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Hola, soy Carlos González, padre, abuelo y pediatra, y hoy les quería
hablar sobre el crecimiento en peso y talla de los niños, y su control mediante
las gráficas de peso, el control que lamentablemente es causa de mucha
angustia para muchos padres y madres, y de muchos consejos inadecuados.
En principio, todos los recién nacidos pierden peso y se suele decir que
pueden perder un 10-12%. Incluso, a veces niños que nacen con un peso muy
alto, quizá porque son hijos de madre diabética, quizá porque la madre ha
recibido muchos líquidos venosos durante el parto, y, por tanto, el niño lo que
nace es un poco hinchado y rápidamente orina y lo pierde; pues algunos
niños se suele decir que pueden incluso perder un 14% y es normal, pero
curiosamente no había, hasta bien entrado el siglo XXI, en ningún estudio
científico, que realmente mostrase que lo normal era perder un 10% del peso y
no otra cifra.
La doctora Bertini encontró que la pérdida media era del 6%, que solo
un 30% de los niños perdió un 7% o más, y solo un 4% de los niños perdió un
9%. Pero ni un solo niño entre 1760 llegó a perder el 10%, con lo cual la
conclusión de la doctora Bertini viene a ser que quizá eso de decir el 10% era
un poco exagerado, que lo normal es que pierdan menos antes de irse de alta.
El 72% de los niños ya estaban ganando peso.
El bebé que más tiempo estuvo perdiendo peso siguió haciéndolo hasta
los siete días del nacimiento, pero a pesar de eso, no llegó a perder el 10%.
Con estos datos, la doctora Bertini hizo unas gráficas que pueden
encontrar fácilmente en el número de acta pediátrica de octubre del 2014.
Cómo es pérdida de peso, no ganancia, los percentiles están al revés de lo
habitual, es decir, arriba está el percentil 5, abajo está el percentil 95.
De los niños nacidos por cesárea a las 48 horas, el 10% de los niños
habían perdido más del 10% de peso y a las 72 horas un cuarto de los niños
nacidos por cesárea habían perdido más de un 10% de peso, con lo cual la
conclusión de la doctora Flaherman viene a ser casi un poco la contraria, que
tampoco hay que asustarse tanto con lo del 10%, porque muchísimos niños
pierden el 10% y tampoco les pasa nada.
¡Uy! Parecería que los que tienen han tenido cesárea recuperan el peso
antes, pero ojo, que esta gráfica llega hasta las 96 horas, 4 días y esta gráfica
eso le llega hasta las 70 horas o 3 días, superponiendo las dos gráficas en la
misma escala.
Veo, pues, lo que parecía lógico esperar. Es decir, los niños nacidos por
parto vaginal han perdido menos peso, y lo están recuperando un poco antes
que los niños nacidos por cesárea.
Es decir, es más fácil que un niño nacido por cesárea esté varias horas
separada de su madre, que se le ponga el pecho tarde, que las enfermeras
cuando el niño llora piensen más en la pobre madre que está cansada, y
decidan ponerle un chupete para ver si el bebé se calma un poco antes de
llevarlo con ella, con toda su mejor voluntad.
He leído algún autor que afirma que queda otra posibilidad a tener en
mente, y es que, es posible que las diferencias hormonales entre el hecho de
tener una cesárea o de tener un parto normal pueden hacer que se retrase la
subida de la leche. En cualquier caso, esta diferencia no nos está diciendo
que no se va a poder dar el pecho porque tuvo una cesárea, ni que necesite
tomar biberones porque nació por cesárea. Lo que nos está diciendo, en todo
caso, es que tenemos que tener especial cuidado para ayudar a aquellas
madres que han tenido una cesárea para que puedan dar el pecho sin
problemas.
Bueno, pues yo creo que vale la pena usarlos las dos. Vale la pena
intentar hacerse esta superposición a la misma escala y tenerla más o menos
impresa, porque si vemos las dos juntas, nos damos cuenta de una cosa bien
curiosa.
incluso al irse de alta, porque se iban muy pronto; por lo tanto, tenían un
punto por aquí, un punto por aquí, y simplemente los unían con una línea casi
recta.
¿Ahora bien, cómo, cómo usamos estas gráficas de peso? ¿Es decir,
queremos que todos los niños estén por encima del percentil 50?
¿Queremos que ningún niño esté por debajo del percentil 95?. Sería
absurdo. Es decir, en Italia el 5% de los niños estaba por debajo del percentil
95, por eso se llama percentil 95. Y, sin embargo, ninguno llegó a perder 10%.
En Estados Unidos, donde perdían un poco más de peso, también un 5%
estaban por debajo de su percentil 95 y no se les murió ninguno.
