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KANT
2. Vida y obra
1. La idea Dios
-La idea de Dios surge del intento de agrupar a toda la experiencia posible.
Dios es pensado como aquel ser que reúne en sí toda la realidad. A tal ser le llama
Kant ideal de la razón pura.
-Kant critica todas las pruebas que intentan demostrar la existencia de Dios y
las clasifica en tres grandes grupos:
5. El problema de la ética
-Ante los inconvenientes anteriores, Kant plantea como alternativa una ética
formal.
b) La ética formal
-La ética formal es una ética vacía de contenido: ni establece el bien o fin que
haya que conseguir, ni dice qué debe hacerse; sólo le interesa cómo se debe actuar.
-En la ética formal ya no es la materia, el objeto, lo que mueve la voluntad a
obrar, sino la forma, el carácter de ley de la ley misma: el motor es el deber, el deber
por el deber: no se dice "lo que" tiene que querer la voluntad sino "cómo" debe
quererlo.
-Una ética concebida de esta forma resuelve los inconvenientes de las éticas
materiales:
-Es universal puesto que no necesita marcar medios empíricos, sino que es el
carácter de la ley misma, el deber, lo que empuja a obrar a la voluntad; se
trata de una obligación a priori. No se cumple la ley moral por ningún interés
sino por el respeto a la propia ley.
-Se compone de imperativos categóricos, esto es, imperativos no sujetos a
ningún tipo de condición.
-Es autónoma, la fuerza vinculante no es exterior al propio sujeto; él es quien
se autodetermina.
-Desde este punto de vista, Kant distingue tres tipos de acciones, de las cuales
solamente la tercera es válida.
3. El imperativo categórico
-Kant, en su Crítica de la razón práctica, parte de un hecho, al igual que lo
hacía en la Crítica de la razón pura (la afirmación de que las matemáticas y la física
son ciencias); pero este hecho no es un hecho empírico sino de otro tipo, a saber, un
hecho moral (factum moral).
-Este factum de la conciencia moral es la existencia de normas de conducta:
-si son subjetivas, sólo válidas para uno mismo o para un grupo más o
menos numeroso, son máximas;
-si son objetivas, es decir válidas para todos y en todo momento, son
ley.
-A su vez, estas normas se expresan bajo la forma de un imperativo
que puede ser hipotético (se busca conseguir algo) o categórico (sin
condiciones, sólo se busca actuar por el deber impuesto por la
voluntad). Al hecho de que de forma absoluta se imponga a la
conciencia la necesidad de obrar por el deber es lo que Kant llama
imperativo categórico.
-Inmortalidad del alma-. Para Kant, la razón ordena aspirar a la virtud, esto
es, a hacer todo lo posible porque haya concordancia perfecta y total de la
voluntad con la ley moral. Pero tal adecuación completa de la voluntad con la
ley moral (Kant lo denomina santidad) es un ideal imposible de alcanzar en
una existencia en el mundo sensible. Sólo es alcanzable en un progreso
indefinido, y por tanto, en el supuesto de que el alma tenga una existencia y
personalidad duradera en lo infinito, inmortal. Así pues, la inmortalidad se
presenta como un postulado, como una exigencia de la razón práctica.
-Existencia de Dios-. Los seres racionales finitos tienen como objeto total de
sus aspiraciones la unión de virtud y felicidad. Ahora bien, la experiencia
muestra que el hombre virtuoso lo es a costa de sacrificar en muchas
ocasiones su felicidad. Por ello, Kant postula la necesidad de la existencia de
Dios, que sea quien haga posible que a la virtud le corresponda la felicidad,
que consistiría en el estado del ser racional al que le va todo según su
voluntad y deseo. Sería la voluntad santa. Ahora bien, debe quedar claro que
la existencia de Dios no es el fundamento de la obligación moral; éste
descansa exclusivamente en la ley formal del deber. La existencia de Dios
sólo constituye la condición de posibilidad del bien supremo.
6. El problema de la política
1. El contexto de la Ilustración
-Kant no sólo comparte la mayoría de las tesis que caracterizan a los
ilustrados sino que en cierta forma es el último y más señalado de sus
representantes. Toda la obra kantiana como, en general toda la Ilustración, es un
alegato a favor de la liberación de toda tutela (tradiciones, autoridad o fe irracional)
y a favor del heroísmo que se necesita para atreverse a pensar por uno mismo.
-No obstante, esta defensa del uso de la razón de cada uno tiene un cierto
límite. Kant distingue el uso público de la razón de su uso privado.
-En cuanto al uso público, ha de haber una total libertad del uso de la razón.
En cuanto al uso privado, esta podrá e incluso deberá ceñirse a ciertos límites.
-Por uso público Kant entiende la discusión pública de todos los problemas
que puedan afectar a los individuos con vistas a encontrar fórmulas mejores de
resolverlos.
-Por uso privado entiende el uso que como profesional se ve obligado a hacer
de la razón. Así, dice Kant, un ciudadano puede criticar públicamente los impuestos
que rigen en su Estado e intentar ofrecer sistemas mejores en su distribución,
recaudación, etc. Pero no puede negarse (en virtud del uso privado de su razón) a
pagar los impuestos sin más.