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Formato para Referencia Bibliográfica de Jurisprudencia

Referencia Bibliográfica de Sentencia:

Elementos de la Referencia Referencia Bibliográfica de la Sentencia


Bibliográfica

Organismo Judicial (País). Corte Suprema de Justicia (Colombia)

Sala o sección. Sala de casación civil

Tipo de Providencia y número. Providencia de Casación civil – SC13630/2015

Fecha del fallo.


7 de octubre de 2015
Magistrado ponente. Ariel Salazar Ramírez

Número del Expediente. 73411-31-03-001-2009-00042-01

Referencia Bibliográfica de la sentencia


SEGÚN EL ESTILO APA

(Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal,


SC13630/2015)

# pág. Cita Directa (Breve o CONCEPTOS Comentario personal


Extensa) CLAVES

p.2 Este caso da cuenta de la


Entre mayo y confianza ciega que la
junio de 2007, el señor sociedad deposita en
José Manuel Muñoz algunas personas por el
Larrota acudió a la iglesia hecho de ser autoridades.
San Antonio de Padua en
busca de ayuda espiritual Ciudadanos nobles, con
y económica para dos de familias numerosas, sin
sus menores hijos –de 7 y educación, con trabajos
8 años de edad–, dado su ocasionales y con
estado de pobreza. dificultades económicas
se encuentran en
Los menores fueron abundancia en nuestro
recibidos por el sacerdote país.
católico Luis Enrique HECHOS DEL
Duque Valencia, quien CASO No es ajeno a nadie que a
ostentaba el cargo de pesar de que Colombia es
párroco de la mencionada un país laico (según el
iglesia. preámbulo de nuestra
constitución Política), la
2

El aludido clérigo, gran mayoría de


aprovechándose de su colombianos profesan la
actividad pastoral y religión cristiana-católica;
sacerdotal, del respeto a esto hace que las iglesias,
la fe que profesan los sus sacerdotes, acólitos y
fieles, de la credibilidad otras autoridades
que ostentaba ante la eclesiásticas sean,
sociedad, y de la comúnmente, figuras a las
inmadurez psicológica de cuales se les hinca la
los menores, los sometió rodilla y se les tiene un
y accedió carnalmente en gran temor reverencial.
las instalaciones de la
misma Parroquia, Tampoco es hecho
causándoles graves desconocido la cantidad
lesiones físicas en sus de casos de pederastia por
partes íntimas e intensos parte de estos personajes
traumas psicológicos clericales. El periodista y
escritor Juan Pablo
Barrientos, hace no
El señalado sacerdote fue mucho denunció las
hallado penalmente cifras, historias y
responsable del delito de barbaridades cometidas
acceso carnal abusivo por la iglesia católica en
con menor de catorce Colombia en su libro
años agravado y en “Dejad que los niños
concurso, pues cometió la vengan a mí”
conducta punible varias
veces en ambos menores; El caso en análisis es
por lo que fue condenado desgarrador porque
por el Juzgado Penal del obedece a un patrón de
Circuito de Líbano conducta reiterado en los
(Tolima) a 220 meses de sacerdotes de este país y
prisión del mundo. Demuestra
cuan hipócrita puede ser
una religión y cómo los
niños, niñas y
adolescentes, sujetos de
especial protección
constitucional a nivel
nacional e internacional,
son desafortunadamente
las víctimas directas de
estos graves delitos.
p.3 RESPONSABILID
El señalado sacerdote fue AD PENAL Desde la óptica jurídico-
hallado penalmente penal, este tipo de delitos
responsable del delito de son execrables y no
acceso carnal abusivo contemplan beneficios ni
con menor de catorce mecanismos sustitutivos
años agravado y en de detención preventiva
concurso, pues cometió la ni rebajas de pena.
conducta punible varias Si bien la cantidad de
veces en ambos menores; restricciones impuestas a
por lo que fue condenado los sujetos activos de
3

