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Admi Resumen Completo Segundo Pacial
Admi Resumen Completo Segundo Pacial
Acto de alcance particular que genera efectos directos e inmediatos sobre las personas. Es un acto que puede
ser dictado por un ente publico estatal o no estatal pero que SIEMPRE va a ser producto de la función
administrativa. Donde hay función administrativa hay acto. Produce efecto jurídico sobre los particulares,
modifica el estatus jurídico de la persona de manera directa e inmediata.
No importa quien lo dicta, importa que sea producto de la función administrativa.
FALLO COLEGIO PUBLICO DE ABOGADOS. Lo que pasa es que el colegio no es un ente público
estatal, pero está ejerciendo función administrativa, entonces terminan diciendo que no necesariamente los
entes públicos estatales van a dictar actos administrativos si no que los no públicos y no estatales bajo el
ejercicio de la función administrativa también pueden dictarlos.
Hay autores que no diferencian entre reglamento y acto, pero hay muchos autores que sí. La diferencia es
que el régimen jurídico aplicable a uno y a otro es diferente. Los reglamentos los publicamos y los actos los
notificamos. Cuando el acto se PUBLICA por error, no corren los plazos para impugnar el acto.
Al acto se le interponen recursos y al reglamento reclamos. Al acto lo notifico, si no esta notificado no
empiezan a correr los plazos para impugnar.
La notificación tiene que estar bien hecha, si la notificación no esta bien los plazos se amplían.
El acto administrativo es una declaración de voluntad producto de la función administrativa que busca
satisfacer el interés general. Pero lo mas importante es que modifica el estatus jurídico al particular de forma
directa e inmediata.
Artículo 17.- Revocación del acto nulo: El acto administrativo afectado de nulidad absoluta se considera
irregular y debe ser revocado o sustituido por razones de ilegitimidad aun en sede administrativa. No
obstante, si el acto estuviere firme y consentido y hubiere generado derechos subjetivos que se estén
cumpliendo, sólo se podrá impedir su subsistencia y la de los efectos aún pendientes mediante declaración
judicial de nulidad. -
Articulo 18.- Revocación del acto regular: El acto administrativo regular, del que hubieren nacido
derechos subjetivos a favor de los administrados, no puede ser revocado, modificado o sustituido en sede
administrativa una vez notificado. Sin embargo, podrá ser revocado, modificado o sustituido de oficio en
sede administrativa si el interesado hubiere conocido el vicio, si la revocación, modificación o sustitución del
acto lo favorece sin causar perjuicio a terceros y si el derecho se hubiere otorgado expresa y válidamente a
título precario. También podrá ser revocado, modificado o sustituido por razones de oportunidad, mérito o
conveniencia, indemnizando los perjuicios que causare a los administrados.
ARTICULO 8.- El acto administrativo se manifestará expresamente y por escrito; indicará el lugar y fecha
en que se lo dicta y contendrá la firma de la autoridad que lo emite; sólo por excepción y si las circunstancias
lo permitieren podrá utilizarse una forma distinta.
Cuando el AA reúne todas estas piezas y se le genera una situación favorable al particular, le nace un
derecho subjetivo, ese acto va a ser irrevocable en sede administrativa porque la finalidad es protegerlo. Y
está protegido por el principio de la garantía de la inmutabilidad del AA.
Cuando el AA reúne todos los elementos esenciales vamos a decir que el AA es regular (art. 18).
Cuando el AA no reúne todos los elementos o alguno de estos esta viciado, el acto es gravemente ilegitimo.
Entonces la administración tiene que declarar la invalidez del acto y como consecuencia de esta, este acto
pasa a ser nulo.
Ojo con esto, no porque algún acto carezca de alguno de estos elementos instantáneamente es nulo. Es
ilegitimo, hay que declararlo invalido, y la declaración de invalidez trae la nulidad. Para ser nulo necesita de
una declaración de invalidez.
El AA puede ser regular si reúne todos los elementos e irregular si carece de alguno o tiene algún vicio. Este
ultimo es irregular, se considera ilegitimo y necesita de una declaración de invalidez que la sanción es la
nulidad. No es nulo desde el momento que es irregular. Es irregular, lo considero ilegitimo entonces hago
una declaración de invalidez que trae aparejada la nulidad. Y la consecuencia practica de la nulidad es la
ineficacia del AA y que cesen sus efectos jurídicos. La finalidad es para restablecer el principio de
juridicidad.
El irregular no lo puedo sanear.
Elementos esenciales:
-Competencia: Poder. Conjunto de facultades y atribuciones que tiene determinado órgano para llevar
adelante determinada tarea.
Todo lo que no esta permitido, esta prohibido. La regla es no poder y la excepción la competencia. Yo solo
puedo lo que la ley me permite.
Hay diferentes clases de competencia:
a- en función de la materia, es por ej.: yo soy ministra de salud y digo “vamos a construir un puente”. No, no
es de mi competencia.
b- en razón del territorio: soy ministra de salud de CABA y no puedo decir que compren vacunas para
provincia.
c- en función del tiempo: En el tiempo en el que yo ejerzo el cargo. Por ejemplo, si era ministra de la gestión
anterior no puedo dictar una resolución que vaya más allá de lo que yo estoy vigente en el cargo.
d- en razón del grado: según jerarquía administrativa.
-Causa: Deberá sustentarse en los hechos y antecedentes que le sirvan de causa y en el derecho aplicable. Es
el por qué del AA. Todo vicio que esté en el elemento causa se proyecta en el elemento objeto y el elemento
finalidad. Es el antecedente de hecho y de derecho.
El antecedente de hecho es la causa fáctica, el hecho objetivo en sí. Y la causa en su antecedente de derecho
es el derecho aplicable. Acá aplico el principio de inderogabilidad singular del reglamento. La procuración
del tesoro dijo que el derecho aplicable es el derecho vigente (dictamen 221:124), entonces al momento de
emitir un AA tenemos que revisar cual es el derecho vigente y aplicarlo.
-Objeto: El objeto debe ser cierto, física y jurídicamente posible, debe decidir todas las peticiones
formuladas, pero puede involucrar otras no propuestas, previa audiencia del interesado y siempre que ello no
afecte derechos adquiridos.
El objeto es el QUÉ del AA, tiene que ser cierto, físico y jurídicamente posible.
-Procedimientos: Antes de su emisión deben cumplirse los procedimientos esenciales y sustanciales previstos
y los que resulten implícitos del ordenamiento jurídico. Sin perjuicio de lo que establezcan otras normas
especiales, considérase también esencial el dictamen proveniente de los servicios permanentes de
asesoramiento jurídico cuando el acto pudiere afectar derechos subjetivos e intereses legítimos.
Entonces, el procedimiento es el cauce procesar que va a concluir con el AA. Tengo que cumplir con
determinadas etapas, requisitos, previo al dictado del acto.
Entre estos requisitos, cuando se afectan derechos subjetivos o intereses legítimos es necesario el dictamen
jurídico previo. Este NO ES UN ACTO ADMINISTRATIVO.
Como le modifico el estatus jurídico al particular, si o si antes de dictar el AA tengo que escuchar al sujeto,
bajamos así la garantía de defensa del art 18 de la CN al derecho administrativo. Le damos la garantía de
defensa, el derecho a ser oído.
Todas las cláusulas relativas al procedimiento judicial son aplicables al derecho administrativo, Caso
Bahena, párrafo 124 y 135.
Entonces, si nosotros tenemos en cuenta el estado constitucional social y democrático de derecho, que pone
el foco en la persona, en ampliar la esfera de derechos, en asegurarle el ejercicio de los DDHH
fundamentales. Por eso, lógicamente las garantías judiciales de la CN las voy a aplicar al derecho
administrativo, para ampliar la esfera de derechos de la persona.
En el caso ganadera los lagos la corte hace aplicación de cláusulas del código civil al derecho administrativo,
como no es netamente derecho administrativo lo aplica de manera analógica.
Entonces, el elemento procedimiento, la corte entendió que el procedimiento es un DHH porque me permite
ejercer las garantías y llegar a una decisión justa. (Bahena).
-Motivación:
e) deberá ser motivado, expresándose en forma concreta las razones que inducen a emitir el acto,
consignando, además, los recaudos indicados en el inciso b) del presente artículo.
Es la exteriorización de que existe una causa y una finalidad en el acto. Lo vamos a relacionar con el
principio republicano de gobierno (art. 1 CN). Según este articulo nuestra forma de gobierno es republicana,
esto quiere decir que el estado y las autoridades tienen que rendir cuenta a la población y a la sociedad de las
decisiones que toman. Es la justificación de por qué tomé determinada decisión.
También lo vamos a relacionar con el derecho de defensa, porque toda decisión que tome la administración y
me afecte a mi como particular de manera directa e inmediata yo tengo que conocer por que se toma
determinada decisión, porque si yo conozco cual fue la motivación, el motivo, la causa, la justificación de
por qué se toma determinada decisión yo voy a poder ejercer mi derecho de defensa mejor.
Anteriormente vimos la discrecionalidad, que dijimos que es cuando la administración tiene diferentes
opciones para llegar a determinado fin y todas igualmente validas. Tengo A, B, C y yo elijo B porque
considero que es la que mejor me va a poder hacer cumplir con la finalidad.
Cuando tengo un acto que es discrecional tengo que motivarlo mucho más, no es que, como es discrecional,
digo “bueno voy a elegir B para hacer determinada cosa”. No. Tengo que explicar por qué elegí B si o si,
cuando explico estoy motivando. A mayor discrecionalidad mayor motivación. Siempre. Porque si no corro
el riesgo que mi acto sea nulo.
-Finalidad: Es el para que y siempre esta relacionada con la finalidad que tiene el organismo que emite el
acto administrativo. Por ej., que el ministerio de salud compre vacunas. Siempre la vamos a relacionar con el
bien común.
-Forma: Es el modo del cual se exterioriza la declaración de voluntad. Se presenta como un cauce donde se
va a encausar el acto administrativo y de esta manera permite una protección al derecho de defensa y me
asegura garantizar el interés público. Es decir, porque tengo que cumplir con determinadas formalidades a la
hora de la emisión del acto, no hacerlo de cualquier manera. Y cumplir con esta forma hace a garantizar con
el principio de defensa. También va a hacer al debido proceso porque la administración está cumpliendo las
formas que le exige la ley. Hace al debido proceso, a la tutela efectiva administrativa a favor del
administrado.
La corte en el 2006 en la causa estado nacional c/ provincia de buenos aires, considerando 4, dijo que toda la
actividad de la administración se presume legitima.
El Dr. Sanmartino entiende que esa presunción no es iuris et de iure si no que es iuris tantum porque es una
suposición que los actos administrativos gozan de esa presunción de legitimidad y la suposición, en parte,
diciendo que no es siempre así si no que es iuris tantum, por eso habla de suposición y no de presunción,
porque existen un montón de fallos donde la corte entiende que hay determinados actos o leyes o cuestiones,
que son inconstitucionales.
