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1.

CAUSAS DE LA INEFICACIA DE LOS


TESTAMENTOS
El testamento puede ser ineficaz por diversas causas: nulidad, revocación o
caducidad.

1. Nulidad

En primer lugar, cabe destacar la nulidad por falta de capacidad del


testador para consentir un testamento. Para que se considere completamente
válido, el testador debe demostrar tener capacidad para comprender lo que
está haciendo y para conocer el contenido del documento.
Si se demuestra que el testador no tenía capacidad mental suficiente para
otorgar testamento en el momento de su firma, se considerará nulo.
Asimismo, otros motivos de nulidad de testamento son los siguientes:
 Falta de forma: Esto quiere decir que no se han cumplido los requisitos
formales establecidos por la ley para la redacción y firma del testamento.
Si se da el caso de que ha ocurrido esto, entonces puede ser declarado
nulo. Por ejemplo, si no ha sido firmado por el testador o por
el notario que lo autoriza, o si no se han respetado las formalidades
exigidas en función del tipo de testamento (abierto, cerrado, ológrafo).
 Presencia de vicios: Estos vicios pueden ser de tipo físico o moral. En
el primer caso, se trata de la violencia o intimidación física que impide al
testador expresar libremente su voluntad. En el segundo caso, el vicio
moral puede ser el engaño, el error, la sugestión o la violencia
psicológica. En ambas cuestiones, si se demuestra que el testador no ha
actuado libremente al firmar el testamento, éste será considerado nulo.

2. Revocación

La revocación es la causa más común de pérdida de efectos de un testamento


previamente otorgado. El Código Civil establece que los testamentos deben ser
revocados con las mismas formalidades que se exigen para testar. Por lo tanto,
normalmente se revoca mediante la redacción y firma de uno nuevo. Sin
embargo, es posible revocar un testamento anterior sin necesidad de otorgar
uno nuevo.
En algunas situaciones, un testador puede haber desigualado a sus hijos en un
testamento anterior y, debido a nuevas circunstancias familiares, puede decidir
revocar ese testamento sin otorgar uno nuevo. En este caso puede declarar su
voluntad de morir intestato o, sin destruir el testamento anterior, puede escribir
una declaración en la que anula el testamento anterior con su firma y la fecha
actual.
En este sentido que analizamos, la revocación tiene dos campos: total o
parcial.
La revocación total tiene como principal tarea privar de validez un testamento
que ha sido otorgado anteriormente. Por su parte, la revocación parcial afecta
solo a algunas de sus cláusulas, como puede ser el caso de dejar sin efecto el
contenido en el testamento anterior o modificar la estipulación sobre los
sustitutos del instituido en primer lugar.
Para que se considere válida la última voluntad del testamento, se da por
entendido que todas las que se han plasmado anteriormente han sido
totalmente revocadas. Esta afirmación puede lograrse de diversas maneras,
que se conocen técnicamente como formas de revocación, las cuales son:
 La revocación expresa se produce cuando el testador declara que quiere
dejar sin efecto las disposiciones testamentarias que antes ha
expresado. Cabe la posibilidad que en la declaración de revocación
expresa de un testamento anterior se incluya una manifestación expresa
de que se valga otro testamento anterior, conocida como reviviscencia
del testamento previamente revocado. Esto implica la existencia de tres
testamentos: uno nuevo, uno antiguo y uno más reciente.
 Revocación táctica. El artículo 799º CC establece que un testamento
anterior queda revocado automáticamente si el testador no indica su
voluntad de que se mantenga total o parcialmente en el nuevo
testamento. Es posible que el nuevo testamento conserve algunas
disposiciones del anterior de forma tácita. Esta interpretación de la
compatibilidad entre testamentos ha sido admitida por la jurisprudencia.
3. Caducidad

Cuando se superan las circunstancias extraordinarias en las que se otorgó un


testamento, la ley puede considerar que el testador ha recuperado la
normalidad para ir a las formas comunes, lo que provoca la caducidad del
testamento.
Los testamentos que han sido abiertos y concedidos en peligro de muerte o en
caso de que haya una epidemia, así como los testamentos
militar y marítimo (ordinarios o en situación de peligro), caducan en un plazo de
4 meses contados desde su otorgamiento.
El Código Civil establece que los testamentos ológrafos que no estén
protocolizados o que no se hayan formalizado debidamente en situaciones de
peligro (como acción de guerra, naufragio o la muerte) que hayan sido la causa
de la muerte del testador, caducan después de un período temporal más
amplio.
En estos casos, la ley concede un tiempo adicional para su protocolización o
formalización, y si no se cumplen los requisitos necesarios, el testamento tiene
fecha de caducidad.

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