por el Juzgado Penal del delitos sexuales contra


Circuito de Líbano menores no va a
(Tolima) a 220 meses de resocializarlos ni
prisión. rehabilitarlos, el sistema
penal colombiano
funciona muchas veces en
favor del interés populista
y no tanto en función de
la disminución del delito
ni del enfoque político-
educacional en la raíz de
éste.
p.1 Nidia Luz Dary Salazar
Céspedes y José Manuel
Muñoz Larrota, en su
propio nombre y como
representantes legales de
sus seis hijos menores, En adición al proceso
demandaron a la Diócesis penal, los demandantes
de Líbano–Honda decidieron solicitar la
(Tolima) y a Luis PRETENSIONES indemnización de
Enrique Duque Valencia, perjuicios
párroco de la iglesia San correspondiente a la
Antonio de Padua, declaración de
adscrita a la referida responsabilidad civil
diócesis; para que se los extracontractual.
declare civilmente
responsables por el delito
de acceso carnal abusivo
que el mencionado
sacerdote cometió contra
dos de los menores hijos
de los actores.

p.3 y 4 En su contestación, la
Diócesis de Líbano –
Honda manifestó que no
le constan las La responsabilidad civil
circunstancias de tiempo, es la obligación de
modo y lugar en que reparar el daño causado.
ocurrieron los hechos que En Colombia se adoptó la
dieron origen a la teoría dualista para
demanda. De igual modo diferenciar los tipos de
señaló que los actos «de responsabilidades
los sacerdotes no atribuibles según la fuente
comprometen la CONTESTACIÓN de las obligaciones
responsabilidad de la afectada; éstas son la
Diócesis, al no tener una responsabilidad civil
4

relación directa de contractual y


subordinación o extracontractual.
dependencia con la
institución».
En consecuencia, se
opuso a las pretensiones
«dado que se trata de
actos que, de haber
existido, son ajenos a la
misión pastoral,
principios religiosos y
valores inculcados por la
Iglesia Católica». [F. 76]

En ese orden,
formuló las excepciones
que denominó
«inexistencia de Dentro de este asunto
responsabilidad civil: podemos vislumbrar el
falta de nexo causal»; naciente problema
«inexistencia de jurídico que nace con la
imputabilidad física del contestación de la parte
hecho»; y «falta de demandada y es: ¿Las
legitimación en la causa iglesias son responsables
por pasiva». por los actos que cometan
sus sacerdotes?

P.4 El 14 de julio de 2010 se


dictó sentencia de ¿Afectan los actos de una
primera instancia que persona a la entidad que
declaró al sacerdote representa? En ese caso,
civilmente responsable ¿debe haber una
por los daños que causó a consecuencia jurídica a
los menores. En esa persona sin vincular a
consecuencia, lo condenó la entidad que representa
a pagar 50 salarios SENTENCIA DE o tanto la entidad como la
mínimos a cada uno de PRIMERA persona deben hacer
ellos; 25 salarios INSTANCIA frente a las consecuencias
mínimos a cada uno de derivadas de las acciones
sus hermanos; y 30 de ésta última?
salarios mínimos a cada
uno de los padres.

La Diócesis de Líbano–
Honda, por su parte, fue
absuelta de toda
responsabilidad, por no
existir la prueba «que
acredite la vinculación
jurídica, contractual,
legal o laboral entre la
Diócesis y el sacerdote
demandado, lo cual es
requisito indispensable
5

