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EYP 3.

3.- ESTRUCTURA DE LA EDIFICACIÓN

3.1.- Elementos estructurales


La estructura de un edificio es el esqueleto resistente que se encarga de soportar las acciones
actuantes sobre el mismo y transmitirlas al terreno con unas deformaciones admisibles.

Los elementos estructurales de un edificio son:

- Cimentaciones
- Soportes verticales
- Vigas y forjados horizontales o inclinados.

3.2.- Cimentaciones
3.2.1.- Introducción
La cimentación es la parte de la estructura encargada de transmitir las cargas que gravitan o
inciden sobre el edificio al terreno, siendo su objetivo básico el garantizar la estabilidad de la obra
que soporta durante su vida útil.

En las cimentaciones se encuentran dos medios muy diferentes: la estructura del edificio
(normalmente rígida), y el suelo (en general mucho más deformable).

A la hora de diseñar una cimentación habrá que tener en cuenta los siguientes principios:

- La cimentación debe contar con un coeficiente de seguridad adecuado frente al


hundimiento o rotura del terreno.
o Las dimensiones en planta de la cimentación se determinan de modo que la
carga transmitida por la estructura origine en el suelo unas tensiones que no
sobrepasen los valores admisibles.
o Puesto que la resistencia del terreno es en general, muy inferior a la de la
estructura, el área de la cimentación es muy superior a la suma de las áreas de
todos los soportes y muros de carga del edificio. Los cimientos resultan así,
piezas voluminosas en relación a los otros elementos estructurales.
o La cimentación debe limitar los asientos que se producen en el edificio a unos
valores máximos admisibles por el mismo, de modo que no se produzcan daños
en su estructura y no se disminuyan sus características funcionales.

- Efectos debidos a la presencia del agua o a su acción:


o Potencial agresividad de compuestos que se encuentren en el suelo o en el agua
contenida en éste, circunstancia que deberá tenerse en cuenta al elegir el tipo de
cemento y las dimensiones de los elementos.
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o La profundidad que alcanza el efecto de la helada condicionará la cota a que


debe cimentarse. El agua que está incluida en el esqueleto del terreno tiene
capacidad de helarse provocando importantes alteraciones en el volumen y en la
capacidad portante del suelo. En general, en España queda solventado este
problema profundizando la cimentación más allá de 50 ó 70 cm a partir del
terreno natural.
o Profundidad y condiciones del nivel freático.
o Profundidad de la zona del subsuelo afectada por cambios de volumen.
o Defectos subterráneos como fallas, cavernas, minas, etc.
o Erosión y socavación del terreno provocada por corrientes, ríos o acción de las
olas.
- La cimentación, como elemento estructural que es, deberá disponer de un canto y de
unas armaduras tales que no llegue a la rotura por los esfuerzos de cortante-
punzonamiento y de flexión a que se encuentra sometido. Verificará, lógicamente, los
diferentes estados límites últimos y de servicio que la Instrucción EHE establece para las
piezas de hormigón armado o en masa.
- Como en todo problema técnico, habrá que considerar el factor económico, aspecto que
nos conducirá a la elección de aquella solución que resolviendo adecuadamente el
problema de cimentación planteado, lo haga de la forma más barata.
- En el caso de cimentaciones en zonas urbanas, a las condiciones anteriores que debe
reunir una cimentación en general, hemos de añadir una serie de precauciones extras
cuando cimentemos junto a estructuras vecinas. Esto puede influir en el tipo de fundación
a elegir, en el modo de realizar la ejecución, en la maquinaria a emplear e incluso tener
que realizar tratamientos del terreno. Es frecuente que una cimentación próxima en mal
estado nos condicione la forma de resolver la nuestra, obligándonos a utilizar
procedimientos sofisticados, en la proximidad de aquélla.
- Por último, hay que añadir un comentario adicional, que no por evidente deja de tener
interés y que no debemos olvidar: ¡En caso de tener que economizar, nunca debe
hacerse en los cimientos!.

3.2.3.- Tipología de las cimentaciones

Las cimentaciones se agrupan en dos grandes familias, "superficiales" y "profundas", cada una
caracterizada por la cota en que se apoya el edificio con respecto a la cota del terreno una vez
realizadas las operaciones de acondicionamiento del solar y ejecución de vaciados.

SUPERFICIALES
o ZAPATAS: Puntos aislados
Simple
De medianería
De esquina
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Combinadas
Corridas
o De tipo continuo
Vigas
Muros
Emparrillados
Placas
PROFUNDAS
o Pilotes prefabricados hincados
De madera
Metálicos
De hormigón armado o pretensado
o Pilotes moldeados in situ
Hincados: de desplazamiento
• Con azuche
• Con tapón de gravas
Excavados
• De extracción: con entubación recuperable o con camisa perdida
• Perforados: con lodos tixotrópicos
• Barrenados: - sin entubación
- hormigonados por tubo central de barrena

Las cimentaciones superficiales o directas se utilizan cuando inmediatamente debajo, o cerca, de


la estructura existe un terreno de características adecuadas, siendo el campo de aplicación de cada
uno de sus tipos como sigue:
• La zapata simple es aquélla que recibe la carga de un solo soporte y es el tipo de cimentación
más frecuente, empleándose cuando el terreno tiene en superficie una resistencia media o
alta en relación con las cargas de la estructura, y es suficientemente homogéneo como para
que no sean de temer asientos diferenciales entre las distintas partes de ésta. En el caso
normal, el soporte incide centradamente en ellas.
• Las zapatas de medianería y de esquina surgen en las estructuras de edificación cuando
queremos aprovechar íntegramente los límites del solar y los pilares del edificio se
encuentran junto al perímetro de éste. En tal circunstancia, los soportes inciden
excéntricamente en la cimentación, originándose unos problemas adicionales que veremos
más adelante cómo se resuelven.
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• Las zapatas combinadas se utilizan para cimentar conjuntamente dos soportes próximos
cuyas zapatas individuales requieran áreas de apoyo que llegarían a superponerse. También
pueden constituir una solución para resolver problemas de cimentación junto a medianerías,
apoyando en una zapata única un soporte perimetral con uno interior al solar.
• Las zapatas corridas bajo muros son típicas en soluciones estructurales a base de "paredes
de carga". En general, y dado lo repartida que se encuentran las cargas, son de pequeñas
dimensiones y sólo requieren una armadura ligera.
• Las vigas de cimentación se utilizan para apoyar tres o más pilares alineados, en el caso de
que el terreno en superficie tenga unas características (poca resistencia u homogeneidad)
que no permitan cimentar con zapatas aisladas, o de que tengamos que apoyar estructuras
pesadas y poco deformables. En tales circunstancias, la cimentación por viga continua
presenta las siguientes ventajas:
o Desde el punto de vista resistente, los momentos flectores que se tienen en la viga
continua son menores que los que se obtendrían en unas zapatas individuales de
área equivalente sometidas, en voladizo, a la presión de las tierras. Se requerirán,
pues, menores armados y se tendrán, en consecuencia, soluciones más económicas.
o Gracias a su continuidad y rigidez, tiene menores asientos diferenciales, siendo
además, menos sensible a un posible defecto local en la calidad del terreno.
• Los muros de sótano cuya misión básica es la de contención del terreno, como ya
comentamos en el tema anterior, sirven además, para recoger las cargas de los soportes
perimetrales del edificio, cumpliendo pues, una función clara de cimiento. Ya explicamos
cómo, frente a las cargas de aquéllos, el comportamiento del muro es equivalente al de una
viga continua de gran canto.
• Los emparrillados y las placas de cimentación constituyen los siguientes pasos lógicos, en el
camino iniciado por las vigas continuas, con vistas a conseguir en superficie, una mayor área
de apoyo para la estructura y elementos de fundación menos sensibles a los asientos
diferenciales.

Se admite, de modo aproximado, que la placa de cimentación es más económica que las
zapatas aisladas si la superficie total de éstas es superior a la mitad de la superficie cubierta
por el edificio; debido a que aquélla requiere un menor espesor de hormigón, menor cuantía
de armaduras y una excavación más sencilla, y permite un ahorro de encofrados.

Es claro, por otro lado, que la placa de cimentación abarca la máxima área de apoyo
disponible bajo el edificio. Si la tensión admisible del terreno en superficie multiplicada por
dicha área no fuera suficiente para equilibrar la suma de las cargas transmitidas por todos los
soportes de aquél es evidente que la cimentación superficial del edificio no es posible y sería
obligatorio acudir a una cimentación profunda.
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Las cimentaciones profundas se utilizan cuando el terreno que existe en superficie no tiene las
características adecuadas para soportar el edificio que queremos apoyar en el mismo.

PILOTES PREFABRICADOS PILOTES “IN SITU"

Estas cimentaciones están constituidas por:


- Pilotes: elementos verticales o inclinados que transmiten las cargas del edificio al terreno
- Encepados: elementos horizontales que solidarizan las cabezas de los pilotes y reciben
directamente los soportes de la estructura.

Las circunstancias más comunes en que se utilizan los pilotajes son las siguientes:

• Cuando el terreno resistente está a profundidades superiores a los 5 ó 6 m


• Cuando el terreno es poco consistente hasta una gran profundidad.
• Cuando existe gran cantidad de agua en el terreno.
• Cuando deben resistirse acciones horizontales de cierta importancia.

3.2.4.- Zapatas

Zapatas aisladas simples

Éste es el tipo más usual de cimentación y se utiliza para transmitir la carga que recibe de un solo
soporte al terreno cuando éste es firme en superficie, presenta poco cedimiento, y el edificio se
encuentra en zona de sismicidad baja; en caso contrario se recurre a atirantar las zapatas entre
sí. Como excepción, se considera también zapata aislada aquella sobre la que cargan dos
soportes contiguos separados por una junta de dilatación, tipo "diapasón". A todos los efectos de
cálculo, en lo que sigue, ambos soportes se consideran como un soporte único con perímetro el
circunscrito.
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Zapata aislada Zapata aislada con doble pilar

En el estudio de estos elementos estructurales se tendrán presentes las consideraciones que se


exponen seguidamente:

i. Zapatas sometidas a carga centrada

Este es el caso práctico de los soportes de los edificios arquitectónicos, con luces y cargas
normales, en que al ser los momentos flectores en ellos de poca importancia no se consideran
para el cálculo del cimiento.

Con este tipo de carga, la base de la zapata es normalmente cuadrada y su lado "a" se obtiene
de modo que la presión sobre el terreno no supere la tensión admisible del mismo, contando
como carga actuante la transmitida por el soporte, más el peso propio de la zapata y el del
terreno que descansa sobre ella, todas ellas sin mayorar.