Con la ley de procedimientos administrativos se trae, se regula, el sistema de nulidades del derecho
administrativo y va a distinguir entre nulidad absoluta y relativa únicamente. Si vamos al criterio general, la
gravedad del vicio es lo que distingue la nulidad absoluta o relativa. Que pueda ser saneable o no es una
consecuencia.
ARTICULO 14.- El acto administrativo es nulo, de nulidad absoluta e insanable en los siguientes casos:
a) Cuando la voluntad de la Administración resultare excluida por error esencial; dolo, en cuanto se tengan
como existentes hechos o antecedentes inexistentes o falsos; violencia física o moral ejercida sobre el agente;
o por simulación absoluta.
b) Cuando fuere emitido mediando incompetencia en razón de la materia, del territorio, del tiempo o del
grado, salvo, en este último supuesto, que la delegación o sustitución estuvieren permitidas; falta de causa
por no existir o ser falsos los hechos o el derecho invocados; o por violación de la ley aplicable, de las
formas esenciales o de la finalidad que inspiró su dictado.
Entonces, acto de nulidad absoluta son estos del articulo 14. Son los que vamos a considerar irregulares.
Entonces, si leemos actos irregulares estamos hablando de actos nulos de nulidad absoluta.
A diferencia de los regulares que podemos encontrarnos ante dos hipótesis: que no tengan ningún vicio y
sean totalmente validos o los de nulidad relativa.
A la voluntad no la nombramos como elemento del acto, pero se considera como un pre-requisito porque
debería estar la voluntad de la administración o del funcionario. Si se encuentra viciada la voluntad estamos
frente a un vicio.
Error esencial es cuando hay un conocimiento falso, una equivocación. Dolo, es decir, que hay una
disimulación de lo verdadero. Violencia, que haya coacción física o moral. Simulación. Todos estos vicios la
doctrina los caracteriza como subjetivos porque tienen que ver con la voluntad propiamente dicha del
funcionario que emite el acto.
Ahora, el inciso B, habla de que si falta algunos de los requisitos esenciales o si alguno de estos tiene un
vicio grave.
Estos son los actos nulos de nulidad absoluta, que son insaneables.
Ahora, el art. 16 habla de los vicios en los elementos accidentales. La invalidez de una cláusula accidental o
accesoria de un acto administrativo no importará la nulidad de este, siempre que fuere separable y no
afectare la esencia del acto emitido.
Los elementos accidentales no hacen los actos y que exista un vicio no repercuta en la validez del mismo.
EXTINCION.
Se dicto el acto, tiene una vida y luego se extingue. La extinción puede ser por diferentes motivos.
La vía normal sería el agotamiento, que se haya cumplido. Otra de las hipótesis seria la caducidad, la
administración solicita algo al administrado y el particular incumple este deber, previo se lo constituye en
mora antes de declarar la caducidad.
Y otras de las opciones son:
a- por ilegitimidad: hay una contradicción del acto con el ordenamiento jurídico porque tiene un vicio, ya sea
grave o leve. Pero el acto se extingue.
b- por oportunidad merito y conveniencia: tiene que ver con que no hay un vicio si no que simplemente
cambio el contexto que hace que la administración ahora entienda que este acto debe extinguirse.
El fallo pustelnik trata dos cosas importantes. Nosotros mencionamos que en el fallo los lagos podemos
aplicar el derecho privado con adaptaciones, pero no aplicamos los vicios patentes porque tenemos la
presunción de legitimidad y es contradictorio. Luego en la ley de procedimientos administrativos se regulo la
nulidad absoluta y relativa solamente.
En este fallo se hace mención a los vicios manifiestos, si bien no era el eje de la discusión, lo que sucede aca
es que alguien que tenía una autorización para construir determinada cantidad de pisos y en un momento
cambia la normativa y puede hacer menos. La discusión acá es si estaba revocando por ilegitimidad o por
oportunidad merito y conveniencia. Porque la gran diferencia acá es que, en oportunidad, mérito y
conveniencia hay lugar a una indemnización. En el último caso se abre la posibilidad de que se pague
indemnización al damnificado.
Acá se discute sobre si el acto que le había concedido el permiso para construir y luego el cambio de
regulación era legitimo o no y si había un vicio manifiesto o no.
A partir de acá hay un desarrollo de que puede existir un vicio manifiesto y los autores dicen que ante esto la
presunción de legitimidad podría ceder.
A partir del fallo Pustelnik se empieza a desarrollar esta teoría de que, a pesar de que no está en la ley,
podemos encontrarnos ante un vicio manifiesto ante el cual cedería el principio de legitimidad.
Y en el año 2006 la corte fue más allá en el fallo Gottschau y dice “el actuar de la administración no es
siempre legítimo”, y habla de una presunción de inconstitucionalidad. Así que desde estos dos fallos
podemos decir que puede ceder este principio de legitimidad, que incluso la corte ha hablado de presunción
de ilegitimidad o de inconstitucionalidad cuando estamos frente a categorías sospechosas de discriminación.
Artículo 17 – (actos irregulares, nulidad absoluta). El acto administrativo afectado de nulidad absoluta se
considera irregular y debe ser revocado o sustituido por razones de ilegitimidad aun en sede administrativa.
No obstante, si el acto estuviere firme y consentido y hubiere generado derechos subjetivos que se estén
cumpliendo, sólo se podrá impedir su subsistencia y la de los efectos aún pendientes mediante declaración
judicial de nulidad. -
El principio general es el de la revocación por ilegitimidad en sede administrativa. Debe revocarlo en su
propia sede la administración por ilegitimidad, es decir, que había un vicio.
Pero este principio general tiene excepciones que es cuando el acto se encontrara firme y consentido o
hubiese generado derechos subjetivos que se estén cumpliendo, en este caso la administración no puede
revocarlo por ella misma y tiene que ir a sede judicial a través de la acción de lesividad. Firme y consentido
quiere decir que la persona se notifico y no presento ningún recurso vencido el plazo.
ARTICULO 18 – (actos regulares). El acto administrativo regular, del que hubieren nacido derechos
subjetivos a favor de los administrados, no puede ser revocado, modificado o sustituido en sede
administrativa una vez notificado. Sin embargo, podrá ser revocado, modificado o sustituido de oficio en
sede administrativa si el interesado hubiere conocido el vicio, si la revocación, modificación o sustitución del
acto lo favorece sin causar perjuicio a terceros y si el derecho se hubiere otorgado expresa y válidamente a
título precario. También podrá ser revocado, modificado o sustituido por razones de oportunidad, mérito o
conveniencia, indemnizando los perjuicios que causare a los administrados.
Este articulo se divide en dos partes: la parte de la ilegitimidad y la de oportunidad mérito y conveniencia.
En la parte de ilegitimidad, el principio va a ser al revés porque estoy frente a un acto con nulidad relativa,
con un vicio leve. Entonces, el principio general es que va a tener que ir a sede judicial, no lo va a poder
revocar en su propia sede. Con algunas excepciones… Primero que el administrado conociera el vicio, que lo
favorezca sin perjudicar a terceros o que se hubiese otorgado a título precario.
Entonces, si estoy frente a un acto regular, pero por ilegitimidad el principio general es que la administración
no lo va a poder revocar en su propia sede si no en sede judicial, salvo las excepciones que vimos.
En la parte de oportunidad, merito y conveniencia, la segunda parte del 18, habla del acto regular que es
valido pero que se revoca por oportunidad, mérito y conveniencia. Se revoca en sede administrativa.
La gran diferencia es que da lugar a una indemnización la oportunidad, merito y conveniencia. Y existe toda
una discusión de hasta donde la indemnización debería compensar los daños porque cuando hay
responsabilidad del estado no siempre se responde por lo mismo.
En el fallo el jacaranda no se reconoció lucro cesante pero no se le dio por una cuestión de prueba, entonces
dejo la puerta abierta porque en caso de que se pruebe, se concede.
Entonces para que yo pueda pedir una medida cautelar para que se suspendan los efectos de un acto se tienen
que dar simultáneamente estos cinco requisitos.
Lo importante es que quede claro que en principio tenemos ejecutoriedad en sede administrativa (puede igual
la administración de oficio o a pedido de parte suspender los efectos del acto por razones de interés publico,
para evitar perjuicios graves o cuando se alegare fundadamente una nulidad absoluta). Dijimos que en
principio era "O" pero en la práctica se aplicaba simultáneamente.
Y, a nivel judicial, tenemos esta ley (26854) que prevé que para suspender los efectos de un acto se tiene que
dar simultáneamente todos los requisitos del art. 13.
PROCEDIMIENTO.
2-Principio de verdad materia: Un poco lo vemos en el bien común, porque si yo estoy en el proceso judicial
el juez se va a basar en lo que dicen las partes porque él no puede ir más allá de los planteos que realizan las
partes. Y, en tal sentido, busca llegar a una conclusión según estos planteos. No va a pedir prueba extra en el
normal de los casos. En cambio, en el procedimiento administrativo lo que se busca es la verdad material, le
rige este principio al procedimiento. Tiene que ver con esto de que intenta buscar la verdad sin tener que
limitarse a lo que se haya alegado o las pruebas aportadas simplemente, puede ir más allá.
3-Principio de oficialidad: La administración actúa de oficio y debe impulsar las actuaciones, instruir el
procedimiento de cada uno de sus pasos concatenados de oficio. Tiene que ir llevando a cabo cada uno de
sus pasos, con recaudos, impulsando el procedimiento hasta llegar al final.
Esto también es diferente al proceso, porque en un proceso judicial la parte es la que solicita. Si bien puede
haber algunas decisiones del juez en el medio, la realidad es que no actúa de oficio, si no que a pedido de
parte.
4-Principio de informalismo a favor del administrado: Algunos autores llaman formalismo moderado. Tiene
que ver con que se lo excuse al administrado de la inobservancia de alguna cuestión formal, que sea no
esencial y que pueda ser cumplida a posteriori.
Deja pasar alguna situación de forma que no sea esencial y que pueda ser cumplida con posterioridad o que
no haga al contenido.
5-Principio de debido procedimiento: Tiene que ver con tres situaciones que serían: el derecho a ser oído que
tiene el administrado, el derecho a ofrecer y producir prueba y el derecho a lograr una decisión fundada.
Entonces, en cualquier procedimiento administrativo estas tres situaciones tendrían que estar aseguradas
porque le rige este principio.
6-Principio de eficacia: Que la administración logre los objetivos con el menos costo, con la mayor celeridad
posible, de forma simple para el administrado.
7-Principio de gratuidad: Sacando algunas situaciones en particular, en principio deben ser gratuitos. No
pueden tener ningún tipo de costo que los administrados accedan a un procedimiento administrativo.
PLAZOS.
El principio general que nos rige es días y horas hábiles administrativos. Entonces, por lo general coinciden
con los hábiles normales, pero podría pasar que no. La administración a veces tiene asuetos, días de
municipal, día del empleado. Son días inhábiles administrativos.