para que haya lugar a


responsabilidad por el
hecho ajeno…»
P.4 El 29 de julio de 2011 el
Tribunal Superior del
Distrito Judicial de
Ibagué adicionó la
providencia de primer
grado en el sentido de
declarar civilmente
responsable, además del
autor del delito, a la
Diócesis de Líbano– SENTENCIA DE
Honda, y condenarla en SEGUNDA El art. 287 del Código
forma solidaria al pago INSTANCIA general del proceso (Ley
de las cantidades 1564 de 2012)
señaladas en el fallo. estipula la figura procesal
de la adición de las
En sustento de su providencias. Esta
decisión, consideró que el consiste en una sentencia
tipo de responsabilidad complementaria, dentro
que se imputa a la de la ejecutoria, de oficio
persona jurídica o a solicitud de parte
demandada es la presentada en la misma
denominada “por el oportunidad que se realiza
hecho ajeno”, consagrada cuando la sentencia
en el artículo 2347 del principal omite resolver
Código Civil. sobre cualquiera de los
extremos de la litis o
Señaló que para sobre cualquier otro punto
que se configure esa clase que de conformidad con
de responsabilidad es la ley debía ser objeto de
necesario que se cumplan pronunciamiento.+
los siguientes requisitos:
a) que la persona que En el caso en concreto fue
causó el daño esté bajo la el Tribunal Superior del
autoridad, poder de Distrito Judicial de
dirección, control, Ibagué quien
subordinación y cuidado complementó la sentencia
de la persona civilmente del a quo debido a que la
responsable; b) que este parte perjudicada con la
último tenga una omisión de éste había
obligación de vigilancia apelado.
sobre su subordinado o
dependiente; y c) que el
acto de la persona por
quien se responde
provenga de culpa
delictual o cuasidelictual,
y haya causado un daño.
[Folio 41]

Contrario a lo afirmado
por el juez de primer
6

grado, el Tribunal sí halló


prueba de la
subordinación del
sacerdote respecto de la
Diócesis de Líbano–
Honda; lo cual tuvo por
demostrado con la
certificación emitida por
el obispo de esa
circunscripción
eclesiástica, cuya copia
auténtica obra en el
expediente.
1. PRIMER CARGO

Con apoyo en la
causal primera de
casación, acusó la Se formularon cuatro
sentencia dictada por el cargos, todos con apoyo
ad quem de violar en la causal primera del
indirectamente el artículo artículo 368 de la ley
2347 del Código Civil y procesal: la segunda parte
los artículos 174, 177 y del primer cargo se
304 del Código de resolverá junto con el
Procedimiento Civil, cuarto, dado que
«debido al error de DEMANDA DE coinciden en la misma
hecho en que incurrió en CASACIÓN acusación. El segundo
la valoración de ciertas reproche, por su parte,
pruebas aportadas al será resuelto al final
expediente, porque es el único que
particularmente por amerita un
suponer la prueba de la pronunciamiento de
obligación de vigilancia fondo, toda vez que los
y control en cabeza de la otros tres no cumplen con
Diócesis, sin que ella, los requisitos que exige la
realmente, estuviera técnica de casación.
siquiera acreditada».

SEGUNDO CARGO
Dejando de lado la falta
Se acusó la sentencia de de técnica casacionista
violar directamente el del apoderado de los
artículo 2347 del Código demandantes y razón por
Civil; de no aplicar el la cual la corte misma
artículo 306 del Código tuvo que precisar el
de Procedimiento Civil; y verdadero ataque que
de aplicar indebidamente ellos estaban pidiendo, es
el artículo 8º de la Ley muy interesante ver como
153 de 1887. los magistrados en el
análisis de estas
Para demostrar el demandas de casación se
reproche, afirmó que el dan cuenta de la falta de
quebranto del artículo detalle o exactitud de una
2347 del Código Civil se solicitud por omitir la
7

produjo: a) por condenar mención de cosas que,


a una persona jurídica aunque obvias, deben ser
con apoyo en esa pronunciadas y
disposición cuando es enfatizadas en el petitum
claro que tales entes no para que la corte los tome
pueden ser responsables en cuenta y pueda
por el hecho ajeno; b) por casarlos.
darle una aplicación
indebida al último inciso
del referido precepto “en
cuanto a las
posibilidades de
evitación del hecho
dañoso”; y c) por aplicar
indebidamente el primer
inciso de esa norma, al
invocarla sin que exista
obligación de vigilancia y
control.

