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TEMA 8.

KANT

1. Marco histórico, sociocultural y filosófico del autor

El siglo XVIII es un siglo de recuperación económica y de explosión


demográfica, una época de grandes transformaciones, que se aceleran sobre todo a
partir de la segunda mitad del siglo. La economía sigue siendo fundamentalmente
agrícola. Para los fisiócratas franceses (Quesnay), la base de la riqueza económica es
la tierra, ocupando la industria y el comercio un lugar secundario. En cambio, el
liberalismo inglés (Adam Smith) pone a la base del sistema económico el trabajo y
no la tierra como los fisiócratas. Defiende un modelo de economía política basado en
la ley de la oferta y la demanda, donde el Estado no debe intervenir en el mecanismo
de las leyes económicas. Al final de siglo se inicia en Inglaterra la revolución
industrial, como consecuencia, sobre todo, del descubrimiento de la máquina de
vapor por James Watt (1785) y su aplicación al terreno productivo.
Pervive la sociedad estamental, pero esta entra en una crisis fuerte. La
nobleza, que basa su poder económico en la posesión de la tierra, comienza a perder
peso frente a la burguesía que domina el comercio y la industria. Para evitarlo se
intenta cerrar el paso de la burguesía a los altos cargos del Estado y afianzar la
servidumbre del campesinado; lo que acarreará un malestar creciente que estallará
con la Revolución francesa de 1789.
En este siglo, el barroco deja paso al clasicismo, que se podría definir como
un intento de aplicar el espíritu cartesiano -racionalidad, sencillez, orden- al arte.
Una manifestación tardía del barroco es el rococó, una frivolización del barroco que
se vuelve un arte cortesano y muy recargado. En música, el barroco dejó paso al
clasicismo, a través de Mozart y de Haydn.
La ciencia está dominada por la gran figura de Newton. El físico inglés criticó
el método hipotético-deductivo de Galileo y Descartes. En concreto rechazó el
establecimiento de hipótesis a la manera cartesiana, defendiendo expresamente lo
obtenido por inducción frente a la elaboración de hipótesis. No se debe admitir
ninguna hipótesis cuyas conclusiones sean desmentidas por la experiencia, ya que
no se puede tener una confianza absoluta en que todo en la naturaleza sea
matematizable. Para Newton, más que hipótesis matemáticas, la ciencia debe
construir modelos mecánicos.
Otros científicos relevantes fueron Euler en matemáticas, Franklin, Volta o
Coulomb en física, Lavoisier y su desarrollo de la química moderna y los naturalistas
Linneo y Buffon.
En filosofía, el interés de la Ilustración en Alemania se centrará en el análisis
de la razón, como lugar donde han de enraizarse los principios que rijan la vida
humana, tanto por lo que respecta al conocimiento, como por lo que respecta a la
actuación ética y política. La Ilustración se expandió por Alemania de la mano de la
llamada filosofía popular, compartiendo las características más representativas del
movimiento: autonomía de la razón, secularización de la misma, universal, esto
es, una y la misma para todos los seres humanos, analítica y crítica, es decir, que no
acepta nada como dogma y que somete a análisis los prejuicios, la tradición, las
supersticiones y toda forma de autoridad que pretenda imponerle, fe en el
progreso y deísmo. El deísmo defenderá la existencia de Dios, pero negándole valor
a la revelación y a los rituales religiosos.

