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ALDO FERRER

LA ECONOMÍA
ARGENTINA

Desde sus orígenes


hasta principios del siglo XXI

FONDO DE CULTURA ECONÓMICA

:--1ÉX.ICO - ARGENTINA - BRASIL - COLOMBIA - CHILE - EsrAJ\/A


faTADOS UNIDOS DE AMÉRICA - GUATEMALA - PERú - VENEZUELA
Primera edición (FCE., México), 1963
Segunda edición (FCE., Argemina), 1973
Tercera edición (FCE, Argemina), 2004

A Susana, Carmen,
Amparo y Lucinda

D. R. © 2004, FONDO DE CULTURA ECONÓMICA DE ARGENTINA, S.A.


El Salvador 5665; 1414 Buerios Aires
e-mail: fondo@fce.com.ar / www.fce.com.ar
Av. Picacho A jusco 227; 14200 México D.F.

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IMPRESO EN LA ARGENTINA - PRINTED IN ARGENTINA


Hecho el depósito que marca la ley 11.723.·
Prefacio a la presente edición

Las razones que morivaron la redacción de esta obra están expuestas en los
prefacios de sus versiones de 1963 y 1973 y siguen vigentes.
La última fue publicada cuando se acercaban acontecimientos que, poco
después, provocarían un cambio drástico de la evolución de la economía ar­
gentina. La actual, concluida a principios del 2004, incluye así el análisis de un
largo y conflictivo trayecto de más de treinta años. Las etapas anteriores fueron
revisadas e introducen perspectivas resultantes de mi trabajo posterior, vincu­
lado con la globalización y con diversas cuestiones del desarrollo.
Las dos versiones anteriores concluían con una reflexión sobre el futuro,
visto desde sus respectivos momentos. Es posible que, ahora, estemos convi­
viendo con el cierre de la etapa de la hegemonía neoliberal y en las ·,ísperas de
un nuevo trayecto, de destino todavía incierto. La parte final de la obra se
destina a esca cuestión, y también a precisar el sentido que atribuyo a catego­
rías cales como globalización, desarrollo y densidad nacional, frecuentemente
empleadas en el texto.
A. F.
Buenos Aires, agosto de 2004

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Prefacio a la segunda edición

En esra octava edición de La economía argentina he revisado y actualizado la


cuarra parre de la obra, es decir, el período que abarca desde 1930 hasra la
actualidad. La primera versión, concluida en 1962, definía la erapa del desa­
rrollo económico argenrino, abierta en 1930, como la de la economía industrial
no integrada. La década de 1960 ha explicirado varias rendencias del desarrollo
del país que revelan que el bajo grado de integración de la estructura industrial
es sólo uno de los problemas básicos. Aparecen ahora, con más claridad, otros
problemas centrales, como el de la dependencia, el déficir de divisas del secror
industrial, la concentración del poder económico en subsidiarias de empresas
extranjeras y en un Estado burocratizado y divorciado de las necesidades del
desarrollo nacional. Estos problemas requieren una nueva caracrerización. De
esre modo, la erapa abierra en 1930 se define ahora como la de la economía
semiindustrial dependiente.
Las tres primeras partes, destinadas a analizar el desarrollo económico del
acrual rerritorio argentino, desde las primeras colonizaciones hasta 1930, perma­
necen, prácticamenre, sin cambios. En la última· década el análisis histórico ha
realizado aportes sustanciales sobre ese período de la economía argenrina. He
preferido, sin embargo, limitar la revisión de la obra a la étapa abierta en 1930.
Ello obedece a dos razones principales. Primero, porque mi trabajo se refiere,
fundamenralmence, a los problemas actuales de la economía argenrina. Mi in­
cursión en el pasado, como se explica en el prefacio a la primera edición, ruvo el
propósito principal de rastrear en el ayer las raíces de los problemas conremporá­
n.eos. Segundo, porque estimo que los lineamientos principales de las tres erapas
que identifico en el desarrollo del país hasta 1930 se mantienen en pie. Las im­
porranres contribuciones a la historia económica argentina de la última déca­
da me sugieren ampliaciones posibles del análisis realizado, pero no cambios
fundamentales en el método analítico empleado ni en las conclusiones.
En cambio, la etapa abierra en 1930 requiere su actualización para incorpo­
rar la década de 1960 y, además, una revisión del contenido de los diversos

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12 LA ECONOMIAARGENTINA

capítulos. Se mantiene la misma estructura analítica pero, dentro de cada capí­


tulo, se realiza una nueva evaluación de los hechos. En sustirución del capítulo
que trataba la política económica a partir de 1950, se incorpora uno nuevo
destinado a analizar el tema en codo el período, es decir, desde 1930. Como he
tenido, durante un breve período, responsabilidad directa en la conducción
económica del país, procuro explicitar, en el momento correspondiente, los Prefacio a la primera edición
objetivos y los resulcados de la política seguida. Varias de las conclusiones ex­
presadas aquí se concretaron en medidas de gobierno durante esa gestión. Es­
timo que su tratamiento, aparte de cumplir el requisito cronológico, contribu­ La economía argentina constituye uno de los casos más contradictorios de la
ye a aclarar mis puntos de vista. experiencia económica contemporánea. Pese a contar con rodas las condicio­
Esta obra CUYO en su origen un propósito polémico y de compromiso con los nes que se consideran necesarias para un desarrollo acelerado y aurosuficienre,
problemas actuales del desarrollo del país. La Argentina está excepcionalmente el aumento de la producción a partir de 1948 apenas ha alcanzado para com­
dotada para un gran destino nacional. En este sentido, la corri:rde conciencia del pensar el incremento de la población del país, y las condiciones de vida de
formidable potencial económico argentino y de la magnitud de su desperdicio es amplias capas sociales no han experimentado ningún avance o, aún más, se
una cuestión central, a la cual se dedican algunas consideraciones en la quima han deteriorado. Además, en los últimos tiempos se está produciendo una con­
parte. Por sobre codo, el libro ratifica el convencimiento de que la Argentina tracción pronunciada de la actividad económica, con el consecuente desem­
puede iniciar ya un proceso acelerado de crecimiento, de afirmación de su iden­ pleo de mano de obra, de la capacidad productiva y la caída de los niveles de
tidad nacional, de mejora sostenida de las condiciones de vida de su pueblo. En ingreso. Poca duda cabe de que estas tendencias tienen una relación directa
la conclusión de la obra, se procura identificar las condiciones que harían esto con la prolongada crisis e inestabilidad polírica del país, tanto como con la
posible en el marco de una economía industrial avanzada. creciente pérdida del sentido de una comunidad de destino en los distintos
La acogida que tuvo este libro colma codas las aspiraciones que puede alen­ grupos de la población argentina.
tar un aucor dedicado al análisis de los problemas económicos argeminos. Se Estoy convencido de que es imposible lograr una comprensión adecuada de
agotaron siete ediciones. Esto revela que era acertada la apreciación contenida las call.5as del estancamiento (incluidos los problemas actuales de corto plazo),
en el primer prefacio, al señalar la creciente preocupación de la opinión públi­ sin analizar las raíces históricas de la presente situación y los cambios produci­
ca por los problemas centrales del desarrollo argentino. El libro tuvo, también, dos en la economía mundial que, tradicionalmente, han jugado un papel pre­
amplia acogida en los medios estudiantiles, particularmente en el área de las ponderante en el desarrollo argentino. En última instancia, la explicación de
ciencias sociales. los problemas actuales radica en la incapacidad del país para realizar, a su debi­
Al depositar en manos del lector esta nueva versión, quiero manifestar la do tiempo, los reajustes necesarios en su estructura económica, a fin de adap­
esperanza de que continúe sirviendo como material de referencia para las nue­ tarse a las condiciones del desarrollo económico moderno y a la cambiante
vas p;omociones de estudiantes en las ciencias sociales y estimulando el análisis realidad internacional.
de los problemas económicos. El debate permanente sobre la realidad argenti­ En este libro procuro realizar una primera aproximación al análisis de la
na y el futuro del país es un requisico indispensable para quebrar las ideologías formación económica de la Argentina. Cerca de dos décadas de trabajo en los
arraigadas en las estructuras del sistema semiinduscrial dependieme y abrir paso problemas del país, tanto en el plano académico como en la función de gobier­
a la formación de un sistema económico y social más maduro. no, me han convencido de que el enfoq�e histórico es el único que permite
una comprensión sistemática y global de los problemas del desarrollo nacional
A.F. y, consecuentemente, la formulación de una política de.fortalecimiento de la
Buenos Aires, enero de 1973 estructura económica, de aceleración del ritmo de desarrollo y de elevación de

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14 LA ECONOMIA ARGENTINA

las condiciones de vida de las mayorías del país. Aspiro a que esta obra contri­
buya a estimular la investigación empírica y el análisis del desarrollo argentino
con un criterio dinámico, lo suficientemente amplio como para permitir com­
prender sus corrientes profundas y la definición de las meras de la realización
nacional en esta segunda mitad del siglo xx.
Existe en la Argentina un interés creciente por los temas económicos, par­ Introducción
ticularmente aquellos que se refieren a las condiciones acruales. Por ciercó que
la comprensión de las relaciones de causalidad del proceso de crecimiento, en
el marco de una interpretación objetiva y coherente, constituye condición pre­ Este libro analiza la formación de la economía argentina en el trayecto de eta­
via e indispensable para consolidar una mentalidad de desarrollo en las mayo­ pas históricas, dentro de las cuales, el sistema económico se de�envuelve y orienta
rías del país, sin la cual es inconcebible cualquier proceso intenso de creci­ conforme a pautas determinables. En el caso argentino es posible definir, con.
miento y de afirmación nacional. He procurado que esta obra contribuya a cierra precisión, líneas divisorias que contienen estructuras y comportamien­
satisfacer esa preocupación creciente de la opinión pública del país, tratando tos perfectamente diferenciables.
de hacerla accesible al lector no especializado en los remas que en ella se tratan. Los trabajos de Celso Furtado sobre la economía brasileña 1 me conven­
Con la misma finalidad, he incluido al final del libro una nota sobre los térmi­ cieron de la utilidad de este tipo de enfoque del proceso formativo de una
nos más frecuentes del análisis macroeconómico, de los cuales es difícil pres­ economía. La definición de etapas o, si se quiere, de modelos, permite al
cindir sin entorpecer el discurso. El economista encontrará, pues, que muchos economista aplicar al conjunto de daros y de estimaciones básicas de que
pasajes están elaborados más allá de lo que sería necesario en una obra destina­ dispone el instrumental analítico moderno, para describir el proceso de de­
da al especialista y que otros carecen de un adecuado refinamiento analítico. sarrollo en términos inteligibles para el lector contemporáneo. Por otro lado,
La bibliografía disponible sobre cernas económicos argentinos carece hasta este cipo de enfoque tiene la inestimable ventaja de penetrar en profundidad
ahora de material suficiente y adecuado que permita al esrudianre de las cien­ en el análisis de las causas de la situación presente y de ver cómo éstas se
cias económicas y sociales tener acceso a los problemas globales del desarrollo fueron desenvolviendo, con el correr del tiempo, hasta llegar a la actualidad.
argentino en su perspectiva histórica. Independientemente del grupo más am­ De este modo, los problemas, cuyo análisis de corto plazo ofrece respuestas
plio de lectores a que está destinada, esta obra puede contribuir a llenar parre limitadas, surgen con mucha más claridad y se ubican en la perspectiva que
de ese vacío, estimulando a las nuevas promociones de estudiantes y profesio­ les corresponde. Finalmente, este método obliga al economista a considerar
nales en las disciplinas sociales y económicas a integrar un marco de referencia el <;omporcamienco de las fuerzas sociales en el proceso de desarrollo. Esta
que permita aplicar provechosamente a la realidad concreta del país las herra­ dimensión suele quedar fuera del campo de problemas que el economista
mientas del análisis económico.
aborda y, sin embargo, es indispensable incorporarla para interpretar correc­
tamente la formación de una economía.
A. F. La primera de las etapas analizadas en esta obra abarca el período compren­
Washington D. C., diciembre de 1962.
dido en ere el siglo XVI y fines del siglo },.'VIII. La definimos aquí como la etapa de
las economías regionales de subsistencia. Se caracteriza por la existencia de varios
complejos económico-sociales, en las distintas regiones del país, que produ­
cían básicamente para el consumo interno y a muy bajos nivel�s de productivi�

1 Fomll1{áo económica do Brasil R.io de Janeiro, Fundo de Culrura Econ6mica, 1959 y A


econÓmia brasilára, Río de Janeiro A. Noite, 1954. De la obra cirada en p¡imer rérmino existe
t;.,ducción en español por el Fondo de Culrura Económica, 1962. ·

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16 LA ECONOMlA ARGENTINA INTRODUCCIÓN 17

dad. Esas economías regionales permanecieron ajenas a la ampliación de los nes desde entonces hasta ahora.2 En la introducción de aquell as ediciones se
mercados a través del comercio interregional e internacional. lee lo siguiente:
La segunda etapa abarca desde fines del siglo X'Vlll hasta alrededor de 1860
y la hemos definido como la etapa de transición. Surge durante ese período, por Los factores externos han jugado permanentemente un papel decisivo en el
primera vez en la historia del actual territorio argentino, una actividad qu�, en desarrollo del país. Por eso, al comienzo de cada parte, procuro trazar el marco
medida creciente, se fue integrando en el mercado mundial:Ua producción de demro del cual se moverá la etapa cuyo análisis se inicia y esca ]] e,,·a, necesaria­
cueros y otros productos de la ganad�ría. Además, liberalizado el régimen co­ mente, a aportar una serie de daros y apreciaciones sobre la economía mundial
de cada período.
mercial español a fines del siglo XVIII y lograda la independencia en 1810, el
puerto de Buenos Aires pudo aprovechar totalmente su ubicación geográfica y
Ahora tenemos tantas y aún más razones que en aquel entonces para vincular
,convertirse en el punto de intermediación del comercio exterior.
la evolución de la economía argentina a las transformaciones del orden mun­
La tercera etapa, que definimos como la de la economía primaria exportadora,
dial. En las úlrimas décadas, la aceleración de la revolución científico-tecnoló­
se abre en torno de 1860, cuando la Argentina comienza a incorporarse en el
gica profundizó la globalización canalizada a través del comercio, l as finanzas,
expansivo comercio internacional y se cierra.�9n la crisis económica mundial de
las inversiones rransnacionales y las comunicaciones. Estos hechos multiplica­
1930. Durante este período, la expansión d� las exportaciones agropecuarias, el
ron los riesgos y oportunidades que el contexto externo plan teó a la Argentina
arribo de cuantiosos contingentes migratorios y la radicación de capitales extran­
a lo largo de su historia.
jeros, transformaron en pocas décadas la estructura económica y social del país.
Las respuestas a semejantes desafíos constituyen la trama de la formación
La cuarta etapa, a la cual definimos como la de la industnizliwción inco11clu­
de la economía argentina y de sus problemas a principios del siglo XXI. Por lo
sa, abarca desde 1930 hasta principios de 1976. A mediados de la década de
ranro, son parte esencial del relato de esta obra y están presentes des de la con­
1970 estalló el sistema político y se produjo un cambio radical en la orientación
cepción inicial de la misma, hace más de cuarenta años.
de la política económica. Estos hechos pusieron punto final a una etapa que se
caracterizó por la existencia de una estructura económica y social diversificada y
comparable, en algunos aspectos, a la de las economías avanzadas modernas,
pero que no había logrado conformar una economía industrial moderna.
En el último período, inaugurado con el golpe de estado de marzo de
1976, se instaló el paradigma neoliberal, con una gravitación decisiva de la
especulación financiera y un aumento dramático de la vulnerabilidad externa.
Esta etapa registra un profundo deterioro en la tasa de crecimiento de la pro­
ducción y de las condiciones sociales. Incluye, asimismo, el retorno al régimen
democrático en 1983, cerrando la alternancia de gobiernos civiles y militares
que se había inaugurado en 1930.
En la aci;ualidad,principios del siglo XXI, sobre el precedeme del derrumbe de la
estrategia neoliberal y los cambios en el orden mundial, la Argentina vuelve a en­
frentar su antiguo e irresuelto problema histórico: const�uir una economía viable .y
":\
asumir el comando de su propio destino dentro del sistema imernacional.j
.En tiempos de la primera (I 963) y segunda (1973) versiones de esta obra,
�Véase Historia ·de la globaliwción: orígenes del orden económico mundial, 1996; Historia de
no se empleaban aún las expresiones gfobafiz.ación y orden global que preten­ b glob..1/i:;.1ció11: la revolución industrial y el Segundo- Orden Mu ndial. 1999; Hech os yficciones de
den abarcar la extraordinarias transformaciones del sistema Íntemacional de li !obali::.ación, 1997; De Crútóbal Colón a Internet: .América latina y la globali=ción, 1999
f
las últimas décadas, a las cuales he dedicado parre principal de mis publicacio- <oaos publicados por el Fondo de Cultura Económica:
PRIMERA PARTE

Las economías regionales de subsistencia


(siglos XVI y XVII)
I. Las vísperas de la globalización
Los acontecimientos que culminarían con la formación del primer sistema
mundial comiem:an mucho ames del desembarco de Cristóbal Colón en el
�ue,·o Mundo. El viaje de Colón, como también el primer arribo de naves
portuguesas a las costas de la India al mando de Vasco da Gama, ambos en la
última década del ligio XV, son el resulrado del proceso de expansión comercial
de los pueblos cristianos de Europa en el transcurso de la Edad Media y de la
• ampliación simultánea del conocimiento científico y de sus primeras aplica­
ciones a la navegación, las artes de la guerra y, paulatinamente, a la producción
de bienes y servicios. El inicio de la globalización obedece, pues, a la formación
de una red de viajes y comercio que abarca todo el planeta y a la apertura de
fronteras, hasta entonces inéditas, del conocimiento y la tecnología. Es en este
escenario mundial que tuvieron lugar la conquista, el poblamiento y las activi­
dades económicas del actual territorio argentino. Detengámonos, primero, en
la observación del comercio en las vísperas de la globalización.

1. Papel dinámico del comercio

El l-.!editerráneo constituyó desde la Antigüedad hasta la expansión musulma:


na del siglo \'ll la vía natural por la cual se habían comunicado rodas las civili­
z.aciones del mundo ·antiguo. Después de la hegemonía de Roma, los reino_s
bárbaros fundados en el siglo V conservaron "el carácter más patente y esencial
de la civilización antigua: su carácter mediterráneo".
La expansión musulmana determinó el control del Mediterráneo por los
pueblos árabes que, afianzados en África y España y con bases operativas en las
islas Baleares, Córcega,'Cerdeña y Sicilia, cortaron la vía tradicional de comu­
nicación de los pueblos de Europa Occidental con el mundo exterior. Sólo
Bizancio logró mantener sus posiciones en el Egeo, el Adriático y las costas··
meridionales de Iralia.

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22 LAS ECONOM!As REGIONALES DE SUBSISIT'<CL", LAS VfSPERAS DE LA GLOBALIZACIÓN 23

Esre aislamienro impuesro por la expansión árabe a los pueblos de Europa bajos niveles de productividad imperantes, la gran mayoría de la población
Occidental sienta las bases del orden social de la Edad Media primiriva 1 y de debía seguir ocupada en el campo para producir los bienes básicos de subsis­
las e!=onomías cerradas que producían para el autoconsumo. tencia. Cuanto más bajo es el nivel de la productividad de una economía, más
Las principales características de esras economías eran la falca de mercados aira es la proporción de la población activa que se dedica a las ocupaciones
exteriores y la casi rotal ausencia de intercambio con otras regiones. La agricultu­ descinadas a producir alimentos y los artículos imprescindibles. El estanca­
ra constituía la base fundamental de la actividad económica y la población activa miento de la productividad en la agricultura se limitaba, pues, al traslado de
estaba casi totalmente concentrada en la producción rural. La propiedad de la parre de la población activa hacia ocupaciones artesanales y a los servicios. Ésta
tierra, en manos de grupos reducidos, proporcionaba el fundamento del orden hubiera sido, por otra parte, la respuesta lógica de la oferta a la diversificación
político y social. La parte de la producción de la economía del feudo apropiada de la demanda impuesta por el aumento del nivel de vida.
por el señor se utilizaba para el mantenimiento de la corre y de los servidores, que En las co•ndiciones dadas, el intercambio de bienes a través del comercio era
realizaban tanto los servicios personales y militares como bs tareas artesanales y la vía principal para generar excedentes. La diferencia de recursos naturales
las construcciones destinadas a satisfacer las necesidades de la clase dirigente. La permitía producir productos distintos en diversas localizaciones. A su vez, los
corte feudal y sus servidores con;tiruían la proporción fundamental de la pobla­ diversos conocimientos técnicos adquiridos determinaban distintas estructu­
ción activa no ocupada en la agricultura. Los bienes no alimenticios consumidos ras de costos entre las diversas economías. Era así posible aprovechar las venta­
por los trabajadores agrícolas eran elaborados por medios doméscicos. jas de cada una de ellas en la producción de cada bien susceptible de comercio
Desde un punto de vista dinámico, el rasgo distintivo de la economía feu-) y, mediante el intercambio, aumentar el volumen y la diversidad de bienes
da! era la ausencia del progreso técnico y el consiguiente estancarnienro de 1� disponibles. Esta precaria división del trabajo entre distintas regiones fue im­
productividad. En ausencia de todo intercambio exterior y de incorporac_ié,I} pulsada por aquellos que se dedicaron a promover el intercambio entre ellas:_,
de mejoras técnicas y organizativ2s en las actividades rurales, las variaciones de Dentro de la economía feudal, el comercio constituía su sector dinámico p-or
la producción obedecían fundamentalmente a la suerte impuesta a las cosechas excelencia y posibilitó la acumulación de excedentes económicos en otras ma­
por el clima y por facrores circunstanciales. nos que las de los señores feudales.
-· .
La acumulación de capital era prácticamente inexistente. El bajo nivel de Estos excedenres vinieron a cumplir un papel totalmente distinto al de los
productividad sólo permitía a los trabajadores rurales subsistir y pagar los tribu­ excedentes apropiados por la clase feudal. Éstos se corisumían, aquéllos volvían
tos 4ue consisrían fundamentalmente en productos rurales- al señor. Éste, úni­ a volcarse a la actividad económica, intensificando el ritmo d,el intercambio.
co componente de la economía feudal en condiciones de acumular, destinaba el La acumulación de riqueza en manos de los nacientes núcleos comerciales, el
excedente agrícola que controlaba a satisfacer el consumo de su corte. De este modesto aumento de la productividad del sistema a que dieron lugar sus acti­
modo no se destinaba proporción alguna de la mano de obra disponible a am­ vidades y las consecuentes transformaciones en la estructura social y económi­
pliar el capital existente en la economía mediante_ la realización de mejoras en las ca, sentaron las bases de la disolución del orden feudal y del nacimiento del
explotaciones rurales y la producción de herramientas e instrumentos de pro­ capitalismo comercial, una de cuyas consecuencias relevantes fue la ocupación
ducción para la agricultura y las artesanías. La utilización por la Iglesia de los de las tierras americanas.
excedentes que poseía no modificaba el comportamiento b:isico del sistema.
Dada la ausencia de progreso técnico y de la acumulación de capital dentro
de la economía cerrada del feudo, estaba excluida la posibilidad de aumenco de 2. Las rutas mercantiles
la productividad o el ingreso de los agricultores. Esro implicaba, al mismo
tiempo, mantener congelada la estructura económic;., ya que, a causa de los El renacimiento del comercio du'rante la Edad Media se realizó en corno del
tráfico marítimo. Los dos centros di6ámicos de la expansión comercial fueron,
1 Henri Pirenne, Historia económica y social de In Edad Media, )\."léxico, Fondo de Cultura en el norte, el mar Báltico y el M�r del Norte y en el s·ur, el Mediterráneo
Económica, 1961.
oriental. El tráfico realizado por escas vías restableció paulatinamente el Ínter-
24 LAS ECONOMÍAS REGIONALES DE SUBSISTENCIA LAS VISPERAS DE LA GLOBALIZACIÓN 25

cambio entre Oriente y Occidente interrumpido por la expansión musulma­ Occidente. Europa Occidental importaba de Oriente especias, drogas, azúc.¡¡j
na. La expansión de los escandinavos a parcir del siglo IX vinculó a los pueblos y piedras preciosas y, en menor proporción, colorantes, algodón y seda para la
del imperio carolingio, Inglaterra, Escocia e Irlanda con los pueblos eslavos y, a industria textil, tejidos finos y orfebrerías. Occidente exportaba lana, cuero,
través del Dnieper y el Volga, con el comercio de Oriente concentrado en el metales, productos alimenticios y tejidos de lana e hilo.
Bósforo y el mar Caspio. El Mar del Norte y el Báltico fueron la vía del inter­ En el norte de Europa, el comercio, primitivamente impulsado por los es­
cambio de especias, drogas, porcelanas, tejidos finos, provenientes de los pue­ candinavos, recibió nuevos estímulos con la expansión de los germanos hacia
blos orientales, y de pieles, maderas, metales, paños, miel, producidos por los el este. El establecimiento de las ciudades teutónicas en el mar Báltico y-ef ·
eslavos y los pueblos del nordeste de Europa. control de la producción de los pueblos eslavos se consolidó, desde el punto de
En el sur, Bizancio mantuvo en el Mediterráneo oriental las posiciones ca:¡ vista de su importancia comercial, con el acuerdo de cooperación entre las
merciales de los cristianos frente al avance musulmán. En el litoral del Adriáti-/ nuevas ciudades en 1230. Los puertos del Mar del Norte se incorp·oraron a este
co, Venecia era la principal ciudad del Mediterráneo oriental, fuera� acuerdo de las ciudades del Báltico, dando lugar a la creación de la Hansa
Constantinopla, y el abastecimiento de ésta creaba la demanda requerida para teutónica, que habría de mantener la hegemonía comercial en el norte de Eu­
un activo intercambio. ropa hasta fines de la Edad Media.
\�partir del siglo IX el comercio de las ciudades de la península itálica-Nápoles, Al desplazamiento de los escandinavos por los germanos correspondió una
Gaeta, Amalfi y Salerno, al oeste; Bari y fundamentalmente Venecia al este­ nueva vía de contacto con el comercio de Oriente. A partir del siglo XII quedó
dejó de estar limitado a Constantinopla y a los puertos cristianos del Asia cerrada la vía tradicional de intercambio establecida por los escandinavos a
Menor. El comercio con los pueblos musulmanes de África y Siria comenzó través del Dnieper y el Volga. El contacto entre el norte de Europa y el Medi­
a tener una importancia creciente. Venecia fue adquiriendo así el lugar éfeJ terráneo y el comercio de Oriente se restableció por vía marítima navegando
primera ciudad comercial de la Edad Media, que habría de conservar hasta el/ en torno de la península ibérica, y Brujas se constituyó en el centro del inter­
1
siglo XV, cuando las nuevas rucas a Oriente y el descubrimiento de Améric� cambio de los productos de los pueblos eslavos y el norte de Europa con los
desplazaron
°
el centro de gravedad del comercio. provenientes del tráfico mediterráneo con Oriente.
í :En éstas ciudades, principalmente Venecia, se fueron créando núcleos eco­ El· comercio de la Hansa teutónica difería sustancialmente del comercio
nómicos cuya principal actividad no era la agricultura de subsistencia sino el mediterráneo. Las ciudades de la Hansa exportaban los productos del hinter­
comercio y las artesaní�:!Ellas
--'
se constituyeron en los centros de irradiación de land subdesarrollado que abarcaban. Sus principales exportaciones eran ali­
las fuerzas que irían disolviendo el orden feudal. mentos, materias primas y materiales de construcción naval. De Inglaterra y
En el Mediterráneo, el incipiente renacimiento del comercio de los pueblos Francia importaban trigo, vino, sal, metales, paño, cerveza. Brujas fue el p�in­
cristianos, impulsado por Venecia y las ciudades bizantinas, recibió un fuerte cipal centro del intercambio no sólo entre los productos de los pueblos eslavos
estímulo con las derrotas sufridas por los musulmanes a partir del siglo XI. Los y del noroeste de Europa, sino también entre éstos y los productos que los
primeros triunfos de pisanos y genoveses fueron consolidados por la Primera comerciantes venecianos y de otras ciudades mediterráneas traían de Oriente.
Cruzada, que restituyó definitivamente al mundo cristiano el control del mar
Mediterráneo. La reconquista de Córcega, Cerdeña y Sicilia en el siglo XI ase­
guró la recuperación de la supremacía cristiana. 3. Limitaci6n de las transformaciones estructurales
' Ef comercio entre los pueblos cristianos de Occidente y los pueblos de Orien­
te ;¡ntensificó al quedar liberado el Mediterráneo del control musulm:Íil;A El impacto que produjo en la estructura social y económica de Europa Occi­
Venecia y las ciudades comerciales italianas se agregaron otros centros de im­ dental la expansión comercial de los siglos XI a XV estuvo condicionado por las
portancia comercial creciente, como Marsella y Barcelona. limitaciones objetivas impuestas al intercambio de la época.
Los productos intercambiados eran principalmente artículos de lujo prové� Los primitivos métodos de transporte terrestre y los azares de la navegación
nientes de los pueblos orientales y materias primas y alimentos producidos en marítima, debidos a la precariedad de las artes de navegación y a los peligros de
26 LAS ECONOMIAS REGIONALES DE SUBSISTENCIA LAS V!SPERAS DE LA GLOBALIZACIÓN 27

la piratería, hacían sumamente costoso el transporte, y los elevados márgenes Las nacientes ciudades, con el aumento de la población ocupada en las
de ganancia de los comerciantes -justificados en buena medida por el riesgo artesanías y con los servicios vinculados con el tráfico comercial, plantearon
que implicaba la actividad- multiplicaban en los centros de consumo el precio problemas de abastecimiento que no pudieron ser adecuadamente resueltos
original cobrado por los productores. ;Los tributos y trabas impuestos al inter­ durante toda la Edad Media. Las limitaciones en este aspecto tenían un doble
cambio por la atomización del poder político del feudalismo constituían tam­ origen. Por una parte, la escasa productividad de las actividades agrícolas, que
bién elementos que obstaculizaban el desarrollo comercial. impedía la creación de excedentes de alimentos para abastecer las ciudades, y
Estas condiciones imponían que las mercaderías transables fueran especial­ las grandes dificultades del transporte a larga distancia de productos volumi­
mente aquellas de poco peso y mucho valor, las únicas que podían soportar los nosos y pesados, lo que limitaba el área de abastecimiento urbano a cinturones
elevados gastos de comercialización. El tráfico de artículos suntuarios prove­ verdes en torno de los burgos. Por otra parte, las mismas razones impedían
nientes de Oriente constituyó así el núcleo más importante del comercio del asegurar fuentes exteriores de abastecimiento, como ocurriría posteriormente,
Medioevo. A esto se agregarQn ciertas materias primas esenciales para el desa­ con una profunda influencia en la estructura económica de Inglaterra y de los
rrollo de las artesanías de los burgos de Europa occidental, especialmente de países de Europa occidental, a partir de la segunda mitad del siglo XIX.
aquellas que producían para el comercio exterior. El progreso técnico y las mejoras organizativas en las actividades artesanales
La composición de la demanda correspondía lógicamente a esta estructura y urbanas dedicadas a· la exportación eran también escasos. Limitado de esta
de la oferta de productos importados en Europa occidental. Dado el bajo nivel manera el aumento de la productividad de los trabajadores ocupados en las
de vida de las poblaciones agrícolas, que representaban alrededor del 90% de la actividades de exportación, todo aumento del volumen físico de las exporta­
población total, los únicos sectores en condiciones de adquirir los costosos ciones implicaba un crecimiento proporcional de la mano de obra. Éste es el
productos de importación eran los miembros de la clase terrateniente feudal, rasgo típico del desarrollo de ciertas artesanías y actividades domésticas que en
en parte la eclesiástica, y -a medida que se fue acentuando el proceso de urba­ Europa occidental producían para el mercado exterior, particularmente la pro­
nización y la importancia de los grupos comerciales- la nueva clase de comer­ ducción de textiles. En el caso de esta actividad se produjeron las primeras
ciantes. La importación de las materias primas para las artesanías, principal­ grandes concentrationes de trabajadores dedicados a una actividad específü:a,
mente la textil, era absorbida sobre todo por aquellas que, a i:ravés de sus ventas como· es el caso de las ciudades de Flandes y de España, principalmente Toledo,
al exterior o a los grupos internos de altos ingresos, podían obtener elevados donde floreció la producción de paños a partir del siglo XIII."Dada la ausencia
precios por sus productos. de progreso técnico, la característica de la expansión de las actividades de ex­
Desde que comienza a reactivarse el comercio europeo hasta la revolución portación durante la Edad Media fue la mayor ocupación de mano de obra a
tecnológica del siglo XVIII, la expansión del mercado a través de la ampliación de los mismos niveles de productividad.
los contactos comerciales de los países de Europa constituyó el elemento dinámi­ La presión demográfica fue un factor importante en los cambios ocurridos
co fundamental del desarrollo. Aun a fines del siglo XVIII, Adam Smith atribuía a en aquella época. El crecimiento poblacional no podía ser totalmente absorbi­
la especialización a que daba lugar la expansión del mercado el papel fundamen­ do por la oferta limitada de tierras, en los mismos niveles tecnológicos y dentro
tal en el progreso económico. El progreso técnico, con su impacto revolucionario de los mismos marcos institucionales del feudalismo. Esto provocó migracio­
en las funciones de producción y en la estructura económica, no había pasado nes internas de los pueblos de Europa occidental, principalmente hacia el este,
aún a constituirse en el principal impulso del desarrollo. La misma precariedad y la expansión de la ocupación territorial. Por otro lado, parte de los excedentes
del proceso técnico condicionaba el impacto que la ampliación del mercado po­ demográficos se trasladaron a los centros urbanos y se dedicaron a la actividad
día provocar en la transformación de la estructura productiva interna y, en últi­ comercial. Según la tesis de Pirenne, el nacimiento de los primeros núcleos
ma instancia, en el ritmo de crecimiento de la producción. La insuficiencia del comerciales en la Edad Media primitiva tiene su origen en la presión demográ­
progreso tecnológico operaba en dos planos. Por un lado, sobre la agricultura y la fica apuntada.
creación de excedentes de alimentos; por otro, en las mismas actividades urbanas
dedicadas a la producción de bienes exportables.
28 LAS ECONOMÍAS REGIONALES DE SUBSISTENCIA LAS VÍSPERAS DE LA GLOBALIZACIÓN 29

4. La expansión comercial europea y el primer orden mundial la actividad económica. Es claro que una sociedad sometida por la conquista
de un poder extranjero y, en el límite, sujeta a la esclavitud, soportaba una
,_:l capitalismo comercial obligaba a la ampliación del mercado. Pero la expan­ desorganización masiva de su sistema económico y social y un deterioro de sus
sión turca de la segunda mirad del siglo xv y la conquista de Constantinopla niveles previos de vida. En todo caso, hasta entonces las relaciones internaciona­
interrumpieron las tradicionales rutas comerciales con el Cercano y el Extremo les podían provocar calamidades pero no modificar la organización económica
Oriente, estrechando repentinamente el campo operativo de las ciudades co­ ni elevar la productividad en el uso de los recursos disponibles-.
merciales, particularmente las italianas, y de los nacientes estados nacionales. El avance del progreso técnico en Europa occidental a parcir del Renaci­
La sustitución de las rutas terrestres tradicionales, que a través del Asia Menor miento y su progresiva penetración en la producción agropecuaria, las manu­
y el nordeste de África comunicaban a Europa occidental con el comercio orien­ facturas y los transportes, comenzaron a transformar la organización de la pro­
tal, se constituyó, pues, en la actividad más importante a partir de la segunda ducción y de los mercados y, simulcáneamente, las artes de la guerra. Fue esto
mitad del siglo XV. Portugal, a través de las empresas precursoras de Enrique el último, particularmente el avance tecnológico de la guerra naval, es decir, la
Navegante, abrió la ruta marítima hacía Oriente en torno del África y le siguie­ capacidad de los navíos y de su artillería, lo que permitió el predominio de los
ron luego España, Inglaterra, Francia y Holanda. navegantes europeos en todos los mares del mundo.
El desplazamiento del centro de gravedad del comercio, del Mediterráneo oriental Cuando el progreso técnico se convirtió en el factor desencadenante del au­
al Océano Atlántico, puso fin a la preponderancia comercial de las ciudades italia­ mento de la productividad en el uso de los recursos y en la generación de exceden­
nas y trasladó el principal teatro de los acontecimientos comerciales a los estados tes reinverribles en el proceso económico, el estilo de relación de cada espacio con su
europeos de la cuenca del Atlántico y del Mar del Norte. El descubrimiento 'de contexto externo se volvió decisivo para el desarrollo económico, que consiste en la
América fue un episodio clave de la expansión comercial europea, repentinamente capacidad de una sociedad de generar, asimilar y difundir el progreso técnico en el
estrangulada por el control turco del Asia Menor y el Mediterráneo oriental. conjunto de su tejido económico y social. Y esa capacidad puede ser estimulada o
Estos acontecimientos dieron origen al primer sistema global de alcance trabada por la forma de relacionamiento de un espacio con su contexto externo.
planetario. En efecto, por primera vez en la historia de la humanidad se esta­ Anticipando el relato siguiente sobre la trayectoria de la economía argenti­
blece ún sistema de relaciones que vincula a todos los continentes. Bajo el na, alcanza, por ahora, con dar un solo ejemplo referido al comercio exterior.
liderazgo de las emergentes Potencias Atldnticas, inicialmente España y Portu­ Sí un país se vincula con el mercado mundial esencialmente como proveedor
gal y, enseguida, Gran Bretaña, Holanda y Francia, se inauguran en la última de productos primarios no podrá diversificar su estructura productiva (incor­
década del siglo XV el primer orden mundial y la globalización. porando la industria manufacturera y otros sectores), que es un requisito para
Simultáneamente, la incipiente presencia del progreso técnico en la pro­ generar, difundir y asimilar tecnología en el conjunto de 1; economía y la so­
ducción primaria, las manufacturas, los transportes (en particular la navega­ ciedad. En este caso, el estilo de inserción en la división internacional del tra­
ción de ultramar) y las artes militares modificó la naturaleza de las relaciones bajo se convierte en un obstáculo para el desarrollo económico.
entre las civilizaciones y los estados. En el pasado, la conquista y la dominación El inicio de la globalizacíón comienza así a fines del siglo XV, cuando se
de un espacio y un pueblo por un poder extranjero se reflejaban en la apropia­ verificaron dos condiciones. A saber, la formación de un sistema de relaciones
ción de la riqueza existente y de parte de la producción del vencido. Era el caso de alcance planetario y el despegue del progreso técnico como determinante
de los saqueos de los tesoros acumulados por la población sometida y de los del desarrollo económico. Es sólo entonces cuando los estilos del vínculo de
tributos, principalmente sobre su producción agrícola. cada país con su contexto externo se convierten en un factor determinante del
Pero esca relación de conquista y dominación no alteraba la organización progreso o el atraso. Y cuando las relaciones internacionales constituyen un
económica y la productividad en el uso de los recursos disponibles ni del ven­ canal de transmisión de crecimiento y bienestar o de atraso y subordinación. 2
cedor ni del vencido. Operando con la misma tecnología, el aumento de la
productividad era ínfimo y, por lo tanto, la relación de un espacio con su con­ 2 A. Ferrer, Historia de la globalización: orígenes del orden económico m11ndial, Buenos Aires,
texto externo era intrascendente desde el punto de visea de la organización de Fondo de Cultura Económica, 1996.
II. Formación de la economía colonial americana

1. El Nuevo Mundo
Es en este escenario de cambios trascendentes que las potencias atlánticas ini­
cian la descomunal tarea de conquistar y ocupar el Nuevo Mundo, de cuya
historia forma parte la saga argentina.
El aprovechamiento económico de las tierras recién descubiertas planteó
problemas totalmente nuevos a las potencias comerciales, que requirieron ajustes
consecuentes de la política de los estados europeos. Para comprender la natura­
leza de estos nuevos problemas, conviene recordar que, hasta el descubrimien­
to de América, las relaciones económicas de los europeos con aquellos con
quienes trataban en el Cercano y en el Extremo Oriente y en Europa oriental
tenían dos manifestaciones: el comercio y/o el pillaje. La piratería y el despojo
fueron rasgos dominantes de las primeras etapas de la expansión de las ciuda­
des mercantiles y de las potencias marítimas. Cuando ·esto no era posible, se
establecían relaciones comerciales más o menos normales, intercambiando pro­
ductos originarios de Occidente por especias, azúcar, bienes suntuarios, pro­
ducidos en Oriente. En estas condiciones, la política comercial radicaba en
asegurar lugares de asentamiento, las factorías, sitios en los que se traficaba y
que servían a la vez de centro de intercambio y, frecuentemente, de punto
fortificado para la defensa y el ataque a los intereses comerciales competidores.
Bajo este tipo de relación económica, el capital comercial europeo no pene­
tró en la organización de los pueblos con quienes mantenía relaciones econó­
micas. Los despojaba por la fuerza de parte ·de su riqueza o, cuando esto no era
posible, comerciaba. Pero como norma general,-� comerciantes occidentales
no organizaron en la periferia, como se diría más tarde, empresas industriales o
agrícolas, manejadas por ellos, en las que pudieran cumplir un auténtico papel
de empresarios, esto es, combinar los factores productivos en una rama concre-
ta de la producción. ·
La realidad encontrada en América rompió los moldes operativos tradicio­
nales de la expansión comercial europea. En este continente, los europeos se

31
32 LAS ECONOMIAS REGIONALES DE SUBSISTENCIA FORMACIÓN DE LA ECONOMfA COLONIAL AMERICANA 33

encontraron con civilizaciones indígenas (avanzadas algunas, como la incaica y bién esclavos africanos en sus posesiones americanas, en parte como conse-,
la azteca), que podían ser sometidas por la fuerza, o con regiones de vastos cuencia de la prédica de fray Barcolomé de las Casas y de otros sacerdotes en
recursos naturales inexplorados. contra de la explotación de la población nativa del Nuevo Mundo.
El primer tipo de relación económica establecido, dadas las condiciones La organización de las unidades productivas y la movilización- de capital
imperantes, fue el pillaje. Pero esta relación económica, necesariamente transi­ hacia las mismas revistieron distintas formas conforme al tiempo y a cada po­
toria por el carácter limitado de las riquezas que podía haber acumulado un tencia colonial. Inglaterra aplicó, sin mayor éxito, el sistema de las compañías
pueblo dominado, dejó en pie la distinta naturaleza de la nueva empresa que colonizadoras como forma de trasladar mano de obra y capitales a sus posesio­
implicaba América para todas las potencias coloniales. Esto planteaba la nece­ nes americanas. Portugal y Holanda vincularon en empresas conjuntas sus ca­
sidad de organizar la producción directamente por parte de los conquistadores pitales, sus prácticas comerciales y la experiencia técnica en la producción de
y colonizadores. La explotación de los recursos naturales y de la mano de obra azúcar, en la formación de la economía azucarera del nordeste del Brasil. En
disponibles imponía organizar su aprovechamiento económico. En síntesis, todos los imperios coloniales, en síntesis, la movilización de la mano de obra, y
por primera vez en la historia de la expansión comercial europea se presentaba la organización de las empresas productoras y el fluir de capitales a las mismas
en gran escala la necesidad de organizar la producción directamente, esto es, plantearon problemas fundamentales de la ocupación económica de América.
conjugar factores productivos, capital y mano de obra, en el aprovechamiento '_La ocupación territorial en gran escala constituye el segundo problema de
de los recursos naturales. los enumerados anteriormente. Al tener que explotar económicamente los re­
Esta nueva realidad planteó problemas concretos que cada una de las po­ cursos naturales disponibles y/u organizar en gran escala el saqueo, fue necesa­
tencias coloniales resolvió de manera particular y dinámica a través del tiempo, rio ocupar en profundidad los territorios conquistados. El envío de misiones
pero que, para todas ellas,_ implicó una modificación profunda de las normas avanzadas de conquista y colonización y la posterior población de los territo­
de acción política seguidashasta entonces. rios ocupados constituyeron también un desafío de la política colonial. En los
Los problemas principales se refieren a los siguientes aspectos: a) la mano de hechos, los núcleos de población y de la actividad económica se fueron dando
obra y la organización de la unidad productora, b) la ocupación territorial en bajo la gravitación de los factores de localización de la actividad productiva, de
gran ·escala, e} la organización política e institucional de los nuevos territorios y, qué hablaremos más adelante.
finalmente, d) la captación de riqueza para los gobiernos metropolitanos. La organización política e institucional de los nuevos territorios operó en
La necesidad de organizar la producción planteó principalmente el proble­ dos planos distintos. Por un lado, la creación de las instituciones y los organis­
ma de la disponibilidad de mano de obra. En los distintos imperios coloniales mos que fueron la manifestación de la soberanía de la potencia colonial en los
la cuestión fue resuelta de distinta manera conforme a las situaciones existentes territorios de su dependencia. En general, los países europeos tendieron a tras­
de hecho. El imperio español era el que contaba con más abundancia de fue�:l> plantar a sus colonias americanas las instituciones vigentes en la madre patria.
de trabajo indígena aprovechable y su movilización hacia la producción fue el Por otro lado, las medidas tendientes a establecer el equilibrio político entre las
principal objeto de la política colonial y de los colonizadores. Las tradicionales fuerzas sociales predominantes en las colonias. En la América española, la ad­
organizaciones de la mita y el yaconazgo, entre otras, regulaban las relaciones de ministración (representativa de los intereses de la corona), el clero y las oligar­
los trabajadores indígenas con la empresa productiva. quías locales constituyeron fuerzas dentro de la vida política colonial a menu­
Prácticamente ninguna de las otras naciones coloniales contó con una ofer­ do con intereses contradictorios, lo cual obligó al poder central a un manejo
ta preexistente de mano de obra como fue el caso de España. Por lo tanto, político permanente para sostener su preeminencia. Estos conflictos se mani­
Portugal, Inglaterra, Francia y Holanda debieron traer la mano de obra desde festaron, en mayor o menor grado, en toda la América colonial y culminarían
otros lugares. Tuvo así lugar la inmigración de población blanca en condicio­ con las revoluciones de independencia con el triunfo de los intereses de los
nes serviles, como los indentured servants en las colonias inglesas del norte, y, grupos criollos dominantes.
fundamentalmente, la importación de esclavos, que se .concentró particular­ '- Finalmente, en sus relaciones con sus dominios americanos las potencias
mente en las costas del Caribe, las Antillas y el Brasil. España introdujo tam- col�niales debieron crear los cauces adecuados para volcar en las arcas fiscales
í

FORMACIÓN DE LA ECONOMÍA COLONIAL AMERICANA 35


34 LAS ECONOMIAS REGIONALES DE SUBSISTENCIA

minerales preciosos fue la preo cupación principal de to das las potencias euro­
parte de la riqueza o btenida en el Nuevo Mundo. Esto se logró mediante mé­
peas. El desarrollo de las otras actividades comenzó en aquellas tie rras en las
to dos indirectos de captación de recursos, como impuestos y contribuciones, o
que, por lo menos temporariamente , quedó descartada la posibilidad de des­
directamente a través de la explotación de ciertos recursos naturales por fun­
cubrir miner�es �reciosos España tuvo más éxito que ningún otro país en esta
cionarios de la co rona, como en el caso de los minerales preciosos e n la Améri­
empresa y alh r adica, entre\.otros factores, la causa de su preponderancia en el
ca españo la, o mediante la participación de capitales públicos en empresas pro­
siglo XVI y, también, de su posterior decadencia.
ductivas privadas.
El despl amiento de la mano de o bra y de los capitales de Euro pa a Amé­
En la América colonial, el rasgo distintivo de la organización económica fue . :iz
nea se explica, en parte, po r la política de las potencias metropolitanas ten­
el régimen de monopolio excluyente impue sto por las me trópo lis. En pleno
diente a consolidar la apro piación territorial y, en parte, porque en el Nuevo
mercantilismo, el usufructo de posiciones económicas y comerciales implicaba la
Mundo la expectativa de rendimiento de aquellos factores productivos era más
exclusión de toda compe tencia proveniente de terceros países. La historia políti­
elevada que en sus anteriores fu ent es de ocupación. En o tros términos, las
ca y militar de Europa y América entre los siglos XVI y XVIII es, en me dida impor­
expe ctativas de ganancia e ran superiores en tierras ameri canas . La utilización
tante, el reflejo de la puja constante de las pote ncias europeas por aumenrar sus
de esos factores productivos en el desarrollo de ramas concretas de la pro duc­
participaciones relativas dentro del usufructo de la economía colonial.
ción Y s u localización en punto s determinado s del territorio americano estu­
La tendencia en esos tres siglos fue, sin e mbargo, bien definida en cuanto
viero� influidas por las características de la economía de la época, señaladas
revela la decadencia constante de las primeras potencias coloniales, España y
a�tenormente Aparte �e 1� explotación de los yacimientos de minerale s pre­
Portugal, y el ascenso posterior de Holanda, Francia e Inglaterra, hasra co­ _ _-
ciosos, la act1v1dad econom1ca se concentró en cierto s cultivos tropicale s, como
m"ienzos del siglo XVIII, e n que este último país quedó en una posición de ma-
el azúcar, q ue dieron origen al sistema de plantaci ones con mano de obra escla­
' nifiesto predominio. A fines del siglo, sin embargo, la revolución de inde­ va, típico de la economía colonial. En otros puntos del continente se explota­
pendencia de las trece colonias inglesas de Améric a del Norte provocó la pri­
ron recursos distintos, como las pesquerías y los bosques en la bahía de Hudson
mera ruptura del sistema en el Nuevo Mundo.
i ' Y en Nueva Inglaterra, y las pieles en América del Norte. En las colon ias meri­
1 dionales de América del Norte predominaron el algodón, el arroz, el tabaco y
el azúcar, generalmente bajo el sistema de la plantación.
2. La producción colonial y su localización
L�s factores que determinaron la localización geo gráfica de las po blaciones
coloniales y de las empresas productoras fueron, principalmente, dos: los re­
Al analizar los principales rasg os del desarrollo de la economía colonial, con­
cursos naturales y la distancia. La actividad económica se lo calizó allí do nde
viene recordar cuál era el marco de su dese nvolvimiento. Las principales ca­
estaban ubicados los recursos naturales apto s para pro duc ir los bie nes buscado s
racterísticas de la economía de la ép oca eran las siguientes: a) las potencias
en la época, en primer lugar oro y plata, luego las tierras tropicales y las zonas
metropolitanas eran eminenreme nte agrícolas y su inrercambio exterior estaba
de las pesquerías y los bosques.
limitado a un núme ro determinado de comestibles exóticos y productos
Pero, salvo en el caso de los metales preciosos, sólo se explotaron l os recur­
suntuarios, destinados a los grup os de poder político y económico , y a ciertas
sos naturales vecinos a las vías marítimas y fluviales o lacustres co n acceso ma­
materias primas y materiales; 6) la precariedad de los medios de transpo rte , en
rítimo. El factor distancia impedía la explotación de los recursos ubicados en el
virtud de las primitivas artes de navegación y los peligros del tráfico marítimo,
interior del continente y alejados de las vías fluviales de navegación, porque los
elevaba enormeme nte los fletes de tal man era que sólo los produc tos de gran
costos de transporte, dada la práctica inexistencia de vías y de medios de co­
valor y poco peso podían soportarlos.
municación terrestre, eran tan elevados que encarecían el precio de l os produc­
Las metrópolis buscaron en América los productos tradic ionales de l co mer­
tos en los centros de consumo.
c io de la época: o ro, metales y pie dras precio sas, azúcar y cultivo s tropicales,
En menor medida, o tros factores influyeron en la localización de la activi­
especias y pieles, productos del mar y mate riales para la construcción naval.
dad eco nómica. En el caso de los metales preciosos, por ejemplo, los europeos
Pero, enrre todos estos pro ductos, el descubrimienro de yacimientos de oro y
36 LAS ECONOMfAs REGIONALES DE SUBSISTENCIA FORMACIÓN DE !.A ECONOMIA COLONIAL AMERICANA 37

decidieron explotar yacimientos menos ricos cuando en la región estaba ya No siempre las actividades se desarrollaron en gran escala y con mano de
radicada la mano de obra, porque ello disminuía los costos organizativos de la obra esclava o servil, como ocurrió con la minería y la agricultura tropical.
empresa y permitía aprovechar más eficientemente el trabajo indígena. Sin Algunas de ellas, radicadas principalmente en el hemisferio norte, comc(�a
embargo, según señala Bagú, la historia de la América española proporciona explotación forestal y la construcción naval, dieron p_ie a la empresa en peque­
numerosos ejemplos de migraciones compulsivas de masas importantes de tra­ ña y mediana escala con trabajadores independientes. 'Esca diversidad de pro­
bajadores indígenas hacia el lugar de los yacimientos mineros. 1 Esto demuestra ducción, en cuanto se explotaban recursos variados, implicaba la realización de
que la mano de obra fue, en úlcima instancia, un factor móvil que fue traslada­ algunas actividades de relativa complejidad, como en el caso de la construc­
do conforme a las exigencias de la producción. ción naval en Nueva Inglaterra.
El tipo de productos buscados y el factor distancia fijaron los límites a la En estos casos la diversidad de la producción, debido a la más amplia
extensión de la ocupación territorial. Allí donde existían metales preciosos, los gama de bienes exportados, era reforzada por la dimensión del mercado y la
conquistadores entraron hasta los puntos más inaccesibles y lejanos del conti­ composición de la demanda. La existencia de pequeños y medianos propie­
nente. El oro y la placa soportaban el flete hasta los puerros de embarque. tarios y de trabajadores independientes daba lugar a una demanda interna
Cuando la actividad económica se concentró en los cultivos tropicales, fueron que se satisfacía, en parte, con producción local. Esta temprana diversifica­
las zonas vecinas al mar o las insulares las que se desarrollaron, como el nordes­ ción de la estructura productiva interna, apoyada en actividades de exportación
te del Brasil, las Antillas y la costa del Caribe; la expansión territorial ocupó expansivas que elevaban los ingresos de los productores y en el crecimiento
entonces sólo una estrecha franja del litoral marítimo. Lo mismo ocurrió don­ de la demanda interna, sentó las bases para la elevación de los niveles técni­
de se explotaron las pesquerías, los bosques o ciertos productos agrícolas de la cos y culturales de la población, su habilidad productiva y, fundamental­
zona templada. La accesibilidad a los medios de transporte acuático condicio­ mente, la constitución de grupos sociales cuyo destino estaba fuertemente
nó la profundidad de la ocupación territorial. La fisonomía económica y social arraigado en el futuro de la comunidad en que vivían más que en el de la
de varios países americanos refleja aún hoy la influencia de este proceso. Brasil potencia metropolitana de la cual dependían políticamente. Estas "burgue­
es, posiblemente, el ejemplo más claro. sías nacionales", tempranamente vinculadas con la expansión del mercado
interno y con la apertura de líneas directas de comercio con los mercados
externos no dominados por la metrópoli, junco a los agricultores que tuvie­
3. Dindmica de las economías coloniales ron acceso a la propiedad de la cierra a medida que la frontera se expandió
hacia el oeste, .c-onstituyeron el núcleo dinámico del desárrollo en las colo­
Para identificar las actividades dinámicas deben recordarse las características del nias inglesas de América del Norte. Las convicciones religiosas dieron un
orden mundial de la época y se concluye, entonces, que fueron aquellas estrecha­ fundamento ético a la ganancia y la acumulación de capital como vía de
mente ligadas al comercio exterior. La minería, los cultivos tropicales, las pesque­ realización del hombre en la cierra, como lo planteó Max Weber en su inves­
rías, la caza y la explotación forestal, dedicadas fundamentalmente a la exporta­ tigación sobre la ética protestante y el espíritu del capitalismo.
ción, fueron las actividades expansivas que atrajeron capital y mano de obra. Bien distinta fue, por cierto, la experiencia de las economías coloniales que
Algunas actividades conexas a las destinadas a la producción exportable exportaban uno o pocos productos, tales como cultivos tropicales o metales
tuvieron también un desarrollo intenso y fueron fuente importante de ganan­ preciosos. En estos casos la producción se realizaba generalmente en unidades
cias y de atracción de capitales. Los ejemplos más notorios son el transporte de productivas de gran escala, sobre la base del trabajo servil. Los grupos de pro­
ultramar y el tráfico de esclavos que, directamente vinculados con el comercio pietarios y comerciantes vinculados con las actividades exportadoras eran lógi­
colonial, llegaron a tener una importancia significativa dentro de la economía camente los de más altos ingresos, junto con los altos funcionarios de la corona
colonial. y del clero. Estos sectores constituían la demanda dentro de la economía colo­
nial y eran los únicos en condiciones de acumular. Constituían al mismo tiem­
1 Sergio Bagú, Economía de la JOdedad colonial, Buenos Aires, El Ateneo, 1949. po el mercado interno colonial y la fuente de acumulación de capital. Por otro
38 IAS ECONOMlAS REGIONALES DE SUBSISTENCIA
FORMACIÓN DE u\ ECONOM!A COLONIAL AMERICANA 39

lado , la masa de trabajadores serviles se mantuvo casi siempre fuera del me rca­
za de trabajo y de cap acidad prod uctiva que representó la economía colon ial.
do colonial, proveyendo ellos mismos a su subsistencia.
Sea cual fuere la naturaleza de las actividades de exportació n y de las estr uctu­
En estas condiciones, al mismo tiempo que el sector exportador era muy
ras sociales apoyadas en ellas, las regi ones q ue más se desarr ollaron durante l a
poco diversificado , la composición de la demanda tampoco favorecía la trans­
América colonial fu eron aquellas donde se asentaron l as actividades exporta­
formación de la estructura productiva inte rna. Cuanto más se concentraba la
doras, mientras que las q ue se dedicaron a satisfacer el c onsumo interno o su
riqueza en un peq ueño grupo de propietarios, comerciantes e influy entes polí­
_ propia subsistencia tuvieron poca impor tanci a relativa dentro de la economía
ticos, mayor era la pro pensión a adquirir los bi ene s manufacturados de c nsu­
� de la épo ca. Per ú, México, l as colonias ingl esas del Nort e, las A ntill a s y el
mo y los durables (consistentes en buena proporci�n de bienes suntuanos de
nordeste del Br asil son casos típicos de l a primera experi en cia ; el actual territo­
difícil O imposible producción interna) en el exce nor y menor fu e la propor-
rio argentino, de la segunda.
ción d el ing re so total de la comunidad gaseado internamente .
De las actividades destinadas al mercad o interno, sólo las que se vincularon
De este modo, la expansión de las exportaciones y el aumento de los mgre­
con un centro dinámico exportador experimentaron algú n crecimiento . E n l a
sos de los usufructuarios del sistema podían dar lugar a un crecimiento del
Argentina, por ejemplo, la prod ucción de mulas en el Litoral destinadas a las
mismo sector exportador -mediance la ocupación de mayor cantidad de mano
de obra, capitales y rec ursos natural es en explotación-, pero no reperc dan e_n
minas de Potosí y la producción de paños en Tucumán con el mismo destino
� fueron de las pocas actividades desarrollad as en nuestro territorio, entre el siglo
la diversificación de la e structura produc tiva interna, tanto por la persistencia
XVI y la primera mitad del siglo XVIII, que gqzaron de cierta prosperidad.
del carácter monoproductor de las actividades de exportació n como p or el
drenaje de los mayores ingresos hacia la compra _�e bien s importados. E! sec­

' tor exportador no permitía, pues, la t ransformac10 n del sistema en su con _ J Unto 4. Las nuevas civilizaciones en América
y una vez que la actividad exportadora básica desaparecía, com� ocurnó con la
. producción az ucarera del nordeste del Brasil ante la competencia de la produ�­
La expansión de ulcramar de los pueblos cristianos de E uropa, inaugurada por
ción antillana, el sistema en su conjunto se desintegraba y la fuerz a de t raba¡ o
los portugueses desde los inicios del sigl o XV, organizó el primer orden mundial
volvía a actividades de subsistencia.
Sumadas a las re stricciones que las autoridades solían imponer sobre las bajo el liderazgo de las potencias atlánticas. L a presenciá europea introduj o cam­
actividad es que dentro de las colonias competían con las metropolitanas, tant
bios profundos en todos los territorios en los cual es se afincaron. Sin embargo,
� en África, Medio Oriente y Asia, las civilizaciones oriund as conser,varon sus identi­
la estructura del s ector exportador como la concentración de la riqueza consti­
tuy eron obstáculos básicos para la diversificación de la oferta int��na, la elev�­ dades históricas. La lengua, la religión y, en gran medida, l a organización s ocial y
ción consecuente de los niveles t écnic os y culturales de la poblac10n y e l s urgi­
política mantuvieron los rasgos preexistentes a l a presencia europea.
En el Nuevo Mundo la experiencia fue radicalmente disti nta. Áquí lo s e u­
miento de gru pos social es vinculados con la evolución del mercado int�rno Y
ropeos crearon nuevas civilizaciones sobre l a base de l os remanentes de la po­
con la búsqueda de líneas de exportac ió n no controla�as por la poten
_ _ c1a me­ blación nativa, los esclavos de origen africano, l os mismos c onquistadores y,
tr opolitana. Est e ch aco h orizonte del desarrollo económico y soCial e xplica b_uena
parce de la experiencia del mundo colonial americano y de las poses iones luego, los colon iz adores e inmigrantes provenientes de l as poten cias atlánticas
hispano portuguesas. y del resto de Europa.
De h echo, el proceso de urbanización que se re�istró en esc�s colon1�s fu e L a presencia europea provocó un cambio demográfico extraordinario en el
consecuencia del crecimiento de mano de obra de stinada a servir a los nucleos
territorio que luego se llamaría América. Al tiempo del desembarco de C olón
detentadores del pod er político y econ ómico y a la presión demográfica d la
en 1492, se estima que el continente contab a con una población de 60 millo­
� nes de personas.2 En Mesoamérica (México y Améric a C entral), espacio del
población, que excedía los moldes de la economía colonial y no era absorbida
por las actividades productivas existentes. Este �lcimo_ hecho es apuntado por
2 W. M. Denevan (comp.), The native population ofthe Americas in 1492, Madison, The
Sergio Bagú, que lo s eñala como una caracterlsnca típica del derroche de fuer-
University ofWisconsin Press, 1992.
40 LAS ECONOMfAS REGIONALES DE SUBSISTENCIA FORMACIÓN DE LA ECONOMfA COLONIAL AMERICANA 41

imperio azteca, habitaban 30 millones y en el macizo andino de América del territorial: la concentración de la propiedad de la cierra y los recursos naturales
Sur con epicentro en Cuzco, sede del imperio inca, 10 millones. Esta pobla­ y el sometimiento de las poblaciones nativas y de los esclavos africanos. Por
ción correspondía a las civilizaciones nativas más avanzadas. Por último, en el esca última razón, a diferencia de otros territorios donde los europeos instala­
norte del continente, la Amazonia, las islas del Caribe y la Cuenca del Plata, ron su presencia, en América la estratificación social estuvo fuertemente aso­
habitaban 20 millones de seres humanos en un nivel de desarrollo humano ciada con el color de la piel. Los nativos, los negros y la multiplicidad de com­
correspondiente a la edad de piedra. binaciones étnicas posibles constituyeron los grupos sociales de pobres y mar­
Un siglo más tarde, alrededor de 1600, sólo sobrevivía en el Nuevo Mundo ginales de las sociedades coloniales americanas.
alrededor del 10% de la población primigenia. Esta catástrofe demográfica, la Esos dos fenómenos, predominantes en Mesoamérica, América del Sur y el
mayor de la historia, fue principalmente resultado de las plagas (viruela, saram­ Caribe, configuraron fracturas sociales tan profundas que obstaculizaron la
pión, tifus, gripe, disentería hemorrágica, fiebre amarilla y malaria) transmitidas generación, asimilación y propagación del progreso técnico al conjunto de la
por los europeos y los esclavos africanos instalados en el Nuevo Mundo, frente a actividad económica, es decir, el desarrollo económico. Por esto mismo, aún
las cuales carecían de defensas las poblaciones nativas. La desorganización de las después de la independencia de las colonias españolas y del Brasil, en la prime-
estructuras sociales precolombinas impuesta por la conquista también contribu­ ra mitad del siglo XIX, las estructuras internas del subdesarrollo se reprodujeron
yó al extraordinario aumento de la mortalidad en el transcurso del siglo XVI. en un modelo de inserción internacional subordinado y asimétrico que, mu­
El tráfico de esclavos procedentes de África constituye, junto con la drin:. cho después, Raúl Prebisch denominaría la relación centro-periferia. El subde-
ción de la mayor parte de la población nativa en el transcurso del siglo XVI, el sarrollo de América Latina, hasta la actualidad, tiene así orígenes remotos vin-
otro acontecimiento demográfico sin precedentes históricos registrado en el culados con la formación histórica de las civilizaciones del Nuevo Mundo.
espacio americano. La institución de la esclavitud existía en Europa, África y el En las colonias británicas no esclavistas de América del Norte y el actual
Medio Oriente desde la Antigüedad. Pero el Nuevo Mundo introdujo dos nuevas territorio del Canadá, la ocupación territorial y el poblamiento transplantaron
magnitudes en el tráfico esclavista. Por una parte, la dimensión del fenómeno. al espacio americano las transformaciones en la organización política y los cam­
Por otra, la asociación de la esclavitud con una raza. bios tecnológicos que estaban teniendo lugar en las naciones más avanzadas de
· Entre 1500 y 1800 ingresaron a América alrededor de seis millones di:· Europa, en primer lugar, Inglaterra y Holanda. Aun antes de su independencia
esclavos, originarios, en su mayor parte, del golfo de Guinea en la costa occi­ a fines del siglo xvm, el acceso más amplio a la propiedad de la tierra y la
dental de África. Esto representó el 90% del tráfico mundial esclavista en el ausencia de expresiones extremas de concentración de la riqueza y de explota­
período. Sólo la mitad de los sujetos esclavizados embarcados en las costas ción de la mano de obra establecieron los requisitos necesarios para el desarro­
africanas llegaban vivos a destino. A su vez, en el pasado los esclavos eran gene­ llo económico, inclusive la aptitud de establecer relaciones simétricas no su­
ralmente prisioneros de guerra, de la misma raza y, a menudo, de mayor nivel bordinadas de esas poblaciones con su contexto externo. También el desarrollo
cultural que sus amos. En América, en cambio,.h>s esclavos eran de raza negra económico y el poder de los Estados Unidos tienen, pues, sus orígenes remotos
y provenientes de sociedades de menor desarrollo relativo respecto de las de sus en la formación histórica del país desde el período colonial.
captores. La formación de la economía argentina, desde los primeros tiempos de la
En el gigantesco espacio americano las nuevas civilizaciones, emergentes de conquista y la colonización hasta la independencia, es así parte de la expansión
tan extraordinarios acontecimientos demográficos, se articularon en torno de ultramar de los pueblos cristianos de Europa, que habían inaugurado los
de eres sistemas básicos de organización de la economía y la sociedad. A saber, navegantes portugueses bajo el liderazgo del Infante Enrique el Navegante.
las colonias hispano-portuguesas, las economías de plantación británico-fran­ Proceso que culmina con el desembarco de Cristóbal Colón en el Nuevo Mun­
cesas-holande_sas de las Antillas y las colonias continentales británicas de Amé­ do en 1492 y, seis años mas tarde, el de Vasco da Gama en la costa occidental
rica del Norte. de la India. Formado, por primera vez en la historia, un sistema de relaciones
La escratificáción social y las relaciones de poder de estas nuevas civilizacio­ de alcance planetario, comenzó entonces el primer orden mundial que se cie­
nes reflejaron dos fenómenos fundamentales de la conquista y la ocupación rra con el despegue de la Revolución Industrial hacia 1800. Entre los primeros
42 LAS ECONOMIAS REGIONALES DE SUBSISTENCIA

asentamientos de los conquistadores en la primera mirad del siglo XVI y las


décadas finales del siglo XVIII, en las vísperas de la independencia, transcurre la
etapa de las economías regionales de subsistencia en el actual territorio argen­
tino, cuyo análisis es objeto de los dos siguientes capítulos.

III. Las economías regionales de subsistencia del


actual territorio argentino

1. Ubicación de estos territorios


en la economía colonial del Nuevo Mundo

Dados los elementos condicionantes de la localización de la actividad econó­


mica en la América colonial (ubicación geográfica y disponibilidad de recursos
naturales aptos para la producción exportable), se explica que el actual territo­
rio argentino haya sido uno de los menos desarrollados durante la época. Sus
tierras no ofrecían elementos de atracción para la producción destinada a la
exportación. El territorio ubicado al sur del Trópico de Capricornio, al este de
los Andes y al oeste del río Uruguay no poseía el tipo de recursos naturales de
magnitud y localización geográfica adecuadas como para constituirse en un
cenero importante de la economía colonial.
La principal característica del medio físico en estos territorios era la pradera
de la zona templada, excepcionalmente apta para el cultivo de cereales y la
producción ganadera. La región pampeana, que abarca un.a superficie de 60
millones de hectáreas, constituye una de las praderas naturales de clima mode­
rado más extensas y fértiles del mundo.
La agricultura y la ganadería de zona templada, tanto en el norte como en
el sur del continente, se mantuvieron ajenas durante todo el período colonial
al sector eminentemente dinámico: el comercio exterior. Hasta prácticamente
fines del siglo XVIII, la producción de cereales y de productos de la ganadería
-cueros, carne, leche y derivados, sebo, etc.- constituyeron actividades princi­
palmente destinadas al autoconsumo de los productores o al estrecho mercado
local. La exportación de cueros constituye una excepción significativa que no
altera, sin embargo, la situación general.
El precario desarrollo de la producción agropecuaria de clima templado
obedecía básicamente a la baja productividad del sector y a la dificultad
de transportar a grandes distancias productos agropecuarios voluminosos y d�

43
44 LAS ECONOMlAS REGIONALES DE SUBSISTENCIA LAS ECONOMÍAS REGIONALES DE SUBSISTENCIA ... 45

escaso valor relativo por peso. Influyó además, en medida significativa, el he­ nordeste, a pesar de la posibilidad de su acceso marírimo a través del río Paraná,
cho de que ese cipo de producción agropecuaria no se adaptaba a las formas no podían competir con el Brasil, las Antillas y las costas del Mar Caribe, en
típicas de la producción colonial destinada a las exportaciones, esto es, la ex­ términos de aptitud de sus cierras para los culcivos tropicales y facilidad de
plotación en grandes superficies territoriales, con una utilización de capital acceso a los puercos de embarque.-Influyó, además, el desinterés de la corona
relativamente importante para la época y ocupación de mano de obra servil. española por este cipo de actividades. Al sur, la meseta patagónica, que com­
La variedad y la complejidad de las tareas de la agricultura de la zona tem­ prende alrededor de una tercera parte del actual territorio nacional, no fue
plada exigían una gama de habilidades y una iniciativa por parte del productor ocupada durante el perío1o colonial.
que no podía lograrse en las condiciones de trabajo servil del esclavo negro o El elemento impulsor de la conquista de estos territorios fue, como en codo
del indio. La producción agrícola en pequeña escala surgió así como la unidad el Imperio colonial español, la búsqueda de metales preciosos y la ocupación
económica básica. efectiva de las cierras de la corona. Los grupos conquistadores y colonizadores
. Todos estos factores dificultaron la formación de cuantiosos excedentes agrí­ provinieron del Perú, de Chile y del Paraguay. Del Perú provinieron los funda­
colas, su apropiación privada y la exportación de los mismos, 'limitando el dores de Tucumán en 1565, Córdoba en 1573, Salea en 1582, Jujuy y la Rioja
horizonte de la producción rural de clima templado al autoco�sumo de los .., en 1591. De Chile, los de Santiago del Estero en 1553, San Juan y Mendoza en
productores y al mercado local. 1 1562 y San Luis en 1596. La corriente colonizadora de la Mesopotamia y la
En cuanto a la ganadería, al promediar el siglo XVIII surgió en estos territorios cuenca del Río de la Plata provino del Paraguay. Fueron así fundadas Corrien­
la estancia colonial, que permitió, en cierta medida, el aprovechamiento del tra­ tes y Paraná en 1558, Santa Fe en 1573 y Buenos Aires, en su segunda instala­
bajo servil, pero sólo en pequeña escala en comparación con las grandes unidades ción, en 1580.
productoras que caracterizaban las economías de agricultura tropical y mineras. La poblaci6� indígena existente en la época de la conquista se concentraba
El actual territorio argentino tampoco guardaba, en el macizo andino y en ,- principalmente en la actual zona de Cuyo, en las provincias del Noroeste en las
las zonas montañosas del cenero y noroeste, yacimientos de oro y otros minera­ estribaciones del imperio incaico y en el centro del país. Los principales nú­
les preciosos. Por otro lado, las tierras y los bosques de la zona subtropical del cleos de población prehispánica parecen haberse concentrado en Quilmes y La
Paya, en el Valle Calchaquí y en Tilcara, en la Quebrada de Humahuaca. La
1 En las colonias inglesas de América del Norte durante codo el período colonial la produc­ totalidad de la población indígena del actual territorio argentino, en la época
ción de cereales no se integró prácticamente con el comercio exterior. Como sefiala Edward C. de la conquista habría ascendido a alrededor de 300 mil habitantes. Escas po­
Kirkland, "la variedad de tareas de la agricultura nortefia, de modesta escala, no podía adaptarse blaciones fueron económicamente aprovechadas dado su ·carácter pacífico y
al trabajo de cuadrilla del ignorante africano" (Edward C. Kirkland, Historia económica de Esta­
organizado. En el siglo XVI había 20 mil- indios repartidos en encomiendas en
dos Unidos, México, Fondo de Cultura Económica, 1941). Por otro lado, la gran disponibilidad
de tierras provocaba que tanto los trabajadores independientes como los indent11red servants Mendoza, 12 mil en Córdoba y otros tantos en Santiago del Estero. Las tribus
dejasen tarde o temprano de trabajar en relación de dependencia para co�enzar a labrar su de la zona pampeana y de la Mesopotamia, en cambio, constituidas por indí­
propia parcela. Este mismo hecho determinaba la dificultad de los grandes propietarios territo­ genas de muy bajo nivel cultural, nunca fueron incorporadas a la economía
riales, particularmente en Pennsylvania y Nueva York, de explotar sus campos a través de arren­ col�nial. En el Paraguay, las misiones jesuíticas consiguieron emplear el trabajo
datarios y participar así en parre del producto agrícola. La expansión permanente de la frontera
y la incorporación de nuevas tierras impedía la valorización de la ya ocupada.
de los indios guaraníes.
Recién en pleno siglo XIX, con la ocupación de las "grandes llanuras" de la cuenca del río La ausencia de actividades económicas aptas para el empleo de mano de
Mississippi y del Ohio y la integración de las comunicaciones a través del sistema de navegación obra esclava, como las plantaciones y las minas, limitó la entrada de africanos
del río Hudson, el canal Erie y los Grandes Lagos, la agricultura de zona templada se integra en esclavizados a estos territorios. Por su posición geográfica, el puerco de Buenos
el mercado nacional de los Estados Unidos y comienza a volcar sus excedentes en el mercado
Aires fue, sin embargo, un lugar de tránsito esclavista de alguna consideración,
mundial. Este proceso fue concurrente con la mejora de los sistemas de transporte y la rebaja de
los fletes para las cargas voluminosas de poco valor por rondada y la industrialización de los regulado por la Corona y en diversas ocasiones, como en el Tratado de Ucrecht
países europeos, particularmente Inglaterra, que posibilitaron una integración y especialización de 1713, negociado con la principal potencia en el tráfico esclavista, Gran
creciente de la economía mundial. Bretaña. En el siglo XVII, ingresaron por contrabando o amparados por las re-
r
,:

46 LAS ECONOMIAs REGIONALES DE SUBSISTENCIA LAS ECONOMIAs REGIONALES DE SUBSISTENCIA... 47

glas vigentes, 23 mil esclavos al puerro de Buenos Aires. En los tres siglos del Litoral. "A este hecho debieron las provincias interiores del Río de la Placa
período colonial, el ingreso total probablemente duplicó esa cifra que, de ro­ cualquier prosperidad que pudieron haber tenido."3
dos modos, era marginal frente a los cerca de diez millones que llegaron al Durante la época colonial, en ausencia de otros factores de atracción, la locali­
Nuevo Mundo en el mismo período. En estos territorios, los esclavos eran zación de la población y la actividad económica se realizaron en torno a los lugares
ocupados como sirvientes en las tareas domésticas, y en el cuidado del ganado de los primeros asentamientos. Surgieron así las economías regionales, cuya impor�--·
y como reemplazo de la mano de obra indígena en extinción en las labranzas rancia relativa no sufrió cambios de significación hasta fines del siglo XVIII. El No­
agrícolas. Una buena parce de los esclavos ingresados por el puerto de Buenos roeste, el Centro, Cuyo y el Litoral, constituyeron las regiones que integraron la
Aires tuvieron como destino final las minas del Aleo Perú. La presencia de realidad económica y social vigente en el actual territorio argentino durante casi tres
africanos en Buenos Aires y su zona de influencia, de alguna consideración a siglos. En el Nordeste la actividad económica estuvo fuertemente vinculada con las
fines del siglo XVIII, se fue diluyendo por la disminución de su número y, desde misiones jesuíticas del Paraguay hasta su expulsión a mediados del siglo XVIII.
mediados del siglo XIX, por el aluvión de inmigración europea. En 1812, el
Primer Triunvirato prohibió la importación de esclavos y al año siguiente la
·!
1
Asamblea decretó la libertad de vientres y la de los esclavos de otras proceden­ 2. La región del Noroeste
cias que pisaran el territorio argentino. El Ejército de los Andes y otras forma­
ciones militares de la independencia y de décadas posteriores contaron con un 1��ª región incluía las actuales provincias de Salta, Jujuy, Santiago del Estero,
número considerable de efectivos de etnia africana. Finalmente, en 1835, el Catamarca y Tucumán.4 La superficie total asciende a alrededor de 470 mil
gobernador de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas, firmó un acuerdo con km2, de los cuales unas tres cuartas partes integran el panorama montañoso de
Gran Bretaña, .transformada, bajo el impulso de la naciente revolución indus­ la región árida de los Andes y el resto la zona chaqueña árida y semiárida. La
trial, en abanderada de la lucha contra el tráfico esclavista, para abolir definiti­ primera se eleva entre 1.500 y 6.000 metros sobre el nivel del mar, con lluvias
vamente el comercio de esclavos.2 de 20Ó a 500 mm por año y nevadas y vientos fuertes, con la excepción del
Los límites de la expansión de los primeros asentamientos y de la activi­ sector húmedo tucumano-salteño, cuyas precipitaciones varían entre los 800
dad económica en el período colonial, del siglo XVI al XVIII, estuvieron condi­ mm y los 1.500 mm, y que es una zona de recursos mineros, y bosques y apta
cionados por los factores señalados anteriormente. En esos eres siglos ningún para la actividad agropecuaria en los valles cordilleranos. El resto de la región
punto del territorio argentino fue testigo de una actividad productiva fuerte­ participa de las características de la zona chaqueña, con cierras bajas, lluvias
mente vinculada con el comercio exterior. Esto determinó el escaso flujo de irregulares entre 900 y 1.200 mm anuales, con zonas locales inun'dables, esteros
mano de obra y de capitales hacia escas provincias y el carácter eminente de y bañados y bosques naturales. El clima es por lo general de tipo continental,
sistemas cerrados que tuvieron las economías regionales durante todo el pe­ seco, templado o templado cálido, con grandes variaciones de temperatura
ríodo colonial. A su vez, consecuencia de esto fue el atraso relativo de estas diurnas y estacionales que fluctúan entre máximos de 47° C y mínimos de
regiones frente a otras zonas del mundo colonial fuertemente vinculadas con 10°C bajo cero. Los inviernos son secos y las lluvias se registran generalmente
el comercio exterior y que alcanzaron un gran desarrollo en aquellos tres en verano y otoño. Los ríos son de caudal pobre y no navegables, lo que deter­
siglos. mina la relativa pobreza de las aguas de superficie de la región.5
Dentro de estas provincias sólo aquellas actividades que se vincularon con
un centro dinámico exportador, como era la producción minera del Aleo Perú,
3 l. S. Wright y L. P. Nekhom, "Esclavitud y tráfico de esclavos", artículo en Diccionario
histórico argentino, Buenos Aires, Emecé, 1990.
gozaron de cierto grado de prosperidad. Según veremos luego, tal fue el caso de 4 La región era menor que la Gobernación del Tucumán creada en 1563 y que incluía en sus
la producción de paños en el Tucumán y de animales de carga en Córdoba y el límites políticos, además de las provincias mencionadas, las de Córdoba, La Rioja y Chaco.
5 Para una descripción de las características del medio físico de las distintas regiones puede
2 John Lynch, Spanish colonial administration 1182-1810. The intmdant system in the verse: Bruno A. Defelippe, Geografla económica argentina, Buenos Aires, 1958; y CEPAL, El desa­
Vice-Royalty ofthe Río de la Plata, Londres, University ofLondon, 1958. rrollo económico de la Argentina, parte 2, México, 1959.
48 LAS ECONOMÍAS REGIONALES DE SUBSISTENCIA LAS ECONOMÍAS REGIONALES DE SUBSISTENCIA... 49

Los primeros asentamientos de población europea en el Noroeste se realiza­ talmente, a su cercanía a un centro exportador dinámico: Po cosí. La población
ron durante el siglo XVI con corrientes inmigratori as provenientes del Perú. de la región representaba alrededor del 40% del total y, dada la mayor produc­
Hacia principios del siglo xvm la población coral de la región, compuesta bási­ tividad que debía derivarse de su mayor especialización, es posible que la pro­
camente de indios y mestizos, ascendía a alrededor de 130 mil habitantes. ducción de la región haya superado esa proporción.
Durante el mismo siglo XVI se introdujeron en la región los cultivos y las hacien­ Estos hechos no empañan, sin embargo, la característica básica de la estruc­
das que habrían de desarrollarse posteriormente. De Chile provino el trigo y el tura económica de la región: su carácter eminentemente primario y de subsis­
algodón, del Brasil la caña de azúcar y del Perú la hacienda en pie. La aptitud tencia. La expansión de las actividades de exportación estaba frenada por la
relativa de las cierras determinó, en parce, la distribución de los cultivos y de la baja productividad en la agricultura y las artesanías y, en medida fundamental,
ganadería y, consecuentemente, de la población. En las tierras bajas al este de la por las dificultades de transporte y la estrechez de la demanda externa.
región se concentraron los cultivos de azúcar, arroz, algodón y tabaco. En los valles La composición de la producción sufrió algunos cambios durante el perío­
cordilleranos se asentaron los frutales, la vid y el trigo. La hacienda bovina, ovina, do colonial. El más significativo fue tal vez la desaparición del cultivo del algo­
caprina y caballar se desarrolló en las tierras bajas y en los valles de la cordillera. dón y de la producción de paños con esta materia prima, como consecuencia
La producción de metales, que alcanzó escasa importancia, estaba funda­ de la extinción de la mano de obra indígena y la introducción de la oveja y la
mentalmente destíiiada al mercado interno. Paralelamente a las actividades producción de lana. Pero estos cambios no modificaron durante codo el perío­
agropecuarias se desarrollaron l as artesanías, particularmente la producción de do el carácter de economía primaria y de subsistencia de la región.
paños de algodón y lana, carretas, muebles y la transformación de productos Limitado el desarrollo por la estrechez del mercado interno y disminuidas:
de la ganadería como el sebo y el cuero. las posibilidades de acumulación por la baja productividad del sistema, esta­
La organización de la producción re�pondía básicamente al siguiente es­ ban dadas las bases del estancamiento económico de la región y del manteni­
quema. Por un lado, grandes fincas, propiedad de europeos, dedicadas a la miento de su desarrollo en un ámbito limitado.
producción de algodón y a la ganadería para las minas del Aleo Perú y de
alimentos para el autoconsumo. La mano de obra era proporcionada por indí­
genas organizados en encomiendas que, en general, no ocupaban más de 300 3. Lti región de Cuyo
personas cada una. Es posible que hacia mediados del siglo XVII el número de
indios encomendados en la región oscilara entre 30 mil y 40 miL Estas grandes Compuesta por las actuales provincias de Mendoza, San Juan y La Rioja, abar­
propiedades territoriales producían la materia prima, el algodón, que luego era ca una superficie de alrededor de 330 mil km2• La parte occidental correspon­
transformado en paño por los indígenas encomendados. El resto de la activi­ de al macizo andino y abarca alrededor de la mitad de la región. El resto corres­
dad agraria estaba en manos de trabajadores que producían fundamentalmen­ ponde a la meseta seca, arenosa, con cantos rodados, y de lluvias escasas e
te para su propia subsistencia y para un reducido intercambio. irregulares que fluctúan entre 200 y 500 mm anuales. En la zona de montaña,
Algunas de las actividades de la región gozaron de cierta prosperidad debi­ el clima es árido, con inviernos fríos y veranos frescos, y en las tierras bajas los
do a su vinculación con el comercio interregional'. La cercanía de Potosí, cen­ veranos son calurosos y los inviernos frescos. La temperatura anual media osci­
tro minero del Alto Perú con una población estimada en 160 mil habitantes a la entre l 4°C y 20°C. La meseta oriental posee aguas subterráneas saladas y
mediados del siglo XVII y especializado en la producción minera exportable, pastos duros. Las aguas de superficie son proporcionadas por los ríos del siste­
generaba una demanda de tejidos, alimentos y hacienda en pie, particularmen­ ma Desaguadero-Salado, típico sistema de montaña que tiene un caudal me­
te animales de carga¡ El �ri��rcambio con las otras regiones argentinas era �sca­ dio anual de 250 m3 por segundo.
so y abarcaba básicamente alimentos, ganado en pie y productos de la arte­ En los valles cordilleranos y en las planicies orientales, la producción .
sanía. agropecuaria se realiza mediante cultivos bajo riego. Los primeros asencamienc� s
El Noroeste constituyó durante toda la época colonial la región de mayor de población europea provinieron de Chile a mediados del siglo XVI y hacia
importancia relativa dentro del actual territorio argentino, debido, fundamen- mediados del siglo XVIII la población de la región ascendía a alrededor de 70
50 LAS ECONOMÍAS REGIONALES DE SUBSISTENCIA LAS ECONOMÍAS REGIONALES DE SUBSISTENCIA ... 51

mil almas, de las cuales alrededor del 80% eran indios y mestizos y el resto La actividad agrícola estuvo fuertemente vinculada con la subsistencia de
europeos y criollos. los productores y con el consumo del estrecho m_<:rcado loca]: La ganadería, «rn
Junto con las primeras corrientes inmigratorias se introdujeron en la región cambio, gozó de cierta prosperidad debido a que_<::.���º-��Jue un 5e?�ro de
los cultivos y la hacienda que habrían de desarrollarse posteriormente. La prin­ producción de hacienda, particularmente de animales de carga para el Alto
cipal actividad se desenvolvió en torno de la producción agropecuaria, en par­ Peró.. La cría de mulas para las minas de Potosí constituyó así la áctividad más
ticular, la vid y los frutales cultivados con sistema de riego en los valles de las importante de la región y la única vinculada en medida significativa con el
planicies orientales. Los pastos secos y las pasturas artificiales en la zona de mercado externo. La estancia colonial fue la forma típica de organización de la
riego dieron pie a la producción de ganado bovino, ovino y caballar. producción ganad;;ª sobre la base de grandes extensiones territoriales y la ocu­
En los núcleos urbanos se desarrollaron algunas artesanías: textil, metales, pación en pequeña escala de mano de obra esclava. Los únicos grupos de "altos
artículos de cuero y otros de la ganadería. La organización de la producción se ingresos" de la región fueron los vinculados con este sector.
ajustó a los mismos lineamientos imperantes en el Noroeste. Por un lado, gran­ Se desarrolló, además, una actividad artesanal dentro de los moldes tradi::: j
des propietarios territoriales titulares de encomiendas indígenas; (en Mendoza se cionales -elaboración del cuero, sebo, paños- para la satisfacción del consum°";
estima que existían 20 mil indios encomendados hacia el siglo XVI). Por el otro, local.
agricultores produciendo para su subsistencia y para el estrecho mercado local.
Alejado de todo centro exportador dinámico, el comercio externo de la
región era pequeño y no alcanzó siquiera la significación del intercambio del 5. La región del Litoral
Noroeste. Cuyo e�portaba al Litoral y a las otras regiones argentinas principal­
mente vino, alcoholes y frutas secas. Pero la característica básica de la econo­ Abarca históricamente las actuales provincias de Buenos Aires, Entre Ríos,
mía regional fue su carácter primario y eminentemente de subsistencia. Corrientes y Santa Fe. Comprende en sus límites casi toda la zona pampeana,
con una superficie aproximada de 60 millones de hectáreas. De éstas, 35 millo­
nes corresponden a la zona húmeda con precipitaciones anuales entre 700 y
4. La región del Centro 1.000 mm bien distribuidas. La zona pampeana semiárida abarca una superfi­
cie de más de 20 millones de hectáreas con precipitaciones entre 600 y 800
Comprende las actuales provincias de Córdoba y San Luis. La superficie total mm anuales. La región cuenta con aguas dulces y abundant�s,�poca profundi­
de la región es de aproximadamente 250 mil km2• El oeste y el norte ofrecen el dad y con ríos de poco caudal y régimen irregular.
panorama montañoso de las Sierras Grande, Chica y de San Luis, con una La pampa húmeda abarca el centro y este de Buenos Aires, el centro y sur
altura media de 1.000 m sobre el nivel del mar y un punto máximo, el cerro de Santa Fe y Entre Ríos; la pampa semiárida el oeste de Buenos Aires, el
Champaquf, de casi 2.900 metros;,_La zona montañosa abarca alrededor de la nordeste de la provincia de La Pampa y el sudeste de Córdoba.
mitad de la superficie de la región. El resto corresponde a la zona pampeana El clima de la región pampeana es templado con variaciones estacionales
semiárida. poco pronunciadas; sus suelos soi;i excepcionalmente aptos para la agricultura
El régimen pluviométrico oscila entre 200 y 500 mm anuales y el clima es y la ganadería de clima moderado. Constituye una planicie prácticamente inin­
por lo general de tipo continental, seco, templado o templado cálido, con pro­ terrumpida de pastos naturales.
nunciadas variaciones de temperaturas diurnas y estacionales. Las aguas d_e ' La provincia de Corrientes, que históricamente forma parte del Litoral, perte­
superficie son escasas y los ríos de la región tienen un caudal medio de alrede­ n��é desde el punto de vista fisiogeográfico a la zona chaqueña, con lluvias abun­
dor de 100 m3 por segundo; las aguas subterráneas son generalmente saladas. dantes superiores a los 1.000 mm anuales, con zonas locales in�ndables, esteros y
L_os primeros asentamientos europeos en la región provinieron del Perú. A bañados, bosques naturales y buenas condiciones para la agricultura y la ganadería.
principios
l
del siglo XVIII, la población de la región oscilaba entre. 40 mil y 50 La población indígel}a existente en el Litoral en la época de la conquista
�i h�bit:antes, en su mayor parte indios y mestizos. estaba constituida por tribus nómadas de muy bajo nivel cultural. S11 trabajo
· r:..,_ .,,
52 LAS ECONOMÍAS REGIONALES DE SUBSISTENCIA 1 LAS ECONOMÍAS REGIONALES DE SUBSISTENCIA... 53

\
nunca pudo ser sistemáticamente aprovechado por los colonizadores. Éstos El surgimiento de algunas posibilidades de comercio sistemático en cueros
llegaron a mediados del siglo XVI en corrientes inmigratorias provenientes del llevó al fin de la libertad de captura de la hacienda cimarrona y, hacia mediados
Paraguay, trayendo los culrivos y particularmente la hacienda, que habría de del siglo XVII, comenzó el otorgamiento de licencias para vaquear a grupos auto­
ser la base de la actividad agropecua�ia de la rEgión._ rizados. Más adelante fue surgiendo la crianza y el aprovechamiento de las ha­
El Litoral fue durante el período colonial la región más atrasada y me­ ciendas en rodeo que sentaron las bases de la estancia como forma de organiza­
nos poblada del actual territorio argentino. Su población hacia mediados ción del sector ganadero. Sin embargo, la expansión de este sector fue muy limi­
del siglo XVIII ascendía a 50 mil habitantes, de los cuales aproximadamente tada hasta fines del siglo XVIII, cuando surgen nuevas condiciones que lo convertirán
la mitad eran blancos y criollos y el resto, indios y mestizos. La ausencia de en el sector dinámico por excelencia del desarrollo del Litoral. La formación
recursos minerales aprovechables y de población indígena cuyo trabajo urbana fue muy precaria durante rodo el período. No más del 10% o del 15% de
pudiese usufructuarse proporcionan las razones básicas de este subdesarro­ la población total vivía en Buenos Aires y los otros poblados del Litoral. En pleno
llo relativo. siglo XVII la población de Buenos Aires, ciudad, alcanzaba a mil habitantes y
Hacia fines del siglo xvm, apenas un 10% de la superficie de la región varios observadores de la época coinciden en señalar la pobreza de la ciudad y la
pampeana estaba ocupada por pobladores europeos. El resto estaba bajo el región. Algunas actividades artesanales destinadas al consumo interno se desen­
dominio del indio �debido a la falta de incentivos a la expansión de la ocupa­ volvieron en los poblados del Litoral. Además, en Buenos Aires existía un núcleo
_ comercial que trataba de aprovechar las escasas oportunidades que ofrecía el puerto
ción territorial.
La actividad agrícola languideció durante roda la colonia y los agricultores como centro de intercambio de la producción de las regiones del interior y de los
se dedicaban fundamentalmente a producir para su propia subsistencia y para bienes importados provenientes del exterior. Sin embargo, la pobreza y la ausen­
el estrecho mercado local. La precariedad del desarrollo agrícola determinó, en. cia de producción exportable significativa de su misma zona de influencia, el
ciertos años, la necesidad de importar harina y alimentos. La producción gan.a.: Litoral, y el escaso intercambio con las otras regiones del actual territorio argen­
dera se apoyaba en fa explotación de las haciendas cimarronas que se habían tino, explican que hasta fines del siglo XVIII los grupos comerciales de Buenos
reproducido en la pampa a partir de las primeras cabezas introducidas por los Aires no hubieran alcanzado un desenvolvimiento apreciable. El monopolio im­
colonizadores. puesto por la corona española completaba el cuadro de estancamiento dé la ciu­
El aprovechamiento de la hacienda cimarrona para obtener básicamente dad como puerto comercial, y el contrabando que se desarrolló durante todo el
carne, cuero, grasa y pezuñas constituyó durante casi toda la época colonial período no eliminó las condiciones básicas de ese estancamiento.
una actividad para la subsistencia y la satisfacción de las necesidades de los
pequeños núcleos urbanos. Proporcionó, además, alguna posibilidad
de intercambio con el exterior mediante la exportación de cueros que, sin 6. El Nordeste y la Patagonia
embargo, durante toda la época alcanzó niveles reducidos. Los observadores
contemporáneos señalan que la cultura del Litoral se apoyaba eminenteme�­ El Nordeste abarca las actuales provincias de Misiones, Chaco, Formosa y nor­
te en el aprovechamiento primario de la hacienda, la llamada "civilización te de Corrientes. La población prehispánica de estos territorios estaba com­
del cuero". puesta por indígenas de un bajo nivel cultural que habrían ascendido a co­
A la falca de mercados externos suficientemente expansivos para los pro­ mienzos del siglo XVI a alrededor de 50 mil almas. Estas tribus atacaron fre­
ductos de la ganadería, se agregaban las dificultades de obtención de mano de cuentemente las regiones vecinas del Noroeste, incursionando en Tucumán,
obra. La oferta ilimitada de tierras y el horizonte inmenso de la pampa senta­ Córdoba y Salta hasta la primera mitad del siglo xvm y, salvo las que cayeron
ron las bases físicas para el surgimiento de ese tipo humano no integrado en el bajo la influencia de las misiones jesuíticas del Paraguay, no fueron integradas
medio social, ni en el proceso productivo, que fue el gaucho. La zona rural en la economía colonial.
estaba dispersamente poblada por este individuo que trabajaba para comer y En el Paraguay, hasta la época de la expulsión de los jesuitas en 1753, había
que, de vez en cuando, vendía algunos cueros para los "vicios". alrededor de 150 mil indios trabajando en las misiones para el consumo interno
54 !.AS ECONOMIAS REGIONALES DE SUBSISTENCIA f
de las mismas. El intercambio con otras regiones se limitaba fundamentalmente
a las exportaciones de yerba mate que, aunque tenían un mercado difundido en
todo el actual territorio argentino y en el sur del Brasil, nunca llegó a constituir
un rubro significativo en el comercio del mundo colonial americano.
En cuanto a la Patagonia, con una superficie equivalente a una tercera parte
del territorio nacional, no fue ocupada permanentemente durante todo el pe­ IV. Estructura y dinámica del sistema
ríodo colonial.

Durante todo el período en consideración, esto es, desde el siglo XVI hasta fines
del XVIII, no hubo en el actual territorio argentino una economía nacional. No
existía entre las regiones un mercado con corrientes recíprocas significativas de
capitales, mano de obra y productos. El período se caracteriza por la existencia
de economías regionales autosuficientes, separadas entre sí por grandes distan­
cias y sin comunicaciones marítimas y/o fluviales {salvo, en estas últimas, el
modesto tráfico por los ríos de la cuenca del Plata) y con los precarios medios
de transporte terrestre de la época. En consecuencia, el análisis de la estructura y
dinámica del sistema debe realizarse al nivel de cada región.
Conjugando las informaciones disponibles sobre el período en considera­
ción con ciertos patrones básicos a los que se ajustan las economías cuyo nivel de
desarrollo no ha superado aúi;i los moldes primitivos que se observaban en estos
territorios hasta el siglo XVIII, es posible inferir las características estructurales
básicas y la dinámica del sistema de las economías regionales de subsistencia.

l. Estancamiento de la población
La evolución de la población estuvo sometida en medida importante a las fluc­
tuaciones en el número de indígenas incorporados a las economías regionales.
En las regiones de mayor cantidad de población indígena en la época de la
conquista, la suerte corrida por esta población explica, en medida fundamen­
tal, el desenvolvimiento demográfico de la región. En el Noroeste, por ejem­
plo, la extinción durante el siglo XVI de gran número de indígenas encomenda­
dos debido a la transmisión de epidemias introducidas por los conquistadores,
la destrucción de las organizaciones nativas y las condiciones impuestas en la
producción de algodón y paños, explican la disminución de la población total
de la región. Estos factores de extinción de la población indígena incorporada
a las economías regionales -bien sea por su desaparición física o por su fuga
fuera del ámbito de la economía regional- y J� escasa inmigración de pobla-

55
56 LAS ECONOM!AS REGIONALES DE SUBSISTENCIA ESTRUCTURA Y DINÁMICA DEL SISTEMA 57

ción e uropea y de o rras zonas del continente pe rmiten sup oner que la p obla­ manufacturas y servicios requeridos por aquélla. Para apreciar la real impor­
ció n total del actual territorio argenti no permaneció estancada o decayó entre tancia de este hecho no debe perderse de vista, s in embargo, que sólo una
l os siglos XVI y XVIII. ,A su vez, la entrada de esclavos no alteró esta evolución pequeña parte de la población de cada región estaba integrada en la economía
demográfica y la mayo r pres encia relativa. de personas de origen africano se de mercado y que su bajo nivel de ingresos sólo per mitía destinar una muy
registró en la regi ón del Río de la Plata, particularment e en la B anda Oriental. reducida pr oporción de los mismos a con s umos que no fueran lo s esenciales
A mediad os del siglo XVIII, la p oblación total el actual territorio argentino para la subsistencia. Por otro lado, los n úcleos de propietarios territoriales,
hab ría ascendid o a alrededor de 300 mil habitantes, cifra aproximada a la de la encomenderos y, en general, los gr upos de "altos ingresos", e ran muy reducidos
población indígena al comienzo de la conquista. y la demanda generada por ellos era insuficiente para dar lugar a una diversifi­
cación sustancial de la estructura productiva.
En cada región, dado el estancamiento de la población y de la productivi­
2. Debilidad del sector exportador dad, la demanda efectiva s e mantenía básicamente en los mismos niveles, lo
y de la estructura productiva interna que evitaba que la alta proporción del ingreso total gastado internamente pro­
vocase un proceso multiplicador de ingresos, tal cual ocurre en un sistema
En la medida en que las actividades de subsistencia fueron la característica básica dinámico con expansión de la capitalización y el progreso técnico.
de las economí as regionales y dado el estancamiento o declinación de la pobla­ La baja productividad de cada sistema regional determinaba la existencia
ció n, la producción total no debe haber experimentado cambios pronunciados de un e strecho mercado interno que reducía las posibilidades de la división del
desde el siglo XVI hasta la segunda mitad del siglo XVIII. En todas las regiones trabajo y de la expan sión del intercambio dentro de cada región. La ma yor
operaban básicamente los mismos factores que determinaban el círculo vicioso parte de la producción se destinaba a satisfacer directamente las propias nece­
del estancamiento. En primer término, la ausencia de una actividad �portadora sidades de subsistencia de los productores y de los g rupos a los cuales podían
expansiva y de significación en la producción total de cada región. estar sometidos, como en el caso de las encomiendas. De hecho, la mayor parte
La relaci ón entre las exportaciones y el producto bruto debí¡ ser muy baja. del esfuerzo p roductivo de la población se desarrollaba fuera de la economía_�e
Ni siquiera en el Noroeste, donde se desarrollaron con más intensidad lós en­ mercado. Desde el ·punto de vista de la capacidad de desarrollo de cada econo­
víos de mercaderías destinados al Potosí, a quella relación debe haber alcanzado mía regional, la importancia real de la diversificación de la estructura producti-. ,
proporciones si gnificativas. Esto fue caracterí stico de todo el período y en nin­ va interna era, pues, muy limitada.
gún momento se produjo una expansión sostenida de los mercados exteriores La distribución de la mano de obra entre las distintas actividades debía
como para m odificar, aunque fuera transitori amente, esta insignificancia rela­ responder básicamente al siguiente esquema. La producción agropecuaria ocu­
tiva del "sector externo" dentro de las economías regionales. En este hecho paba entre el 80% y el 90% de la mano de obra total. El resto e staba empleado
gravitó tambié n, aunque como factor secundario, el régimen monopolista del en los servicios y en las manufacturas. Aquéllos estaban compuestos principal­
imperio colonial español. mente por los servicios personales, los del gobierno -defensa, administración­
La debilidad del sector externo permite comprender el estancamiento de los y el comercio. Es posible que en aquellas regiones que contaban con mano de
diferentes sistemas regionales. Pero también explica el hecho, frecuentemente obra indígena, los servicios pe rsonales pr estados a los encomenderos ha yan
apuntado en la literatura sobre el pasado económico del país, de la diversificación absorbido una cantidad significativa de mano de obra, pero sin modificar la
de las estructuras productivas de cada región y del autoabastecimiento de los importancia relativ a del sector servicios den tro de la estructura ocupacional.
pri ncipales productos y servicios consumidos por cada una de ellas. El bajo nivel tecnológico y la escasa densidad de capital del sector exportador
En ausencia de una capacidad de importación ap oyada en un volumen determinaban que, a pesar de ser el más produ ctivo del sistema, el producto
sig nifi cativo de exportaciones y/o el ingreso de capitales del exterior, la deman­ por hombre ocupado en él no superase su stancialmente el correspondiente al
da de cada región se volcaba in ternamente. La estructura de la oferta respondía de la mano de obra ocupada en actividades de subsistencia, en los servicios o en
lógicamente a la diver sificación de la demanda proporcionan do los alimentos , las manufacturas destinadas al mercado loc al.
58 LAS ECONOMfAS REGIONALES DE SUBSISTENCIA ESTRUCTURA Y DINÁMICA DEL SISTEMA 59

La importancia de las actividades agropecuarias dentro del conjunto se re­ hubiera consistido esencialmente en la mejora del sistema de transportes -parti­
flejaba en la alca proporción de la población total que vivía en las zonas rurales. cularmente caminos y canales-. En todo el período, la expansión del capi tal
En ninguna de l as regiones la población de los núcleos urbanos ded icados a ex istente absorbió una proporción insignificante de los recursos de la comun i­
actividades n o agrícolas representó en codo el período más del 10% de la po­ dad y la cantidad de capital disponible por hombre ocupado permanec ió en los
blación coca!. mismos y muy bajos niveles. Fue seguramente en las actividades de exporta­
i ción en las que debe haberse concentrado la escasa acumulación de capital
1

realizada para expandir la capacidad productiva.


3. Distribución del ingreso y acumulación de capital Los ingresos del sector público, basados principalmente en tributos sobre
las transacciones exteriores y en contribuciones sobre ciertos artículos de co n­
La distribución del ingreso entre los distintos sectores sociales dentro de cada sumo, se invertían casi totalmente en los gastos de defen sa y administrativos,
región estaba fuertemente condicionada por las relaciones concretas de los dis­ dejando muy escaso margen como ahorro del sector. Dada la ausencia de pro­
tintos grupos en el proceso productivo. Pero:_.!omando el conjunto de las re­ greso técnico, en sistemas cerrados estancados, de muy baja productividad por
_
g10nes, los únicos núcleos que poseían ingresos por encima del nivel de subsis­ hombre ocupado y a niveles de subsistencia o aun por debajo, la distribución
tencia eran los grupos de encomenderos y propietarios territoriales y, en menor del ingreso entre los distintos sectores sociales y la forma de utilización del
medida, los rudimentarios grupos comerciales. La población indígena someti­ ahorro revisten escasa importancia desde un punto de vista dinámico.
da al trabajo servil, los pequeños productores rurales y la mayor parte de los La inexistencia de una actividad fuertemente vinculada con el comercio
artesanos recibían ingresos apenas suficientes para subsistir y, a menudo, parti­ exterior impedía la adopción sistemática de �ejoras técnicas y organ izativas en
cularmente en el cas o de los trabajadores indígenas encomendados, notoria­ el proceso económico. El nivel tecnológico y la organización de las distintas
mente por debajo de ese nivel. actividades productivas no sufrieron cambios sustanciales durante todo el pe­
La importancia del sector de subsistencia que se desenvolvía fuera de la ríodo y contribuyeron al estancamiento de la productividad y del producto
economía de mercado determinaba que la economía monetaria estuviese esca­ bruto por habitante. El carácter eminentemente cerrado de las economías re­
samente difundida." La retribució n del trabajador indígena se hada en especie gionales se manifestaba también en la ausencia de incorporaciones significa­
o era fruto de su propio trabajo en las jornadas libres del servicio al encomendero. tivas de población y de capital provenientes del exterior.
Las transacciones de los pequeños productores rurales y de los artesanos se En el espacio hispano-portugués del Nuevo Mundo no emergió el espíritu
realizaban en buena medida sobre la base de trueque. La economía monetana' capitalista que se instaló tempranamente en las colonias britániais de América
sólo penetró en las transacciones destinadas básicamente al comercio exterior a del Norte. Las causas probablemente reflejan el trasplante al espaci o americano
la región misma. Las monedas metálicas españolas eran el medio de cambio · de la organización política, los valores y el distinto desarrollo relativo de las
utili zado en estos casos. madres patria. Pero las condiciones encontradas en América tuvieron una in ­
Dados los bajos niveles de productividad, la casi totalidad de la producción fluencia determinante. Donde la colon ización inglesa, holandesa o francesa,
debía desti narse al consumo corriente de la población, y sólo una proporción en América y en otros continentes, encontró recursos naturales susceptibles de
muy pequeña era apropiada por los grupos de "altos ingresos" anteriormente explotación bajo el régimen de esclavitud, como en las islas del Caribe, o po­
señalados. Este ahorro se destinaba a ocupar mano de obra básicamente en la blaciones numerosas de hondas raíces culturales, como en la India, el orden
construcción de viviendas y algunas obras públicas de carácter no productivo. colonial fue hostil a la emergencia del espíritu capitalista y configuró estructu­
La estrechez del mercado externo e interno reducía enormemente el incentivo ras productivas en las cuales prevaleció el subdesarrollo. La experiencia en el
a la inversión para expandir la capacidad instalada en las actividades agrope­ actual territorio argentino en el período colonial forma parte de este contexto
cuari as Y en las manufacturas o para abordar nuevas empresas en los mismos determinado, principalmente, por la naturaleza de sus recursos naturales y su
campos. Los mismos factores impedían la in versión -canco por parte del "sec­ localización geográfica.
tor público" como del privado- en capi tal de infraestructura, que en la época
ESTRUCTURA Y DINÁ1',1ICA DEL SISTEMA 61
60 LAS ECONOMfA.s REGIONALES DE SUBSISTENCIA

y de asimilar así el e lemento clave e n el desarro llo de la épo ca: e l comercio


4. Equilibrio entre las economías regionales
exterior. A su turno, e ste mismo hecho impidió el aumento de l ingreso de cada
economía regional y la event ual diversificación y crecimiento de la producción
La localización de las corrientes inmigratorias europeas se realizó en las zonas en
sobre la base de una demanda interna creciente. E impidió, también, la for ma­
que e�istían poblaciones de indígenas cuyo trabajo pudo ser aprovechado por los
ción de un me rcado y u na economía nacionale s. La a utosuficiencia no fue,
colomzadores. En el actual territorio argentino no existieron los factores de atrac­
pues, desde el siglo XVI hasta el xvm, la característica distintiva del desarro llo
ción de población europea, de capitales y de actividad económica que influyeron
sino del estancamiento.
en el desarrollo de otras zonas del mundo colo nial americano.
En conclusión, como en todo el Nuevo Mundo, la conquista y la ocupación
Desde el siglo XVI al XVIII, e l desenvolvimiento de las regiones comprendi­
del actual territorio argentino forman parte de la expansión de los pueblos cris­
das en el actual territorio nacional se realizó sin cambios fundamentales en la
tianos de Europa y de la formación del primer orden mu ndial. Estos territorios
importancia relativa de cada una de ellas.
tuvieron una presencia marginal en todo ese período. Las circunstancias comen­
_ Según se ha señalado,. e:! Noro este fue durante todo el períodQl,uegió.n más zaron a transformarse a fines del sig lo XVIII cuando, a su vez, el sistema interna­
importante, con una población que alcanzaba a alrededor del 40% del total.
cional empezaba a registrar el impacto de la Revolución Industrial. Se abre e n­
Cuyo y el Ce ntro la seguía11. en importanci.;i,� hasta q ue en la segunda mitad del
tonces una etapa de transición hacia la etapa siguiente en la cual, por primera vez
siglo X'ÍIII el Litoral comi enza a ganar terreno por los factores que veremos más
en su historia, estos territorios se convie rten en un protagonista importante de
adelante. El Nordeste y la Patagonia estaban prácticamente al margen de la
los acontecimientos internacio nales. Veamos primero el perío do de transición
econ omía colonial sin ser ocupados po r los col onizadores europeos.
que se extiende desde fines del siglo XVIII hasta mediados de l XIX.
El equilibrio entre las distintas economías regionales se explica, fundamental­
mente, porque en. todo el período en ninguna de esas regiones surgieron activi­
dades exportadoras dinámicas que hubieran provocado el desplazamiento masi­
:'º del centro de gravedad de la economía. Este desplazamiento masivo se produ:
Jo, por ejemplo, en el Brasil con el azúcar, los minerales y el café, y su experiencia
demuestra claramente la importancia fundamental de las actividades exportadoras
como factor básico de la localización de la actividad económica .
. . Privada de to do estímulo externo para su crecimiento y ausente toda posi­
bi lidad �e desar�ollo autónomo apoyado sobre la expansión de la demanda y la
_
pro duct1v1dad inte rnas, cada e conomía regi onal e ra un sistema cerrado y
autosuficiente. Visto el actual terr itorio nacional en su conjunto, las econ�­ 1
mías regionales aparecían como entes autónomos independientes entre sí y,
sobre todo, no sometidas a ninguna de ellas en particular. En toda la etapa en
¡
consideración no e xistió, por cierto, una región que fuera e l centro del sistema
y u n conjunto de regiones satélites de aquélla, como ocurriría más tarde.
Sin embargo, conviene no e xagerar la importancia de esas características de
cad� eco_nomía regional y de todas e n su conjunto. El carácter autosuficiente y··
la �1vers1dad de las estructuras productivas regionale s, tanto como el equilibrio
e xistente entre to das ellas, no se apoyaban en un proceso dinámico de desarro­
llo , con au mento de l a prod u ctividad, lo s ingresos y la formación creciente de

un mercado nacional. Esas características se basaban, po r el co ntr ario, en la

imposibilidad de las economías regionales de integrarse en el mercado colonial


SEGUNDA PARTE

La etapa de transición
(fines del siglo XVIII hasta 1860)

f
V. El puerto de Buenos Aires
como intermediario comercial

El carácter cerrado y autosuficiente de las regiones comprendidas en el actual


territorio argentino y el equilibrio entre ellas comenzaron a ser conmovidoLª
.fines._d.elsiglo XVUl por el surgimiento concurrente de dos factores. El primero
es la apertura del Río de la Placa para el comercio colonial; el puerco de Buenos
Aires surge de este modo como el intermediario natural para el comercio de las
regiones meridionales del imperio sudamericano de España. El segundo es la
importancia creciente que la ganadería del litoral fue adquiriendo como activi­
dad orientada hacia la exporcaci6n.
Estos territorios reciben así, por primera vez en su historia, la influencia déí
elemento dinámico fundamental del desarrollo en la época: el comercio exte­
rior. Al mismo tiempo, en el mundo se estaban registrando avances tecnol6gi­
cos que comenzaban a transformar el contexto externo y la significaci6n inter­
nacional de estos territorios. En Gran Bretaña, en primer lugar, surgieron in­
novaciones en la generaci6n de energía y en las técnicas de producci6n,
posteriormente conocidas como la Revolución Industrial Los primeros avances
se registraron en el uso del vapor como fuerza motriz, la fabricaci6n de hilados
y tejidos y, en_ la actividad agropecuaria1 p�rJa incroducci6n de la rotación de
cultivos, la selección de semillas y cría de animales, la �ej�ra de los arados y la
sustitución de la tracción del buey por el caballo. Escas innovaciones pioneras
anticiparon los cambios revolucionarios posteriores de las nuevas tecnologías
fundadas en los avances del conocimiento científico de la electricidad y el mag­
netismo, la termodinámica, la química y la microbiología.
La Revolución Industrial inauguró una nueva etapa en la formación áeC11
orden mundial y de la globalización, que he denominado el segundo orden
mundial. 1 Comenzó entonces un proceso de largo plazo de aumento de la · ¡ .

