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Una verdadera Expresión de Adoración.

Salmos 95:1-7
1¡Vengan, cantemos al SEÑOR! Aclamemos con alegría a la Roca de nuestra salvación. 2Acerquémonos a él
con acción de gracias. Cantémosle salmos de alabanza, 3 porque el SEÑOR es Dios grande, un gran Rey sobre
todos los dioses. 4 En sus manos sostiene las profundidades de la tierra y las montañas más imponentes. 5 El
mar le pertenece, pues él lo creó; sus manos también formaron la tierra firme. 6 Vengan, adoremos e
inclinémonos. Arrodillémonos delante del SEÑOR, nuestro creador, 7porque él es nuestro Dios. Somos el
pueblo que él vigila, el rebaño a su cuidado.
Primeramente, debemos tener en cuenta, que nuestra alabanza y adoración a Dios, no debe ser algo que
hagamos solamente los domingos o ensayos, ni mucho menos, que necesitemos tener talentos, en el canto o
la música para hacerlo, debe ser, nuestro estilo de vida, una práctica diaria y constante, con toda nuestra
alma, mente y corazón, en espíritu y en verdad. Juan 4:23-24
Ahora bien, nuestra expresión al momento de Alabar y adorar en el cuerpo tendrá un impacto en las personas
a nuestro alrededor, siempre que sea correctamente, redundará en todo el lugar y animará a los demás.
Nuestra entrega debe ser en vertical, El cielo y yo, el trono de su gracia y yo, su presencia y yo y cuando esta
conexión sea en espíritu y verdadera se convertirá en una atmósfera contagiada de adoración profunda y es
allí donde en un mismo sentir y Espíritu adoramos al Padre.
Así pues, nuestra alabanza y adoración debe ser como lo dice su palabra:
1. En todo tiempo:
Salmo 119:62 “Me levanto a medianoche para agradecerte por tus justas ordenanzas”
Salmo 63:1-2 “Dios, Dios mío eres tú; De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela,
En tierra seca y árida donde no hay aguas, 2 Para ver tu poder y tu gloria, Así como te he mirado en el
santuario.”
2. Con nuestras palabras: Salmo 145:6 “Tus obras imponentes estarán en boca de todos; proclamaré tu
grandeza.”
3. Con un corazón recto: Salmo 119:7 “Te alabaré con rectitud de corazón Cuando aprendiere tus justos
juicios.”
4. Con cantos: Salmos 104:33 “Cantaré al SEÑOR mientras viva. ¡Alabaré a mi Dios hasta mi último suspiro!”
5. Con Alegría: Salmo 66:1-4 “Aclamad a Dios con alegría, toda la tierra. 2 Cantad la gloria de su nombre;
Poned gloria en su alabanza. 3 Decid a Dios: ¡Cuán asombrosas son tus obras! Por la grandeza de tu poder se
someterán a ti tus enemigos. 4 Toda la tierra te adorará, Y cantará a ti; Cantarán a tu nombre.”
6. Con instrumentos: Salmo 33:2-4 “Alaben al SEÑOR con melodías de la lira; toquen música para él en el arpa
de diez cuerdas. 3 Entónenle un cántico nuevo de alabanza; toquen el arpa con destreza y canten con alegría.
4 Pues la palabra del SEÑOR es verdadera y podemos confiar en todo lo que él hace.”
7. Con danzas: Salmo 150:4 ““Alabadlo con tambores y danzas, alabadlo con cuerdas y flautas”
8. Con gozo y júbilo: “Venid, cantemos gozosos a Yahvé, aclamemos a la Roca que nos salva; entremos en su
presencia dándole gracias, aclamándolo con salmos”
9. Alzando las manos: Salmo 63:4 “Así quiero bendecirte en mi vida, levantar mis manos en tu nombre”
10. Batiendo las manos: Salmo 47:1-2 “¡Vengan todos! ¡Aplaudan! ¡Griten alegres alabanzas a Dios! 2 Pues el
SEÑOR Altísimo es imponente; es el gran Rey de toda la tierra.”

SOBRE TODO. EN ORDEN


1 Corintios 14:40 “pero asegúrense de que todo se haga de forma apropiada y con orden.”
Es importante asegurarnos de que todo lo que hemos mencionado de la palabra de Dios debemos hacerlo con
el único fin de honrar, alabar y adorar al Señor y darle gloria solo a Él, y no para exhibición personal nuestra ni
de nuestra supuesta espiritualidad.
Nuestra expresión es importante y fluirá si es verdadera, Como lo hizo David, 2 Samuel 6:14-23 “Y David
danzaba con toda su fuerza delante de Jehová; y estaba David vestido con un efod de lino. 15 así David y toda
la casa de Israel conducían el arca de Jehová con júbilo y sonido de trompeta.”
Alabar y adorar al Señor no sólo tiene que ver con el hecho de cantar, tocar instrumentos, danzar en grupo o
realizar cualquier acción en sí misma, sino con la actitud, fervor y honestidad con que se haga y con santidad
en el corazón, para que no seamos parte de los que de labios honran al Señor: Isaías 29:13 “El Señor dice: Este
pueblo me alaba con la boca, y me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. Su adoración no es
más que un mandato enseñado por hombres.”.
Nuestra entrega debe ser con espíritu quebrantado, con corazón humillado, con pasión y con expresión
genuina. Y recordar que el verdadero sacrificio que Dios espera es un corazón contrito y humillado.
Salmo 51:17 “Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no
despreciarás tú, oh Dios”.

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