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Pastores que
cuidan del rebaño

• MARIANA COELHO
• Brasil • — Aquello hizo que me diera
cuenta de que soy muy valiosa para
• — Todo estaba bien en mi
Jehová. Fue como si me estuviera
matrimonio —o eso pensaba—.
ayudando a recuperarme. Vi que se
Expulsaron a mi esposo, se fue de
interesaba mucho en mí, que me
casa y, en menos de un mes, nos
quería y que me estaba cuidando
habíamos divorciado. Justo después
con ternura. Y además no quería
del divorcio, tuve que arreglármelas
que tuviera ninguna duda de ello.
sola para mantener a mis hijas. Así
Algo más que recuerdo con mucho
que comencé a trabajar limpiando.
cariño fue lo que hizo un anciano
También tenía que cuidarlas en
después de una reunión. Me dio una
sentido espiritual. Pero, muchas
notita con unos textos bíblicos para
veces, la tristeza y el cansancio no
que los leyera en casa y me dijo que,
me permitían darles la atención que
si necesitaba cualquier cosa, podía
ellas necesitaban. Además de todo
contar con los ancianos.
eso, también tenía que luchar contra
sentimientos muy negativos. Fue • — Dos ancianos tuvieron la
una época muy difícil en mi vida. bondad de venir a verme, porque
Jehová los usa como pastores. Los
• ELÍAS MASSOLA hermanos hicieron un gran esfuerzo
• Mozambique
para visitarme. Usaron el transporte
• — Nunca en mi vida había público y después caminaron
estado tan enfermo. Ni siquiera tenía 40 minutos para llegar a mi casa,
fuerzas para ir al hospital. Lo único porque vivo muy lejos del Salón del
que podía hacer era seguir orando. Reino. No sé qué hubiera hecho sin
No podía caminar ni tampoco ir a las ellos. Cuando los ancianos llegaron,
reuniones. Los ancianos se dieron me escucharon, lloraron conmigo y
cuenta de que no estaba yendo al me leyeron algunos textos de la
Salón del Reino. Biblia. Vi cuánto me quiere Jehová.
Cuando me comencé a sentir mejor,
• — Los ancianos enseguida pude volver al Salón del Reino. ¡Qué
vinieron a ayudarme. Recuerdo que feliz estaba de volver a estar con mis
una de las cosas que más me animó hermanos!
fue un texto bíblico que me leyeron
aquel día. Salmo 139:3: • — Gracias a la ayuda que
recibimos, ahora mis hijas y yo
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estamos bien. La congregación es


nuestro segundo hogar y nos
sentimos muy a gusto con los
hermanos. Todo lo que tengo ahora
se lo debo a los hermanos,
especialmente a los ancianos.
No tengo duda de que las visitas de
pastoreo son una muestra muy clara
del gran amor que Jehová nos tiene.
Sé que, a veces, para los ancianos
puede ser difícil hacer estas visitas,
pero los resultados son muy buenos.
Pueden estar seguros de que todo
su trabajo y todos sus esfuerzos
valen la pena.
• — Nunca olvidaré lo que
hicieron por mí los ancianos. Aquella
situación me enseñó que Jehová
nunca abandona a sus ovejas, ni
siquiera a una. Como dice
Jeremías 23:4:

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