En la vida real, hay niños que son prematuros o que han tenido alguna
complicación. Es decir, hay niños para los cuales estas gráficas, sencillamente,
no están diseñadas, y puede ser normal que pierdan más peso que esto.
Para eso es para lo que serviría. Pero, por supuesto, verás, de cada 100
niños, y están por debajo del percentil 95 y la mitad por debajo de la media.
Una vez que los niños han recuperado el peso en nacimiento, pues
claro, tienen que seguir engordando. Y para valorar su crecimiento solemos
usar unas gráficas, y aquí se cometen habitualmente varios errores
sistemáticos.
Primer error.
Muchas veces veo niños (esto es una gráfica inventada, es decir, estas
líneas las he hecho yo con el ordenador, simplemente como ejemplo de lo que
suele ser una gráfica), con frecuencia un niño cuya gráfica de peso es
parecida a esa línea roja y la mamá me dice si claro, “como a mi hijo siempre le
ha faltado un kilo”, porque se refiere a la diferencia entre la línea roja y el
percentil 50, y yo le digo “no, no se le han explicado bien; a su hijo no le ha
faltado un kilo, le ha sobrado un kilo” y la madre “¿Cómo que le ha sobrado?” ,
y yo le explico “sí, el mínimo es esta raya de aquí abajo; a partir de aquí lo que
sobra es lo que honra.”
Los errores de interpretación llegan a ser tan grandes que una vez, por
ejemplo, vi publicado en alguna revista malilla española (Claro, esto en una
revista buena no te lo llegan a aceptar), creo recordar que era alguna
comunicación de algún congreso, cuando publicaban las actas de los
congresos, de las revistas. Alguien había hecho un estudio sobre los niños de
la escuela, no sé si eran de 6, 8 años o algo así, de su pueblo y había
encontrado que un 40% de los niños de esa edad de su pueblo estaban por
debajo de la media. La conclusión de los autores es en nuestro pueblo hay un
problema de desnutrición infantil porque tenemos un 40% de niños por
debajo de la media.
¿Han visto dónde está el error? Por debajo de la media. tienen que estar
el 50%. Si solo hay un 40% significa que el problema que hay en tu pueblo no
es desnutrición, sino más bien sobrepeso, obesidad infantil, que es el
problema que tenemos en España muy grave. Tenemos más de un 30 ya
tirando casi al 40% de niños con sobrepeso, obesidad.
Claro, si tú tienes tres hijos, puede darse la casualidad de que tus tres
hijos estén por encima de la media, o de que tus tres hijos estén por debajo de
la media. Pero si estudias un pueblo de tamaño medio, estudias una escuela
donde hay varios cientos de niños, no van a estar varios cientos por encima o
varios cientos por debajo. La proporción se va a acercar mucho al 50.
Segundo error
A la mamá anterior, que me viene con el niño por hacia el percentil 25-
20 más o menos, y si solo tengo siete minutos para ver a cada niño, pues le
digo que el mínimo es esta línea, pero en realidad el mínimo no es esta línea.
Este 3 no es el mínimo. Si han aprobado en preescolar tienen que saber que el
mínimo es 1.
¿Qué son los percentiles? Tienen que imaginar los percentiles como
una serie de niños ordenados, del más alto al más bajo o del más delgado o al
más gordo.
Cogen 100 niños normales, los pesan y los miden. El que menos pesa de
todos es el percentil 1. El que más pesa de todos es el percentil 100.
Por lo tanto, todos son normales por definición del uno al 100.
alguno de ellos, a lo largo de los años que duraba el estudio, tuvo una
enfermedad grave, como celiaquía o lo que sea, pues los excluían del estudio,
los borraban.
Es decir, que solo son niños sanos y de esos niños sanos el 3% están por
debajo de esta raya, el 3% están por encima de esta otra raya de arriba.
Es que cualquier persona con experiencia ve a ese niño y dice que está
delgado, porque está en los huesos; no necesitas ni pesarlo, se ve a simple
vista.
Ahora esta estrella amarilla de aquí arriba que le faltan, quizás 200
gramos para llegar al percentil 3, lo más probable es que sea uno de esos 3%
de niños que están por debajo de la raya, que en realidad, ojo, no es el 3%.
¿Y por qué? Porque sí, como dije, estos valores extremos podrían ser
errores o lo que sea.
Pero claro, ¿y si el niño está aquí en el percentil 25? Seguro que está
sano. No podría estar enfermo. ¿Y si está en el percentil 50? ¿Y si está en el
percentil 75? Yo una vez vi un niño que estaba prácticamente en el percentil
90 y tenía meningitis.
Con lo cual, no solo has de mirar bien al niño que está por debajo del
percentil 3, nos hace mirar bien a todos.
