria para defenderse con ocasión de un proceso
jurisdiccional.

Las soluciones son múltiples y diversas, con atención a la tecnología disponible


en un lugar y tiempo determinados, pero antes de pasar analizar las posibilidades que
las tecnologías de información y comunicación de hoy ofrecen es importante tener en
cuenta las ventajas que ofrece la citación telemática respecto de la citación en papel,
desde el punto de vista de los recursos necesarios para una u otra solución.

2. Requerimientos de la citación en papel


A. Papel

Para citar en papel es necesario disponer de este recurso, de una calidad


aceptable pero en grandes cantidades. Una citación puede consistir en al menos dos
folios, uno para el citado y otro para el tribunal, o en mayor número de ellos en los casos
en que fuera necesario fotocopiar la demanda, e incluso, esta y sus anexos, dejando el
original en el expediente, y la copia o copias, pare el demandado o demandados.

B. Ser humano

Aunque parezca obvio, para realizar la citación en papel se requiere un ser


humano para elaborarla y otro para enviarla al lugar en el que se encuentre la persona
que deba ser citada. Este sujeto debe ubicar a la persona, identificarla, tomar su firma y
en caso de no conseguirla, dejar constancia de las actuaciones practicadas, regresando
a consignar las resultas de su actuación en el expediente.

No solamente pudiera tratarse de un ser humano quien va a entregar la citación


también se ha planteado por ejemplo el uso de un dron sobre todo para alcanzar lugares
a los que difícilmente pudiera llegar un ser humano por los costos o las dificultades que
ello implica.

En 2018, la Escuela Nacional de la magistratura realizó foros sobre derecho


procesal telemático en 10 Estados del país. La actividad iniciaba con conferencias
realizadas por jueces u otros servidores judiciales sobre temas previamente sugeridos y
al final se compartían las respuestas a un cuestionario qué debía ser completado por los
presentes. Una de las preguntas se refería a la utilidad de practicar la citación en papel
mediante un dron, considerando las dificultades en materia de energía eléctrica y de
telecomunicaciones en ciertas zonas del país.

Al menos en dos Estados, Delta Amacuro y Mérida, se obtuvieron respuestas


positivas. En el estado Delta Amacuro se calificó de útil esta opción debido a que ciertos
lugares solo son accesibles por la vía acuática y la única embarcación de la que
disponían pertenecía a la defensa pública y estaba fuera de servicio para entonces, de
modo que al tratarse principalmente de comunidades indígenas, en las que no siempre
estaba disponible el servicio de internet, no era posible acceder físicamente, ni lucía
inviable esta opción la que en todo caso debía verificarse con base en la normativa
nacional sobre drones4 y las características topográficas así como la cultura del lugar.

En el estado Mérida, una alguacil judicial narró las dificultades que debió sortear
para practicar una citación desde el municipio Campo Elías hasta el municipio Aricagua,
debiendo trasladarse en moto la cual se dañó, tardando más de 17 horas, más pernocta,
en acudir y retornar del lugar para practicar la citación. Esto podría evitarse, sugería,
enviando la citación por correo electrónico a la policía local para que practicara la citación
o incluso, evaluar esta posibilidad de citación en papel, por ejemplo, mediante un dron.

C. Medio de transporte

Para trasladar la boleta de citación o el auto que la contiene y las copias previstas
en la norma procesal, mientras se trate de documentos en papel, se necesitará un medio
de transporte que permita llevarlos desde la oficina judicial hasta el domicilio o residencia
de la persona que deba ser citada, esperar que se practique la citación y regresar a
consignar las resultas de la actividad. Esto genera costos para la adquisición,
conservación y actualización, alquiler o pago del servicio del referido medio de
transporte.

D. Combustible

El uso de medios de transporte impone el consumo de combustible cuyos costos


incrementan y dificultan el acceso a la justicia. Desde marzo de 2020, las dificultades
para comprar combustible en Venezuela a precio subsidiado, prácticamente gratis,
implican filas de espera con pernoctas, mientras que el acceso al combustible a precio
internacional (0,5 USD por litro) escasea, y es revendida por algunos sujetos que pueden
tener acceso a ella al doble o a más del triple del precio, sin perjuicio de la necesidad de
pernoctar para comprar combustible a precio internacional en el interior del país.

Antes de 2020, el combustible no era problema en Venezuela, puesto que su costo


y fácil acceso no era un obstáculo a superar, como si es a partir de marzo de 2020 y

4
Sobre el tema: Fernandez, Sacha. (2017) “Aspectos jurídicos de los drones”, Revista Venezolana de
Legislación y Jurisprudencia, Núm. 10.
hasta el momento en que se escriben estas líneas5, lo que obliga a buscar soluciones
alternas en pro del derecho a la justicia.

E. Computadora.

La citación, así como cualquier otro acto procesal escrito, se elabora mediante
una computadora. Legalmente no hay ninguna norma que prohíba su redacción manual,
de puño y letra o con máquina de escribir, pero no es lo usual ni lo recomendable en el
actual estado de la civilización.

F. Impresora.

La computadora por sí sola es insuficiente para generar la citación en papel,


requiere de una impresora para realizar la escritura que exige el ordenamiento jurídico a
fin de documentar el acto procesal.

G. Tinta o tóner.

La impresora requiere a su vez tener tinta o tóner para estampar las palabras en
el papel. Se trata de elementos que a pesar de su obviedad deben considerarse puesto
que alguien deberá pagarlos en un contexto de inflación donde la justicia es gratuita, por
estar consagrado así en la Constitución, pero los tribunales no cuentan en todo momento
con la dotación de recursos necesarios para poder operar todo el año.

H. Bolígrafo.

Una vez impresa la citación, se requiere la firma del servidor judicial previsto por
la ley procesal correspondiente. Para ello se requiere un recurso más, el bolígrafo, que
si bien no supone un costo importante, suma en la inversión que amerita la justicia
judicial.

Especialmente importante es tratar de reducir los recursos necesarios para la


administración de Justicia en situaciones de Estado de Alarma como la vivida a partir del
COVID-19 dónde las garantías a la libre circulación se suspendieron, y el acceso a

5 12 de diciembre de 2020
comprar material de oficina se dificultaba e incluso no era posible en los periodos de
mayor restricción que incluya el cierre de locales comerciales de esta naturaleza.

I. Sello, tinta y almohadilla

La citación judicial se autentica también con el sello del tribunal, recurso que debe
estar resguardado en la oficina judicial, lo que también puede dificultar la citación judicial
en épocas de restricción a las garantías a la circulación e incluso si este llegara a
extraviarse o dañarse sin la posibilidad de adquirir uno nuevo o repararlo.

Igualmente, el sello húmedo requiere tinta para plasmar la imagen del sello en el
papel y una almohadilla en la que se va a vertir la tinta para impregnar el sello.