La ley dice que los plazos son obligatorios tanto el interesado como para la administración. Se computan a
partir del día siguiente de la notificación y cuando no se hubiera establecido un plazo especial para la
realización de trámites, notificaciones y citaciones, cumplimiento de intimaciones y emplazamientos y
contestación de traslados, vistas e informes, aquél será de 10 días.
Entonces, cuando no hay un plazo especial para un trámite especifico son diez días. Si la norma establece
otro plazo, vamos con el otro plazo.
Antes del vencimiento de un plazo, podrá la administración de oficio o a pedido de parte disponer su
ampliación por el tiempo razonable que fijare mediante resolución fundada y siempre que no resultaren
perjudicados derechos de terceros. La denegatoria deberá ser notificada por lo menos con 2 días de
antelación al vencimiento del plazo cuya prórroga se hubiera solicitado. Es decir que ya sea en ese plazo de
diez días o ante cualquier otro plazo que prevé la norma, la administración puede (la persona también), pedir
que se prorrogue el plazo. Y nos va a tener que contestar dos días antes de que se venza el plazo.
PROCEDIMIENTO ADMNISTRATIVO.
El procedimiento es el cauce formal por el cual se desarrolla la función administrativa. Es como el hecho en
el cual se desenvuelve la función administrativa.
Ustedes imagínense un expediente donde suceden distintas cosas y tiene un fin que está relacionado con el
interés público y que en general, o probablemente, concluya con el dictado de un acto. Pero en el medio
vamos a tener un montón de actividad de la administración o varios actos (no AA, simplemente actos) de la
administración. Estos actos van a tener de por si una individualidad. Van a estar relacionados porque todos
tienen el mismo fin pero son individuales.
Como sabemos, la administración, el estado en sí, no puede actuar como quiere, por eso decimos que la regla
es la incompetencia y la excepción la competencia.
El estado solo puede hacer lo que la ley manda.
Entonces el procedimiento ordena a la administración para que la administración sepa que es lo que tiene que
hacer. Permite que la finalidad del procedimiento sea justa. Y a su vez, este orden que le da el estado a la
administración para llevar a cabo el procedimiento es una garantía para el particular.
Tiene una función garantista y todo el procedimiento va a ser el antecedente de hecho que va a tener esta
finalidad justa. Entonces, yo como particular, voy a sabre que el estado tiene que hacer determinadas cosas y
no otras, porque si no vulnera mi derecho.
En la LPA vamos a decir que tenemos las garantías mínimas para el procedimiento, las tutelas mínimas.
Porque hay muchos organismos que tienen una normativa específica y en ellas, un procedimiento particular.
Es una tutela mínima para todo. Lo que no tenga tutela particular se rige por la LPA.
¿Quién puede ser parte de un procedimiento administrativo? Aquellos administrados que tengan un derecho
subjetivo o un interés legítimo y la administración.
Artículo 1° LPA. - Las normas del procedimiento que se aplicará ante la Administración Pública Nacional
centralizada y descentralizada, inclusive entes autárquicos, con excepción de los organismos militares y de
defensa y seguridad, se ajustarán a las propias de la presente ley y a los siguientes requisitos.
e) En cuanto a los plazos:
1) Serán obligatorios para los interesados y para la Administración;
2) Se contarán por días hábiles administrativos salvo disposición legal en contrario o habilitación resuelta
de oficio o a petición de parte;
3) Se computarán a partir del día siguiente al de la notificación. Si se tratare de plazos relativos a actos que
deban ser publicados regirá lo dispuesto por el artículo 2 del Código Civil;
4) Cuando no se hubiere establecido un plazo especial para la realización de trámites, notificaciones y
citaciones, cumplimiento de intimaciones y emplazamientos y contestación de traslados, vistas e informes,
aquél será de diez (10) días;
5) Antes del vencimiento de un plazo podrá la Administración de oficio o a pedido del interesado, disponer
su ampliación, por el tiempo razonable que fijare mediante resolución fundada y siempre que no resulten
perjudicados derechos de terceros. La denegatoria deberá ser notificada por lo menos con dos (2) días de
antelación al vencimiento del plazo cuya prórroga se hubiere solicitado.
Entonces, siguiendo con las notificaciones del AA, tienen que realizarse en días y horas hábiles
administrativas y el plazo se computa al día siguiente de la notificación. La notificación es importante porque
una vez que somos notificados del AA empiezan a correr los plazos para el caso que queramos impugnarlo.
Ahora, con respecto a los reglamentos que se publican en el boletín oficial, se cuentan a partir del día
siguiente de la fecha en la que el reglamento empieza a regir o, en su defecto, si no dice nada, se aplica el
código civil que son ocho días desde la publicación.
¿Qué pasa si la administración nos notifica un AA en un día inhábil? Ese día se tiene por no realizada la
notificación y se lo tiene por notificado el día siguiente. Si me notifican un domingo, entiendo que se me
notificó el lunes y el plazo empieza el martes.
Ahora, ¿qué pasa si un AA es notificado por el correo un sábado? Hay parte de la doctrina que entiende que
el día hábil o inhábil lo determina el organismo que emite el acto (Ej. Emite el acto el ministerio de
economía y para este son días hábiles de lunes a viernes. Por lo tanto, el sábado es inhábil. Entonces la
notificación se tiene efectuada el lunes y el plazo empieza a correr el martes). Otra parte de la doctrina
entiende que no, que el correo es un organismo del estado, por lo tanto, para el correo el sábado es día hábil.
Es decir, esta parte de la doctrina entiende que el día hábil o inhábil lo determina el organismo que se
encarga de realizar la notificación que es el correo.
SUSPENSIÓN E INTERRUPCIÓN.
La suspensión (imaginando una línea de tiempo donde tengo 5 días) seria por ejemplo si sucede algo el día
dos y termina el día cuatro. La suspensión lo que hace es que el periodo de tiempo de suspensión no lo
cuento. Lo anterior sí.
La interrupción produce un efecto más intenso, el día dos sucede un hecho y va a hacer que el plazo anterior
se pierda y vuelva a contar el día uno desde que termina la interrupción.
Entonces la suspensión es la detención en el tiempo que hace que ese lapso no funcione, no se cuente, pero si
lo anterior al hecho.
La interrupción lo que hace es que una vez que sucede un hecho todo lo anterior se borra y vuelvo a contar
desde 0, es un efecto mas intenso que el de la suspensión.
La interposición de recursos interrumpe el plazo para recurrir (para interponer otros recursos) y para iniciar
la acción contencioso-administrativa (la que se inicia contra el estado), NO interrumpe ni suspende los
efectos del acto administrativo (art. 12 LPA).
El acto, según el articulo 12, tiene dos características: Presunción de legitimidad y fuerza ejecutoria. Como
se lo presume legitimo goza de fuerza ejecutoria. Entonces, como la administración lo pone en marcha y lo
ejecuta por si y ante sí, que un particular venga e interponga un recurso no hace que cesen los efectos porque
es una característica del acto administrativo.
PLAZOS:
Suspensión
El plazo se frena, por un tiempo, pero al retomar el plazo sigue desde donde se quedo.
Interrupción:
Nuevo periodo completo. Lapso inutilizable, ejemplo se interpone un recurso.
¿Que suspende, por ejemplo, la vista? Imagínense un expediente que esta llevando a cabo la administración
y yo como particular (que tengo un derecho subjetivo) voy a ser parte de este expediente, entonces quiero
tomar viste del expediente. El pedido de vista suspende los plazos para recurrir.
Entonces, por ejemplo, me dictaron un AA y me lo notificaron y me genero una situación desfavorable por lo
que yo ya sé que lo voy a querer que recurrir, entonces lo que hago es pedido de vista que me suspende los
plazos para interponer recurso.
Entonces si tengo 15 días para interponer recurso voy a pedir la vista y se le suman estos días de la vista.
Suspende desde el pedido de vista (puede ser verbal pero lo ideal es que ser por escrito para que quede
constancia) y desde que me lo otorgaron son diez días.
Los diez días van a poder ser prorrogables, pero se lo tengo que pedir a la administración, si esta lo rechaza
me lo tiene que notificar por lo menos dos días antes del vencimiento.
Como habíamos dicho, el derecho administrativo es derecho constitucional concretizado, entre esto, el art. 1
de la CN dice que nuestra forma de gobierno es representativa, republicana y federal. Entonces, en razón a la
forma republicana, las autoridades tienen que rendir cuenta de lo que hacen. La vista es una forma de
concretizar ese principio republicano porque yo, particular, puedo acceder a las actuaciones y conocer qué
está haciendo la administración y por qué lo está haciendo. Y esto hace que yo pueda ejercer mi derecho de
defensa eventualmente, porque voy a conocer por qué la administración toma determinada decisión.
Entonces, la vista puede otorgarla la parte, el apoderado o el abogado. Pero sabemos que por el principio del
informalismo no necesitamos abogado para ir a sede administrativa.
¿Cuándo no puedo tomar vista? Puede pasar en determinados expedientes donde se reservan partes el mismo,
pero debo tener un dictamen jurídico previo que diga que hay que reservarlas por determinado motivo.
Acá hay discusiones sobre si es o no constitucional, si está bien o no, porque en definitiva le está limitando el
pedido de vista a la persona y le está limitando su derecho de defensa.
a. Vista de Expedientes en soporte papel. En aquellos casos excepcionales de expedientes que tramiten en
soporte papel el pedido de vista podrá hacerse verbalmente y se dará, sin necesidad de resolución expresa
al efecto, en la oficina en que se encuentre el expediente, aunque no sea la Mesa de Entradas o Receptoría.
El día de vista se considera que abarca, sin límites, el horario de funcionamiento de la oficina en la que se
encuentre el expediente.
A pedido del interesado, y a su cargo, se facilitarán fotocopias de las piezas que solicitare.
El articulo 40 del reglamento dice: Diligenciamiento. Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 47, in fine,
las notificaciones se diligenciarán dentro de los CINCO (5) días computados a partir del día siguiente al del
acto objeto de notificación e indicarán los recursos que se puedan interponer contra dicho acto y el plazo
dentro del cual deben articularse los mismos, o en su caso si el acto agota las instancias administrativas.
La omisión o el error en que se pudiera incurrir al efectuar tal indicación, no perjudicará al interesado ni
permitirá darle por decaído su derecho. No obstante, la falta de indicación de los recursos, a partir del día
siguiente de la notificación se iniciará el plazo perentorio de SESENTA (60) días para deducir el recurso
administrativo que resulte admisible. (es decir, si iba a interponer un recurso jerárquico que son quince
días, pasa a ser sesenta).
Si se omitiera la indicación de que el acto administrativo agotó las instancias administrativas, el plazo para
deducir la demanda indicada en el artículo 25 de la Ley de Procedimientos comenzará a correr
transcurrido el plazo precedentemente indicado.
Si las notificaciones fueran inválidas regirá lo dispuesto en el artículo 44, segundo párrafo.
ARTÍCULO 43.- Contenido de las notificaciones. En las notificaciones se transcribirán íntegramente los
fundamentos y la parte dispositiva del acto objeto de notificación, salvo cuando se utilicen los edictos o la
radiodifusión en que solo se transcribirá la parte dispositiva del acto.