2. Vida y obra

Immanuel Kant nació en Königsberg (Alemania) en 1724. Comenzó sus


estudios en 1740 influido por el llamado racionalismo escolar. Posteriormente leyó
a Hume, quien según sus propias palabras, le hizo abandonar los esquemas del
dogmatismo racionalista. En 1755 se habilitó como profesor enseñando Filosofía,
pero hasta 1770 no pudo obtener la cátedra de Lógica y Metafísica. En 1804 murió
en su ciudad natal.
Buena parte de su obra la escribió bajo el reinado de Federico II el Grande, un
monarca ilustrado que mantuvo una actitud de tolerancia religiosa e intelectual. A la
muerte de este (1786) las cosas comenzaron a cambiar. El nuevo régimen estableció
una rígida censura que le planteó algunos problemas a Kant.
Se suelen establecer dos periodos en la actividad de Kant: el período
precrítico, en el que escribe bajo la influencia de Leibniz y Wolf, y el período
crítico, que corresponde a la madurez de su propio sistema filosófico. Entre las
obras del primer período destacan “El único argumento posible para la
demostración de la existencia de Dios”, de 1763 y “Consideraciones sobre el
sentimiento de lo bello y lo sublime”, de 1764. Entre las obras del segundo período
destacan la “Crítica de la razón pura”, publicada en 1781, y que es su obra
fundamental, “¿Qué es la Ilustración?”, de 1784, “Fundamentación de la metafísica
de las costumbres” (1785), “Crítica de la razón práctica” (1788), “Crítica del juicio”
(1790) y “La paz perpetua” de 1797.

3. El problema del conocimiento

1. La respuesta a la pregunta acerca de los límites del conocimiento


-Para evitar el dogmatismo racionalista y el escepticismo de Hume, Kant lleva
a cabo un análisis de la razón, de sus capacidades y de sus límites. A este análisis lo
llama “crítica de la razón” (“crítica” procede del griego “krinein”, que significa
“análisis y discernimiento”).
-Kant se propone pues responder a la pregunta por el conocimiento, esto es,
¿qué podemos saber?
a)El papel de los juicios en el conocimiento
a1)Los tipos de juicios
-En la “Crítica de la razón pura”, Kant tratará de demostrar si las
matemáticas, la física y la metafísica, son ciencias. Para hacerlo, empieza por
analizar los elementos que constituyen todo conocimiento, o sea, los juicios. Juicio es
toda relación de sujeto y predicado bajo la forma “S es P”. Los juicios se pueden
clasificar (a) según la relación del sujeto con el predicado en analíticos o sintéticos,
y (b) según su relación con la experiencia en a priori o a posteriori.
-Juicios analíticos son aquel tipo de juicios en los que el predicado está
incluido en el sujeto. No añaden ningún conocimiento nuevo. Son siempre
verdaderos, por lo que se rigen por la ley de no-contradicción. Expresan lo que
Hume llamaba relaciones entre ideas.
-Juicios sintéticos son aquellos juicios en los que el predicado no está incluido
en el sujeto. Son juicios del tipo “la pared es blanca”. Su contrario es posible. Cuando
son ciertos siempre aportan nuevo conocimiento acerca de la experiencia. Expresan
lo que Hume llamaba conocimiento de los hechos.
-Juicios a priori son aquellos que se obtienen al margen de la experiencia. Son
válidos siempre, es decir, son universales y necesarios.
-Juicios a posteriori son aquellos que no pueden ser universales y necesarios
porque se obtienen a partir de la experiencia.
a2) Los juicios sintéticos a priori
-Pero Kant intentará demostrar que existe otro tipo de juicios a los que llama
juicios sintéticos “a priori”. Tales juicios, por ser a priori, dan conocimiento universal
y necesario, ya que, al no ser derivados de la experiencia, ninguna experiencia puede
invalidarlos y, por ser sintéticos, dan conocimiento de la experiencia. Un ejemplo de
juicio sintético a priori sería “el camino más corto entre dos puntos es la línea recta”.
b) El problema de la metafísica
-En la obra Crítica de la razón pura kant hace un análisis trascendental del
conocimiento. Esto significa establecer cuáles son las condiciones de posibilidad de
todo conocimiento científico.
-Puesto que los únicos juicios que pueden fundamentar la ciencia son los
juicios sintéticos (extensivos) a priori ( universales y necesarios), la posibilidad de la
ciencia supone la posibilidad de los juicios sintéticos a priori. Por eso, la pregunta
fundamental de la crítica de la razón pura será: ¿cómo son posibles los juicios
sintéticos a priori?
-Lo que Kant quiere resolver definitivamente es si la metafísica puede
alcanzar el reconocimiento como ciencia, es decir, la respuesta a esta pregunta: ¿son
posibles los juicios sintéticos a priori en la metafísica?