Nos exigen que lo pesemos. Decían, ya que de todas maneras los vamos
a pesar y nadie ha demostrado que eso sirva para algo, al menos procuremos
no hacer daño.
El tercer error
Este error es muy frecuente que se comete con las curvas de peso, y es
el del caminito.
Pero “uy, aquí está bajando de caminito. Eso es que con tu leche ya no
tiene bastante. Le tendrás que dar una ayudita de biberón”. “Pero ¿ya le has
dado la ayudita de biberón?, porque ha seguido bajando de caminito. Pues
habrá que meterle los cereales”. Pues no, señor; es totalmente normal que un
niño suba o baje, porque las gráficas de peso no son caminitos.
¿Cuál es la media? Pues una línea que pasa entre medio de esas dos; ya
tienen la mitad de los niños por encima de la media, la mitad de los niños por
debajo.
Ahora no hace falta que las dos curvas de los dos niños sean más o
menos paralelas. También podría ser que se entrecruzan, que un niño estaba
abajo y sube, que otro niño estaba arriba y baja. Puede ocurrir perfectamente.
Vale, pues entonces ya tienen uno que estaba por encima de la media y
ha bajado, y otro que estaba por debajo de la media y ha subido.
Y también es normal.
Y si esto ya les puede ocurrir con dos niños, imagínense las gráficas de
3, de 5, de 7, de 15, de 5000 niños superpuestas unas con otras.
Imagínense el galimatías que se forma.
¿Y creen ustedes que haces la media de 5000 niños y te sale una curva
bonita? No. Haces la media de 5000 niños y te sale un serrucho, una línea
irregular. ¿Y entonces cómo es que en la gráfica que yo uso en mi consulta hay
unas líneas curvas tan bonitas?
¿Qué vemos?
Ojo, porque esto está hecho con las gráficas norteamericanas antiguas.
Las gráficas de la OMS traen cinco líneas, que son los percentiles 3, 15, 50, 85 y
97. Las gráficas norteamericanas llevaban normalmente siete líneas, que eran
los percentiles 7, 10, 25, 50, 75, 90, y 95. Entonces, claro, al haber siete líneas hay
más probabilidades de cruzar una línea, pero de todas maneras, bueno, pues
algunos cruzaron una y muchos cruzan dos.
A medida que crecen los niños, este trozo blanco de en medio, que son
los que no cruzan ninguna línea, los que siguen el caminito, se va ampliando.
¿Eso qué significa? Que si sabes lo que pesa y lo que mide un niño de
cinco años, te puedes apostar un café a que aciertas cuánto va a pesar y
medir el año que viene. Un café, no se jueguen nada más. Pero el primer año,
primeros seis meses, ni un café te puedes jugar, lo pierdes seguro. Es imposible
que ganes. Lo más normal es que cruce para arriba o cruce para abajo. Muy
pocos siguen el caminito.
¿Por qué hay más que suben, que no, que bajan?
Porque como está hecho con las gráficas norteamericanas del 2000, que
igual que las anteriores (años), estaban mal hechas. Es muy fuerte decirlo, que
el país más poderoso del mundo lo hiciera. Por qué las gráficas
norteamericanas para niños mayores estaban bastante bien hechas, pero
para bebés habían tomado solamente el peso de ciento y pico, no como los de
la OMS, que tomaron 5000. Bueno, pues les salió mal. No había suficiente
población para hacer unos datos fiables.
Durante los primeros cinco o seis meses, los percentiles de las gráficas
norteamericanas, tanto para niños como para niñas, están más abajo que los
correspondientes percentiles de las gráficas de la OMS. Ojo, porque mucha
gente pensaba que era al revés. La OMS pasó como cinco o seis años
anunciando que iban a sacar unas gráficas y no las sacaban nunca, no sé si
es que el proceso matemático que tenían que hacer era demasiado complejo
y todo el mundo esperando. Y mucha gente decía bueno, ahora cuando
salgan las gráficas de la OMS, que serán de niños amamantados,
demostraremos que todos los niños están normales. No, no, es todo lo
contrario.
Ahora, estos mismos autores de este estudio del año 2004, unos años
más tarde hicieron un estudio similar, pero ya con las gráficas de la OMS y lo
que vieron es lo mismo, pero centrado. Es decir, la mayoría de los niños subían
o bajaban, lo que pasa es que ya le salía más o menos igual los que subían
que los que bajaban. Lo raro durante los primeros meses es seguir el caminito.
Los niños no suelen seguir el caminito y no están obligados a seguir el
caminito. Y por supuesto, si un niño hace un cambio enorme, brusco,
rapidísimo, puedes pensar ¡ay, que le pasa! Pero que poco a poco vayan
subiendo, poco a poco vayan bajando. No tiene ninguna importancia y es
normal.