1 A. Ferrer, Historia de la globalización JI. La Revolución lnd11Stria/y el segundo orden mun­


dial, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2000.

1
65
66 LA ETAPA DE TRANSICIÓN EL PUERTO DE BUENOS AIRES COMO INTERMEDIARIO COMERCIAL 67

productividad fundado en la incorporación del cambio técnico a la produc- \ La época fundacional de la Revolución Industrial acontece cuando come-n-·
ción de bienes y servicios. El desarrollo económico pasó a depender cada vez zaba a tener lugar la etapa de transición del actual territorio argentino. Los__
más de la capacidad de cada sociedad de asimilar, generar e incorporar tecnolo- cambios del orden mundial convergieron entonces con la instalación de Bue­
gía en el conjunto de su actividad económica y social. Con el correr del tieII1_:_i nos Aires como el centro hegemónico de un espacio que comenzaba a desarro­
po, el centro dinámico del cambio tecnológico se fue desplazando de unos llar, en escala importante, la ganadería vinculada con el creciente comercio
sectores a otros, en un proceso de creciente complejidad debido a la continua internacional. Esta segunda parte explora la incidencia de estos hechos sobre
diversificación de la composición de la producción y la demanda. De la prime­ las condiciones de desarrollo de cada región y el equilibrio hasta entonces exis­
ra, por el surgimiento de nuevas actividades y el desplazamiento de recursos de tente entre ellas, y examina cómo se fueron gestando las respuestas de la nación
unas actividades a otras. De la segunda, por el aumento del ingreso y de los emergente a los desafíos y oportunidades del segundo orden mundial. Comen­
niveles de vida y la creciente incorporación en el gasto de la demanda de ma­ cemos por observar a Buenos Aires y su puerto.
nufacturas y servicios.
El escenario internacional fue planteando así desafíos y oportunidades al
desarrollo de cada país; por ejemplo, en qué medida el comercio internacional l. Ventaja locacional del puerto
favorecía o no la formación de una economía diversificada y compleja capaz de
incorporar las actividades dinámicas de cada período y difundir el progreso Por su ubicación geográfica el Río de la Plata constituía la mejor vía de acceso al
técnico en toda la estructura productiva. El desarrollo quedó entonceq corazón del imperio colonial español al sur del Perú. De Buenos Aires a Potosí la.
crecientemente ligado a la calidad de las respuestas al contexto externo, es de­ distancia era de 1.750 km de caminos llanos que tardaban 2 meses en ser recorr1:'
cir, al establecimiento de vínculos con el exterior propicios para satisfacer el dos. De Lima a Potosí, en cambio, la distancia era de 2.500 km de caminos de
requisito esencial del desarrollo: asimilar, generar e incorporar tecnología en el montaña que insumían 4 meses para ser cubiertos. De esca manera, las mercade�
tejido económico y social. rías importadas llevadas a Potosí tenían precios muy distintos según fuese su
El escenario político y la organización social de los países que estaban puerto de entrada Lima o Buenos Aires. Una vara de paño en Potosí costaba seis·
liderando la transformación, es decir, Gran Bretaña y las naciones avanzadas o siete veces más.si procedía de Lima que si tenía puerco de entrada én Buenos
del continente europeo, registraban también la influencia de semejantes muta­ Aires. Las mulas, elemento de trabajo fundamental en la economía minera, te­
ciones. Desde el siglo anterior, los filósofos y los politólogos europeos, como nían en Potosí un precio aproximadamente cuatro veces superior si provenían de
John Locke y Charles de Montesquieu, sentaron las bases de las nuevas formas Lima que si tenían su origen en el Litoral o en Córdoba.
de organización política que limitaban la autoridad de la monarquía y permi­ Esta diferencia locacional entre Lima y Buenos Aires frente a Potosí como
tían la participación en el poder de los grupos sociales emergentes del desarro­ mercado consumidor, tenía lógicamente vigencia para la totalidad de las eco­
llo económico registrado en el primer orden mundial.2 En el Nuevo Mundo, la nomías regionales de Cuyo, el Centro, el Noroeste, el Litoral y para el Para­
nueva república emergente de la independencia de las colonias británicas de guay. Sin embargo, Buenos Aires pudo hacer valer su ventaja competitiva freo.-·
América del Norte estaba poniendo a prueba la posibilidad de organizar una te a Lima recién en la segunda mitad del siglo XVIII en virtud de las reformas
democracia representativa y federal que, sin embargo, abrigaba en varios de sus liberales de los reyes borbones.
estados miembros el estigma de la esclavitud. Las razones para que durante prácticamente 250 años de vida colonial el '·
Río de la Placa y, particularmente, Buenos Aires, no cumpliesen el papel que
naturalmente les correspondía como centro de intermediación de la América
2 A. Ferrer, Historia de la globalizacíón l ob. cit. El primer orden mundial (1500-1800)
corresponde al período inaugurado con los viajes de Colón y Vasco da Gama, en la última colonial española al sur del Perú pueden sintetizarse en las siguientes:
década del siglo xv y concluido, hacia 1800, con la irrupción de la Revolución Industrial. En la
evolución económica del actual territorio argentino, comprende la etapa de las economías regio­ Primero, el insignificante desarrollo del hinterland del Río de la Plata, o sea, Ia
nales de subsistencia y el inicio de la etapa de transición.
región pampeana, y el carácter eminentemente cerrado de las economías regio-
68 LA ETAPA DE TRANSICIÓN EL PUERTO DE BUENOS AIRES COMO INTERMEDIARIO COMERCIAL 69

nales del interior, que no producían excedentes exportables de significación en_ Aires y los miserables poblados de la zona. Excluida cualquier posibilidad de
ninguno de los rubros principales que componían el comercio colonial. desarrollo por la falta de producción exportable, para asegurar la permanencia
de estas poblaciones debía permicírseles aprovechar, aunque fuera en parte, su
Segundo, alternativamente al punto anterior, el hecho de que el centro de gia-=-­ ventaja locacional. Si bien es cierto que esas autorizaciones fueron restringidas ,
vedad del imperio colonial español estuviese en el Mar Caribe. Allí se caneen-¡ \ la limitación fundamental a la expansión del intercambio a través del Río de la
traba el intercambio originado por la producción de México, las Antillas y '·Plata estaba dada, por un lado, por la falta de producción exportable ya apun­
Nueva Granada. Era, además, el punto de intercambio de la producción mine­ tada y, como conrrapartida, por la insignificante capacidad de importar de
ra del Perú. En realidad, el Caribe fue, particularmente durante los siglos XVI y estas poblacione-;J
XVII, el centro de gravedad de todo el mundo colonial americano. El contraba¡:;do realizado, violando naturalmente las disposiciones reales, si
bien alivió la rigidez de las mismas, no alcanzó, por la razón objetiva del escaso
Tercero, como consecuencia de los dos puntos anteriores, las reglamentaciones desarrollo de estos territorios, volúmenes cuantiosos. El comercio exterior a
económicas de la corona española que excluían al Río de la Plata de los cauces través del Río de la Plata, incluido el conrrabando, fue siempre insignificante
comerciales de la colonia, limitándolos exclusivamente a la América Central_} dentro del comercio exterior de la América colonial.
El aislamiento del Río de la Plata de las regiones del interior fue reforzado con
el establecimiento de la aduana seca de Córdoba en 1622 y disposiciones que
prohibían las importaciones de metales preciosos al Río de la Plata con el obje­ 2. La importancia estratégica del Río de la Plata
to de excluir la exportación por esta vía de la producción minera del Alto Perú. y el cambio de la política de España
Las excepciones admitidas por España a la prohibición de todo tráfico exterior La modificación radical de la política española frente al Río de la Plata,5 concre­
por el Río de la Plata4 tuvieron por objeto posibilitar la subsistencia de Buenos tada fundamentalmente en la creación del Virreinato del Río de la Plata en 1776
y en el Reglamento de Comercio Libre de 1778, obedeció principalmente a .
3 Desde 1561 hasta 1739 el comercio de España con América se realizó a través del sistema cambios en la estrategia global de la corona. La presión ejercida por lcis incipien­
de floras y galeones. Se confirió autorización exclusiva para el tráfico colonial, en España, a los tes grupos comerciales y ganaderos del Río de la Plata no parece haber sido la
puerros de Cádiz y San Lúcar de Barrameda y, en América, a Carragena, Portobelo y San Juan de
Ulúa. Todo otro puerto de España y América quedaba excluido del tráfico, as/ como todo navío
que no formara parte de las floras y galeones. En Porrobelo se celebraba la feria más importante
introducida al Perú, pagando un derecho de 5% en la aduana seca de Córdoba, aparre de los
de la América española, donde se comerciaban los productos provenientes del imperio español
regulares de almojarifazgo y haberla, gravados ya en Sevilla y Buenos Aires. Estas normas rigie­
al sur del Ecuador. Las flotas y galeones llevaban de retorno a España la producción exportable
ron hasta la aplicación de las medidas liberales de los borbones en el siglo XVIII (véase Elena F. S.
de la colonia y el tesoro de la corona. A partir de 1739 se suspendió el sistema volviéndose al
de Studer, La trata de negros en el Río de la Plata durante el siglo XVIII, Buenos Aires, Universidad
régimen de navíos de registro sueltos, preparados por los comerciantes de Sevilla y Cádiz.
de Buenos Aires, 1958).
4 En lo que se refiere al Río de la Plata, el régimen ruvo algunas excepciones, que lo libera­
5 Las principales medidas de liberación consistieron en la habilitación de los principales
lizaban parcialmente. En agosto de 1602, Felipe II otorgó una autorización a los pobladores del puerros de España para el comercio con las Indias y los principales puertos de América, inclui­
Piara para exportar anualmente, en sus propios barcos, al Brasil, Guinea "y otras islas circunve­
dos Buenos Aires y Montevideo. Continuó siendo obligatoria la nacionalidad española de los
cinas de vasallos míos", 2.000 fanegas de trigo, 500 arrobas de sebo y 500 quintales de cecina.
propietarios de los navíos y de sus capitanes y oficiales y de dos tercios de su tripulación, además
En el viaje de retorno podían importar las mercaderías que quisieran, pero estaba prohibida la
de que los barcos fueran de construcción española. Se permitía, además, la internación de los
reexportación a las otras colonias españolas de América. El comercio directo con España, la
productos importados por Buenos Aires, abriendo efectivamente el mercado interior a la in­
inmigración e introducción de esclavos, estaban prohibidas. El régimen fue prorrogado por
fluencia de Buenos Aires. Estas disposiciones estaban contenidas en el Reglamento de Comercio
cinco años cada vez, en octubre de 1608 y julio de 1614. En 1616, el pedido de los pobladores
Libre de 1778. Posteriormente, en I 791 se autorizó la trata de negros a españoles y extranjeros
de dar a esta excepción un carácter permanente fue rechazado. Como compensación, en sep­
en varios puntos de América, entre ellos Buenos Aires. En 1795, se autorizó por vía de ensayo al
tiembre de 1618 se permitió, por espacio de tres años, comerciar con dos navíos anuales no
Virreinato del Río de la Piara a comerciar con las colonias extranjeras. Las medidas de liberaliza­
mayores de 100 toneladas cada uno. Parre de las importaciones realizadas por esta vía podía ser
ción fueron completadas con una simplificación del sistema impositivo.
70 LA ETAPA DE TRANSICIÓN EL PUERTO DE BUENOS AIRES COMO INTERMEDIARIO COMERCIAL 71

causa determinante de la solución, en favor de los puertos del estuario, del con­ actual territori o argentino . B uenos Aires s e convirtió en el intermediario natu�;:¡
flicto frente a Lima. La descentr alización del poder administrativo, político y de la producción exportable del interior y en el centro de abastecimiento de los ',
militar respondió a necesidades estratégicas de defensa de estos territorios frente productos importados del extranjero. La revolución de independencia a comien­

¡
a la creciente penetración portuguesa e inglesa en la región. La autorización acor:_ zos del siglo XIX consol idó el papel de Buenos Aires y el libre cambio se constit u­
dada a Buenos Ai res y a Montevideo para comerciar en igualdad de condiciones yó en el objetivo y la filosofla política de los núcleos comerciales.
l
l a los otros puertos de la América española, pr oporcionó a esta zona la base mate­ Sin embargo, el escaso desarroll o del hinterland del puer to, esto es, la zona
I' rial del desarrollo indispensable, que seguía dependiendo fundamentalmente de pampeana, y la ausencia de una actividad fu ertemente integrada en el mercado
l su papel de intermediaria como base de su desenvolvimiento.
l �olo �i al, juntamente con la escasa capacidad de exportación de las regiones del
! El elemento desencadenante del cambio de política fue, pues, la penetración.¡ 1nteno r, habrían mantenido dent ro de límites muy estrechos l as posibi lidades

l
creciente de los portugueses y los ingleses. En el Brasil, a partir de la segun<!� de expansión de B uen os Aires como centro de intermediación. Tenía poco q ue
mitad del siglo XVII, los bandeirantes comenzaron a incursionar d esde San Pa­ exportar y, consecuentemente, poca c apacidad de importar. S e necesitaría la
blo hacia el sur. Penetraron así en Río Grande, en el Uruguay y en varios pun­ ex �ansión 1e una actividad orientada hacia la expor tación, en la propia zona
tos de la Mesopotamia argentina. El descubrimiento de metales y piedras pre0 - de mf1uenc1a del puerto, para consolid ar las bases de s u desarrollo y afirmar la
ciosas, a fines del siglo XVIII, en una amplia zona de contacto entre los estados preponderancia de su posición en el país. La producción g anadera del Litoral
de Minas Gerais, Matto Grosso y Goias, produjo un desplazamiento masivo habría de dar respuesta al problema.
del centro de gravedad de la economía colonial brasileña hacia el sur.6 Por otro El nuevo papel de Buenos Aires infl uyó d ecididamente en la etapa de t ran�--r
lado, la dependencia de Portugal y su colonia respecto de Inglaterra, cristaliza- . .
s1c1ón a la economía primaria exportadora. Por un lado, permitió el crecimien­
da en el Tratado de M ethuen en 1703, asoció estrechamente a los ingleses con to de un sector comercial encargado del intercambio de la producción del inte­
la expansión portuguesa hacia el sur.
�ior con .el exterior que fue g anando fuerza paulatina y acumulando capital e
La penetración luso-inglesa tuvo dos puntos de apoyo en el Río de la Plata: mflue�c1a Tempranamente, par ticiparon en la intermediación comercial y su
l a Colonia del Sacramento, establecida por los portugueses en 1680, y el asien­ :
financ1am1ento mercaderes eu ropeos, principalmente ingleses y franceses, in­
to para la t rata de esclavos en Buenos Aires, concedido a los ingleses por la augurando el predominio de intereses foráneos en la cadena de agregación de
corona española por el acuerdo de Utrecht de 1713. La Colonia y el asiento valor y comercialización de la producción, que sería una característica de largo
fueron durante la mayor parte del siglo xvm los pilares de apoyo del contraban­ plazo en la evolución posterior de la economía argentina. Por el otro, enfrentó !
do en la zona del Plata. De hech o, la lucha contra el contrabando y la penetra­ en medida creciente a las economías regional es prácticament e a�ltosuficientes
ción extranjera sólo se concretó efectivamente cada vez que, por los conflictos del interior con la competencia de la producción importada del exterior. Este
entre las potencias metropolitanas, las au toridades del Rí o de la Plata ocupa- conflicto entre el puerto y las economías regionales nut re todo el proceso de
. ban la Colonia e interrumpían el asiento. desarroll o económico y político d el país des de fines del siglo xvm hasta la se­
gunda mitad del XIX. Sin embarg o, según veremos luego, el conflicto n o se
solucionaría por la sola apertura del puerto ni tampoco por la expansión gana­
3. Sign, ificación de la creciente importancia comercial del puerto dera incipiente en el Litoral.

Sea como fuere, las reformas liberales de los barbones sentaron las bases de cam­
bios profundos en el funcionamiento dinámico de las economías regionales del

6 Según estimaciones de Celso Furrado el rotal de emigración portuguesa al Brasil durante el


siglo XVIII, originada por el desarrollo minero, alcanzó a 300 mil almas y posiblemente a medio
millón.
VI. Expansión de la ganadería

l. Condiciones favorables al desarrollo pecuario

La producción ganadera es la primera actividad en la historia económica de


estos territorios que, en escala significativa y medida creciente, se orienta hacia
la exportación. Su desarrollo en el Litoral desde fines del siglo }CVIII hasta me�
diados del siglo XIX constituye, juntamente con la actividad comercial del puerto
de Buenos Aires, el factor dinámico del crecimiento económico en el período
de transición.
Las exportaciones de cueros, que constituyen el rubro ampliamente pre­
ponderante del comercio en el período, pasan de un promedio de 20 mil uni­
dades anuales en el siglo XVII, a 150 mil a mediados del XVIII, y superan, a fines
de este último, el millón. Las exportaciones de cueros alcanzan los 2 millones i
medio de unidades hacia 1850, al mismo tiempo que van surgiendo otros rubros
de exportaciones ganaderas, particularmente el tasajo y la lana. El primero,
que comienza a aparecer en los datos disponibles sobre exportaciones a fines.
del siglo XVIII, representa, a mediados del siguiente, alrededor del 10% del
valor total de las exportaciones. Las de lana crecen también rápidamente, pero
su impacto se siente principalmente en la segunda mitad del siglo XIX y forma
parte de la experiencia que analizaremos en la etapa de la economía primaria
exportadora.
i Las condiciones que facilitaron el desarrollo de la ganadería fueron básica­
m;;te las siguienteg abundancia de tierras férriles en la zona pampeana, ex­
pansión de la demanda mundial y liberalización del régimen comercial, baja
complejidad de la empresa ganadera y, finalmente, la escasa demanda de mano¡
de obra de la producción pecuaria. Veamos brevemente cada uno de estos as-:
pectos por separado.
Ab�mdan�ia de tierrasfértiles en la región pampeana. Las condiciones ecológi�as
de la región ofrecían c�ndiciones inmejorables para el desarrollo de las hacien­
das:" Los pastos y las aguadas naturales permitían el crecimiento de los animales '
\.__

73
74 LA ETAPA DE TRANSICIÓN
r--
.

EXPANSIÓN DE LA GANADERÍA 75

prácticamente sin cosco para el ganadero. Sólo la presencia del indio en la alrededor de un habitante cada 500 hectáreas. En la época del Censo Nacional
frontera de la zona productiva y la inmensidad de la distancia, con las dificul­ de 1869, la población de las zonas rurales de la provincia de Buenos Aires era
tades de transportes consiguientes, limitaban las posibilidades de aprovecha­ todavía de sólo un habitante cada 100 hectáreas. Es obvio que si la explotación '
miento de las tierras pampeana-;j De todos modos, por primera vez en la histo­ ganadera hubiera requerido una gran cantidad de mano de obra, su desarrollo
ria colonial, los "territorios infuiles" de la pampa eran susceptibles de una ex­ hubiera sido imposible o habría exigido la entrada masiva de inmigrantes del
plotación lucrativa en escala apreciable. exterior. Decimos exterior porque, dada la baja densidad de población en las
otras regiones del territorio nacional y la escasa movilidad de la mano de obra
Expansión de la demanda mundial y liberalización del régimen comercial La en la época, era imposible concebir un traslado masivo de población del resto
mejora paulatina de los medios de transporte marítimos y el crecimiento de del país hacia el Litoral. 1 Aunque sin obstaculizar radicalmente el incipiente
la demanda de productos ganaderos en Europa y en América abrieron nue­ desarrollo ganadero, la escasez de mano de obra para la producción pecuaria se
vos mercados para ciertos productos pecuarios y expandieron los ya existen­ hizo sentir durante toda la etapa de la transición. Hasta bien avanzada la s'é�
tes. El incipiente proceso de industrialización de las economías europeas es� _ gunda mitad del siglo XIX, la legislación abunda en medidas destinadas a afin­
timuló el comercio mundial de productos tales como los cueros y las lanas. car a los trabajadores en las empresas en que trabajan y a perseguir la mano de
Además, la producción de tasajo para el consumo de la mano de obra esclava obra potencial que vagaba por la campaña: el gaucho.
de las economías de agricultura tropical constituyó otro factor de expansión
estimulado por la demanda externa. Por otro lado, la mayor libertad de co­ Todos los factores apuntados determinaban una alta productividad del trabajo
mercio a partir del Reglamento de Libre Comercio de 1778 permitió aprove­ empleado en la producción pecuaria, que superaba con exceso las necesidades
char las posibilidades que ofrecía el comercio internacional. de subsistencia de los productores. Ello posibilitó una alta rentabilidad de las
inversiones realizadas en la producción ganadera. Por un lado, la abundancia
Escasa complejidad de fa empresa ganadera. La economía pecuaria permitía la
producción en gran escala con los bajos niveles tecnológicos, organizativos y
de disponibilidad de capital productivo imperantes en el Litoral a fines del 1 El problema se planteó en la práctica en la segunda mitad del siglo XIX pero no en torno del
siglo XVIII. La cría, matanza y faena de ganado podían organizarse con muy • desarrollo ganadero sino del agrícola y, según es notorio y veremos luego, la respuesta fue pro­
precarios elementos técnicos y los problemas organizativos que planteaban eran \ porcionada por las cuantiosas corrientes migratorias llegadas de Europa. Pero hasta la primera
simples. Es probable que el capital por hombre ocupado en la producción J mitad del siglo pasado la agricultura fue una actividad destinada al mercado interno y, por lo
pecuaria no superara sustancialmente los niveles imperantes en el conjunto éfe mismo, con pocas posibilidades de expansión. Además, la productividad agrlcola era muy baja y
daba para muy poco más que la subsistencia de los agricultores. El desarrollo agrlcola requería,
la economía. Estas características distinguen a la producción ganadera de las al mismo tiempo, el asentamiento de masas importantes de agricultores que hubieran sustraído
otras actividades exportadoras que se desarrollaron en otros puntos de la Amé­ tierras disponibles para la explotación ganadera. Se explica así la oposición de numerosos terra­
rica colonial, como la agricultura tropical y la minería de metales preciosos, tenientes a la entrada de inmigrantes. Pero a partir de 1860 se abren los mercados mundiales
para la producción agrícola de la zona pampeana, y las mejoras técnicas en la agricultura elevan
cuya densidad de capital y complejidad técnica y organizativa superaban
sustancialmente la productividad, permitiendo la obtención de un excedente por encima de las
sustancialmente las prevalecientes en la ganadería del Litoral. necesidades básicas del agricultor. El sistema de arrendamiento es la respuesta de los propietarios
territoriales a la oportunidad ofrecida por las nuevas circunstancias. El cobro de los arrenda­
Baja demanda de mano de obra de fa producción pecuaria. A fines del siglo XVIII, mientos es la forma de participación en el creciente producto agrlcola y el medio de utilizar sus
según Félix de Azara, un capataz y diez peones podían atender una estancia tierras en la nueva y expansiva actividad. El régimen de arrendamientos permitía, además, un
régimen más racional de explotación de la tierra mediante la rotación de cereales y forrajeras,
con 1 O mil cabezas de ganado. La superficie de tal explotación no sería segura­ con lo cual se complementaban la producción agrícola y pecuaria. Este cambio en las condicio­
mente inferior a las 15 mil o 20 mil hectáreas. La importancia práctica de este nes del desarrollo de la producción agropecuaria explica el cambio de actitud de los propietarios
hecho resulta evidente si se recuerda que a fines de aquel siglo la densidad de territoriales del Litoral, que a partir de 1860 se convierten a la política de fomento de la inmigra­
población en las zonas rurales ocupadas de la región pampeana debía ser de ción y de poblamiento de la zona pampeana.
76 LA ETAPA DE TRANSICIÓN EXPANSIÓN DE LA GANADERfA 77

de tierras y el escaso empleo de mano de obra reducían los costos en compara­ rrón y toda la hacienda tenía dueño. Surge entonces el rodeo como forma
ción con los existentes en los países importadores; por el otro, la demanda básica de la crianza de hacienda y la estancia se consolida como unidad de
externa creciente y, paulatinamente, la expansión del mercado interno -apoya­ producción.
da básicamente en la ciudad de Buenos Aires- permitían obtener altos precios De este modo, se plantea sistemáticamente, por vez primera, la necesidad
por los productos ganaderos. En los años inmediatos a la liberación comercial de aumentar la extensión de las tierras disponibles. Al mismo tiempo, la for­
en la década de 1770, los precios de los cueros, por ejemplo, aumentaron entre mación de unidades de producción -estancias- para criar ganado y la necesi­
tres y cuatro veces. Los márgenes de ganancia de la actividad ganadera fueron dad de ejercer el derecho de propiedad sobre los rebaños llevaron obligadamente
creciendo y sentando las bases de una de las principales fuentes -juntamente a la apropiación privada de la tierra. La expansión ganadera transforma la puja .
con las actividades comerciales del puerto- de la acumulación de capital en el_ inicial por obtener "acciones de vaquería" en expansión de la frontera y en
Litoral. apropiación territorial.
Para aprovechar las nuevas oportunidades ofrecidas por el desarrollo pecua-· Este proceso paralelo de expansión de la frontera en la zona pampeana y de
río, debían solucionarse dos problemas básicos: la expansión de la frontera y la apropiación privada de las nuevas tierras ocupadas es el más importante en la
apropiación territorial, por un lado, y la elevación de la productividad en la etapa de transición y habría de ejercer una profunda influencia en el desarrollo
producción ganadera, por el otro. A estos puntos se refieren los dos apartad�.!óJ posterior de la producción rural y del país en su conjunto.
siguientes. El proceso de ocupación territorial en la zona pampeana se desenvuelve
ininterrumpidamente durante todo el siglo XIX hasta culminar con la campaña
de Roca de 1879 y la derrota definitiva del indio.2 A fines del siglo XVIII, cuan­
2. La expansión de la .frontera y la apropiación territorial do se cierra la etapa de las economías regionales de subsistencia, la frontera sur '.
de la zona pampeana estaba dada por una línea que pasaba por el río Salado,
Durante el siglo xvm, la mayor parte de las tierras de la zona pampeana estaba Carmen de Areco, Salto y Rojas en la provincia de Buenos Aires. De los 300
ocupada por el indio y no era aprovechada económicamente por la población mil km2 de superficie de la misma sólo alrededor de un 10% estaba integrado
colonial. El carácter incipiente de la producción ganadera no había plantead9, .J en la economía colonial.
hasta fines del siglo, la necesidad de expandir las tierras disponibles para la La ocupación territorial continuó ininterrumpidamente durante la prime­
crianza de hacienda. ra mitad del siglo XIX y hacia 1830 la frontera se había corrido hacia una línea
La utilización de la res hasta entonces era muy precaria: sólo cueros y sebo que pasa por las localidades bonaerenses de Junín, Bragado, 25 de Mayo,
para una exportación limitada y para el uso interno, y carne para el consumo \ Tapalqué, Azul, Tandil y la costa del Atlántico a la altura aproximada de Mar
local. La "técnica" productiva consistía en la caza de la hacienda cimarrona - a i' del Plata. Según Ramos Mejía, las estancias de la provincia de Buenos Aires
campo abierto y el desuello in situ. cubrían hacia esa época una superficie superior a los 100 mil km2•
.s::oncluida la libertad para vaquear a principios del siglo XVII, los permisos Las campañas contra el indio de 1876 empujaron la frontera hacia el sur y
otorgados por la autoridad local constituyeron la forma de apropiación priva­ el oeste, abarcando el territorio comprendido por la línea que pasa por Trenque
da de la hacienda cimarrona, que se había reproducido espontáneamente en la Lauquen, Guaminí, Carhué, Puán, Bahía Blanca y Carmen de Patagones. Esta
pradera pampean��-'. En escas condiciones, la posesión de tierras para criar y línea de frontera abarca prácticamente la totalidad de la zona pampeana húme­
engordar hacienda era un factor secundario. da, con una superficie de 35 millones de hectáreas. La campaña de Roca du-
A partir de la segunda mitad del siglo xvm, sin embargo, la expansión de las
exportaciones de cueros llevó inevitablemente a la necesidad de racionalizar la
2 La ocupación del resto del territorio nacional que continuaba bajo el dominio indígena se
exploración pecuaria. No había ya suficiente hacienda cimarrona para vaquear
completa prácticamente en las últimas décadas del siglo XIX con la ocupación de la Pacagonia y la,
y la matanza incrementada la había alejado más y más de los centros poblado§,_, ,
frontera interior del Chaco, en el territorio comprendido al norte del paralelo 30, el este de'
Según Emilio A. Coni, hacia 1720 no quedaba ya prácticamente ganado cirria- Santiago del Estero y Salea y las actuales provincias de Chaco y Formosa.

l
l
f
78 LA ETAPA DE TRANSICIÓN

rante I 879 completó definitivamente el proceso de ocupación territorial y de


rr EXPANSIÓN DE LA GANADERfA

3. Capitalización y mejoras técnicas del sector


79

expulsión del indio.


Según se señaló, la apropiación privada de las cierras fue paralela al proceso Para consolidar su proceso de desarrollo, el sector pecuario debía introducir las
de ocupación territorial. La política de distribución de las tierras públicas, par- mejoras organizativas y técnicas básicas para elevar su rentabilidad. Esto lleva­
ticularmente en la provincia de Buenos Aires, llevó a una rápida concentración ba aparejado la necesidad de asegurar un flujo adecuado de recursos para la
de la mayor parte de las tierras de la región pampeana entre reducidos grupos de capitalización de las empresas ganaderas.
personas. Hacia 1840, las ventas a particulares de las tierras arrendadas bajo �_L La mejora organizativa fundamental consistió en la consolidación del siste­
régimen de enfiteusis durante los gobiernos de Martín Rodríguez y de Rivadavia, ma de la explotación en una gran propiedad territorial con unidad de adminis­
en la década de 1820, habían sido la causa principal de la apropiación privada tración y empleando trabajo asalariado. La estancia es la primera empresa capi�
de 8.600.000 hectáreas. El número de titulares de estas tierras ascendía a 293 talista en gran escala y expansiva que surge en la economía del país.
personas, lo que arroja un promedio de casi 30 mil hectáreas por propietario. . J�.n el nivel de las técnicas productivas se desarrolló el sistema de la crianza
El usufructo gratuito de las tierras ubicadas más allá de la línea de frontera -en de animales en rodeo y comenzaron a introducirse los primeros reproductores
virtud de disposiciones legales de 1857- y su posterior entrega en propiedad importados para mejorar la calidad de la hacienda criolla. La difusión del alam­
enajenaron del dominio público otros 3 millones de hectáreas de la provincia, brado, a partir de 1850, constituyó otra mejora técnica de importancia que
que fueron adquiridas por poco más de 300 personas. Si se suman a estas permitió la elevación de la rentabilidad de la estancia al consolidar los derechos
ventas de tierra pública distintas concesiones gratuitas otorgadas principalmente jurídicos de propiedad,_.permitir al productor un aprovechamiento más racio­
en premio a los méritos militares en la lucha contra el indio, la apropiación nal de su tierra y reducir la necesidad de mano de obra al evitar las pesadas
territorial privada en la provincia de Buenos Aires alcanzó a alrededor de 12 "rondas nocturnas" para vigilar la hacienda en campo abierto.3
millones de hectáreas. La importancia creciente de la producción de tasajo permitió una cierta
En las otras provincias de la región pampeana, particularmente en Córdo- ' · J. integración de la economía del sector pecuario mediante la complementación
ba, Santa Fe y Entre Ríos, la distribución de la tierra pública no fue en general de la cría de hacienda con su industrialización y el abastecimiento de la sal
de extensiones tan grandes ni tan rápida como en la provincia de Buenos Aires._ . necesaria para el salado. La producción de tasajo fue la única de las especialig;i,­
Sin embargo, las grandes propiedades territoriales existentes en esas provincias des de la economía ganadera que permitió tal tipo de integración, superando
como consecuencia de las distribuciones de las cierras de la corona durante la los moldes sencillos de la producción de carne para el consumo local y de
época colonial, sumadas a la disposición de la tierra pública después de la inde­ cueros y sebo para la exportación y el uso interno.
pendencia, llevaron también en ellas a.una concentración marcada de la pro- La propia capacidad expansiva del sector ganadero permitió asegurar el flu­
·.
piedad territorial en pocas mano;. jo de fondos necesarios para su crecimiento a los niveles modestos imperantes
Hacia mediados del siglo XIX se había consumado el proceso de apropiación en la época. La reinversión de las utilidades de los productores fue la principal
privada de las tierras más fértiles y mejor ubicadas de la región pampeana. De fuente de financiamiento de la expansión del capital productivo del sector. Los
las tierras que componen la zona pampeana húmeda, la mayor parte estaba en núcleos comerciales de Buenos Aires volcaron también parte de sus capitales
manos de grandes propietarios territoriales. La ocupación jurídica de esas tie­ en el sector pecuario, vinculando estrechamente los intereses de los grupos
rras se había consumado en gran medida hacia 1860, cuando la economía del comerciales porteños con la economía ganadera. La cadena de agregación· ele·
país se entronca decididamente en la economía mundial y comienza la etapa valor, desde la faena del ganado hasta la extracción del cuero, el sebo, las pezu­
de la economía primaria exportadora. ñas, la carne para el consumo interno y el tasajo, estaba en manos de estancie­
ros y empresarios locales. La fase de comercialización y financiamiento, en

3 Horacio Giberti, Hiitoria económica de la ganadería argentina. Buenos Aires, Solar/Hachette,


1954.
80 LA ElJ\PA DE TRANSICIÓN

cambio, comenzó a contar con la creciente participación de intermediarios


extranjeros, británicos y franceses en su mayo r parre. Lo mismo sucedió con el
comerci o de importación, que se acrecentó impulsad o p or el aumento de la
ca pacidad de pagos externos derivados de l as mayores exportaciones. Tempra­
namente, pues, l os excedentes generados en etapas fundamentales de la cadena
de agregación de valor, como el comercio y su financiamiento, p asaron a ser VII. El desarrollo del Litoral 1
controlados p or intereses extranjeros.
Las inversiones de infraestructura -particularmente caminos- fueron insig­
nificantes durante todo el período. Las inversiones realizad as en este campo Durante la etap a de transición subsistieron el aislamiento de las econo mías
por el sector privad o se limitaron al ámbito de la estancia, y el sector público regi onales y el escaso fluj o entre ellas de capitales, m a no de o bra y productos.

volcó su ahorro en los g astos necesarios p ara asegurar la expansión de la fronte- Sin embargo, el comportamiento de cada una de ellas no respondió a las mis­
r a y la lucha contra el indio. mas pautas, como ocu rrió en la etapa anterior. En el Litoral, la exp ansión de las
En cuanto a los cambios en l a composición interna de la producción y ·ae · actividades comerciales y ga nader as incorporó a su economí a elementos que la
l as exportaciones g anaderas, los mismos respondieron básicamente a los cam­ distinguen de la de otras regiones. Por lo ta nto, el análisis debe diferenciar la
bios en los precios rel ativos de los distintos productos exportados y, en menor situación correspondiente al Litoral y al resto de las regiones argentinas. Esto
medid a, a la apertura de nuevas líneas de producción, como el t asajo. es asimismo indispensable para comprender cómo las nuevas condiciones fue­
Un cambio notable en este sentido se produjo con la expansión de la produc­ ron rompiendo el equilibrio entre las economí as regionales del actual territorio
ción de lana a partir de 1850. Las modificaciones de la importancia relativa déP nacional.
vacuno y el lanar provocaron desplazamientos en la utilización de las tierras de la: Después de la independencia, la centralización del comercio exterior por
zona pampeana, y la cría de ovejas llegó a adquirir una posición preponderante Buenos Aires y las restricciones a la navegación de los ríos P araná y U ruguay
dentro de la ocupación de tierras de la región en la épo ca del auge de la lana. enfrentaron los intereses de la provincia de Buenos Aires y lo s_ de Santa Fe,
Sin embargo, los cambios más espectaculares en la composición de la pro- Entre Ríos y Corrientes. La apropiación de los derechos de aduana por Buenos
ducción pecuari a y en la distribución por actividades de la utilización de la Aires y la intermediación obligada de codo el comercio exterior p or su puerto,
tierra se produjeron en la etapa siguiente, cuando las modificaciones de precios concentraban en ell a los recursos fiscales y los ingresos generados en la a ctivi­
rel ativos y el progreso técnico acentúan su influencia com o consecuencia de la dad comercial. Estas restricciones limitaron el imp acto que-la expa nsión g ana­
integración del mercado mundial. El cam bio principal en este sentido fue el dera podía ejercer sobre Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes. Sin embargo, tam­
del surgimiento ma sivo de la producción agrícola, que hacia 1850 era un a bién en estas provincia s oper aron los factores que diferenciaron su experiencia
activid ad eminentemente destin ada a abastecer el merc ado local y apena s ocu­ de la registrada en la s regiones del interior. Por eso este capítulo se refiere al
paba los cinturones verdes en torno de los núcleos poblados, par a pa sar hacia desarrollo del Litor al en su conjunto, aunque, a menudo, deba hacerse referen­
fines del siglo a proporcionar no menos de la mitad de las exp ortaciones del cia a la especial situación de la provincia de Buenos Aires dentro de la región.
país, que alcanzaron niveles sin precedentes.

I Los datos disponibles para el período en consideración son muy limitados y se refieren
básicamente al comercio exterior, la población, las finanzas públicas y las estadísticas moneta­
rias. Sobre esta base, en este capítulo y en el siguiente se formulan algunas estimaciones para
cuantificar el desarrollo alcanzado, que tienen el propósito de establecer un marco de referencia
cuantitativo al análisis que se efectúa. Las estimaciones realizadas responden a ciertas relaciones
lógicas existentes entre las distintas variables económicas, en una economía del nivel de desarro­
llo de la Argentina en la etapa en consideración.

81
82 LA ETAPA DE TRANSICIÓN EL DESARROLLO DEL LITORAL 83

l. Aumento de la población 5 millones de pesos fuertes, o sea aproximadamente 300 millones de dólares.
Como consecuencia, en un plazo de 50 años, con fuertes fluctuaciones inter­
La población de las provincias del Litoral creció sostenidamente durante toda medias, las exportaciones del país se duplicaron aproximadamente.
la etapa de transición, particularmente en Buenos Aires, ciudad y campaña. Si se estima que hacia 1850 las exportaciones representaban alrededor del
Entre 1800 y 1869, fecha del primer censo nacional, la población de las pro­ 15% del producto bruto,3 se concluye que éste ascendía en ese año a alrededor
vincias del Litoral -Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes- pasó de de 4.200 millones de dólares.4 Como la población del país ascendía a 1.200.000
aproximadamente 100 mil a 850 mil habitantes, lo que implica una tasa d�. habitantes, el producto bruto por habitante era de alrededor de 350 dólares.
crecimiento anual acumulativo ligeramente superior al 3%. Es presumibl� que Veremos más adelante que en toda la etapa de la transición se produjo un
modestas inmigraciones de población extranjera y un cierto desplazamiento de desplazamiento del origen de las exportaciones desde las regiones del interior
la población de las provincias del interior hayan influido en alguna medida en hacia el Litoral y que fue éste el que asimiló la mayor parte de los efectos
el aumento poblacional. Sin embargo, la precariedad de las cifras disponibles expansivos del crecimiento del comercio exterior. Al mismo tiempo, Ja pobla­
para el período impide sacar conclusiones firmes sobre el problema, aunque las ción del Litoral se fue integrando paulatinamente en la economía de mercado
expuestas proporcionan una orientación suficiente a los efectos de este análisis. abandonando las actividades de subsistencia que continuaron preponderando
Dentro del Litoral, Buenos Aires, ciudad y campaña, fue la provincia que cre­ en el interior. Estos factores permiten suponer, que en el Litoral el producto
ció más sostenidamente. Hacia 1800 su población debía representar alrededor por habitante era superior al del resto del país.
del 50% del total del Litoral y en 1869 la proporción se había elevado a casi el El crecimiento de las exportaciones estimuló la expansión del producto y
60%. Esto daría una tasa de crecimiento demográfico para la provincia vecina del ingreso conforme a mecanismos que analizaremos con algún detenimiento
del 3,5% anual entre esos años. El dato puede ser exagerado, debido a la preca­ al referirnos a la etapa de la economía primaria exportadora. Lo que nos
riedad de la información disponible, pero ilustra claramente acerca de la ten­ interesa señalar ahora es la medida en que la expansión de la exportación y
dencia en el período. del ingreso del Litoral repercutió en la conformación de su estructura pro-
El aumento poblacional en el Litoral fue simultáneo con la expansión de la: ductiva.
frontera. De tal modo, la densidad demográfica, en las tierras efectivamente ocu­
padas, aumentó en mucha menor proporción de lo que podría deducirse de las onza, de tal modo que el peso fuerte de 1850 es equivalente a 1,70 dólares posteriores a 1934.
cifras sobre evolución de la población de la región en la etapa de la transición. Pero lo que interesa a los efecros de los cálculos en el texto es el poder adquisitivo del dólar entre
1850 y la actualidad. Conforme a la evolución de los precios en los Estados Unidos y teniendo
en cuenta la precariedad de estas comparaciones en un período tan largo, un dólar de 1850 tenla
un poder adquisitivo aproximado a 15 dólares de 2000. Para el pasado, las cifras del texto deno­
2. Expansión de las exportaciones minadas en dólares se refieren a su poder adquisitivo del año 2000.
y evolución de la estructura productiva 3 Hacia 1900 las exportaciones representaban el 25% del producto bruto interno. Como a
mediados del siglo XIX la economía nacional no estaba tan fuertemente integrada en el mercado
mundial como acontecería crecientemente a partir de la segunda mitad del mismo, y las activi­
La apertura de los puertos del Río de la Plata en la segunda mitad del siglo dades de subsistencia seguían ocupando la buena parte de la población activa en el interior, es
XVIII,la liberalización total del intercambio después de la independencia y la presumible que el coeficiente de exporraciones de 1850 haya sido inferior al registrado a partir
expansión ganadera en el Litoral se reflejan naturalmente en el aumento de las de 1900. Las consideraciones que se formulan en la siguiente nota al pie parecen ratificar la
exportaciones. Hacia 1850 éstas ascendían a alrededor de 1O millones de pesos aproximación del coeficiente en 1850 al 15% supuesto.
4 No se dispone de daros sobre el producro bruto para mediados del siglo XIX. El primer claro
fuertes, que equivalen a más de 600 millones de dólares de poder adquisitivo
firme es el correspondiente a 1900 calculado por la CErAL. El producto total habría crecido a una
del año 2000.2 A fines del siglo XVIII las exportaciones ascendían a alrededor de rasa acumulativa anual de 4,5% entre 1850 y 1900, lo cual, visto que el período incluye los
2 El contenido de oro del peso fuerte era similar al del dólar norteamericano en la época. últimos lustros del siglo XIX de fuerte crecimiento, parece razonable. Como la población creció
aproximadamente al 3% anual entre 1850 y 1900 el producto por habitante habría aumentado
Una onza de oro de 25 g de peso y 0,875 de ley valía 17 pesos fuertes. Por otro lado, una onza de
al 1,5% entre esos años.
oro fino de 25,8 g equivalía a 20,66 dólares. En 1934 el dólar fue devaluado a 35 dólares por
'.,+/' '

... 85
84 LA ETAPA DE TRANSICIÓN EL DESARROLLO DEL LITORAL
···r.....· ·•ii·•

sos de l os gobiernos de las provincias del Litoral, particular mente la de Buenos


En el Litoral, el consumo, en la medida en que superaba los niveles de
subsistencia, se satisfacía en gran parte con productos impor tados de fuera de Aires, apoyado en las crecientes recaudaciones de aduanas, cuando no en la
la región misma que, hasta fines del siglo xvm, habían provenido en alta pro­ emisión monetaria, provocó una expansió n del gasto público en los servicios
porción de las regiones del interior, como pañ os, vinos, fruta seca, yerba mate prestados por el gobierno y, en consecuencia, de la o cupaci ón de mano de o bra
y tabaco. La expansión del ingreso en el Litoral durante la etapa de transición en el sector. La expansión de las actividades comerciales en Buenos Aires y en
provocó na turalmente una elevación de la demanda efectiva y una mayor di­ otras localidades del Litoral, vinculadas co n el aumento del co mercio exter ior y
versificación de la misma, como sucede cuando se elevan las condiciones de con el crecimiento de la población y del nivel interno de ingresos, fueron tam­
vida y va perd iendo importancia relativa el consumo de los ar tí culos esenciales
bién un factor expansivo de la ocupación de mano de o bra en el sector de
para la subsistencia y adquiriéndola los artículos manufacturados, los servicios servicio s.
y las maquinarias, equipos y otros bienes de capital componentes de la inver­ La ele vación del n ivel de ingresos y la imp o rtancia que iban adquir iendo
sión interna. las ocupaciones come rciales y urbanas p rovocaron el crecimiento de la po­
Los sec tores comerciantes y ganaderos del Litoral tenían sus intereses estre:· blación de las ciudades del Li toral. Tal es el caso principalmente de la c iudad
chamente vinculados a la expansión de las exportacio nes. El libre cambio se
de Buenos Aires que hacia 1850 tenía una p oblación vecina a 100 mil habi­
convirtió, pues, en la fil osofía y la práctica polí tica de estos grupos y, de hecho, tantes, lo que rep resentaba cerca del 50% de la p oblación to tal de la prov in­
el objetivo económico de la revolución de independencia fue eliminar definiti­ cia de Buenos Aires. Tomando el Litoral en conjunto, la población ur bana
vamente las trabas al comercio que aún subsistían en la reglamentaci ón colo­
debía representar alrededor de un 25% mientras que el 75% de aquélla vivía
nial, a pesar de la liberalización de 1778. Exportaciones libres implicaban im­ en las zonas rurales. El proceso de urbanización fue tam bién par ticularmente
portaciones libres. Carente el Litoral de actividades desarrolladas para satisfa­ manifiesto en las ciudades vinculadas con el crec iente tráfico flu vial de l os
ríos Paraná y Ur uguay, especialmente Rosario de Santa Fe, Gualeg,uay c hú y
cer la demanda expansiva y estando la producción del in ter ior también
escasamente desarrollada y a grandes distancias(Íos productos importados con- Concepción del Uruguay.
. .._.
quistaron , ºdamente el mercado de la región-)
rap1

La proporción del ingreso bru to del Litoral gastado en importaciones debe


haber sido semejante al del coeficiente de exportaciones, esto es, debe haber
3. Distribución del ingreso y acumulación de capital
fluctuado entre el 15% y el 20%. El hecho de que la casi totalidad de los
El hecho de que el sector pecuario generara alrededor de la tercera parte del
ar tículos manufacturados de cierta complejidad (textiles, artículos metalúrgi­
pro ducto del Litoral y que la producción ganadera se realizara básicamente en
cos) fueran adquiridos en el exterior determinó la ausencia de pro ducción in­
grandes propiedades, fue el principal factor determinante de la concentración
terna de tal tipo de bienes. Ya hacia mediado s del siglo XIX, cuchillos, aperos,
del ingreso en una reducida parte de la población. La actividad comercial esta­
pon chos e instrumentos de tr abajo, que empleaba la población rural, eran im­
ba también fuer temente concentrada en los círculos vinculados con el co mer­
por tados y en su mayor parce de origen inglés. La libertad de importación o la
cio exterior, incluidos l os in termediarios extranjeros. Esto contribuyó a la con­
aplicación de derechos de aduana con objeto de recaudar fondos y no de pro­
centración del ingreso del Litoral en un grup o reducido de la población.
mover la instalación de tal tipo de industrias impidió el desarrollo in terno de
Por otro lado, las dep reciaciones del papel moneda registradas después de la
las mismas. Es natural que este proceso haya manten ido la diversificación de la
independencia, particularmente en la provincia de Buenos Aires, debidas bási­
estructura productiva del Litoral en moldes limitados.
camente a lo s fuertes déficit fiscales y a la emisión de moneda para conjugar los,
Los sectores que se desarrollaron en la etapa de transición fueron, en conse­
contribuyeron a acentuar la concentración del ing reso en los grupos de gana­
cuencia, la pro ducción ganadera fuer temente orientada a la exportación, las
deros y comerciantes. La retribución de los trabajadores del campo y de las
manufacturas y artesanías atraídas en su localización por la demanda (como la
ciudades crecía en menor proporción que la devaluación del peso y que el nivel
industria de la construcción y los talleres de reparación de vehículos y elemen­
general de precios intern os, que estaba con dici onado por los precios de las
tos mecánicos) y ciertos servicios. En tre est os últimos, el aumento de los ingre-
1

ti
11

86 LA ETAPA DE TRANSICIÓN EL DESARROLLO DEL LITORAL 87

exportaciones5 y por los de los bienes importados que satisfacían la demanda también sucedería más tarde con la transformación de la producción primaria,
interna. Como los precios de exportación y, con ellos, los ingresos de los gana-': principalmente en los frigoríficos.
cleros y comerciantes, aumentaban en la misma proporción que la devaluación A medida que transcurría la etapa de transición, la población del Litoral se
del peso papel, se producía una transferencia interna de unos sectores sociales .. iba integrando más y más en la economía de mercado. Hacia mediados del .
a otros, lo cual agudizaba la concentración de la riqueza en pocas manos. siglo XIX ya no quedaban prácticamente núcleos importantes de población que
La composición del consumo de los sectores pudientes y de los grupos po­ no produjesen para vender o que no tuviesen una parte significativa de su
pulares difería sustancialmente. El de aquéllos estaba compuesto en mayor pro­ consumo compuesto por productos adquiridos del exterior o del resto de la
porción por artículos de manufactura más compleja (incluidos los bienes economía nacional. Progresivamente se fue desarrollando una fuerza de traba­
suntuarios) que el de estos últimos. El hecho de que el primer tipo de bienes se jo asalariada en las actividades urbanas y en las rurales y, en estas últimas, c�n­
importase casi en su totalidad del exterior, mientras que los alimentos y los una proporción del pago en especie. La relativa movilidad de la mano de obra
productos más baratos se producían en buena proporción en el país, permite: dentro del Litoral y las ocupaciones urbanas creadas por el aumento del co­
suponer que la desigualdad en la distribución del ingreso estimuló la importa-, mercio y los servicios del gobierno probablemente evitaron la aparición de
ción de artículos suntuarios. Dentro de las importaciones totales, estos bienes­ grandes desigualdades en los salarios de las diversas ocupaciones en condicio­
tenían una participación importante. Este factor, unido a la ausencia de una nes semejantes de capacitación.
política arancelaria restrictiva para la importación de tal tipo de bienes, contri­ La ausencia de un contexto propicio para el desarrollo de las actividades
buyó a mantener la diversificación de la estructura productiva interna en los manufactureras impidió la aparición de espacios de rentabilidad en la industria
límites modestos que imperaron durante la etapa de transición. que atrajeran iniciativas empresarias y capital. La modernización de la estructu­
La mayor parte del ahorro·de los sectores pudientes se destinaba a financiar ra económica del Litoral fue, por lo tanto, limitada pero, aun así, surgieron
la expansión del sector ganadero y del comercio y, también, en medida impor­ oportunidades en ocupaciones diversas vinculadas con la actividad ganadera
tante, las construcciones urbanas, particularmente en Buenos Aires. Las preca­ en expansión y con el aumento de las poblaciones urbanas. El impulso al creci­
rias actividades manufactureras destinadas al consumo interno absorbier;n miento disparado por las exportaciones primarias fue, así, absorbiendo el in­
proporciones menores de la inversión. cremento de la población activa sin diferencias abismales entre sectores sociales
. Los ingresos y el ahorro en el Litoral se expandieron, particularmente en la vinculados con la economía de mercado y la mayor parte de la población mar­
provincia de Buenos Aires, concurrentemente con la aparición de espacios de ginada del mismo, como sucedía en otros países de América Latina:
rentabilidad en la producción ganadera, en el comercio y en las construcciones
urbanas. Esto provocó una relativa movilidad de los fondos disponibles para
inversión entre las provincias de esta región. Estos factores sentaron la base 4. El comportamiento del sector público
incipiente de la actividad bancaria y del mercado financiero y de capitales del
Litoral,Jparticularmente en la ciudad de Buenos Aires, que habría de desarro­ Los gobiernos provinciales! particularmente el de la provincia de Buenos Air�;-,
llarse más intensamente en la etapa de la economía primaria exportadora. Tem­ cumplieron en la etapa de transición un papel que tendió a consolidar la situa­
pranamente, intermediarios y financistas extranjeros ocuparon posiciones in­ ción de los sectores ganaderos y comerciales y, con ello, los factores del creci­
fluyentes en el emergente sistema financiero y de comercio internacional, como miento del Litoral.
Los gastos públicos alcanzaron altos niveles en toda la etapa, estimulados
5 La depreciación del peso aumentaba el precio en moneda nacional de las exportaciones, y
por las guerras de independencia, las luchas internas y las campañas contra el
como éstas eran básicamente productos ganaderos que también se consumían en el mercado indio. No menos del 60% de los gastos totales de los gobiernos del Licor�!
interno, ese aumento arrastraba el precio interno de los productos pecuarios. Los precios en correspondían a los gastos militares. El resto era prácticamente absorbido por
moneda nacional de las importaciones también crecían al compás de la depreciación de la mo­ las erogaciones para mantener o expandir la maquinaria administrativa del
neda.
Estado.
r 1
89
EL DESARROLLO DEL LITORAL
88 LA ETAPA DE TRANSICIÓN

n que
n st ituyen la primera oportunidad e
Por o tro lado, los ingresos corrientes de los gobiernos de l Litoral provenían vincia de Buenos Aires en 1822 co
en alre�edor de un 90% de los derechos de aduana y de puertos. La dependencia ello ocurre. stos p úblicos t enía
oneda pa ra pag ar los ga
de los mgresos fiscales co rrientes de los derechos aplicados sobre el comercio (La emisión lisa y llana de papel m d e devolverlo y se
dinero sin nece d
varias ventajas para el fisco: recibía
sida
_
e enor o torgaba u a gran inestabilidad a los ingresos públicos. Toda contrac­ é t er a u na r az ón cir­
�� � os públicos.; Pe r a
evitaba el trabajo de vender los títul
o s
c1on de �as :xportac1ones repercutía sobre las importaciones y la reducción de y estfmufo d e l p o lític a de expansión
cunstancial y secundaria. El respaldo
a
am bas d1smmuía, proporcionalmente, las recaudaciones fiscales. L a incidencia e los ganad eros
de empr éstitos in ter no
s ran
de los �ere hos de aduana era tan alta en el total d e las recaudaciones, que los monetaria frente a la d e colocación
:
y los comerciantes.
efec tos mdJCectos de la contracción de las exportaciones sobre la actividad econó­
mar los empréstitos cada vez que
se

mica interna Y, a través de ésta, sobre la recaudación de los otros impuestos' eran Esos grupos eran los que de bían to rs p hac lo.
los únicos grupos con suficientes recu
os ara er

prácticamente insignificantes. emitían porque e ran P , ­


os e ximía de la respon
sabilidad . ero ade )
La emisión monetaria, en cambio, l
1

Otr as fuentes de rec ursos, como la c oloca ción de título s públicos en el exte­ bién l fav cí
ada por la emisión tam
os ore a
. _
nor Y la venta de tierras fis cal es, fueron de escasa significación. L a primera, más, l a inflación interna d esencaden precios d e _l?s
porque, conforme al me canismo a
ntes d es c r ipt o,;, � i en t r
� los
s
s alv el ré stamo t omado por B aring de L o ndres e n 1824, p orque aún no se de l a dev aluac10n
� � aum entaban al compas
hab1a abierto para el país la vía de acceso a los mercados internacionales de productos q ue esos grupos vendían s c recían en menor
s y otros cost os pa ga d¡:>
_ de la moneda nacional, los salario
1 )
c apitales, como ocurrirá a partir de 1870. L a segunda, porque más que como depre ci ación del peso
.
forma de recaudar fo ndos fue utilizada para facilitar la apropiación privada d e proporció n y c on posterioridad a la op tada en la L egisla-
.
u x l t ál de la posic ió n ad
los nu evos t erritorios ocupados en la fro nt era pamp eana por los gr upos infl u­
Burguin realiza n e ce en e an isis
ero d e 1837, por los
e s, en el d eb ate financi
yentes de la época . cura de la Provincia de B uenos Air ercia les d e la pro­
a s c lases ganad eras y com
P ero h�b o otras dos fuentes significativas de obtención de recursos para el legisladores más representativos de l jug ación del déficit
ión mo netaria y d
vincia en favor de l a política de emis
e con
fisco, particularmente el de la provincia de Buenos Aires, que completa ba n los 6
fiscal por ese medio. mo-
derecho s de aduana y puertos. El las fueron la colocación de emprés titos in ter- ·
e 1836 y 1851, el total de emis ión
nos y la emisió n de papel moneda. Durante el gobierno de Rosas, entr exp nsi m �é!:'.-
nes de pesos papel. L a a ón on

L os empréstitos int ernos adoptaron a menudo el carácter de contribucio- -. netaria ascendió a más de 125 mill o ne y n p de
der adquisitivo interno de la m o da e su ti o
ria repercut ió en el po r p ­
nes forzos-:5 aplicadas a los grupos que disponían de recursos en la época, esto papel moneda de la p r ovi nc ia c on es ec

es, come�c 1antes y terratenientes. También se colocaba n empréstitos tomados cambio externo. La depreciación del 6 l pr c n
e e nero de 1826 y 183
a de ecia ió

volun tanam�nte por el públi co y éste es el caso principalmente de la provincia to al peso o ro fue pronunciada. Entr 1826, u n pu n,.W
resp ct o al mis mo año ba s e de
fue d e 594% para al ca nzar, con
e
de B uenos Aires. Pero en estos cas os, los títulos se colocab an co n grandes des­ el impacto de la
el d e pre cios interno sufri
ó
máximo de 2.100% en 1840. El niv
:ºº
cuentos, generalmente no inferiores al 40%. De este modo, por un pap el de da . . ·
pesos el gobier�o �btenía, con ese descuento, 60 pesos y debía pagar los .depreciación externa de la mone onj u gar l os déficit con
fis al t di c
En la medida en que la polític a c en ó a
l�te�eses y las amomzac1ones correspondientes a los 1OO. Es claro que la depre• de la financiació_ n de
emisión y no co n empr
éstitos internos, se trasladó el peso
c1ac1ón d e� peso, empujada básicamente por la política monetaria, reducía el de mgre­
erciantes a l os sectores
de terrate nientes y com
aquéll os de l os se ctores ahv
valor efectivo de la deud a pública interna. Y con esto pasamos a la o tra fuente úlcimos realizaron , así, un verdadero
de recur sos fis cales: la emisión de papel mo neda.
sos reducidos de l a pobl ación. Estos mento del niv l d e
( 1
esos real es frente al au
e

Hasta a ños después d e la Revolución de Mayo contin uaron circulando en rro forzoso por la caída de sus ingr
el �aís las 1:1º� edas � e:álicas de oro y plata españolas. Poco después de 181O,, precios.
¡, )
vanas provmc1as, prm c1palmen te las del Litoral y dentro de éstas la de Buenos
Air�s ' organizaron sus sistemas monetarios, creando bancos con el poder de Hacheue, 1960.
s del federalismo argentino, Buenos Aires,
., 6 M. Burguin, Aspectos económico
emlSlon de papel moneda. Los billetes papel emitidos por el Banco de la Pro-_
91
EL DESARROLLO DEL LITORAL
90 LA ETAPA DE TRANSICIÓN
)
) dar a los grupos dominantes el control del recurso natural básico del Litoral: la
La emisión monetaria agotó sus efectos sobre la economía con la traslación
pradera pampeana.
) interna de ingresos de unos sectores a otros. Cuando fue aplicada frente a con­
traccion es del comercio exterior, su efecto compensatorio sobre el niv el de ac­
)
tividad interna fu e escaso. Al contraerse las exportaciones, el consumo interno
) no podía absorber los excedentes de productos ganaderos. Tampoco se produ­
5. Limitaciones al desarrollo del Litoral en la etapa
) cía un d esplazamiento de factores productivos, capital y mano d e obra ocupa­
dos en la producción ganadera hacia la producción d e otros bien es destinados El proceso de transformación y de crecimiento d e la economía del Litoral, con
a satisfacer el consumo int erno insatisf echo por la contracción d e las importa­ ser notable, estuvo limitado en toda la etapa de transición. A tal punto que la
) ciones d erivadas d e la caída de ingresos de exportación. En una economía-tan región siguió estando escasament e poblada y las condiciones de vida, particu­
larment e las d e las poblacion es más al ejadas de los centros urbanos, continua­
poco div ersificada y sin base industrial como la del Litoral, era imposible pro­
) ron siendo muy p rimitivas. El d esierto y la "civilización de l cu ero" predomina­
vocar en el corto plazo un desplazamiento apreciabl e d e factores productivos
) ban en las zonas rurales del Litoral al prom e diar el siglo XIX. La densidad de
del sector exportador al sector destinado a satisfacer el consumo interno, 0 sea,
población en la campaña bonaer ense -núcl eo d e la región pamp eana- e ra, aún
) sustituir importaciones. Esa experiencia r ecién s e viviría en ocasión de la Pri­
en 1896, apenas de 1 habitant e por km2• El testimonio de observadores de la
mera Guerra Mundial (1914-1918) y, sobre todo, a partir de la gran crisis
época, como Moussy y Parish, r efl ejan esta situación. La "barbarie", en el sen­
internacional d e la década de 1930. El aumento de los precios internos de los
tido sarmientino, seguía imperando en amplias zonas del Litoral.
artículos tradicionalm ente importados era, en consecuencia, incapaz de atra er
Estos hechos no eran propicios para nuevos emprendimientos y activida-
) iniciativas emp resarias y capitales hacia la instalación de empresas destinadas a
d es qu e incorporaran la tecnología disponible en la época en los países más
producirlos d entro del país. Esto hubi era r equerido una política simultánea d e
) avanzados. Faltaban empresarios, mano· d e ·obra capacitada y espácios· de renta­
'".'\!'.rirc..:6�,rle.,h·d�"lmpurnic10nes que se quérían sustituir, ·a1go qu e cont�ad��ía
bilidad qu e estimularan la inv ersión p rivada más allá de la producción ganade­
la política y los objetivos de largo plazo d e los grupos dominantes del Litoral.
ra. Faltaba, asimismo, la integración d e la Nación dentro de un o rd en instit�­
El ahorro d el s ector público -esto es, la dif er encia entre ingr esos y gastos­
cio"nal qu e garantizara la s eguridad jurídica. Después de la indep endencia, la ·
fue prácticamente insignificante durant e coda la etapa d e transición. D e h e­ .
etapa de transición abarcó el período de las luchas f ederales desatadas es encial­
cho, los déficit prácticam ente p erman entes d e los fiscos provinciales indica­
mente por la posición de la provincia d e Bu enos Air es en el seno de la Confe­
} ban su incapacidad d e_ conseguir suficient es fondos para financiar sus gastos
deración. La consecuente inestabilidad política e institucional r eciérr concluye
corri entes. La escasez de ahorro d el s ector público det erminó la aus encia casi
en los años corridos entre la presidencia del gen eral Barcolomé Mitre (1862-
total d e obra pública durante la etapa, particularmente en inversiones de
1868) y la fed eralización de la ciudad de Buenos Air es en 1880, año en el c� al
infraestructura, y especialmente en la mejora de caminos. Sin embargo,1 los
inicia su primera pr esidencia el g eneral Julio A. Roca. Ese período es conocido
) gastos e n d efensa de la provincia de Buenos Aires, en cuanto financiabanl;s
como de la Organizaci6n Nacional
campañas contra el indio y provocaban la expansión de la frontera, constitu­
) Un mercado interno formado por economías regionales de bajo desarrollo
y eron verdaderas inv ersiones del s ector público que ampliaban la capacidad
y poblamiento, separadas entre sí por la distancia en un inmenso territorio, no
productiva provincial al incorporar nuevas cierras al proceso económico. La
proporcionaba incentivos para la inversión y el cambio tecnológico. La con­
apropiación privada posterior de las nuevas tierras determinó una transfe­
centración de la propiedad del recurso principal, las tierras fértiles de la prade­
rencia prácticament e sin costo al sector privado d e las inversiones realizadas
ra pamp eana, limitaba también las oportunidades de amplios segm entos socia­
por el gobi erño. '
Fue en este aspecto de la expansión de la frontera y en la consolidación de la l es de acced er a la propiedad, establ ecer unidades productivas viables, incentivar
)
la imaginación e innovar. A su vez, la excesiva concentración de l ingreso y del
m�quinari� política y administrativa donde el comportamiento del sector pú­
gasto distorsionaba la composición de la demanda, estimulaba las im�or�acio­
blico, pamcularm ente el gobierno bonaerense, contribuyó a consolida r más
nes de bienes suntuarios y deprimía el consumo de los sectores mayontanos de
decididam ent e las bases de la expansión ganadera y comercial en la etapa y a
EL DESARROLLO DEL LITORAL 93
92 LA ETAPA DE TRANSICIÓN

e infraes tr uc tura pa r a integ rar


l a población. En cales condiciones,J�s respuestas al proceso de globalización de no, la pob lación r ural muy reducida . El ca pital d
ortes y comunicaciones- es ta ­
la época comenzaron a ar ticularse en corno del crecimiento de una actividad la economía del Litoral -p articularmente transp
eta pa de la e conomía primaria
pr imaria productora de excedentes exporta bles (cuero, grasa, tasajo y lanas), ba prácticamente en el mismo estado que en la
concentr ada en la r egión p am peana , con un bajo nivel de incorp oración de de subsistencia.
transformación de l a es-
valor agregado a la prod ucción y a la diversifi cación de la misma. L os intereses Estos fact ores básicos limitaron el desar rollo y la
toral en el p rí do. S n embargo , por primera,'
tr uctura de la e conomía del Li
e o i
extranjeros, principalmente de orig en británico, que se fueron instalando en a s proceso de crecimiento i
a
vez en la historia económica del país se incorp or u
estos territorios adquirieron posiciones dominantes e n las etapas de la cadena nomía primar ia expor­
a de l
la expansión d e la demanda externa. L a etap
a eco
de ag reg�ció� de valor vinculadas con el comercio inernacional y, también, en y la incorporación
cació n de es e factor dinámico
el financ1am1ent o del sector público, cuya prime ra operación d e enverg adura tadora presenc iarí a la multipli
oduc tiv q h abrían de imp ul ­
masiva de innovaciones té cnicas y de ca pital pr
o ue
es el préstam o de l a C asa Baring de Londres de 1824. / país.
Temp ranamente, el estilo de inserción en la división internacional del tras -­ sar mucho m ás vigorosamente el des arrollo del
En la etapa de transic ión cri stal izó el r égim en de propiedad de la tierra q ue
bajo del segundo orden m undial fue configurando la condición periférica de la r.
influiría sensiblemente en la
evolución posterior. El crecim iento del secto
economía d� estos t�rritorios, dentro del sistema internacional. A medida que de str ii­
agropecuario, que adquiriría un
papel dinámico revol ucionari o la e uct
av anzaba la integración del orden m undial, l a Arg enti na co menzaba a dar res­
en l etapa de la economí a primar
ia exportadora,
ra y del desar rollo del país
a
puestas inadecuadas a los d esaflos y oportunidades de la globalización, abrien­
estuvo co ndicio nado po r est e
hecho.
do l a b re cha que diferenc iaría su experiencia de la de otros espacios abiert os,
a de t ransició n y su venta en
como Ca nadá y Australia y, también, de los Estados Unidos. La dispos ición de la tierra pública en la etap
la región pampe ana , particu­
El Litoral y �l puerro de Buenos Aires fueron protagonistas principales de grandes pro piedades en las zonas más fér tiles de
ron algunas de las b ases funda­
_
los cambios registrados en la etapa de transición. Pero aun allí, varios factores larmente en l a prov incia de Buenos Aires, senta
ía nacional en la etapa siguien­
limitaron el crecimiento económico fu ndado en la especialización de la pro­ mentales para el com por tamiento de la econom
i ial se constituyó en uno de 1os
d ucción exportable de la g anadería. te. La concentración de la propiedad terr tor
s t r agropecuario en pocas ma­
factores de la concentración del ingreso del ec o
Los principales factores de limitación al desarrollo del Litoral eran básica­ i ento de las futuras cor rien­
nos, proporcionó el marco jurídico para el asent
am
mente los siguientes. En primer lugar, hasta la primera mitad del siglo XIX no se de l empresa rural, particular­
tes inmigratorias, fijó el tipo de organización
a
había consumado aún la integración y formación del mercado mundial con las
me nte en el sector ganadero , en
grandes unidades produ�ción, y la distribu­
de
caracterís ticas q ue adqu iriría a partir de la seg unda mitad del siglo. La Revolu- e,
-'
ción de la utilización de la tier
ra enere la ganadería y la agricultura, y, finalment
ción Industrial no había trasfo rmado aún e n profundidad las estructuras eco;;:¿: nti q n ­
l a re alida d arg di
configur ó una estructura social y política en
e na ue co
micas de los países europeos. A su vez, los sistemas de transporte marítimo no p s e ior l p ís h s l
al co do el des arroll t r de a a ta a
cionó d e manera fundament
o o
habían recibido el impacto de las mejoras técnicas por la utilización del acero y
actualidad .
del vap or en los buques de ultramar, manteniendo los fl etes excesiva mente altos

para la competitividad de numerosos productos agropecuarios. Tampoco se ha­


bían producido aún innovaciones técnicas, como la refrigeración de carnes, que
abrirían m ás tarde horizontes revolucionarios a la producci ón ganadera.

En segundo Lugar, como consecuencia del hecho anterior, no s e h abían in­


corp ora do al país cantidades sufi cientes de capital y d e mano de o bra como

para pobl�� la :�gión p�peana y aprovechar raciona lmente la tierra disponi­


ble. La uulizac 10n de la tierra en todo el período de transición fue sumamente
pre caria y extensiva , el nivel tecnológico de las actividades pecuarias sustancial­
mente bajo , la produ cción agrí cola limitada a producir para el mercado ínter-
VIII. El estancamiento del interior

J. Evolución de la población

Agotado el efecto de la declinación de la población indígena sobre la evolució�7


demográfica, la población de las regiones del interior creció durante la etapa de
transición. Este aumento tuvo su origen básicamente en el crecimiento
vegetativo, ya que aquéllas no recibieron corrientes inmigratorias. Por el con­
trario, es posible que durante la etapa se haya producido un cierto. despl;za­
miento poblacional desde el interior hacia el Litoral, como reflejo del desarro­
llo de éste en contraste con el estancamiento de aquél.
En el Noroeste, la población pasó de aproximadamente 150 mil habitantes
hacia 1800 a 450 mil según el censo de 1869. En Cuyo, la población creció de
40 mil a 184 mil y en el Centro de 60 mil a 264 mil habitantes, entre los añ..9J
cit.ados. La población total de las regiones del interior pasó, pues, de 250 mil · !
en 1800 a 900 mil habitantes en 1869. La tasa de crecimiento anual fue así de
1,9% para el interior en su conjunto.
Si se compara la relación existente entre la población del interior con la del
total del país, se observa que mientras en 1800 ella ascendía al 70!>/o, en 1869
había caído al 50%. La declinación obedece a la disminución de la participa­
ción del Noroeste en la población total, que cayó del 43 al 26% entre los años
citados. Esta región, que fue la de mayor población e importancia relativa en el
período colonial, continuó encerrada, más que ninguna de las otras regiones
del interior, en los compartimentos estancos de su desarrollo, y ello explica la
pérdida acelerada de su significación relativa.
Por otro lado, el Litoral concentró la mayor parte del aumento demográfi- ·�
co del país y su participación en el total de la población pasó del 30% al 50%
entre 1800 y 1869.

95
96 LA ETAPA DE TRANSICIÓN EL ESTANCAMIENTO DEL INTERIOR 97

2. Estrangulamiento del sector externo dólares, es probable que de este total sólo 10 millones de dólares haya corres­
pondido a las provincias del interior. Es claro que los altos costos de transpo�1
Durante la etapa de transición las exportaciones realizadas por el puerto de en la época y los márgenes de comercialización de los intermediarios del puer-
Buenos Aires sufrieron un cambio radical, tanto en su composición como en el to deben haber reducido, en buena parte, el ingreso efectivamente recibido por
origen regional de las mismas. los empresarios del interior. 1
Hacia 1750 las exportaciones estaban compuestas en un 80% por placa del: La entrada de productos del interior en la provincia de Buenos Aires incluía
Alto Perú y en un 20% por "productos de la cierra'', esto es, cueros casi en su , también productos destinados al consumo de su población. Esos productos eran
totalidad. Según las estimaciones de Coni, a mediados del siglo XVIII las expor- ' yerba mate, tabaco, bebidas, ponchos y otros bienes no especificados. Hacia fines
taciones de placa ascendían a 1.600.000 pesos fuertes, o sea, aproximadamente",,. de la década de 1830, estas entradas ascendían a alrededor de 4 millones de
12 millones de dólares. Las exportaciones de cueros debían ascender, pues, a dólares y es casi seguro que ellas no superaron sustancialmente esos niveles hasta
alrededor de 300 mil pesos fuerces o sea más de 3 millones de dólares. el final de la etapa de transición. Por otro lado, es muy probable que el comercio
La composición de las exportaciones revela que la gran mayoría de ellas, entre las distintas regiones del interior entre sí haya sido muy pequeño.
incluidos las de plata del Aleo Perú, tenían su origen en el interior. Es casi Probablemente, las exportaciones totales del interior, incluyendo las de ul­
seguro que una proporción sustancial de la plata exportada fuera propiedad d� tramar a través de Buenos Aires y las destinadas al consumo interno de las
empresarios del Noroeste y de Córdoba que la habían recibido en pago por sus distintas regiones, deben haber estado hacia mediados del siglo XIX en corno de
ventas de mulas, tejidos y otros artículos a Potosí. De las exportaciones de los 15 a 20 millones anuales de dólares. El aumento sobre las exportaciones de
cueros por lo menos el 50% debía provenir del interior y el resto del Litoral. un siglo antes fue, pues, muy pequeño. En el caso especial del Noroeste, que
De tal modo que si la totalidad de las exportaciones de plata y la mitad de las suministraba una gran parte de las exportaciones totales a mediados del siglo
de cueros provenían del interior, el 90% de las exportaciones tenían su origen XVIII, la desaparición del mercado del Alto Perú debe haber producido, en efec­
en esta parte del actual territorio nacional y sólo el 10% en el Litoral. E� to, una disminución del valor del comercio exterior de la región en el lapso de
consecuencia, sobre una exportación total por el puerco de Buenos Aires de 15 los cien años transcurridos desde 1750.
millones de dólares anuales a mediados del siglo xvin, el 90% provenía del
interior y el resto del Litoral. 1 Otro factor que puede haber reducido los ingresos efectivamente recibidos por estos em­
La situación se modificó totalmente un siglo más tarde. Las exportaciones· presarios radicó en el aumento del nivel de precios que caracterizó a la provincia de Buenos Aires
de placa prácticamente habían desaparecido por la caída de la producción del durante varios períodos comprendidos entre 181O y el fin de la etapa de: transición. Como los
comerciantes de Buenos Aires eran los intermediarios de la producción venida del interior, posi­
Aleo Perú y los "productos de la tierra'' representaban la totalidad de las expor­
blemente pagaban por ésra en pesos papel mientras que cobraban sus exportaciones en oro,
taciones. Los cueros seguían ocupando un lugar preponderante, entre el 60% y dólares, libras esterlinas u otras divisas. La venta de estas divisas por pesos papel les proporciona­
el 70% del total exportado, pero en las estadísticas de comercio exterior tenían ban tantos pesos papel como correspondiera al tipo de cambio en cada momento. Esto es, que
un lugar significativo otros rubros, como lanas, tasajo y sebo. toda depreciación del peso provocaba un aumento inmediato, proporcional a la devaluación, de
Hacia mediados del siglo XIX, las estadísticas existentes sobre las "importa­ los ingresos recibidos en pesos papel por los comerciantes de Buenos Aires. En cambio, los
precios en pesos papel pagados a los productores del interior crecían en menor proporción que la
ciones terrestres" de productos ganaderos de la provincia de Buenos Aires, esto devaluación del peso. En otros términos, el exportador de Buenos Aires no trasladaba inmedia­
es, productos provenientes del resto del país, revelan que esas importaciones tamente al productor del interior los mayores ingresos en pesos papel que recibía como conse­
representaban alrededor del 30% de las exportaciones al exterior, del mismo cuencia de la depreciación del peso y, durante esta diferencia de tiempo, hada una ganancia
tipo de productos, desde el puerco de Buenos Aires. Como por lo menos la adicional en la intermediación que realizaba. Éste es, por otra parce, un mecanismo frecuente en
aquellos países en que la producción exportada es producida por un gran número de producto­
mitad de ese 30% debía provenir de las otras provincias del Litoral (Entre res y la comercialización de la misma se realiza por intermediarios. Muy por el contrario, al
Ríos, Santa Fe y Corrientes), ello indica que sólo el 15% de las exportaciones comprar artículos del exterior, los consumidores del interior tenían que pagar a los importadores
desde el puerto de Buenos Aires tenía su origen en las provincias del interior. Si de Buenos Aires ramos pesos papel como hicieran falta para pagar en oro o divisas al exportador
las exportaciones de ultramar ascendían en 1850 a alrededor de 70 millones de exrranjero.
98 LA ETAPA DE TRANSICIÓN EL ESTANCAMIENTO DEL INTERIOR 99

Un hecho fundamental para el desarrollo de las exportaciones del interior Los productos importados en Buenos Aires y distribuidos desde allí hacia
fue la apertura del mercado interno después de la Independencia. El mercado las provincias mediterráneas compitieron con la producción local dentro de
del Litoral era el único cuya demanda interna crecía al influjo de la expansión cada región y afectaron a las corrientes tradicionales de intercambio de las
de las exportaciones. Pero esta demanda interna se satisfacía fundamentalmen­ regiones del interior entre sí. Sin embargo, no debe exagerarse la importancia
te con bienes importados del exterior. El interior pudo haber recibido por vía de este hecho. El aspecto fundamental de la política de Buenos Aires con res­
indirecta los beneficios de esa expansión de las exportaciones, a través del in­ pecto a las otras regiones se refiere a la apertura del propio mercado del Litoral
cremento de sus propias ventas para satisfacer la demanda creciente del Litoral. a la producción extranjera. Este mercado era el único expansivo en todo el país
La apertura del mercado interno a través del puerto de Buenos Aires frustró la· que podía permitir volúmenes crecientes de intercambio. La importancia real
posibilidad de difundir los impulsos dinámicos generados por la expansión de de la introducción de productos extranjeros en los mercados del interior era
las exportaciones del Litoral. muy limitada, porque la capacidad de absorción de productos foráneos por
Las cifras disponibles sobre las importaciones efectuadas por el puerto de parte de las provincias mediterráneas era muy reducida debido a su baja capa­
Buenos Aires revelan que, hacia mediados del siglo XJX, alrededor del 50% de cidad de importar (consecuencia lógica de sus reducidas exportaciones), a las
las importaciones totales consistía en textiles, bebidas, azúcar, yerba mate y tarifas y restricciones aplicadas por los gobiernos provinciales para defender su
tabaco, productos todos que competían directamente con la producción del propia producción y a las grandes distancias que elevaban enormemente los
interior. Muchos de estos rubros, particularmente textiles, tenían un grado de precios de los bienes importados puestos en los mercados mediterráneos.
refinamiento y un nivel de precios contra los cuales no podían competir las La concentración de las exportaciones ganaderas en el Litoral y la apertura
precarias e ineficientes artesanías del resto del país. de su mercado a la producción extranjera sella, pues, el esquema de estanca­
En algunas provincias del interior ciertas actividades destinadas al comer­ miento de las provincias del interior. El aumento de población puede haber
cio interregional subsistieron y aun se consolidaron durante la etapa de transi­ compensado en parte el estrangulamiento del sector externo de sus economías.
ción. Tal fue, por ejemplo, el caso de la producción de azúcar en Tucumán. Por Sin embargo, en ausencia del impulso dinámico expansivo de exportaciones
otra parte, en el sudeste de la provincia de Córdoba el desarrollo de la ganade­ crecientes, los.Íncrementos de mano de obra derivados del crecimiento demo­
. r�a jugó un pa�el parecido al del resto del Litoral. De todos modos, estas excep­ gráfico fueron absorbidos dentro de los moldes tradicionales, con su alta pro­
c10nes no vanan el marco general de estancamiento en que se desenvolvió el porción de ocupaciones de subsistencia fuera de la economía de mercado. De
sector exportador de las economías del interior. este modo, el aumento poblacional se esterilizó en su mayor parte, sin provo­
Según vimos, la situación del Litoral era por cierto bien distinta. Las exporta­ car el aumento de los ingresos y el de la demanda interna.·
. Dados los factores condicionantes de su desarrollo, la naturaleza de las eco­
c10nes de ultramar que tenían su origen en la región pasaron de menos de 2
millones de dólares a mediados del siglo XVJII a alrededor de 60 millones en nomías del interior no se modificó durante la etapa de transición. La produc­
1850. ción de cada región se siguió utilizando fundamentalmente dentro de cada
mercado interno y una parte sustancial de la población activa continuó ocupa­
da en actividades de subsistencia, fuera de la economía de mercado. En el
3. Permanencia de las condiciones del estancamiento Noroeste, donde las exportaciones declinaron en el curso de la etapa, segura­
mente se produjo un retroceso desde los niveles alcanzados a mediados del
El comportamiento de las exportaciones del interior impidió la transforma­ siglo XVIII y un aumento de la proporción de la fuerza de trabajo ocupada en
ción de esas zonas en la etapa de transición. Ausente toda perspectiva de creci­ actividades de subsistencia. Ante este conjunto de factores, los niveles de ingre­
miento dentro de cada frontera regional, mediante la aplicación de innovacio­ so por habitante deben haberse mantenido o declinado en la etapa de transi­
nes técnicas y el aumento consecuente de la productividad, el ingreso y la de­ ción, salvo, quizás, en aquellas provincias que desarrollaron algunas activida­
manda e�ectiva, el estrangulamiento del sector externo impidió la ruptura del des orientadas hacia el mercado expansivo del Litoral, como el azúcar en
estancamiento. Tucumán.
100 LA ETAPA DE TRANSICIÓN
EL ESTANCAMIENTO DEL INTERIOR !O!

Ante la ausencia de todo impulso dinámico externo y el estancamiento del


manos de los servidores públicos. Para que la inflación generada por la expan­
nivel de ingresos y de demanda interna, la estructura productiva del interior
sión monetaria provoque una trasferencia real de recursos de la comunidad al
mantuvo las mismas características básicas de la etapa anterior. La producción. j
gobierno, hace falta un nivel mínimo de ingresos que posibilite esa trasferencia.
agropecuaria debía ocupar el 70% o el 80% de la población activa y los servi­
En el caso extremo de una comunidad que vive totalmente en el nivel de sub­
cios, las artesanías y las manufacturas el 20% o el 30% restante. El grado de
sistencia, esa posibilidad es nula y a esta situación se acercaban las provincias
urbanización respondía a esta estructura básica y, en promedio, más del 80%
más pobres del interior. De hecho, el sistema monetario de estas provincias
de la población siguió viviendo en las zonas rurales.
siguió operando durante coda la etapa de transición con el uso de las monedas
La distribución del ingreso y la acumulación de capital se desenvolvieron
metálicas de oro y plata.
dentro de los mismos moldes que analizamos en la etapa de las economías Pese a esta precariedad de ingresos impositivos y de recursos de tipo infla­
regionales de subsistencia. Conviene señalar solamente que la desapari�ión · cionario, los gastos de los gobiernos mediterráneos eran estimulados por los
paulatina de la población indígena, particularmente en el Noroeste, anticipó el;
mismos factores que operaron en el Litoral: las guerras de independencia,
fin de las relaciones de sujeción personal de parte de la mano de obra que.
primero; las luchas federales y las campañas contra el indio, después. La pe­
habían caracterizado a la época colonial.
nuria financiera es historia común en todas las provincias del interior. El
1 1 recurso a que se apeló en las ocasiones extremas fueron los empréstitos forza­
dos aplicados a la población y dentro de ésta a los únicos que podían pagar­
4. Incapacidad financiera de los fiscos del interior los, los comerciantes y los propietarios territoriales. A los sectores sociales
más pobres lo más que podía pedírseles era la prestación de servicios perso- ,,
El papel que los gobiernos de las provincias mediterráneas jugaron en el proce­
nales en la milicia. Pero obviamente las posibilidades de hacerse de recursos
so de desarrollo fue muy limitado durante toda la etapa. En ausencia de toda
por aquella vía eran muy limitadas dada la pobreza del medio y la época -
actividad expansiva y frente a los bajos niveles de ingresos imperantes, poco era
muestra muchos casos de "empréstitos" de 1.000 o 2.000 pesos fuertes. La
lo que podían hacer los gobiernos para reorientar la utilización de los recursos única solución posible era comprimir al máxime las actividades del sector
económicos o impulsar el crecimiento. Esta situación difería notoriamente c.1_4.__, público. El caso de Jujuy, una de las provincias más pobres de la Confedera­
papel jugado por el sector público de las provincias del Litoral, particularmen­ ción, proporciona un buen ejemplo. En 1839. su presupuesto as cendía a 9.040
te la de Buenos Aires. pesos, de los cuales 2.860 correspondían al Ministerio de Gobierno y dentro
Los ingresos fiscales estaban fuertemente limitados. La razón principal era de éste 1. 500 pesos al sueldo del gobernador. ¡La instrucción pública insumía
el bajo nivel de exportaciones e importaciones que impedía recaudar tributos 480 pesos anuales!
sustanciales sobre los mismos. Así se explica que mientras en el Litoral los Las remuneraciones de los servicios públicos debían ser necesariamente muy
derechos de aduana proporcionaban entre el 70% y el 90% de los ingresos bajas. En el plano militar, la montonera era la expresión típica del bajo nivel
corrientes del fisco, en el interior la proporción no pasaba del 40% o del 50%. organizativo y técnico que la escasez de recursos de los estados provincialc:s
Por otro lado, el bajo nivel de ingresos y de transacciones comerciales impedía·-, imponía sobre las fuerzas armadas. El caudillismo de los propietarios territo­
que los otros tributos -principalmente los derechos de sellados y de patentes- riales debía suplantar necesariamente la organización de las fuerzas en el nivel
proporcionaran recaudaciones apreciables. Finalmente, dada la alta propor­ de los gobiernos provinciales. El desenlace de las guerras federales estaba pre­
ción de la población que vivía fuera de la economía de mercado y ocupada en determinado por esta penuria de recursos del interior, que era, a su vez, simple
actividades de subsistencia, la posibilidad del gobierno de hacerse de ingresos a expresión de su pobreza generalizada.
través de la emisión de papel moneda era muy limitada. Muy escaso era, en La situación de la provincia de Buenos Aires y del Litoral en su conjunto
efecto, lo que podía obtenerse por esta vía de comunidades empobrecidas. JI .., era distinta. Radicada en esta región la actividad dinámica fundamental -la
gobierno podía hacerse de pesos a través de la emisión, pero con ellos era muy ganadería orientada hacia las exportaciones-, los gobiernos podían contar con
poco lo que podía comprar en términos de bienes o de sueldos puestos en recursos relativamente cuantiosos, tanto por la vía de recaudaciones de adua-
102 LA ETAPA DE TRANSICIÓN EL ESTANCAMIENTO DEL INTERIOR 103

nas y otros tributos, como por la colocación de empréstitos internos o la emi­ estuviera contenida en su mayor parte dentro de sus límites territoriales. Frén­
sión monetaria. El monopolio del comercio exterior por Buenos Aires era u:1_1 te a esta situación la provincia se abrazó firmemente a la defensa de su autono­
factor complementario, pero de segunda importancia, en la determinación de mía bajo la bandera del federalismo.
la situación privilegiada de la provincia. Si se recuerda que alrededor del 90% El "federalismo" de Buenos Aires, a partir de la Independencia, fue la ma­
de las exportaciones se generaban en la provincia y en el Litoral y que la región nera de mantener la posición de privilegio de la provincia y de evitar la adop­
absorbía una proporción por lo menos igual de las importaciones, se concluye ción de una política de alcances nacionales que hubiese permitido una integra­
que las recaudaciones de aduana que Buenos Aires podía obtener sobre dere­ ción paulatina de la economía del país y una distribución más equitativa de los
chos gravados a productos procedentes del o destinados al interior, era una ingresos fiscales. Los sectores dominantes de la.provincia apoyaron este federa­
parte minoritaria del total de las recaudaciones, seguramente no mucho mayor lismo mientras les faltó fuerzas para imponer una solución nacional a su mane­
del 10%. ra. Las condiciones para ello se abrirían recién en la etapa de la economía
Los gobiernos de las provincias del interior trataron de proteger sus merca­ primaria exportadora, en que efectivamente se integran la economía y el mer­
dos internos de la competencia de los productos extr"anjeros entrados por Bue_- cado nacionales, pero dentro de moldes que subordinan definitivamente al
nos Aires. Cada provincia tenía su tarifa de aduana que restringía severamenté___1 interior a la posición de Buenos Aires y del Litoral, o, más precisamente, a la
la posibilidad de importar bienes que compitieran con los producidos interna­ economía ª?'.opecuaria � /]�ona pampeana.
_ 11
mente en cada región. Pero la importancia práctica de esta política proteccio- La pos1c1on de Buenos 'Aires durante la etapa de la transición se expresó no
nista era necesariamente limitada\_fas compras de cada región de productos solamente en la defensa de la política de libre cambio y el uso exclusivo de las
provenientes del extranjero estaban comprimidas básicamente por sus escasas rentas de aduanas, sino también en la exclusión de otras provincias del Litoral del
exportaciones y por la consecuente escasa capacidad de importar.1F,n segundo libre uso de los ríos para traficar directamente con el exterior. Las posiciones de
lugar, las distancias de Buenos Aires elevaban a tal precio los prodí:ictos prove­ Ferré en representación de la provincia de Corrientes constituyen una de las
nientes del exterior en cada mercado local que colocaba a muchos de ellos manifestaciones de la lucha por extender los beneficios del comercio libre a todo
fuera de competencia con la producción interna por ineficiente que ésta fuere. el Litoral, en contra de los privilegios de los comerciantes porteños.
Durante toda la etapa de transición, sin embargo, no llegó a quebrantarse··
definitivamente el equilibrio entre las distintas regiones imperante desde la
5. El creciente desequilibrio interregional época de la colonia. Las enormes distancias seguían constituyendo la mejor
barrera proteccionista y el desarrollo del Litoral no había alcanzado hasta 1860
Las provincias comprendieron muy bien que la solución de sus problemas eco­ el impulso arrollador que adquiriría más tarde.
nómicos no radicaba dentro de sus fronteras sino que dependía básicamente La subordinación definitiva del interior se produciría sólo en la etapa de la
de la provincia de Buenos Aires. La lucha del interior por imponer una política economía primaria exportadora, cuando las corrientes inmigratorias y la vigo­
, proteccionista a dicha provincia era la única forma de asegurar el expansivo rosa expansión de las exportaciones agropecuarias de la zona pampeana convir­
• mercado del Litoral para la producción mediterránea. Por otro lado, los recla­ tieron al Litoral en el centro dinámico indiscutido del desarrollo del país. Los
mos por conseguir participación en las recaudaciones de aduanas de Buenos ferrocarriles, por su parte, barrerían con las distancias, última línea de defensa
Aires eran otra forma de difundir los beneficios de la expansión del comercio del aislamiento del interior.
exterior bonaerense y del Litoral entra todas las provincias argentinas.
La Independencia creó la "cuestión" de la provincia de Buenos Aires en el
seno del país y con ello rompió el equilibrio tradicional que existió durante la
colonia; La autonomía de la provincia le permitía beneficiarse exclusivamente
de su posición privilegiada frente a los mercados de ultramar y del hecho de
, :, que la zona pampeana húmeda, asiento natural de la producción ganadera,
TERCERA PARTE

La economía primaria exportadora


(1860-1930)
IX. La Revolución Industrial
y la integración de la economía mundial

La segunda mitad del siglo XIX, a partir de un límite que puede fijarse en torno
de 1860, 1 inaugura una nueva etapa del desarrollo económico argentino. Dos_,
factores concurrentes echan sus bases: la expansión e integración crecientes de
la economía mundial y la gran extensión de tierras fér:tiles, escasamente pobla­
das, en la zona pampeana.
La revolución tecnológica inaugurada en Europa a fines del siglo XVIII y la
industrialización de los países más avanzados del Viejo Mundo determinaron,
entre otras, la apertura de posibilidades de desarrollo de los territorios aptos
para la producción agropecuaria de clima templado. La fértil pradera pampeana
se constituyó, así, en un centro natural de atracción de los intereses europeos,
particularmente los británicos. Estos "territorios inútiles" de la época colonial
que, en la etapa de transición, fueron asiento del modesto desarrollo de la
ganadería, se constituyeron, por primera vez en su historia, en un núcleo de
expansión de la producción primaria.
La intensidad de la integración de la Argentina en la expansiya economía
mundial, desde mediados del siglo XIX, rev;olucionó en pocas décadas la fisono­
mía social, política y económica del país, En esta tercera parte se analiza este
período del desarrollo argentino definido '2omo de la economía primaria expor­
tadora. Primaria, porque la producción agropecuaria es en toda la etapa el
sector más importante de la producción nacional y exportadora, porque la co­
mercialización de productos agropecuarios constituye el elemento impulsor
del crecimiento en el período.
La experiencia argentina es· un episodio de la expansión de la economía
europea desde fines d�I siglo XIX y, particularmente, de la economía británica.

1 La inauguración de la presidencia de Mitre en 1862, producido el reingreso de la provincia


de Buenos Aires a la unión nacional, coincide prácticamente con la iniciación de la etapa en
consideración.

107
108 LA ECONOMfA PRIMARIA EXPO
RTADORA
LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL Y LA INTEGRACIÓN ... 109
Corresponde analizar, pues, en p rimer
término, los principal es cambios o
rrid os e n la economía
mundial a parti r de la s egunda mita
d del siglo XIX.
cu­ 1
i1 avance tecn o lógico, que acrecienta inces antemente su intens�dad desde

aq�l entonces, se materializó en una serie d� '.nnovacion es y de meJ o ras orga­


_
nizativas en el proceso productivo que permme ron a�mentar sustanc1�mente
l. Papel dinámico del progreso técnico· el rendimiento del trabaj o. Ést e fue el punto de parnda para la formación del
segundo orden mundial)fundado en una transformaci�n profunda del desa­
rrollo económico, de l a organización social y de las relaciones entre los países y
Se señaló anteriormente el papel fundamental que el comercio cumplió, dadas
las condici ones d e mundo medieval, e n el aumento de la productividad de las las civilizaciones integrantes del sistema internacional.
ec on omías euro peas. En Amé rica, el desarroll o d e cierras actividades destina­
[f:1 aumento de la cantidad de biene s disponibles po r este mcre mento de la
prod�ctividad hizo posible destinar proporci�nes c recien�es de la mano de obra
das a la expor tación -como la minería y la agriculcura tropical- proporciona­
ron l as bases de l crecimiento durante la época col onial. Tanto e n Europa como
y los .otros recursos económico s a la produ:c1ó� no de�tmada al cons�mo co ­
e n América hasta fin es de l sigl o XVIII, fue la expansión del comercio y de las
rriente, esto es, a la producción de maqmnanas, eqmpo s y ot:�s bienes de
_
inve:Sión que permitían incorporar, en instrumentos de produccio n, las meJ o-
actividades exportad oras l o que proporcionó el impuls o dinámico fundamen­
tal para romper lo s esquem as económicos de subsistencia, posibilitar la acu­ ras técnicas alcanzadas.
.,
mulación de capital, diversificar l as estructuras económicas y ele var los niveles En realidad, el progreso técnico es una forma específica de expans10n del
_
de ingreso. mercado, al aume ntar los ingresos y consecuentemente la demanda efecnva. �:­
Pero el horizonte económico de la expansión comercial e ra necesariamente·· voluciona por ello mismo las condiciones del desarrollo económico, al permmr
limitado. La incomunicación impuesta por las distancias dentro de cada ámbi- la expansión ilimitada del mercado dentro y fuera de las fronteras nacionales y
_
to nacional y por los precarios medios de navegación de ultramar en el plano j crear los incentivos para la inversión privada que, hasta fines del siglo XVIII, ha­
internacional, reducía l as oportunidades de intercambio. A su vez, la tecnolo­ bían dependido básicame nte de la expansión del ámbito geográfico del merca�o.
g ía disponibl e en la producción agrícola y en las manufacturas acocaba el a�-·· Como dice Furtado, el empresario no necesitará ya de una frontera de exp�s1ón
0, lo que es lo mismo, abrir líneas de comercio. Ahora po rá aplicar sus capitales
meneo d e la productividad, de los ingresos y de la demanda. �
La estructura económica correspondía naturalmente a estos nivel es. 'La en profundidad dentro de la frontera económica estable cida.
. .
producción de aliment os y l a ocupación en el sector agrícola seguían abs;;: Una parte sustancial del ingreso total corresponde a lo� ca?ital1stas Y e�presa­
bi e ndo en Europa occidental no menos del 70% de la mano de obra total rios y ello limita, en la medida e n que éstos no consuman o mv1ertan la to:al1dad de
En última instancia, la expansión comercial, por sí sola, no podía lleva;Í�s; su ingreso, la demanda efectiva. Dados los límites que nat�ralrhente �e n�a la capa­
niveles de producti vidad y d e ingreso, una ve z alcanzada la máxima división cidad de consumo de esos sectores de altos ingresos, la vanable econom1ca �nda­
del trabajo y de especializaci ón a que el comercio podía dar lugar, más allá de mental dete rminante del nivel de la demanda era la inversión. En 1� :ondic1on�-J
del desarrollo del sistema, las posibilidades de inversión estaba� con�i;1onadas �or
los límite s impuestos por el desarrollo tecnológico de l a época. Más aún, has�¡i,­
el crecimiento de la demanda interna de bienes de consumo e mvers10n y también
fines d el sigl o XVIII se estaba muy lej os de haber alcanzado la integración inter­
na de las economías nacionales y de éstas dentro del comercio mundial; la por la expansión de la demanda externa, o sea, 1� demanda gl�bal. Entre otros
.
mayor parce de la población activa trabajaba todavía dentro de los límites de la aspectos, la ampliación del mercado mund�� a partir de fines del siglo XVIII �umen­
_
tó las oportunidades de inversión en las act1v1dades destmadas a la exportación. De
subsistencia o del intercambio e n los estrechos mercados locales.
La barrera infranque able para el aume nto sostenido y ge ne ralizado de la este modo, se crearon posibilidades de expansión del siste�a más allá de lo que
pr oductividad del trabajo y el ingreso e ra todavía el lenco avance del progreso hubiera sido posible por el simple crecimiento del mercado mterno.
, , .
técnico. El conjunto de innovaciones técnicas que comienzan a surgi r a fines En los países en los cuales predominaba lo q�e Max Weber llamo el espm�u
del siglo xvm, conoci das c omo la "R evolución Industrial", iniciaron la ruptura capitalista, la desigualdad en la distribución de l mgre�o �ue un factor que es�i­
_ -
de aquella barrera y abrieron una fronte ra i li mitada al des arrollo económico. muló el c recimiento al ampliar el ahorro y la d1spombihdad de :eCµQOS exis­
tentes para la acumulación de capital. Desde otro punt o de v1sta,Ja fuerte
LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL Y LA INTEGRACIÓN... 111
110 LA ECONOMÍA PRIMARIA EXPOR]ADORA

planetario. Desde la construcción de canales en el siglo XVIII hasta la expansión


expansión comercial desde fines del siglo XVIII y particularmente a partir de
de los ferrocarriles en el XIX y el desarrollo vertiginoso del automotor, los cam]: ·.
mediados del siguiente, que fue consecuencia directa del progreso técnico, for­
nos y la navegación aérea en el XX, la revolución tecnológica en los transportes
taleció, a su vez, la capacidad del sistema de asimilar las innovaciones tecnoló­
constituye la columna vertebral de la integración de las economí as y de los
gicas al abrir oportunidades crecientes a la inversió�:·_::
mercados nacionales. La mejora de las comunicaciones, a su vez, proporcionó
El progreso técnico y la expansión consecuente del ingreso establecieron las~··,
uno de los servicios básicos para el funcionamiento del sistema económico.
bases para la transformación de las estructuras productivas. A mayores niveles
El carácter integrador del progreso técnico no se agotó ni se agota dentro de
de ingreso la demanda cambia de composición: crece la importancia relativa de
las fronteras nacionales con la interdependencia creciente de los productores y
los artículos manufacturados y los servicios, y desciende proporcionalmente la
de las distintas regiones.:�.e extiende al ámbito internacional, y la formación
de alimentos y artículos esenciales para la vida. Estos cambios provocan modi­
del mercado mundial, a partir de la segunda mitad del siglo XIX, es una mani­
ficaciones consecuentes en la estructura productiva al orientar proporcional­
festación de aquel carácter integrador)
mente más capital y mano de obra hacia los sectores en expansión. A su vez, el
La revolución producida en los oarcos de navegación de ultramar en las'1
desarrollo técnico en cada sector concreto de actividad determina la cantidad
úlcimas décadas del siglo XIX posibilitó reducir radicalmente los costos de trans­
de capital y de mano de obra que es necesario emplear en el mismo para satis­
porte y acortar las distancias en el tiempo. Este proceso no sólo permitió trans­
facer la demanda por los bienes y servicios que produce. La evolución de la
portar en mayor cantidad y con menores fletes los productos tradicionales del
agricultura es el ejemplo más elocuente de este proceso. Pierde importanci¡­
relativa porque los consumidores gastan proporcionalmente menos en alimen­ comercio exterior, sino también incorporar otros, básicamente los productos
agropecuarios de la zona templada y los minerales.
tos a medida que aumenta su ingreso. Paralelamente, el progreso técnico en las
actividades rurales permite emplear cada vez menos mano de obra para obte­ En un sentido más amplio,hl,progreso técnico y el consecuente aumento
ner un determinado volumen de producción. La disminución permanente de de los ingresos y de la demanda efectiva dentro de cada país, posibilitaron la
h.J1¡wpi:,;-i.&,./2:J1�n;,.w�..,,!;-,n...--.:mlu-er.-r0eiaa-e,11a·agi:1clnrura d 1a conse- rGci;:i.w,N!..n;>ttl:SCIUIB.I"tCLWMC6�;-lt\1C'i'i'i'Pú\)\'.lelA·,·�cca-p'itkiesyhcp&bia­
cuencia de este doble proceso de cambios en la composición de la demanda y ción integraba directamente en el plano de los procesos productivos los intere­
ses de los países que formaban parte del mercado mundi;;fl
de las innovaciones técnicas. �

2. Carácter integrador de la tecnología 3. Movimientos de bienes y factores de la produccio'•n

El progreso tecnológico integra la actividad económica y la complementacion La integración de la economía mundial se realizó por eres vías principales: el·¡
cada vez mayor de los distintos campos de actividad, la expansión de la divi­ movimiento internacional de capitales, las corrientes migratorias y la expansión i
sión del trabajo, la dependencia creciente de unos productores con otros. Lo del comercio mundial. En sus tres manifestaciones principales el proceso integrador____
que caracteriza, como un ejemplo, la diferencia del productor rural que trabaja­ alcanzó su máxima intensidad desde las últimas décadas del siglo XIX hasta 19 Í4,
prácticamente con sus propias manos sobre la tierra con el que emplea el trac­ cuando comienza la Primera Guerra Mundial. Desde la conclusión de ésta hasta
tor y los fertilizantes es la distinta integración de cada uno con el sistema eco­ la crisis económica de la década de 1930 y la Segunda Guerra Mundial (1939-
nómico. Aquél no depende de nadie, más que de sí mismo. Éste, de la indus­ 1945) declinaron las relaciones económicas internacionales.
tria que le proporciona las máquinas y los elementos técnicos de la produc­
ción, del mercado para vender su producción y de la economía en su conjunto . �Movimi�nt!!J,.n�;f!!'!fi.O.JJPÍri.f..f!!P,�tal:s. Entre 1874 y 1914, en un plazo de 40.
para adquirir los servicios y los bienes que consume. años,Ía7inversíóñes extranjeras total�s a largo plazo ascendieron de 6.000 mi­
El progreso técnico en el campo de los transportes y las comunicaciones llones a 44.000 millones de dólares corrientes. La financiación de las mismas
se realizó básicamente mediante la reinversión de las utilidades y de los intere-
yiabilizó la integración de los espacios nacionales y la formación de un sistema
112
LA ECONOM!A PRIMARIA EXPORTADORA
LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL Y LA INTEGRACIÓN... 113

11
ses producid os por las inve rsi on es extranj eras existe ntes en los países recepto­
calment e los costos de transporte. Esto abrió en las economías de los países aje­
f
res. Del aume nto registrado entre esos años, 27.000 millones de dólares c orres­
nos a la revolución tecnológica y a la industrialización de la época, llamados más
pondier o n a Inglaterra, Franci a y Alemania. De los 44.000 millones de dólares
tarde de la periferia, grandes oportunidades de inversión en las actividades desti­
d e inversion es e xtranjeras existentes en 1914, 38% estaban invertidos en Amé­ nadas a producir para los mercad os de los países industrializados. Los que más
rica d el Norte, Oceanía y l a Arge ntina; el 34% en África, Asia, América Latina
posibilidades ofrecie ron fueron aquellos de grandes recursos naturales y escasa
(e xcluida la Arge ntina) y 27% en Europa. población. Las oportunidades de inversión se presentaron tanto en las activida­
Una par te importante d e las i nversione s e xtranjeras en la periferia consistía';' des directament e exportadoras como en la ampliación del capital de infraestruc­
en pr ést amos a los g obi ernos. En el caso d e l a Argentina, la proporción era de

un tercio. Desde princi pios de l si glo XIX, c om enzó l a colocación d e d euda pú­
tura, particu larmente en transportes, destinada a habilitar a aquellos países a
cumplir su papel de productores y e xportadores de pro ductos primarios. Concu­
'1
f
blica de vari os países de América Latina en la City de Londres y diversas com- rrentemente con los campos para la inversión e xtranjera directa o indirectamente
pañías privadas obtuvieron aportes d e capital para inversiones en la explota- ·


vinculados con las actividades de exportación, surgieron negocios en los meca­
ción de r ecursos naturales. En l a década de 1820, los bonos públicos se ven­ nismos comerciales y financieros y en el desarrollo de actividades y servicios des­
dían hasta un 30% d e su valor nominal con tasas de interés del 5 o 6% an�T. tinados a satisfacer la demanda de los países periféricos.
Considerand o los costos d e intermediación d e los bancos colocadores, los deu­ 'La Primera Guerra Mundial produj o cambios sustancial es en la posición
dores recibían sólo alrededor d el 60% del valor nominal de los títulos. La ma- rel¡tiva de los países acree dores. Inglaterra, Francia y Alemania liquidaron par­
yo r parte de esos bonos estab an en default al final d e l a década y la exp eriencia te de sus inversiones e n el extranjero. El hecho más significativo de la nueva
se repetiría con posterioridad, siendo el caso más importante el d el incumpli­ situación creada por la guerra fue el surgillliento de los Estados Unidos como
miento d e la Argentina d e su d euda c on la Casa Baring de Londres en 1890.2 principal paj�_ acreedor en inversion'�s�n el e xterior a largo plazo. Desde la
·-posg��;�;hasta ei final de la década d e 1920, el flujo interna cional de capital a '
En conj unto, el movimiento de capitales durante las décadas inmediatas a 19 I 4 .
largo plazo no volvió a adquirir el ritmo de la etapa anterior.
tendió a favorecer la integración de las distintas economías nacionales en Jo que
puede llamarse una economía internacional expansiva. [...] Debe señalarse, sin
embargo , que ¡él capital extranjero fue absorbido pr incip alm ente por países de
b) Migraciones. Las migraciones de población de sde Europa hacia países d0
escasa població'ñ y grandes recursos naturales cuya expl otación permitía fácil­ -ultrani:r"�nte el siglo XIX hasta el comienzo de la Primera Guerra Mu ndial
mente la expansión de las exportaciones de productos primarios)) constituyen un episodio fundamental de la int egración de la economía inter­
nacional. L a gran corriente de emigración e uropea comiema hacia 1830 con
Tal es naturalmente el caso de América d el Norte, Oceanía y la Arg entina , un promedio anual de 100 mil personas. La int ensidad migratoria fue aumen­
region es que constituían en la época verdaderos "e spacios abiertos". Hacia 1914 tando hasta 1914 para alcanzar cerca de ese año un nivel anual máximo de
las inversi ones extranjeras por habitante en esos "espacios abi ertos" alcanzaban 1.500.000 pers onas.
a alre dedor d e 190 dólares, en E uropa 30 y en África, Asia y América Latina El principal país de d estino fue los Estados Unidos. ?ntre 1820 y 192?
,
(e xcluida la Arge ntina) sólo 30. emigra ro n a los Estados Unidos 30 mill one s de europeo(Otros p aíses am en­

La apertura de los mercados europeos a l a prod ucción de alimentos y mate� canos -especialme nte la Argentina, Canadá y el Brasil-, Australi� y Sudáfrica
rias primas d el e xteri or fu e consecuencia del proceso d e industrialización de los recibieron también cantidades sustanciales de emigrant es e uropeos._
países de Europa, la especialización crecient e de éstos en la producción m anufac­ La co nsecuencia fundamental de las corrient es migratorias europeas fue ·,
turera y la mej ora de los medios d e navegación de ultramar que rebajaron radi- que ellas permitieron incorp orar a los países d� grandes recursos natura!es y
'
escasa densidad de p oblación al proceso fo rmativo d e la econom1a mundial.
2 UNCTAD, 1i-ade and development Report 2003, Nueva York-Ginebra, 2003.
3 Naciones Unidas, lnternational Capital Movements During the lnter-war Period, Nueva c) Comercio mundj¡tL _La expansión del int erc ambio c ompleta el cuadro del ,
York, 1949.
pr�ce'fo.de· int egración de la economía mundial durant e el per íodo. Entre 1870
114 LA ECONOMÍA PRIMARJA EXPORTADORA LA REVOLUCIÓN INDUSTRJAL Y LA INTEGRACIÓN... 115

y 1913 el volumen físico de las exportaciones mundiales creció en casi cinco d) Sistema m!:!ÍJif.41Plfl.tfe comercil! J..}!3:gOS. El movimiento internacional de
veces y, comparando 1870 con 1929, el crecimiento fue de más de seis veces. capitales, ¡'¡-;xpansión de�iñ'Zr�io y las corrientes inmigratorias crearon una
Entre 1870 y 1929 la tasa anual acumulativa del crecimiento fue, en ronse­ interdependencia creciente entre los distintos países y en la economía mundial
cuencia, superior al 3%, lo que representa un acelerado y continuado proceso en su conjunto. Esa interdependencia se manifestó en una mulciplicación del
de expansión en el transcurso de esas seis décadas. flujo de pagos internacionales en concepto de envío de capitales y remisiones
Aquel año de 1870 registraba ya un nivel de comercio internacional que de utilidades e intereses sobre los mismos, de pago de las transacciones comer­
había multiplicado el de pocas décadas anteriores y, sobre todo, acelerado enor­ ciales y de remisión de fondos por los inmigrantes a sus países de origen. Como
memente el ritmo de crecimiento sobre el imperante durante coda la etapa de los pagos bilaterales entre pares de países generalmente no se equilibraban y
expansión del comercio europeo entre el siglo xv y el xvm. Entre 1700 y 1820, cada uno tenía superávit con un grupo de países y déficit con otro, las cuencas
en un plazo de 120 años, el volumen físico de las exportaciones había crecido internacionales se saldaban en el marco de un amplio sistema multilateral de
aproximadamente tres veces. Pero entre 1820 y 1870, plazo de 50 años, el comercio y pagos. La convertibilidad de monedas y su vinculación co11 un
crecimiento fue de alrededor de cinco veces. A partir de 1870 continuó el patrón único de valor, el oro, facilitaban las transacciones y la cancelación de·
proceso expansivo del comercio mundial que la Revolución Industrial había los pagos internacionales. El sistema monetario interno de cada país partici­
puesto en marcha. pante del sistema se engranaba con el funcionamiento del régimen multilateral
La composición del comercio mundial también sufrió cambios sustancia-" de comercio y pagos y la vigencia del patrón oro.
les. Hasta fines del siglo XVIII, los productos de mucho peso por valor relativo A pesar de que alrededor del 75% de las transacciones comerciales de mer­
estaban excluidos de una participación significativa en las exportaciones mun­ caderías entre pares de países se cancelaba bilateralmente, el 25% restante, que
diales. Entre éstos se encuentran la casi totalidad de los productos agropecua­ representaba el comercio multilateral, tenía una importancia fundamental para
rios de clima templado y los minerales, excluidos los preciosos. La escasa diver­ la expansión del comercio y de las relaciones financieras mundiales.4 El sistema
sificación de las estructuras productivas europeas y la importancia del sector multilateral de comercio y pagos comenzó a expandirse desde las últimas déca­
primario dentro de ellas, el aleo costo de los transportes terrestres y marítimos das del siglo XIX hasta su quiebra como resultado de la crisis mundial de 1929.
y el desconocimiento de las técnicas para la conservación de productos perece­
deros, excluían a esos rubros de una participación importante en el comercio
mundial y concentraban a éste en los productos tradicionales, como especias, 4. Cauces de la integraci6n econ6mica
tejidos, metales preciosos, bebidas, artesanías, materiales de construcción na­
val, azúcar, etcétera. El descubrimiento de América y la formación de las economías coloniales en el
A partir de las últimas décadas del siglo XIX la diversificación de las estruc- Nuevo Mundo fueron episodios de la expansión comercial europea. Hasta la
turas económicas europeas -particularmente la inglesa-, el desarrollo del fe­ segunda mitad del siglo XIX, Europa conservó el carácter de centro dinámico
rrocarril, la revolución tecnológica en los navíos de navegación de ulcramar y el del desarrollo y de la formación del mercado y la economía mundiales. El
desarrollo de técnicas de conservación de productos perecederos provocaron
un crecimiento vertiginoso de las exportaciones de productos agropecuarios y
minerales. Las exportaciones de productos agropecuarios que, hasta el siglo 4 Liga de las Naciones, The Network o/World Trade, Ginebra, 1942. Se dice además en este
XVIII, incluían básicamente los productos de agricultura tropical incorporaron informe: "Podemos imaginarnos un sistema de comercio bilateral entre países, sin posibilidad de
luego los correspondientes a la producción ru,al de clima templado, llegando a cancelar sus cuentas triangular o multilateralmente. No existida, en consecuencia, 'un mercado
mundial'; los precios se determinarían en los varios mercados locales representados por la oferta de
representar hacia 1913 alrededor del 30% de las exportaciones mundiales tota­
un país y la demanda del otro. Las transacciones en cada mercado estarían desconectadas de las
les. Un proceso semejante sufrieron los minerales, incluido el petróleo. transacciones en otro; no existiría el comercio internacional en el sentido de una entidad orgánica.
Es en consecuencia el comercio multilateral, en un sentido general, el responsable de la integración
de la economía de los distintos países en el marco de la economía mundial".
117:
LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL Y LA INTEGRACIÓN...
116 LA ECONOMfA PRIMARIA EXPORTADORA

Los Estados U nidos cumplieron un doble papel en todo el proceso po rqué,


he cho de q�e la "Rev�lución Industrial" haya tenido su origen en Europa es
. habiendo surgi do a partir de la seg unda mitad del siglo XIX como el princ ipal
consecuenc i a del previo desarroll o del capitalismo comerc1·al e n el contmente
exporta dor de alimentos y m aterias primas, comenzaron, como consecuencia
a su v�z, ca usa d�l papel pre ponderante de éste en la etapa que se a bre a partir
� de su vigoroso desarrollo industrial, a convertirse en un fuert e exportador de
e med1a os del siglo XIX. H acia 1913 l as expor taciones europeas rep resenta­
� productos manufacturados. Los países i ndustrializados de Eu ropa, particular-
ban e ¡ 501/o de las exportaciones mundiales.
mente Inglaterra, Francia y Aleman ia, jugaron un papel mucho má; definidóy...
La e�ap a de la economía p rimaria exportadora en la Argentina está íntima�
t empra no e n el pro ceso , como exp o r tado res ne t os de manufactu ras e
ente ligad a c�n el protagonismo de Gran B r etañ a e n el orden mundial de la
� , imp ortadores netos de productos primarios.
epoca . E se _pais Jug� un ro! funda� ental como expo rtador de capitales y fuente
El impulso integrador surgió fundamentalmente de los países industrializados
e las cornente m1gratonas. Sus_ mver�iones en el ex terior no sólo rep res enta-
i � de Europa, y de Ing laterra en p rimer lug ar. Este hecho impuso cauces bien
an en 19_14 mas del 40% de las mvers10nes extranjeras en el mundo, sino' que_
definidos a la incorp oración de los países de producción primaria al mercado
ella �, s e or'.entar� n fu damentalmente hacia los países en de sarroll o, bien sea

l�s espac10s �b1erto� o los subdesarrollados densamente pobl ados de Asia,
mundial. Las economías industriales sig uieron tres líneas de acción frente a ras,
. , economías periféricas incorporadas al mercado mundial.
Afnca y Amenca Latma. Primero, buscaron en ellas fuentes de a b as tecimien t o de a limentos y dé"'
ma terias primas más e conómicas de las que podía n pro ducirse internamente
Dur_anre el períod o considerado, las inversiones extranj eras británicas fueron
r�onenradas des�e �uropa a país es no europ eos y una parr e de las nuevas inver- u obteners e de los proveedore s t radicionales. Segundo, procuraron ampliar
s10nes en estos ulnmos fueron financiadas con la liquidacio'n de 1·nvers10nes sus mercados de colocación de productos industria les penetrando con ellos
. en los mercados internos d e los p aíses de producción primaria. Tercero,
brirá
. nicas e n E�ropa. En realidad, fue principalmente a través dd capital britá-
�ico qu� los pa1ses no europeos fueron incorporados a la órbita d e la economía canalizaron sus capitales hacia estos p aíses e n búsqu e da de mayores rendi­
m rernac10nal.5 mien tos. H aci a 1914, del total de las inversion es co locadas por los países
indus trializ ados en pa íses extra nj eros, el 50% esta ba radicad o en Afric;, -..
Ing!aterra P_rop_orcionó también p arte sustancial de la po blación que emi ró. Asia, América Latina y Oce anía, esto es, en los p aíses de p roducción p ri- ·
h_a c1a la penfena. Además, antes de la Primera Guerra Mundial , sus expo:ra- m ana.
c10 nes rep r esenta ban el 15o/co de a¡ s mundºal .
I es y sus importaciones el 18%. Aproximadamente la mitad de las inv ersiones extranjeras existentes en es�s·
.
Inglate rra reg'.str�ba un fuerte exceso de impor taciones sobre exportaciones, países consistían en p apeles públicos de los go biernos o �n obligaciones de
esto es, un deficit _en su _ balanza comercial, que financiaba con los ingresos empresas de transporte y ser vicios públicos. Los go biernos deudores ut ilizaban
genera �os por sus mvemones en el exterior y p or los servicios comerciales y la mayor parte de los fondos que obtenían del exterior en realizar inversiones
fi na �c1eros que p res ta_ba Londres como centro del sistem a del comercio básicas de infraestructura como pue rtos, comunicaciones, etc. Por otro lado,
las inversiones extranjeras directas estaban en bue na parte radicadas en trans­
�ttilateral de c om ercio y pagos. Estos i ngresos "invisibles" alcanzaban no
so � para _pagar el déficit de la balanza comercial, sino también para expandir portes y servicios públicos, comerc io, finanzas, servicios varios y actividades
las mvers1 ones e n el exterior. agrícolas y mineras destinadas a la exportación. Las inversiones d e ca pital �
A partir de las últimas décadas del siglo XIX' un grupo numeroso de pa1s , •t1 ll,ir¡cru-le.t';)UN;-p5as.w,rlrp s.plf.,•&','i\:lS?ti:c,'i·d,.rd-:-c.&'fHii:.iac J w,-p.füse,-bt·.:Awre, I 1
es
fi eran m · c� ropr�dDs.5>J1�};wo!inza:donen düi'ctict 'cte próduccores y exportadores para cumplir su función de exportadores de alimentos y materias primas e

. e mac�n�s pnmas Y alimentos. El intercambio entre esos países y los aíses ; importadores de materias p rimas .
mduscnaliz�dos de Europa y, en medida creciente, los Estados Unidos, �pre--,J Este proceso sentó las bases de una división internac ional del tra baj o en la
senta ba hacia 1914 más de la mitad del comer cio mundial. cual predominaba el intercambio e ntre p aíses productores y exp ortadores de
productos primarios e imp ortadores de manu facturas, por un lado, y, por el
5 Naciones Unidas, otro, los pa íses importadores de productos primarios y exportadores de ma nu-
lnternational Capital Movement1 Dttrin"
ó the fn'er
"'' -w,u,
�r J.n....erzo
· d, 0 b.cu.
·
118 LA ECONOMfA PRIMARIA EXPORTADORA LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL Y LA INTEGRACIÓN ... 119

facturas. Los segundos eran exportadores de capitales hacia los primeros y �s�, según fueran países de clima moderado, con grandes recursos naturales y esca­
tos, en concepto de retribución por esos capitales, pagaban utilidades e intere­ sa población (los "espacios abiertos"), o países densamente poblados.
ses que volvían a reinvertirse en ellos o financiaban exportaciones a los países La Argentina constituye un caso de integración a la economía mundial de
acreedores. un "espacio abierto". En cuanto a los países densamente poblados, su integra­
El proceso de integración y de división internacional del trabajo provocó ción en el mercado mundial se materializó generalmente en la formación de
profundas transformaciones estructurales en las economías participantes del una estructura económica específica. Por un lado, la existencia del sector desti-_
sistema y sentó algunas de las bases para su posterior desarrollo. En los países nado a producir para la exportación, con una alta densidad de capital por
industriales, la integración de la economía mundial aceleró la transforma­ hombre ocupado, elevada tecnología y productividad. Por el otro, amplias masas
ción y diversificación de sus estructuras económicas y aumentó el ritmo de de población viviendo de las actividades tradicionales de subsistencia al mar­
desarrollo. La importación de alimentos y materias primas a precios más gen del efecto dinámico de la expansión de las exportaciones.
baratos que los producidos internamente provocó la disminución de la im­ El progreso técnico desencadenó las fuerzas expansivas en las economias·
portancia del sector primario dentro de sus economías y el traslado acelerado europeas que llevarían a una integración creciente del mercado mundial. A su
de la mano de obra hacia actividades industriales y de servicios de más alta vez, el tipo particular de relaciones establecidas bajo la forma específica el�
productividad que las primarias. El caso más notable en este sentido fue el de división internacional del trabajo resultante condicionó la futura capacidad de
la crisis de la agricultura británica en 1870, que se derrumbó bajo el impacto los distintos países para generar y asimilar el progreso técnico y, en última
de las importaciones de productos agropecuarios de las fértiles regiones de la instancia, promover su desarrollo económico y social general.
América del Norte y del Sur y de Oceanía. El sector industrial recibió nuevos El hoy llamado "mundo subdesarrollado", con más del 80% de la pooía= ·
estímulos con el surgimiento de una demanda creciente de productos indus­ ción mundial, está compuesto básicamente por el mismo conjunto de países
triales en los países de producción primaria. Por otra parte, el rendimiento que hacia la segunda mitad del siglo XIX se incorporó a la economía mundial·
de los capitales invertidos en el exterior estimuló la multiplicación de ingre­ como productor y exportador de productos primarios e importador de manu­
sos dentro de las economías industrializadas y aumentó los recursos disponi­ facturas.

