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RITO DE LA ORDENACIÓN DE PRESBÍTEROS

Comentador: Queridos hermanos y hermanas, sean bienvenidos a esta celebración


en la que nuestros hermanos diáconos Fray Francisco y Fray Bernardo recibirán el
Sagrado Orden del Presbiterado por la imposición de manos de Su Excelencia Mons.
Nicolás Zapata Lopera, Obispo de nuestra Prelatura “La Señora de Todos los
Pueblos”.

Por este sacramento se les conferirá la unción del Espíritu Santo, que los marcará
con un carácter especial y los identificará con Cristo Sacerdote, para actuar como
representantes suyos y sinceros colaboradores del Orden episcopal, llamados a servir
al pueblo de Dios, desde el carisma de su comunidad religiosa, formando junto con
el Obispo un único presbiterio.

Al ser constituidos presbíteros, anunciarán a todos la Palabra divina, ofrecerán el


Santo Sacrificio de la Eucaristía, desempeñarán el ministerio de la reconciliación y
el alivio a favor de los penitentes y enfermos, y presentarán a Dios las súplicas y
necesidades de los fieles.

El rito de la ordenación presbiteral tiene lugar dentro de la celebración de la Santa


Misa, después de la proclamación del Evangelio; substituye la oración de fieles y da
continuación al ofertorio. Este rito se desarrolla en cinco pasos: elección de los
candidatos, promesa de los elegidos, oración litánica, imposición de manos y
plegaria de ordenación, y unción de las manos y entrega del pan y el vino.

Dispongamos nuestros corazones para esta santa celebración y acompañemos a


nuestros diáconos con nuestra fervorosa oración.

RITOS INICIALES Y LITURGIA DE LA PALABRA


Los ritos iniciales y la liturgia de la Palabra se realizan del modo acostumbrado. La
liturgia de la ordenación tiene lugar después de la proclamación del Evangelio.

Primera lectura.
Salmo.
Segunda lectura.
Aleluya.
Evangelio.
LITURGIA DE LA ORDENACIÓN

1. ELECCIÓN DE LOS CANDIDATOS

Comentador: Se pueden sentar. Ahora, tiene lugar la elección de los candidatos.


Proclamado el Evangelio, la Comunidad pide al Obispo que ordene a los candidatos.
El superior informa al Obispo, que le pregunta, ante el pueblo, de que no existan
dudas acerca de ellos. Al terminar el interrogatorio, el pueblo da gracias a Dios
diciendo: “Deo gratias”, que significa, “te damos gracias, Señor”.

Superior: Acérquense los que van a ser ordenados presbíteros.

Superior: Fr. N…

Superior: Reverendísimo Padre, la santa Madre Iglesia pide que ordenes


presbíteros a estos hermanos nuestros.

Obispo: ¿Sabes si son dignos?

Superior: según el parecer de quienes los presentan, después de consultar al


pueblo cristiano, doy testimonio de que han sido considerados dignos.

Obispo: Con el auxilio de Dios y de Jesucristo, nuestro Salvador, elegimos a


estos hermanos nuestros para el Orden de los presbíteros.

Todos: Deo gratias (te damos gracias, Señor).

2. PROMESA DE LOS ELEGIDOS

Comentador: En este momento solamente los elegidos se levantan y el pueblo


permanece sentado, para la promesa de los elegidos, en la cual, los candidatos, en
presencia del Obispo y de todos los fieles, manifiestan la voluntad de cumplir su
ministerio, según los deseos de Cristo y de la Iglesia bajo la autoridad del Obispo y
su superior religioso.

Obispo: Queridos hijos: antes de entrar en el Orden de los presbíteros es


necesario que manifiesten ante el pueblo su decisión de recibir este ministerio.
¿Quieren desempeñar siempre el ministerio sacerdotal en el grado de
presbíteros, como fieles colaboradores del Orden Episcopal, apacentando el rebaño
del Señor bajo la guía del Espíritu Santo?
Elegidos: Sí, quiero.
Obispo: ¿Quieren desempeñar, con dedicación y sabiduría el ministerio de la
palabra en la predicación del Evangelio y la exposición de la fe católica?
Elegidos: Sí, quiero.
Obispo: ¿Quieren celebrar con piedad y fidelidad los misterios de Cristo,
especialmente el sacrificio de la Eucaristía y el sacramento de la Reconciliación,
para alabanza de Dios y santificación del pueblo cristiano, según la tradición de la
Iglesia?
Elegidos: Sí, quiero.
Obispo: ¿Quieren implorar, junto con nosotros, la misericordia divina a favor
del pueblo que les sea confiado, cumpliendo así el mandato de orar continuamente?
Elegidos: Sí, quiero.
Obispo: ¿Quieren unirse cada día más estrechamente a Cristo, Sumo
Sacerdote, que por nosotros se entregó al Padre como víctima santa, y consagrarse a
Dios junto con Él para la salvación de los hombres?
Elegidos: Sí, quiero, con la gracia de Dios.
Enseguida, cada uno de los elegidos se acerca al Obispo, y de rodillas ante él, pone
sus manos juntas entre las manos del Obispo.
Obispo: ¿Prometes obediencia y respeto al Obispo diocesano y a tu Superior
legítimo?
Elegido: Sí, prometo.
Obispo: Que Dios mismo lleve a término esta obra buena que en ti ha
comenzado.

