La Ley de la Oferta y la Demanda es uno de los principios más
importantes y básicos sobre los que se sustenta la economía. En la sociedad actual los precios no están determinados por una autoridad central, sino que se imponen como resultado de la interacción entre los oferentes y demandantes de productos o servicios.
¿En qué consiste la Ley de la Oferta y la Demanda?
Aquí es donde entra en juego el concepto de “Ley de Oferta y
Demanda”, modelo que comenzó a hacerse efectivo con la economía del sistema capitalista. Esta ley refleja la relación que existe entre la demanda de un bien en el mercado y la cantidad ofrecida del mismo en base al precio que se establezca. Hay que considerar que el mercado en el que se desarrolla esta ley es un mercado de libre competencia en el que existen negociaciones entre oferentes y demandantes donde se permite el libre tráfico de mercancías. Por tanto, en un mercado libre y competitivo, el precio se establecerá atendiendo a la solicitud de los consumidores y a la cantidad ofrecida por los productores, generándose un precio de equilibrio en el cual los consumidores están dispuestos a adquirir dicho bien y los productores ofrecerlo.
De esta Ley de la Oferta y la Demanda se desgranan dos leyes:
Ley de oferta: Donde se determina que la oferta tiene una
relación directa con el precio. A mayor precio de un producto, mayor es la cantidad ofrecida por la venta de dicho producto. Ley de demanda: En este caso, la demanda es inversamente proporcional al precio del producto. Cuando mayor es el precio de un bien determinado, menor es la cantidad demandada de dicho bien. ¿En qué afecta el precio?
El conjunto de estas dos leyes es lo que hace variar el precio de
un bien en una economía determinada.
¿Qué pasa cuando el precio de un bien es demasiado alto? Pues
que los consumidores deciden dejar de demandarlo y los oferentes se verán obligados a bajar el precio para que dicho producto no se quede en stock.
Igualmente, en sentido contrario, si el precio de un bien es
demasiado bajo, muchos serán los consumidores que demanden dicho bien y por tanto se generará una escasez del producto haciendo que los productores suban al precio del bien ya que aún con un precio mayor los consumidores estarán dispuestos a pagar más por dicho bien.
Por tanto, los precios de los bienes irán variando,
incrementándose o disminuyéndose, hasta llegar a un valor.
Los consumidores buscan satisfacer sus necesidades al menor
precio posible, mientras que los productores buscan maximizar sus ganancias ofreciendo bienes y servicios al precio más alto que los consumidores estén dispuestos a pagar.