TERCER CARGO

1. Con
fundamento en la causal
primera del artículo 368
de la ley adjetiva, acusó
la sentencia proferida por
el Tribunal de violar
directamente la ley
sustancial, al no aplicar el
artículo III del
Concordato vigente entre
Colombia y la Santa
Sede, aprobado mediante
la ley 20 de 1974; dejar
de aplicar el artículo 306
del Código de
Procedimiento Civil; y
aplicar indebidamente el
artículo 8º de la Ley 153
de 1887.

2. CUARTO CARGO

Esta acusación
repite el mismo reproche
que se enunció en la
segunda parte del cargo
anterior, consistente en la
violación indirecta del
artículo 8º de la Ley 153
de 1887, como
consecuencia de ‘error de
8

hecho’, al dar por


probado, sin estarlo, que
en el proceso estaba
acreditada la existencia
del Código de Derecho
Canónico.

p.11,15,23,31,42,43 (FRENTE AL PRIMER


CARGO)
El recurso extraordinario
En todo caso, el cargo, de casación es una
aunque autónomo, se verdadera herramienta
muestra incompatible con CONSIDERACION constitucional y legal para
la única acusación que ES DE LA CORTE reanalizar la
amerita una resolución de SOBRE LOS interpretación dada por el
fondo (segunda), dado CARGOS ad quem en las
que ésta se estructuró – controversias sustanciales
como más adelante se y procesales que se
verá– sobre la idea susciten con ocasión de
fundamental de que las indebidas inaplicaciones
personas jurídicas no normativas, yerros
responden indirectamente interpretativos de las
por las conductas dolosas pruebas, extensiones
o culposas de sus agentes aplicativas inadecuadas,
(artículo 2347), sino etc.
directamente como lo ha
sostenido nuestra Es tan estricta la casación
jurisprudencia desde hace que, de 4 cargos
algún tiempo (artículo formulados por la
2341). Diócesis, solo se resolvió
uno de fondo y ni siquiera
De manera que prosperó.
una acusación que parte
del supuesto que la No sabría decir si es
responsabilidad que rige comparable a la
el caso es la indirecta que acumulación de
prevé el artículo 2347 del pretensiones. Puesto que
Código Civil no puede indebidamente
ser admitida junto con acumuladas ya de por sí
otra que sostiene, al se inadmiten. En el caso
mismo tiempo y en el bajo estudio dos
mismo sentido, todo lo pretensiones de casación
contrario, es decir que el se contradijeron y el juez
tipo de responsabilidad no las resolvió por esto.
que está llamada a No obstante no es que las
resolver el litigio es la haya inadmitido sino que
directa consagrada en el sí las resolvió pero
artículo 2341 de ese restringiendo su análisis
mismo ordenamiento. de fondo.

(FRENTE AL CUARTO
CARGO)
El error de derecho se
9

configura, entonces,
cuando el juzgador se
equivoca en la valoración
jurídica de las pruebas,
por trasgredir las
disposiciones legales que
rigen la aducción,
incorporación, práctica o
eficacia de tales medios,
lo que de suyo descarta el
desacierto en la
apreciación objetiva o
material de los aludidos
elementos, pues esto
último constituye un
error de hecho.

Esa diferencia conlleva al


fracaso de un cargo en el
que se aduce el error de
hecho pero que se
sustenta con razones
propias del error de
derecho, y viceversa;
pues tal mixtura
comporta una
enunciación de la
acusación sin la clara y
precisa fundamentación y
coherencia que exige la
ley, en cuyo caso le
estaría vedado a la Corte
escoger a su libre arbitrio
el tipo de error que
considera adecuado para
realizar el examen de la
censura, en razón de la
naturaleza
eminentemente
dispositiva del recurso
extraordinario.

Las reflexiones que


preceden se han traído a
colación porque,
precisamente, el
desconocimiento de tales
pautas conduce a la
desestimación de los
cargos que se analizan.

