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VENEZUELA
IGLESIA CRISTO VIENE
PRINCIPIOS DE Adoración
Texto clave: Las Primicias de los primeros frutos de tu tierra traerás a la casa de
Jehová tu Dios. Éxodo 23:19
Objetivo General:
Demostrar a través de la Palabra de Dios, la importancia de las Primicias,
identificando su significado etimológico, su origen bíblico y su utilidad en la iglesia
actual.
Objetivos Específicos:
a. Definir el origen de las Primicias y su importancia.
b. Distinguir entre Primicias y ofrendas.
c. Explicar los beneficios de las Primicias.
d. Honrar a Dios con nuestras primicias como la fuente de nuestra provisión.
INTRODUCCIÒN
1. Bikkurim, que traduce: primicia, primeros frutos de la cosecha (Éxodo 22:29-30; 23:19).
2. Reshít, que traduce: primicia, parte principal, lo mejor. Números 18:12
Nota: El israelita salía a su campo de trabajo y al ver los primeros frutos o las primeras crías, los
señalaba y cuidaba para presentarlos luego al Señor en los días de las fiestas de Jehová como las
primicias o lo primero que era para Dios.
En el griego del Nuevo Testamento se utiliza la palabra "aparque" que se traduce como
primera parte, ofrenda de los primeros frutos, primero de una serie, como nos dice 1 Corintios 15:23.
A. El Señor Jesús resucitó como primicias de los hijos de Dios, 1 Corintios 15:20,23.
Cristo se convierte en las primicias de la resurrección, recordemos que primicias también significa “el
primero de una serie”, así pues Cristo es el primero de una gran cosecha. Cristo fue crucificado en el
día de la Pascua (14 de Nisán) y resucitó tres días después, justo el 17 de Nisán el día de la fiesta
de las primicias.
Así como en el Antiguo Testamento la primicia garantizaba una abundante cosecha, Cristo al
resucitar garantizó una abundante resurrección de hijos de Dios, como cosecha.
B. El Espíritu Santo fue enviado como primicia del Reino venidero, Romanos 8:23.
"Y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros
también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro
cuerpo".
La presencia y obra del Espíritu Santo en y con nosotros, es sólo una muestra de la gloria
venidera. La unción, el fruto, los dones y la obra del Espíritu Santo en medio de nosotros hoy, es una
evidencia primera de la vida que nos espera en el cielo.
El Espíritu Santo, su obra, su poder y sus dones entre nosotros, vienen a ser una poderosa
muestra inicial o primicia de toda la gloria y bendición que nos esperan. En la presencia de Dios
somos bendecidos y fortalecidos son su poder y revelación.
III. LAS PRIMICIAS OFRECIDAS POR ISRAEL OBEDECÍAN A VARIAS RAZONES:
"Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os doy, y seguéis su
mies, traeréis al sacerdote una gavilla por primicia de los primeros frutos de vuestra siega…".
Observemos que Dios dice: “cuando entren en la tierra que yo les doy”, toda la creación (visible e
invisible) le pertenece a Dios. Por ser un pueblo agrícola, con el fruto de su tierra, reconocían que
Dios es el dueño de todas las cosas. La primicia es una muestra mediante la cual se reconoce que
de Dios vienen todas las cosas.
En cada una de estas tres fiestas los israelitas traían sus primicias al templo.
Periodo de la Ley. Esta misma práctica fue establecida por fuerza de ley en el culto judaico.
Dios ordena dar los diezmos. Levítico 27:30-32; Deuteronomio 12:5-6; 14:22,28-29. Su
cumplimiento resultó en bendiciones, mientras que la falta de su cumplimiento resulto en
maldiciones. Malaquías 3:8-10. Los diezmos son propiedad de Dios y el que lo usa para sí
mismo lo está robando y se convierte en anatema, estos son consagrados al Señor. Josué
7:12.
a. Bajo la Dispensación de la gracia no es obligatorio realmente dar los Diezmos. Los israelitas
pagaron sus diezmos bajo la ordenanza de ley, hoy nosotros los creyentes en Jesucristo lo hacemos
por amor a Dios, a la obra y en obediencia a la palabra. 2Corintios 9:7-8.
b. En el tiempo de Jesús los Judíos daban su diezmo. Mateo 23:23; Lucas 11:42; 18:12.
c. Los diezmos y las ofrendas ayudan a impulsar la obra de Dios. 1Corintios 9:13-14; 16:1-2.
d. Si Abraham dio sus diezmos al sacerdote Melquisedec, ¿por qué no debemos hacer
nosotros lo mismo con el sacerdote de los sacerdotes Jesús de Nazaret? Hebreos 7:2.
e. La biblia dice que Dios ama al dador alegre. 2Corintios 9:7.
Nota: En la actualidad el diezmo es usado para el sostén de los ministerios. 1Timoteo 5:17-18.
La palabra ofrenda proviene del latín offerenda, que significa cosa que se ha de ofrecer. Salmos
96:8. Las ofrendas también son bíblicas y son aportes voluntarios que el creyente realiza. Estas no
tiene un límite de cantidad, el creyente da todo lo que quiera dar. Génesis 4:3-5. Las ofrendas se
usaban para ayudar al extranjero, a la viuda y al huérfano que sufren necesidad. Deuteronomio
14:22-29. Nosotros los creyentes somos los administradores de Dios, nuestra ofrenda a Dios
expresa lo que hay en nuestro corazón.
Las ofrendas son actos de fe y deben ser:
1. Voluntarias: Ofrendo porque quiero no por obligación. Éxodo 35:20-29; 25:1-7; 2Corintios
9:5,7.
2. Generosas: No es una dadiva, no es algo que se da con lastima, surge de la generosidad
del corazón. Éxodo 35:5-9; 36:3-7; 1Corintios 16:2; 2Corintios 9:6.
3. Es reflejo de nuestro corazón: Ofrendar el corazón es más importante que la ofrenda
material. Génesis 4:3-5; Mateo 5:23-24; 2Corintios 8:5.
4. Como semilla: Se siembra espiritual y material, y se cumple con la palabra. Proverbios 3:9-
10; 2Corintios 9:6-11.
5. Por amor al Señor: 2Samuel 24:24.
6. Dando lo mejor: Malaquías 1:13-14; Marcos 12:41-44.
7. Con fe y gozo: Mateo 6:33; Efesios 5:2.
4. Dar es una forma de ejercitamos en la gracia de Dios. 1Cronica 29:17-18; Hechos 20:35;
1Timoteo 4:7.
CONCLUSIÓN
Hay muchas maneras de adorar a Dios, de darle honra, sin duda nuestra obediencia es nuestra
mejor adoración. Obedecerlo en todo, honrarlo en todo, incluso en nuestras finanzas. A Dios le
pertenece todo lo que tenemos y Él tiene cuidado de nosotros. ¡Cómo no agradecerle!
Caminar en los principios de Dios es una bendición y privilegio. Las primicias, Diezmos y las
ofrendas son el diseño divino para bendición del pueblo cristiano. Más bienaventurado es dar que
recibir, dicen Las Sagradas Escrituras. Sin duda las primicias, diezmos y las ofrendas son una
expresión mediante la cual manifestamos que al Señor le damos el primer lugar y honor en todo.