Según sea la variación del canto en la sección transversal tenemos zapatas escalonadas, de
canto variable y de canto constante.

escalonada canto variable canto constante

Las zapatas escalonadas aunque suponen una economía apreciable de hormigón no se usan hoy
en día debido a que requieren encofrado y hormigonado costosos que hace que, en conjunto,
resulten caras. La solución de canto variable, si se emplea un hormigón relativamente seco,
puede ser construida sin encofrado, aunque la compactación del hormigón es siempre deficiente
en este caso y la vibración imposible, lo cual hace que deba contarse siempre con una resistencia
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baja del hormigón. En una solución que sólo suele emplearse en grandes cimientos. En otro caso,
la solución de canto constante es siempre preferible, técnicamente mejor y económicamente más
interesante, pues aunque presente mayor volumen de hormigón éste se coloca en obra y
compacta muy rápida y fácilmente.

Las zapatas escalonadas pueden tener, sin embargo, interés económico en soluciones
prefabricadas.

Según sea el vuelo "V" de la zapata, en relación al canto "h" de la misma, la vigente Instrucción
EHE para estructuras de hormigón considera dos tipos de zapatas para cada uno de los cuales
propone un modo de abordar su dimensionamiento:

v ≤ 2h : zapata rígida → cálculo mediante bielas y tirantes


v > 2h: zapata flexible → cálculo mediante teoría general de flexión

En la figura se han dibujado tres zapatas (a), (b) y (c), en las cuales el canto es creciente. Cuanto
mayor es el valor del vuelo "v" en relación al canto "h", el comportamiento de la zapata es más
flexible y, como han puesto de manifiesto los estudios acerca de cuál es la zapata más barata
resulta más rentable económicamente. De todos modos, existe un valor mínimo de "h" que no
debe sobrepasarse, y es aquél a partir del cual se requiere armadura de esfuerzo cortante.

El cálculo de la zapata como pieza de hormigón armado se realizará considerando que trabaja
como una ménsula sometida únicamente a la reacción del terreno que corresponde a la carga
mayorada transmitida por el soporte. No se incluye, ahora, la reacción debida a los pesos propios
de la zapata y del terreno, pues se encuentra equilibrada con el efecto opuesto de estas cargas

ii. Zapatas sometidas a carga excéntrica

Este es el caso práctico de los soportes de naves industriales o de los pilares de fachada de
edificios arquitectónicos con luces y cargas importantes. En el caso más frecuente de
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excentricidad en uno de los planos principales del soporte, tiene interés una base rectangular con
el lado mayor en el sentido de la excentricidad de la carga. Se recomienda que a ≤2 b.

En este caso de carga excéntrica, habrá que verificar en primer lugar el equilibrio estático de la
zapata:

Se exige un coeficiente de seguridad al vuelco de al menos, 1,50.

a
Mestabilizador ( N + P) ⋅ 2
γV = = ≥ 1,50
Mvolcador M +V ⋅h

Se exige también, un coeficiente de seguridad al deslizamiento de, al menos, 1,50.


Festabilizador Festabilizadora
γD = = ≥ 1,50
Fdeslizadora V

La F estabilizadora será la resultante del Empuje Pasivo del terreno lateral más el rozamiento
entre zapata y terreno de asiento.

Para la verificación de las presiones existentes en el terreno se admite que el reparto de éstas es
de tipo lineal. En la realidad, la distribución de las presiones del terreno bajo la base de la zapata
depende de su rigidez y, sobre todo, del tipo de suelo. En la figura se observa cómo la presión
máxima real puede ser hasta 1,5 veces la media, en arenas, y producir la plastificación de los
bordes en arcillas, con un reparto real próximo al señalado con línea de trazos.
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Admitiendo distribución lineal, según que el valor de la excentricidad "e" de la carga vertical (N +
p) sea menor o mayor de (a / 6), límite del núcleo central, tendremos una ley trapecial o triangular
de presiones.

iii. Zapatas de medianeria

En el caso de pilares medianeros, la zapata recibe la carga con gran excentricidad. Si


quisiéramos resolver el problema de cimentación de tal carga con una zapata aislada veríamos
que, aún contando con que el peso propio del cimiento centra algo la resultante (N + P),
tendríamos leyes de presiones en el terreno muy desfavorables y la zapata con coeficiente de
seguridad al vuelco cercano al límite inferior exigido (1,5).
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Buscando mejorar la situación anterior, podríamos ir a una zapata alargada en la dirección de la


medianería, de modo que la carga del soporte incidiera más centradamente en aquélla. De este
modo, y como se observa en la figura, podemos conseguir rebajar el valor de la σmax en el terreno
y mejorar la seguridad al vuelco de la zapata. No obstante, es muy probable que se sigan
teniendo en el suelo leyes de presiones poco favorables, de tipo triangular.

En el caso de que el soporte que nos ocupa fuera el extremo de un entramado perpendicular a la
medianería y que los momentos en el mismo no fueran despreciables, la situación se complicaría
aún más. En efecto en la figura se observa cómo el momento existente en el extremo inferior del
soporte, debido a las fuerzas gravitatorias actuantes en la estructura, actúa sobre el cimiento
favoreciendo aún más el vuelco de la zapata hacia la medianería, o sea, hace que la carga N
tenga más excentricidad que la existiría de no actuar tal momento.

Para evitar las situaciones desfavorables comentadas y solucionar los problemas que plantea la
cimentación de los soportes de medianería, existen diferentes sistemas:

o Utilizar el forjado de la planta superior como tirante para centrar los esfuerzos. La aparición
de dos fuerzas horizontales, una a nivel de forjado de la primera planta otra debida al
rozamiento entre la cimentación y el terreno, mejora el comportamiento de la zapata
medianera. El equilibrio que introduce el par de fuerzas T permite mejorar notablemente la ley
de presiones sobre el suelo, pudiendo incluso admitir, bajo ciertas condiciones, que la zapata
recibe una respuesta uniforme del terreno. La aplicación de este sistema requiere:
La tracción T a nivel del primer piso debe ser absorbida disponiendo una armadura
adicional a la ya existente por otros motivos.
El soporte debe estar previsto para absorber el cortante T y el momento adicional T .(H -
h). Éste es el mayor inconveniente del método, pues conduce a un incremento grande del
soporte medianero que encarece la solución. Puede ser interesante, no obstante, para
soportes con pequeños axiles.
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o Para evitar al soporte el momento comentado anteriormente, puede pensarse en colocar el


tirante que absorba la tracción T a nivel de la parte superior de la zapata. Esta fuerza
horizontal será normalmente importante, a menos que el canto de la zapata sea grande (lo

que en principio es antieconómico), y el rozamiento en el terreno no es suficiente para


resistirla, debiendo disponer en la parte inferior de la zapata elementos a compresión que la
unan con otras interiores (en las cuales habrá que verificar su seguridad al deslizamiento). La
solución, pues, se complica (excepto para pequeñas Np) y es mejor acudir al método que
expondremos seguidamente.
o Método de la viga centradora. Consiste en enlazar la zapata de medianería a otra interior
mediante una "viga centradora” que las une, gracias a la cual (y de ahí recibe su nombre) la
zapata medianera se encuentra sometida a una reacción centrada, resultante de las
presiones uniformes ejercidas en el terreno.

En la figura se muestran dos posibles soluciones y un esquema del armado de la viga


centradora que, en general, requiere cuantías fuertes para hacer frente a los momentos y
cortantes a que se ve sometida. Buscando reducir la armadura y dar rigidez al sistema se va
a dotar a la viga de cantos apreciables.

o Otra forma de resolver la cimentación junto a medianerías es a través de "zapatas


combinadas", que estudiaremos más adelante.
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o Por último, se recoge la solución de zapata retranqueada. Esta puede adoptarse cuando
existe algún elemento enterrado bajo el soporte de medianería, que impide la situación de
una zapata excéntrica en la frontera del solar, y por tanto, no resultan válidas ninguna de las
soluciones expuestas anteriormente.

En esta solución, para recibir el soporte medianero conviene disponer una ménsula de
suficiente rigidez, de modo que sus flechas sean pequeñas y las pueda aceptar la estructura.

iv. Zapatas de esquina

La necesidad de estas zapatas en la Edificación surge, normalmente, en la cimentación de


soportes que se encuentran en esquinas de solares en donde concurren una línea de medianería
con otro solar vecino y una de fachada con límite a la vía pública, o bien, dos líneas de
medianería o dos de fachada. En la figura 23 se muestra la perspectiva de una zapata de esquina
conectada a las dos de medianerías vecinas.

La problemática que presentan estas zapatas es paralela a las de medianería; aunque ya se


comprende que, de dejar la zapata totalmente aislada, las presiones que tendríamos en el terreno
bajo el soporte de esquina serían normalmente, muy importantes. Se acude, pues, también, a
diferentes sistemas que permitan dar solución a la cimentación de dichos soportes.
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Los métodos que se utilizan para resolver las zapatas de esquina son una extrapolación de los
vistos con las de medianería siendo el más usual el de la utilización de dos vigas centradoras que
conectan la zapata que nos ocupa con las dos de medianería más próximas. En este último caso,
gracias al efecto que introducen las mencionadas vigas centradoras, conseguimos llevar la
resultante (R) de presiones en el terreno bajo la zapata de esquina, a su centro de gravedad.

Zapatas combinadas

Se entiende por zapata combinada aquélla sobre la que apoyan dos soportes, debiendo
emplearse cuando la proximidad de las acciones puntuales de éstos lleve a una superposición de
sus zapatas aisladas. También, puede tener interés para resolver el problema de una cimentación
de medianería.

En general, se adoptan soluciones de planta rectangular y canto constante, como las mostradas
en la figura. Algunos autores proponen soluciones con plantas trapezoidales o en forma de T;
normalmente no son interesantes por la gran complicación que introducen en la ferralla. Otras
ocasiones, con vistas a conseguir mayor rigidez (si la distancia entre pilares es grande) o un
ahorro en las armaduras, se va a disponer un nervio de mayor canto en la línea de pilares,
consiguiendo una sección en T invertida.

Las zapatas combinadas se proyectan de manera que el centro de gravedad de la superficie de


apoyo coincida con la resultante de las cargas que actúan en los dos pilares; esto conduce,
siempre que la zapata tenga suficiente rigidez, a una ley uniforme de presiones en toda la
superficie de apoyo y evita la tendencia a que aquélla se ladee.

