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Según los expertos, los petroglifos de Miculla son el resultado cultural de los valientes caravaneros que

unían la cordillera con el desierto y de los agricultores del Caplina. Se cree que empezaron a crear estos
petroglifos entre los siglos IX y XV, durante el período cultural conocido como Desarrollo Regional Tardío.
(Siglo IX a XV 800 A 1400)

Respecto a los Petroglifos que se encuentran en Miculla, aquellos, como se ha hecho mención, parecerían
haber iniciado su aparición durante la época del pueblo Tiahuanaco. Aquellos se encuentran hechos sobre
piedras calcáreas o de sílice rojiza y en cuanto a las figuras, predominan las formas antropomorfas,
astrológicas, fitomorfas, Pzoomorfas (pumas, águilas, etc.) así como también escenas donde hay una clara
inclinación al culto a la fertilidad y al agua.Los petroglifos que más destacan en la zona es la conocida Piedra
de la Fertilidad donde se representa el ritual erótico de la fertilidad; y la Piedra del Agua, donde es posible
apreciar al Señor del Agua conocido además como el Señor de las Serpientes que parece sostener en sus
manos báculos sacros. Asimismo es común encontrar en las escenas representadas, aquellas alusivas a la
caza, agricultura, enfrentamientos entre grupos étnicos, interpretación de danzas, tocando instrumentos
musicales

LOS AYMARAS

CAMANCHACOS, UROS , CHINCHORROS


Tacna arqueológica: Historia grabada en piedra
Posted on 30/07/2014 0Comments0

En esta pampa que los lugareños llaman San Francisco, se ha acondicionado una ruta turística de 42
hectáreas, en la que los acuciosos visitantes pueden admirar 500 piedras que presenta diversos motivos
iconográficos. Estos fueron tallados por los tiahuanacos, grupo humano procedente del altiplano, esas
tierras de altura bendecidas por las aguas azules del lago Titicaca.
Durante el recorrido por Miculla, el arqueólogo Jesús Gordilla, relata que hay petroglifos de diferentes
tamaños y distintos motivos. Existen figuras de camélidos, serpientes, aves, figuras geométricas, danzas,
rituales de cosecha, músicos tocando quenas y cornetas, además de la constelación del sol y la luna.

Mención especial merece el “Dios de las Aguas”, la representación de un humanoide cuyos brazos
extendidos tienen forma de serpiente. Quizás por esta razón o por la energía que emana de esta pampa,
Miculla es considerado un lugar místico, que congrega a grupos de turistas –especialmente chilenos-
deseosos de purificarse y renovarse con el influjo de los petroglifos.

Otro atractivo de la zona son los dos puentes colgantes elaborados con sogas. Estos tienen cerca de 7
metros de largo y se encuentran en el trazo del Camino Inca. Los visitantes pueden acceder y cruzar uno
de ellos. ¿Se anima?… mientras lo pienso, siga observando los petroglifos de Miculla.
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Los petroglifos de Miculla o de San Francisco de Cuculla, son un conjunto de petroglifos ubicados en la pampa
de San Francisco a poca distancia del pueblo de Miculla en Pachía del departamento de Tacna (Perú). Se ubican a
ambos lados del río Palca, curcundante a su confluencia con el río Caplina.
La mayor cantidad de petroglifos se ubican a la altura del kilómetro 22 de la carretera Tacna-Bolivia y abarcan un
área de 16 km². Los petroglifos de Miculla corresponden a diversas etapas históricas, algunas de tiempos
preagrícolas y otras en donde se evidencia la agricultura.1

Motivos representados[editar]
Existen representaciones naturalistas, mágico-religiosas, y de la vida cotidiana, todas talladas en rocas calcáreas o
sílice modeladas por raspado o martillado.1
El ser humano es el principal elemento, éste aparece cazando animales, sosteniendo báculos, adornado con
tocados, danzando, ejecutando instrumentos musicales y casi siempre aparece de perfil. En el caso de los
danzantes, éstos son capturados en movimiento y siempre adornados con tocados de plumas. También existen
representaciones de balseros en actitud de remar.1
También destacan las escenas de animales entre los que se pueden reconocer venados, guanacos,
vicuñas, felinos, zorros, aves con las alas extendidas, serpientes y lagartijas. Estas representaciones algunas
veces incluyen los ojos de los animales. Existen también figuras de plantas cactáceas, flores y cultivos de maíz.1

https://www.youtube.com/watch?v=P7rDYr2onDM
PETROGLIFOS DE REGION DE ATACAMA
https://www.youtube.com/watch?v=nrdfAwuUeHg
https://arqueologiadelperu.com/petroglifos-de-miculla/

Petroglifos de MICULLA
Posted on 30/07/2014 17Comments0

Los petroglifos de Miculla o de San Francisco de Miculla, son un conjunto de petroglifos ubicados en la
pampa de San Francisco a poca distancia del pueblo de Miculla en el departamento de Tacna (Perú). Se
ubican a ambos lados del río Palca, curcundante a su confluencia con el río Caplina.
La mayor cantidad de petroglifos se ubican a la altura del kilómetro 22 de la carretera Tacna-Bolivia y
abarcan un área de 16 km². Los petroglifos de Miculla corresponden a diversas etapas históricas,
algunas de tiempos preagrícolas y otras en donde se evidencia la agricultura.