J. Taladro o perforador.

La citación en papel se almacena en un expediente igualmente en papel. Para unir


todos los folios se requiere perforar estos documentos para coserlos. Normalmente, se
usa un taladro que requiere mechas, que deben comprarse aparte, o un perforador para
abrir uno a uno, o en conjuntos pequeños, agujeros en las hojas que serán incorporadas
al expediente.

K. Aguja o alambre y pabilo.

Recibida la citación y perforada la hoja que la contiene se incorpora al expediente


cosiéndola con una aguja o un trozo de alambre y pabilo, que es el hilo grueso que
permite mantener unidas las hojas del expediente.

L. Engrapadora y grapas

La incorporación de pocas hojas o folios no amerita su incorporación mediante la


costura del expediente, en estos casos se acostumbra a utilizar una engrapadora, para
la cual se requieren grapas, que viene a ser un consumible adicional que contribuye
abultar el presupuesto del Poder Judicial.

M. Archivador, oficina y seguridad


El expediente donde consta la citación en papel debe ser almacenado en un
archivador dentro de una oficina protegida con medidas de seguridad, lo que incluye
personal de vigilancia.

2.1. Resumen: de lo expuesto en este epígrafe, para la citación procesal en papel


se requieren al menos los veinte elementos descritos en esta oportunidad aumentando
costos, tiempo, así como recursos humanos y técnicos que pudieran invertirse de otro
modo para lograr una gestión judicial más efectiva, basada en las tecnologías de
información y comunicación, como se expondrá a continuación.

3. Requerimientos de la citación telemática

Al implementar la citación procesal telemática pudiera reducirse el número de


recursos incluso hasta 6 de los 20 enumerados con anterioridad. Si se soportase en
medios digitales, la citación no requerirá papel, pudiera no requerir un ser humano que
elabora la citación ni para entregarla, ya que esto pudiera hacerse a través de inteligencia
artificial o mediante un sistema automático de elaboración de citaciones y envío de
mensaje de datos. Tampoco será necesario el medio de transporte para trasladar al
funcionario encargado de la notificación como es el alguacil en el caso venezolano, o el
secretario según el caso. Además, tampoco se requerirá combustible para el medio de
transporte.

Al no necesitarse papel tampoco una impresora, La tinta o el tóner para imprimir,


el bolígrafo para firmar, el sello con su correspondiente almohadilla y tinta para
estamparlo en la citación, el taladro o perforador junto a la aguja o alambre. Tanto el
pabilo, como la engrapadora y las grapas, también resultarían innecesarios.

En este caso habría que mantener algunos de los elementos anteriores como la
computadora y la oficina judicial, mientras que los procesos jurisdiccionales no sean
totalmente a distancia, y habría que añadir al menos cuatro elementos innecesarios en
caso de citación en papel. Los elementos necesarios para la citación procesal telemática
son:

A. Computadora
La citación procesal seguirá redactándose del mismo modo en el que venía
haciéndose, con una computadora, o incluso, por parte una computadora, bien sea
mediante inteligencia artificial sin intervención humana o reduciéndola a la revisión final
y aprobación de la citación o a través de un formato digital para su posterior envío, bien
sea de modo automático o mediante el funcionario encargado de practicar la citación
conforme a la ley procesal aplicable. Es decir, no se requiere una inversión adicional
salvo que se opte por implantar inteligencia artificial o un programa informático diseñado
o adquirido especialmente al efecto.

B. Internet
La citación procesal telemática sustituye el traslado tangible por el traslado digital
y para ello es necesario Internet u otro sistema de intercambio de mensajes de datos a
distancia universal, como esta gran red mundial.

Es un recurso que no se requiere para la citación en papel, pero con el que


normalmente cuentan los tribunales para facilitar el ejercicio de la función de juzgar,
mediante el acceso a la jurisprudencia, a la doctrina, y a la legislación nacional y
comparada.

C. Firma electrónica
Al cambiar el soporte, el modo de darle autenticidad al documento también
cambia. La firma ya no se realizará con un bolígrafo realizando trazos sobre un papel
sino tecleando una clave o utilizando sistemas biométricos según la tecnología disponible
para el momento.
En Venezuela, los dos proveedores de servicios de certificación electrónica
autorizados desde 2008 por el Estado para ofrecer los certificados electrónicos
necesarios para la firma digital, o firma electrónica certificada, utilizan programas
informáticos a partir de los cuales se debe generar una clave basada en los elementos
disponibles en el teclado de la computadora para firmar.
Con la firma electrónica es innecesario incorporar elementos adicionales de
seguridad como el sello; sin embargo, el sellado de tiempo sería útil para determinar con
precisión la fecha y la hora en la que fue firmada la citación.
D. Oficina judicial

Mientras el proceso implique el acceso tangible a una oficina judicial para


presentar escritos en papel, revisar el expediente en este formato y presentarse ante el
tribunal a fin de intervenir en una audiencia, se requerirá una edificación desde la cual
trabajarán los servidores judiciales y donde estará resguardado el expediente.

Con la transformación o telematización total de los procesos jurisdiccionales Deja


de ser necesaria la edificación para el desarrollo del proceso, pero en todo caso se
requerirá un espacio tangible; es decir, una construcción que permita resguardar los
servidores del Poder Judicial, salvo que tercerizara este servicio, lo que pudiera incidir
negativamente en la soberanía nacional y que requiere un estudio más profundo en otra
ocasión6.

E. Servidor informático (hardware)


La citación telemática no requiere ser almacenada en papel, por tanto, el
archivador que contiene los expedientes en papel desaparece para dar paso a un equipo
informático conocido como servidor, que contendrá los programas informáticos que
permitan el almacenamiento y la consulta de los actos procesales digitales.

Este servidor, o conjunto de servidores, deben ofrecer garantías suficientes para


resguardar los datos que contiene y que en caso de destrucción habrá al menos una
copia almacenada en otro servidor en una ubicación diferente, que es uno de los
principios que se sigue en materia de archivos públicos, en los que existe una copia en
un archivo central ubicado en un lugar distinto, que sirve de respaldo y que deben
coincidir. En este sentido, se han implementado soluciones como blockchain en las que
la información se distribuye en diversos servidores y no en una base de datos
centralizada.

F. Sistema eléctrico, de enfriamiento y ciberseguridad.

6Incluso, en caso de considerarse Blockchain para esta función, las bases de datos requieren un
espacio tangible donde resguardarse.
El almacenamiento y resguardo de mensajes de datos necesita una fuente de
energía constante, incluso de respaldo en el supuesto de interrupción del servicio
eléctrico. Una planta eléctrica de emergencia con capacidad suficiente para mantenerla
operativa es necesaria para contar con un sistema de citación electrónica que vaya a
almacenarse en un expediente judicial digital.