2. La “Crítica de la Razón Pura”


-Kant aborda el problema del conocimiento en su obra Crítica de la razón
pura. Es habitual al tratarlo estudiar la estructura de esta obra capital de la historia
de la filosofía.
a) La estética trascendental
-Kant considera que el conocimiento humano se obtiene a través de dos
facultades, la sensibilidad y el entendimiento. La estética es la parte de la obra
kantiana dedicada a analizar el funcionamiento de la capacidad de conocimiento
sensible. Intenta responder en su análisis a la pregunta sobre la posibilidad de los
juicios sintéticos a priori en las matemáticas.
-La sensibilidad trata de la percepción de los objetos y de la manera en que
estos son dados al ser humano. Todo objeto tiene que ajustarse a las condiciones
que imponen a priori el espacio y el tiempo. Cuando se percibe algo, lo percibido
corresponde en realidad a colores, olores, texturas..., pero estas impresiones se
perciben agrupadas de una determinada manera, siguiendo leyes que imponen el
espacio y el tiempo.
-Por ejemplo, nunca se percibe el mismo objeto ocupando dos lugares
distintos en el espacio al mismo tiempo. Espacio y tiempo son intuiciones puras
sensibles. Son intuiciones y no conceptos, porque se captan de modo inmediato. Son
puras porque no dan contenidos, sino que constituyen la forma de toda experiencia.
Y son sensibles porque forman parte del modo de conocimiento sensible.
-Kant entiende que las matemáticas se definen a partir del espacio y del
tiempo. En concreto, la geometría trabaja definiendo el espacio puro mientras que la
aritmética trabaja estableciendo leyes sobre el número. Pero la estructura del
número y la del tiempo es la misma, ya que la esencia de ambas es la pura sucesión.
b) La analítica trascendental
-En este apartado, Kant analiza la facultad del entendimiento. También trata
de resolver el problema de la posibilidad de los juicios sintéticos a priori en las
ciencias de la naturaleza (física).
-Por medio del entendimiento es posible comprender los datos aportados
por la sensibilidad. Se comprende lo que algo es cuando se puede englobar ese algo
bajo un concepto. Por ejemplo, “esto es una casa”. El entendimiento es la facultad de
los conceptos. Pero Kant distinguirá entre conceptos empíricos y conceptos puros.
Los que aquí interesan son los conceptos puros, los conceptos a priori, esto es, los
que no están elaborados a partir de la experiencia. Son conceptos como los de causa,
sustancia, etc., y Kant los denomina categorías.
-En el ejemplo anterior, “casa” sería un concepto empírico para una
determinada sustancia, un “algo” que cumpla las condiciones para ser conocido en el
espacio y en el tiempo.
-De la relación entre las facultades del conocimiento extrae Kant la diferencia
entre lo que él llama fenómeno y noúmeno.
-Kant llama fenómeno a lo dado a la sensibilidad y por tanto sometido a las
condiciones espacio-tiempo. En cambio, llama noúmeno a aquello que permanece
fuera de las condiciones espacio-temporales.
-Kant sostiene que todas las teorías del conocimiento desarrolladas
anteriormente son realistas. Esto es, pretenden conocer una realidad en sí, externa
al sujeto que conoce. Frente a esta actitud, Kant considera que en lugar de que el
sujeto dé vueltas en torno al objeto, sea este el que dé vueltas en torno a aquel (al
igual que Copérnico hizo girar a la tierra en torno al sol y no este en torno a la
tierra). Por eso el filósofo alemán considera que su teoría del conocimiento supone
un verdadero giro copernicano con respecto a las anteriores.
-Kant defiende lo que llamará idealismo trascendental. Esto quiere decir que,
aunque los elementos que ordenan la realidad y permiten conocerla (el espacio, el
