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CAPÍTULO 11. REGULACION EMOCIONAL

1. Introducción

Las emociones guían la conducta y nos ayudan a responder a las demandas


ambientales. Sirven para promover la conducta y para tomar decisiones. La respuesta
emocional se produce a través de varias etapas: atendemos a una situación a la que
otorgamos una valencia y luego se producirán los cambios internos a nivel fisiológico,
conductual y subjetivo-experiencial.

La respuesta emocional puede describirse a través de su intensidad o magnitud,


duración, frecuencia y tipo de categoría.

Las emociones son maleables, una vez iniciada la respuesta emocional no sigue un
curso prefijado o inevitable, lo que permite su modificación y regulación.

2. Definiciones y conceptos básicos


A. Precisiones conceptuales

El afecto incluye emociones, sentimientos, impulsos motivacionales y estados de


ánimo. Las emociones son un conjunto coordinado de eventos internos o externos que
tienen un significado particular. Implican mecanismos cognitivos, conductuales,
fisiológicos y neuronales. El sentimiento es la experiencia subjetiva de la emoción.

Las emociones y los sentimientos son expresiones afectivas breves e intensas, con un
inicio y final claros, asociados a una causa u objeto de referencia.

En cambio, el estado emocional es más persistente y generalizado, y se desarrolla


gradualmente, sin inicio y final claro y sin un referente claro.

Mediante procesos de regulación emocional influimos sobre las emociones, sobre


cuándo las tenemos y sobre cómo las experimentamos y expresamos.

B. Emociones: normalidad vs psicopatología

Cuando las emociones son demasiado intensas, o duran mucho, o no son apropiadas,
generan un malestar y nos dificultan la acción y la toma de decisiones.

Los problemas en la intensidad, duración y frecuencia de las emociones están


presentes en diferentes trastornos mentales.

Para determinar si una emoción es adaptativa, hemos de considerar seis parámetros


contextuales: la forma de aparición, el grado de proporcionalidad, el rango de la
respuesta afectiva, el grado de reactividad afectiva, el grado de adecuación y el grado
de movilidad.
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3. Emociones y psicopatología: la perspectiva clásica


A. Exploración de la afectividad

Requiere una buena relación terapéutica o rapport, ha de tener en cuenta aspectos


verbales y no verbales.

a.1. Ansiedad

Es una respuesta emocional aprendida de naturaleza anticipatoria, de alto valor


funcional ante peligro o amenaza. Es patológico si es desproporcionada en intensidad
y/o duración. Hay que distinguir ansiedad como síntoma y como síndrome. Está
constituida por componentes subjetivos, cognitivos, fisiológicos y comportamentales.
Evalúan tres tipos de manifestaciones; cognitivo, conductual y fisiológica.

a.2. Depresión

Es una circunstancia anímica con sentimientos de tristeza y decaimiento adaptativo, se


convierte en un síntoma si no es proporcional en intensidad y/o duración a las
circunstancias del contexto. Puede ser un síndrome cuando constituye patrón de
síntomas que covarían entre sí.

En su exploración hay que valorar síntomas propiamente emocionales (tristeza,


ansiedad, irritabilidad), síntomas cognitivos (pensamiento negativo), alteraciones en la
atención y la memoria, síntomas motores (retardo vs agitación), síntomas somáticos
(alteraciones del sueño o del apetito) y deterioro en las relaciones interpersonales,
además de evaluar la presencia de ideación suicida y el grado de peligrosidad
potencial.

a.3. Alegría y euforia

Pueden ser patológicas si no corresponden a las circunstancias, como un estado de


ánimo expansivo o elación, que implica ausencia de control y sobrevaloración de
sentimientos como sucede en la manía.

a.4. Irritabilidad, ira y hostilidad

Hemos de considerar la frecuencia, desproporcionalidad, impulsividad o descontrol.