(FRENTE AL TERCER
CARGO)
Cuando se combate un
10

fallo en casación por


violación directa de la ley
sustancial, el impugnante
está compelido a dejar en
evidencia que el error in
iudicando se produjo en
la elaboración de la
premisa mayor del
silogismo jurídico, esto
es en la quaestio iuris o
postulado normativo; o lo
que es lo mismo, en la
escogencia del precepto
sustancial que rige el
caso, sea porque se le
interpretó de manera
equivocada, o porque se
aplicó una ley distinta a
la que resultaba a
propósito, o porque no se
aplicó la que estaba
llamada a resolver la
controversia.

Pero, por línea de


principio, no resulta
acertado alegar que
existió violación directa
de la ley sustancial
cuando el eventual yerro
se atribuye a la
conformación de la
premisa menor del
razonamiento jurídico o
quaestio facti.

Una de las consecuencias


que derivan del carácter
de persona jurídica
pública no estatal que
ostentan las entidades
que conforman la Iglesia
Católica, consiste en que
los conflictos jurídicos
que surgen entre ellas y
los particulares se rigen
por las normas del
derecho privado, pues no
hay otro que les pueda
ser aplicable, ya que sólo
las personas de derecho
público estatal caen bajo
la competencia del
11

derecho contencioso
administrativo.

La eficacia civil del


ordenamiento canónico
es explicada por los
doctrinantes del derecho
internacional
contemporáneo a través
de varias teorías que no
se excluyen entre sí sino
que se aplican de
conformidad con la
naturaleza de la
controversia en la que se
torne necesario hacer uso
de dichas disposiciones.
Tales esquemas son los
del reenvío formal o no
recepticio; el reenvío
material o recepticio; y
la teoría del
presupuesto.

En el reenvío
formal la norma
invocada no entra a
formar parte del
ordenamiento nacional,
por lo que conserva su
naturaleza y carácter
originario de norma
extranjera; la prueba de
este tipo de ley es la que
exige el artículo 188 del
Código de Procedimiento
Civil para las normas
jurídicas de alcance no
nacional y para las leyes
de otros Estado

En el reenvío material la
norma canónica entra a
formar parte del
ordenamiento interno
solo cuando el Estado le
otorga efectos civiles a
una relación jurídica que
surge de las leyes del
Derecho Canónico, como
por ejemplo, las
disposiciones que regulan
el matrimonio católico.
12

En la teoría del
presupuesto, la
legislación estatal tiene
en cuenta las normas de
un ordenamiento
confesional y, en
especial, las de la Iglesia
Católica, como un mero
dato.

Todas estas
razones conducen, de
manera indefectible, a
negar los reproches que
mediante este cargo se
hicieron a la sentencia.

(FRENTE AL
SEGUNDO CARGO)
Tal conclusión conlleva a
admitir que la
identificación del
precepto sustancial que
rige la controversia tiene
que estar íntimamente
relacionada con la
interpretación de la
naturaleza de la acción
que es materia del litigio.

Por ello no puede


aceptarse –por ser lógica
y jurídicamente
contradictoria– una
acusación que plantea
que la interpretación de la
naturaleza de la acción
aducida en el libelo no
tiene estricta relación con
el instituto jurídico que
está llamado a resolver
las pretensiones y
excepciones, toda vez
que sería incomprensible
someter ambas cuestiones
a distinto tratamiento
cuando ellas se
encaminan al único
propósito de dirimir el
mismo extremo del
conflicto

Por todas las razones que


se han dejado
13

consignadas, no prospera
ninguna de las causales
alegadas. No obstante,
debido a la rectificación
doctrinaria que se hizo en
el punto 1º de esta parte
motiva, no hay lugar a
imponer condena en
costas, tal como lo
ordena el inciso final del
artículo 375 del Código
de Procedimiento Civil.