tiempo y las categorías) son puestos por el sujeto (de ahí su idealismo, aspecto que
lo aproxima al racionalismo epistemológico), solo sirven si se aplican a la
experiencia (aspecto que lo aproxima al empirismo británico). Aplicar los elementos
puros a priori significa situarse fuera del sujeto, trascenderlo.
c) La dialéctica trascendental
-En este apartado, Kant analiza a la razón en tanto que facultad de los
principios, puesto que la razón es la facultad que reduce la multiplicidad de los
conceptos puros del entendimiento a un número mínimo de principios. En relación
con esta facultad Kant se propone responder a la siguiente cuestión: ¿son posibles
los juicios sintéticos a priori en la metafísica?
-Según Kant, la razón conecta unos juicios con otros, siguiendo la estructura
del silogismo, para formar razonamientos. Dichos silogismos, relacionan la
condición que se establece en las premisas con lo condicionado que se infiere en la
conclusión.
-La sensibilidad sintetiza las impresiones formando un objeto y el
entendimiento sintetiza objetos bajo un concepto, lo que le permite formar juicios.
Pero está en la naturaleza de la razón buscar un fundamento absoluto para la
experiencia. Por eso la razón no se conforma con este tipo de síntesis y busca las
síntesis más generales posibles.
-Como a la razón le es esencial la unidad de toda la experiencia, da un salto
ilegítimo y agrupa a la totalidad de la experiencia interna bajo la noción de alma, a
la totalidad de la experiencia externa bajo la noción de mundo, y a la totalidad de la
experiencia posible bajo la noción de Dios. A estos conceptos (alma, mundo y Dios),
Kant los llama ideas de la razón. A estas ideas no les corresponde ningún objeto de
experiencia, por lo que no proporcionan propiamente conocimiento, pero se pueden
aplicar para regular la experiencia, encuadrándola dentro de un sistema completo.
-Kant llama a esto el uso regulativo de las ideas. Pero el problema está en
que la razón no se limita a usar las ideas para regular la experiencia y pretende
constituir a partir de ellas objetos de experiencia. Y es aquí donde reside el error de
la metafísica.
-Este proceso que la razón lleva a cabo es, sin embargo, inevitable. Pero en el
momento en que se toma a las ideas como objeto de experiencia, se pueden emitir
juicios indemostrables o contradictorios acerca de ellas. La razón se contradice
cuando pretende contestar desde su “uso teórico” aquellos de sus intereses que sólo
afectan a su “uso práctico”. Alma, mundo y Dios no son objetos de la experiencia
pero encuentran su realidad dentro del mundo de la moral.
-A esos juicios contradictorios o indemostrables que emite la razón, les llama
Kant, paralogismos, cuando se refieren al alma, y antinomias, cuando se refieren al
mundo.
-Según Kant, si se aplican las ideas de la razón pura a la cosmología
aparecen antinomias o proposiciones que son, a la vez, falsas y verdaderas.
-Por ejemplo, la afirmación de que el mundo tiene un comienzo en el espacio
y en el tiempo: si esto fuese verdad, el espacio y el tiempo tendrían que provenir de
una nada anterior, lo que supondría la antítesis de lo que se quería demostrar: que
el mundo no tiene comienzo en el espacio y en el tiempo. Pero, si esto último fuera
verdad, no podría hablarse de un acontecer en el universo, acontecer que requeriría
un comienzo y un fin.
-Por paralogismos entiende Kant falsas conclusiones que surgen cuando se
aplican las ideas puras de la razón a la psicología racional. Son proposiciones que no
tienen como materia una intuición sensible, por lo que trascienden la posibilidad de
toda experiencia.
-Un paralogismo es confundir la unidad del “yo pienso” con la unidad
trascendental del yo como substancia simple y como personalidad (alma).
4. El problema de Dios

