Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
- Cimentaciones
- Soportes verticales
- Vigas y forjados horizontales o inclinados.
3.2.- Cimentaciones
3.2.1.- Introducción
La cimentación es la parte de la estructura encargada de transmitir las cargas que gravitan o
inciden sobre el edificio al terreno, siendo su objetivo básico el garantizar la estabilidad de la obra
que soporta durante su vida útil.
En las cimentaciones se encuentran dos medios muy diferentes: la estructura del edificio
(normalmente rígida), y el suelo (en general mucho más deformable).
A la hora de diseñar una cimentación habrá que tener en cuenta los siguientes principios:
Las cimentaciones se agrupan en dos grandes familias, "superficiales" y "profundas", cada una
caracterizada por la cota en que se apoya el edificio con respecto a la cota del terreno una vez
realizadas las operaciones de acondicionamiento del solar y ejecución de vaciados.
SUPERFICIALES
o ZAPATAS: Puntos aislados
Simple
De medianería
De esquina
EYP 3.3
Combinadas
Corridas
o De tipo continuo
Vigas
Muros
Emparrillados
Placas
PROFUNDAS
o Pilotes prefabricados hincados
De madera
Metálicos
De hormigón armado o pretensado
o Pilotes moldeados in situ
Hincados: de desplazamiento
• Con azuche
• Con tapón de gravas
Excavados
• De extracción: con entubación recuperable o con camisa perdida
• Perforados: con lodos tixotrópicos
• Barrenados: - sin entubación
- hormigonados por tubo central de barrena
• Las zapatas combinadas se utilizan para cimentar conjuntamente dos soportes próximos
cuyas zapatas individuales requieran áreas de apoyo que llegarían a superponerse. También
pueden constituir una solución para resolver problemas de cimentación junto a medianerías,
apoyando en una zapata única un soporte perimetral con uno interior al solar.
• Las zapatas corridas bajo muros son típicas en soluciones estructurales a base de "paredes
de carga". En general, y dado lo repartida que se encuentran las cargas, son de pequeñas
dimensiones y sólo requieren una armadura ligera.
• Las vigas de cimentación se utilizan para apoyar tres o más pilares alineados, en el caso de
que el terreno en superficie tenga unas características (poca resistencia u homogeneidad)
que no permitan cimentar con zapatas aisladas, o de que tengamos que apoyar estructuras
pesadas y poco deformables. En tales circunstancias, la cimentación por viga continua
presenta las siguientes ventajas:
o Desde el punto de vista resistente, los momentos flectores que se tienen en la viga
continua son menores que los que se obtendrían en unas zapatas individuales de
área equivalente sometidas, en voladizo, a la presión de las tierras. Se requerirán,
pues, menores armados y se tendrán, en consecuencia, soluciones más económicas.
o Gracias a su continuidad y rigidez, tiene menores asientos diferenciales, siendo
además, menos sensible a un posible defecto local en la calidad del terreno.
• Los muros de sótano cuya misión básica es la de contención del terreno, como ya
comentamos en el tema anterior, sirven además, para recoger las cargas de los soportes
perimetrales del edificio, cumpliendo pues, una función clara de cimiento. Ya explicamos
cómo, frente a las cargas de aquéllos, el comportamiento del muro es equivalente al de una
viga continua de gran canto.
• Los emparrillados y las placas de cimentación constituyen los siguientes pasos lógicos, en el
camino iniciado por las vigas continuas, con vistas a conseguir en superficie, una mayor área
de apoyo para la estructura y elementos de fundación menos sensibles a los asientos
diferenciales.
Se admite, de modo aproximado, que la placa de cimentación es más económica que las
zapatas aisladas si la superficie total de éstas es superior a la mitad de la superficie cubierta
por el edificio; debido a que aquélla requiere un menor espesor de hormigón, menor cuantía
de armaduras y una excavación más sencilla, y permite un ahorro de encofrados.
Es claro, por otro lado, que la placa de cimentación abarca la máxima área de apoyo
disponible bajo el edificio. Si la tensión admisible del terreno en superficie multiplicada por
dicha área no fuera suficiente para equilibrar la suma de las cargas transmitidas por todos los
soportes de aquél es evidente que la cimentación superficial del edificio no es posible y sería
obligatorio acudir a una cimentación profunda.
EYP 3.6
Las cimentaciones profundas se utilizan cuando el terreno que existe en superficie no tiene las
características adecuadas para soportar el edificio que queremos apoyar en el mismo.
Las circunstancias más comunes en que se utilizan los pilotajes son las siguientes:
3.2.4.- Zapatas
Éste es el tipo más usual de cimentación y se utiliza para transmitir la carga que recibe de un solo
soporte al terreno cuando éste es firme en superficie, presenta poco cedimiento, y el edificio se
encuentra en zona de sismicidad baja; en caso contrario se recurre a atirantar las zapatas entre
sí. Como excepción, se considera también zapata aislada aquella sobre la que cargan dos
soportes contiguos separados por una junta de dilatación, tipo "diapasón". A todos los efectos de
cálculo, en lo que sigue, ambos soportes se consideran como un soporte único con perímetro el
circunscrito.
EYP 3.7
Este es el caso práctico de los soportes de los edificios arquitectónicos, con luces y cargas
normales, en que al ser los momentos flectores en ellos de poca importancia no se consideran
para el cálculo del cimiento.
Con este tipo de carga, la base de la zapata es normalmente cuadrada y su lado "a" se obtiene
de modo que la presión sobre el terreno no supere la tensión admisible del mismo, contando
como carga actuante la transmitida por el soporte, más el peso propio de la zapata y el del
terreno que descansa sobre ella, todas ellas sin mayorar.
Según sea la variación del canto en la sección transversal tenemos zapatas escalonadas, de
canto variable y de canto constante.
Las zapatas escalonadas aunque suponen una economía apreciable de hormigón no se usan hoy
en día debido a que requieren encofrado y hormigonado costosos que hace que, en conjunto,
resulten caras. La solución de canto variable, si se emplea un hormigón relativamente seco,
puede ser construida sin encofrado, aunque la compactación del hormigón es siempre deficiente
en este caso y la vibración imposible, lo cual hace que deba contarse siempre con una resistencia
EYP 3.8
baja del hormigón. En una solución que sólo suele emplearse en grandes cimientos. En otro caso,
la solución de canto constante es siempre preferible, técnicamente mejor y económicamente más
interesante, pues aunque presente mayor volumen de hormigón éste se coloca en obra y
compacta muy rápida y fácilmente.