Miculla, es uno de los complejos arqueológicos más extensos de arte rupestre en los andes de Sud
América. Se calcula aproximadamente un número de 1,500 petroglifos distribuidos en un área protegida
de 2,205.43 hectáreas, de las cuales 42 hectáreas con 496 petroglifos registrados han sido habilitadas al
servicio del turismo. El Ministerio de Cultura del Peru en Tacna, desde el año 1984 ha intensificado su
estudio y puesta en valor, convirtiéndolo en un lugar ideal para el desarrollo del turismo cultural, místico y
de aventura.

Ubicación y Geomorfología

El Complejo Arqueológico de Miculla está ubicado al Este de la ciudad de Tacna, entre los kilómetros 20
y 26 de la carretera Tacna-Palca rumbo a Collpa y Pa Paz, a 1,300 metros promedio sobre el nivel del
mar, en las coordenadas 17 52´30″ de Latitud Sur y 70 05´ 00″ de Longitud Oeste. Políticamente,
pertenece al distrito de Pachía, provincia y región de Tacna. La zona, goza de un clima templado, cielo
despejado y sol durante todo el año. Pachía, en la antiguedad fue una Llacta (pueblo mayor) desde
donde se ejercía el control y administración del agua; según el historiador Rómulo Cúneo Vidal, Pachía
procede de Pachiña, voz aymara que expresa “repartir valle abajo las aguas de un río represado” ; por lo
consiguiente, tuvo en su origen el valor de repartición del agua de regadío del valle de Tacna, bajo la
vigilancia de los curacas y principales de cada ayllu. En sus predios, el Curaca Diego Caqui entre los
años cuarenta y ochenta del siglo XVI, tenía sembradas cerca de 46,000 cepas de vid, que le permitió
desarrollar una industria vitivinícola exitosa, exportando sus vinos al Alto Perú (Potosí, Cochabamba y
otros lugares) y a Panamá.
La zona monumental más importante pertenece al denominado Complejo Arqueológico Pachía – Miculla,
con una área protegida de 2,205.43 hectáreas, definida por la presencia de restos de estructuras
domésticas, geoglifos, centros ceremoniales, caminos, canales, terrenos de cultivos y áreas funerarias.
Las evidencias culturales más relevantes son los petroglifos, que se encuentran concentrados en mayor
número en la Pampa de “San Francisco” correspondiente al Anexo de Miculla, sobre una topografía con
sectores planos, laderas, cimas y quebradas muy propia del contexto geográfico de la confluencia del río
Caplina y las quebradas de Palca y Uchusuma. Terreno árido asociado parcialmente a cultivos con
plantaciones de viñedos, zapallo, ají, maíz, papas y alfalfa.

El lecho de la Pampa de Miculla pertenece a la formación geológica del Cuaternario Reciente (cinco
millones de años), originado por continuos fenómenos aluviales que dejaron regadas en el camino
cientos de cantos rodados de variadas formas y tamaños, que luego serían utilizados por los antiguos
pobladores del Caplina para sus prácticas rituales y ceremoniales desde el Formativo (?), Tiwanaku
(Siglos IX, X, XI y XII), Desarrollos Regionales Tardíos (Siglos X al XV), época Inca (1445 – 1532) e
inicios de la Colonia. El lugar, aún sigue siendo utilizado por yatiris y curanderos de la región.
¿Qué son los Petroglifos?

Son grabados bajo relieve, realizados en la superficie de determinadas rocas utilizando percutores de
piedra, metal o hueso. En Miculla, los petroglifos fueron trabajados mediante las técnicas de la percusión,
presión, rayado y mixta, utilizando posiblemente instrumentos de piedra y metal. Esta modalidad del Arte
Rupestre se ha extendido en todos los valles costeros del Perú, en especial en la región sur; cuya
tradición se ha extendido a casi todos los países andinos y sudamericanos.

Iconografía: Simbolos Mágicos

La figura humana –representación de mayor relevancia- aparece formando parte de escenas de caza,
música, danza, ritualidad sexual, faenas agrícolas, guiando hatos de llamas, en enfrentamientos étnicos
con arco y flecha, cargando bultos, portando impresionantes tocados cefálicos y en actos estrictamente
rituales del culto al agua, la tierra y el cosmos. Sus formas, proyectan movimientos armoniosos y de
mucha plasticidad, a pesar de lo esquemático y grotesco con que se han dibujado algunas de las figuras.
Ningún diseño se repite idénticamente, todas las figuras humanas son diferentes. El género, aparece
representado por penes prominentes y tocados cefálicos para el caso del sexo masculino, y dibujos de
vulvas aisladas y peinados en forma de una “v” invertida, para el femenino.
Las figuras zoomorfas también son frecuentes y están representadas por camélidos (llamas, alpacas y
escenas de apareamiento), tarucas, felinos, perros, zorros, hurones, suris, culebras, sapos, lagartijas,
roedores, peces, aves, mariposas, arácnidos, cien pies y otras no identificadas. Son importantes
también, las representaciones de figuras fitomorfas (árboles, cactus, plantas de maíz); antro-zoomorfas,
geométricas y simbólicas como la figura denominada “El Laberinto”. Estos dos últimos tipos de diseños
están representados por círculos, círculos concéntricos, círculos con punto concéntrico, círculos
enlazados, espirales, líneas onduladas y rectas, grecas, puntos encerrados en cuadrados y rectángulos.
Las composiciones abstractas, difíciles de identificar, también son recurrentes pero en menor escala.
Aparecen representadas con mucho realismo la imagen del sol, la luna, las estrellas y la “Cruz del Sur”,
sustentando la relación mágica del hombre andino con el cosmos; esta característica, sumada a la
energía magnética atribuida al lugar, ha convertido a Miculla, últimamente, en un importante destino para
el desarrollo del turismo místico.