El estudio de la OMS solo llegó hasta los cinco años, luego no siguieron
con el estudio.
Estas son las gráficas para el índice de masa corporal; hay la de niños y
la de niñas.
De percentil 95. Pero ojo, que la gráfica no trae el 95, trae el 97, con lo
cual algunos que están por debajo de la raya ya estarían en la definición de
obesidad.
Pues porque, incluso con todo el cuidado que tuvo la OMS para
seleccionar niños a los normales alimentados normalmente seguidos
cuidadosamente, ya cuentan con que se les colaron niños con sobrepeso. Es
decir, en todo el mundo hay tantísima obesidad infantil, que incluso con la
mejor de las intenciones, ya sabes que esos niños aparentemente normales no
son todos normales. Algunos ya tienen sobrepeso.
Muy bien, pero ahora imagínense que esta niña está en el percentil 30
de peso y en el percentil 30 de talla.
Imagínense que pones en fila 100 niños, desde el más bajo hasta el más
alto. ¿Cuál de todos creen que es el que menos pesa? Posiblemente, el más
bajo ¿Cuál de todos creen que es el que más pesa? Posiblemente, el más alto
Vamos a comprobarlo.
¿Qué significa esto? Que el momento en que los bebés suelen estar más
gorditos, visiblemente gorditos, es hacia los seis meses; y a partir de los seis
meses se suelen adelgazar. No adelgazar de perder peso, lo normal es que no
pierdan, sino adelgazar de crecer en longitud más rápido de los que
engordan, con lo cual la relación peso-talla y el índice de grasa corporal
disminuye.
Y esto se traduce en “uy, este niño con lo hermoso que estaba y cómo se
te está quedando en los huesitos. Claro, como te empeñas en seguirle dando
el pecho que ya no alimenta. Claro, cómo le haces estas cosas raras del Baby
Led Weaning, en vez de darle las papillas de cereales de toda la vida”. Pero no,
esto pasa con el pecho y con el biberón, pasa con papilla y sin papilla. Pasa
con todos los niños. Lo normal es que, hacia los seis meses, parezcan
pequeños budas rechonchos, y al año están más delgaditos; y los de dos o
tres años es que parecen mondadientes.
Al decir, cuando esta niña estaba en el percentil 50, medía 62,17 cm.
Cuando está en el percentil 30 ya no mide 62, mide 61, pero la mayoría de los
niños de 61 centímetros, no tienen cuatro meses, tienen tres, o tres y medio.
Con lo cual estás comparando una niña de cuatro meses, no con el conjunto
de niñas de cuatro meses, sino con el conjunto de niñas que miden 61, la
mayoría de las cuales no tienen cuatro meses, sino que tienen menos. Y como
el índice de masa corporal cambia mucho según la edad, pues no te sale el 50.
Y si ahora esta misma niña que pesa 5,11 y que mide 58,09, sin mover ni
el peso, ni la talla, ¿movemos la edad? Cambiamos la fecha hasta conseguir
que la talla esté en el percentil 50. En estos momentos peso y talla está en el
percentil tres los dos, pero si conseguimos meter la talla en el percentil 50,
¿qué ocurrirá? Pues la talla percentil 49,2 es lo más cercano que he
conseguido, pero el peso se me ha quedado en el 32,8. ¿Por qué? Porque para
hacer esto he tenido que decir que la niña no tiene cuatro meses, sino dos
meses, y los niños de dos meses son distintos a los niños de cuatro meses. Y lo
que antes de los seis meses va en una dirección a entre los seis y los 12 va a ir
en dirección contraria. Este es uno de los motivos por los que es importante
usar en prematuros la edad corregida, que significa que lo normal es nacer a
las 40 semanas. Damos como normal entre 37 y 42, pero 37 es justillo y casi
convendría empezar a corregir. Entonces por dos semanas, pues no importa,
“no nos preocupamos”; pero ya los de 37, aunque técnicamente no son
prematuros, y no digamos los de 36, que sí que son prematuros por definición,
pues habría que corregir. Entonces, un niño que nació a las 36 semanas, hay
que restar cuatro semanas a su edad antes de mirar la gráfica. Y un niño que
nació a las 28 semanas, de 28 a 40 van 12.
han hecho con niños que nacieron prematuros, solo se han hecho con niños
que nacieron a término. Nos gustaría que los niños prematuros creciesen
igual que si hubieran nacido a término, pero no van a crecer igual. Tienen un
problema, y cuanto más prematuro, mayor es el problema.
