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LECTIO DIVINA: DOMINGO XXVII DEL TIEMPO ORDINARIO (OCTUBRE 08 2017)

SAN MATEO 21,33-43


Invocación al Espíritu Santo
Bendito seas, Señor, porque quisiste que tu Palabra «Viva y Eterna» se
conservara por escrito en los libros Sagrados de las Escrituras. Nosotros los
veneramos con espíritu filial, reconociendo en ellos «tu voz de Padre» que
sale a nuestro encuentro a fin de revelarnos tus misterios más íntimos.
En medio de tantas palabras que oímos, leemos y repetimos a diario, nos
alegra poder escuchar ahora la Tuya, que es Palabra siempre actual y de
inagotable riqueza. Gracias a Ella te conocemos a ti, «el único Dios verdadero
y a tu Enviado Jesucristo».
Que su Espíritu nos enseñe a interpretar correctamente tu Palabra y haga
brotar de nuestro corazón el deseo de meditarla en silencio, abriendo nuestra
vida a tus misterios para alabarte, darte gracias, implorar y pedirte perdón.
Amén.

1. LECTIO
Una vez seleccionado el texto es necesario leerlo varias veces.
21«33Escuchad otra parábola: “Un hombre era propietario, el cual plantó
una viña y la encerró con un cerco y cavó un lagar y construyó una torre y la
arrendó a unos agricultores y emprendió un viaje. 34Cuando llegó el tiempo de
la vendimia, envió a sus siervos a los agricultores para recibir sus frutos.
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Pero los agricultores cogieron a sus siervos, a uno pegaron, a otro mataron y
a otro apedrearon. 36De nuevo envió otros siervos en mayor número que los
primeros, pero hicieron con ellos del mismo modo. 37Y después les envió a su
hijo diciendo: ‘respetarán a mi hijo’. 38Pero los agricultores al ver al hijo se
dijeron: ‘Este es el heredero. ¡Vamos! Matémosle y obtengamos su herencia.
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Lo agarraron sacándolo fuera de la viña y lo asesinaron. 40Entonces cuando
venga el señor de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?” 41Le dijeron:
“condenará a muerte terrible a esos desdichados y arrendará la viña a otros
agricultores, quienes le entreguen los frutos a su tiempo”. 42Jesús les dijo:
“¿No ha habéis leído en las Escrituras: ‘la piedra que desecharon los
constructores, ésta se ha convertido en piedra angular; esto fue la acción del
Señor y es maravilloso a nuestros ojos?” 43Por eso digo a vosotros: “se os
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quitará el Reino de Dios y le será dado a un pueblo que produzca sus


frutos”»1.

2. MEDITATIO
Poner el texto en relación con otros textos de la Sagrada Escritura y
utilizar instrumentos propios del estudio de la Biblia nos ayuda a la
comprensión del mismo.
2.1 Contexto inmediato de Mt 21,33-43
A partir del capítulo 21 inicia lo que tradicionalmente celebramos en la
Semana Santa. Jesús entra a Jerusalén montado en un pollino y la gente lo
aclama como «al Hijo de David» (21,1-11). Había mucha gente en Jerusalén
pues llegaban para celebrar la Pascua. Cuando Jesús entró en el templo
expulsó a los que cambiaban el dinero público por una especie de moneda
sagrada, con la cual se compraban los animales para los sacrificios o se
depositaban en las alcancías del templo y también realizó algunos milagros
(21,12-16). Al día siguiente regresó al templo y mientras predicaba se le
acercaron los sumos sacerdotes y los ancianos, quienes cuestionaron su actitud
(21,23-27). Después de dialogar con ellos, les dirige varias parábolas: la del
padre y sus dos hijos (vv.28-32), la del dueño de la viña y los agricultores
asesinos (vv.33-43) y la del banquete nupcial (22,1-14). El sentido de la
parábola del dueño de la viña y los agricultores asesinos sigue tratando el tema
de la salvación para aquellos que dan buenos frutos y la condenación para
quienes obran en contra de la voluntad de Dios.

2.2 La viña y el Reino de los Cielos


Así como la anterior parábola del padre y sus dos hijos, también ésta se
refiere al Reino de los Cielos. Los dirigentes del pueblo, a quienes se les ha
confiado en arriendo la viña, la cual es el pueblo de Israel, están a punto de
cometer el atentado definitivo contra los derechos del dueño de la viña que es
Dios, al intentar eliminar a su representante mesiánico que es su Hijo, nuestro
Señor Jesucristo.
La alusión al destino trágico de los siervos tiene relación con algunos
profetas del pueblo de Israel: el profeta Jeremías es maltratado (Jr 20,2), Urías
es asesinado (Jr 26,23), Zacarías apedreado (2Cro 24,21) y el Siervo de Dios
sufre las consecuencias de la ira de sus verdugos (Is 52,13–53,12).