También debe considerarse la incorporación de un sistema de enfriamiento que


permita el buen desempeño del servidor que pudiera verse afectado por
sobrecalentamiento en especial considerando las temperaturas de países tropicales
como Venezuela.

Por último, los sistemas de seguridad para los componentes tangibles se


mantendrán y serán complementados por sistemas de ciberseguridad que protejan la
información judicial de ataques informáticos.

En síntesis, La citación digital telemática, cuando el expediente en el que se


incorpore tuviera el mismo formato, implica menor uso de recursos que la citación en
papel, pero incorpora elementos nuevos referidos a la forma de autenticación de los
mensajes de datos, a su almacenamiento y seguridad, a fin de lograr su conservación,
garantizando su inalterabilidad desde el momento en que se genere ese acto procesal
escrito telemático.

4. A modo de recapitulación: la citación telemática en un expediente en papel.

Telematizar la citación procesal permite ahorrar recursos y tiempo, pero es poco


lo que se ahorra en recursos si el expediente judicial se mantiene en formato papel, ya
que toda actividad deberá imprimirse incurriendo en los gastos necesarios para una
citación digital, aunada a los gastos necesarios para una citación en papel con la única
diferencia del traslado, que no sería necesario porque el acto procesal se tramitaría a
través de internet.
En este sentido, la citación telemática será una solución más efectiva si se
acompaña de la digitalización del expediente judicial, lo cual no es fundamental para
aquella, que puede implementarse aun con un expediente en papel, almacenándola en
un medio digital que permita consultarla y conservarla inalterable desde que se generó.

5. Sistemas comunicacionales para la citación telemática

Existe más de una forma de telematizar la citación procesal, ya sea utilizando


correo electrónico oficial, es decir, creado por el propio Poder Judicial, o mediante correo
electrónico abierto al público, que es el generado por compañías privadas para que
cualquier persona acceda a ellos y cree una dirección única para intercomunicarse, por
ejemplo, gmail.com, o hotmail.com.

Hay sistemas de mensajería de datos que permiten el intercambio de


comunicaciones, escritas u orales. Ejemplo de ellos son Whatsapp, Telegram o Wechat,
los dos primeros de uso común en Venezuela y el último popularizado en China.

Así mismo, las redes sociales permiten el intercambio de mensajes, las llamadas
telefónicas mediante el sistema de voz sobre IP y hasta videollamadas.

Hay opciones que también pueden documentarse en su formato original aunque


no de forma escrita, como la videollamada o la llamada telefónica, que en caso de
realizarse por internet (VoIP) se estaría ante un sistema telemático.

Los diarios en su versión digital permiten cumplir con las exigencias de publicación
en prensa cuando se trate de citación por carteles o edictos, e incluso, el portal de
Internet del Tribunal Supremo de Justicia permite conocer la fecha de las audiencias.

En todos estos supuestos, la citación puede practicarse por medios


automatizados, lo que en Venezuela no está prohibido, pero tampoco está previsto, sino
que se trata de un acto procesal que corresponde bien sea al alguacil o al secretario
judicial, por tanto, todo sistema automatizado debería estar bajo el monitoreo y
responsabilidad del sujeto competente conforme a la ley procesal.

En caso de sistemas automatizados, como rastreadores de mensajes de correo


electrónico, al ser esta responsabilidad de un servidor judicial, se estima que deberá
demostrar el cumplimiento de la entrega de la citación telemática ante la negativa de la
persona que debió serlo pero que alega no haber recibido comunicación alguna.

En efecto, la resolución 2020-009 de la Sala Plena del Tribunal Supremo de


Justicia, aplicable en materia procesal penal, prevé:

“TERCERO: A los efectos de salvaguardar el debido proceso, cada tribunal


deberá llevar un registro único de las notificaciones y citaciones practicadas
por vía electrónica, donde conste la fecha, hora y dirección de correo
electrónico donde se practicó dicha diligencia. Este registro deberá estar
disponible para las partes que requieran la verificación de estos actos, pero
solo en los casos donde exista duda sobre su efectiva notificación”.
No se especifica si ese registro debe ser electrónico, pero se entiende que debe
ser así por ser este el formato original de la citación telemática, única que puede ser
sometida a una experticia informática, lo que no sería posible si el registro fuera en papel
o se elaborara completando un formulario digital.

De consuno con la norma transcrita, la Resolución establece:


“DÉCIMO: Antes del inicio de cualquier acto que haya sido notificado por
las vías telemáticas disponibles, el tribunal deberá verificar y dejar
constancia de los medios utilizados así como la efectiva notificación de las
partes”.

De este modo, la Sala Plena insiste en el deber del juez de verificar la efectiva
práctica del acto comunicacional telemático, por lo que, debe insistirse, deberá
documentar los medios usados al efecto en un formato que permita comprobar su
práctica en caso de inconformidad de la persona presuntamente citada.
Ahora bien, la validez jurídica de estos medios telecomunicacionales en el ámbito
procesal depende del ordenamiento de derecho. En Venezuela, al menos 20 textos
normativos aluden a la citación procesal, de ellos 14 no prevén la posibilidad de
practicarla por medios telemáticos, estos son: 1. el Código de Comercio de 1955, 2. la
Ley de Abogados de 1967, 3. el Código de Procedimiento Civil de 1990, 4. El Código
Orgánico de Justicia Militar de 1998, 5. la Ley de Impuesto sobre Sucesiones,
Donaciones y demás Ramos Conexos de 1999, 6. la Ley de Procedimiento Marítimo de
2001, 7. la Ley del Estatuto de la Función Pública de 2002, 8. La ley de Comercio
Marítimo de 2006, 9. la Ley Orgánica del Poder Público Municipal de 2009, 10. la ley de
Tierras y Desarrollo Agrario de 2010, 11. La Ley para la Regulación y Control de los
Alquileres de Vivienda de 2011, 12. la Ley sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida
Libre de Violencia de 2014, 13. la Ley Orgánica de la Procuraduría General de la
República de 2015, y 14. El Código Orgánico Tributario de 2020.
Por su parte, 6 leyes prevén expresamente la citación procesal telemática: 1. La
Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales de 1988, aunque
este texto legal no podía prever el uso de las tecnologías de información y comunicación
para practicar citaciones procesales, se ha admitido jurisprudencialmente su uso desde
la sentencia nro. 7 emitida por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia
del 1° de febrero de 20007, 2. la Ley Orgánica Procesal del Trabajo de 2002, 3. la Ley
Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia de 2010, 4. La Ley Orgánica de la Jurisdicción
Contencioso Administrativa de 2010, 6. el Código Orgánico Procesal Penal de 2012, y 7.
la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de 20158.
Aunque solo el 30% de las leyes con contenido procesal enumeradas prevén la
citación telemática, durante el Estado de Alarma, el Tribunal Supremo de Justicia emitió,
en Sala de Casación Civil, las Resoluciones 003, 004 y 005 de 2020, en las que se prevé
la citación por correo electrónico y mediante Whatsapp en las materias de competencia
de la Sala de Casación Civil.
Asimismo, las resoluciones el 009 y 0029 de 2020, emanadas de la Sala Plena
del Tribunal Supremo de Justicia regulan la citación telemática en materia penal 9 y de
protección de niños, niñas y adolescentes, respectivamente, con lo que se impulsó la
citación telemática prevista en la ley procesal penal y de protección de niños, niñas y
adolescentes, que, si bien estaba prevista, al omitir el modo de materializarlas, no se
habían aplicado en el país, al menos, de modo generalizado.
En definitiva, con las resoluciones de la Sala de Casación Civil, se podrá utilizar
la citación telemática en todos los procesos que cursen ante tribunales cuyo recurso de
casación corresponda a dicha Sala del Tribunal Supremo de Justicia, lo que aumenta de
30 a 55 % las leyes reguladoras de la citación procesal con ocasión de las cuales puede

