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Lectio Divina TO XIV Ciclo A
Lectio Divina TO XIV Ciclo A
LECTIO DIVINA
1. LECTIO
El primer momento de la Lectio consiste en seleccionar el texto y leerlo
varias veces hasta el punto de memorizarlo.
11«25En aquel momento dijo Jesús: “te alabado a ti, Padre, Señor del cielo y
de la tierra, porque ocultaste ésto de los sabios e inteligentes y lo revelaste a
los simples. 26Si, Padre, pues tal ha sido tu graciosa voluntad. 27Todo me lo ha
confiado mi Padre y nadie conoce al Hijo si no el Padre, ni al Padre nadie
conoce si no el Hijo y al que quiera el Hijo revelar. 28Venid a mí todos los
cansados y agobiados y yo les daré descanso. 29Tomad mi yugo sobre vosotros
y aprended de mí, pues soy manso y humilde de corazón y encontraréis
descanso a vuestras almas. 30Porque mi yugo es fácil y mi carga ligera”»1.
2. MEDITATIO
En el segundo momento de la Lectio el orante, ayudado con los elementos
propios de la exégesis bíblica, trata de comprender «qué dice el texto».
2.1 Contexto inmediato de 11,25-30
El capítulo 11 describe la misión que Jesús realizó en algunas ciudades en
compañía de sus discípulos pero, al no encontrar una respuesta de acogida,
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La traducción es personal. El texto griego está tomado de la edición crítica de E.
NESTLE y K. ALAND, Novum Testamentum Graece, Stuttgart 201228.
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3. ORATIO
Después de saber «qué dice el texto», la Palabra de Dios comienza a
iluminar algunas realidades de la propia vida. Entonces surge la pregunta ¿qué
me dice el texto?
3.1 Pertenecer al grupo de los pequeños
Sólo quien es humilde y sencillo podrá recibir la revelación que Jesús vino
a ofrecer. Los sabios e inteligentes se destacan por sus conocimientos
profundos, pero en ocasiones, el conocimiento enorgullece, mientras que el
pobre que se gana la vida con el trabajo sencillo y duro, aprende a conocer a
Dios desde su misma experiencia de la pequeñez. Posiblemente estas personas
no tuvieron la oportunidad de ir a una universidad para hacer estudios
superiores pues debían ganarse la vida con su trabajo pero siempre estuvieron
abiertos a la voluntad de Dios y su fe los llevó a tener una vida piadosa. Es a
éstos a quienes se refiere Jesús; es por ellos que Él glorifica al Padre porque
en el nuevo Pueblo de Dios, que es la Iglesia, los creyentes tendrán una
característica: serán mansos y humildes de corazón como su Maestro. Serán
pequeños como lo fue Jesús, quien siendo el Hijo de Dios, se Encarnó y se
hizo pequeño en nuestra carne mortal.
4. CONTEMPLATIO
La Palabra de Dios impulsa a la acción. ¿Cómo puedo vivir esta Palabra en
mi vida?
Para reflexionar:
¿Los afanes de la vida me llevan a perderme en las cosas de lo cotidiano
y a alejarme de mis compromisos cristianos?
¿Saco tiempo para retirarme en silencio y orar a Dios para que Él
reponga mis fuerzas desgastadas por la agitación de las ocupaciones
diarias?
¿Me puedo proponer imitar a Jesús, manso y humilde de corazón, para
pertenecer en el grupo de los sencillos y ser amado por Dios?
Como práctica se puede ofrecer una visita al Santísimo donde se le diga
a Jesús que queremos entrar en su descanso, es decir, en su Sagrado
Corazón.
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J.A. PAGOLA, El Camino abierto por Jesús. Mateo, Bogotá 2012 (páginas 130-131).