En las cédulas y oficios se podrá reemplazar la transcripción agregando una copia íntegra y autenticada de la
resolución dejándose constancia en el cuerpo de la cédula u oficio.
Entonces, cuando notifico un AA, tenemos que poner (además de poner el AA, los fundamentos, y la parte
dispositiva) que contra ese acto podemos interponer “tal y tal” recurso, que el plazo para interponerlos es
“tal”, y si agota la instancia administrativa también especificarlo. Caso contrario, es una notificación
deficiente, y se amplían los plazos a sesenta días.
1) Las vías de hecho (no confundir con hecho propiamente dicho): son comportamientos materiales y
gravemente ilegítimos que lleva a cabo la administración. Los hechos son comportamientos materiales de la
administración que producen efectos jurídicos sobre el particular. Ya sea la adquisición, modificación,
transferencia o extinción de relaciones jurídicas. Los impugno a través de la vía judicial interponiendo un
amparo.
2) Como bien sabemos, tenemos los actos de alcance general normativo (reglamento) y los de alcance
particular que son los actos administrativos.
La forma de impugnar, de cuestionar un acto administrativo o reglamento, no es lo mismo.
Al reglamento se lo impugna mediante reclamos y al acto administrativo se lo impugna mediante recursos.
PLAZO
AR
RECURSO PLAZO ANTE QUIEN RESUELVE PARA
T
RESOLVER
Ante quien dicto el Resuelve el ente
81 Reconsideración 10 30 días.
acto. que dicto el acto.
88 Jerárquico Subsidiariamente Resuelve el 5 días más
ante el ente superior,
(subsidiario) hay 5 días para superior. para ampliar.
elevar.
Lo presento ante
quien lo dicto, quien
El superior va a
89 Jerárquico 15 dentro de los 5 días 30 días.
resolverlo.
debe elevarlo al
superior.
Quien dicta el acto es MAXIMA
un ente autárquico. AUTORIDAD
94 Alzada 15 30 días.
Lo dicta director de DEL ORGANO
ente. DEL ENTE.
AL QUE DICTO EL QUE DICTO
100 Reconsideración 10 30 días.
Interrumpo el plazo.
22 10 inc. A
LP Revisión 30 demás
A inc.
A. Reconsideración (del artículo 84): Lo interpongo contra actos definitivos o asimilables a definitivos.
Los voy a presentar ante la misma autoridad que dictó el acto administrativo y me lo va a resolver la misma
autoridad que lo dictó. Entonces, por ejemplo, si un director de asuntos institucionales del ministerio de
economía me dicta un acto administrativo y yo lo quiero impugnar, puedo interponerle un recurso de
reconsideración, lo interpongo ante el director de asuntos institucionales y me lo resuelve el mismo. El plazo
para interponer este recurso es de diez días hábiles administrativos y el plazo que va a tener la autoridad
competente (el director de asuntos institucionales siguiendo el ej.) para resolverme el recurso es de 30 días.
Entonces, yo le pido a la autoridad que dictó el acto que ella misma reconsidere y vea si lo puede modificar.
Es un recurso optativo, no obligatorio.
El recurso de reconsideración lleva siempre implícito el recurso jerárquico. Entonces, tengo diez días para
interponer el recurso de reconsideración y la administración tiene 30 días para resolvérmelo. Si vencido el
plazo de los treinta días la administración no me lo resuelve (se entiende que me lo rechaza o me lo deniega
expresamente), prospera el que tengo en subsidio que es el jerárquico. Entonces, siguiendo el mismo
ejemplo, el director de asuntos institucionales tiene que elevar ese recurso para que lo trate el superior
jerárquico del organismo que, en este caso, sería el ministro de economía.
El plazo que tiene el director para elevarle al ministro el recurso es un plazo de cinco días y desde que lo
recibe el ministro, que es la autoridad competente, tengo cinco días para ampliar mi fundamento. Vencido
este plazo, el ministro tiene treinta días para resolver.
B. Jerárquico: Está siempre en subsidio del recurso de reconsideración. Una vez que interponemos el de
reconsideración se entiende que esta subsidiariamente el primero.
Si me deniegan el recurso de reconsideración, se lo van a elevar de oficio o a pedido de parte (en cinco días,
vencido los treinta días que tenia para resolver el de reconsideración) a la máxima autoridad del organismo.
Y una vez que lo recibe esa persona, yo como particular tengo cinco días para ampliar mi fundamento y una
vez vencido estos cinco días, la auditoria tiene treinta días para resolver.
La opción “A” es que queremos impugnar un acto y presentamos un recurso de reconsideración en el plazo
de los diez días y, en subsidio, el jerárquico.
Opción “B”, como el recurso de reconsideración es optativo, es que directamente presenten el recurso
jerárquico.
Lo presento ante la autoridad que dictó el acto administrativo (director de asuntos institucionales) pero lo va
a resolver el superior jerárquico del organismo (ministro de economía). Para interponer este recurso tengo
quince días. Una vez que lo recibe quien dictó el acto tiene cinco días para elevarlo de oficio al superior
jerárquico quien va a tener treinta días para resolvérmelo.
Ahora, no se confundan, si ustedes eligen interponer directamente el recurso jerárquico, el plazo de cinco
días para ampliar fundamentos no lo tienen (solo lo tenemos si interpusimos el de reconsideración con
jerárquico en subsidio).
Este recurso es el más importante porque agota la vía.
Que agota la vía quiere decir que ya estoy habilitado para ir a la instancia judicial.
C- Recurso de alzada: Es el que yo interpongo cuando quien dictó un acto es el órgano superior de un ente
descentralizado.
Por ejemplo: En la UBA el decano me dicta un AA que me genera un prejuicio. Es la máxima autoridad de
ese organismo descentralizado y yo lo voy a impugnar mediante el recurso de alzada. Lo interpongo contra la
autoridad que me dictó el acto administrativo y me lo va a resolver el superior jerárquico de la
administración centralizada (en este caso sería el ministro de educación). Es optativo, no es obligatorio
porque yo ya tengo un acto que es definitivo y que está dictado por la máxima autoridad de ese organismo (el
decano), entonces ya tengo la instancia habilitada para ir a la sede judicial. Pero puedo elegir entre ir a la
sede judicial o interponer el recurso de alzada y seguir en la vía administrativa.
Tengo quince días para presentarlo, dentro de los cinco días la administración descentralizada lo tiene que
mandar a la centralizada y desde que lo resuelve la autoridad competente son treinta días para resolver.
Una vez que tengo la instancia habilitada para ir a sede judicial me empieza a correr el plazo para interponer
la demanda (noventa días). Entonces lo que puedo hacer, como la interposición de recurso interrumpe, es
presentar el recurso de alzada e interrumpir el plazo de noventa días para presentar la demanda y así ganar
tiempo.
Para plasmar el ejemplo del AA dictado por el decano: Como bien sabemos, los entes descentralizados
funcionan bajo la tutela de la administración centralizada. Entonces tenemos:
Ministro de educación.
Decano.
UBA.
Director.
Puede ser que el decano dicte un acto administrativo, consideramos que es desfavorable y ya está agotada la
instancia, aunque no presentamos un recurso jerárquico porque es la máxima autoridad del organismo.
Entonces puedo interponer un recurso de alzada porque quien lo dictó es la máxima autoridad del organismo.
Es decir, el de alzada puedo presentarlo directamente (sin presentar ningún otro recurso antes) si quien me lo
dictó es la máxima autoridad.
Es decir, el recurso de reconsideración del articulo 100 es el recurso de reconsideración de la resolución del
recurso jerárquico.
Por ejemplo, estamos en el ámbito del ministerio de economía, tenemos debajo del ministro al subsecretario
y abajo a los directores. Estamos frente a un acto que dicta el director de asuntos institucionales. Me dicta un
AA que me genera una situación desfavorable por lo tanto lo voy a impugnar. Tengo dos opciones:
a) Interpongo un recurso de reconsideración con el jerárquico en subsidio. Tengo diez días para presentarlo
ante el director de asuntos internacionales y tiene treinta días para resolverlo. Si vence el plazo y no lo
resuelve, como tengo el jerárquico en subsidio, tiene cinco días para elevarlo al superior jerárquico. Ojo, no
es el superior jerárquico de el si no el superior del organismo que es el ministro de economía. Desde que éste
lo recibe tengo cinco días para ampliar fundamentos. Vencido este plazo el ministro de economía tiene
treinta días para resolverlo. Una vez vencido este plazo se agota la vía.
c) Cuando hubiere sido dictado basándose en documentos cuya declaración de falsedad se desconocía o se
hubiere declarado después de emanado el acto.
d) Cuando hubiere sido dictado mediando cohecho, prevaricato, violencia o cualquier otra maquinación
fraudulenta o grave irregularidad comprobada.
El pedido deberá interponerse dentro de los DIEZ (10) días de notificado el acto en el caso del inciso a). En
los demás supuestos podrá promoverse la revisión dentro de los TREINTA (30) días de recobrarse o
hallarse los documentos o cesar la fuerza mayor u obra del tercero; o de comprobarse en legal forma los
hechos indicados en los incisos c) y d).
Todos estos recursos interrumpen los plazos para ya sea recurrir o interponer demanda contencioso-
administrativa pero no suspenden los efectos del AA.
-ACLARATORIA: No es un recurso porque no suspende ni interrumpe los plazos. Vamos a decir que es un
remedio. Tengo cinco días para presentarlo y la administración cinco días para resolverlo. Lo presento ante
el organismo que dictó el acto y este lo responde. Se busca aclarar alguna cuestión, o si el acto me deja
alguna duda o alguna laguna en alguna parte, presento la aclaratoria.
-RECURSO DE QUEJA: Tenemos quince días para interponerlo, tiene treinta días la administración para
resolverlo. Lo presento ante el organismo que dicto el acto y resuelve quien debería decidir el jerárquico o de
alzada. El recurso de queja (no confundir con la queja propiamente dicha) lo presento cuando siento que la
administración está obstaculizando el procedimiento en sí. No lo vamos a contar como interruptor de plazo
porque no está regulado en la ley ni en el reglamento.
Hasta acá vimos todos los plazos: los que tiene el particular para interponer y la administración para resolver.
La administración en determinado tiene que responder de manera favorable o desfavorable, si no lo resuelve
y se vence el plazo se configura EL SILENCIO ADMINISTRATIVO.
Art. 10 LPA: El silencio o la ambigüedad de la Administración frente a pretensiones que requieran de ella
un pronunciamiento concreto, se interpretarán como negativa. Sólo mediando disposición expresa podrá
acordarse al silencio sentido positivo. Si las normas especiales no previeren un plazo determinado para el
pronunciamiento, éste no podrá exceder de SESENTA días. Vencido el plazo que corresponda, el interesado
requerirá pronto despacho y si transcurrieren otros TREINTA días sin producirse dicha resolución, se
considerará que hay silencio de la Administración.