3. ORACIÓN LITÁNICA

Comentador: Sigue la oración de las letanías o litánica; en ella todos imploramos


la gracia de Dios y la intercesión de los Ángeles y de los Santos en favor de los
candidatos. Nos ponemos en pie.

Obispo: Oremos, hermanos, a Dios Padre todopoderoso, para que


derrame generosamente sus dones sobre estos elegidos para el
ministerio de los presbíteros.

Comentador: Los elegidos se postran rostro en tierra y nosotros los acompañamos


con el canto de las letanías poniéndonos de rodillas.

Letanías de los Santos


Señor, ten piedad Señor, ten San Carlos Lwanga, ruega por
piedad. nosotros.
Cristo, ten piedad Cristo, ten Santas Perpetua y
piedad. Felicidad, rogad por
nosotros.
Señor, ten piedad Señor, ten Santa Inés, ruega por
piedad. nosotros.
Dios, Padre Celestial, ten piedad de Santa María Goretti, ruega por
nosotros. nosotros.
Dios, Hijo Redentor del ten piedad de Beatos Mártires
mundo, nosotros. Colombianos, rogad por
nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de Todos los Santos rogadpor
nosotros. Mártires, nosotros.
Santísima Trinidad, un solo ten piedad de Santos León y rogadpor
Dios, nosotros. Gregorio, nosotros.
Santa María, ruega por San Ambrosio, ruega por
nosotros. nosotros.
Santa Madre de Dios, ruega por San Jerónimo, ruega por
nosotros. nosotros.
Santa Virgen de las Vírgenes, ruega por San Agustín, ruega por
nosotros. nosotros.
Santos Miguel, Gabriel y rogad por San Atanasio, ruega por
Rafael, nosotros. nosotros.
Santos Ángeles custodios rogad por Santos Basilio y rogad por
nosotros. Gregorio, nosotros.
Todos los Santos Ángeles, rogad por San Juan Crisóstomo, ruega por
nosotros. nosotros.
San Abraham, ruega por San Martín, ruega por
nosotros. nosotros.
San Moisés, ruega por San Patricio, ruega por
nosotros. nosotros.
San Elías, ruega por Santos Cirilo y rogad por
nosotros. Metodio, nosotros.
San Juan Bautista, ruega por San Carlos Borromeo, ruega por
nosotros. nosotros.
San José, ruega por San Francisco de ruega por
nosotros. Sales, nosotros.
Todos los Santos Patriarcas y rogad por San Pío Décimo, ruega por
Profetas, nosotros. nosotros.
Santos Pedro y Pablo, rogad por San Juan Pablo ruega por
nosotros. Segundo, nosotros.
San Andrés, ruega por San Antonio, ruega por
nosotros. nosotros.
Santos Juan y Santiago, rogad por San Benito, ruega por
nosotros. nosotros.
Santo Tomás, ruega por San Bernardo, ruega por
nosotros. nosotros.
San Mateo, ruega por Santos Francisco y
nosotros. Domingo rogad por
nosotros.
Todos los Santos Apóstoles, rogad por Santo Tomás de ruega por
nosotros. Aquino, nosotros.
San Lucas, ruega por San Ignacio de ruega por
nosotros. Loyola, nosotros.
San Marcos, ruega por San Francisco Javier, ruega por
nosotros. nosotros.
San Bernabé, ruega por San Vicente de Paul, ruega por
nosotros. nosotros.
Santa María Magdalena, ruega por San Juan María ruega por
nosotros. Vianney, nosotros.
Todos los Santos Discípulos rogad por San Pío de ruega por
del Señor, nosotros. Pietrelchina, nosotros.
San Esteban, ruega por San Juan de la Cruz, ruega por
nosotros. nosotros.
San Ignacio de Antioquía, ruega por San Juan Bosco ruega por
nosotros. nosotros.
San Policarpo, ruega por San José María ruega por
nosotros. Escrivá, nosotros.
San Justino, ruega por San Hilario de ruega por
nosotros. Poitiers, nosotros.
San Lorenzo, ruega por San Roberto ruega por
nosotros. Belarmino, nosotros.
San Cipriano, ruega por San Gaspar del ruega por
nosotros. Búfalo, nosotros.
San Bonifacio, ruega por San José de ruega por
nosotros. Cupertino, nosotros.
San Estanislao, ruega por San María Rafael ruega por
nosotros. Arnaiz, nosotros.
Santo Tomás Becket, ruega por San Charbel, ruega por
nosotros. nosotros.
Santos Juan Fisher y Tomás rogad por Santa Catalina de ruega por
Moro, nosotros. Siena, nosotros.
San Pablo Miki, ruega por Santa Laura de Santa
nosotros. Catalina de Sena, ruega por
nosotros.
Santos Juan de Brébeuf e rogad por Beato Mariano de ruega por
Isaac Jogues nosotros. Jesús, nosotros.
San Pedro Chanel, ruega por Beato Luis Bariara, ruega por
nosotros. nosotros.