7 historico.tsj.gob.ve/decisiones/scon/febrero/07-010200-00-0010.HTM
8 Lo prevé desde la reforma de 2007
9 No discrimina, pero al parecer, aplicaría solo para la materia penal ordinaria; sin embargo, nada excluye

su aplicación en la materia penal especial.


practicarse este acto de comunicación jurisdiccional mediante el uso de tecnologías de
información y comunicación.

6. Experiencia procesal mercantil: estudio de caso y propuesta interpretativa.

El 29 de julio de 2020, inició la actividad jurisdiccional en tres estados, Aragua,


Anzoátegui y Nueva Esparta, como prueba piloto en los tribunales con competencia en
materia civil.

Al cuarto día siguiente, el 3 de agosto de 2020, tuvimos la oportunidad de consignar


una “denuncia de irregularidades administrativas”, que es un procedimiento de
“jurisdicción voluntaria”, ante el Tribunal Cuarto de Municipio Ordinario y Ejecutor de
Medidas de los Municipios Girardot y Mario Briceño Iragorry de la Circunscripción Judicial
del estado Aragua.

Admitida la pretensión, no se practicó la citación por correo electrónico y


whatsapp, como lo preveía la entonces vigente Resolución 2020-003 de la Sala de
Casación Civil y se había solicitado, sino que se practicó la citación personal prevista en
el Código de Procedimiento Civil10, en la sede de la empresa, donde los accionistas
tienen el asiento principal de sus negocios en intereses, y por tanto, su domicilio, siendo
esta infructuosa, de lo cual dejó constancia el alguacil.

Posteriormente, se solicitó la citación por carteles, pero el tribunal ordenó la


citación conforme a la Resolución 2020-003 de la Sala de Casación Civil, vigente para el
momento, para lo cual envió copia de la “denuncia” por correo electrónico, donde expuso:

“…En esta resolución que regula la actividad jurisdiccional durante el


estado de Alarma decretado por el Presidente de la República el 13 de
marzo de 2020, y que ha sido prorrogado manteniéndose hasta la
actualidad, se ordena la citación mediante boleta a la parte accionada a la
10Lo que menos de dos meses después se previó expresamente en la Resolución 2020-005 de la Sala de
Casación Civil: “Admitida la demanda, el tribunal gestionará la citación del demandado en forma personal
conforme lo pauta la norma adjetiva civil vigente, y remitirá vía correo electrónico la boleta de citación a la
parte accionada a la dirección de correo electrónico aportada en la demanda, junto con el escrito libelar y
auto de admisión debidamente certificado por el Tribunal, lo cual deberá constatar vía telefónica, debiendo
levantar acta de ello, para dejar constancia de tales actuaciones, determinando en forma clara el estatus
de la citación del demandado”. Este misma diligencia que debe tener el tribunal para verificar la citación
judicial se previó en la Resolución 2020-009 de la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia, en materia
penal, al mes siguiente.
dirección de correo electrónico aportada en la demanda, lo que se puede
participar, adicionalmente, vía telefónica. Así las cosas los demandantes en
el presente caso, aportaron como dirección de correo electrónico y números
de teléfono de los demandados, los siguientes:… Número telefónico… y
dirección de correo electrónico… Cuenta de Instagram que permite el envío
de mensajes… Número de teléfono… y dirección de correo electrónico…
El 18 de agosto de 2020, quien suscribe conversé telefónicamente con la
asistente del ciudadano… quien manifestó que el referido ciudadano se
encontraba enfermo con Covid-19, en la misma fecha conversé
telefónicamente con el ciudadano… quien también manifestó haber sido
diagnosticado con coronavirus. El día 18 de agosto de 2020, la ciudadana…
representante judicial de los ciudadanos…, presentó diligencia vía correo
electrónico solicitando la citación por carteles. En aras de garantizar el
derecho a la defensa, este Tribunal Cuarto de Municipio Ordinario y
Ejecutor de Medidas de los Municipios Girardot y Mario Briceño Iragorri del
Estado Aragua, estima oportuno destacar el artículo 11 de la Ley de
Mensajes de Datos y Firmas Electrónicas que prevé lo siguiente: Artículo
11. Salvo acuerdo en contrario entre el Emisor y el Destinatario, el momento
de recepción de un Mensaje de Datos se determinará conforme a las
siguientes reglas: 1. Si el Destinatario ha designado un sistema de
información para la recepción de Mensajes de Datos, la recepción tendrá
lugar cuando el Mensaje de Datos ingrese al sistema de información
designado. 2. Si el Destinatario no ha designado un sistema de información,
la recepción tendrá lugar, salvo prueba en contrario, al ingresar el Mensaje
de Datos en un sistema de información utilizado regularmente por el
Destinatario (énfasis añadido). Por tanto, las partes deberán aportar
pruebas de los mensajes intercambiados con los ciudadanos… a fin de
dejar constancia de que se trata de los sistemas de información utilizados
regularmente por el destinatario. En el caso de la dirección de correo
electrónico del dominio [de la empresa, el cual se omite]…, se presume que
esa es su dirección de correo electrónico de uso frecuente porque fue
creada por la empresa para recibir y enviar comunicaciones de su interés,
como sucede en el presente procedimiento jurisdiccional. Así mismo, la
cuenta de Instagram… indicada por los ciudadanos… debidamente
asistidos de abogados, permite el envío de mensajes, por lo que también
se informará por esa vía. Los medios de prueba que se promuevan para
demostrar que se trata de direcciones de correo electrónico usadas
regularmente por los referidos ciudadanos, no impiden la práctica de la
citación, en estricto cumplimiento de la Resolución 03-2020 de la Sala de
Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia. Por tanto, las partes
deberán aportar pruebas de los mensajes intercambiados con los
ciudadanos… , a fin de dejar constancia de que se trata de los sistemas de
información utilizados regularmente por el destinatario. En el caso bajo
análisis, se observa que no fue efectiva la citación personal de los
ciudadanos… según diligencia suscrita por el alguacil de este tribunal en
fecha 14 de agosto de 2020; en tal sentido se niega el pedimento de la
solicitante referido a la citación por carteles de conformidad con los
artículos 223 y 224 del Código de Procedimiento Civil, en consecuencia
este tribunal ordena que la citación se haga efectiva mediante las referidas
direcciones de correo electrónico y números telefónicos antes referidos,
conforme al numeral octavo de la Resolución 03-2020 de fecha 28 de julio
de 2020, dictada por la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de
Justicia; remitiendo vía correo electrónico el auto de admisión y la boleta
de citación a la parte accionada a las direcciones de correo electrónico
aportadas en la demanda, junto con el escrito libelar debidamente
certificado por este tribunal, pudiéndose participar vía telefónica conforme
al criterio utilizado por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, en materia de amparo, según sentencia N° 0090, de fecha 25-04-
2019, expediente 18-0420; considerando que la Sala de Casación Civil del
Tribunal Supremo de Justicia, ha hecho un gran esfuerzo por garantizar el
derecho a la tutela judicial efectiva con relación a la citación telemática”.
Del auto que ordenó la citación telemática de los denunciados o terceros interesados,
condición esta última que tienen por tratarse de un asunto de “jurisdicción voluntaria”, se
advierte que se admitió el uso del correo electrónico, como lo preveía la norma vigente,
e incluso de una cuenta de la red social Instagram para practicar la citación judicial, por
ser un sistema de telecomunicación de uso frecuente por parte del denunciado como lo
prevé Decreto Ley sobre Mensajes de Datos y Firmas Electrónicas de 2001 (DLMDFE).