1
bles para la acumulación de capital. Las corrientes emigratorias permitieron, En la medida en que el cauce fijado para la integración mundial propició la
además, acelerar el proceso de industrialización y urbanización de las econo­ especialización en la producción primaria y obstaculizó la diversificación de las
mías europeas mediante el envío al exterior de mano de obra que no podría estructuras económicas y la industrialización de los países "periféricos", se con­
haber sido totalmente absorbida por las nuevas ocupaciones industriales y virtió en uno de los factores fundamentales que, después de un prim¡r impulso
1 los servicios.6 La integración del mercado mundial permitió, pues, una trans­ inicial, frenó el desarrollo de sus economías. Los procesos acumulativos típicos
formación estructural y un ritmo de desarrollo más intenso de lo que hubie­ del desenvolvimiento económico contribuyeron a reforzar las tendencias pues­
ra sido posible por el solo aumento de la productividad y los ingresos deriva­ tas en marcha por los impulsos iniciales.
dos del desarrollo industrial y la revolución tecnológica de las economías
europeas.
En los países de producción primaria el proceso integrador de la economía 5. Epílogo del segundo orden mundial
mundial conmovió profundamente sus estructuras económicas y su organiza­
ción social. Su comportamiento fue, sin embargo, fundamentalmente distinto En el período anterior, es decir, el del primer orden mundial, las naciones euro­
peas que lideraron la formación del sistema global habían establecido los meca­
6 Por otra parte, "las migraciones fueron parte integrante del proceso de industrialización; la nismos de dominación que les permitieron aprovechar la expansión de las re­
colonización de países extranjeros proporcionó a la industria europea alimentos, materias pri­ des comerciales, conquistar y ocupar territorios y explotar el tráfico de escla­
mas y mercados para los productos industriales y las migraciones internas proporcionaron la vos. A fines del siglo xvm, en vísperas de la independencia de las colonias
mano de obra necesaria". Encyc/opaedia Britannica, edición 1961, artículo sobre "Migrations". británicas en América del Norte, las potencias coloniales europeas controlaban
120 LA ECONOMfA PRIMARIA EXPORTAD
ORA LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL Y LA INTEGRACIÓN ... 121

territori os
�on una superficie d e 25 millones de km2 de los cua les el 95% com ercio inter nacional fundame ntó las políticas d e librecambio que era el ré­
cor respo nd1 a a las posesion es en América. El resto consis :
tía en asentamientos gim en convenient e para la economía más av a nzada y competitiva, Gran Breta ­
� e � ran Br�taña, España, H olanda, Port ug al y
Francia en diversos puntos de ña. Los países q ue t uvieron suficiente densidad naci onal como para observar la
Afoca Y ? riente. En las coloni as h
a bita ban 27 millon es
cuales c as1 el 80% residía
de personas de las realidad y comportars e conforme a sus propios intereses rechazaron la visión
en el Nu evo M undo. En
ese entonces, la p obla céntrica y diseñaron políticas funcionales a su propio proceso de transforma-
mundi_ al era de 900 mill ones y l a de �ión.
Europa, d e 125 millones. ción. Como suce dió en los Est ados Unidos, que fue el p aís más proteccionista.]
L as di ersas iviliz acion es q ue inte
, � � graban el orden mundial hacia 180 de su mercado inte rno en el transcurso del siglo XIX, de Prusia y luego del 11
aun no ha�1 a reg 1s rado lenamente 0
� � ? las consecuencias de sus aptitudes rel Reich y del J apón bajo la R estauración M eiji. Incluso en países que eran for­
vas para as1m1lar y d1fund1r el conocimi ati­
ento científico y e l a vanc malmente dependencias colonial es, como C anadá y Australia respecto de Gran
e t ecnológico
las mismas que serí an puestas a prueb
a con la Rev olución Indu
c r o de l seg undo ord e
strial en el trans� Bretaña, la organización social y la política e conómica contribuyeron tempra­
�� n mundial. Todavía, en aq uel entonc
es, la brec ha t eciio� i name nte a l a industrialización y a la puest a e n marcha d e los procesos
log 1ca entre los más avanzados y los
rezagados era reducida . /_, acumulativos de l desa rrollo en sentido amplio. Otros, como los de AmérÍca.
Así, las diferencias de los ingresos po
r habitante y las condicion es de vida Latin a y, notoriament e, la Argentina, en virtud de sus realidades internas, se
entr lo p aí es más a v
anzados d e Europa y ot
� � � ras civiliz aciones eran modestas. subordinaron al pensamiento céntrico y, consecuentemente, al subdesarrollo..
_l¿_�_1str.1�l!.s:�.S1n.:_cieJa .PE_<:>cl_t1.c:.c.�cSI]._mllgd
ial era semejante a.Ja. .deJa pobl ación. 'La dominación incluyó asimismo el extraordinario fenómeno del imperia­
En 1800, Asia, con el 70% de la pobl
ación mundial (de 900
ba el 60% de la producción, y Eur mill ones) genera- lis�o, que exte ndió la conquista y la ocupación colonial a niveles sin prece­
opa, con el 10% de aquélla, el 15% dentes. A fin es del siglo XVIII se independizaron de Gran Bretaña sus colonias
seg unda. L a_esp eranz a de la
de vida era entonces también semejante,
30 a ños. ······ alrededor de de América del Norte. A principios del XIX, con la independencia de las pose­
La acel eración del progreso técnico re siones americanas de España y Portugal, la mayor parte del Nuevo Mundo
_ veló cuán distintas eran en verdad las quedó conformada por naciones independientes. Pero la ocupación t erritorial
apmud�s d las sociedades para asimi ,
� lar las transformaciones desencadena de las potencias europeas se extendió en el resto del mundo._; Gran Breta ña
por la ci enci a y la tecnológía. Estas asim das
e trías se reflejaron en l
una brecha, crecient e en el tiempo , e a apa rición di:: completó la ocupación del subcontinente de la India y el Congreso de Bedín
ntre los nivel es de vida de los avanz ados _
los rezagados. En 1913, Asia con cerc y de 1884-1885 formalizó el reparto de prácticame nte la totalidad de Afn_ ca. En
a del 60% de la poblac
aporta ba el �5% del producto y su ingr ión mundial sólo 1913, los territorios sometidos al dominio de las primeras potencias coloniales
eso per cápita era ap enas el 20% del éi/ europeas, a los cuales se agregaron luego los ocupados poi Alemania, Italia,
Europa Occidental. L a esperanza de vid
a reflejaba esta brecha en
vida: 55 año s e n �uropa y 35 en Asia los niveles de Bélgica, los Estados Unidos y el J apón, te nía n u na extensión de 53 millones de
y el resto del mundo periférico. krn2, con una población de 554 millones, equivalente al 30% de los habitantes
Estas d1f _ erenc1as sustentaron, a su
vez, los nuevos instrumentos y mecani del plan et a en la época. Gran Bretaña ocupaba la posición dominante: más del
�os d e la domina ión del sistema s­
� global en el segundo orden mundial, 70% de la población de las colonias correspondía a las británicas, con la India
mcluy eron los relanvos a la di isión que
_ internacional del trabajo antes señala
las reg las � el Juego del comercio:' dos y en primer lugar.
y de las inversiones internacionales, a la med
da de los Inte reses de los países avanz i­
ados. Uno de los instrum
entos más efi ca­
c:s Y sutiles de la domina ión fue l
a r acion alización de las
sistema como mt _ �
erpretac 10nes científicas
regl as del juego d;J ' 6. Ubicación de la Argentina en la economía mundial
d e la realidad. L a teoría económica
c_lásic , elaborada principalmente por los
� gra ndes economistas británicos, cons­ El caso d e la Argentina constit uye uno de los episodios más significativos de la
:1tuyo, en efecto, una contrib ución ci entífica important e pero, t
a mbién, una globalización de la economía mundial recién d escripta. Nación independiente
mterpreta ción func ional a los int ereses
, de la potencia tecnológica e industrial­ desde principios del siglo XIX y consolidada poste riorment e la unidad y la paz¡
mente mas avanzada de la época. La
teoría de la s ventajas compara tivas d;I interio r, los 60 millones de hectáreas de s u zona pampeana, de carac terísticas
122 LA ECONOMÍA PRIMARIA EXPORTADORA

ecológicas excepcionalmente aptas para la producción ganadera y agrícola de


zona templada, se constituyeron en uno de los principales centros de atracción
del flujo migratorio europeo y del movimiento internacional de capitales. El
objetivo y el resultado de este proceso fueron el vigoroso aumento de las expo��
raciones y la ubicación del país en un lugar destacado en la economía mundial,
tanto por el volumen de su comercio exterior como por la magnitud de los X. El poder económico y el sistema político
capitales extranjeros invertidos en él.
Este territorio, que durante los tres siglos de las economías regionales de sub­
sistencia tuvo el carácter de "inútil" para la actividad económica de la época y l. El dilema del desarrollo en la globalización
que, durante la etapa de transición, apenas fue testigo de un desarrollo inci­
piente de la producción ganadera, se convirtió a partir de la segunda mitad del : Cuando, a mediados del siglo XIX, la revolución industrial convirtió a la prade­
l siglo XIX en asiento de una economía en crecimiento integrada en el mercado ra pampeana en un espacio atractivo para el orden mundial, la Argentina en­
l mundial. frentó un desafío sin precedentes. El dilema del desarrollo nacional en la glo­

! La importancia del papel que jugó la Argentina en la economía internacio­ balización se planteó entonces eri. toda su complejidad.
En aquel entonces, la avalancha de innovaciones en la industria, la produc­
! nal puede apreciarse si se observa que la inmigración neta de personas, prove­
nientes de Europa en su gran mayoría, ascendió entre 1857 y 1914 a 3.300.000 ción primaria y los transportes, planteó nuevas condiciones al desarrollo eco­
almas. Por otro lado, en 1913, el total de capitales extranjeros invertidos en la nómico. El aumento de la productividad a tasas del orden del 2% anual, la
Argentina representaba el 8,5% de las inversiones extranjeras de los países aparición de nuevas actividades y la transformación de las antiguas, incluida'1a
exportadores de capital en todo el mundo, el 33% de las inversiones extranje­ agropecuaria, multiplicaron y diversificaron a los agentes económicos y a los
ras totales en América Latina y el 42% de las inversiones del Reino Unido en la actores del sistema político. Surgieron así nuevas oportunidades de creación de
misma región. En algunos años determinados dentro de ese período, el flujo de riqueza y la transformación incesante del tejido productivo y de las relaciones
inversiones extranjeras a la Argentina llegó a tener tal magnitud como para sociales. El desarrollo consistió, como nunca anees y de allí en más, en la cap�­
absorber, en el año 1889, del 40% al 50% de las inversiones totales del Reino cidad de una sociedad de asimilar (en el sistema económico, sus diversos secto­
Unido en el exterior que, en ese mismo año, originaba la mayor parte del flujo res, eslabonamientos entre ellos e inserción en el orden mundial) el conoci­
internacional de capitales.7 miento disponible. En Europa occidental, origen de la revolución industrial y
La Argentina, cuyas exportaciones representaban una proporción insignifi:·-. de las trasformaciones en curso, el viejo régimen del absolutismo monárquico
cante del comercio mundial a mediados del siglo XIX, llegó a ocupar un lugar cedió paso a la hegemonía de las sociedades burguesas, abiertas y más
: destacado en el mismo en las primeras décadas del XX. En algunos productos participativas.
como maíz, trigo, lino, carnes y lanas, las exportaciones argentinas llegaron ·a · A partir de la revolución industrial, el desarrollo requería vincular los ca�-
1
representar la mayor parte de las exportaciones mundiales o a ocupar un lugar bios en la composición y volumen de la demanda, determinadas por el aumen-
1
preponderante en las mismas. to de la población y del ingreso por habitante, con la transformación de la
La integración de la economía argentina en el mercado mundial sient; las oferta interna. Es decir, con la inclusión en la misma de bienes de consumo'
bases de la etapa de la economía primaria exportadora, cuya estructura y diná­ como los textiles, insumos intermedios y bienes de capital, por ejemplo, mát;;­
mica se analizan en esta tercera parte. rial ferroviario y equipamiento para la producción agropecuaria. El desarrollo
exigía también que las fuentes de acumulación de capital, inicialmente impul-
sadas por la producción y las exportaciones primarias, fueran retenidas en lo
7 H. S. Ferns, Britain andArgentine in the Nineteenth Century. Londres, Oxford University fundamental por agentes privados y por el Estado. Es decir, que el proceso de
Press, 1960. acumulación de capital y también el de cambio técnico se asentara en factores

123
'"'Ji!.;•·
t
·'l�''.
',
124
LA ECONOMÍA PRIMARIA �·· .
EXPORTADORA EL PODER ECONÓMICO Y EL SISTEMA POLfTICO 125
._,,

endógenos y en nuc ,
¡eos me• emos con poder dec1.son.
economías abiertas al come . . o, aun en el contex to de reparto de la propiedad de la tierra y otros recursos naturales d e los nuevos
rc10 mt ernacw . nal
En los capitalismos nacional territorios ocupados resultó decisivo en la organización económica, social y
, es emergentes. en la ,epoca, .
pa1ses que serí an poco des . en pnme r lugar los--,. política y, en definitiva, en los estilos de crecimiento e inserción internacional.
. pu, es gran d es potencias-los Es tados U

2
ma y el Japón- las instituc1·o m"dos, Alema- En �a Argentina, la expl�t�ción de la prade�a pampeana podía ser el puné<:>·--1
., n es y el sist. ema polftico · refle •aron la transforma-
c 1on de la realidad económ . de pamda de un aumento rap1do de la producción y del empleo y, por lo tanto, / ·
ica y socia l. Eseo se mam·ne�to, Jen la_a .
¡os cauces de participación m�liación de - la base de la ocupación de un territorio de casi 3 millones de km cuya pobla- j
y represen ta tividad y en pol,
de la creación y asimilac1·o'n mc as pu, blicas impulsoras ción, hacia 1869, no alcanzaba los dos millones de habitantes. Pero el desarro-
de conoc1.m1e . ntos en e¡ teJ.. .
A su vez, las ideas predomina 1do econom , 1co y social. llo requería, asimismo, un reparto amplio del incremento del ingreso y trans­
n tes' es dec1.r, la fcorm� de ver
inserción en el mismo • que el mundo y la propia formaciones que iban mucho más allá de la producción primaria. Esto incluía

l
fiun damen tan las políticas
miento de los in tereses pri pu'bl"icas y el comporta- el predominio de las empresas y los capitales nacionales sobre la cadena de
vados, revelaron tambié .
.
c1o, n de un orden nacional n la capac1.dad de construc- agregación de valor en la transformación de los recursos naturales y en los otros
.

1
cons1stente con el desarrollo
de Alexander H amilton, un d económico. Las ideas sectores fundamentales, como la infraestructura y las redes comerciales y fi­
o de los pa resfondad,ores
de Friedrich List' en Alemam. de ¡ os Estados Unidos, y nancieras del mercado interno y de vinculación con el mundial. Esto era im�_j
a, son reveladoras de lª con .
económicos a partir de una .. s trucc1on , de modelos prescindible para impulsar el ahorro y la inversión, el cambio tecnológico, la
VIS!on, n ac1.0nal y end,ogena de¡
del siglo XIX' en el Japón la . desarrollo. A fines integración interna de las actividades productivas, la inserción simétrica en la
estrategia de la restauraci• on , MeJJ! ...
mismos criterios. respondió a los división internacional del trabajo y los equilibrios macroeconómicos del sistema.
_La densidr¡¡Lnacionalresum �uando la Argentina se vincula profundamente con la globalización, en la ! 1
e el con ·unto d� c1.rcunstanc1as .
una sociedad a m;;¡¡izar que habili tan a segunda mitad del siglo XIX, las evidencias eran ya concluyentes. La puesta en
el e-,a.ienco deJ sus miembros,
dentro de reglas del 1· uego resp arb'J trar sus conflictos marcha de procesos de acumulación en sentido amplio, es decir, el desarrollo
etadas por todas las parres,
sos y establecer con el resto d . aprovechar sus recur- mismo, dependí a de la construcción de un capitalismo nacional ,que, entre
11·-·· e I mundo relac1 0nes compan
desarro º1 es decir simétrica . 'bles con su propio otros requisistos, incluía el predominio de los intereses nacionaletsobre la ca­
s y no subordma das.
En efpasado, el poder de los . dena de agregación de valor de la transformación de los recursos naturales y los
países deP endía prmc ' 1palmente de la magni -
tud de los factores tano· oibties, term . . - otros sectores fundamentales de la economía.
ono y poblac10 ·, n. La revoluc1,on mdusrrial. .
generó una fuente intanoi La densidad nacional necesaria y suficiente para el desarrollo económico de
o· bfe de acumu lació . n de poder. l • .
, y sus aplicaciones a l a pro
g1a . . a c1enc1a y la tecnolo- la Argentina no era, en aquel entonces, una imposibilidad lllaterial debido a la
duccw, n y a la org anizac1.ón soc.
determinantes convergieron . _, euando ambos
1ai. baja densidad de población y a los límites del mercado interno. En otros espa­
' surg1eron las grandes potencias
den mundial. Las pos1 c10nes . . . . del segundo or- cios abiertos, Canadá y Australia, de menor población aun que la Argentina,
de dominio o sub� rdma c ,
on .
nacional dependieron de al!' 1 en el sistem a inter- que, hacia la misma época, se estaban también integrando al orden mundial
1 en m ás de la capac1dad d�
rar y aplicar con cada socied · ad de gene- como grandes productores y exportadores de productos agropecuarios, las ins­
ocimiento den tro de su pro .
c1v. 1·11zac
· iones como la china
p10 espacio Y orgamz
que, por la d1.mensión de su
· ac1·0n soc.
· •, ial. tituciones y el sistema político promovían, simultáneamente, la expansión de
t erntono y de su

población, habían sido en el la producción primaria, el acceso a la propiedad de la tierra y la ampliación de
pasado centros autónomos
1a mf. luencia y la dom de poder, cayeron bajo las oportunidades de progreso, la integración de las actividades económicas y
. ina ci,
on de las nac. iones . imp ena · les del or .
nal maugurado por la revol . . den mte rnacio- una relación no subordinada con intereses foráneos, aun siendo esos territo­
uc10, n mdusena· 1.
En los espacios abiertos con rios, formalmente, dependencias del imperio británico.
g randes recursos naturales
como Amé rica del Norte a y escasa población, En la Argentina, en cambio, la estratificación social y la concentración de la
.
p roducción agropecuaria y
l nor te deI r. fo B ravo' Auscrar1
sus exportac10nes eran el nuc · "
ªY la Argentm .
a, la riqueza heredadas del régimen colonial no generaron un escen ario propicio a

1 lo Y de la acumulac10· , n d , l eo mic • 1al del desarro- la formación de una densidad nacional consistente con la fundación de un
e cap1• tal y poder econom .
, ico. En consecuencia, el capitalismo nacional abierto al mundo y capaz de un desarrollo aucosustentado.
126 LA ECONOMfA PRIMARIA EXPORTADORA EL PODER ECONÓMICO Y EL SISTEMA POLfTICO 127

Incluso, en la resolución de conflictos internos en la etapa de transición, tuvie­ nias proporcionó permanentemente una válvula de escape y la apertura de nue­
ron injerencia potencias extranjeras, convocadas por unos u otros de los prota­ vas oportunidades de trabajo independiente para la población. En realidad,�
gonistas en pugna. El dilema entre civilización y barbarie-diríamos ahora de­ base de la democracia norteamericana y de las mayores oportunidades para el
sarrollo y subdesarroll()- fue en definitiva planteado como la adhesión incondi­ hombre común, en comparación con las existentes en la Europa contemporánea
cional a la cu! cura y a los intereses europeos o el retorno a las formas primitivas y en el resto de la América colonial, se apoyó en el proceso de expansión de la
de la dominación del orden colonial. Es decir, en términos incompatibles c�m. frontera hacia el oeste y el acceso refativamente amplio a la propiedad de la tierra
los desafíos y oportunidades de los nuevos tiempos. por los trabajadores independient�:5lYa en pleno siglo XIX, la aprobación de la
Durante la etapa de transición y en la segunda mirad del siglo XIX, conver­ HomesteadAct, durante la presidencia de Lincoln en 1862, convirtió en política
gieron dos procesos que resultarían decisivos para bloquear la formación de un manifiesta del gobierno el dar acceso a la tierra al hombre común dispuesto a
capitalismo argentino consistente con la formación de una economía trabajarla. A pesar de las fuerzas que operaron en los Estados Unidos hacia la
diversificada y compleja, es decir, desarrollada. Ellos fueron el acceso a la pro- concentración de la propiedad territorial y a la especulación (por ejemplo, la
. piedad de la tierra y el temprano predominio de la inversión extranjera en el adjudicación de tierras a las empresas ferroviarias), el acceso a la propiedad de la
control de segmentos fundamentales de la cadena de agregación de valor de la tierra fue notoriamente más amplio que en la Argentina. Ello se reflejó en la
producción primaria, como los transportes, la industrialización, la comerciali­ estructura social del sector agropecuario, en sus posibilidades de desarrollo y en
zación y el financiamiento. Estos hechos determinarían las fuentes del podeL¡ la gravitación política del sector dentro del país. Las corrientes inmigratorias,
económico en la etapa de la economía primaria exportadora e influirían en el llegadas a los Estados Unidos en el siglo XIX, tuvieron, pues, un horizonte más
comportamiento del sistema político. 1 amplio que las arribadas a la Argentina a partir de 1860.
En la Argentina, la ocupación territorial culminó finalmente con la llama-
da conquista del desierto bajo el comando del general Julio A. Roca, en la déca- \
2. La apropiación territorial da de 1870. El telégrafo y la comunicación entre los fortines del emerge�te .1
Estado nacional, el fusil remington de sus soldados y la viruela diezmaron a la
. La matriz elitista y de exclusión heredada del pasado .fue consolidada por ·G - población indígena. A fines de la década, la población nativa sobreviviente �n
¡ apropiación territorial durante la etapa de transición y las últimas décadas del los territorios conquistados ascendía a 20 mil personas. La concentración de la
• siglo XIX. El proceso reconoce varios momentos decisivos. La ley de Enfüeu.�is propiedad de la mayor parte de las mejores tierras de la región pampeana,
de 1826, en el gobierno de Rivadavia, distribuyó grandes extensiones de tierra previa al ingreso masivo de inmigrantes y de la inserción del país en el mercado
, bajo el régimen de arrendamientos entre pocos beneficiarios que, más carde, se · ··
mundial, resultó decisiva para la evolución posterior del país.
'. convirtieron en propietarios. Rosas posteriormente extendió la frontera hacia La ley 947 de 1878 autorizó a emitir un empréstito internacional garantí-
el sur y el oeste en territorio de la provincia de Buenos Aires. La llamada ley zado por cierras. Cada título de 400 pesos daba derecho a una legua cuadrada
Avellaneda, contemporánea de la HomesteadActdel presidente Lincoln de 1862, (2.500 hectáreas) y la suscripción mínima era de cuatro títulos por 10 mil
e inspirada en el mismo propósito de dar acceso a la propiedad a los nuevos hectáreas. En 1882 se realizó un remate de tierras en las embajadas argentinas
colonos, quedó aquí en una declaración de buenos propósitos. de Londres y París con un tope de 40 mil hectáreas por comprador y lotes de
La experiencia argentina en cuanto a la apropiación territorial difiere notoria­ entre 25 y 400 hectáreas para la agricultura, norma eludida mediante la figura
mente de la registrada en los Estados Unidos. En ese país, desde el período colo­ del testaferro. Por último, en 1885, una ley de premios para los militares parti­
nial, la ocupación de nuevas tierras ubicadas al oeste de las primitivas trece colo- cipantes de la campaña del desierto asignó 8.000 hectáreas a los jefes y 100 a los
soldados, tierras que fueron en su mayor parte vendidas por sus endeudados
1 A partir de I 880, una fuente principal de información y análisis descansa en el libro de M. beneficiarios a compañías inmobiliarias.
Rapoport y colaboradores, Historia económica, política y Jocial de la Argentina (1880-2000), Según Gaignard, JRJQtalidad de las tkrras pampeanas ya tenía dueño•'en
Buenos Aires, Ediciones Macchi, 2000.
1884". Desde entonces el país no disponía de más
128 LA ECONOMfA PRIMARIA EXPORTADORA EL PODER ECONOM!CO Y EL SISTEMA POLÍTICO 129

ación c re­
cierra agrícola que ofrecer a los inmigrantes europeos que comienzan a llegar en unidades de explotación de dimensión cal que permitier a l a u tiliz
olas cada vez más poderosas, atraídos por la perspectiva de hacerse de una pro­ quinari a agrícol a, c n el consigu ien a umen to de
ciente de l a técnic a y l a m a o te

piedad en las cierras vírgenes que la Argentina acababa de incorporar al espacio la productividad y los ingresos. _
. . . . .
nacional. 2 de n nci d smmuy on l s pos1b1h dade1 s
Las caracte rísticas del régimen te e a 1 er a

Por un l d , p rque l fal de cces oa J


de crecimiento de la producción rural. a o o a ta a
Estos hechos obstaculizaron el acceso a la propied ad de l a tierra de l os trabaj a­ tes mi�ratorias
la cierra redujo la capacidad del campo de absorber las corrien,
dores rurales que se incorporab an a l a expansiva economía agropecu ari a de la n es lleg d s al pa s se onentaron !
del exterio r. No más d el 25% de los inmigra t a o 1
región pamp eana y_.Jjeron o rigen a la característica institucional básic a de la se r dicó en l s cenero s u rbanos
hacia las actividades rurales, mientras el 75% a o
misma: la exploración de un a p ar ce sustancial de la superficie disponible por ri y l s s rvicios . Así se
y formó la fuerza de trab aj o disponible p�ra la indus� �
o e
arrend ac;ri os y de la otra p arte en grandes latifundios. . c1m1en o r pr sent ban el
expl1ca que, en 1914, mientras los excran¡ eros de na t e e a

En todo el p aís, en 1914, las explo taciones de más de 1.000 hectáreas de n l 1 0% d e l�s
42,7% de ] a población coral, los inmigrantes sólo constituí : _ _
a
superficie represen tab an el 8,2% de las explot aciones totales y abarcaban el
propietarios de bienes raíces.4 Por otro lado, la capacidad
de c a p _ 1ral1z ac1ón _ del7
79,4% de l a superficie total. En el mismo año, las mayores de 5.000 hectáreas at anos en ealiz ar
sector se vi o limitada por la falta de interés de los arrend
r

repres entaban el 1,7% de las exploraciones y el 49,9% de la superficie . En la ec'.an y p l alc


inversiones fijas permanentes en cierras que no les pe rten
or a a
_
región del Litoral solamente, c onforme a los d atos disponibles p ara 1947, las c1ón de su m� eso
inclinación de los grandes propietarios a destina r una pr�por
r

explot acion es de más de 1.000 hectáreas represen tab an el 3,5% del coral de
al consumo de cipo sunt u ar io den tr o y, en gran medid a , fue ra del pa1s. El
explor aciones y el 52, 1o/o de la supe rficie total. Por otro lado, según datos de ntin s en P rís y n tros lug ares fo rma p arte
despilfarro de los millonarios arg e o a e o
1937, el 44,3% de las explotaciones en todo el p aís se asentaban en tierras d intern ci nal de l ép c . Er un comp orta-
del folklore de la alta socieda a o a o a a
arrendadas.3 Weber ribuí al espíritu � ªP!tal� sta. . ..
miento muy distinto al que Max at a
El régimen d e tenencia ejerció su influencia sobre el desarrollo del sector-· qu l s c or gropec u io ¡ugo en el élesa­ 1
Finalmente, dado el papel clave e e e t a ar
rural y de la economía en su conjunto en tres campos p r incipales: la estratifica­
rrollo económico del pa ís durante l a e ta
pa de la economía primaria expo�ta�o-
ción social, el crecimiento de l a p roducción agropecu ari a y el régimen político. anos aglutmo la
ra la concentración de l a propiedad territorial en pocas m
El el evado g rado de concen tración de la propiedad terr i torial y de difu­ g upo s ci l que ej erció, conse-
f�erza representativa del sec tor rur al en un r � a
sióri'del sistema de arrendamiento se reflejó en l a estruct ur a social del sector vid naci nal.
cuentemente, una poderosa influenci a en la a o
agropecua� Según las estimacion es de Germani, sobre datos de 1937, el
94,8% de la población ac tiva en el campo correspondía a trabajadores sin
cierras, pequeñ os propietarios, arrend atarios y medieros. Por or�o lado, el 3. El capital extranjero
1 % de l a p obl ación activa, correspondía a grandes propieta rios, con explota­
ciones de superficie mínima entre 2.000 y 3.000 hectá reas; que controlaban na p ropor�ión ·
Desde la segunda mitad del siglo XIX, la Argentina_ recibí� �
el 70% de la superficie total. El 4,2% restan te de la población activa co rres­ · al1zados, p arucu-
1mpor eante de los capitales exp ortados por los países mduscn
pondía a propietarios medios, con exploraciones de superficie entre 200 y en 1�13 e1 cap1t· al ·
larmente Inglaterr a. Según las es timaciones de la CE:AL, _
2.000 hectáreas, que control aban el 20% de la superficie t otal explorada en el ¡ exis n e. Tod a­
extranjero radic ado en el país equivalía al 50% del �ap!t� fi �
te t

país. El régimen de tenenci a impidió, pues, que la p r oducción agropecuaifá-7 a exporta d ra, el
vía en 1929, cu ando termin a la etapa de la econom1a pnman
o

se apoyara básicamente en una poderosa clase de productores medios, con l porc entaj e se elevaba al 52%.
2M. Rapoport, Historia económica, política y social de la Argentina (1880-2000), ob. cit.
3Gin o Germani, Estn1ctz1ra social de la Argentina, Buenos Aire s, Eudeba, 1955. Los datos
utilizados en el texto para los a ños 1914, 1937 y 1947, puede n con si derarse represe ntativos de la 4 Gino Gcrmani, "El proceso de transición de una democraci a de masa en la Argentina",
situación existente en la eta pa de la economía primaria exporta dora. Revista Política, Caracas, julio de 1961.
130 LA ECONOMfA PRIMARIA EXPORTADORA EL PODER ECONÓMICO Y EL SISTEMA POLfTICO 131

Del capital existente en 1913, el 36% estaba invertido en ferrocarriles, el el sector públi co, salvo en casos marginales y aislados de construcción y admi­
31% en títulos gubernamentales y en servicios públicos el 8%. Esto es, del ni stración directa, se limitó a crear las condiciones propi ci as para la radicación
total de la inversión extranjera aproximadamente el 75% estaba destinado a de capi tal extranjero en la actividad ferrocarrilera. Las medidas de incentivo
proporcionar el capital básico de infraestructura en transportes y servicios pú­ incluían la concesión de tierras, la garantía de tasas mínimas de gananci a y la
blicos y, a través de la absorción de títulos del gobierno, a articular política y libre transferibilidad al exterior de los servicios del capital invertido. Los ferro­
económicamente al país mediante el financiamiento de la inversión y el gasto carriles representaban en 1913 el 36% del total del capi tal extranjero total
público. El 25% restante estaba compuesto por i nversiones en comercio e i n�.­ invertido en el país. Las principales compañías británi cas de los ferrocarriles
tituciones financieras (20%) y en act ividades agropecuarias (5%). Los capita­ Sud y Oeste y el Central Argentino controlaban casi el 50% de toda la red.
les extranjeros predominaban en la industria frigorífica, en el acopio interno Esto también repercutía con el comercio exterior. En la década de 1920 las
de granos y en su comercialización internacional y en los ferrocarri les, es decir, importaci ones de carbón y material ferroviario llegaron a representar el 25%
en segmentos clave de la cadena de agregación de valor de la producción pri-, de las importaciones de origen británico, que, a su vez, representaban el 20% de
maria. Ejercían, asimi smo, una posición oli gopól ica en el comercio de granos y; las importaciones totales de la Argentina.
en las exportaciones de carnes a través del control de las bodegas, por medig En la industri a frigorífica, las empresas norteamericanas pertenecient�; �f
· del llamado "comité de fletes".5 llamado "trust de Chi cago" controlaban el 51 o/o del sector y las bri tánicas el
La producci ón agropecuari a exportable era el eje de la relación de la econo­ 20%. Los fri goríficos controlaban también el transporte marítimo a través del,
mía argentina con el mercado mundial y, hacia adentro, la base de una cadena llamado "Comi té de fletes" que d istribuía las bodegas entre las empre;�•
productiva que sustentaba la red de transportes, la transformación industrial exportadoras.
de la producción primaria, su financiamiento y comercialización. La produc� . El comercio i nternacional de granos estaba controlado por un grupo de
_
• ción rural se integraba en un sistema de relaciones complejas que conformaban firmas multinaci onales, entre ellas, Bunge y Born, Louis Dreyfus y Weil Hnos.,
la totalidad de la cadena productiva. El producto y el ingreso de la mi sma se las cuales realizaban las tres cuartas partes de las exportaciones de trigo y maíz
generaban y distribuían así entre los productores rurales, las in dustrias y el 90% de las de lino. Considerando que las exportaciones absorbían el 75i¡:f1
transformadoras como los frigoríficos y molinos, el sistema de transportes y, en del total de la prod ucción agr ícola, se concluye que aquellas empresas
primer lugar, los ferrocarriles, los bancos que financiaban el proceso y los inter­ intermediaban la mayor parte de la producción total.
mediarios que comercializaban la producción en el mercado internacional. De este modo, una parte considerable, probablemente alrededor del 50%,
Mientras la propi edad de la tierra, con las característ icas de concentraci ón de las ganancias de la cadena de agregación de valor a partir de la producción
señaladas, estaba mayoritariamente en manos de residentes argentinos, el resto agropecuaria era apropiado por fili ales d e empresas extranjeras.
de la red era, en su mayor parte, propiedad de empresas extranjeras. Los ferro-
,
carriles eran propiedad princi palmente de capitales británicos, los fri goríficos
de los norteamericanos y también de los británicos, las compañías comerciali­ 4. La organización nacional
zadoras de empresas mult inacionales y los bancos contaban con una cons idera­
ble presencia de fili ales de entidades extranjeras.
�l régimen de :utonomías provincial _ �
s anterior a la caída de Rosas y el poste7
La financiaci ón de las inversiones en ferrocarriles se realizó fundamental­ nor enfrentamiento entre la provmcta de Buenos Aíres y la Confederación
mente con capital extranjero. A diferencia de la experiencia de los Estados impedían el establecimi ento de un clima de estabilidad institucional, adminis­
Unidos, el capital privado argentino no contribuyó a la expansión ferroviaria y trativa y política, indispensable para el desenvolvimiento de la nueva etaea.
Era necesari o, pues, consolidar la paz interior y organizar el país, centralizand;;­
5 A. Ferrer con la colaboración de M. Monsalve, "Carnes: comercio anglo argentino", estu­ los resortes del poder político y de la política e conómica en un gob ierno nacio­
dio inédito que recoge la investigación realizada durante el desempeño del autor como consejero nal. La reincorporación de la provincia de Buenos Aires a la unión nacional iñl
económico de la Embajada argentina en Londres (1956-1957).
1861 y la elección de Mitre como presidente del país unificado en 1862 consu- ·
EL PODER ECONÓMICO Y EL SISTEMA POLIT!CO 133
132 LA ECONOM!A PRIMARIA EXPORTADORA

man, en el plano institucio nal, uno de los requisitos básico s para el funciona­ 1902 en lo s llamado s "Pactos de Mayo" en la segunda presidencia del general
miento de la economía primaria exportado ra. Falcaba, sin embargo, terminar Roca. Con Chile quedaron problemas pendientes que se reso lverían mucho
de resolver definitivamente el lugar de la provincia de Bu eno s Aires en el seno más tarde.
de la nación. Esto se reso lvió en 1880 co n la derrota del alzamiento del gober­
nador bo naerense Carlo s Tejedo r, la abo lición de las milicias provinciales y el
mo nop olio del ejercicio de la fuerza en el ejército nacio nal, la federalización de 5. El régimen político 1 ·¡
la ciudad de Bu eno s Aires, el traslado de. la capital provincial a una nueva
ciudad -La Plata- y el ascenso del general Ro ca a la presidencia. El año de Desde la Independencia, la política había sido u n ejercicio reservado a las elites :i!
1880 culmina, así, el proceso inaugurado con la derrota de Rosas en Caseros·· del puerto de Bueno s Aires y a las o ligarquías provinciales, es decir, a lo s crio ­
en 1852 y la adopción de la Co nstitución nacional en 1853. La seguridad llos qu e habían heredado las po siciones do minantes en la estratificación so cial
interio r fue co nsolidada con la creación de una policía federal y po licías pro­ establecida du rante la co lo nia. Las guerras civiles, hasta el conflicto final plan­
vinciales. teado por lo s auto no mistas bonaerenses en el campo de batalla de Barracas en
En ese período y en lo s años po sterio res a 1880, hasta culminar co n la ¡ 1880, habían reflejado las disputas de las elites y s u capacidad relativa de mo­
reforma electoral del presidente Sáenz Peña en 1912, se estableció el o rden ¡ vilizar el apoyo po pular. En este ejercicio, Ro sas fue un sagaz po lítico hasta que
jurídico e institucio nal del país. Se adoptaron los código s del derecho civil yJ su derrota en Casero s en 1852, ante la coalición co nducida po r el rico hacen­
comercial redactado s por Vélez Sarsfield. En 1884 se promu lgó la ley 1420 de dado y go bernado r de Entre Ríos general Justo Jo sé de Urquiza, cuyas fuerzas
educación laica, gratuita y o bligatoria, u na de las más avanzadas de la época. El incluían tropas extranjeras, reveló que s u proyecto para la provincia y para la
Estado nacional fue asumiendo funciones anees reservadas a: la Iglesia. En 1881, Confederación no se correspo ndía co n las circunstancias de la época.
la administración de cementerio s y, en 1888, el registro del matrimoni o civil La construcción del país emergente se reflejó en el campo de las ideas. La
completaron una legislación de inspiración secularizado ra, c onforme a los cri­ restauración de lo s valo res tradicio nales y la construcción nacio nal so bre esas
terios qu e inspiraban a sus auto res. bases, cuyo mayor exponente fue el gobernado r de Bueno s Aires Juan Manu el
La ocupación efectiva del territorio y la resolución de los problemas Ji;;í� "J de Rosas, se enfrentaro n co n lo s jóvenes ilustrado s herederos de las clases altas
trofes pendientes eran también co ndición necesaria para establecer el marco de f del período co lo nial, lectores al día de las novedades literarias y po líticas predo ­
estabilidad indispensable para atraer inmigrantes y capitales que sustentaron laf minantes en primer lugar, en Francia e Inglaterra. Frente a la barbarie que
formación de la eco nomía primaria exportadora. La o cupación de los territo­ atribuían al régimen de los caudillo s en un territorio inmenso y despo blado ,
rio s de Chaco y Formo sa se co nso lidó co n el so metimiento definitivo de los propusieron la inco rporación de inmigrantes y de las ideas po líticas liberales
po blado res indígenas. Co n el Brasil, el Paraguay, el Uruguay y B o livia, queda­ provenientes de Eu r�i;;:JEste pensamiento po lítico t uvo sus primero s expo -
ban disputas de límites resultantes de la disolución del Virreinato del Río de la . nentes en la llamada ge�ración del 37Fderada por Esteban Echeverría y culmi­
Plata y que fueron resueltos pacíficamente mediante el arbitraje de mandata­ nó, en 1852, con la obra de unos de s us miembro s, Juan Bautista Alberdi,
rio s extranjero s. Entre 1865 y 1870, tuvo lugar la gu erra entre el Paraguay y la cuyas Bases y puntos de partida para la organización política de la República
Triple Alianza formada po r la Argentina, el Brasil y el Ur uguay, cu yo resultado Argentina inspiraro n la redacción de la Constitución nacional de 1853.
territorial para la Argentina fue la incorporación de Misiones y la pérdida de su Sin embargo, todavía en aquel entonces no estaban plenamente madu ras
reivindicación sobre el territo rio del Chaco po r el fallo arbitral (1876) del pre­ las condiciones para el triunfo de la propuesta liberal en el terreno de la p�Htica
sidente Hayes de los Estado s Unidos. Fue ésta la última guerra internacional económica. Antes de la integración masiva de la economía argentina en el
de la Argentina en el siglo XIX. Quedaba, sin embargo, pendiente la disputa segundo o rden mundial se discutió el modelo de desarro llo . El punto cu lmi­
con Chile, que abarcaba nada menos que la s oberanía so bre el territorio de la nante de la discrepancia fue el debate de la ley de aduanas, entre 1873 y 1876,
Patagonia. La conquista del desierto y la ocupación efectiva de la frontera sur del circunstancia en la cual Vicente Fidel López, Carlos Pellegrini y Miguel Cané ¡
país fueron decisivas en la resolución de la disputa, finalmente allanada en defendieron el proteccionismo para posibilitar la industrialización. Uno de lo s
j 1

134 LA ECONOM!A PRIMARIA EXPORTADORA


EL PODER ECONÓMICO Y EL SISTEMA POLITICO 135

def ensores de esa tesis, Dardo Rocha, d ijo q ue e nte ndía por librecambio el; ti�ular del do ini d los rec ursos de la regi n pamp
� � � . � eana y del p ue rt o d e Buen os\
"intercambio de producto acabado por pro duct o acabado". Ni aún hoy s e p�
drí a defini r con menos palabras e igual contundencia la política industrialista
Aires. Era la v1a mas intelig ente para consolidar las h eg em
país que se transform aba e integraba intensame
onías regio nal es en !:!_n 1
nte al orden mundial. La expre­
que , sin embargo, se referí a a las industrias natrurales, e s decir, las funda�as e n sión política de la alianza fu e el régimen de "gobie
rnos electores" (s ustentado en
la producción primaria d e la tierra. No abarcaba otros rub s, como la indus­ la Liga de Gobernadores y el Partido Autonomist
:� a Nacional) y el ma yor de s u
tria metalmecánica, p ero era, de todos modos, un paso decmvo e n la transfor­ dirigentes el general Julio Argentino Ro ca, dos ve s
ces presidente de la República
mación de la estructura productiva. (1880-1886 y 1898-2004). "Paz y administraci
ón" era la propuesta de Roca que
Poco de spués, sin embargo, la vertiginosa transformación del país acabó consumó como militar, como político y como j
efe de Estado.
con la prédica d e los partidarios del desarrollo endógeno. Se consolidó entonces La "república r estrictivá' del ord en conservado r,6
administ rada p o r la elÍte
la alianza entre los sect ores internos dominantes que contro laban el re�t,ixso_ tradici onal y por los tit ulares del pod er econ
ómico d el mo d el o pri m ari o /
fundamental, la tierra, y el capital extranj ero. Desde las últi mas décad� exportador, fu e s uficiente para
organizar el país n eces ario dentro de la división
siglo XIX, e l librecambio a ultranza y la apertura inc ndici n� al capital xtran- internacional de l trabajo de la época. P ero era ins
� �
jero constituy eron la visión del mundo, el p e�sam1enro unico predo 1�ant�,
_ '.11

!
)
nuevos contingentes de inmigrant es y s us descendien
uficiente p ara incluir a lo s

tes, ya ciudadan os argen­


que sustentó la estrat egia del mo delo pnmano exportador: co mercio, mm1:..1 tinos. Era por tanto incapaz de cont en er las tensi
, on es sociale s e m ergentes de la
grant es y capitales. transformación, de la ampliación de la ciudadaní
a, l a co nc entración de la ri­
La oposición al orden conservador concentró sus rec�am s en la sfe a �e! que za y la notoria in estabilidad d e l os niveles de
� � � \ empleo y salari o s. La e tapa fu
participación política y d e la distribución del ingreso. N1 radicales m soc1al1sta socialmente m uy conflictiva. Entre 1902 y 191O e
-- � estallar o n si e te h ue lgas g en e_:-_ .
: c uestionaron el mod elo de la economía primaria exportadora. rales y la represión fu e viol enta. El añ o de la ce ., ,'
' l ebración d el primer cent eñario
El régim en aduanero , uno de los instrumentos esenciales de una política - de la Revol ución de Mayo fu e p articularm ente
crítico y casi compromete la
. industrialista, refle jó tale s acontecimientos. En todo el período tuvo fines es�n- celebración de los festejos. El g obierno respo
, cialmente fiscalistas, siendo que los i mpuestos al comercio exterior eran la pnn-. ndió con la declaración del estado
de sitio y grupos parapolicial es asaltaron organizac
cipal fuente tributaria. Aun en los c asos �n que _ los aranc�l es �ran a�tos e_fl, iones obreras. Antes, en 1902,
- se había promulgado la l e y de Residencia,
sobre· la base de un pro y ecto del
manufacturas diversas, n o alcanzaban para mcent1var la sust1tuc1 on de impor­ senador Migué! Cané, q ue autorizaba al Po
der Ej ecutivo a expulsar a todo
taciones, porque la pro tecci ón efectiva era errática debido a la forma de esta­ extranjero c u ya conducta fu e
ra una amenaza a l a seguridad y el orde a públ
blecer la base imponible de las tarifas y la protección a la inv ersa, resultante �e Ejemplos n o faltaban en los estrepitos os atentad icos.
__ o s anarq uistas. Fue e n esa ép
gravar con mayores tributos las materias primas que � sus p�oduc�os fin� es. La; o-
ca qu e surgieron varias organizaciones obrer
as de inspiración an arq uista
ausencia d e políticas crediticias preferent es para las mvers1on�s mdustnal�s Y cialista, la Federación Obrera Argentina (FOA) y so­
, entre las prim eras y la Unió
n
de otros instrume ntos d e las políticas activas de transformac10n producnv a�; G eneral de Trabaj adores (UGT) entre las segund
as.
configuraron la polít ica económica de la economí a prim�ria exportadora. - _ La crisis estalló dentro de l a propia alianza del
régimen y e ntr e sus princip;-"'
El proceso político en la etapa proyectó el pasado hacia el_ futuro sobre las les dirigei;ites: Ro ca, el g en eral Bartolomé Mitr
e y Carlos Pell egrini. D esd
bases de una realidad distinta: la globalización del orden mundial y una frontera e·
fuera del régimen, el sistema estuvo acosad
o por los caudillos, en prim
inédita de explotación de la fértil pradera pampeana. El desarroll� del siste!!!!_ er l uga;­
_ Leandro Alem e Hipóli to Irigo yen, que que
rían legitimar el po der sustentán­
político se ase ntó así sobre la matriz histórica y una nueva y extraord1�ana fu ente dolo en la vol untad pop ular, y por los dirigent
_ es socialistas, baj o el l id erazg
de creación de riqueza. La apropiación territorial y su concentrac10n en poc:5 o de
Juan B. Justo, que reclamaban conquistas s
ociales.
manos y el predominio del capital extranj ero resultaron decisivos para la organ 1- La reforma po]J�ica,J1J.i: imparable. La revo
_ _ lución de 1890, c oincidente con
zación del régimen institucional y político de la etapa de la economía pnmana la mayor crisis económica del modelo y la c
es ación de pagos de la d eud
exportado ra. Comprensibl emente, las vi ejas o ligarq uías del interi�r s ustituyer�n a e xte r-

los enfrentamientos federales de l pasado por una alianza con la elite hegemónica 6 Natalio Botana, El orden conservador, Bueno
s Aires, Sudamericana, I 977.
EL PODER ECONÓMICO Y EL SISTEMA POLITICO I37
136 LA ECONOM!A PRIMARIA EXPORTADORA

"
ebre ap oteg ma '.Amen�a
, . _...,..�,,
na, anticipó que el régimen de la reptíblica restringida es taba llegando a su fin. En 1824, el presidente Monroe pronunció su cél a ·
f
· o s 's t rd e , e l delegad a genti no en la C on ferenci
El ca mbio fue liderado por los conservadores reformistas, Carlos Pellegri;iy ~¡ para 1o s ame nc an os" . An- ma a o r
. , ___
o pres idente, Roq u� S ae2z Pena,
Roque Sáenz Peña, y culminó con la aprobación en 1912 de la ley de reforma 1 Interamericana de 1899 en Washington y futur
ica para la humarndad . Carlos
e lectora], baj o el vo to sec reto y obli gatorio , propuesta p or el pres idente Sáenzj respondió con otra sentencia célebre "Sea la Amé:
nd ad:
Peñ a, que posibil itó el triunfo de Hipólito Irigoyen en 1916. _,,,,- Pellegrini explicó la situación con absoluta cla
La tr ansición del régimen de la república restringida a la república abierta· inante en las relaciones
parecía habe rse consumado entonces. Los hechos posteriores revelarían lo con­ Sólo los que qu ieren ignorar [ ... ] la influ encia determ
los econó mico s pueden hablarnos de
internacionales d e estos poderosos víncu
tr ario. La virulencia de 1a oposición conservadora al presidente Irigoyen, la
doctrinas monroíscas y creer q u e semej anzas d e insticucion �s º. ig ualdad_ es de'
i ntol erancia recíproca de los principales actores políticos y las tensiones socia­
longitudes pueden sobreponerse en la orientación de la políuca mternac10nal a
les anticiparon el derrumbe de la democracia, que se produciría en 1930. Baj o , . 7
los grandes intereses econom1cos. i
el pr imer m andato de Irigoye n (1916-1922) se registraron conflictos sociales d . ., 1
o gest os de auto eterm mac10� 1
de extrema violencia, entre ellos, la semana trágica de enero de 1919 en la La política exterior argentina d el período tuv
ndial (1914-1918) y las docm- ·.
C apital Federal y, en 1922, la represión de trabaj adores en huelga en el extre­ como l a neutralidad en la Pri mera Guerra Mu
mo sur del p aís. Tuvo Jugar tam bién un m ovimiento renovador de la juventud usión de la alternativa pro� _ ritánica o pronor� :,
nas C alvo y Drago . P ero la disc
una vulnerabilidad fundamental. ,
universitaria, que estalló en la Universidad de Córdoba en 1918 y que pasó a teamericana era, en sí misma, reveladora de
ser conocido en la historia como la Reforma Universitaria, cuya trascendencia amiento co n una u o_tra p o­
concebir la política exterior en tér minos de aline
in erés naci�nal, es decir, en �l
alcanzó escala latinoamericana. Sus objetivos se encuadraron en el reclamo de tencia hegemónica en vez de au rocentrad�. en el :
o do analizad o, la prese�c1a
aper tur a y participac ión de los claustros en l a vida universitaria, sin cues tionar
desarrollo endógeno. En cualquier caso/ en el pen _
las raíces profundas del modelo primario exportador. norteame ricana en la econ om
ía fue credeñao, p rimero por la fuerte participa­
La etapa de la economía primaria exportadora tuvo así Jugar mientras el ción en la industria frigorífica
y, más tarde, en i nv ersiones pri�adas dire�tas en
s e staban asum iendo el lidera
z-
régimen político transitaba entre la presidencia de Mitre (1862-1868) y 1930 diversos sectores, en los que los Estados Unido
cuando, el 6 de septiem bre, un golpe de Estado derr ocó al presid ente Irigoyen. go tecnológic�
Las coincid encias no son casuales . La relativa estabilidad del régimen institÚ-' •,
cional y político en esas casi siete décadas se sostenía sobre bases endebles: la
concentración d e l a riqueza y del ingreso, la v ulnerabilidad externa y, en defi­ 6. La cultura

!r
nitiva, la ausencia de componentes esenciales de la demidad nacional
Una vez qu e se impuso el modelo primario exportador fuertemente asocia­ La transformación demográfica del país y la inserción masiva en el _ orden mu _ n­
do con la economía británica , la políti ca exterior del país fue comando distan­ dial tuvie ron impacto en la cultura argentina forj ada, h asta la pnmera mit�d,,,.-,1
cia de los E stados Unidos. La etapa se desarrolló durante l a expansión imperia­ del sig lo XIX, sobre los patrones heredados del orden colonial. El p�ís no sólo l
lista de las potencias coloniales europeas en Asia y África, mientras los Estados asimiló inmigrantes y capitales, sino también las id eas q ue conmov1a_ n el _ esce-
.
Unidos consolidab an su dominio en su patio trasero de México, América Cen­ nario europeo. El romanticismo, el libera lismo, el modern1s1:10 !iterar'. º' el
tral y el Caribe. Frente a los conflictos limítrofes subsiste ntes, l a postura argen­ positivis mo y el p ensamiento revolucionario, incluido el mar x1smo, tuvieron
.
tina fue la búsqued a de l a resol ución pacífica mediante el arbitraje. Al mismo cultores de stacados en el p a ís. Desde las úl timas décadas el sig lo XIX Buenos
'.
tiempo, se privilegió la relación con Europa , principal mente Gran Bretaña , Aires se convirtió e n un cenero cultural internac ional mente reconocido y en
'.
país que era el destino principal de las exportaciones argentinas y el orige_n alguna medida , en la capita l cultural de América Latina. Desde fines del s 1g_J_�

dominante d e las inversi ones extranjeras. El modelo primario export ador reve­
l aba un persistente déficit comercial con los Estados Unidos compensado con 7 Sergio Bagú, Argentina en el mundo, México, Fondo de Cultura Económica, 1961.
el superávit del intercambio con Europa.
EL PODER ECONÓMICO Y EL SISTEMA POLfTICO 139
138 LA ECONOMÍA PRIMARIA EXPORTADORA

XIX, actuaron en Buenos Aires luminarias de la escena europea y del teatro dad. Con el tiempo, algunas de sus expresiones, como el tango y la música
lírico, escritores célebres y políticos de relieve mundial. El "Canto a la Argenti­ folklórica, se convirtieron en elementos esenciales de la identidad argentina¡ , •''

na", publicado por Rubén Darío en 191 O, reflejó la perspectiva abierta en cor­ mundialmente reconocidos.
no de la extraordinaria transformación que tenía lugar en este extremo sur del Mientras en el plano de la economía y de la política la densidad nacional
continente. La relevancia de la actividad creadora no se limitaba a escritores resulcó tan débil y vulnerable, en el de la cultura reveló una notable consisten­
como Leopoldo Lugones y José Hernandez o científicos como Ramos Mejía y cia. En aquél, el país no logró posicionarse en el mundo sobre un eje
José Ingenieros. Protagonistas principales del orden conservador, Mitre, aucocentrado en su propia creatividad y en sus recursos. En éste, el de la cultu­
Pellegrini, Cané y uno de los mayores cultores de la lengua, Sarmiento, fueron ra, la creatividad de la sociedad argentina reveló la capacidad de asimilar las
intelectuales de relieve por sus propios méritos. influencias externas sobre su propia matriz originaria y de producir un fruto
La Argentina es una de las manifestaciones más singulares de la globaliza­ original y valioso, universalmente reconocido. El pafs no tuvo en tiempos de'la
ción del segundo orden mundial. Desde mediados del siglo XIX, la cultura 'ar� ,' economía exportadora, ni tiene en la actualidad, una crisis de identidad cultu­
gentina emergió como una síntesis original de la matriz histórica y del aporte ral. La diferencia entre las dos esferas probablemente radica en que en la cultu­
. de las ideas de la cu! tura europea y, en menor medida todavía, de la norteame- i ra la creatividad se expresa libremente, mientras que las políticas emergentes
ricana, pero abierta, también, a las influencias de las grandes civilizaciones de1 del sistema económico y político reflejan el sistema de poder y la concentra-
; Extremo y Medio Oriente y, aun, de África. Una cultura secular de raíces mun-. ción de la riqueza.
• . :. ! diales que concluyó por expresar la creatividad y la identidad original de loi
'habitantes del espacio argentino. Desde la perspectiva reivindicatoria del gau-,
·. cho, en el Martín Fierro, hasta la crítica de la barbarie, en el Facundo, la litera�
tura argentina alcanzó resonancia mundial. La actividad editorial y la multipli­
cidad de expresiones de la cultura, incluyendo las artes gráficas, la plástica, el
periodismo, el teatro y la música, revelaron la creatividad de la civilización
emergente en estas latitudes del Nuevo Mundo. El deporte asimiló también los
juegos provenientes principalmente de Inglaterra y en varios de ellos los depor­
tistas argentinos alcanzaron relieve internacional, como en el fütbol, cuya pri­
mera entidad, el Buenos Aires Foot-ball Club, se fundó en 1867.
La cultura emergente reveló pretensiones normativas sobre la base de varo:·¡
res de vigencia universal. En el derecho internacional público, que regula las/
relaciones entre las naciones, dos juristas argentinos, Carlos Calvo y Luis Ma- ,
ría Drago, establecieron doctrinas jurídicas que hicieron época. El primero, en/
1863, con el principio de la jurisdicción de los tribunales nacionales en las
disputas entre el Estado y los residentes e intereses extranjeros. El segundo,
canciller de la segunda presidencia del general Roca, con la tesis de la
incobrabilidad por la fuerza de la deuda de estados, en ocasión de la disputa de
1902 entre Venezuela y varias potencias sobre tal cuestión.
Buena parce de las creaciones de la cultura argentina provinieron de cientí­
ficos, juristas y artistas, pertenecientes a la elite y grupos de altos ingresos de la
sociedad argentina. Pero la llamada cultura popular, originaria de los grupos de
menores ingresos, marginales y excluidos, reveló también una notable creativi-
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XI. Régimen económico


y crecimiento del sistema

1
ia �rganización nacional permitió ordenar las finanzas públicas y el sistema
"ñi"�neta�que eran precondiciones para el crecimiento del sistema de la eco-
nomía primaria exportadora. Ambas cuestiones son la materia de este capítulo.

1. El presupuesto público

Hasta la caída de Rosas cada provincia tenía sµ propio presupuesto. Las fon- , , ·
�ione; que-podía ejercer la provincia de Buenos Aires por delegación de las
demás provincias, como por ejemplo las relaciones exteriores, se incorporaban
dentro del presupuesto provincial. Después de la caída de Rosas y producida.fa 7
separación de Buenos Aires de la Confederación, la provincia siguió con su {
régimen financiero y la Confederación estableció los primeros presupuestos na- \
cionales, mientras las provincias componentes de la misma mantenían sus pro-
pios ordenamientos fiscales.
¿ El problema fundamental era la fuente de recursos. La aduana de Buenos
Air'es· aportaba no menos del 80% al 90% de todos los recursos públicos con­
solidado;,1 esto es, de la suma de los ingresos de todas las provincias, incluidas
la de B��nos Aires y el gobierno de la Confederación.
Los límites territoriales de la provincia de Buenos Aires abarcaban, sin em­
bargo, sólo parte de la región pampeana y del país. La expansión de la produc­
ción agropecuaria se produciría, si bien es cierto que en gran proporción en la
provincia, también en las otras provincias abarcad¡is por la zona pampeana.
Por otro lado, el tendido de los ferrocarriles se debía producir dentro, pero
también más allá, de los límites bonaerenses. Desde el punto de visea del sector
público, la nueva etapa abría posibilidades enormes de expansión de los gastos
corrientes (en educación, salud pública, administración, defensa, etc.) y de la
inversión pública. Pero esas posibilidades estaban dadas en el país en su con-

141
142 LA ECONOMÍA PRIMARIA EXPORTADORA RÉGIMEN ECONÓMICO Y CRECIMIENTO DEL SISTEMA 143

junto y no sólo en la provincia. Hacía falta, pues, un presupuesto que incorpo­ que encarecía las compras de oro que el gobierno debía realizar para pagar los
rase todos los gastos e inversiones que correspondían a la jurisdicción nacional. intereses y amortizaciones de su deuda extern-ál Al mismo tiempo, los ingresos
. Y, por lo tanto, había que centralizar las fuentes de recursos en ese presupuesto, en pesos del gobierno crecían en menor proporción que la depreciación del
· esto es, había que nacionalizar la aduana de Buenos Aires. Esto tuvo lugar en el peso, lo que creaba serias dificultades para el pago de los servicios de la deuda
año de 1862 durante el régimen presidencial de Mitre. pública. Como dice Ferns: "La economía argentina operaba sobre un sistema
'J?esde otro punto de vista, la reforma presupuestaria fue expresión del he­ de papel moneda inconvertible y de una política de crédito fácil, siendo que
cho de que los problemas del país no eran ya la suma de los de cada provincia una alta proporción del endeudamiento externo era pagadero en oro o en
sino, fundamentalmente, los del país en su conjunto:'En otras palabras, los monedas con respaldo oro, especialmente libras esterlinas".
. problemas económicos comenzaban a expresarse éñ-medida creciente en la Conforme a la teoría dominante era necesario, pues, vincular estrechamen­
jurisdicción de la nación más que en la de las provincias. te el circulante interno con las disponibilidades de oro y emitir solamente como
La nacionalización de las recaudaciones de aduana y el establecimiento &r · contrapartida de depósitos del metal. La convertibilidad del oro en pesos y cfet;
· primer presupuesto nacional efectivo sentaron las bases de un fisco cuyos re­ peso en oro por un solo instituto emisor aseguraba la estabilidad del tipo de
cursos se irían expandiendo al compás del aumento del comercio exterior y del cambio y evitaba la creación de dinero, mediante el descuento de papeles pú-
desarrollo general del país. Este fisco podía adquirir compromisos en el exte- blicos, para financiar los déficit del gobierno. Si el sector público podía recurrir
rior vendiendo sus títulos públicos en Londres y en otros mercados financieros al mercado nacional y extranjero de capitales para colocar sus papeles y hacerse
i
: internacionales. El establecimiento del presupuesto nacional y la nacionalj� de recursos, era injustificada la obtención de recursos por vía de la expansión
ción de la aduana permitieron, pues, aumentar los gastos torales del sector monetaria. El ajuste estricto del sistema monetario interno al patrón orn se::::
público y apelar, sobre la base del fuerte respaldo de las recaudaciones de adua­ vía, así, a varios propósitos. Equilibraba el balance de pagos mediante su meca­
na, al crédito externo. Esto se hizo, y en gran escala. En 1913, punto culmi­ nismo, aseguraba la estabilidad del peso, evitaba la expansión monetaria sin
nante de la etapa de la economía primaria exportadora, la deuda pública exter­ respaldo del oro, imponía un marco de responsabilidad a la política del gobier­
na de la nación (incluidos los títulos colocados en el exterior por varias provin­ no y garantizaba a los inversores extranjeros el puntual cumplimiento de los
cias) ascendía a alrededor del 30% del total de las inversiones extranjeras compromisos de la deuda pública externa. Recién en 1899, con la creación de
radicadas en el país. la Caja de Conversión, la centralización en la misma de la facultad de emitir y
el establecimiento de la convertibilidad sentaron las bases monetarias para el
2. Sistema monetario funcionamiento adecuado del sistema. I

No bastaba, sin embargo, la existencia de un presupuesto nacional para crear 1 Desde la caída de Rosas en 1852 hasta 1899, cuando se aprueba la l ey que establece la Caja
las condiciones suficientes para el funcionamiento de la economía y la entrada de Conversión y se unifica la facultad de emitir moneda en ese organismo, el sistema monetario
de capital extranjero. É_ra necesario, además@tablecer un sistema monetario del país se apoyó en monedas metálicas extranjeras a las que se daba curso legal en el país, en
que permitiese condicionescle estabilidad para el valor de la moneda nacional_ monedas de oro acuñadas en el mismo y en papel moneda. Este último fue, en distintas épocas,
convertible en oro o inconvertible.
y asegurarse el puntual cumplimiento de los compromisos exteriores del sector Las paridades establecidas desde Caseros hasta la organización nacional eran de 17 pesos
público. Después de 1862, la facultad de emitir papel moneda de los bancos fuertes por onza de oro, en el caso de la Confederación, y de 16 pesos por onza en el caso de la
llevó frecuentemente a la expansión monetaria para financiar los déficit fisca­ provincia de Buenos Aires. Conforme a estas paridades ligeramente diferentes, y modificadas en
les. Se repetía así una experiencia frecuente en la provincia de Buenos Aires una oportunidad por la Confederación, los pesos fuerces tenían con respecto al dólar una rela­
ción de 10 dólares por 10 a 10,70 pesos fuerces. las paridades tuvieron vigencia para la acuña­
desde 1822. La expansión monetaria se produjo, generalmente, en situaciones ción de monedas de oro pero no para el papel moneda, en el caso de la Confederación porque no
de contracción del comercio exterior y de reducción de las fuentes normales de los emitió y en el de la provincia porque los pesos papel no eran convertibles en oro. Después de
recursos, especialmente las recaudaciones de aduana. En estas circunstancias, la unión del país, en 1866, la provincia fijó una convertibilidad efectiva pero a una paridad de
el aumento del dinero en circulación llevaba a una fuerte depreciación del peso 25 pesos papel por 1 peso fuerte. Por otro lado, la ley nacional de 1881 estableció la unidad
144
LA ECONOM!A PRIMARI
A EXPORTADORA
RÉGIMEN ECONÓMICO Y CRECIMIENTO DEL SISTEMA 145
3. Poblamiento e integrac
ión flsica del territorio Como la población de las otras regiones del país era reducida, era im posible
L a org anización política ampliar la oferta de mano de obra de la zona pam peana mediante la migración
del país y la construcción . ' .
fiscal y monetario ara la a . progresiva de un reg1m en
. p dm·m1scrac10 . , n de la economia masiva desde el interior hacia el Litoral. La solución al problema se encontró
c1ón de los dos pro blemas . , VJ• bºlº
a 1 izaron l a reso
lu- /
,.,,
estructur ales pendientes par en la incorporación de inmigrantes provenientes de Europa.
1o primario exportador . a eI despegue de1 mode-
· Asaber, la mc orporac1ó . Del saldo inmigratorio neto de 3.300.000 personas, entre 1857 y 1914,-�!"",
., n de m ano .
de obra y la mteg
c10n física del territorio. ra- 90% se radicó en la región pampeana y, de ésta, alrededor de una cuarta parte 1
en las zonas rurales de la misma . De este modo, del toral de inmigrantes que se j
Poblamiento incorporaron definitivamente al pa ís entre esos años, alrededor de 800 mil­
quedaron en zonas rurales de la región pampeana.
A mediados del siglo XIX, la Bajo el fuerte estímulo de la incor poración de inmigrantes, la población
población de la región am
densid ad de población en p eana era muy escasa; la
las zonas rurales no asaba dpe u rural de la región pasó de a proximadamente 600 mil habitantes en 1869, a
cien hectá reas. Era im osib . .p n habºitan te por cada 1.300.000 en 1895 y 1.900.000 en 1914, cuando culmina el proceso inmigra­
le , dada l a cons1gu1e
p
expandir la producción gan
producción agrícola' que req
ader y, mueho meno�, aum

nte es cas ez
ent
de mano de obra,
ar radicalmente la
torio y el desarrollo de la etapa. La tasa de crecimiento poblacional en tod� er·.1
uena una ma yor canttdad período fue de 3% anual y la c antidad de habitantes por cada 100 hectáre�_
que la ganadería. La escasez d e tra b ªJº
· por hecrárea ./
de mano de obra im . pasó de 1,1 a 2,3 y a 3,4% entre los años indicados.
r ancia! de la producción y . p edía, ues , e1 aumentC>.,sµ��
de ¡as exporcac1on p
. Pese al aumento de población y de disponibilidad de fuerza de trabajo en la
es agropecuarias
La escasez de mano de obra . zona pampeana'[k característica del sector agropecuario continuaría siendo la
en la zona pam eana o '
simple espera del crecimien p o�1a superarse por la
to vegetativo de 1a oblac1� p baja cantid ad de mano de obra ocupada por superficie explorada, pero dicho
La solución radicaba en la ., p on exi stente hacia 1860.
incorporac1o n d e personas ajenas a la r aumento, juntamente con las mejoras técnicas y la mecanización introducida
egión misma. en las explotaciones, permitió la fuerte expansión de la producción rural regis­
monetaria del "peso oro" q u
e reemplazo, al peso fiuerte. trada en la etai?'9
J • 6]29 gramos de oro de 900 La ley fiJ"aba al peso oro un con .
/1 OOO d fino. Fmalmente, tenido de
nueva paridad de J peso pap 4 4 la ley de Conversión de 189
el por ca/a O, pesos oro, 9 fijó una
Hasta 1 a creac,. o, n del Banc o sea 2.' 27 pesos pape¡ por cad Integraciónflsica
a peso oro.
mente co n otros bancos, de
o Nacional 1873 1 au�o_nzac1. ón que se
emitir billetes a:mbio :e: le confiriera, junta­
de Buenos Aires fue el inst epos1tos _de oro, el Banco de
ituto emisor: La ley de banc la Provincia A mediados del siglo XIX, los medios de transporte terrestre continuaban sien­
de emisión de los dos bancos os garantidos de I 887 reite
ofic,·ales cita d os y ró la fac ultad
b.,lletes del Banco de la Provinc otros bancos espec,'fiicamente
determinados. Los do prácticamente los mismos de la coloniafEl tráfico en carretas y la práctica
ia fueron converaº61es en oro
1 p�so fiuerte) desde la ley (a. un camb..'º de 25 pesos pap ausencia de caminos mejorados dererminab� un nivel de fletes que hada im­
. provincial de 1866 que esta el por
mst1tuto bancario provincial .blec10, la Oficma de Cambios
' con la ,ac
c.. ultad de convemr oro en . de este posible la puesta en producción de las cierras alejadas del puerro de Buenos
de 1876 en que se declaró la pesos y viceversa, hasta may
,
inconversión de los bºll 1 etes emm ..
dos; Los b'ºIIetes de1 Banco
o Ai res y, en todo caso, comprimía los precios efectivamente recibidos por el
n�1 ' a su vez, solo fueron convertibles entre 187 Nacio-
.
b1lletes de ambos organismo 3' ano- d : crea c10n del Banco, hasta 1876 productor limitando la exp ansión de las actividad�-Ü - Esto era particularmente
s fueron n uevamente convem Los
a tod os los banco s de emi . bles _en ¡·u¡-,o del 883, en . vigente para los productos agrícolas.
sión q ue re t irara
º que se exigió
remp1azaran por nuevos bi11e n d e la c1rc lac1ó n la. s ann·b0uas em1•S1on
tes "metálºicos"al t1po
u •
es y las El ferrocarr il fue la respuesta al problema de transporte, al rebajar radicall
con respaldo oro. En enero de . de 25 pesos pa pe1 por ¡
1885 se s uspendº10 , peso de los nuevos mente los fletes y posibilitar la puesta en producción de las tierras más alejadas\
B aneo Nacional, cosa que el .
n uevam ente 1ª co nvers1o, n de los billetes

de la Provm . del
l884 · La conversión de los c,a
. de Buenos Aire s ya J1ªb,13 hec ho en septiem de los puertos de embarque y de los centros de consumo.
. tes no ':'º¡ v1ºó a restablecer
bille bre de
Desde la Iey de Convers1o, n se hast a 1899. . En 1857 existían solamente 10 km de vías férreas en el país; treinta años.des­
de noviembre de 1899' 1a c .
de Emergencia de agosto y o nvemb . ,!.:dad siguió hasta las leyes pJ.1és, en 1887, habían aumentado a 6.700 km. En 1900 alcanzaban los 16.600 km
septiembre de 1914 en que_
restablecida en 1927 y definiti s_
e s spen d,o la conversión. Ésta fue
vament e abandonada en d1c1
u
y en 1914, 35.500 km. Cuando concluye la etapa, en 1930, la extensión de la red
embre de 1929.
ferroviaria ascendía a 38.634 km.
LA ECONOM!A PRIMARIA EXPORTADORA RÉGIMEN ECONÓMICO Y CRECIMIENTO DEL SISTEMA 147
146

La red ferroviaria tuvo un diseno radial que convergía desde las principales Dentro de las exportaciones de productos ganaderos también se produje­
localidades del interior hacia Buenos Aires y los otros principales puertos de ron cambios sensibles en todo el período. Los más notables se refirieron al
embarque: Rosario, La Plata y Bahía Blanca. La mayor densidad de la red ..s� aumento de la� export'.1_<:iones de lana, primero y, hacia fines del siglo XIX, la
localizó en la región pampeana donde se radicaban la mayoría de la población, vigorosa expansió� de las de carnes, al introducirse el frigorífico y la exporta­
t
el poder adquisitivo más airo y el origen de casi la totalidad de la producción ción de carnes enfriadas, fundamentalment( al Rein�Ünido.
exportable. La red se organizó en torno de cuatro ejes: los Ferrocarriles del Sur, Las mej_C>ras ré c,rii'::is en la producción ganadera y agrícola, y la capitaliza­
Central, Oeste y Buenos Aires-Pacífico. ción en amb�, fueron naturalmente parte indisoluble del proceso de creci­
miento del sector y conviene referirse brevemente a estos aspectos.
Al comienzo de la segunda mirad del siglo XIX la ganadería se desarrollaba
4. Expansión agropecuaria todavía en condiciones primitivas y la agricultura era prácticamente insignifican­
te. Pero a partir de entonces se producen mejoras tecnológicas sustanciales y la
Resueltos los dos problemas de la disponibilidad de mano de obra y la inte-
- \
expansión sostenida del capital utilizado en la producción. En la ganadería ¡;;--,
¡ gración física del territorio, bajo condiciones excepcionalmente favorables zanja primitiva para demarcar los límites de la estancia y el pozo y la aguada
para el desarrollo agropecuario, se fue ampliando rápidamente la cantidad de natural para abrevar la hacienda comienzan a ser reemplazados por el alambrado,
las tierras de la región pampeana puestas en producción. La superficie toS�J los molinos de viento y el tanque australiano. No existen datos sobre la extensión
sembrada de grano y forrajes pasó de 340 mil hectáreas en 1875 a 6 millones de alambrados tendidos a partir de su introducción en 1848 pero su difusión fu�­
en 1900, a 20 millones en 1913 y a 25 millones de hectáreas en 1929. La acelerada y, como dice Taylor, "las alambradas, excepcionalmente eficientes, de­
expansión de la superficie explotada acompaña durante todo el período el ben ubicarse como el primero y uno de los más importantes aspectos de la capi­
crecimiento de la producción y de las exportaciones agropecuarias. A su vez, talización de la economía agropecuaria argentiná'. La difusión del molino y del
el censo ganadero de 1888 registra la existencia de 22 millones de cabezas de tanque australiano fue también muy acelerada. El número de molinos aumentó
vacuno y 67 millones de ovinos de las cuales correspondían a la provincia de en alrededor de cien veces entre 1888 y 1908 y hasta 1914 otras tres veces más. El
Buenos Aires el 40% y el 80%, respectivamente. Posteriormente el vacuño .r capital existente en tractores y maquinaria agrícola, galpones, construcciones e
desplazó al ovino en las praderas de pastoreo, principalmente de la provincia! instalaciones de diverso tipo y vehículos aumentó también vigorosamente du­
de Buenos Aires. rante todo el período. El aumento de las existencias de ganado repres�ntó, ade­
La tasa de crecimiento de las exportaciones fue del 3,8% anual entre 1875 más, una expansión importante de las inversiones del sector ganadero.
y 1900 y de cerca del 5% anual entre este último año y 1929. En 1900 las Por otro lado, la introducción de reproductores importados permitió un rápido
exportaciones agropecuarias representaban el 55% de la producción total de la mejoramiento de la calidad de las haciendas y las prácticas organizativas de la pro­
región pampeana y en 1929 la proporción había crecido a casi el 70%. ducción pecuaria fueron mejoradas en muchos establecimientos mediante la in­
El hecho más notable de la expansión de la producción rural, desde la déca.: :_ corporación de personal especializado proveniente de Inglaterra y de Escocia. En
da de 1870 hasta la primera década de este siglo, radica en la fuerte expansión las actividades agrícolas, la introducción de semillas importadas y la importad6n
de la producción agrícola, fundamentalmente cereales y lino. Las cifras relati­ de maquinaria fueron los principales estímulos a la mejora de la productividad. 2
vas a la composición de las exportaciones revelan elocuentemente el hectio
apuntado. Hacia 1870 las exportaciones de productos agrícolas representaban 2 "En los cultivos, la introducción de maquinaria científicamente construida ha inducido, si
no forzado, la incorporación de métodos agrícolas modernos. Estas máquinas construidas de
menos del 1o/o del total y las de productos ganaderos, el 95%. La participación
hierro y acero y destinadas a operar de una manera determinada, inducen automáticamente al
agrícola era cerca del 20% hacia 1890 y la ganadera en alrededor del 80%. En agricultor a aprender los métodos de siembra, cultivo y cosecha que ellas imponen. La mayoría
el primer quinquenio de este siglo, las participaciones de la agricultura y la de la maquinaria estaba construida de acuerdo a las normas de la agricultura científica y los que

j
ganadería eran ya prácticamente equivalentes, con cerca del 48% de las expor­ las usaban aplicaban dichas normas sin tener conocimientos sobre las mismas." Cf. C. C. Taylor,
taciones torales para cada una. Rural lift in Argentine, Bacon Roug!;, 1948.

l;
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148 LA ECONOM!A PRIMARIA EXP
ORTADORA
RÉGIMEN ECONÓMICO Y CRECIMIENTO DEL SISTEMA 149
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E capi tal fij o reproducibl e ..
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� la etapa. A partir de �9�0 :: - Por otro lado, la �oncel!!laci�n._ 4i:_l:1 p ropi edad territorial repercutió en el
:�: �e 1a CEPAL, y se ��:p;�: Je �a�:��;::�!� / ,:
gun ellas el cap'ital fi"IJO mv -� nivel de remuneraciones del trabajo en las �ctividades urbanas. Su influencia se t
. . . ern'do en el sector aumentó
128%o entre 1os qum quemos 1900-1904 y 1925-1929 ejerció de dos maneras pr incipales:!g_:imero, aumentó la oferta de mano de
obra ocuP ªda en I
· A s u vez, la mano de
. a producción agropecuaria aum obra disponible para los empleos urbanos con su consiguiente efecto depresivo
. . en ' en 112% enrre esos
to
mis mos qumquemo

f
s.3 sobre el nivel de salarios; segundo, fijó un bajo nivel de remuneraciones alte r­
a ! � stímulo de las mej
oras téc nicas, la capit nativas en las actividades rurales debido a la falta de acceso a la tier raJ
alización y la madurez
cie!ej;e� sistema de la economía c; _ La presión de la oferta de m ano de obra en los centros urbanos sé·r�flejó en·
primaria exportadora, la product fJ
mano d e o bra ocup ividad de la la desocupación de una proporción im portante de la fuerza de trabajo total.
. .
ada en 1as act1v1· "dades agropecuan. as creció en
c�m1enzo� del siglo y el fin de la 21% l Aun en las épocas de prosperidad, cuando las exportaciones estaban en alco:S-··'
etap a. Es posible que
si se dispusieraº J----·
eº:: ¡
cifras pertmentes para el período . · _J; niveles, como en 1913, los desocupados representaban u na proporción impor­ ¡
comprendI do entre 1860 y 190
sobre 1a cap1.ta1·1zac 1. 0n
,
y el crecim,iento de la producn. vi
0, l os datos tante de la fuerza de trabajo superior al 5%. En situaciones de emergencia,
cifras recién apunradas para los u . . "dªd se asemeJa .
rían a las
como la guerra de 1914 y los períodos de contracción económica, el desem­
exportadora.
l n mos treinta años de
la econom1'a pn. mana .
pleo podía elevarse a un 20% de la fuerza de trabajo.
La concentración de la propiedad territorial fue, pues, el principal facrór•
condicionante del niv el de remun eraci on es del trabajo e n la s a ctividades
5. La distribución del ingreso agropecuarias y urbanas y de la participac ión de los trabajadore s en el ingreso

neto.
.
En la etapa de la economía pn·m !f .. A su vez, el capital extranjero radicado en el país generaba intereses y utili­
an·a e or�ador� os determinantes principa­
les de la distribución . . dades que absorbían una parte del ingreso nacional y se remitían al exterior en
de1 i�greso entre ? os distintos sectores sociales parci
tes en el proceso pr cipan- concepto de servicios de ese capital. La magnitud del endeudami ento externo
oductivo fueron la .
. concentración de l a
nerra de la zona pampeana y 1a pre . . prop1eda d de 1a determinaba que estos servicios representaran una proporción elevada del oro
.. : sencia del capital extranjero en la
argentma. econom1'a
y las divisas generadas por las exportaciones argentinas. En numerosos años de ..
. La �alc;·de acceso a !ª propi edad la etapa esos servicios representaban entre el 30% y el 50% del valor de las
l de la tierra y la solución obligada
a ,mm1g rante d� trabaJar como im uesta exportaciones. P or otra par te, como una proporción e levada, alrededor de la
. a r re ndatario o como asalariado en l P
c1on agropecu a�1a, comprimieron a d / tercera par te del total del capital extranjero radicado en el país estaba invertida
el nivel de remuneraci P
ones que odía;:b�::
e t ª c
en títulos públicos de los gobiernos de la nación y de algunas provincias, el
s y º c
;::a:c::, ��: J:t:;e�:: ; ���:: ;:�����:s � 7 ��::::: ��! ::iente las
gru e a i r r en un :
. po reducido de ¡a poblac1· ón. puede esn. marse que (lo que incluye del 10% al 15% en concepto de depreciación del capital invertido) del ingreso
alrededor del 70º ' del ,
mgreso bruto del seeror agrope . 70 bruto agropecuario. Los trabajadores percibían el 20% restante. Los trabajadores rurales sin
cuano se con ce ntraba
po61ac10 .
. , n acnv en no más del 5% éféT;- tierras, según las estimaciones de Germani antes citadas, representaban alrededor del 65% de la
a ocupada en el sect
or, o sea, en términos naci onale población activa ocupada en la producción agropecuaria, los pequeños propietarios y arrendata­
dedor del 2% de la población r s ue alre-
ecibía el 20% del in rios representaban otro 30%, y el 5% restante correspondía a los gra ndes y medianos propieta­
greso bruto del �ais. 4
rios territoriales (que controlaban el 90% de la superficie explotada total). Puede estimarse que
3 El cap i tal fijo reproducible
incluye alambradas' m o1·mos alrededor del 90% de los arrenda mientos pagados y de las ganancias e intereses era percibido por
otras construcciones e instalacio . . y bombas, viviendas, galpon
nes, maqum , es,
4 E¡ mg ana y ve1ucu los. no más del 5% de la población activa ocupada en la producción agropecuaria. Como, por otra
. reso bruto del sector agrop .
. ecuario se descom p . . parte, el sector agropecuario ocupaba, dura nte la etapa en consideración, alrededor del 35% de
Hdores, arrendamientos cobrados por 1os prop . . �ne en salanos rec 1b1dos por los traba- la fuerza de trabajo total y generaba el 30% del ingreso bruto nacional, resulta, conforme se
. 1eta nos de tierras alquiladas y . .,
l os empresanos y los intereses. Los dosu'] timo ja remunerac10 n de
. s conceptos corresponden . . indica en el texto, que, solamente por la forma de distribución del ingreso dentro del sector
e1 cap1.ta 1 y la empresa y represent a1 mgreso percib i do por
ó durante j a etapa de ja economí agropecuario, alrededor del 20% del ingreso bruto interno era percibido por no más del 2% de
a primaria exportadora el 80%
la población activa del país.
150 LA ECONOMÍA PRIMARIA EXPORTADORA RÉGIMEN ECONÓMICO Y CRECIMIENTO DEL SISTEMA 151

pago de los servicios de la deuda pública absorbía una proporción importante \ Los períodos de valorización del peso con respecto al oro fueron menos
de los ingresos fiscales. Entre el 30% y el 40% de los ingresos fiscales consoli-J frecuentes que los de depreciación, pero también producían su efecto en la
dados de la nación y las provincias fue absorbido por los pagos de las amorci;-� distribución interna del ingreso. Las entradas de los exportadores en moneda
ciones y los intereses de la deuda pública externa. nacional disminuían porque la misma cantidad de divisas y oro les proporcio-
Los dos factores básicos de la concentración del ingreso fueron agravacfos naban menor cantidad de pesos. Los salarios de los trabajadores rurales y urba­
: por las fluctuaciones del tipo de cambio, la debilidad de las organizaciones de; nos mejoraban consecuentemente por el mayor poder adquisitivo de sus ingre­
! trabajadores rurales y urbanos, y la política fiscal. , ,,- sos monetarios. El sector agropecuario y los empresarios urbanos afectados s'C
Entre 1860 y 1930, el peso moneda nacional fue inconvertible en oro du­ defendían de la caída del nivel de precios procurando disminuir los salarios
rante más de cuarenta años. La inestabilidad del valor del peso papel en térmi­ monetarios de los trabajadores. Pero la defensa más rápida y efectiva era estabi-
nos de oro se reflejaba en el nivel de precios internos y, consecuentemente, en !izar el peso en términos de oro y detener su apreciación. De hecho el restable­
r
los salarios reales de los trabajadores. Cuando se depreciaba el papel moneda·e ' cimiento de la convertibilidad en 1866, 1899 y 1927 estuvo destinado a iné��­
sector exportador aumentaba paralelamente sus ingresos: sus exportaciones les rrumpir procesos de valorización del peso moneda nacional.?
proporcionaban más pesos al compás de la desvalorización de la moneda na­ Asimismo, como los terratenientes estaban fuertemente endeudados en pesos
cional. Los salarios rurales crecían en menor proporción que la depreciación inconvertibles con el sistema bancario y con tenedores extranjeros de cédulas
del peso y que los precios de los productos agropecuarios, lo cual, obviamente, emitidas por el Banco Hipotecario Nacional, la depreciación del peso disminuía
aumentaba los márgenes de ganancia de los empresarios rurales y disminuía la_ el valor real de sus deudas y de los pagos de amortización y de intereses sobre la
participación de los trabajadores agrícolas en el ingreso del sector rural.5 misma. Era ésta otra poderosa razón adicional para favorecer las políticas de _ '
En cuanto a las ocupaciones urbanas, el impacto de la depreciación sobre-, expansión monetaria, por un lado, y resistir, por el otro, las tendencias a la apre�- -
los salarios era aún mayor que en el caso de los trabajadores agrícolas. Comq; ciación del peso papel inconvertible en las ocasiones en que ello ocurría.
dice Williams: En las condiciones dadas se comprende claramente que los terratenientes se
opusiesen a toda política de saneamiento financiero basada en la recaudación de
Para la población rural el problema de la depreciación del papel moneda, en la impuestos y en la contracción 'de gastos para equilibrar el presupuesto y que
medida en que afectaba al costo de la vida, era menos importante que para la favorecieron, en cambio, toda política de financiamiento inflacionario del mis- '
población urbana. La primera consumía directamente parte de su propia pro­
ducción comprando pocos productos importados o del resto de la economía
nacional. La población urbana, en cambio, dependía del campo para la compra 7 La estabilización de 1866 "no estuvo destinada a elevar sino a impedir que continuara la valo­
de sus alimentos y, prácticamente para todo lo demás, de las importaciones. En rización del papel que se estaba produciendo, como haría 33 años más tarde la ley de conversión
las ciudades, en consecuencia, el problema de la depreciación monetaria era de1899". Cf. Federico Pineda, Sigloy medio de economía argentina, Buenos Aires, CEMIA, 1961.
grave y siempre presente. La siguiente observación de W. R. Lawson, en The Bankers'Magazinede 1899 (citado por A.
G. Ford, ''Argentine and che Baring Crisis of 1890", en Oxford Economic Papers de junio de
I 956), ilustra acerca de las fuerzas en juego detrás de la política financiera y monetaria argentina
Ferns añade que la baja de los salarios reales desalentaba la inmigración.6 en la etapa de la economía primaria exportadora: "El principal obstáculo a una moneda estable
en países como la Argentina es que las clases que se benefician, o que suponen que se benefician,
5 Como dice Williams: "Este estado de cosas está de acuerdo con lo que debía esperarse si se con la depreciación del peso son mucho más influyentes que las clases que se perjudican con ella.
recuerda la posición dominante del comercio de exportación de Argentina [y que el mercado Las primeras incluyen los productores y exportadores de productos agropecuarios [...]. Ellas
interno] no podía afectar sino simplemente reflejar las condiciones existentes en las exportacio­ venden sus exportaciones en los mercados extranjeros en oro y venden este oro en el mercado
nes." "La depreciación del papel moneda creaba una brecha entre los precios de venta y los costos, interno por pesos papel. Indirectamente son especuladores en oro tanto como si estuvieran
que era equivalente a un subsidio para las exportaciones.• Cf. J. H. Williams,Argentine international especulando al alza del mismo en la Bolsá', La caída rápida del premio del oro era un episodio
trade under inconvertible paper money 1880-1900, Cambridge, Harvard University Press, 1920. mal venido y cuando amenazaba con la apreciación incontrolada del peso despertaba la alarma
6 H. S. Fems, Britain and Argentine in the Nineteenth Cenh1ry, Londres, Clarendon Press, de los exportadores. La solución era, obviamente, el restablecimiento de la convertibilidad con
1960. una paridad fija entre el peso y el oro.
152 LA ECONOMÍA PRIMARIA EXP
ORTADORA Rt.GIMEN ECONÓMICO Y CRECIMIENTO DEL SISTEMA 153

mo mediante la emisión moneta


ria. Los impuesros rec
rerrarenienres'· la inflac1·o' n, en cam . aen,an, en parre, en los turera, el 13% en tr ans por tes y el 12% en la inversión pública. Los otros secto­
na bª numerosos bene
b10 1es proporcw . --·~\
• . '. . ficios res, inclu idos comercio , finan zas, mi ner ía, con strucción, electr icidad y comu­
La debilidad d ¡ s .
1 e cales �o_ncurrfa a re�ucir la participa::-' nicacion es, absor bieron el 9% re stante. La acumulación de capital en e l sector
ción de los rrabaj:d:r;?:r::::;; ;�;��:
: :�:��so nac1onal . . �sre �ec?� agropecu ario y los transportes -fundamentalmente ferrocarriles- se vincu la
n
debilitó la capacidad de los sectores e
d l rrabaJ p nder.su pamc1pac10n en con la fu ert e expansión de la producción agropecuaria exp or table y su movili­
el mi smo , sostener los
• eles de ocupación y salano
mv . s Y, 1 , .
o q ue es mas importa -
re, lograr rranswrme ac1o . n zación hacia los puerros de embarque. La gran impor tancia de la vivienda den­
nes estructurales que como la reform "
aportado ,so_luciones de fon do a las . hu bier� •. "' tro de la inversión total se explica básicamente po r el proceso de urbanización
agudas d�sigualdades dist�:�:�:::, E que caracterizó toda la et apa, y las inversiones en manu factura obedecen, en
�=�:� 7 :s u¿�rtantes de ,la d:bili�ad de las organizaciones sindica buena parte, a la expansión del mercado interno , a la sustitución de importa­
a r pa e a econom1a pnmana exp l�s d:;:�:
ortadora s e cuentan
nes ur banas el escaso d ª ºll . . , e n 1 as ocupac10- ciones en ciertos campos y al desarrollo de las in dustrias transformadoras de
ndu
cultades d� :organizació: l: g;u� :;::�� �� �: ;;;�:c�n:: :�;:es, das difi- productos agropecuarios expor tables . Las inversiones en el sector gobierno es­
os s r P y e poca tuvieron destinadas a financiar parte de la i nfraestructura económica y social
concentrac1on en núcleos de alta
densidad de poblac1ºón. ,, derivada de l mismo proceso de desarro llo.
F1 l -�te , la �structura de lo�
;�: ingresos fiscales agravaba la de sig La relativa diversificación de la estructur a ocupacional y la importancia· 1
la dis 10n del mgreso. E n casi toda ja e · ualda d en
tapa ¡os impuestos in minoritaria del empleo en el sector agropecuario, frente a la mano de obra
recaían fundam enralm directos, que
ente sobre la gran masa consum1
el 70% y el 80'1/co d_e 1 os mg
. r��os cor ne . "dora, rep resentaban entre ocupada en la manufactura y los ser vic ios , obedecen principalmente a la eleva­
n res de los fi scos nac
L os impuestos de 1mportac1 on repr ional y provin ciales. da producción por hombre ocupado en el sector rural y a la concentración de
· · es entaban más del 50º70' de 1os i la propiedad territorial.
ngresos co
;�;nt::: l � im¡uesto:a fiversos ar tículos de consumo alrededor La actividad agropecuaria se fundaba en el aprovechamie nto extensivo d¡'t�
o la o, enrr � e a estructura de de u n 20%�
. . gastos de los gobiernos naciÓn al. tierra dis pon ible y en la dotación de capital por ho mbre ocupado en el sector.
provi. ncial es , los serv1c1os, como educación y
y salud pu, 61.ica, q ue benefi1c1a . Integrada la economía agropecuaria argentin a en el mercado mundial y ausen- ·
básicamente a los sectores O u]'ares ban
, no llegaban a compensar e l cará te todo cipo significativo de producción de subs istencia, el producto por hom­
gresivo del sistema imposicfv; cter re -
bre en la agricu ltura e ra e levado . De esta manera el país podía alimentar a s u ·, ¡.
población y generar una elevada proporción de excedentes exportables e�-.
pleando solamente una proporción minor itaria de su fuerzíl de trabajo total en
6. La estructura productiv
a la producción agropecuaria.9
La estructura ocupacional de la Por otro lado, el régimen de tenencia de la tierra impidió una expansión más 1
. , no se mo
P oblac1on
ere 1900 y 1930 8 En este u'lni:n. difico' sustancia • ¡men ee en- acelerada de la producción mediante la incorporación de una mayor proporción f
o �n_ o las acn. vidades industriales
in dustrias man�fa· :turer�s , m (incluidas las de población a las actividades rurales y la constitución de una amplia clase de
mena _Y_ con_strucción) absorb
26% de la poblacion acnva, ían alrededor J;T medianos propieta rios en condiciones de aprovechar la mecanización y la tecno­
los ser v1c1os (mcluidos comerci
cios personales' transpo rtes' co . . , fiman zas, servi- logía modernas. La incapacidad del sector r ural de absorber una mayor propor-
mumcac1. ones electricidad y
o

actividad agr opecuaria el 36º '. , o tr os) e1 38% y la


' restante. L0 mi smo ocurna con la
d"isrn.bución
70
del capital existente. Del incr 9 La situación difería de aquellos arras países con una elevada presión de población sobre las
emento d el capital. entre 190 tierras disponibles que, al mismo tiempo, tienen un bajo nivel de capitalización y tecnificación
con centró en vivien das' el l ?o/c 0 Y 1930, e1 3 6% se
o en el agro, el 13% en la p ro que comprime la productividad por hombre, hasta el extremo de que la mayor parre de la
ducción manufac-
producción está destinada a satisfacer el propio consumo de los productores agropecuarios. En
s CEPAL, El desarrollo económic esros casos, el excedente de producción agropecuaria sobre el consumo de los propios producto­
o de la Ar entina• Sant,ag
' o de Clul. e, 1956. A
este informe proporci ona la' . . partir de 1900' res rurales es muy bajo y la población activa se concentra básicamente en la producción de
Pnncip al fiuenre . rmación
� de info estadística. alimentos para la subsistencia.
154 LA ECONOM!A PRIMARIA EXPORTADORA RÉGIMEN ECONÓMICO Y CRECIMIENTO DEL SISTEMA 155

ción de las corrientes inmigratorias llegadas al país después de 1860 limitó, pues, pecuarios para la exportación, como los frigoríficos, ocupaban también un
la ocupación de mano de obra en el sector. En las condiciones que regían en el lugar importante dentro del sector manufacturero. ,,,,,,..,...
mercado mundial a partir de la segunda mitad del siglo XIX, hubiera sido posible La composición de las importaciones revelaba la ausencia de una política
expandir aun más las exportaciones y, consecuentemente, la producción y la de fomento de sectores determinados de la actividad manufacturera. El desa­
ocupación en el agro. Es en este sentido que el régimen de tenencia limitó las rrollo industrial del país quedó así reducido a las industrias de menor densidad }
posibilidades de desarrollo del sector agropecuario y de su significación relativa de capital y complejidad técnica, básicamente las industrias metalúrgica livia-;
en la ocupación de la población activa del país durante la etapa. na y de alimentación o las orientadas a la exportación, como los frigorífi_cgL
La distribución de la población activa y la estructura productiva inter1ia Las industrias de base, como la producción de acero, maquinarias y equipos,
fueron afectadas por otros dos factores: la composición de las importaciones y ciertos bienes intermedios y combustibles, eran prácticamente inexistentes den­
la distribución del ingreso. tro de la industria nacional o estaban muy poco desarrolladas. Esto fue un obstá­
El nivel de ingresos por habitante en la economía argentina determinaba· culo a la formación de un sistema nacional de ciencia y tecnología capaz de
una composición diversificada de la demanda, incluidas la de manufacturas asimilar y adaptar conocimientos importados e innovar, para endogenizar el avance
de consumo y de maquinarias y equipos, y la de las tecnologías necesarias en científico y tecnológico en un proceso de acumulación en sentido amplio.
un sistema complejo. Pero esta diversificación de la demanda repercutía sólo A su vez, la desigualdad en la distribución del ingreso gravitó en el aumento
parcialmente sobre la oferta interna de bienes y de tecnología. O sea que la de las importaciones de bienes de consumo e inversión suntuaria, y desalentó el
estructura productiva difería sustancialmente de la composición de la de­ desarrollo de actividades orientadas hacia el mercado interno y a generar aptitu­
manda interna. Este hecho gravitaba en la cantidad de mano de obra absor­ des competitivas en el sector industrial que hubieran permitido diversificar las
bida por el sector manufacturero destinado a la satisfacción del consumo exportaciones y participar en la creciente demanda mundial de manufacturas.
interno y en el tipo de industrias que componían el sector fabril de la econo­ El contenido tecnológico del comercio exterior revelaba la subindustri���
mía nacional. Entre 1900 y 1930 las importaciones del país estaban com­ zación de la economía argentina. El país exportaba bienes primarios de bajo\
puestas, en promedio, en un 40% por bienes de consumo, en un 30% por contenido tecnológico e importaba manufacturas y servicios complejos, un 1;
bienes intermedios y combustibles y en otro 30% por maquinarias y equipos estilo de inserción en la división internacional del trabajo que se estaba agotan- \
para la agricultura y los transportes y materiales de construcción. Las impor­ do hacia el final de la etapa de la economía primaria exportadora y colapsaría
taciones satisfacían, pues, las necesidades del país en una proporción impor­ definitivamente a partir de la crisis mundial de la década de 1930.
tante de los artículos manufacturados de consumo, en una elevada propor­
ción de las maquinarias y equipos necesarios para el proceso de capitaliza­
ción y, además, en una proporción significativa de bienes intermedios y de 7. Crecimiento del sistema
combustibles producidos por industrias tecnológicamente complejas y de
alta densidad de capital. 10 La industria nacional satisfacía sólo aquella párte' El crecimiento de la economía primaria exportadora fue relativamente acelera-:·
de la demanda interna representada por los artículos de consumo de menor do. Entre 1850 y 1900 las exportaciones registraron un crecimiento superior al
grado de elaboración o por bienes de capital cuya producción, como la in- 5% anual. A partir de 1900 las estimaciones de la CEPAL revelan que hasta l 9j0
dustria de materiales de construcción, está fuertemente atraída en su locali­ el producto bruto creció casi al 5% anual.
zación por el mercado. Las industrias de transformación de productos agro-· La población aumentó de 1.737.000 habitantes en 1869 a 11.600.000 en
1929. Esto es, una tasa anual acumulativa de 3,2% anual. Considerandóet7
IO En el último quinquenio de la etapa, 1925-1929, las importaciones de bienes de consu­
crecimiento de la población, el producto por habitante aumentó a una tasa
mo representaban el 13,3% del consumo total; las importaciones de productos intermedios el
aproximada al 2% anual entre 1860 y 1929. A su vez, la dotación de capital
8% de la demanda final total y las importaciones de maquinaria y equipo productivo el 35.3% fijo registró una rasa de crecimiento del 4,3% anual y por hombre ocupado de,
de la inversión total en maquinaria y equipo. 1,5% anual.
l56
LA ECONOMIA PRIMARI
A EXPORTADORA
RÉGIMEN ECONÓMICO Y CRECIMIENTO DEL SI!>TEMA 157
El desa rroll o no fue unifo
rme en tod Ia etapa. La t
crecimiento sostenido de ., endencia general fue al
. la P0 bla cio n, 1ªa producción y
. • agropecuarias y de la inversión de nuevos ca pitales extra njero s. El factor básico
b1en cierto s períodos fue . eI cap 1t· al existent e, si
. ron de crec1. m1enco m .
, mte del desa rrollo sería la expansión de la demanda interna y la expansión y diver­
dmimo s ritmos estuvieron .
as nso y otros ma, s lento. Esto
directamente vincula dos s sificación de las exportacio nes, a po ya das en la integración de la estructura pro­
nomía mundial y c on el vo con la evoluc10 . , n de la e
lumen Y la expans10n de . , · c o - ductiva y en el aument o de la productividad en c ada sector de a ctivida d, me­
¡os productos agropecu la demanda Inte rn a cional de
. arios produc1"dos en eI p aís. .. diante la acumulación de c apital y la asimilación del progres o técnico . El aho­
inaugura el período de m . Superada la cr1S1 s de 1890' se
ás mtenso crecimiento en rro y la inversión internos y la expansión del mercado na cio nal pasaban a
1914 la po bl ación' ba J· o el toda ¡a etapa. Entre 1900
intenso aument o de los fluJ· o y constituirse, pues, en pilares no exclusivos pero sí insustituibles del crecimien­
casa del 4'2% anual' el p ro sm· mig · racon. os, crece a la to del país. De una ec on o mí a dependiente del influj o de la dema nda externa ,
ducto bruco total a la easa d
cápica del 1 ' 3%. El capital . el 5' 50Yo y el producto per
n·IJ O existe nte en debía pasarse a otra a poya da en una activa política de desarrollo y de inversio ­
reveI a una tasa de crecimient el p a ís , más que, se d�Prica, lo q_�e
o anual del 6% Oe nes en los nuevo s sectores y o rientada a integrar la estructur a productiva del país
ra Guerra Mundial y ya en . spu es del par entes1s de la Prime--7
la últim " a d,ecada de la etapa de a fin de producir para el mercad o interno , y ampliar y diversificar las expo rta cio­
exportadora, las fuerzas im . . l a economfa pnm . an.a /
pulsoras de1 crecim · . . , nes. Por otra parce, el crecimiento de la producción rural, aunque había perdido
yen los contingentes mi�rat . ien to red uce n su ntmo. 01smm
.
onos y su impo rt
u- su papel hegemónico, debí a a poyarse básicamente en el aumento de los rendi­
ancia relativa den
del pa1,s y se c ontrae el ntm . tro de la p oblac1.ó·n-----
o de acumulac1o, n . mient os por hectárea, es decir, en la profundización de la densida d tecnológica
a la reducción de
de �ap ical, debido particularmente
las inversiones de cap1cal ext_ del sector y en l os incentivos para el buen uso de la superficie disponible.
. ranJero y el a umenco de ¡a
renc1a neta de recurso s al
exten. or. Consecuen cemen e
transre- Al mismo tiempo, el ca mbi o de la estructura productiva permitiría tr�s-
su tasa de crecimie ce' la pobla c1"ón d.1smm . uye
nto al 2 ?o/c ual y la c�s� formar la co mposición del co mercio exterior argentino modifica ndo el conte­
de n ormación de capital al
pesar del debilitamiento d:
es;o�actores bas1cos el pro 4%. A nido de las exportaciones mediante la incorpora ción de l o s bienes industriales
deI 5% anual y per cápita al duceo total crece a ¡a tasa '
2, 30�7º· La ma dure que, en medida creciente a partir de 1930, son los de más fuerte expansión en

amen ores y la c onti
nuidad de Ios esnm
z de las .mvers10 · nes de períod-----os: ---­ el c omercio mundial. La tra nsformación de la estructura productiva se consti­
, ulos de la demanda ext . .eron-
mantener el ritmo de crecim erna permm tuía , pues, en el requisito básico del crecimiento y, al mismo tiempo, del man-·­
iento.
Pese a l os factor es que red ,- ·
UJer
· on ¡a cap a cida d expa nsi·v ----- --. tenimiento de una relación dinámica y expansiva c on el mercado mundial.
el régimen de tenencia de a d e ¡ •
sist,ema, c omo '
- la tierrª heredado de la eta Estas transforma ci ones indispensables pa ra sentar la s b ases de un desarro llo
miento fue incenso. p a de tr ans1· c1· on, s u creci-
, sostenible de larg o plazo n o pudieron realizarse durante la etapa y queda ron
. __,
como a genda de desafío s abierta a futur o. __
El sistema de la econ omía primaria exportadora careció de elemento s· de
B. Los límites del sistema densida d nacional esenciales para generar un desarrollo abierto a la ec on omía
mundial, pero aucosustencado en lo s propios recursos y en la cap acidad endógena
El crecimiento dependía, de o rganización de los mismos. L a concentración de la riqueza y del ingre_so
sin embargo, del aumenco
cie explota da, de la expa _ permanente de la superfi-
. nsi ón c on cmu a d a de l as exp o . . genera dos por el régimen de la propiedad de la cierra, la extranjerización de
nuevas inversiones del exce r ea c10nes y del a mbo
r·wr. s·1 desaparec1,a el efeet de segmentos fundamentales de la cadena productiva aso ciada con la producción
to res extern os O se ag ot O est1m· u¡ a nte de los fac-
a ba Ia fir oncer a pr .
oductiva de Ia zo
prima ria y un exagera do nivel de endeuda miento externo, redujer on las fuen­
explotación de c odas l as cier n a pa mpeana por la ¡1
r as disP l"bles (o por a tes endógena s de acumulación de capital y de ca mbio tecn ológico.
men te), el sistema de bía �� _ mb os factores concurre -
. entra r en cns 1s. A s1, ocur . d nte L os grupo s económicos dominantes c oncibieron la a cumula ción de po der
mauguró una nueva eta p rió a p artir e 1930' en que se
a del desarro¡¡ o , .
econ om1c o de¡ pa 1s en el contexto de una relación subordina da a lo s inte reses foráne o s. Las ideas
¡ante, la expa nsión de l ' . De aquí en a de- '
a pr oducción Y de
l .ingres o real no depen den, - -- - económicas predominantes fuer o n funcionales a l estilo periféric o de inserción
menee de la expansió n a excI us1va-
internaci ona l. Los planteos iniciales de Vicente Fidel López y de otro s partida-;
c oncinuada de 1a pro d .
ucción y de las expo rta cio
nes rio s de la industrializa ción, en la década de 1870, fueron descart ado s pór la
158 LA ECONOMfA PRIMARIA EXPORTADORA

ideología liberal y la apertura incondicional de la economía argentina. El Esta­


do se comportó en consecuencia. Por lo tanto, las reglas del juego no fueron
propicias para la formación de empresas nacionales líderes del crecimiento del
sistema.
Las instituciones y la política reflejaron las consecuencias de estos hechos.
En definitiva, no soportaron ni pudieron procesar, dentr� del orde� j��ídico:·· XII. Vulnerabilidad y ajuste
las tensiones del sistema. Colaps6 así uno de los componentes esenciales de la
densidad nacional.
En definitiva, bajo el modelo de la economía primaria exportadora, el pa{s' l. El ciclo económico
proporcion6 malas respuestas a los desafíos y oportunidades de la globaliza­
ci6n del segundo orden mundial. Cuando éste se agot6 en vísperas de la Prime­ El volumen y el precio de las exportaciones argentinas estaban determinad��'•,
ra Guerra Mundial y colaps6, definitivamente, en la crisis mundial de 1930, el por el nivel de la demanda externa y éste, a su vez, por el de la actividad econ6-
país enfrent6 el desafío de cambiar el rumbo. mica de los países industrializados que eran destinatarios de los productos agro- /
Los problemas que el país ha encontrado en este camino son analizados en pecuarios comercializados en el mercado mundial. Catástrofes naturales, comoJ
la cuarta parte de est� libro. Pero veamos, antes, la vulnerabilidad del sistema y sequías en los países exportadores o en los importadores, influían ocasio�al­
_
los mecamsmos de aJuste y, finalmente, la ruptura del equilibrio interregional mente en el comportamiento del comercio mundial y en la situaci6n argenti­
y la subordinaci6n del interior a la economía agropecuaria de la zona pampeana. na, pero no afectaban el desempeño de largo plazo del sistema.
La presió � de la oferta de mano de obra en los centros urbanos se reflej6 en En toda la etapa de la economía primaria exportadora se sucedieron fases
la desocupac16n de una proporci6n importante de la fuerza de trabajo total. · de prosperidad y depresi6n en el nivel de actividad económica, ocupaci6n e
Como ya se señal6, aun en las épocas de prosperidad, cuando las exportaciones ingresos en los países más desarrollados del sistema. Sus importaciones de alt-:�
estaban en altos niveles, como en 1913, los desocupados representaban una meneos y de materias primas estaban determinadas por el nivel de actividad
proporción importante de la fuerza de trabajo superior al 5%. En situaciones económica interna. En la fase ascendente del ciclo econ6mico, crecía la de­
de emergencia, como la guerra de 1914 y los períodos de contracci6n econ6- manda de alimentos para satisfacer el consumo creciente de la poblaci6n y de
mica, el desempleo podía elevarse a un 20% de la fuerza de trabajo. las materias primas requeridas por la producci6n interna y, en consecuencia,
las importaciones de tales productos. En la descendente, en cambio, la con­
tracción del nivel de ocupaci6n e ingresos provocaba una disminuci6n de la
demanda efectiva y, consecuentemente, de las importaciones de productos pri­
marios. La expansi6n o la contracci6n del comercio internacional afeét:dosl
\
volúmenes y los precios. Tradicionalmente, la fluctuaci6n de los precios de los /
productos primarios es más fuerte que la de los industriales. De esta man_er�,_J
las variaciones del comercio internacional son generalmente acompañadas por
la modificaci6n de los términos de intercambio de la producci6n primaria.
Este comportamiento del comercio mundial de productos primarios obe­
dece a la interacci6n de una serie de factores. En el caso de los agropecua­
rios, por ejemplo, la imposibilidad de ajustar en el corto plazo el volumen
de la oferta a los cambios en la demanda y los precios. Dicho comporta­