Las zapatas escalonadas pueden tener, sin embargo, interés económico en soluciones
prefabricadas.
Según sea el vuelo "V" de la zapata, en relación al canto "h" de la misma, la vigente Instrucción
EHE para estructuras de hormigón considera dos tipos de zapatas para cada uno de los cuales
propone un modo de abordar su dimensionamiento:
En la figura se han dibujado tres zapatas (a), (b) y (c), en las cuales el canto es creciente. Cuanto
mayor es el valor del vuelo "v" en relación al canto "h", el comportamiento de la zapata es más
flexible y, como han puesto de manifiesto los estudios acerca de cuál es la zapata más barata
resulta más rentable económicamente. De todos modos, existe un valor mínimo de "h" que no
debe sobrepasarse, y es aquél a partir del cual se requiere armadura de esfuerzo cortante.
El cálculo de la zapata como pieza de hormigón armado se realizará considerando que trabaja
como una ménsula sometida únicamente a la reacción del terreno que corresponde a la carga
mayorada transmitida por el soporte. No se incluye, ahora, la reacción debida a los pesos propios
de la zapata y del terreno, pues se encuentra equilibrada con el efecto opuesto de estas cargas
Este es el caso práctico de los soportes de naves industriales o de los pilares de fachada de
edificios arquitectónicos con luces y cargas importantes. En el caso más frecuente de
EYP 3.9
excentricidad en uno de los planos principales del soporte, tiene interés una base rectangular con
el lado mayor en el sentido de la excentricidad de la carga. Se recomienda que a ≤2 b.
En este caso de carga excéntrica, habrá que verificar en primer lugar el equilibrio estático de la
zapata:
a
Mestabilizador ( N + P) ⋅ 2
γV = = ≥ 1,50
Mvolcador M +V ⋅h
La F estabilizadora será la resultante del Empuje Pasivo del terreno lateral más el rozamiento
entre zapata y terreno de asiento.
Para la verificación de las presiones existentes en el terreno se admite que el reparto de éstas es
de tipo lineal. En la realidad, la distribución de las presiones del terreno bajo la base de la zapata
depende de su rigidez y, sobre todo, del tipo de suelo. En la figura se observa cómo la presión
máxima real puede ser hasta 1,5 veces la media, en arenas, y producir la plastificación de los
bordes en arcillas, con un reparto real próximo al señalado con línea de trazos.
EYP 3.10
Admitiendo distribución lineal, según que el valor de la excentricidad "e" de la carga vertical (N +
p) sea menor o mayor de (a / 6), límite del núcleo central, tendremos una ley trapecial o triangular
de presiones.
En el caso de que el soporte que nos ocupa fuera el extremo de un entramado perpendicular a la
medianería y que los momentos en el mismo no fueran despreciables, la situación se complicaría
aún más. En efecto en la figura se observa cómo el momento existente en el extremo inferior del
soporte, debido a las fuerzas gravitatorias actuantes en la estructura, actúa sobre el cimiento
favoreciendo aún más el vuelco de la zapata hacia la medianería, o sea, hace que la carga N
tenga más excentricidad que la existiría de no actuar tal momento.
Para evitar las situaciones desfavorables comentadas y solucionar los problemas que plantea la
cimentación de los soportes de medianería, existen diferentes sistemas:
o Utilizar el forjado de la planta superior como tirante para centrar los esfuerzos. La aparición
de dos fuerzas horizontales, una a nivel de forjado de la primera planta otra debida al
rozamiento entre la cimentación y el terreno, mejora el comportamiento de la zapata
medianera. El equilibrio que introduce el par de fuerzas T permite mejorar notablemente la ley
de presiones sobre el suelo, pudiendo incluso admitir, bajo ciertas condiciones, que la zapata
recibe una respuesta uniforme del terreno. La aplicación de este sistema requiere:
La tracción T a nivel del primer piso debe ser absorbida disponiendo una armadura
adicional a la ya existente por otros motivos.
El soporte debe estar previsto para absorber el cortante T y el momento adicional T .(H -
h). Éste es el mayor inconveniente del método, pues conduce a un incremento grande del
soporte medianero que encarece la solución. Puede ser interesante, no obstante, para
soportes con pequeños axiles.
EYP 3.12
o Por último, se recoge la solución de zapata retranqueada. Esta puede adoptarse cuando
existe algún elemento enterrado bajo el soporte de medianería, que impide la situación de
una zapata excéntrica en la frontera del solar, y por tanto, no resultan válidas ninguna de las
soluciones expuestas anteriormente.
En esta solución, para recibir el soporte medianero conviene disponer una ménsula de
suficiente rigidez, de modo que sus flechas sean pequeñas y las pueda aceptar la estructura.
Los métodos que se utilizan para resolver las zapatas de esquina son una extrapolación de los
vistos con las de medianería siendo el más usual el de la utilización de dos vigas centradoras que
conectan la zapata que nos ocupa con las dos de medianería más próximas. En este último caso,
gracias al efecto que introducen las mencionadas vigas centradoras, conseguimos llevar la
resultante (R) de presiones en el terreno bajo la zapata de esquina, a su centro de gravedad.
Zapatas combinadas
Se entiende por zapata combinada aquélla sobre la que apoyan dos soportes, debiendo
emplearse cuando la proximidad de las acciones puntuales de éstos lleve a una superposición de
sus zapatas aisladas. También, puede tener interés para resolver el problema de una cimentación
de medianería.
En general, se adoptan soluciones de planta rectangular y canto constante, como las mostradas
en la figura. Algunos autores proponen soluciones con plantas trapezoidales o en forma de T;
normalmente no son interesantes por la gran complicación que introducen en la ferralla. Otras
ocasiones, con vistas a conseguir mayor rigidez (si la distancia entre pilares es grande) o un
ahorro en las armaduras, se va a disponer un nervio de mayor canto en la línea de pilares,
consiguiendo una sección en T invertida.
Las dimensiones en planta de la zapata son inmediatas, una vez obtenido el centro de gravedad
de las cargas. En efecto, a partir de este punto llevaremos, a ambos lados del mismo, dos
segmentos de igual magnitud de modo que dentro de ellos se encuentren los soportes, con lo
cual, nos ha quedado definida la longitud (a) de la zapata; el ancho (b) se determina de modo que
las presiones que originan en el terreno las cargas los pesos propios del cimiento y del terreno
por encima de este, no superen el valor admitido por aquél.