Debe resaltarse también el uso que la jueza hace de este instrumento normativo para
validar las direcciones de correo electrónico de los denunciados o terceros interesados
aportadas por los representantes judiciales de los “denunciantes”.

En cumplimiento de lo ordenado por el tribunal, el 27 de agosto de 2020 se


consignaron, de conformidad con lo establecido en el artículo 395 en su único aparte del
Código de Procedimiento Civil, once folios en copia fotostática simple de mensajes
intercambiados mediante las direcciones de correo electrónico señaladas como
pertenecientes a los denunciados a fin de acreditar ante el tribunal que son de uso
frecuente de los referidos ciudadanos.

Igualmente, los mensajes de datos originales se encontraban disponibles para su


verificación mediante inspección judicial, la cual pudiera acompañarse de experticia
informática si fuera necesario, en el buzón de entrada y salida de mensajes de la
dirección de correo electrónico de los accionantes.
El DLMDFE establece cómo intercambiar comunicaciones telemáticas, y cómo
presumir su recepción a falta de acuse de recibo, a diferencia de las leyes procesales
que solo prevén esta posibilidad, mas no el modo de practicarlas lo que ha generado que
no se aplicaran en la práctica hasta las resoluciones del Tribunal Supremo de Justicia,
con ocasión de la pandemia por COVID-1911.

Volviendo a la citación, visto que mediante correo electrónico no fue positiva, ya que
nunca se obtuvo acuse de recibo, debió completarse con llamada telefónica, como
estaba previsto en la Resolución 2020-003, aplicable ratione temporis, e igualmente en
la Resolución 2020-00512; lo que, además, se complementó mediante Whatsapp.

Fue así como en los inicios de la actividad jurisdiccional auxiliada por medios
telemáticos para disminuir las aglomeraciones en los edificios judiciales, calificada por la
Sala de Casación Civil como “despacho Virtual” se logró citar con éxito por medios
telemáticos.

De esta experiencia se advierte que ante previsiones normativas poco claras, en las
que se corre el riesgo de generar violaciones constitucionales como el derecho a la
defensa, serán pocos, por no decir ningún juez, quien dará el primer paso salvo que
cuenten con la aprobación del Tribunal Supremo de Justicia, que fue lo que sucedió en
materia civil a partir de la Resolución 2020-003 de la Sala de Casación Civil.

La Sala previó la citación telemática, indicó los medios tecnológicos de citación y


la impulsó directamente. De lo contrario, pudiera haber sucedido lo mismo que ha

11 La Resolución 2020-005 de la Sala de Casación Civil prevé que el tribunal deberá constatar
telefónicamente la citación practicada por correo electrónico, mientras que el DLMDFE, publicado 19 años
antes, prevé que bastará acuse de recibo, realizado por citado por un sistema establecido por él, o en su
defecto, deberá demostrarse que ingresó en el sistema de comunicación telemático de uso frecuente, lo
que requiere una experticia. Es decir, en la norma procesal se atribuye a la buena fe del tribunal la
verificación de la citación mientras que en el DLMDFE se busca una prueba técnica. En el primera caso,
es más fácil y económico practicar la citación que en el segundo caso, pero el segundo caso ofrece mayor
seguridad que la declaración de un servidor judicial.
12 En esta última, por la que se deroga la Resolución 2020-003, se prevé que: “La pretensión deberá

contener, además de lo establecido por la legislación vigente y como presupuesto procesal, la indicación
de dos (02) números telefónicos del demandante y su apoderado (al menos uno (1) con la red
social WhatsApp u otro que indique el demandante), dirección de correo electrónico, así como números
telefónicos, correo electrónico de la parte accionada, a los fines del llamamiento de ley”.
ocurrido con la citación telemática de la LOPTRA, la LOPNNA, la LOJCA y el COPP, que
no habían sido implementadas regularmente en todo el territorio nacional.

A falta de un procedimiento preciso, resultará necesaria la vinculación directa del


Tribunal Supremo de Justicia con el proyecto para que se haga realidad.

Así mismo, es importante destacar que en la experiencia narrada, las personas


denunciadas o terceros interesados, respondieron a la citación por whatsapp, y en uno
de los casos, incluso uno de los denunciados envió fotos digitales de un presunto informe
médico, lo que sirvió de elemento de convicción a la jueza sobre la identidad de la
persona con quien se había comunicado.

Para finalizar, luce prudente destacar que, si tampoco hubiera habido contestación
al mensaje de whatsapp, conforme a la Resolución 2020-003, hubiera sido suficiente la
comprobación de la identidad vía telefónica, otorgándole plena credibilidad a la
declaración del tribunal.

No obstante, conforme al DLMDFE, con la consignación de los medios de prueba


solicitados por el tribunal para verificar que la dirección de correo electrónico aportada
por los denunciantes pertenecía a los denunciados, hubiera bastado para entender
válidamente practicada las citaciones, pues se trata de medios de prueba controlables
objetivamente por los afectados; pero ello no llegó a suceder, sino que ante el acuse de
recibo por whatsapp, se admitió que el citado era quién decía ser, lo que se comprobó
plenamente cuando acudieron a la oficina judicial a consignar escritos y revisar el
expediente.