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La traducción es personal. El texto griego está tomado de la edición crítica de E. Nestle
y K. Aland, Novum Testamentum Graece, Stuttgart 201228.
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La conclusión de la parábola: «se os quitará el Reino de Dios y le será dado


a un pueblo que produzca sus frutos» (v.43) ha sido interpretada por la Iglesia
como un claro llamado a ser Ella la heredera de las promesas del Antiguo
Testamento por su fe en Cristo. A la Iglesia, Dios mismo le ha dado la Viña
para que produzca buenos frutos en Cristo.

2.3 La referencia a las Escrituras


Jesús hace una referencia a un texto del Antiguo Testamento y cita el Salmo
118 (117): «La piedra que desecharon los albañiles se ha convertido en la
piedra angular; esto ha sido obra de YHWH, nos ha parecido un milagro» (Sal
118,22-23). En este Salmo, los fieles en una fiesta alaban, llenos de asombro,
los actos de YHWH en favor del justo, que fue salvado del desprecio y del
peligro mortal y a quien ahora le es dado entrar por las puertas de la justicia. Y
lo alaban con aquella imagen proverbial: «La piedra que los constructores, al
examinarla, desecharon, se ha convertido en la piedra angular». El sentido que
tiene esta alabanza es la maravillosa transformación que ha tenido lugar: aquel
que fue descalificado por los hombres, ha sido reconocido y distinguido por
Dios.
El apóstol Pedro, al pronunciar su discurso ante el Sanedrín, cita el Salmo
118 pero aplicándolo directamente a Jesús: «Él (Jesús) es la piedra que
vosotros, los constructores, habéis despreciado y que se ha convertido en
piedra angular. Porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres
por el que nosotros debamos salvarnos» (Hch 4,11-12).

3. ORATIO
Siempre la Palabra de Dios ilumina algunas realidades de nuestra vida de
creyentes.
3.1 Comprometidos con el Reino de los Cielos
El destino de los siervos en la parábola describe no sólo la suerte de los
profetas, sino, en general, la de quienes se comprometen por Dios. Los
malvados agricultores no son, pues, sólo las autoridades judías de los tiempos
de Jesús, sino también los que hoy quieren realizar sus propias concepciones
del Reino de los Cielos a costa de otros. Así como el hijo del dueño de la viña
fracasa ante los malvados agricultores, puede que también hoy les vaya así a
algunos hijos de Dios que con su compromiso por el Reino de los Cielos
chocan con una oposición que amenaza su propia existencia. Pero el creyente
puede confiar que Dios mismo se ocupa de su viña, es decir, del Reino. A
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pesar de la mala administración, el Reino de los Cielos seguirá existiendo


siempre y pertenecerá a las personas que den sus frutos al Padre.

3.2 Dar los frutos que Dios quiere


Como propietarios pasajeros del Reino de los Cielos, los creyentes nos
vemos exhortados a dar a Dios los frutos esperados. El Reino de los Cielos no
nos pertenece, sino que sólo nos ha sido confiado, como a los arrendatarios de
la viña. La mención de que el Reino de los Cielos es quitado es una
advertencia para que no nos olvidemos, como los agricultores malvados, de
dar frutos. Si en Cristo, la Viña (es decir, la Iglesia) se nos ha dado a nosotros
como nuevos administradores, la advertencia de darla a otro pueblo que
produzca sus frutos provoca celos en sentido positivo: nos mueve a buscar por
todos los medios dar los frutos que Dios quiere.

4. CONTEMPLATIO
La Palabra de Dios debe llevarnos siempre a la acción.
Para reflexionar:
 En la parábola se expresa la generosidad del dueño de la viña en los
preparativos iniciales para que, al final, se recojan frutos abundantes.
Pero a ello se contrapone la maldad de los agricultores quienes, con sus
actos de agresión, dejan ver los límites de su mal. Preguntémonos cada
uno de nosotros cómo respondemos a la generosidad de Dios.
 La parábola está dirigida a los sumos sacerdotes y ancianos, quienes se
sentían muy seguros de su salvación por la función que desempeñaban
dentro del templo. Y nosotros ¿hemos caído en la tentación de pensar
que ya estamos salvados? ¿Somos excluyentes de otras personas
apropiándonos de las cosas de Dios?
Para poner en práctica:
 Trabajar, a través del apostolado, para que la Iglesia, Viña del Señor, dé
frutos de santidad y muchos puedan alcanzar la salvación.
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Página web: www.bibliayfe.org.


Facebook: Parroquia del Perpetuo Socorro-La Unión.

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