B. Clasificación de las alteraciones afectivas

b.1. Alteraciones cuantitativas

Podemos diferenciar la eutimia (equilibrio emocional) de la hipertimia (exageración de


las emociones) y de la hipotimia (decaimiento afectivo, típico de las disforias o
distimias, como estados de ánimo deprimidos).
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b.2. Alteraciones cualitativas

Aquí podemos diferenciar las siguientes alteraciones:

- Labilidad o cambios rápidos en el estado emocional que suponen una


intensificación e inestabilidad en cuanto a la persistencia de las emociones.
- Incontinencia o falta de control en la expresión afectiva, con emociones
rápidas, intensas y duraderas, imposibles de dominar.
- Ambivalencia o coexistencia de sentimientos positivos y negativos hacia un
mismo objeto, vivencia o persona.
- Rigidez que afecta al rango de las emociones y a la capacidad de flexibilidad o
modulación, presentando estados emocionales fijos y persistentes.
- Indiferencia, como frialdad, embotamiento y aplanamiento, es la carencia o
incapacidad para experimentar respuestas emocionales, como falta de
reactividad emocional (suele darse en las esquizofrenias, acompañada de
apatía – falta de motivación – y abulia – incapacidad de realizar acciones
intencionales).
- Paratimia o afecto discordante o inadecuado, cuando la emoción no
corresponde con el contenido de las vivencias o el contexto.
- Anhedonia como pérdida de la capacidad para experimentar placer, típica de la
depresión e índice clínico de la respuesta al tratamiento.
- Alexitimia como falta de palabras para los afectos, es decir, incapacidad para
identificar o reconocer las propias emociones, jugará un papel relevante en los
problemas de regulación emocional. En un sentido amplio, el concepto de
alexitimia incluye la incapacidad para identificar sentimientos y discriminarlos;
la incapacidad para describir, expresar y comunicar sentimientos; la escasez de
fantasías; y el pensamiento literal y concreto. Se utiliza para describir un patrón
típico en los trastornos psicosomáticos.

4. Regulación emocional y psicopatología


A. Generación de emociones y regulación emocional

El modelo modal de Gross y Thompson (2007) propone una serie de etapas


secuenciales en la generación de emociones: primero está la situación que la genera,
después le prestamos atención, en tercer lugar, la evaluamos y por último
respondemos emocionalmente a tres niveles (cognitivo, conductual y fisiológico),
influyendo esta respuesta en la situación mediante la retroalimentación.

Una vez generada la respuesta emocional intervienen los procesos de regulación:


influimos sobre nuestras emocionales, sobre cuándo las tenemos, y cómo las
experimentamos y expresamos.
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La finalidad de la regulación emocional es inducir un cambio en el sistema de


generación de emociones, con objetivos a corto o a largo plazo, de manera explícita o
implícita, para reducir o aumentar la intensidad, duración o frecuencia de emociones
negativas y positivas, respectivamente.

B. Propuestas y modelos de regulación emocional

Podemos distinguir dos tipos de modelos: los centrados en estrategias, como el de


Gross, que proponen que se pueden regular las emociones en diferentes puntos del
proceso; y los centrados en habilidades que enfatizar la disposición a entender,
considerar o responder a experiencias emocionales, donde el eje central es el
potencial de regulación emocional y que consideran cuatro variables: la capacidad para
identificar y diferenciar emociones, para comprender su significación y propósito, para
aceptar y tolerar emociones y el uso flexible de estrategias.

Ambos tipos están interconectados, considerándose la habilidad como un proceso de


orden superior que influirá en las estrategias a utilizar. Existirá, por tanto, una relación
bidireccional entre las habilidades y las estrategias, con retroalimentación positiva y
negativa.

Autores como Aldao y Tull, 2015, han dado énfasis a las variables del contexto.

b.1. Modelo de Gross de regulación emocional.

Diferencia tres características fundamentales: la meta, las estrategias y los resultados.


En cuanto a la meta, puede ser aumentar o disminuir la intensidad o duración de
emociones de valencia positiva y negativa, respectivamente.

Las estrategias incluyen desde procesos de regulación explícitos, conscientes y que


conllevan esfuerzo (como las auto instrucciones) hasta procesos implícitos, no
conscientes y automáticos (como la atención involuntaria a estímulos distractores).

Podemos diferenciar cinco grupos de estrategias: las de selección de situación (como


acercarse o al contrario evitar situaciones emotivas), la de modificación del impacto
emocional de esta, la de atender o no a determinados aspectos de la situación, la de
cambiar el significado de la situación o la de modular la respuesta emocional. La última
es una estrategia focalizada en la respuesta, mientras que las otras cuatro son
focalizadas en los antecedentes de esta.

En cuanto al resultado, puede o no coincidir con la meta, y se producirá a diferentes


niveles: afectivo, cognitivo y social.