Saben ustedes que a los niños prematuros, sobre todo los más
prematuros, los que nacieron antes, pues les hacen controles durante un año
más en el hospital donde nacieron, les ve el neonatólogo. Luego les ve el
oftalmólogo, porque en algunos prematuros se afecta la visión. Les ve el
neurólogo, si han tenido algún problema concreto, puede que les vea más el
cardiólogo, que les vea el gastroenterólogo, entonces, cuando me vienen estas
mamás, que es que en el centro de salud “siempre me están diciendo que hay
que darle más cereales, que hay que darle no sé qué, que hay que obligarle a
comer, que hay que darle no sé cuántos”, les pregunto qué les dicen cuando
van al control en el hospital. Entonces no les dicen nada. Pues ahí lo tenemos.
Pero, una cuestión muy distinta es: esta niña de seis meses de edad que
entre los cinco y los seis ha engordado 200 gramos, ha engordado mucho, ¿ha
engordado poco, ha engordado normal? Esa pregunta es totalmente distinta
y no se puede responder con las gráficas y tablas de peso actuales. Para eso
están las tablas de velocidad de crecimiento.
Aquí no usan gráficas, sino tablas con las cifras de peso y vemos que
tienen aumentos de un mes, de dos meses, de tres meses, de cuatro meses y
de seis meses. Y dentro de cada cosa, hay para niños y para niñas, y hay
puntuaciones Z o percentiles.
Y aquí vemos los percentiles: percentil 50, 25, 15, 5, 3 y hasta el percentil 1
te lo han puesto.
Como los dos primeros meses estaba errado, que era de cuatro
semanas en vez de un mes, he cogido a partir de los dos meses.
Si ahora mido la gráfica que va de tres en tres meses, ¿qué creen que
me saldrá? Lógicamente lo mismo.
Pues sí, lo mismo. Es decir, la suma del aumento de 2 a 5 meses son 1819,
que no es exactamente lo mismo que 1792, pero están muy cerca, 1800
redondeando. ¿Por qué esa diferencia? Lo que les decía antes, imagino que
hay problemas matemáticos con la forma en que se hacen los cálculos, las
fórmulas que se emplean, los redondeos que se practican, que hace que no dé
exacto, pero se ve clara que la tendencia es esa, de un 1800.
Este percentil 3 se da, quizás, el mes que el niño tuvo un virus muy
fuerte, el mes que estuvo con diarreas, el mes que a lo mejor empezó la
guardería, el mes que le ingresaron por la bronquiolitis, pero no es normal
tener el percentil 3 de aumento dos y no digamos tres o cuatro meses
seguidos, y por eso tienen todas aquellas posibilidades. Recuerden de uno en
uno, dos en dos, de tres en diez, de cuatro en cuatro, de seis en seis.
No basta con ver que el aumento es normal para un mes concreto, Hay
que ver que el aumento en un periodo más largo sigue siendo normal.
Solemos decir que por debajo del percentil tres está bajo de peso. De
hecho diríamos desnutrición. Pero ojo. Esta es Kylie Minogue, cantante
australiana. Mide 1, 52 en algunas tablas, no en todas, porque ya les he dicho
que la OMS solo llega hasta los cinco años, y para mayores tienes que mirar o
las francesas o las inglesas, o las norteamericanas o las de otro país, pero en
algunas tablas 1,52 está por debajo del percentil 5.
sus padres. Bueno, en realidad muchos están peor alimentados, con más
coca-colas y más galletas oreo y más porquerías, con lo cual no van a seguir
creciendo eternamente.
Lo que pasa es que hubo una generación española que lo pasó muy
mal durante su infancia. Esos niños cuyo crecimiento se vio afectado por la
mala alimentación durante la infancia, luego pudieron engordar, pero ya no
pudieron crecer. Algunos llegaron a ser obesos, pero ya no pudieron crecer,
con lo cual la desnutrición crónica no se valora por el peso, se valora por la
talla.
¿De verdad creen que Kylie Minogue, australiana de raza blanca, no una
aborigen en una reserva o algo por el estilo, nacida en el año 68, pasó
desnutrición durante su infancia? No, lo único que pasa es que es bajita.
Imagínense que se van a una aldea pobre del Congo, donde hay mucha
desnutrición infantil. Pues probablemente la curva de Gauss de esa aldea
parecida a la línea que aquí sale en color violeta.
Y entonces, ¿cuáles son los desnutridos en esa aldea del Congo? ¿Los
que están por debajo del percentil 3? No exactamente, porque Kylie Minogue
estaría por debajo del percentil 3, y no está desnutrida. Entonces serían estos
los de baja de percentil 3 menos Kylie Minogue. Bueno, tampoco exactamente,
porque aquí hay niños que están por encima del percentil 3 y también están
desnutridos.
Pero ojo, ¿qué pasa con estos niños? Niños que tenían que estar en el
percentil 90, pero se han quedado en el percentil 65. Este niño también está
percentil 15 solo haya un 5% de niños. Por debajo del percentil 15 tiene que
haber un 15% de niños.