EYP 3.15
El canto (h) de la zapata se obtiene a través de las limitaciones que impone el que su
funcionamiento sea rígido, tal como hemos establecido al suponer reparto uniforme de presiones
en el terreno. Dichas limitaciones se deducen del estudio de las "vigas de cimentación" que
trataremos en el apartado siguiente.
En este tipo de zapatas, la hipótesis de rigidez del cimiento es normalmente satisfecha utilizando
cantos no excesivos, pues en ellas los soportes suelen encontrarse próximos. No olvidemos que
el origen de estas zapatas se debe, precisamente, a este motivo y que en el caso de
cimentaciones de medianería, el acudir a resolver las con zapatas combinadas sólo es
interesante económicamente si el soporte interior al solar está próximo al medianero, ya que en
caso contrario, es más rentable la solución de conexión de los dos pilares con una "viga
centradora" (esta economía aumenta al crecer la distancia entre pilares).
De no cumplirse la hipótesis de rigidez del cimiento, las presiones bajo las zonas próximas a los
soportes serán mayores que en el caso de reparto uniforme, y menores en las zonas alejadas.
Zapatas corridas
Estas zapatas se utilizan para cimentar estructuras a base de "paredes de carga" o bien, muros
de contención y de sótano. En la figura se muestra la planta y sección de una zapata corrida que
recibe la carga transmitida por un muro de fábrica de bloques. Como se observa en la figura, la
armadura principal de tracción es perpendicular a la "pared de carga"; en sentido longitudinal se
dispondrá una armadura con una cuantía (1/4) de la principal.
EYP 3.16
Vigas de cimentación
La cimentación de varios soportes que se encuentran alineados por medio de una viga apoyada
sobre el terreno que recoge a todos ellos, tiene interés cuando:
• Se trata de pilares muy cargados que conducen a zapatas aisladas de gran- des dimensiones
y cuyos límites se encuentran próximos.
• La distancia entre pilares es pequeña.
• El terreno es relativamente blando y poco uniforme.
EYP 3.17
Resistencia a Coeficiente de
Tipo de suelo Estado Densidad seca 2
compresión en kp/cm balasto
Emparrillado de vigas
En este caso los pilares apoyan sobre dos familias de vigas de cimentación que se cruzan bajo
cada soporte. La utilización de este tipo de cimentación exige que los pilares presenten una
adecuada distribución en planta.
EYP 3.19
El problema que se plantea es paralelo al de las vigas de cimentación pero actuando en dos
direcciones y con la incógnita adicional de cómo se reparte la carga de cada soporte en las dos
vigas que lo reciben. En general, y salvo que el número de soportes sea muy reducido, el empleo
del ordenador resulta prácticamente obligado. Se debe utilizar un programa de emparrillado que
admita apoyos de tipo elástico y se discretizarán las vigas de modo que debajo de cada apoyo
coincida un nudo.
Placas de cimentación
Como ya comentamos, estos elementos suelen ofrecer soluciones de interés en los casos en que
las acciones totales de la estructura representan algo más de la mitad de la capacidad admisible
del terreno sobre el que han de sustentarse. Los problemas que presenta su análisis son
análogos a los de la viga de cimentación y se derivan de la dificultad de establecer la distribución
de presiones en el terreno. Como veremos, la obtención de éstas conduce, en general, a un
proceso de cálculo electrónico que considere la deformabilidad del terreno.
• Placa maciza de espesor constante: Cada vez más empleada, ya que el incremento de
materiales que supone respecto a otras soluciones se compensa sobradamente con la
reducción de mano de obra y rapidez y, por el empleo de armaduras muy tipificadas.
El canto de la placa se elige de modo que conduzca a soluciones suficientemente rígidas para
que el reparto de presiones en el terreno sea lo más uniforme posible. Del mismo modo que
se ha visto para vigas de cimentación, reduciendo el canto de la placa se requiere más
armadura, aumentan las puntas de tensión sobre el terreno y empeora el comportamiento
frente a los asientos.
Un canto del orden del 10% de la luz máxima entre pilares puede ser adecuado para tener
suficiente rigidez en la placa. En la elección del canto habrá que tener también presente la
condición de punzonamiento que suele ser crítica.
• Placas nervadas: Tienen interés cuando las luces entre puntos de carga son importantes y el
sobrecoste que supone un encofrado y una ejecución más complicados se compensa por el
ahorro de hormigón y de acero que se consigue. Está basada en las placas de cimentación y
los nervios reparten las cargas de los pilares sobre la placa.
EYP 3.20
De los dos tipos mostrados en general es más interesante el que aparece a la izquierda
porque la losa se puede utilizar como piso de la planta baja, requiere menor excavación y los
nervios no se encofran sino que se excavan en el terreno a modo de zanjas.
En el caso de acciones muy fuertes y con objeto de ganar canto, se acude a placas
aligeradas (fig. 63), utilizando como encofrado perdido cajones de madera, bidones,
casetones de hormigón, etc.
Otro tipo de placa aligerada es la placa en cajón, propia de edificios de gran altura en que,
para conseguir una gran rigidez, se forma una placa de varios pisos en la que colaboran los
muros de sótano e interiores del edificio, la placa de solera y uno o varios forjados.
Introducción
Para finalizar con el tema de las Cimentaciones, vamos a dedicar unas páginas a las de tipo
profundo. Antes de nada, hemos de señalar que dada la amplitud de la materia de este apartado, la
gran especialización que normalmente requieren estas técnicas, y que se trata de un área de
conocimientos en que inciden otras Asignaturas de la Carrera (Geotecnia y Procedimientos de
Construcción), sólo pretendemos pasar revista a algunos aspectos de las cimentaciones profundas,
que enmarquen las condiciones en que se acude a ellas y otros relativos a la tipología, construcción
y cálculo estructural de sus diferentes elementos (pilotes, encepados y vigas de arriostramiento) sin
pretender ser exhaustivos.