p.12, p. 34-39, 55-61 los entes morales


responden directamente
por los actos culposos y En conclusión las
dolosos de sus agentes personas jurídicas
que causan un daño responden directamente
resarcible a terceros en por los actos culposos y
razón y con ocasión de dolosos causados por sus
sus funciones o ARGUMENTOS agentes con causa o por
prevalidos de la posición RELEVANTES ocasión del ejercicio
que ocupan en la relacionado con el ente
organización. De ahí que moral.
resulte absolutamente
innecesario tratar de Esto anterior parece
demostrar que la persona injusto en principio, pero
jurídica demandada tenía el análisis holístico que
o no el deber de da la corte, permite
vigilancia y control sobre vislumbrar que las
el sacerdote, pues personas jurídicas están
tratándose, como se trata, indefectiblemente ligadas
de un tipo de a las actuaciones que
responsabilidad directa, realicen sus agentes en
no se requiere en tanto éstos representan a
absoluto la prueba de tal la institución, siendo la
situación fáctica. institución y ellos una
misma persona para la
las personas jurídicas o sociedad y el derecho.
entes morales, frente a
quienes en un principio No es un tercero llamado
se concibió que podían a responder
responder civilmente, de indirectamente porque su
manera indirecta, con calidad como persona
apoyo en los conceptos ficticia no es de garante
de culpa ‘in eligendo’ e sino que justamente esa
‘in vigilando’; pues se ficción implica que no
estimaba que era la mala tiene una representación
elección o la falta de por sí sola, sino por
vigilancia lo que permitía quienes detentan su
proyectar sobre la objeto social.
persona moral el daño
que, por negligencia u El argumento del
14

otro factor de casacionista frente a la


culpabilidad, causaran personería jurídica resulta
sus dependientes o vano incluso para un
aquellos que le estuvieren estudiante de Derecho ya
subordinados. que bien se sabe que que
el Estado les reconoce
Con fundamento en los esa personería para
postulados de la efectos de poder ejercer
responsabilidad indirecta
una administración
consagrada en los
eficiente de los asuntos
artículos 2347 y 2349 del
terrenales en los que se
Código Civil, se entendía
que no era propiamente la deben ocupar, mas no
persona jurídica quien por eso se desentienden
actuaba sino sus radicalmente de la
empleados. El ente personería jurídica de
moral, en consecuencia, un clérigo dentro de su
podía desvirtuar la institución.
presunción de culpa si
demostraba que el agente
causante del daño no
estaba bajo su vigilancia
y cuidado, o si a pesar de
la autoridad y el cuidado
que su calidad les
confería, no habría
podido impedir el hecho
dañoso.

De igual modo, si
la víctima del daño
reclamaba la
indemnización contra la
persona moral, ésta, a su
vez, estaba en el derecho
de repetir contra el autor
del hecho culposo por
efectos de la solidaridad,
por lo que las acciones
prescribían –como
consecuencia de esta
teoría– en plazos
diferentes según fuera el
sujeto pasivo de la acción
indemnizatoria.

Esta doctrina, que se


situaba en el terreno de la
responsabilidad por el
hecho ajeno perdió
actualidad al considerar
la Corte que «en
tratándose de la
responsabilidad civil
15

extracontractual de
personas jurídicas (...),
no existe realmente la
debilidad de autoridad o
la ausencia de vigilancia
o cuidado que figura
indefectiblemente como
elemento constitucional
de la responsabilidad por
el hecho ajeno, ya que la
calidad de ficticias que a
ellas corresponde no
permite en verdad
establecer la dualidad
personal entre la entidad
misma y su representante
legal que se confunden
en la actividad de la
gestión».

Una vez revaluada la


teoría de la
responsabilidad indirecta
de los entes morales, se
dio paso a la doctrina de
la responsabilidad
directa; desplazándose en
tal forma de los artículos
2347 y 2349 al campo del
2341 del Código Civil.