Las dimensiones en planta de la zapata son inmediatas, una vez obtenido el centro de gravedad
de las cargas. En efecto, a partir de este punto llevaremos, a ambos lados del mismo, dos
segmentos de igual magnitud de modo que dentro de ellos se encuentren los soportes, con lo
cual, nos ha quedado definida la longitud (a) de la zapata; el ancho (b) se determina de modo que
las presiones que originan en el terreno las cargas los pesos propios del cimiento y del terreno
por encima de este, no superen el valor admitido por aquél.
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El canto (h) de la zapata se obtiene a través de las limitaciones que impone el que su
funcionamiento sea rígido, tal como hemos establecido al suponer reparto uniforme de presiones
en el terreno. Dichas limitaciones se deducen del estudio de las "vigas de cimentación" que
trataremos en el apartado siguiente.

En este tipo de zapatas, la hipótesis de rigidez del cimiento es normalmente satisfecha utilizando
cantos no excesivos, pues en ellas los soportes suelen encontrarse próximos. No olvidemos que
el origen de estas zapatas se debe, precisamente, a este motivo y que en el caso de
cimentaciones de medianería, el acudir a resolver las con zapatas combinadas sólo es
interesante económicamente si el soporte interior al solar está próximo al medianero, ya que en
caso contrario, es más rentable la solución de conexión de los dos pilares con una "viga
centradora" (esta economía aumenta al crecer la distancia entre pilares).

De no cumplirse la hipótesis de rigidez del cimiento, las presiones bajo las zonas próximas a los
soportes serán mayores que en el caso de reparto uniforme, y menores en las zonas alejadas.

Zapatas corridas

Estas zapatas se utilizan para cimentar estructuras a base de "paredes de carga" o bien, muros
de contención y de sótano. En la figura se muestra la planta y sección de una zapata corrida que
recibe la carga transmitida por un muro de fábrica de bloques. Como se observa en la figura, la
armadura principal de tracción es perpendicular a la "pared de carga"; en sentido longitudinal se
dispondrá una armadura con una cuantía (1/4) de la principal.
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Si existen huecos en el muro, en esas zonas deberá reforzarse la armadura longitudinal de la


zapata; dicha armadura se debe llevar corrida a lo largo de la luz del hueco y se dimensiona para
un momento Md =(γf σt a l2) / 14 tanto en la zona superior como en la inferior; en esta última zona
sólo será necesario suplementar la armadura longitudinal que corre a lo largo de la zapata. Si la
luz del hueco fuera importante, la viga en que se transforma la zapata en la zona del hueco habrá
que estudiarla como "viga de cimentación".

3.2.5.- Cimentaciones superficiales de tipo continuo

Vigas de cimentación

La cimentación de varios soportes que se encuentran alineados por medio de una viga apoyada
sobre el terreno que recoge a todos ellos, tiene interés cuando:

• Se trata de pilares muy cargados que conducen a zapatas aisladas de gran- des dimensiones
y cuyos límites se encuentran próximos.
• La distancia entre pilares es pequeña.
• El terreno es relativamente blando y poco uniforme.
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Ya indicamos en la Introducción cómo, en tales circunstancias, la viga continua de cimentación


presenta mejor comportamiento que las zapatas aisladas, tanto desde un punto de vista
resistente como de deformabilidad, siendo además menos sensible a posibles defectos locales
del terreno.

La sección transversal de la viga de cimentación puede ser rectangular o bien en T invertida. La


tendencia actual es a utilizar secciones rectangulares para simplificar la ferralla y facilitar el
hormigonado; no obstante, en caso de cimentaciones con separaciones importantes entre pilares,
puede convenir la sección en T invertida, siempre que el ahorro que obtengamos en acero y
hormigón compense el mayor coste de encofrados y el que supone una más complicada
ejecución.

El comportamiento de estas cimentaciones es complejo. En sentido transversal, puede aceptarse


un reparto uniforme de presiones; el problema es determinar la "distribución longitudinal" de las
mismas. En tal dirección, puede aceptarse la aproximación que suministra la teoría de la "viga
flotante". La hipótesis básica de la viga flotante consiste en suponer que, en cualquier punto de la
viga, la presión sobre el terreno es proporcional al asiento que en él se produce, o sea: p = K. Y.
El coeficiente K de proporcionalidad tiene las dimensiones de un peso específico y la hipótesis
hecha equivale a suponer que el cimiento flota en un líquido de densidad K. A esta constante se
la denomina módulo de Winkler (investigador que en 1867 introdujo su uso) o coeficiente de
balasto (al ser una de sus primeras aplicaciones el estudio del reparto de las cargas del ferrocarril
en el balasto colocado bajo las traviesas).

El coeficiente de balasto de un terreno se determina a través de ensayos de placa de carga,


pudiendo tomar los valores que aparecen en la tabla que sigue. Hemos de aclarar que el valor del
coeficiente K se modifica no sólo en función del tipo de suelo, sino, también, según sean las
dimensiones del elemento que carga, existiendo unas correcciones que nos permiten obtener el
coeficiente de balasto a utilizar en el cálculo de la cimentación que nos ocupe a partir del valor
obtenido con la placa de carga.
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VALORES DEL COEFICIENTE DE BALASTO k EN kp/cm2/cm

Resistencia a Coeficiente de
Tipo de suelo Estado Densidad seca 2
compresión en kp/cm balasto

Suelta 1,3 - 1,3


Arena o suelo
Media 1,6 - 4
sin cohesión
Densa 1,9 - 16
Firme - 1–2 2,5
Arcilla o suelo
Muy firme - 2–4 5
cohesivo
Dura - 4 10

A partir de la hipótesis anterior, el cálculo de la cimentación puede ir por tres caminos:

a) Utilización de soluciones tabuladas y ábacos obtenidos al integrar la ecuación diferencial de


la viga flotante. Con la utilización de ordenadores esta vía no tiene gran interés en la
actualidad.

La ecuación diferencial de la viga flotante es la siguiente:


(E I) yIV(x) + b k y(x) = b q(x)

b) Utilización de un ordenador y de un programa de cálculo discretizando la viga y colocando


apoyos elásticos en los nudos.
c) Utilización de distribuciones aproximadas de presiones para vigas de menor importancia.

Emparrillado de vigas

En este caso los pilares apoyan sobre dos familias de vigas de cimentación que se cruzan bajo
cada soporte. La utilización de este tipo de cimentación exige que los pilares presenten una
adecuada distribución en planta.
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El problema que se plantea es paralelo al de las vigas de cimentación pero actuando en dos
direcciones y con la incógnita adicional de cómo se reparte la carga de cada soporte en las dos
vigas que lo reciben. En general, y salvo que el número de soportes sea muy reducido, el empleo
del ordenador resulta prácticamente obligado. Se debe utilizar un programa de emparrillado que
admita apoyos de tipo elástico y se discretizarán las vigas de modo que debajo de cada apoyo
coincida un nudo.

Placas de cimentación

Como ya comentamos, estos elementos suelen ofrecer soluciones de interés en los casos en que
las acciones totales de la estructura representan algo más de la mitad de la capacidad admisible
del terreno sobre el que han de sustentarse. Los problemas que presenta su análisis son
análogos a los de la viga de cimentación y se derivan de la dificultad de establecer la distribución
de presiones en el terreno. Como veremos, la obtención de éstas conduce, en general, a un
proceso de cálculo electrónico que considere la deformabilidad del terreno.

La tipología básica de las placas de cimentación es como sigue:

• Placa maciza de espesor constante: Cada vez más empleada, ya que el incremento de
materiales que supone respecto a otras soluciones se compensa sobradamente con la
reducción de mano de obra y rapidez y, por el empleo de armaduras muy tipificadas.

El canto de la placa se elige de modo que conduzca a soluciones suficientemente rígidas para
que el reparto de presiones en el terreno sea lo más uniforme posible. Del mismo modo que
se ha visto para vigas de cimentación, reduciendo el canto de la placa se requiere más
armadura, aumentan las puntas de tensión sobre el terreno y empeora el comportamiento
frente a los asientos.

Un canto del orden del 10% de la luz máxima entre pilares puede ser adecuado para tener
suficiente rigidez en la placa. En la elección del canto habrá que tener también presente la
condición de punzonamiento que suele ser crítica.

• Placas nervadas: Tienen interés cuando las luces entre puntos de carga son importantes y el
sobrecoste que supone un encofrado y una ejecución más complicados se compensa por el
ahorro de hormigón y de acero que se consigue. Está basada en las placas de cimentación y
los nervios reparten las cargas de los pilares sobre la placa.
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De los dos tipos mostrados en general es más interesante el que aparece a la izquierda
porque la losa se puede utilizar como piso de la planta baja, requiere menor excavación y los
nervios no se encofran sino que se excavan en el terreno a modo de zanjas.

En el caso de acciones muy fuertes y con objeto de ganar canto, se acude a placas
aligeradas (fig. 63), utilizando como encofrado perdido cajones de madera, bidones,
casetones de hormigón, etc.

Otro tipo de placa aligerada es la placa en cajón, propia de edificios de gran altura en que,
para conseguir una gran rigidez, se forma una placa de varios pisos en la que colaboran los
muros de sótano e interiores del edificio, la placa de solera y uno o varios forjados.

3.2.6.- Cimentaciones profundas

Introducción

Para finalizar con el tema de las Cimentaciones, vamos a dedicar unas páginas a las de tipo
profundo. Antes de nada, hemos de señalar que dada la amplitud de la materia de este apartado, la
gran especialización que normalmente requieren estas técnicas, y que se trata de un área de
conocimientos en que inciden otras Asignaturas de la Carrera (Geotecnia y Procedimientos de
Construcción), sólo pretendemos pasar revista a algunos aspectos de las cimentaciones profundas,
que enmarquen las condiciones en que se acude a ellas y otros relativos a la tipología, construcción
y cálculo estructural de sus diferentes elementos (pilotes, encepados y vigas de arriostramiento) sin
pretender ser exhaustivos.
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Las cimentaciones profundas han nacido por la necesidad de resolver el problema de sustentar
estructuras cuando las capas superficiales son de baja calidad o las condiciones de servicio del
edificio necesitan que el cimiento tenga pequeños movimientos. En tales circunstancias, es
necesario buscar capas profundas, más o menos firmes, sobre las que transferir las cargas de
aquél. Concretando, es adecuado acudir al empleo de pilotajes cuando:

i. La carga transmitida por el edificio no puede ser distribuida a través de una cimentación
superficial, o bien, que sin sobrepasar la capacidad portante del terreno, los asientos sean
mayores que lo aceptable.
ii. Existe a cierta profundidad un estrato resistente que puede alcanzarse económicamente con
los medios actualmente existentes.
iii. Cuando el terreno es susceptible de sufrir, superficialmente, grandes variaciones
estacionales: hinchamientos y retracciones.
iv. La naturaleza del terreno (suelos flojos, marismas, rellenos, etc.) exige entibación continua.
v. En edificios sobre el agua, o en terrenos en que existe gran cantidad de ésta o hay ,que
profundizar por debajo del nivel freático.
vi. Cuando sea necesario resistir cargas inclinadas u horizontales de importancia (por ejemplo,
en el cimiento de un muro de contención puede ser necesario la colocación de pilotes
inclinados).
vii. Cuando la cimentación pueda estar solicitada a tracción (por ejemplo: en edificios de gran
altura a causa de la acción del viento, en estructuras de cables, etc.).
viii. Para recalzar cimientos existentes

La cimentación en cualquiera de las cinco circunstancias primeras no es tan infrecuente como


pudiera parecer a primera vista; en efecto, pensemos en la utilización de las zonas ganadas al mar
o de los aluviales poco compactos junto a los ríos para asentar polígonos industriales o incluso
habitacionales, o bien zonas de antiguos vertidos o de rellenos recientes en las ciudades, en donde
se crean nuevas áreas urbanísticas, zonas de instalaciones deportivas, etc.