--�
miento influy6 fuertemente en el funcionamiento del sistema de la econo­
mía primaria exportadora en la Argentina. En síntesis, pues,rei volumen,

159
160
LA ECONOMÍA PRIM
ARIA EXPORTADORA
VULNERABILIDAD Y AJUSTE 161
los precio s y el pod er
de compra de las expor .
en tod a la etapa c ondi . tacw ne s argentin as e
c ionados b, �s1cam e� ce por la fa stuvi e ron canalizaba hacia la Argentina. Al mismo tiempo, como las importaciones de
por el cual atravesab , se d el ciclo ec
·· ,. an los P a1ses m d usrr 1ª onómico esos países de productos agropecuarios eran altas, la Argentina estaba, a su vez,
duet os del paí0 ¡-izados 1. mpor cador
e s de los p ro- en una fase de prosperidad y en buenas condic iones de asumir nuevos compro­
Al mismo tiempo' la . . misos en el ext erior. Los ingresos fiscales y las divisas disponibles p ermia�;}
compos1c1ó n del ende ud .
�--
una e1evada rigidez a los . . . amiento externo Oto
· servicios de1 capital rgaba cumplir holgadamente con el se rvicio d e las inversiones extranjeras radicadas/
zac1ones de la deuda p exrranJ· era. L .
úblºica eran nJos ,:,.- md . · reses y amorci-
os inte
en el país.
ependiº entem
la economía y de los ente de la e volu
ción de El nivel d e actividad económica en los países industrializados condiéionaba\
ingresos focales. Co
· vers1·0nes extranje
m rno ¡a deuda pu'bl ica º
exte rna y otr
ras estaban escableciºd as así, simultáneamente, los principales factor es del dese nvolvimiento económico \
con una paridad fija c as en lib ras ester1·mas y
. on el oro' los serv1c . . otras divisas de la Argentina: las exportaciones y la radicación de capitales extranjeros. Se j
invernºd o en el país de 10s sobre tal ti
po de capit .
bían realºizarse en oro o al extranjero comprende; pues, qu e el nivel d e ocupación e ingresos en la Argentina, tant;
. en divisas y no
n ac ion al, c uyo valo r . e n pesos moned
como la situación del balance de pagos y de las finanzas públicas, fuera suma­
. en t'erm m os de oro ' a
mconversión en la eta duranre ¡os cuar enta
pa de 1a economía p · años de mente vulnerable a los cambios producidos en el ciclo económico de los países
.firecuencia. Por otra p rn_,nana · exportadora,
arce' las garanu'as de re fluctuó con \ industrializados.
mversion . º ndimiento mm1 , . l
es exrranJ eras
en fcerrocarn·¡es creaba mo otorgadas a J
compromisos adic. .
º 10nales
cuando las ganancias al fisco •
generadas por las emp
a1 canzaban a cubrir . r es as exrr a ·
nJer as garannz .
.
los rendimi .
.entos mínimos. Sólo l . adas no . 2. La vulnerabilidad exterior
en cédulas hip as 1nvers10 . nes extranJer .
otecarias' cuyas amoru. . as 1
pap e1, y las inversiones zaciones e intereses se . ----·
dire . paga ban en pesos ..J,a vulnerabilidad exte rior de la economía argentina operaba en tres planos
ctas en l comercio, las finanz
agropecuan. a y los otro e
as, la producci

1
s sectores de . ón interdependientes: el nivel de ocupación e ingresos internos, el balance de pa­
q ue no creaban comp la acnvºd 1 ad económi
c a ge nera ban s e
romisos,:,.•HJos e n oro. rvicios gos y las finanzas públi� Veamos brevement e cada uno de estos aspectos.
El oro y las divisas nec
esarias para p
ag ar los servicio . .
fueron proporcionados . s de l capital
e xtranjero-,
.
p1ta1 extranjero. Así,
por las exportacion es y por nuevas radºicac1
a) Nivel de ocupación e ingresos internos ' I
. 0 nes de ca- · 1
largo P¡azo represent
entre 1900
Y 193 O, las i.nversio .
nes extranJera ·
fior , aron el 70o/c0 de los i. nt s n etas! a En el sector agropecuario estaba ocupada alrededor del 35% de la fuerza de
.
aneo mvern. do en el p , . ereses y las uu·
i
¡·d a d es d el capital
-
. a1s. La importanci. a de . .
trabajo y el 25% del capital existente. Los salarios, arrend;¡mientos, utilidades i
nes de1 exrenor, esencial la e trada de nuevas mversió
m ent e 1a r ei.nvers1. 0, n y
n
-7 e intereses, esto es, los ingr esos percibidos por los trabajadores, propietarios y j
en toda la etapa. E n au las_ ut1Td 1 ades, fiue fundamen
· se n cia de llas, la mcºd . tal\ empresarios rurales estaban directame nte condicionados por el valor de las ex- í:
e 1 enc1a de los
extranJero sobre las disponibiTd . . serv1· c10s · del capic�I i portaciones. Alrededor de l 70% de la producción agropecuaria d e la zon_aj .
i ades de oro y divis as de1 pa1,s y sobre los ·--�
sos ns r- ca1 es provocaba . ingre- pampeana se exportaba, y si las ventas al exterior eran elevadas, en volumen y
invariablemente una s1t . '·
pagos y en las finanzas uac1ón cm1 ca en el balan
p úblicas. ce de en precio, los ingresos de los productores eran consecuentemente elevados.
Pero l� e ntrada de nue Pero la expansión de las exportaciones no sólo repercutía en el nivel de ocupa­
vas inversiones del exc . .
gran medida, por los e
fectos directos e '.. ndir º
enor estaba c
ond1c1. onada, en ción y de ingresos de los factor es de la producción del sector agropecuario. Ella
te del valor de las expo ec to� del factor básico det
rtaciones argentinas: el erminan- determinaba también el proceso d e crecimiento del conjunto de la economía
¡ os paises , . nivel de actIVJ º
ºdad económica de
mduscrializ ados En ¡as nacional mediante la movilización del m ecanismo multiplicador del ingreso
puesto a 6 uscar coloc · ras
e es de prosperida
d en e,stos, el capital
ación en e1 exten. or era ele dis- ' int erno. Sintéticamente expuesto, ese mecanismo operaba de la siguiente ma­
vadoy;' en med1º da apr . . -
ec iable, se neraf� aumento d el valor de las exportaciones colocaba mayores ingresos en
¡Esrn es, entrada de capi
tales del exterior menos las
amorrizacione s sobre
manos de los trabajadores y de los empresarios rurales. Estos ingresos se gasta­
los ya ex1ste nres. ban, en part e, en importar bienes del ext erior y el resto en adquirir bienes de
l
1
162 VULNERABILIDAD Y AJUSTE 163
LA ECONOMÍA PRIMARIA EXPORTADORA

con sumo e inversión en el mercad o interno. La proporción del ingreso gastado saldo. Esto es, la diferencia entre las gana ncias y los inte rese s del capital e xtran­
dentro del país gener ab a ocupación de mano de obra y de capitales en los jero menos la entrada neta de nuevos capitales del exte rior. Entre 1900 y 19;,Q __
sect ores de actividad d estin ad os a pr oducir para sat isfacer la cr eci ente deman­ el segundo concepto representó el 70% d el primero; en otr� s términos: una
_
da interna . Esta nueva º upación proporciona ba, a su vez, sal arios y ganancias cifra e quivalente al 70% de las g anancias e intereses del capital e xtran¡ero se
_ :
a los traba¡a dores y ap1tales empl eados en l os sect ores dedicados a producir destinó a aumentar el monto del c apital ext ranj ero ra dica do e n el p a ís y otra,
:
par a el mercado nac10nal. A su vez, estos ingresos se gastaban en parte en im­ equivalente al 30%, se remitió al exterior. C omo saldo y en todo el pe ríodo
_
por taciones y el resto en adquirir bienes de consumo e inversión en el mercado citado, se prn�uLo, pues�una re�ucción �el ingreso disponi�l� para ser gastado
_
interno. Y así sucesivameñi¿J internamen te y/o para realizar 1mportac1ones . Una proporc1on de los m�resos
L a medida del estímulo q11e el aumento de las exportaciones provocaba
_
�n'i generados por las exportaciones (aproximadamente un 11%) fue absor�1�0 en
_
el con¡unto de la economía nacional dependía de la proporción d e los ingresos este concepto, reduciendo el efecto expan sivo que sobre el mvel de act 1v1da d,
total es gastados en el exteri or que, consecuen temente, n o se dest inaban a em­ ocupación e ingresos había producid o la exp ansión de las e xpor taciones en
roda la etapa. ·,
�lear capitales y mano de o bra orientados a la producción para el mercado \
interno . La demanda d e bi enes y s ervicios de consumo e inversión se satisfacía Las utilidade s e intereses de l capital extranj ero y las inversiones netas d el
en una propo_rción im ortante con bienes y s ervici os importados . En té rmin� exterior se vinculaban con el ahorro y la inversión y no con el consumo. Las

generales las 1mportac1ones abastecieron alred edor del 25% de esa demanda utilidades e inte reses er an la r etribución del capitalista e xtr anjero y práct ica­
Este flujo de fondos al e xteri or en pago de las importaciones reducía, nat ur al� mente la totalidad de su moneo estaba disponible para el ahorro y la invers��
m en te , el ef ecto multi pl ic ad or qu e la e xp a n sión d el ingr e so d el se ctor y no se destinaba a satisfacer el consumo del mi m�. Las entr adas �e ��pital \
_ . �
agrop ecuan o exportador pudo ej ercer sobr e el desarrollo de la act ividad econó­ extranjer o, por su parte, t enían tres desnnos prmc1pales: la financ1ac1o n d e
mica nacional.2 impor taciones de maquinar ia y equipo para proyect os de invers ión (por e jem- ¡

En sen tido inv er so, l a contracción d e las exportaciones determinaba una plo, la compra de locomotoras para una empresa ferr oviaria), el pago de _gastos
.
disminución de los ingresos d e los productores agropecuarios y la reducción locales vinculados con proyectos de invers ión (por ejemplo, la construcción de\
t nto de sus
� ��mpras en el e xterio r como del gasto realizado en la compra de edificios y galpones para la misma empresa ferroviaria) y la compra de t ítu los \
bienes Y serv1c1os producidos i nternamente . Esto provocaba la desocupación públicos que el gobierno a su vez destinaba para fi�anci�r gasto� c�rrient��
_
de cap1t �es y de mano de obra en l os sectores destinados a producir para el (administración, defensa, etc.), pero preferentemente mvers1ones publicas ( ed1-;
m ercado interno y la consecuente reducción de los ingresos y del gasto d e estos ficios, servicios públicos, etc.). Las inversiones de capital extra njer? se desti_n�_j
sectores. Se agravaba, así, l a tenden cia depresiva inicial puesta en ma rcha por l a ban, pues, a fi nanciar en su gran may oría, directa e indireccamente, 3 la inver -
contr acci ón de las expor tacion es. sión en maquinarias, e quip os, edificios, etcétera.
. _7
Vea�os �ora la incidenci a d e los servicios d el capital extranj ero y d e 1;s ! C omo consecuencia, la i ncidencia del sa ldo entre utilidades e intereses del
nueva inv�rs1ones del exterior en el nivel d e ocupación y de ingresos internos. capital e xtranj ero, por un lado, y las inversiones netas del exterio r, por otro, se

Para simplificar el análisis conviene t omar el efecto de ambos factores como i reflej aba en la acumulación de capital en el país, y as í ocurrió en efecto. Cu�r:i_:.:

2 Sin e mbargo, no conviene exagerar la i mp ortancia de este hecho. En última instancia el 3 Aun en el caso de que to dos los fondos recogidos p or el g obierno en el exterior se destina­
, ran a financiar gastos corrientes, ello liberaba otros recursos par a ser destinados a la inversión.
pat� �o exportaba una parte sustancial de su producción total para atesorar el oro y las divisas
re cibt� � en pago . Se expor taba para p oder imp ortar y aumentar, así, la cantidad to tal de bienes En el caso del financiamiento de gastos locales vinculados con p royectos de inversión, el inversor
_
Y se �vt �tos dtspombles para el c onsumo y la inversión nacionales. Desde el punto de vista de Ja extranjero vendía en el país divisas para hacerse de pes os y pagar al personal y a los proveedores
_
�mam1ca del desarroll o en la etapa, lo que interesa, en el largo pl azo, no es el volumen total de argentinos y esas divisa s podían gastarse últimamente en importaciones de bienes de consum�.
1mpor tac1_on�s o su relación c on la de manda interna, sino la comp osición de las mismas, porque Pero la inversión extranje ra financiaba la ocupación de mano de obra y otros factores pro ductt­
, _
esta co �s n tma uno de lo s determinantes básicos de la estruc tur a productiv a y, a través de ella, de vos internos que, en ausencia de aquélla, habrían estado desocupados o empleados en la produc­
_ _ _
las pos1b1hdades de crecimiento. ción de biene s y servicios de consumo.
164 LA ECONOM!A PRIMARIA EXPORTADORA 165
VULNERABILIDAD Y AJUSTE

do l as utilidades y los intereses sup era ban ampliamente las nuev bles y los ingresos corrientes generados por las exp�rraciones. Agotadas las/
as entradas de
capital extranjero, se d ebilitaba la acumulación del capit reservas, las so lucio nes p ara una situación de este tipo eran solamente dos�
al en el país y vice ver­
sa. Así lo revel an las ci fras el aboradas por la CEPAL para el p contraer las importacion es al nivel necesario para liberar las divisas co� �ue
eríodo 19 00-1930.
La proporción del producto bruto dedicada a la acumulación pagar los servicios del capital extranjero o suspender el pago � e �sto s se�1c10s.
de capit;;:r�'
sea el coeficiente de capitalización, sufrió fuertes fluctuaci La primera solución implicaba crear serios pr�blen:1� econom1cos, _sociales y
ones en toda la e;a- (
pa. En 1 907 el coe ficiente alcanzó un máximo de 57,8% y e políticos porque, para lograrla, había que reducir drast_1camente los b enes_y los
n 1 918 un míni-i
mo de 10,4%. El promedio para los treinta añ os considerados fu '.
servicios disponibles para el consumo y la inversión mee mo s �llo 1m�hcaba
e del 32%. -�
esos treinta años ·pueden distinguirse dos períodos: el primer :
o que corre de comprimi r drásticamente las condiciones de vida de la poblac1on y el mv� l 1 e
1900 a 1914 , en el cual las inversiones netas del exterior superan . _
las utilidades ocupación e ingres os. La segunda, el incumplimiento d el pa�o de los serv1�10s�
y los intereses del capital extranjero existente en el país. El segundo '
de 1915 a del capital extranj ero, creaba serias dificultades con el extenor, la suspe�s1ón
_1 929, _ en que estas utilidadety los intereses son sensiblemente superior es a las /
del arribo de nuevos capitales y el retiro de los existentes. Salvo en situac10ne,s
mvers1 on es netas d el exterior.fin el primer tramo (1900-1914) l as extremas como en la crisis de 18 90, la g ravedad del de sequilibrio no lleg aba a
inv ersiones
netas fueron 10% sup eriorés al monto de las utilidades y los intere paraliza /el funcionamiento de l sistema y oblig�r a la suspensión de_ los pagos
ses; en el
s�gundo (1915-192 9) fuer on 55% inferior es. Entre 1 900 y 1914 ,
el prom edio de los servicios d el capital extranjero. Los mecamsmos de compensac1on entra-
simple de los coeficientes anuales d e capitalización fue del 38,8% y ban a o per ar ant es de la debacle. De todos modos, en to da la etapa de la econo-
entre 1 915
y 192 9 del 24,6%. mía primaria exportadora el balance de pagos estuvo fuertemente sujeto a este
Como la inversión es uno d e los principales componentes de tipo de desequilibrio s.
la demanda·
global, su nivel determina en gran medida el nivel de ocupación
de mano de
o br a y otros factores productivos. Como
determinante básico del monto de c) Finanzas públicas
inversion es, el endeu damiento externo del país jugó, pues, un papel
muy i�­
?ortance _ en toda la etapa en la determinación del nivel de ocupación y d e Los gobie rnos d e la Nación y d e varias provincias \la de Buenos
Aires, funda-.:
ingresos internos. xtern colocan do sus \
menta lment e) recurrieron ·en gran escala al crédit o e o

int naci n l s. La d uda pú- \


papeles públicos en l os mercados financieros er o a e e

s y cu t v ces el m n to \
b) Balance de pagos bli ca e xte rna representó aproximadamente entre d o e o
o
�:
s s y1c1 s d d u�
de los ingresos fiscales cor rientes. Por otro lado, lo e e e
er
� �
Las importaciones �endían a a!ustars e a las disponibilidades de divisas gener"a:7 n p medi , e tre el 30% y el 40% d e los m1s�os.'to �o la
abs o rbí a n, e ro o n
mteres fi1 os y
das por las exportac10nes. El mvel d e éstas d eterminaba el nivel de ingres os y la J deud a públi ca exter na te nía plazo s de a mortización y tipos d e
s c n el ºro, l os
d emanda d e importa ciones. La expansión de las exportaciones tendía a incre- / est aba expr esada en oro, o en monedas e xtranjera� vincul � o a a
,
gobiern d eb1a hacer
mentar la demanda de importacion es y viceversa. Por otro lad o, parte de los f servici os s obre la mism a eran totalmente rígidos) El o
gres os fis­
servicio s de capital extra njero i nvertidos en el país eran rígidos y no fluctuaban frente a los mismos independiente mente d e la ev'blución de lo s in
d l país, esos
conforme a los cambios en las exportacion es y el nivel inter no de ingresos. De cales. Cuando éstos eran elevados, po rqu e había p rosp e rid a en e

s s públicos.
este mo do , cuando las exportaci ones eran el evadas los servic ios representab�
s er vicio s absorbían alred edor del 15% o el 20% d e los ing
re o

d el fisco el
una proporció n aproximada al 20% o 25% d el val or de las exportaciones, y Pe ro en l as fases d e d epresión y de reducció n de las entradas
cuando éste se contraía aquell a proporción ascendía notablemente pudi endo porcent aje se ele vaba al 60% o más. _ . , ontar con
ll egar hasta el 40% o el 50%. En realidad la cont ratación de nu evos empréstitos permma a fr
o los ingre:
Cuand o las inversion es netas d isminuían o, en los casos extremos, inveii:ran1 más facilidad el pago de los servicio s d e la deuda públicay sumand , _
su sig no y el país apareda exportando capitales, el pago de los servicio s del: y l s ev s recurs s bt nid s c on lo s empr esmos, los
sos fiscales corrientes o nu o o o e o
20% de esos
capi tal extranjer o recaía totalmente sob re l as reservas de oro y divisas disponi- servicios absorbieron, como pr omedio en la etapa, alrededor d el
166 LA ECONOMfA PRIMARIA EXPORTADORA VULNERABILIDAD Y AJUST E 167

la época en �1- concierto


recursos totales. Sin embargo, analizando el problema en el corro plazo, cuan- el lugar preponder ante que la Argentina ocupaba en
do se suspend ía la colocación de títulos públicos en el exterior por la contr ac­ · º
do alguno ob rv adores, la cr1s 1s de .1890
fimanctero mundial. Como han señal a s se

ción de los mercados internacionales de capit ales en medio de una fase depre­ autént ic crisis de crecimiento· El país
no fue una simple crisis cíclica. Fue un a a

siva del ciclo económico en los países industrializados,4 el pago de los servicios nto extern o y el resulta�- o e las
había excedido sus posibilidades de endeudami e

hecho ntir totalm ent en u a


recaí a totalmente sobre los ingresos fiscales corrient<§JEsta situación se produ­ inversiones así gene radas todavía no se había _ �
se e

cía generalmente cuando los ingresos fiscales disminuían dada la contracción b en pleno proc eso de cambi o haci a la e conom ía pnman a
e conom ía que est a a
y l p rtura de nu v
del comercio exte rior del p aís" y del nivel de actividad económica interna, que exportadora. Pero los enormes recursos naturale:_�el p aís a a e e as

fue e l caso d la con­


era, también, consecuencia de l a fase de pre siva de l ciclo en los p aíses fuentes de actividad en la producción agropecuan�omo � e adas
industrializados. En estas condiciones, Íos servicios de l a de uda pública extema7 solidación del frigorífico, la aparición
de las exportaciones de carnes refng :
llegaban a absorber proporciones exorbitantes de los ingres os fiscales corrien- / d la produc ción y la expo t ción d e cereal es�l�c1ona­
y d vigoroso aume nto e : a
erno y la c a actdad de
tes. Las salidas frente a este tipo de situación e ran obviamente dos : la vigorosa ; ron en pocos años el desajuste entre el endeudamiento ext �
º más mtenso de
contracción de los gastos y l as inver siones públicos para crear un superávit' pagos externos del país. Superada la crisis, se inaugura el per:�°.�
primario (exceso de ingresos sobre egresos) que permitiese hacer frente a los crecimiento que se extiende hasta la Primera Guerra Mund� .,
ac10n.
servicios_de la deuda pública, o suspender el pago de los mismos. La primera Veamos ahora cómo operaban esos mecanismos de compens
salida era política, social y económicamente muy difícil y a que la contracción;
del gasto y de la inver sión pública en plena depresión tendía a a gravar el im- '.
p acto de la cr isis económica. Además, los gastos en personal (sueldos de maes­ 3. Elproceso de ajuste
tros, militares, empleados administrativos, etc.), que constituían la mayor p ar-
te del gasto público, eran muy difíciles de reducir.5 La segunda, l a sus pensión r
En roda la etap a, la Argentina no adoptó políticas compensator ias tendientes a ¡
del pago de los servicios de la deud a, implicaba quebrar las bases de las relacio­ disminuir el impacto de los factores externos sobre la ocupación y el ingreso
nes financieras del p aís con el exterior y cerrar los mercados financieros inter­ interno tanto como sobre el balance de pagos y las finanzas públicas. Por otra ..
nacionales para nuevas colocáciones de papeles públicos argentinos. Como _e.!._l_,; parte la fundamentación teórica de tal tipo de políticas compensatorias er a
el caso del balance de pagos, los mecanismos de ajuste del sistema gene ralmen- práct;camente inexistente en las condiciones vigentes _ antes de 1;30 y ��r�a
_
te entra ban a oper ar con anterioridad a la debacle . r ecién después de la gran depresión mundial cuando se s1stemanzana el análi sis
La crisis de 1890 constituye la excepción más notable a esta consideracioñ··¡ teórico del problema y la adopción de políticas de este tipo.6 1:a e� onomía
general. Los años anteriores habían sido de fuerte endeudamiento externo y de / argentina fue, pues, durant e toda la etap a, un sis tema pl name t abr r:. o a l a
� �� _
aume nto consiguiente de los servicios de la deuda pública. Las nuevas colocacio- i influencia de los factores externos. Sin embargo, conviene drstmgmr � en e l 1.
nes habían permitido pagar esos mayores servicios. Pero al producirse la depre- comportamiento del sistema dos tipos de situ aciones. La prim� ra vinc� ada
s ión económica mundial, reducirse el valor de la s exportaciones y de saparecer l a con la vigencia del patrón oro; la segunda, con la del p apel moneda mconverttbJ<c:,_.j
posibilidad de colocar nuevos papeles públicos en el exterior, el gobierno entró / Veamos brevemente cad a una de ell as.
en cesación de pagos. El impacto de la crisis financiera ar gentina fue tan grave en

el merc ado d e Lond res que el hecho revel a, no sólo la intensidad de la crisis,'srn;· o pl o y no d e p olíticas de
6 Obsérvese qu e se h abla d e políticas de compensación a cort _ �
o t ndi nte a diver ificar l a estru ctura p roduc�1va i ntern a Y ª pr�m over !ª
desarrollo a l argo pl az e e s s
_
ars e o reducu la m�uenc1a
industrialización, que constituían la forma más efectiva de in dependiz _
4 Este factor fu e generalmente reforzado p or la falta de con fianza de los inversores extranj e ­ ional los factores dinámi cos del
de los factor es ext ernos e incorporar dentro de una economía na c
ros ante las dific ultades de los go bi ernos naci onal y prov inciales de hac er frente a sus compromi­ y d d arrollo integr d exi st en de sde _ el
desarrollo. Sobre estas políticas de industrializació
a
n e es �_
ctica , estas polmcas de mdust�i a­
.'
sos, dificultades que eran, a su vez, consecuencia de la reducción original de la absorción de o orio , c m l d Liszt y C a rey. En la prá
siglo x1x, análisis n t s o o os e .
papel es públicos argentinos. liz ac ión y de desarrollo int e grado implica ban
en sí mismas fu ertes elem ent os d e compensac1on
5 En situaciones de este tipo se redujeron los sueldos en varia s oportunidades. de corto pl azo.
168
LA ECONOMfA PRI
MARIA EXPORTADORA
VULNERABILIDAD Y AJUSTE 169
El patrón oro rigió dur
ante cerca de trein ta de 1 -
el papel moneda inco os setenta ano s de la etapa y
nver tible los cuarent a rest Si, por el contrario, el impulso inicial que alteraba el equilibrio provenía d�
oro, e1 papeI moneda antes. Cuan do regí a eI
º
era conver tI ble en oro y . patr-·ón¡'
"·--· un déficit de las transa cciones del país con el exterior, disminuían los medios de /
esta6 a vm . v1ceversa, I a ca nti"da d c1r
culada con la ex1·stenc1a . de oro y di v· as . . cula nre ·.1 pagoy se contraía el nivel de ingresos de los productores agropecuarios y, a través
salida de oro y divisas con convern.6 les? y la entrad
e.U
venibles del pa1s , era tibre y a y l de éstos, de la ocupación y los ingresos de los sectores destinados a producir para
transacciones con el ext dependía del saldo de las el merca do interno. La desocupación de mano de obra llevaba los sala rios y
erior. )
Teóric:11:1ente el patrón oro nivel de precios ha cia a bajo. Las exportaciones y los bienes producidos pa ra el
proporciona ba un mee . .
. ,at1co _,/ ---
que permma estabilizar el b amsmo autom de ªJuste consumo interno se aba rata ba ny esto estimulaba las exportaciones y desalentaba
alanee de pagos y el ni.veI . .
do el país tenía un superá d e p recios mternos. Cuan- las importaciones, lo que llevaba a una nueva posición de equilibrio.
vit en sus transaccio . nes eon e1 exte no
entrada neta de oro y divis · r8 se producía un El mecanismo de ajuste bajo el patrón oro no operaba como suponía la
as convemº61 es, 1 . a .
cant1ºdad de dinero en circ o que ele vaba automanca , mente la '·
ula c1·o, n. Al m.i smo ti.empo teoría, porque el nivel de las exportaciones no dependía de los precios argenti­
6 ancos se expandía por el ' e1 ere, dIto
· otorgado por los i nos sino de la situación de la demanda mundial. Cuando la s exportaciones del
aumento de sus reservas . .
Esta expans•10n , de los m
de pago9 era el reflejo mon
etario de la . edios j país crecían y sus precios subían era porque la dema nda mundial y los precios
. . s1tu ac .1,
o n d e prospen·da d •mterna Salv _
s1 tuac1ones de emergencia o en de los productos agropecuarios en el mercado internacional estaban en ascen­
(eomo l a G uerra Mund"al 1 de 19 1 4) ' el superáv
balance de p agos indicaba it del so. El encarecimiento de las exporta ciones argentinas no disminuía sus posibi­
que los productores agrop
sos como consecuen . ecuanos
· , altos ing
teman
cia de exportac1on es eI evadas' que su ga sto . re- lidades de colocación en el mercado mundial. Cuando ba jaban los precios de
se expandían la ocup . mterno crecía y nuestras exportaciones por la deflación interna, ello se debía a la contracción
ación y I os mgre sos de los sectores desnn
para el mercado interno . ados a producir
· Al mi. smo . tiem po la inversi'on f¡ma nc1a .___
del nivel de actividad económica en los países industrializa dos. En estas cir­
nac10· nal y extranjero · da con ahorro
• estaba tamb1.én a altos mv ,. eles' lo que empu· pba
cunsta ncias, la dema nda mundial de productos a gropecuarios se contraía y los
los mveles de ocup
ación y de acnv • .idad de todo el . hac.i a arriba ! precios internacionales disminuía n de tal ma nera que la caída de los precios
ca ba una demanda cr s1 stema. Esta si· tuación
eciente de mano de obr provo- ':1 argentinos de exportación no estimula ba las exportaciones. En cuanto al com­
. a que tend'Ia a e¡ evar el
s alanos y, consecuente . nive l de portamiento de las importaciones, el aumento de los ingresos y del nivel de
mente, e1 mve1 generaI de · . La s expo
productos destinados al co . precws rtac ione ·
nsumo lllterno se encarec s y los precios en la Argentina efectivamente las estimulaba, introduciendo un efecto
1as exportaciones y a estim . . ía n Y est 0 tend'1a a desalentar compensa dor. El mismo efecto compensador se producía cuando la caída del
ular 1as 1mp ortac 1ones. Se produc1, a, de
contra cción y la eventual . . , de1 superávi este modo, una nivel de precios y de los ingresos internos reducía las importaciones.lO
. desaparic10n • • "• -
exterior, que reducía los t en 1as tra nsacc;io nes con el
º
m d1os de pago y el .1 El meca nismo de ajuste ba jo el pa trón oro tropezaba qm otro tipo de-élifi-
internas. Los salarios y vel de o cupación y de activida d
el n;vel g eneral d e prec10 � _ cultades. El endeudamiento externo del país aumentaba la repercusión del efecto
se restablecía e] equilibri· o . s d1 smm · uia ' n en consecuencia y
de¡ sistema. de los cambios producidos en las exportaciones. Cuando éstas caían general­
mente también se contra ía (o invertía su signo) el flujo de capitales extranjeros
7 Lasinstituciones autorizada
pape ¡ma neda a un tipo . s a em1·c1·r a( pam.r del899,la . y, en estas condiciones, el impa cto del pago de la s ganancias y los intereses del
de parid ea·¡a de e onvers1ón) entregaban
contra la presentación del papel ad fi•a con el oro, �ontra e ntrega del metal, yentregaban o capital extranjero recaía totalmente sobre el oro y las divisas genera dos por las
ba, mon/ da pa ra su canJ e . El .
papel maneda en c1tculación ro
. pues,
• conforme a al s variaciones en las
tene .
á]' •ncias d. e oro y flucrua- exportaciones, agra vando el impa cto depresivo inicial de la contracción de és-.
msnrutos emisores. Alos efectos d.,vis•as convertibles del ode
los
patr Ón oro yel patrón cambio-or de es et a n 1s1s no meeresa d.1stmg • u1r. ¡asdiferencias entre el 10 Elmeca n
s Esto es,cua ndo o ismo de compensaciónen cua nto a la co ntracció nde las importaciones se pro­
las exportaciones más I entra ducía por la reducción del nivelde ingresos i nternos ydela dema nda de produc ot s m i p ortad os .
m enos 1as m 1 - por atc10. nes ymenos las uc1·1· as das netas de nuevos capit .
ales del ex etrior
,
tes e el pa,s arrojaba nun saldo 1dadese m. tereses de as J · inversion

Elcambio delos precios relativos entre los bie nes producidos internamente ylos imp otr ad os
2 posi itvo . es extranjeras existen- p( or la caída de los primeros con respecto a los segundos) no producía un proceso de expansión
; �osmedios de pago están co de lasactividades desti nadas a sustituir importacio nes,porque la estructura productiva interna
depomos en elsistema bancario. mpuestos por los billeres ylas monedas en circulación más lo
s carecía de flexibilidad para desplazarco n rapidezcapital yma no de obra ocupados e notr os
sectores deactividad a la producciónde bienes tradicio n alme nte importados.
'·'

170 LA ECONOMfA PRIMARIA EXPORTADORA


VULNERABILIDAD Y AJUSTE 171

tas. Cuando las e xportacion es crecían, también l o hacía el fluj o de capital es


La depreciación del peso y e l encare cimie nto d e las importacion es eran la
e xtranjeros e l evand o el ef ect o e xpansivo sobre el nivel de la actividad y los:
cons ecu encia natural de este proceso , y ello tendía a ajustar la d emanda de
ingres os intern os. Era un comportamie nto pro cíclico que agravaba las fu_erzas,
importaciones a la efectiva capacidad de importar del país. La de�r e�iación de l
que tendían a sacar el sistema de su posición de e quilibrio.
papel moneda tenía otros efectos importante s sobre el d esenvolv1m1 ento d e la
Veamos ahora e l c omportami ento d el sistema bajo el régimen del papel
economía nacional. Particularm ente hasta 1893, cuando la mayor parte de los
moneda inconvertible. En este caso, la cantidad de medios de pago no estaba
ingresos fiscales (incluidos los provenientes de los derechos de importación)
condici onada por la e xistencia de oro y divisas. El papel moneda era incon;:;er:=:
estaban fijados en pesos pape l, la depreciación del pe�o enfrentaba a las �n
tibie en oro y el siste ma bancari o podía emitir contra la entrega de papeles / _ Q
zas públicas con un serio proble ma. Mientras los serv1c1os d e la d euda publica
públicos o documentos comercial es. En estas circunstancias, e l nivel d e los / 1
debían pagarse en oro o divisas convertibles, los ingresos fiscales esta�an com-
medios d e pago era ind ependi ente d el saldo de las transacciones del país con el i 1
pue sto s por pe sos papel depreciados con respecto _al oro. Est_o e ncarec1� e l co_s;º
e xterior. Podía ocurrir, y así era normalmente , que ante una c ontracción de las \
.J en pesos pap el de los servicios de la deuda pública c omplicando la S1tuac10n
e xportaciones y/o d e la e ntrada d e capital es e xtranjeros se produjese un défi�it , \
financiera d el fisco en momentos en qu e, como normalmente ocurna, la con­
en las transaccion es e xternas d el país y en la remisión al exterior de or o y divi­
tracción de las e xportaciones, de las importaciones y del nive l d e actividad \
sas convertibles para cancelar ese sald o. Al mismo ti empo, los medios de pago
económica interna empujaba a la baja los ingresos fiscales. Este problema er�j
podían crecer porque el siste ma bancari o estaba entregand o dinero al gobierno
a cambio de títulos públicos. La c otización d el papel moneda en términos cie7 en sí mismo un nuevo factor de e xpansión monetaria, ya que el gobierno reéÚ­
rría a los institutos emisores para hacerse de pe sos contra entrega d e títulos
oro estaba dada por las relacion es entre la oferta y la demanda de oro y d e pape l \
públicos, lo que aume ntaba la depreciación d el p eso. Po r o tro lado, la valor{;"- l
moneda inconvertible.
ción del papel moneda, cuando mejoraban las transaccion es del país con el /
l!:?s p eríod os d e inconvertibilidad se caracterizaron p or la depre ciación d el
exterior, ll evaba a la convertibilidad del p eso en oro como forma de d etener la /
peso en término s d e oro, esto es, como se l o d efinía en la época, el oro tenía un
apreciación de aquél y los efectos qu e tal valorización pro ducía sobre la distri:)
"premio" en términos d e papel moneda o, más precisamente, el "premio de l
bución del ingreso.
or o". La depreciación d el peso pape l te nía una pro funda incidencia so bre los .. . .....
En última instancia, baj o el régimen de papel mone da mconvemble, el
precios de l os distintos bienes producidos en el país y sobre el nivel de salarios.!
mecanismo efectivo de ajuste de un desequilibrio producido por una modifi­
Los precios relativos de unos y otros se modificaban sustancialmente.
cación de las transacciones del país con el exterior de pendía, tanto como bajo
¿Cómo operaba el mecanismo d e ajuste bajo el papel moneda inconverti­
el r égimen d e patrón or o, de los fact ores e xternos. En una e _ coñomía pl ena­
ble? La de preciación d el p eso abarataba las exportaciones en términos d e oro y _
mente abierta com o la argentina, la evolución de la ocupación y el mgreso
de divisas conv ertibles, p ero este h echo, de l mismo modo que bajo e l patrón
intern o, tanto como del balance de pagos y de las finanzas públicas, estaba i
oro , no estimulaba las e xportacion es arg entinas qu e dependían de la situación i:
básicamente condicionada por los factores externos.
d el mercado mundial. En cuanto a las importaciones, la expansión de los me­ í'.

¿En qué medida la inflación y la d epreciación del peso e�ti�ulaban la _i�.:_


dios d e pago y del crédito ot orgado al gobierno y a los particulares mantenía � _
dustr ialización y la div ersificación de la estructura productiva mterna. S1 la
el evado el nivel d e l os ingres os m on etarios 11 y e sto ej ercía una presión so bre el
depreciación elevaba el costo de las importacione s, por un lado, y, po r�� otro,
or o y las divisas disponibl es para importar.
aumentaba los márge nes d e ganancia de las empresas por la co ntracc1 on del
nivel de salarios, la depreciación del peso pudo haber estimulado la sustitución
11 El ingreso real disminuía porque la contracción de las exportaciones implicaba una dis­ de importacion es, para satisfacer c on producción interna una demand_a ins�­
minución de la producción real del país. La contracción del valor de l as exportaciones podía tisfecha por el creciente nivel de los precios de importación. En la practica, sm
producirse tanto por una disminución de los volúmenes exportados como por un empeora­ embargo, este estímulo fu e muy transit orio y errático , ya que la recuperación
miento del poder adquisitivo de las exportaciones en términos de productos importados, o por
ambos factores concurrentemente. de las e xp ortaciones y la entrada de nuevos capitales del exterior t endían inm e­
diatamente a valor izar el peso y a abaratar las importaciones. Por o tra parte, la
172 LA ECONOMfA PRIMA
RIA EXPORTADORA

ausencia de una política


sistemática de protección
pedía la apertura de opor . al desarrollo .mdustrial im-
ru nidades de mverswn .,
y permanentes en los secto con pos1"bT J I dades promisorias
, res dest"mados a ja producc ·, " es que compe-
tlan con los productos im wn d e bien
..
.
mdustri alizador que p udo
porta dos. Se estenlizab
ha ber ten1"do la depreciac
ªasi e
' j potencial efecto
.
mterna. · , del peso y
· wn .. . .
la inflación
XIII. Quiebra del equilibrio interregional

l. Evolución de la población
Entre los censos nacionales de 1869 y 1914 la población de las provincias del
interior pasó de 889.000 a 2.470.000 habitantes. La tasa de crecimiento ergr._e,_ 1
ambos años fue del 2,3% anual. La del Litoral ascendió de 847 mil habitantes ¡
en 1869 a 5.416.000 en 1914; una tasa de crecimiento del 4,3% anual. En el
mismo período, en todo el país, el aumento fue del 3,2% anual. La causa
principal de los diferentes ritmos de crecimiento poblacional obedece a la con­
centración en el Litoral del 90% de las corrientes migratorias que ingresaron al
país a partir de mediados del siglo XIX. En 1914, la población extranjera respec­
to de la total alcanzaba al 50% en la Capital Federal, 34% en la provincia de
Buenos Aires y 35% en Santa Fe.
Las viejas zonas del interior, asiento de los principales núcleos de poblaci6il.- 1
y de la actividad económica en la etapa de las economías regionales de subsis- )
tencia y que aún conservaban posiciones dominantes en la etapa de transición,
fueron perdiendo importancia relativa. A fines del siglo XVIII el interior ten(a._ tlJ
70% de la población total. La proporción cayó al 50% .en 1869 y al 30% en
1914.;,)?aralelamente, el Litoral fue adquiriendo una posición preponderante
en la p;blación del país�'},a concentración de la producción y del ingreso fue
aun mayor que el de la póblación debido al aumento de la brecha de la produc­
tividad entre la región ligada con el comercio internacional y el resto del país.
La declinación del interior obedece principalmente a la disminución ele ¡
la participación del Noroeste en la población total. En 1800 esta región 3.Q.::.._¡
sorbía el 43% de la población para caer al 26% en 1869 y al 12,6% en 1914.
A su vez, regiones despobladas (el Nordeste y la Patagonia) comienzañ a/
absorber población lentamente, para representar, en 1914, el 2,7% de la po­
blación total. .... 1

Paralelamente al proceso de crecimiento de la población y de su con-


centración en el Litoral, se produjo un aumento acelerado de la población
urbana. i

173
174
LA ECONOMfA PRIMARIA EXPORTADORA
QUIEBRA DEL EQUILIBRIO INTERREGIONAL 175

Entre los años 1869, 1895 y 1914, confor


me a los censos nacionales de esos 2. Ruptura del antiguo equilibrio
años, l a población que habitaba cen tros poblad
os de más de 2.000 habitantes
pasó a represenrar las siguientes prop
_ orc iones d e la po blación
total: 28, 37 y Durante coda la etapa de transición, las antiguas barreras proteccionistas ha­
53%, re pecuvamence. La proporción
� de l a población rural dism
in uyó, en co_n­
secuenc1a, del 72% de la población total bían defendido las posiciones relativas de las zonas del interior. Aquéllas fue­
e n 1869 al 47% en 19 I 4.
tan te s radicados en los cener
Los habi­ ron derribadas por el impacto masivo de un conjunto de fa ctores coincide�:es'.
os urbanos pasan de 500 mil en 1869 a
en 1914, esto es, un aumento de más 4.20 0.000 La expansión de la producción agropecuaria exportable y �u concent:ación en
de 8 veces en un plazo de 44 años, 0 se
una tasa de crecimien to anu a, la zona pampeana, la política de libre cambio de las a�tondades nac10�ales y,
al acumulativo d el 5%. Com
o el período coincide finalmente, el vertiginoso desarrollo de los ferro carnles y la formac10� �el
c on una etapa de in tenso aumen to de l
a población total, el número de habitan­
tes de las zonas rurales también crece, mercado nacional, sellaron definitivamente la suerte del interior y lo convm1e-
pese a su pérdida de importancia relativ
dentro de la población toral del país. En a ron en zona periférica y dependiente del centro dinámico, el Lito ral. Se co_ns__�j
1869 ascendía a 1.250.000 habitantes _
Y en 1914 a 3.700.000, es decir, un aum mab a así el proceso iniciado en la etapa de transición cuando, por pnmera vez,
ento de casi 3 veces en e
sea, una tasa cercana al 2,5% anual. l períodó, ;;-­ la demanda externa comenzó a ejercer una influencia decisiva sobre el desarro-
El proceso de urbanización se concentró llo argen tino.
fundamentalmente en las ci uc!a-"7 _.
des del Litoral y :n particular en la de Es sólo a partir de la segunda mitad del siglo XIX, bajo el e fecto de �a meJ ora
Buenos Aires, debido a la existencia de
fu entes de trabaJ o en las manufacturas / vertiginosa de los medios de navegación de ul�ramar, del ferroca�nl y de la
y los s ervicios y a la disponibilidad _
relativa de servicios sociales básicos co integración del mercado mundial, que laArgentma recibe e l pleno 1mp�ct� de
mo vivienda, educación y salud pública.
A su vez, la concentración de la produ _; los fa ctores externos actuando masivamente sobre su desarrollo econom1co.
cción manufacturera y los s ervicios en·i;s
ciudade s de l Litoral o bede
c ía a la atracción localizado
Mientras las zonas tradicionales del interior permanecieron ajenas a esas in­
ra que ejercían la existen­
cia del mercado consumid
or en l as mismas, la di sponibilidad de fluencias, la región pampeana se puebla, pone sus tierras en pie de producción
cos com o energía, obras
servicios bási­ y comienza a generar volúmenes crecientes y diversificados de saldos agrope­
s anitarias y transportes, la cercanía a
los ceneros de cuarios exportables. En la etapa que arranca en 1860, el Litoral se convierta en
im?ortaci�n de las acerias primas y los
�_ _ produci:os intermedios utilizados por
la 1�dustna y, or ul timo, la abundan el centro dinámico del desarrollo de la economía nacional.
� c i a de man o de obra y
de experiencia ___
técmca en la mi sma. En suma,fd comp La política de libre cambio segui da por las autoridades �a��onales a partir
lejo de factores económi
que determinan la concencraciói{íñicial cos y sociales de la organización del país influyó decididamente en las pos1b1hdades de desa­
de los servicios y la industria fue creand
sus propios efectos acumulativos, como o rrollo del interior. Dada la ausencia en éste de actividades vinculadas con el
a p artir de 1930 volvería
a demostrarl o
la concen tración crecie
nte en las mismas localidades del Lito mercado mundial, sólo podí a recibir indirectamente los benefi cios de la ex­
rv
El a�mento de la población de la Capital pansión agropecuaria en la zona pampeana mediante el aumento de la coloca­
Federal merece un párrafo apar te.
Sus habitantes pasaron de 187 mil en ción de sus productos en el mercado del Litoral. El crecimiento de la demanda
1869, a 663 mil en 1895 y a 1.576.00
en 1914. La capital con 0 en éste, como consecuencia del aumen to de la pob lación, la ocupación y el
cen tr aba en 1869 el 13%
de la población de l p aís
1914 el 20%. Otras ciudades del Li tor y en ingreso, ofrecía la única posibilidad de desarrollo del interior. Esca posibilidad
al como Rosario, Santa Fe y Bahía Bla
ca tambi n crecieron fue n­ fue frustrada, sin embargo, por la apertura del mercado del Lito ral a la produc- \
� rtemente. La alta producti
vidad por hom bre ocupado
en la ag ncultura y la co
ncentración de la propiedad territori ción e xtranjera. Como hemos visco, no s e trataba de impedir las importaf.i?:.
al fueron e leme n­
tos condicionantes del proceso de ur
baniza ción, como también
nes, sino de seguir una política selectiva con viseas a proteg er el desar:ollo de
e l desarr ollo de _
las ac tividades manufa las actividades domésticas que hubieran permitido la integr ación y la d1vers1fi­
ctureras y d e los servici
os, dada la naturaleza ciudadana.
de estas oc upaciones. cación paulatina de la economía nacional. Como buen: parce �e l�s recu:sos
,· naturales necesarios para desarrollar numerosas induscnas s ustitutivas de im­
portaciones se enc uentran fuera de la región pampeana, la política proteccio­
nista hubiera llevado a la explotación de los mismos y a la apertura y la conso-
176
LA ECONOMfA PRIMARIA EXPORTADORA
QUIEBRA DEL EQUILIBRIO INTERREGIONAL 177

(i �a �ión de n�e vas actividades productivas en el interior. Bajo est e impulso partir de fines del siglo XIX se modifican en forma sustancial, y pasan a constituir
1mc1al, se hubieran d esarrollado, a su ve z, los servicios y las ma nufacturas des­
actividades orientadas básicamente hacia el mercado nacional. La producción de
tinados a satisfacer los mercados local es. L a política de libertad de importacio­
azúcar pasa de 1.400 tone ladas en 1872 a 336 mil toneladas en 1914. La de vino
n es de te rmi nó , sin e mb argo, la exclusión del interior de los efectos dinámicos
de 57 millones de litros en 1895 a 500 millones en 1914. Las plantaciones y la
d e l a expansión d e las exportaciones a gropecuarias de la zona pampeana.
producción de algodón en Chaco y Formosa crecen también a partir de la Prime­
La form ación d el mercado nacional consumó la subordinación del i�terior
ra Guerra Mundial y lo mismo o curre con la producción de frutas en tierras de
a l ti empo qu e abrió algunas po sibilidad e s d e d e sarrollo e n algunas pr ovincias,
riego en Mendoza y el Alto Valle del Río Negro. ___
en líneas de pro ducción orientada s h acia el mercado interno. Los ferrocarri!es;l
Se estable cen así relaciones netamente capitalistas entre la e mpresa y los
al barre r con las dist an ci as y con el vi ejo aisla miento de las re giones argentinas,
trabaj adores, aunque en algunos ca sos, como en el d e la producción de caña de
consti tuyen la base del pro ceso d e formación d el mercado nacional. Con la
azúcar en Tucumán y de yerba ma ce en el No rde ste , subsistiero n formas de
e xce pción de la Patagoni a, l a r ed ferroviaria vinculó tod as la s zonas del interio;
sujeción personal del trabajador a la empresa, como sucedía con los mensú /
con Buenos Aires y los puertos del Litoral. Por primera ve z l a distancia desapa­
mision eros y las condiciones de tr abajo de los obreros azucarero s e n Tucum��
re cí a como barrera de protección de l as economías regionales. Los productos
Las e conomías regionale s se especializan, pues, y su eficiencia aumenta áf¡
impo rtado s llegab an ahora fácilmente al in te rior y e sta competencia fue fatal
inte grarse en el mercado nacional y aborda r empresas d e aira produccivid�gJ
pa ra las pre carias industrias l ocal es. La producció_n de paños, por ejemplo, su­
Pero en varias provincias, como La Rioja, Salea y Santiago del Estero, e n que
cumbió masivamente ante el tejido impor tado;·EI ferrocarril no sólo d etermi­
no se produce un desarrollo semejante , el proceso de pérdida de impo rtancia
nó la penetración d e la m anufactura i mportadi-en l os mercados regionales del
relativa dentro de la econo mía n acional se acelera, el reto rno a las actividades
inte rior abs orbie ndo p arte sustanci al de l a demanda interna de las misma s,
de subsistencia se incr ementa y los niveles de ingreso por habitante alcanzan
sino que también redujo el antiguo, aunque mod esto, i ntercambio regional
los índice s más baj os dentro d el conjunto del país.
entre ellas. La orientación de l os ferro car riles de las zonas periféricas al centro
De t odos modos, la e tapa de la economía primaria exportadora d eja una
�iná�ico del Litora:,.mantuvo las dificultades del acceso d� regione s d el huella pro funda e n la distribución geográfica d e la población y de la activic!_ad
mtenor entre sí, debilit ando aun más el comercio interregional_.)
productiva en el país. El inte rior se conviérte decididamente e n la periferia 1
El fe rro carril i ntegró a todas las regiones argentinas en el mercado nacional 1
dependient e del centro dinámico del Litoral, quebrando , así, el viejo federalis-
y este he cho provocó l a d esa rticulación de finitiva de las viejas economías cerra-:
mo económico de las economías r egionales aucosuficientes.
�as y autosufici ent es. Pero, al mismo tiempo, a brió en algunas de ellas posibi­ ..
lidad es d e d esarrollo que provocaron e l surgi mien to de actividades destinadas!
a la sati sfacci ón d e l a d e mand a inte rna que ah or a e ra, auténtica mente, la de -i
3. Subordinación del interior
man da nacional. Éste es el caso de l desa rrollo d e la caña de azúcar en Tucumán
y Jujuy, de los viñedos en Cuyo, d e la producción d e frutas en el Alto Va!Í�def
Los inte reses de l a provincia d e Buenos Aires, ase ntados en e l usufructo de la
Río Ne gro , del algodón en Ch aco y Formosa, de la ye rba mate en Misiones y
posición privilegiada del puerro y de las tierras más fértiles y cercanas a los
del pe tróleo en diversas localizaciones de la Patag onia y el Noroeste.

. .�
a existencia de un a dem and a nacional crecientemente diversificada y la po::J pue rros de embarque, fueron la ba se del federalismo bonaerense durante la
.
etapa de transición. Pero cuando esos intereses, que abarcaban crec1entemente
s1b1l1dad de a cceso a los recursos natural es d e las regiones periféricas promovie- ·
los del resto de las provincia s del Litoral en que ejercía su influencia la región
ron las actividad es en que éstas tenían una manifiesta ventaja relativa en su cons­
pampeana, afirmaron definitivamente su posición relativa en el seno del país,
telación de recursos naturales. Algunas d e las producciones regionales que co­
su pre ponder ancia dejó de operar en el plano d el enfrent amiento con las pro­
menzaron a expandirse, como el azúcar en Tucumán y l os viñedos en Mendoza,'
vincias del interior para ejerce rla como posición dominante en la nación en su
tenían sus orígenes en la economía colonial y estaban orientadas, en parte, al
conjunto. D e todos modoslli orga nización nacional f�e un paso in�ispe�sa­
escaso comercio interregional d e la época. Pe ro sus condiciones de desarrollo a
ble en la articulación política e i nstitucional del país sm la cual hubiera sido
178 LA ECONOMIA PRIMARIA EXPORTADORA

imposible cualquier tipo de desarrollo y consolidar el dominio dentro de su


-:-,
actual espacio territoriaU
El debilitamiento relativo creciente de las economías del interior agravó la
situación financiera de los fiscos provinciales, que fueron dependiendo en i
medida creciente de los subsidios del gobierno de la nación y de la participa-
ción en impuestos recaudados por éste. Sólo las provincias del Litoral, que eran ( CUARTA PARTE
el asiento de la actividad dinámica por excelencia, la producción agropecuaria,
y de los crecientes centros urbanos, pudieron mantener finanzas relativamente La industrialización inconclusa
prósperas y recaudar por sí mismas una parte importante de sus ingresos fisca­
les. En cuanto a la provincia de Buenos Aires, nacionalizadas las recaudacio_�::J
(1930-1976)
de aduana en 1862 y la ciudad de Buenos Aires en 1880, continuó mantenien­
do finanzas prósperas sobre la base de tributos no delegados a la nación, parti­
cularmente el impuesto territorial, y la activa colocación de títulos en los mer­
cados nacionales y extranjeros de capitales.
El largo camino de subordinación del interior iniciado con la creación del
Virreinato del Río de la Piara en 1776, la promulgación del Reglamento de
Comercio Libre de 1778 y el surgimiento paulatino de las actividades ganade­
ras de exportación en el Litoral, concluye, pues, durante la etapa de la econo­
mía primaria exportadora. La respuesta a este proceso no podía ser el manteni­
miento del aislamiento de las economías regionales con sus primitivos niveles !
de productividad y de desenvolvimiento económico. Haber pretendido man-:
tener las viejas condiciones de aislamiento hubiera implicado excluir al interior,
de la revolución tecnológica de la época y de toda posibilidad de desarrollo,
manteniéndolo ahogado en el marco de los estrechos mercados locales y del
escaso comercio interregional.
El viejo federalismo económico de las etapas de la economía primaria de
subsistencia y de la transición debía ser reemplazada por la formación del mer­
cado nacional y la articulación de una política de desarrollo integrado de la
economía argentina. Integrado tanto en el aspecto geográfico como en el d�_.la··
diversificación de la estructura productiva, que son, uno y otro, aspectos inse­
parables e indivisibles. Éste era el desafío que quedaba pendiente para la nueva
etapa abierta en 1930.
XIV. La economía mundial:
de la crisis de 1930 al período dorado

!1 En.
1914, las disputas entre las potencias imperiales de Europa y la interven-
oón de los Estados Unidos y el Japón desencadenaron el conflicto que involucró
a las principales potencias de la épocafy, en mayor o menor medida, al resto del
····-
mundo.
La Primera Guerra Mundial del siglo XX fue la primera confrontación de
alcance planetario. El orden económico mundial de la preguerra se desplomó.
Los Estados Unidos surgieron como nuevo centro hegemónico, en Italia y~/ 1
Alemania se instalaron gobiernos totalitarios y la Unión Soviética apareció como
sistema social alternativo al capitalismo.
Después de la guerra, hasta la crisis de 1930, Gran Bretaña intentó restable­
cer su posición hegemónica y el papel de la libra esterlina y el patrón oro como
ejes organizadores del mercado mundial. Finalmente, la crisis económica mun-·
dial de 1930 terminó de demoler los fundamentos en que se había sostenido la
globalización del segundo orden mundial. Subsistía, sin embargo, la condic_ió11
colonial en las dependencias de las potencias imperialistas,.en África, Oriente
Medio y Asia, que abarcaban la tercera parte de la población mundial.
La profundidad de la crisis, el cambio drástico de las reglas del juego y, poco
después, el estallido de la Segunda Guerra Mundial, trastocaron el contexto
dentro del cual estaba inserta la economía argentina. La crisis de la décad� de ..
1930 provocó también un cambio de las ideas económicas dominantes. El l.
paradigma liberal, al cual la Argentina había adherido en la etapa de la econo- l
mía primaria exportadora, se derrumbó con la crisis y emergió un paradigma
alternativo cuyo principal referente teórico fue el economista británico John.)
/ !
Maynard Keynes.
En el período comprendido entre 1914 y 1945, es decir, el principio y el fin
/• í
de las dos guerras mundiales, se debilitaron las fuerzas integradoras del orden
económico internacional. El comercio, las inversiones privadas directas, las
migraciones de personas y las corrientes financieras internacionales perdieron '

lf
181
182 LA INDUSTRIALIZACIÓN INCONCLUSA LA ECONOMÍA MUNDIAL: DE LA CRISIS DE 1930 AL PERiODO DORADO 183

importancia relativa respecto de la producción y de la acumulación de capital En el transcurso de semejantes acontecimientos internacionales concluyó, en
en la economía mundial. 1930, la etapa del sistema primario exportador en la Argentina. Ese año coinci­
Al mismo tiempo, el conocimiento científico de la materia y de la vida dieron el estallido de la crisis económica mundial y, en el país, el derrumbe d�-la
estaba realizando avances espectaculares. El dominio del átomo permitió la estabilidad institucional y las crecientes evidencias de la insustentabilidad del
construcción de los artefactos que estallaron en Hiroshima y Nagasaki y, luego, sistema. Comienza, entonces, otra etapa que definimos como de la industria!im­
la �plicación de la energía nuclear y el desarrollo de la microelectrónica que ción inconclusa, por las razones que surgirán del relato. 1
posibilitó posteriormente la revolución informática, el desarrollo de la navega­ La nueva etapa, comprendida entre la crisis de 1930 y el golpe de Estado de
ción espacial y la transmisión en tiempo real a costos ínfimos de datos e imáge­ 1976, tuvo lugar en un escenario de cambios profundos, del sistema internacio­
nes. Simultáneamente, el conocimiento genético y la biotecnología permitie­ nal y de las ideas predominantes. Este capítulo hace referencia a ese nuevo esce-
ron la manipulación de la vida en todos los órdenes vinculados con el reino nario de la economía mundial entre 1930 y principios de la década de 1970.
animal y vegetal y el medio ambiente. Como había sucedido en las etapás
anteriores del orden global, el avance del conocimiento científico y las nuevas
tecnologías abrieron nuevas fronteras a la producción de bienes y servicios y 1. La gran depresión y la Segunda Guerra Mundial
nuevos cauces de integración de los espacios nacionales. La asimetría en la
capacidad de generar y asimilar los nuevos conocimientos, amplió las brechas La depresión mundial iniciada en 1929-1930 provocó la contracción de la
en los niveles de vida entre los países integrantes del orden global y renovó los producción, de los ingresos y de los niveles de ocupación en los países
mecanismos de dominación manipulados por los países líderes. industrializados. Sus importaciones se desplomaron y, a través de esto, el
A partir de 1945, la revolución científica y tecnológica fundadora del teréer f volumen y los precios en el comercio internacional. El mecanismo de propa­
orden mundial transformó la organización económica y el proceso de desarro- ' gación de la depresión era el que había operado en las crisis cíclicas anterio­
llo. Con el fin de la guerra, comenzó la rápida reconstrucción en Europa l · el· j res, pero ninguna de éstas había llevado a un abandono generalizado de las
Japón y, enseguida, un crecimiento de la economía mundial sin preceder{tes reglas del juego, interrumpiendo los cauces normales de las relaciones co­
históricos. Este período concluyó a principios de la década de 1970, debido a merciales y financieras internacionales. En cambioUi profundidad y la pro­
las tensiones crecientes dentro de los países avanzados y al drástico aumento de longación de la crisis de 1929 llevó a los países industrializados a adoptar
los precios del petróleo en 1973. Aquellos años son conocidos como el pdlotio¡ una larga serie de medidas proteccionistas: la formación de bloques, la
dorado, en el cual se registró un avance extraordinario de las fuerzas i formalización de acuerdos bilaterales y el fin de los cauces multilaterales del
globalizadoras, reflejadas en el comercio, las inversiones y las finanzas interna­ comercio, la devaluación de las monedas y el abandono del patrón oro, la
cionales. Simultáneamente, las grandes potencias fueron construyendo las ce-"" adopción de controles de cambio, el establecimiento de cuotas de importa-
glas del juego del nuevo orden global.
'_.§ ese período tuvo lugar también laguerraftíaentre los bloques liderados
1 En la primera versión de esta obra (I 963) definí la etapa iniciada en 1930 como de la
por los Estados Unidos y la ex Unión Soviética, cuyas repercusiones, predo­
"economía industrial no integrada". En ese entonces, el insuficiente desarrollo de las industrias
minantemente en el plano político, perturbaron las relaciones internaciona­ de base y la escasa integración de la estructura industrial aparecían como los problemas domi­
les y tuvieron efecto también en América Latina. Simultáneamente, cas,i la nantes. La posterior actualización de la obra (1973) tomó en cuenta principalmente la presencia
totalidad de las colonias lograron la independencia de sus metrópolis, en dominante de filiales ele empresas extranjeras en la industria y el déficit reiterado en el balance
de pagos, para identificar la etapa como de "la economía semiindumial dependiente". En aque­
algunos casos, como el de la India, por la vía de la negociación y, e; �;ros,
llas dos versiones, como en ésta (2004), la industria manufacturera aparece como el sector pro­
por cruentas guerras de independencia como en Argelia y Vietnam. A me­ tagónico, lo cual es una reducción de la realidad. Sin embargo, es el mejor indicador del alcance
diados de la década de 1970, no existían prácticamente colonias en Asia, del proceso de acumulación en sentido amplio, es decir, del desarrollo económico. Por otra
África y Oriente Medio, y China había consolidado su independencia y su parte, las dos versiones anteriores fueron escritas durante el transcurso de la etapa que, actual­
unidad nacional. mente, considero concluida a mediados de la década de 1970.
184 LA INDUSTRIALIZACIÓN INCONC
LUSA
LA ECONOMiA MUNDL.\L: DE LA CRISIS DE 1930 AL PERIODO DORADO 185
ción Y la adop ��n de tarifas
c, sustancialmente m ayores que l as
antes de la crisis. jfodas estas m imperantes nales en forma de préstamos e inversiones directas que, con la sola interrup-
edidas tenían p or fina . .
medios de pago y el nivel de acti lid ad desvincular l os
vidad económica inter no de las fluc ción de la Primera Guerra Mund1al , duro' vanas d'ecadas" •2
nes de l balance de p a tuacio ­ El comportamiento posterior a 1929 del comercio internacional y del _flu�
gos, p osibilitando, así, la adopció
n d e política s mo neta­
rias Y fiscales c ompensatorias que
permitiesen c ontrarrestar los efect de capitales afectó particularmen�e a los países esfecializa�os en la producc1�� Y l
crisi s L_as mayo es trabas ª l as imp os d e la
o:taciones disminuyeron aun más exportación de productos primanos. En estos pa1ses, la ca1da del volume� fis,_t_C(!__ .J
el CO:,
: � . _ ,
merc10 mternac10nal, agudiz and o el impacto d e la
de las exportaciones se vio agravada por el en_ipeorar�uento de la r�lac10� de
depresión mundial. __.,.,,,,, ,
El volumen físico de las exportacio intercambio entre los productos primarios y los mduscnales. En Amenca Lacma,
nes mundiales cayó en 25% entre
Y 1933, y l os precios en más del 30% Í929 ·7 el poder de c ompra de las exportaciones cayó en casi un 50% entre 1928-19�� Y
. Como consecuencia, el valor de las
exportaciones mundiales to rales dism 1932 como consecuencia del efecto combinado de la caída del volumen físico
inuyó en aproximadamente 50% entr
es os año s como consecu e de 1a: exportaciones y del empeoramiento de las relaciones de precios.
encia del efecto depresivo de la caíd
y la dismin ución de los precios. a de volumen físico Al mismo tiempo, la corriente de capitales internac1on "al es h'l r.:::-:::-,
ac1a os pa1s es
/
Las exp ortaciones mundiales no re deudores especializados en la producción primaria quedó fuercemen_ce alterada ¡
cuperaron, en t oda la década de I 9.30
los niveles anteriores a la crisis. De , i después de la crisis, produciéndose, simultáneamente, un proceso _i�ten�o de
spués de los puntos más bajos de l
sión, en 1932 y 1933, comenzó una a d e pre- l retorno de inversiones ya existentes hacia los países acreedores. El deb1litam1ento
lenca recuperación. Pero en 1938,
año completo an ees del c omienzo d últim o de la posición externa de los países de producción primar�a, como consecuen- :
e la Segunda Guerra Mu
ndi al, el volumen
de las exportaciones er a to davía 11 cía de la disminución del poder de compra de las exportaciones y del trastroca- ;
% más bajo que en 1929. No obst
aban dono del patrón ante el
oro por Inglaterra en sept miento del flujo de capitales extranjeros, aumentó sensible�ente la incidencia �e )
iembre de 1931, la consiguien:···
te depreciación de la libra y la de los servicios de la deuda. En l a Argentina, que ofrece un eJ emplo represe �:,..¡
valuación del dólar (en más del 40%
antiguo c o nte nido o ro) de su vo, los servicios del capital extranjero representaron en el �uinquenio anterior a
e n enero de 1934, lo s
precios tampoco alcanzaron los
niveles anteriores a la crisis, 1925-1929, el 22% de la capacidad de pagos extenores y en 1930-1934,
la crisis y en 1938 estaban todavía
los correspondientes a 1929. un 20% por debajo de
el 38%. Con mayor o menor intensidad, este proceso se produjo e n la generali­
La década de 1930 interrumpió dad de los países deudores especializados en la producción primaria. Simul�ánea­
el sostenido crecimien
las exportaciones mundiales que, to del volumeríd�··¡
desde 1870 a 1929, había aument mente se registró, durante la década de 1930, un cambio ra�ical en la ��1enca­
mo del 3% anual. ado al rit- j
ción de las inversiones extranjeras. En los 70 u 80 años amenores a la cnsts, una
El movimiento internacion al de . /
capitales ta mbién fue fuertemente proporción sustancial, alrededor del 50%, de las inversiones" a largo plaz� en los
afecta­ , ,
do p or la crisis. La contracción del países de producción primaria se orientó hacia la compra _de mulos pubhcos y a
comercio intern acional, la dismin
l os ahorros en los pa íses exporta ución de las inversiones directas en ferrocarriles y en otras obras de mfraestructura. A par­
dores de capital, la dificultad de
deudores para pagar los s ervicios de l os países cir de la crisis, en cambio, las colocaciones en e stos campos prácticamente des­
los capitales extranjer os radic ados
y las condiciones generales de insegu en ellos aparecieron. Ello obedeció a las crecientes dificulcades financieras de los go�i r­
ridad, contrajeron l a corrien te int �
n al de capitales. Ésta no sólo detuv ernacio­
o su flujo tradiciona l,
nos de los países deudores y, en muchos casos, al incumplimiento de los se�1�10s
países exportadores de c apital come sino que, además, los
nz aron a recuperar pa
de la deuda existente. Por otro lado, al debilitarse el crecimiento de las activida­
radicadas en el exterior, provocan rre de las inversion es
do un trastrocamiento del sentid des tradicionales de exportación, desaparecieron las oportunidades en las obras
rrie nte internacional de capitales. o de la co­
De este modo , Francia, el Rei no Uni de infraestructura destinadas a proporcionar servicios básicos al sector exportador
do y los . .
Estados Unidos, que entre I 928 y o necesarias para ec onomías internas en crec1m1enco.3
1930 exportaron 3.300 millones de
en capitales a corco y largo plaz o, dólares'
en 1931 y 1932 impor
-�l i�a��Cl de la crisis h a bría de taron 1.589 millo nes.
_ tener efectos permanentes: "ell a m 2 Naciones Unidas, fnternational Capital Movements During the lnter-war Periotl, ob. �it.
fin de una era de abundante e indisc a rcó el .
r iminada corri ente de
3 La reaulación oficial de los precios de los servicios públicos en la época conmbuyo, en
capitales internacio- general, a r:ducir el rendimienro del capital invertido en los mismos y a desalentar, en conse-
186 LA INDUSTRIALIZACIÓN INCONCLUSA LA ECONOMÍA MUNDIAL: DE LA CRISIS DE 1930 AL PERIODO DORADO 187

La inversión privada extranjera a largo plazo se orientó, en consecuencia, por La situación planteada a los países de la periferia alteró radicalmente los fa�to�
nuevos rumbos en la década de 1930. Los países exportadores de capital coloca­ res que habían condicionado su desempeño dentro de la economía internacio- /
ron sus capitales en los países de su zona de influencia con mayores condiciones nal. Antes de la crisis mundial, el excedente de las exportaciones sobre las im-
de seguridad y que no planteaban problemas de transferibilidad de divisas. Por portaciones les permitía generar un volumen de recursos con el cual pagar los
ejemplo, Inglaterra los orientó hacia los países de la Comunidad Británica d�-­ servicios del capital extranjero. Además, la reinversión de utilidades y los nue­
Naciones y los Estados Unidos hacia el Canadá. Por otra parte, las inversiones vos aportes de capital extranjero, al ampliar la capacidad de pagos externos,
extranjeras directas se concentraron en aquellos pocos productos primarios que, facilitaban el cumplimiento de esos servicios. Por otro lado, la vigencia del
como el petróleo y los minerales no ferrosos, siguieron gozando de una fuerte patrón oro y la libre movilidad de monedas permitían a cada país deudor trans­
demanda a pesar de la depresión. Además, estas colocaciones se realizaban con ferir esos servicios a sus acreedores, independientemente del origen de los sal­
vistas a producir bienes que se exportaban directamente a los propios países ori­ dos favorables de su balanza de comercio.
ginarios de la inversión, lo que eliminaba los riesgos de inconvertibilidad y de La caída del poder de compra de las exportaciones, la imposibilidad de
transferencia de las ganancias y utilidades del capital invertido. Por último, en los comprimir a la misma velocidad las importaciones, el trastrocamiento del flujo
países especializados en la exportación de productos primarios de mayor merca­ de capitales extranjeros y el abandono de la libre transferibilidad de divisas
do interno (dentro de América Latina: la Argentina, el Brasil y México) la inver­ pla�tearon problemas inéditos �s países de la periferia. Las medidas que
sión extranjera directa se orientó hacia la industria manufacturera. Como estos debieron adoptar para defender los niveles de ocupación y equilibrar sus tran­
países habían impuesto restricciones a las importaciones de productos manufac­ sacciones con el exterior, agregadas a las medidas restrictivas aplicadas por los
turados terminados, ese tipo de inversiones permitía aprovechar la demanda in­ países industrializados antes apuntadas, determinaron la ruptura, durante la
terna insatisfecha y crear, al mismo tiempo, necesidades por productos década de 1930, del conjunto de relaciones dentro de las cuales se había desa­
semiterminados, elaborados en los países industrializados. Ejemplos típicos de rrollado el proceso de integración de la economía mundial a partir de la segun­
esta clase de operaciones fueron las realizadas en las fábricas de armado de auto­ da mitad del siglo XIX. El proceso se profundizó con la Segunda Guerra Mun­
móviles. Era más fácil restringir la entrada de vehículos que la de partes emplea­ dial, que interfirió en las rutas tradicionales de comercio y en el funcionamien-
das por fábricas locales, que ocupaban mano de obra y servicios nacionales. - to de los mercados internacionales de capitales.
La crisis del sector externo de los países especializados en la exportación J;·7 Concluida la guerra en 1945, se desencadenaron las nuevas tendencias del
productos primarios provocó considerables déficit en sus balances de pagos, 1 desarrollo y la globalización impulsadas por el avance del conocimiento cientí­
que fueron saldados, en primera instancia, recurriendo a las reservas de oro y fico y las nuevas tecnologías. Otra vez, cambios radicales en el orden mundial 1
divisas de que disponían. "La utilización del oro para equilibrar las cuentas volvían a enfrentar a la Argentina con nuevos desafíos pero, también, con op�r­
internacionales era necesariamente un recurso de duración limitada." Una vez tunidades inéditas.
agotado,

los países en esa situación siguieron una política de "sálvese quien pueda", recu­ 2. El tercer orden mundial
rriendo a los controles de cambio, las restricciones cuantitativas y otros medios
que llevaron a la regulación discriminatoria de las transacciones exteriores y a la Las nuevas tendencias del desarrollo y de la globalización a partir de 194.5 -··¡
consecuente rápida desintegración de la economía internacional.4 conformaron un nuevo sistema internacional, que, en el contexto de la historia
de la globalización, definimos como el tercer orden mundial.5 Los cambios
abarcaron todas las áreas cruciales para el desarrollo del país y su inserción
internacional. Las corrientes migratorias internacionales, que habían sido la
cuencia, la inversión privada. A esro se agregó una tendencia generalizada a nacionalizar esos
servicios.
4 Naciones Unidas, lnternational Capital MovementJ Dttring the lnter-war Period, ob. cit. 5 A. Ferrer, HiJtoria de la globalización 1y JI, ob. cit.
188 LA INDUSTRIALIZACIÓN INCONCLUSA LA ECONOMfA MUNDIAL: DE LA CRISIS DE 1930 AL PERlODO DORADO 189

principal fuente del po blamiento del territorio argentin o du


rante la et apa de l a Pero fueron las condiciones anormales que imperaron en la economía mun� ·
economí a primaria exportadora, cambiaron de origen y destino. Despu
és de dial durante la década posterior a la recesión de 1929 las que enmasca raron
1945, cesaron de proceder principalmente de Europa con
destino al Nuevo ciertas tendencias de la producción, la demanda y el consumo d e productos
Mundo y Oceanía, para provenir d e la periferi a subdes arroll
ada en África, Asia primarios, que venían insinuándose desde años antes. Estas tendencias habrfan'
y América Latina y dirigirse hacia Europa occidental y los Estado
s Unidos. Los \ de salear bruscamente a la superficie e incidir masivamente en la composición
cambios demográficos en la Arg entina pas aron a ser esencial
mente determina- \ del comercio mundial sólo después de la Segunda Guerra Mundial. C onviene
dos desde entonces por las migraciones internas dentro d
el país y la inmigra- Í deteners e en una breve referencia a las mismas.
ción procedente de países limítr ofes.
_,/,,; Concurr entemente con el impacto de la depresión sobre la economía mun­
/
dial en la década de 1930, se acentuó la influencia de algunas tendencias que
El comercio y la división internacional del trabajo estaban operando desde el comienzo d el siglo y que m odificaban profunda­

mente la composición de la demanda y de la producción mundiales. Esas ten­


A parcir de 1945, se produj eron cambios profund os r especto de la experiencia dencias responden, fundamentalmente, a las distintas elasticida des-ingreso de
histó rica. La composición del comercio, entre la década de 1870 y las víspéras la demanda de los divers os tipos de bienes y servicios y al progreso técnico. A
d e la Segund a Guerra Mundial. _revela una norable..f'St'lb.iJ.iAac!..t-o.h�7i.ri.-;i.:..p..- ,11eo.taa-q11c-creccd:1' T1Tgresu-scmd.:Suca1 1a-carapo�·ri...fau.Jab-gastu-¡:rorq11c-sc
ción relativa de los productos primarios y l as manufacturas. Aquéllos represen­ tiende a gastar menos en alimentos, cuya p articipación va disminuyendo en
taron en tod o el p eríod o cerca de las d os terceras partes de las exportaciones rel ación con el consumo t otal. En el c aso de las materi as primas, los fact ores en
mundiales t otales. Se traca de un hecho notable visco el fue rce a vance de la juego son más complejos y deben mencionars e, entre ellos, el uso de materiales
industrializ ación en el período y la pérdida de impor tancia relativa de la p;��--J sintéticos en cambio de materias primas naturales (como el desplazamiento de
ducción primari a en la p roducción total. Contribuyó a este hecho la incorpo­ las fibras natur ales por las sintéticas) y la mayor economía en el uso de materias
ración de l os países d e la periferia al comercio mundial y el activo comercio de
primas por su mejor aprovechamiento. C omo consecuencia, la demanda de
productos primarios entre los mismos p aíses industriales. El debilitamiento de determinad os productos tiende a crecer a menor velocidad que el ingreso, y
la particip ación de los alimentos y las materias primas agrop ecuarias en el co­ esta baja elasticidad-ingreso determina un deterioro relativo del gasto en esos
mercio total fue compensad o con el incremento de la corresp ondiente a las bienes y, cons ecuentemente, de su p articipación en la producción total. Lo__ .
materi as primas minerales, particularmente minerales no ferrosos .y petróleo. contrario sucede con otros bien es, como los d e consumo durable (automóvi­
En los setenta añ os corrid os entre 1870 y 1940, el comercio de productos les, electrodomésticos, etc.) y maquinarias y equipos, como también con la
primarios se expandió, p or lo tanto, al mismo ritmo que el comercio mundial dem anda de servicios en los que se advierte una rápida expansión, cal cual
de manufacturas. Este hech o fue de singular importancia para los países de la ocur re c on l os gub ernamentales, salud, educación y otros.
periferia en cuyas exportaciones l os productos primarios representaban más @progreso técnico, a su vez, impacta profundamente en la composición de
del 90% del total. El persistente ritmo de exp ansión d el comercio de produc­ la demanda y de la pr oducción. En el primer caso, p orqu e genera permanente­
tos primarios fue refor zado por el incremento de la p articipación d e los p�íses mente nuevos bienes y s ervicios que atraen proporciones sustanciales del gasto.
p erifé ricos en el mismo. Entre 1913 y 1937 esa participación se incrementó de En el segundo, porque determina la cantidad de mano d e o bra que es necesario
alreded or d el 36% al 50%. El 50% rest ante de las export aciones de pr oduct os
emplear p ara obtener determinadas cantidades de producción. De la conver­
prim ari os se distribuí a, aproximadamente, en un 15% para los Estados Unidos gencia de las elasticid ades-ingreso de la demanda y del progreso técnico depen­
y C anadá y el 35% para Eur opa.G de la modificación de la particip ación relativa de los diversos sectores en la
actividad produccívá:\ Un caso muy cla ro de esto es el de la agricultu ra. En este

sector la demanda tiende a crecer lentamente po r los factores apuntados y, al


6 A. G. Kenwood y A. L. Longheed, The growth of the intemationa! ecouomy 1820-1990,
mismo tiempo, el progreso técnico es muy rápido. En Europa occidental, por
Londres, Routledge, I 992.
ejemplo , la demanda de productos agr opecuarios en el período baj o análisis
190 LA INDUSTRIALIZACIÓN INCONCLUSA LA ECONOMfA MUNDIAL: DE LA CRISIS DE 1930 AL PERiODO DORADO 191

creció a menos del 2% anual, mientras que la producción aumentó al 3% y la ' Estos hechos provocaron cambios profundos en la división internacional
productividad por persona ocupada en el sector al 7%. De este modo, entre deÍtfabaj�:;la que se fundaba en la especialización de la periferia en las expor­
1950 y 1970, la población activa ocupada en el sector rural bajó de 20 millo­ tacionesprimarias y de los centros en las manufacturas fue desplazada por una
nes a 1O millones de personas en los países miembros, en aquel entonces, de la nueva división del trabajo entre los mismos países industriales. Detengámonos
Comunidad Económica Europea. En el caso de los servicios, el proceso es brevemente sobre este punto.
inverso al de la agricultura. La demanda crece rápidamente y la productividad El comercio de manufacturas entre los países avanzados se realiza en el niver;
muy poco, ya que el progreso técnico tiende a concentrarse en la producción de productos dentro de las mismas ramas industriales, fundamentalmente de
de bienes y no de servicios. Este factor, unido a los cambios en la composición las industrias intensivas en investigación. No se trata de una especialización
de la demanda, explica la rápida expansión del empleo en el sector. En los entre industrias sino dentro de cada industria al nivel de productos terminados,
Estados Unidos, por ejemplo, entre 1960 y 1970 el empleo en los servicios componentes y bienes de capital. Así, por ejemplo, en 1966 los países indus­
pasó del 58% al 63% del empleo total. triales absorbían el 60% de la producción de maquinaria y equipo de Bélgica y
Los cambios en la composición de la demanda y en la estructura de la pro- / Suiza, aproximadamente el 40% de la de Suecia y cerca del 50% de la de los
ducción y del empleo, bajo el impacto de las elasticidades-ingreso en la demanda Países Bajos. A su vez, la importación de maquinaria y equipo en la formación
y el progreso técnico, se registran también dentro de cada uno de los grandes de capital de esos países alcanza niveles sustanciales: las dos terceras partes del
agrupamientos mencionados: agricultura, industria y servicios. Los cambios son consumo aparente de maquinaria y equipo de Bélgica, cerca del 60% en los
particularmente notables en la industria manufacturera, en que las llamadas in­ Países Bajos, 52% en Suiza, y 36% en Suecia. 8 La especialización intraindus­
dustrias dinámicas (químicas y mecánicas) tienden a crecer más rápidamente trial en el nivel de productos se da prácticamente en la totalidad de los sectores
que las tradicionales (textil, alimentos y bebidas, maderas, etc.). Según un infor­ manufactureros de los países avanzados y, aunque los coeficientes de intercam­
me de las Naciones Unidas,? la participación de las industrias dinámicas en el bio son menores en los países de mayor dimensión económica, constituyen
valor agregado por la producción industrial en el mundo pasó del 56% al 62% proporciones crecientes y de fuerte impacto dinámico en la producción y el
entre 1948 y 1961. Esto implica que, en ese período, la industria dinámica creció comercio de todos los países industriales.
en 225% y la tradicional en 168%. Como el progreso técnico se concentra en la Es precisamente el impacto del progreso técnico sobre la estructura pro:·:
primera, el producto por hombre ocupado en ella, que en 1938 era 50% más ductiva y en la composición de la demanda de consumo e inversión lo que
aleo que en las industrias tradicionales, aumentó la diferencia al 90% en 1948 y explica su creciente especialización intraindustriaL La aparición de nuevos pro-,
al 100% en 1961. duetos o de sustitutos de productos tradicionales en años recientes ensanchó
Los cambios mencionados influyen también en los precios relativos de l�s las oportunidades de comercio entre los países desarrollados. Recordemos, por
distintos bienes y servicios. En general, tienden a abaratarse relativamente los ejemplo, los plásticos, las resinas y fibras sintéticas, nuevas aleaciones y difu­
bienes en que el progreso técnico y la productividad avanzan más rápidamen­ sión del aluminio, nuevas drogas y antibióticos, equipos electrónicos y tantos
te. Esto se agudiza si la demanda es débil en los sectores de rápido cambio otros productos derivados del vertiginoso cambio técnico contemporáneo. Eil
tecnológico. De allí, la caída generalizada de los precios relativos de la agri��l�_ avance continuado y la economía creciente en los sistemas de transporte marí-
tura, y esto explica, en gran medida, el deterioro de los términos de intercam­ timo, aéreo y terrestre, la difusión de los sistemas de cómputo y procesamiento
bio de estos productos en el comercio internacional. El mismo fenómeno se de datos y la revolución en las comunicaciones contribuyeron también a forta­
produce en los precios relativos de la agricultura en el nivel nacional. En los lecer la interdependencia entre las economías avanzadas.
países desarrollados, se disminuye la influencia de estas tendencias mediante La difusión del progreso técnico y la semejanza entre las estructuras pro:
fuertes políticas de protección y sostén a la agricultura, que debilitan aun más ductivas, lejos de hacer desaparecer las ventajas comparativas y disminuir las
el peso relativo de los productos primarios en el comercio internacional.
8 Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (ocoE), The engineering industries,
7 Naciones Unidas, The growth ofworld industry. Nueva York, 1965. París, 1967.
192 LA INDUSTRIALIZACIÓN INCONCLUSA LA ECONOMÍA MUNDIAL: DE lA CRISIS DE 1930 AL PERIODO DORADO 193

posibilidades de intercambio, ampliaron vertiginosamente las oportunidades\ manufacturas aumentaron en 199% y las de productos primario s e n 88%.
de comercio entre los países desarrollados. Este proceso compensó co n creces Particularmente lento fue el aumento de las exportaciones de productos agro-
la mayor gravitación de los secto res de servicio s que par ticipan en menor me: ' pecuarios, con el 61 o/o.
dida del comercio inte rnacional. La creciente ap ertur a externa d e los sector es '. D e este modo, la participación de lo s productos primarios en las exporta­
productores de bienes, fundamentalmente de la industria manufacturera, com­ cio';:;�, mundiales declinó del 66% en la década de 1930 al 46% en 1960 y al
pensó con amplitud ese camb io estructural de la producción y permitió el 35% e n 19�ntre lo s mismos años, las de manufacturas siguieron esta evo-
incremento de los coeficientes de exportación e impo rtación de los países avan­ lución: 34, 54 y 65% .
zados. La expansión del comercio internacional se apoyó en e l rápido crecimÍe·ñ� /
. , . . 1· f
La especialización intraindustrial se manifiesta, también, al nivel del d esa­ to de las exportaciones de manufacturas en ere los m ismos pa1ses m dustna 1-,
rrollo científico y tecnológico. Las actividades d e investigación y d esarrollo se zados. Conforme a la matriz del comercio mundial, el intercambio_ en_t_re�
concentran pr ácticamente en los mismos sectores intensivos de investigación: países avanzados pasó del 47% al 56% del total de las exportacione s mundia­
industrias aeroespaciale s, e léctricas y químicas equipos no eléctricos, produc­ les entr e 1960 y 1970. En e sta te nde ncia influ yó l a formación de la C omuni­
tos metálicos e industr ia automo triz. Esto im plica que la esp eci alización en dad Económica Europea y la r ápida expans ión del intercamb io intracomuni­
materia de desarrollo tecnológico se realiza dentro de cada sector, particul ar­ tario. Pero la misma tendencia opera en el conjunto de las re laciones e ntre
ment e en aquellos intensivos en investigación. Esta e specialización es singular­ lo s países avanzados.
mente manifiesta en los países d esarrollados d e menor dimensión económica, De ntro del comercio de manufacturas se registran las mismas tendencias
que pueden abarcar un frente de d esarrollo ind ustrial y tecnológico m eno s que en la producción industrial m und ial, esto es, el aumento de la importancia
amplio. relativa de las exportaciones emanadas de los sectores industriales d inámicos.
Como se sostiene en un informe d e la Organización de Cooperación y Se trata de una tendencia de largo plazo en el comercio mundial. S egún
Desarrollo Económicos (OCDE), Maizels,IO las exportaciones derivadas de las industrias mecánicas, me talúrgi­
cas y químicas, provenientes de los principales países exportadores, representa­
en las áreas donde se producen rápidas modificaciones tecnológicas, o donde ron en 1899 el 39% de las exportaciones rotales de manufacturas, en 1929 el
aparecen continuamente nuevas oportunidades comerciales, existen mayores 50% y en 1959 el 71%.
ocasiones de especialización en el interior de cada sector: entre diferentes tipos En los países desarrollados, entre 1960 y 1970, la relación entre las exporta-/
de aviones, artículos electrónicos, productos farmacéuticos o material de trans­
cione s y el producto bruto interno aumentó del 9% al 11o/o. 11 liste promedio �
porte. De este modo, la especialización tecnológica sigue un curso distinto al
de los patrones clásicos de especialización, por ejemplo, entre la lana y el vino, fuertemente influido hacia abajo por la presencia de los Estados Unidos, que
o entre la agricultura y la electrónica.9 tenía entonces un bajo coeficiente de exportaciones (5%). En el caso de la Co­
munidad Económica Europea (CEE) el coeficiente pasó del 15,5% al 18,2% en­

\.I:::t especialización intraindustrial en el niv l


e d el comercio ds_1:1anufacturas y tre 1960 y 1970. La interdependencia creciente entre países avanzados se refleja
del desarrollo tecnológico tiene lugar entre economías integr;&as, heciencemente en la composición de sus importaciones, concentradas en productos manufactu­
abiertas al proceso de interdepe nde ncia entre los países avanzado s. rados. En los Estados Unido s, por ejemplo, entre 1960 y 1970 las manufacturas
La composición del comercio internacional registró plenamente estas tén;·, pasaron del 43% al 65% de las importaciones to tales, en la CEE del 48% al 61%,
dencias. Entre 192 8 y 1955-1957 las exportaciones mundiales de productos· en Gran Bretaña del 32% al 51% y en el Japón del 22% al 30%.
primarios (excluido el pe tróleo ) aumentaron e n 14%, pero las de manufacr¡;:�
ras crecieron en 103% . Entre 1960 y 1970 las exportaciones mundial es de
10 Alfred Maizels, Industrial growth and world trade, Londres, Cambridge Universicy
Press,1963.
9 OCDE, Conditions dtt meces de l'innovation technologique, París, I 971. 11 Datos para los países miembros de la OCDE.
194 LA INDUSTRIALIZACIÓN INCONCLUSA LA ECONOMfA MUNDIAL: DE LA CRISIS DE 1930 AL PERiODO DORADO 195

Las corporaciones transnacionales y las corrientesfinancieras En 1972, el valor de libro de las inversiones directas de las corporaciones
multinacionales, en todos los sectores productivos, ascendía a alrededor de u$s
Estas áreas de la globalización también experimentaron cambios profundos a partir 150.000 millones, de los cuales, alrededor de dos terceras partes correspondían
del fin de la Segunda Guerra Mundial. Las inversiones privadas directas conserva­ a inversiones de corporaciones norteamericanas. Ese valor creció a tasas anua­
ron vigencia en la explotación de ciertos recursos naturales (fundamentalmente les entre el 9% y el 10%.
petróleo y minerales no ferrosos), pero la mayor parte de las mismas se desplazó A partir de 1945, las inversiones de las corporaciones multinacionales.se
hacia la industria manufacturera. Se trata de un hecho relativamente nuevo en la orientaron preferentemente hacia las mismas economías avanzadas. Hacia 1970,
historia económica mundial. Cierto es que las inversiones privadas directas en la alrededor de las tres cuartas partes de las inversiones privadas directas origina­
industria registran antecedentes desde mediados del siglo XIX, particularmente con · · rias de los Estados Unidos se concentraban en la industria manufacturera de
el surgimiento del rol hegemónico de los Estados Unidos en las décadas de 1920 y los restantes países industrializados. Los países avanzados recibían entoncC:s:
1930. Pero, hasta entonces, la mayor parte del capital privado se había orientado prácticamente la totalidad de los pagos en concepto de patentes, licencias y
hacia las inversiones de cartera en títulos y valores de los países importadores de know-howy eran, al mismo tiempo, los principales usuarios de las transferen­
capital. La inversión privada directa se concentraba entonces en la explotación cias de tecnología. En el período, los Estados Unidos recibieron alrededor del
de servicios públicos y de recursos naturales. Todavía en 1946 cerca de una tercera 60% de todos los pagos por aquellos conceptos y de ese total el 80% fue paga­
parte de las inversiones directas de los Estados Unidos en la América Latina se do por los países europeos, Canadá y el Japón.
concentraba en los servicios públicos. Las inversiones en la industria manufacture­ Las inversiones en el exterior de las corporaciones multinacionales, princi­
ra representaban sólo el 13% del total. La situación era todavía más evidente en el palmente las de los Estados Unidos, fueron un factor fundamental del sistema
otro gran exportador de capital hasta la década de 1930, Gran Bretaña. de división internacional del trabajo formalizado entre los países avanzados..
La expansión internacional de los grandes conglomerados industriales de Son las corporaciones que operan en las industrias intensivas en investigacimrl
los Estados Unidos y otros países avanzados surgió con gran impulso después las que tienen un papel más dinámico en ese proceso, tanto en el nivel de las i
de 1945. Su origen radica en el propio proceso de concentración y aglomera- inversiones y las ventas en cada mercado en que operan como en sus exporta­
. ción en los Estados Unidos y en la proyección externa de la capacidad de acu­ ciones. Además, las transferencias tecnológicas ·desde los Estados Unidos se
mulación y crecimiento de las grandes empresas. Conviene, solamente, pro­ orientaron crecientemente en el marco de las corporaciones y sus subsidiarias.
porcionar algunos indicadores de la intensidad del proceso. Hacia 1970, el El papel de las corporaciones norteamericanas como principales transmiso­
80% de las inversiones privadas directas de los Estados Unidos en el resto del ras de la tecnología desarrollada en los Estados Unidos fue patticularmente
mundo eran propiedad de 187 conglomerados industriales de ese país que importante en Europa y Canadá. En cambio, el Japón incorporó la tecnología
poseían más de 10.000 subsidiarias. La producción de estas subsidiarias ascen­ foránea fundamentalmente en sus propias empresas nacionales, bajo contratos
dió en 1968 a u$s 130.000 millones, equivalentes a 4 veces el valor de las de patentes, licencias y otras formas de transferencia.
exportaciones norteamericanas en ese año, lo cual muestra que la principal Simultáneamente con la expansión de las inversiones privadas directas, se
vinculación de los Estados Unidos con otros mercados era ya entonces la pro­ produjo después de 1945 un rápido aumento de las corrientes financieras,
ducción en los mismos antes que el comercio exterior. especialmente los movimientos especulativos de capitales de corto plazo. El
Las subsidiarias de las corporaciones norteamericanas destinaban entone�� 1 hecho de que, por ser el dólar un activo de reserva internacional para el resto
alrededor del 80% de su producción a los mercados internos donde operaban i del mundo, los Estados Unidos pudieran financiar el déficit de su balance de
Y la mayor parte del financiamiento para su expansión, en torno también del ·, pagos con emisiones de su propia moneda y en títulos denominados en dóla-
80%, provenía de recursos internos generados por aquéllas. Esos recursos in­ res, provocó un fuerte aumento de la liquidez internacional y la multiplicación i
ternos incluían las ganancias reinvertidas, los créditos locales y los obter{ido;' de los instrumentos de activos y pasivos financieros. Progresivamente, el mo':i-_"
en terceros países. Estas características son comunes a las de las inversiones en miento internacional de capitales líquidos se fue convirtiendo en un universo
el exterior de corporaciones industriales de otros países avanzados. autocontenido, en el cual las transacciones se independizaron crecientemente
196
LA INDUSTRIALIZACI
ÓN INCONCLUSA
LA ECONOMÍA MUNDIAL: DE LA CRISIS DE 1930 AL Pl:.JÚODO DORADO 197
del m undo real de la pro ducc
ión, las inversiones y el co
E ste comp ortamiento y la mercio internacionales. . .
dimensió n de las cuantiosas salidas de capitales a 1argo lazo debido a la expansión de sus corpo-
car ían a parti r de la déc corrientes financieras se m . .
ada de 1970, y
ul cipli­ rac10 nes hac1 a e¡ exteno · r y a otros gast P os v'.mcu1ados co n la posic ión política y
evolución y en la
tendrían profunda infl u .. , d1-
ins erción externa de la eco encia en la militar norteamenc · ana en el resto del mundo. Esto generó una progresiva per .
de Estado de 1976
nomía argentina desp ués . .
. del g olp e
da de 1as reservas de oro de los Estados Umdos, que de u$s 22.000 millones en
1957 cayeron a u$s I O . 500 m1.llones a med1ºados de 1971 En esta mi sma época
El orden monetario y el régi 1as tenenc.ias de dólares en el resto de1 mundo ascendían a u$s 65.000 millones,
men comercial .,
con ¡o c-ual su encaj e oro (esto es, relac10n c enencias de dólares/reservas norte-

t
A p ar ti r de 1945 s e fu e .
ron r econscicuyendo, pro americanas de oro) cayo' al 16o/c De allí las frecuentes crisis del sistema moneta­
m ultilater ales de las relacio g r esivame nt e , l as ba;;;
nes comerciales y financieras rio internacional e n la década e 1960 que cu!minaron con la i nconver ribilidad
habían derrumbado con la int ernaci onales que se _ '.
g ran depresión de l a décad del dólar dispuesta por el presidente Nixo� n 1971, el abandono del régimen de
mundial. a de 1930 y la g uer
ra_• paridades fiIJ.as y su sustitución por un regim � en de flotación de las principales
. .,
El sistema monetario s e as
entó en los acuerd
os de Bretton Woods de 194 monedas, mi. entras la Comumº dad Econom , 1ca Europea avanzaba en la creac10n
que establecieron un r égime 4, . . . .
n monetari o apoyado en pa de un sistema monecar i o comu mtano. O e todos modos' la interdependenc1a
y en normas d e di scip lina ri dades cambiarias fijas . .
fiscal y m onetaria de los pa fundamental entre los países cap1ralºIStas 1mp1. d.w, l a ruptura de las reglas del J uego
íses miembros d el Fondo _ .
Mon etario Internacional.
A medida que se fu e afian za
ndo la rec uperación e-co:i
. ,
ª
y promov10 la bu, squed permanence de encend1m1en
_
tos bas
.
, 1c os.
.
n ómica de los .
países e uropeos y del Japón
, avanzó firmemente el p En el r,eg1men comercial , se avanzo, urme mente en el proceso de liberación
e,
libre conver tibilidad de las roceso de .
monedas de los p a íses avan del comerc10 de manuf; cturas medº1ance 1a reducción d e los niveles arancel a-
zados, que quedó prác-; .
'.15 resªtn. cn. v as del comercio. Est e proce so de liberación co-
ricamente consumado a m , .
edi ados de 1a déc ri os y otras pracnc
ada d e 1950. ·
Desde los acuerdos de Bret mercial se enc uadro en el s no d el GATT (Acuerdo General de Tarifas y Com r-
c on Woods el sistema se ap � �
sobre el dó lar. A oyó crecientem
esto contribuyeron dos fac ence cio), que en el �urso de van s �uedas de ne ociaciones produj o una sustancial
posición hegemónica de lo tores principales. Por un l �
ado, la
s Estados Unidos
ya mencionada. Por otro, el rebaj a d e los mveles arance ar'. os. E n dive!os productos agrícolas, como los
crecimiento d e la p roducc lenco procedentes de 1 os pa1ses ' de clima temp1 ad0, y. en manufacturas sensibles para
ión de oro que, en la d écada
0,3% anual, contra más de de 1960, sólo c re
ció al . . les, como 1 os cexn·1es, subsistió una bater ía de medºd
l I 0% de las transacciones fi las econom1,as mdustna 1 as
internacionales. Por otra par nancieras y come . .
rcial es ; . para de r:render 1a pr aducción interna d e los pa1ses ,
re , la libra esterlina perdió p prorecc10111stas Y subsidws
deter io ro definit rogresivamente, c
o�
. ,
ivo de la g ravitación br itánic ind u stria l es , co mo en el caso de l a po !'me a a gnc o¡ a común de la C omumºd ad
cativ o como moneda de re a en el m u ndo, un papel signifi­
serva. De hecho, el sistema Económica Europea.
creci encemente s monetari o se apoyó
obre un patrón d
ólar-oro.
En este proceso el déficit del
balance de pagos de los Estado
componente indispensable p s Unidos era un
ara formar las rese
rv
·' del sistema centro-periferia.
3. La decL.znaczon
as de dólares del res
do. Pero el si stem
a se ap oy aba, al
to del mun­
mismo tiempo, en la confi
c on v er tibilidad del an za sobre la
dólar en oro y, e
n última instancia, sobre l Las nu ev as tenden ci.as de la globalización deb1·¡·ltaron e1 s1· stema centro-perife-
p o sic ió n fin anci era int e a s oli dez de la . . .,
r nac i on al de los Estado r ia predominant e duranre e ¡ segundo orden mund1ºa l · La t radicional d1V1s1o n
crecien cemence comprometid s U n i do s . Est o
qu ed ó _
o p or el deterioro
prog resivo del balance de pa del trabaj o entre pa1,ses ·mdus m ales y econom1'as especializadas en la exporta-
norteamericano. E n el plano . º ' .
comercial, las exportaciones gos •
ció n d e productos pnmanos · perd1ó . vw enc1.a dmam·1 ca y deJ·o de c onsti tuir un
lentamente que las de otros tendieron a crecer
má s _
países industriales, y el más ráp camm . o v1.a61e para e1 esrr
,,....ec ham1ento d"e 1 as re1ac iones económicas internacio-
impor taci ones norteam ericana ido crecimiento de las . nal de1 traba-
s convirtió, a fine
s de la década de I 960, el sup nales . SurgiQ,�en camb1º 0\ nuevo si.stema de dº1v1· s1· ón i nternacio
rávit en un déficit comerci e­ �. e
al. Por otro lado,
.
j o en el mvel de.1 •mr ercambio de manu1act uras, tecnolo gía y capitales entre
los Est ados Unidos mantu .
vie ron
países industrialmente avanzados, que enc uadra d esde 1945 el proceso de mee-
198 LA INDUSTRIALIZACIÓN INCONCLUSA LA ECONOMIA MUNDIAL: DE LA CRISIS DE 1930 AL PERIODO DORADO 199

gración de la economía internacional impuesto por el progreso técnico·.71,a mos niveles en 1950), al 21o/o en 1960 y al 17% en 1970. Esta declinación se
cobertura de este sistema es más restringida que la del anterior y margina de las registró no sólo en relación con el conjunto del comercio mundial sino, ade­
corrientes dinámicas del comercio mundial a los países de la periferia, salvo a más, con respecto al comercio internacional de productos primarios. En 1937
aquellos que respondieron con eficacia a las nuevas tendencias. los países periféricos proporcionaban el 50% de las exportaciones mundiales
Por otra parte, el crecimiento de los países de la periferia genera una cte:--i de estos productos; en 1970 su participación declinó al 44%.
manda dinámica de importaciones, particularmente en maquinarias, equipos Las nuevas tendencias de la globalización, a partir de 1945, debilitaron la
y otras manufacturas, que crece a un ritmo más acelerado que el de las expor­ correa de transmisión del crecimiento de las economías industriales avanza­
taciones de productos primarios. De este modo, a partir de 1945 esos países. das hacia el resto del mundo. En la economía mundial de la preguerra, y
enfrentaron, con pocas excepciones, un desequilibrio externo crónico. Se ge­ sobre todo bajo el período de hegemonía británica, la expansión de la pro-
neró así un problema de "brecha de divisas", que incluye países que disponen ducción, los ingresos y la demanda de los países avanzados se transmitía a
de un potencial de ahorro suficiente como para sostener tasas relativamente través del crecimiento de las importaciones de alimentos y materias primas y
satisfactorias de crecimiento. En tales países, como en el caso argentino, ef de las inversiones para desarrollar la capacidad productiva en el sector prima­
estrangulamiento externo resultó un obstáculo severo para la formación de rio y en actividades conexas. Era ésa la forma específica de participación ge la.,
capital. periferia en los frutos del progreso técnico de los países industriales en el
·- ,
El deterioro de la posición internacional de los países subdesarrollados se! esquema de división internacional del trabajo que caducó en la década de
reflejó en su creciente endeudamiento exterior. La deuda pública externaA�. 1930. Los trabajos precursores de Raúl Prebisch contribuyeron al esclareci­
estos países pasó de u$s 6.000 millones en 1955 a u$s 67.000 millones en miento de ese proceso.
1970. En este úlcimo año, los servicios de esta deuda gravitaban pesadamente Dentro de los países periféricos, un reducido grupo de ellos, que habían
en los balances de pagos de numerosos países en desarrollo. Por ejemplo, en los sido posesiones coloniales hasta su independencia posterior a 1945, comenza­
tres mayores países de América Latina, la Argentina, el Brasil y México, la ron a responder a las nuevas tendencias de la globalización mediante la rápida
relación entre esos servicios y las exportaciones se ubicaba en torno del 20%. expansión de su industria y su competitividad internacional, la capacitación de
La corriente de inversiones privadas directas hacia la periferia perdió im­ sus recursos humanos y la incorporación de las ·nuevas tecnologías en su tejido
portancia relativa én el conjunto operacional de las corporaciones multinacio­ económico y social. Es decir, comenzaron a zafar del subdesarrollo y de !�
nales. Sin embargo',junto con las inversiones en áreas tradicionales, como pe­ subordinación, en los que permaneció gran parte del resto de la periferia, in-
tróleo y minerales no ferrosos, crecieron sustancialmente las realizadas en la cluida América Latina.
industria manufacturera dentro de los procesos de sustitución de importacio­
nes vigentes en varios países, particularmente los de mayor tamaño dentro del
mundo subdesarrollado: En el pasado, las inversiones privadas extranjeras con­ 4. Elperíodo dorado
tribuían a ampliar la capacidad de exportar, generando los recursos necesarios
. para pagar los compromisos emergentes de las mismas. En el nuevo contexto, Entre 1945 y principios de la década de 1970, la economía internacional r�gis�'
tales inversiones agravaron el problema del desequilibrio externo. tró una expansión sin precedentes históricos, tanto en términos de producción,
Dado el comportamiento del comercio de productos primarios, y el hed;oj como de comercio, transferencias de capital y tecnología.
de que éstos representan más del 80% de las exportaciones de los países subde-i Las exportaciones mundiales pasaron de u$s 60.000 millones en 1950, a
sarrollados, declinó la participación de estos países en el comercio mund�al.¡ u$s 128.000 millones en 1960 y u$s 313.000 millones en 1970. Entre 1950 y
Recuérdese que los productos primarios representaban en 1937 alrededor cfe1 1970 la tasa de crecimiento del volumen de las exportaciones mundiales fue
63% de las exportaciones mundiales, el 44% en 1960 y el 34% en 1970. Con­ del 8,5% anual contra el 3% en el segundo orden mundial. Además, el comer­
secuentemente, los países periféricos declinaron su participación en las expor­ cio creció a tasas más rápidas que la producción mundial de bienes. Entre
taciones mundiales del 30% en 1937 (proporción que se mantenía en los mis- 1960 y 1970, ésta creció en 69% y el volumen de las exportaciones en 114%.
LA ECONOMÍA MUNDIAL: DE lA CRISIS DE l930 AL PERIODO DORADO 201
200 LA INDUSTRIALIZACIÓN INCONCLUSA