La regla es que el silencio siempre tiene un sentido negativo. Por lo tanto, si presente recurso, venció el plazo
de treinta días para que me lo autoricen o no, se configura el silencio y entiendo que me lo denegaron.
Solamente al silencio le damos sentido positivo en aquellas disposiciones que expresamente diga que el
silencio se entiende positivo. Si no, es negativo.
Entonces, interpuesto el recurso, vencido el plazo que tenía la administración para resolverme el recurso, si
no me lo resuelve se configura el silencio y se entiende que me lo está denegando.
Entonces, si yo tengo un AA y tengo todos estos recursos, pero se me pasaron los plazos para interponerlos,
ya no puedo hacerlo. Lo único que puedo interponer es una denuncia de ilegitimidad.
1) De manera directa: cuestiono el reglamento en sí, interpongo un reclamo impropio. No tengo un plazo
para interponerlo y la denegatoria es irrecurrible. Desde que lo presento la administración tiene sesenta días
para resolverlo, si no lo hace en este plazo, presento un pronto despacho ante la administración. Una vez
presentado el pronto despacho tiene treinta días más para resolver. Si no me lo resuelve en el día treinta se
configura el silencio de la administración y por lo tanto puedo ir a la sede judicial porque agoté la vía.
2) De manera indirecta: Como bien sabemos, el reglamento es fuente del derecho y en teoría los actos
administrativos que yo dicto por el principio de singularidad del reglamento tienen que estar acorde al
reglamento. Entonces, muchas veces para darle aplicación voy a necesitar de un acto administrativo.
Entonces lo que yo puedo hacer es impugnar directamente el reglamento o esperar que la administración
saque el acto administrativo de aplicación y como todo acto administrativo lo impugno como un recurso. Por
ejemplo: el reglamento de la universidad dice que no pueden venir chicas con el pelo castaño, entonces yo
vengo a inscribirme en la facultad y me dictan un acto donde me deniegan la inscripción. Lo que puedo hacer
acá es impugnar el reglamento directamente o espero, me inscribo, y cuando me deniegan (que es el acto de
aplicación del reglamento) interpongo un recurso.
ARTICULO 24.- El acto de alcance general será impugnable por vía judicial:
a) cuando un interesado a quien el acto afecte o pueda afectar en forma cierta e inminente en sus derechos
subjetivos, haya formulado reclamo ante la autoridad que lo dictó y el resultado fuere adverso o se diere
alguno de los supuestos previstos en el artículo 10.
b) cuando la autoridad de ejecución del acto de alcance general le haya dado aplicación mediante actos
definitivos y contra tales actos se hubieren agotado sin éxito las instancias administrativas.
Los jueces no podrán dar curso a las demandas mencionadas en los artículos 23, 24 y 30 sin comprobar de
oficio en forma previa el cumplimiento de los recaudos establecidos en esos artículos y los plazos previstos
en el artículo 25 y en el presente.
ARTICULO 32.- El reclamo administrativo previo a que se refieren los artículos anteriores no será
necesario si mediare una norma expresa que así lo establezca y cuando:
a) Se tratare de repetir lo pagado al Estado en virtud de una ejecución o de repetir un gravamen pagado
indebidamente;
Plazos dentro de los cuales debe deducirse la impugnación (por vía de acción o recurso)
ARTÍCULO 25.- La acción contra el Estado o sus entes autárquicos deberá deducirse dentro del plazo
perentorio de noventa (90) días hábiles judiciales, computados de la siguiente manera:
b) Si se tratare de actos de contenido general contra los que se hubiere formulado reclamo resuelto
negativamente por resolución expresa, desde que se notifique al interesado la denegatoria;
c) Si se tratare de actos de alcance general impugnables a través de actos individuales de aplicación, desde
que se notifique al interesado el acto expreso que agote la instancia administrativa;
d) Si se tratare de vías de hecho o de hechos administrativos, desde que ellos fueren conocidos por el
afectado. -
Cuando en virtud de norma expresa la impugnación del acto administrativo deba hacerse por vía de recurso,
el plazo para deducirlo será de treinta (30) días desde la notificación de la resolución definitiva que agote las
instancias administrativas.
ARTICULO 26.- La demanda podrá iniciarse en cualquier momento cuando el acto adquiera carácter
definitivo por haber transcurrido los plazos previstos en el artículo 10 y sin perjuicio de lo que corresponda
en materia de prescripción.
ARTICULO 27.- No habrá plazo para accionar en los casos en que el Estado o sus entes autárquicos fueren
actores, sin perjuicio de lo que corresponda en materia de prescripción.
En el artículo 27 vemos reflejado que la ley se dictó en un contexto de un gobierno de facto, donde se
necesita una autoridad fuerte, que sea un gobierno autoritario. Acá vemos que la administración puede
demandar siempre y los particulares 90 días.
El reclamo versará sobre los mismos hechos y derechos que se invocarán en la eventual demanda judicial y
será resuelto por el Poder Ejecutivo, o por las autoridades citadas si mediare delegación de esa facultad.
Lo que dice este fallo es que cuando yo tengo el plazo de 90 días+ pronto despacho + 45 días (reclamo
administrativo previo y reclamo impropio) y se configura el silencio de la administración. Entonces, si
leemos la ley lo que dice textualmente es que vencido el plazo de los cuarenta y cinco días y
configurado el silencio de la administración (se agotó la vía) y me empiezan a correr el plazo de los 90
días para interponer la demanda.
Entonces lo que dice Laura Monti en este dictamen es que vencido el plazo de los 45 días y configurado
el silencio de la administración no puede interpretarse éste en perjuicio del administrado, lo tengo que
interpretar en forma favorable.
Entonces yo no puedo poner en un mismo supuesto si la administración resolvió de manera expresa
denegándome a que la administración no lo resolvió y se configura el silencio. Entonces no puedo
equiparar que me denieguen a el silencio y el silencio no puedo interpretarlo de manera desfavorable
al administrado ni darle el mismo tratamiento a la resolución expresa.
Entonces ella lo que dice es que el plazo de los noventa días no empieza a correr, configurado el
silencio de la administración no puedo entender que empezó a correr el plazo de los noventa días para
interponer demanda.
Si corre el plazo de los noventa días cuando la administración lo deniega de manera expresa.
AYUDA PARCIAL:
- ¿EL DICTAMEN JURIDICO ES UN ACTO? NO, Y COMO NO ES ACTO NO PUEDO INTERPONER
NINGUN RECURSO. TENGO QUE ESPERAR QUE ME DICTEN EL ACTO Y AHÍ INTERPONGO
RECURSO.
-Saber definiciones de vías de hecho, hecho, reglamento, acto.
-Poder diferenciar un reglamento de un acto.
-De acto todo. Definición, elementos, la causa tiene un elemento antecedente de hecho y de derecho.
Acuérdense que vimos que cuando el antecedente de derecho es, por ejemplo, un reglamento o una ley que
tiene presunción de discriminación vamos a entender que tiene una presunción de inconstitucionalidad por
ser presuntamente discriminatoria. Entonces cuando la ley o el reglamento se los presume inconstitucionales
esto va a afectar en el elemento causa, en el antecedente de derecho del acto administrativo. El vicio en la
causa se proyecta en objeto y finalidad.
-La importancia del debido procedimiento administrativo. Derecho de escuchar a un particular previo a dictar
un acto administrativo, de darle la instancia de conocer las actuaciones y de defenderse. Como impugno un
acto, como impugno un reglamento y como impugno un hecho u omisión que me genera un perjuicio. Saber
diferenciar eso. Saber los plazos. Cuando agoto la vía. Cuál es el recurso que agota la vía.
-Qué pasa según la ley cuando se vencen los plazos para interponer recursos (se me da por caído el derecho y
puedo interponer una denuncia de ilegitimidad).
-Cómo interpreto el silencio de la administración una vez vencido el plazo después del reclamo
administrativo previo. Citar byosistems.
-La estabilidad del acto administrativo (es importante saber cuándo se puede provocar, cuando no. En qué
supuestos tiene que ir a hacer la administración una demanda de lesividad). El fallo Almagro lo que dice es
que el artículo 18 se traslada al artículo 17 entonces el acto administrativo mal dictado (porque tiene un
vicio), cuando el particular conoce el vicio, entiende el fallo Almagro que la administración va a poder
revocar el acto administrativo sin necesidad de ir a la sede judicial, porque el particular conocía el vicio.
Ahora, también lo que podemos plantear eventualmente en ese supuesto es que, si el acto administrativo
generó derechos indisponibles, por lo tanto, hay un derecho fundamental humano comprometido. En este
supuesto lo que vamos a decir es que este acto administrativo es inalterable en sede administrativa porque los
DDHH fundamentales no pueden ser modificados por la autoridad de la sede administrativa y si o si la
administración tiene que ir a sede judicial para pedir la revocación del acto. Porque una vez que el acto se
dictó y me generó un derecho subjetivo a mí, es un derecho de naturaleza indisponible, la administración por
si y ante si no me lo tiene que poder modificar. Porque es un derecho humano y porque la Cámara de
seguridad social en el caso REDI entendió que una vez que los derechos indisponibles ingresan al patrimonio
de la persona son inalterables en sede administrativa y, por lo tanto, esa debería ser la nueva doctrina de la
corte.
-La acción de lesividad es cuando la administración dictó un acto y lo quiere revocar, pero porque se dan
determinados supuestos no lo puede revocar entonces tiene que ir a la sede judicial y le tiene que pedir al
juez que lo revoque. Este juicio se llama acción de lesividad. Estudiar supuestos, hay supuestos en donde la
administración puede revocar el acto. Por ejemplo: Yo soy planta permanente de la Cámara porque mi jefe
me dio una planta permanente cuando éramos oficialismo. Yo mi cargo no lo concursé. Y quien mejor que
alguien que es abogado con un máster en derecho administrativo para conocer el vicio en el acto que me
designó... Entonces, siguiendo la doctrina del fallo Almagro, yo que soy conocedora del vicio me debería
joder. Entonces, si el nuevo presidente de la Cámara me quiere revocar el acto puede porque es obvio que yo
conozco el vicio (que no concursé). Entonces lo que estamos diciendo ahora es que el derecho a trabajar es
un derecho indisponible entonces el acto que me designó a mí, pese a que tiene un vicio en el procedimiento,
ese acto, está viciado, es inalterable en sede administrativa porque es un acto que me genera una situación
favorable y que me está afectando derechos humanos indisponibles entonces por lo tanto ese acto está
protegido por la garantía de la inmutabilidad del acto administrativo. Eso quiere decir que, en principio, la
administración por si y ante si no me lo puede revocar. La administración, pese a que hay jurisprudencia en
el fallo Almagro y vos entendés que el 18 se pasa al 17 y como soy conocedora del vicio lo podés revocar,
como se está afectando un derecho de naturaleza indisponible se debería entender que ese derecho que nació
es inalterable en sede administrativa. Y entonces el presidente de la Cámara si me lo quiere revocar tiene que
ir a sede judicial... Y acá entra el fallo REDI.