Como veremos en lo que sigue, la construcción de estas cimentaciones requieren, normalmente, la


utilización de considerables medios auxiliares (máquinas de hinca, perforadoras, grúas para la
colocación de armaduras, equipos de hormigonado, etc.) que deben estudiarse y elegirse
adecuadamente para llegar a una solución óptima desde el punto de vista económico. En el
proyecto y en la construcción de una cimentación profunda conviene tener en cuenta:
a) En la fase previa al proyecto habrá que seleccionar, en función de las circunstancias
especiales que incidan en cada caso, el material a utilizar, el tipo de pilotes y el método de
puesta en obra.
b) En la fase del proyecto habrá que estudiar la cimentación desde un punto de vista geotécnico
(cargas de hundimiento, asientos, etc.) y estructural (distribución de cargas, cálculo de
pilotes, encepado y vigas de arriostramiento, etc.)
c) En la fase de construcción es importante llevar un buen control de la misma, debido a que:
EYP 3.22

- El pilote es un elemento que queda enterrado y no es accesible a una observación


directa.
- En el caso de los pilotes moldeados in situ, el hormigonado se realiza en unas
condiciones difíciles.
- Los pilotes son elementos a los que se les suele confiar cargas importantes, y el fallo
de uno de ellos puede causar serios daños a la estructura del edificio. Pensemos, por
ejemplo, que un soporte de éste puede estar descansado en sólo dos o tres pilotes y
lo que puede suponer que uno de ellos no colabore.

Todo lo anterior hace necesario que antes de la puesta en servicio de la cimentación se compruebe
su correcto funcionamiento a través de pruebas de carga, medida de asientos, etc.

Pilotes

Los pilotes son elementos estructurales realizados en el terreno o introducidos en él, cuya función,
preferentemente, consiste en transmitir cargas a capas más profundas (cimentaciones profundas) si
bien, pueden también realizar otras funciones, como contención de tierras o aguas freáticas
(pantallas), compactación de terrenos, refuerzos y recalzos de infraestructuras, etc.

Los esfuerzos que han de resistir los pilotes dependen de la función de éstos; cuando trabajan
como cimentación. los esfuerzos fundamentales son axiles: compresiones y menos corrientemente
tracciones, si bien se debe contar siempre con la eventualidad de esfuerzos de flexión cuando
funcionan como pantalla, como ménsulas empotradas, están sometidos a flexión compuesta.

En lo que sigue, y refiriéndonos a los pilotes como elementos de fundación en la Edificación, según
sea la forma de transmisión de las cargas verticales, que reciben de la estructura, al terreno, se
tienen tres tipos de pilotes:

a) Pilotes de fuste o fricción. Transmiten por rozamiento y corte las cargas al terreno, que en
general, suele ser homogéneo y de baja capacidad portante. En los casos de terrenos
arcillosos blandos, suele recibir el nombre de pilotes flotantes.
EYP 3.23

b) Pilotes de punta. Las cargas son transmitidas directamente a estratos firmes situados a
profundidad, bien exclusivamente por la punta, en el caso de estratos rocosos o muy
compactos (pilotes columna), o mediante punta y fricción elevada de una reducida parte
empotrada en este terreno, pero que por simplificar sólo se definen como de punta. Se hace
caso omiso de la posible fricción de los estratos superiores, que puede ser temporal, e incluso
-en suelos no consolidados- puede dar lugar en el tiempo a rozamientos negativos por
asentamiento de estos estratos, que sobrecargarán los pilotes.

c) Pilotes combinados. Parte de la acción es transmitida por fricción y el resto por punta. En
realidad, salvo casos especiales, todos los pilotes suelen ser combinados ya que siempre se
presentan simultáneamente ambos tipos de trabajo, pero los porcentajes de uno de los
mismos pueden ser pequeños en comparación con el otro.

Otra clasificación de los pilotes, que es la que seguiremos para la descripción de los mismos, es en
función de como sea el proceso de ejecución del pilotaje en obra. Según este criterio, tenemos dos
grandes familias: Prefabricados y Moldeados in situ.

Dentro de cada una de las dos familias anteriores se hacen subdivisiones, según sea el material
del pilote (en los Prefabricados) o el sistema concreto de excavación y hormigonado (en los
Moldeados in situ).

En el esquema que sigue se muestran los diferentes tipos y la nomenclatura de los contemplados
en las Normas Tecnológicas de la Edificación CPP (pilotes prefabricados) y CPI (pilotes in situ).
EYP 3.24

o Pilotes prefabricados hincados


De madera
Metálicos
De hormigón armado o pretensado
o Pilotes moldeados in situ
Hincados: de desplazamiento
• Con azuche
• Con tapón de gravas
Excavados
• De extracción: con entubación recuperable o con camisa perdida
• Perforados: con lodos tixotrópicos
• Barrenados: - sin entubación
- hormigonados por tubo central de barrena

En la selección del tipo de pilote más adecuado juega un papel muy importan te las condiciones
que impone el suelo. Por ejemplo:
- En agua o en suelos saturados y en suelos granulares, son interesantes los pilotes
hincados prefabricados (la vibración producida por la hinca consolida las arenas
secas).
- En arcillas los que mejor se comportan son los fabricados in situ (los pilotes hincados
tienden a remoldear las arcillas, lo que redunda en una merma del valor del
rozamiento entre terreno y pilote.
- En terrenos de relleno o superficialmente muy blandos, situados sobre estratos duros,
se usan pilotes que trabajan preferentemente por punta (incluso pueden tener la base
ensanchada).
- En subsuelos de resistencia media hasta gran profundidad, se usan pilotes que
trabajan primordialmente por rozamiento entre el suelo y el fuste. También resisten
algo por punta, tanto más cuanto más se haya ensanchado a base.

Pilotes Prefabricados

Estos pilotes se introducen en el terreno hincándolos en él, pudiendo realizarse en cualquiera de


los materiales que aparecen en el esquema de clasificación. Nos referimos, en primer lugar, a los
pilotes de hormigón armado, que son los más utilizados en nuestro país, en el ámbito de la
Edificación y los que contempla la NTE-CPP.

Son piezas lineales de directriz recta compuestas por uno o varios tramos de sección constante,
circular o poligonal regular
EYP 3.25

Sus cargas máximas de servicio pueden oscilar entre 30 y 150 t

El hormigón ha de ser de alta calidad, puesto que se verá sometido a elevadas tensiones durante
el transporte del pilote y durante su hinca. Según la NTE-CPP su resistencia característica será
superior a 350 Kp/cm2.

Por otro lado, pensemos que cuanto mejor calidad tenga el hormigón empleado menor será la
sección resistente necesaria, lo cual facilita el transporte y la manipulación (menos peso),
favorece y simplifica la hinca y en el caso de que se trate de un pilote compuesto por varios
tramos, conduce a menores piezas para resolver las juntas entre sus diferentes trozos con la
consiguiente economía global.

Al ser el trabajo del pilote fundamentalmente a compresión, no interesa colocar un acero de


calidad superior a AEH-400, pues para el acortamiento máximo en compresión 0,002 no se
aprovecharía íntegramente un acero de calidad AEH-500 o superior. Las barras de la armadura
longitudinal se dispondrán, si la sección es poligonal, una en cada vértice como mínimo; si la
sección es circular se dispondrán uniformemente en el perímetro con un mínimo de 6. En
cualquier caso, serán de una sóla pieza o el empalme, cuando fuera necesario, se hará mediante
soldadura.

La armadura longitudinal tendrá una cuantía respecto al área de la sección transversal del pilote
no menor de 1,25% (AEH-400), y el diámetro de las barras será no menor de 12 mm. La
armadura transversal dispuesta en forma helicoidal sujetará en posición a la armadura
longitudinal. Tendrá una cuantía no menor del 0,2%, respecto al volumen del pilote, en toda su
longitud, y diámetro no menor de 6 mm (en punta y cabeza y en una longitud no menor de 3 D, se
duplicará dicha cuantía). El recubrimiento de las armaduras será no menor de 2,5 cm.

En el extremo inferior que va a ser hincado, el pilote llevará un azuche de protección que puede
ser: un simple revestimiento de acero, plano, en punta cónica o piramidal cuando se hinca en
suelos, o bien llevar un tocho cilíndrico de acero (tipo Punta de Oslo), o elemento similar cuando
deba atravesar terrenos con pedruscos u otros obstáculos duros.
EYP 3.26

Un problema que suele plantearse en los pilotes prefabricados de hormigón es el del empalme de
diferentes trozos a medida que se van hincando en el terreno. En efecto, la longitud máxima de
un trozo de pilote prefabricado no debe superar el valor que limitan las Normas de Transporte por
carretera (condición que no rige si la prefabricación se realiza en un taller a pie de obra), o el
valor que imponga la maquinaria con la que va a manipularse el pilote en obra, o el valor que
conduzca a excesivos momentos flectores en la operación de izado de la pieza. En general esta
maniobra es la que determina la armadura del pilote más que los esfuerzos a que vaya a ser
sometido en servicio.

Sistemas de empalme de pilotes de hormigón

Para minimizar estos esfuerzos por manipulación, los pilotes deben llevar señalados los puntos
de suspensión previstos en su cálculo. Cuanto más grande sea el número de dichos puntos,
mayores tramos de pilote podrán izarse sin un incremento de esfuerzos que conduzca a armados
antieconómicos.
EYP 3.27

Otros pilotes prefabricados son los siguientes:

Los pilotes de madera se han empleado desde la más remota antigüedad, ahora son muy poco
usados en nuestro país

Estos pilotes se conservan satisfactoriamente si están constantemente en ambiente húmedo o


agua, estando sometidos a putrefacción las zonas del pilote que alternativamente se secan y
humedecen.