EYP 3.21
Las cimentaciones profundas han nacido por la necesidad de resolver el problema de sustentar
estructuras cuando las capas superficiales son de baja calidad o las condiciones de servicio del
edificio necesitan que el cimiento tenga pequeños movimientos. En tales circunstancias, es
necesario buscar capas profundas, más o menos firmes, sobre las que transferir las cargas de
aquél. Concretando, es adecuado acudir al empleo de pilotajes cuando:
i. La carga transmitida por el edificio no puede ser distribuida a través de una cimentación
superficial, o bien, que sin sobrepasar la capacidad portante del terreno, los asientos sean
mayores que lo aceptable.
ii. Existe a cierta profundidad un estrato resistente que puede alcanzarse económicamente con
los medios actualmente existentes.
iii. Cuando el terreno es susceptible de sufrir, superficialmente, grandes variaciones
estacionales: hinchamientos y retracciones.
iv. La naturaleza del terreno (suelos flojos, marismas, rellenos, etc.) exige entibación continua.
v. En edificios sobre el agua, o en terrenos en que existe gran cantidad de ésta o hay ,que
profundizar por debajo del nivel freático.
vi. Cuando sea necesario resistir cargas inclinadas u horizontales de importancia (por ejemplo,
en el cimiento de un muro de contención puede ser necesario la colocación de pilotes
inclinados).
vii. Cuando la cimentación pueda estar solicitada a tracción (por ejemplo: en edificios de gran
altura a causa de la acción del viento, en estructuras de cables, etc.).
viii. Para recalzar cimientos existentes
Todo lo anterior hace necesario que antes de la puesta en servicio de la cimentación se compruebe
su correcto funcionamiento a través de pruebas de carga, medida de asientos, etc.
Pilotes
Los pilotes son elementos estructurales realizados en el terreno o introducidos en él, cuya función,
preferentemente, consiste en transmitir cargas a capas más profundas (cimentaciones profundas) si
bien, pueden también realizar otras funciones, como contención de tierras o aguas freáticas
(pantallas), compactación de terrenos, refuerzos y recalzos de infraestructuras, etc.
Los esfuerzos que han de resistir los pilotes dependen de la función de éstos; cuando trabajan
como cimentación. los esfuerzos fundamentales son axiles: compresiones y menos corrientemente
tracciones, si bien se debe contar siempre con la eventualidad de esfuerzos de flexión cuando
funcionan como pantalla, como ménsulas empotradas, están sometidos a flexión compuesta.
En lo que sigue, y refiriéndonos a los pilotes como elementos de fundación en la Edificación, según
sea la forma de transmisión de las cargas verticales, que reciben de la estructura, al terreno, se
tienen tres tipos de pilotes:
a) Pilotes de fuste o fricción. Transmiten por rozamiento y corte las cargas al terreno, que en
general, suele ser homogéneo y de baja capacidad portante. En los casos de terrenos
arcillosos blandos, suele recibir el nombre de pilotes flotantes.
EYP 3.23
b) Pilotes de punta. Las cargas son transmitidas directamente a estratos firmes situados a
profundidad, bien exclusivamente por la punta, en el caso de estratos rocosos o muy
compactos (pilotes columna), o mediante punta y fricción elevada de una reducida parte
empotrada en este terreno, pero que por simplificar sólo se definen como de punta. Se hace
caso omiso de la posible fricción de los estratos superiores, que puede ser temporal, e incluso
-en suelos no consolidados- puede dar lugar en el tiempo a rozamientos negativos por
asentamiento de estos estratos, que sobrecargarán los pilotes.
c) Pilotes combinados. Parte de la acción es transmitida por fricción y el resto por punta. En
realidad, salvo casos especiales, todos los pilotes suelen ser combinados ya que siempre se
presentan simultáneamente ambos tipos de trabajo, pero los porcentajes de uno de los
mismos pueden ser pequeños en comparación con el otro.
Otra clasificación de los pilotes, que es la que seguiremos para la descripción de los mismos, es en
función de como sea el proceso de ejecución del pilotaje en obra. Según este criterio, tenemos dos
grandes familias: Prefabricados y Moldeados in situ.
Dentro de cada una de las dos familias anteriores se hacen subdivisiones, según sea el material
del pilote (en los Prefabricados) o el sistema concreto de excavación y hormigonado (en los
Moldeados in situ).
En el esquema que sigue se muestran los diferentes tipos y la nomenclatura de los contemplados
en las Normas Tecnológicas de la Edificación CPP (pilotes prefabricados) y CPI (pilotes in situ).
EYP 3.24
En la selección del tipo de pilote más adecuado juega un papel muy importan te las condiciones
que impone el suelo. Por ejemplo:
- En agua o en suelos saturados y en suelos granulares, son interesantes los pilotes
hincados prefabricados (la vibración producida por la hinca consolida las arenas
secas).
- En arcillas los que mejor se comportan son los fabricados in situ (los pilotes hincados
tienden a remoldear las arcillas, lo que redunda en una merma del valor del
rozamiento entre terreno y pilote.
- En terrenos de relleno o superficialmente muy blandos, situados sobre estratos duros,
se usan pilotes que trabajan preferentemente por punta (incluso pueden tener la base
ensanchada).
- En subsuelos de resistencia media hasta gran profundidad, se usan pilotes que
trabajan primordialmente por rozamiento entre el suelo y el fuste. También resisten
algo por punta, tanto más cuanto más se haya ensanchado a base.
Pilotes Prefabricados
Son piezas lineales de directriz recta compuestas por uno o varios tramos de sección constante,
circular o poligonal regular
EYP 3.25
El hormigón ha de ser de alta calidad, puesto que se verá sometido a elevadas tensiones durante
el transporte del pilote y durante su hinca. Según la NTE-CPP su resistencia característica será
superior a 350 Kp/cm2.
Por otro lado, pensemos que cuanto mejor calidad tenga el hormigón empleado menor será la
sección resistente necesaria, lo cual facilita el transporte y la manipulación (menos peso),
favorece y simplifica la hinca y en el caso de que se trate de un pilote compuesto por varios
tramos, conduce a menores piezas para resolver las juntas entre sus diferentes trozos con la
consiguiente economía global.
La armadura longitudinal tendrá una cuantía respecto al área de la sección transversal del pilote
no menor de 1,25% (AEH-400), y el diámetro de las barras será no menor de 12 mm. La
armadura transversal dispuesta en forma helicoidal sujetará en posición a la armadura
longitudinal. Tendrá una cuantía no menor del 0,2%, respecto al volumen del pilote, en toda su
longitud, y diámetro no menor de 6 mm (en punta y cabeza y en una longitud no menor de 3 D, se
duplicará dicha cuantía). El recubrimiento de las armaduras será no menor de 2,5 cm.
En el extremo inferior que va a ser hincado, el pilote llevará un azuche de protección que puede
ser: un simple revestimiento de acero, plano, en punta cónica o piramidal cuando se hinca en
suelos, o bien llevar un tocho cilíndrico de acero (tipo Punta de Oslo), o elemento similar cuando
deba atravesar terrenos con pedruscos u otros obstáculos duros.