En codos los sectores productivos -agriculcura, minería e industria manufactu­ El período dorado se desenvolvió en el marco de la guerra fría. Ésta tu-vo
rera- las exportaciones crecieron más que la producción m undial. Pero la dife­ importantes repercusiones en la esfera política y en las tensiones de l sistema
rencia de ritmo de crecimiento fue más fuerte en la industria man ufacturera internacional. Una de sus manifestaciones fue la dimensión de los gasros mili-
q ue en los otros sectores, pese a que la expansión de la producción de éstos tares, sin precedentes en tiempos de paz. En 1970, los gastos militare s cot;k;
es, equivalentes de l 6,5% del
resultó también mayor que en el pasado. en el mundo representaban u$s 216.000 millon

,._ Al fin de la Segunda Guerra Mundial la economía norteamericana surgió producto bruto mundial, el 40% de la acumulación total de capital y el 70%
,
en una posición hegemónica inc uestionable en el mundo capitalista. A su di­ de las exportaciones mundiales totales. Cerca del 70% de aquellos gastos mili­ ' '
,¡'
mensión continental y al nivel de desarro ll o alcanzado, se agregó la destruc­ tares correspondieron a los Estados Unidos y la Unión Soviética. Es un hecho
los
ción sufrida por los otros países avanzados durante el conflicto bélico. H;d;', indicativo del formidable impacto de los progresos técnico y científico, que
s hayan p dido s stener sa cuantios a sterilizac ión de re­
fines de la década de 1940, la frontera de la hegemonía norteamericana termi­ países desarrollad o o o e e

que elevaban sus niveles de d sarrollo y bienesta r. En


naba prácticamente e n la de la Unión S oviética, Europa oriental y China. La , cursos al mismo tiemp o e
de las
gravitación económica se proyectó al plano militar y político, asumiendo los : la Unión Soviética, en cambio, la dimensión del esfuerzo bélico fue una
a la implosió n d l sistema y al derrumb e
Estados Unidos el papel de líder y protector del "mundo libre" frente a las i causas que llevaron posteri ormente e

4,el régimen soviético y de sus satélites de Europa oriental . De cualquie r modo,


potencias comunistas. De allí s u rgió el esquema de la bipolaridad entre los/
Estados Unidos y la Unión-Soviética, apoyado en el equilibrio del pod� tk, confrontación Este-Oeste de aquellos años tuvo influencia principalmente
nuclear de las dos superpotencias. en las tensiones políticas del sistema internacional porque, en el plano econó­
mer­
Los países de Europa occidental y el Japón superaron progresivamente � mico, los países del area soviética siguieron siendo actores marginales del
cado mundial, con una participación en el mismo del ord e n de sólo e l 10%.
consecuencias de la guerra y recuperaron su peso relativo en la economía mun- ;
dial. Los Estados Unidos contribuyeron a ese proceso mediante una cuantiosa ) íHacia 1930, la Argentina había adquirido ya una dimensión económica
a
transferencia de recursos que facilitó el proceso de reconstrucción de posguerra co�derable e n términos de población e ingreso por habitante. Esto implicab
tenía su
de esos países, incluidos los vencidos, como Alemania y el Japón. En el caso de una demanda interna amplia y diversificada que, sin embargo, no
Europa, la donación de maquinarias, equipos y materiales dentro del Plan Marsh�l réplica en la estructura productiva ni en la composición de las exportaciones,
representó, entre 1948 y 1953, el 5% del producro bruto interno delos países debido al insuficiente desarrollo industrial. De todos modos, el desarrollo del
de
beneficiarios. La formación de la Comunidad Económica Europea (Alemania, país hacia 1930 no podía ya encasillarse en los límites estrechos de l modelo
Francia, Italia, Holanda, Bélgica y Luxemburgo) en 1958 estimuló el desarrollo la economía primaria exportadora.
económico de las economías participantes del sistema, y esto, j unco con la verti­ A los cambios de la realidad interna se añadieron los de la eco nomía mun- \
ginosa expansión del Japón, alteró en pocos años las posicio nes relativas dentro dial que, a partir de 1930, profundizaron la crisis del modelo de la economía \
e
del mundo capitalista que imperaban en la temprana posguerra. primaria exportadora y le quitaron coda viabilidad histórica como encuadr
y c m vía de inserció n en la econom ía mundia l. La¡
Un hecho notable de la experiencia del período dorado es que, pese al có-i;d� del desarrollo del país o o �-..J
es
nuo predominio de los Estados Unidos en el campo tecnológico y en el de las participación de las exportaciones argentinas en las exportaciones mundial
al 1,5% n 1950 y a! 0,5% en 1970. Cierto es
inversiones privadas directas, disminuyó el peso relativo de este país en el mar­ totales declinó del 3% en 1929, e

que la pérdida de posición del país en algunos rubr o s tradici o nales de exporta­
co de los países avanzados.
La participación norteamericana en algunos indicadores básicos para ·10.f' ciones, como cereales y carnes, contribuyeron a esa declinación. Pero la misma
de
valores agregados de los Estados Unidos, la Comunidad Económica Europea, era inevitable, vista la transformación del comercio mundial y la pérdida
s en el mism c merci mundial .
el Reino Unido, Canadá y el Japón bastan para ilustrar e l tema. Entre 1950 y, significación de los productos agropecuario o o o

1970, la participación norteamericana declinó en la producción de acer�-�f�f'


62% al 36%, en la de automóviles del 82% al 40%, en el product o bruto del
71 % al 53% y en las exportaci ones del 41o/o al 23%.
)(V. Las nuevas condiciones del desarrollo

Hacia 1930 concluyó la etapa de la economía primaria exportadora. Convergie­


.. ron en esa época dos factores de origen interno y la transformación radical del
contexto externo que encuadró el crecimiento desde mediados del siglo XIX.
En el plano interno, la ocupación total de las tierras dentro de la fronte·¡:;-•
pampeana, consumada hacia la década de 1920, ponía término al proceso tradi­
cional de aumento de la producción rural: la ocupación de nuevas tierras. Hasta
entonces, el progres9*!Vltf' había acompañado la expansión de la superficie
explotada; pero el rápido crecimiento de la producción agropecuaria y de las
exportaciones hubiera sido imposible sin la previa ocupación y la explotación de
nuevas tierras dentro de la frontera pampeana. De allí en más, el aumento de la
producción pasó a depender de los rendimientos por hectárea, esto es, del cam­
bio tecnológico y la mecanización de las explotaciones rurales. Por otro lado, el
tamaño y la complejidad de la economía argentina, en términos de población,
ingreso por habitante y diversificación estructural, imponían la integración cre­
ciente de la actividad productiva a través del desarrollo industrial.
Al mismo tiempd, en el plano internacional, la pérdida de dinamismo en la
demanda de productos· agropecuarios de clima templado alteró·radicalmente
el papel que la economía internacional había jugado, desde mediados del siglo
XIX, en el crecimiento ec�nómico. '
i
¡ 1

!
Este conjunto de circunstanci;s, internas y externas, determinó la pérdiéla·
del rol hegemónico del sector agropecuario de la región pampeana como pro-
motor del crecimiento de la economía nacional. Al mismo tiempo, provocó la
quiebra del tradicional sistema de vinculación internacional de la economía··
,
argentina apoyado en una elevada capacidad de pagos externos, generada en
las exportaciones agropecuarias, y destinada a satisfacer una proporción im­
portante de la demanda interna de consumo e inversión y a cubrir los servicios
del capital extranjero invertido en el país.
En conclusión, a partir de 1930 dejó de ser posible el crecimiento de�
economía argentina dentro de los límites del sistema primario exportador. A
partir de allí, era impostergable sustituir un crecimiento, inviable en las nue;;;--'

203
205
DEL DESARROLLO
LAS NUEVAS CONDICIONES
204 LA INDUSTRlAL!ZACJÓN INCONCLUSA

ésticos, podía registrar un au�ento


circunst ancias del mundo y del país, por el desarrollo fundado e n incorporar mente s1mp. les, como textiles y electrodom · · es
.
, el empleo mediant e
la sola res m c c·1o, n de importac1o n
tecn olo gía en el tejido produc tivo y social, vincular la transformación de la d I d ile ma �
del crecimie nto, se plant��b� el;
demanda con la de la oferta, incluir valor agreg ado y manufacturas a las expor­ P:r: :;: v�:�;:t:da esta vertiente c mp l JI a . ra preciso
da su
u inserción en e l mundo en ro
o e
taciones cerrando la brecha tecnológica del comercio exterior, y generar proce­ r un est bi:i� d raz� a-
onibles y manten
a a
:::;:��e �a�ent e los factores disp
e
; :
sos ininterr umpid os de aculllulación de capital, conocimi entos y capacidad de bas n g n �:¡ u-
sobre la
1 m
fina nz púb li s e e u re

ble de precios reformar as
l as ca
gestión y arbitr aj e de las tensiones inherentes al profundo proceso de transfor­ ofier ta e �
o y el au mento d e la
o c q {d d, l tr ansparencia del gast :�:�
mación que se inauguraba en l a n ueva etapa. tari on e u a a
p c1· d r nt
, ha'b"Jtat, segund · ad) , genera r es a o s e e
úblicos ( salud , educac1. 0n, I �-
En este capítulo observaremos los nuevos dilemas de la economía argentina
ra p duc tiva e ident ificar lo� sectores l'd
�ad difundidos en roda la estr uctu ,
ro
en un mundo que, entre 1930 y 1945, soportó una crisis profunda y una guerra paci d r nta b!-
rmac1. on P ara res paldarlos - es os e e

mundial y que, a partir de 1945, inició un acelerado crecimiento y la expansión res del crecimiento y la transf.o . .
ir 1 f. dera lis
ritorio nac1onal para constru
e e mo

de las relaci ones internacionales. Observaremos, primero, los cambios que se_ lidad, asimismo, en codo el ter
sob s .
avecinaban en la composición de la dema nda y de la oferta, la sustitución de s in e na -
�t�: �:::�: : ítico de la nueva etapa era ge nerar competi��vidad t r
importaciones, el desarrollo industrial y agropecuario y el papel del Estado en las g1on p�pe_ana y
. fundada en la fertilidad de la re
nuevas circunstancias. Veremos, después, el contexto institucional y político pre­ c1onal más allá de la primaria, de l comerc10 mteE-:
l país Las nuevas tendencias
valeciente en la etapa de la industrialización inconclusa, su impacto en la evolu­ en �eros recurso: natural de o amplio , es decir, �

�::�:::ii:,
e
s �eso de a�umulación en sentid r i
ción del sistema y su epílogo, a mediados de la década de 1970. l contenido tecno lógi co de l c
ome c o
�!q::r:: �::ar la brecha en e
ext erior. ' complej a y
ad a vez mas
e la econom,1a fiue c
l. La demanda global y el mercado interno A parti. r de 1930 , l a gestión d ·
af,ios y 1as oportumdades de
s respuestas a los des
depend.1ente de la calidad d e la · al .
la globaliz ación. Y, por lo ta
nto, de la densidad nac10n
En las condicion es anteri ores, tanto baj o las reglas de l parrón oro como las d�C
papel moned a inconvertible, la economía funcionaba bajo un régimen piloto
automático. La política económica convalidaba las decisiones del mercado y su one s
impacto en el bal ance de pagos. En el largo plazo,' la demanda global y la 2_ La sustitución de importaci
economía crecí an impulsadas p or el aum ento de las expor taciones. 1 vid ad e in gresos depe
nde de_ las -
el de ocupac ón, acti
i
En una e nom ía cuyo niv de upo
En las nuevas circunstancias, el mercado interno asumía un p;_pel funda- ! u encia de medidas
co
, as
n �e es r ll
mental en el crecimiento. El consumo y la i nversión dejaban de ser v ariables exportaciones, la contracció 1: :ano d ob y c ap acidad
ac1ón de P :�:• ;;
e ra
.
derivada s del comportamiento de las exportaciones y debían sustentar se en el comp ensaron• 0 , a la desocup ., ivel de ingre s s y c nd .
1c1o nes
les y a una reducc10n de l n
o o

aumento del ingreso real/con sumo y d el ahorro/inv ersión y, en definitiva , en el productiva disp onib .
nc1a d P_r si­
. te n d
exportaciones mantienen una
e e e

crecimiento de la productividad de los factores productivos disponibles. Cuan­ de v1. da de la pobl ación. .Si las nte y, n tu a-
económico c recerá más le ntame
e s1

do se introduj o el control de cambios y la liquidez y el gaseo de consu�o··e va en el largo plazo, el sistema er a ni ve es má s baj d e ocu -
ede estancarse o a�n r�t roced
l os

inversión quedaron desvinculados del movimiento de los pagos internaciona­ cion es e xtremas , pu
. zanva.
les, la política económica asumió respon sabilidades desconocidas hasta e nton­ pac10n , , .ing resos y complejidad or gam o compensa-
. , n, adoptar medidas de tip
Fl p-gbierno ouede . ante esta s1. tuac10 . .
ces. La moneda, el gasto público y el tip_o de cambio (es decir. Jos_o¡eci.os_ rte de la inver sión pnvada me-
,, relativos, la demanda global, la producción y el empleo) pasaron a dep ender en tono
.= ( anc1. a- m1
fim '. ento. de l déficit fiscal y de pa les de
. r án ma nt ener los nive
e pago), que P ermiti
buena medida de decisiones del gobierno diante la creación de medios d mo de ectorl s
. expansión de los gasto s d e consu
Al principio , una economía subindustrializada, como la argentina, que dis­ la demanda global mediant e la estas c1rcuns-
los sectores pu, bl"Ico y privado. En
ponía de recursos y aptitudes para sustituir importaciones de bie nes relativa- público y de las invers1. 0nes de
LAS NUEVAS CONDICIONES DEL DESARROLLO 207
206 LA INDUSTRIALIZACIÓN INCONCLUSA

Pero la s ustitución de importaciones no sólo se refiere a la produ cción in­


rancias la oc upación de mano de obra y los ingreso s podrán mantenerse, a
terna de u na determinada cantidad de bienes anteriormente importados. Al
pesar de la contracción de las exportaciones.
mismo tiempo, la expansión de los ingresos y el progreso técnico van aumen­
Pero, si esto ocurre, se pro duce necesariamente u n desaj uste entre la de­
tando la demanda de bienes y servicios y modificando su composición. Como
manda de importaciones y la capacidad de importar, que se habrá reducido
la reducida capacidad de importar no permite satisfacer con importaciones esa
por l a ca'.da de l a disponibilidad de divisas generadas por las exportaciones.
mayor y cambiante dem'anda, es la pro ducción interna la encargada de hacerlo.
Este desa1uste entre la demanda de importaciones y la capacidad de importar
La sustitución de importaciones no es, pues, un proceso estático de produc:
debe necesariamente solucionarse mediante l a contracción de las importacio­
ción interna de una determinada cantidad de bienes anteriormente importa­
nes hasta :1 nivel permitido por la capacidad de importar. Las formas de lograr­
dos, sino que abarca dinámicamente la satisfacción de la mayor y cambiante
lo son vanas. Debido al desequilibr io entre la oferta y la demanda de cambio
demanda que se va creando como consecuencia del desarrollo.
extranjero, puede permitirse la depreciación de l a moneda, y esto determina
Desde el punto de vista de la demanda de importaciones, la sustitución de
q ue el precio de las importaciones, en moneda nacional, sea mayor que antes,
las mismas a través del proceso de industrialización reduce el grado de apertura
esto es, que se encarezcan l as importaciones para el usuario de las mismas.
externa del conjunto de la econo mía, esto es, el co eficiente de importaciones.
Alter�ati��mente, pueden restri�girse co mpul sivamente las importaciones por
En una economía prácticamente autoabastecida de alimentos y materias pr i­
l a apli cac10n del control de cambio s y el o torgamiento de divisas para importar
mas agropecuarias, se refuerza la po sibilidad de aumentar el ingreso n:al y la
sólo a l as personas autorizadas, o po r el aumento de los derechos de aduana 0
demanda con menores niveles de abastecimiento externo. Sin embargo � dis­
por la �jación d� cuotas de importación, o por la prohibición lisa y llana de
_ minución del coeficiente de importaciones tropieza, al profundizarse el proce­
cierras importaciones o , finalmente, por una combinación de varios de esto s
so de industrialización, con cierto s límites difíciles de superar. Esto obedece a
sistemas. La �educción com�ulsiva de l as importaciones puede permitir que la
ciertas tendencias implícitas en el proceso de industrialización y desarrollo tec­
moneda nac10nal se deprecie menos de lo que ocurriría si el tipo de cambio
nológico que tienden a expandir la demanda de importaciones. Entre esas ten­
fluctuara libremente conforme a la o ferta y l a demanda de moneda extranjera.
dencias deben mencionarse las siguientes:
�n casos �xtremo s, se pueden fijar tipos de cambio rígidos que lo mantengan
sm alterac10nes. Sea cual fuere el método q ue se aplique para evi tar que el valor
de l a moneda nacional alcance el nivel que l e corresponde conforme a la oferta
a) Los cambios en la estructura de la producción, con el permanente desplaza-
1
¡
miento del dinamismo en el creci miento hacia las industrias de tecnología
Y la demanda de cambio extranjero, se estará manteniendo un tipo de cambio.·
avanzada, que van adquiriendo un peso relativo creciente. Las irrdustrias diná­
sobrevaluado para la moneda nacional.
micas se caracterizan por el mayor nivel tecnológico y la diversidad de su s
De cualquier modo, al reducirse l as importaciones y mantenerse l os nive�
insumos y equip os, que provienen de países de alto desarro llo industrial y tec­
� es internos de ingreso s, el precio de lo s artículos importados en el mercado
nológico y que no pueden ser totalmente abastecidos por la pro ducción indus-.
mterno será más �to. Al mismo tiempo, los sal arios y los preci os de al gunos
_ tria! y el sistema científico-tecnológico internos. Tienen, por lo tanto, un ma-�
matenales necesanos para producir eso s bienes internamente no crecen en 1� ·
yor contenido importado que las industrias tradicionales. Aunque el proceso
misma proporción que el encarec imi ento de los bi enes importados o, lo que
_ de sustitución de importaciones avance simultáneamente en las industrias tra­
es lo mismo, q�: la depreciación del peso. En estas circunstancias, se proa'II=""i
_ 1on del margen de ganancias que podrían obtener las empre- dicionales y en las dinámicas, el peso creciente de éstas puede impedir la reduc­
ce una amplia � ción del coeficiente promedio de imporraciones. 1
sas que se dedicaran a producir internamente los bi enes anteriormente im­
portados, y esto atrae l a inversión, si el estímu lo es persistente, haci a el esta­ 1 Un ejemplo servirá para aclarar el punto. Supong amos un sistema industrial con dos sec­
bl ecimiento y la expansión de tal tipo de empresas. De este modo, una parte tores: uno tradicional, con un coeficiente de importaciones del 20% y dos tercios de la produc­
del consumo �de la inversión naci onales que antes se satisfacían con i mpor­ ción, y otro dinámico, con un coeficiente de importaciones del 80% y un tercio de la produc­
ción total. Si suponemos que la producción del sector tradicional crece en un 10%, la del sector
_
taciones se sansface en l a nueva s ituaci ón con pro ducción interna. Esto es se dinámico en 80% y el coeficiente de importaciones del primero se reduce al 15% y el del segun-
han sustituido importaciones.
208 LA INDUSTRIALIZACIÓN
1 INCONCLUSA
) LAS NUEVAS CONDICIONES DEL DESARROLLO 209
_La transform ación de la estru
ctura industrial y e l crecie. nt .
las mduscrias con recnolog1' e peso relanv o de
a de va nguard'1a gen ras, esto es, llevar ce rca de cero el coe ficie nte de importaciones. D e hecho, la
eran, m · evica
· blemence, una de-
ma nda acrecentada de imp . reducción del Coe ficiente de importaciones más allá de ciertos límites -que, en
ortacwnes, qu e pu
ede co mpensar y
efe cto de la sustitu aun exceder el
ción de i'mporcac1. 0nes. El · . el caso argentino, se alcanzaron a fines de la década de 1950- debilita el desa­
al avanzar en el autoabasce p roce so es Intermm
a ble, p orque
cim1·enco en un sector y en • de , rrollo económico.
1ogía, los cambios en la compo . . e1 domm · 10 su tecno-
s1c10n
, de la demanda Y el pro
desplazan el cenero de gra greso tecnológico
vedad de la expansi. ón md . ustn'al h ac1a
vos con mayor apertura exte · sectores nue- 3. Estructura industrial y apertura externa
rna.

b) El creciente carácter interna La industria es un sector complej o (de "métodos indirectos de producción") en
cional del P roceso de d.ifi z zszo. ,n tecm . .
resulta necesario incorporar . , .ca im plica. que ..... . el cual existe una estrecha interdepende ncia entre un gran número de empresas
nuevos insumos' equipo · s Y tecnol ogías del exte-
rior, no sólo en las indusrr·1as y cipos de actividad. En otros términos, desde que se extrae de la naturaleza
de vanguard'Ia a que se ha h
apartado anterio ech o rerrerencia en el una materia prima, por ejemplo, mineral de hierro, hasta que ella se convierte
r' sino tamb1',en en e l conJ.unt · . .
o del sistema eco
das las industrias tradicional . fjraestruccu nómico, md ui- en u n bien de utilización final (un r efrigerador o un tractor) se suceden nume­
, es, 1a m ra la producc10n .
na y los se ctores de servici . . ' ,· rural, la mm e- rosas etapas intermedias y procesos productivos interrelacionados. La compie�'
os Re duc1r esta .
con1 ex1ón ext:r� a nen ·
elevado en términos de fren e un C:Q§I.CJ_ ' jidad del sistema industrial está determinada por los siguientes factores: des:i�.
o al crecimiento d
e a product1v1dad.
rrollo tecnológico, tama ño y estructu ra .del mercado y el comercio exteri;;_--
e) Un tercer factor que estim .
. l 1en Ante s de la revolución i�dustrial de fines del siglo )CVl!l y c omie nzos del XIX,
ula el crec1m ro del componente i•mpor ·· -.....,
para el a bastecimiento de ma . tado la industria manufacture ra dispo nía de un acervo de conocimientos tecnológi­
• nu af: cturas es a relaczón existente entre la especza
zaczon , de la producción industr ¡ J • ¿·z-
. ae un paz,s en el marco d.e f.
ta •
cos rudimentari os. La actividad se limitaba, prácticamente, a la transforma­
czonal
. las economías de escala y e¡ aes a econom,za tnt ern a- ción mecánico-manual de las materias primas en un ciclo productivo de pocas
J arrouo II tecnológ
esa esp ecialización,
ico. En 1os pa1,ses avanzados,
.
que ·se registra en el nive1 de etapas y e scasas int errelaciones entre las diversas ramas. Por ejemplo, en secto­
poderoso impulso para el cre productos y no de ramas es . . "'
. . un res fundamentales de la producción industrial de la época, como el textil 'y los
cimiento de la producnv1 dad. La contrapartida de
esa especializació productos de consumo. Posteriormente, el progreso técnico, con su impacto
. n de la produce·, wn es e1.mcremenro de la dem
raciones de bienes de cons . anda de 1mp
. or- en la aparición de nuevos produ ct os y procesos productivos, multiplicó las
umo, mc ermed'ios y maquinanas . .
f:actor contribuye a explicar y equ ipo s. Este etapas e inte rrelaciones de la producción industrial. A tal ,punto que, accual­
el creciente grado de ap e�rura
mías capitalistas avanzadas e externa de las econ
o- mente, la producción de bienes intermedios y de maquinarias y equipos cons­
n el tercer orden mundial.
tituye el grueso de la producción manufacturera. Antes de la revolución indus­
La sustitución de importacion trial el v alor de la producción industrial estaba formado, probableme nte, en
es es en los p a,ises d
e desarro1l o ind ust
como la Argentm ri al tardío' alrededor de un 80% por el valor agr egado: salarios de los trabaj adores y ga­
· a, un proceso ela ve para ad
e cuar 1a estr uctur
ción a la composición de la a de 1a produc- nancias de los empresarios. Actualmente, el valor agregado en un país avanza­
dema nda y sus permanentes .
por el crecimiento del ingre • imp
camb!Os uestos do representa alrededor del 30% y el resto son materiales, desgaste de capital
• so real· Es eam b', 1 .
Incorporar la cecnoloºo-ía m .
en un mstrument
o dec1S1 · • vo para , fij o, insumos prov enientes de otros sect ores, incluidos los costos financieros y
. od ern a a l sistema pr
oductivo med'ianre
c1ón creciente de sus diverso • .,
1a Int
. egra ... - . de distribución. __...
. s sectores. Pero lO que l .
c10nes no puede lograr es la a o d e importa­ El nivel de ing reso por habitante, íntimamente asociado con el acervo féc�'
utarquí a to ral en el a basc::i:�
----- ���� ;e mmu� f: � nológico y de capital existente, es uno de los factores condicionantes del tama­
do al 70%• se observara' que . te ño y la estructura del mercado. En un país subdesarrollado, con un ing reso por
e¡ caefi1c1en promed'' 0 de imp . es
en el año base, del 40% . ortacion continuará siendo, como
. habitante, digamos, de 200 dólares anuales, la mayor parce del ingreso dispo-,
nible se gasta en alimentos y consumos e senciales. La demanda de manufactu-
210 LA INDUSTRIALIZACIÓN INCONCLUSA
LAS NUEVAS CONDICIONES DEL DESARROLLO 211

ras es muy reducida y también lo es la demanda de maquinarias y equipos, factores que inciden en la caracterización estática de una situación dada sino,
dado el bajo nivel de ahorro y de capacidad de acumulación. Otros dos factores principalmente, el comportamiento dinámico del sistema y del proceso de de­
condicionantes del tamaño y la estructura del mercado son la distribución del sarrollo industrial. Conviene detenerse un instante sobre este punt;;. ;
ingreso y la población. Con una excesiva concentración del ingreso en un re­ ,-. ,_,

En el capítulo anterior se hizo referencia al impacto del progreso técnico y


'(

ducido grupo social, la demanda de los grupos privilegiados puede ser tan o de las elasticidades-ingreso de la demanda de los diversos bienes y servicios
más sofisticada que en un país desarrollado. La población también influye, sobre la estructura de la producción y el empleo en el conjunto de la economía
porque determina el tamaño total del mercado y la dimensión de cada uno de y en el sector industrial. Se mencionó también que el progreso técnico se _c:_�1_1_-_
los estratos de ingresos. Del tamaño del mercado y su estructura depende la centra en las llamadas industrias dinámicas y, en particular, en las ramas quí­
posibilidad de desarrollo de ciertas actividades industriales que requieren esca­ micas y petroquímica, eléctrica y electrónica, aeroespacial e industrias mecáni­
las mínimas de producción para ser viables. De todos modo.(,�!! condiciones cas, que incluye maquinarias no eléctricas y material de transporte.2
agudas de subdesarrollo y bajos niveles de vida el peso relativo del sector ind��­ En los países de economía de mercado de desarrollo industrial tardío, co�
trial en el conjunto de la economía es siempre reducido y de men�r S'?mpleJI­ la Argentina, el juego de las fuerzas económicas tiende en las primeras fases del l
dad que en economías con mayores niveles de ingreso por habitant<;;,,, proceso de industrialización y sustitución de importaciones, a concentrar la f
Por último, la relación entre el desarrollo tecnológico y el tamaño y es­ producción en las industrias tradicionales. Éstas, por su menor demanda de
tructura del mercado, por un lado, y la complejidad del sistema industrial, inversiones, más baja complejidad tecnológica más fácil organización y menor \
por otro, está fuertemente influida por el peso relativo del comercio exterior escala de producción compatible con la eficiencia, atraen más fácilmente la /
y su composición. Tomemos, por ejemplo, el caso argentino en la década_dej inversión privada. En cambio, las industrias básicas tienen características ºP-�
1920. El país tenía en esa época un nivel de ingreso por habitante compara­ tas y se obstaculiza la canalización de inversiones privadas a las mismas. Estas
tivamente alto en escala mundial y posibilidad de acceso al acervo tecnológi­ industrias requieren la inmovilización de grandes montos de capital por tiem­
co existente en el plano internacional. Agreguemos que, dada su población y pos prolongados y con rendimientos inseguros; en países de desarrollo indus­
la distribución del ingreso, el tamaño y la estructura del mercado hacían trial tardío, la inversión privada cuenta con oportunidades rentables menos
posible el desarrollo, en condiciones económicas, de la mayor parte de las riesgosas.3 ·
ramas de la industria de la época. Sin embargo, como el país abastecía con Sin embargo, una vez que se consuma el proceso de sustitución de impor��
importaciones proporciones importantes de su demanda de textiles, produc­ ciones en las industrias tradicionales, el sistema tiende a integrarse y)as industrias
tos químicos y mecánicos, la complejidad de su sistema industrial era relati­ dinámicas van adquiriendo un papel dominante. La ampliación del mercado, el
vamente baja. Es decir, que el grado de apertura de la economía argentina y desarrollo del acervo tecnológico interno, el mercado de capitales y la capacidad
la composición de su comercio exterior limitaban la incidencia del acervo gerencial, los eslabonamientos entre las diversas actividades industriales, se inclu-
tecnológico disponible y el tamaño y la estructura del mercado sobre el siste­
ma industrial. Inglaterra proporciona un ejemplo de signo contrario. Expor­
taba manufacturas e importaba productos primarios y, en consecuencia, la 2 Estas industrias, además de su mayor nivel tecnológico, se caracterizan por reducir sus costos
complejidad y la gravitación de su sector industrial era acrecentada por �l a mayores escalas de producción y disponer de un elevado capital invertido por hombre ocupado.
peso relativo de su comercio exterior (tanto o más alto que el de la Argenti­ En un caso extremo, el de la industria petroquímica, el capital invertido por hombre ocupado es de
alrededor de diez veces mayor que el promedio para roda la industria manufacturera en los países
na) y la composición del mismo. avanzados. La generalización admire, sin embargo, excepciones, ya que hay industrias de aira den­
Lo dicho sirve para destacar que el grado de integración de los sectores sidad tecnológica con tamaño de planta y capital por hombre ocupado reducidos y sectores en las
industriales o, en otros términos, de las distintas etapas y procesos productivos industrias tradicionales (como la de alimentos y bebidas) con alta inversión por hombre ocupado
del sector manufacturero, debe an,alizarse en perspectiva histórica y en cada y tamaño de plantas comparativamente grande.
3 En las economías que se industrializaron a partir del siglo XIX, el proceso de integración
situación nacional concreta. Pero[;ksde el punto de vista del análisis del proce­
industrial fue avanzando simultáneamente con el progreso tecnológico, el aumento de la acu­
so de industrialización de un país, interesa no sólo la consideración de los mulación de capital y los cambios en la composición de la demanda.
213
LAS NUEVAS CONDICIONES DEL DESARROLLO
212 LA INDUSTRIAI.IZAClÓN INCONCLUSA

yen entre los factores que van impulsando la integración de los sectores indus­ portaciones de p roductos primarios serán insuficientes para cubrir el rápido
incremento d e la demanda de imp or tacion es. El segundo es, e n última instan­
trial es y la gravitación creciente de las industrias dinámicas. A esto puede agregarse,'
cia, el único compatible con la formación y el desarro llo de una economía ··.
como en el caso argentino, la esca sez de divisas, que obliga a profundizar J.(
sustitución de importaciones y la penetración de las corporaciones internaciona­ industrial avanzada.
les, para �provech�r las nuevas o portunidades de inversión en esas industrias que
en sus pruses de o ngen son su principal ámbito de operaciones.

En sentido contrari o, l a p resión d e los intereses vinculados con la importa'.::,


4. El sector público
.,
c10n pued en demora r el proceso de int egración industrial.
idad de cambios profundos en e!
La integración d e los s ector es industriales -proceso inevitable de la indus­ La nueva etapa abierta en 1930 impuso la neces
trialización de un sistema económi co- ha sido una de las cuestiones funda­ el comportamiento del Estado. . , --�:
gi nal s de subsi stenc ia, el estrecho marco
mentales que la Argentina e nfrentó a partir de 1930. La política económica En la etapa de las e c on o mías re o e

demanda ext erna y del nivel cultu­


influye en dos niveles del proceso de integración: su vel ocidad y su eficacia. del desarro llo, dada la insignificancia d e la como
e l papel del s ector público
C omo la industria dinámica se desarrolla normalmente en grandes empre���-;­ ral y técnico de la época, hací a inoperante bi rno, era
_ ra lo que hici er l g
promotor de la actividad económica. Hicie
e e o e
que requieren para su esta blecimiento decisi ones explícitas del poder adminis­ s nvol vían las
miento en que se d
prácticament e imposible superar el estanca
e e
trador en términos de nivel de la protección arancelaria, créditos, exenciones n camb io ;
c ia. En la etapa de tr a nsición,
e
para importar maquinarias, e quipos y materiales y otras cuestiones al nivel de economías recri o onales de subsisten y tr os
emanda externa de cueros
ante el estímulo débil pero crecient e de la d
o
ca da proyecto, se comprende que la tas a de desarrollo d e tales actividades, su ­
a fundamental e ra expandir la superfici e dispo
control y nivel de eficiencia, desc ansen, en gran medida, en las decisio nes de la ar tículos ganaderos, el pro blem
se hizo, mediant e la expansión-��·"''
política económica. D e la eficacia con que la política económica opere en este nible para la cría de hacienda. Vimos que así
ión del indio.
campo d epende n, en gr an m edida, las posibilid ades de desarrollo del c onjunto la frontera en la zona pampean a y la expuls __
la n mía p rimaria expor tadora, ant e e l
d esafío impuesto
del sistema económico . En la e ta pa de eco o
ados del siglo XIX, la respue
sta del
Veamos ahora, brevemente, el probl ema de la apertura externa de la indus­ por las tendencias abiertas a partir de medi nt e a los
fu , en c njun t , fici
Estado era vital para el éxito del proceso y ella
e o o e e
tr ia. Ya se h a visto que el cambio de la estructura industrial y la expansión de pr moci ón de las
naci nal, la
fines del modelo. A través de la organización
o o
las ramas dinámicas impulsan la demanda de impor taciones. D e hecho, con­ pc:,bl amie nt de la
ye l impu ls al
inversiones en ferrocarriles e infra estructura
o o
�orme � la experiencia de los países avanzados, la int egración de los perfiles nes neces ari pa a el desa rro­
zona pampeana, el Estado se ntó las precondici
o as r
mdustnales v a acompañada por un crecimiento sostenido de la apertura exter­ exp rtado r. Simt!_ ui:_.
ema p im rio
llo de la economía argentina dentro del sist
r a o
na. La elevación del coeficient e de importaciones, impulsado por la tran--;fc;.-/ i nal d l t abaj o de
ión int n
neamente, integró al país e n el sistema de divis
er ac o e r
mación de la estr uctura productiva, una vez superadas las prime ras fases del /. el sistema
n mult il te al de m ercio y pagos, orga nizando
proceso d e sustitución d e importacio nes, plant ea dos cursos de acción para un la época y el régim e a r co
abie rta
oro y una po lítica ar n laria
monetar io argentino en torno del patrón
a ce
país de desarrollo industrial tardío. Uno es cubrir la creciente demanda de d rech lib eral a
ó el Estado de
a la imp ortación de manufacturas. Organiz
e o
importaciones (generada en gran medida por la expansión industrial) con divi- admi nistra ción
ionamiento de la
sas producidas por las exportaciones de productos primarios. Otro curso de través de la legislación de fond o y el perfecc nsión y la
anos mediante la xp
de justicia. Elevó la calidad de los recursos hum
e a
acción c onsiste en hacer conve rger l os cambios en la est ructu ra de la oferta con los
y salud, que permitie n que
modernización de los sistemas de educación
ro
l a tr�nsformación de la composición de las exportacion es, haciendo participar l inc re­
población acompañaran
índices d e alfab etización y sanitarios de la
e
crec1ent em e nre en las mism as pro ductos de los sectores que están liderand o el del
el sist ema de decisi ones d nt ro
mento d el ingreso real. Por últim o, articuló
e
desarroll o, esto es, manufacturas. El primer curso de acción lleva inevitable­
r dical en 1916 y la legitimación del poder
mente al estrangulamiento externo, porque, entre otras razon es, en las condi­ poder público -aun después del triunfo a
nt e dentro del sector líder del desa-
ciones del mercado mundial que se analizaron e n el capítulo ant eri or, las ex- con el respaldo de las mayorías- con el vig e
214 LA INDUSTRIALIZACIÓN INCONCLUSA LAS NUEVAS CONDICIONES DEL DESARROLLO 215

rrollo económico y los intereses internacionales asociados con los grupos loca­ procesos y, en última instancia, de decidir el grado de control nacional y extran- 1
les dominantes en la producción agropecuaria de la zona pampeana. jero en la nueva estructura económica emergente. No existía, en esto, un solo -............._.,....,,¡;
¡
La complejidad creciente del proceso económico, de las fuerzas sociales actuantes curso de acción posible. La experiencia internacional revela que la incorporación
y del contexto internacional en la nueva etapa a partir de 1930, plantearon al de tecnología, capacidad gerencial y capitales canalizados a través de inversiones de
Estado un conjunto de problemas inéditos. Uno de ellos fue la ampliación del
campo de acción del sector público en áreas como la infraestructura, servicios so­
corporaciones de los países avanzados, puede volcarse en diversos modelos, entre
los cuales la inversión privada directa con control de las empresas es sólo una. \..1,
ciales básicos (educación, salud, seguridad social) y la promoción de la investiga­
ción técnica y científica. La inversión y los gastos estatales en esas áreas tienden,
conforme lo reveló la experiencia de las economías avanzadas, a representar pro- 5. Nuevas condiciones del desarrollo agropecuario
porciones crecientes de la inversión total y del ingreso nacional. Esto planteó dos
problemas principales. Primero, la movilización de recursos para hacer frente a las @desarrollo de la economía argentina a partir de 1930 requería que el conjun­
nuevas demandas sobre el sector público. Segundo, la formación de estructuras de to de la producción rural, de la zona pampeana y del resto del país, cumpliera
gestión y control eficientes para resolver las nuevas responsabilidades. dos funciones esenciales. Por un lado, el abastecimiento de la creciente y
Al mismo tiempo, la transformación de la estructura de la producción yd�i diversificada demanda interna de alimentos y materias primas. Por otro, la
empleo provocó crecientes tensiones en la distribución de la riqueza y en los generación de excedentes exportables que contribuyeran a formar una capaci­
ingresos y entre sectores sociales (capital y trabajo) y de la producción (agro, dad de pagos externos suficiente para abastecer a la industria en expansión de
industria, servicios). materias primas y bienes intermedi�y a ese sector y al conjunto de la econo­
Otra de las cuestiones abiertas a partir de 1930 se refiere a la política de mía nacional de las maquinarias y los equipos necesarios en el proceso de ex­
desarrollo industrial. En la etapa anterior, en el marco de una política básica­ pansión de la capacidad productiva.
mente librecambista, las responsabilidades del Estado en este campo se limit�­ No existía, por lo tanto, en la nueva etapa, una contradicción entre el desa­
ban al manejo de la política arancelaria. En la nueva etapa, al asumir la incfÚ�­ rrollo de la producción agropecuaria y la industria manufacturera. Por el con­
tria el papel protagónico del proceso de desarrollo, y la protecció'n arancelaria trario, se establecía entre ambos sectores una nueva relación de interdependen­
y otras medidas de fomento un rol central en la evolución de la economía, el ! cia, en la que el liderazgo del crecimiento pasaba a la industria, pero en la que
Estado asumió responsabilidades mucho más complejas. Entre ellas se incluye este crecimiento y el del conjunto del sistema productivo continuaban depen­
no sólo el nivel y la estructura de la protección arancelaria sino, tambiéniTa­ diendo de la expansión agropecuaria. Sin embargo[¡; nueva ubicáción del sec­
política de financiamiento, de promoción del cambio tecnológico, de precios tor agropecuario en el sistema económico, los cambios en la estructura de la
relativos agroindustriales y otras cuestiones importantes. producción y las fuerzas sociales actuantes, debían generar tensiones entre ambos
La articulación de la economía argentina con la economía internacional en la sectores, sobre todo en el nivel de la formación de los precios relativos y la
nueva etapa pasó a depender también de procesos mucho más complejos y, con­ distribución del ingreso que comprometían la racional distribución de los fac­
secuentemente, la función del Estado en ese campo adquirió nuevas proyeccio­ tores productivos. Esto ocurrió y las relaciones del agro y la industria se
nes. Aquí cabe distinguir dos áreas principales de problemas. Una de ellas, vincu­ dirimieron más en el plano de la distribución del ingreso, que en el de la ex­
lada con el mantenimiento del equilibrio externo a través del comportamiento pansión de la producción de ambos sectores y en el del incremento del ingreso
de las exportaciones. Otra, la formación del sistema de decisiones en las activida­ real del conjunto de la economaj ..-·-
des dinámicas y la inserción en el mismo de los capitales extranjeros. Aquí con:: " Por otra parte, la nueva ubicá"ción del sector rural en la economía nacional
vergieron a partir de 1930 y, sobre todo, después de 1950, dos tendencias princi- • coincidió, conforme se ha visto, con la ocupación de prácticamente la totali­
pales: el avance en el país de las industrias complejas y la expansión internacional dad de las tierras disponibles en la zona pampeana. Esta coincidencia implica­
de las corporaciones de los países avanzados, concentrada en ese mismo tipo de ba que el crecimiento de la producción debía descansar primordialmente e�·eT·­
industrias. El Estado asumió entonces la responsabilidad de articular los dos aumento de los rendimientos por hectárea, dentro de la frontera establecida, a
216 LA INDUSTRIALIZACIÓN INCONCLUSA LAS NUEVAS CONDICIONES DEL DESARROLLO 217

través de la aplicación de las nuevas técnicas para la conservación de los suelos, neutralidad de la A rgentina en la Primera Guerra Mundial fu e una exp resión
el empleo de nuevos insumos como fertilizantes y plaguicidas, la mecanización lógica de esa situación. Ames, el de legado argentino en la Conferencia lntera­
y la organización más eficiente de la empresa ag ropecuaria. En otros té rminos, mericana de 1890, Roque Sáenz Peña, lo había dicho con todas las p alabras
la incorporación masiva de la tecn ología moderna en las actividades rurales. "sea Amé rica para la humanidad" en contraste con la doctrina Monroe de "Amé­
La factibilidad de esa revolución dependía, a su vez, de dos factores p ririci:: rica para los americanos", es decir, para los no rteame ricanos.
pales. Por un lad o, un régimen institucional e impositivo que generara un Pero la s olidez de las instituciones democráticas en la Argentina y de su
comportamiento del empresario rural compatible con el proceso de cambio política exterior era más aparente que real. En un plano profundo, subsistía.Ta
tecnológico y de capitalización. Por otro, una estructura de p recios relativos debilidad de la densidad nacional resultante de las desigualdades en la distribu­
agro/ resto de la economí a y, particularmente, agroindustria, que asegurase una ción de la riqueza y de la disposición de los principales actores a imponer su
rentabilidad suficientemente elevad a y estable como para inducir el proceso de voluntad al cosco de la ruptura de las reglas constitucionales. Faltab a así el
tr ansformación agropecuaria . /
requisito básico de la densidad nacional que es la aceptación de un destino

compartido y de las reglas del juego para resolver los conflictos de una sociedad
pluralista y compleja. Para sectores decisivos de la sociedad argentina, la ��-
- .
6. El marco institucional y político ción era su propiedad privada, inaccesible para quienes pretendieran modificar
el reparto del poder económico y político.
La el ección d el presidente de l a Nación, conforme a lo establecido en la Cófü.o El golpe de Estado del 6 de septiembre de 1930 demolió las bases constitu­
titución de 1853, se registró ininterrupidamente cada seis años, entre 1862 y cionales del sistema político argentino, con el aval inmediato de la Corte Su­
1928. La revol ución de 1890 provocó la renuncia del presidenteJuárez Celman prema de Justicia. Fue el anticipo del contexto institucional dentro del cual la
pero fue reemplazado por su sucesor legal, el vicepresidente Carlos Pellegr�C Argentina enfrentó las t ransformaciones inevitables de la época. Más de medio
M �s tarde, la refo :m a electoral de 1912, del voto masculino, secreto y obliga­ siglo después, en 1983, se restableció sob re bases estables el funcionamiento
_ _
cono, bajo la pres1denc1a de Roque Sáenz Peña, legitimó el ejercicio del poder político sobre sus fundamentos constitucionales. Entre tanto, se registraron la
político asentándolo en la voluntad popular. / proscr ipción del radicalismo y el "fraude patriótico" predominantes hasta 1943,
La economía p rimaria exportadora se desenvolvió así en un contexto insa:: la proscripción del peronismo entre 1955 y 1973, los golpes de Estado de
tucional y político ordenado. En esa etapa, la actividad política se concentraba 1943, 1955, 1962, 1966 y 1976. El per íodo incorpor ó un actor decisivo: las
en la di sputa por los cargos electivos y el control de la administración del Esta­ Fuerzas A rmadas, ellas mismas atravesadas por las divisiories profundatie)_;i
do. Existía entonces un consenso básico de los p rincipales actores sociales so­ sociedad civil. Durante más de m edio siglo, el período más prolongado de ·'..
br� lo_ s fundam_ e ntos mismos del modelo económico: el librecambio, el p redo­ inestabilidad institucional de un país impo rtante durante el siglo XX, la A rgen­
mm10 de la nqueza agrari a y l a decidida p articipación del capita l extranjero en tina estuvo convulsionada por los conflictos, las alteraciones del orden institu­
la actividad económica y en las finanzas. En todo caso, los conflictos, frecuen­ cional y, finalmente, la violencia. En 1976, sucedieron los acontecimientos
temente cr íticos y violentos, se pl antearon esencialmente sob re la distribució� · que cerraron la et apa abierta en 1930.
del ingreso entre el capital y el trab ajo y la asignación del gaseo público. Du­ La densidad nacional y la estabilidad institucional faltaron cuando más""'
rante las presidencias de Irigoyen, el gobierno expresó frecuentemente s us pre­
_ hacían falta. Porque a parci r de 1930 no sólo debía resolverse la distribución
ferencias por los reclamos populares e incursionó, como en el caso del pet ró­ del ingreso sino, además, la asignación de recursos y el estilo de inserción en el
leo, en el control público de recursos esenciales. Pero ni siquiera entonces se resto del mund o. Es decir, se debatía nada menos que el eje rcicio del pode r y la
planteó un modelo distinto al primario exportador. vinculación de la A rgentina con el orden mundial. Fue en semejante escenario­
La política exterior del período fue coherente con el modelo. S e alineó p.re- ·11 de inestabilidad y conflicto que el país enfrentó los problemas y los dilemas
ferentemenre con Europa y Gran Bretaña e, inevitablemente, entró en conflic- posteriores a 1930 y que se desenvolvió la política económica en el período
to con la posición hegemónica de los Estados Unidos en el Nuevo Mundo. La cuy o análisis es objeto del próximo capítulo.
XVI. La política económica

Al analizar las etapas anteriores, se incorporó el tratamiento de la política eco­


nómica en los capítulos destinados a considerar el cambio del contexto inter­
nacional, las condiciones del desarrollo, el comportamiento del sistema y la
distribución espacial de la población y la actividad productiva. A partir aC'
1930, es conveniente analizar separadamente los principales lineamientos de la
política económica porque ella asumió, desde entonces, una importancia deci­
siva en el curso de los acontecimientos y experimentó drásticos cambios de
rumbo, desconocidos anteriormente.
Un hecho de la mayor trascendencia se refiere a las ideas económicas domi­
nantes, es decir, al paradigma teórico sostén de las decisiones de la conducción
económica. En el transcurso de la economía primaria exportadora, la teoría
neoclásica y el librecambio fueron el fundamento de la gestión fiscal y moneta­
ria y de la inserción en el mercado mundial. Con el consenso de sus principales
fuerzas políticas y sociales, la Argentina adhirió al paradigma teórico propida­
do por los países centrales y, 'en primer lugar, por Gran Bretaña.
En las naciones industriales, la crisis mundial provocó el abandono genera-
-...,, ,__., ._.,
!izado del enfoque neoclásico y del librecambio. Fue precisamente en Gran
Bretaña donde el profesor de la Universidad de Cambridge, John Maynard
�nes, sentó las bases de un paradigma alternativo, fundado en la interven­
ción del Estado, la regulación de los mercados y la administración ·de la de­
manda agregada, para sostener la producción y el empleo y salir de la peor
crisis del capitalismo. Estas ideas se impusieron en la década de 1930. Enlos ..
Estados Unidos, el New Deal del presidente Roosevelt recurrió también a la
intervención pública para restablecer el sistema financiero y recuperar la activi­
dad económica y la ocupación.
Durante la guerra, la intervención del Estado abarcó todas las esferas de la
distribución del ingreso y la asignación de recursos y, a su fin, la presencia
estatal se extendió a la nacionalización de servicios públicos y entidades finan­
cieras, como sucedió, por ejemplo, en las principales economías europeas. Cs\ 1
consecuencias de la crisis de la década de 1930 y la solidaridad entre los diver- 1.

219
220 LA INDUSTRIALIZACl<)N INCONCLUSA LA POLfTICA ECONÓMICA 221

sos sectores sociales,en gen drada en las sociedades que e nfrentar oferta monetaria, los precios relativos, el tipo de cambio, el déficit y el gasto
on la guerra,
sustent�ron políticas distribucionistas progresivas del ingreso y r público. La Argenti n a te n ía e nto n ces u n a e conomía notoriamente .
edes de seguri­
dad social, que serían denominadas Estado de bienestar. La amplia subinduscrializada, dados su nivel de ing reso por habitante y la dimensión de
ción dd mer­
ca�o y la expansión de la demanda impulsadas por el keynesia su mercado inte rno. En tales condiciones, e ra factible impu lsar e l desarrollo
, nismo y 1a�'p;-
1mcas de 1a posguerra, fueron una de l as bases de sustentación l industrial en el mar co de las políticas clásicas de sustitución de importacio-
de extraordi­
nario crecimiento de la producción y d
e las fu erzas globalizador as del período nes. Por otra parre, la expansión eco nómica interna era factible, al mi
::1,1<?.J
dorado. tiempo que se deterioraba la c ap acidad de p agos externos y disminu ía el
El comportamiento del Fondo Monetario Internacional (FMI) en coeficiente de importaciones.
AmérTc:i - . ___ .
Latina, en aquellos años, demuestra la ausencia de una postura céntric .
a domi­ A pa rtir de 1950, en cambio, fueron surgiendo u n estrangulamiento ex­ 1
na ce res e c o de la rganización de la economía terno d e nuevo sig no, la insuficiente integración vertical de la industria y e l
� _� � � de las economías periféricas y
su mserc1on ncernac10nal. Los acue rdos de asistencia del FMI con diverso fuerte déficit de las transacciones externas de l sector indu str ial, la concentra­
_� s paí�
ses de la reg10n se referían entonces exclusivamente a las variables fiscal ció n del poder económico e n las empresas extr anjeras, las fracturas crecie�tes
es mo�·-··­
netarias Y al tipo de cambio. Las condicionalidad entre el s ector moderno y un cada vez más amplio se ctor re zagado del siste­
esdel Fondo en estas materias
reflej aban un enfoque ortodoxo del ajuste pe ro no incluían compro ma productivo. En cales condiciones, l a política eco� ómica no po�ía pe�se_:- _
misos es­
tructurales respecto de la política de desarrollo y la inserción inter guir el simple objetivo de sustituir importaciones m desca nsar, pr1mord1al­
nacional. La
polémica entre la escuela estructuralista latinoamericana y el FMI se mente, en el mane jo de sus herramientas globales. Requería respaldarse en
concen tra-
ba en la estrategia de estabilización y el ajuste. opciones claras sobre cuestiones vitales, � orno el control �el aparar� �roduc­
En consecuencia, en 1930, cuando la Argentina enfrentó la necesidad tivo, la democr atización del Estado, el impulso al cambio tecnolog1co y la
inexo­
rable de cambiar el rumbo, se encontró sin la referencia de un paradig movilización del ahorro interno. Requer ía, asimismo, utilizar un instrumen­
_ ma cén­
rnco . En todo caso, con un conjunto de ideas predominantes en los tal de política económica mucho más sofisticado y complejo para sostener la
principal es
países que rechazaban el enfoque neoclásico y la estrategia librecambis estabilidad y los e quilibrios macroeconómicos al mismo tiempo que impul-
ta. L�
política económica argentina quedó así librada a su propi a suerte saba el desarrollo y el bienestar.
y a la capaci­ -➔
�a� �e a sociedad y sus dirigentes de encontrar respuestas propias a problemas
l
En todo el período, la política económica estuvo condicionada por la debi­
mediros. Las múltiples, diversas y frecuente mente contradictorias in lidad de la densidad nacional y, consecuentemente, por la ausencia de un con-
tervencio­ ,
nes del Estado argentino en codas las esferas senso básico acerc a del rumbo a seguir. La puja por la distri,bución del ingr��:>�
de la actividad económica, entre
1930 Y mediados de la década de 1970, no resultaron así excéntricas y la vinculación del país con el resto del mundo fueron escenari�s pri�ilegiad�s
a ]0 que _
sucedía en el resto del mundo. de las fracturas profundas de la sociedad arg entina y de las vmones 1rreconc1-
Observemos que fue precisamente en ese vacío de hegemonía teórica liables de los pr incipales actores sociales. E n el casi medio siglo que abarca la
<le 'los
países centrales cuando se gestó en la Argentina, a partir de mediados etapa de la industr ialización inconclusa , se registraron cinco alpes de �sta�o
de la ,�
década de 1930, un pensamiento alte rnativo. Su promotor, Raúl P rebisch, y, en la mayor parre del tiempo, una u otra _ de las fu�rzas � olmcas m_ay�manas
lo _ ,
proyectó a escala latinoamericana e internacional, a partir de fines de l (radicalismo y peronismo) estuvieron proscnptas. La mflac1ón endem1ca msrala­
a dé�;d;­
�e 194�, desde su puesto de conducción de la Comisión Económica para Amé­ da desde mediados de la década de 1940 fue una de las consecuencias de seme­
nea Lann a (CEPAL) de las Naciones Unidas. jante trayectoria política e institucional.
Hacia 1950, se registraron una seri e de cambios importantes que dif . . _ .
. e ren ­ En alguna medida, la realidad se sobrepuso a semepntes c� lam1dad�s. Por­
cian los problemas que de bió enfren tar la política económica an tes que el cambio de circunstancias fue de tal magnitud que, con idas y vemdas, la
y después
de aquel año divisor io. En tre 1930 y 1950 los problemas, con se política económica, a veces, impulsó transfo rmaciones necesarias y otras, cuando
r agudos,
er n meno s co mpl ejos y podían ser re cambió el rumbo, no llegó a desmantelar totalmente los logros alcanzados_. �? sj
� sue ltos al nivel de las gra ndes herra­
mi entas de la política económica que operan sobre la demanda _
global, la · censos industriales de 1964 y 1974 revelan un hecho asombroso: en un perío-
222 LA INDUSTRIALIZACIÓN INCONCLUSA LA POLfTICA ECONÓMICA 223

do de extrema inestabilidad polírica y de violencia la industria manufacturera ción de demanda, el encarecimiento del dinero terminó de comprometer la
experimentó el mayor crecimiento y transformación de su historia. Harían situación de las actividades con una situación deudora neta. El nivel de la acti­
falta los trágicos acontecimientos de 1976 para imponer otro cambio drástico vidad económica reflejó la convergencia de la 9aída de las exportaciones y las
en el comportamiento de la economía argentina. políticas fiscales y monetarias recesivas. Entre 1929 y 1932 el producto �:-u.�
interno cayó en 14%.
Hacia la misma época, los intereses dominantes, seriamente preocupados
l. La década de 1930 y la guerra por la polít:ica preferencial de Gr;m Bretaña con sus dominios, instrumentada

Durante la década se siguieron algunas orientaciones contradictorias en el


--, en los acuerdos de Ottawa de 1932, propiciaron un entendimiento con ese
país, para preservar la posición de las carnes vacunas argentinas en ese merca­
manejo de las políticas determinantes de la demanda global y la liquidez de do. En ese entonces, Gran Bretaña absorbía el 95% de las exportaciones d�.•
la economía pero, en su conjunto, la conducción económica buscó, con carnes vacunas argentinas y el 25% de la faena total. Resultado de esto fue,el
éxito apreciable, compensar el efecto deprimente de los factores externos y célebre tratado Roca-Runciman de 1933, en el cual, a cambio de ciertas garan:
mantener el nivel de producción y empleo. 1 Con este fin, procuró desvin­ tías de acceso al mercado inglés, la Argentina concedió una serie de ventajas
cular el nivel de la oferta monetaria y la demanda interna de la crisis de arancelarias y de tratamiento a los intereses británicos que revelaba, en los he­
divisas por la que atravesaba el país, introduciendo el control de cambios a chos, que este país era, en la mentalidad de los grupos tradicionales, un satélite
fines de 1933. Esto, junto con una revisión de los aranceles de importa­ del Reino Unido.3 } ___
ción, tendió a encarecer las importaciones y a estimular la sustitución de A partir de meáiados de la década de 1930, la política fiscal y monetaria
las mismas por producción nacional. Las posibilidades de avance en este mantuvo un sesgo francamente expansivo. El autofinanciamiento del tesoro
terreno eran muy amplias, visto el manifiesto rezago en el desarrollo de con recursos corrientes bajó en 20% entre 1935 y 1939 y el gasto público real
industrias, como la textil, para cuya expansión existía, desde tiempo atrás, creció en un 70% entre 1932 y 1939. A su vez, la oferta monetaria aumentó en
condiciones muy favorables. 29% entre 1935 y 1939. Estos hechos, sumados a un moderado repunte del
La política fiscal fue relativamente restrictiva en los primeros años de la poder de compra de las exportaciones por la leve mejora experimentada en los
década de 1930. La relación entre los recursos corrientes y el gasto, que 1;:ra mercados internacionales, permitieron una recuperación del nivel de la activi­
de sólo el 61o/o en 1930, aumentó a casi el 100% en 1935.2 dad productiva. Entre 1933 y 1939 el producto bruto interno aumentó�
Además, el gasto público, en pesos de valor constante, declinó un 30% --�
23%. Esta expansión se apoyó fundamentalmente en un repunte de las expor­
entre 1930 y 1932. El énfasis en el equilibrio fiscal, en plena crisis, actuó como taciones y del consumo interno, ya que la inversión fija declinó en el período.
factor adicional de restricción de la demanda global. Entre el quinquenio ante­ Entre 1925-1929 y 1935-1939 la inversión fija cayó, en efecto, en 16%. La
rior a la depresión -1925-1929-y el de 1930-1934, el poder de compra de las crisis de divisas generó una fuerte contracción de las importaciones y esto re­
exportaciones había caído en 40%. Por otra parte, la oferta monetaria declinó percutió, fundamentalmente, en la de maquinarias y equipos, que eran la prin­
en 14% entre 1928-1929 y 1932-1933, al tiempo que las tasas de intereses cipal fuente de abastecimiento de ese tipo de bienes de capital. Recuérdese que
experimentaban un repunte: entre 1929 y 1932 la tasa de los títulos públicos entre 1925-1929 y 1935-1939 el volumen de las importaciones totales cayó
aumentó del 6,5 al 7,5%. Se comprende que, en el marco de una fuerte resi:ric- casi en el 30%.

1 Estos hechos son más notables aun si se recuerda que recién a mediados de la década de
3 Sin embargo, Gran Bretaña también dependía de la Argentina. A principios de la década
1930 el presidente Roosevelt ponla en marcha su programa del New Deal en los Estados Unidos
de 1930 la Argentina proporcionaba el 60% de las importaciones y el 30% del consumo rotal
y John Maynard Keynes sentaba las bases teóricas de las políricas fiscales y monetarias, tendien­
del Reino Unido. No había fuente posible de sustitución de las carnes argentinas, con o sin
tes a enfrentar la insuficiencia de la demanda global para sostener el pleno empleo.
política preferencial para sus dominios, y de protección de la propia producción interna del
2 Véase nota 2 del capítulo XVII.
Reíno Unido.
224 LA INDUSTRIALIZACIÓN INCONCLUSA LA POL!TICA ECONÓM!t.A

l,1s políticas expansivas seguidas _a partir de mediados de 1935 permitieron do impacto de la crisis mundial en los primeros años de la década de 1930.
recuperar el nivel de precios intern�ientras que en los principales países Con codo, el crecimiento de la economía fue lento. Entre 1927-1929 y
industriales su declinación era muy marcada. 1941-1943 el producto bruto interno sólo creció al 1,8% anual, contra d 5%
El manejo del sector externo incluyó una activa política de movilización de en la etapa anterior. Además, por las razones apuntadas anees, se experimentó
recursos para compensar la fuerce caída de la entrada de capitales, provocada· un deterioro del proceso de acumulación, y aunque las nuevas inversiones se
por la depresión, el impacto de los servicios de la deuda externa y la acumula-' concentraron en la industria, que asumió el liderazgo del crecimiento, el dete­
ción de cuentas impagas en el exterior. En relación con este último proble�,,.j rioro de la capitalización repercutió en el debilitamiento posterior del creci-
se negoció un empréstito de desbloqueo. En conjunto, el manejo del sector miento de la economía.
externo permitió mantener el cumplimiento de los compromisos internacio­ Los años de la guerra tuvieron un efecto contradictorio sobre el desarrJlo
7 nales del país. de la economía argentina. Por un lado, al restringir severamente las importa­
Durante la década de 1930 se establecieron nue� herramientas de in�;;.; ciones, proporcionaron nuevos estímulos a la sustitución de importaciones.
v�nción dcl Estado en la actividad económica. La-;r�aci6n de ¡�¡ Ju�tas regula- : Pero, al mismo tiempo, entorpecieron severamente el proceso de capitaliza­
· doras de granos y carnes, como la de la Corporación Argentina de Productores· ción, al suspender las importaciones de maquinarias y equipos que eran indis­
de Carnes (CAP), tuvo como objeto disminuir el impacto de la crisis mundial pensables para la expansión de la capacidad instalada en la industria y su diver-
sobre los productores rurales. La administración monetaria pasó a manos del sificación. Entre 1938 y 1945, el stock de capital en maquinarias y equip�� _
Banco Central, creado en 1935, y se incorporó el impuesto a los réditos al cayó en alrededor del 30%. Como resultado de estos factores el crecimiento de
sistema tributario. la economía durante el conflicto fue muy lenco. Entre 1939 y 1945 el produc­
En el período se registró un debate sobre el rumbo del desarrollo y la inser­ to bruto interno creció en 13% contra 23% en los seis años anteriores y el
ción internacional del país. Un sector del radicalismo cuestionó la depenaeñ':'.:7 producto manufacturero en 27% contra el 43% en 1933-1939.
cía de Gran Bretaña, debate que formaba parte del rechazo al orden oligárquico El golpe de Estado del 4 de junio de 1943 derribó al presidente Castillo y',
y al fraude. Dentro del mismo régimen surgieron demandas por la normaliza­ su proyecto de manipular la próxima elección presidencial en beneficio del
ción política y una nueva política económica fundada en la expansión del mer­ régimen. El gobierno militar comenzó a anticipar lineamientos de lo que poco
cado interno, un plan de viviendas e infraestructura y el apoyo al desarrollo de después serían las políticas del gobierno peronista. El Consejo Nacional de
las industrias "san as", es decir, asociadas con la transformación de las materias Posguerra, establecido en 1944 y presidido por el coronel Perón, anticipó los
primas. El Plan de Reactivación Económica presentado por el ministro de lineamientos de una política industrialista tendientes a eliminar los cuellos de
Hacienda, Federico Pinedo, al Congreso Nacional en 1940, fue la expresión botella y provocar una transformación de la estructura productiva fundada en
más avanzada de ese planteo que, en lo que concierne a la industria, no supera­ el protagonismo de la industria manufacturera. La política internacional en­
ba las propuestas formuladas por Vicente Fidel López, entre otros, setenta años frentó las consecuencias de la neutralidad argentina en la guerra, que había
antes. La política propuesta implicaba un realineamiento de la política inter­ sostenido el gobierno de Castillo, hasta el forzado alineamiento del gobierno
nacional con un acercamiento a los Estados Unidos, que emergían como la militar con la posición norteamericana al final del conflicto. Atrapada por la
nueva potencia hegemónícá y la fuente principal de la inversión extranjera en turbulencia ideológica, las preferencias contradictorias dentro de las Fuerzas
��ctores en expansión, como el automotriz y el químic¿:En todo casó, subsis­ Armadas, la coyuntura política interna y la transformación del escenario inter­
tía en esta postura la tradicional concepción del desarrollo como proceso su­ nacional, la política exterior no cumplió con su función esencial de servir al
bordinado a la potencia hegemónica. Se trataba sólo de cambiar el referente desarrollo nacional y a la consolidación de la capacidad de decisión dentro del
dado e] nuevo escenario mundial. orden mundial. En un concexco de transformación social y de rechazo-aTál,
La política económica de la_9��._L4'!: de 1930 tendió a preservar ]a posición dependencia, el conflicto desatado por la intervención del embajador de los /
de los grupos dominantes de la época. Los efectos sobre la coyuntura permitie­ Estados Unidos, Spruille Braden, en la política interna, fue una de las platafor- /
ron una modesta recuperación de la actividad productiva después del profun- mas en que se asentó el triunfo del general Perón en la elección presidencial de
LA POLÍTICA ECONÓMICA 227
226 LA INDUSTRIALIZACIÓN INCONCLUSA

Las políticas expansivas y redistributivas del período 1946-1948 fuer�n


1946. El nuevo gobierno surgió así con un perfil radicalizado en sus políticas
acompañadas por una serie de.reformas de la legislación social y la ampliación
sociales y en su posición internacional.
del área de control del gobierno sobre el sistema económico. En el primer
aspecto deben computarse la aplicación de los convenios laborales por indus- -·
tri�, la creación de los tribunales de trabajo y un régimen de asociaciones pro­
2. El g obierno peronista fesionales que sentó las bases del actual poder de los sindicatos. En el segundo
aspecto, deben incluirse la creación del Instituto Argentino de Promoción del
a) La primera fase del gobierno peronista
Intercambio (IAPI), a cuyo cargo estaban las exportaciones tradicionales y las
importaciones esenciales, la creación del Banco Industrial, la nacionalización
Al iniciar su gestión en 1946, el nuevo gobierno heredó, junto con una imp�r­
de los depósitos bancarios y el control nacional del sistema de seguros.
tante masa de reservas internacionales de alrededor de 1.600 millones de dóla-
L�s cambios en la estructura productiva, el aumento del empleo en la in­
' res, una economía descapitalizada, como resultado de la fuerte restricción del
dustna y los servicios, las migraciones internas y la urbanización y, sobre todo,
equipamiento durante la década de 1930 y la guerra mundial. En este contex­
las políticas sociales del peronismo, contribuyeron a integrar el tejido social y a
to, durante el trienio 1946-1948, el gobierno llevó hasta sus últimas conse­
establecer mayor equidad en la distribución del ingreso. Fortalecieron en estos
cuencias lo que podríamos llamar la fase "clásica" del proceso de sustitución de
planos, por lo tanto, la densidad nacional. Sin embargo\ a pesar de contar con
· importaciones, en el marco de una ·redistribución de ingresos en favor de los
la legitimidad que le otorgaba el apoyo popular, el gobi�;o violó normas ele­
sectores populares. En ese período se siguió una política fuertemente expansiva.
mentales de la convivencia democrática y restableció, por otras vías y para
La oferta monetaria aumentó en 250%, el gasto público pasó del 16 al 29%
otros fines, las prácticas autoritarias del régimen oligárquico. Esto abrió una
del producto bruto interno, los salarios y los beneficios sociales fueron
nu�va Y p:ofunda fractura en la densidad nacional: la antinomia peronismo­
drásticamente aumentados. Simultáneamente, el gobierno ejecutó una políti­
ant1peromsmo. En este último, figuraban los herederos del pasado régimen
ca de nacionalización de servicios públicos y repatriación de la deuda pública. _
co�se:v�dor pero, también, amplios sectores medios y populares que podían
El capital extranjero, que en 1913 equivalía al 50% del activo fijo total existen­
comc1d1r con los planteos nacionalistas y soc�les del gobierno peronista pero
te eri el país, cayó al 5% en 1955. Las remesas al exterior de utilidades e intere­
rechazaban la naturaleza autoritaria del régimen/ Esta nueva fractura en la den­
ses declinaron del 58 al 2% del valor de las exportaciones entre 1910-1914 y
sidad nacional fue la debilidad fundamental defgobierno peronista que culmi-
1955. A través del _CQntrol de precios para artículos de consumo popular, el
nó con su derrocamiento en 1955.
subsidio al consumo de los mismos, el control de los alquileres y los arrenda­
mientos rurales, la política de salarios mínimos urbanos y rurales, la aplicación
b) La segunda fase del gobierno peronista
del sueldo anual complementario y la mejora de prestaciones del sistema de
seguridad social, se produjo la expansión de la demanda de consumo y una
Cuando en 1949 el gobierno concluye, en el breve plazo de tres años, la f��
fuerte redistribución de ingresos en favor de los grupos de menores ingresos.
expan�iva �� su �olítica, apoyada en el crecimiento de la demanda global, la
Entre 1946 y 1950 la participación de los asalariados en el ingreso nacional _
red1str1buc1on de mgresos, la consolidación del poder sindical y la ampliación del
aumentó del 39 al 46%. Las condiciones de vida de los sectores populares
área de control del sector público, se agota, al mismo tiempo, la fase clásica del
experimentaran una mejora sin precedentes en el país.
Estas políticas tuvieron un importante efecto expansivo. El producto bruto �roceso de sustitución de importaciones. La crisis de la política peronista se ex­
tlend� hasta 1952 y, al salir de ella, el gobierno adopta un nuevo curso de acción.,
interno aumentó en 16% entre 1946 y 1948 y los bienes y servicios disponi­
Al mismo tiempo se hacen evidentes los problemas de fondo que el país había
bles en 29%. Las importaciones, largamente deprimidas por la crisis de 1930 y
gestado desde 1930 y que habrían de consumarse en las dos décadas siguientes.
la guerra, crecieron rápidamente en esos años. Esto, sumado a la repatriación
El �ecror externo desencadenó la crisis de la política peronista del trie;;y;;--�
de la deuda y la nacionalización de los ferrocarriles y otros servicios públicos,
expansivo. En 1949, tanto las exportaciones como las importaciones cayeron
provocó una fuerte caída de las reservas internacionales.
228 LA INDUSTRIALIZACIÓN INCONCLUSA LA POLÍTICA ECONÓMICA 229

un tercio, las reservas se ubicaban en corno de los 150 millones de dólares siguió apelando a fuertes subsidios para abaratar los precios internos de los
luego de haber alcanzado los 1.600 millones cuatro años antes, las deudas pen- artículos agropecuarios de consumo popular. Los subsidios pasaron del 20?(<> al
dientes ascendían a 1.500 millones de dólares.4 Al mismo tiempo que la c;n�-'. 30% de los gastos corrientes del gobierno entre 1952 y 1955.
tracción de las importaciones di_sm.i11ufa la disponibilidad de bienes, el creci- Esto permitió, al mismo tiempo, elevar los precios percibidos por los pr�
miento de lapi=;ducción inte¡na tropezaba con el estrangulamiento de la capa- ductores agropecuarios, a pesar del deterioro de los términos de intercambio
ciclad productiva generada en un largo período de baja capitalización. La severa del comercio exterior, revirtiendo así, drásticamente, la política de precios frente
sequía de 1951-1952 provocó una drástica caída de la producción agropecuaria al sector rural seguida por el gobierno inaugurado en 1946. Las pérdidas _del_
y de los saldos exportables y agudizó el estancamiento de largo plazo de la IAPI reflejaron esta política de mejora de los precios relativos del sector rural,
producción rural. dado el tipo de cambio sobrevaluado que mantuvo el gobierno peronista du-
El gobierng¡_nan.PJYQ hasta los inicios de la década de 1950 su política n:oiie- ., rante toda su gestión.
-
caria, fiscal y sal�_rial expansiva. La presión de la demanda global sobre una escasa La estrategia para enfrentar el estrangulamiento externo se apoyó en dos
disponibilidad de bienes y servicios aceleró las presiones inflacionarias. En 1952 pivotes. Uno, estimular la producción agropecuaria mediante la mejora de los
los bienes y servicios disponibles eran un 6% inferiores a los de 1948, mien�;;­ precios relativos del sector rural. Otra, la promoción de la entrada de inversio­
que el ingreso monetario había crecido sustancialmente entre ambos años. En - ·
nes y préstamos del exterior. -- ,
1951 el crecimiento de los precios alcanza límites hasta entonces sin precedentes Sobre el primer punto, conviene recordar que durante toda la década de
en lo que iba del siglo. El índice del costo de vida registró un aumento del 3Z:o/<:._ 1950 la nueva política de precios relativos del agro no produjo resulcados apre­
y el de precios mayoristas del 48%. Trabado por el estrangulamiento del balance ,1 ciables. El volumen físico de la producción agropecuaria aumentó en 22,3%
de pagos y el estancamiento de la capacidad productiva interna, el gobierno entre 1950 y 1960. Sin embargo, entre 1950 y 1953 el aumento superó el 23%
peronista se embarcó en un n1:1c::vo_ curso de acción a partir de 195?: lo que indica que entre 1953 y 1960 la producción se mantuvo estancada.5 L �
!
El nuevo programa eco;:;ómico incluyó un; severa polític�-d� ingresos, con·· ; exportaciones registraron este hecho. En coda la década se mantuvieron en
la creación de una comisión nacional de precios y salarios, la concertación de torno de los 1.000 millones de dólares, después de haber alcanzado su punto
con;�nios laborales cada dos años, en vez de las renovaciones anuales seguidas i mínimo en 1953, con 690 millones, corrio consecuencia de la violenta caída de
en los años anteriores, y el mantenimiento de un estricto control de p.r.eci?S,:__ los saldos exportables provocada por la sequía.
Este programa contó con el apoyo continuado de los sectores obreros que res­ La política de capital extranjero se articuló a través de un conjunto de deci­
paldaban al gobierno y, ayudado por el fuerte repunte de la producción siones, incluidas la adopción de una nueva ley en la materia, que elevó el límite
agropecuaria de la campaña 1952-1953, más un aumento de las importacio­ permitido de remisiones al exterior, y los acuerdos con empresas exrranjc::ras
nes, permitió mantener el aumento de los precios en el 4% anual en 1954 y para el establecimiento de fábricas de tractores fcon Mercedes Benz y Kaiser
experimentar una leve recuperación del nivel de la actividad productiva. La Morors para el desarrollo de la industria auto_motriz. Al mismo tiempo, se
política de ingresos logró evitar caídas sustanciales en los salarios reales y man­ procuraron créditos de los Estados Unido�,. a través del Exim-Bank,p-ªJ_.1:_ el
tener la participación de los trabajadores en el ingreso nacional. El gobierno financiamiento de la planta siderúrgica de San Nicolás y se gestionaron crédi­
tos para orros proyectos. El acuerdo con la California Petroleum Company
4 La situación fue coyunturalmente agravada por la política del IAl'I de retener stocks de para la exploración de ciertas áreas petrolíferas fue el hecho más notorio y
productos exportables a la espera del alza de sus precios en el mercado internacional. Según controvertido de la nueva política.
fuentes oficiales de la época, a fines de I 948 el IAPI almacenaba aceite de lino equivalente a la
Un aspecto que debe destacarse en la política económica internacional fue
producción de tres años, dos cosechas de avena, cerca de 7 millones de toneladas de trigo y maíz,
más de un año de la producción de grasas y otros productos agrícolas. Pero la demanda interna­ el énfasis, durante el gobierno peronista, en el estrechamiento de los vínculos
cional y los precios se debilitaron después de los altos niveles alcanzados al terminar la Segunda
Guerra Mundial (R. Mallan y J. Sourrouille, "La política en una sociedad conflictiva: el caso 5 A. Ferrer, La producción, ingresos_ y capitalización del sector agropemario, estudio preparado
argentino", Buenos Aires, mimeo, 1972). para CAFADE, Buenos Aires, abril de 1961.
, 230' LA INDUSTRIALIZACIÓN INCONCLUSA LA POLfTICA ECONÓMICA 231

, con los países latinoamericanos, particularmente los limítrofes. La política fue industria y los servicios adquirieron una participación preponderante en la
art·Í�ulada p�i;;cipaÍmente a través de acuerdos bilaterales, en cuyo encuadre se economía argentina.
produjo una apreciable expansión del comercio. Los niveles de intercamb\o J
alcanzados entonces sólo fueron superados años después de la entrada en vi­
gencia del Tratado de Montevideo (1960) constitutivo de la Asociación Lati- 3. La Revolución Libertadora
• noamericana de Libre Comercio.
Sobre la base de una firme política de ingresos, sostenida por el compromi­ En el período comprendido desde la caída de Perón en septiembre de 1955
so de los sindicatos con el gobierno, la nueva política logró estabilizar el siste­ hasta el acceso de Frondizi a la presidencia en mayo de 1958, se adoptó un
ma e iniciar una modesta recuperación. Pero la fractura de la densidad nacfo"';:; conjunto de medidas orientadas a debilitar el poder sindical, redistribuir el
na! era ya insalvable. El conflicto político se agudizó y el enfrentamiento con la ingreso en beneficio de los grupos afectados por la política peronista, vincular
: Iglesia terminó de configurar un escenario insostenible. Convergieron en las al país con los círculos financieros y económicos internacionales y desmantelar
fuerzas que derrocaron al gobierno una parte de las Fuerzas Armadas , las ex-, el aparato intervencionista montado por el peronismo. Es decir, se invirtió .�
presiones más recalcitrantes del régimen oligárquico y partidos y expresiones. drásticamente el signo de las políticas de distribución del ingreso y articulac�6'n
: sociales representativas de los sectores medios y populares. El 16 de septiembre del poder político de los nuevos grupos sociales surgidos durante el peronismo.
'. de 1955 medio país lloraba la caída de Perón y la otra mitad la celebraba. Esto fue particularmente claro a partir de principios de 1957, con el cambio
, Empezaba otra vez la larga marcha de construir la densidad nacional y un
del equipo económico y el franco restablecimiento de la política liberal.
proyecto viable de desarrollo económico. El gobierno de facto apeló al consejo de Raúl Prebisch, entonces secretario
Al concluir la gestión peronista a mediados de 1955,_ se había desplazado ejecutivo de la CEPAL. La imagen de Prebisch en el país tenía perfiles contradicto­
una cuota importante de poder hacia los nuevos sectores -que respaldaban al
rios. Había sido uno de los principales arquitectos de la política económica de la
régimen, en particular los sindicatos. Pero, salvo en algunas áreas específicas
década de 1930 hasta el golpe de Estado de 1943, bajo los gobiernos conservado­
como la de los servicios públicos nacionalizados,6 quedó prácticamente intacto
res. Al mismo tiempo era un economista de renombre internacional acreditado
el régimen preexistente de propiedad y control de los resortes clave del sistema
por sus posturas heterodoxas. Fue recibido con ambivalencia, cuestionado por
económico. Los efectos de la distribución de la propiedad rural y urbana sobre los liberales por sus posturas estructuralistas y por el resto sospechado por su
el reparto del ingreso fueron temporariamente suspendidos por el control de·
colaboración con los gobiernos del fraude y de la oligarquía. Prebisch elaboró
alquileres y arrendamientos. La nacionalización de los depósitos no introdujo
varios informes y propuestas en los cuales enfatizó la necesidad de recuperar la
una reforma de fondo sobre el control efectivo del sistema bancario. Los regí­
estabilidad y los equilibrios macroeconómicos pero no tuvo oportunidad de des­
menes de ventas de carnes al Reino Unido en acuerdos globales respetaron el
plegar su estrategia de desarrollo. De cualquier modo, la situación no era fa�a­
control monopólico de la industria. Estas limitaciones del proceso de transfor­
ble para un planteo económico de medio y largo plazo. La Revolución Libertador;�7
mación saltaron a la superficie cuando, caído el gobierno peronista en 1955,
cuyo primer intento de junio de 1955 culminó con el bombardeo de la aviación '1
mediante simples reformas administrativas y legales se revirtió la situación a la
naval a la Plaza de Mayo y una masacre, fue el anticipo de la reinstalación de la 11
que preexistía antes de 1946 en aspectos como los señalados.
violencia, confirmada luego con la represión y los fusilamientos de sublevados !
Quedaron en pie, sin embargo, nuevas fuerzas sociales que entraron a dis­
peronistas contra el gobierno defacto. Las fracturas de la sociedad volvían a ser el
putar el reparto del ingreso con los sectores tradicionales y una estructura pro­
mayor obstáculo en el desenvolvimiento de la economía argentina.
ductiva en la cual, definitivamente, las actividades urbanas concentradas en la
'Como durante el peronismo habían quedado intactas las bases del poder·
eco:ÍÍómico asentado en la propiedad de la tierra rural y urbana,,así como las

--ra -
6 La nacionalización de los servicios públicos en la Argentina correspondió a una experien­ del capital invertido en la industria y en el control de los resortes financieros y
cia generalizada en el plano internacional, esto es, la rápida declinación de la inversión extranje­
comerciales fundamentales: .. caída de Perón p�rmitió, en un plazo breve,
ra en servicios públicos y su traslación al área estatal.
restablecer la situación preexistente antes de 1946.
LA POLÍTICA ECONÓMICA 233
232 LA INDUSTRIALIZACIÓN INCONCLUSA

lo que deprimió el consumo de los sectores populares al mis mo tiempo que se


k���v�.EC?Jitic:;i..§e ar ticuló a travé s de un .coi:ij4nto de. medidas. Entre contraía ligeramente la tasa de inver sión. La tasa marginal de inversión, esto es,
ellas, debe destacar se la intervención de la CGT, el desm antelamiento del IAPI la
la inversión sobre el incremento del ingreso, entre 1955 y 1957 declinó al
p rivatización de lo s depósitos bancarios, la incorporación del Fondo Mone�a­
16%. Si se tiene en cuenta el super ávit de la Tesorería y que las expor taciones
rio Internacional y del Banco Mundial, el abandono de los convenios bilatera­
no aumentaron significativamente, se comprende que el único componente de
les de comercio exterior y la adhesión como país asociado a la Unión Europea
la demanda global que debe haber aumentado después de la caída de Per ón fue
de Pagos, fo r malizada en el llamado Club de París. Se aflojaron progresi�-]
el consumo de los gr upos de altos ingreSQS., b.�11eficia1<:>�_por la rectificación de
mente los controles de pr ecios y se inició un p roceso q�e habría de con sumar-
la política económica. Esto contribuye a explicar el fuerte c recimiento de la
se más tarde, con la rectificación de la políti ca de congelación de arrenda- f
'. importació n de automóviles entre 1955 y 1957.
m1entos r urales y de alquileres urbanos. La traslación de recursos a los grupos de altos ingresos no provocó -como
Al mismo tiempo que se restablecía el control de los intereses tradi ci��al�;:
podría suponerse por la mayor participación del ahorro en el ingreso de estos
so�r e el aparato pro�ucrivo comercial y financiero, la expansión de las expor-
: grupos- un incremento de la capi talización. A esto debe agregarse la pro longa­
raciones agropecuarias y el ingreso de capitales extranjeros siguieron constitu­
ción de la tendencia declinante de la inversión pública, que sólo representó el
yendo los elementos clave para enfrentar el estrangulamiento externo. La anu­ 3,4% del producto bruto interno en 1957 contra el 5% en 1953.
lación del convenio con la California Petroleum Company coexistió con la·'
La política económica de la Revolución Libertadora y la proscripción del
apertura hacia los países des arrollados y los or ganismos financieros internacio­
peronismo avivaron la protesta social y la agitación política. La convocatoria a
nal�s. De tod�s modos, las entradas de capital extranjero en el período per ma­
elecciones p residenciale s para febrero de 1958 fue el e scenario para e l enfrenta­
necieron en niveles bajos.
miento sobre las visiones alternativas del desarrollo del país y su organización
Debe señalarse una diferencia importante entre la política anterior y posterior a
política. El conflicto atravesó al radicalismo, la única fuerza política mayorita­
1955 en relación con el tratamiento de las importaciones. Después de la caída de
ria habilitada para competir por la,proscr.ipci6n del peronismo. La divisióri 4e l
Perón, se liberalizaron las importaciones y se eliminaron las restricciones cuantita­
radi calismo enfrentó en las urnas a s us dos máximos dirigentes. Uno de ellos
tivas. �l control de las impor taciones se realizó mediante el tipo de cambio y los
_ logró representar la propuesta de más fuerte contenido social y nacional y,
depósitos pr evios de importación, es decir, a través del encarecimiento de las
finalmente , con el apoy o del peronismo proscripto, triunfar en la nación y en
importaciones. Sin embargo, esto no fue suficiente y el deterioro del saldo del todas las pr ovincias. En las dos versiones del radicalismo, como lo ratificaría
balance comercial llevó al restablecimiento de restricciones cuantitativas al ini- ..,
más tarde el presidente Illia, existía el convencimiento de cµ.ie era necesario
ciarse 1958. legiti mar el proceso político levantando la proscripción del peronismo. Pero
�¡ tipo _de cambio fue devaluado de un promedio de $ 8,8 a $ 22 por é ste fue, precisamente, el problema y, en definitiva, la causa úlcima de l derroca­
1 dolar El impacto de la_��.".'.aJ_4ªJ:iógsob re lo s precios internos fue mayor que ; miento de Frondizi y de Illia. La economía volvió a quedar atrapada en la cr isis
:
�¡ pre�1sto y, en consecuencia, los topes impue stos a los ajustes de salarios, ' de la densidad nacional.
msufic1entes para evitar un deterioro de los salarios reales. Esto generó una
_
creciente ola de agitación sindical hacia fines de 1956, que llevó, finalmenée,'; •
un ajuste masivo del 40% sobre el nivel de marzo de 1954 y con retroactividad
4. B gobierno de Frondizi
a mar zo de 1956. Se volvió así a la p olítica seguida a par tir de 1952, de conce­

der aumentos masi vos bi anuales en el mes de marzo. Inaugurado en mayo de 1958, introdujo cambios drásticos en la política econó­
La política fiscal y monetaria tuvo un efecto r elativamente neutro sobr e el mica y una nueva estrategia para enfrentar el estrangulamiento del balance de
nive'. de la demanda global. El_p ro�uc��.manufacturero y el producto gl�·bal pagos. La tesis central era que éste obedecía al subdesarrollo de las industrias'·
�rec1eron moderadamente en 1957 y 1958, per o las polícicas redi srriburivas de básicas y, consecuentemente, a la dependencia de importaciones de materiales ¡
ingresos provocaron una fuerce caída de la participaci ón de 1;; ·;salariados en el industriales esenciales como acero, pap el de diario y productos químicos. El dé- ,
ingreso nacional. Es ca par ti cipación cayó del 47% al 42% entre 1955 y 1957,
234 LA INDUSTRIALIZACIÓN INCONCLUSA LA POLfTICA ECONÓMICA 235

ficit en la producción petrolera completaba este cuadro de dependencia externa, Tam_lúén se adopt:uon una serie de medidas para estim ular la inve;síón,
fincada en la insuficiente producción nacional de combustibles y de productos entre.�Ílas, desgravaciones impositivas para la capitalización, 1� reducción de
industriales de base. La composición de las importaciones respaldaba estas ,a,fir-'. los recargos y derechos aduaneros para la importación de maquinarias y equi­
maciones. En 1957 las de petróleo superaron los 300 millones de dólares Y repre­ pos y la mayor protección a la industria nacional.
sentaron casi el 25% del total de las importaciones. Otro 50% estaba básicamen­ .._La política frente al capital extranjero t uvo el mismo. signo drástico. En
te compuesto por productos siderúrgicos y otros materiales destinados a ab�te- dici�more·aeT958 se aprobó una nue;� ley de inversiones extranjeras, que les
cer a la industria manufacturera. El 9bjetivo perseguido fue, por lo tanto, provocar � extendía el mismo trato que a los capitales locales y liberaba la transferencia de
__
el rápido desarrollo de las industrias básicas y de petróleo. utilidades al exterior. Se firmaron n umerosos contratos petroleros de diverso
.
Las exportaciones no figuraban como elemento clave de la nueva estrate�1a. tipo, tendientes, en buena parte, a poner en pie de producción áreas ya explo­
_
En la formulación de la política frondicista, las exportaciones, atrapadas por el \ radas por YPF. Se resolvieron viejos problemas pendientes con inversores del
deterioro de los términos del intercambio y el control foráneo de los mercados exterior, como los de la Compañía Argentina de Electricidad (CADE) y la Com­
de exportación, empobrecían al país, al trasladar ingresos de los productor�) pañía Argentina de Gas. Asimismo, se obtuvieron importantes líneas de crédi­
'argentinos a los importadores del exterior. ,, . to para reconstituir las deprimidas reservas del Banco C entral.
! El financiamiento de la expansión de la capacidad productiva descansaba En este contexto, se lanzó una vigorosa política de inversiones. Al caso citado
en la entrada masiva de capital extranjero y en u n au mento de la tasa interna de del petróleo debe agregarse la puesta en marcha de numerosos proyectos indus­
áhorro a través de la traslación de ingresos desde los sectores populares a los triales en las ramas de base, fundamentalmente en la industria automotriz, y la
grupos de altos ingresos. rápida expansión de las inversiones públicas en la infraestructura (transportes,
La articulación de esta política tuvo dos fases. La primera, en los primeros energía y comunicaciones). Al mismo tiempo, la liberación de las importaciones
meses de la nueva administración, desde marzo hasta diciembre de 1958, en de maquinarias y equipos provocó un rápido reequipamiento del conjunto de la
que se siguió una expansión de la demanda mediante u n ajuste masivo de actividad productiva, especialmente en la industria manufacturera.
salarios del 60% sobre el nivel de febrero de 1958, el aumento de la oferta El a umento de la inversión en maquinarias y equipos generó un rápido incre:7
monetaria, q ue creció en 46% en 1958, y el incremento del déficit fiscal, que mento de las. importaciones. Las entradas de 'capital extranjero en el período ,
alcanzó, en ese mismo año, a cerca del 5% del producto bruto interno: Las estuvieron vinculadas con el financiamiento de éstas, a través de créditos de pro­
.,
tensiones introducidas por estas políticas sobre el nivel de precios y el balance veedores y créditos financieros para uso interno, destinados a 1� empresas en'
de pagos fueron enfrentadas a partir de principios de 1959, cuando se inaug u­ expansión. Se estima que dos terceras partes de las entradas de capital extranjero·\
ró la estrategia económica de fondo, con un conj unto de medidas tendientes a -estuvieron vinculadas con la importación de bienes de capital y con fondos líq�i:~
establecer la confianza necesaria en los círculos financieros internacionales y en dos de corto plazo. La entrada de capital extranjero de corto y largo plazo, que
los grupos internos dominantes. entre 1951 y 1958 había alcanzado un promedio anual de 70 millones de dóla­
En diciembre de 1958, se firmó un acuerdo de stand-by con el Fondo Mo­ res, llegó entre 1959 y 1961 al promedio de 300 millones. Las importaciones se
' netario Internacional. Entre los compromisos asumidos por el gobierno argen­ expandieron rápidamente y en el trienio 1960-1962 estuvieron un 30% por
f
tino en ese convenio, fig uraban la elevación de los efectivos mínimos bancarios encima de las de 1959. Su composición sufrió un cambio sensible: las de bienes
al 60%, la cancelación de las financiaciones hipotecarias para vivienda, la res­ de capital pasaron del 23% del total en 1959 a alrededor del 32% en los tres años
tricción del financiamiento del déficit fiscal por el Banco Central, la elimina­ siguientes. Como las exportaciones se mantuvieron muy bajas durante tod�il
ción de la mayoría de los controles de precios que aún q uedaban, el cese de gobierno de Froñdizi -no superaron los 1.000 millones de dólares anuales-, el .
restricciones cu antitativas al comercio y una fuerte devaluación para que. el balance comercial registró un fuerte déficit. Éste alcanzó su punto máximo en
peso alcanzara s u nivel en un mercado libre de cambios. Al mismo tiempo se 1961, con casi 500 millones de dólares. Pese a esto, l.� entrada de capitales permi- \
sig uió una dura política salarial, eliminando roda vinculación entre los ajustes ció financiar el déficit y elevar las reservas internacionales del ·Banco Central que, )
de salarios y los incrementos del costo de la vida. entre diciembre de 1958 y el mismo mes de 1960, aumentaron en cerca de 600 \.
236
LA INDUSTRIALIZACIÓN
INCONCLUSA
LA POL!TICA ECONÓMICA 237
mill��es de dólares. Naturalm
ente que esta evolu
reflejo en el aumento de las ción de] balance de pagq_;¡_se
deudas pu'b]·ica Y pn.vada ext La,s presiones inflacionarias, baj o la contención del nivel de salarios y·la·
..Luego de la devaluación de] ernas.
pe so vincula" da co n ]a libe . ., estabilidad del tipo de c ambio, estuvie ron reprimidas a partir de 1960. En
r ac1on de l mercadct
•,
ca111biario, a fin es de .1958 ·
e l peso se esta bil . , 1961 el índice del cosco de la vida aumentó en 14%.�r otra parte, las polí�i�--..
1 zo en $83 por
modo s, la devaluación gen dó]ar. De todos
eró una1 cras ] ac1.0, n de in .
gresos al sector rural, y en
cas monetarias y fiscales moderaron el in cr emento de la demanda glo bal, iuy o
el curso de 1959 Iós pre . c10 aumento pudo ser satisfecho no sólo por el del producto sino, cambién:por ]a
' s de a carne vacuna sub
hecho, sumado al arrastre ieron en 250º1/o. Este
de ]as po ]'ltlc . as de] año anten·or, ma, s ¡ rápida expansión de las importaciones .
c10., a devalua-
n y la liber ación
. de controles de preci.o s, ge La política económica del gobierno de Frondizi reveló la po sibilidad de
sm p_recedentes . El índiºce d ¡ ner ó un aumen to
d e pre··ci.os lanzar con rapidez una política agresiva de i nversiones orientada a la expansión
e cosco d e v1.da aum en :o, ·
año.Eomo lo s salarios que ma, s de1 100% en es
daron a la zag a' se produ30 e de la capacidad productiva e n sectores est ratégicos, como combustibles e in­
c ión del ingreso . . una n ueva redistribu-
en perJ· uic10 de ··los
ción fisc al tendía a �eJ·��ar p
ª
:· ··asa]· ari d05• Al mis · mo tiem po, la sirua-
dustrias dinámicas. Al mismo tiempo, las bases en que esa política se asentó
eran endebles. El supuesto implícito era que podía comprimirse indefinida­
rogr es 1vamente d º
e b I do a¡ au�� nto
dación tribut ar ia y a la dismin de 1� recau- mente el coeficiente de importaciones y permitir el crecimiento con una per­
ución del défi�ic e ex loca
presas públicas. El déficit fisca 7 c1on de _vanas em- manente reducción de la apertura externa de la economía. El límite de este
l cay ó del 7% de pro �ucro
1958 al 1,1% en 1960. bruco interno en proce so es naturalme nte la autarquía. Pero�i aun con resultados notables
El efecto de este conjunto de . . como el de la rápida expansión petrolera y la sustitución de importación de
medidas sobre .la as1g nac1ón de recu rso
realmente notable La tras] . . s fue
···· ·· combustibles, el coeficiente de importaciones pudo reducirse más allá de los
. a c10 , n de ingresos h ac1a ¡
os sectores de l capital y la/
empresa y la entrada de cre'd1tos y otros cap1.tales
º
límites alcanzados a fi nes de la década de 1950, esto es, alrededor del 10%. La
una vigorosa política de · . del exter·ior, en e¡ marco de '
invers10nes, provocaron un sa estrategia llevaba, inevitablemen te, a un nuevo estrangulamiento del balance
¡

zación al 24% anua] en 196 lto de ¡a tasa de capitali-


1. Adema, s, den�ro de la form \ de pagos, agravado por el peso creciente de los servicios de la deuda externa:�
produj o un fuerce aumento ación de capital se / Asimismo, el énfasis en la integración vertical de la industria era correcto,
volumen físico de la invers
de ] corre ond1en te a maqui
ión � t r IJa aumentó en _el trienio 196
narias y e quipos. aj perc{i'.niendo en cuenta que las industrias dinámicas se orientan en gran par te
(promedio an ua]) en 44% so ;� ; 0-1962 a abastecer materiales industriales y maquinarias y equipos al resto de la econo:..
bre 9 y ]a correspondiente a ma
equipos en 76%_7 quinarias y mía nacional, era preciso atender la competitividad de las mismas para no
El producto br uto interno sólo distorsionar la estructura de precios internos, encareciendo los costo50
creció e� 8 ,3o/cº e_ntre 1958 y 196
haber estado en 1959 or deb 1, Juego de Por otra parte, la expansión del ahorro sobre la base de la compreiión del
a·� o y �n 1960 pra, ct1camenre
Sin embar <\:los bº ePs y se . al n ivel de 1958. consumo interno era un recurso de corto plazo, como se comprendió en el
rv c1os d1sponibles crecier:in
debido al xc ! ;;, :� � más que el producto curso de 1961. Si la est rategia seguida no genera un aumento sostenido dela.)
d mpor tac1ones so bre expor
importacl� . tacw · nes{ La d"ucerencia entre
· nes � ex¡i,9..rrac10 nes represen tó en pr oducción y de la capacidad de acumulación al mismo tiempo que se expande ;
. . 1961 el--tf.,Go/c0 de ]os b"1enes
serv1c1o s disponible�-• Esta masa de r y el consumo, entonces se reinstala, inevitablemente, la puja por la distribución \
ecursos del exten·or,
te financiamiento ' con su correspon die
.
r;;-spaldo' la expans1ón de ]a i� . , n - del in greso y la inflación de costos. Esto fue precisamente lo que oc urrió hacia \
el ascenso de la demanda g]0 , · fi•IJa. En consecuencia,
version
bal se apoy o en ]a inversión p fines del gobie rno de Frondizi.
que el consumo privado de . nva
· da y pu'b]·icayY -···, ª En 1961 'saltaron a la superficie las contradicciones del proce so. La resisren-::-7
clin, tl de a a
1961 y declinar luego con r r cup erarse sótó en
la rec::i:::e ;96 2 ;�:6i
e
c ia sindical a la caída de los s alarios reales y la pérdida de participac Íón en el
in greso nac ional intensificó la tensión social. Por otra parte, el sector externo
7 En la producción de bienes entró nuevamente en crisis bajo el efecto de un bajo nivel de expo rtaciones, el
el resultado as e ctacular
el petróleo, que triplicó su de este proceso fue alcanzado peso c reciente del endeudamiento externo y una creciente falt a de co nfianza en
volumen entre l 9;8 Y :�: con
de 15 millones de toneladas 2• para alcanzar, en este últim
v P racn
,, .
, camente, eI autoabastecim o año, más la estabilidad del peso . La decisión del gobierno de mantener un régimen libre
iento.
de cambios y sostener la cotización del peso en $83 por dólar, generó una
LA POLITICA ECONÓMICA 239
238 LA INDUSTRIALIZACIÓN INCONCLUSA

5. La restauración liberal
creciente pérdida de reservas internacionales. Por otra parte, anee la presión
social y las necesidades políticas emergentes de las elecciones programadas para
Con la caída de Frondizi se instaló, nuevamente1 la p�jítica liberal. Es un
marzo de 1962, el gobierno aflojó su política salarial, de gaseo público y mone­
hecho significativo que el primer ministro de Economía después del golpe
taria. Esto llevó a que el Fondo Monetario Internacional declarara a la A_rgen­
militar de marzo de 1962 fuera el doctor Federico Pineda, principal conductor
tina en violación del acuerdo de stand-by oportunamente firmado.
' a'e ta póimca ecónoirnca eh d. '.aec'aaa aení':J'.,u; ra s'e na· VISCO que: aencrd a.el
Pero los problemas del gobierno trascendían la esfera económica. El con­
objetivo de consolidar los intereses económicos establecidos y las vinculacio­
: f!icto peronismo/antiperonismo estaba presente en el escenario político y arra­
: vesaba al árbitro decisivo de la situación: las Fuerzas Armadas. El gobierno nes con la economía británica, la política de aquella época logró con bastante
levantó la proscripción del peronismo y el terreno de la disputa se refería, en éxito mantener el nivel de la actividad económica y del empleo, pese al impac­
primer lugar, a la elección de 1962 para gobernador de la provincia de Buenos to de la crisis mundial. En las condiciones vigentes más de veinte años después,
Aires. El gobierno se vio permanentemente sometido a planceos militares que es decir, en 1962'. la política liberal produjo una recesión sólo comparable a la
; se agravaron con el triunfo de la Revolución Cubana y la intención de Frondizi de los peores años·ae la crisis mundial, 1932-1933. En la década de 1930 fue
de mediar en la disputa entre Cuba y los Estados Unidos. Finalmente, el presi­ capaz de enfrentar una crisis externa sin precedentes con bastante éxito. En
dente fue depuesto en marzo de 1962. 1962 utilizó las dificultades del balance de pagos para ejecutar una violenta
Durante el período 1958-1962, el gobierno de la provincia de Buenos política recesiva y de traslación de ingresos en contra de los sectores urbanos y
Aires siguió una política orientada a movilizar el ahorro interno (dentro del ámbito los grupos de bajos ingreso!:}'
del sector público, único en el cual puede operar el gobierno provincial en el Las medidas puestas en práctica a parcir de abril de 1962 incluyeron una
ordenamiento institucional existente), para lanzar una política de desarrollo de la nueva devaluación del peso, la disminución de las retenciones a las exportaciones
infraestructura de caminos y energía y de las inversiones sociales. El volumen de tradicionales, la restricción de la oferta monetaria y la reducción del gasto públi­
obras se acrecentó rápidamente, poniendo de manifiesto la viabilidad de la mo­ co. La recaudación tributaria cayó como consecuencia de la recesión, y el déficit_ ·
vilización de recursos internos como base del proceso de acumulación. Esto no fiscal en vez de disminuir, como se pretendía, aumentó bruscamente. La respues-
excluyó la obtención de recursos complementarios del exterior, particularmente ta fue dejar de pagar las cuentas, incluidos los sueldos de amplios estratos de
en el caso de las obras eléctricas. La política del gobierno provincial incluyó el servidores públicos. Aunque, aparentemente, la responsabilidad de estas políti­
fomento del desarrollo regional mediante la descentralización del poder de deci­ cas radicaba en los nuevos compromisos asumidos con el Fondo Monetario In­
sión administrativo. El avance más importante en este campo fue la creación de ternacional, en última instancia respondía a la estrategia de los grupos internos
la Corporación de Fomento del río Colorado, destinada a instrumentar las me­ que condujeron la política económica en el período. Esa estrategia pretendió -¡
didas de desarrollo agropecuario e industrial de la cuenca del Colorado dentro desarticular definitivamente el movimiento obrero, reinstalar los mecanismos de
del ámbito provincial. Quedó en proyecto una corporación semejante para el poder económico y la distribución del ingreso vigentes antes del peronismo y
desarrollo del delta del río Paraná. Asimismo, la reforma tributaria -en particu­ asentar la economía argentina, nuevamente, en el sector agropecuario exportador/·
.,
lar, la modificación del impuesto inmobiliario y la actualización de la base impo­ y en los grupos comerciales y financieros vinculados con ellos.9
nible para tomar en cuenta el impacto del proceso inflacionario- saneó las finan­
zas provinciales y sentó las bases de la expansión de la inversión pública. Tuvo 9 En el capitulo XVII de la primera edición de de esta obra (1963) se analizó más detenida­
también un efecto de castigo al mal uso de la tierra rural, alentando su utilización mente el contenido y los resultados de esta política. Su redacción concluyó, precisamente, cuan­
o su venta, esquema que se completaba con un programa de colonización de do la misma estaba en pleno desarrollo y estimuló un tratamiento más amplio. En el marco de la
latifundios improductivos. Escas políticas, en las cuales el autor cuvo una partici­ actualización de la obra (1973), se impuso una consideración más breve. El autor trató también
el tema en: "Devaluación, redistribución de ingresos y el proceso de desarticulación industrial
pación direcca, 8 desataron una intensa resistencia de los sectores afectados.
en la Argentina", Revista de Desarrollo Económico, Buenos Aires, enero-marzo de 1963. Dos
8 El autor ocupó el Ministerio de Economía y Hacienda de la provincia de Buenos Aires trabajos que conservan interés permanente son los de Julio Olivera, El caso de la Argentina (en
los estudios sobre Inflación y Desarrollo preparados por CEPAL), Santiago, 1962; y Osvaldo Sunkel,
durante dos afios a partir de mayo de 1958.
240
LA INDUSTRIALIZACIÓN INCONCLUSA
LA POLÍTICA ECONÓMICA 241