El modelo inicial de Gross se focaliza fundamentalmente en las estrategias en la


regulación emocional en total cinco etapas: la de inicio, con la valoración de la
situación interna o externa; la de identificar, para saber si es necesario o no regular las
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emociones; la de selección de estrategias a usar; la de implementación de esta


estrategia seleccionada con la realización de acciones específicas; y la monitorización
del resultado obtenido.

b.2. Modelos centrados en las habilidades de regulación emocional

b.2.1. Modelo de afrontamiento adaptativo de las emociones (Berking y Whitley,


2014)

La regulación emocional se conceptualiza como la interacción, dependiente del


contexto, entre siete habilidades: ser consciente de las propias emociones,
identificarlas y etiquetarlas, identificar qué causa y mantiene la emoción, modificar
activamente las emociones de manera adaptativa (aumentando de esta manera la
auto eficacia emocional), aceptar y tolerar las emociones negativas, abordar y afrontar
las situaciones que desencadenan emociones negativas, y darse apoyo a uno mismo en
situaciones estresantes.

Esta última supone un auto apoyo efectivo dentro de la ventana de tolerancia e incluye
cuatro componentes básicos: la auto compasión o empatía hacia uno mismo, el auto
estímulo para motivarse y la auto instrucción activa para guiar al yo que sufre.

b.2. 2. Modelo de regulación emocional basada en el procesamiento emocional


(Hervás, 2011)

No sólo las emociones intensas o las situaciones traumáticas requieren de un


procesamiento emocional, este es beneficioso en cualquier emoción. Distingue seis
tareas para una regulación emocional eficaz: la apertura emocional (opuesta a la
alexitimia), la atención emocional (opuesta a la desatención), la aceptación emocional
(opuesta al rechazo), el etiquetado emocional (opuesto a la confusión), el análisis
emocional (opuesto a la evitación) y la modulación emocional (opuesto a la
desregulación).

Si estos procesos son disfuncionales, pueden generar trastornos clínicos.

b.3. La importancia del contexto en los modelos de regulación emocional

Aldao (2013-2015) propone evaluar los factores contextuales a través de cuatro


componentes de la regulación emocional: el organismo o individuo (factores
demográficos y variables psicológicas), los estímulos que elicitan emociones en el
ambiente (especialmente las personas), la selección o aplicación de estrategias (que
depende de las habilidades) y los tipos de resultados (la meta de la regulación
emocional, habitualmente hedónica, es decir, reducir el sufrimiento y aumentar el
bienestar).
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Un ejemplo de proceso de regulación emocional es tolera la ansiedad a corto plazo de


los exámenes para conseguir una meta a largo plazo que es la obtención de un grado.

b.4. Otras aportaciones teóricas

Para Forgas (2000) la regulación emocional funciona a través de un proceso


homeostático automático, mientras que para Erber (2000) es importante la adaptación
social como meta de la regulación social. Thompson, al igual que Aldao, destaca en
1994 la importancia de los procesos interpersonales.

Larsen (2000) propone un “modelo cibernético de regulación emocional” en que las


estrategias se conceptualizan como conductas de auto control. Para alcanzar el estado
de ánimo deseado se intentan minimizar las diferencias respecto al actual mediante
dos tipos de mecanismos: los dirigidos al interior (distracción, comparación social) y al
exterior (resolución de problemas, cambio de actividades9.

Aldao (2015) define la regulación emocional como un proceso de control de la


conducta mediante la auto regulación, dirigida a un objetivo, a una necesidad o al self.

Linehan (1993) en su programa de terapia dialéctico conductual para el trastorno


límite de personalidad, se ocupa de la regulación emocional. Este tipo de pacientes
tienen como elemento central la vulnerabilidad emocional o tendencia a responder a
estímulos ambientales con elevada sensibilidad, reactividad y con una recuperación
retardada a la línea base previa. Esta vulnerabilidad depende de factores genéticos,
pero también contextuales. Enfatizará el rol del ambiente próximo como es el caso de
las familias, en el desarrollo de la regulación emocional.

C. Estrategias/Habilidades de regulación emocional y psicopatología

Las estrategias de regulación emocional pueden ser adaptativas como la aceptación,


reevaluación y resolución de problemas, o desadaptativas como la supresión, la
evitación, la rumiación o la preocupación.