EYP 3.26
Un problema que suele plantearse en los pilotes prefabricados de hormigón es el del empalme de
diferentes trozos a medida que se van hincando en el terreno. En efecto, la longitud máxima de
un trozo de pilote prefabricado no debe superar el valor que limitan las Normas de Transporte por
carretera (condición que no rige si la prefabricación se realiza en un taller a pie de obra), o el
valor que imponga la maquinaria con la que va a manipularse el pilote en obra, o el valor que
conduzca a excesivos momentos flectores en la operación de izado de la pieza. En general esta
maniobra es la que determina la armadura del pilote más que los esfuerzos a que vaya a ser
sometido en servicio.
Para minimizar estos esfuerzos por manipulación, los pilotes deben llevar señalados los puntos
de suspensión previstos en su cálculo. Cuanto más grande sea el número de dichos puntos,
mayores tramos de pilote podrán izarse sin un incremento de esfuerzos que conduzca a armados
antieconómicos.
EYP 3.27
Los pilotes de madera se han empleado desde la más remota antigüedad, ahora son muy poco
usados en nuestro país
Las maderas más empleadas son: haya, encina, roble, pino, abeto y eucalipto. Con objeto de
mejorar su durabilidad puede sometérselas a algún tratamiento con alquitranado, creosotado a
presión u otros procedimientos específicos. Los diámetros normalmente utilizados son de 15 a 40
cm, con capacidades de 10 a 100 toneladas.
Los pilotes de hormigón pretensado tienen cualidades intermedias entre los metálicos y los de
hormigón armado. Gracias al pretensado, se consiguen menores dimensiones y, por lo tanto,
menor peso, permitiendo ir a pilotes de gran longitud. Tienen buena resistencia a tracción y
seguridad frente a fisuración; los momentos flectores que pueden absorber son muy
considerables.
En la elección del procedimiento de hinca habrá que comprobar su adecuación al tipo de pilote de
que se trata y a las circunstancias del entorno de la obra. Los sistemas más usuales de hinca son
i. Por percusión, realizada por medio de un martinete que sirve también para izar el pilote y
colocarlo en la debida posición. Puede utilizarse con pilotes de cualquier material, siempre
que la percusión no sea perjudicial en el entorno.
En terrenos muy arenosos se complementa la percusión con la proyección en punta de
chorros de agua a alta presión (hasta 10 Kg/cm2) que producen la erosión del terreno,
disminuyendo el rozamiento lateral.
Entre el pilote y la maza se intercala una sufridera (fig. 85) para evitar que el choque directo
de la maza o martillo pueda degradar o deformar la cabeza del pilote.
EYP 3.29
El peso del martillo no debe ser inferior a la mitad del peso de los elementos sobre los que
descarga el impacto (pilote + sufridera); para los martillos diesel, esta relación puede
reducirse a la 6ª parte. El peso de la maza no superará al del pilote.
ii. Cuando se trata de pilotes con rosca, la penetración helicoidal se consigue a brazo, con torno
o con motor y, si ha lugar, con inyección de agua a presión. Este sistema es poco empleado
en nuestro país.
Este procedimiento tiene aplicación particularmente en los problemas de recalce pues evita todo tipo
de vibraciones y se dispone, además, del contrapeso de reacción del gato, indispensable para llevar a
cabo este trabajo.
EYP 3.30
1º Menor plazo de ejecución, gracias al elevado ritmo de colocación que permiten. Una hinca
de 100 a 120 mi/turno es normal en pilotes prefabricados, pudiéndose mejorar en ciertos
casos.
2º Es posible conocer la historia de la puesta en obra del pilote con la medición del rechazo a
lo largo de toda la hinca, lo que nos permite detectar cualquier anomalía, y subsanar1a
inmediatamente, en caso de que se produzcan. La hinca es una prueba para el terreno y
para el pilote.
3º El pilote compacta el terreno, mejorando su capacidad resistente, sobre todo en arenas en
donde en la misma hinca de varios pilotes próximos es posible comprobar la mayor
resistencia a la penetración de los últimos sobre los primeros.
4º No existe la posibilidad de lavados, segregación y cortes en el hormigón, cosa que puede
ocurrir en los pilotes "in situ".
5º Al emplearse un hormigón de alta calidad, perfectamente vibrado, con un buen
recubrimiento de las armaduras y colocado en obra ya endurecido, la resistencia a un
posible medio agresivo es superior a la que pueda conseguirse con los pilotes moldeados in
situ.
6º Mayor facilidad para colocarlos inclinados, hasta 1/4 normalmente.
7º Aún siendo verticales, tienen más capacidad para absorber esfuerzos horizontales, bien por
ser de acero u hormigón pretensado, o por estar sobrearmados para su manipulación.
8º Al no haber tierras extraídas, como en los "in situ", consiguen mantener limpia y despejada
la obra.
9º Cuando es posible la aparición de rozamiento negativo el pilote prefabricado presenta la
ventaja de que en vez de tener que contar con él, se le puede revestir con un elemento que
facilite el deslizamiento de modo que el rozamiento negativo se minimiza.
10º En general, los esfuerzos de compresión que soporta el pilote prefabricado durante la hinca
son superiores a los que tendrá en servicio por lo que un pilote prefabricado hincado hasta
el rechazo conveniente ya ha sido sometido a una verdadera prueba de carga.
A. Son recomendables en todos los suelos de baja capacidad portante superficial: Arenas
sueltas, limos, arcillas, etc. y sobre todo, cuando se trata de terrenos con nivel freático alto.
B. En arenas muy densas es posible su empleo, junto con la ayuda de lanza de agua.
C. Pueden emplearse, también, en casos de que existan capas cementadas cercanas a la
superficie con terrenos de escasa capacidad debajo, perforando previamente la capa dura
con maquinaria adecuada.
D. Los únicos terrenos en que puede ser no indicado, es en los que existen bolos de grandes
dimensiones, o capas cementadas profundas intercaladas entre estratos blandos.
EYP 3.31
Dentro de los pilotes moldeados in situ existen dos familias: los de desplazamiento y los
excavados. En todos estos pilotes se utiliza un hormigón con una resistencia característica no
menor de 175 Kp/cm2 y con una docilidad suficiente para garantizar una continuidad absoluta en
su ejecución, aún extrayendo la entubación. En este sentido, se considera que la consistencia
medida en el cono de Abrams será la correspondiente a un asiento entre 10 y 15 cm
(consistencia fluida); salvo para los pilotes de desplazamiento, con tapón de gravas, en que el
asiento estará comprendido entre 1 y 5 cm (consistencia seco-plática) y para los perforados sin
entubación, con lodos tixotrópicos, en los que debe obtenerse un asiento entre 16 y 20 cm
(consistencia líquida).