-Cuando el acto es regular y cuando irregular. Cuál es la otra categoría en función de la no ley (favorables o
desfavorables).
FALLOS
La Cámara de Apelaciones confirmó el decreto 5/1971 del Intendente de CABA por el cual se dejó sin efecto
la resolución tomada por la Secretaría de Obras Públicas en 1969, que autorizó a la parte recurrente para
construir un edificio en torre, ordenándose ajustar el proyecto y la construcción de la obra a las normas
urbanísticas para el área de Palermo Chico, aprobadas por la Ordenanza 25.132 o su demolición. El caso
llega a la Corte en queja.
El fallo recurrido califica de ilegítima e irregular la resolución del Secretario de Obras Públicas de la
Municipalidad por la cual le otorgó a los apelantes el permiso para edificar, y confirma la revocación hecha
por el Intendente. Tal declaración de ilegitimidad torna directa la relación entre la misma y la garantía
constitucional de la propiedad, porque excluye la posibilidad de indemnización, como podría resultar si la
revocación del permiso obedeciera a una causa de oportunidad; así, hay cuestión federal.
La autorización para edificar conferida a los recurrentes por el Secretario de Obras Públicas configuró un
acto administrativo que gozó de la presunción de legitimidad fundada en la suposición de que respondía a
las normas municipales vigentes al tiempo de ser dictado, por las garantías que precedieron a su
emanación. Dicha presunción no puede ni siquiera constituirse frente a supuestos de actos que adolecen
de invalidez que adolecen de una invalidez evidente y manifiesta.
La invalidez manifiesta de los actos cuya ilegitimidad o irregularidad aparece patente en los mismos sin que
sea necesario investigar vicio oculto alguno, constituye un concepto general del orden jurídico, que sólo
requiere una declaración judicial o administrativa a su respecto, a diferencia de la invalidez oculta que
requiere el enjuiciamiento previo para que se torne visible. Una de las categorías de la invalidez de los actos
administrativos es la concerniente al acto irregular en el cual luce manifiestamente un error de derecho
que supera lo meramente opinable en materia de interpretación de la ley. Dicho acto irregular no ostenta
apariencia de validez o legitimidad en virtud de su título y ha de ser calificado como acto inválido por la
gravedad y evidencia del vicio que contiene.
El acto administrativo regular, en cambio, aun cuando traiga aparejados vicios de ilegitimidad, ostenta
cierto grado de legalidad que lo hace estable y produce la presunción de su legitimidad, por lo que no
puede la Administración revocarlo por sí y ante sí en razón de su ilegitimidad, sino que debe demandarla
judicialmente o revocar el acto por razones de mérito, oportunidad o conveniencia.
La autorización para construir otorgada a los apelantes no ostentó vicios manifiestos de gravedad jurídica
suficiente para ser calificada como acto irregular. Esto es así porque no se dictó con el grosero error de
derecho que supera lo meramente opinable en la materia jurídica urbanística. No se debatió vicio de
competencia, moralidad, expresión de voluntad administrativa, forma o causa del acto, siquiera oculto.
Más allá de la difícil inteligencia de las normas aplicables, no resulta de suyo opinable haber juzgado que la
construcción de una torre en Palermo Chico no contrariaba los valores arquitectónicos y plásticos
existentes en la zona. Por la relación que la finalidad de interés público guarda con el objeto, al no ser
irregular éste, debería mediar evidente desviación de poder para irregularizar el acto en su finalidad.
Por consiguiente, el decreto municipal 5/1971 no constituyó un acto de revocación por razones de
irregularidad de la autorización acordada sino que mediaron motivos de oportunidad, mérito o
conveniencia ya que a la fecha de dictarse el decreto estaba en vigencia la ordenanza 25.132, posterior al
permiso, que derogada la ordenanza 24.077 en cuya base se concediera éste. Así, no se afecta el derecho
de propiedad de la actora, que tiene la posibilidad de obtener la indemnización por el daño que pruebe.
Se revoca la sentencia apelada en cuanto declara que el decreto 5/1971 del Intendente de CABA revocó la
resolución tomada por el Secretario de Obras Públicas por causa de ilegitimidad e irregularidad, y se
resuelve declarar que se revocó por razones de oportunidad, mérito o conveniencia.
Barraco pide la nulidad de las resoluciones de 1975, el reintegro a sus funciones de Vicedirector y que se le
abone todo los haberes caídos mientras subsistió su forzado alejamiento de aquellas, y el incremento por
desvalorización monetaria.
La Cámara de Apelaciones revocó la sentencia de primera instancia y rechazó la demanda en todas sus
partes, por los siguientes fundamentos:
a) las normas de las ley 20.654 son aplicables a cargos como el que desempeñaba el actor atento lo
dispuesto por los arts. 7 y 25, inc. a) de la ley citada;
b) en particular, "es adecuado interpretar que en la puesta en comisión del art. 58 de todos los cargos
docentes quedan comprendidos los de los colegios o establecimientos secundarios que de aquéllas
dependen", aserto que se funda en la interpretación que hace de los arts. 28, inc. s) y 57 de la misma ley;
c) la ley 19.549 de procedimiento administrativo no obsta a la aplicación del mentado art. 58, dado el
carácter específico de la ley 20.654 y "como el 'estado en comisión' significa la suspensión del derecho a la
estabilidad… la invocación del art. 58 de la ley 20.654 puede fundar una medida como la que se cuestiona"
en cuanto a la alegada inconstitucionalidad de tal norma, sostiene el sentenciante que la misma no vulnera
el art. 14 bis de la CN, ya que allí se consagra la llamada "estabilidad impropia" del empleado público, "al
haber quedado vigentes los incs. 17 del art. 67 y 10 del art. 86 de la CN que respectivamente autorizan al
Congreso para crear y suprimir empleos y al Poder Ejecutivo para nombrar y remover a los empleados de la
administración. Concluye el a quo que resulta legítima la resolución del Interventor porque Barraco no
aceptó ni se hizo cargo del cargo que le había sido asignado.
La actora interpone recurso extraordinario en el que plantea la inteligencia del art. 58 de la Ley
Universitaria N° 20.654 y su posible colisión con los principios de la estabilidad del empleado público, de
igualdad ante la ley y de la intangibilidad de los derechos y garantías constitucionales, para lo cual invoca
los arts. 14 bis, 19 y 28 de la CN. Asimismo, tacha de arbitrario al pronunciamiento recurrido por vulnerar la
garantía del debido proceso.
Resulta injustificada la crítica que formula el apelante a la sentencia recurrida. En efecto, el a quo se
extendió suficientemente sobre la aplicabilidad al caso de la ley 20.654, aceptando, asimismo, lo expresado
por el juez de primer grado en torno a que"la jurisdicción universitaria ejercida sobre la Escuela Superior de
Comercio Manuel Belgrano, avalada con lo dispuesto por los arts. 7 y 25, inc. a), de la ley 20.654". El análisis
de las normas respectivas no permite arribar a una solución distinta; por el contrario, tal análisis conduce a
afirmar que lo atinente a la designación, traslado y remoción de cargos docentes directivos como los aquí
implicados debe juzgarse, primariamente, a la luz de lo dispuesto en la citada ley universitaria.
El actor no fue separado de la UNC en virtud de la resolución “I” N°439, sino que ello aconteció con la
N°869; en esta última no se adujo la situación “en comisión” en la que revistaba Barraco, sino el abandono
de funciones previsto por la ley 20.654. Así, la mentada Resolución "I" N° 439 significó para el ahora
recurrente un nuevo destino dentro del ámbito universitario; esto es, existió aquí un solo acto
administrativo que no implicó la eliminación del afectado como funcionario de la Universidad.
El actor no acreditó que el nuevo cargo que se le asignaba fuera de menor jerarquía o importara disminuir
sus emolumentos o su situación presupuestaria; no puede sostenerse, consecuentemente, que el traslado
resultara groseramente, vejatorio o mereciera el calificativo de cesantía encubierta. Si a ello se añade que
la Resolución en la que se dispuso la medida en análisis no aparece ostensiblemente desprovista de
fundamentos, se concluye que el acto administrativo bajo examen no carecía de la correspondiente
presunción de legitimidad y, por tanto, Barraco debió acatarlo y prestar los servicios respectivos, sin
perjuicio de los reclamos y recursos a que se creyera con derecho.
Si bien el art. 14 bis de la CN consagra la estabilidad del empleado público, la administración conserva un
mínimo de facultades independientes, en salvaguarda de las prerrogativas que el art. 86, incs. 1 y 10, de la
CN acuerdan al Presidente de la Nación, las que comprenden no sólo la facultad de nombrar y remover a
los empleados públicos sino también la de otorgarles ascenso y ubicarlos en el escalafón, en tanto esto no
implique sanción disciplinaria o descalificación del agente. También puede recordarse que -como reglapara
el ejercicio de las facultades atinentes a la política administrativa y a la ponderación de las aptitudes
personales de los agentes ha de reconocerse a la Administración Pública una razonable amplitud de criterio
en la apreciación de los distintos factores y reglamentaciones en juego, en aras de lograr el buen servicio.
Por último, cabe tener en cuenta asimismo que las resoluciones que dictan las universidades en el orden
interno, disciplinario y docente que les es propio, no son, en principio, susceptibles de revisión judicial,
salvo que las decisiones tomadas no hayan respetado los derechos y garantías constitucionales de los
interesados.
Los argumentos vertidos en los anteriores considerandos alcanzan para desestimar la impugnación
formulada contra tal medida, en la inteligencia de que ella fue adoptada por aplicación de normas legales
expresas, y de que el recurrente fue suficientemente oído, especialmente en la instancia judicial,
habiéndose considerado los diversos agravios que expresara. Resulta inoficioso cualquier pronunciamiento
acerca de la planteada inconstitucionalidad del art. 58 de la ley 20654, en cuanto declara en comisión a los
cargos docentes, ya que no se separó al apelante de la Universidad, ni sufrió el doctor Barraco sanción
disciplinaria alguna, por aplicación de esa norma.
Recordó que el actor ingresó en la Secretaría de Prensa y Difusión de la Presidencia de la Nación en 1998
como asesor de gabinete del Subsecretario Técnico Administrativo y que, en 1999 fue designado agente
Nivel "A" para desempeñar el cargo de asesor técnico en cuestiones de derecho inmobiliario registral,
notarial y catastral en la estructura de la aludida Subsecretaría. Dicha designación fue cancelada mediante
la resolución 1/00 en el año 2000 del Secretario de Cultura y Comunicación, la cual impugna en la causa.
Consideró que, al momento del dictado de la aludida resolución, el actor carecía de estabilidad en el
empleo, debido a que se encontraba en período de prueba y que, por tal motivo, dicho acto había sido
emitido dentro de los límites de la competencia asignada a la autoridad administrativa por el CCT y la ley
25.164. En ese sentido, expuso que el art. 42 inc. a) de la ley 25.164 contempla, como una de las causales
de extinción de la relación de empleo público, la posibilidad de cancelar el nombramiento del personal sin
estabilidad en los términos del art. 17.