(…) nació por obra de la


jurisprudencia la tesis
llamada ‘organicista’,
que se explicaba diciendo
que la persona jurídica
incurría en
responsabilidad directa
cuando los actos culposos
se debían a sus órganos
directivos –directores o
ejecutores de su
voluntad–, y en
responsabilidad indirecta
en los restantes eventos.

A diferencia de las
personas naturales, que
poseen entendimiento,
voluntad propia y
autoconciencia, los entes
jurídicos no obran por sí
mismos sino a través de
sus agentes, por lo que
16

los actos culposos y


lesivos que éstos cometen
en el desempeño de sus
cargos obligan
directamente a la
organización a la que
pertenecen, con apoyo en
el artículo 2341 del
Código Civil, sin
importar si se trata de
funcionarios de dirección
o de operarios.

Al amparo de la doctrina
de la responsabilidad
directa que por su vigor
jurídico la Corte
conserva y reitera hoy,
procede afirmar pues,
que cuando se demanda
a una persona moral
para el pago de los
perjuicios ocasionados
por el hecho culposo de
sus subalternos,
ejecutado en ejercicio de
sus funciones o con
ocasión de éstas, no se
demanda al ente jurídico
como tercero obligado a
responder de los actos de
sus dependientes, sino a
él como directamente
responsable del daño.

La circunstancia de que
las personas jurídicas
incurran en
responsabilidad civil
directa favorece a las
víctimas del perjuicio,
puesto que no sólo se
amplía el término de la
prescripción de la acción
(art. 2358) sino que se
atenúa la carga probatoria
con relación a los
requisitos de la
responsabilidad por el
hecho ajeno, dado que –a
diferencia de lo que
acontece en esta última–
al demandante no se le
17

exige demostrar la
relación de dependencia
o subordinación del autor
del daño respecto del ente
moral ni el deber de
vigilancia de éste frente a
aquél.

En el mismo
orden argumentativo, el
demandado en este tipo
de acción no se exime de
culpa si demuestra que el
agente causante del daño
no estaba bajo su
vigilancia y cuidado, o si
a pesar de la autoridad y
el cuidado que su calidad
les confiere no habría
podido impedir el hecho
dañoso, pues estas
situaciones son
irrelevantes en tratándose
de la responsabilidad
directa de los entes
morales. De ahí que en
esta última «la entidad
moral se redime de la
carga de resarcir el
daño, probando el caso
fortuito, el hecho de
tercero o la culpa
exclusiva de la víctima».

Tal materia jurídica –


expresa la doctrina más
autorizada– «se entiende
que pertenece al campo
del «iura novit curia» y
no cabe eludir por razón
de la errónea e
incompleta elección de la
norma el conocimiento
de fondo, de manera que
el cambio de vista
jurídico en cuestiones de
esta naturaleza no
supone una mutación del
objeto litigioso.» (Luis
DÍEZ-PICAZO,
Fundamentos del derecho
civil patrimonial. La
18

responsabilidad civil
extracontractual. Civitas,
2011 p. 221)

En tales circunstancias,
no cabe negar el
reconocimiento de una
indemnización sólo
porque el fundamento
jurídico señalado en el
libelo –aplicable en todo
caso a los mismos
hechos– es distinto al que
el juez considera que está
llamado a resolver el
litigio.

Cosa distinta ocurriría si,


por ejemplo, se
cambiaran los hechos que
constituyen la causa
petendi, tal como ocurre
cuando el petitum versa
sobre un incumplimiento
contractual pero el litigio
se resuelve con base en
hechos que dan origen a
una responsabilidad
extracontractual, en cuyo
evento podría llegar a
vulnerase el principio
dispositivo.

La diferencia que existe


entre las fuentes que dan
origen a uno y otro tipo
de responsabilidad
impide, incluso, que el
actor escoja, según su
propia conveniencia, la
especie de acción que
habrá de invocar en su
libelo, en razón de la
‘prohibición de opción
entre la responsabilidad
contractual y la
extracontractual’.

