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Dios se prepara para traer a la Iglesia de Jesucristo la mayor activación profética de la cual
tengamos idea. Niños de tierna edad, adolescentes y jóvenes de escasa edad serán tocados por la
unción de los profetas, metiéndolos en un fluir profético sorprendente a través de sus propias
vidas. Alguna vez los fariseos se molestaron cuando al entrar Jesús a Jerusalén las gentes le
aclamaban. El les respondió diciendo: “Os digo que si estos callaran, las piedras clamarían”.
Lucas 19:40
Para los tiempos del fin, el Señor anuncia usar a gente de corta edad para profetizar y proclamar
Su grandeza y victoria en alabanza. Es en la boca de los pequeños y nobles niños en quienes El
perfecciona la profecía por alabanza.
David profetizó siglos antes de la entrada de Jesús al templo y de Sus palabras. El nos da luz
acerca de lo que Dios haría por la boca de los pequeños:
Dios me dio una orden muy concreta: “En forma prioritaria activarás lo profético en los jóvenes
de doce a veinticuatro años”.
Jehová me dijo: “Estas son las edades donde la mayoría son llamados al ministerio en esos años y
el diablo hará contra ellos el mayor esfuerzo para apartarlos del propósito. Debes marcarlos con
la unción profética. En esas edades hacen sus más grandes decisiones y yo los quiero para mi
Reino; tira sobre ellos tu manto profético”.
El manto de Elías
Eliseo tenía un llamado profético poderoso; él sería el carro de Israel y el Padre de los profetas
del futuro, más araba como boyero en la última yunta en el campo. Eliseo requería de un profeta
ungido que tirara sobre él el manto y lo trajera hacia su ministerio. Elías fue aquel profeta que le
tiró su manto y lo sacó de lo improductivo para meterlo de lleno en la preparación cabal de su
llamado de profeta. El manto de Elías era necesario; hoy igualmente miles de Eliseos aran en la
última yunta de sus ocupaciones teniendo escondido un poderoso llamado profético. Es necesario
que profetas padres también hoy activen a los discípulos proféticos y los desaten luego como
profetas emergentes.
“Tomando entonces Elías su manto,
lo dobló, y golpeó las aguas, las cuales
se apartaron a uno y a otro lado, y
pasaron ambos por lo seco.
Cuando habían pasado, Elías dijo a
Eliseo: Pide lo que quieras que haga
por ti, antes que yo sea quitado de ti.
Y dijo Eliseo: Te ruego que una doble
porción de tu espíritu sea sobre
mí”.
2 Reyes 2:8,9
Esta es la hora de la Nueva Generación Profética; esta es la hora de los Eliseos. Todos los Elías
modernos (esto es, los padres profetas, deben invertir sus vidas en formar a los hijos de los
profetas y hacerlos pasar del último lugar al primero; de lo postrero a lo primero. Amén y amén.