¿Cuándo es disfuncional la regulación emocional? A través de tres vías: cuando existe


un déficit a la hora de activar estrategias (ausencia de una regulación emocional
adaptativa), cuando las estrategias empleadas no son eficaces (regulación emocional
desadaptativa) y cuando usamos estrategias disfuncionales (desregulación emocional,
como sucede en el caso de que abusemos del alcohol delante de emociones
dolorosas).

c.1. Flexibilidad en la regulación emocional

Supone una sincronía entre las estrategias utilizadas y los cambios producidos en el
contexto. Tiene que ver con la variedad en el uso de una o más estrategias de
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regulación emocional. El éxito depende de si la flexibilidad ayuda a conseguir una meta


personal y significativa.

La falta de flexibilidad se relaciona con la psicopatología, p.e., en la depresión siempre


se utiliza la evitación. De hecho, un tratamiento como la terapia de aceptación y
compromiso sitúa la inflexibilidad como un elemento central.

c.2. Dificultades en las fases de la regulación emocional

Siguiendo el modelo de Gross (2015) pueden aparecer en la identificación, cuando no


somos conscientes de nuestras emociones (la intervención con mindfulness mejora
dicha conciencia), en la selección cuando no podemos elegir la estrategia a utilizar
(p.e., cuando siempre utilizamos de manera inflexible la evitación), en la
implementación por mala utilización de las tácticas específicas (p.e., autolesionarnos
para evitar el malestar emocional) o en la monitorización por falta de flexibilidad en
adecuarse al contexto y modificar el proceso en función de la dinámica de la regulación
emocional.

c.3. Desregulación emocional persistente

En algunas personas existen dificultades en todas las fases del proceso. Linehan (2007)
define la desregulación emocional persistente a través de tres características: alta
sensibilidad a estímulos emocionales, reacciones emocionales intensas y lento retorno
a la línea base emocional.

De aquí derivan problemas como la tendencia a la afectividad negativa, la falta de


habilidad para regular las emociones, los problemas para desviar la atención de
estímulos emocionales, la distorsión en la interpretación de estos, las dificultades en
controlar la conducta y el bloqueo o disociación delante del estrés.

Afecta a la regulación emocional en todas las fases, produce un elevado sufrimiento y


puede estar en la base del TLP.

D. Regulación emocional y trastornos mentales

Los problemas en la regulación emocional se dan en un 75% de las categorías


diagnósticas del DSM, pero se hace referencia explícita a alteraciones emocionales en
el 40%, como los trastornos de ansiedad o de depresión, pero también en el TLP, el
TEPT o el abuso sexual.

d.1. Trastornos depresivos

Los dos síntomas más importantes son el estado de ánimo deprimido y la anhedonia,
con un aumento de los afectos negativos y una disminución de los afectos positivos. La
depresión podría conceptualizarse como un trastorno en la regulación del estado de
ánimo, dado que tienen problemas en todas las etapas de la regulación emocional,
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prestando mayor atención a emociones negativas, con interpretación negativa y


utilización de estrategias ineficaces como la rumiación.

El problema no es que carezcan de habilidades para implementar estrategias


adaptativas, sino que creen que las emociones no son controlables.

Es necesario investigar el papel de los sesgos negativos en la cognición y la dificultad


para inhibir pensamientos negativos en la memoria de trabajo.

d.2. Trastornos de ansiedad

Suponen la presencia de emociones de miedo y ansiedad intensas y


desproporcionadas, utilizando estrategias de supresión emocional.

En el caso del pánico, los pacientes valoran los estímulos neutros como peligrosos, con
juicios sesgados y un excesivo control emocional que lleva a un pensamiento
catastrofista.

En el TAG hay una preocupación excesiva e incontrolable, con estrategias


disfuncionales como son la evitación y la supresión. Para Mennin (2005) los déficits
emocionales afectan a cuatro áreas: elevada intensidad emocional, reducida
comprensión de las emociones, rechazo a las propias emociones y uso de estrategias
de regulación disfuncionales.

En la ansiedad social se utilizan estrategias de supresión expresiva en múltiples


contextos, con creencias disfuncionales (Dryman y Heimberg, 2018), como que las
emociones negativas son disfuncionales, que no se puede cambiar la experiencia
emocional y que la expresión de emociones puede provocar rechazo social.

d.3. TEPT

Se asocia con alta reactividad emocional ante estímulos ambientales relacionados con
el trauma. La disrupción en el proceso emocional tiene un papel clave en el
mantenimiento de síntomas de este trastorno. Se caracteriza por evitación emocional
y experiencial, que producen síntomas de re experimentación.

d.4. TLP

Se caracteriza por un patrón persistente de experiencias internas y comportamientos


que se desvían del patrón cultural y que afecta a la cognición, afectividad,
funcionamiento interpersonal y control de impulsos.