Las maderas más empleadas son: haya, encina, roble, pino, abeto y eucalipto. Con objeto de
mejorar su durabilidad puede sometérselas a algún tratamiento con alquitranado, creosotado a
presión u otros procedimientos específicos. Los diámetros normalmente utilizados son de 15 a 40
cm, con capacidades de 10 a 100 toneladas.

Los pilotes metálicos se utilizan con formas circulares, poligonales, en H, etc.

Presentan las siguientes ventajas

- Resistencia elevada a la compresión y a la flexión.


- Posibilidad de alcanzar grandes profundidades gracias a la facilidad de empalme por
soldadura.
EYP 3.28

- Por su ligereza, precisan máquinas y mazas menores.


- Por la facilidad de su manejo, transporte y arranque, tienen interés en obras de carácter
provisional.
Dado que los pilotes de acero están sometidos a la acción de la corrosión, es necesario prever un
exceso de sección y recubrirlos con pinturas bituminosas.

Los pilotes de hormigón pretensado tienen cualidades intermedias entre los metálicos y los de
hormigón armado. Gracias al pretensado, se consiguen menores dimensiones y, por lo tanto,
menor peso, permitiendo ir a pilotes de gran longitud. Tienen buena resistencia a tracción y
seguridad frente a fisuración; los momentos flectores que pueden absorber son muy
considerables.

En la elección del procedimiento de hinca habrá que comprobar su adecuación al tipo de pilote de
que se trata y a las circunstancias del entorno de la obra. Los sistemas más usuales de hinca son

i. Por percusión, realizada por medio de un martinete que sirve también para izar el pilote y
colocarlo en la debida posición. Puede utilizarse con pilotes de cualquier material, siempre
que la percusión no sea perjudicial en el entorno.
En terrenos muy arenosos se complementa la percusión con la proyección en punta de
chorros de agua a alta presión (hasta 10 Kg/cm2) que producen la erosión del terreno,
disminuyendo el rozamiento lateral.
Entre el pilote y la maza se intercala una sufridera (fig. 85) para evitar que el choque directo
de la maza o martillo pueda degradar o deformar la cabeza del pilote.
EYP 3.29

El peso del martillo no debe ser inferior a la mitad del peso de los elementos sobre los que
descarga el impacto (pilote + sufridera); para los martillos diesel, esta relación puede
reducirse a la 6ª parte. El peso de la maza no superará al del pilote.

Este sistema de percusión no se utilizará en las inmediaciones de edificios en deficientes


condiciones por las perturbaciones que en éllos pueden causar las vibraciones originadas por
la hinca.

Pilote roscado Hinca de pilote mediante gato

ii. Cuando se trata de pilotes con rosca, la penetración helicoidal se consigue a brazo, con torno
o con motor y, si ha lugar, con inyección de agua a presión. Este sistema es poco empleado
en nuestro país.

iii. Cuando no sean admisibles la percusión ni vibraciones en el entorno, se puede acudir a la


hinca mediante gatos.

Este procedimiento tiene aplicación particularmente en los problemas de recalce pues evita todo tipo
de vibraciones y se dispone, además, del contrapeso de reacción del gato, indispensable para llevar a
cabo este trabajo.
EYP 3.30

Las principales ventajas de los pilotes prefabricados son las siguientes

1º Menor plazo de ejecución, gracias al elevado ritmo de colocación que permiten. Una hinca
de 100 a 120 mi/turno es normal en pilotes prefabricados, pudiéndose mejorar en ciertos
casos.
2º Es posible conocer la historia de la puesta en obra del pilote con la medición del rechazo a
lo largo de toda la hinca, lo que nos permite detectar cualquier anomalía, y subsanar1a
inmediatamente, en caso de que se produzcan. La hinca es una prueba para el terreno y
para el pilote.
3º El pilote compacta el terreno, mejorando su capacidad resistente, sobre todo en arenas en
donde en la misma hinca de varios pilotes próximos es posible comprobar la mayor
resistencia a la penetración de los últimos sobre los primeros.
4º No existe la posibilidad de lavados, segregación y cortes en el hormigón, cosa que puede
ocurrir en los pilotes "in situ".
5º Al emplearse un hormigón de alta calidad, perfectamente vibrado, con un buen
recubrimiento de las armaduras y colocado en obra ya endurecido, la resistencia a un
posible medio agresivo es superior a la que pueda conseguirse con los pilotes moldeados in
situ.
6º Mayor facilidad para colocarlos inclinados, hasta 1/4 normalmente.
7º Aún siendo verticales, tienen más capacidad para absorber esfuerzos horizontales, bien por
ser de acero u hormigón pretensado, o por estar sobrearmados para su manipulación.
8º Al no haber tierras extraídas, como en los "in situ", consiguen mantener limpia y despejada
la obra.
9º Cuando es posible la aparición de rozamiento negativo el pilote prefabricado presenta la
ventaja de que en vez de tener que contar con él, se le puede revestir con un elemento que
facilite el deslizamiento de modo que el rozamiento negativo se minimiza.
10º En general, los esfuerzos de compresión que soporta el pilote prefabricado durante la hinca
son superiores a los que tendrá en servicio por lo que un pilote prefabricado hincado hasta
el rechazo conveniente ya ha sido sometido a una verdadera prueba de carga.

En cuanto a la adecuación de los pilotes prefabricados, según sea el terreno:

A. Son recomendables en todos los suelos de baja capacidad portante superficial: Arenas
sueltas, limos, arcillas, etc. y sobre todo, cuando se trata de terrenos con nivel freático alto.
B. En arenas muy densas es posible su empleo, junto con la ayuda de lanza de agua.
C. Pueden emplearse, también, en casos de que existan capas cementadas cercanas a la
superficie con terrenos de escasa capacidad debajo, perforando previamente la capa dura
con maquinaria adecuada.
D. Los únicos terrenos en que puede ser no indicado, es en los que existen bolos de grandes
dimensiones, o capas cementadas profundas intercaladas entre estratos blandos.
EYP 3.31

Pilotes Moldeados in situ

Dentro de los pilotes moldeados in situ existen dos familias: los de desplazamiento y los
excavados. En todos estos pilotes se utiliza un hormigón con una resistencia característica no
menor de 175 Kp/cm2 y con una docilidad suficiente para garantizar una continuidad absoluta en
su ejecución, aún extrayendo la entubación. En este sentido, se considera que la consistencia
medida en el cono de Abrams será la correspondiente a un asiento entre 10 y 15 cm
(consistencia fluida); salvo para los pilotes de desplazamiento, con tapón de gravas, en que el
asiento estará comprendido entre 1 y 5 cm (consistencia seco-plática) y para los perforados sin
entubación, con lodos tixotrópicos, en los que debe obtenerse un asiento entre 16 y 20 cm
(consistencia líquida).

La armadura longitudinal no será de calidad superior a AEH-400, por el motivo ya expuesto en los
pilotes prefabricados. La armadura transversal estará constituido por zuncho en espiral o cercos.
El diámetro exterior del zuncho o de los cercos será igual al diámetro del pilote menos 8 cm para
lograr un recubrimiento mínimo de 4 cm. En este sentido, y teniendo en cuenta las difíciles
condiciones en que se hormigona, se adopta un recubrimiento mayor que el considerado en los
pilotes prefabricados (2,5 cm).

i. Pilotes de desplazamiento con azuche


EYP 3.32

Se hincará en el terreno la entubación de diámetro exterior D. Esta estará provista en su extremo


inferior de un azuche de punta cónica o plana, metálica o de hormigón prefabricado de diámetro
exterior mayor que el del pilote en 5 cm, con su parte superior cilíndrica preparada para encajar
con el extremo inferior de la entubación.

La hinca de la entubación se hará mediante golpeo con maza o martillo en la parte superior de la
entubación, introduciéndola hasta la profundidad prevista para el pilotaje; tal profundidad será
refrendada por el rechazo.

El hormigonado se realizará en seco, de forma continua o discontinua. La entubación se extraerá


de manera que siempre quede un mínimo de 2 D de hormigón dentro de ella, que impida la
entrada de agua por la parte inferior de la entubación. La extracción se simultaneará con un
golpeo en cabeza, para conseguir un efecto de vibrado del hormigón.

ii. Pilotes de desplazamiento con tapón de gravas

La hinca de entubación se hará por golpeo sobre un tapón de gravas, arena u hormigón
introducido previamente en la entubación, dispuesto en tongadas pequeñas y compactado
fuertemente hasta obtener un tapón de espesor de 3 D mínimo. El hormigón del tapón de gravas
tendrá una consistencia cero en el cono de Abrams (consistencia de tierra húmeda).

El golpeo sobre el tapón con la maza arrastrará a la entubación hasta la profundidad prevista
para el pilotaje. Tal profundidad será refrendada por el rechazo.

En todos los casos, al final de la hinca, el golpeo de la maza desalojará el tapón de la entubación
quedando como punta de los pilotes un ensanchamiento.

El hormigonado se realizará en seco, por tongadas y sometido a un apisonado o vibrado para


garantizar la continuidad del fuste. La entubación se extraerá de manera que siempre quede un
mínimo de 2D de hormigón dentro de ella, que impida la entrada de agua por la parte inferior de
la entubación.
EYP 3.33

Los diámetros normales de los pilotes de desplazamiento, con azuche o con tapón de gravas,
suele oscilar entre 40 y 60 cm. con unas capacidades de 50 a 125 t (en servicio). En ambos, un
rendimiento de 80 mI/turno puede considerarse normal. Por su característica de ser hincados
participan, en gran parte, de las ventajas e inconvenientes de los pilotes prefabricados.

Las longitudes más usuales para las que se utilizan estos dos tipos de pilote llegan hasta un
máximo de unos 20 m. Por encima de ese valor, las operaciones de extracción de la camisa
obligan a utilizar unos medios que se salen de lo normal.

iii. Pilotes de extracción con entubación recuperable, con o sin camisa perdida

Las fases de ejecución de este tipo de pilotes son para ambos similares, si bien, en el caso de
que haya que disponer "camisa perdida" aparece una operación más en la ejecución del pilotaje.

La "camisa" está constituida por un tubo metálico de sección circular de 2 mm de espesor como
mínimo y tiene la misión de garantizar la continuidad del fuste y fraguado del hormigón en
presencia de corrientes de agua, oquedades o zonas blandas de terreno y agentes agresivos.
EYP 3.34

El proceso de construcción de estos pilotes es como sigue: .La entubación se introducirá en el


terreno acompañando la excavación y siempre por delante de la misma, salvo que en el caso de
que haya que atravesar capas intermedias que obliguen al uso de trépano. En terrenos
coherentes de gran resistencia no es preciso entubar la longitud de empotramiento de la punta.