Santa Teresa de Jesús, ruega por


nosotros.
Santa Teresa del Niño Jesús, ruega por
nosotros.
Santa Rosa de Lima, ruega por
nosotros.
Santa Teresa de Calcuta, ruega por
nosotros.
Santa Hildegarda, ruega por
nosotros.
San Luis, ruega por
nosotros.
Santa Mónica, ruega por Para que de día en día
nosotros.
Santa Isabel de Hungría, ruega por configures estos hijos
nosotros. tuyos
Santo Domingo Sabio, ruega por con Cristo, el
nosotros. primogénito
San Francisco Marto, ruega por entre muchos te rogamos,
nosotros. hermanos, óyenos.
Santa KáteriTekakvita, ruega por
nosotros.
Todos los Santos y Santas de rogad por Para que concedas la
Dios, nosotros. virtud
de la perseverancia a
estos
Muéstrate propicio, líbranos, Señor. hijos tuyos, te rogamos,
óyenos.
De todo mal, líbranos, Señor.
De todo pecado, líbranos, Señor. Para que bendigas,
De las insidias del demonio, líbranos, Señor. santifiques y consagres
a
De toda ira, odio y mala líbranos, Señor. estos hijos tuyos,
voluntad, hermanos
De la muerte eterna, líbranos, Señor. nuestros, te rogamos,
óyenos.
Por tu encarnación, líbranos, Señor.
Por tu nacimiento, líbranos, Señor. Jesús, Hijo de Dios te rogamos,
vivo, óyenos.
Por tu bautismo y santo líbranos, Señor.
ayuno,
Por tu pasión y tu cruz, líbranos, Señor. Cristo, óyenos. Cristo, óyenos.
Por tu muerte y sepultura, líbranos, Señor. Cristo, escúchanos. Cristo,
escúchanos.
Por tu santa resurrección, líbranos, Señor.
Por tu admirable ascensión, líbranos, Señor.
Por el envío del Espíritu líbranos, Señor.
Santo,
Por tu gloriosa venida, líbranos, Señor.

Nosotros que somos te rogamos,


pecadores, óyenos.
Que nos perdones, te rogamos,
óyenos.
Que te dignes conducirnos a
una verdadera penitencia, te rogamos,
óyenos.
Que te dignes confortarnos y
guardarnos en tu santo te rogamos,
servicio, óyenos.
Que retribuyas a nuestros
bienhechores con el premio te rogamos,
eterno, óyenos.
Que te dignes dar y conservar
los frutos de la tierra, te rogamos,
óyenos.
Que te dignes gobernar y
conservar a tu Santa Iglesia, te rogamos,
óyenos.
Que te dignes conservar en tu
santa religión al Sumo
Pontífice y a todos los te rogamos,
órdenes de la jerarquía óyenos.
eclesiástica,
Que te dignes conducir a la
unidad a todos los que creen te rogamos,
en Cristo, óyenos.
Que te dignes conducir a
todos los hombres a la luz de te rogamos,
la verdad, óyenos.
Para que hagas más fecunda
la vida de la Iglesia, con la
oblación y el apostolado de te rogamos,
tus hijos, óyenos.

Comentador: Los elegidos continúan postrados. Permanecemos de rodillas para la


oración.

Obispo: Señor, Dios nuestro, escúchanos y derrama sobre estos siervos


tuyos tu Espíritu Santo y la gracia sacerdotal; concede la abundancia de
tus bienes a quienes consagramos en tu presencia. Por Jesucristo
Nuestro Señor.
R. Amén.

Comentador: Nos ponemos de pie.

4. IMPOSICIÓN DE LAS MANOS Y PLEGARIA DE


ORDENACIÓN

Comentador: A continuación se realiza la imposición de las manos del Obispo y


la Plegaria de la Ordenación, por medio de las cuales se les confiere a los
candidatos el don del Espíritu Santo para su función presbiteral. Juntamente con el
Obispo, los presbíteros imponen las manos a los candidatos para significar su
acogida en el presbiterio. Acompañamos este momento permaneciendo de pie.

