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Hermanus van Selm - estos reyes nos atacarán en su
La obediencia nos protege
(2 Tes. 1:8)
• HERMANUS VAN SELM
• 2 Tesalonicenses 1:8
• — El texto y el comentario de
hoy destacan dos cosas: 1) un
acontecimiento muy importante y 2)
una cualidad muy importante.
El acontecimiento es el Armagedón
y la cualidad es la obediencia.
• Así que vamos a contestar tres
preguntas: ¿qué es lo que va a pasar
antes del Armagedón?, ¿cómo nos
beneficia ahora ser obedientes?
y ¿qué relación hay entre el
Armagedón y la obediencia?
• Empecemos hablando del
Armagedón. ¿Cuáles son algunos
de los acontecimientos que
sucederán poco antes de que
empiece la guerra de Armagedón?
Como explica el libro Adoración
pura, en el capítulo 18, después de
la destrucción de todas las
religiones falsas que hay en el
mundo, es muy probable que
Jehová haga que sus siervos
proclamemos un mensaje final de
juicio; un mensaje muy duro, hiriente
para algunos. Puede que tengamos
que declarar que el sistema político
está a punto de llegar a su fin. Y es
de esperar que a los reyes de la
Tierra no les guste para nada este
mensaje. La Biblia, en el capítulo 38
del libro de Ezequiel, dice que
papel de Gog de Magog. Como los
siervos de Dios estamos por todo el
mundo, estos reyes que menciona la
Biblia tendrán que trabajar juntos a
nivel internacional para atacarnos a
todos al mismo tiempo. Para eso,
tendrán que hacerse aliados, es
decir, tendrán que unirse. Y esa es la
razón por la que nuestras
publicaciones más recientes dicen
que Gog de Magog es una unión, o
una coalición, de naciones. Pero ¿a
quiénes atacará exactamente Gog
de Magog? ¿Quedarán cristianos
ungidos en la Tierra cuando empiece
este ataque?
• A este respecto, La Atalaya de
julio de 2015 afirmó lo siguiente:
“Gog verá al pueblo de Dios
indefenso y lo atacará poco antes de
que los últimos ungidos sean
llevados al cielo”. Entonces, de
acuerdo con esta Atalaya, las
naciones nos atacarán mientras
todavía haya ungidos en la Tierra.
Pero ¿cómo confirma la Biblia esta
idea? En Ezequiel 38:16, la profecía
sobre Gog de Magog dice lo
siguiente: “Como nubes que
cubren el país, tú vendrás contra
mi pueblo Israel”. Nuestras
publicaciones han explicado desde
hace tiempo que este Israel es el
Israel espiritual. Así que el resto del
Israel espiritual, incluidos los
hermanos que formen el Cuerpo
Gobernante en ese momento,
estarán con nosotros cuando esa

coalición nos ataque. Tener a esos
hermanos fieles a nuestro lado en
ese momento sin duda contribuirá a
que tengamos la paz y tranquilidad
que se necesitarán para afrontar la
fase inicial del feroz ataque de esta
coalición de naciones.
• Pero, entonces, en algún punto
del ataque de Gog de Magog, Jesús
enviará a sus ángeles para reunir a
todos los que queden del Israel
espiritual en la Tierra y así reciban la
vida en el cielo. Esto será un cambio
significativo para los que estemos
en la Tierra porque, cuando nos
ataquen nuestros enemigos, los
hermanos ungidos ya no estarán
entre nosotros. Pero, aun así, según
Lucas 21:28, nos pondremos de pie
y levantaremos la cabeza. ¿Y por
qué no vamos a sentir miedo?
Porque el hecho de que los ungidos
se vayan al cielo significa que
nuestra liberación está muy cerca.
Jesús, los ángeles y los 144.000
hermanos de Cristo formarán un
ejército celestial que vendrá a
rescatarnos de la coalición de
naciones. ¡Trata de imaginarte lo que
van a sentir nuestros hermanos
ungidos cuando por fin vengan a
rescatarnos! Muchos ungidos han
trabajado de cerca con nosotros,
aquí en Betel o en la congregación.
Esto nos ha dado la oportunidad de
apoyarlos de distintas maneras y
también nos ha permitido llegar a ser
sus amigos. De seguro estarán
felices y muy emocionados en el
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momento en que nos liberen bajo el
mando de Jesús. En ese momento,
será cuando tendrán tanto la
autoridad como el poder para
defender a los siervos de Dios que
los apoyaron incondicionalmente
durante las situaciones difíciles que
vivieron mientras estaban en la
Tierra. Con razón, el texto de hoy se
basa en un artículo de La Atalaya
titulado “La llegada de Armagedón
es una buena noticia”. Y es que es
una buena noticia para los que
sirven a Jehová en el cielo y en la
Tierra.
• Hablemos ahora de la cualidad
que mencionamos al principio: la
obediencia. Hace poco, recibimos
una carta del Comité de Personal
que hablaba acerca de la
obediencia. Tras mencionar algunas
lecciones que hemos aprendido
durante la pandemia, la carta
explica: “Quizá lo más importante
que hemos aprendido es la
importancia de ser obedientes.
Queridos hermanos y hermanas,
ustedes han puesto un ejemplo
sobresaliente en este campo”. Estas
mismas palabras también pueden
decirse de todos los hermanos y
hermanas fieles de todo el mundo.
Los siervos de Dios somos
“obedientes de corazón”, como
dice Romanos 6:17. ¿Qué significa
esto? Que somos obedientes
porque amamos a Jehová. ¿Cómo
nos han beneficiado las
instrucciones que hemos recibido