Se tomarán las precauciones necesarias para evitar el desprendimiento de las paredes y se


cuidará especialmente la limpieza del fondo de la excavación, terminada ésta, e inmediatamente
antes del vertido del hormigón.

En terrenos muy blandos o susceptibles de sifonamiento, durante la excavación se mantendrá el


nivel del agua en el interior de la entubación, un metro por encima del nivel freático.

En el caso de que haya que disponer "camisa" de protección, ésta se introducirá en la


entubación una vez realizada la excavación y antes del hormigonado. La camisa se situará en la
posición adecuada y se mantendrá suspendida desde la boca de la perforación hasta la
terminación de las operaciones del hormigonado.

Durante el hormigonado, la entubación recuperable quedará siempre, como mínimo, 2D dentro


del hormigón anteriormente vertido.

Los diámetros normales de estos pilotes pueden oscilar entre 40 y 125 cm. con unas
capacidades de 50 a 500 t (en servicio). El rendimiento es ahora pequeño, de unos 20 mI/turno.
Hay que señalar, no obstante, que para diámetros importantes, superiores a 80 cm (200 t), la
extracción de la entubación es dificultosa.
EYP 3.35

iv. Pilotes excavados con la ayuda de lodos tixotrópicos, sin entubación

Pueden adoptarse formas circulares o rectangulares, o incluso en H, T, mediante la excavación


de pantallas con dichas composiciones en planta. Este sistema elimina las limitaciones que
siempre entraña la extracción de las entubaciones que se disponen en otros tipos. Con él
pueden alcanzarse grandes profundidades; en España se han alcanzado valores cercanos a los
50 m de profundidad en un pilotaje para la factoría de A.H.V. en Sestao (Vizcaya).

Por otro lado, pueden obtenerse elementos portantes de gran capacidad de carga; por ejemplo,
un panel de (2,50 x 1,00) m2 puede soportar 1000 t en servicio. Los rendimientos normales de
trabajo pueden ser del orden de 60 ml/turno.

v. Pilotes barrenados sin entubación

En este tipo de pilotes, durante la excavación de las tierras, las paredes no cuentan con ninguna
entibación ni otro medio, por lo cual, es esencial que la calidad del terreno garantice su
permanencia. Todo el pilote deberá estar por encima del nivel freático. El procedimiento está
estrictamente prohibido si es necesario atravesar o incluso acercarse a un estrato donde pueda
circular agua. Para asegurarnos el buen comportamiento de las paredes, es necesario realizar
un ensayo previo
Admitiendo, pues, que nos encontramos en un terreno adecuado a este tipo de pilotes, las fases
de ejecución del mismo son:
EYP 3.36

- se realizará la perforación y extracción de las tierras mediante barrenado.


- Se cuidará especialmente la limpieza del fondo y las paredes de la excavación antes de la
colocación de las armaduras y vertido del hormigón. al efecto de garantizar el que no se
produzcan desprendimientos de las paredes durante estos trabajos.
- El hormigonado se realizará en seco y de forma continua.

Los diámetros normales de estos pilotes son del orden de 40 a 60 cm. Los rendimientos de
construcción son buenos, del orden de 100 ml/turno.

vi. Pilotes barrenados con hormigonado por el tubo central de la barrena

En este tipo de pilote se utiliza una "barrena de hélice continua" que se introduce en el terreno
sin extracción notable del mismo. Una vez alcanzada la profundidad requerida, se procederá
simultáneamente a la extracción de la barrena con las tierras alojadas en ella y al hormigonado
por bombeo a través del tubo central de la misma. Durante el proceso de extracción de la
barrena, el hormigón bombeado se mantendrá en con tacto con el extremo inferior de la barrena.

El hormigonado se realizará en seco o bajo agua, de forma continuada, terminado éste, se


introducirá en el hormigón fresco la armadura.

Los diámetros normales de estos pilotes oscilan entre 40 y 60 cm. Los rendimientos que se
consiguen son muy importantes, del orden de 150 ml/turno. Se alcanzan profundidades de hasta
20 m.
EYP 3.37

El hormigón que se utiliza debe ser bombeable y, en consecuencia, de granulometría adecuada,


rica en arena. Puede usarse, también, un mortero grueso estabilizado.

Por el proceso de ejecución de estos pilotes es difícil conseguir su armado, aunque al menos
llevarán armaduras en su zona superior (la NTE-CPI establece que como mínimo lleve armadura
en una longitud que sea superior al mayor de los valores 6 m o 9 D).

Este sistema, que para ciertos terrenos es excelente (aunque todavía no se ha difundido
suficientemente), no puede utilizarse si hay que atravesar niveles competentes (gravas
cementadas, bolos grandes, etc.), pues no pueden trepanarse.

Las principales ventajas de los pilotes moldeados in situ son las siguientes:

1º Posibilidad de atravesar terrenos con bolos de piedra o capas duras, mediante el uso del
trepano o cuchara adecuada.
2º No se desaprovecha material por causa de que sean demasiado largos y tengan que
cortarse (como ocurre en los prefabricados).
3º Al no quedar su longitud prefijada, si en ciertas zonas el estrato resistente se encuentra en
mayor profundidad, es posible llegar a él sin especial dificultad.
4º Se evita la creación de un parque de prefabricación o el transporte de piezas largas.
5º La maquinaria utilizada es más sencilla y su transporte menos embarazoso en relación a la
requerida por los pilotes prefabricados.
6º La construcción del pilote es menos ruidosa que para los pilotes hincados.
7º Solo llevan la armadura estrictamente necesaria para el servicio del pilote, evitando el gasto
de armadura extra que requieren los pilotes prefabricados a causa de los esfuerzos que
aparecen en su manipulación.
8º Puede conseguirse un buen rozamiento entre el terreno y el pilote y un ensanche de la
punta de éste, mejorando su capacidad portante.
9º Pueden construirse pilotes de gran diámetro y capacidad, en sustitución de un número
importante de pilotes esbeltos.
10º Se evitan los posibles daños que pueden sufrir los pilotes prefabricados durante su hinca.

En cuanto a la adecuación de los pilotes moldeados in situ, éstos son especialmente recomendables
cuando:
A. Se requiere importante capacidad portante.
B. Cimentaciones en profundidad con apoyo en punta sobre estratos no muy resistentes ya
que, como hemos visto, en algunas soluciones específicas pueden obtenerse superficies de
apoyo de sección importante.
C. Cimentaciones en profundidad flotantes, en las que es importante la acción del rozamiento
lateral, que puede conseguirse en algunos de estos pilotes.
D. Pilotes sometidos a tracción, por el mismo motivo que en el punto anterior.
EYP 3.38

3.3.- Forjados

3.3.1.- Definición y características

Forjado es toda estructura plana, de dimensiones en planta de igual orden de magnitud,


utilizada en edificación para la separación de dos plantas consecutivas.

Los forjados tienen una doble misión:


Resistente
o Soporte de las cargas verticales directamente aplicadas para transmitirlas a
los pórticos de la estructura o a los muros de carga.
o Colaboración en la flexión de las vigas principales como cabeza de
compresión.
o Arriostramiento de los pórticos planos de un edificio reticular.
o Transmisión hasta los pórticos o núcleos resistentes de las fuerzas
horizontales sísmicas o debidas a la acción del viento o de explosiones.
o Arriostramiento de pantallas o muros entre si en el caso de forjados de
sótano.

Aislante
Al ser el forjado el elemento que separa en vertical los diferentes locales tiene
misiones de aislamiento: acústico, térmico y de protección contra el fuego.
EYP 3.39

Según como sea el sistema de transmisión de cargas verticales hacia los soportes se
tienen dos tipos de forjados:
Unidireccionales: las cargas se transmiten en una sóla dirección hacia las vigas.
Están formados por nervios resistentes y fajas aligeradas.

Bidireccionales: las cargas se transmiten en dos direcciones perpendiculares hacia


los soportes.
o Placas macizas dispuestas sobre vigas en dos direcciones
o Forjados reticulares: forjados sin vigas, con nervios en dos direcciones o
placas sobre apoyos aislados.

En función del proceso de ejecución los forjados se clasifican en:


Construidos totalmente in situ
Los de hormigón son NO RESISTENTES en el momento de su puesta en obra por lo
que se requiere encofrado.
o Losas: macizas o aligeradas
o Placas: con o sin vigas

Construidos parcialmente in situ


o De tipo RESISTENTE:
No requieren encofrado. Están formados por viguetas (de madera,
metálicas o de hormigón) y aligeramientos.
o De tipo SEMI-RESISTENTE
Requieren un encofrado reducido. Están formados por elementos
prefabricados que se complementan en obra: semiviguetas (de hormigón o
de acero) y prelosas.
EYP 3.40

Totalmente prefabricados
Son de tipo RESISTENTE y no requieren ningún tipo de encofrado. Están formados
por paneles prefabricados de hormigón.

3.3.2.- Forjados Unidireccionales

Se denominan así los forjados que transmiten las cargas verticales que actúan sobre su
superficie en una dirección hacia los pórticos de la estructura.