Los r �s �ltados fueron ca :asrr óficos. El prod ucto bruto interno y el co�s-�- J
6. El gobierno de Illia
mo per capica cayeron a su nivel más b ajo en una década. Entre 1961 y 1963 el
producto per cápi ca cayó en 9%. En 1963 se esti ma que esta ba inuciliz�d;-:
La administración radical del presidente Ill ia abarcó desde fines de 1963 hasta.
cerca de! 50% d � la capacidad i nd ustrial instalada, y el de sempleo de la fuerza
medi ado s de 1966. En e se perí o do , las �xp or tacio n.e s alcanzar o n nive le s
de trab aJ o se ubicaba en el 10%. La fuerce contracción de la demanda másti
sustanci almente superiores a los de los años anteriores, para ubicarse, en 1966,
deval uación y la restricción del crédito interno, colocaron a gran n úmero de
en I.600 millo nes de dólares, es to es, 60% más que el nivel d e 1961. Por otra
em res as, fuerte mente end eudadas con el e xterior duran te la e xpansión del
� parte1 la s_ imporracione� se r:nantuvieron e n bajos niveles en t�do e l pe rí()_9-0::
g� b�erno de Fro ndizi , en situación insostenible. Es to dio lugar a cierres dt! Considerando los 4 años abarcados entre 1963 y 1966, se advier te que el ba­
.
fabnc as Y quiebras, Y buen número de empresas fue transferido a inversores dd. lance come rcial arrojó un superávit acumulado de I.500 millones de dólares, y
e xter ior.
considerando el saldo negativo de 1.000 m illones de la cuenca de se rvicios, el
Los preci os no pudieron, con todo, frenarsel,La presi ón sindica l y la resis­ b alance de pagos e n cu enta corr iente tuvo un supe rávit ac umula do d e 500
)
tencia de las empresas i nd ustri ales a admi tir un�rectificación masiva de los
1 millones de dólares. Esta mejora del sector e xterno contribuyó a e nfrentar la
pre�'.os relativos agroi nd ��-t�ales en perjuicio de la industria provocaron la ele­ carga de la deuda e xterna, cuyos servicios demandaron alrededor de 1.000
_
vacion de prec10s y salano1En 1962 el índice de l cosco de vida aumentó en millones de dólares en 1964 y 1965.
28% y en 1963 en 24%. De ntro de este contexto, la política eco nómica procuró evitar devaluaciones
La ºlírica iniciada en abril d e 1962 pudo , a un enorme cosco económic� y
_ ? masivas , con sus efectos sobre la distribución de l ingreso, y adoptó, e n cambio,
social i nterno , dar respuesta parci al a la crisis del se cto r e xterno . La re cesi ón y
un prudente ajuste periódico y en pe queñas pro po rcione s del tipo de cam.,b�:
la contracción del consumo in terno per mi tieron elevar los saldos exportables
Al ·mismo tiempo, se reimplantaron controles cambiarios sobre las transferen­
de productos ag ropecuarios. Ademá s, la se quía de 1962 provocó un aumento cias de capital y los r ubros invisibles del balance de pagos. De este modo, sin
de la faena de g an ado así como de los volúmenes expor tados. En 1962 y 196.:r refinanciaciones importantes de l a deuda externa, el gobierno pudo reducir
el volume n físico de las e xpor taciones superó en 35% los niveles de 1961. Por
parte de la misma y ma ntener el nive l de las reservas interna�ionales) ·
primera ve z en alreded or de tres décadas, se superaron los 1.200 millones de .. _
En el sector externo, el gobierno adoptó, asimismo, un conJunto de medú:las,;
dólares de exportaci ones. Al mi smo ti empo, la recesión interna provocó una para poner en práctica compro misos asumidos durante la campaña e lectoral,
caída de las importaciones de casi el 30% entre 1961 y 1963. De este modo, en particularmente la anulación de los contratos de petróleo. Además, puso térmi-
1963 se obt uvo un superávit de l b alance comercial cercano a los 400 millones no al acuerdo de stand-by vigente con el Fondo Monetario Irrernacional y recha -
de dólares. zó la tentativa del Banco Mundial de intervenir en los asuntos de SEGBA, la em­
L � �r ansitor ia su�er ación del estrangulami ento e xterno sentó las b asespára! presa eléctrica del Gran Buenos Aires. Estas actitudes del gobierno implicaro1.1
la pollt!ca de e xpansión de l a demanda g lob al y la recuperación del nivel de \ _
) una drástica ruptura de la línea de entendimiento con la comunidad financiera
¡ producción y empleo que i naug uraría la admini stración r adical a partir de fi­ internacional seguida, au nque en distintos contextos de política económica glo­
) nes de 1963. Las condici ones eran favorables para tal política, en parte por e l bal, por las eres administraciones anterio res. No es e xtraño que se produjera,
factor externo señalado y, además, por la magnitud de los recursos 0 cf¿s�s­ entonces, una salid a de capitales entre los años 1963 a 1966, con un promedio
exisren tes que podían movilizarse rápidamente. anual superior a los 100 millones de dólares. Sin embargo, este hecho debe atri­
buirse, principalmente, a la fuerce contracción de las importaciones de maquina­
rias y e quipos cuyo correspondiente financiamiento constituye una de l s vías
_a
principales de incorporación de capita les del e xter ior. En e fecto, este tipo de
impor taciones, que en 1961 alcanzó a 500 millones de dólares y en 1962 a 556
) "La inflación chilena, un enfoque heterodoxo", E/Trimestre Económico, México, octubre-diciembre
I: millones, se redujo en 1965 a 155 millo nes. En la política de inversiones, mas'¡
de 1958.
que en los conflictos con organismos financieros internacionales y con inversores i: ·...
242 LA INDU�TRIALIZACIÓN INCONCLUSA
LA l'OLfTICA ECONÓMICA 243

extranjeros, radica la salida de capitales en el período analizado. Por otra parre, 1�


. '. que, pese al repunte del empleo y de los salarios reales, el movimiento obrero
política cambiaria desalentó la entrada de fondos de corto plazo.10
mantuvo una permanente hostilidad contra el gobierno, materializado en pla­
De todos modos, la mejora del balance comercial permitió seguir una fome
nes de lucha que incluyeron las ocupaciones de fábricas hacia el final del go­
política de expansión de la demanda global a través del aumento de la oferta
bierno radicJJ En 1964 el índice del costo de vida aumentó en cerca de un
monetaria, el gasto público y los aumentos de salarios. La oferta monetaria au­
40% y en 1:;J5, aun con una fuerte baja de los precios relativos del sector
mentó en 29% en 1963 y en 40% en 1964, contra el 7% en 1962. Los aumentos
agropecuario, el índice se elevó en 29%. La debilidad política del gobierno
de salarios nominales excedieron el del costo de vida y permitieron un incremen­
influyó decisivamente en su incapacidad de imponer una política de ingresos
to del salario real del 8% entre 1963 y 1965. A estos factores se sumó la expan­
para contener la espiral de precios y salarios.
sión de las exportaciones como factor adicional de crecimiento de la dem���ª
... En el sector fiscal la evolución tampoco fue favorable. El aumento del gasto
global. Sobre la base del elevado margen de capacidad ociosa, gestada durante la
público se apoyó en los gastos corrientes mientras tendía a dete:iorarse la pa�­
crisis de 1962-1963, fue posible un rápido repunte de la actividad industrial, que ,
ticipación de las inversiones. Particularmente grave fue el detenoro del di::fic1t
en 1964 y 1965 creció a la tasa anual del 15%, mientras el producto bruto inter­
ferroviario, que en 1965 llegó a representar el 20% de los gastos de Tesorer_ía.
no aumentó al 8% en cada uno de esos años. De este modo, _fue posible reducir .
Hacia el final de la gestión radical comenzó a agotarse la posibilidad de
sensiblemente la tasa de desempleo. Ya en 1964 se había superado ligeramenEe el
expandir la actividad productiva sobre la base del aumento del ingreso mone­
nivel del producto bruto interno alcanzado en 1961. Pero en una perspectiva de
tario y la ocupación de la capacidad instalada ociosa. En 1966 el producw
más largo plazo se advierte que éste sólo estaba un 8% por encima del nivel de
bruto interno se estancó en comparación con el aumento del 8,5% del año
1958, lo cual implica una tasa de crecimiento anual en torno del 1% y, en conse-
anterior. Se demostraba, así, que el alivio coyuntural del balance de pagos y la
cuencia, un deterioro del producto per cápita. .· . expansión del gasto de consumo privado y público son recursos transitorios
Durante el período se registró un debilitamiento de la formación de capi­
que no pueden sentar las bases de un proceso de crecimiento sostenido de
tal. Según estimaciones del Instituto de Desarrollo Económico y Social (IJ?ES), .J
largo plazo.
la inversión bruta en maquinaria y equipo nacional e importado cayó en más
En resumen, la política del gobierno de Illia rectificó los lineamientos de la
del 20% entre 1961 y 1964. Una disminución de magnitud similar experi­
política liberal restablecida en 1962. En el contexto de una situación externa
mentó la inversión pública.ll
relativamente favorable, tuvo éxito en promover una rápida recuperación del
Por otra parte, l; política de ingresos tropezó con dificultades crecientes. Se
nivel de la actividad productiva y el empleo. Sin embargo, no apor�ó solucio­
log;¡-con bastañ!eexítc,;-ctmteñeda trasfádón de ingresos_?,l sector rural ge­
nes significativas a los problemas básicos de la economía nacional. La capitali­
nerada por las devaluaciones de años anteriores.En cambioffue crecientemente
zación y el cambio tecnológico quedaron rezagados, el déficit de las empresas
difícil de ejecutar y de sostener la política de salarios en té;;;¡nos compatibles
públicas se agravó y no hubo avances importantes ni en la sustitución de im­
con la contención de las presiones inflacionarias. Es un hecho significativo
portaciones, a través de la integración del sistema industrial, ni en la promo­
ción de las exportaciones. Durante la gestión radical se recuperó un sentido de
10 El trastrocamiento del movimiento de capitales, que alcanzó su ingreso máximo durante autonomía en el trato con los centros financieros y los organismos internacio-
la gestión de Frondizi en 1961 con u$s 426 millones, se registra en 1962 con una salida neta de nales y el énfasis en los factores internos como pilares del desarrollo del país.
u$s 47 millones, a pesar de que, en este año, la importación de bienes de capital alcanzó a u$s
Hacia el final del gobierno se estaba avanzando en la integración de esta políti�­
556 millones. Esto implica que la entrada de capitales en concepto de créditos para la importa­
ción de esos bienes fue más que compensada por la salida de fondos de corto plazo como conse­ ca con una actitud más expansiva en materia de inversiones.
cuencia de la crisis de 1962. Esta salida no sólo compensó los créditos de importación de bienes No fueron factores económicos los que provocaron el derrocamiento �'7
de capital, sino que generó una pérdida de reservas del Banco Central de cerca de u$s 200 presidente Illia. Las críticas al supuesto inmovilismo de la administración, en
millones en ese año. un contexto de sensible mejora de la situación de coyuntura, enmascaraban los
11 Cenero de Estudios de Coyuntura del Instituto de Desarrollo Económico y Social, Situa­

ción de Coyuntura 5, abril de 1966. conflictos profundos de la sociedad argentina y la búsqueda de la conquista del
poder por sectores de las Fuerzas Armadas y de la sociedad civil, al margen de
244 LA INDUSTRIALIZACIÓN INCONCLUSA LA POLÍTICA ECONÓMICA 245

los procesos democráti cos. Incluso las divisi ones dentro del peronismo, cuya \ congelar on los salari os, se suspendió el funcionamiento de los convenios colec­
proscripción se pro ponía levantar el presidente Illia, contribuyeron a genera7-eT __. tivos de trabajo y se mantuvieron fijas las tarifas de los servici o s públic os. A<!e-
ambiente pr opicio para el golpe de Estado . -�ás, el impacto de la devaluación de marzo sobre los c ostos fue absorbido, en
gran parte, mediante una disminución de los derechos de importación y la
aplicación de impuestos a la expo rtación, para evitar el aumento de los precios
7. El régi,men militar internos de los productos agr opecuarios exportables.
--,
La política fiscal pro curó el equilibrio del presupuesto mediante un fuerte
Después de la caída del gobi erno radical, en junio de 1966, la política económica aumento de impuestos y cargas sociales, que implicaron una imp ortante trasla- /
del régimen militar no introdujo cambios apreciables hasta fines del año. En ma�-¡ ción de ingresos al sector público. Per o el saneamiento del secro r fiscal, inclui- !
de 1967 se puso en marcha una política respaldada, como en ocasiones del pasado, dos el reordenamienco de empresas del Estado y la mejora de su performance
por l os sectores tradicionales. Sin embargo, esa política incluyó cambios importan­ operativa, respaldó una rápida expansión de la inversión pública. Sin embargo,
tes con respecto a las seguidas en anteriores experiencias del mismo origen. En . apenas se alcanzó el nivel logrado en el gobierno de Frondizi.
primer lugar, el sector ganadero y de grandes propietarios de la zona pampeana -
Por otra parce, las altas tasas de interés en el mercado financiero, la perspec- 1
quedó al margen de los beneficios directos de la nueva política económica. Los .' tiva de la estabilidad del cipo de cambio y la aparente solidez política del go­
principales destinatarios de la misma eran los grupos que se habían consolidado en F bierno militar estimularon la entrada de capitales de c orto plazo, que en 1967
años anteriores. Estos grupos incluían las empresas extranjeras que operaban pre­ y 1968 alcanzar on a 400 millones de dólares. Esto sirvió para elevar sustancial­
dominantemente en las industrias dinámicas, el sector financiero y las empresas del :· mente las reservas internacionales y expandir la o ferta monetaria. La entraga__;
Estado. En esca etapa se fue consolidando la gravitación de estos sectores, que llegó
a formar, de hecho, un sistema en que la principal concentración del poder econó­
• de capitales de corco plaz o vino a reforzar la mejora experimentada en el balan-
ce de pag os, con la existencia de un persistente superávit en el balance c omer­
mico se registró en las empresas extranjeras y en las públicas. En torno de estas cial desde 1963. Además, después de 1968, el gobierno siguió una deliberada
empresas se nudeaban intereses privados de capital nacional. Pese a estas orienta­ política de expansión del crédito interno al sector privado, con lo cual tendió a
ciones de la política económica, el sector tradici onal, apoyado en la producción mejorar la sit uación de liquidez.
agropecuaria exportable, le prestó, en una primera etapa, su apoyo. La tasa de inflación reflejó el impacto de la nueva política. El costo de viái"7
Es ta políti ca difirió en varios aspectos principales de las tradicionales polí- ! sólo subió u n 8% en 1969 contra casi el 30% d o s años antes. Pero esta /'
ricas liberales apoyadas en las deval uaci ones masivas, la transferencia de ingre- : desacelera ción de la tasa de inflación tuv o otro factor determinante: la caída de
so al agro , la restricción del gaseo público y la oferta mone taria y la caída de l os. los precios relativ os de la carne vacuna como consecuencia del fuerte aumento
salari os reales. La polícica antiinfla cionaria de la concep ción liberal tradicional de la oferta de hacienda. Dado el peso de este factor en el costo de vida, su
operó si empre sobre el supuesto de que el au men to de preci os obedece a ;;�-;_­ comp ortamiento fue en el período analizado un elemento decisivo en la evolu­
demanda glo bal y a una liquidez excesivas. ción de lo s precios. También lo fue a partir de 1970, pero con signo inverso.
La p olítica de marzo de 1967 fue más compleja y articulada con los nue�os J Dado el mantenimiento de airas tasas de interés en el mercado interno yTa···
grupos económic os d ominantes. Partió del supuesto correcto de q ue la infla- f drástica reducción del crecimiento de los preci os, aquéllas alcanzaron un signo
ción es eminentemente de costos y puso en marcha un conjunto de medidas positi vo, lu ego de haberse operado con tasas negativas de interés durante va­
tendientes a con tenerlos. En un primer momento, se produjo una devaluación rios año s. Est o implicó un encarecimient o de los c o seo s financieros, que pudo
i mp ortante, llevand o la cotización del pes o de 250 a 350 p o r un dólar; aumen:·
ser enfrentado por el sector industrial moderno -en su mayor parce en manos
taron las tarifas de l os servicios públicos; las escalas de salari os de los c onvenios de empresas extranjeras-, q ue fue el principal beneficiario de la expansión de la
c olectivos de trab ajo fueron aj ustad os p or etapas, para restaurar su po der ad­ demanda generada p or la nueva política. En cambi o , las empresas nacionales
quisi tivo promedi o de 1966. De allí en más se c ongelaron estos determin a �·ces·1 qu e ope raban en l os sectores tradici onales, con un comp ortamiento de la de­
prin cipales de los coseos. Se asumió el co mpromiso de no v olver a devaluar, se j manda menos dinámic o , vier on fuertemente afectada su situación financiera.
LA POLfTICA ECONÓMICA 247
246 LA INDUSTRIALIZACIÓN INCONCLUSA

Otro elemento de la nueva política fue el estímulo a la <::.onstrucción de registró un déficit sustancial del balance de pagos en cuenta corriente. La expan­
_viviendas, en gran parte para grupos de medianos y altos ingresos, que generó.: sión de las importaciones, estimuladas por la liberación de las mismas, fue un
un rápido crecimiento de la construcción privada. factor importante del proceso, pero influyó, además, el estancamiento de las
De este modo, la semirrecesión de 1966 fut:: rªpi�meJ}J<; s.t..11'�r_;¡da, En exportaciones. Por otra parte, el aumento de los precios internos, frente a"ta-7
1968 el producto bruto interno creció en 4,3% y en 1969 en 7,9%. inmovilidad del tipo de cambio, g�-�eró una crisis de confianza en la estabilidad
A mediados de 1969 se produjeron acontecimientos políticos de inusitada del peso que alentó la salida de capitales. Las reservas de divisas eran una solución
gravedad. Los disturbios en la ciudad de Córdoba y en otras parces del país aparente, porque se asentaban en la incorporación de capital de corto plazo en�
echaron por tierra la aparente estabilidad del régimen militar. Esto modific�_l:i ¡ trado a partir de 1967. La situación presentó aspectos críticos en la segunda
precondición que encuadró el programa económico iniciado en marzo de 1967, mitad de 1969 y fue enfrentada con la tradicional receta de restringir la oferta
esto es, la aceptación de la misma sin resistencias importantes. El proceso polí­ monetaria. Sin embargo, el repunte de las exportaciones hacia fines de 1969 y
tico aceleró la crisis implícita en las contradicciones de aquel programa. principios de 1970 permitió evitar un franco proceso recesivo. La crisis del sector 1
Aparentemente, el aumento de las reservas internacionales, el crecimiento· externo estalló hacia mediados de 1970 con una contracción de las exportacio- ;
del producto y la contención de los precios indicaban un franco éxito de la nes, el mantenimiento de un aleo nivel de importaciones y la salida de capitales.
conducción económica. Sin embargo, estos avances se apoyaban en bases.. en- .•El acrecentamie?_to de las_�i_cpectativas inflacionarias -sumado a la devalua-'
··
debles y habrían de desmoronarse en el curso de 1970. ciórÍdel peso, en Junio de 1970, de $350 a $400 por un dólar-y el aumento
--- ~ -
Merece recordarse, en primer término, que la política benefició, como éra .·�deLprecio de la carne quebraron la aparente estabilización.
esperable, a los sectores a los cuales estaba destinada. Se profundizó el proceso La experiencia de marzo de 1967 concluía, pues, con una nueva crisis J;¡ ·
de concentración industrial y se amplió el área de influencia del capital extran­ balance de pagos, la reactivación de las presiones inflacionarias y la ruptura de
jero en el sector industrial y financiero. En relación con este último aspecto, la política de ingresos. Los sectores perjudicados por esa política, incluidos el
merece destacarse que la entrada de capital de largo plazo se mantuvo en bajos laboral y algunos grupos empresarios nacionales, enfrentaron no sólo los;;:­
niveles en todo el período, en parte, porque sólo a partir de 1968 se aprecia un pectos coyunturales de la política sino su diseño de fondo y la concepción del
repunte apreciable en las importaciones de bienes de capital. Además, la inver­ país que llevaba implícita. A esto se sumó, más tarde, la oposición del viejo
sión privada directa no superó sus niveles tradicionales. Como consecuencia, sector tradicionalmente dominante, el ganadero.
el avance del proceso de excranjerización se afincó, como en la experiencia Para entonces, se había reinstalado la violencia, marco en el que se incluye·
histórica, sobre el control de los recursos internos del país y el financiamiento el secuestro y asesinato del ex presidente general Aramburu. En ocrás partes de /
de la empresa extranjera con recursos generados internaméñce. ·, América Latina también soplaban vientos de revolución y violencia y la bí1s.::·
En el curso de 1970 saltaron a la superficie las inconsistencias del programa :' queda de atajos para resolver los gigantescos problemas sociales y la injusticia
de marzo de 1967. Por un lado, la inversión del ciclo ganadero provocó una distributiva generalizada en la región. Estos hechos repercutieron en la situa­
drástica reducción de la oferta de hacienda, que determinó un fuerte aumento ción interna del país y en el seno de las Fuerzas Armadas que, a esa altura, se
de los precios internos de la carne vacuna. En 1970 sólo este factor provocó un habían convencido de la inviabilidad de la propuesta original de transitar pací­
aumento del costo de la vida del 7%, casi tanto como el aumento de todo-d �camente del tiempo económico al social y, de allí, a la normalización política.
índice respectivo en 1969. Además, la resistencia sindical a una política qué/ Esta debía acelerarse y, presumiblemente, facilitar el proceso con una orienta­
mantenía sin cambios apreciables los salarios reales, al tiempo que aumentabi ción de la política económica alineada con una postura más nacional, social y
la productividad y la traslación de ingresos en perjuicio del sector obrero, agudiza autocentrada. Fue en este escenario que los protagonistas principales del régiJ
,,;
drásticamente las tensiones sociales. Sobre estas bases, la CGT pudo paralizar·· al. men militar desenvolvieron su propia disputa por el ejercicio del poder.
·•
país con una huelga general de 24 horas a fines de 1970. A fines de junio de 1970 las Fuerzas Armadas resolvieron el relevo, en cl-')
P�ra E.ºTf>letar el cuadro, el sector externo �ntró nuevamente en crisis. El ejercicio de la presidencia de la Nación, del general Onganía por el general
proceso se estaba gestando desde 1969, en que, por primera vez desde 1962, se Levingston. La política económica mantuvo hasta fines de octubre de 1970 los
249
248 LA INDUSTRIALIZACIÓN INCONCLUSA LA POLÍTICA ECONÓMICA

lineamientos fund amentales trazados en marzo de 1967. Frente a la crisis del 1 re stablecer la l egi timid ad
democrática y la posibilidad de respalda
expansió n ec ómi q ue
r en el poder
r og1era _
�l
militar una apertura nacionalista y de ��
on ca
sector externo se registró la ya citada devaluación de j unio y se trató de co� n ­
va nd cc10
los supue stos polí ticos de la nue co u n eco o
pensar sus efectos sobre el nivel de precios mediante la red ucción d e los recar­ respaldo po pula r fueron �L.,
política ha sido señal a d o : p robl eri;:�
gos de impor tación. También fueron reducidos l os reinteg ros a la exportación mica. El contexto en que se inició esa ias :eces1:as
s rvici s d la de d xt erna; tendenc _
no tradicional para no provocar un salto en el impac to fiscal de esos subsidios. balance de pagos, incluidos lo s e o e u a e

ad económica; reinicio
d e las pres1_ 0nes mflac10_nar'.�s,
Asimismo, s e elevaron las retenciones so bre l as expor taciones tradicionales, en el nivel de la activid
v ersión d el ciclo g�ade ro y la ag1tac1
0n
c omo un instrumento d e recaudación fiscal y para contener el aumento d e los debido en par te a los efec tos d e l a in
e aumentos de salanos. ._ .
precios i nternos de carnes, cereal es y otros productos que tienen el d oble d esti- social vinculada con las demandas d l a potenc'.a econó-
lí ic fue seña l r qu
El punto d e part ida de la nueva po
e
no del mercado interno y la expor tación. Al mismo tiempo, se siguió una po­ t a _
a
su e c pc 1onal do­
s bas de r cu s s h u mano s y fi nan�1eros y ��
lítica monetaria restric tiva para evitar l a presión sobre el mercado cambiario, mica del p a í s , u e e r o

tu ales en n inm enso cerritono


13
le permman enfrentar
crecientemente comprometido por el deterioro del balance de pagos y las ex­ tació n de rec urs os n a r u
·
táneament e, un programa de desarro :
llo
p ect ativas neg ativas sobre el curso d e la economía. En mater ia d e salar ios se la crisis de c oyuntura y l anzar, simul �-i
cional. Se propuso así una tasa d e crec'.
resolvieron ajustes globales y moderados, que no aflojaron la presión sindical de argentinización de la economía na 1Oo/o y_ un s� sten'.­
e la s exportacio �e s del
ni pe rmitieron recupera r el deterioro de la participación de los trabajadores en miento del produc to del 8% anual, d _
oni ­
base de la xp nsió n d e los bi enes y serv 1c1os disp
el ingreso nacional. E n materia de carnes s e tomaron algunas medidas para do crecimiento, s o br e l a e a

acumulac ió n d pita l. S e s e ñaló que un


bles del consumo interno y de la
e ca
orientar l a ofer ta de haciend a h acia. 1:\ exp or tación a t r avés de regu laciones
n de al d ed or d e l os 5.000 millo
nes de dólares Y una
sobre el leila.j e de la haci enda destinada al consumo. Estas m edidas fueron ino­ vol�men de ahorro int er o re
zar ambas metas.
ortaciones permitirían
l can
a firme de apoyo a la s exp
a
p erantes para mejorar la posición competitiva d e la industria frigorífica y soste­ Po!'tic
1 ·
do e1
is de coyuntur a creci endo y mov1Tizan
ner el volumen de las expor taciones, así como para contener el fu er te impulso Se trataba, pues, de enfrentar la cris
alcista del precio d e la carne en el mercado interno. potencial económico del país. _ _
e d1d as �e �or-
s d e un con¡ unto de n:1
B ajo el efecto de la disminución de las expor taciones y la debil idad d e fa · Estos obj etivos se ar ticularon a travé , a.
varios campos de la polm ca �conom1c
inversión y el consumo privados, el nivel de la actividad productiva tendió a to plazo y d e cambios d rá sticos en q d
d interna y la ofe rta mo� eta na _
a
ue a
��
disminuir su tasa de crecimiento a partir del segundo trimestre de 1970. Al mis­ Para evitar que el nivel d e la activida o ba¡ o e� reg1-
mo tiempo , la rasa de inflación daba un salto drástico, revelando la quiebra d�l del sector ext rn , c m o h a bí a ocu rnd
atra pad os por la cr isis
e o o
1967, se mtro-
esquema estabilizador iniciado en marzo de 1970. En el trimestre agosto-octubre men d l me rca d o li b r e d e cambios exis tente desd e marzfil de ·
sferencias fimanc1�ras. D e
e
de 1970 el índice del costo de vida, a nivel anual, aumentó al 30% y el de los con t ol s la s li a de capitales y a las tran
<luj eron r e a a d
vas internacionales, en los sei s n:i�ses
precios mayoristas al 46%. En los 7 primeros meses de ese año, es decir entre este mod o, p ese a l a caíd a de las reser onetari_ a c rec10 en
ril d e 1971, l a of erta m
enero y julio, los índices habían ascendido al 15% y al 16%, respectivamente. cor ridos entre octub re de 1970 y ab entras que en
anter iores. Ad emás, mi
12% contra el 10% de los 1O meses ron el
ión de medios d e pago sólo genera
éstos los fac tores i nternos de creac e l as
8. La apertura nacionalista externos el 85% (por el aumento d
15% d e los mismos y los factores de 1971 los facto­
reser v a s inter naci o nal e
s), entre noviembre d e 1970 y abril
o se ebió a que
A fines de octubre de 1970 s e produjo el relevo del equipo económico y la · res int er nos generaron
el 127% d e l os medios d e pa�os. Est _ �
fac­
res er vas i ncernac10 nal_es, ¡ ug o co��
iniciación de una nueva polí tica económica . 12 El compromis o del gobierno d e el sector externo, por la caída d e las n de
se pe rsiguió una polínca de elevac1o
tor de abs orción. Simu ltáneamente n ión d l infr aes-
e propósito de l xp s e a
las inv er siones públic as con el dobl
a e a
12 El autor ocupó el Ministerio de Obras y Servicios Públicos de la Nación desde fines de
junio hasta fines de ocrnbre de 1970 y el de Economía y Trabajo desde esta última fecha hasta la
el octav o país en escala mundial.
eliminación del Ministerio del gabinete nacional en mayo de 1971. 13 Por su extensión territorial la Argentina es
LA POLfTICA ECONÓMICA 2S1
2S0 LA INDUSTRIALIZACIÓN INCONCLUSA

reconversión y modernización de diversos sectores industriales y, finalmente,


'trucrura y de la demanda global. Asimismo, se puso al día una cuantiosa
el sector minero. Simultáneamente con la creación del Banco, se constituyó
deuda con proveedores del sector público. Se resolvió, también, reabrir las
un Fondo Especial con participación de todos los sectores sociales del país.1S
negociaciones de los convenios colectivos de trabajo, como instrumento cla-
Considerando solamente la capitalización resultante de la participación del
ve para fortalecer la posición negociadora de los trabajadores y contribuir a
sector asalariado, el Fondo recaudaría 150 millones de dólares, el doble del
rectificar, al menos, una de las causas del deterioro de su participación en el
promedio anual de las entradas de capitales extranjeros de los veinte años
ingreso nacional.14 Para controlar la explosión de las expectativas inflaciona­
�nrc.r:.�1:uo:-s.L1 �1Tt.'1.t·Nti�¡9a m.'wiÜvri:ri.ác,Ja o�nxar,si.rs; eln:1'pnmer éonJUl'lto¡
rias se dispu�o la adopcipn de contrnles._direr.ros.ds- =�pi-ccn.ll,-;- ar-pm-dcuiar
de medidas que pudo diseñarse, incluyó la reactivación del mercado de capi- .
sobre productos estratégicos y en artículos de consumo popular. Para conte­
tales mediante exenciones impositivas destinadas a la compra de acciones de
ner el ascenso continuado de los precios de la hacienda se resolvió, cuando se
empresas de capital nacional.
advirtió que el ciclo ganadero no invertía su signo, la veda al consumo inter­
En el campo de la movilización de recursos externos, fue rectificada la polí­
no de carnes vacunas en semanas alternadas.
El nivel de la actividad productiva comenzó a recuperarse a partir d�f se:': tica tradicional de vincular las realizaciones internas -sobre todo en el campo
de las grandes obras de infraestructura- con la obtención de créditos interna­
gundo trimestre de 1971. Las reservas internacionales del Banco Central decli-. J
cionales, mediante prolongadas gestiones en el exterior. Por el contrario, se
naron moderadamente.
enfatizó que los créditos del exterior vienen cuando existe una política agresiva
Las medidas fueron escalonadas en el curso de los seis meses de duración"­
de inversiones en torno de proyectos bien concebidos. El ejemplo más notorio
de la política económica comentada. En ese mismo lapso se adoptaron medí- i
1 de la nueva política fue la obtención, en pocos días y a través de una consulta
das tendientes a expandir las exportaciones, movilizar los recursos interñci's;
efectuada en Buenos Aires a representantes de consorcios financieros extranje­
argentinizar la economía y reformar el comportamiento del sector público
_ ros, de 50 millones de dólares para el financiamiento de la primera etapa del
para Integrarlo en un proceso de desarrollo acelerado con creciente control
proyecto ferrovial de Zárate-Brazo Largo.
nacional.
En el sector externo, la restricción a las importaciones suntuarias y la vecfa: La rectificación del creciente proceso de extranjerización del aparato produc­
tivo del país, a través de lo que se definió como la "argentinización" de la econo­
al consumo interno de carne vacuna tendieron a eliminar el déficit de la balan-T
mía nacional, fue otro aspecto central de la política económica iniciada a fines de
za comercial. El impacto de la veda sobre los volúmenes exportados de carne·
octubre de 1970. La política de argentinización persiguió varios objetivos princi­
vacuna comenzó a advertirse a partir del segundo trimestre de 1971. Para��:­
pales. En primer lugar, lograr que el crecimiento de las industrias din:imicas, que
pandir las exportaciones de manufacturas se elevaron sustancialmente.los sub­
van aumentando progresivamente su rol dominante en el desarrollo industrial y
sidios Y se proyectó fortalecer el financiamiento de las exportaciones mediante
tecnológico, se asentara progresivamente en empresas controladas por intereses
la elevación de la cartera de crédito de exportación del Banco de la Nación a la
locales. Esta política quedó concretada en algunos proyectos industriales de base,
categoría de un verdadero Banco de Comercio Exterior.
como el de la planta de aluminio de Puerto Madryn y un primer proyecto de ·
Para la movilización de los recursos internos se creó el Banco Nacion�l de
papel de diario. En el campo financiero, se dispuso la orientación progresiva del
Desarrollo, sobre la base del ex Banco Industrial, confiriéndole una ampli­
crédito hacia las empresas de capital nacional y se limitó al Banco Nacional de
tud que lo convirtió, potencialmente, en uno de los bancos de fomento de·
Desarrollo, principal fuente de recursos a mediano y largo plazo, a operar exclu­
mayor capacidad operativa y financiera en escala internacional. Los objetivos_
sivamente con empresas controladas nacionalmente. Asimismo, se dispuso que
del Banco abarcaban el financiamiento del desarrollo de las industrias de
base, la infraestructura de transportes, energía y comunicaciones la
15 En el caso del secror obrero, se preveía la capitalización del 2% sobre la nómina de
salarios. Esros fondos quedan a nombre del rrabajador por un número de años, con garantía
14 Este dete�10ro
. nene
. otras causas profundas, en primer lugar, el desempleo crónico de una
conrra la pérdida del poder adquisitivo, con una rasa de inrerés real y la condición del rescate a
elevada proporción de la fuerza de trabajo y las fracturas crecientes enrre el sector moderno y el
la vista frenre a riesgos del trabajador y su familia.
resto de la economía nacional.
253
LA POLÍTICA ECONÓMICA
252 LA INDUSTRIALIZACIÓN INCONCLUSA

1. 0 na1 de Energía y
Desarrollo Eléctrico (ENIDE)
este Banco sólo podía dar garantías para créditos del exterior a ese mismo tipo de tuc1•,�n de una Empresa N ac el secto r eléctrico. A
su vez,
ollo tecn ológico en
empresas. 16 En materia de petróleo se puso en marcha una política tendiente a tendiente a promover el desarr ón y des r oll o y se
n programa de investig aci a r

dar a la empresa estatal, Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), un rol decisivo en en SE�BA se puso �n ::�ha u c m ins r ment o fon-
cogesti ón t u
n del régi men de
o o
avanzo en la profu
d . 17
rodas las etapas de la economía petrolera, al tiempo que se expandían sus opera­ d l e t o r úbli c o
ón del po er e c

ci ones. Otro pro blema en frentado fue el de las empr esas medianas y pequeñas de <lame nta! para la democratizaci !a u! ;;:�ra:U: de ac�leración de las ..
n m
E n materia petrolera s e puso
e arc
capital nacional en situación crítica . En este campo, en el ámbito del Ministerio . ervas com prob ada s
Y e xpandir la produc- .
aum entar l as res
exploracio nes, para
de Economía y Trabaj o y del Banco Nacional de Desarrollo, operaron comisio­ l rota ónico en el proceso de
ción, al mismo tiem
p� que se oror�a�a ª? PF el ro
nes sectoriales de stinadas a diseñar y ejecutar las medidas de apoyo crediticio, bles. El objetivo de··· la
.,
explorac10�: prod
'n y comerc1al1zac1 Ó n de co�bus�i
uc 10
empresa,
fiscal y de diverso tipo, tendientes a expandir las escalas de producción, fusionar � fue dinamizar la estructura funcional de la
nueva p 1t a º e
nt c o n spira­
em presas, expandir las exportaciones y otros objetivos pr ior itarios. La política
� �: �:l: . a l: intereses burocráticos que tradicionalm
e e

seguida produjo un enfrentamien to con el con sorcio financiero internacional quebran o J


. . fo rmación de un oderosa p
bastec1m1ento petra lero y la
a
ron cont ra el autoa -
Deltec, que controlaba el gr upo frigorífi co Swift. Pudo frustrarse, así, la tentativa . . l
de hacer recaer sobre el Estado las consecuencias de la quie bra económica y fi­ industria petroquím1ca. u r l v el ej ercicio de la
d e un
en
1, p d esp ,
es n evo e e o
. , . . .
E ma o de 197 .
oco u
nanciera del grupo.
. n den tr o del régimen
militar, se d1solv10 el M 1 �1�ten�
En el sector público, se adoptaron me didas t endientes a integrar su de.ñ;�n- · pres1�enei: de la Nació . ca e n cur so. En el
peno o, e ¡
de E c� n m'.,a y T
_rab º y se abandonó l a políti �
da con la capacidad productiva y tecnológica existen te en el país, acelerar la; ;ac 0 an /l n tenido. El índice de
precios may ori stas, que enE�
bro t m 1 � � dujo en los tres
a nivel anual, se re
e
ejecución de obras fundamentales, descen tralizar y democ ratizar el poder de
e ��;� alca nzó el 46% º
decisión e impulsar l a investigación tecnológica den tro de l sector. La llamada agosto y ocru re p l t co m e ntada,
. • l os tres u'lt 1 mos de la o í ica

"ley de compre nacional" impuso condiciones estrictas, que obligaban al s ec é;;; s e s Sl '. ce l 34% y e n c i id p ucti a � el
;: r �� �;71, al 18%. Dada la inerc ia de la a t v ad rod

público a comprar bienes y s ervicios producidos internamente, dando, en el � rero-a bio s en l p lí i: e co nom1ca,
r l imp t d am a o t a
uempo qu: de:anda regi stra .
e ac o e c
undo
caso de la industria de la construcción y de los ser vicios de t ecnología, prefe­ . v1d. ad producnva coinenzó a recuper ar se a parnr del seg
el ni ve l d e la acn . . m d d m t e.IS
rencias a las e mpresas nacionales. Sí se recuerda que el Estado y sus empresas . as incernac1o nal es
declmaro n o era a en
tnme stre de_ 1971 . Las reserv En may r p arte
realizaban en aquella época alrededor del 40% de la in versión total del país, y lazo tuvieron una suerte varia.
su o
das de lar
que aq uél era el principal demandan te de numerosos bienes (equipos eléctri­ L as medi !�if i nadas al producirse el cambi ?e o l a pol í ti ca eco
­
quedaron congeladas m
cos, comunicacion es, etc.) y de servicios técnicos (ingeniería eléctrica, trans­
portes, hi dráulica, etc.), se comprende que la adecuada utilización de esta de­ nt e el de sempeño �el
.
17 Varias de las medidas c omentad_ as fueron puestas en marcha dura
m anda (como ocurre en los países avanzados) e ra un instr umento fundamental . p " 1c " O t ras l fueron por i ntegrantes del equipo
. . n• o de Obras)' Servici os ubl o s. o
autor en el Mm 1ste en el sector de obr a
sY
de la política de desarrollo industrial y tecnológico. En las grande s obras de s de 1970 , que conti nuaron
inco rpor ado al gobi. erno nac1· anal a med'1ado, ister io de Econom1a y Tra
, ba¡o.
·
ar el Mi
nd ° e1
infraestructura se aceleró el proceso de decisiones, superando largas dem oras que el autor paso .a act u en n
servicios pu'bl"1cos una vez . egrac1-6 n de lo s b¡· etivo s bási c o s, amp ia

, dO considerado. una mt
o
en pro yectos co mo el ya citado de Zárate-Brazo Largo. Se aprobó, asimism o, Existió en tod o e1 peno .
, e a relanva al secto púb
r lico aqu í comentada. ,
·
nive ,
1 d la palm
un calendario acelerado para la ej ec ución del pro yecto hidroeléctr ic o sobre el respaldo, en e1 nuevo . deI Banco Central aumentó susta ncialmente en e1 peno-
e

18 La posición deudora a_r�, rm1_�º stim ulad as a


río Uruguay de Sa lto Grande, se superó la impasse para la ejecuc ión del proyec­ ras fuer
l crédito las empresas extranje
on e

do . Baj o la política d� argenn o es, compra


n1zac10
� vent a de pas s, est
entral aumentó la
e
to argentino-paraguayo de Apipé-Yaciretá y se identificó la existe nc ia de otro ara e llo e B:co C
fina nciarse en el extenor y p ntan recurso s norma
lmente renovabl es
aprovecham iento posible: Co rpus. En el sec tor eléctrico , se proyectó la consti- y vent a a t . r ·in o. Los pases represe
de cambio al cont ad o e m
. la d d xtern a no aumentó
esnma que a e
• ·
• , n deI balance. de pagos. Se
eu
c on forme a la evo1uc1o po 1,
me . d p s s ' ya qu e éstos consistieron
pnnc1-
m c ns c uen c 1a
. de. Ia a e a e
significativamen t c e deu con
da
ya existente sin cober tu ra en
e o o o
16 Uno de l os hech os más notables de la experiencia ar gentina es la frecuencia con que
n d e deuda p�1vada exte::
palmente en transformació
instituciones oficiales han dad o garantías a empresas extranjeras para cr éditos del exterior, ind u­ so bre el ti po de cam .
so créditos de proveedores. cobertura, es decir, con seguro

1
)
254 lA INDUSTRIALIZACIÓN INCONCLUSA
lA POLÍTICA ECONÓMICA 255
l
nómica a mediados de 1971. Otras, como la ley de compre nacional, subsistie-¡
venir. Enfermo y, en definitiva, impotente al final de su vida para restablecer el
ron en parte.
-./ orden público y disciplinar a las fuerzas antagónicas de su propio movimiento,
La ausencia de respaldo demostró que la apertura nacionalista no tenía ¡
Perón ejerció la presidencia hasta su fallecimiento en julio de 19_74. La fase
ba�es de sustentación. El país estaba todavía fracturado por el conflicto
final de este retorno del peronismo al poder, en un contexto de creciente desor­
peronismo/antiperonismo y el gobierno de facto empeñado en manipular la.
den y violencia, corresponde al ejercicio de la presidencia por Isabel Perón
salida política para impedir el retorno de Perón.
hasta su derrocamiento en marzo de 1976.
De este modo, hacia mediados de 1971 el régimen militar volvió al curso (
Fue en tal escenario que se desenvolvió h política económica de este perío­
que inspiró la mayor parte de su conducción económica desde 1966. La ¡:,olí-..í
do. Conforme a la tradición histórica inicial del peronismo, el gobierno procu­
cica económica quedo así subordinada a la disputa por el poder en un contexto
ró un reparto progresivo del ingreso dentro de una estrategia nacionalista de
de creciente violencia.
control de los recursos internos e inserción internacional. Sin embargo, el mümfo/
Y la Argentina ya no eran lo que habían sido cuando el general Perón llegó pot¡
..
primera vez al poder, en 1946. El triunfo de 1973 c�mc1de �on la pn. e::'1
9. El retorno delperonismo �
crisis internacional del petróleo, el abandono de las pandades fips establecidas
en los acuerdos de Bretton Woods, el fin del período dorado de la economía
·: Finalmente, el régimen militar capituló ante el peronismo y su conduct<:>r, A
mundial y la progresiva sustitución del paradigma keynesiano y del Estado de
,._�sa altura, Perón era la única salida posible para restablecer la unidad del país y
bienestar por el llamado enfoque neoliberal Las fuerzas globalizadoras del ter­
erradicar la violencia que estaba asesinando, a diestra y siniestra, a sindicalistas,
cer orden mundial estaban entonces en plena expansión, particularmente en la
empresarios, militares e intelectuales, y montando ataques a instalaciones mili­
esfera financiera, donde la integración de las principales plazas instaló ui_:�
tares que constituían una amenaza mayor a la seguridad nacional. La violencia
gantesco mercado especulat!VO de capfrales de �orto plazo: �a globaliza�ión \
· estaoa· también instalada en otros países de América Latina y en el nuestro se
planteaba así desafíos y oportunidades a la Argentma, desconocidos en los ne )
sustentaba, además, en las fracturas históricas de la sociedad argentina. �
La densidad nacional había colapsado y la violencia proveniente de los
pos fundacionales del peronismo.
El país también había cambiado. A principios de la década de 1970, la i
,,., ~··,
extremos del arco político, y del mismo peronismo, amenazaba con desenca­
economía argentina era más diversificada y compleja, y enfrentaba un grave
denar la guerra civil. Los dos principales dirigentes, Perón y su antiguo adver­ :
desequilibrio en sus pagos internacionales. La redistribución de ingresos no
sario Ricardo Balbín, conductor de la Unión Cívica Radical, promovieron el ,
podía ya sostenerse, como sucedió entre l 94� y la cr�sis de_ l 952;transfirie�do_ /
entendimiento entre sus partidos para restablecer la democracia y el orden
ingresos del campo a la ciudad, del agro a la mdustna, n� aumentar la part1c1�
público. Las principales fuerzas políticas convergieron en la llamada Hora del
pación de los trabajadores en el ingreso au entad� salanos y cong�l�ndo p�e�
Pueblo y en el reclamo del retorno a la Constitución y a las elecciones sin �
cios.Tampoco era factible afirmar el contemdo nacional de una pol1t1ca naE!9.�
proscripción. El general Perón organizó la coalición política, el Frente Justicialista
nalizando servicios públicos, que estaban ya casi en su totalidad bajo la gestión
de Liberación Nacional, cuyo candidato, el doctor Cámpora, triunfó con casi
de empresas del Estado. Ni era factible generar empleo vía el aumento del
el 50% de los votos en el comicio de marzo de 2003.
personal ocupado en el sector público sin atender a la productividad d� los
El presidente Cámpora no pudo controlar las fuerzas enfrentadas dentro de
recursos y el equilibrio fiscal. A su vez, las políticas de ingreso, es decJC, la
su propio gobierno y del peronismo. Su renuncia fue seguida por una nueva
concertación entre el Estado y las organizaciones sindicales y empresarias sobre
elección presidencial en septiembre de ese mismo año 1973, en la cual la fór­
mula integrada por el general Perón y su esposa fue plebiscitada con el 62% de. las normas de precios y salarios, eran insostenibles sin atender a los equilibrios
los votos. Antes, cuando Perón regresó definitivamente al país, el 20 de junio, macroeconómicos del sistema.
El Plan Trienal para la Reconstrucción y la Liberación Nacional de 1973 ,
se produjo a su arribo un enfrentamiento armado entre las organizaciones a;-­ ,
madas de los extremos políticos del peronismo, que fue el anticipo de lo por fue el punto de partida de una política orientada a restablecer la gobe rnabili-
_
dad de la economía y redistribuir ingresos sin comprometer la capacidad de
257
LA POLfTICA ECONÓMICA
256 LA INDUSTRIALIZACIÓN INCONCLUSA

m entos masivos de sa
larios. La hiperinfla-
acumulación de capital, el equilibrio externo, la estabilidad de precios y la y provocaron, en contrapartida ' au per fod o, en un contex-
. e on el epílogo de la política d e este
eficiencia del sector público. Pero las políticas a plicadas resultaron inconsisten­ ción y 1a reces1'ón cuer . .
. nsidad nacional. ,
tes co n esos objetivos necesarios. El gobierno se propuso aumentar la partici- .. to de v10lenci. a Y derrumbe de la de od o reg·1stró
.....-,
un d esord en '¡
polí tic ex erio r d I pen . ,
El comportamiento de la . .
a t e
pación de los asalariados en el in greso nacio n al desde el 42,5% en 197:r al·' . de terceros mercados,
entre ellos la Umón Sov1enc3: Y..
m ant . La a ercura r apada
47,7% en 1977 y al 52% en 1980, y reform ó el régimen de co ntratos de traba­ undista d el gobierno , pero quedó at
j o para fortalecer la posición negociadora de los si nd icatos. Para ello aumentó �u:Jª , re�e.�o, la �rientación tercer m dad del país por su
fl
en e ¡ con teto de la
guerra fría y la creciente vulnerabili
los salarios nom i nales, estableció controles de precios y mantuvo un cipo de -, 1
ca mbio sobrevaluado con con troles de cambios. El empleo en el sector público situación interna. .
sta, co o ver�mo; m;s
e Es o qu derrocó al gobierno pero m ;
El g lpe d tad e
prime ro, el 6 e sepuem re _e
o
creció sustancialmente. Entre fines de 1972 y 1975, la ocupación en la admi­
adeIante, fue mucho m
ás que el sexto d esde el , -
nistración ce n era!, empresas públicas, provin cias y m unicipalidades, aumentó
s, enf:rent o una severa a menaza a la. segun
en 340 mil agen tes. En el sistema bancario se restableció el régimen de nacio­ 1930· A diferencia de los anteriore nsmo . d e
r espuesta agravo , ¡a VIO· ¡ encia y generó el terro
dad nacional, pero su . . ·,
nalización de los depósitos y se adoptó una nueva legislación d e inversiones vocó un cambio de tal magmtud queer"1
extranjeras que no estableció un régimen consistente co n las nuevas tendencias Estad o. En la política económica pro nclusa. ·· /
. d e la industrialización inco
internacionales. Frente a éstas era n ecesario no restringir sino orientar las in­ suceso consucuye e1 c·1erre d e la etapa
version es privadas directas hacia objetivos críticos, como el desarrollo tecno­
lógico y el acceso a los merca dos internacionales.
Escas políticas agravaron los desequilibrios macroeconómicos. En 1970, la
recaudación tributaria cubría el 80,5% de los gastos públicos totales, en 1975
el 25% y poco m ás del 20% en el primer trimestre de 1976, con lo cual au­
mentó el déficit fiscal, que al fi n al del gobierno peronista alcanzó al 15% del

PBI. El desequilibrio del bala nce de pagos aume n tó en el período y las reservas
internacionales del Banco Central alcanzaron n iveles insignificantes. A su vez,
la oferta monetaria se expandió para fina nciar el deficit fiscal en un contexto
de crisis de los pagos externos y de contracción de la actividad económica. En
1975, el PBI cayó en 1,4% y a principios de 1976 la tendencia apuntaba a una
caída del 6%. Las presiones inflacion arias aumentaron bajo el impacto de los
desequilibrios macroeconóm icos, l a presión sindical y el agravamiento de la
puja distributiva. El pacto social, acordado en los primeros meses del gobierno
peronista, se desmoronó bajo el impacto de estos factores y la crisis política e
in stitucional. En 1974, los precios al consu midor aumencar�n 24% y en mar­
zo de 1976, la casa an ualizada alcanzaba a casi el 600%. La economía se sumer­
gió en u na burbuja especulativa por las diferencias entre entre los tipos de
cambio oficial y "negro", y el arbitraje de tasas de interés y de los precios oficia- ✓
,
les y en "n egro" de los bienes.
AJ promediar 1975, el gobierno inten tó un cambio brusco de política. El
llamado Plan Rodrigo, por el apellido del min istro de Economía design ado
por la presiden te, inten tó restablecer el equilibrio con ajustes masivos de tarifas
de servicios públicos, entre otras medidas, que desataro n una reacción sindical
XVII. Estructura y dinámica del sistema

l. La inserción externa

A partir de la crisis de 1930, la Argentina perdió el protagonismo que tuvo en el


mercado mundial en la etapa de la economía primaria exportadora. Simultánea­
mente, el peso relativo de los factores externos declinó en la economía real de la
producción y el comercio. Las exportaciones, que hasta la década de 1920 eran el
destino de alrededor del 25% al 30% de la producción, declinaron progresiva­
mente a alrededor del 10%. Consecuentemente, el mercado interno aumentó su
participación a alrededor del 90%\.La producción rural, que encontraba su prin­
cipal destino en el mercado mundial, se reorientó hacia el mercado interno.
En las manufacturas, si se considera que la oferta total de bienes industria­
les es la suma del producto y las importaciones, la relación entre el producto y
la oferta total pasó del 42% a fines de la década de 1920, al 67% en 1945-1949
y a más del 70% hacia 1970. El autoabastecimiento alcanzó prácticamente el
100% en productos industriales de consumo, incluidos los durables y automó­
viles. La gravitación de las importaciones también declinó en la 9ferta de bie­
nes intermedios, maquinarias y equipos.
La composición de las importaciones sufrió el impacto de estas transforma­
ciones. Las de textiles, que a principios de siglo representaban casi el 40% de
las totales y a fines de la década de 1920 cerca de un 25%, prácticamente
desaparecieron hacia fines de la década de 19 30. En 1925-1929, los artículos
de consumo representaban el 37% de las importaciones totales, los combusti­
bles 5%, 36% los bienes intermedios y 22% los bienes de capital. A fines de la
década de 1960 los bienes de consumo sólo representaban el 4%, los produc­
tos intermedios 69% y los bienes de capital 19%. La importación de combus­
tibles estaba en niveles relativos similares a los de 40 años atrás, luego.de haber
alcanzado casi el 25% antes de la expansión petrolera de 1959-1962. 1
1 Las importaciones anuales de petróleo declinaron de 285 millones de dólares en 1957-
1958 a 75 mili ones en 1962-1963.

259
260 !.A INDUSTRIALIZACIÓN INCONCLUSA
ESTRUCTURA Y DINÁMICA DEL SISTEMA 261

Las inversiones de capital extranjero existentes en el país, que en 1929 equi­


2. La industria
valían al 32% del capital fijo total, representaban, en 1949 sólo el 5,3%. Al .
mismo tiempo, el peso del endeudamiento externo, medido como la rela�ió�
En el sistema primario exportador, el agro generó la mayor parte del incremen­
entre las utilidades y los intereses remitidos al exterior y la capacidad de pagos
to del valor ag�egado; con el 45% del total. La industria contribuyó con el
externos, declinó del 22% en 1925-1929 al 8% en 1945-1949. Posteriormen­
40% pero bajo el empuje de la producción y las exportaciones agropecuarias.
te esos indicadores aumentaron sin recuperar los niveles previos a la crisis de
A partir de 1930, la situación cambió y la industria asumió el liderazgo en el
1930. 2
crecimiento de la demanda, la producción y el empleo) Entre 1930 y 1970, el
El nivel de medios de pago y de ingresos internos quedó desvinculado de
incremento del valor agregado por los sectores productores de bienes (agro,
las fluctuaciones externas. En otros términos, la demanda global y la oferta
industria, minería y construcciones) revela que la industria generó el 70% del
monetaria dejaron de depender directamente del nivel de las exportaciones y
total, el agro el 17% y el resto de los sectores, el 13%.
La etapa abierta en 1930 registra el desplazamiento del núcleo dinámico l
de las reservas de divisas. El gasto del sector público y la inversión priv;da
pasaron a constituir los principales elementos impulsores de la demanda glo­
desde el agro hacia la industria cuya tasa de crecimiento aumentó en el trans-
bal, y la oferta monetaria se vinculó crecientemente con la política fiscal y
curso del período. El incremento del producto interno bruto de la industria,
crediticia.
manufacturera pasó del 3,6% anual entre 1930 y 1945, al 3,9% en 1945-1960
Estos procesos no implicaron un mayor grado de autonomía de la econo­
y al 4,4% en el tramo final de la etapa, 1960-1975.
mía argentina y una menor vulnerabilidad exterior. Inicialmente, la economía
Dentro de la misma actividad manufacturera se produce una transforma­
de divisas generada por la sustitución de importaciones permitió enfrentar la
ción profunda. En la primera fase del proceso de sustitución de importaciones,
declinante capacidad de pagos externos y crecer. Posteriormente, la estabiliza­
entre 1930 y fines de la década de 1940, el liderazgo del crecimiento es ejerci­
ción del coeficiente de importaciones vinculó estrechamente el crecimiento de
do por las industrias tradicionales, fundamentalmente la textil y, en menor
la actividad productiva con el nivel de los abastecimientos importados y, con­
medida, por el agrupamiento de alimentos, bebidas y tabaco. La industria tex-
secuentemente, con la capacidad de pagos externos generada, en última ins­
til generó el 30% del incremento del valor agregado por la industria manufac­
tancia, por las exportaciones. La· nueva situación dio lugar al surgimient� de
turera entre 1930 y 1950, y la de alimentos y bebidas el 13%. El conjunto de
desequilibrios crónicos y recurrentes del balance de pagos en cuenta corriente.
las industrias tradicionales aportaron el 51o/o de ese incremento. En esas dos
Éste entró en déficit cada vez que la expansión económica interna impulsó las
décadas la industria textil creció al 10% anual. Dentro de las ramas dinámicas,
importaciones. La respuesta inicial fue el financiamiento externo, hasta que el
las industrias mecánicas y químicas contribuyeron significativamente al desa­
peso de la deuda se convirtió en un nuevo factor de desequilibrio y obligó a rrollo industrial, pero se concentraron en las actividades más sencillas, como la
ajustar a través de la contracción de la actividad económica y, consecuente­ producción de productos metálicos simples y ensamblaje de automotores den­
mente, de las importaciones. De allí resulta el ciclo de contención y arranque
tro de las industrias mecánicas y, en las químicas, en bienes de consumo muy
(stop go) que caracterizó a esta etapa. A su vez, las reservas internacionales se
difundidos (jabonería, artículos de tocador y pinturas). A fines de la década de
mantuvieron, durante la mayor parre de los años corridos desde 1950, en nive­
1930 las ramas tradicionales generaban el 65% del producto industrial y, aun­
les críticos equivalentes a uno o dos meses de importaciones. La situación de
que perdieron progresivamente posiciones relativas, al iniciarse la década de
reservas de divisas reflejó el desequilibrio crónico del balance de pagos.
1950 todavía aportaban cerca del 60%. En términos de contribución a la sus­
titución de importaciones en la década de 1940, la industria textil contribuyó
con el 40% del total y el conjunto de las ramas tradicionales con el 60%.
2 Los datos utilizados en este capítulo provienen principalmente de: CEPAL, El desarrollo El comportamiento de las diversas ramas industriales se modifica
económico en la Argentina, ob. cit.; Carlos Díaz Alejandro, Essays on the economic history ofthe sustancialmente en torno de 1950, una vez que queda consumada la sustitu­
Argentine Republic, New Haven, Yale University Press, 1970; R. Mallan y J. Sourrouille, "La
ción de manufacturas sencillas. La industria textil sólo contribuye, entre 1950
política económica en una sociedad conflictiva: el caso argentino", ob. cit.
y 1970, con el 4% del incremento del producto industrial. El conjunto de las
262 LA INDUSTRIALIZACIÓN INCONCLUSA ESTRUCTURA Y DINÁMICA DEL SISTEMA 263

ramas tradicionales aportó el 21%. Hacia fines de la década de 1960, las indus­ miento del empleo en la industria. En la década de 1950 la tasa fue aproximada­
trias tradicionales generaban el 38% del total del producto industrial. Y, en mente de 1,5% anual y en la década de 1960 tendió a escanearse. Esto se explica
términos de contribución a la sustitución de importaciones, su aporte total porque el crecimiento global de la economía fue lenco y por el hecho de que el
declinó del 60 al 15%. desarrollo industrial se concentró en actividades dinámicas muy intensivas en el
A partir de 1950 son las industrias dinámicas las que asumen el liderazgo uso de capital. Además, el progreso técnico en algunas ramas tradicionales, como
del crecimiento. Los factores que, conforme a la experiencia del desarrollo in­ la de alimentos, también se orientó hacia tecnologías capital-intensivas.
dustrial en escala internacional, determinan el rol hegemónico de las industrias En el quinquenio 1925-1929 la ocupación industrial alcanzaba a 890.000
dinámicas también influyeron en la Argentina. Pero, además, dentro de las personas, en 1950 a 1.780.000 y en 1960 a 2: 130.000. Los censos industriales
propias industrias dinámicas se fue acentuando el desarrollo de las actividades de 1964 y 1974 indican que, en la fase final de esta etapa, la demanda de mano
industriales más complejas. En el caso de las industrias metalmecánicas, por de obra del sector conservó un considerable dinamismo. De todos modos, la
ejemplo, de la producción de bienes relativamente sencillos se fue pasando lenca casa de crecimiento del conjunto de la producción de bienes contribuyó
progresivamen�e a la fabricación de máquinas-herramientas, máquinas agríco­ al desvío del incremento de la mano de obra hacia los servicios, incluidos los de
las e industriales, equipos eléctricos y de comunicaciones, material de trans­ · baja productividad. Respecto de la acumulación de capital, se observa que en
porte, artefactos eléctricos y productos electrónicos. En la industria automo­ el último quinquenio del sistema primario exportador, 1925-1929, el capital
triz se pasó del ensamblado a la producción de vehículos con una elevada par­ fijo invertido en la industria representaba el 22% del total invertido en los
ticipación de componentes locales. La industria química también registró sectores productores de bienes, más energía, comunicaciones y transporte. A
cambios profundos, con una mayor gravitación de productos básicos e inter­ partir de allí, la industria absorbió alrededor del 40% de las nuevas inversiones
medios y de la petroquímica que, en los países avanzados, representan las dos en esos mismos sectores.
terceras partes de la producción química total. Entre 1950 y 1970, las indus­ Los resultados de los censos industriales de 1964 y 1974 revelan la crecien-
trias dinámicas contribuyeron con cerca del 80% del incremento del valor te integración de los perfiles industriales, el mayor crecimiento relativo de las
agregado de la industria manufacturera. industrias básicas, la concentración de la producción en sectores de mayor
La expansión de las industrias dinámicas coincidió con la participación densidad de capital y dimensióri óptima de planta y, en este contexto, la conso­
creciente en las mismas de subsidiarias de empresas extranjeras. A principios de lidación del papel de las subsidiarias de empresas extranjeras en los sectores
la década de 1970, esa participación era, aproximadamente, del 100% eh la líderes (automotriz, química básica, petroquímica y bienes intermedios). En/
producción de tractores, hilados y fibras sintéticas, 85% en neumáticos, 70% estos sectores, a principios de la década de 1970 la participación °de las filiales
en productos electrónicos y 97% en automotores. El proceso de penetración en la formación del producto alcanzaba al 50%. Entre ambos censos el empleo
del capital extranjero estuvo íntimamente ligado con la fase de expansión de en el sector creció en 300.000 personas y la productividad por hombre ocupa­
las industrias dinámicas. do aumentó al 6% anual. Los censos registraron un aumento del tamaño me­
La expansión industrial y los cambios en la composición de la producción dio de planea, lo cual contribuyó a generar economías de escala que se refleja­
manufacturera influyeron sobre la asignación de los factores productivos: trabajo ron en el aumento de la productividad. Las plantas de más de 100 personas
y capital. En relación con el empleo de mano de obra se advierte que durante la ocupadas representaban en 1974 el 50% de la ocupación del sector y las dos
fase de expansión de la industria tradicional la ocupación industrial creció rápi­ terceras partes de su producto. En el período intercensal esas plantas generaron
damente. Esas industrias son generalmente intensivas en el uso de mano de obra, el 80% del aumento del producto manufacturero e incorporaron 700 nuevas
sobre codo con la tecnología disponible en la época y generaban, consecuente­ unidades al sistema productivo. Es un hecho notable que en un contexto de
mente, una expansión de la demanda de mano de obra pari passu con el creci­ inestabilidad política e institucional, la industria lograra avances considerables
miento de la producción. Entre 1935 y 1950 el empleo industrial creció a la tasa de su producción, transformación estructural y productividad.
del 6% anual. Posteriormente, el desplazamiento del desarrollo industrial hacia Sin embargo, al concluir la etapa eran necesarias otras transformaciones
las ramas dinámicas coincidió con una drástica reducción de la tasa de crecí- para conformar un sistema industrial avanzado. Entre ellas, cerrar la brecha de
264 LA INDUSTRIALIZACIÓN INCONCLUSA ESTRUCTURA Y DINÁMICA DEL SISTEMA 265

divisas d e la ac�i:idad _ industrial. En efecto, el sector registró en esta etapa un A partir de c omienzos de la década de 1950, comienza un repunt e d e la pro­
l evado _ d e se qu1libn o en sus trans acciones con el rest o del mundo. El agro y la ducción agrícola,):¡ue creció hasta 1970 el 62% mientr as que la producción

mdusma g eneraron casi �a totalida d de las exportaciones d e bienes. Si la es­ ganadera sól o a úi-nentó el 32%. Entre 1930 y 1970, la agricultura creció el
tru�tur a d e la producción se hubiera reflej ad o en l a composición de l as expor­ 42% y la ganadería e l 61%.
rac1�nes, la industria debió generar el 70% d e éstas y el campo el 30%. En la Como resultado, disminuyeron los saldos exportables. Hacia fines de la
real1da �, al final d el períod o, l as participacion es relativas era n de 25 y 75%, década de 1920 se exportaba ap roximada mente el 50% de l a producción
re pec nv mence . Si s e consider an s olamente l as m anufacturas de origen indus­ agr opecuaria toral. Cuarenta años después la proporción c ayó al 20%{ El he­
: �
rnal Y se mcorporan las manufacturas de origen agropecuari o a las exportacio­ ch o de que fuera la producción de la zona pampeana la que registrara l� me­
nes de productos rurales, se advierte que el se ctor rural y l a industria derivada nores tasas de c recimiento afectó particula rme nte a los saldos expo rtables, ya
d � él g en eraron más d el 90% de l as total es. L as manufacturas de origen indus­ que de esa región proviene la mayor parte de las exportaciones agropecuarias.;
rnal no ag ropecu ario c ontribuían con menos del 10%. Alrededor del 70% de la ganade ría vacun a y del 90% de l os cereales, rubro;
En cuanto a la demanda de importacione s, se observa que la industria ma­ fundamentales de las exportaciones, provienen de la zona pampeana .
n �facturer� abs orbía al final de l a etapa alrededor del 45% de las correspon­ El comp ortamiento de la producción de la región pampeana fue determi­
di e ntes a bienes de capital y el 90% de l as d e bienes intermedios. En conjunto nante en la evolución de la producción agropecuaria t otal. Entre 1930 y 1950
l a industria manufacturera demandaba alred edor del 75% del to tal de las im� el pr oducto generado por el sector en esa región sólo aumentó en 0,5% anuál.
portaci ones y sólo contribuí a c on el 25% de l as exportaciones, y el 10% si se Entre 1950 y 1970 la t asa fue del 1,8%. La producción del resto del país au­
excluy en las manufacturas d e orig en agrope cuario. Si se considera que buena -, mentó el 2,5% anual entre 1930 y 1970. Co mo consecuencia de estos distin­
parte �e l �s pagos al exteri or en co ncepto de servici os reales y financieros y de \_ tos ritm os d e crecimiento, la participación de la región pampeana en el pro­
amo:t1zac1ones de la deuda extern a se vinculab an en aquel entonc es en gran duct o agrop ec uario total d el país cayó del 75% al 65% entre 1930 y fines de l a
med ��a con las operaciones externas de la industria, se adviert e que el déficit década de 1960.
d e d1Y1sas d el sector fu e aun may or que el gener ado por sus intercambios con el Otro hecho significativo en la evolución d el sector rur al en la etapa abierta
exterior. en 1930 fu e el despl aza mientó de la producción de cereales y oleaginos os p or

la ganadería vacuna en la zona pampeana, particula rmente hasta principios de


la década de 1950. En est o influyó la mejora de l os precios relativos de la
3. El agro ganadería y la congelación de arrendamientos, que estimuló la retención de
tierras por los pr opietarios y su dedicación a la actividad pecuaria. Además, la
Entre 1900 y 1930 el agr o contribuyó con el 45% del product o d e los secto;es migración d e la p oblación rural afectó fundam entalmente a la agricultur a, que
g eneradores de bienes. En los cu arenta años siguiente s, 1930-1970, su contri- demanda may or mano de obr a que la ganadería. Po r otra parte, l os precios
bución se redujo al 17%. L as t asas anu ales de crecimiento del producto � relativ os agricultura/ga nadería se movi er on en c ontra de la agricultura hast a

a gro pe cuario en amb os períodos fuer on d el 3,5% y del 1,5%, r espectivam en--· m ediados de la década de 1950 y magnificaron el efecto d e los aumentos de
t e. El crecimie nto d el sector fu e particul arme nte bajo entre 1930 y 1950. salarios sobre los costos de producción, estimulando el desplazamiento de tie­
�t_e_ COll_lJ_>.Qitamient o infiuy9 negativamente en e l desarroll o de la econo­ rra s hacia la explot ación ganadera.
mía argentina, por dos razo�e� principales.(Í>rimero, por el efecto deprim ente La evolución del agro en el resto del país fu e estimulada por la expansión
sobr e la tasa global de crec1m1ento. S egun�, por la reducción del v olumen del mercado nacional y el proce so de industrialización, ya que su producción
físi co d e los s ald os exportables de productos agropecuari os-:'} se or ienta a satisfacer fundamentalm ente la demanda interna . El crecimiento
En la e tapa en consideración, también se registraron cambios bruscos en la de las tierras expl otadas, de la capitalización y, en las zonas de baj o rieg o, del
producción de la agricultur a y l a ganad ería. Entre 1935 y 1950 el volumen empleo, permitió un aum ento de la producción a una t asa a nual vecina al ·
físico d e la prim era cayó en 12% mientras que la ganad ería aumentó en 22%. 2,5% entre 1930 y 1970. Esta rasa, aunqu e duplicó la registr ada en la región
266 LA INDUSTRIALIZACIÓN INCONCLUSA ESTRUC..íURA Y DINÁMICA DEL SISTEMA 267

pampeana, no oculta el hecho de que, también en el resto del país, el agro !ación de arrendamientos. Al mismo tiempo, se desalentó el arrendamiento de
creció lentamente. Las razones son principalmente dos. Primero, el aumento nuevas tierras y se recuperaron tierras sujetas a contratos de arriendo congela­
del mercado interno fue lento en todo el período, debido al bajo ritmo de dos, mediante el pago de indemnizaciones. De este modo, entre los censos
desarrollo de la economía nacional. Segundo, la escasa penetración de la pro­ agropecuarios de 1947 y 1960 el número de medieros y arrendatarios se redujo
ducción del resto del país en los mercados del exterior. en casi un 60%. En la zona pampeana el número de fincas exploradas por sus
En la evolución de la producción pampeana incidieron un conjunto de propietarios pasó del 40 al 60% entre esos años. Los problemas de la rotación
factores. Los precios relativos de la producción de la región se deterioraron de tierras y la falta de incentivos de los arrendatarios a realizar inversiones fijas
desde principios de la década de 1930 hasta principios 'de la de 1950. Esos y de mejora de suelos en los campos arrendados_i�fluyeron en el mal aprove­
precios, que miden la relación entre los precios mayoristas agropecuarios y no chamiento de la tierra explotada bajo ese régimen. :
agropecuarios, registraron su punto más bajo en el período 1950-1955, con un El tercer factor que influyó negativamente en el desarrollo de la producción
valor 68 sobre 100, correspondiente al quinquenio 1935-1939. Si se toma en la zona pampeana fue el rezago en la introducción de las nuevas tecnologías
como base el período 1926-1929, el valor para 1950-1955 fue de 52. agropecuarias. El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) fue
Los cambios en los precios relativos agropecuarios provocaron transferen­ creado recién en 1956 y sólo a partir de entonces la investigación y las rareas de
cias importantes de ingresos entre el agro y el resto de la economía nacional. El extensión comenzaron a adquirir una escala significativa. Por otro lado, los
dete.rioro de los precios relativos del sector agropecuario durante la década de insumos de productos químicos se mantuvieron en niveles sustancialmente
1940 y hasta principios de la de 1950 desalentó la capitalización y el cambio inferiores a los de países desarrollados. A principios de la década de 1960, el
tecnológico en la producción pampeana. La mejora posterior de los precios consumo de fertilizantes por hectárea era de 0,5 kg en la Argentina contra 39
relativos del agro contribuyó al modesto repunte de la producción. La variabi­ kg en los Estados Unidos y 21 kg en Australia. Los altos precios relativos de los
lidad de los precios en el corto plazo conspiró contra el desarrollo del sector. insumos químicos desalentaron su difusión en las explotaciones rurales argen­
Otros dos factores tienen particular importancia: el régimen de tenencia de la tinas. En los países avanzados, el rápido avance de la productividad agropecuaria
tierra y el rezago del cambio tecnológico. se apoyó en la investigación y en las tareas de extensión respaldadas por los
Una investigación sobre el tema estimaba que alrededor del 50% de la tie- . gobiernos, en la difusión ·de los insumos químicos y, además, en un rápido
rra era explotada en forma deficiente, debido a las características del régimen proceso de capitalización. En la Argentina, el rezago en todas estas áreas contri­
de tenencia. A los minifundios de dimensión insuficiente para el eficaz aprove­ buyó al lento crecimiento de la producción.
chamiento de la tierra correspondía un 3%, a las tierras bajo arrendamiento en La evolución del agro en la etapa reflejó cambios profundo� en la utiliza­
condiciones precarias un 20%, y un 25% a latifundios que no utilizaban ple­ ción de los factores productivos. Hacia fines de la década de 1920 práctica­
namente la tierra.3 Conforme al mismo estudio, los latifundios tenían relacio­ mente estaba ocupada la totalidad de las tierras aptas para la producción agrí­
nes capital/tierra y trabajo/tierra inferiores a las de las fincas de tamaño fami­ cola y ganadera, con un total aproximado de 60 millones de hectáreas. Hasta
liar. Consecuentemente, la producción por hectárea en los latifundios era un esa época el aumento de la producción rural se apoyó fundamentalmente en la
tercio inferior a la de las explotaciones familiares.:La congelación de los arren­ incorporación de nuevas tierras. El área cultivada prácticamente se tr�plicó entre
damientos desde principios de la década de 1940 hasta mediados de la de 1960 1900-1904 y 1925-1929. A partir del momento de la ocupación de la totali­
introdujo distorsiones serias en el aprovechamiento de las tierras arrendadas. dad de las tierras aptas de la zona pampeana, el crecimiento de su producción
La sustitución de la rotación granos-alfalfa entre el arrendatario y el propieta­ pasó a depender primordialmente del incremento de los rendimientos por hec­
rio, tradicional en el régimen anterior de arrendamientos, fue sustituida por el tárea. En el resto del país, en cambio, entre 1930 y 1970, las tierras exploradas
monocultivo del arrendatario protegido en la posesión de la tierra por la legis- se duplicaron, incluyendo las tierras bajo riego.
En relación con el empleo, se advierte que hacia fines de la década de
3 Comité Interamericano de Desarrollo Agrícola: Tenencia de la tierra desarrollo socio­
y 1920 el sector rural en todo el país ocupaba alrededor de 1.500.000
económico del sector agrícola m Argentina, Washington, D.C., 1966.
pérsonas.Veinte años después el empleo se ubicó en torno de 1.800.000 per-
268 LA INDUSTRIALIZACIÓN INCONCL
USA
ESTRUCTURA Y DINÁMICA DEL SISTEMA 269
son as, para mantenerse en esos ni
veles hasta fines del período, a medi
la déc a da de 1970. a dos de del to tal de la. población ocupa da. A su vez, el empleo en el sector agropecuario
Entre 1925-1929 y 1945-1949 el c redujo su significación relativa en el empleo total: del 29% a fin�s �e la década de
8%, pero el capital existente por ho
apital fijo tota l en el secto
m bre ocup ado declinó
r aumentó en 1940 al 20% en 1970. La expansión del empleo en las otras act1v1dades produc­
menee se regi stró una
en 10% . Posterior- ,, toras de bienes (construcción y minerí a) y en servicios de infraestructura no
recuperación sensible en la mecaniz
a ción de las ta reas
ag ro pecu ari as y en l as
instalaciones fija s. alcanzó a compensar el comportamiento de la industria y del agro, los dos secto­
res productivos fundamentales que generan más del 70% del empleo en la pr�­
_
ducción de bienes e infraestructura. De este modo, el aumento de la ocupac1on
en estos sectores sólo absorbió el 20% del incremento total de la fuerza de trabajo
4. La estructura productiva
entre 1955 y 1970, contra cerca del 65% entre fines de la década de 1920 y
1955. Los servicios (gobierno, comercio, finanzas y servicios personales) se con­
Al comenzar la eta p a, l a di stribución de la fuerza de tr aba jo del país estaba
virtieron, a partir de mediados de la década de 1950, en la principal fuente de
relativamente diversificada. L a población ocupada en la producción agropecuaria
generación de empleo, abs?rbiendo el 80% del incremento de la fuerza de traba­
representa ba el 35% de l a población a cti va total. Dura nte la etapa en conside­
jo hasta el final de la etapa.·
r ación, se produjeron cambios importantes en la estructura de l a producción y
L a mano de obra se fue despla zando hacia las activida des no pro ductoras de
del empleo.
bienes, en gr an parte el gobierno y los servicios públicos nacionalizados. Entre
El des�rrollo industrial y l a sustitución de importaciones atrajeron una par­
_ 1940 y 1970, la remuneración real de los empleados públic�s estuvo por d�ba­
te sustancial del incremento de l a población activa . A su vez, el comportamien­
jo del nivel alcanzado en 1935. Si hubiera habido oportunidades alternativas
to de la d manda ( xterna e interna) de productos agropecu arios y el régimen
� � de ocupa ción a niveles crecientes de remuneraciones en otros sectores, el sector
de tenencia de l a tierr a contrajeron l a ocupación en el sector rural. También
público no habría absorbido una pr o porción sustancial del incremento de la
influyó la expansi ó n del gasto público en la absorción de un a pa rte sustancial _ _
mano de obra , como ocurrió en la realida d. L a ocupació n en las otra s act1v1da­
del creci miento de !� fuerza de traba jo. Entre los quinquenios 1925-1929 y
_ des no productivas de bienes (comercio, fina nzas y servicios �ersonales) ta�­
1945-1949, las act1VJdades productivas de bi enes (a gro, industria, minería y·
bién se expandió fuertemente a partir de 1950. El proceso creciente de urbani­
construcción) y los servicios esenciales (transportes, electricida d y comunica­
zación y el comportamiento del desarrollo industrial determinaron que la �o­
cio�:s) absorbieron el 60% de los incrementos de l a fuerza de tr abajo, y las _
bla ción activa, crecientemente concentra da en las cmdade s, fuera absorbida
a cnv1da des no productivas de bienes (gobierno, comercio, finanzas y servicios
por las actividades no productivas de bienes, a pesa� de q�e las remun�raciones
personales) el 40% restante. _
reales en estas actividades tuvieron un comportamiento msansfactono.
Entre 1925-1929 y 1945, la relación entre el empleo en la in dustria y el
En los países cuyos niveles de vida y de producción est�n en crecimiento �e
total de la p oblación ocupad a ascendió del 21 al 24%. Entre esos a ños la in­ _
registra un aumento sostenido de la ocupa ción en las a ct1v1d d s no producti­
dustria absorbió el 30% del i ncremento de l a fuerza de traba jo total del país. El � �
vas de bienes debido a la expansión de la demanda en serv1c1os, tales como
empleo industri al continuó creciendo hasta mediados de la década de 1950.
educación, salud, publicidad, comercio, entretenimiento y servicios prestados
La expansión de las industri as dinámicas más intensiva s en el uso de capital, así
por el sector público. En el ca so de la Argentina, la exp ansión de la ocupación
como l a difusión de técnicas c apital intensivas en las industria s tra dicionales, _
en esa s actividades obedeció a causa s adiciona les. No fue el cambio en la com­
deter �inaron que el crecimiento de l a producción manufacturera se generara
_ posición de la demanda debido a la elevación de los niveles de ingresos la e�pli­
pnnc1palmente po r el incremento de l a productivida d del tr abajo.
cación principal del proceso. El lento crecimiento de los sectores productivos
Desde entonces, l a o cupación industrial se mantuvo alrededor de los mis­
de bienes y la debilidad de su demanda de mano de obra contribuyen a expli­
mos niveles. De tal modo que la industria no fue el destino principal de los
car la tendencia.
l. 500.000 tr abajado res que se incorporaron a la fuerza de traba jo entre 1955 y
A su vez, la composición del producto refleja las transformaciones de la pro-.
fines de la década de 1960. H acia 1970, el empleo en la industria declinó al 19%
ducción pero, también, la modificación de los precios relativo s. Los precios in- .
ESTRUCTURA Y DINAMICA DEL SISTEMA 271
270 LA INDUSTRIALIZACIÓN INCONCLUSA

ternos se alejaron de los internacionales y esto se refleja en la comparación de las más diversificada. Los servicios personales, del comercio, finanzas y del gobier­
cifras del producto a precios de 1960 y de 1937. Estos últimos estaban más no debían también expandirse como consecuencia del mismo proceso de desa­
próximos a los precios internacionales, ya que entonces no se había consum;cto'� rrollo. Todos 'estos cambios se registran siempre durante el proceso de indus­
aún el proceso de sustitución de importaciones, el nivel de la protección arance­ trialización de una economía, de crecimiento de sus niveles de productividad e
laria era todavía comparable al anterior a la crisis y la estructura del empleo no ingresos, de cambios en la composición de la demanda y de complejidad tec­
había sufrido los cambios drásticos a que se hizo referencia anteriormente. nológica creciente. Sin embargo, las distorsiones en el empleo y en los precios
La distorsión de precios afecta fundamentalmente a la industria manufac- relativos revelan la naturaleza semiindustrial del modelo y su incapacidad de
turera y a los servicios. Si las cifras del producto se computan a precios cons- absorber plenamente y a niveles crecientes de productividad e ingresos, en to­
cantes de 1960, la participación de la industria en el producto es del 24o/o �n dos los sectores productivos, el incremento de la fuerza de trabajo.
1927-1929 y del 35% en 1963-1965. En cambio, a precios de 1937, los valo­
res correspondientes son 13% y 19%. Se advierte que la industria aumenta su
participación en la generación del producto, tanto a precios de 1937 como de 5. Distribución del ingreso
1960. Pero el mayor peso de la industria a precios de 1960 implica que los
precios relativos se modificaron sustancialmente a su favor, lo cual le permitió La distribución del ingreso en la etapa abierta hacia 1930 estuvo sujeta a divers�
absorber un 35% del ingreso total, contra el 19% que le hubiera correspondi­ influencias de signo contradictorio en el largo plazo. Además, los cambios brus­
do de haberse mantenido las relaciones de precios de 1937. Esta mejora de los cos en los niveles de la actividad económica, los saltos en la tasa de inflación y las
precios relativos de la industria o, en otros términos, la transferencia de ingre­ modificaciones en los precios relativos y las políticas de salarios, provocaron alte­
sos en su favor desde el resto de la economía nacional, no fue cubierta por la raciones significativas en la distribución del ingreso en el corto plazo.
agricultura, cuya participación en el producto, tanto a precios de 1937 como Operaron en un sentido de mayor igualdad distributiva los cambios en la
de 1960, se ubica en torno del 18% en 1963-1965. La transferencia de ingre­ estructura de la producción y la creciente organización y capacidad negociado­
sos fue soportada por los otros sectores, fundamentalmente los generadores de ra de los sindicatos a partir de fines de la década de 1940. En un sentido opues­
servicios. La contribución'de todos los sectores económicos, excluidos el ag�o y to operaron la concentración del ingreso generado por el capital y la actividad
la industria, a la generación del producto es del 50% a precios de 1960 y del empresaria en la industria y los servicios y el desempleo abierto y disfrazado de
63% a precios de 1937. El proceso se explica porque el agolpamiento de mano la mano de obra en las actividades urbanas, incluidos los servicios guberna­
de obra en los sectores de servicios, incluido el gobierno, fue acompañado por mentales. Además, la intensificación del uso de capital en la generalidad de los
un deterioro de las remuneraciones relativas en los mismos. En la fase final de sectores productivos provocó la sustitución de mano de obra y, consecuente­
la etapa, reflejada en los censos industriales de 1964 y 1974, la industria co­ mente, una disminución de la participación de los salarios en los ingresos sec­
menzó a revertir las tendencias iniciales y a transferir parte del fruto del au­ toriales. El incremento de la mano de obra en actividades de baja productivi­
mento de su productividad a través del deterioro de sus precios relativos con dad influyó también en la distribución del ingreso.
los otros sectores, como sucede en las economías industriales maduras. ; Las fuerzas contradictorias sobre la distribución del ingreso en el largo pla­
En resumen, a partir de 1930 las estructuras del empleo y de la producció� zo compensaron sus efectos: la participación de los trabajadores en el ingreso
sufrieron cambios profundos, que reflejan la modificación de la importancia interno y en la distribución del ingreso familiar no difería sustancialmente,
relativa de los diversos sectores de la actividad económica. La pérdida de im­ hacia fines de la década de 1960, de la vigente en la década de 1930.
portancia relativa de la producción agropecuaria y el incremento de la que En relación con los cambios en la estructura de la producción, debe recordarse
corresponde a la industria manufacturera reflejan el impacto de la sustitución que la participación de los salarios en el ingreso generado por los distintos
de importaciones y de la industrialización. El aumento del peso relativo de los sectores de actividad difiere sustancialmente. En las actividades agropecuarias
servicios de transportes, comunicaciones y energía indican la creciente com­ la remuneración del trabajo representa alrededor del 25% del ingreso neto
plejidad de la infraestructura para responder a las demandas de una economía generado en el sector; el capital y la empresa absorben el 75%. En el conjunto
273
272 LA INDUSTRIALIZACIÓN INCONCLUSA ESTRUC"'TURA Y DINÁMICA DEL SISTEMA

11 con la expansión y el p eso


de actividades n o agrop ecuarias la participación de los asalariados se eleva a tamaño. Es el caso de la industria manufacturera,
que predominan las grandes
alrededor del 40% y, t omando solament e la industria manufacturera, al 45%. relativo creciente de las industrias dinámicas en
Dada esca distinta par ticipación de la remune ración de los factores procl��­ empresas. __ .
. o de obra disponible es el
c1vos en la distribución del ing reso d e cada sector de actividad, el cambio en la Como la competencia de las empresas por la man
res participan en los incrementos
escr ctura pr oductiv a afecta l a p articipación de los mismos en el ingreso del
� proceso principal mediante el cual los trabajado
bra redundante en el desempleo, el subempleo y l
a
conJ unto de la econ omía nacional. Un aumento de la proporción de la pobl�.::, de productividad, la mano de o
esionó a l baja l
os niveles de productividad, pr
a e
ción activa ocupada en l a industria y los ser vicios y una disminució��d-;la ocupación en actividades de baj
rabajadores en el ingreso na ci n al .
nivel de salarios reales y la participación de los t
o
correspondiente las actividades agropecuarias incrementan la par ticipación de en
cuvo u n sesgo regresiv
En el corto plazo, la distribución del ingreso
o
la remuneración del trabajo e n la dist ribución de l ingreso, y viceversa. Lo pri­
a m nt l de se mpleo, como t ambién
épocas de d e presión económica y de u e o de
mer o ocurrió de manera significativa en la etap a en consideración.
atrás los ing resos reales de los
Como la concentración de la propiedad territorial contribuye a elevar la p;;> cuando se ace leró la casa de inflación, dejando
istributivas en favor del agro a
ticipación de los grupos de más altos ingresos en el total del ingreso generado por grupos de menores ingresos. Las políticas red los
ones de i n gresos contra r!a.s a
el agro, la pérdida de peso relativo de éste influyó en la distribución del ingreso parcir de 1952 también provocar on traslaci { los g ru­
n r s i g . Con to
grupos asalariados y, en gen eral, a los de m e o e n resos do
familiar. Por otra parte, el for talecimiento de las organizacio nes sindical es tam­
nt o obrero sindicalizado, t;:;:vo ma­
bién operó en el sentido de hacer más igualitaria la distribución del ingreso. La pos organizados, en particular el movimie os
d e estos p rocesos que l os gr_up
presión de estas organizaciones representa uno de los factores fundamentales que yor ca pacidad de resistir los efectos ne gativos ­
como los jubifados y lo s g up o s d e tr a ba p do
de menor grado de organización,
r
permite a los trabajadores mantener su participación en el ingreso y, fundamen­
os. ··:
talmente, asegurar para sí una parte de los incrementos de la productividad que res indep endientes y los pequeños empresari
H acia 1946, la pa rticip ación de l os asala r iados en el ing reso estaba aproxi­
el desarrollo económico trae consigo. Ésta ha sido históricamente la experiencia
los primeros años d el gobierno
de los paí ses de avanzado grado de desarrollo. En otros, particularmente los sub­ madamente en l os nivel es de preguerra. En
, controles de precios, subsi dios
desarrollados, con una elevada oferta de mano de obra y escasas oportunidades peronista, 1947-1949, los aumentos de salarios n­
e ron los principales i nstrume
de e mpleo , la masa d e desocupados presi ona a la baja el nivel de salarios y deter­ y e l deterioro de los precios rela�i.vos del agro fu t n
e salari os/PBI se e stabil izó o
tos de la política redi stributiva.�l coeficient
en or
mina la debilidad de las organizacion es sindicales para defender la participación _ s,
, para declinar desde nt nc e
del nive l alcanzado e n 1949, 46%, hasta 1954
e o
de los trabajadores en el ingreso intern o. En la Argentina, el aume nt o de la -�cu­
c ncia d la rectifi cación de la p olítica de pre­
pación en la industria y los servicios y el consiguiente proceso de urbanización, y con oscilaciones, como cons e ue e
que
encia factor es estructurales a
durante el gobierno peronista el respaldo oficial, provocaron un fortalecimiento cios y salarios. Influy er on también e n e sa tend
ent e .
de las organizaciones sindicales, lo que p ermitió a los trabajadores defender más se hizo r eferencia a nter iorm
ntes sobre la dist ribución del
efectivamente su participación en el ing reso. Los fact ores políticos infl uyeron en Como resultado de las diversas fuerzas o pera
la participación de los t rabajado­
la distribución del ingreso. En la década corrida entre 1945 y 1955, la receptividad ingreso, se observa que en la década de 1960
on oscilaci ones, ligeramente
por debajo del 40%. Es
del gobierno a las reclamaciones sin dicales, tanto en lo que se refer ía a la política res en el ingres o se ubicó, c
les vigentes en la década de 1930,
de salarios como a otros aspect os (fijación de precios máximos de artículos de decir, aproximadam ente en los mismos nive
a productiva y e l c reciente grado
primera necesidad, control de alquileres y arrendamientos, etc.), fue distinta que pese a los cambios producid os p or la estructur
la registrada a partir de 1955. de u rbanización.
,4 la d istribución del ingreso fa-
Frente a las tendencias que influyeron para hacer más igualitaria la distribu­ C onforme a las investigaci one s de la CEPAL
c oncent ración en los niveles más
ción del i1;greso operaron otras que, en el largo plazo, te ndieron a compensar las miliar continuó revelando un fuerte grado de
primeras. En los se ctores que aumentaron su gravitación relativa en la estructura
greso en la Argentina, Nueva York,
productiva, la industria y los servicios, influyó la concentración de la propiedad 4 CEPAL, El desarrollo económico y la distribución del in
del capital y de la actividad empresaria en las unidades productivas d e mayor 1968.
274 1A INDUSTRIALIZACIÓN INCONCLUSA ESTRUCTURA Y DINÁMICA DEL SISTEMA 275

alto;·_;En 1961, el 5% de las familias percibió el 29,4% del ingreso familiar y el activa aumentó al 3,4% anual, mientras que entre 1930 y 1970 lo hizo a me­
1o/o éÍ 14,5%. Este 1o/o recibía en 1961 el equivalente a casi 15 veces el prome­ nos del 2%. La población activa pasó de 4.300.000 personas en 1930 a
dio nacional, y 50 veces el del 10% de las familias más pobres. Esta concentra­ 9.500.000 en 1970. Por otra parte, hacia el final de la etapa en consideración,
ción del ingreso en los grupos más altos a principios de la década de 1960 se la economía ha operado con rasas de desempleo elevadas, aun en años próspe­
mantuvo hasta el final de la etapa. En los tramos medios la dispersión era ros. Esto marca una diferencia sustancial con la etapa anterior, en que el siste­
menor. Entre los deciles segundo y octavo de la distribución del ingreso fami­ ma estaba en pleno empleo en las fases de prosperidad. La ocupación fluctúa
liar la diferencia es de 2,4 veces. Esto refleja la ausencia, característica en la con el nivel de la actividad económica, pero siempre sobre tasas de desocupación
economía argentina, de fuertes diferencias en las productividades de los diver­ elevadas. En la década de 1960 esta tasa osciló en torno del 7% con puntos
sos sectores de actividad. En 1961, el ingreso medio por persona ocupada era, máximos de 9,4% en 1963 y mínimos del 5 ,6% en 1969. El desempleo fricciona!
para un promedio nacional de 100, de 85 en la agricultura, 100 en la industria compatible con una posición de ocupación plena puede estimarse en torno del
y l 04 en los servicios. En consecuencia, los ingresos familiares hasta el decil 2%.. Hacia 1970 estaban desocupadas alrededor de 700.000 personas.
octavo, generados en su gran mayoría en actividades en relación de dependen- La tasa de acumulación de capital se mantuvo en todo el período en alrede­
cia, reflejaban esa característica de la economía argentina. dor del 20%. Si la productividad del capital hubiera sido semejante a la de las
La política fiscal no contribuyó a rectificar sensiblemente la situación.�on­ economías avanzadas, la relación capital/producto en el período habría sido de
forme al estudio de la CEPAL, los impuestos directos que, dada su estructura y la alrededor de 3:1 o, en caso menos favorable, 4:1. De ese modo, la tasa de
progresividad de sus tasas tienen un efecto de redistribución progresiva, no crecimiento del producto debería haber oscilado entre el 5% y el 7% anual.
cumplieron un rol significativo en los tres años estudiados, 1953, 1959 y 1961. Como se verá luego/el crecimiento fue sustancialmente menor, y ello se expli­
El ingreso familiar del decil más airo, donde se concentra alrededor del 40% ca por varios motivos principales: altos precios relativos de los bienes de capi­
del rotal, fue reducido en menos del 2% como consecuencia de los impuestos tal, distorsiones en la formación de capital, altos márgenes de capacidad ocio­
directos. for otra parte, la tributación indirecta que recae sobre la producción sa. En conjunto, los factores mencionados encarecen los bienes de capital, lo
de bienes gravitó, conforme al mismo estudio, m_ás pesadamente sobre el 60% cual reduce�,! poder adquisitivo del ahorro y la significación real del proceso de
de familias con ingresos más bajos que en el resto. acumulacióry ·
Por otro lado, la acumufación de capital en los sectores productivos de bie­
nes (producción agropecuaria, industrias manufactureras, minería, y construc­
6. Crecimiento del sistema ción) y los servicios básicos (electricidad, comunicaciones y transportes) pro­
gresó muy lentamente a partir de 1930. Conforme a las cifras disponibles,
Entre 1930 y 1975-1976, fin de la etapa, la población del país pasó de cerca de entre 1925-1929 y 1955, el capital fijo existente en esos sectores aumentó
12 millones a casi 26 millones de habitantes. Entre esos años, la tasa de aumen­ 44%. Como la población creció en casi 75% entre ambos períodos, el capital
to fue del 1,7% anual. Esa tasa es aproximadamente la mirad de la registrada existente por habitante en esos sectores básicos de la economía nacional decli­
en la etapa de la economía primaria exportadora. La causa fundamental de la nó en cerca del 18%.
diferencia radica en la disminución de las corrientes inmigratorias en términos En el caso de las inversiones en los servicios básicos, o sea, el capital de
absolutos, disminución que se acentúa en términos relativos a la base poblacional infraestructura, la lentitud de la acumulación de capital fue particularmente
de ambos períodos. Entre 1930 y 1970, el promedio anual de inmigrantes severa. El capital existente en esos servicios sólo aumentó en 29% entre
alcanzó a aproximadamente 45.000, contra 77.000 en el período 1900-1930. 1925-1929 y 1955, crecimiento que, considerando la evolución de la pobla­
La población de origen extranjero representaba el 30% de la población total en ción entre los mismos años, se convierte en una caída de más del 26%.
1914 y sólo el 9,5% en 1970. . _El debilitamiento de la acumulación de capital en los sectores básicos de la
Los cambios en las tasas de crecimiento poblacional se reflejaron en el au­ economía fue acompañado de un crecimiento más acelerado de la acumula­
mento de la fuerza de trabajo. En los primeros 30 años del siglo, la población ción en aquellos no productivos de bienes (Estado, vivienda, comercio, finan-
ESTRUCTURA Y DINÁMICA DEL SISTEMA 277
276 LA INDUSTRIALIZACIÓN INCONCLUSA

zas y servicios personales). Así, mientras el capital existente en los sectores bá­ el desequilibrio externo que influyó en el deterioro del rendimiento de los
sicos aumentó entre 1925-1929 y 1955 en 44%, el de los secto res no produc­ factores productivos, incluida la acumulación de capital.
tivos de bienes aumentó en 86%. De la acumulación total de capital entre La formación de capital descansó en toda la etapa en el ahorro interno. Éste
ambos períodos sólo el 33% se destinó a los sectores básicos. De este modo se financió, en promedio, más del 95% de la acumulación en todo el período. Sin
explica que el capital existente en ellos representara el 49% del capital total embargo, la inversión privada directa extranjera en el sector industrial dinámi­
co y su avance apoyado en la movilización del mercado y de los recursos finan­
registrado en el último quinquenio de la economía primaria y el 43% en 1955.
De todos modos, el capital total existente por habitante cayó en más del 5% cieros internos le permitieron adquirir una g ravitación que es uno de los rasgos
entre ambas fechas. distintivos de la etapa.
Entre 1930 y 1970 el producto bruto interno creció al 3% anual y el pro-
La formación de capital desde 1930 hasta fines de la década de 1940
estuvo fuertemente influida por las consecuencias de la depresión y la Segun­ ducto por habitante al 1,2%. El crecimiento más lento dentro del período se
registra entre 1930 y 1950, con tasas del 2,5 y 0, 6 %. En las dos décadas si­
da Guerra Mundial. El deter io ro de la posición externa del país en la década
de 1930, debido al comportamiento de sus exportaciones tradicionales, pro­ guientes las tasas respectivas son: 2,7 y 1,1% en la de 1950 y 3,7%y 2% en la
de 1960. En los afios finales de la etapa, entre 1970 y 1975, el producto total
dujo una sensible contracción en la importación de maquinarias y equipos
creció casi al 5% anual y el per cápita más del 2%.
que, en la época, constituía la principal fuente de abastecimiento de ese tipo
de bienes. Dur ante la guerra, quedaron prácticamente interr umpidas las fuen­
tes normales de provisión de bienes de capital. De este modo, hacia 1945, el
país había soportado tres lustr os de un muy bajo nivel de capitalización en
maquinarias y equip o s, que c onstituyen las inver si o nes típicamente
reproductivas. Durante la década de 1950 se produjo un repunte en ese tipo
de inversiones, por la utilización de las reser vas de divisas acumuladas duran­
te la Segunda Guerra Mundial, la progresiva normalización de las fuentes de
abastecimiento externas de bienes de capital y el progresivo desarr ollo de la
producción interna de maquinar ias y equipo s. Con todo, el prolongado pe�·
ríodo de restricciones del equipamiento debía producir un efecto negativo
en la tasa de crecimiento del país.
En el último quinquenio de la etapa 1971-1975, a precios constantes, l�
relación entre la inversión bruta interna y el producto superó el 20%. Se reais­
tró un repunte en los sectores productores de bienes y en la infraestructu¡;; ·
Esto se reflejó, por ejemplo, en el 2.umento de la producción petrolera, en la
expansión de la capacidad instalada en usinas eléctricas de servicio público y en
el desarrollo de la red caminera. En el campo industrial el desarrollo de las
industrias dinámicas, par ticularmente las metalmecánicas y las químicas, refle­
jaron el crecimiento de la inversión en esos sectores. La mecanización y las
inversiones fijas en la actividad agropecuaria también alcanzaron en la década
de 1960 niveles sustancialmente más altos que los vigentes a partir de 1930,.
Otro elemento negativo en la formación de capital a parti r de 1930 fue la
escasa orientación de las inversiones hacia las actividades exportadoras, tanto
las agropecuarias como las industr iales. De este modo, se contribuyó a generar
XVIII. Consolidación
del desequilibrio in terregional

l. Crecimiento y distribución de la población

La concentración de la población en la Capital Federal y sus alrededores cons­


tituye la característica más destacada de la distribución de la población en el
territorio nacional. 1 La superficie de ese complejo urbano, conocido como
Gran Buenos Aires, es de 3.600 km2, o sea el 1,3% del territorio nacional. Éste
contenía en 1914 el 25,8% de la población total del país, en 1947 el 29%, y en
1970 el 35,7%. En este último año su población ascendía a más de 8 millones
de habitantes. Entre 1914 y 1947 el Gran Buenos Aires experimentó un au­
mento de su población del 132% y entre ese último año y 1970 del 76%. El
crecimiento poblacional para el resto del país entre los mismos años fue del
90% y el 34%, respectivamente.
Mientras el conjunto de la región metropolitana creció en la forma indica­
da, la población de la Capital Federal aumentó lentamente entre 1914 y 1947,
para decrecer ligeramente entre este último año y 1970. Se produce así un
proceso de suburbanización que es típico de las grandes ciudades, según puede
observarse, por ejemplo, en los Estados Unidos.
En efecto, la participación de la población de la Capital Federal sobre la
población total del Gran Buenos Aires declinó del 77,4% en 1914, al 63,1%
"'
en 1947 y al 35,5% en 1970. La participación de la población de la Capit:tl \
Federal en el total de la población del país se redujo del 20% en 1914, al
18,9% en 1947 y al 12,7% en 1970. En cambio, las proporciones correspon­
dientes a los partidos del conurbano bonaerense del Gran Buenos Aires regis­
tran la siguiente progresión: 5,8%, 11 o/o y 23%, y constituyen la mayor parte

1 Los alrededores de la Capital Federal incluyen los siguientes partidos de la provincia de


Buenos Aires: Almirante Brown, Avellaneda, Esteban Echeverrla, Florencio Varela, General San
Martín, General Sarmiento, La Matanza, Lanús, Lomas de Zamora, Merlo, Moreno, Morón,
Quilmes, San Fernando, San Isidro, Tigre, 3 de Febrero y Vicente López.

279
- ". •"""'�•"1-"'""""�

J;

281
280 LA INDUSTRIALIZACIÓN INCONCLUSA CONSOLIDACIÓN DEL DESEQUILIBRIO INTERREGIONAL

era ya muy b aj a: el 12,6%


d e la
del proce so de urbaniz ación en el país. Del aumento demográfico en ci udades La base poblacional de l a región haci a 1914
ción había caído al 10,2% . El d_ete­
de más de 2 5.000 h abitantes entre 1914 y 1970, el 53% c orrespondió al incre­ población total del paí s. En 1970 la propor iago
mento del conurbano bonaerense . rioro se d ebe fundamentalmen
te al comportamiento demog ráfico de Sant
"'' , y qu<:1 lt y J j y i cr m enta­
del Estero, Tucumán, La Rioja y Catamarc
n e
El aumento de l a importancia relati va del Gran Buenos Aires no es un hecho \ a a � a u u

te p ticip ció l a población total ctef pa1s.


nuevo en el desarrollo demográfico argentino. Su población' pasó del 11o/o en J ron ligeram en su ar a n en
del 1,5% al 5% entre 1914 Y
1869 al 25,8% del total del país en 1914. Pero las causas que dieron origen a esta El Nordest�, que aumentó su participación e n el de
según el cen so d e 1960, pero
concentración de población difieren sustancialmente según se consideren los años 1947, registró un leve aumento adicional d b m
a del Ch c . Có a ruvo
1970 registra una baja atribuible a la provinci �
a o r o a
anteriores o posteriores a 1914. Una parte importante de los inmigrantes arriba­
t supe ri r al 9% ent re 1914 y 1947 , p ara re
�1strar
men
dos al país hasta 1914 se concentró en la Capital Federal y zonas vecinas. Así, el su participación lig
!
era e o
os c ensos d e 19� 0 197 � - E s m _ re­
te
censo de ese afio re velaba que el 49% de la población total del Gran B uen os Aires luego una lev e decli nación conforme a l m fi 1 ente
rollo industrial de esca provmc 1 a fu e su c
era de origen extranjero. La posterior disminución de la importanci a relati va de sante destacar que el d esar
to demográfico. C y man tu v o su
para ret en er la totalidad de su incremen
u o
las corrientes inmigratorias hizo caer la población de habitantes extranjeros, den­ Y
entre el 5% y el 6% n r e 1914
parti cipación en la población coral del país
e t
tro del total de la población del Gr an B uen os Aires, al 15,5% en 1970. Pero a
fo rme al censo de 1869 , el 7, 2 %. �a
partir de prin cipios de la década de 1940 se produce un hecho que, por sus 1970, después de haber alcanzado , con n1
blacional si�nificativo _es la_ P�� � a, a o
dimensiones, tendría repercusiones profundas en la di stribución espacial de la única región que regi stró un aumento po si endo
e la población del pa1s s1gmo
población del país y en las características sociales y políticas de su desarrollo. Se pero su g ravitación rel ativa en el rotal d
traca de l a migración masiva desde el interior haci a el Gran B uenos Aires. E ntre muy baja: el 3,1% en 1970.
1947 y 1970 se incorporaron a la zona metropolitana alrededor de 2 millones de
personas provenientes del resto del país.
s
La corriente migratoria provino fundamentalmente de la región pampe;na. 2. La concentración en el Gran Buenos Aire
En los censos de 1914, 1947, 1960 y 1970, aquélla, más el Gran Buenos Aires,
ncia de algunas tendencias �ue h ab_ían
representaron aproximadamente las dos tercer as partes de l a población d el país. A partir de 1930 se fo rtaleció la influe Y
expor tadora . La mdustna
a de la economía p rimari a
H acia 1914 ya se había consumado el deterio ro de l a participación del resto operado durante la etap d
las principale fu t g ador as e
los servicios fueron en la nue va etapa
s en es ener
del país, pri fl�ipalm�n�C: del Noroeste. D e este modo, la única región con una bid o a
d ba iz ció , d
ente, se acel eró el proces
e ur n a n e
empleo. Concur rentem
o
dotación poblacional suficient�·como para generar un proceso significati vo de rbanos. El
d s cti id d s des rrollan en los c�ntr�� u
migración era la pampeana y así ocurrió en efecto. La participación del Gran .· que la mayor par te e e as a v a e se �
acción sobr la rad1c 10n d e nuevas
Gran Buenos Ai res ejerció una fuerte atr
e ac
Buenos Aires en la p oblación total del mismo más l a región pampeana pasó del erzas ope-
ser vicios . Las prin cip ales fu
37% en 1914 al 45 % en 1947 y al 54% en 1970. Si se considera que las industrias y en la expansión de diversos
ciudades de esa región también crecieron significativamente, por encima de rantes fueron las siguientes .
región metropol'.ta�a contase con
sus crecimientos vegetati vos, se concluye que fuer on sus z onas rurales l as que En primer término, el hecho de que la transporte
s (como obras samta n�s,
generaron las corrientes migratorias hacia el Gran Buenos Aires y las ciudades mayores instalaciones de servici os básico
spitales, etc.) qu� otras � ades. _E sos
md
pampeanas. urbano, energía eléctrica, educación, ho y atraJ eron
El despoblamiento relativo del interior estaba consumado h acia principios servicios básicos facilitaron
el establecimiento de nu evas mdustnas
del siglo XX. E se "r esto" del país, con tres cuartas parces del territorio nacional, a los nue vos tr abaj adore
s ocupados en ellas. .
s rep re­
a 1930 el G ra� Bueno� Ai re
contenía hacia 1970 un tercio de la población total. Dentro de este marco En segundo lugar, el hecho de que haci e mg de la
de la población total y que el mvel d
reso
general, las diversas regi ones presentan un comporta!Tiiento de�ográfico dife­ sentase cerca del 30% ción
del país determinó �na conc en t ra
rente. El Noroeste continuó deteriorando su posición relati va y generando co­ mi sma fuera superior al del promedio nt aque-
nue vas empr esas , parucularm e e
rrientes emigratorias que, sin embargo, no alcanzaron cifras de consideración. del mercado nacional en esa zona. Las
282 LA INDUSTRIALIZACIÓN INCONCLUSA CONSOLIDACIÓN DEL DESEQUILIBRIO INTERREGIONAL 283

llas fuertemente atraídas en su localización por el mercado, tendieron a esta­ Una de las características fundamentales del proceso de industrialización es
blecerse, pues, en la zona metropolitana. la integración y la interdependencia creciente entre las diversas actividades eco­
En tercer lugar, los puerros y, en especial, el de Buenos Aires, atrajeron nómicas, incluido el intercambio de bienes de capital y de materiales indus­
industrias que requerían una proporción elevada de materias primas, produc­ triales dentro del propio sector manufacturero. En el caso del sector industrial,
tos intermedios, equipos y combustibles importados. interesa destacar su dependencia creciente de los abastecimientos generados
En cuarto lugar, el Gran Buenos Aires disponía de una abundante oferta de por la misma industria nacional. En otros términos, la industria nacional dis­
mano de obra, con un nivel de capacitación relativamente más alto que el minuyó su dependencia del "puerto", concebido como lugar de entrada de los
promedio del país. abastecimientos importados.
Finalmente, la expansión del gasto público, especialmente a partir de 1945, Ese proceso de integración e interdependencia industrial se registró, funda­
y la concentración del mismo en el Gran Buenos Aires crearon una fuente mentalmente, dentro del Gran Buenos Aires y la zona pampeana. Quedaron
adicional de ocupación e ingresos. localizadas allí las principales industrias metalmecánicas y químicas, productoras­
La concurrencia de esos factores en la etapa abierta en 1930 influyeron en de los principales bienes de capital y de materiales industriales. Así, la industria­
la localización de la población y de la actividad productiva en la región metro­ lización del país localizó su efecto integrador en un espacio limitado del territorio
politana. ñacíoñal, déjand� fuera de su alcance al resto de las regiones argentinas.
Respecto de la producción industrial, el censo nacional económico de 1964, De este modo, el desarrollo industrial del resto del país se concentró en la
con datos para 1963, es suficientemente elocuente. En este año el valor de la transtorma�ión de la producción primaria de las respectivas regiones._Deben
producción industrial del Gran Buenos Aires representaba el 56% del total del _s:ñalarse algunas excepciones significativas a esta consideración general. La
país. La cifra correspondiente al empleo ascendía al 53%. En el comercio y la ·· más importante es la del desarrollo de la industria metalmecánica, particular-
prestación de servicios, el 60% de los sueldos pagados en estas actividades para el mente en torno de la industria automotriz, en la provincia de Córdoba. Por
total del país correspondía a esa región metropolitana. Según los datos elabora­ otra parte, la producción textil tuvo Ún cierto desarrollo en la Patagonia, al
dos por el Consejo Federal de Inversiones, en 1965 el ingreso per cápita en la amparo de regímenes especiales de promoción. Y en la provincia de Tucumán,
Cao)tal Fedetal_eraJf)%_n::,.ás..;,u:r;v,.!lul/2:Lnp=r.�lrpk.,,--Jwrl:tasv-iáa,,. ¡]ó,1 1s.,.,.iñsraa,�1aiaae,,sc""_1egistfu··cricbetro�aesarrb'uo 'ae aci:rv1'aa'ae:i" m'ctus-
En la etapa bajo análisis, la estructura productiva de la región pampeana y el triales dinámicas,_comÓ-f;e el caso de la industria electrónica. Estas excepcio­
Gran Buenos Aires dentro de ese espacio del territorio nacional sufrió cambios nes y algunas otras no invalidan la siguiente conclusión: la integración de los
profundos. La actividad industrial y los servicios adquirieron un rol predomi­ procesos industriales se registró dentro del Gran Buenos Aires y la zona
nante y la actividad rural perdió participación relativa en la generación de la pampeana. El desarrollo manufacturero del resto del país se orientó a la trans­
producción y el ingreso. En resumen, los cambios en la distribución de la pobla­ formación de las producciones primarias regionales.
ción y en la actividad productiva dentro de la región pampeana a partir de 1930 Merece destacarse, además, que las inversiones extranjeras en el sector in­
resultaron de la convergencia de dos procesos principales: la transformación de la dustrial, que alcanzaron una participación predominante en las ramas dinámi­
estructura productiva y el poder de atracción del Gran Buenos Aires. cas, se concentraron en el Gran Buenos Aires y, en menor medida, en la zona
pampeana. Por lo tanto, tales inversiones jugaron dentro del proceso descripto
y actuaron en él como factor de refuerzo.
3. Comportamiento de las regiones del interior J:as _ relaciones _e_l]trda_.zona industrializada y el resto del país se forjaron,
fundamentalmente, en el nivel de la producción primaria. El crecimiento in­
El resto del país participó limitadamente en el desarrollo industrial a partir de dustrial generó una demanda creciente de insumos de origen agropecuario,
1930. Los datos censales revelan que, en 1963, esas regiones, con el 75% del como algodón y lana, y de insumos de origen minero, incluido el petróleo. Por
territorio nacional y el 33% de la población, sólo generaban el 20% de la otra parte, el mercado del Gran Buenos Aires y de la zona pampeana concentró
·. producción industrial total. la mayor parte de la demanda de productos, tales como azúcar, vino, yerba
285
CONSOLIDACIÓN DEL DESEQUILIBRIO INTERREGIONAL
284 LA INDUSTRIALIZACIÓN INCONCLUSA

ad de pobla­
e que , dada la escasa d ensid
ma te, frut�s, taba�o y té. Esto generó una corriente de estas producciones des­ lanas generó un crec imiento apreciabl
de la mano de obra en el valor agregado
_
de el mt er10 r h�c 1a el Gran Buenos Aires y la zona pampeana. Así se explica ción en la región y la baja participación por habitante
anz ar niveles de ingreso
de aquellas dos activ idades, permitió alc
que_ la prod�cc1ón agropecuaria del "resto" del país hay a crecido con cierta En est o incidió t ambién la concentra­
rap'.d ez y m as aceleradament e qu e la producción de la zona pampeana. Fue relativamente altos en escal a nacional. ­
tagónica, como consecuenci a de la preo
_
b�s1cament� el_ incremento de la d emanda -generada por el desarrollo indus­ ción del gast o público en la región pa ri i al.
acio vac í d ter it on
cupación estratégica de ocupar ese esp
o el r o o nac
tr'. al, e l c rec1m1ento de la población y el poder adquisitivo en el Gran Buenos
y p ovin ci as que regist raron u n c r
ecimient o apre­
En resumen , l as r egi o nes r
Aires Y la zona pampeana- el factor que explica el desarrollo de la producción para retene r su población fueron aquella
s

prim ari a del resto del país. ciable y pudieron generar empleos nos Aire s y zon
r tación al Gran Bue la a

Por otro lado, el interior utilizó los increment os del ing reso, g enerado pri­ que desarr ollaron actividades de expo la
_ i n qu fu on capaces, ad emás, de t ransformar
mordialmente por sus "exportaciones" a la zona industrial, en importaciones pampeana. En la med da e e er
s s g p
ente parte de los ing
ener ados or
producción primaria y volcar internam
re o
de manufacturas desde esta misma zona. Se formalizó, de este modo dentro
diná mic , p udieron diversifi car, en
alguna medida ,
la actividad "exportadora'
a
d el territori� n:tcional una :el�c'.ón centro�periferia entre la zona indus:rial y el
as, ele var sus n iveles de
ingreso y re ener su ahorro,
t
el p:11s. Est e s espec1al1zo en l a producción y la expo r tación de pro duc­ sus estructuras productiv
_resto � �
invirtiéndolo e n el desar
rollo interno.
tos pnmanos a la pnmera. El mercado internacional j ugó en la etapa un papel s corrientes dinámicas d el sistema d e
men or c omo g enerador d e demanda para la producción del interior del país. Otras pr ovincias quedaron fuera de la s de
desarr ollaron actividade
ia. Son aquell as qu e n o
relacio nes centro-pe rifer
Esto refo zó el carácter dependiente de su desarrollo con respecto a l a zona
s hacia l a zona industrial.
Tal el caso, en el Nor ste, oe
'. exportación significativa
metropolitana y la región pampeana. el Est ero, de San Luis en
la región central
de Catamar ca, La Rioj a y Santiago d
� en_t ro del esq uem a de relaciones cenero-perif eria se registran diversas ex­ ral. De este modo, estas
provincias
p��1enc1as en cada una de las regiones del int erior. Aquellas que tuvieron posi­ y de E ntr e Ríos y C orr ientes en el Lito l país Y regis­
ución de la población de
det erioraron su participación en la distrib
bilidad es de g enerar productos primarios para la zona industrializada, transfor­ ómica y de nivel de vida. Las prov in­
tran l os menores índices de actividad econ n su· partici­
:11�r!os y -sobre la base de la expansión del ingreso g enerado de este modo­ r io nacional, disminuy ero
m1c1_ar _un proc eso de transformación industrial interno, registraron ritmos de cias mencionadas, con el 20% del territo , y en 1968
en 1947 al 10% e n 1970
cr ecimi ento económico apreci ables y lograron crear empleos sufici entes como pación en la población del país del 14% p r h ab ita nte es
bruto inter n . Su ngre o
sólo g eneraban el 4% del producto
o i so
'¡ para �ete�er el crecimiento vegetativo d e su población. El caso típico de esta ís .
1
e pen� c1a s Cuy o )'. articul arm ente la provincia d e Mendoza, cuy a p rodu�-
60% inferior al del promedio del pa y el
� � _ � _ � Es interesant e ob ser v ar c i er t os r as gos de la estructura de la producción
c 1ón vmv1 1c la sJ r v10 como co rrea de transmisión al desarroll o provincial. n p h cho q ue la
� � esas provincias. Se caract eriz a or el e de
. ,,, empleo en algunas de
: Otras provincias como Tucumán, Salea y Juj uy asentaron su d esarrollo sobre la a ti ene una may or importa
ncia relativa que la producción
producción de c:añ a d e azú car y la industrialización del produ ct o. En el p rimer producción prim ari
vicios tienen una
o de C atamarca, los ser
ca�o esto no bastó, sin embargo, para gen erar un proceso sostenido de creci­ industrial. Además, como en el cas lo servicios genera­
alta. En esa provincia, en 1968 s
importancia rel ativa muy
enos Aires. S e
n:1�ento y empleos s uficientes. En esto influyeron el minifundio en la p roduc­ 35% en la provinc e Bu
ban el 60% del producto cont ra el
ia d
c1on de caña y la falta d e t ransfo rma ción de l a estr uctura agraria, tanto en o: l ins ufici encia de
os del subdesarroll
registra, así, uno de los fenómenos típic
a
.
c u_ anto al régimen d e t en encia c omo al tipo de producción, y el l ento creci­
ad primaria y en la in dus t ria, aparte de
mi ento del resto de la producción industrial de la provincia . Chaco, en el Nor­ la generación de empl eo en la activid e ob a en ser vicios
de las fronteras, concentra mano d
r
expel er pobl ación fuera
dest e, '.ecibió un prim er impulso con la expansión de la producción algodonera. sector público. El emp leo se sostiene,
Postenormente, el deterioro d e la parti cipación de las fibras n aturales en la de muy baj a productividad, como el t ri o de la pro­
esperdicio de mano de
obra y del d e e or
entonces, a co st as del d
producción textil provocó la crisis de la producción algodonera ; de codos mo­ r ot ra parte, codos los in d i ca do r es econó­
dos, ésta nunca sirvió para asentar un proceso de transformación industrial d uctividad d el sist ema económico. Po rm n la confi gura-
incias estancadas confi a
1 significativo en la provincia. En la Patagonia, la producción de petróleo y de micos y sociales relevant es en las prov
[
286 1A INDUSTRIALIZACIÓN INCONCLUSA

ción del subdesarrollo. La tasa de analfabetismo y de mortalidad, los niveles


sanitarios, el ingreso por habitante, convergen en la caracterización de la situa­
ción de subdesarrollo.
El comportamiento de los fiscos provinciales está estrechamente ligado,
naturalmente, con las tendencias experimentadas en el desarrollo de cada provin­
cia. En aquellas que eran tradicionalmente importantes, como las de Buenos
QUINTA PARTE
Aires, Santa Fe y Córdoba, o que experimentaron en sus jurisdicciones un
relativo desarrollo, como Mendoza, los gobiernos provinciales dispusieron de
una cantidad significativa de ingresos propios que les permitió cumplir un La hegemonía neoliberal
papel más o menos activo. Por otra parte, estas provincias, dada su importancia (1976-2001)
relativa, fueron las que gozaron de mayor participación en los impuestos de
coparticipación federal. El análisis de los presupuestos de gastos y de los planes
de inversión de estas provincias revela que una proporción importante de la
inversión pública en las mismas ha sido financiada con recursos provinciales y
que la prestación de servicios básicos (educación, salud pública, seguridad,
etc.) recayó también en buena parte en ellas.
Los gobiernos de las provincias económicamente estancadas, por otro lado,
carecieron de recursos propios como para realizar una gestión de gobierno
transformadora, y el mantenimiento de las administraciones provinciales y de
los planes de obras recayó, básicamente, en las prestaciones directas del gobier­
no federal y en los aportes del mismo.
Nuevamente aquí, en el comportamiento del sector público de las provin­
cias dinámicas, por un lado, y de las estancadas, por otro, observamos otro de
los efectos acumulativos típicos que caracterizan el desenvolvimiento econó­
mico y social.
La etapa consolidó el proceso de descomposición del viejo federalismo eco­
nómico y fortaleció el papel del Gran Buenos Aires como núcleo dinámico y
dominante del desarrollo económico y social del país.
lé:'
)
Y,

XIX. Tendencias recientes de la globalizaci6n

La transición frustrada del modelo primario exportador hacia una econo�íá


industrial avanzada culminó en el final caótico del gobierno de Isabel Perón y
el golpe de Estado de marzo de 1976. Estos hechos revelaron el colapso de la. 1
densidad nacional y desencadenaron acontecimientos que pusieron fin :d¡
etapa de la industrialización inconclusa, abierta en 1930.
1 A partir de entonces, como a lo largo de toda su historia, el comporta�i�ii::-•··.
!
to de la economía argentina estuvo primordialmente determinado por los acon­
tecimientos internos, pero encuadrados e influidos por el orden mundial. Vale
decir, por las tendencias de la globalización de posguerra y los nuevos hechos,
a partir de la década de 1970, en el escenario internacional.
En el capítulo XIV destacamos las nuevas tendencias de la globalizaci6n pos­
teriores a 1945, las mismas que conformaron un nuevo régimen del sistema
internacional, el tercer orden mundial. Los extraordinarios avances .del conoci­
miento científico y la revolución tecnológica centrada en el dominio de la
materia, la microelectrónica, la informática y la biotecnología, abrieron nuevas
fronteras al comercio y las inversiones internacionales, a la circulación de in­
formación y a los transportes. Además, a partir de la década de 1970, ocurrie:,
ron otros acontecimientos económicos y políticos en el orden mundiaÍ q�e
conformaron el contexto externo dentro del cual la Argentina trazó su camino
o, más precisamente, fue arrastrada por los acontecimientos. Detengámonos
en uno y otro aspecto de la secuencia de acontecimientos en el período bajo
análisis.