Por otra parte, desestimó el planteo de inconstitucionalidad del art. 25 del CCT -en cuanto establece que
durante el período de prueba la designación del agente podrá ser cancelada en cualquier momento- al
considerar que no era exigible que en el acto se invocara causa o motivo, ni que se diera cumplimiento a los
requisitos de la ley 19.549, porque bastaba la simple remisión a las normas que autorizan a cancelar el
nombramiento.
Contra dicho pronunciamiento, el actor interpuso recurso extraordinario, que fue denegado por el a quo y
dio origen a esta presentación directa. En resumen, se agrava porque:
a) el acto administrativo impugnado se dictó en transgresión a los límites impuestos por el ordenamiento
jurídico vigente tales como la ley 19.549, el decreto 20/99 y la CN;
b) dicho acto carece de razonabilidad y es arbitrario, toda vez que el Estado Nacional reconoció
expresamente su capacidad e idoneidad para desempeñar el cargo que obtuvo por concurso;
c) los arts. 25 del CCT y 17 y 42 inc. a) de la ley 25.164 son inválidos por inconstitucionales, en virtud de
oponerse y ser incompatibles a las exigencias de validez impuestas por normas jerárquicamente superiores
como la ley 19.549 y la CN. El recurso extraordinario es admisible.
No es objeto de discusión que el actor había sido designado, por concurso, para ocupar un cargo de "Nivel
A, Grado 0" en la Administración Pública Nacional y que, al momento del dictado del acto que declaró
cancelada su designación, se encontraba en período de prueba, por lo cual el alcance de la sentencia queda
circunscrito a establecer si este último acto debía cumplir con los requisitos de la ley 19.549. A tal fin es
necesario recordar que la resolución 1/00 se limitó a dar cuenta en sus considerandos de que el actor no se
encontraba alcanzado por el derecho a la estabilidad y que dicha medida se dictaba en uso de las facultades
conferidas por el art. 25 del CCT.
No puede sostenerse válidamente que el ejercicio de las facultades discrecionales, por parte del órgano
administrativo, para cancelar la designación de un agente durante el período de prueba lo eximan de
verificar los recaudos que para todo acto administrativo exige la ley 19.549, como así también respetar el
sello de razonabilidad que debe acompañar a toda decisión de las autoridades públicas.
Asimismo, los argumentos del tribunal a quo al sostener que si se exigiera que el acto que dispusiera
cancelar el nombramiento tuviera que reunir la totalidad de los recaudos previstos en el art. 7 de la ley
19.549, carecería de sentido la existencia del art. 42 inc. a) que faculta a la Administración a dar por
concluida la relación de empleo público mediante la cancelación de la designación en los términos del art.
17, contraría el texto mismo de este último, que limita la discrecionalidad de la autoridad para disponer el
cese en el empleo.
El Tribunal ha reconocido que el control judicial de los actos discrecionales encuentra su ámbito de
actuación, por un lado, en los elementos reglados de la decisión -entre los que cabe encuadrar,
esencialmente, a la competencia, a la forma, a la causa y a la finalidad del acto- y por otro, en el examen de
su razonabilidad.
Cabe considerar que el art. 17 inc. a) de la ley 25.164 supedita la adquisición de la estabilidad en el empleo
a que se "acrediten condiciones de idoneidad a través de las evaluaciones periódicas de desempeño,
capacitación y del cumplimiento de las metas y objetivos establecidos para la gestión durante el transcurso
de un período de prueba de 12 meses de prestación de servicios efectivos, así como de la aprobación de las
actividades de formación profesional que se establezcan". La correlación de tal norma con la facultad que el
art. 25 del CCT confiere a la autoridad administrativa para cancelar la designación durante el período de
prueba, conducen a pensar que el objeto de tal potestad es la de brindar la posibilidad a la Administración
para que evalúe la idoneidad del agente. Desde esta perspectiva, asiste razón al apelante cuando afirma
que, en el caso, la eventual inexistencia de esta cualidad funcional estaría descartada, toda vez que el
Estado Nacional afirmó que "la decisión no cuestiona la idoneidad y capacidad del agente ni se advierte
como resultado de una medida disciplinaria o descalificante en su contra". Así, el acto carece de causa.
Desde otro punto de vista, es dable reparar que la resolución impugnada omite invocar fundamento alguno
que, además, torne razonable la revocación del nombramiento efectuado. Por ello, el acto atacado carece
de otro de sus requisitos esenciales, en este caso, el de motivación. En efecto, si se toma en cuenta que las
normas supeditan la adquisición de la estabilidad en el empleo a que se acrediten condiciones de idoneidad
durante el período de prueba, ello constituye un aspecto que limita la decisión discrecional de la
Administración. Desde esa perspectiva no se podía revocar el nombramiento de un agente, menos aún de
un empleado designado por concurso, sin expresar las razones que lo justifican. Tal omisión torna ilegítimo
el acto, sin que quepa dispensar dicha ausencia por haberse ejercido potestades discrecionales, las que -por
el contrario- imponen una observancia más estricta de la debida motivación.
Para resolver, la cámara sostuvo que el consejo superior no se hallaba habilitado para revocar los actos de
designación porque estos estaban firmes, consentidos y habían generado derechos subjetivos (que se
estaban cumpliendo) en favor de las recurrentes, razón por la cual, si la administración entendió que los
actos tenían vicios que los tornaban nulos, debió acudir al auxilio judicial promoviendo el proceso de
lesividad contemplado en el art. 17 de la ley 19.549. Además, también dijo que la instancia había sido
abierta con el único alcance de examinar la “legalidad” de la resolución n°374/95; debido a ello y con los
elementos de juicio existentes, concluyó que no era posible determinar si los actos de designación eran
nulos y menos aún expedirse sobre el alegado conocimiento del vicio por parte de las beneficiarias.
Por otra parte, las objeciones de la recurrente suscitan cuestión federal ya que se halla en tela de juicio la
interpretación de normas de esa índole como las contenidas en la ley 19.549, y la decisión de la alzada ha
sido contraria al derecho que en ella fundó la apelante (art. 14, inc. 3°, ley 48).
El art. 17 de la ley 19.549 establece expresamente la obligación de la administración pública de revocar en
sede administrativa sus actos irregulares, salvo que el acto se encontrara "firme y consentido y hubiera
generado derechos subjetivos que se estén cumpliendo", supuesto en el cual "sólo se podrá impedir su
subsistencia y la de sus efectos aún pendientes mediante declaración judicial de nulidad". Por su parte, el
art. 18 de esa misma ley dispone que el acto regular del que hubieren nacido derechos a favor de los
administrados no podrá ser revocado en sede administrativa una vez notificado, salvo -entre otras
circunstancias- cuando el interesado hubiera conocido el vicio. Una interpretación armónica de estos
preceptos conduce a sostener que las excepciones a la regla de la estabilidad en sede administrativa del
acto regular previstas en el art. 18 -entre ellas, el conocimiento del vicio por el interesado- son igualmente
aplicables al supuesto contemplado en el art. 17, primera parte. De lo contrario, el acto nulo de nulidad
absoluta gozaría de mayor estabilidad que el regular, lo cual no constituye una solución razonable ni
valiosa.
En las condiciones expuestas, la cámara limitó su jurisdicción para entender en autos de un modo
incompatible con los términos del régimen legal que consideró aplicable. En efecto, si de acuerdo con dicho
régimen es válido el ejercicio de la potestad revocatoria cuando el interesado hubiera conocido el vicio del
acto, resulta entonces inadmisible sostener que el tribunal no se encontraba habilitado para examinar si las
agentes tenían o no ese conocimiento.
Por ello, se hace lugar a la queja, se declara procedente el recurso extraordinario y se revoca la sentencia
apelada.
Gorordo Allaria de Kralj, Haydée María c/ Estado Nacional (Min. de Cultura y Educación) - CSJN
04/02/1999
La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal confirmó el pronunciamiento
del juez de primera instancia por el cual se declaró, con fundamento en lo dictaminado por el fiscal federal,
no habilitada la instancia por haber vencido el plazo previsto en el art. 25 de la ley 19.549. Sostuvo el a quo
que "el rechazo en sede administrativa de una denuncia de ilegitimidad no es, en principio, susceptible de ser
impugnado por una acción contencioso administrativa por configurar el ejercicio de una facultad discrecional
(...) y no puede importar el restablecimiento de plazos perentorios fenecidos (art. 1, inc. e, punto 6, ley
19.549)"; a su vez, expresó que "un recurso extemporáneo no produce el efecto interruptivo previsto en el
art. 1, inc. e, p. 7, de la ley 19.549, ni su tramitación suspende el término para deducir la acción judicial, que
es perentorio...". Concluyó la cámara que la demanda resulta extemporánea, en tanto se encuentra excedido
el plazo establecido en el citado art. 25 de la ley 19. 549. Contra el pronunciamiento de la alzada la
demandante interpuso el recurso extraordinario cuya denegación dio origen a la presente queja; la recurrente
destaca que la sentencia dictada por el a quo lesiona sus garantías constitucionales de defensa en juicio,
igualdad ante la ley y propiedad.
Por razones de orden lógico corresponde examinar en primer término el agravio consistente en el planteo
formulado por la impugnante relativo a la imposibilidad de que el juez de primera instancia deniegue de
oficio la habilitación de la instancia judicial por no ser ellos compatible con el art. 18 de la CN suscita
cuestión federal suficiente para su examen en la instancia del art. 14 de la ley 48.
La Corte señaló que para que el órgano jurisdiccional pueda examinar en cuanto al fondo la pretensión que
ante él se deduce es preciso que concurran ciertas circunstancias establecidas por el derecho procesal
conocidas como requisitos o presupuestos procesales. El examen de estos recaudos, que condicionan la
admisibilidad de la pretensión, puede ser efectuado no sólo a requerimiento de la demandada, sino también,
dada su naturaleza, en una etapa preliminar en la cual el juez puede desestimar oficiosamente la demanda
(art. 337 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación), sin que por ello se convierta en el intérprete
de la voluntad implícita de una de las partes ni se altere el equilibrio procesal de los litigantes en desmedro
de la parte contraria; y en lo que respecta al proceso contencioso administrativo el actor, además de las
condiciones de admisibilidad establecidas en el CPCyC de la Nación, debe cumplir con aquellos requisitos
específicos de este tipo de proceso previstos en el título IV de la ley 19.549, cuyo cumplimiento en cada caso
concreto el juez está facultado a verificar. Teniendo presente lo expuesto corresponde decidir que dada la
condición de presupuesto procesal del plazo de caducidad establecido en el art. 25 de la ley 19.549 el juez de
primera instancia estaba facultado para examinar de oficio su cumplimiento y rechazar en caso contrario in
limine la pretensión, ya que su falta no requería la expresa denuncia por parte del demandado.