¿A qué época pertenecen?

Las investigaciones realizadas por los arqueólogos del arte rupestre en el ámbito de los valles
occidentales de los andes del sur peruano, norte chileno y recientes estudios impulsados por el
arqueólogo del INC Tacna, los petroglifos de Miculla serían un producto cultural de los agricultores del
Caplina y posiblemente de aquellos osados caravaneros que unían el desierto con la cordillera,
trasladando bienes y productos alimenticios, durante el periodo cultural denominado Desarrollo Regional
Tardío, entre los siglos IX y XV de nuestra era. Este período, surgió después de la disolución del Estado
Tiwanaku (Siglo XI), emergiendo en nuestros valles occidentales y pre-cordilleranos estilos culturales
locales como Chiribaya, San Miguel, Pocoma, Gentilar y Sitajara, con una identidad yunga definida y una
lengua común conocida como el Cole o Coli. María Roswtowroski, denomina a esta área común como la
región Colesuyo, que abarcaba desde Camaná hasta Atacama. Fueron ellos, los propulsores definitivos
del desarrollo económico, social e ideológico en la región costera durante el período cultural señalado.
No se descarta alguna vinculación cronológica de algunos petroglifos con los períodos Formativo (500
a.C. – 500 d.C.) y Tiwanaku.
En la región, se han registrado otros importantes sitios con petroglifos como: Tocuco, Challatita,
Pallagua, Pachía, Calana, Piedra Blanca, Pocollay, Causuri, Quebrada de los Molles, Quebrada Seca,
Coruca, San Antonio, Mirave, Ylabaya, Colocaya, Coropuro, Anajiri, etc. Muy cerca a los petroglifos de
Miculla, se encuentran las aldeas de Tocuco y Tocuco Alto, los Túmulos Funerarios de Miculla, el
Cementerio “El Alto” y otras pequeñas concentraciones de petroglifos en las quebradas de Miculla y
Palca, pertenecientes a los períodos culturales antes señalados. Por la zona, cruza el camino Inca de
Palca que al momento de ingresar a la zona arqueológica se ramifica en tres segmentos: uno se dirige
hacia el valle Caplina, otro central continúa valle abajo y el tercero va recostado al sur pasando a
espaldas del módulo de servicios y frente al “Wawapas” -cerro tutelar de Miculla- rumbo al sur.
puente miculla – turismo en tacna

¿Qué función cumplieron?


En la actualidad existen dos posiciones estrechamente vinculadas. Los arqueólogos, sustentan que los
petroglifos representan una suerte de indicadores o derroteros de rutas de tráfico, desarrolladas por lo
caravaneros andinos durante sus desplazamientos a corta y larga distancia, con el propósito de seguir
manteniendo la tradicional interacción económica y cultural entre los valles costeros y los diversos pisos
ecológicos de la región. Precisamente, los petroglifos de Miculla se encuentran asociados a la ruta Inca
de Palca, conectada al altiplano puneño.
La otra tésis, le otorga a los petroglifos de Miculla un carácter eminentemente ceremonial y ritual. Es
probable, que la condición semi-árida del valle Caplina haya condicionado a sus pobladores recurrir a
actos ceremoniales propiciatorios con el objeto de “solicitar” agua y fertilidad a sus apus y achachilas,
teniendo en consideración el alto sentido animista y utilitario que el hombre andino le atribuye a todos los
elementos de la naturaleza. Esta función, es entendida bajo un lenguaje simbólico que realiza el hombre
frente a su realidad, representándola en grabaciones sobre la roca u otras modalidades del arte rupestre.
En este contexto, aparece como ícono principal la representación del “Señor de las serpientes” o “Señor
del Agua”, que es un personaje que porta dos y más ofidios en sus manos, a manera de báculos
sagrados. En Miculla, los petroglifos están asociados a otros elementos culturales como: geoglifos,
canales de irrigación, terrenos de cultivo, caminos de tránsito interno y externo, apachetas, promontorios
ceremoniales, estructuras de uso ritual y doméstico, huacas, tumbas y túmulos funerarios.
Tacna arqueológica: Historia grabada en piedra

Petroglifos de Pitaya, Huancas

Arte rupestre en Nasca

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