La armadura longitudinal no será de calidad superior a AEH-400, por el motivo ya expuesto en los
pilotes prefabricados. La armadura transversal estará constituido por zuncho en espiral o cercos.
El diámetro exterior del zuncho o de los cercos será igual al diámetro del pilote menos 8 cm para
lograr un recubrimiento mínimo de 4 cm. En este sentido, y teniendo en cuenta las difíciles
condiciones en que se hormigona, se adopta un recubrimiento mayor que el considerado en los
pilotes prefabricados (2,5 cm).
La hinca de la entubación se hará mediante golpeo con maza o martillo en la parte superior de la
entubación, introduciéndola hasta la profundidad prevista para el pilotaje; tal profundidad será
refrendada por el rechazo.
La hinca de entubación se hará por golpeo sobre un tapón de gravas, arena u hormigón
introducido previamente en la entubación, dispuesto en tongadas pequeñas y compactado
fuertemente hasta obtener un tapón de espesor de 3 D mínimo. El hormigón del tapón de gravas
tendrá una consistencia cero en el cono de Abrams (consistencia de tierra húmeda).
El golpeo sobre el tapón con la maza arrastrará a la entubación hasta la profundidad prevista
para el pilotaje. Tal profundidad será refrendada por el rechazo.
En todos los casos, al final de la hinca, el golpeo de la maza desalojará el tapón de la entubación
quedando como punta de los pilotes un ensanchamiento.
Los diámetros normales de los pilotes de desplazamiento, con azuche o con tapón de gravas,
suele oscilar entre 40 y 60 cm. con unas capacidades de 50 a 125 t (en servicio). En ambos, un
rendimiento de 80 mI/turno puede considerarse normal. Por su característica de ser hincados
participan, en gran parte, de las ventajas e inconvenientes de los pilotes prefabricados.
Las longitudes más usuales para las que se utilizan estos dos tipos de pilote llegan hasta un
máximo de unos 20 m. Por encima de ese valor, las operaciones de extracción de la camisa
obligan a utilizar unos medios que se salen de lo normal.
iii. Pilotes de extracción con entubación recuperable, con o sin camisa perdida
Las fases de ejecución de este tipo de pilotes son para ambos similares, si bien, en el caso de
que haya que disponer "camisa perdida" aparece una operación más en la ejecución del pilotaje.
La "camisa" está constituida por un tubo metálico de sección circular de 2 mm de espesor como
mínimo y tiene la misión de garantizar la continuidad del fuste y fraguado del hormigón en
presencia de corrientes de agua, oquedades o zonas blandas de terreno y agentes agresivos.
EYP 3.34
Los diámetros normales de estos pilotes pueden oscilar entre 40 y 125 cm. con unas
capacidades de 50 a 500 t (en servicio). El rendimiento es ahora pequeño, de unos 20 mI/turno.
Hay que señalar, no obstante, que para diámetros importantes, superiores a 80 cm (200 t), la
extracción de la entubación es dificultosa.
EYP 3.35
Por otro lado, pueden obtenerse elementos portantes de gran capacidad de carga; por ejemplo,
un panel de (2,50 x 1,00) m2 puede soportar 1000 t en servicio. Los rendimientos normales de
trabajo pueden ser del orden de 60 ml/turno.
En este tipo de pilotes, durante la excavación de las tierras, las paredes no cuentan con ninguna
entibación ni otro medio, por lo cual, es esencial que la calidad del terreno garantice su
permanencia. Todo el pilote deberá estar por encima del nivel freático. El procedimiento está
estrictamente prohibido si es necesario atravesar o incluso acercarse a un estrato donde pueda
circular agua. Para asegurarnos el buen comportamiento de las paredes, es necesario realizar
un ensayo previo
Admitiendo, pues, que nos encontramos en un terreno adecuado a este tipo de pilotes, las fases
de ejecución del mismo son:
EYP 3.36
Los diámetros normales de estos pilotes son del orden de 40 a 60 cm. Los rendimientos de
construcción son buenos, del orden de 100 ml/turno.
En este tipo de pilote se utiliza una "barrena de hélice continua" que se introduce en el terreno
sin extracción notable del mismo. Una vez alcanzada la profundidad requerida, se procederá
simultáneamente a la extracción de la barrena con las tierras alojadas en ella y al hormigonado
por bombeo a través del tubo central de la misma. Durante el proceso de extracción de la
barrena, el hormigón bombeado se mantendrá en con tacto con el extremo inferior de la barrena.
Los diámetros normales de estos pilotes oscilan entre 40 y 60 cm. Los rendimientos que se
consiguen son muy importantes, del orden de 150 ml/turno. Se alcanzan profundidades de hasta
20 m.
EYP 3.37
Por el proceso de ejecución de estos pilotes es difícil conseguir su armado, aunque al menos
llevarán armaduras en su zona superior (la NTE-CPI establece que como mínimo lleve armadura
en una longitud que sea superior al mayor de los valores 6 m o 9 D).
Este sistema, que para ciertos terrenos es excelente (aunque todavía no se ha difundido
suficientemente), no puede utilizarse si hay que atravesar niveles competentes (gravas
cementadas, bolos grandes, etc.), pues no pueden trepanarse.
Las principales ventajas de los pilotes moldeados in situ son las siguientes:
1º Posibilidad de atravesar terrenos con bolos de piedra o capas duras, mediante el uso del
trepano o cuchara adecuada.
2º No se desaprovecha material por causa de que sean demasiado largos y tengan que
cortarse (como ocurre en los prefabricados).
3º Al no quedar su longitud prefijada, si en ciertas zonas el estrato resistente se encuentra en
mayor profundidad, es posible llegar a él sin especial dificultad.
4º Se evita la creación de un parque de prefabricación o el transporte de piezas largas.
5º La maquinaria utilizada es más sencilla y su transporte menos embarazoso en relación a la
requerida por los pilotes prefabricados.
6º La construcción del pilote es menos ruidosa que para los pilotes hincados.
7º Solo llevan la armadura estrictamente necesaria para el servicio del pilote, evitando el gasto
de armadura extra que requieren los pilotes prefabricados a causa de los esfuerzos que
aparecen en su manipulación.
8º Puede conseguirse un buen rozamiento entre el terreno y el pilote y un ensanche de la
punta de éste, mejorando su capacidad portante.
9º Pueden construirse pilotes de gran diámetro y capacidad, en sustitución de un número
importante de pilotes esbeltos.