Tal vez, si los denunciados no hubieran accedido al proceso, la jueza hubiera


podido haber sospechado de su veracidad, ya que al no disponer de firma electrónica
certificada era posible que se hubiera requerido alguna diligencia probatoria adicional o
se hubiera terminado por admitir la citación por carteles y así garantizar el derecho a la
defensa de los denunciantes, quienes no pueden verse impedidos de tomar justicia por
propia mano y tampoco obtener justicia mediante la fuerza pública, mediada por las
garantías ofrecidas por el Poder Judicial.

7. La citación telemática: propuesta normativa


7.1 Consideraciones previas.

Para citar, en especial para realizar la primera citación cuando no existe domicilio
procesal, debe garantizarse poder identificar a la persona que recibe la citación, que esta
pueda identificar al tribunal que la cita, conocer el contenido de la citación y poder
acceder al contenido de la demanda, acusación o querella, según el caso.

También es fundamental contar con un sistema de envío y recepción de mensajes


de datos que permita, en caso de refutar la afirmación judicial de haber practicado la
citación, comprobar que esta se realizó en el plazo y de la forma que prevé la norma
procesal aplicable.

Lo expuesto, puede resumirse en dos principios: el de telematización y el de


demostrabilidad.

El primero de estos dos principios procesales implica: 1. celebrar mediante TIC


todos los actos procesales posibles; 2. usar las TIC disponibles en cada momento
histórico; y, 3. darle primacía a las garantías procesales sobre la practicidad.

1. Los actos procesales, escritos u orales, pueden celebrarse a plenitud usando


TIC. Ejemplo de ello son el mensaje de correo electrónico, por el que pueden enviarse
mensajes de datos firmados digitalmente, y la videoconferencia, que permite la
comunicación bi- o multilateral, telemática e instantánea, con lo que se cumple el
principio de inmediación procesal, posibilitando las audiencias procesales remotas.
2. No en todo el país hay acceso constante y con calidad suficiente a la energía
eléctrica y al Internet, pero ello no impide el uso de TIC gratuitas y de fácil acceso para
intercambiar actos procesales escritos como la demanda y las citaciones judiciales
mediante correo electrónico, y celebrar audiencias mediante videollamada.
3. Es indiscutible que hay soluciones prácticas, por su celeridad, pero no debe
primar la facilidad de citar con las garantías que deben exigirse para tal fin. Siempre
puede facilitarse la citación, lo importante es que en caso de impugnación por el afectado
no se le genere la carga de probar un hecho negativo: “que no fue citado”, sino que
corresponda al tribunal poner a disposición del interesado los elementos que le permitan
controlar la prueba de su citación lo que lleva al segundo principio: el de demostrabilidad.
El principio de demostrabilidad supone que: 1. el tribunal debe demostrar que citó;
2. la prueba debe ser científica y no de confianza; y 3. el afectado tiene derecho a que
se pruebe su citación.

Para demostrar que se practicó la citación no debería bastar la declaración de un


servidor público. Tales afirmaciones pueden presumirse ciertas, salvo impugnación de la
parte afectada, en cuyo caso, será responsabilidad del tribunal probar que sí se practicó
la citación.

Pretender darle primacía a la declaración de un funcionario judicial, generando la


carga de probar la falsedad de la declaración en el afectado, es igual a dejar indefenso
al ciudadano quien tendrá que probar que una persona miente, cuando es el tribunal que
está conociendo su causa, quien debería demostrar que actuó en observancia del debido
proceso.

En síntesis, estos principios son de gran importancia en el contexto venezolano


de 2020 porque permiten garantizar el distanciamiento social y disminuyen la necesidad
de acceso al combustible, incluso durante los periodos en los que no estuviera disponible
el portal de Internet del TSJ13, al tiempo que facilitan la citación y garantizan que en caso
de alegar que no se practicó, se contará con la existencia de elementos objetivos para
probar lo contrario, siendo responsabilidad del tribunal documentar debidamente tal acto
procesal en garantía del derecho a la defensa.

7.2 Propuesta normativa.


Para la citación procesal telemática, al menos en el contexto venezolano de 2020
y para situaciones similares, se propone la modalidad de citación telemática siguiente14:

“Artículo 40. Las citaciones y notificaciones se practicarán por medios


telemáticos y adicionalmente, telefónicos. La persona citada deberá acusar
recibo con firma electrónica certificada. En caso de la notificación
telefónica, el secretario dejará constancia por escrito de esta actividad”.

13Como ha sucedido con intermitencia, incluso durante meses, en 2020.


14Propuesta enviada a arbitraje el 1° de agosto de 2020 y aceptada el 13 de agosto de 2020 por los dos
árbitros designados al efecto por el sistema doble ciego. Al momento de escribir estas líneas se encontraba
en proceso de publicación en el número correspondiente a 2020 de la Revista Derecho y Tecnología de la
Universidad Católica del Táchira.
Esta norma está basada en la experiencia venezolana, principalmente en materia
penal, donde las notificaciones telefónicas se han perfeccionado durante varios años.
Además, es cónsona con la regulación de la Sala de Casación Civil en materia de
citaciones procesales telemáticas, donde la llamada telefónica siempre es
complementaria de la telemática.

Claro está, si a partir de una llamada telefónica el sujeto citado se apersona al


tribunal a darse por citado a actuar procesalmente, se considerará perfeccionada la
citación desde el momento de la intervención en el proceso o desde que declare haber
conocido de la citación.

“Artículo 41. En caso de no contar con firma electrónica certificada,


excepcionalmente, podrá determinarse la identidad por otros medios que el
juez valorará conforme a la sana crítica.
Se preferirá el uso de videollamada para la identificación, por un sistema
que permita documentarla”.
A fin de verificar la identidad de la persona citada se debe usar firma
electrónica certificada; sin embargo, como se trata de una herramienta que no
está difundida en la población a pesar de estar regulada desde 2001 y disponible
desde 2008, y que debe pagarse anualmente por parte del interesado, se dejó la
opción de comprobar la identidad por otros medios, por ejemplo, por llamada
telefónica como lo previó la Sala de Casación Civil o incluso, por videollamada, la
cual quedaría grabada facilitando identificar a quien recibió la comunicación.

Aunque puede ser ingenuo que una persona atienda una videollamada
desconocida, son opciones a considerar, como sucede con la llamada telefónica.

“Artículo 42. El Tribunal Supremo de Justicia creará un registro de


domicilios procesales electrónicos de los abogados y abogadas donde se
practicarán las citaciones y notificaciones en los procesos en los que
intervengan.
Para ello, los abogados y abogadas se registrarán en el portal de Internet
del Tribunal Supremo de Justicia. El Instituto de Previsión Social del
Abogado y los colegios de abogados podrán colaborar con esta actividad,
debiendo nombrar una persona responsable del tratamiento de tales datos
conforme a la sentencia vinculante de la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia nro. 318 del 4 de agosto de 2011”.
A fin de facilitar la citación se propone la creación del domicilio procesal
electrónico donde bastaría enviar la citación para entenderla válidamente
practicada, aunque siempre exista la opción de impugnación.