1. La idea Dios
-La idea de Dios surge del intento de agrupar a toda la experiencia posible.
Dios es pensado como aquel ser que reúne en sí toda la realidad. A tal ser le llama
Kant ideal de la razón pura.
-Kant critica todas las pruebas que intentan demostrar la existencia de Dios y
las clasifica en tres grandes grupos:

(a) pruebas ontológicas;


(b) pruebas cosmológicas;
(c) pruebas físico-teológicas.

-Dentro del primer grupo destaca el viejo argumento ontológico de san


Anselmo: Dios como el ser mayor que el cual nada cabe ser pensado. Según Kant,
esta prueba es inválida porque las categorías de la modalidad (posibilidad,
existencia y necesidad) no implican realidad, sino simplemente el modo como la
realidad se relaciona con la facultad de conocer.
-Las pruebas cosmológicas apuntan a la vía tercera de Tomás de Aquino o vía
de la contingencia. Kant piensa que para que la prueba tenga sentido hay que contar
ya con la noción de un ser necesario, algo rebatido en su crítica al argumento
anselmiano. Por otro lado, al postular un ser necesario causa del mundo se está
aplicando la noción de causa fuera del campo de la experiencia.
-Finalmente, las pruebas físico-teológicas se reducen a la quinta vía tomista.
Aplica el concepto de causa fuera del campo de la experiencia y, como, mucho,
llevaría a la necesidad de un “ordenador” del universo, pero no a la necesidad de un
“creador” del universo.

5. El problema de la ética

1. ¿Qué debo hacer? La pregunta de la ética


-La posición ética de Kant hay que encuadrarla en la respuesta a una
pregunta general ¿qué debo hacer?
-Esta pregunta es contestada por Kant principalmente en tres obras:
Fundamentación de la Metafísica de las costumbres, Metafísica de las costumbres y,
sobre todo, Crítica de la razón práctica. Es en esta última obra donde Kant considera
al hombre, no sólo como una conciencia cognoscitiva (Crítica de la razón pura), sino
también como una conciencia moral.
-Para Kant se trata de averiguar cómo ha de ser la conducta, descubrir el
deber ser, cómo tiene que actuar el ser humano. En definitiva, la Crítica de la razón
práctica es el intento de fundamentar la posibilidad de un juicio sintético a priori
práctico, llamado por Kant imperativo categórico, que sea a priori y puramente
formal.

2. Ética formal y éticas materiales


a) Las éticas materiales
-Para Kant, hasta ese momento todas las éticas fueron materiales, y frente a
ellas, hay que intentar crear una ética formal que evite los inconvenientes de las
éticas materiales.
-Las éticas materiales son aquellas que establecen un bien supremo por el cual
debe regirse la conducta humana, y establecen unas normas para alcanzarlo. Son
éticas, por tanto, materiales, es decir, éticas de contenido.
-Para Kant, el problema que plantean estas éticas es que nunca podrán ser
universales ya que:

-Es imposible determinar cuál es el bien supremo para todos.


-Sus normas tendrán que ser empíricas: se señalarán los medios
empíricamente aptos para conseguir el bien deseado.
-Se componen de imperativos hipotéticos, esto es, tales imperativos no son
absolutos puesto que sólo sirven para quienes quieran conseguir el bien
propuesto.
-Sus imperativos son además heterónomos, es decir, su fuerza vinculante les
viene de fuera.

-Ante los inconvenientes anteriores, Kant plantea como alternativa una ética
formal.
b) La ética formal
-La ética formal es una ética vacía de contenido: ni establece el bien o fin que
haya que conseguir, ni dice qué debe hacerse; sólo le interesa cómo se debe actuar.
-En la ética formal ya no es la materia, el objeto, lo que mueve la voluntad a
obrar, sino la forma, el carácter de ley de la ley misma: el motor es el deber, el deber
por el deber: no se dice "lo que" tiene que querer la voluntad sino "cómo" debe
quererlo.
-Una ética concebida de esta forma resuelve los inconvenientes de las éticas
materiales:

-Es universal puesto que no necesita marcar medios empíricos, sino que es el
carácter de la ley misma, el deber, lo que empuja a obrar a la voluntad; se
trata de una obligación a priori. No se cumple la ley moral por ningún interés
sino por el respeto a la propia ley.
-Se compone de imperativos categóricos, esto es, imperativos no sujetos a
ningún tipo de condición.
-Es autónoma, la fuerza vinculante no es exterior al propio sujeto; él es quien
se autodetermina.

-Desde este punto de vista, Kant distingue tres tipos de acciones, de las cuales
solamente la tercera es válida.

-Acciones contrarias al deber -las acciones que no cumplen la ley.


-Acciones conformes al deber -las acciones que cumplen la ley pero por otros
intereses y no por la ley misma.
-Acciones por el deber -acciones que cumplen la ley exclusivamente por
respeto al deber de cumplirla.