Plegaria de Ordenación (solo el Obispo):


Asístenos, Señor, Padre Santo,
Dios todopoderoso y eterno,
autor de la dignidad humana
y dispensador de todo don y gracia;
por ti progresan tus creaturas y por ti se consolidan todas las cosas.
Para formar el pueblo sacerdotal,
tú dispones con la fuerza del Espíritu Santo
en órdenes diversos a los ministros de tu Hijo Jesucristo.

Ya en la primera Alianza aumentaron los oficios,


instituidos con signos sagrados.
Cuando pusiste a Moisés y Aarón al frente de tu pueblo,
para gobernarlo y santificarlo,
les elegiste colaboradores,
subordinados en orden y dignidad,
que les acompañaran y secundaran.
Así, en el desierto,
diste parte del espíritu de Moisés,
comunicándolo a los setenta varones prudentes,
con los cuales gobernó más fácilmente a tu pueblo.
Así también hiciste partícipes a los hijos de Aarón
de la abundante plenitud otorgada a su padre
para que un número suficiente de sacerdotes
ofreciera, según la ley, los sacrificios,
sombra de los bienes futuros.

Finalmente, cuando llegó la plenitud de los tiempos,


enviaste al mundo, Padre Santo, a tu Hijo, Jesús,
Apóstol y Pontífice de la fe que profesamos.
Él, movido por el Espíritu Santo,
se ofreció a ti como sacrificio sin mancha,
y habiendo consagrado a los apóstoles con la verdad,
los hizo partícipes de su misión;
a ellos, a su vez, les diste colaboradores
para anunciar y realizar por el mundo entero
la obra de la salvación.

También ahora, Señor, te pedimos nos concedas,


como ayuda a nuestra limitación, estos colaboradores
que necesitamos para ejercer el sacerdocio apostólico.

TE PEDIMOS, PADRE TODOPODEROSO,


QUE CONFIERAS A ESTOS SIERVOS TUYOS
LA DIGNIDAD DEL PRESBITERADO;
RENUEVA EN SUS CORAZONES EL ESPÍRITU DE SANTIDAD;
RECIBAN DE TI EL SEGUNDO GRADO
DEL MINISTERIO SACERDOTAL
Y SEAN, CON SU CONDUCTA, EJEMPLO DE VIDA.

Sean honrados colaboradores del Orden de los Obispos,


para que por su predicación,
y con la gracia del Espíritu Santo,
la palabra del Evangelio
dé fruto en el corazón de los hombres,
y llegue hasta los confines del orbe.
Sean con nosotros fieles dispensadores de tus misterios,
para que tu pueblo se renueve
con el baño del nuevo nacimiento,
y se alimente de tu altar;
para que los pecados sean reconciliados
y sean confortados los enfermos.

Que en comunión con nosotros, Señor,


Imploren tu misericordia
por el pueblo que se les confía
y a favor del mundo entero.

Así todas las naciones, congregadas en Cristo,


formarán un único pueblo tuyo
que alcanzará su plenitud en tu Reino.

Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,


que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo y es Dios
por los siglos de los siglos. R. Amén.

5. UNCIÓN DE LAS MANOS Y ENTREGA DEL PAN Y EL VINO

Comentador: Se pueden sentar. En este momento tiene lugar la unción de las


manos y la entrega del pan y el vino. Terminada la Plegaria de Ordenación, los
elegidos ya han sido ordenados Presbíteros. Ahora, por medio de algunos signos se
manifiesta su identificación como ministros del altar, estos son: la vestición de los
ornamentos sacerdotales, la unción de las manos con el sagrado Crisma, y la entrega
del pan y del vino en sus manos.

En este momento los neo-sacerdotes son revestidos por sus familiares con la estola
presbiteral y con la casulla, para manifestar visiblemente el ministerio que desde
ahora van a ejercer en la liturgia.

Por la unción de las manos se significa la peculiar participación de los presbíteros en


el sacerdocio de Cristo.

Una vez han sido ungidos, el Obispo les envuelve las manos con un purificador, y
los ordenados se acercan a sus familiares para ofrecerles su primera bendición neo-
sacerdotal.

Por último, la entrega del pan y del vino indica el deber de los neo-presbíteros de
presidir la celebración de la Eucaristía y de seguir a Cristo crucificado.
Como culmen del rito, el Obispo ofrece a los ordenados el gesto de la paz, con el
cual pone el sello a la acogida de sus nuevos colaboradores en su ministerio;
también los presbíteros los saludan para expresar el común ministerio en el Orden.

Los ordenados ejercen por primera vez su ministerio en la liturgia eucarística


concelebrándola con el Obispo y los demás miembros del presbiterio, ocupando el
primer lugar.

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