Un elemento adicional es que se incorpora la protección de datos


personales, regulada por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia
a pesar de la inexistencia de una ley de protección de datos personales en el país.

“Artículo 43. Los abogados o abogadas podrán cambiar, rectificar o anular


el domicilio procesal electrónico en el registro que el Tribunal Supremo de
Justicia creará al efecto.
También podrán hacerlo en el tribunal de la causa, pero únicamente para
el proceso en concreto. Se tendrá como válido para los demás procesos, el
registrado en la base de datos del Tribunal Supremo de Justicia”.

Con esta norma se reconoce la posibilidad de los abogados de cambiar de


escritorio jurídico y con ello de dirección de correo electrónico, además del
derecho a cambiar y en consecuencia, rectificar los datos personales en las bases
de datos, en este caso, del Poder Judicial.

“Artículo 44. A falta del referido domicilio procesal electrónico, la citación


para contestar la pretensión jurídica del actor se practicará en la dirección
de correo electrónico, redes sociales o cualquier sistema telemático de
comunicación usado regularmente por el demandado o demandada.
En caso de personas jurídicas y abogados o abogadas en ejercicio, se
presume la regularidad de uso de la dirección de correo electrónico o
sistema telemático de comunicaciones indicado públicamente como sus
redes sociales, portal de Internet u otros medios de acceso público”.

Uno de los elementos que se estima fundamental, ante la ausencia de una


dirección procesal electrónica voluntariamente ofrecida por el representante
judicial del demandado, es establecer algún criterio para que la citación por correo
electrónica sea válida aunque se utilicen medios complementarios como la
llamada telefónica.
Además, se reconoce una realidad, que las redes sociales se usan para
intercambiar información por lo que no se advierten obstáculos para usarlas a fin
de practicar citaciones judiciales.

“Artículo 45. La citación o la notificación se presumirá practicada en los


casos siguientes:
1. Desde el momento en que ingrese al buzón de correo o sistema de
comunicación electrónicos de la persona citada o notificada,
2. A partir de que el sistema telemático utilizado por el órgano jurisdiccional
notifique automáticamente que el mensaje de datos ingresó al buzón de
correo o sistema de comunicación electrónicos del demandado, o.
3. Si se obtiene acuse de recibo programado o emitido por el demandado,
sin firma electrónica certificada.
En los dos primeros supuestos, será deber del tribunal probar que la
notificación ingresó al buzón de correo electrónico, ante la eventual
impugnación del interesado”.
Con este artículo se pretenden fijar algunas presunciones de citación, que
siempre podrán ser contradichas por el sujeto afectado, siendo responsabilidad
del tribunal probar que efectivamente practicó la citación, siendo insuficiente la
simple declaración del servidor judicial encargado de citar.

En los tres casos, el tribunal deberá probar que notificó, pero se hace
hincapié en los dos primeros supuestos porque, en el primer caso, el tribunal
deberá verificar que el mensaje ingresó en el buzón de correo electrónico del
citado, ya que lo idóneo sería que el Poder Judicial creara un sistema de citaciones
autónomo cuyos servidores estuvieran bajo su control, sin perjuicio de incorporar
blockchain para mayor transparencia.

En el segundo supuesto, confiarle la citación a un sistema automático de


notificaciones sería dejar en un programa informático la función de citar, que
corresponde a un ser humano. En este caso, a pesar de no estar prohibidas las
decisiones automatizadas en Venezuela, sería prudente verificar el
funcionamiento del programa informático que se pretenda autorizar, por parte del
Poder Judicial, permitiendo el acceso a los algoritmos en caso de impugnación
para verificar que efectivamente se haya cumplido con el fin para el cual se
implementó.
“Artículo 46. Si hubiera dudas, el juez o la jueza podrá disponer que la
citación o la notificación se practique por videollamada u otro medio
telemático, audiovisual, bidireccional, instantáneo y documentable para dar
fe de la imagen de la persona que atendió la videollamada.
Adicionalmente, podrá certificarse la titularidad del número de celular de la
persona a quien se le practicó la citación por videollamada o algún otro
sistema de mensajería de datos, mediante la compañía prestadora del
servicio telefónico”.
En estos casos de presunción legal, aun así, se deja juicio del juzgador
desconfiar de la efectividad de la citación. En este caso se reitera la posibilidad de
utilizar un medio que permita documentar la imagen de la persona que atienda la
videollamada que se realice, con las desventajas ya referidas, pero agregando
que podrá pedir a la compañía prestadora de servicio telefónico que certifique la
titularidad del número de teléfono de la persona citada.

Si bien pudiera ser repetitivo, se insiste en duplicar esta potestad para que
no haya dudas de que el juez debe estar seguro, por todos los medios, de la
citación practicada.

“Artículo 47. En caso de imposibilidad de la citación telemática y telefónica,


podrá citarse por cartel digital publicado en el portal de Internet del Tribunal
Supremo de Justicia, y en dos redes sociales de las más usadas en el país
con los efectos de la ley procesal aplicable según la materia”.
El portal de Internet del Tribunal Supremo de Justicia pudiera estar fuera
de servicio, como ha ocurrido en diversas ocasiones durante 2020. Por ello, se
incorporó su publicación en redes sociales, bien sea en las cuentas del Poder
Judicial, tanto de las rectorías, presidencias de circuito y coordinaciones, o en las
del propio Tribunal Supremo de Justicia.

Incluso, si las políticas de redes sociales lo permitieran, pudiera explorarse


la posibilidad de publicarlo a modo de publicidad, que en costos es inferior al
precio de un cartel publicado en un periódico nacional e incluso local.

“Artículo 48. El interesado podrá solicitar, en lugar de la citación por cartel


digital, que se practique mediante documento en papel que firmará el
demandado. Para ello se procurará efectuarla fuera del horario autorizado
para las compras de alimentos y enseres del hogar, si fuera el caso. En
este último supuesto, se tomarán las medidas sanitarias recomendadas por
la Organización Mundial de la Salud y previstas por el Ministerio del Poder
Popular para la Salud”.
Se plantea como una excepción la citación en papel mediante traslado del
alguacil invirtiendo lo que ocurre en la actualidad, en especial en la Resolución
2020-005 de la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia y como
pareciera deducirse de la Resolución 2020-0029 de la Sala Plena, aplicable en
materia de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes15.

Con esta norma se busca abaratar costos y agilizar la citación, dejando la


citación en papel como opción secundaria.