3. El imperativo categórico
-Kant, en su Crítica de la razón práctica, parte de un hecho, al igual que lo
hacía en la Crítica de la razón pura (la afirmación de que las matemáticas y la física
son ciencias); pero este hecho no es un hecho empírico sino de otro tipo, a saber, un
hecho moral (factum moral).
-Este factum de la conciencia moral es la existencia de normas de conducta:

-si son subjetivas, sólo válidas para uno mismo o para un grupo más o
menos numeroso, son máximas;
-si son objetivas, es decir válidas para todos y en todo momento, son
ley.
-A su vez, estas normas se expresan bajo la forma de un imperativo
que puede ser hipotético (se busca conseguir algo) o categórico (sin
condiciones, sólo se busca actuar por el deber impuesto por la
voluntad). Al hecho de que de forma absoluta se imponga a la
conciencia la necesidad de obrar por el deber es lo que Kant llama
imperativo categórico.

-El deber moral es un deber absoluto, no depende de ninguna condición.


Debe hacerse esto o lo otro, por encima de todas las condiciones de la naturaleza; y
no sólo si se quiere hacer, sino que debe quererse, por voluntad absoluta o pura.
Debe hacerse por puro deber; es el deber por el deber.
-El deber moral, el imperativo categórico, se muestra a la conciencia. No es
una intuición propiamente dicha, porque la intuición es siempre intuición de algo
que "es", sino es algo dado porque dicta lo que "debe ser".
-La formulación más clásica y conocida del imperativo categórico sería: "obra
de tal manera que la máxima de tu conducta pueda valer en todo tiempo como
principio de legislación universal".
-Como se puede ver, en esta formulación no se dicta ninguna norma concreta,
sino la forma que ha de tener cualquier norma concreta: su carácter es
extremadamente formal.

4. Los postulados de la razón práctica


-En la Crítica de la razón pura pudo verse que sobre el alma libre e inmortal y
sobre Dios no cabía un conocimiento riguroso, esto es, científico (la metafísica no
puede ser una ciencia). Sin embargo, Kant no negó tales realidades sino que las
consideró básicas para el destino humano (ideas reguladoras de la razón).
-Es ahora, en la Crítica de la razón práctica, cuando Kant se replantea esta
cuestión y presupone tales realidades como postulados.
-Si se parte del hecho de que existe un factum moral, en definitiva, que el hombre
es también una conciencia moral no queda más remedio, según Kant, que admitir, si
se quiere mantener el orden moral, tres exigencias o postulados de la razón en su
uso práctico:
-Libertad del alma-. Coherentemente con su teoría del conocimiento, Kant
sostiene que la libertad del alma no es cognoscible científicamente: no es
objeto de intuición sensible aunque la razón teorética no ha demostrado su
imposibilidad. Ahora bien, debe ser admitida desde el uso práctico de la
razón ya que es la condición indispensable para que pueda haber ley moral,
cosa que Kant admite como evidente.
-La libertad no puede demostrarse como algo real, pero hay que
suponerla si se piensa en un ser racional y dotado de voluntad.
Partiendo de la base de la existencia de la ley moral, de que tal ley es
un hecho, un factum, hay que suponer la existencia de la libertad como
una exigencia de la ley moral.
-Si algo debe ser hecho y hay obligación de hacerlo, es sólo en tanto
que la voluntad es racional y libre para someterse a sus propias leyes.
La voluntad, pues, no estaría determinada por ningún elemento
empírico (circunstancias externas o presiones psicológicas) al estar
regida por un imperativo a priori, esto es, autodeterminada por sí
misma (autónoma) y, por consiguiente, capaz de juzgar de forma
autónoma sobre lo bueno o lo malo. Esta sería la voluntad
absolutamente buena.

-Inmortalidad del alma-. Para Kant, la razón ordena aspirar a la virtud, esto
es, a hacer todo lo posible porque haya concordancia perfecta y total de la
voluntad con la ley moral. Pero tal adecuación completa de la voluntad con la
ley moral (Kant lo denomina santidad) es un ideal imposible de alcanzar en
una existencia en el mundo sensible. Sólo es alcanzable en un progreso
indefinido, y por tanto, en el supuesto de que el alma tenga una existencia y
personalidad duradera en lo infinito, inmortal. Así pues, la inmortalidad se
presenta como un postulado, como una exigencia de la razón práctica.