Tienes que ver el pliegue cutáneo que te indica el tejido graso, tienes
que hacer una analítica a ver si está bien de proteínas plasmáticas, de ácido
fólico, o de otros factores que te indican si realmente está desnutrido o si
simplemente es un señor muy delgado.
Es decir, un niño con celiaquía puede estar bajo de peso, un niño con
una infección crónica puede estar bajo de peso, un niño con una cardiopatía
puede estar bajo de peso, pero en la práctica de lo que hablamos hoy es de
usar el peso para ver si está mal alimentado. Estamos buscando malnutrición.
Con esta sensibilidad y especificidad, que son superiores sin duda a las
reales, que son puras estimaciones arbitrarias que he hecho yo, lo que de
verdad nos importa es el valor predictivo positivo.
Si estoy en una población como pueda ser África, donde hay un 30% de
desnutrición infantil, con esta sensibilidad y esta accesibilidad, hago los
Alicia.
A Alicia le han dicho que está baja de peso y le han dicho que debe
tomar 500 mililitros de leche al día.
Cuando decimos medio litro es porque sabemos que hay niños que con
menos de medio litro están bien. Entonces si un niño no toma medio litro de
leche al día con lactancia artificial exclusiva, es decir, no es que no tome leche
porque le dan demasiada fruta, demasiada verdura, no solo toma leche, solo
toma leche, no toma otra cosa. Si no quiere tomar otra cosa, le ofrecen y no
quiere y está engordando bien, pues significa que esta niña es de bajo
consumo y no necesita más y punto. Y hay que dejarla en paz.
Alonso
Por cierto, que fíjense que los primeros meses estaba casi en el percentil
15 y luego he ido bajando, estaba más arriba con lactancia materna exclusiva,
que ahora con las papillas. No sé de dónde viene esa obsesión de tanta gente
de que los cereales engordan, los cereales no engordan, nada engorda.
Ningún niño engorda más entre los 9 y los 10 meses, cuando comen
cereales y comen pollo y comen tortilla de patatas y, comen lentejas, que entre
los dos y los tres meses, cuando sólo toman teta o solo toman biberón o teta y
biberón.
Aquí está la Talla. “Uy, pero qué oscilaciones, aquí está casi en la media,
aquí se baja del todo la talla”.
Es difícil de medir. Los niños se mueven, los niños doblan las piernecitas.
el personal no está formado.
Ahora bien, como parecía que los primeros seis meses estaba un poco
más arriba y luego ha bajado un poco y eso coincide con la edad en que
algunos niños tienen déficit de hierro y coincide con la edad en que algunos
niños empiezan a ir a la guardería y fácilmente pillan lambias, pues posible. Y
también coincide con la edad en que se introduce el gluten y hay niños
Rosa
A Rosa le han dicho que está muy mal de peso y el médico le recomendó
un suplemento. Pero la madre, cuatro meses después, sin preguntar a nadie,
ella sola por su cuenta, le suprimió los biberones y siguió con lactancia
materna exclusiva. ¿Y qué pasó?
Miren, aquí le quitó los biberones, y el mes siguiente qué, ¿notan algún
problema, ha seguido engordando normal, perfecto?
La niña está mamando bien y, por lo tanto, aquí debía haber algún
problema que se hubiera podido solucionar.
Ahora, si no la veo a las dos semanas, sino que la veo con más de un
mes, cuando todavía pesa 100 gramos menos que al nacer, eso ya me parece
preocupante. No me atrevería en este momento a decirle a la madre que la
coloque mejor, y que se saque leche, que no sé qué, y no sé cuántos, porque
en estos momentos la salud de esta niña corre franco peligro, no puedo
esperar una semana a ver si esto funciona o no funciona. Esta niña necesita
comida ya. Por lo tanto, en este momento había que darle un suplemento de
leche artificial al tiempo que hacías todo lo demás.
Por eso es importante el control precoz, es decir, tanto pesar a los niños
cada mes, que ya hemos visto que nadie ha demostrado que sirva para nada.
Y, sin embargo, justo cuando sí que sería necesario, a veces no se hace.
Muchos niños no van al pediatra hasta el mes, o hasta los 15 días después de
nacer. Eso no tiene sentido.
Pepe
A Pepe le han dicho que tiene bajo peso y podría ser que tuviera retraso
constitucional del crecimiento, no lo sé. Existen.
Fíjense lo que le pasa a Pepe. Está en el percentil 15. Esto son 6 meses,
pero va bajando, bajando. “Uy, que se sale de la gráfica”. Pero mira la talla, la
talla también se ha salido la gráfica y más. El peso está justo en la línea, a la
talla le falta medio centímetro.