“Artículo 49. Todos los órganos públicos y privados, así como el Poder
Popular, podrán intercambiar sus comunicaciones con los órganos
jurisdiccionales por medios electrónicos usando firma electrónica
certificada. En caso de no contar con sistemas de archivo o repositorios
digitales, deberán incorporar los oficios y demás documentos en papel con
firma autógrafa dentro de los treinta días siguientes a la culminación del
estado de alarma o de la reanudación plena de la actividad jurisdiccional”.

Dado que los documentos públicos pueden contener un código único y


constar en un archivo digital para su comprobación, cuando se trate de
documentos de esta naturaleza bastará intercambiarlos por medios digitales con
firma electrónica certificada, en los demás casos, al tratarse de escritos
procesales, deberán incorporarse en papel, por ser el medio en el que se archivan
los expedientes judiciales.

Además, se plantea su consignación dentro de los 30 días siguientes a la


finalización del Estado de Alarma o de la reanudación plena de la actividad
jurisdiccional, como sucedió a partir del 5 de octubre de 2020, aunque con ciertos
límites que no impiden el acceso a las oficinas judiciales.

15 “Articulo 1° Los Jueces y Juezas de los Tribunales de Mediación, Sustanciación y Ejecución, Tribunales
de Juicio, y Tribunales Superiores de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, acordarán la notificación
electrónica, por correo electrónico o cualquier otro medio de las Tecnologías de la Información y la
Comunicación, una vez conste en las actas del expediente que las partes cuentan con los medios
telemáticos suficientes a los fines de llevar a cabo dicha actuación procesal, de conformidad con lo previsto
en el artículo 456, literal “e” de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes”.
De este modo se evita el congestionamiento en los tribunales, lo que
pudiera aunarse a la asistencia conforme al último número de la cédula de
identidad o algún otro elemento a considerar.

“Artículo 51. El secretario o secretaria judicial deberá contar con un sistema


informático de alerta sobre la recepción diaria de mensajes de datos en la
dirección de correo electrónico oficial del tribunal, sin perjuicio del deber de
revisar diariamente, al culminar la jornada laboral, el buzón de entrada de
dicho servicio.
Las solicitudes recibidas cualquier día del año, después de las 2:00 p.m.
se entenderán entregadas al día hábil siguiente”.
Una de las ventajas de Internet es que se pueden intercambiar mensajes
en cualquier momento, cualquier día, por tanto, se propone que no solo se reciban
en horarios determinados. Esto facilita el acceso a la justicia aunque genere mayor
trabajo para el secretario judicial o el servidor responsable de la revisión del buzón
de mensajes, quien, conforme al artículo 141 constitucional está al servicio de los
ciudadanos, y no viceversa.

“Artículo 52. La oportunidad para celebrar la audiencia telemática se


comunicará mediante citación digital. Adicionalmente, se publicará en el
portal de Internet del Tribunal Supremo de Justicia y en su defecto, en las
cuentas de redes sociales oficiales de Tribunal Supremo de Justicia, de la
rectoría civil, del circuito judicial penal, o de las coordinaciones judiciales
correspondientes”.
Para brindar mayor seguridad al sujeto citado sobre el enlace que va a abrir para
conectarse a la audiencia, en especial a falta de firma electrónica certificada del servidor
judicial que emita la citación, se propone que se publique en el portal oficial de Internet
del Tribunal Supremo de Justicia o en las cuentas de redes sociales de las autoridades
judiciales, las audiencias programadas, lo que pudiera publicarse semanal, quincenal,
mensualmente o dentro de la periodicidad que se estime prudente. Esto se especifica en
la norma siguiente:

“Artículo 85. Para garantizar al o a la interviniente a distancia que la audiencia se


está realizando ante el órgano jurisdiccional competente, el juez o la jueza deberá
usar firma electrónica certificada. Adicionalmente, los datos de la audiencia se
publicarán en el portal de Internet del Tribunal Supremo de Justicia anonimizando
a las partes en los procesos penales. Si el juez o jueza no contara con firma
electrónica certificada, la persona interesada y su abogado o abogada podrá optar
entre acudir a la oficina judicial a obtener los datos del tribunal y requerir el modo
de conexión, u obtenerlos del portal de Internet del Tribunal Supremo de Justicia,
de las redes sociales oficiales de la rectoría, presidencia de circuito o coordinación
judicial correspondiente e incluso, mediante la dirección de correo electrónico
oficial del listado de direcciones de correo electrónico publicado por el Tribunal
Supremo de Justicia”.
Por último, se propone:
“Artículo 109. Para el intercambio de escritos, se autoriza el uso de la
dirección de correo electrónico oficial de los órganos jurisdiccionales. El
Tribunal Supremo de Justicia y la Dirección Ejecutiva de la Magistratura
otorgarán a los jueces, juezas, secretarios y secretarias, la dirección de
correo electrónico que podrán utilizar en defecto de la oficial. La lista de
direcciones de correo electrónico se publicará en el portal de Internet y
demás medios telemáticos oficiales del Tribunal Supremo de Justicia para
la comprobación de los interesados”.
Con esta norma se busca evitar el uso de direcciones de correo electrónico
personales, aumentar los niveles de confianza en la justicia digital, y disminuir
daños causados por el intercambio de información mediante cuentas de correo
electrónico desconocidas.

CONCLUSIÓN
La citación telemática es el acto de comunicación judicial telemático por el que se
convoca a los sujetos procesales a realizar un acto del proceso a una hora y fecha
determinadas o dentro de cierto plazo, bien sea en la oficina judicial o mediante un
sistema telemático autorizado por el órgano jurisdiccional.

Cuando se implementa de consuno con el expediente digital, el ahorro de tiempo


y recursos es exponencial, puesto que se facilita su entrega al destinatario, de forma
segura y expedita; no obstante, también trae consigo problemas vinculados con la
ciberseguridad, delincuencia informática y protección de datos personales que no surgen
en relación con un expediente en papel.

En Venezuela, está regulada en la mitad de las veinte leyes que contienen alguna
referencia a la citación procesal, bien sea por previsión expresa o a causa de las
Resoluciones emitidas por el Tribunal Supremo de Justicia, pero fue solo a partir de estas
Resoluciones que se comenzó a implementar con mayor profusión, ya que antes del
Estado de Alarma, no se tienen datos de su implementación en la práctica judicial
venezolana.

No obstante, en el proceso de telematización procesal global, deben considerarse


nuevas opciones y cambiar el paradigma de agotar la citación personal, en papel, para
dejarla a modo de excepción, cuando la citación telemática sea infructuosa o haya dudas
respecto de su eficacia.

La citación procesal telemática puede realizarse por diversas vías y ser


complementada con llamadas telefónica u otros medios, como la videollamada, que
permitan al juez convencerse de haber citado a quien debía.

A modo de argumento final, la citación digital puede realizarse porque existe la


tecnología para ello, y es válida porque permite garantizar el derecho a la defensa,
siempre que se tomen las previsiones normativas pertinentes.

También podría gustarte