Un forjado unidireccional está compuesto por los siguientes elementos:

• Nervios estructurales longitudinales


En ellos va dispuesta la armadura principal que requiere el forjado para resistir los
momentos flectores y esfuerzos cortantes que los solicitan.
Los nervios se pueden ser de acero laminado, de hormigón ejecutados in situ o
prefabricados. En este último caso se tienen tres tipos de nervios:
- Viguetas resistentes armadas o pretensadas: suelen tener sección doble T y se
comportan de modo similar a los nervios de acero laminado.
- Semiviguetas armadas: están formadas por una armadura a modo de celosía
triangular y una pastilla de hormigón inferior. Permiten buena unión al hormigón in
situ y son muy ligeras (10 a 15 kg/m). Requieren sopandas de apeo bastante juntas
(de 1 a 1,5 m).
- Semiviguetas pretensadas: tienen sección de T invertida. La armadura principal
está formada por alambres pretesos. Pesan más que las armadas (18 a 22 kg/m) y
requieren sopandas más separadas (en torno a 2 metros).
EYP 3.41

• Bovedillas
Son bloques prefabricados, de hormigón, cerámicos o de materiales plásticos, que en
general quedan perdidos y cumplen varias misiones:
- Aligerar el peso del forjado y por consiguiente disminuir las cargas sobre vigas,
pilares y cimientos.
- Sirven de encofrado cuando el forjado es de nervios prefabricados de modo que
sólo se requiere la colocación de sopandas.
- En algunos casos se puede considerar que sus paredes colaboran en la resistencia
de esfuerzos.
- Colaboran en el aislamiento acústico y térmico.
- Dan continuidad a la parte inferior del forjado permitiendo que sobre ellas se
adhiera el material de revestimiento del techo. Para evitar cambios de tonalidad en
este revestimiento por diferencia de absorción de humedad se suelen colocar
bovedillas de hormigón con viguetas o semiviguetas con acabado en hormigón, y
para las bovedillas cerámicas se utilizan semiviguetas con material cerámico en su
parte inferior.
• Armadura transversal de reparto
La resistencia transversal de los forjados unidireccionales es pequeña porque sólo
colabora la capa compresora. Para resistir las tensiones debidas a la retracción y a las
variaciones térmicas y para contribuir a dar rigidez y monolitismo al forjado en su plano es
necesario disponer una armadura transversal a los nervios para coser el forjado. La
cuantía de esa armadura depende del espesor de dicha capa. Para las capas
compresoras utilizadas habitualmente (espesor de 3 a 6 cm) se suele disponer una
armadura de 3Ø6 p.m. o sea, 0,84 cm2 por metro.
• Armadura de momentos negativos
Si, como es usual, el forjado se proyecta con continuidad en sus zonas de apoyo sobre
las vigas interiores será necesaria una armadura que resista los momentos flectores
negativos que se producen en esos apoyos.
La armadura de negativos se coloca en obra y es muy importante que se coloque
conforme se indica en el proyecto y que esté perfectamente sujeta para que permanezca
en su sitio durante el hormigonado. Si esta armadura no se coloca o se desplaza durante
el hormigonado la continuidad del forjado se pierde de modo que tiende a trabajar como
viga biapoyada, de modo que aumentan los momentos positivos respecto a los que
puede aguantar la armadura del nervio, y éste se rompe. La armadura de negativos debe
colocarse como se indica en la figura.
EYP 3.42

• Hormigón de relleno de senos y capa compresora


El hormigón de senos debe penetrar bien en el nervio y rodear a las armaduras inferiores.
En el caso de que se utilicen semiviguetas el hormigón debe adherirse a éstas de modo
que trabajen en colaboración el hormigón prefabricado y el vertido en obra.
La losa superior de hormigón del forjado asegura la rigidez de éste en su plano. El
espesor de esta losa depende del tipo de bovedilla utilizado y del intereje existente entre
nervios.

Los forjados unidireccionales se denominan por el intereje o distancia entre ejes de dos
nervios consecutivos y por el espesor del forjado dado como suma de dos cantidades: el
espesor de la bovedilla + el espesor de la capa de compresión: 22+3 con intereje 70 indica un
forjado unidireccional cuyos nervios están separados 70 cm, siendo el canto del forjado 25
centímetros distribuidos de la siguiente forma: 3 centímetros de capa de compresión y 22
centímetros de bovedilla.

Los valores usuales son: interejes entre 50 y 70 cm, capas de compresión entre 3 y 6 cm y
espesores de bovedilla entre 17 y 25 cm.

3.3.3.- Cálculo de esfuerzos


Los esfuerzos existentes en los forjados pueden calcularse siguiendo dos métodos:
Métodos elásticos
Están basados en la teoría clásica del cálculo de estructuras.
Métodos plásticos
Están basados en la readaptación plástica de los esfuerzos del forjado. En la
actualidad son los más utilizados por dos motivos:
• La teoría clásica supone que las curvaturas son proporcionales linealmente a los
flectores actuantes. En realidad esa proporcionalidad no es lineal puesto que a
medida que aumenta la solicitación la pieza es menos rígida debida a la
fisuración del hormigón, en consecuencia el forjado girará más y por tanto estará
menos empotrado de lo que indica el cálculo elástico. Esto produce una
redistribución de momentos de modo que aumentan los positivos y disminuyen
los negativos.
• Los métodos plásticos conducen a armados más económicos y que facilitan la
ejecución: las armaduras de negativos son menores de modo que no se
complican los nudos de unión con las vigas.

3.3.4.- Armado del forjado


El armado del forjado se obtiene verificando en las diferentes secciones del mismo los
Estados Límites Últimos de rotura de modo que los Esfuerzos últimos resistidos sean
superiores a los esfuerzos de diseño obtenidos en la fase de cálculo.
EYP 3.43

En el caso de que los nervios se hormigonen in situ será necesario disponer las armaduras
de flexión tanto positiva como negativa y la armadura de reparto.

Si los nervios se materializan mediante elementos prefabricados la armadura de positivos


viene con el elemento prefabricado y por tanto sólo será necesario colocar la armadura de
flexión negativa y la armadura de reparto.

3.3.5.- Apoyo de forjados


Es importante organizar adecuadamente la unión del forjado con los elementos estructurales
de carga: muros o vigas (de hormigón o metálicas). En los siguientes apartados se
esquematizan los detalles más usualmente utilizados y que garantizan un correcto
funcionamiento del apoyo.

i. APOYO EN MUROS DE CARGA


Existen dos posibles unión de un forjado con un muro: apoyo de forjado a muro de carga y
encadenado de forjado con muro paralelo a la dirección de las viguetas.

En el caso de apoyo de forjado sobre muro de carga se debe asegurar la perfecta unión de
ambos elementos; para ello:
- Se debe crear un zuncho de atado que recoja todos los nervios y sirva de reparto de
cargas uniformemente.
- La armadura de los nervios debe penetrar en el zuncho o en su defecto se deberán
colocar 2Ø6 que se colocarán paralelos a la vigueta del nervio y penetrarán en el
zuncho.
- Se deberá disponer una armadura de negativos empotrada en el zuncho.
EYP 3.44

En el caso de encadenado de forjado con muro paralelo la vigueta más próxima al muro se
eliminará y se sustituirá ésta por un zuncho armado sobre el muro que hará las veces de
nervio.

ii. APOYO EN VIGAS DE HORMIGÓN


Existen tres formas de apoyar un forjado sobre una viga de hormigón en función del canto de
ésta con respecto al canto de aquel:
o VIGA DE CANTO COLGADO O DESCOLGADA

Es de aplicación lo indicado para muros. Esta es la solución tradicional en estructuras de


hormigón armado, conduce a pequeñas cuantías de acero y dada su gran rigidez las
deformaciones son poco importantes.

La distribución de vigas debe cuidarse para que su posición no sea antiestética con
relación a las paredes; así se suelen disponer vigas de canto colgado en paredes de
fachada y en la tabiquería interior, de este modo se consigue, además, que los muros y
tabiquería descansen directamente sobre las vigas y así se disminuyan las
deformaciones. Por tanto, estructuralmente, es una excelente solución.

Actualmente se utiliza poco por diversos motivos:


- Encofrado más complicado y costoso que la viga plana.
- Dificulta el tendido de instalaciones.
- Acabados de los techos más costosos.
- Condiciona en parte la distribución interior de los espacios del edificio.
EYP 3.45

o VIGA CON CANTO INVERTIDO

Los detalles de apoyo son similares a los de la viga plana. Por disponerse el canto de la
viga hacia la parte superior esta solución sólo podrá utilizarse en el caso de que sobre el
forjado superior no deba circularse. Se utiliza en vigas de fachada o en los forjados de
cubierta sobre los cuales sólo se colocará el material de cobertura.
En los forjados bajo cubierta puede interesar para conseguir grandes voladizos sin
mostrar el canto de la viga o para anular pilares en las plantas más altas.
Al calcular las vigas se deberá tener en cuenta que las cargas se transmiten por la parte
inferior y por lo tanto se deberá disponer una armadura de suspensión.
Otra aplicación es la formación de forjados a distintas alturas.

o VIGA PLANA

Es una solución muy utilizada en la actualidad a pesar de ser peor solución estructural
que la viga colgada fundamentalmente por la libertad que deja al proyectista al distribuir
el espacio interior. Además el encofrado es mucho más sencillo y barato y permite el
tendido de instalaciones que deban discurrir por el techo.

La libertad de distribución interior conduce a que las paredes del interior carguen
directamente sobre el forjado y provocan deformaciones de mayor cuantía.

Al igual que las vigas de canto invertido las armaduras de flexión positiva del forjado se
encuentra al mismo nivel que la de la viga; ésto origina el problema de cruce de ambas
armaduras. La resolución de dicho problema es el siguiente:
- La armadura de los nervios se eleva al llegar a la viga para que pase por encima de
la armadura de positivos de la viga.
EYP 3.46

- La armadura de negativos del nervio del forjado pasará por encima de la armadura de
negativos de la viga.
- Se macizará un espacio anterior a la viga en la zona de forjado.

iii. APOYO EN VIGAS METÁLICAS


El apoyo de un forjado sobre una viga metálica se hará conforme se indica en las figuras
adjuntas y disponiéndose siempre conectores soldados a la viga metálica que solidaricen ésta
con el forjado. La armadura de negativos de los nervios pasará por encima de la viga metálica
en todos los casos. Se macizará una zona anterior a la viga metálica.

3.4.- Forjados Bidireccionales

3.4.1.- Generalidades
Se denominan así a los forjados que transmiten en dos direcciones perpendiculares los
esfuerzos debidos a las acciones que actúan sobre ellos. Se denominan también forjados
reticulares porque están formados por una retícula o malla de nervios.

La cuadrícula así formada puede estar aligerada o no; en el primer caso se utilizarán
casetones recuperables que servirán de encofrado. Estos forjados apoyan directamente
sobre los soportes mediante unas zonas macizas denominadas ábacos que se encargan de
concentrar los esfuerzos de varios nervios hacia el soporte.

Por su sistema bidireccional de reparto de esfuerzos permiten mayor separación entre


soportes que los forjados unidireccionales y son adecuados para soportar grandes cargas
como por ejemplo el tráfico de vehículos ligeros y semi-pesados. Es por este motivo que se
utilizan en la construcción de aparcamientos y almacenes.

3.4.2.- Cálculo de esfuerzos


Los forjados reticulares se pueden calcular por diversos métodos:
- Método de los pórticos virtuales: consiste en discretizar como un pórtico la faja del forjado
que pasa por los soportes.
- Método del emparrillado plano.
- Cálculo espacial mediante computador.

Al igual que en el caso de nervios de forjados unidireccionales, los nervios de estos forjados
estarán sometidos a momentos flectores positivos y negativos y por tanto será necesario
disponer las armaduras correspondientes a ambos esfuerzos.

En la zona de ábacos, por motivos de confluencia de varios nervios, se deberá cuidar la


disposición de armaduras de nervios y soportes.
EYP 3.47

Los soportes pueden ser de hormigón o metálicos. En este último caso se deberán disponer
anclajes horizontales soldados al soporte que sirvan de unión entre forjado y soporte.