-Existencia de Dios-. Los seres racionales finitos tienen como objeto total de
sus aspiraciones la unión de virtud y felicidad. Ahora bien, la experiencia
muestra que el hombre virtuoso lo es a costa de sacrificar en muchas
ocasiones su felicidad. Por ello, Kant postula la necesidad de la existencia de
Dios, que sea quien haga posible que a la virtud le corresponda la felicidad,
que consistiría en el estado del ser racional al que le va todo según su
voluntad y deseo. Sería la voluntad santa. Ahora bien, debe quedar claro que
la existencia de Dios no es el fundamento de la obligación moral; éste
descansa exclusivamente en la ley formal del deber. La existencia de Dios
sólo constituye la condición de posibilidad del bien supremo.

6. El problema de la política

1. El contexto de la Ilustración
-Kant no sólo comparte la mayoría de las tesis que caracterizan a los
ilustrados sino que en cierta forma es el último y más señalado de sus
representantes. Toda la obra kantiana como, en general toda la Ilustración, es un
alegato a favor de la liberación de toda tutela (tradiciones, autoridad o fe irracional)
y a favor del heroísmo que se necesita para atreverse a pensar por uno mismo.
-No obstante, esta defensa del uso de la razón de cada uno tiene un cierto
límite. Kant distingue el uso público de la razón de su uso privado.
-En cuanto al uso público, ha de haber una total libertad del uso de la razón.
En cuanto al uso privado, esta podrá e incluso deberá ceñirse a ciertos límites.
-Por uso público Kant entiende la discusión pública de todos los problemas
que puedan afectar a los individuos con vistas a encontrar fórmulas mejores de
resolverlos.
-Por uso privado entiende el uso que como profesional se ve obligado a hacer
de la razón. Así, dice Kant, un ciudadano puede criticar públicamente los impuestos
que rigen en su Estado e intentar ofrecer sistemas mejores en su distribución,
recaudación, etc. Pero no puede negarse (en virtud del uso privado de su razón) a
pagar los impuestos sin más.

7. El problema del hombre

1. El ser humano en Kant


-Considerado como fenómeno, el ser humano está sometido a las leyes físico-
biológicas, es decir, es un objeto más entre los objetos del mundo físico. Pero en
tanto que noúmeno, el ser humano, ser libre, pertenece al ámbito de la razón
práctica.
-El ser humano tiene tres disposiciones:

-disposición a la animalidad, en función de la cual se explica su


capacidad técnica;
-disposición a la humanidad, que explica su capacidad pragmática;
-y disposición a la personalidad, que explica su capacidad moral.

-Todas estas disposiciones expresan la dualidad humana: su dimensión


empírico-sensible y su dimensión ético-social. La primera indica su componente
individual, egoísta y cerrada sobre sí, como una cosa más entre las cosas. La segunda
refiere al reino de los fines y de la moralidad, como perteneciente a una comunidad
de personas. Según esta dimensión, puede y debe hablarse de la sociabilidad del
hombre.
-Kant, pues, concibe al hombre como un ser que encierra en sí una paradójica
complejidad: una “insociable sociabilidad”. Sin estas características básicas no se
pueden explicar la religión o la historia en Kant.

2. La reflexión sobre la historia


-El filósofo alemán va a concebir la historia como un desarrollo
constantemente progresivo, aunque lento, de las disposiciones originarias del
género humano en su totalidad.
-La filosofía de Kant aborda las cuestiones de en qué medida, bajo qué
condiciones y hasta qué punto la historia, en cuanto evolución de la comunidad
humana, puede llevar a la realización del soberano bien. En ella se establece la idea
de una sociedad de ciudadanos del mundo y se promueve la acción práctico-política
de la razón a la hora de organizar la sociedad, acción que ha de comportar la mayor
realización posible de la libertad.
-En contrapartida, Kant reajustará el lugar y sentido de la religión como
unión de virtud y felicidad.

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