1. Las tendencias de largo plazo del tercer orden mundial

Las tendencias de la globalización inauguradas en 1945 se profundizaron desde .,


mediados de la década de 1970. Conviene destacar a este respecto varias cuestio­
nes principales. A saber: el movimiento de bienes y factores de la producción
(comercio, inversiones privadas directas, migraciones y capitales especulativos),

289
1
1
290 LA HEGEMONIA NEOLIBERAL TENDENCIAS RECIENTES DE LA GLOBALIZACIÓN 291

la distribución de tales movimientos entre los diversos países, las reglas del juego Entre comienzo de la década de 1980 y principios de la de 2000, el stock de
del sistema y el aumento de las asimetrías en los niveles de desarrollo. inversiones de las filiales aumentó de 0,6 a 6,6 billones de dólares y el empleo
en las mismas de 18 a 54 millones de personas. El producto o valor agregado
Movimientos de bienes y factores de la producción por las filiales representa a principios del siglo XXI el 11o/o del producto mun­
dial contra el 5% veinte años antes. A su vez, la participación de las mismas en
Comercio internacional A partir de 1945 el comercio internacional de bienes y la formación de capital fijo bruto en la economía mundial pasó del 3% al 11 o/o
servicios creció a tasas superiores, alrededor del doble, que la producción mun­ y en las exportaciones mundiales del 32% al 35%, en el mismo período. Los
dial. De este modo, la proporción de la producción comercializada internacio­ países industriales son el origen del 85% de las inversiones privadas directas, de
nalmente aumentó desde entonces. Hacia 1950 la relación era del 10%, se ubicó l as cuales dos terceras partes se dirigen hacia los mismos países industriales y
en torno del 20% en la década de 1970 y a principios del siglo XXl supera el 22o/¿_ un tercio al resto del mundo.
Al mismo tiempo, se transformó la composición del comercio internacional como
consecuencia de los cambios en la demanda y el impacto de la tecnología sobre la /11.igracjg_na En la temprana posguerra, las migraciones desde Europa, princi­
productividad de los diversos sectores productivos. La participación de los pro­ palmente de Gran Bretaña, Alemania e Italia, se dirigieron especialmente hacia
ductos primarios (alimentos, materias primas y combustibles) declinó paulatina­ los Estados Unidos, Australia y Canadá. En la década de 1950, las mismas
mente de dos terceras partes de las exportaciones mundiales hasta la década _4,e ascendieron a 5 millones de personas. Posteriormente, los países avanzados de
0

1930 a un tercio en la actualidad. Los bienes que registran más contenido de "\ Europa se convirtieron en países de inmigración desde la periferia del Medite­
\
tecnología y valor agregado aumentan su participación en el comercio mundial, rráneo, Europa oriental, la Península Ibérica y el Oriente Medio. Los Estados
como sucede con las maquinarias, vehículos de transporte, semiconductores equi­ Unidos se convirtieron también en un destino principal de inmigrantes desde
pos de comunicaciones, sonido y procesamiento de datos. América Latina y Asia. Las corrientes migratorias no sólo tienen la dirección
sur a norte, es decir, desde países subdesarrollados hacia los avanzados. Un
. Jnversio_nesp,jvadas directJJJ.. Las empresas que operan en escala global amplían la 40% de las migraciones contemporáneas tienen lugar entre los primeros, como
internacionalización de la producción, es decir, la realización de la cadena de en el caso de migrantes de Chile, Paraguay y Bolivia hacia la Argentina. En
valor con componentes e insumos que la firma produce en plantas instaladas en cualquier caso, las políticas de puertas abiertas que los países de inmigración
diversos países. Este comercio intrafirma representa actualmente un tercio del ,; mantuvieron durante la fase expansiva del segundo orden mundial fueron re­
comercio mundial de bienes y servicios. Las inversiones y las redes de producé1oñ emplazadas por políticas restrictivas y selectivas según el origen y'la capacita­
transnacional han crecido más rápidamente en los bienes de alta tecnología, como ción de los inmigrantes. Esto se refleja en la declinación de la importancia
semiconductores e informáticos, y en servicios como los financieros, los de tele­ relativa de las migraciones. A principios del siglo XX el 10% de la poblaciól).
comunicaciones, los programas de computación y de procesamiento de datos. mundial residía fuera de sus países de origen. Un siglo después, a principios del
A principios del siglo XXI alrededor de 65 mil corporaciones transnacionales'\ XXJ, la proporción declinó al 3%.
cuentan con 850 mil filiales fuera de sus países de origen. De aquéllas, las cie1_1.)
mayores representan más del 50% de las ventas y el empleo del total de filiale; y Capjt'!,{:sfi:.'!�nciet:!l!:. Los movimientos internacionales de fondos, esencialmente · .
concentran su actividad en sectores de alta tecnología: telecomunicaciones, equi­ especulativos y de corto plazo, registraron un crecimiento extraordinario, so­
pos eléctricos y electrónicos y material de transporte. La exploración, refinación bre todo a partir de la década de 1970. Alrededor del 80% de las transacciones
y distribución de petróleo es otro campo principal de actividad de las mismas. financieras internacionales se realizan entre los mismos países industriales y-�j
Las operaciones fuera del país de origen de las principales corporaciones transna­ resto en las plazas de los países en desarrollo.
cionales representan la mayor parte de sus activos, el empleo y las ventas. 1 A principios del siglo XXI las transacciones en los mercados de cambios
ascendían a alrededor de 2 billones de dólares diarios, de los cuales sólo el 5%
1 UNCTAD, World lnvestmmt Report, Ginebra, 2003. corresponde a operaciones reales de bienes y servicios. El 95% se refiere a
292 LA HEGEMONÍA NEOLIBERAL
TENDENCIAS RECIENTES DE LA GLOBALIZACIÓN 293

operaciones especulativas ligadas al arbitraje de tasas de interés, paridades


cambiarías y cotizaciones de valores y acciones en las bolsas de valores. La y el producto aumentó fuertemente en los principales países industriales. Fren­
flotación de las principales monedas a partir del abandono, en 1971, del régi­ te a la competenci� de estos nuevos intermediarios, los bancos diversificaron el
men de paridades fijas del Acuerdo de Bretton Woods privatizó el riesgo cambiario tipo de servicios bancarios y no bancarios que prestan. Estos hechos contribu­
y promovió la creación de nuevos instrumentos de cobertura y la multiplicación yeron a multiplicar los instrumentos de diversificación de riesgos, la aparición
de las transacciones cambiarías. A principios de la década de 1970, las operaoo> de mercados secundarios de deuda e instrumentos derivados.
El extraordinario desarrollo de la actividad financiera tiene dos rasgos prin­
nes de los mercados cambiarios representaban dos veces el valor del comercio/'l
internacional de bienes y servicios. En 1995 la relación era de 70 a 1. 2 cipales: no contribuyó al aumento de la acumulación de capital en la economía
� · mundial y aumentó la inestabilidad de los mercados. La formación de capital
A su vez, comparando los préstamos bancarios internacionales con la;;�:,\
versiones en activos fijos en la economía mundial, se observa que aquéllos fijo en la economía mundial declinó a partir de principios de la década de
1970 respecto de los niveles alcanzados en el "período dorado". Al mismo tiem­
representaban 6% de éstas a mediados de la década de 1960 y cerca del 200% \
a principios del siglo XXI. ¡ po, la asimetría de información entre deudores y acreedores, así como los ciclos
f alternativos en manada de preferencia por los altos rendimientos y el riesgo y
El �ertigi� so crecimienco de Ias tr�ns�c�i�nes financieras fue f�cilitado
� luego de huida hacia la seguridad, multiplicaron la volatilidad de los mercados.
1 marcos regu 1 aconos, m1c1almente de 1as operaciones en J
por 1 a 1Iberac1on de os
El desarrollo de las calificadoras de riesgo reflejó estas tendencias y la demanda
cuenca corriente del balance de pagos y posteriormente en la de capital. En eJ
de información de los inversores, pero no mejoró el comportamiento de los
mismo sentido influyeron la integración informática de las principales pi��
financieras y el crecimiento de la liquidez internacional debido principalmente mercados.
al déficit de los pagos internacionales de los Estados Unidos y al superávit de La volatilidad de los mercados financieros generó cambios bruscos e fás
los países exportadores de petróleo después del primer aumento de su precio cotizaciones de las principales moneda� y _e� las cotizaciones b�rsátiles. En � lo
en 1973. Estados Unidos, por ejemplo, entre pnnc1p10s del 2000 y mediados del 2 2,
el valor de capitalización de las acciones cotizadas en Wall Street cayó de 17 a
El aumento de la liquidez internacional se multiplicó a través de las opera­
1 O billones de dolares, pérdida equivalente al producto anual de la economía
ciones de los intermediarios financieros. Los instrümentos se diversificaron e
norteamericana.
incluyeron préstamos, derivados, opciones, títulos privados y públicos y accio­
En los países industriales, estas turbulencias introducen tensiones pero no
nes. Las operaciones bursátiles también crecieron vertiginosamente. A princi�
desestabilizan al sistema. Pueden producir efectos riqueza que influyen en el
pios del año 2000, anees de la caída de las cotizaciones en la bolsa de Wall
comportamiento de los consumidores, en el gasto y en el nivel de actividad,
Street, el valor de capitalización de las acciones excedía la rentabilidad de las
pero no desencadenar fenómenos en cascada, como en la crisis bursátil de 1929,
empresas y representaba tres veces el producto de la economía norteamericana.
multiplicados inicialmente por las políticas monetarias y fiscales contractivas.
La tenencia de acciones, particularmente en los Estados Unidos, está difundi-
En los países industriales, los instrumentos disponibles de regulación de liqui­
da en sectores sociales muy amplios.
dez y del gasto permiten compensar estas turbulencias, limitando su impacto
Al mismo tiempo, la organización del sistema financiero experimentó cam�
en la economía real. En cambio, en los mercados periféricos, las burbujas espe­
bias profundos. En las economías avanzadas, se produjo un fuerte proceso de culativas originadas en la volatilidad de los mercados provocan ciclos de en­
concentración en menor número de entidades a través de fusiones y adquisi­
deudamiento que perturban los equilibrios macroeconómicos y generan crisis
ciones. Al mismo tiempo, se produjo la "institucionalización del ahorro" me­
financieras y de pagos externos que se transmiten masivamente a la actividad
diante del desarrollo de intermediarios financieros no bancarios como fondos
económica, la producción y el empleo. Tales fueron la crisis de la deuda e�t�_!': ./
mutuos de inversión y de pensiones, compañías de seguros y bancos de inver­
na latinoamericana en la década de 1980, la de México en 1995, llamada del
sión. La relación entre los activos financieros de estos inversores institucional�,$·.·
tequila y su propagación a la Argentina y otros países, la rusa de 1996, la de
2 CEPAL, G!obalización y desarrollo, Santiago de Chile, 2002. varios países del sudeste asiático, en particular, Corea, Malasia y Tailandia, en
1997 y 1998, y la de la Argentina en 2001.
294 LA HEGEMONfA NEOLJBERAL TENDENCIAS RECIENTES DE LA GLOBALJZACIÓN 295

Conformación de las redes globales Alemania, Gran Bretaña, Francia, Italia, Canadá y el Japón) y la más amplia
OCDE (Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos). Los intereses
Los cambios en la composición de la demanda y de la producción impulsados privados de los países avanzados cuentan también con sus foros de expresión,
por la revolución tecnológica se reflejaron en el comercio internacional, las como lo Comisión Trilateral y, más recientemente, el Grupo de Davos. __
inversiones privadas directas y las corrientes financieras. Las relaciones entre Los países miembros de la tríada ejercen el control decisivo de los orga�
las economías protagonistas de tales transformaciones, es decir, las economías nismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional, el Banco
industriales o avanzadas, se convirtieron en el componente más importante de Mundial y la Organización Mundial de Comercio (oMc). Estas organizacio­
las transacciones internacionales. De este modo, dentro de la tríada formada nes establecen las reglas del juego del sistema económico mundial a la medi­
por los Estados Unidos, Europa occidental y el Japón se realiza el 50% del da de los intereses de los países dominantes. Como sucede, por ejemplo, con
comercio internacional, y de éste el 85% corresponde a los intercambios den­ las reglas del comercio mundial (administradas desde 1947 por el Acuerdo
tro de la tríada. A su vez, alrededor del 80% de las inversiones privadas directas .. General de Tarifas y Comercio GATT y posteriormente por la OMC) que im­
y las transacciones financieras se realizan dentro del mismo espacio de las eco­ pulsaron la liberación del comercio de los bienes de aleo valor agregado y
nomías industriales. La integración dentro del mundo desarrollado fue fortale­ contenido tecnológico, mientras los países industriales mantienen altos nive­
cida por la formación de la Unión Europea, a la cual pertenecen varias de las les de protección, restricciones no arancelarias y subsidios en los productos
mayores y más avanzadas economías industriales y cuyos intercambios agrícolas de dima templado y bienes sensibles, eufemismo utilizado para ca­
intracomunitarios representan el 25% del comercio mundial. racterizar manufacturas (como textiles) o commodities (como acero), en los
Reducida a su inserción tradicional en la división internacional del trabajo· cuales los países en desarrollo tienen ventajas competitivas. Asimismo, den­
como exportadora de productos primarios y manufacturas de baja intensidad tro de la OMC, los principales miembros de la tríada impulsan la extensión de
tecnológica, la participación de América Latina en las ell:portaciones mundiales las normas que los benefician en cuestiones tales como el trat:1mi..ev.t0Jlt:J1�
_¡ tlt:clinh-kL1 í\%.t'c..1 p59v�,.··ureao�-bb-'4�0-en1 r:9%;-para recuperarse a.(5% a propiedad intelectual, el comercio de servicios y las inversiones privadas di­
fines de la década, sobre todo por el fuerte aumento de las exportaciones mexicanas rectas. Los países en desarrollo, bajo el liderazgo de los de mayor tamaño, 1a
dentro del acuerdo con los Estados Unidos y Canadá. La participación de África_ India y el Brasil, y la participación de otros, como la Argentina, han genera­
también declinó del 5,4% en 1950 al 1,5% hacia el año 2000.3 La vieja relación do una cierta capacidad de bloqueo dentro del funcionamiento de la OMC y
centro-periferia entre países industriales y economías especializadas en la pro­ logrado introducir en la agenda de negociaciones cuestiones como los subsi­
ducción primaria, que fue el segmento dominante de las relaciones económicas dios y el proteccionismo agrícola de los países industriales y limii:ar la preten­
internacionales bajo el segundo orden mundial, continuó declinando desde 1945. sión de los países avanzados de introducir nuevas restricciones a la autono­
Sólo los países en desarrollo que transformaron su estructura productiva e incor­ mía de la políticas nacionales de desarrollo.
poraron el cambio técnico en un proceso de industrialización que abarcó las
ramas dinámicas lograron ampliar su participación en el mercado mundial. Por Asimetrías en el desarrollo y en el bienestar
eso, en las redes de comercio internacional el hecho más notable es el crecimien­
to de las economías en desarrollo de Asia, cuyo componente más dinámico es el La revolución industrial y la incorporación del progreso técnico, como el im­
nivel de los intercambios entre ellas mismas. pulsor del desarrollo y la productividad, revelaron las disparidades en la capa­
Conforme sucedió en etapas anteriores de la globalización, las reglas del cidad relativa de los países de participar de semejantes fuerzas de crecimiento y
juego en el tercer orden mundial son establecidas por las potencias dominan­ de transformación. Todavía a principios del siglo XIX, la diferencia en el pro­
tes. Los principales miembros de la tríada han establecido sus organismos de ducto per cápita de la región menos desarrollada respecto de la más avanzada
cooperación, como el G 7 ( Grupo de los Siete integrado por los Estados Unidos, era de 1:3. Al concluir el segundo orden mundial en 1913, la brecha era de
1:1O. Ella se mantuvo en esos niveles durante todo el período de desglobalización
3 CEPAL, Globalización y desarrollo, ob. cir. y fractura del orden mundial entre la primera y la segunda guerras mundiales,
;J
296 LA HEGEMONfA NEOLIBERAL TENDENCIAS RECIENTES DE LA GLOBALIZACIÓN 297
J
1914-1945. A parcir de allí y hasta fines del siglo XX aumentó de 1:13 y a 1 :20. de un aumento anual del 5% a una caída acumulativa de casi el 1 o/o anual.
África también redujo su crecimiento en alrededor del 50% entre ambos pe­
i: ¡
�especro de América Latina, la tendencia fue semejante. Entre principios del
siglo XIX y 1913, la brecha respecto de la región más avanzada del mundo ríodos. Sólo las economías dinámicas de Asia, en particular, Corea, Taiwán y
aumentó de 1 :2 a 1 :3,5. Se estabilizó en este úlcimo indicador hasta 1973 para Malasia, el moderado pero sostenido progreso de la India y, sobre todo, el
volver a aumentar hasta fines del siglo xx a 1:4,5. vertiginoso ascenso de China, lograron registros de crecimiento posteriores a
De este modo, los países subdesarrollados representan el 85% de la pobla­ 1973 superiores a los del período dorado.
ción mundial, de 6.000 millones de personas en el 2000, pero registran sólo el La acumulación de capital y el comercio internacional registraron compor- '.
25% de la producción, la acumulación de capital y el comercio mundiales. tamientos semejantes a los de la producción en las diversas regiones de la eco­
Estas asimetrías se registran no sólo entre países sino dentro de cada país, , nomía mundial.
. Sobre el telón de fondo de las tendencias de largo plazo del tercer orden
mcluso en los avanzados. En el primer caso, por las brechas en el desarrollo
relativo de los sistemas productivos y los niveles tecnológicos. En el segundo, mundial, el proceso de globalización, a parcir de principios de la década de
por factores como la concentración de la propiedad de la riqueza y las fracturas 1970, tuvo así lugar en un contexto menos dinámico que en la época anterior,
en las estructuras sociales, como sucede en América Latina. En esta región el con la excepción de China y las economías asiáticas más dinámicas. La larga
problema ha sido agravado en tiempos recientes por el reparto regresivo de lós fase de rápido crecimiento y las condiciones prevalecientes de pleno empleo en
costos de las crisis de endeudamiento, el aumento del desempleo y la caída de los países industriales durante el período dorado generaron crecientes tensiones
la tasa de crecimiento. distributivas y presiones inflacionarias en los países industriales. En 1973, los
En el orden mundial, una vez concluido el período dorado, las políticas ;�. miembros de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) pro­
. vocaron un drástico aumento, de 3 a 13 dólares el barril, de los precios del
c1ales del Estado de bienestar fueron desactivadas y desregulados los mercados
de trabajo, simulcáneamente con el aumento del desempleo. Estos factores, hidrocarburo. En 1978, se produjo otro aumento de 13 a 34 dólares el barril.
sumados a las diferencias de capacitación de la fuerza de trabajo, aumentaron En 1980, como consecuencia de la guerra entre Irán e Irak, el petróleo alcanzó
las diferencias en los niveles de salarios, lo que constituye una causa importan­ su cotización máxima de 42 dólares. Estos hechos agravaron las presiones in­
te del incremento de la desigualdad en la distribución del ingreso observable flacionarias y crasrocaron los pagos internacionales con una fuerce transferen­
en los Estados Unidos y, en menor medida, en Europa occidental. cia de recursos de los países importadores a los exportadores de petróleo. Los
petrodólares de los países miembros de la OPEP se reciclaron a través del sistema
financiero internacional y fueron, junto con el déficit del balance de pagos de
2. Elfin del período dorado y el cambio de paradigma los Estados Unidos, causa principal del aumento de la liquidez y de la vertigi­
nosa expansión de los movimientos internacionales de capitales financieros.
El período dorado registró la tasa de crecimiento de la economía mundial más Una de sus principales manifestaciones fue el desarrollo de los mercados de
alca de la historia, liderada por los países industriales, con un aumento de s� eurodólares, es decir, las transacciones denominadas en dólares fuera de los Esta­
producto cercano al 5% anual. Desde 1973 hasta fines de la década de 1990, dos Unidos. El dólar afianzó la posición hegemónica de la temprana posguerra.
en esos países la casa disminuyó al 2,5% anual. Particularmente notable fue el La desmonetización del oro como activo de reserva internacional, posterior a la
comportamiento de la economía del Japón, la más dinámica en aquel período, inconvertibilidad del dólar en oro en 1971, consolidó la función de la moneda
que redujo su tasa de crecimiento cercana al 10% en ese entonces a menos del norteamericana como mayor activo de reserva de los bancos centrales y de mone­
prom�dio de los países industriales. América Latina también redujo la suya da principal de las transacciones financieras y el comercio internacionales. ,,
supenor del 5% anual, bajo el modelo de sustitución de importaciones, a la El escenario polírico internacional agravó las tensiones emergentes del fre��e
mitad, bajo las nuevas circunstancias internacionales y la estrategia neoliberal. ,, de la economía. La derrota de los Estados Unidos en Vietnam confrontó a la
El deterioro más grave corresponde a las economías de la ex Unión Soviética y potencia hegemónica del tercer orden mundial con la evidencia de los límites
de Europa oriental, donde, entre los períodos considerados, el producto pasó de su poder. Pero, al mismo tiempo, la intervención soviética en Afganistán
298 LA HEGEMON!A NEOLIBERAL
TENDENCIAS RECIENTES DE LA GLOBALIZACIÓN 299

agravó la gue rraftíay enfrentó a la Unión Soviética con la competencia militar,


3. La deuda latinoamericana
ya a esa altura insostenible, d e l os Estados Unidos y, en un plano más profun­
do, con la inviabilidad del sistema soviético y su esquema de dominación en su
Durante la euforia especulativa de la década de 1970, la Argentina y los otros
zona de influencia. Finalmente, en 1989 fu e d erribado el muro de Berlín; poco , .
países latinoamericanos fueron un destino prefer ente de la penetración financie­
d esp ués se disolvió la Unión Soviética y se produjo la unificación de Alemania.
ra de la banca internacional. La abundancia del crédito provocó el abandono de
Rusia, las antiguas repúblicas soviéticas y las naciones satélites de Europa oriental
la prudencia de las políticas de endeudamiento. Las fuentes trndicionales de re­
iniciaron una marcha acel erada hacia la formación de economías de mercado. _ .
cursos provenientes de los bancos multilaterales, el Mundial y�¡ Interamencan _ o,
La guerra fría, l a confrontación Este-O este, la competencia entre el socialismo
y del crédito comercial del Eximbank norteamericano y de entidades semepntes
r eal y el capitalismo concluyeron con el triunfo d e este último. Sólo en China
de otros países industriales, fueron sustituidas por los présta�os de la b�nca
sobrevivió u n espaci o d e gravitación internacional organizado bajo un sistema
privada internacional, en operaciones normalmente a rasa de interés vanable
político centralizado y una economía mixta d e decisiva presencia estatal y cre­ _ _
ajustable con la evolución de las mism:15 en el 1'.1ercado mternac10nal _ : ..
ciente desarro llo de la iniciativa priv ada e inserción en l as corrientes de la glo­ ,
De ese modo, la deuda externa latmoamencana aumento verngmosamen­
balización d e la economía mundial.
te. En el caso de la Argentina, pasó de 5.000 a 44.000 millones d e dólar es entre
Las turbulencias económicas d e la décad a d e 1970 se prolongaron en la
1973 y 1982, esto es, un aumento del 800%, el más pron unciado de Am�rica
siguie nte . Se produjo entonces un camb io drástico respecto del paradigma eco­
Latina salvo México, donde el mismo alcanzó a casi el 900%. En el B r asil,. el
nómico prev aleciente en los países centrales durante la década de 1930 y el
crecimiento fue también notable: 600%. Cuando las políticas monetarias de
período dorado de l a posguerra. Los líderes de la transformación fueron la
los Esta dos Unidos y los o t ros países c entrales elevaron l as tasas de interés y
señora Thatcher, prim era ministra de Gran B retaña a partir d e 1979, y el pre ­
declinaron los precios de los productos primarios, la situación de end euda­
sid ente Reagan, que in ició su p rimer período de gobierno en los Estados Uni­
miento se hizo insostenible. La tasa d e interés en los Estados Unidos más que
dos en enero de 1981. Ambos líderes pusieron en marcha políticas fundadas en
se duplicó en 1982 y elevó drásticamente los servicios d e la d eu�� externa
l a h eg emonía d el mercado , el abando no o recor re de l as políticas sociales del
latinoamericana. En la Argentina, el sist ema ya habí a entrado en cns1s a fines
· Estado de bienestar, r eformas trib utari as favorabl es a los altos ingresos, la priva­
del régimen de facto con el derrumbe de la p olfcii::a cambiaría, la f�g� de capi
tización d e l as actividad es a cargo de empresas del Estado, el recorte de la �
tales y el salto inflacionario. Poco después, en agosto de 1982, la cns1s alcanzo
influencia de los sindicatos y l a d esregulación de los mercados y de las activida­
alcance continental cuando México anunció la moratoria d e su deuda externa
des financieras. Este Il�ey<:>_E�radigma sustitutivo del keynesiano fue conocido
y se puso en marcha el primer gran programa de salvataje de loi bancos acree­
como l a reforma neo/ibera( El paq�ete fue completado con políticas ortodoxas
dores, principalmente norteamericanos, muchos de los cuales tenían una ex­
d e ajuste y restricción d e la óferta monetaria y d el gasto público. Los r esultados
posición en América Latina sup erior a su patrimonio neto.
fueron la contracción d e l a actividad económica en ambos países y el aumento
Los bancos formaron un club de acreedores y sostuvieron con éxito la tesis de
d el d esempleo y d e la desigualdad en la distribución d el ingreso. En los Estados
que los deudores debían negociar separadamente. El fracaso de América Latina
Unidos, bajo el impacto d el aumento d e los gastos d e defensa y la rebaja de
en establecer una negociación más equilibrada, negociando conc ertadamente,
impuestos, fu eron po�teriormente abandonados los contenidos contractivos
fue un nuevo ej emplo de la vulnerabilidad y l a dependencia de nuestros países..
del paquete neoliberal. ·
E l Fondo Monetario Internacional (FMI) asumió la representación de los acree­
El cambi o d e paradigma teórico en los centros, contemporáneo con la glo­
dores y negoció acuerdos de salvataj e con cada uno de los países con problemas.
balización financi era y el end eudamiento c reciente de diversas economías peri­
No era la primera vez que los deudores latinoamericanos rec urrían al apoyo
féricas, tuvo una decisiva influencia en el curso de los acontecimientos de la
del FMI para enfrentar sus dificultades de balance de pagos. Desde fines de la
· Argentina y el resto de Amé rica Latina. También gravitó en otros países perifé-
·· · década de I 940 hasta la de 1970, el FMI había firmado convenios con diversos
ricos, pero en contextos distintos.
países de la región, incluida la Arg entina. Se trataba entonces de acuerd�s de
corto plazo para resolver problemas transitorios de desajuste de los pa gos mter-
300 LA HEGEMON!A NEOLIBERAL
TENDENCIAS RECIENTES DE LA GLOBALIZACIÓN 301
nacionales. Frente a es ta situación
el FMI imponía condicionalidade
ti po d e cam bio, el aju ste fiscal s limitadas al aj u ste estruc tural en línea con el pens am iento dom inante. Mientras tanto la
y a la restricc ión del crédito ban
guiente con r cción de la produc c ario. La consi­
re gión había entr ado de lleno en la década perdida -la de 1�80-, c o una
�� ción y de la demand a de impor ta _ �
ba un �uper av1t e n el balance com ciones genera­ fuer te contracción de la produ cción, el deter ioro de las cond1c1� ne s soc1ales y
_ ercial y el restablecimiento del equ
pagos mternac10nales. Esta estrate ilibrio en los crecientes presiones inflacionarias , estas últimas derivadas de la 1mpotenc1a _ de
gia del FMI generó una célebre polém
economistas latinoamericanos alin ica con los los gobierno s para generar excedentes pr imarios en las �u enras públi��s para
eados con el enfoque estructur alist
llo y la inflación. Éstos calificaro a del desarro- · transferir al exterior los servicios d e la d euda. Éstos te rmmaron financ1andose
n de monetarista el enfoque or todo
por reduc ir la caus alidad de la infl xo del Fondo con défic it públic os y emisión monetaria crec ie�tes que hicieron estallar la
ación y los desequilibr _
ios macroecon ómicos a
d i mensión mone taria
e ignorar la naturaleza estr uc tur al de la estabilid ad de precios, mu ltiplicar las pres iones mflac1onan_ :15 y, �n algunos
los fenómenos, como _
las rigideces de ofer ta y la desigualdad países, como la Ar gentina, desencad enar pr��esos h�pe�mflac1onanos. 1
en la distribución del ingreso.
Pero en la década de 1980, la situac El Plan Baker fue u n paliativo que resolv10 tr ans1toname nte los problemas
ión era radicalmente distinta. Los prob
mas de l balance de pag
os no eran coyunturales
le­ d e los bancos ac reedores exager ad a m ente expuestos en A mérica Latina, mien­
ni pasajeros sino de carácter es truc­
�ural, e�démicos a esa altura, debido a un nivel d e endeud tras la situación interna s e a grava ba, con una transferencia neta de recursos al
amiento exagerado e
mmanepble con las políticas tradi exterior de 220.000 m illones d e dólares en la déc ada d e 1980 y sus secuelas
cionales de ajuste del gast
o y del tipo de cambio
Ahor a la negociación con el FMI se . sobre la economía real, la estabilidad y el bienestar. Cuando en febrero de 1987
ría permanente y en el
ción, en los países centr
contexto de la reinstala­
ales, del paradigma or todoxo en s el Brasil rec hazó las condic ionalidades del FMI y declaró la moratoria sobre su
acuerd s con el
u versión neoliberal. Los
� :� ¡ y los préstamos del Banco Mundial, así deud a volvió a estallar la crisis.
s alva aJe de la cns1s de
como los programas de
� la deuda, estuvieron desde entonce La se gunda iniciativa norteamericana, esta vez bajo el g�bierno del presi­
s atados a los program
de a;uste estructural q
ue, poco después, un
as dente Bush padre, c orrespond ió al s ecretario del Tesoro N1cholas Brady, en
ac adémico anglosajón denominar
omemo de ía el mar zo d e 1989. El progr ama d ispuso una re programación de deudas a tasas
� �ashington. Toda la estrategia económica del deudor quedó
nda al par ¿1gma céntrico que, es así some­ más bajas de interés , sostenid a por el apoyo financie r� de los gobie rnos �� _los
� t� vez incluyó la apertura de la ec
des egul c1on de los me onomía y la E stados Unidos y el Japó n. La conversión de d euda ba¡o el Plan B:ad y al1:'10 la
: � rcados, especialmente d
el financiero, las privatizaciones y el
ach1cam1ento del Estado. El contro car ga de la deud a y oc urrió en un contexto de reinicio del c rédito hacia los
_ l de la liquidez y del gasto público
siendo componente de la estrategia siguieron
del Consemo que, en s
paí ses emer ge ntes de Amér ica Lati na y el resto del m undo y de aum ento de la
u versión acadé�ica,
incluía razonablemente la existencia inversión privad a direc ta, en gran par te vincu lada co� los progr�m as de �nva­
_
de tipos de cambio competitivos. Est
to del programa fue el único desate e requisi­
ndido en las condicionalidades d el tización de em presas públicas. Cuando en la Argentma con�lma el ?ob1erno
Banco Mundial, por que la sobrevaluac FMJ y el del presiden te Alfo nsín, com e nzaba a cam biar el conrex�o mte�nac1onal y a
ión de la moneda de los deudores priv _
ba el endeud amiento, la transferencia ilegia­ reiniciarse la cor riente de rec ursos financie ros hacia Aménca Latma. La trans­
_ d e recursos al exterior
colocados en los mismos bancos acreedo y la fuga de capitales
res. La sobrevaluación del tipo de cam ferencia neta d e rec ursos con el exter ior cambió de signo: en la déc ada de 1990
bio fue positiva por 175.000 m illo nes de dólares.
�rovoc� estragos en la economía real al su stituir producc ión inte . .
c1� nes, i mpulsar la contracción econ rna por i m po rta­
ómica y el desempleo y agravar el des Las fuentes d e recurs os hacia la Améric a Latina cambiaron d e ongen con­
bno estruc tural de los pagos internac equili­
ionales. forme a la transformac ión produc ida en los mercados financieros internacio­
Sobr e la base d el paradi gma neolibe na les. Los interme diarios financiero s institucionales, com o los fond os mutuos
ral, se realizaron dos grand es oper ac
nes de salvataj e de los bancos acree io­ y de pensión, y los inversores pr ivados, sustituyer�n a los préstamos bancario�
dor es, liderad as por los .;,_,
sec retarios del Teso­
ro de los Esta dos Unid La década de 1990 fue otro período de abund ancia d e fondos externos, susren- \
os. La primer a, en 198
5, dur ante el gobierno del presi­
dente Reagan y promo rad a por el au mento d e las inversiones privad as di�ectas y las coloc�ciones de \
vida por el s ecretario Jam es Baker, pr ,
ogramó u na masa
d e rec ursos ce rcana a l papeles públi cos e n los mercados financieros , suficiente para fi�anc1ar el de_fi-
os 50.000 mi llones d e
d ólare s por un plazo d
pa ra apoyar a los gobiernos de los paí e tres años cit de l balance comercial im pulsado por la sobrevaluac ió n del npo de cam bio, \,.'I
ses d eu dor es q ue ejecu
taran polític as de
el fuer te aumento de las importacio nes y los servicios de la crec iente deud a
302 LA HEGEMONÍA NEOLIBERAL

externa. El colapso de la confianza de los mercados volvió a estallar en México


en 1995, con una fuga masiva de capitales y la devaluación del peso mexicano.
-i¡
1

La Argentina, el más vulnerable de los países por la dimensión de sus pasivos y


la rigidez de su régimen cambiario de caja de conversión con tipo de cambio_
fijo, registró el peor contagio de la crisis del tequila.
Al final de la última década del siglo XX y principios de la primera del XXI, XX. La política económica
América Latina seguía siendo la región más endeudada y vulnerable del mun­
do periférico. Las reformas inspiradas en el Consenso de Washington fueron
transitoriamente exitosas en alcanzar los equilibrios fiscales y la estabilidad de A principios de 1976 era evidente la incapacidad del gobierno de Isabel Perón
precios. Pero después de la recuperación en la primera mitad de la década de de conducir la economía y erradicar la violencia desatada por ambos extremos
1990, posterior a la contracción de la década pérdida de 1980, volvió a insta­ del oficialismo y las organizaciones armadas paramilitares y revolucionarias. EJ_/'
larse el estancamiento o lento crecimiento económico con el deterioro simul­ orden público estaba severamente amenazado. La dimensión del alzamiento
táneo del empleo y de las condiciones sociales. de grupos revolucionarios en la década de 1970 y las amenazas a la seguridad y
al orden públicos no tenían precedentes desde la Organización Nacional.
La situación edi�ó�ica era caótica. En el primer trimestre del año, la infla­
4. Principios del siglo XXI ción anualizada alcanzaba al 1.000%, el déficit fiscal representaba el 13% del
PBI, las reservas internacionales del Banco Central estaban prácticamente ago­
Las tendencias profundas del tercer orden mundial están en plena vigencia, tadas, se había perdido el control de la oferta monetaria y la economía estaba
impulsadas, como en la etapas anteriores de la globalización, por los avances en contracción. En semejante escenario resultaba improbable la renovación de
tecnológicos y su impacto sobre la organización de las empresas, la distribu­ autoridades dentro de las normas constitucionales en las elecciones previstas
ción del ingreso, las redes de la economía mundial y la distribución del poder. para fines de 1976.
El fin de la guerra fría y la disolución de la Unión Soviética provocaron la La incapacidad del sistema político de asegurar el orden público y transar
concentración del poder militar en una sola superpotencia, los Estados Vni­ los conflictos prevalecientes, dentro de las reglas del orden democrático, vol­
dos. La economía de mercado y el sistema democrático en la tradición occi- - vieron a crear, por sexta vez desde 1930, las condiciones del golpe de Estado y
dental surgieron triunfantes después del colapso del socialismo real pero no se la toma del poder por las Fuerzas Armadas. Sólo que esta vez 'el origen de la
generó un orden mundial más seguro y previsible. Por el contrario, los nuevos crisis y la respuesta de las autoridades de facto fueron muy distintas que en el
escenarios internacionales son crecientemente conflictivos. pasado. Existían precedentes del descontrol en el ejercicio de la violencia por
Las asimetrías en la distribución del bienestar y el ejercicio del poder por las las autoridades militares, como el fusilamiento de militares sublevados y de
naciones dominantes, dentro de los moldes tradicionales de la dominación, civiles durante los acontecimientos de 1956. Pero en su escala y en la magnitud
agudizan las tensiones sociales y políticas, que también se han globalizado. de la violación a normas elementales de convivencia de una sociedad civilizada,
Problemas ancestrales de origen étnico y religioso estallan ahora en expresiones la represión desatada a partir del golpe de Estado de marzo de 1976 no tuvo
de violencia que alcanzan la magnitud del ataque a las torres gemelas de Nueva precedentes históricos en el país ni en su posterior repercusión internacional.
York el 11 de septiembre de 2001. El orden global carece de instituciones de Los acontecimientos en otras partes de América Latina y la guerra fría contri­
gobernabilidad. Se agravan consecuentemente las causas profundas de los con­ buyeron a crear un clima de violencia en la Argentina, pero existían condicio­
flictos derivados de las asimetrías en los niveles de bienestar, las agresiones nes internas que fueron determinantes decisivos de lo sucedido en el país en
1
sobre el nl!edio ambiente y el delito globalizado como el narcotráfico. El ejerci­ aquel entonces.
cio unilateral de la fuerza por la superpotencia dominante ha demostrado ser La nueva crisis argentina, inédita por la 'magnitud del colapso de la den;\_
impotente para establecer un orden mundial más pacífico y seguro. dad nacional, tuvo lugar en un escenario internacional en el cual, según hemos

303
304
LA HEGEMONÍA NEO LIBERAL
LA POLÍTICA ECONÓMICA 305

visco , había concluido el período dorado y en l os países centrales el paradigma


las principales protagonistas del conflicto pero estaban atravesadas por los mis­
keyn esiano había sido sustituido por el neoliberal. Esos países cambiaron no
mos dilemas que dividían a la sociedad argentina. Porque, al fin y al cabo , en
s olo la orientación de sus políticas económicas internas sino que, al mismo
otras instancias del pasad o , líderes militares en gobiernos de fact o o bajo regí­
tiempo, volvieron a operar, respecto del mundo periférico, con el viejo supues­
menes civiles habían sostenido proyectos y políticas consistentes con el interés
to de que eran depositarios de la racionalidad económica y que tenían las rece­
nacional, como en las actuaci ones de los generales Savio en la siderurgi� y
tas adecu ad as para resolver l os pro blemas de los países subdesarrollados de
Mosconi en el petróleo o en la apertura nacionalista de la política económica
América Latina, Asia y África. Las organizaciones multilaterales, el FM!, el Ban­
bajo la presidencia del general Levingston. La estrategia econó��ca del ré�_i-'
co Mundial y el GAIT fueron los instrumentos de la organización del sistema
men de facto contó con el apoyo de influyentes sectores de opinión y de las
global desde la p erspectiva de los intereses de lo s países centrales.
principales organizaciones del sector económico privado, incluso de aqu:llas
La globalización incluyó así la dimensión ideológica y las condicionalidades
aparentemente representativas de las actividades económicas que estaban sien­
funcionales a las posiciones dominantes de los países centrales. La capacidad
do demolidas por la política en curso.
de respuesta de los países subdesarrollados para defender sus intereses y desa:
Fue en este escenario que, el 2 de abril de 1976, el ministro de Economía
rrollo e n el mundo global fue p uesta nuevamente a prueba y el terreno de las
Martínez de Hoz anunció el plan económico del autodenominado "Proceso de
ideas fundado ras de la política económica fue un campo privilegiado del con­
Reorganización Nacional". Durante su ejecución _ se registraron varias �tapas 1
flicto. D e ntro de l as nuevas condiciones internacionales, la Argentina estaba
con cambios en los instrumentos utilizados, incluido el control de prec10s du­
en las peores condici ones imaginables para enfrentar el dilema del desarrollo
rante un período de 120 días entre marzo y junio de 1997. Pero las ideas
en el mundo global.
centrales del plan se mantuvieron hasta su derrumbe en el transcurso de 1980
y 1981. La estrategia se concentró en tres objetivos fundament�es: _la ape�t':!!!._
de la economía, la redistribu9ón del in��o y la__r:<:for_�a�fi-��c�era, ademas de
l. El Proceso de Reorganiza_ci6n Nacional
un instrumento que resultó decisivo en el curso de los acontecimientos: la
política cambiaria.
En marzo de 1976 fue d errocado el gobierno constitucional. El r égimen de . . . . :··
La apertura se desenvolvió en dos planos: por una parte, la flex1b1ltzac10 _n
fact o se dedicó a exterminar a la subversión y a las expresiones de la disidencia.
del tratamiento a la inversión privada directa extranjera colocándola en un pie
A su vez, en el terreno económico, se propuso arrasar con el tejido s ocial y
de igualdad con las empresas locales y, por la otr�, la d'.sminución de 1� protec­
productivo const ruido en la etapa anteri or y sustituirlo por una nueva organi­
ción de la producción interna mediante la rebaJa de 1mput:stos a la 1mporta­
zación en línea con la apert ura de la economía, la hegemonía del mercado y la _
ción que culminó con la fijación de un arancel máximo del 40%, reducc10nes
visión fundamentalista de la globalización. Se trataba de un objetivo inédito
temporarias de aranceles para disciplinar la o ferta interna de ma�uf�cturas y �a
porque nunca antes las Fuerzas Armadas sostuvieron, por tanto tiempo y hasta
desgravación de los bienes no producidos en el país y de maqumanas y equi­
las últimas consecuencias, una política sectaria y agresiva contra los intereses
pos. En la práctica, los efectos más importa�tes de esta po��tica s� �lcanzar9-n
de la nación y la mayor parte de sus habitantes.
mediante la sobrevaluación del tipo de cambio que encarec10 en d1v1sas la pro­
En realidad, est e comportamiento del gobierno militar surgido del golpe de
ducción doméstica de manufacturas y puso en marcha un proceso de sustitu­
Estad o de 1976 era revelador de la magnitud del c olapso de la densidad nacio­
ción de importaciones a la inversa de la tradicional. Es decir, sustituyó produc­
nal. Impli có asumir que el país no estaba constituido por sus entonces 30
ción interna por importaciones.
millones de habitantes, sino sólo por aquellos que ejercían el poder económico
(ta redistr ibución del ingreso también se desenvolvió :n dos frentes: el f�n­
Y de facto y que asumían incontestablemente su conducción. El resto, es decir, _
ciohal y el intersectorial. En el primer terreno, para debilitar el poder negocia-
la .mayo r parte de la población, debía ser excluido y los contestatarios extermi­
nados. Marzo de 1976 y l os acontecimientos posteriores fueron el punto cul­
1 "Las etapas del programa del 2 de abril", en A. Ferrer, Nacionalismo y orden comtilllcional,
minante de la disoluci ón de la densidad nacional. Las Fuerzas Armadas fueron Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 1981, cap. 11.
306 LA HEGEMONIA NEOLIBERAL LA POLÍTICA ECONÓMICA 307

dor de los sindicatos y reducir la participación de los asalariados e n el ingreso ducción y el empleo pe ro beneficioso para la especulación financiera y Ja
nacional, s e dispuso interveni r a la CGT y pro hibir las acti�idades gremial�s y el fuga de capitales.
es
derecho de huelga, re formar la le y de Contratos de Traba¡otlas convenc10�, Los tres obje tivos y su inst rumento decisivo concluyeron por converger en
colectivas salariales y, e n cier tos períodos, cong e lar lo s salanos. ; La pe rse cuc1on
una estrategia fundamentada en el llamado "enfoque monetario del balance de
y desaparición de dirigentes sindicales completaron el �uadro de la polírica pagospara pequeñas economías abiertas'. Esto último caracterizaba la política en
laboral del Proceso. Sin embargo, fueron el desmantelamiento de buena parte tres cuestiones indicativas de su concepción fundacional. Primero, el octa;;
del sistema industrial y el aumento del desempleo los hechos que tuvieron país más grande del mundo en su dimensión territorial y de mayor población
consecuencias regresivas más profundas y prolongadas sobre la distribución que naciones industriales avanzadas, como Australia y Canadá, era administrable
del ingreso. En el otro frente, la distribución intersectorial_del ing:eso, la estra­ conforme a cr iterios aplicabl es a economías pequeñas. Segundo, to do el proceso
tegi a consistió en transferirlo de las actividades urbanas e mdusmale� al sector económico giraba en torno del negocio financiero. Tercero, el país asumía for­
agropecuario mediante la reducción de retenciones sobre las exp�rtac10nes tr�: malmente el abandono de su libertad de maniobra para conducir la política
dicionales. En la realidad, la tr aslació n de ingresos intersectonal transcurno_ económica, que quedaba, desde entonces, sujeta al movimiento d e los capitales

principalmente por otros carriles: de los sectores product�res de bienes tran:,a


._
internacionales y las reservas del Banco Central.
on
bles internacionalmente (sujetos a la apertura de la econom1a y la s obrevaluac1 El enfoque monetario del balance de pagos sostenía que en una economíá
cambiar ia), como manufacturas y bienes primario s div e r sos, a favo r de los no abierta con tipo de cambio fijo, que era hacia donde se encaminaba la arge nti­
transables (encerrados sin competencia d el exterior en el mercado intern o ) como na, los precios i nternos , incluida la tasa de interés , debían necesariamente con­
los servicios. verger con los internacionales. Al mismo tiempo, la cantidad de dinero y el
El tercer objetivo fue la reforma del sistema monetario y bancario y la exal- gasto se ajustaban por los resultados del balance de pagos : un exces o de liqui­
tación de las virtudes de lo que los pronunciamientos oficiales denominaban la dez y de gasto se reflejaba en un déficit del balance comercial y viceversa, con
industriafinanciera. Es en este terreno donde la política aplicada cuvo vínculos. lo cual se restablecía el equilibrio de precios y de los pagos internacionales. L.:i__ ·
más explícitos con la globalización financiera, entonces en ple�a expans ión,: economía estaba pues en piloto automdtico, y sólo bastaba esperar la estabilid-;_d
peores consecuencias de largo plazo sobre la econo�í� arge ntma Y !ªs condi­ de precios y las señales que estimularan la inversión y el crecimiento conse­
ciones sociales. La reforma se puso en marcha en ¡ulio de 1977 e mcluy ó la cuente de la producción y el empleo.
desregulación de la activi dad, la liberación de la� :asas de inte�és y u� �ég i�en El cambio de las reglas del juego fue extraordinario y sus resultados no lo
para compensar a los bancos por los altos requ1S1tos de efectivo �mimo im­ fueron menos. En el transcurso de la etapa anterior, en un contexto de inestabi­
puestos para esterilizar la expansión monetaria originada en el déficit fisc�l Y el lidad de largo plazo, el sector industrial se había beneficiado con la protección
, aumento de las reservas internacionales en la fase de ingresos netos de capitales del mercado interno y el aumento del poder adquisitivo de la población, incen­
de corto plazo. Este último instrumento fue la llamada cuenta de regulación tivos a sus exportaciones, tasas de interés activas frecuentemente negativas y pre­
monetaria. El déficit de esta cuenta, denominado cuasi fiscal se constituyó en cios relativos de sus insumos como materias primas locales y energía favorables.
otra fuente de desequilibrio. La reforma produjo un desarrollo vertiginoso de En el nuevo escenario abierto por la política económica del Proceso, las condi­
la intermediación y la especulación, el aumento del número de entidades Y el ciones cambiaron drásticamente. Se abrió el mercado interno y se apreció la
es tablecimiento de 2.000 nuevas sucursales bancarias . paridad de la moneda, aumentó la tasa interés, se contrajo el poder adquisitivo
El instrumento decisivo, la política cambiaría, fue formalizado con el anun­ de la población, aumentaron los precios de los ins umos no transables, se
cio de diciemb re de 1978 de una devaluaci ó n ini cial me nsual del 5,23% para desactivaron los ince ntivos a las exportaciones y aumentó la presión impositiva.
descender progresivamente y alcanzar un tipo de cambio fijo a principios de Con un techo a sus precios de venta impuesto por la apertur a y la s obrevaluación
1981. La célebre tablita camb�provocó ajus tes de la paridad muy por cambiaría y costos crecientes, la rentabilidad del sector manufacturero se desplo­
debajo del aume nto de los precios internos y, consecue nteme nte, una cre­ mó y s ucumbieron empresas en todo el espectro, desde las pequeñas y medianas
ciente sobre valuación del tipo de cambio con efectos negativo s s obre la pro- hasta empresas mayores. Asentado en la competitividad histórica de los recursos
308 LA HEGEMON!A NEOLIBERAL LA POLÍTICA ECONÓMICA 309

naturales, el sector primario pampeano soportó mejor las consecuencias del mo­ del exceso de liquidez mediante la cuenta de regulación monetaria agregó el
vimiento de los precios en contra de los sectores productores de bienes transa­ déficit cuasi fiscal al desequilibrio de base. La tasa de interés nunca convergió
bles. Surgieron, en cambio, espacios de rentabilidad en numerosos sectores de con la internacional y, en realidad, la brecha entre las tasas internas (del orden
actividades productoras de bienes y servicios no sujetos a la competencia interna­ del 20% o más), con condiciones del seguro de cambio gratuito conferido por
cional y rentas gigantescas en la industria financiera la tablita de ajuste del tipo de cambio, generó extraordinarias rentas especula­
Los desequilibrios macroeconómicos del sistema heredados de la etapa an­ tivas que fueron, en definitiva, el resultado último de la industria financiera.
terior fueron acrecentados por la estrategia económica del Proceso. El balance En 1980 el contexto internacional comenzó a deteriorarse y a aumentar,la
de pagos soportó las consecuencias de la pérdida de competitividad, del au­ tasa de interés internacional y, consecuentemente, la carga de la deuda externa.
mento de las importaciones y los pagos crecientes de los servicios de la deuda Además, la situación política registró el cambio en el ejercicio de la presidencia
externa. Las importaciones aumentaron de 4.000 a 10.000 millones de dólares dentro del régimen militar, previsto para marzo de 1981. Pero fueron,_los·
entre 1975 y 1980. Pese al aumento de las exportaciones de granos oleaginosos, desequilibrios propios del sistema los que desencadenaron la debacle anticipada
grasas, aceites y residuos alimenticios, en 1980 se registró un déficit del balan­ por el retiro de la garantía oficial de los depósitos en el sistema bancario, adopta­
ce comercial cercano a los 3.000 millones de dólares. A su vez, la carga de los do a fines de 1979 con vistas a contener el crecimiento de entidades financieras
intereses de la deuda externa respecto de las exportaciones pasó del 14 al 32% que se habían desarrollado fuera del establishment tradicional. El retiro de depó­
en 1981 y al 60% en los dos años siguientes. Al mismo tiempo, la mayor sitos de esas entidades estalló en marzo cuando el Banco de Intercambio Regio­
dependencia del financiamiento externo para cerrar la brecha en los pagos in­ nal (BIR) con 350.000 medianos y pequeños ahorristas y el 21o/o de los depósitos
ternacionales aumentó la vulnerabilidad frente a la volatilidad de los mercados totales de la banca privada cerró sus puertas. Poco después cayeron otras entida­
especulativos. Entre 1976 y 1979, en la fase de entrada de fondos y mientras des y se generalizó la crisis de confianza. La reimplantación de la garantía oficial
subsistía el superávit en el balance comercial, las reservas del Banco Central plena de los depósitos y el aumento de la tasa de interés no impidieron la fuga de
aumentaron en 10.000 millones de dólares. Cuando cambió las tendencia, en depósitos, que no era de los bancos riesgosos a los seguros sino del peso al dólar.
los últimos cuatro años del Proceso, 1980-1983, la pérdida de reservas fue de Entre 1980 y 1982 se produjo una fuga de capitales del orden de 20.000 millo­
16.000 millones de dólares. nes de dólares que se reflejaron en la estrepitosa caída de las reservas del Banco
El déficit fiscal se acrecentó porque, por más ortodoxa que fuera la concep­ Central. El gobierno sostuvo su política cambiaria barreando con reservas y nue­
ción de la política económica, por su naturaleza el establishment militar, admi­ va deuda la fuga de capitales. Fue uno de los episodios más notorios del compor­
nistrador del aparato estatal, impulso la expansión del gasto público, por ejem­ tamiento del modelo: importar d�uda y exportar capitales. Lll.S empresas plÍbli­
plo, con la compra de armamentos. Incidió también el aumento de la carga de cas, como YPF, que co�rvab;;:;;-�cceso al mercado internacional, tomaron crédi­
los servicios de la deuda pública. La relación entre el gasto público y el PBI tos externos que transferían al Banco Central en una ventanilla mientras, por la
aumentó del 39% en 1975 al 50% al final del gobierno del Proceso. El aumen'­ otra, se cambiaban a los particulares pesos por divisas para su transferencia al
to de la presión tributaria y de las tarifas de los servicios públicos y la rebaja de exterior. Cuando la realidad era inmanejable y los beneficiarios de la•industria
las erogaciones en personal (del 33% al 19% del gasto público entre 1975 y financiera estaban a salvo, el segundo gobierno del Proceso abandonó la tablita
1983), no compensaron el aumento del gasto público. En los tres últimos años cambiaría y comenzó una sucesión de devaluaciones y reformas del régim_en
del Proceso, el déficit fiscal fue del 16% del PBI, superior al existente en 1975, cambiario. Para contener la fuga de capitales la tasa de interés se elevó por encima\
último año de la presidencia de Isabel Perón. En ese año, los intereses de la del 300% anual. La situación patrimonial de los deudores privados en divisas fue
deuda representaron el 8% del déficit fiscal y en 1981-1983 cerca del 60%. El resuelta por varios mecanismos de transferencia del riesgo cambiado al Estado,
déficit fiscal nunca pudo ser controlado durante el Proceso. lo cual aumentó el déficit y el rigor del ajuste fiscal.
La polírica monetaria sufrió las consecuencias debido a la expansión de la La agitación social provocada por las consecuencias de la política económi­
oferta para financiar el déficit fiscal a través del redescuento de papeles del ca y social del Proceso anticipaba el fracas o definitivo del régimen militar. A
Tesoro y/o la monetización de los créditos tomados en el exterior. La absorción esa altura éste dejaba una grave herencia económica y social y un agravio de los
310 LA HEGEMONfA NEOLIBERAL LA POLfTICA ECONÓMICA 311

derechos humanos intolerable y objeto del repudio internacional. Fue en tales El país quedó atado desde entonces a los programas de ajuste respaldados y
circunstancias que el tercer presidente del Proceso y la cúpula militar resolvie­ monitoreados por el Fondo Monetario Internacional. El peso relativo de las
ron reivindicar de manera unilateral y por la fuerza los derechos históricos de la inversiones privadas directas durante el Proceso no cambió sustancialmente
Argentina sobre las Islas Malvinas y el archipiélago austral, ocupados por la porque la contracción del mercado interno y las reglas del juego quitaron ren­
fuerza por Gran Bretaña desde 1826. El desembarco en Puerto Argentino en tabilidad a la mayor parte de la actividad económica, fueran empresas naciona­
abril de 1982 culminó tres meses después con la Argentina enfrentada a Gran les o extranjeras.
Bretaña y sus aliados de la coalación occidental e, inevitablemente, con la de­ La estrategia económica del Proceso se puso en marcha en un período de inten­
rrota, la pérdida de vidas y de los avances que, a lo largo del tiempo, la Argen­ sificación de la globalización, particularmente la de los capitales especulativos y
tina había ido logrando, por la vía diplomática, para reivindicar su derecho cuando simultáneamente se instalaba en los países centrales el paradigma neoliberal.
soberano sobre el territorio en disputa. El colapso de la densidad nacional generó las peores respuestas posibles a las nuevas
En 1983, al concluir el gobierno del Proceso, los indicadores económicos tendencias de la globalización. En el terreno comercial, el desmantelamiento de la
revelaban que el producto por habitante era casi 20% inferior al de 1975. El capacidad competitiva en la industria manufacturera, particularmente la de mayor
PBI total era inferior al de 1974, la industria manufacturera el 12% y la cons­ contenido de valor agregado y tecnología, excluyó aun más al país de las corrientes
trucción 28% por debajo. La producción primaria había crecido casi el 20%. más dinámicas del comercio internacional. Las exportaciones se reprimarizaron en
La inflación, según los precios al consumidor, nunca bajó del 100% anual y en contra de las tendencias dominantes. En el terreno financiero, en vez de mantener
1985 alcanzó casi al 350%. La distribución del ingreso registró el aumento del los equilibrios fundamentales y vincular el endeudamiento con el crecimiento y la
desempleo, el carácter regresivo de la reforma tributaria y la baja del salario capacidad de pagos externos sostenida por las exportaciones, se impulsó la toma de
real. La participación de los asalariados en el ingreso nacional descendió del deuda contra la fuga del ahorro interno. En un orden global, en que es preciso
45% en 1974 al 26% en 1983, mientras los sectores de altos ingresos aumen­ mantener el comando de la economía para responder con eficacia a los desafíos y
taban su participación en el ingreso total del 28 al 35%. En el comercio exte­ las oportunidades de la globalización, el Proceso renunció al manejo autónomo de
rior uno de los efectos paradojales, dada la ideología dominante en el período, los instrumentos de política económica y quedó maniatado a las burbujas especu­
fue que la Unión Soviética se convirtió en el destino principal de las exporta­ lativas desatadas por su propia estrategia.
ciones con casi un tercio del total en 1981. Esto se reflejó en la fluidez de las
relaciones entre ambos países y en la empada simbólica más que real de ese país
con el nuestro durante el conflicto de Malvinas. 2. El gobierno radical
El tejido productivo y social resultó seriamente dañado por la política eco­
nómica del Proceso, pero el efecto más profundo y permanente de la misma El golpe de Estado de 1976 se había propuesto erradicar la subversión, resolver
fue el aumento de la deuda externa, que aumentó de 8.000 a 45.000 millones el desorden económico entonces imperante, alinear al país con Occidente y
de dólares entre 1975 y 1983. El mayor aumento correspondió a la deuda. establecer un rumbo para el desarrollo fundado en los criterios racionales de la
pública externa, que creció de 5.000 a 32.000 millones entre aquellos años. economía de mercado y la apertura al sistema internacional. Siete años des­
Los indicadores de endeudamiento se multiplicaron. En 1975 la deuda exter­ pués, el país estaba abrumado por el desempleo y la pobreza, un desorden
na representaba 2,5 veces las exportaciones, y los intereses pagados constituían macroeconómico peor que el heredado, una deuda externa agobiante y las con­
el 14% de las mismas. En 1983 los valores eran 5,8 veces y 64%, respectiva­ secuencias de la violación a los derechos humanos y la derrota en la guerra de
mente. A esa altura, la Argentina era uno de los países más endeudados del Malvinas. La densidad nacional estaba devastada y el país marginado del esce-
mundo. La crisis argentina anticipó la de la deuda externa de América Latina, nario internacional.
disparada por el anuncio del default de México en agosto de 1982. El candidato radical, Raúl Alfonsín, transmitió el mensaje que el país espe­
Las consecuencias del endeudamiento se prolongaron y agravaron poste­ raba. Recomponer la unidad nacional, reparar los agravios a los derechos hu­
riormente con el correr del tiempo y culminaron con el default del 2001/2002. manos, colocar a las Fuerzas Armadas en el lugar que les corresponde dentro de
312 LA HEGEMONfA NEOUBERAL LA POLÍTICA ECONÓMICA 313

la ley, instalar al país en el mundo como nación responsable y resolver los ellos los agropecuarios exportados por la Argentina, estaban declinando y las
problemas económicos heredados de la última gestión peronista multiplicados tasas de interés en los Estados Unidos y los mercados financieros internaciona­
por las políticas del régimen de facto. Su programa fue la Constitución Nacio­ les habían alcanzado altos niveles. Ambos factores convergían para det�Ei<> rar
nal y su promesa recuperar la democracia como ámbito de convivencia civiliza­ · los pagos internacionales del país que, además, no contaba con reservas inter­
da y requisito del desarrollo, de la justicia social, del bienestar y la soberanía. n�cionales suficientes. A su vez, en los países industriales se había instalado el
Por primera vez en las elecciones de octubre de 1983 un candidato radical paradigma neoliberal y a los países deudores se les exigían condicionalidades
derrotó, en comicios sin proscripciones, al peronismo. dentro de los términos del llamado Consenso de Washington.
La situación económica que heredó el nuevo gobierno, instalado en éíf.:"•,\ Semejante situación económica y tal escenario internacional requerían
ciembre de 1983, incluía una recesión profunda y un desempleo creciente, la una respuesta consensuada y firme de la Argentina, asentada en la solidez de
inflación al borde de la híper, la deuda externa de 45 mil millones de dólares, el su densidad nacional. Éste era otro flanco débil del país y, consecuentemen­
agotamiento de las reservas del Banco Central, el presupuesto y la situación te, del gobierno. El retorno a la democracia no cerró las brechas abiercas y·
monetaria fuera de control. F rente a este escenario era preciso restablecer los preexistentes. Subsistían brotes subver sivos que se expresaron, por eJemplo, _
equi!ibriO�.IlJ:aC�o_económicos, erradicar la inflación;-éTevareTnivercfe"-ácrivi� en el ataque a la guarnición militar de La Tablada en enero de 1989. A su vez,
aad y el empleo y r�rel1ñgreso en un sentido progresivo para mejorar la sanción a los responsables de la violación de los derechos humanos p rovo­
�fí¿g�-;-
- el bienestar. Per; de esi:os objetivos tropezaba con un grave obstáculo: có varios alzamientos de efectivos del Ejército, entre ellos el de los carapintadas
la deuda externa y la carga de sus servicios sobre el presupuesto y el balance de en abril de 1987.
pagos. El servicio de la deuda implicaba realizar un superávit primario en e1✓ - El gobierno mantuvo relaciones conflictivas con el sindicalismo peronista.
presupuesto y un excedente en la cuenca corriente del balancé de pagos del Éste efectuó varios paros generales en el transcurso de la presidencia de Alfonsín.
orden del 5% del PBI. Además, para mantener el refinanciamiento voluntario Al mismo tiempo, los sectores económicos que se habían beneficiado con el
de los mercados financieros de parte de los servicios de la deuda, era preciso Proceso reclamaban el retorno a las políticas anteriores. El retorno a la demo­
transmitir señales amistosas, es decir, realizar el ajuste esp�rado por los acreedo­ cracia era una condición necesaria pero no suficiente para recuperar la densi­
res. Todo esto era incompatible con la resolución de la crisis. dad nacional requer ida para enfrentar el problema de la deuda, el nuevo con­
El tema de la deuda era así crucial y las alternativas incluían la suspensión texto internacional y la crisis económica.
unilateral de los pagos o fijar a los mismos un límite compatible con la estabi­ En este escenario interno e internacional, el gobierno desplegó sus principios,
lidad de precios y el aumento del nivel de actividad. Lo primero implicaba una los mismos que sustentaron la gestión del presidente Illia, de in!piración keynesiana
ruptura con el FMI y los bancos acreedores. Lo segundo, un poder negociador y también influidos por las ideas del desarrollo y la equidad elaboradas en la
_
suficiente para establecer el límite y enfrentar, de no ser aceptado, la primera CEPAL en los tiempos de Raúl Prebisch. El gobierno trató de ejecutar una polínca
alternativa. El gobierno intentó inicialmente concertar la posición de los países de ingresos que conciliara los intereses en pugna y moderara la puja por la distri­
de América Látina en un club de deudores, con suficiente poder para negociar bución del ingreso. Intentó hacerlo recuperando la gobernabilidad de la econo­
con el club de acreedores, formado después del anuncio del default de México mía, es decir, del presupuesto, la moneda y el balance de pagos. Pretendió esti­
en agosto de 1982 y el consecuente estallido de la crisis de la deuda de América mular la economía con una política fiscal y monetaria activa y ganar autonomía
Latina. Lo más lejos que se llegó fu� el Consenso de Cartagena. En la realidad, de gestión frente a las condicionalidades del Fondo Monetario Internacional Y
_
el mismo consistió en una declaración de principios y de buenos propósitos los bancos acreedores. En función de la experiencia de los dos grandes movi­
incumplibles porque, finalmente, cada uno de los países deudores negoció in­ mientos políticos populares, el radicalismo y el peronismo, intentó organizar un
dividualmente con sus acreedores. El gobierno de Alfonsín quedó entonces amplio respaldo transpartidario, el tercer movimiento histórico. Pero la situación
librado a su propia suerte. política en la década de 1980 no era comparable a las que habían prevalecido en
El gobierno enfrentó el problema de la deuda en un contexto internacional tiempos de Irigoyen y Perón, y la situación económica interna y el contexto
desfavorable. Los términos de intercambio de los productos primarios, entre internacional eran más difíciles que durante la presidencia de Illia.
314 LA HEGEMONÍA NEOLIBERAL LA POLfTICA ECONÓMICA 315

La política económica de la presidencia de Alfonsín cuvo lugar en tres eta­ ción. En 1984 el aumento mensual del índice del costo de vida se ubicó entre
pas. Las dos primeras bajo la conducción de los ministros de Economía Ber­ 13% y 28%, con un incremento para todo el año de casi 700%. En el primer
nardo Grinspun y Juan Sourrouille y, la última, en las condiciones de descontrol trimestre de 1985, el aumento fue del 25% mensual. La incertidumbre m�n- ·
que llevaron a la renuncia de presidente y, en julio de 1989, la anticipada trans­ tuvo en toda la etapa la fuga de capitales y el consecuente agravamiento de los
ferencia del poder al presidente electo. pagos internacionales.
En la primera etapa, el gobierno se fijó como meta un crecimiento del PBI de En marzo de 1985, con el cambio en la conducción del Ministerio de Ec�.'.:\
5% anual, elevar los salarios reales, incorporar la equidad en el régimen imposi­ nomía, se inició )ª-g:gu.nda.�t:wa de la política económica. Las medidas inicia- !
tivo, contener la inflación, evitar los ajustes recesivos y alcanzar un acuerdo con les incluyeron el ajuste de tarifas y del tipo de cambio. En abril, en el marco de
los acreedores que limitara los servicios de la deuda a niveles compatibles con los una concentraci6n-enTa Plaza de Mayo para defender la democracia, el presi­
objetivos de la política económica. A tales fines, se dispuso un.aumento de sala­ dente señaló la gravedad de la situación y anticipó la necesidad de aplicar una
rios de st1mafija! se regularon los ajustes de las tarifas de los serv�li�os, se economía de guerra. En junio se decidió una reducción del 12% del gasto pú­
redujeron las tasas.de in�erés reguladas, �e supervisó la evolución de los precios blico, aumento en las tarifas de los servicios públicos y los combustibles, la
industriales y se adoptó una política de ajustes periódicos del tipo de cambio al suspensión de las obras públicas y el propósito de incorporar capital privado en
estilo de la aplicada durante la presidencia de Illia. Se estableció un Plan diversas empresas públicas. Poco después, el gobierno anunció una nueva ver­
Alimentario Nacional para asistir a las familias de menores ingresos y el presu­ sión de la política de ingresos heterodoxa e imaginativa cuyo objetivo central
puesto incorporó una reducción de los gastos militares y el aumento de los fon­ era erradicar la inflación inercial.
dos destinados a la educación y la salud. Respecto de la deuda externa, mientras El flan Austral introdujo una nueva moneda, el austral equivalente a mil
se negociaba con el FMI y con los bancos acreedores, se dispuso la suspensión de pesos, devó los salarios, jubilacio�es y perÍ;¡��es· y las tarifas de los servicios
los pagos hasta el 30 de junio de 1984. Entre las medidas de largo plazo se público�,y.enscguidaJoscongeló al nivel del 12 de junio, redujo las tasas regu-
promovió un régimen más amplio de fomento a las exportaciones. 1_:idas de interés activas del 30% al 6%y las pasivas del 28% al 4%, congeló el
La estrategia no produjo los resultados esperados. Las condiciones externas -�� cambi_o ª la paridad de 0,80 austral por 1 dólar, compensó ;Cajuste
agravaron la situación con el deterioro de los términos de intercambio y el alto cambiaric>-con nuevas retenciones, aplicó una política fiscal destinada reducir
nivel de las tasas de interés sobre la deuda externa. En realidad, los países deu­ el déficit del 11o/o al 4% del PBI y la política monetaria persiguió los mismos
dores de América Latina enfrentaban los mismos problemas. La región transi­ fines estabilizadores. Se trataba de un ajuste heterodoxo en el contexto de una
taba lo que más tarde se llamaría la década perdida de los años ochenta, con el política de ingresos y precios administrados. Para erradicar la inflación inercial
aumento del:i.pobreza y el desempleo y una explosión de los precios resultante contenida en los contratos con dáusulas de ajustes de precios, se aplicaron los
del ajuste inflacionario, debido a la incapacidad de los gobiernos de generar los coeficientes de una tabla de desagio. Los autores sabían que los llamados pre­
superávit primarios necesarios para servir la deuda sin déficit fiscal ni emisión cios flex no administrables, como los productos estacionales, abrían una brecha
monetaria.2 peligrosa. Lo mismo sucedía con la evolución de los precios internacionales y
La negociación abierta con el FMI culminó a fines de 1984 con un acuerdo su incidencia en los precios internos a través del comercio exterior.
de stand byy la apertura de negociaciones con el comité de bancos acreedores. Los efectos iniciales del plan fueron favorables. Mejoraron la producción,
Pero no se recuperaron los equilibrios macroeconómicos ni tampoco aflojó la el empleo y los salarios reales; también la situación fiscal y del balance de pa­
puja distributiva del ingreso liderada por el sindicalismo peronista, el sector gos, y la tasa de inflación se redujo al 2% mensual. El PBI creció casi 6% en.
agroexportador y los grupos económicos y financieros locales y extranjeros 1986 frente a la caída de cerca del 5% el año anterior y el producto industriaÍ
beneficiarios de las políticas del Proceso. El nivel de precios reflejaba esta situa- aumentó casi el 13%. Los salarios reales medios recuperaron parcialmente la
caída de 1985. Las exportaciones, en cambio, disminuyeron casi 20% frente a
2 Para las relaciones entre la inflación y la deuda externa en el período véase A. Ferrer, Vivir un aumento de las importaciones, estimuladas por la reactivación, del 24%.
con lo nuestro, Buenos Aires, El Cid Editor, 1983, pp. 13-45. Consecuentemente, el superávit comercial se redujo a la mitad y el año si-
LA POLÍTICA ECONÓMICA 317
316 LA HEGEMONÍA NEOL!BERAL

vas. En enero se produjo una corrida especulativa contra el austral que trató de
guiente , 1987, casi desapareció agravando los problemas del servicio de la deu­
contenerse contra la venta de reservas del Banco Central. En fe bre ro de 1989

1
da. El a umento del ende udamiento para ser vir los vencimientos fue la vía tran­
éste carecía de reservas para regular el mercado, que era ya inmanejable dada la
sitoria de escape.
dimensión de la fuga de capitales. Es probable que se tratara, como se diría

1
En este contexto el gobierno intentó desplegar su estrategia de crecim ieñ.to
luego, de un golpe de mercado contra el gobierno pero, en todo caso, eran los
q ue incl uía la atracción de capital privado a la indust ria petrolera a través del \
desequilibrios extremos que no pudieron resolverse y, en primer lugar, el del
llamado Plan Houston. L a p ropuesta de trasladar la Capital Federal a Viedma /
endeudamiento, los que provocaron la nueva crisis.
formó parce de la visión del presidente de resolver el problema histórico de ¡;·
Entre febrero y agosto los p recios subieron 1.700%, el tipo de cambio se
concentración de l a actividad política, económica y social en el puer co metro­
devaluó casi 4 veces y los salarios reales cayeron 30%. La monetiz ación de la
politano.
economía se desplomó y la fuga desde el austral hacia el dólar sancionó la
Paulatinamente se fu eron acumulando tensiones. En abril de 1986, anees

f
debacle del sistema monetario. La moneda local había perdido las funciones
del año del lanz amiento del Plan, se flexibilizaron los precios con aumentos de
esenciales de un signo monetar io: depósito y referencia de valor y medio de

!
tar ifas, de combustibles y del tip o de cambio, y se aflojó la regulación de los
cambio. En marzo, había renunciado el ministro de Economía y en las eleccio­
preci os. La inflación disminuyó respecto de los niveles previos pero se mantu­
nes de mayo tri unfado el candidato peronista. En el marco de una situación
vo aira. El costo de vida creció 82% en 1986. A final del año aumentaron las
inmanej able y de episodios de alteración del orden público, era evidente que
presiones inflacio narias y se produjo un relevo en la conducción del Banco
no podía transitarse normalmente el prolongado período entre la elección y el
Cenera! con el propósito de endurecer la política monetaria para frenar el brote
cambio de mando previsto para diciembre. El presidente Alfonsín renunció y·
inflacionario. La actividad económica se desacele ró en 1987 y el año siguiente
el 8 de julio transfirió el mando a Carlos Saúl Menem.
volvió a entrar en recesión.
El gobierno radical log ró sostener la democracia frente a los embates de los
El Plan no podía sostenerse porque no se lograban alcanzar los equilibrios
herederos del pasado de violencia y fractura de la densidad nacional. Su polít i­
macroeconómicos, mientras aumentaban las p ujas distributivas y los servicios
ca internacional planteó la postura de un p aís sobe rano alineado con los prin­
de la deuda imponían una carga insoport able sobre el presupuesto y el balance
cipios de la Car ca de las Naciones Unidas, la solidaridad con los países de la
de pagos. Com o el Tesoro no generaba el superávit primario necesario para
periferia y, en particular, con la integ ración latinoamericana. En este último
adquirir las divisas destinadas al serv icio de la deuda, aumentó su endeuda­
terreno, sus dos log ros más importantes fueron la resolución definit iva de los
miento con el Banco Central. La política monetaria era así restrictiva hacia la
conflictos limítrofes con Chile y la convergencia con el B:asil, que c ulminó
actividad interna y expansiva respecto del Tesoro. El resultado fue el aumento
con los acuerdos bilaterales de integ r ación y desarrollo, que fueron, a su vez, la
de la tasa de interés y la esterilización de la liquidez mediante el incremento de
base fundacional de la creación posterior del Mercosur. En el campo económi­
los encajes rem unerados de los bancos y la colocación de títulos públicos para
co el gobierno no logró remontar la herencia heredada ni enfrentar las conse­
a bs orber la liq uidez exced ente. Esto último fue denominado el festival debo­
cuencias de un escenario externo desfavorable, que en el subcontinente lat ino-.
nos. Al pr omediar 1988, la inflación estaba otra vez desbocada, la economi;.-�ñ·
americano provocó la llamada década perdida de los años ochenta.
recesión, el desempleo en aumento, los salarios reales en baja y la deuda exter- \
na también en aumento. ., ·
En agosto de 19_88 s_e lanzó un nuevo programa llamado el Plan Primavera.
3. El gobierno peronista
Era º:r� versión de la política de ingresos a través de la refo rma del régimen
c�b1�no, ac uerdos de precios yreformas impositivas. El etecro-a�tiinflacionario
_ En su campaña para las elecciones de 1989, el candidato peronista a la presi­
fue débil y efímero. A principios de 1989 se estaba en los inicios de la hiperin­
dencia planteó las post uras históricas del movimiento: el salariazo para recupe­
..Jlaci2..,n.y-el anuncio del Banco Mundial de la suspensión de desembols-� ;om­
rar el poder adquisitivo de los trabajadores, la revolución productiva para el
promeridos a umentó e l clima de incertidumbre. Ese año era también el de las
crecimiento y la transfo rmación económica del país y la reivindicación de la
elecci ones presidenciales y las per spectivas de cambio agrava ron las expect ari-
318 LA HEGEMONfA NEOLIBERAL LA POLfTICA ECONÓMICA 319

soberanía en todos los terrenos. Una vez electo, sin embargo, el presidente la inflación no cedió. El gobierno apeló entonces a medidas más orrodoxas: la
! Menem marcó claramente cuáles serían las orientaciones verdaderas de su go­ baja del gast<J_c_orxiente y de las inversiones públicas, .el aumento de impues ros;---··
1
1

1 bierno y de las alianzas que lo sustentarían. La convocatoria a funcionarios de k"Iiberació� de-lo� precioJ y del mercado cambiario y la reducción del salario
l Bunge y Born, uno de los mayores conglomerados económicos del país, para real. El balance de p;gos-arrojó superávit por la baja de las importaciones y el
t conducir la política económica, definió los términos de la nueva situación. Por ;-;�ento de las exportaciones, lo cual, sumado a la mejora de la situación del
primera vez desde 1930, un presidente proveniente de las filas de uno de los presupuesto, elevó la capacidad de pago de los servicios de la deuda externa y
dos grandes partidos populares ponía en marcha la política reclamada por los permitió un aumento de las reservas del Banco Central. El FMI convalidó esta
intereses económicos dominantes, lo que incluía el alineamiento con la poten­ política con la firma de un nuevo acuerdo con la Argentina.
cia hegemónica. Desde el inicio, los planteos convergieron con lo que después En este contexto se inició un acelerado proceso d�<:i_��que in­
se llamaría el Consenso de Washington: la apertura de la economía, la privati­ cluyó a E�.es decir,.el sistema d�J;eleconrnnicaciones, una de las actividades
zación de las empresas públicas, la reforma del Estado, la desregulación de los de fron;7a en la-rev��ci6n-te��Íógica �ontemporánea y, por lo tanto, uno de
mercados y, en particular, de la actividad financiera. los núcleos de un sistema nacional de ciencia y tecnología y del proceso de
acumulación. En la misma época se vendieron empresas petroquímicas, Aero­
Los primerospasos líneas Argentinas y varios canales de televisión y se concesionó por peaje la
administración de diversas rutas nacionales. Los ingresos de esta procedencia -
Tempranamente el poder Ejecutivo logró ampliar sus facultades a través de las
�_g_uy:�rpn_ a equili_6-r;ir 1ª5 cuentas pyblicas, las cuales, junco con las otras
leyes de Emergencia Económica y de Reforma del Estado, que autorizaban la medidas de ajuste, no alcanzaron, sin embargo, para lograr la estabilidad de
venta de empresas públicas, abolían el régimen de compre nacional y estable­ precios. La carga de los servicios de la deuda seguía ejerciendo una presión
cían otras disposiciones en el mismo espíritu. Para asegurar la convalidación insoportable sobre el presupuesto y el balance de pagos. El año 1990 cerró con
legal de la nueva política, se amplió el número de ministros de la Corte de una nueva caída del nivel de actividad y una inflación anual de casi 1.400%.
Justicia de cinco a nueve miembros, con vistas a asegurar lo que se llamaría "la En febrero de 1991 cambió la conducción económica y comenzó la etapa del
mayoría automática". plan de convertibilidad.
Sin embargo, la nueva política económica se desplegaba en el mismo con­
texto de desorden y alta inflación, en el cual había terminado el gobierno ante­ El Plan de Convertibilidad
rior. Recuperar una estabilidad razonable de precios y los equilibrios macroeco­
nómicos de base era, por lo tanto, una exigencia ineludible. A tales fines, el El gobierno del presidente Menem encontró condiciones externas distintas a la
gobierno recurrió a la concertación de precios, la devaluación del austral en que habían prevalecido en la década anterior. En abril de 1992, la Argentina
casi 100%, el ajuste de tarifas de los servicios públicos y los combustibles y el entró en el Plan Brad¡,J.os intere��.!IEPªgos de la,deuda,¿:on la banca privada
aumento de salarios por debajo de la tasa de inflación. El año 1989, cuyo (más de 8.000 millones �ares) ,fuerQ,n reprogramados a 15 años y los de
segundo semestre correspondió al gobierno Menem, concluyó con una infla­ �apitaj (20.000 millones de dólares) _a 30 años. La operación fue garantizada
ción de 5.000%. con bonos del Tesoro de los Estados Unidos. El alivio consecuente fue, sin
En diciembre de ese año cambió la conducción económica y su principal embargo, más que compensado por la consolidación de otras deudas del Esta­
decisión fue el llamado Plan Bonex. Su objetivo fue frenar laJn_fl�!Q!Ul través
do con jubilados y proveedores y la estatización de la deuda pendiente de las
de la esterilización de laliquidez cTe!sistema. !:,os depósi�()_S a plazofijo y en caja
empresas públicas al tiempo de su privatización.
de ahorro y los títulos-de la c:!_;uda.púb!k�jme�if�eron convertidos t!n títulos
Los planes de conversión de la deuda externa latinoamericana y la baja de la tasa
denominad���óÍ¡;:�-adiez años. Esta medida esterilizó el 60% de la base
de interés en los mercados internacionales reiniciaron la corriente de capitales de
monetaria existente a principios de 1990. La conversión de la deuda pública corto plazo hacia América Latina y otros mercados emergentes. Al mismo tiempo,
mejoró la situación del presupuesto pero se contrajo la actividad económica y __La,u�riyatizaciones de empresas públi� ���aí:m_ la inversión privada directa.
. ,.,__ ,-----"--- ---·--- -----·· ·-·-·-~,---- . . - .
- -._,_ _ _ ~·---
320 LA HEGEMONfA NEO LIBERAL LA POLÍTICA ECONÓMICA 321

En este co ntexto ex terno y so bre la base del aumen


to de las reservas del igualó a los niveles internacionales. La entrada simultánea de inver siones pri­
¿�?�º C:�n!r,� de los meses anteriores, el nuevo ��-�D� �íngo-Cavallo vadas directas, ligadas ese ncialmente con la privatización de empresas públicas,
realizó una reforma mo netar ia funda
. da en un sistema de caJ·a de conversí'on' generó un e xcedente del balance de pagos y un aumento de las reservas del
c n un Cipo de � b .� �º- (que sustituyó 10 mil auscralestpor un Banco Central y, consecuentemente, de la liquidez y del crédito interno. El

�()l�r: La oferta monetaria pasó así a depender de la evolució aumento consecuente de la demanda provocó la rápida salida de la recesión de
n d e las r eservas /
de� Banco C entral, las cuales respaldaban la base monetaria. 1989 y 1990 y la mejora de la recaudación tributaría y de las cuentas públicas.
El régimen fue
�b; eco � una ley que inició su vigencia el I de abril de 1991 En el nuevo esce nario también descendió la incidencia de los intereses ck.la
� y prohibía que la
mdexac10n de los contratos para erradicar la inflación inercial. El deuda externa sobre el presupuesto. En 1991 y 1992 el.E!!] aumentó 1:110% y
sistema emer­
gent� fue bím� net ario con dos monedas, el peso y el dólar, otro t anto el año siguiente. En 1992 parecía instalado el milagro argentino,
cumpliendo las
func'.ones del s1_gno mon tarí o, es decir, res erva de valor, unida presentado, en el país y en el resto del mundo, como el ejemplo más notorio
� d de medida y
med10 de ca��IO. En realidad, se trataba de un régimen dolarízado del éxito de la política neoliberal. En los dos años siguientes, el aumento del
emergente
de la destr ucc10 n d� la moneda acional por la hiperínflación producto fue cercano al 6% anual.
, � pr evía. Progresi­
v ament e l�s depos1tos y los prestam os Pero el sistema comenzó a registrar desequilibrios desde distintos frente;_ '\
del sistema financiero y los contratos
entre pamculares se fueron d enomi na La apertura y la sobrevaluación cambiaría generaron un déficit en el balance
ndo en dólares hasta que la mayor part
e
del sistema, al reded or de las dos terceras partes, quedó denomi comercial. En 1990 y 1991 se registró un superávit de 12.000 millones de
nado en la mo­
neda nor teame ricana . dólares y en el trienio 1992-1994 un déficit de casi 10.000 millones de dólares.
�i ulcán eamente, la apertura del mercado interno y la rebaja La cuenta corriente fue aun peor por el aumento de los gastos en servicios
. � de aranceles
d1sc1plmaba los precios internos de los bienes trans ables y la r reales como pagos de regalías, t ransferencias de utilidades e intereses sobre la
!
d las privacíza�iones mejoraban la situación fiscal, para confor

eforma del Esta­

mar el nuevo creciente deuda externa. Entre 1992 y 1994, la cuenta corriente del balance de
regrmen económico. El mismo que, con iguales fundament pagos arrojó un déficit de 16.000 millones de dólares. A fines de 1994 la deuda
os t eór icos, fue
� ese en práctica por el gobierno de facto instalado en 1976. l ext erna alcanz aba a 86.000 millones de dólares, casi 50% más que en 1991.
� � E plan cransmi­
Cio senales muy_ fuertes a los mercados. Con un sistema de caja d Las cuencas fiscales también se deterioraron principalmente por la inciden­
e conve rsión el
Estad� �e nunciaba al ej ercici �ucónomo de la política fiscal, cia de la reforma del sistema prevísional y por los servicios de la deuda externa.
� monetaria y
camb1ana, que quedaba cond1c1onada por el movimiento de c La reforma previsional transfirió a entidades privadas la recaudación del siste­
apitales y l as
r es er v_as _del Banco Cen tral. E� :l resto ma mientras las prestaciones seguían a cargo del régimen p(rblico. En 1994, el
. del mundo, el régimen monetario y
carnbrano del P lan de Convernbrlrdad sólo existía en economías Estado nacional entró en déficit, mientras, simultáneamente, aumentába elaes-
pequeñas, la
suma �e cuya producción agregada y su población era compara equiliñri:o de las provincias por el incremento de gastos resultante de la era�;¡:;�--·
ble a la de la
Argent1na. En las condiciones contemporáneas, de flotación gene -re�cia de funciones, �n�ducacióh, salud y oºcras :íreas, de la esfera nacicinal a la
ralizada de
las :11one�� nacionales, n inguna economía de alguna importan -p;o�i�cial. Haci a la misma época, estaban concluidas las privatizaciones y, con-
cia adoptó se­
mepnte regrmen. secuentemente, los ingresos de este origen, con la excepción de 1999, cuando
:ª ��j_11füs:i<?n_d�clinó desde casi 40% en el mes de febrero de 1991, se v endió la última participación de capital del Estado en YPF. Por su parte, la
pero hast� que lo� precios se estabilizaron, dos años después, dp recaudación tr ibutaria, inicialmente impulsada por la estabilidad de precios y
eso s e re valuó
Y los precros rela nvos se movieron en contra de los bi enes cransables el repu nte del nivel de actividad, tendió a estancarse a partir de 1994.
acocados
p_o r el aum_ento de l�s í�por cacíones que fueron sustituyendo produc E l desequilibr io simultáneo del balance de pagos y del presupuesto incre­
ción na­
c10nal por 1m�or cac10nes,'�ar cicularmente en los sectores de mayor mentó la demanda de crédito inter nacional y, por lo canco, la política econó­
valor agre­
gado y conterndo tecnol6g1co, como los bienes de capital. mica quedó aún más atada a las expectativas de los mercados. El milagro ar­
Las reglas del juego atraj ero n capitales especulativos para arbitrar gentino comenzó a cruji r cuando, en 1995, escalió, por segunda vez desde
la brecha·
ent re las tasas de i n terés y la interna qu 1982, la crisis de la deuda mexicana. El aumento de la casa de interés en los
e, co ntrar iamente a lo esperado, no se
LA POLfTICA ECONÓMICA 323
322 LA HEGEMONIA NEOLIBERAL

Estados Unidos desestabilizó el sistema financiero impulsando la fuga de capi­ su colapso final a fines del 200 l, bajo el gobierno de la Alianza y la conducción
tales y la drástica disminución del crédito internacional. El peso mexicano fue del mismo ministro creador del Plan de Convertibilidad. En 1999, la deuda
devaluado y estalló el llamado efecto tequila. Los'mercados emergentes sufrie­ externa alcanzaba a casi 150.000 millones de dólares, de la cual el 60% corres­
ron el impacto y la Argentina que a esa altura registraba los peores indicadores pondía a la pública y el 40% a la privada. Los intereses devengados sobre la _'
de endeudamiento de América Latina y del mundo, fue el país más afectado. misma representaban más del 40% del valor de las exportaciones, y las uríllaa:'
Simultáneamente, se deterioraron las condiciones sociales. En 1994, por des pagadas de la inversión privada extranjera el 8%. A su vez, los intereses
primera vez, la tasa de desempleo abierto superó el 10% de la población absorbían el 15% de los ingresos del Tesoro y las prestaciones de la seguridad
económicamente activa y otro tanto sucedió con el subempleo. Ambos indi­ desfinanciadas por la reforma del sistema en la reforma previsional, el 30%. El
cadores siguieron aumentando y la tasa conjunta de empleo y subempleo aumento del indicador del riesgo país, que representa la diferencia entre la tasa
alcanzó así al 30%. La evolución de la proporción de la población por debajo de interés entre los papeles de deuda argentina y los del Tesoro de los Estados
de la línea de pobr�za, es decir el precio de una canasta de bienes y servicios Unidos, reflejó la desconfianza creciente de los mercados sobre la situación
básicos, registró la misma tendencia. El brote hiperinflacionario había pro- argentina. El,ªJllill:ntQ__deJ�_fuga _<k!;apitª-1es preanunció la debacle que se
, vocado un saleo circunstancial y extraordinario de esa proporción, que lleg6 produciría en 200 l.
a alcanzar en 1989 a casi el 50% de la población total. La situación mejoró E! presidente Menem intentó una nueva reelección en los comicios presi�
con la estabilidad de precios y la recuperación del nivel de actividad. Alcanzó denc1ales de octubre de 1999, no prevista en las normas constitucionales. Pero
un punto mínimo del 17% en 1993 y a partir de allí empezó a aumentar, y el oficialismo estaba profundamente dividido y la.situación del país generaba
en 1998 alcanzaba al 26%. un rechazo mayoritario a la gestión del gobierno. Asimismo, prevalecía en la
La convertibilidad se sostuvo con apoyo externo y la mejora del balance opinión pú �lica �l convencimiento de la falta de transparencia y la corrupción
_
comercial. El gobierno logró frenar la crisis de confianza y la fuga de capitales en la admm1strac1ón de los asuntos públicos y en el proceso de privatización de
--y--�m1cque·ras 1 amcl11t:l.aes'aé !OS bancos más átectados, por la péi-cfida'de L.rdS-einpresas p'u'óucas.
depósitos y el deterioro de sus carreras, se generalizaran en todo el sistema. El En 1999, después de diez años de gobierno peronista, el país volvió a en­
ajuste fiscal y monetario provocó una caída del nivel actividad en 1995, pero la frentar una situación inviable. Los precios y el tipo de cambio se mantenían
paridad uno a uno, la estabilidad de precios, la memoria todavía reciente de la estables pero el nivel de actividad volvió a descender, la desocupación y el
hiperinflación, el aparato político justicialisca y el respaldo de los grupos eco­ subempleo estaban en niveles récord del 30% de la población activa, los sala­
nómicos beneficiarios de la política oficial, fueron suficientes para la reelección rios reales por debajo del nivel previo a la crisis de 1989, agravadós los índices
del presidente Menem en las elecciones de mayo de 1995. El proyecto de pobreza e indigencia y la prestación de bienes públicos, como educación,
reeleccionista fue concebido mucho antes y consagrado, en diciembre de 1993, salud y seguridad, en franco deterioro. Los desequilibrios macroeconómicos
en el llamado Pacto de Olivos entre el presidente y el jefe del radicalismo, d �I sistema revelaban que el Plan de Convertibilidad y la estrategia económica
principal partido de la oposición. Sin embargo, el contexto externo e interno, almeada con las reformas del.�ons�nso de Washin�ton estaban desembocando
-
que había sido tan favorable en el primer mandato del presidente Menem, dejó en una crisis terminal.
de serlo en el inicio del segundo. La estrategia de la década menemista estuvo en las antípodas de las respuestas
En julio de 1996 renunció el ministro Cavallo, un anticipo de las tensiones adecuadas a los desafíos y oportunidades de la globaliiación y volvió a revelar las
en el interior del bloque económico y político hegemónico y de la próxima fracturas profundas de la densidad nacional. En eres campos centrales del orden
derrota electoral, frente a la coalición radical y de grupos heterogéneos de �undial_ con�em��ráneo -las finanzas, la división internacional del trabajo y la
centroizquierda, en las elecciones de renovación parlamentaria de octubre de mternac1onal1zac1on de la producción a través de las corporaciones cransnacio­
· 1997. nales- l�s p�líticas adoptadas desencajaron al país y lo subordinaron a la capaci­
El nivel de actividad se recuperó en los tres años siguientes a la crisis del dad dec1sona de actores transnacionales y de los grupos internos beneficiarios de
tequila pero los desequilibrios de base del sistema siguieron aumentado hasta las políticas indiscriminadas de apertura e inserción internacional.
324 LA HEGEMON!A NEOLIBERAL LA POLÍTICA ECONÓMICA 325

El aumento de la deuda exte�, sumado a la absorción creciente del ahorro asociación con capitales privados y/o extranjeros, era una vía posible del cam­
interno para servirla y sostener la. fuga de c�ica(s§, generó un sistema de ex­ bio indispensable. Pero esto no implicaba necesariamente enajenar el dominio
portación de ahorro e importación de deuda y, consecuentemente, de caída de y el control de actividades esenciales para la acumulación y el cambio tecnoló­
la acumulación de capital. La tasa de inversión, que venía declinando desde la gico de la economía nacional. En realidad, la ausencia de capacidad de bloqueo
instalación del modelo neoliberal en 1976, se mantuvo en niveles inferiores a de la sociedad civil y del sistema político a semejantes decisiones fue uno de los
los vigentes hasta aquel entonces. indicadores más elocuentes de la crisis de la densidad nacional.
La liberación de importacio�y la sobrevaluación del tipo de cambio La política exterior del período fue coherente con la orientación de la estr�­
incentivaron la sustitución de producción nacional por importaciones y debi­ tegia económica. Consistió en el alineamiento incondicional con la potencia
litaron los eslabonamientos en el interior de la estructura productiva en los hegemónica, los,Esrados Unidos.-En el periodo de la economía primaria ex­
sectores de la economía, las empresas y las regiones del territorio nacional. La_ portadora y de los gobiernos oligárquicos, hasta el triunfo el radicalismo en
creciente brecha en el contenido tecnológico y de valor agregado entre las im­ 1916, la Argentina estaba alineada en la esfera económica con la entonces po­
portaciones y las exportaciones reveló que la economía argentina retornaba a tencia hegemónica, Gran Bretaña, que era la fuente principal de la inversión
una estructura productiva fundada esencialmente en la explotación de sus re­ extranjera en el país y destino importante de las exportaciones. Pero la política
cursos naturales y cada vez más alejada de una estructura diversificada y com­ exterior mantuvo un considerable grado de autonomía. No es casual que fuera
pleja, inherente a la dinámica del desarrollo y a la capacidad de participar en en esa época, cuando dos diplomáticos argentinos, Carlos Calvo y Luis María
los segmentos más dinámicos del comercio internacional. Drago, realizaron contribuciones fundamentales al derecho internaci� nal, en
La incorporación indiscriminada de inversiones privadas directas provocó ambos casos para defender el ejercicio de la soberanía de los estados nac10nales.
una transferencia a no residentes del dominio de los sectores fundamentales de En la presidencia Menem, el alineamiento con la nueva potencia hegemónica
la economía nacional: infraestructura, petróleo y electricidad, transportes y fue incondicional y esto tuvo graves consecuencias en varios planos. Entre ellos,
comunicaciones, industria manufacturera y sistema finºanciero. Un eje central el de la seguridad interna y el desarrollo tecnológico.
de este proceso fue la privatización de empresas públicas. Entre 1990 y 1998, Cuando escalió la primera guerra del Golfo Pérsico, en septiembre de 1990,
se vendieron activos pillilicos por casi 20.000 millones de dólares, de los cuales la Argentina se comprometió enviando contingentes militares e involucrando
casi el 60% correspondió a inversores extranjeros, el 31 % a residentes y el resto al país en un conflicto complejo y de alcances globales. Poco tiempo des?ués el
a compradores diversos. Posteriormente, aumentó la participación de los _
país soportó dos graves ataques terroristas reveladores de la 1mprudenc1a de la
inversores extranjeros como consecuencia de la compra de inversiones iniciales política adoptada. En materia tecnológica, con vistas a complacer el reclamo
de residentes. Entre los sectores extranjerizados figuran áreas críticas de una de los Estados Unidos, el gobierno desmanteló el Proyecto Cóndor, en Falda
economía nacional, como telecomunicaciones, petróleo y electricidad. De este del Carmen, provincia de Córdoba, un avanzado desarrollo misilístico para
modo, áreas fundamentales de la generación de ganancias, acumulación de fines pacíficos de acceso a las nuevas áreas de comunicación en el espacio exte­
capital y cambio tecnológico, fueron transferidas a titulares extranjeros. El pro­ rior. Un resultado posterior de esta decisión fue el desmantelamiento de los
ceso acrecentó el desequilibrio externo. La mayoría de las inversiones extranje­ avances que la Argentina había alcanzado en la industria aeronáutica.
ras se destinaron a producir para el mercado interno. El déficit del balance de En la misma línea, la Argentina se retiró en 1991 del Grupo de los Países no
sus operaciones en divisas (exportaciones menos importaciones de insumos y Alineados, una asociación de naciones de la periferia que promueven reformas
bienes de capital más transferencias de utilidades y pagos de intereses sobre para un orden mundial pacífico y equitativo. En 1997, se adhirió a la ?rgan'.­
deudas incurridas para comprar las empresas) constituye un componente prin­ zación del Tratado del Arlánrico Norte, coalición militar de las potencias occi­
cipal del déficit del balance de pagos en cuenca corriente. dentales, en su carácter de miembro extra OTAN.
En los tres campos mencionados, el problema no fue la reforma del Estado En América Latina, el gobierno consolidó los avances logrados en el,�
o la apertura a las inversiones, el mercado y las finanzas internacionales. Por lecimiento de las relacion s con Chi la integración bilateral en diversos
ejemplo, la transformación de empresas públicas, incluso su privatización o planos. partir del Acta de Buenos Aires, firmada por los presidentes Menem
326 LA HEGEMONfA NEOLIBERAL LA POLfTICA ECONÓMICA 327

y Collar de Mela en julio de 1989, cambió la estrategia3 de integración en el un modelo definitivamente agotado y no tuvo ni vocación ni capacidad de
Mercosur. Se abandonó la integración programada a nivel sectorial, con la di­ cambiar el rumbo. El presidente y la conducción de ia coalición decidiron de
visión del trabajo intrazona sobre la base del desarrollo simulcáneo de la Argen­ partida sostener una política de continuidad con las líneas fundamentales se­
tina y el Brasil y la especialización intraindustrial. En cambio, se adoptó una guidas por el gobierno saliente.
estrategia que delegó el proceso de integración regional en las libres fuerzas del En el úlcimo tramo del gobierno de la Alianza, la decisión de designar a
mercado, a través de la desgravación lineal y automática del universo arancela-_ Domingo Cavallo, el creador de la convertibilidad, reveló que la suerte estaba
rio. La inestabilidad de la situación económica de ambos países complicó la definitivamente decidida. En 2001, 1� fuga de capit��§, del orden de los 20
relación bilateral y la marcha del Mercosur. El sistema sobrevivió debilitado, mil millones de dólares, fue inconteni.ble. Afi��-del año, se quebraron las
: pero sobrevivió, porque ya se habían desencadenado las fuerzas centrípetas de reglas del juego con la suspensión de la convertibilid?-_d y.la_ paralización del
: la geografía, que compensaron la preferencia del gobierno Menem por una sistema.h_.in�rio. En diciembre renunció el p�esíctente y en enero de 2002 se
:, alianza estratégica subordinada a los Estados Unidos. anunció la ��ióri de los pagos de la mayor parce de la deuda externa._ Entre
La década de 1990 culminó las transformaciones iniciadas a mediados de la marzo y abril el cuadro era caótico: el tipo de cambio disp�ado, los precios fuera
'década de 1970 y que fueron deteriorando la economía argentina, su tejido de control, la �i:c_¡¡u
_ _d__aciQ_fl c¡:i_b1:1
_ ta�_? desplomada, la _acüv:i.dacL�co;;_óm,i�a y -el -
, social y productivo, subordinándola a factores fuera de control y poniendo en --emp'ietreñplena contracción y un dec�riorosínprecedentes de las condiciones
marcha un proceso sin precedentes de extranjerización y concentración del sociales. Era el epílogo del proceso inaugurado a mediados de la década de 1970.
poder económico. Un rasgo notable del proceso fue el predominio de la visión
fundamentalista de la globalización, el pensamiento único, que racionalizó la
estrategia que desencajó a la economía argentina del sendero del desarrollo y
de la inserción viable en el orden global.

4. El gobierno de la Alianza

No es extraño que, en cales condiciones, la sociedad argentina buscara nuevas


alternativas y recomponer la densidad nacional. Depositó entonces su esperan­
za en la oposición liderada por \a Alianza entre el radicalismo y el Frepaso
i, (Frente del País Solidario). El peronismo, dividido entre las conducciones del
presidente saliente y el candidato a las elecciones presidenciales, fue derrotado
Í- en los comicios del 24 de octubre de 1999. Antes, durante el proceso electoral,
¡
la Alianza formuló una propuesta al país contenida en una Carta a los argenti­
nos, que proponía cambiar el rumbo, restablecer la transparencia y la decencia
en el manejo de los asuntos públicos, reanimar la economía y defender la sobe­
ranía nacional. La propuesta nació, sin embargo, herida de muerte porque
proponía mantener el régimen de convertibilidad, al igual que el candidato
peronista. El gobierno del presidente De la Rúa heredó una situación crítica y

3 A. Ferrer y H. Jaguaribe, Argentina y Brt1Sil en la globalización, Buenos Aires, Fondo de


Cultura Económica, 2001.
XXI. Estructura y dinámica del sistema

1. Los nuevos dilemas del desarrollo


A mediados de la década de 1970, el desarrollo económico radicaba en los
mismos procesos fundamentales instalados desde los inicios de la revolución
industrial, a fines del siglo XVIII y comienzos del XIX. Es decir, en la generación
y asimilación de los nuevos conocimientos científicos y la tecnología en la
estructura productiva y el tejido social y en la puesta en marcha de la acumula­
ción en sentido amplio. La aparición de espacios de rentabilidad atractivos
para la inversión de capital y el cambio técnico en el contexto de una forma­
ción económica diversificada, integrada y compleja, seguía siendo una condi­
ción esencial del desarrollo. El estilo de inserción en el orden global resultaba
así vital en cuestiones críticas como la división internacional del trabajo, las
inversiones privadas directas, las finanzas y el acceso al acervo de conocimien-
tos y tecnologías disponibles en el orden mundial. Como en el pasado, la glo­
balización planteaba desafíos y oportunidades y las respuestas estaban esencial­
mente determinadas por la densidad nacional.
En el transcurso de la década de 1970, la globalización registró transforma-,
ciones profundas, que no modificaban la naturaleza de los dilemas del desarro­
llo en el orden mundial, pero sí planteaban problemas y posibilidades nuevas.
El sistema financiero mundial estaba fuertemente integrado, las corrientes de
fondos especulativos penetraban las plazas nacionales y, en las llamadas econo­
mías emergentes, complicaban el manejo monetario de los gobiernos. Las ca­
denas de agregación de valor se estaban transnacionalizando en el interior de
las corporaciones globales y sus filiales. La revolución informática estaba trans­
formando la organización de la producción, las empresas y los mercados y
surgían nuevas prácticas en el manejo de stocks, la terciarización (outsourcing),
la formación de redes regionales y globales. Las nuevas tecnologías de la infor­
mación, la genética y la organización y procesamiento de datos, abrían nuevas
fronteras a la investigación y el desarrollo y a las relaciones entre el conoci­
miento científico y la producción de bienes y servicios.