Hay que destacar, sin


embargo, que los entes
morales no responden
civilmente por cualquier
tipo de daño cometido
por sus agentes, sino,
19

exclusivamente, de los
que éstos realizan en
razón o con ocasión de
sus funciones, o
prevalidos de tal
condición; es decir,
cuando causan una lesión
a terceros dentro del
ejercicio normal de las
tareas que deben cumplir
dentro de la organización,
o cuando abusan o
incumplen la labor que
están llamados a
desempeñar.

En ese orden, para


endilgar responsabilidad
civil a la persona jurídica
el demandante debe
probar la existencia del
daño; que éste fue
cometido por un agente
de aquélla en razón o con
ocasión de sus funciones,
o prevalido de su
condición dentro de la
organización; y la culpa o
el dolo del infractor. En
tanto que el ente moral
sólo se exime de
responsabilidad si
demuestra que el hecho
lesivo no existió; que no
fue cometido por uno de
sus agentes sino que se
debió a fuerza mayor,
caso fortuito, o culpa
exclusiva de la víctima;
que no se produjo ningún
daño; o que no fue
realizado en razón o con
ocasión de la función.

En los eventos de acceso


carnal violento o acto
sexual abusivo cometidos
por sacerdotes, no hay
duda de que el autor del
delito responde penal y
civilmente por su acción
autónoma; pero puede
suceder -y de hecho
ocurrió en el caso que se
20

analiza- que el clérigo


haya actuado con ocasión
de su ministerio,
prevalido de su posición
de figura pública y
respetable, y
aprovechando la
confianza que los
feligreses depositan en la
reputación espiritual y
moral de su pastor
religioso, lo que hace a la
diócesis incardinante
directamente responsable
por las consecuencias
civiles de la conducta
punible ejecutada por el
sacerdote a ella
incardinado.

En tanto el daño
causado por la Iglesia a
sus feligreses por los
delitos sexuales
cometidos por sus
clérigos repercute
gravemente no sólo en
los fieles sino en la
sociedad entera -dada
la doble dimensión
terrenal y espiritual de
esta organización-, la
reparación integral del
perjuicio (que es una
obligación de los
funcionarios judiciales,
sobre todo cuando se
vulneran los intereses
superiores de los
menores) tendría que
satisfacerse no sólo con
una compensación de
carácter pecuniario,
sino, además, mediante
la restitución de todos
los bienes jurídicos
constitucional y
legalmente
quebrantados con la
conducta indigna del
clérigo, tal como lo es
21

el valor espiritual de las


víctimas directas y de
la propia comunidad.

El hecho que esas


entidades detenten
personería jurídica de
pleno derecho por
mandato de la ley no
quiere decir, en modo
alguno, que sean entes
distintos e
independientes, sino
tan solo que el Estado
les reconoce esa
personería para efectos
de poder ejercer una
administración
eficiente de los asuntos
terrenales en los que se
deben ocupar.
Ello se constata con la
lectura del canon 265,
según el cual «es
necesario que todo
clérigo esté
incardinado en una
Iglesia particular o en
una prelatura
personal, o en un
instituto de vida
consagrada o en una
sociedad que goce de
esta facultad, de modo
que de ninguna manera
se admitan los clérigos
acéfalos o vagos.»

No existen, por
tanto, clérigos que se
administren solos o
estén por fuera de la
autoridad de una iglesia
particular, es decir de
una diócesis u otra
circunscripción
eclesiástica que le sea
asimilable.
22

En mérito de lo expuesto, DECISIÓN


la Corte Suprema de
Justicia, en Sala de
Casación Civil,
administrando justicia en
nombre de la República y
por autoridad de la ley,
NO CASA la sentencia
proferida el veintinueve
de julio de dos mil once
por el Tribunal Superior
del Distrito Judicial de
Ibagué, dentro del
proceso ordinario de la
referencia.

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