Lo primero que hay que hacer es comprobar esta talla, porque insisto,
los niños se mueven y es difícil medirlos, pero si realmente mide esto primero
el peso está perfecto. Con esta talla, este peso está perfecto.
Ahora hay otra variación normal que es el retraso del crecimiento que
este, si no lo habéis estudiado, si no lo habéis oído nombrar, pues
normalmente no se os ocurre. Ahora ya no tenéis excusa porque se lo estoy
explicando.
A partir de ahí, los niños ya no bajan más del percentil. Los niños se
mantienen dos o tres centímetros por debajo del percentil 3, pero siguen
paralelos a esa raya. Siguen así toda su infancia, tienen la pubertad más tarde
que otros niños, y al tener la pubertad más tarde, tienen más tiempo para
Ramón
A Ramón le han dicho que tiene bajo peso y la madre dice “pero si la
altura es normal”; esto es un error muy frecuente y se ve muchas veces en
foros de internet, que alguna madre dice: “me ha dicho el médico que está mal
de peso” y alguien le contesta: “yo no soy médico ni enfermera, pero te
contestaré igual, no te preocupes porque la altura es normal y eso es lo que
importa. Mientras la altura sea normal y tome el pecho, es igual el peso”.
Error gravísimo.
A este niño hay que pedirle esas pruebas, pero a diferencia de aquel
primero que era, por si acaso, aquí sí que diría yo que posiblemente le pasa
algo. Vamos a ver. No lo sé, no sé lo que pasó después.
Alberto
Se parece mucho a la niña del principio. Pues no, porque aquí tenía
razón el médico.
¿Y la talla? Pues lo que les decía; la talla, hay una que es muy grande,
que no sé yo si fue un error de medición en sala de partos, parece un poco
raro, pero bueno. En general estaba por aquí, más o menos cerca de la media,
pero últimamente ya está bajando y ya lo tenemos en el percentil 15. Es lo que
les comentaba antes; en principio, si hay un problema de desnutrición, la talla
sigue creciendo, solo se estanca el peso. Pero si el problema es crónico, al final
la talla se acaba afectando también.
Luis
A Luis le han dicho que está mal nutrido. Así se lo han dicho a la madre.
Le han dicho una palabra. Yo he visto niños malnutridos en España, qué les
digo, yo he visto niños que al mes y medio todavía pesaban 200 o 300 gramos
más que el día en que nacieron, y eso es malnutrición.
Miren el peso de este niño. Sí, vale, estaba en la línea y ahora ya le falta
medio kilo; pero miden la talla, le faltan cinco centímetros y no ha crecido
absolutamente nada entre los cuatro y los seis meses. Eso no es normal. Lo
primero que hay que hacer es volverlo a medir, porque puede ser un error. Yo
solo tengo esto. Este es el dato que me envió la madre. Este es el dato que su
médico había apuntado en la libreta. Si esto es verdad, este niño tiene que ir
al hospital ya; pero no tiene que ir a la nutricionista, tiene que ir al endocrino.
Esto es un grave problema de detención del crecimiento. El peso está
perfecto con esta talla. Está gordito este niño. El problema es que la talla se
ha estancado por completo.
Esto es una carta que envió una mamá “antes de sentarse dice que no
quiere comer, que quiere jugar y va hasta la mesa llorando. Cuando se calma,
empiezan enredar, se intenta bajar de la silla, da patadas a golpes a la pared,
mete las manos en el vaso de agua, en fin, cualquier cosa menos comer, y eso,
aunque no le digamos nada. Yo estoy desesperada y mi marido también. El
pediatra nos dijo que si esto no funciona le diéramos un estimulante del
apetito que lleva ciproheptadina” y que, por cierto, no debería usarse jamás.
La verdad para nada.
Una familia al borde del ataque de nervios. Qué mal debe estar este
niño de peso y de talla para que el pediatra haya insistido tanto en que tiene
que comer más, y para que los padres estén tan obsesionados y el niño se
haya puesto tan rebelde.
El problema es que si el pediatra decía que tenía que comer 100 gramos
de no sé qué, el niño no comía 100 gramos, sino 70 gramos y los padres creían
que había que darles 100 gramos. Y el pediatra les decía que el niño les toma
el pelo. Tenéis que insistir.
Otra mamá.
¡Qué monas son las mamás, que están preocupadas por el pediatra!
Fíjense en la decepción que tuvo el pediatra. No le preocupa el peso de la
niña, ya ve que es normal, le preocupa el pobre pediatra, que está sufriendo.
Esta niña está perfectamente bien de peso y de talla. “¡Ay! Pero es que
solo ha engordado 120 gramos entre los números y seis meses”.