10º Se evitan los posibles daños que pueden sufrir los pilotes prefabricados durante su hinca.
En cuanto a la adecuación de los pilotes moldeados in situ, éstos son especialmente recomendables
cuando:
A. Se requiere importante capacidad portante.
B. Cimentaciones en profundidad con apoyo en punta sobre estratos no muy resistentes ya
que, como hemos visto, en algunas soluciones específicas pueden obtenerse superficies de
apoyo de sección importante.
C. Cimentaciones en profundidad flotantes, en las que es importante la acción del rozamiento
lateral, que puede conseguirse en algunos de estos pilotes.
D. Pilotes sometidos a tracción, por el mismo motivo que en el punto anterior.
EYP 3.38
3.3.- Forjados
Aislante
Al ser el forjado el elemento que separa en vertical los diferentes locales tiene
misiones de aislamiento: acústico, térmico y de protección contra el fuego.
EYP 3.39
Según como sea el sistema de transmisión de cargas verticales hacia los soportes se
tienen dos tipos de forjados:
Unidireccionales: las cargas se transmiten en una sóla dirección hacia las vigas.
Están formados por nervios resistentes y fajas aligeradas.
Totalmente prefabricados
Son de tipo RESISTENTE y no requieren ningún tipo de encofrado. Están formados
por paneles prefabricados de hormigón.
Se denominan así los forjados que transmiten las cargas verticales que actúan sobre su
superficie en una dirección hacia los pórticos de la estructura.
• Bovedillas
Son bloques prefabricados, de hormigón, cerámicos o de materiales plásticos, que en
general quedan perdidos y cumplen varias misiones:
- Aligerar el peso del forjado y por consiguiente disminuir las cargas sobre vigas,
pilares y cimientos.
- Sirven de encofrado cuando el forjado es de nervios prefabricados de modo que
sólo se requiere la colocación de sopandas.
- En algunos casos se puede considerar que sus paredes colaboran en la resistencia
de esfuerzos.
- Colaboran en el aislamiento acústico y térmico.
- Dan continuidad a la parte inferior del forjado permitiendo que sobre ellas se
adhiera el material de revestimiento del techo. Para evitar cambios de tonalidad en
este revestimiento por diferencia de absorción de humedad se suelen colocar
bovedillas de hormigón con viguetas o semiviguetas con acabado en hormigón, y
para las bovedillas cerámicas se utilizan semiviguetas con material cerámico en su
parte inferior.
• Armadura transversal de reparto
La resistencia transversal de los forjados unidireccionales es pequeña porque sólo
colabora la capa compresora. Para resistir las tensiones debidas a la retracción y a las
variaciones térmicas y para contribuir a dar rigidez y monolitismo al forjado en su plano es
necesario disponer una armadura transversal a los nervios para coser el forjado. La
cuantía de esa armadura depende del espesor de dicha capa. Para las capas
compresoras utilizadas habitualmente (espesor de 3 a 6 cm) se suele disponer una
armadura de 3Ø6 p.m. o sea, 0,84 cm2 por metro.
• Armadura de momentos negativos
Si, como es usual, el forjado se proyecta con continuidad en sus zonas de apoyo sobre
las vigas interiores será necesaria una armadura que resista los momentos flectores
negativos que se producen en esos apoyos.
La armadura de negativos se coloca en obra y es muy importante que se coloque
conforme se indica en el proyecto y que esté perfectamente sujeta para que permanezca
en su sitio durante el hormigonado. Si esta armadura no se coloca o se desplaza durante
el hormigonado la continuidad del forjado se pierde de modo que tiende a trabajar como
viga biapoyada, de modo que aumentan los momentos positivos respecto a los que
puede aguantar la armadura del nervio, y éste se rompe. La armadura de negativos debe
colocarse como se indica en la figura.
EYP 3.42
Los forjados unidireccionales se denominan por el intereje o distancia entre ejes de dos
nervios consecutivos y por el espesor del forjado dado como suma de dos cantidades: el
espesor de la bovedilla + el espesor de la capa de compresión: 22+3 con intereje 70 indica un
forjado unidireccional cuyos nervios están separados 70 cm, siendo el canto del forjado 25
centímetros distribuidos de la siguiente forma: 3 centímetros de capa de compresión y 22
centímetros de bovedilla.
Los valores usuales son: interejes entre 50 y 70 cm, capas de compresión entre 3 y 6 cm y
espesores de bovedilla entre 17 y 25 cm.
En el caso de que los nervios se hormigonen in situ será necesario disponer las armaduras
de flexión tanto positiva como negativa y la armadura de reparto.
En el caso de apoyo de forjado sobre muro de carga se debe asegurar la perfecta unión de
ambos elementos; para ello:
- Se debe crear un zuncho de atado que recoja todos los nervios y sirva de reparto de
cargas uniformemente.
- La armadura de los nervios debe penetrar en el zuncho o en su defecto se deberán
colocar 2Ø6 que se colocarán paralelos a la vigueta del nervio y penetrarán en el
zuncho.
- Se deberá disponer una armadura de negativos empotrada en el zuncho.
EYP 3.44
En el caso de encadenado de forjado con muro paralelo la vigueta más próxima al muro se
eliminará y se sustituirá ésta por un zuncho armado sobre el muro que hará las veces de
nervio.
La distribución de vigas debe cuidarse para que su posición no sea antiestética con
relación a las paredes; así se suelen disponer vigas de canto colgado en paredes de
fachada y en la tabiquería interior, de este modo se consigue, además, que los muros y
tabiquería descansen directamente sobre las vigas y así se disminuyan las
deformaciones. Por tanto, estructuralmente, es una excelente solución.
Los detalles de apoyo son similares a los de la viga plana. Por disponerse el canto de la
viga hacia la parte superior esta solución sólo podrá utilizarse en el caso de que sobre el
forjado superior no deba circularse. Se utiliza en vigas de fachada o en los forjados de
cubierta sobre los cuales sólo se colocará el material de cobertura.
En los forjados bajo cubierta puede interesar para conseguir grandes voladizos sin
mostrar el canto de la viga o para anular pilares en las plantas más altas.
Al calcular las vigas se deberá tener en cuenta que las cargas se transmiten por la parte
inferior y por lo tanto se deberá disponer una armadura de suspensión.
Otra aplicación es la formación de forjados a distintas alturas.
o VIGA PLANA
Es una solución muy utilizada en la actualidad a pesar de ser peor solución estructural
que la viga colgada fundamentalmente por la libertad que deja al proyectista al distribuir
el espacio interior. Además el encofrado es mucho más sencillo y barato y permite el
tendido de instalaciones que deban discurrir por el techo.