329
330 LA HEGEMONlA NEOLIBERAL ESTRUCTURA Y DINÁMICA DEL SISTEMA 331

Los núcleos de la acumulación se ampliaban e incorporaban las cadenas de En los nuevos tiempos, la densidad nacional de los países resultó más im­
agregación de valor en la transformación de los recursos naturales, la infraestruc­ portante aún que en el pasado para proporcionar respuestas a los desafíos y
tura de energía, transporte y comunicaciones y en multiplicidad de actividades oportunidades de la globalización coherentes con el desarrollo. Un reducido
que daban espacio, simultáneamente, para la formación de conglomerados y grupo de países, notables en ese sentido, logró avances extraordinarios, como
multiplicidad de pequeñas y medianas firmas asociadas en redes y con fuertes la República de Corea, la Provincia China de Taiwán y Malasia y también
vinculaciones con las grandes corporaciones. La composición del comercio in- China, cuyo desarrollo está transformando el orden mundial. Las redes de la
: ternacional continuaba el sendero iniciado desde el fin de la Segunda Guerra globalización revelan actualmente la creciente participación de estas naciones
Mundial, con la participación creciente de los bienes y servicios de mayor conte- industriales emergentes, y la cuenca del Océano Pacífico surge como formida­
¡ nido tecnológico y valor agregado y, en los bienes primarios, la elaboración de los ble competidor del tradicional predominio del espacio abarcado por Europa
mismos y la diversificación de sus fuentes de origen. Estas transformaciones pro­ occidental y América del Norte.
fundas impulsaban cambios en los contextos institucionales y la gestión de las
organizaciones de la sociedad civil, las representaciones corporativas y del Esta­
do. La reducción de los costos de transacción y la competitividad de las firmas se 2. La dinámica del modelo neo/íbera!
convirtieron en exigencias ineludibles de la gestión empresaria.
Las nuevas tendencias de la globalización coincidieron con un cambio en EnJaArgentina, a mediados de la década de 1970, el caos del gobierno peronista
las ideas dominantes en los países centrales y el abandono del keynesianismo y de Isabel Perón, el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 y la violencia
del Estado de bienestar. Las reglas del juego de la globalización, en el comercio, culminaron en el colapso de la densidad nacional. Rotos el orden institucional
las finanzas y el acceso al conocimiento, siguieron siendo establecidas por los y las normas de convivencia de una sociedad civilizada, comenzó un proceso
países dominantes y, ahora, bajo el paradigma neoliberal. Nuevamente, el cen� . 1 de desorganización de la estructura productiva y del tejido social, el
tro comenzó a imponer en los países vulnerables de la periferia criterios de desmantelamiento de la acumulación en sentido amplio y su reemplazo por un
racionalidad funcionales a los intereses dominantes e incompatibles con el de­ sistema generador de rentas al margen del desarrollo, concentrador de la rique­
sarrollo de las economías rezagadas. El Fondo Monetario y el Banco Mundial za y del ingreso y multiplicador de los desequilibrios macroeconómicos.
fueron las correas de transmisión del pensamiento hegemónico del centro a la Las reglas del juego formalmente instaladas en el programa del 2 de abril de
periferia. El GAIT primero y luego la OMC promovieron la liberación del inter­ 1976 conformaron las peores respuestas posibles a los desafíos y oportunidades
cambio, en el cual prevalece la ventaja tecnológica de los países avanzados, y de la globalización. En el campo de las finanzas, en lugar de consolidar los
otras reglas, como el tratamiento de la inversión extranjera yfa propiedad inte­ equilibrios macroeconómicos, generar ahorro y retenerlo en el proceso interno
lectual, con los mismos fines. de acumulación, se produjeron déficit gigantescos en el presupuesto y el balan­
Las asimetrías crecientes en los niveles de bienestar multiplicaron las ten­ ce de pagos, se integró incondicionalmente el sistema financiero argentino en
siones fundadas en problemas ancestrales y los fundamentalismos religiosos. las plazas internacionales y se multiplicó, hasta culminar en el default poste­
Ni siquiera los Estados Unidos quedaron al margen de tales amenazas. Los rior, la deuda externa. En la división internacional del trabajo, se reprimarizaron
riesgos de incursionar en ese escenario conflictivo se acrecentaron como lo las exportaciones y aumentó la brecha en el contenido tecnológico de las im­
revelaron, por ejemplo, los ataques terroristas en la Argentina después de la portaciones y las exportaciones. La apertura del mercado, con la sobrevaluación
participación del país en la Guerra del Golfo de 1991 y la atrocidad que tuvo simultánea del tipo de cambio, sustituyó producción nacional, en los sectores
lugar en Madrid el 11 de marzo de 2004. La seguridad y la paz internacionales de mayor contenido de valor agregado y tecnología, por importaciones. Se
no quedaron garantizadas con la disolución de la Unión Soviética y el fin de la desmontaron así los eslabonamientos construidos en la fase previa de indus­
guerra fría. Mientras tanto, la Argentina, América Latina y los países atrasados trialización entre la producción de bienes y servicios y la oferta de conocimien­
enfrentan sus problemas fundamentales, que se refieren esencialmente a-1 desa­ tos y bienes de capital producidos en el país. En la conducción de la economía,
rrollo para zafar del atraso y erradicar la pobreza. al instalar la programación 4el tipo de cambio con la tablita, en un mundo de
332 LA HEGEMONfA NEOLIBERAL ESTRUCTURA Y DINÁMICA DEL SISTEMA 333

tipos de ca�bi o flotantes, se subordinaron la oferta m on eta ria y la política centivos al e ndeudamiento público y pr ivado en los me rcados financieros
_ _
fiscal al movimi ento de capitales esp eculativos. L os desequilib rios acumulados inte rnacio n ales ,
c�!minaron en un estallido inflacion ario , una contracci ón severa de la produc­ Sus consecuencias para el desarrollo y los equilibrios macroeconómicos fue-
�JOn Y el e�pleo y un volumen de deuda impagable que , desde entonces , para­ ron fatales. El proceso de acumulación en sentido amplio, inherente al desa­
en la p roducción de
liza la gestión de la política económica., rrollo, a través de espacios difund idos de rent abilidad
nt b l en la exp loración
.
El sistema emergente, sin embargó,' no logró asentar se sobre un bloque de b ienes y servicios, fue sustituido por nichos de re a i idad

rburo s, las t ele comu­


mtereses económicos y p olíticos sólido y suficientemente establ e, En d efiniti­ d e los recursos naturales y su cad ena de valor, los hidroca
va, se trataba d e una política ilegal e il egí tima sustentada en la fu erza d e un nicaciones, el complejo automotor y el sector financiero. En sos sectores fue
e

r égimen que, a gobiado por l a derro ta d e la guerra d e M alvinas, la viol ación de posible aplicar la tecnología avanzada, elevar la productividad y las ganancias.
l os d erecho s humanos y las consecuencias económicas y sociales _de su gestión, El resto del tejido productivo, formado por empresas medianas y pequeñas en
_
estaba destmado a sucumbir. E l r égimen pudo, sin embargo , instalar como codos los sectores de bienes cransab les y sujetos a la competencia internacional,
pensamiento dominante el enfoque neoliberal, el tratamiento mon etario d el no sopor tó el cambio de las reglas del juego , particularmente en los centros
balance de pagos , la idea de que, en el mund o global, un país com o el nuestro ur banos, donde esta ba in stalado dic ho te jido emer
gente de la industrialización
sólo ?uede ser trib utario y alinearse incondicionalmente con la potencia hege­ de la etapa anterior.
mónica de turno. Es decir, la ub ica ción de l a Argentina como país satélite Los sectores en los cuales se concentró el aumento de la productividad y las
dentro de la visión fundamentalista de la gl obalizació n. c,anancias tuvieron dos ra sgos principales: la presencia dominante de filiales de
Des�e su inicio hasta el fin de su gobierno , el presidente Alfonsín l ogró :mpresas extranjeras y la concentración de la producción en un número redu­
avances importantes en la recuperación d e l a densid ad nacional en los terrenos cido de firma s. Al final de la década de 1990, la economía
argentina era proba­
más d ada, del mundo. E l
de la consolidación d e l a in stitucion es y d el estado d e derecho, la r eparación d e blemente la más extranjerizada, además de la endeu

mu c n , red es comerciales,
l os agravios del pasado a los derechos fundamentales d e la condi ció n h umana petróleo y e l gas, la electricidad, las teleco ni acio es las

y la dignidad del país en el escenario internacional. En el terreno económico los banc os , las agroinduscrias, la industria au to m o triz, era n propiedad de no
sin emba rgo , esos añ os fueron un intervalo e ntre e l primer expe rimento a fon� residentes o est aban o perados por éstos . En la pr oducci ón a g rar ia, que experi­
do del neoliberalismo en la Ar gen tina y su implantación, hasta sus últimas mentó un fuerte crecimiento por l as innovacion es t ec n o lóg ica s (ligadas con la
consecuenc ias , en otro gob ierno p eronista, es ca vez bajo el presidente Menem, siembra directa, las se mil las transgéni cas, los a groq u ím ic os , l a m a quinaria agrí­
ó n.man de produc­
en la década d e 1990. cola de control numérico), la producción misma sigui e os

Entonces sí el modelo n eoliberal se legalizó a través d el tri unfo en comicios tores residentes, pero la cadena de agregación de valor y l os p a q uetes tecnológi­
libres y sin proscripciones, asociado con uno de l os d os grandes partidos po pu­ cos incorporaron insumos crecientemente provenientes
de las imp ortacion es o

n l p . En n se­
lares. En el contexto de condicion es internacionales e internas propicias, el de la oferta de filiales de empresas extranjeras radicada s e e aís co

bloque de intereses favorecido por la política neol iberal se consolidó y fo rmó cuencia, la formación de ahorro, la ca pacidad
de inversión y e l desarro l lo t ec­
alianzas sólidas q ue le permitieron un ejercici o irrestricro d el poder d urant e nológico fueron transferidos al poder decisorio de agentes ec o nómic os no res i­
roda la década. Que tales políticas fu eran posibles y que la socied ad las tol erara d en tes. El segundo rasgo del proceso fue la concentración de la may o r p arce de

'. a�n fueran nuevam ente confirmadas en los comic ios de 1995 constituyen un la producción de los sectores líderes en un número reducido de empresas.
mdicador elocuente de la magnitud de la fractura de la d ensid ad nacional. Las nuevas reglas d el juego generaron es pacios de renta bilidad y rentas es­ !
­
Las r eglas d el juego se fundaron en l a ap ertura d el me rcad o interno , l a peculativas en los sectores concentrados y en el área financiera, con participa 1'·
s�brevaluaci�n del cipo de cambio , la desregulación de los mercados y de la acti­ c ión dominante de la inversión extranj era directa.
Las reglas del juego res p o n­
vidad financiera, las privatizacione s, la incorp oración ind iscriminad a de in­ l ticas pública y éstas gen r ron p rt nida des para que su� gestores
dían a po í s e a o o u

versiones extranj e ras directas, la renu ncia al manejo de los instrumentos d e participaran en las ganancias emergentes del proceso. El Estado neohberal fue
la política económica mediante un régimen de caja d e conve rsión, l os in- así un campo propic io para la corru pción en magnitud desconocida hasta en- !
ESTRUCTURA Y DrNÁMICA DEL SISTEMA 335
334 1A HEGEMONÍA NEOLIBERAL

en casi 600%. La Argentina registró así los peores indicadores de endeudamiento


ronces, debido a la dimensión de los intereses en juego. El Estado prebendario,
de América Latina que, a su vez, era la región más endeudada del mundo. Al final
a través de regímenes especiales de promoción, el reparto de beneficios sociales
de la década de 1990, la deuda representaba más de 5 veces las exportaciones
y otros subsidios, instalado durante la etapa de la industrialización sustitutiva
frente a poco más de 2 veces del promedio de América Latina.
de importaciones quedó minimizado frente a la gigantesca creación de rentas y
La relación entre intereses devengados sobre la deuda externa y el valor de
privilegios del Estado neoliberal.
las exportaciones aumentó más del 100% en el transcurso de la década de 1990.
La corrupci6n es un mal endémico observable en muchos países, inclus� en
Al final de la misma superaba el 40% y sumada a las transferencias de utilidades
los considerados más exitosos. En estos casos, sin embargo, los hechos de co­
de las filiales de empresas extranjeras, la relación superaba el 50%, más del
rrupción no se sustentan en la enajenación del patrimonio nacional ni en la
doble del promedio de América Latina.
destrucci6n del proceso de acumulación en sentido amplio, como sucedió en
La evolución del comercio exterior fue coherente con la dinámica del mo­
la Argentina bajo el Estado neoliberal. En aquellos casos se trataría de corrup­
delo. El valor de las exportaciones aumentó más del 100%, pero el de las im­
ción endógena al modelo de desarrollo. En el argentino se trataría de un estilo
portaciones más del 300%. Entre 1992 y el final de la década, el balance co­
de corrupción cipaya asociada con la extranjerización de los núcleos fundamen­
tales del sistema productivo, el endeudamiento extremo y la destrucción del mercial de bienes y servicios arrojó un déficit de más de 30.000 millones de
proceso de acumulación en sentido amplio. La corrupción es un fenómeno dólares y la cuenta corriente del balance de pagos de 64.000 millones.
repudiable en cualquier caso, pero sus consecuencias son mucho más graves en
el contexto de estrategias como las seguidas en el caso argentino y constituyen
otra manifestaci6n de la debilidad de la densidad nacional. 3. Laftactura del proceso de acumulación
A su vez, los desequilibrios macroeconómicos fueron creciendo a lo largo de
la década de 1990. Las reglas del juego tendían a aumentar la doble brecha del El proceso de acumulación en sentido amplio, inherente al desarrollo, no ha­
déficit en el balance de pagos y las finanzas públicas. El primero se vio acrecenta­ bía logrado instalarse en la etapa de la economía primaria exportadora, cuando
do por el aumento de las importaciones en mayor medida que las exportaciones, el golpe de Estado de 1930 interrumpió una de sus bases fundamentales: la
las transferencias para servir la deuda externa y las remisiones de las ganancias de estabilidad institucional. A partir de entonces se sucedieron acontecimientos
las filiales de empresas extranjeras. El segundo, principalmente, por el aumento que produjeron, además, fracturas en otros planos, como la acumulación de
de la carga de los servicios de la deuda pública y privada y la reforma previsional, capital y conocimientos (sobre esto último, por ejemplo, las consecuencias de
que transfirió ingresos del sistema previsional privado dejando en el área pública la intervención de las universidades en 1966), los eslabonamientos entre secto­
el pago de las prestaciones. Todo el sistema cambiario, monetario y financiero res productivos y entre regiones y la composición del comercio exterior. Des­
terminó sustentado por un incremento continuo de la deuda hasta el colapso pués del golpe de Estado de 1976, el proceso de acum�lación fue nuevamente
final del sistema. En ese transcurso, el arbitraje de tasas de interés, la emisión de interrumpido, abarcando desde el plano institucional hasta las principales va-
deuda, los canjes y megacanjes generaron rentas gigantescas mientras la econo­ riables económicas.
mía real se contraía y disminuía la inversión real en capital productivo.! El retorno a la estabilidad institucional en 1983 fue un paso importante
La deuda externa aumentó de 61.000 millones a 145 .000 millones de dólares para iniciar el proceso de acumulación en sentido amplio. Pero en otros planos
entre 1991 y 1999. La deuda pública representaba el 86% del total en aquel año subsistieron problemas, a esa altura históricos. Los acontecimientos de la déca­
y el 58% en el último. La deuda pública aument6 más del 60% en el período yÍa' da de 1990 frustraron el despegue de procesos acumulativos esenciales y desar­
privada, impulsada por la diferencia de las tasa de interés internacional y la local, ticularon otros preexistentes. Observemos lo sucedido en tres campos cruciales
del proceso de acumulación: }�r,Tación de capi�a tecnología y la autono-
mía de gestión de las políticas públ� ---
1 Para un análisis del proceso de endeudamiento en el contexto de la estrategia neoliberal,
véase J, Schvarzer y H. Finkelstein, "La debacle de la deuda pública y el fin de la convertibilidad"
La dinámica del modelo neoliberal deprimió la acumulación de capital. La
(mimeo) CESPA, Documento de Trabajo No. 6, Buenos Aires, febrero de 2004. concentración de los núcleos de rentabilidad en actividades fuertemente con-
336 LA HEGEMON{A NEOLIBERAL ESTRUCTURA Y DINÁMICA DEL SISTEMA 337

c entra das y li mitadas esencial mente a la exploración de los recursos naturales, los sect ore s más rentabl es y la descapitalización en el capital social y productivo
la infraestructura y bi e nes y servici os no transables internacionalmente excluyó del resto de la economía. Esto aume ntó la dimensión de las brechas entre los
a segmentos de l a economía y unidades productivas que son cruci ales en la niveles de productivid ad de los diversos sectores económ icos, lo cual contribu­
formación de un a economía integrad a y compleja, capaz de asimilar y difundir ye a explicar las diferencias c recientes en los niveles medios de ingresos en los
el progreso técnico. El espacio p ara la acumulación de capital productivo, el distintos componentes de la fuerza de trabajo y del empleo.
aumento de la productividad y la formación d e ganancias y ahorro se redujo Simultáneamente con e sta fractura en el proceso de acumula ción de capi­
radica lm ente. Si multáneamente, la transferencia de los núcl eos d e rent abilidad tal, se produjo un deteri oro e n la acumulación de tecnología y en la capacidad
del modelo (pe tróleo, telecomunicaciones, industria agroalimentaria, etc.), a de asimilar, ada ptar, generar y difundir conocimie ntos en el tejido económico
la propiedad d e filial es de empresas extranjeras y no residentes, subordinó a la y social. La desarticulación e ntre el sistema nacional de ciencia y tecnología se
decisión de ag e nt es transn acionales la inversión de los excedentes, de los cuales produjo en dos frentes. Por un lado, la inclinación natur al de las empresas
la mayor parte se transfirió a l as matrices y sus países de origen. Según las extranjerizadas en sectores intensivos en el uso de tecnología, como las teleco­
estimaciones de FIDE (Fund ación de Investigación para el Desarr ollo), en la municacione s y la producción de combustibles y energía, de abastecerse en sus
década d e 1990, el 60% de las utilidades fueron remesad as al exterior. Otra casas matrices y en sus países de origen, sustituyendo a los proveedores locales.
p arte importante de los excedentes fue tr ansferida al exterior en concepto de Un ejem plo crítico se refiere a la suerte de los labor atorios de investigación y
p agos de intere s es de la deuda privada, incurrida en gran medida p ara la com­ desarrollo que existían en YPF antes de su extranjerización, experiencia que merece
pra de l os activos de empresas privadas y públicas. compararse con el desarrollo tecnológico alcanzado po r las empresas petroleras
Estos hechos convergieron para agravar un problema endémico: la fuga de est at ales PEMEX y Petrobr as, e n México y el Brasil, respectivamente. Por otro, el

capitales. El dinero colocado en el exterior a cuenta de residentes en la Argentina desmantelamiento de los dep artament os de investigación y desarro llo de fir­
ascendió, en la décad a d e 1990, a una suma comparable al moneo de la deuda mas locales por el incentivo a importar tecnologías, bienes de capita l e insumos
externa. El modelo neoliberal promovió la exportación de ahorro argentino y, a través de la ap ertura y la sobrevaluación cambiaria.
como contrapartid a, registró la i mportación de deuda y la transferencia de secto­ Simultáneame nt e, la política de alineamiento incondicional con la poten­
res fundamentales d e la economía a la propied ad de rio residentes. La inestabili­ cia hegemónica llevó a d esmant elar proyecto s estratégicos, como el misilístico
dad, inherent e a un sistema profundamente desequilibrado, agravó las condicio­ del Plan Cóndor, y a de sactivar el desarrollo de la energía nuclear con la para­
n es d e inc ertidumbre y comprometió la seguridad jurídica, factores éstos que lización de la conclusión de l a tercera central (Atucha II) y el desfinanciamiento
desalent aron la acumulación de capital en la economía argentina. La vulnerabili­ de la Comisión Nacional de Energía Atómica.
dad financiera argentina fue así de naturaleza distinta a la observable en la cri;i�· Estos hechos fr acturaron el p roceso de acumulación tecno lógica por dos
de 1997-1998 en varios países, por otros motivos altament e exitos�s en sus pro­ vías .principales. Por un lado, a través del desmantelamiento de la capa�idad
cesos de acumulación en sentido amplio y desarrollo, como la República de Corea productiva int erna de máquinas herramientas y otro s bienes de capit�l, -que
y Mal asia. En esos casos, la crisis fue estrictamente financiera por el descalce de constituyen la principal correa de transmisión entre la tecnología y el sistema
las operacio nes de sus bancos, tomadores de fondos en divisas y prestamistas en productivo y de incorporación d e conocimient os en el propio acervo. t� r otro,
sus propias mone das. Al producirs e l a caíd a d e las cotizaciones bursátiles y del al reducir la demanda de t ecnologías y personal calificado genera do por el
merc ado inmobili ario, s e registró una crisis transitoria de insolvenci a rápida­ sist ema nacional de cienci a y tecnología, se produjo el desmantelamiento de
mente resuelta en economías cuyas respuest as a l a globalización habí an sido ade­ laboratorios y c entros de investigación y desarrollo y la fuga de cere bros al
cu adas y contaban con sólidos equilibrios macroeconómicos. e xteri or o a ocupacione s en actividad es lo c ales en las cuales son inaplica bles las

�.t:',n laArgeritJna, ºel resultádo füe la baj a de la tasa de acumulación de capital capacidades adquiridas. '
.. .
de la economía argentin a que , de un promedio del orden del 2i% del PB! e ntre Por últi mo, el peso creciente de la d euda externa generó un desequ1hbno
1930 y 1975, declinó al 15% en el período de h egemonía de la estra tegia crónico que subordinó al país a negociaciones continuas, renovadas e in termi­
neoliberal. El probl ema fu e agravado por la conc entración de la inv ersión e n nables con el FMI y los acreedores. Las condicionalidade s inheren tes a los acuer-
338 LA HEGEMON!A NEOLIBERAL
ESTRUCTURA Y DINÁMICA DEL SISTEMA 339

dos con el Fondo y a las expectativas de los mercados para acceder al financia­
pero el proceso es el resultado de los cambios en la composición de la deman­
miento voluntario de los mismos subordinaron la política económica al pensa­
da, de la elevación de la productividad en el conjunto de la economía y del
miento céntrico y a la ideología neoliberal profesada por los grupos hegemónicos
avance, la integración y la tral).Sformación continua de la actividad industrial.
en el espacio interno. El Consenso de Washington se articuló así con una estra­
En la¡\rgemina,, en cambio,�e consecuencia de la desarriculació� �el tejido
tegia de renuncia a la capacidad de conducir la política cambiaría, monetaria y _
productivo, la creciente heterogeneidad en los n1veles de product1v1dad y la
fiscal, proceso que llegó a su culminación con el Plan de Convertibilidad y la
interrupción de la acumulación en sentido amplio. ',
reforma de la carta orgánica del Banco Central. En la década de 1990, se des­
Los cambios en el interior del sector manufacturero fueron extraordinarios.
mantelaron instrumentos esenciales de la conducción económica, tales como,
Alrededor de cuatrocientas firmas, concentradas en los sectores dinámicos asocia­
por ejemplo, los institutos reguladores de sectores claves como la producción
dos con la extracción y el procesamiento de recursos naturales, la producción de
agropecuaria. En el mundo global, uno de los requisitos del proceso de acumula­
insumos básicos (como acero y aluminio) y en parte del complejo automotor, rea­
ción en sentido amplio es el de ejercer una autonomía suficiente en la conduc­
lizaron "reestructuraciones ofensivas"2 para responder al nuevo contexto interno y
ción de la política económica para dar respuestas a los desafíos y oportunidades
a los cambios en el mercado mundial, alcanzando niveles de tecnología compara­
de la globalización determinadas por el interés nacional. El modelo neoliberal
bles a los más avanzados en el resto del mundo. En estas actividades disminuyó la
hizo exactamente lo contrario y, en el contexto de crecientes desequilibrios
participación del valor agregado en el producto final como consecuencia de la
macroeconómicos, subordinó al país a fuerzas incontrolables, demolió la seguri­
apertura y de la sustitución de insumos y bienes de capital producidos internamen­
dad jurídica y el régimen de contratos, multiplicando la inseguridad y la incerti­
te por importaciones. Miles de pequeñas y medianas empresas desaparecieron trans­
dumbre, factor desencadenante, a su vez, de la fuga de capitales.
formando el panorama social, particularmente en los grandes conglomerados ur­
banos del Gran Buenos Aires, Rosario y Córdoba. El resto de las firmas, sin incluir
las microempresas, en número de alrededor de 25 mil, adoptaron "comportamien­
4. La estructura productiva tos defensivos" para acomodarse al nuevo escenario y sobrevivir.
En el sector industrial fueron particularmente evidentes dos procesos: la
La persistencia de reglas del juego que modificaron los precios relativos en
, concentración de la producción y la participación dominante de filiales de
contra de las actividades sujetas a la competencia internacional se reflejó en la
empresas extranjeras. Una encuesta3 de las 500 mayores empresas, de las cuales
pérdida de la participación de sectores productores de bienes en la formación
casi 300 operan en la industria manufacturera, revela que éstas _generan casi el
del PBI y en el aumento de la participación de los servicios. Entre comienzos y
40% del PBI industrial. Para el conjunto de las 500 firmas de la encuesta (que
fines de la década de 1990 aquéllos disminuyeron la suya del 52 al 32% y éstos
aparte de la industria manufacturera abarca principalmente infraestructura y
la aumentaron del 48 al 68%. Entre estos últimos tuvieron un fuerte creci­
minas y canteras) se advierte, a su vez, una fuerte concentración de las más
miento las nuevas redes comerciales de los supermercados y autoservicios, en el
grandes. El 10% de las mismas, es decir 50 empresas, generan casi el 60% del
primer caso con fuerte presencia de empresas extranjeras. La actividad banca­
valor agregado y más del 70% de las utilidades del total de 500. A su vez, las
ria y financiera también se expandió por la diversificación de servicios y, en la
filiales de empresas extranjeras representan el 84% del valor agregado por las
fase de auge de la convertibilidad, por la creciente presencia de bancos extran­
500 firmas de la encuesta. Este último indicador es revelador de la participa­
jeros y la monetización del sistema.
ción de la inversión extranjera en el sistema productivo argentino, probable­
mente, como en el caso de la deuda externa, la más elevada del mundo.
La industria manufacturera

El cambio fue particularmente notable en la industria manufacturera, cuya 2 B. Kosakoff, "La industria argenrina: un proceso de reestructuración desarticulado", en:
participación en la generación del PBI cayó del 31 al 17% en aquellos años. En Producción y trabajo en la Argentina, Buenos Aires, Banco Bice, 2003.
3 B. Kosakoff y M. A. Barrienros, Enrnesta a 500 grandes empresas, Buenos Aires, CEPAL­
los países avanzados también se observa una declinación en esa participación, INDEC, 2002.
ESTRUCTURA Y DINÁMICA DEL SISTEMA 341
340 LA HEGEMONÍA NEOLIBERAL

La Ar�ent ina se convirtió en uno d e los principales rec eptores de inversió� los sectores productiv os. En el transcurso d e la década de 1990, la participa­
. ción del sector se mantuvo por debajo del 6% respecto del PBI.
pnvad a directa ext ra njera . En la década de 1990, ingresaron c erca de 80.000
millones de dól ares, con lo cual el acervo de es e tipo d e capital creció al 20%
Los recursos naturales y su transformación
a� ual. A principios d e la década, la mayor parte de las inversiones correspon­
dieron a la compra d e las empresas públicas privatizadas. Concluida la v enta de
L a explotación de la ext raordinaria dotación de recursos nat urales en el inmen­
las p rincipales empresas, con l a excepción de la de l as úlcimas acci ones de YPF
so territorio argentino sust entó el comportamiento de los sectores que sobrevi­
en p oder de l Estad o en 1999, las privatizaci ones continuaron hasta el final de
viero n a la estrategia neoliberál, }que en algunos casos se bene ficiaron de regí­
la déc ada . Las v entas total es alcanzaron a casi 20.000 millones de dólares, títu­
menes especiales y, en otros, fueron destinatarios de importantes avances cien­
los de la deuda pública y efectivo, de los cuales casi el 60% correspondió a
tíficos y tecnológicos.
inversores extranj eros, poco más del 30% a nacionales y el resto a compradores
En el caso del sector agrop ecuario, productor de bien es transables sujetos a
diversos.
la competencia internacional, también se registró el impacto de la sobrevaluación
Al prom ediar la década, la mayor parre de la inversión extranjera se aplicó a la
del tipo de cambio y la modificación de los precios re lativos. Su participación
compra de empresas privadas nacionales. Las compras y fusiones de empresas
en el PBI declinó del 10% al 5% en el transcurs o de la década de 1990. Sin
alcanzaron a 55.000 millones de dólares, de los cuales casi el 90% correspondió
embargo, la proverbial dotación de recursos naturales de l país y la revolución
a inversiones extranj eras. En conjunt o, cerca del 60% de las inversiones consis­
tecnológica ampliaron los esp acios de rentabilidad y permitieron la expansión
tieron en la compra de activos públicos y privados ya existentes en el país
de la sup erficie bajo explotación y la reducción de los costos. Esto permitió el
L a distribución sectorial de las inversiones revela que el 33% de las i�ver­
incremento d e la producción de cereales y oleaginosas. El mayor aumento co­
siones se conc entraron en el sector p etrolero y cerca d el 25% en la industr ia
rrespond ió a la soja, cuya p roducción se elevó de 11 m illones de toneladas en
manufact urera (principalm ente, alim entos, química y complejo automotor).
1991 a 35 millones en 2003.
Los servicios públicos priv atizados o concesionados (electricidad, gas, agua,
La drástica reducción de los costos de producción obe deció a la convergen-
transport e y comunicaciones) representaron el 21o/o del rotal, el sector fin an­
- cia de avances en vario s campos, como la siembra directa, el doble cultivo soja­
ciero el 11o/o y el resto sectores diversos. Un hecho notable y sin precedentes en
trigo, el empleo difundido de fertilizantes y biocidas, la reorganización de la
la Argentina fu e la importancia de l as inversiones d e origen españ ol, con el
empresa agraria y la aplicación d e la biot ecnología a través de los mat eria les
40% de l as inversi on es real izadas en la década de 1990 y casi el 30% del stock
genéticamente modificados (GM). Esto último se concentró en la producción
al final de la misma, participación sólo superada por las filiales de empresas
_ de soja, que aprovechó int ensam ente la posibilidad de utilizar una semilla re­
norteam encanas.
sist ente a un herbicida determinado (glifosaro). En la soja, el 90% de cuya
La ap ertura del m ercado interno y l a incorporación indiscriminada; fuera
producción es transgénica, la sup erficie bajo explotación con GM alcanzó a
de un cont ex to integrador, de inversion es privadas di rectas produjeron la frac­
principios de la década de 2000 los 12 millones de hectáreas. En el caso del
tura de eslabonamientos dentro del tejido p roductivo y entre la producción de
maíz, la sup erfici e bajo GM alcanzó las 100.000 hectáreas. 4
bi enes y servici os y el sist ema nacional de ciencia y tecnología, int errumpi endo
La cad ena d e ag reg ación de valor de la pro ducción agraria, hasta culminar
proces os de acumulación en sentido amplio.
en la indust ria aceitera y agroalimentar ia, se t ra nsformó con la incorpo ración
�a actividad de la_ construcción, a pesar de ser productora de bi enes y agre­ d e paquetes tecnológicos suministrados por un reducido número de filiales de
gac10n de valor no SUJ eta a la competencia int ernaci onal, soportó el impacto de
emp resa s transnac ionale s que op eran simultáneamente en la casi totalidad de
la drástica caída de la inversión pública no compensada por la inversión en ·
los m ercados de insumos agropecuarios (semillas, herbicidas, insectic idas, et-
construcciones de las empres as privatizadas. La década perdida de los años
ochenta registró una fuerte contracción en la pr oducción de m at eriale s de cons­
4 R. Bisang y G. E. Gutman, "Nuevas dinámicas en la producción agropecuaria", Encmcija­
trucción y en la actividad de las empresas y servicios técnic os aplicados a la
das, No. 211, UBA, febrero de 2003.
construcción de vivienda , capital social e instalaciones de la infraestructu ra y
342 LA HEGEMONíA NEOLIBERAL ESTRUC...'TURA Y DINÁMICA DEL SISTEMA 343

cétera). El proceso de cambio tecnológico revela también la convergencia de sobre un banco de merluza, hasta 45 toneladas de peces, o sea 100 veces más
múltiples actores que incluye los oferentes de insumos, la distribución mino­ que en el Mar del Norte. La cadena de agregación de valor abarca desde la
rista y multiplicidad de asociaciones privadas de productores, cooperativas, captura hasta la elaboración de conservas, la producción de aceite y harina, el
laboratorios, universidades e instituciones públicas como el INTA y la Comisión enfriado y congelado y de algas marinas. El fileteado y congelado es la activi­
Nacional de Biotecnología Agropecuaria. dad de mayor peso relativo. La infraestructura de puertos, las fábricas
Un rasgo de la reorganización de la producción es la creciente distinción procesadoras y de las ampliación de la flota permitieron un aumento de la
entre el propietario de la tierra y el operador que la explota. Esto transformó la captura y de las exportaciones, especialmente de productos congelados, que
naturaleza del régimen de arrendamientos a cargo ahora de empresas agrarias representan más del 90% del total, con un fuerte componente de filetes de
en la frontera tecnológica que explotan tierras propias y de terceros. La distinta merluza. Entre fines de la década de 1980 y mediados de la siguiente, la captu­
capacidad de diversos estratos de propietarios y productores agropecuarios ha ra se triplicó, superando el millón de toneladas, y las exportaciones aumenta­
aumentado la heterogeneidad dentro del sector. Además, se observa un au­ ron consecuentemente.
mento de la concentración de la propiedad territorial con la nueva presencia de En el caso de la silvicultura, en los últimos lustros comenzó una expÍota­
grandes inversores extranjeros sumada a los grandes propietarios tradicionales. ción más intensa de especies, como coníferas, eucaliptos y sauces-álamos, en
En la provincia de Buenos Aires, las propiedades de 20 mil o más hectáreas una superficie de áreas bajo cultivo forestal del orden de 1 millón de hectáreas.
pasaron de poco más del 9 al 27% de la superficie total entre 1958 y 1988.5 La cadena de agregación de valor incluye la producción principalmente de
La producción de cereales y oleaginosas es la base de una pirámide prima­ pasta de papel, madera aserrada, tableros, chapas, mueblería y tanino. A su vez,
rio-industrial-comercial, que sustenta el complejo agroindustrial oleaginoso y la producción minera mantuvo su participación de alrededor del 0,2% en el
la industria agroalimentaria, las cadenas de distribución minorista y el comer­ PBI, pero registró un cambio con la entrada en operación de yacimientos de
cio internacional, que es el destino del 90% de la producción de soja y también cobre, oro y litio. La producción metalífera desplazó a las rocas de aplicación
· · y:
de gran parte de otros cereales y productos del sector. En el nuevo escenario representa actualmente el 60% de la producción del sector minero.
tecnológico, vuelve a reproducirse el rasgo tradicional de la expansión agraria La producción de petróleo alcanzó a 40 millones de m3 en 2003 y la de gas
en la etapa de la economía primaria exportadora: la presencia dominante de natural el equivalente de 50 millones de m3 • Las exportaciones de poduccos
empresas extranjeras en las diversas etapas de la cadena de agregación de valor energéticos alcanzaron los 5.000 millones de dólares anuales a principios de la
de la producción primaria. década de 2000. El desarrollo del sector fue radicalmente transformado con la
En contraste con la agricultura, en la ganadería, que no fue objeto de una privatización de YPF y de Gas del Estado, convirtiendo la indispensable trans­
revolución tecnológica comparable, se registró un estancamiento y aun una caí­ formación de esas empresas públkas y la eventual participación en las mismas
da de las existencias de hacienda. El avance probablemente más significativo fue del capital privado en una transferencia a la esfera de una empresa extranjera
la eliminación de la fiebre aftosa en 1997. En los últimos veinte años la produc­ de poder decisorio sobre la renta de la extracción de un recurso natural no
ción de carne vacuna declinó alrededor de 10% y también se registraron caídas renovable y sobre las fuentes de suministro de tecnología y bienes de capital
en la ovina y la porcina. La producción de lana declinó alresdedor del 50% en el empleados en el sector.
mismo período. En cambio, se produjeron aumentos considerables en la pro­
ducción de lácteos con un aumento de la de leche de 6.000 millones a 10.000 Inftaestructzera
millones de litros en el transcurso de la década de 1990. Asimismo, la produc­
ción avícola triplicó su volumen entre 1980 y fines de la década de 1990. A partir de 1989, el desarrollo de la infraestructura reflejó los resultados del
En los otros sectores extractivos se destaca el aumento de la producción proceso de privatizaciones de las empresas públicas que operaban los transportes,
pesquera. En el Mar Argentino pueden capturarse, en una hora de arrastre, comunicaciones, producción de energía, servicios urbanos, agua y alcantarillado.
La extensión y la mejora de las prestaciones estuvieron íntimamente asociadas
5 M. Rapoporr, Historia económica, política y social de la Argentina (1880-2000), ob. cit. con la intensidad del progreso técnico en cada uno de los sectores y con la mag-
344 LA HEGEMONÍA NEOLIBERAL
ESTRUCTURA Y DINÁMICA DEL SISTEMA 345

nitud de los beneficios a los comprad ores y/o concesion arios de l as actividades
do amplio, y la conc entración de los e spacios de rent a bilid ad e n actividades
privatizadas. En las áreas de tecnología estabilizada, como el transporte aéreo y •
vinculadas con la explotación de los recursos n aturales, los regímenes especia­
los ferrocarriles, los resulcados fueron malos. El desarrollo de la infraestruccu;ad e les cread os e sencialm ente en ro m o de las priv atizacion es y e l desarrollo explo­
aer opuertos se realizó baj o regíme nes altam ente rentables para los o peradores
sivo del endeudamiento y la de uda. La heteroge neidad en los niveles de pro­
privados. En e l caso de las telecomunicaciones, espaci o principal de la revolución ductivid ad y bi enestar s e manifestó entre las diversas actividades e conómicas y
microelectrónica e info rmática, los avances fu eron notables y directamente aso­ regiones q ue co mponen e l t erritori o nacional. Pero tambié n e el int rior d e
cia dos con la difusión del empleo de las n uevas t ecnologías, no necesariam ente
� �
las prim eras y la s segundas, como , por ej e mplo , en el sector mdustn al o en
asociadas con las privatizaciones, co mo lo revela el a vance también notable del
actividades dinámica s y en retro ce so en c ada u na de las regiones.
sist ema en país es qu e cons ervaron el dominio público del área. Las privati-b�io­ La expresión más grave de la heteroge neidad se manifestó en el tejido so­
nes en los sectores abarcados por el impacto tecnológico, como las telecomunica­ cial, con el aume nto d e la tasa de dese mpleo y subempleo y de la exclusión lisa
ciones, o por regímenes especial es, como la explotación de carreteras por peaj e, y llana de s egmentos important es, forzados a ga��se el pan en acrivi�ades
generaron grandes espacios de rentabilid ad que no excluyeron el endeudamiento
marginales como la recolección de cartón o la mend1c1dad. El mo delo neoliberal
de los operadores para la compra de las empresas, ci rcunstancia que convergió en
instaló en el int erior d e la sociedad arg ent ina fractur as inexistentes e n las eta­
l a dinámica de desequilibr io del mod elo neolibe ral. pas ante riores, las cu ales, tanto en l a de la economía primaria export adora
como en la de la industria lización inconclusa, incluyeron a la mayor parte de la
Comercio exterior s oci edad y la fuerza de tra baj o. El colapso de la d ensid ad nacional en la et a pa se
r et ro alim entó co n la c reci ente het erog e n e idad y c on la c onsecu ent e, la
La evolución d e las exportacion es re vela el crecimiento d e lo s saldos exporta­ radicalización de los conflictos y la pérdida d e sentido de p ertenencia a un
bles en diversos s ectores de l a prod ucción primaria, co mo el agro, l a pesca y
e spaci o y un destino c omp artidos.
productos en ergéticos. En contrast e con el lento crecimiento y las oscilaciones
La distribución del ingreso refleja estas tendencias. Indicadores de la Ca pi­
d e la actividad económica, las exportaciones casi se triplicaron entre principios
tal Federal y el Gran Bue nos Aires, representativos de tendencias de alcance
de l a s décadas de 1990 y 2000. L a c omposición d el comerci o exterior re flejó
nacional, rev elan que e ntre mediados de fa década de 1970 y fines de la de
l as transform acio nes de la estr uctura productiva. L a b recha en el c ont enido
1990 el 90% de la población redujo su participación en el ingreso en 8 puntos
tecnológico entre exportaciones e importacion es aumentó por la creci ente par­ del PBI totalmente transf er ido al 10% de más altos ingresos. D e aquella reduc­
ticipación e n las primeras de los productos primari os y s us m anufacturas. Las c ión, el 36% corr espo ndió al 30% de población de men<nes ingresos, 48% al
exp or taci o nes de manufactu ra s d e orig en ind ustri al se co ncentra r on en
30% de ingresos medios-baj os y 16% al 30% de l a población correspondiente
commodities, co mo el ac ero , o component es d e l a industri a automotriz al am­ a los ingr esos me dios-altos. En 1999, el 10% de la población de ma yores ingre­
paro del régimen especial del sector, p er o, en cualquier caso, con un fuerte sos percibía 24 veces más que el 10% más pobre, diferencia �un mayor �ue la
déficit agregado. En cambio , la d esindustrialización y l a fractura d el tejid o re gistr ada durante la estrepit osa caída de l a actividad e c onómica y de los mgre-
pro ductivo , asociadas con proceso de interrupción d el proceso d e acumula­
sos en 1989.
ción en sentido amplio , impidieron participar en las corri entes más dinámicas
del co m ercio internacional (como los bien es de capital y d e base info rmática y
el ectróni ca) y ce rrar la brecha tecn ológica del com erci o ext erior a rge ntino.
5. Inestabilidad y deterioro social
Heterogeneidad estructural El perío do iniciado a mediados de la década de 1970 registró el peor Y �ás
inestable comport amiento de la trayectoria histórica de la economía arg entma..
Las fracturas en el tejido productivo y en l a soci edad obs ervables e n el trans­ En el tramo inicial, 1976-1980, el PBI t otal aumentó 5%, en la década 1981-
curso de la etapa reflejan la inte rrupción del pro ce so de acumul ación, e n sentí- 1990 cayó el 13% y en el tramo final, 1991-2002, aumentó el 15%. Entre,
ESTRUCTURA Y DINÁMICA DEL SISTEMA 347
346 LA HEGEMONfA NEOLIBERAL

1976, inicio de la etapa de la hegemonía liberal, y 2002, el PBJ total no creció y lidad. En el nivel nacional, el punto máximo se alcanzó en octubre de 2002
el PBI per cápita cayó casi 30%. cuando la población debajo de la línea de pobreza ascendía a 21 millones de
La inflación se mantuvo elevada en promedios anuales sin precedentes en personas, o sea, más del 57% de la población total. Más del 40% de los pobr�!
correspondía a personas debajo de la línea de indigencia. En la pobreza surg ó
i
las etapas anteriores y con varios brotes hiperinflacionarios, hasta la transitoria alcanza­
una categoría argentina: los nuevos pobres, es decir aquellos que habían
estabilidad de precios bajo el Plan de Convertibilidad. El régimen de facto
concluyó con un aumento de precios de 450% en 1983, el gobierno radical do niveles medios de ingresos en la etapa anterior y que el modelo neoliberal
con un brote hiperinflacionario de 5.000% en 1989 y el peronista con deflación marginó del sistema.
de precios al final de la gestión, pero con desequilibrios que estallarían bajo el
gobierno de la Alianza en el transcurso del año 2001.
La relación entre la inversión bruta interna y el PBI, es decir, la tasa de inver­
sión, nunca recuperó los niveles observados en la etapa de la industrialización
inconclusa que, en promedio, fue del orden del 22%. En los períodos de alta
inestabilidad cayó por debajo de los niveles correspondientes a la depreciación
del capital, es decir, se produjo una desinversión neta. El aumento de la deuda
y de las inversiones privadas directas en la década de 1990 sustituyó ahorro
interno y, como resultado, mantuvo la tasa de inversión y, consecuentemente,
el potencial de crecimiento por debajo de los niveles previos. Además, se acu­
mularon pasivos externos que absorben parte del ahorro interno para servir la
deuda externa y transferir utilidades de las empresas extranjeras.
El comportamiento de la producción de bienes y servicios y la concentra­
ción del ingreso y del capital, llevaron la tasa de desempleo abierto y el subempleo
a niveles sin precedentes en las etapas anteriores. El problema se acrecentó en el
transcurso de la etapa y a fines de la década de 1990 la tasa de desempleo y
subempleo alcanzaba al 30% de la población económicamente activa. Esto
contribuyó
j
a deprimir los salarios, cuya participación en el ingreso nacional,
¡.;¡ o el régimen de facto, cayó del 45 al 27%, manteniéndose desde entonces
en valores cercanos al 30%. Los salarios reales también declinaron bajo la in­
fluencia de los mismos factores.
Las condiciones sociales reflejaron el impacto del comportamiento del mer-
cado de trabajo, del deterioro en la prestación de bienes públicos como salud Y.
éducación y de la desarticulación de los tejidos productivos y sociales, princi­
palmente en los grandes centros urbanos. La línea de pobreza determinada por
el valor monetario de una canasta de bienes y servicios básicos de costo míni­
mo y la línea de indigencia marcada por una canasta mínima de alimentos, son
indicadores reveladores del deterioro social. Al finalizar el régimen de facto en
1983, el 18% de la población del área metropolitana del Gran Buenos Aires se
ubicaba debajo de la línea de pobreza. Posteriormente, la proporción disminu­
yó pero volvió a crecer a partir de 1993, en pleno auge del Plan de Convertibi-
XXII. Las regiones y el país

La población del país aumentó de 25,7 millones de personas en 1976 a 37


millones en el año 2000, con una tasa promedio del 1,6% comparable a la de
la etapa anterior y sostenida por el aumento vegetativo. La participación de la
población no nacida en el país (más de la mitad proveniente de los países limí­
trofes) continuó declinando hasta representar, al final del período, el 5% de la
población total La distribución espacial de la población entre centros urbanos
de más de 2.000 habitantes y las zonas rurales reveló un nuevo aumento de la
participación de la población urbana con el 90% del total.
La distribución de la población y de la actividad económica en el territorio
argentino en la etapa de la hegemonía neoliberal mantuvo los dos rasgos fun­
damentales instalados desde el inicio de la economía primaria exportadora y
consolidados durante el período de la industrialización inconclusa. Es decir, la
concentración en la región pampeana y las diferencias en los niveles medios de
ingreso entre las distintas regiones. 1
Al promediar la etapa, en 1991, la población de la Capital Federal y de los
19 partidos del Gran Buenos Aires representaba el 33,5% de la total del país.
Correspondía al resto de la provincia de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, el
31,3%. La región pampeana contaba, en consecuencia, con casi las dos terce­
ras partes de la población del país. La concentración de la actividad económica
era aun mayor. Hacia la misma época, la región pampeana generaba tres cuar­
tas partes del PBI y el 80% del valor bruto de la producción industrial de todo
el país. Sólo al polo metropolitano formado por la Capital Federal y los 19
partidos bonaerenses que integran el Gran Buenos Aires correspondía el 50%
de la producción manufacturera.
El desarrollo de la infraestructura de transportes convalidó la organización
de la economía en torno del polo metropolitano. La red vial y del tráfico aéreo
siguió convergiendo con epicentro en Buenos Aires, mientras la red ferroviaria,
1 Sobre los temas abordados en este capítulo véase A. Rofman, Desarrollo regionaly exclmión
social, Buenos Aires, Amorrortu Editares, 2000.

349
350 LA HEGEMONIA NEOLIBERAL LAS REGIONES Y EL PAfS 351

fundadora del modelo radial, se reducía en un 80%. La red energética repro­ del Medio (Mendoza}, 338%; Wanda (Misiones), 275% o Villa General San
dujo el esquema transportando la hidroelectricidad de las centrales de la Pata­ Martín (San Juan), 129%.
gonia y el Noroeste hacia el mismo destino, al igual que la red de oleoductos y En las etapas anteriores, la urbanización y la industrialización se concentra­
gasífera destinada a las refinerías, las centrales térmicas y el consumo industrial ron en los centros urbanos del polo metropolitano del Gran Buenos Aires y de las
y domiciliario, también concentrado en la región metropolitana. grandes ciudades del interior pampeano, particularmente Rosario y Cór�oba.
Las diferencias en los niveles medios de ingreso reflejaron las disparidades en Los conglomerados urbanos atrajeron población desplazada desde las regiones
el desarrollo económico de las diversas regiones. Al promediar la etapa, la del interior de menor desarrollo relativo y, principalmente, de la población rural
Capital Federal seguía contando con el ingreso por habitante más alto del país. El pampeana. Este proceso fue interrumpido, desde mediados de la década de 1970
correspondiente a las provincias de Formosa y Santiago del Estero era el más en adelante, como consecuencia de la crisis de la actividad industrial desarrollada
alejado y el más cercano correspondía a provincias patagónicas (Tierra del Fue­ en las etapas anteriores. Según los censos nacionales de población y vivienda de
go, Santa Cruz y Chubut}. La proporción de hogares debajo de la línea de pobre­ 1980 y 1991, la participación de inmigrantes desde el resto del país en la pobla­
za en los principales centros urbanos del país (como Resistencia o Santiago del ción de los 19 partidos del conurbano bonaerense declinó del 43,6% al 34%
Estero capital} reflejaba esta disparidad en los ingresos por habitante, pero tam, entre esos años. Tendencias semejantes se registraron en la provincia de Buenos
bién el deterioro económico y social generalizado en que culminó la etapa._,· Aires sin conurbano, Córdoba y Santa Fe. La falta de oportunidades de empleo y
La estructura espacial de la economía argentina mantuvo así rasgos históri­ el deterioro de las condiciones sociales desalentaron las corrientes migratorias
cos, pero reflejó los cambios estructurales registrados en el período. En parti­ internas hacia la región pampeana. La región conservó algún atractivo para inmi­
cular, la desarticulación del sistema engendrado durante la industrialización grantes de países limítrofes, afectados también por el desempleo y la pobreza en
inconclusa, la concentración de la actividad manufacturera en áreas intensivas sus lugares de origen, pero su participación en la población del Gran Buenos
en el uso de capital y baja demanda de empleo y el crecimiento de la desocupa­ Aires, la zona de mayor presencia de tales inmigrantes,. no superó el 4% del total,
ción y la pobreza. En todas las regiones del país, las reglas del juego achicaron mientras declinaba la presencia de inmigrantes desde otros países. En conclu­
los espacios de rentabilidad y los redujeron a pocas actividades ligadas, princi­ sión, la participación del Gran Buenos Aires en la población rotal declinó entre
palmente, con la explotación de recursos naturales o con las rentas derivadas de 1980 y 1991 del 35,7 al 33,5% de la población rotal y el resto de la región
las privatizaciones. Las economías regionales no lograron construir, en su inte­ pampeana (provincia de Buenos Aires sin conurbano, Córdoba y Santa Fe) sólo
rior y en sus relaciones recíprocas, procesos de integración intersectorial y re­ mantuvo su participación alrededor del 31%.
des complejas entre grandes, medianas y pequeñas empresas, ni poner en mar­ El aumento del desempleo y de la subocupación, como la disminución de
cha procesos de acumulación en sentido amplio. Las cadenas de agregación de los salarios reales, afectaron a la totalidad del país. Los índices correspondien­
valor de las producciones regionales recibieron el impacto de la sustitución de tes revelan su aumento generalizado durante la etapa, pero su incidencia fue
oferta local por importaciones y, raramente, lograron endogenizar el impulso distinta en las diversas localizaciones, y esto refleja las circunstancias particula­
transformador del progreso técnico. res operantes en cada una de ellas, cómo, por ejemplo, la reducción de plante­
A su vez, el aumento de la producción agraria, resultado de la transformá­ les de personal ligado con el proceso de privatizaciones, tal el caso de YPF, o de
ción de los procesos productivos, no retuvo población en el campo, dado el reformas organizativas de las plantas, como las siderúrgicas en la región de San
carácter capital-intensivo e insumo-intensivo de las nuevas tecnologías. Las Nicolás. También influyeron factores externos, como el Mercosur, que abrió
zonas rurales siguieron así desplazando personas hacia los centros urbanos. nichos exportadores en algunas regiones y, en otras, sustituyó producción local
Pero, a diferencia del pasado en que el desplazamiento se realizaba hacia la por importaciones. Estos ajustes estructurales, inherentes al mismo proceso de
región pampeana, actualmente se registra en buena medida hacia poblaciones desarrollo, tuvieron lugar en un contexto de inestabilidad y lento crecimiento
menores y medianas, cercanas a las zonas rurales de emigración. Esto contribu­ de largo plazo, lo cual multiplicó las tensiones y el deterioro social.
ye a explicar el notable crecimiento poblacional, registrado entre los censos de La evolución del poblamiento, la actividad económica y las condiciones so­
1980 y 1991, en localidades como Las Lomitas (Formosa) con 102%; Rodeo ciales en la diversas regiones reflejaron procesos abarcativos de todo el país pero,
352 LA HEGEMONÍA NEOLIBERAL LAS REGIONES Y EL PAÍS 353

también, circunstancias particulares de cada una de ellas. Las economías regiona­ mayor p eso relativo en la población t otal del país y, posteriormente, origen
les evolucionaron, no como resul tado de procesos endógenos de transfo rmación importante de migracion es hacia la región pampeana. En la etap a de la hege­
fundados en la acumulación en sentido amplio, tanto en el interior de cada una monía neo li beral, se detuvo la pérdida relativa de población, registr ándose un
de ellas como por la articulación de las relaciones interregionales, sino como leve aumento entre 1980 y 1991 del 10,7% al 11,4%. L a región registra la
consecuencia de shocks producidos por el cambio de las reglas del juego. menor prop_orciól) de inmigrantes desde el resto del país respecto de su pobla­
En la Patagonia (provincias de Chubut, La Pampa, Neuquén, Río Negro, ción rotal, hecho comprensibl e en virt ud de los datos de desempleo y pobreza
Santa Cruz y Tierra del Fuego), influyeron los regímenes especiales de fomento o bser vables. Catamarca y La Rioja fueron beneficiarias de programas especia­
para la localización de la industria electrónica en Tierra del Fuego y del hilado les, como exenciones impositivas y crédit os promocionales para atr aer inver­
sintético en Chubut. En el Alto Valle del Río Negr o se expandió la producción siones. En Salta y Jujuy, influyó la exp ansión de la frontera agrícola, la diversi­
frutihortícola. Las regalías de la explotación de petróleo y gas aumentaron los ficación de cult ivos incluida la soja, y el mantenimiento de la producción de
recursos y las inversiones y el gasto público de los gobiernos provinciales de tabaco. En Jujuy, la privat ización de la acería de Zapla derivó en la contracción
Chubut, N euquén y Santa Cruz. La privatización de YPF provocó la reducción de de la producción y el empleo, en una actividad que era de fuerte peso relativo
personal en localidades tradicionalmente vinculadas c on la extracción de hidro­ en la zona de Palpalá. En Tucumán y Santiago del Estero, el empleo público
carburos, como Comodoro Rivadavia y Cutral Có. La desactivación de la pro­ provincia l sustituyó, en parte, la debilidad de la actividad económica. L a crisis
ducción de mineral de hierro en Sierra Grande y de carbón en Río Tur bio desar­ de la economía cañera tra dicional en Tucumán se reflejó en el desempleo de los
ticularon los asentamientos humanos y l a actividad económic a de esos emplaza­ peque fios productores. Santiago del Estero, Juj uy y Salta regi stran los peores
mientos. La pesca y su industria transfo rmadora promovieron el desarrollo de indicadores so ciales del país.
puerros en varias localizaciones de la costa patagónica. El turismo, a su vez, se El Nordeste y la Mesopotamia (Chaco, Corrientes, Entre Ríos, Formosa y
desarr olló en torno de centros muy atractivos, para viajeros del p aís y del exterior, Misiones) t ambién detuvieron los fluj os migratorios d e las etapas anterio res y
en la región de los lagos sobre la frontera andina y en las costeras, para la observa­ conservaron, con un leve aumento, su p ar ticip ación en la p oblación total del
ción de fenómen os naturales y actividades n aúricas. L a radicación de inversiones p a ís en los censos de 1980 y 1991, pasando del 11,4% al 11,7%, pero no
no fue lineal y soportó trastornos, corno el de la industria de hilado sintético en fueron atractivas de inmigrantes desde el resto del p aís. En Misiones, la cons­
Trelew provocado por la apertura del mercado interno a las importaciones. En el tr ucción de la central hidroe léctric a de Yaciretá y las inversiones en forestación
caso de la producción frutícola del Airo Valle del Río Negro, a principios de la y la industria del pap el comp ensaron la declinación de actividades tradiciona­
década de 1990, se experimentó una severa crisis de la actividad de empaque de les, como la yer barera. El algodón, exporta do principalmen,te al Brasil y favore­
peras y manzanas y de jugos de fruta y, posteriorment e, un proceso de concentra­ cido por la mejora de los precios internacionales, permitió un aumento de la
ción de la producción que transformó la organización del sector. producción de la fi bra y de la actividad desmotadora en Chaco, que compensó
En conjun to la Patagonia aumentó su participación en l a población rotal parcialmente la contracción de otras actividades manufacturer as. El á�ea de
del país del 4,5 al 5,3%, entre los censos de 1980 y 1991. En este último año la producción de alg odón se extendió a Santiago del Estero, Santa Fe , Com entes
población de la región ascendía a más de 1,7 millones de p erson as. El aumento y Formosa. El arr oz registró también aumentos de producción y de las exporta­
respondió a la inmigración proveniente del resto del p aís. En todas l as provin­ ciones, principalmente destinadas al Brasil, aba rcando zonas producroras_y
cias pa tagónicas, salvo Río Negro, aumen tó la proporción d e es os inmigrantes molinos localizados en Entre Ríos, Cor rientes y Formosa. Los indicadores so-·
en la po blación total fren te a una disminución de las migr acion es in ternas para ciales de pobreza y desempleo en Chaco, Formosa y Misiones son los peores de
la totalidad del país. Estas tendencias reflejan el hech o de que el ingreso por la región y figuran entre los peores también de todo el país.
habitante en la región figura entr e los más elevad os del país y las condici on es La región de Cuyo (M endoza, San Juan y San Luis) conservó su participa­
sociales entre las men os malas. ción de l 6,8% en la po blación total del país entr e los censos de 1980 y 1991.
Las provincias del Noroeste (Catamarca, Jujuy, La Rioja, Salta, Santiago Sólo San Luis atraj o inmigrantes desde el resto del país en virt ud probable- •
del Estero y Tucumán) fueron, hasta la primera mitad del sigl o XIX, las de mente del efect o de los programas especiales de desarrollo. Mendoza, que en.,
354 LA HEGEMONIA NEOLIBERAL LAS REGIONES Y EL PAfS 355

1991 representaba casi las dos terceras partes de la población de la región, tejido social y de los eslabonamientos entre los sectores dinámicos y el resto.
siguió contando con una de las estructuras productivas más diversificadas en la En ninguna región del país se observan procesos de acumulación en sentido
periferia de la región pampeana, fundada en sus recursos naturales, la produc­ amplio, es decir, un desarrollo abarcativo del conjunto de la sociedad y del
ción vitivinícola y algunas industrias de alta complejidad tecnológica. San Juan sistema económico. Esto es natural, porque el desarrollo de cada una de las
y San Luis se beneficiaron con regímenes especiales de fomento, junto con regiones es indivisible del de toda la economía argentina. De este modo el
Catamarca y La Rioja. Los indicadores sociales relativos al desempleo y la po� crecimiento se redujo a bolsones específicos de acumulación en actividades
breza también se deterioraron en el transcurso de la etapa, pero proporcional­ que, por circunstancias exógenas (como nuevos mercados de exportación como
mente menos que en las otras regiones del país. los productos pesqueros, los vinos o el algodón) o regímenes preferenciales
Por último, la región pampeana revela una pérdida relativa de población para ciertas provincias, experimentaron una expansión considerable. Pero es­
debido al comportamiento del Gran Buenos Aires, cuya participación en la tos sectores dinámicos no llegaron a compensar las consecuencias contractivas
población total del país declinó del 35,7% al 33,5% entre los censos de 1980 y y el deterioro social resultante de las reglas del juego imperantes en la etapa.
1991. El resto, comprendido por las provincia de Buenos Aires sin el conurbano, Una de las manifestaciones más notorias de la heterogeneidad es la formación
Córdoba y Santa Fe, registró un leve aumento del 31,1o/o al 31,3% entre esos de barrios cerrados de grupos sociales de alto ingreso, localizados en zonas
afios. Considerando que la región concentraba, al inicio de la etapa, el 80% de prósperas y aun en otras rodeadas de tugurios y poblaciones marginales. La
la producción industrial del país, es comprensible que la desindustrializacÍón inseguridad y el aumento del delito son otras de las manifestaciones dramáti­
la afectara relativa y absolutamente más que al resto del territorio. Los cinturo­ cas del aumento de la desigualdad, acrecentada en el transcurso de la etapa de
nes urbanos e industriales de la Capital Federal, La Plata, Rosario y Córdoba la hegemonía neoliberal.
registraron el cierre de miles de fábricas, talleres, pequefias y medianas empre­
sas, muchas de ellas de considerable nivel tecnológico y productividad, que
fueron arrasadas por la apertura, la sobrevaluación cambiaría y el aumento de
los costos financieros. Esas regiones urbanas registran los peores indicadores de
desempleo e inéditos índices de pobreza e indigencia. Otras localidades como
Mar del Plata, Bahía Blanca y Río Cuarto experimentaron procesos semejan­
tes. La región que había sido destinataria de las corrientes migratorias internas
y de los inmigrantes de países limítrofes y del resto del mundo, dejó de atraer­
los y la participación de los inmigrantes dentro de la población total de la
región declinó.
En el contexto de una matriz que conserva su rasgo histórico de fuerte
concentración de la población y la actividad económica en la región pampeana,
se detuvo el proceso de concentración en la misma de la población y la produc­
ción, inaugurado a mediados del siglo XIX.
Pero la etapa culminó también con un aumento de la heterogeneidad, en
todos los planos, dentro de cada una de las regiones que componen el territorio
argentino. Se ampliaron las brechas de bienestar entre pobres, sectores medios
y sectores de altos ingresos, en los niveles de productividad entre las regiones y
dentro de cada una de ellas, en actividades que operan con la mejor tecnología
disponible y otras que subsisten en el atraso. En cada una de las regiones, en
mayor o menor medida que el promedio nacional, se registra un deterioro del
SEXTA PARTE

¿ Una nueva etapa?


(principios del siglo XXI)
XXIII. Acerca de la globalización, el desarrollo
y la densidad nacional

En el texto se emplean frecuentemente expresiones tales como globalización,


desarrollo, acumulación en sentido amplio, densidad nacional. Detengámonos
en la precisión de estos términos que contribuyen al abordaje de la trayectoria de
la economía argentina, desde sus orígenes hasta principios del siglo XXI.

1. La globalización

Constituye un sistema de redes en las cuales se organizan el comercio, las in­


versiones de las corporaciones transnacionales, las corrientes financieras, el
movimiento de personas y la circulación de información que vincula a las di­
versas civilizaciones. Es asimismo el espacio del ejercicio del poder dentro del
cual las potencias dominantes establecen, en cada período histórico, las reglas
del juego que articulan el sistema global. Uno de los principales mecanismos
de la dominación radica en la construcción de teorías y visiones que son pre­
sentadas como criterios de validez universal pero que, en realidad, son funcio­
nales a los intereses de los países centrales.
Las redes de la globalización abarcan a�tividades que trasponen las fron­
teras nacionales. Su peso relativo en el conjunto de la economía mundial ha
crecido desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, las activi­
dades que se desarrollan dentro de cada espacio nacional constituyen la in­
mensa mayoría de la actividad econórr¡ ica y social. Las exportaciones repre­
sentan el 20% del producto mundial, del cual el 80% se destina a los merca­
dos internos. Las filiales de empresas transnacionales generan alrededor del
10% del producto y de la acumulación de capital fijo en el mundo, lo que
indica que el 90% del producto se realiza por empresas locales y otro tanto
de las inversiones se financia con el ahorro interno. Las personas que residen
fuera de sus países de origen representan el 3% de la población mundial, es

359
360 ¿UNA NUEVA ETAPA? ACERCA DE LA GLOBALIZACIÓN. EL DESARROLLO Y LA DENSIDAD NACIONAL 36I

d ecir q ue el 97% de los seres humanos habitan en los países en los cuales frustrar los procesos de ac umulación, es decir, el desarrollo. Un país puede
nacieron. crecer, aumentar la producción, el empleo y la productividad de los factores
E� e! plano r:al de los recursos, la producción, la inversión y el empleo, el impulsado por agentes exógenos, como sucedió con la Argentina en la etapa de
espacio interno tie ne un peso decisivo. Sin embargo, en la esfera virtual de las la economía primaria exportadora. Pero puede crecer sin desarrollo, es decir,
corri�ntes financieras y de la información, la dimensión global es dominante y sin crear una organización de la econorni'ity la sociedad capaz de movilizar los
_
concnb uy e a generar la imagen de que se habita en una aldea global sin fronte­ procesos de acumulación inherentes al desarrollo o, dicho de otro modo, sin
ras. Según ella, los acontecimientos estarían determinados por el impacto de incorporar los conocimientos científicos y �us aplicaciones tecnológicas en el
las n�evas tecnologías y, por lo canco, por fuerzas ingobernables e incorregibles conjunto de su actividad económica y social.
mediante la acción pública o de organizaciones de la sociedad civil. Una de las Los procesos de acumulación pueden interrumpirse y retrotraer al sistema
expresiones d e esca postura es la teoría de las expectativas racionales, según la económico a etapas previas de menor complejidad y productividad en el em­
cual los actores económicos anticipan e inhiben las decisiones del Estado que pleo de los factores. La Argentina es un caso notable de interrupción reiterada
pretenden interferir en el funcionamiento natural de los mercados. Esta ima­ de la acumulación en sentido amplio. Por ejemplo, el golpe de Estado del 6 de
gen fundamentalista de la globalización es funcional a los intereses de los países septiembre de 1930 clausu ró la acumulación, en el plano institucional, de las
Y de l os actores económicos q ue ejercen posiciones dominantes en el orden reglas dé convivencia para que la sociedad resolviera, en un contexto político
gl obal. En realidad, la aparente ingobernabilidad de las fuerzas operantes en el estable, sus conflictos. Otro ejemplo es la intervención a las universidades na­
seno de la globalización no obedece a fenómenos supuestamente indominables cionales en 1966, que desmanteló buena parce de la acumulación de conoci­
sino a la desregulación de los mercados, que es una expresión transitoria deÍ mientos en el sistema nacional de ciencia y tecnología. Un tercero y último
comportamiento del sistema mundial. ejemplo, a parcir del golpe de Estado de 1976, es el de la estrategia neoliberal,
que demolió la capacidad industrial y las redes instaladas y emergentes en di­
versos sectores de la economía, entre ellos sectores de frontera corno la electró­
2. El desarrollo nica y la producción de bienes de capital informatizados.

La global �zación no ha cambiado la naturaleza del proceso de desarrollo eco­


nómico. Este continúa descansando en la capacidad de cada país de participar 3. Las relaciones
en la creación y difusión de conocimientos y tecnologías y de incorporarlos en
el conjunto de su actividad económica y de sus relaciones sociales. El desarro­ La globalización y el desarrollo económico de cada país guardan estrechas rela­
llo ec�nómico sig ue siendo un proceso de transformación de la economía y de ciones. La globalización ofrece oportunidades como, por ejemplo, la amplia­
l a soc edad fundado en la acumulación de capital, conocimientos, tecnología,
'. ción de los mercados o el acceso a inversiones y tecnologías. Pero plantea tam­
capacidad de gestión y organización de recursos, educación y capacidades de la bién riesgos y amenazas. La globalización no es en sí misma buena o mala. Su
fuerza de trabajo, y en la estabilidad y permeabilidad de las instituciones, den­ influencia en el desarrollo de cada país depende de las vías por las cuales el
tro de las c uales la sociedad transa sus conflictos y moviliza su potencial de mismo se vincula con las redes de la globalización. Por ejemplo, en el comercio
recursos. El desarrollo es acumulación en este sentido amplio y la acumulación se internacional, a través del estilo de vinculación con la división internacional
realiza, en primer l ugar, dentro del espacio propio de cada país.· del trabajo. El desarroll o requiere q ue las exportaciones y las importaciones
El desarrollo implica la organización y la integración de la creatividad y de guarden un equilibrio entre s us contenidos de tecnología y valor agregado para
los recursos de cada país para poner en marcha los procesos de acumulación en permitir que la e str uctura productiva interna pueda asimilar y difundir los
sentido amplio. El proceso es indelegable en factores exógenos, los c uales, libra­ avances de l conocimiento y la tecnología. En relación con las inversiones de
dos a su propia dinámica, sólo p ueden desarticular un espacio nacional y filiales de empresas transnacionales, es preciso que su presencia no debilite las
estr uct urarlo e n torno de centros de decisión excranacionales y, por lo canto, capacidades endógenas de desarrollo tecnológico. A su vez, el financiamiento
362 ¿UNA NUEVA ETAPA? ACERCA DE LA GLOBALIZACIÓN, EL DESARROLLO Y LA DENSIDAD NACIONAL 363

a n rela­
internacional debe ser coherente con la capacidad de pagos externos y el equi­ gantes. La muestra incorpora países que, al inicio de su despegue, estab
En
librio de los pagos internacionales. En resumen, el resultado, desde la perspec­ tivamente atrasados respecto de la economía y la potencia líder de la época.
tiva de cada país, radica en el estilo de inserción�n el orden global o, dicho de n mundia l dur nte el iglo XIX, incluye p aíses
el transcurso del segundo ord e a s a
rca)
otro modo, en la calidad de las respuestas a los desafíos y las oportunidades de la grandes (Estados Unidos, Alemania y Japón), pequeños (Suecia! Din���
globalización. y "espacios abiertos", Australia y Ca n dá, qu eran d p nden i s bnt am c s;
_ _ �
e a
a e e �
En el transcurso de los últimos doscientos años, las asimetrías crecientes en todos ellos estaban rezagados respecto de la potenci a h e ge mómc a a l pnnc1p 10

siglo xx, l muestra incl u­


el desarrollo económico de los países resultan del ejercicio del poder por las del pe¡íodo, Gran Bretaña. En la segunda mitad del a
_
a l 1 a.
potencias dominantes pero, en última instancia, dependen d e la aptitud de ye al Japón, la República de Corea, la provincia china de Ta iwán y M �
r la
cada sociedad para participar en las transformaciones desencadenadas por el Salvo el Japón, estos países figuraban entre los más atrasados al conclm
avance de la ciencia y de sus aplicaciones tecnológicas. En este último sentido Segunda Guerra Mundiáy , .
. .,
puede decirse que cada país tiene la globalización que se merece. El ejercicio La muestra abarca dos épocas distintas de la globahzac10n y paises muy dife-
de
efectivo de la soberanía es un requis ito para que un país pueda dar respuestas rentes por la dimensión de su territorio y de su población, disponibilidad
propias al escenario global. En el pasado, los países subordinados a la condi­ cultural y organiza ción política. Sin emb argo, e1-1
recursos naturales, tradición
ción colonial estuvieron sujetos a las decisiones de sus metrópolis y su estilo de codos los casos se verifica la existencia de condiciones endógenas, internas, nece­
Y
inserción con el orden global respondió a los intereses de las mismas. Pero aun sarias, que resultaron decisivas para que esos países generaran progreso técnico
en situaciones de dependencia colonial, como por ejemplo en las treces colo­ lo difundieran e integraran en su tejido product ivo y social, es decir, par a pon e r
nias británicas de América del Norte o en los dominios británicos de Canadá y en marcha procesos de acumulación en sentido amplio inher e ntes al desarroll o.
Australia, fueron posibles , por sus propias condiciones internas y el estilo de Este conjunto de circunstancias endógenas, insustituibles,x?ecesarias al desarro­
vinculación con la metrópolis, respuestas a la globalización compatibles con el llo, pueden resumirse en el concepto de densidad nacional}
desarrollo y la acumulación en esos territorios antes de su independencia. En
sentido contrario, países soberanos como los de América Latina, que conquis­
·taron su independencia en los albores de la revolución industrial a principios 4. La densidad nacional
del siglo XIX, desde entonces hasta ahora no lograron erradicar el atraso y gene­
rar respuestas a los desafíos y oportunidades de la globalización coherentes con Entre esas condiciones figuran la integración de la sociedad, liderazgos con
su propio desarrollo. estrategias de acumulación de poder fundadas en el dominio y fa �ovil!zación
_ _
El orden global proporciona un marco de referencia para el desarrollo de de los recursos disponibles dentro del espacio nacional, y la estabilidad institu­
cada país. Pero la forma de inserción en su contexto externo depende, en pri­ cional y política de largo plazo.
mer lugar, de factores endógenos, propios de la realidad interna del mismo En los casos exitosos, la totalidad o la mayoría de la población participó en el
país. La hi storia del desarrollo económico de los países puede relatarse en torno proceso de transformación y crecimiento y en la distribución de sus frutos.
de la calidad de las respuestas a los desafíos y oportunidades de la cambiante Esos países no registraron fracturas abismales en la sociedad funda das en cau­
globalización a lo largo del tiempo. Este enfoque es aplicable, por ejemplo, al sas étnicas o religiosas, ni en diferencias extremas en la distribución de la riqt1 e­
estudio de la formación de la economía en el actual territorio argentino, desde za y el ingreso. En todos los casos, la mayor parte de la población participó de ·.
los tiempos fundacionales de la conquista hasta la actualidad. las oportunidades abiertas por el desarrollo.
¿Cuáles son entonces los factores endógenos que determinan aquellas res­ Los países considerados contaron con liderazgos empresarios y sociales que
puestas? ¿Qué circunstancias determinan el éxito, es decir, su desarrollo? El gestaron y a mpliaron su poder por medio de la acumulación fundada en el
análisis comparado de cas os exitosos 1 contribuye a res ponder a ta les interro- ahorro y los recursos propios, y de la preservación del dominio de la explota­
ción de los recursos naturales y de las principales cadenas de agregación de
1 A Ferrer, El capitalismo argentino, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 1998.
valor. Los núcleos dinámicos del desarrollo en cada etapa fueron reservados
364 ¿UNA NUEVA ETAPA? ACERCA DE LA GLOBALIZACIÓN, EL DESARROLLO Y LA DENSIDAD NACIONAL 365

para empresas nacionales o s ujetas a marcos reg ulatorios que integraban a las funcionales a la puesta en marcha d e procesos de acumulación en sentido a ­
_
filiales d e empres as e xt ranjeras en el proceso de desarrollo endógeno. Los �
plio, fund ados en la moviliz ación de los rec� rsos propios dis�o� ibles. Conci­
lid er azgos prom ovieron relaciones de s us países con el resto del mundo no bieron a las empresas y los p réstamos extranJeros como subs1d1 _ anos deI roce­
s ubordinadas y, en el caso de aq uell os q ue se convir tieron en grand es poten­ _ �
so de acumulación asentado en la preservación del dominio de las acttv1d� des
cias, domin antes. más rentables y fuente princip al de la ampliación de la cap�ci�ad pr�ducnva.
En todos los casos considerados, prevalecieron reglas del j uego político e El Estado fue el instrumento esencial para poner en practica las 1de� del
institucionales capaces d e transar los conflictos inherentes a una sociedad en desarrollo nacional y la vinculación soberana con el contexto exte: no. �n vi rtud
crecimiento y transformación. B ajo distintos regímenes de organización políti­ de las circunstancias propias de cada caso y cada época, el Estado mtervmo tod�
ca, rep ublicana o moná rq uica, fed eral o unitaria, el ejercicio del poder estuvo Jo que hizo falta, raramente más de lo necesario, p�� re�ular los mercado�, �bnr
r espaldad o en la acep tación d e las reglas del j uego por todos los actores sociales 0 cerrar la economía e impulsar, orient ando el cred1to interno y por muln les

y políticos involucrados. En el discurso inaugural de s u primer mandato, el otras vías las actividades consideradas prioritarias. El Estado fue un protagomsta
presidente Reagan d e los Estados Unidos dijo lo siguiente: "Esta ceremonia principal: con mayor O menor grado de vinculación con la acti: idad privad�,
q ue reiteramos ininterrupidamente cada c uatro años, desde hace dos siglos, _
s egún los casos, en el desarrollo de los sistemas nacionales de c'.en�1a y t� cnologta
para el resto del m u ndo es un milagro y nosotros sabemos que es la causa de la para promover la innovación y la incorporació� de los conoc� 1entos 1m�or�a­
grandeza de los Estados Unidos". �
dos en el propio acervo. La complejidad creciente de la ac�1v1dad econom1�a
L a interrupción de la paz interior por conflictos internos (como la g uerra amplió y diversificó la demanda de tecnología, que fue at�nd1da, en gran �ed1-
civil norteamericana, l a unificación aleman a bajo el II Reich y la eliminación _ -
da, por la propia oferta de bienes complejos� de �onoc1m1entos. La elevac10 �e
del shogu nato en el Japón dur ante l a R estauración Meiji) o la derrota militar y �
los niveles educativos y la promoción de la c1enc1a y la tecnología fueron obJe�1-
la oc upación extr anjera (como en el caso de Alemania en las dos guerras m un­ vos importantes en la acción pública de los países exitoso�, mientras el prop10
diales del siglo XX y del Japón en l a segunda), fueron s ucesos transitorios y desarrollo multiplicaba los incentivos p ara que el sector privado desarrollara sus
sucedidos posteriormente por l a estabilidad del sistema político institucional propias actividades de investigación y desarrollo.
en el territ orio n acional de esos países'. En los p aíses exitosos, predominó en la . ..
La convergencia de estas condiciones endógenas, neces�nas, permmeron
sociedad un sentido d e pertenencia y d e destino comp artido.) consolidar el derecho de propiedad, asentándolo en espac10s cada vez más
El análisis comparado revel a que esos tres planos están íntimamente rela­ amplios de rent abilidad, y red ucir los costos �e transac ió que facilitaron las
- � �
cionad os.La integración social contribuyó a formar liderazgos q ue acumula- ) actividades de los operadores priv ados. Permmeron, as1mrsmo, mantener los
ron pode r dentr o d el p ropi o espacio n acional, conservando el dominio de las equilibrios macroeconómicos de largo plazo, como el presupuesto, el bala�ce
actividades principales e incorporando al conjunto o a la mayor parte de la d e pagos, la moneda y la estabilidad de p recios. L�s desvíos, cuando �curne­
sociedad al proceso de d esarrollo. A su vez, la p articipación de la sociedad en ron aun en l os cas os extremos como la hipennfl _ ac1on
_ alemana de la decada de
las nuevas oportunidades viabilizó l a estabilidad institucional y política, y ésta 19;0, fueron transitorios. En ningún caso se instalaron desequilibrios sistémicos,
afianzó los derechos d e propiedad y la adhesión de los gr upos sociales domi­ como un exagerado nivel de endeudamiento externo de largo plazo.
nantes a l as reglas d el juego político e institucional. La globalización pone a prueb a la densidad nacio�al de los países. En �a ac­
Estas condiciones endógenas y necesarias del desarrollo fueron acompañ a­ t ualidad se acrecentó la intensidad de las fuerzas globalizadoras y se fortaleci eron
das por o tras también d ecisivas. Las ide as económicas fundanres de la polític a las reglas del juego diseñadas por los países centrales. Pero, al mismo tiempo, se
económica de los p aís es exitosos nunca estuvieron subordinad as al lid erazgo multiplicaron las oportunidades y la apertura de nuev�s espac10s _ para el desarro­
intelectual de países más adelantad os y p oderosos que ellos mismos. Respon­ llo económico, incluso en los países rez agados. L a calidad de las respuestas a los
dieron siempre a visiones autocentrad as del comportamiento del sistema inter­ desafíos y oportunidades de la globalización resultan así más de�isivas aun qu� en
nacional y del desarroll o nacional.Cuando aceptaron te orías concebidas en los el pasado para determinar el éxito o el fracaso. Tales respuestas siguen depen� 1en­
ceneros, l o hicieron adecuánd olas al p ropio interés.Fueron visiones y enfoques do, en primer lugar, de las condiciones internas, endógenas, de cada pa1s en
366 ¿UNA NUEVA ETAPA?

aspectos críticos como la integración social, el comportamiento de los liderazgos


y la estabilidad del marco institucional y político.

5. Densidad nacional e identidad nacional


XXIV. La economía argentina
Es preciso diferenciar ambos conceptos. La identidad nacional se refiere, esen­ a principios del siglo XXI
cialmente, a la cultura. Una sociedad de baja densidad nacional, por la insufi­
ciencia de las condiciones endógenas necesarias para el desarrollo, puede, sin
embargo, crear valores culrurales de reconocimiento universal. La Argenti�a y
América Latina proporcionan ejemplos notorios en tal sentido.
l. El derrumbe del modelo neoliberal
La cultura expresa la creatividad de la sociedad en buena medida al margen
Entre fines del año 2001 y principios del 2002, se produjeron cambios extraor­
del sistema de poder y de la estratificación social. Abarca así todo el arco social
dinarios en la situación política y económico-financiera del país. La renuncia
y se enriquece con el aporte de todos. En la Argentina, incluye a Eduardo _
del presidente De la Rúa en diciembre fue seguida por la designación por el
Arolas y a Jorge Luis Borges, a Victoria Ocampo y a Arturo Jauretche, a José
Congreso Nacional de varios reemplazantes hasta concluir, en enero, con el
Hernández y a Luis Federico Leloir y, así, a todos los creadores de la música, la
nombramiento de Eduardo Duhalde, quien conduciría la transición hasta la
literatura, la ciencia y las múltiples expresiones del ingenio humano, procesado
en las condiciones propias del espacio vernáculo. elección y triunfo de uno de los candidatos peronistas, el gobernador de Santa
Cruz, Néstor Kirchner, en las elecciones de abril de 2003.
La formación de la economía argentina, en el transcurso de sus diversas
etapas, es parte de la historia de la globalización, inaugurada a fines del siglo xv En la economía la situación era caótica. En vísperas de la implantación del
con el descubrimiento del Nuevo Mundo y la apertura de la vía marítima de llamado c.!!_rrafito, la convertibilida_g, con una paridad un peso/un dólar, co­
existía con un _nivel exi uo de reservas del Banco Central y con una deuda
comunicación entre Europa occidental y Oriente. Desde la conquista hasta la
externa impa ah! quéllas respaldaban sólo el 25% del total e los pasivos
actualidad, principios del siglo XXI, la evolución de la sociedad y la economía
en el actual territorio argentino bajo el dominio colonial y, luego, como nación e sistema (base monetaria, depósitos y plazos fijos). Sólo los intereses de la
deuda, a su vez, representaban cerca del 50% del valor de las exportaciones y
independiente es el resultado del contrapunto entre su densidad nacional y el
contexto mundial. más del 20% del gasto público consolidado, es decir, el peor endeudamiento
de América Latina y el mundo.
En un régimen de hecho dolarizado, la ausencia de un prestamista de últi­
ma instancia y el cierre del acceso al crédito in�ernacional por el estallido del
riesgo país desataron una crisis de confianza terminal. En el transcurso del 2001,
se registró una salida de capitmd� u$s 20 mil millones, con la pérdida de la
mitad de las reservas internacionales
A fines del 2001, los niveles siderales alcanzados por el llamado riesgo país
indicaban que ya entonces la Argentina no tenía acceso al crédito internacio­
nal. En consecuencia, el �sólo ratificó lo que ya existía al final de la
convertibilidad. Durante mucho tiempo prevaleció la opinión de que la sus­
pensión de los pagos de la deuda provocaría el colapso del conjunto de las
relaciones internacionales del país, incluso de las comerciales. En la realidad, el

367
368 ¡UNA NUEVA ETAPA? LA ECONOMfA ARGENTINA A PRINCIPIOS DEL SIGLO XXI 369

�ro ema quedó enéapsu ado en su dimensión financiera sin nuevas repercu­
bl l
Bajo un régimen de convertibilidad de hecho do larizado el Banco Central y
s10nes so bre la economía real. los bancos no podían resistir el colapso de la confianza. La posterior pesificación
En el contexto d e una recesión económica y un,desempleo ;;in p recede r{ce"�; asimétrica de los ac tivos y pasivos de los bancos generó perturbaciones en la
los desesperados intentos fi nales de restablecer la confianza, con el llamado sit uación patrimonial, la solvencia y la liquidez de las entidades financieras.
déficit cero, revelaron el desatino en el cual había ca ído el modelo neoliberal. Sin erobargo,_al pesificarse el sistema, se restableció la función de auto!ifl_ad­
Éste a barcaba un régim en monetario in sostenible y otras reglas del j uego tam­ monetaria del Banco Central y, al mismo tiempo, mejoraron las coberturas. Al
bién i nco mpatibl es con el d e sarrollo y los equilibrios macroeconómicos. Entre
-· t:ípcicle cambio vigente, las reser vas internacionales representan 1,5 veces la
el las, l a ap ertur a del mer cad o interno con un tipo de cambio sobrevaluado, la base monetaria y el 50% de los depósitos.
radicació n de filial es d e empresas extr an j eras con un enorme déficit en sus A su vez, debido a la disminución de importaciones provocada por la rece­
transacciones con el exterior y una refo rma previsional que sustr ajo cuantiosos sión, el buen comportamiento de las exparracj� y la suspensión del pago de
recursos al sector pú blico. parre de la deuda externa, el�alan� pagos _registró n;;-gm1 excedenre.Y n ef
E n verdad, el modelo funcionó como una planta de montaje de déficit del trienio 2002-2004, el supáravit comercial es del orden de 50 mil millones de
balance d e pagos y d el Tesoro destinada a generar gigantescas rentas especula­ dólares.
tivas a tr avés d el end eudami ento externo. En toda su majestad, era la industria A parcir d el cambio en l a conducción del Ministerio de Economía, en abril
financiera, cuyos orígenes se remontan al programa del 2 de abril de 1976. de 2002, la po lítica fiscal procuró alcanzar un sustantivo superávit primario
Finalmente, ca yó el gobierno, c olapsó la conv ertibilidad y declaró la sus­ mediante la�ntención del gasto y el aumento de la recaudación. En 2004, el
pensión de los pagos de par te d e l a deuda externa. La seguridad jurídica y el presupuesto éstá registr ando un superávit primario del orden del 4% del PBI.
r égim en de contrat os se d esmoronaron porque eran incompatibl es con la si­
La devaluación modificó los precios relativos en favor de la producción do­
tuación económica y financier a de base . méstica. Los precios internos sólo aumentaron un tercio de la devaluación y se
L� salida_ de semejant e sit uación fue caótica. La devaluación l'. la pesificacjó�" · \ restableció la rentabilidad de múltiples actividades que habían sido desmantela­
er an m ev1ta bl es. Pero la primer a excedió ampliamente la necesaria para resta-
das por la sobrevaluación de la paridad del peso. A partir de allí, la actividad
ble cer una paridad razonabl e del p eso. L a segunda, a su vez, se real izó de tal
económica comenzó un sendero de crecimiento que, a pri ncipios del 2004, per­
manera que impuso una distribución inequitativa de los costos patrimoniales mitió recuperar los nivel es de actividad previos al estallido de la crisis en 2001
provocados por la conversión compul siva d e los activos y pasivos bancarios y
d e contratos entre particulares, denominados en dólares.
A fines del primer t rimestre d e 2002, imperaba el desorden en los tres ejes 3. La política económica
en que se su stenta toda economía organizad a: el sistema financiero , el presu­

puesto y el r égimen cambiario . La n ueva caída de la producción y el empleo y Baj o la convertibilidad, las políricas cambiaría, monetaria y fiscal estaban para­
l a r eaparición de u na inflación m ensual d e dos dígitos revelaban la magnitud
lizadas por el tipo de cambio fijo y la evolución de las reser vas del Banco Cen­
d el impacto d el d errumbe del modelo ne oliberal sobre la economía real. En tral. Al pesifica�el sistema, abandonar la paridad fija y establecer e_l control _ de
semej an te escenario, pr evalecían pronósticos apocalípticos sobre el futuro in­ bie r no r ecup r� en p incip o, c apacidad de condu
,
cambios, el
� � : � _ �­
media to del país y su economía. económic a. ta es for talecida, al mismo tiempo, por las c1rcunstanc1as preva­
l�cie;:;� la moneda, el presupuesto y el bal ance de pagos. Es actualmente

po sibl e , en e fect o , u n c ont r ol raz o nable d e las p r incipa l e s variabl e s


2. Las nuevas condiciones mac roecon ómicas.
Estos hechos respaldan la incipiente recuperación de la confianza, lo que se,
Si n embargo, simultáneam ente, estaban sucediendo cambios que modificaron refleja en la relativa estabilidad d el tipo de cambio y de los precios y en l�s
los términos del probl ema. indicios d e recuperación en algunos sectores productivos como consecuencia,
370 ¿UNA NUEVA ETAPA? LA ECONOM1A ARGENTINA A PRINCIPIOS DEL SIGLO XXI 371

pacidad del FMI par� ��mi­


en primer lugar, del impacto de la modificación de los precios relativos provo­ de la volatilidad de los mercados financieros y a la inca
cada por l:i, devaluación . tes negoci doras. E n todo caso, la f�ct1b1lidad
nistrarlos han abierto nuevas vertien
a

Asimis�condiciones con tribuyen a entender cómo fue posi­ neol iberal y d vincul ar a la Argentma con la
de u na estrategia alternativa a la
e

prop o d tino no depende de las


ble el notorio ca mbio de estilo de la posición negociadora fr ente al FMI, al globalización como un país capaz �e deci�ir su � es
_
mt r o.
margen d el hecho m ismo del cambio de min istro y de la s visiones con las
circunstancias del frente externo, smo mas bien de l e n

r a déca da del siglo XXI


cuales operan los conductores de la política económica. Hasta abril de 2002, la Las circunstancias en estos a ños iniciales de la prim e

pa e n la �volución d� la
_rosición oficial era que el apoyo del Fondo era cuestión de vida o muerte. To da insinúan la posibilidad del inicio de una n uev� et�
la política económica es taba paralizada a la espera de la firma del acuerdo con economía argentina. Pero el resultad
o es �ún inc1�rto, po�que s iguen pe��1en­
el FMl. 1 y 1 eron lugar a pes1mas
tes los problemas que debilitaron la densulad nactonaf �
D esde entonces, la postura oficial se apoya en otros criterios. A saber: pri­ 1zac1ón y, finalmente , a la
respuestas a los d esafíos y oportu ni dades de la global
mero, el acuerdo es conveniente ero no a cualquier recio; segundo, lo único
crisis d el modelo neoliberal.
que se es es a postergación de los venc1m1en� próximos con los organis­
mos multilaterales y no fo ndos adicionales; tercero, si no hay acuerdo no se
.viene el mundo abajo , y; cuarto, en tal caso,Eo se utiliz�n las reservas in terna_:...
ciaoales disponibles para pagar y se extendería el defa ult a los organismos
multilaterales. Sobre estas bases se firmaron los acuerdos de enero y septiembre
de 2003 con el FMI. Posteriormente, el gobierno formuló su propuesta de quita
del 75% sobre la deuda en default.

4. Las perspectivas

,�sten los r ecurs� reales propios disponibles �ªJa expansión.de l a e_i:o duc­
'&sn y el emple.9.,_ Al mismo tiempo, como se ha recuperado la capacidad de
regul ar l a deman da agreg ada, ��n dadas las co�_diciones para una política
fiscal y monetaria activa consistente con los equilibriq�macroeconómicos de
base. La Argentina puede, en efecto, gobernarse y ponerse de pi e po r sus pro­
pios medios.
. La resolución de la cuestión de la deuda implicar á un esfuerzo sustancial
para atender los compromisos externos, no en las condiciones originalmente
contratadas, que son incumplibles, sino en términos q ue deberían ser compa­
tib les con la recuperación y el desarrollo.
En el escenario internacional se advierten cambios propicios a una resolución
_ ción argenti na. Las críticas generalizadas a las consecuencias
favorable de la situa

1 A. Ferrer, "El Acuerdo de Argentina con el FMI de enero de 2003", Comercio Exterior,
México, septiembre de 2003. En Clarín del 24/7/2003: "Pagar la deuda depende del crecimien­
to de nuestra economía". En Clarín del 15/3/2004: "Deuda, una negociación realista".
Nota sobre los términos utilizados

En el texto del libro se utiliza una serie de términos de empleo habitual en el


análisis macroeconómico. A continuación se explica brevemente el significado
de cada uno de e;llos.
El producto bruto de un sector cualquiera de la actividad económica (por
ejemplo, la industria) resulta de restar de la producción bruta del sector todas
las compras (o insumos) realizadas a otros sectores y al mismo sector, necesa­
rias para generar esa producción. Para la economía en su conjunto el producto
bruto resulta de deducir de la producción bruta de bienes y servicios todas las
compras (o insumos) realizadas entre sí por los distintos sectores (y dentro de
cada uno de ellos), necesarias para generar esa producción. El término produc­
to bruto es la expresión abreviada de producto bruto interno a precios de merca­
do. Para obtener el producto bruto interno al costo de losfactores se deduce del
producto bruto a precios de mercado el monto de los impuestos indirectos. En
el ·texto de este libro la expresión producto bruto se utiliza generalmente signi­
ficando el producto bruto interno a precios de mercado. El producto bruto per
cdpita resulta de dividir el producto bruto por el número de habitantes.
El producto bruto al costo de los factores, o valor agrega,do, es equivalente
-desde el punto de vista de los ingresos- al ingreso bruto originado en el
proceso de producción: remuneración de los asalariados, ganancias e intereses
más las asignaciones por depreciación del capital existente. El ingreso bruto es
equivalente a la expresión ingreso bruto interno al costo de losfactores. El ahorro
representa la proporción del ingreso bruto no destinada al consumo corriente.
El ingreso neto o ingreso neto interno resulta de deducir del ingreso bruto las
asignaciones por depreciación del capital existente. Divididas estas magnitudes
por el número de habitantes resulta el ingreso bruto (o ingreso neto) per cápita.
El ritmo del desarrollo económico se mide básicamente por la tasa anual acu­
mulativa de cambio del producto bruto. Para medir esta tasa en comparación
con la tasa de crecimiento de la población, se relacionan ambas tasas y se obtie­
ne la tasa de cambio del producto bruto por habitante. La productividad del traba­
jo en un sector cualquiera de actividad es la relación entre el producto bruto

373
374 NOTA SOBRE LOS TÉRMINOS UTILIZADOS 375
LA ECONOM!A ARGENTINA

del sector y la cantidad de personas ocupadas en el mismo; para la economía en en parte con bienes y servicios importados y en parte con bienes y servicios
su conjunto es la relación entre el producto bruto de la economía y la población producidos internamente. En el texto del libro la primera es definida como
activa (esto es, las personas ocupadas en la producción de bienes y servicios). demanda de importaciones y la segunda como demanda interna. El coeficiente de
El concepto de estructura económica se refiere a la estructura del producto exportaciones es la relación entre las exportaciones y el producto bruto.
bruto, esto es, la participación de cada sector de actividad en el mismo. La El balance de pagos de un país refleja la totalidad de las transacciones de
estructura del producto bruto difiere en parte de la estructura del empleo (esto bien.es y servicios y las transferencias financieras con el exterior. El balance
es, la distribución de la población activa entre los distintos sectores de activi­ de pagos está compuesto por el balance de pagos en cuenta corriente que incluye
dad) debido a que el producto por hombre ocupado no es el mismo en todos las exportaciones e importaciones de bienes y servicios y las transferencias de
los sectores. Ambos conceptos revelan, de todos modos, las principales caracte­ las remuneraciones de los factores de la producción (ganancias e intereses). El
rísticas estructurales de una economía. La estructura espacial de la economía se balance de pagos en cuenta de capital incluye las corrientes de capital (y de las
refiere a la distribución de la actividad económica de la población entre las amortizaciones sobre los mismos) hacia el exterior y desde el exterior y los
distintas regiones de un país. cambios en las reservas netas de oro y divisas. El término balanza de comercio
El capital existente o activofijo reproducible está compuesto por los edificios, incluye solamente las exportaciones e importaciones de bienes y servicios.
instalaciones, maquinaria y equipos existentes. En cada rama de la produc­ La relación de precios del intercambio o términos de intercambio mide las
ción, el capital disponible (o densidad de capital) por hombre ocupado represen­ relaciones entre los precios de los bienes exportados e importados por un país.
ta el valor del capital existente dividido por el número de trabajadores. Para la Con referencia a un año tomado como base, un aumento de los precios de las
economía en su conjunto, el capital disponible por hombre ocupado equivale exportaciones en proporción mayor al correspondiente a los precios de las im­
al capital existente en toda la economía dividido por la fuerza de trabajo o portaciones se traduce de hecho en un aumento de los ingresos percibidos por
población activa. El capital existente no incluye el valor de la tierra y de los los factores de la producción (o sea, de los bienes y servicios que pueden
otros recursos naturales. La relación entre el producto bruto y el capital exis­ adquirirse del exterior con un volumen de exportaciones). El monto de este
tente proporciona la relación producto-capital aumento (o descenso) de los ingresos por la mejora (o empeoramiento) de los
· La inversión bruta o formación bruta de capital es la parte de los bienes y términos del intercambio constituye el efecto de la relación de precios del in­
servicios disponibles que no se consumen y que se destina a ampliar el capital tercambio. El poder de compra de las exportaciones resulta de adicionar al valor
existente. La inversión neta interna excluye la asignación necesaria para reponer de las exportaciones de bienes y servicios el efecto de la relación de precios del
el capital desgastado en el proceso productivo y representa la adición neta al intercambio.
capital existente. El coeficiente de capitalización es la relación entre la inversión La capacidad de pagos en el exterior es la resultante de las exportaciones de
bruta y el producto bruto. bienes y servicios más el efecto de la relación de precios· del intercambio y más
Los bienes y servicios disponibles para su utilización en una economía resul­ las entradas de capitales extranjeros a largo plazo. La capacidad para importar
tan de restar al producto bruto las exportaciones de bienes y servicios (que resulta de deducir de la capacidad de pagos en el exterior la salida de capitales
consecuentemente dejan de estar disponibles para su utilización interna) y de extranjeros a largo plazo y las remesas de intereses y utilidades sobre el capital
sumar las importaciones de bienes y servicios (que aumentan las disponibilida­ extranjero invertido en un país (en el caso de que el país sea acreedor estas
des para utilización interna). remesas se suman) y representa la efectiva capacidad del país de adquirir bienes
La demanda global (o demanda final total) está compuesta por la demanda y servicios en el exterior.
externa de bienes y servicios producidos en un país, más la demanda in terna de Las distintas magnitudes antes señaladas pueden medirse a precios corrientes
bienes y servicios de inversión y más la demanda interna de bienes y servicios o a precios constantes. En el primer caso, proporcionan las cifras a los precios
de consumo. En otros términos, la demanda global es equivalente a las expor­ correspondientes al año a que se refiere la estimación. En el segundo, sobre la
taciones, la inversión y el consumo. La demanda interna de bienes y servicios base de los precios imperantes en un año dado. Como el nivel de precios se
de consumo e inversión (o más sintéticamente la demanda efectiva) se satisface modifica constantemente, para extraer conclusiones sobre los cambios reales
376 LA ECONOMÍA ARGENTINA

en las distintas magnitudes económicas en un período de tiemp o convien e


utilizar las estimaciones a prec i os constantes. Entre otros métodos, para con ­
ve rtir una serie estadística de precios corrientes a precios constantes se la puede
deflacionar (o inflacionar) por un índice que refleje los cambios del nivel de
precios sobre el año base.
La relación de precioso precios relativos entre los distintos sectores de la pro­ Índice
ducción de un país mide, con respecto a un año base, los cambios producidos
en los preci os de cada un o de ellos. Por ejemplo, si los precios de la agricultura 9
. ., ............................................................
suben más rápidamente que los de la industria, mejora la relac ión de precios de Prefacio a la tercera edJC!On ......... ... ······ ······ ·· ············· .. •····· ···· 1 1
·············. ······
la primera con respecto a la segunda. En este caso aumenta e l ingreso de los Prefacio a la segunda edición ·····.... 13
·····································..................
factores de la producción ocupados en la producción agropecuaria en términos Prefacio a Ja primera edic ión .......•····· ·····........................... . 15
de productos industriales y viceversa. El efecto de fa relación de precios mide el lntroducc1.ón ......
' ............................ .························
monto de esta transferencia de ingresos de uno a otro sec tor de actividad. En
Prime ra parte
el texto del libro, al hablar de las relacion es de precios entre la agricultura y el ncia (siglos XVI y XVII)
resto de la economía nacional a partir de 1950, no se toman los precios de la Las economías regionales de subsiste
producción bruta de los distintos sectores sino los de su producto bruto. Los · 21
······················································ 1
l. Las vísperas de la globalización ······
precios reales de cada sector resultan de deflacionar cada una de las series de precios ................................................ . 2
..
implícitos en el producto bruto de cada sector por el índice de precios implíci­ l. Papel dinámico del· comercio ...... . ............................ 23
..........
2. Las rutas mercantl¡es ..................
tos en el producto bruto de toda la economía. Las series de precios implícitos es estructurales .............: .............. 25
3 · Limitación. de las tra nsformacion 28
resultan, a su vez, de dividir las series tomadas a precios corrientes, por las , a y el primer orden mundial ...........
series tomadas a precios constantes, lo que permite medir el aume nto de los 4. La expans1on c omerc1•al europe
.3
precios independientemente de los cambios reales en la producción . al americana .................................... i
II. Formación de la economía coloni ...... ......
_-•···:···.............................. �
1. El Nuevo Mundo ........................ ......... :............ ...... ...... 4
l1zac 1ón ......
2· La producció n colonial y' su loca 1om·aJes ............................................ 36
3 Dinámica de las econom1as co 39
érica ..............................................
4� Las nuevas civilizaciones en Am
.... 43
sistencia del actu� territorio argentino
III. Las economías regionales de sub
en la econom1a
1. Ubicación de estos territorios 43
colon ial del Nuevo Mund o .........................................
47
........................
2. La región del Noroeste ............ .. 49
....................................
3. La región de Cuyo .................. 50
............................
4. La región del Centro .................. ...... ............ .... 51
..............................
5. La región del Litoral .................. ...... ............ ..... .. 53
..............................
6. El Nordeste y la Patagonia ......

377
378 LA ECONOMfAARGENTJNA INDICE 379

IV. Estr uctura y dinámica del sistema ....................................................... 55 Tercera parte


l. Estancami ento de la población ....................................................... 55 La economía primaria exportadora (1860-1930)
2. Debilidad del sector expor tador y de la estructura
productiva interna ......................................................................... 56 IX. La Revolución Industrial y la i ntegración
3. Distribución del ingreso y acumulación de capital ......................... 58 de la eco nomía mundial ................................................................... 107
4. Equilibri o entre las economías regionales ....................................... 60 l. Papel dinámico del progreso técn ico ............................................ l08
2. Carácter integrador de la tecnología ............................................. 110
Segunda parte 3. Movimientos de bienes y factores de la producció n ...................... 111
La etapa de transi ció n (fines del siglo XVIII hasta
1860) 4. Cauces de la integración económica ............................................. 115
V. El puerto de B uenos Aires como intermediar 5. Epílogo del segundo orden mundi al ............................................. 119
io comercial .................... 65 6. Ubicación de la Argentina en la economía mundial ..................... 121
l. Ventaja locacional del puerto ........................
................................. 67
2. La importancia estratégica del Río de la Plat
a
y el cambio de la política de España ................ X. El poder económico y el sistema político ........................................... 123
............................... 69 l. El dilema del desarrollo en la globalización .................................. 123
3. Significación de la creciente importancia come
rcial del puer to ....... 70 2. La apropiación terr itorial ............................................................. 126
3. El capital extranjero ..................................................................... 129
VI. Expan sión de l a ganader ía .................................................................. 73 4. La organizació n nacional ............................................................. 131
l. Condiciones favorables al desarrollo pecuari o ................................ 73 5. El régimen político ...................................................................... 133
2. La expansión de la frontera y la apropiación territorial ................... 76 6. La cultura .................................................................................... 137
3. Capitalización y mejoras técni cas del sector ................................... 79
VII. El desarrollo del Litoral.............................. XI. Régimen económico y creci miento del sistema ................................. 141
....................................... 81 1. El presupuesto público ................................................................. 141
l. Au mento de la población .....................
.......................................... 82 2. Sistema monetario ....................................................................... 142
2. Expansión de las exportaciones y evolución
3. Poblamiento e integración física del territorio .............................. 144
de la estructura pr oducti va ...................................
.......................... 82 4. Expansión agropecuaria ............................................................... 146
3. Di stribución del ingreso y acumulación de
capital ......................... 85 5. La distribución del ingreso ......................................... :................. 148
4. El compor tamiento del sector público .......
.................................... 87 6. La estructura productiva .............................................................. 152
5. Limitaciones al desarrollo del Litoral en
la etapa ............................ 91 7. Crecimiento del sistema ............................................................... 155
8. Los límites del sistema ................................................................. 156
VIII. El estancamiento del interi or ........................................................... 95
l. Evolución de la pobl ación .............................................................. 95 XII. Vulnerabilidad y ajuste .................................................................... 159
2. Estrangulamiento del sector externo .............................................. 96 l. El ciclo económico....................................................................... 159
3. Permanencia de las condicio nes del estancamiento ......................... 98 2. La vulnerabilidad exterior ............................................................ 161
4. Incapacidad financi era de los fiscos del interior ............................ 100 3. El proceso de ajuste ..................................................................... 167
5. El creci ente desequilibrio interregi onal ......................................... 102
XIII. Qu iebra del equilibrio i nterregional ............................................... 173
l. Evolución de la población ............................................................ 173
2. Ru ptura del antiguo equi librio ..................................................... 175
3. Subordinación del interi or ........................................................... 177
381
fNDICE
380 LA ECONOMfAARGENT!NA

del interior ................................. 282


3. Comportamiento de l as regiones
Cuarta parre
La industrialización inconclusa (1930- 1976) Quinta parte
La hegemonía neoliberal (1976-2001)
XIV La economía mundial: de la crisis de 1930 al período dorado .......... 181
289
l. La gran depresión y la Segunda Guerra Mundial .......................... l 83 alización .........................................
XIX. Tendencias recientes de la glob ............ .... 289
2. El tercer orden mundial ............................................................... 187 tercer orden mundial
l. Las tendencias de largo plazo del ...... .......... 296
3. La declinación del sistema centro -periferia ................................... 197 bio de paradigma ......
2. El fin del período dorado y el cam ............ ...... 299
4. El período dorado ·······························································.········· 199 ..............................
3. La deuda latinoamericana ............ •••••.•.•..• ••••• 302
..•••...•••••.••.••...•.•••••.•••••.
4. Principios del siglo XXI •.•••••.•.••
XV. Las nuevas condiciones del desarrollo .............................................. 203
... 303
1. La demanda global y el mercado interno ...................................... 204 ......................................................
XX. La política económica ............ ...... .......... 304
2. La sustitución de importaciones ................................................... 205 ional ........................
1. El Proceso de Reorganización Nac ...... ........... 311
3. Estructura industrial y apertura externa ....................................... 209 ....................................
2. El gobierno radical .................. ............ ...... . 317
4. El sector público .......................................................................... 213 ..............................
3. El gobierno peronista .................. ............ . 326
5. Nuevas condiciones del desarrollo agropecuario ........................... 215 ....................................
4. El gobierno de la Alianza ............
) 6. El marco institucional y político .................................................. 216
.. 329
ma ................................................
XXI. Estructura y dinámica del siste ...... ...... ...... 329
XVI. La política económica .................................................................... 219 lo ..............................
l. Los nuevos dilemas del desarrol ...... ...... .... 331
l. La década de 1930 y la guerra ...................................................... 222 ral ..............................
2. La dinámica del modelo neolibe ...... ...... ...... ... 335
2. El gobierno peronista ................................................................... 226 ulación ..................
3. La fractura del proceso de acum ...... .. 338
3. La Revolución Libertadora ................................ ........................... 231 .................................... ......
· 4. La estructura productiva ............
4. El gobierno de Frondizi ............................................................... 233 .................................... ...... ...... ..... 345
5. Inestabilidad y deterioro social
5. La restauración liberal .................................................................. 239
.. 349
6. El gobierno de Illia ...................................................................... 241 ......................................................
XXII. Las regiones y el país ............
7. El régimen militar ........................................................................ 244
8. La apertura nacionalista ............................................................... 248 Sexta parte
9. El retorno del peronismo ............................................................. 254 ¿Una nue va etapa? (principios del siglo xx!)
l .... 359
XVII. Estructura y dinámica del sistema ................................................ 259 , el desarrollo y la densidad naciona
XXIII. Acerca de la globalización ...... ...... ...... ...... ..... 359
l. La inserción externa ..................................................................... 259 .................. ......
l. La globalización ..........'............
�: �� �;: .���i�.::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::: �!!
u .......•····· ······ ······ ············ ······ ········ 360
2. El desarrollo .............................. ...... ...... ...... ...... ....... 361
.................. ......
3. Las relaciones ........................ ...... ...... ...... ...... . 363
4. L� es'.rucrura productiva .............................................................. 268 .................. ...... ......
4. La densidad nacional ............ ...... ...... ...... ...... ... 366
5. D1srnbución del ingreso .............................................................. 271 nacional ...... ......
5. Densidad nacional e identidad
6. Crecimiento del sistema ..............................................................: 274
........ 367
principios del siglo XXI ..................
XXIV. La economía argentina a 367
XVIII. Consol idación del desequilibrio interregional ............................. 279 ral ......................................······•·
. . 1. El derrumbe del modelo neolibe ...... .... 368
l. Crec1m1ento y distribución de la pobiación .................................. 279 ..........................................
2. Las nuevas condiciones ............
2. La concentración en el Gran Buenos Aires ................................... 281
/
382 LA ECONOMIAARGENTINA

3. La política econórnica .................................................................. 369


4. Las perspectivas ........................................................................... 370

Nota sobre los términos utilizados ................................................._......... 373

Esta edición de La economía argentina, de Aldo Ferrer,


se terminó de imprimir en el mes de agosto de 2004
en Grafinor, Lamadrid 1576,
Villa Ballester, Buenos Aires, Argentina.

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