Otra mamá.
“Mi preocupación surge cuando voy a la pediatra para la revisión del 7.º
mes, le explico lo que come y me responde que hay que retirarle el pecho, que
hay que forzarla a comer, que la lactancia materna exclusiva no es suficiente,
ya que peligra seriamente el desarrollo neurológico de la niña. Cuando salí de
la consulta me empezaron a venir todas las dudas y sentimientos de
culpabilidad”.
A ver, primero esta tontería de consejos solo pasa con el pecho, es decir,
como creo que la niña come poco, déjala sin comer para que así tenga
hambre y coma más. ¿De verdad crees que ese es el tratamiento de la
desnutrición?
Entonces, si tú vas al pediatra a decir que tu hijo solo toma leche, pero
no quiere otras cosas, no te van a decir, “pues déjalo sin leche y así tendrá
hambre y comerá otras cosas” , sino que te van a decir “bueno, menos mal que
al menos leche sí que toma”. Pero eso es con la leche de vaca. Si es la leche
materna, no, “si es la leche materna, quítasela, porque la leche materna todo el
mundo sabe que es una mierda”.
Pues mira lo mal que está el peso al nacer. Y el peso hoy, está perfecta.
¿Cómo puede alguien ser tan cruel como para decirle que peligra seriamente
su desarrollo neurológico?
Otra mamá.
“Soy madre de una niña de 22 meses que solo toma el pecho. Varios
pediatras me han pedido que deje el pecho cuando la niña lo único que
ingresa como alimento es el pecho (...); es decir, la madre ya lo ve que no tiene ,
lógica. Si lo único que toma es pecho líquido, el pecho no va a mejorar su
alimentación. “(...) y a los seis meses no mostró ningún interés por la
alimentación complementaria. Al principio toleraba (esa es la palabra) alguna
cucharada, pero luego empezamos a dejarla sola con la comida delante para
que ella misma la cogiera y se la llevara a la boca. Y nunca lo hizo. Hoy pesa
diez kilos y desde el año más o menos está estancada e incluso ha bajado
algunos gramos. De ahí la alarma pediátrica.”
De esta niña solo les voy a mostrar el índice de masa corporal. A los seis
meses prácticamente cumplía el diagnóstico de obesidad. A los 12 meses tenía
un claro sobrepeso, a los 18 meses tenía todavía sobrepeso. A los 21 meses ya
está, por fin, normal. Y, sin embargo, le están diciendo que tiene un problema.
Cuando la niña tenía un problema y se ha solucionado.
Yo les explico a las mamás que hay niños que engordan a plazos, un
poquito cada mes, y hay niños que engordan al contado. “Yo cuánto quiero
pesar ¿10 kilos? Ya está, ya peso 10 kilos, he llegado” y ahí se plantan luego
durante varios meses.
cita para el mes que viene. El niño está sanísimo y nunca esta resfriado y no
para quieto”.
Pues bien, esto es el peso y la talla de este niño, que estaba perfecto a
los 12 meses sigue estando perfecto, a los 15 meses el aumento es perfecto en
peso y de talla, no le pasa absolutamente nada. Anda muy bajo de peso, pero
¿en dónde lo ha mirado, por el amor de Dios?
En definitiva, que ya vamos viendo que se puede hacer mucho daño con
una báscula.
Y para que vean que no todos los errores van en la misma dirección,
aquí vemos a Julián que tiene cuatro meses.
Julián
En este caso habría que haber estado desde muy al principio encima
para ver que todo fuera bien.
No perdona, con una semana ya había que haber hecho muchas cosas.
Si no funcionaban con dos semanas ya habría que haber empezado los
suplementos, y la solución ni antes ni ahora son los cereales, porque este niño
lo que necesita es leche, no cereales. Y los cereales no llevan proteínas, no
llevan calcio. No es lo mismo los cereales, que la leche.
Bibliografía mencionada:
Bertini, Giovanna & Breschi, Rita & Dani, Carlo. (2014). Physiological weight
loss chart helps identify high-risk infants who need breastfeeding support.
Acta Paediatrica. 104. 10.1111/apa.12820.
Flaherman, V. J., Schaefer, E. W., Kuzniewicz, M. W., Li, S. X., Walsh, E. M., &
Paul, I. M. (2015). Early weight loss nomograms for exclusively breastfed
newborns. Pediatrics, 135(1), e16–e23. https://doi.org/10.1542/peds.2014-1532
Mei, Z., Grummer-Strawn, L. M., Thompson, D., & Dietz, W. H. (2004). Shifts
in percentiles of growth during early childhood: analysis of longitudinal data
from the California Child Health and Development Study. Pediatrics, 113(6),
e617–e627. https://doi.org/10.1542/peds.113.6.e617