La libertad de distribución interior conduce a que las paredes del interior carguen
directamente sobre el forjado y provocan deformaciones de mayor cuantía.
Al igual que las vigas de canto invertido las armaduras de flexión positiva del forjado se
encuentra al mismo nivel que la de la viga; ésto origina el problema de cruce de ambas
armaduras. La resolución de dicho problema es el siguiente:
- La armadura de los nervios se eleva al llegar a la viga para que pase por encima de
la armadura de positivos de la viga.
EYP 3.46
- La armadura de negativos del nervio del forjado pasará por encima de la armadura de
negativos de la viga.
- Se macizará un espacio anterior a la viga en la zona de forjado.
3.4.1.- Generalidades
Se denominan así a los forjados que transmiten en dos direcciones perpendiculares los
esfuerzos debidos a las acciones que actúan sobre ellos. Se denominan también forjados
reticulares porque están formados por una retícula o malla de nervios.
La cuadrícula así formada puede estar aligerada o no; en el primer caso se utilizarán
casetones recuperables que servirán de encofrado. Estos forjados apoyan directamente
sobre los soportes mediante unas zonas macizas denominadas ábacos que se encargan de
concentrar los esfuerzos de varios nervios hacia el soporte.
Al igual que en el caso de nervios de forjados unidireccionales, los nervios de estos forjados
estarán sometidos a momentos flectores positivos y negativos y por tanto será necesario
disponer las armaduras correspondientes a ambos esfuerzos.
Los soportes pueden ser de hormigón o metálicos. En este último caso se deberán disponer
anclajes horizontales soldados al soporte que sirvan de unión entre forjado y soporte.
Las vigas son los elementos horizontales que tienen como fin transmitir las cargas de los
forjados hacia los soportes. Para transmitir estas cargas las vigas desencadenan, al igual que
los nervios de los forjados, esfuerzos axiles, cortantes y momentos flectores.
Las vigas podrán ser de madera, metálicas o de hormigón. En caso de ser de hormigón,
podrán ser prefabricadas (de hormigón armado o pretensado) o ejecutadas in situ (de
hormigón armado o pretensado). En caso de ser prefabricadas presentarán problemas de
unión a los pilares similares a los que aparecen al utilizar vigas metálicas.
Los soportes son elementos verticales o inclinados que transmiten las cargas de la estructura
hasta las cimentaciones. Los soportes podrán ser:
o pilares (soportes esbeltos, verticales y sin función estética) o columnas (soportes
esbeltos, verticales y con función estética), ambos trabajando sobre todo a
compresión además de a flexión y a cortante.
o Tirantes de acero o de hormigón, trabajando a tracción.
o Muros de carga
o Contrafuertes o soportes inclinados
En función del tipo de material que se utilice se deberán resolver con mayor o menor
dificultad los problemas de transmisión de cargas, deformaciones y uniones con el resto de
elementos de la estructura y con las cimentaciones.
EYP 3.48
o ENTRAMADOS METÁLICOS
• Pilar – Viga
o FÁBRICAS DE LADRILLO
Reguladas por la NBE FL-90 y por las NTE: EFL, EFB y EFP (Estructuras de Fábrica de
Ladrillo, Bloque y Piedra).
Las aristas del ladrillo se denominan: soga, tizón y grueso. Las caras del ladrillo reciben los
siguientes nombres: tabla, canto y testa.
Bloques cerámicos:
EYP 3.56
Bloques de hormigón:
EYP 3.57
Así las acciones debidas al viento y a las diferencias térmicas por el soleamiento incrementan
sus efectos cuanto mayor es la altura de modo que los esfuerzos son muy superiores a los
que aparecen en los edificios más bajos y por lo tanto los sistemas estructurales tradicionales
no se pueden emplear.
En la figura se muestra la cantidad de acero necesaria para hacer frente a las cargas
verticales y a las horizontales del viento exigida por los entramados metálicos de un edificio
en función del número de plantas de éste. A partir de 10 plantas el acero necesario para
hacer frente a las cargas verticales y las horizontales del viento crece rápidamente.
Nº
Altura Sistema estructural
plantas
Tubos ligados
90 300
Tubo en tubo
60 200
Tubo exterior
30 100
Pórticos complementados con elementos singulares
15 50
Pórticos
0 0
Se mejoran las deformaciones si se elimina la pantalla en las plantas superiores, porque si bien
en las plantas inferiores la pantalla sujeta a los pórticos, en las superiores la pantalla arrastra a
aquellos. Las deformaciones se reducen al 50% de la obtenida sólo con pórticos.
Existen varias tipologías de pórticos y núcleos interiores: núcleo + pilares, forjados en voladizo,
emparrillado inferior, forjados colgados de la planta superior, planta superior rigidizada (sistema
sombrero) y doble núcleo.
En España la actuación más emblemática corresponde a las Torres de Colon (ver foto)
construidas con el sistema de forjados colgados de la planta superior.
EYP 3.61
En esta solución se persigue conseguir una ménsula que funcione con un canto igual al lado
correspondiente del edificio frente a las acciones del viento. Se consigue un canto estructural del
orden de tres veces el que se obtendría con la solución de núcleo interior.
Los edificios construidos con este sistema poseen una gran densidad de soportes en el exterior, y
las vigas que unen estos pilares tienen un canto importante. En el interior los pilares son poco
numerosos y se eligen según las necesidades de distribución en planta.
El comportamiento real difiere del comportamiento teórico observándose unos mayores esfuerzos
en los pilares de esquina en detrimento de los pilares de centro de fachada.
Un ejemplo de esta tipología es el JOHN HANCOCK CENTER de Chicago con 337 metros de
altura. Para mejorar el comportamiento estructural del tubo exterior se dispuso una gran celosía.
Esta solución persigue mejorar el comportamiento del tubo exterior creando un tubo interior de
modo que el comportamiento real se aproxime al de ménsula ideal y desaparezcan los efectos
negativos apuntados.
El ejemplo más famoso de esta tipología eran las torres gemelas de Nueva York (WORLD
TRADE CENTER) con 411 metros de altura.
EYP 3.62
Consiste en la división del edificio en diferentes tubos que trabajan independientemente unos de
otros pero que están unidos en distintas alturas para crear una sóla estructura.
Con este sistema se construyó el edificio SEARS de Chicago que alcanza una altura de 442
metros.