3.5.- Soportes y vigas


Además de los forjados, la estructura de un edificio está constituida por soportes y vigas.

Las vigas son los elementos horizontales que tienen como fin transmitir las cargas de los
forjados hacia los soportes. Para transmitir estas cargas las vigas desencadenan, al igual que
los nervios de los forjados, esfuerzos axiles, cortantes y momentos flectores.

Las vigas podrán ser de madera, metálicas o de hormigón. En caso de ser de hormigón,
podrán ser prefabricadas (de hormigón armado o pretensado) o ejecutadas in situ (de
hormigón armado o pretensado). En caso de ser prefabricadas presentarán problemas de
unión a los pilares similares a los que aparecen al utilizar vigas metálicas.

Los soportes son elementos verticales o inclinados que transmiten las cargas de la estructura
hasta las cimentaciones. Los soportes podrán ser:
o pilares (soportes esbeltos, verticales y sin función estética) o columnas (soportes
esbeltos, verticales y con función estética), ambos trabajando sobre todo a
compresión además de a flexión y a cortante.
o Tirantes de acero o de hormigón, trabajando a tracción.
o Muros de carga
o Contrafuertes o soportes inclinados

Los soportes podrán estar realizados en diversos materiales:


- Hormigón armado o en masa, in situ o prefabricado
- Perfiles de acero simples o composición de varios
- Madera
- Piedra natural
- Fundición
- Fábrica de piedra natural o de elementos artificiales (bloques, ladrillos, etc)

En función del tipo de material que se utilice se deberán resolver con mayor o menor
dificultad los problemas de transmisión de cargas, deformaciones y uniones con el resto de
elementos de la estructura y con las cimentaciones.
EYP 3.48

3.5.1.- Esqueletos resistentes


En edificación, un esqueleto resistente consiste en un entramado organizado de piezas
prismáticas de hormigón armado o de perfiles metálicos que soporta las acciones a las que
está sometido el edificio y las transmite al terreno a través de la cimentación.

Este tipo de estructuras permite espacios de grandes dimensiones totalmente diáfanos, lo


que contribuye a una gran libertad de distribución en planta, la cual llega a ser máxima en el
caso de forjados con vigas planas.

o ENTRAMADOS DE HORMIGÓN IN SITU

Es la solución más utilizada en España.


Posee excelentes cualidades resistentes, constructivas, económicas y estéticas.
Son adecuados:
Plantas curvas o complejas
Existencia de cargas dinámicas
Construcciones masivas
Construcciones militares
No son adecuados:
Plazos de ejecución reducidos
Terrenos deficientes
Zonas climáticas extremas
Zonas con áridos de mala calidad
Construcciones con posibles cambios de uso
Construcciones con grandes luces y gálibos limitados

El esquema estructural de funcionamiento es el de Pórticos con nudos rígidos. Es válido


para alturas de hasta 20 plantas.

o ENTRAMADOS METÁLICOS

Su uso crece con el grado de industrialización.


Son adecuados:
Donde no lo es el hormigón
Soluciones con grandes luces o cargas y espacios mínimos para desaprovechar
Con plazos mínimos de ejecución
No son adecuados:
Zonas de atmósfera agresiva.
Edificios con carga de fuego (almacenes)
Preponderancia de acciones dinámicas
El esquema estructural de funcionamiento puede ser mediante nudos articulados y
elementos de arriostramiento o mediante nudos rígidos.
EYP 3.49

o ENTRAMADOS DE ELEMENTOS DE HORMIGÓN PREFABRICADO

Muy utilizados en edificios industriales y en edificios públicos: oficinas y escuelas.


Formados por pilares y vigas o elementos pórtico, forjados mediante paneles y fachadas
prefabricadas (paneles o muros cortina).

Presentan las ventajas de los entramados metálicos (rapidez de ejecución y


mecanización de montaje) y las propias del hormigón (masa, resistencia a agentes
agresivos), y los inconvenientes de la estructura metálica en lo referente a las uniones
entre elementos.

Existen tres tipos de uniones:


• Cimentación – Pilar
EYP 3.50

• Pilar – Viga

• Continuidad de pilares y vigas


EYP 3.51
EYP 3.52

3.5.2.- Estructuras con muros de carga


Construcción de antigua tradición. Consistía en aprovechar los materiales con los que se
delimitaban los espacios con una doble función: resistente y funcional.

Según el material utilizado tenemos:


Fabricas de piedra: abandonadas por ser costosas. Sólo utilizadas como
revestimientos y en rehabilitaciones.
Fábricas de ladrillo y bloque: utilizadas para estructuras de baja altura.
Muros de hormigón armado: utilizados en sótanos y zonas de almacenamiento. Muy
utilizados los paneles prefabricados.
Presentan varios inconvenientes:
Poca flexibilidad para cambios de programa.
Las luces de los huecos (exteriores e interiores) deben limitarse.
Sensibilidad frente a explosiones.
Problemas de las fábricas tradicionales en zonas sísmicas.

o FÁBRICAS DE LADRILLO

Reguladas por la NBE FL-90 y por las NTE: EFL, EFB y EFP (Estructuras de Fábrica de
Ladrillo, Bloque y Piedra).

Existen tres tipos de ladrillos: Macizo, Perforado y Hueco.


Dimensiones habituales:
Soga 49 39 29 24
Tizón 19 14 11.5
Grueso 9 6.5 5.25 4
El más habitual es el denominado formato métrico de dimensiones 24 x 11.5 x 5.25
La resistencia a compresión varía desde 30 a 300 kp/cm2.

En función del espesor de la fábrica se tiene:


4 ó 5.25 cm Tabique
9 cm Tabicón
11.5 cm ½ Pié, ½ Asta, cítara
24 cm Pié, Asta

Las aristas del ladrillo se denominan: soga, tizón y grueso. Las caras del ladrillo reciben los
siguientes nombres: tabla, canto y testa.

Se denomina hilada a cada fila de ladrillos que forman una fábrica.


EYP 3.53
EYP 3.54
EYP 3.55

Aparejos o formas de colocar los ladrillos en un muro:

Bloques cerámicos:
EYP 3.56

Bloques de hormigón:
EYP 3.57

3.5.3.- Estructuras para edificios de gran altura


Los edificios de gran altura, a partir de 20 plantas, presentan una serie de condicionantes que
hacen que su diseño y construcción sean singulares. Además de los problemas planteados
por las instalaciones (abastecimiento, saneamiento, extinción de incendios y transporte
vertical), las acciones a las que están sometidos difieren en gran medida de los edificios de
menor altura.

Así las acciones debidas al viento y a las diferencias térmicas por el soleamiento incrementan
sus efectos cuanto mayor es la altura de modo que los esfuerzos son muy superiores a los
que aparecen en los edificios más bajos y por lo tanto los sistemas estructurales tradicionales
no se pueden emplear.

En la figura se muestra la cantidad de acero necesaria para hacer frente a las cargas
verticales y a las horizontales del viento exigida por los entramados metálicos de un edificio
en función del número de plantas de éste. A partir de 10 plantas el acero necesario para
hacer frente a las cargas verticales y las horizontales del viento crece rápidamente.

A partir de 15 plantas las soluciones estructurales a base de pórticos metálicos o de hormigón


dejan de ser interesantes tanto desde el punto de vista económico como funcional: excesivas
secciones en los soportes de las plantas inferiores que conducen a importantes pérdidas de
espacio habitable. Se debe recurrir a otros sistemas estructurales.
EYP 3.58


Altura Sistema estructural
plantas

Tubos ligados

90 300

Tubo en tubo

60 200

Tubo exterior

30 100
Pórticos complementados con elementos singulares

Soluciones singulares con núcleos interiores

15 50

Pórticos

0 0

o PÓRTICOS CON PANTALLAS AISLADAS

Consiste en rigidizar mediante pantallas verticales la construcción de los pórticos habitual. La


deformación en la última planta corresponde al 60% de la que tendría el edificio sólo con
pórticos.

Posible disposición de las pantallas en la planta del edificio


EYP 3.59

Se mejoran las deformaciones si se elimina la pantalla en las plantas superiores, porque si bien
en las plantas inferiores la pantalla sujeta a los pórticos, en las superiores la pantalla arrastra a
aquellos. Las deformaciones se reducen al 50% de la obtenida sólo con pórticos.

o PÓRTICOS CON NUCLEOS INTERIORES

Consiste en la construcción de un núcleo rígido de hormigón que complementa a los pórticos


tradicionales. El núcleo rígido no tiene porqué estar centrado en la planta del edificio y puede ser
exterior a éste, pero cuanto mayor sea la excentricidad de su posición mayores serán los
esfuerzos torsores debidos al viento que deberá soportar.
EYP 3.60

Existen varias tipologías de pórticos y núcleos interiores: núcleo + pilares, forjados en voladizo,
emparrillado inferior, forjados colgados de la planta superior, planta superior rigidizada (sistema
sombrero) y doble núcleo.

En España la actuación más emblemática corresponde a las Torres de Colon (ver foto)
construidas con el sistema de forjados colgados de la planta superior.
EYP 3.61

o SOLUCIÓN DE TUBO EXTERIOR

En esta solución se persigue conseguir una ménsula que funcione con un canto igual al lado
correspondiente del edificio frente a las acciones del viento. Se consigue un canto estructural del
orden de tres veces el que se obtendría con la solución de núcleo interior.

Los edificios construidos con este sistema poseen una gran densidad de soportes en el exterior, y
las vigas que unen estos pilares tienen un canto importante. En el interior los pilares son poco
numerosos y se eligen según las necesidades de distribución en planta.

El comportamiento real difiere del comportamiento teórico observándose unos mayores esfuerzos
en los pilares de esquina en detrimento de los pilares de centro de fachada.

Un ejemplo de esta tipología es el JOHN HANCOCK CENTER de Chicago con 337 metros de
altura. Para mejorar el comportamiento estructural del tubo exterior se dispuso una gran celosía.

o SOLUCIÓN DE TUBO DENTRO DE TUBO

Esta solución persigue mejorar el comportamiento del tubo exterior creando un tubo interior de
modo que el comportamiento real se aproxime al de ménsula ideal y desaparezcan los efectos
negativos apuntados.

El ejemplo más famoso de esta tipología eran las torres gemelas de Nueva York (WORLD
TRADE CENTER) con 411 metros de altura.
EYP 3.62

o SOLUCIÓN DE TUBOS LIGADOS

Consiste en la división del edificio en diferentes tubos que trabajan independientemente unos de
otros pero que están unidos en distintas alturas para crear una sóla estructura.

Con este sistema se construyó el edificio SEARS de Chicago que alcanza una altura de 442
metros.

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