de la organización de Jehová?
Un matrimonio que vive en Estados
Unidos dijo: “Seguir las
instrucciones que recibimos nos dio
paz interior”. Una hermana de
Filipinas dijo: “Ser obediente a las
instrucciones me permite tener la
conciencia tranquila al dar cursos
bíblicos y al aconsejar a mis
amigos”. Y un hermano de Perú
dice: “Ahora me siento más
preparado para obedecer las
instrucciones que recibamos más
adelante”. ¿Verdad que todos
pensamos lo mismo que estos
hermanos respecto a los beneficios
de ser obedientes?
• Nuestra obediencia tiene un
buen efecto en nuestros familiares
no Testigos. Veamos un ejemplo.
En Estados Unidos, una hermana
llevaba sirviendo a Jehová más de
45 años. En todo ese tiempo, su
esposo no había mostrado interés
en la verdad. Pero, durante la
pandemia, se dio cuenta del cariño
con el que la congregación cuidaba
a su familia. Estaba tan agradecido
que empezó a conectarse a las
reuniones de la congregación por
Zoom. Muchas veces escuchaba
anuncios de la sucursal sobre las
medidas de seguridad para evitar
contagios, y veía que obedecer esas
recomendaciones protegía a la
congregación. Un día, un familiar
no Testigo le dijo: “¡Vamos a dar una
vuelta!”. Pero él contestó: “No
pienso ir a ninguna parte hasta que
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Betel nos diga que podemos”.
¡Imagínese lo contenta que se puso
su esposa cuando lo oyó decir eso!
Su hijo dijo: “Aunque mi papá tenga
83 años de edad, todavía puede
aceptar la verdad”.
• Y, ahora, la última pregunta:
¿qué relación hay entre el
Armagedón y la obediencia?
Santiago 3:17 nos da la respuesta.
Allí dice que debemos estar listos
para obedecer. Es interesante que
esta expresión se traduce de una
palabra griega que aparece una sola
vez en toda la Traducción del Nuevo
Mundo, aquí, en Santiago 3:17.
La persona que está “lista para
obedecer” está dispuesta a corregir
rápidamente su manera de pensar
cuando se le dan buenas razones
para hacerlo. Es alguien que se
caracteriza por querer llevarse bien
con los demás. Curiosamente, en el
siglo primero, esta misma palabra
griega también solía usarse en un
contexto militar. Algunos
comentaristas bíblicos han señalado
que Flavio Josefo, el historiador
judío, usó esa misma palabra para
referirse a la obediencia de los
soldados en el ejército romano.
De hecho, él mismo escribió que
algo que contribuyó al éxito del
ejército romano fue que los
soldados estaban bien entrenados,
listos para obedecer. ¿Qué tiene que
ver esto con nosotros?
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• Por supuesto, está claro que

los cristianos no vamos a la guerra
como los soldados. Pero hay algo en
lo que nos parecemos nosotros y los
soldados romanos. Como ellos,
tenemos que estar bien entrenados
y listos para obedecer. ¿Por qué?
Porque, si aprendemos a ser
obedientes ahora, nos será más fácil
obedecer las instrucciones de la
organización de Dios en el futuro, y
eso nos salvará la vida. Cuando las
naciones nos ataquen y cuando
venga el Armagedón, entonces
nuestra obediencia nos protegerá.
Así que ¿cómo resumiríamos lo que
hemos analizado hoy?
• Primero, poco antes del
Armagedón sufriremos el ataque de
una coalición de naciones.
Segundo, lo que estamos viviendo
ahora nos da la oportunidad de
aprender a ser obedientes. Y,
tercero, de aquí a que venga el
Armagedón estaremos protegidos
siempre y cuando estemos listos
para obedecer.