El criterio expresado no causa lesión al derecho de defensa de la actora, ya que ésta no obstante de haber
tenido la oportunidad para ejercerlo adecuadamente, no lo hizo, en tanto omitió articular dentro del término
perentorio fijado en el decreto 1759/72 el recurso administrativo pertinente. La garantía de la defensa no
ampara la negligencia de las partes. Quien ha tenido amplia oportunidad para ejercer sus derechos responde
por la omisión que le es imputable; por lo que, sería claramente irrazonable otorgar el mismo efecto a la
denuncia de ilegitimidad -que no es más que una impugnación tardíamente interpuestaque a un recurso
deducido en término.
Por ello, se hace lugar a la queja, se declara procedente el recurso interpuesto y se confirma la sentencia
apelada.
Hochbaum, Salomón I.
CSJN 15/07/1970
El decano de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires estimó acreditado que, en
el acta labrada el 20/7/55 por el tribunal examinador de la materia patología quirúrgica; se había suprimido
dolosamente el nombre de una de las alumnas, Thamara Hormaechea, reemplazandolo por el de Salomón
Isaac Hachbaum. En consecuencia, por res. 4360/66, el aludido decano declaró no rendida la asignatura de
referencia por el mencionado Hochbaum y dispuso se restituyera esa materia a Hormaechea. En el punto 3°
de la misma resolución ordenó elevar las actuaciones a la Universidad de Buenos Aires, "estableciéndose que
si ésta decidiera anular el diploma de médico entregado al referido Salomón Isaac Hochbaum, el mismo no
podrá rendir la materia antedicha en esta Facultad, por el término de 5 años. Todo ello motivó el recurso de
revocatoria interpuesto por Hochbaum el 16/2/67 (fs. 98 del expediente administrativo), reiterado por aquél
el 12/4 de igual año, y que se declaró automáticamente denegado a fs. 104 por virtud de lo dispuesto en el
art. 4° de la ordenanza del Consejo Superior de la Universidad 2990/62. Notificado de esta última decisión el
7/6/67 Hochbaum dedujo, el día 14 del mismo mes, el recurso de apelación que corre a fs. 105, y, radicadas
finalmente las actuaciones ante la Universidad, el rector dictó la res. 666/68, la cual, con base en el dictamen
de fs. 107 vta., estimó fuera de término la apelación de fs. 105 (ver consid. 3°) y, en el art. 1° de su parte
dispositiva, dispuso anular el diploma de médico que le fuera otorgado al apelante con fecha 11/6/61 y
revocar todas las actuaciones relativas a la expedición de ese título. Interpuesto contra dicha resolución el
recurso que autoriza el art. 117 ley 17.245, se pronunció a fs. 54 de estos autos la C. Fed. Cap., tribunal que
declaró la nulidad del acto recurrido por incompetencia de la autoridad que lo produjo.
El a quo declaró la nulidad de la res. 666 dictada por el rector de la Universidad de Buenos Aires, que dejó
sin efecto el diploma de médico expedido anteriormente a favor del accionante, por haberse demostrado la
existencia de falsificación en un acta de examen, como consecuencia de la cual se dio indebidamente por
aprobada una materia, cuyo examen no habría rendido. El fundamento de la sentencia apelada radica en que
la autoridad universitaria carece de facultades para anular una resolución anterior suya y debe pedir a los
jueces la declaración de tal nulidad. El recurso extraordinario interpuesto por el representante de la
Universidad es procedente, porque se ha cuestionado la validez de una autoridad ejercida en nombre de la
Nación y la decisión fue contra ella (art. 14 incs. 1 y 3, ley 48). Tales condiciones consisten primordialmente
en la ilegalidad manifiesta del acto dejado sin efecto y ella no resulta solamente del evidente error de derecho
en que se pueda haber incurrido, sino también de la ausencia de algún presupuesto de hecho indispensable
para la validez del acto. Descubierta tal circunstancia, resultante de falsificación del acta de examen, es
evidente que falta la base indispensable para el otorgamiento del respectivo título.
Se entiende que la Universidad pudo dejar sin efecto el título otorgado al accionante, sin perjuicio de las
facultades de éste para solicitar en sede judicial la revisión de los fundamentos de hecho que contiene la
resolución administrativa, el examen de los cuales escapa a la jurisdicción de esta Corte por vía del recurso
del art. 15 ley 48. Por lo que, sobre la base de lo expuesto, corresponde dejar sin efecto la sentencia apelada y
ordenar nuevo pronunciamiento, a dictarse con arreglo a los principios antes expuestos y dentro de los
límites que el tribunal a quo estime corresponder según el art. 117 ley 17.245.
Por ello y lo dictaminado por el procurador general, se deja sin efecto la sentencia apelada, debiendo volver
los autos al tribunal de origen para que, por la sala que corresponda, dicte nuevo pronunciamiento, en la
forma indicada en el último considerando.
Biosystem:
En noviembre de 2004, la empresa Biosystems presentó reclamo administrativo previo ante el Ministerio de
Salud con el objeto de obtener el cobro de una serie de facturas impagas derivadas de una relación
contractual con el Hospital Posadas, correspondiente a los años 1999-2000.
Transcurrido largamente el plazo con que contaba el Ministerio para resolver ese reclamo, en marzo de 2007
la empresa solicitó “pronto despacho” a fin de instar a la Administración a que se pronunciara al respecto. A
pesar de ello, el Ministerio no emitió ninguna decisión sobre el reclamo. Ante la falta de respuesta al reclamo
presentado, en abril de 2008 la empresa inició demanda judicial.
El Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Contencioso Administrativo Federal N° 7 desestimó la
demanda, por entender que había sido iniciada luego de haber transcurrido el Plazo de Caducidad (plazo que
consideró aplicable a pesar de que la Administración nunca se había pronunciado sobre el reclamo de la
empresa).
Es decir, por haberse deducido la demanda una vez vencido el plazo que impone el artículo 25 de la ley
19549 de procedimientos administrativos. Recordó que la actora de acuerdo con lo establecido en el artículo
31 a partir del pedido de pronto despacho deberán transcurrir otros 45 días en cuyo caso el interesado podrá
iniciar demanda, la cual deberá ser interpuesta en los plazos perentorios indicados en el artículo 25. Por tal
motivo el juez resolvió que en el caso los 45 días vencieron el 26 de junio del 2007 y los 90 días hábiles
judiciales vencieron el 2 de noviembre del 2007, razón por la cual la demanda entablada el 16 de abril del
2008 se interpuso cuando estaban vencidos los plazos legales.
Ante la apelación de la empresa, la Sala III de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso
Administrativo Federal (la “Cámara”) resolvió revocar la sentencia de Primera Instancia y declarar la
inconstitucionalidad del artículo 31 de la LPA.
La Cámara concluyó que esa norma condiciona indebidamente el acceso a la justicia, al encadenar el plazo
para configurar la denegatoria por silencio (mediante la presentación del pedido de “pronto despacho”) con
el Plazo de Caducidad.
Contra esa decisión el Estado Nacional interpuso recurso extraordinario ante la Corte Suprema, que declaró
admisible el recurso y revocó parcialmente la sentencia de Cámara en cuanto declaraba la
inconstitucionalidad del artículo 31 de la LPA, pero la confirmó en cuanto habilitaba a la empresa a tramitar
el juicio iniciado.
La interpretación del artículo 31 de la LPA seguida por la Corte Suprema
La Corte Suprema, por unanimidad y sobre la base de los fundamentos del dictamen de la Sra. Procuradora
Fiscal, Laura Monti (el “Dictamen”), declaró que el artículo 31 de la LPA es constitucional pero, al mismo
tiempo, concluyó que el Plazo de Caducidad sólo aplica en los supuestos en que el reclamo administrativo es
rechazado en forma expresa por la Administración.
En el Dictamen —seguido por la Corte Suprema— se concluye que, cuando el interesado interpone reclamo
administrativo y la Administración no se expide al respecto, resulta facultativo para el particular reputar que
ese reclamo ha sido tácitamente denegado (por “silencio” de la Administración) y proceder al inicio de la
demanda. Por ende, ante el silencio de la Administración, no corresponde aplicar el Plazo de Caducidad, sino
que el interesado puede promover la demanda cuando así lo decida, sin perjuicio del plazo de prescripción
que resulte aplicable.
BALBIN: en el caso del reclamo previo, la ley lamentablemente no distingue entre el rechazo expreso y
tácito, sino que exige que la demanda judicial se inicie "en los plazos perentorios y bajo los efectos previstos
en el art. 25". De todos modos, la Corte sostuvo que el plazo de 90 días solo debe contarse en caso de
rechazo expreso ("Biosystems"), pues en el supuesto de rechazo tácito corre el plazo de prescripción.
Profesora: en el reclamo administrativo previo, si la administración no dice nada pasados los 45 días hay una
discusión de si se toman o no los 90 días hábiles judiciales, la mayoría entendía que sí, Balbín dice que no
porque es como el silencio del artículo 10, y la CORTE en BIOSYSTEMS, decidió que en el marco de esto,
si la administración no responde expresamente, no emite un acto administrativo, el particular puede ir en
cualquier momento a sede judicial, no se pide el plazo de caducidad, excepto, que no prescriba, ahí si tiene
en cuenta el plazo de prescripción.
Suspensión transitoria del registro fiscal de operadores en la compraventa de granos. Régimen jurídico y
razonabilidad.
La sentencia hizo lugar al amparo y ratificó la reincorporación del contribuyente en el “Registro Fiscal de
Operadores en la Compraventa de Granos y Legumbres Secas”, implementado por la resolución general
(AFIP) 129/97. Contra esa decisión, el Fisco interpuso el recurso extraordinario. La Corte revocó la
sentencia. Expresó que, de acuerdo a la normativa, es claro que la suspensión transitoria establecida en la RG
2300/07 no perseguía una sanción sino que se limitaba, cautelarmente, a impedir el goce de los beneficios
fiscales previstos en el régimen hasta tanto se aclarase la situación del contribuyente frente al Fisco. Tal
decisión, temporaria y provisional, no se adoptaba con la finalidad de herir de manera definitiva al presunto
infractor en su patrimonio sino de proteger el erario público hasta que concluyeran las tareas de fiscalización
que el ente recaudador se encontraba obligado a realizar. Cabe tener presente, en este punto, que la
constitucionalidad de una reglamentación como la aquí examinada está condicionada, por una parte, a la
circunstancia de que los derechos afectados sean respetados en su sustancia y, por la otra, a la adecuación de
las restricciones a las necesidades y fines públicos que las justifican, de manera que no aparezcan infundadas
o arbitrarias, sino razonables, es decir, proporcionadas a las circunstancias que las originan y a los fines que
se procuran alcanzar con ellas (Fallos: 247:121). En tales condiciones, la Corte no encontró configurada la
lesión constitucional que la sentencia recurrida reprocha a la reglamentación atacada, pues la suspensión
transitoria establecida por esta última luce apta para servir, razonablemente, a la finalidad esencial que ella
persigue, esto es, asegurar el correcto desempeño de las facultades de verificación y fiscalización que le
corresponden a la AFIP.