Presentan desregulación emocional, con intensidad e inestabilidad emocional


generalizada, que lleva a episodios depresivos, problemas de ansiedad y dificultades
en el control de la ira.
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Las dos dimensiones básicas son la desregulación emocional y la impulsividad, así


como la hipersensibilidad interpersonal, con miedo al rechazo y al abandono,
suspicacia y conflictos interpersonales.

Carpenter y Trull (2013) definen los problemas de regulación emocional en este grupo
de pacientes como alta sensibilidad y reactividad emocional, tendencia a niveles
elevados de afecto negativo, déficit de estrategias de regulación emocional adecuadas
y utilización de estrategias de regulación emocional inadecuadas.

d.5. Regulación emocional como un proceso transdiagnóstico

Se identifican procesos patológicos comunes en los diferentes trastornos. La evidencia


indica que el uso habitual de estrategias desadaptativas como la rumiación y la
supresión, y/o el uso poco frecuente de estrategias adaptativas, como la aceptación y
la reevaluación, son predictores de un amplio grupo de alteraciones psicopatológicas.

¿Tienen la misma forma y sirven a los mismos propósitos en todos los trastornos?

5. Recomendaciones para la evaluación y el tratamiento

En la evaluación podemos utilizar los siguientes cuestionarios:

- ERQ o Cuestionario de Regulación Emocional de Gross y John (2003), que


evalúa la reevaluación positiva y la supresión emocional.
- DERS o Escala de Dificultades en la Regulación Emocional de Gratz y Roemer
(2004) que evalúa seis dimensiones: falta de aceptación de respuestas
emocionales, interferencia en comportamientos dirigidos a metas, dificultades
para controlar impulsos, falta de conciencia emocional, acceso limitado a
estrategias eficaces y falta de claridad emocional.
- DERS-Positive o Escala de Dificultades en Regulación Emocional-Positiva, que
evalúa tres dimensiones: la falta de aceptación de emociones positivas, la
interferencia para conductas dirigidas a metas y las dificultades para controlar
impulsos vinculados a emociones positivas.
- CERQ o Cuestionario de Regulación Cognitiva de las Emociones de Garnefski
(2002), que evalúa estrategias autorregulados, conscientes y cognitivas como la
auto culpa, culpar a los demás, rumiación, catastrofismo, tomar perspectiva,
refocalización positiva, reevaluación positiva, aceptación y focalización en la
planificación. Tiene una versión infantil de 9 a 11 años, la CERQ-K.
- IERQ o Cuestionario de Regulación Interpersonal de las Emociones de Hoffman,
Carpenter y Curtiss (2016) que evalúa cuatro estrategias interpersonales de
regulación emocional: aumento del afecto positivo, toma de perspectiva,
tranquilización y modelado social.
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Los programas de intervención en regulación emocional son de tres tipos: los


tratamientos no diseñados específicamente para cambios en la regulación emocional,
los que incluyen un componente de regulación emocional en el contexto del programa
y los diseñados específicamente.

Los tratamientos dirigidos a mejorar las dificultades en la regulación emocional


producirán cambios relevantes en los diferentes trastornos mentales.

La revisión de Sloan (2017) apoya la conceptualización de la regulación emocional


como constructo transdiagnóstico y apoya el desarrollo de un tratamiento unificado.

6. Resumen

Las emociones constituyen una característica fundamental de diversas condiciones


psicopatológicas, diferenciándose entre alteraciones cualitativas y cuantitativas.

Se identifican fases en la generación de emociones, con procesos de regulación que


suponen influir sobre estas, cuándo las tenemos y cómo las experimentamos y
expresamos.

El modelo más elaborado es el de Gross, pero también hay modelos que enfatizan las
habilidades.

En el ámbito de la regulación emocional existen dificultades para diferenciar lo normal


y adaptativo de lo que no lo es. Que una estrategia sea beneficiosa tiene que ver con el
repertorio de estrategias y la habilidad para utilizarlas.

Los problemas en la regulación emocional pueden considerarse procesos


transdiagnósticos.

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