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FUNDAMENTOS DE LA RESOLUCIÓN
Del contexto de todo el recurso de casación se advierte que tiene como punto
neurálgico que el testamento otorgado por Francisco Oros, no cumple con los
requisitos exigidos por Ley, porque las personas que habrían concurrido como
testigos, no serían vecinos del testador aspecto que sería reconocido por la
propia demandante al manifestar que no todos eran vecinos del testador; añade
que, cuando se presenta el testamento en forma escrita, se debe acreditar cuál
de los testigos escribió el testamento dictado por el cujus lo que no sucedió, y al
adolecer de estos requisitos formales, el testamento seria nulo de pleno derecho
al n cumplirse con las formalidades exigidas por el art. 1133 del Código Civil.
Del análisis de todo lo obrado, en si del testamento (fs. 33), podemos extraer
que los testigos que intervinieron dentro el testamento abierto otorgado por
Francisco Oros, se presentaron ante el Juzgado Primero de Instrucción en lo
Civil, manifestando de forma conjunta que: "las clausulas contenidas en el
testamento son las mismas, así como las firmas y rubricas estampada puesta a
consideración", si bien este acto es una formalidad establecida en el art. 1149
del Código Civil, extraña el sustento del Tribunal de alzada al sostener que la
parte demandante no ha producido los elementos probatorios como los testigos
vecinos que participaron en ese acto de otorgación de testamento abierto, ya
que no solo la demandante ofrece a estos testigos (fs. 44), sino también la
demandada, quien es la directa afecta, puesto que en su memorial de respuesta
a la demanda (fs.96 a 99), dentro su otrosí 4, se adhiere a la prueba testifical
ofrecida por la demandante, manifestación que se reitera en el escrito de
proposición de prueba (fs. 150); empero, esos medios probatorios testificales no
son producidos durante toda la sustanciación del proceso por ninguna de las
partes, sobre todo la demanda, resultando entonces errada totalmente esa
aseveración que correspondía exclusivamente su producción a la demandante.
SALA CIVIL
Expediente: SC-13-13-S
FUNDAMENTOS DE LA RESOLUCIÓN:
Para comenzar con el análisis respectivo se debe precisar que la prueba producida en instancia
es apreciada por el Juez de acuerdo a la valoración que les otorga la ley, pero en caso de no
estar determinada, podrá apreciarlas a su prudente criterio o sana crítica, valorando la pruebas
esenciales y decisivas conforme establece el art. 1286 del Código Civil y 397 parágrafos I y II de
su procedimiento. Ahora bien, en casación la valoración de la prueba realizada en instancia es
incensurable, salvo cuando en esa apreciación se haya incurrido en error de derecho o de
hecho.
Sobre la falta de valoración de la prueba pericial dactiloscópica acusando que el Juez A quo no
habría estimado la notificación para la obtención de ese dictamen pericial y que al haberse
presentado ese dictamen en Alzada el Tribunal debió hacer uso de la facultad conferida por el
art. 233 del Código de Procedimiento Civil; al respecto se debe señalar que se acusa con
carácter principal en este punto, es la tramitación misma de recepción de esa prueba pericial
dactiloscópica, en tal caso, esa denuncia versa sobre una cuestión procedimental que no
merece un examen en un recurso en el fondo, sino debió ser impugnado mediante casación en
la forma, similar tratamiento ocurre al acusar falta de fundamentación en el Auto de Vista,
siendo este aspecto de forma y no de fondo, por lo que no merece examen en este recurso.
Señalado esto, se debe ser claro al indicar que nuestra legislación impone estos requisitos en
caso de otorgarse un testamento abierto ante notario, no pudiendo soslayarse de cumplir con
esos preceptos que garantizan la voluntad del de cujus y garantiza el negocio jurídico del que
recibe, en tal razón conforme se señaló en instancia la Escritura Pública (Testamento) No.
38/2011 fue declarado nulo en virtud al art. 1132 num. 1) del Código Civil, o sea, ante el
incumplimiento de las formalidades exigidas en dicha norma legal, siendo correcta esa decisión
conforme las normas que rigen nuestra legislación sobre el derecho sucesorio. Por lo que los
fundamentos que hacen a la casación en el fondo son infundados.
Por lo expuesto éste Tribunal de casación, emite Resolución en la forma determinada por los
arts. 271 num. 2) y 273 del Código de Procedimiento Civil.
SALA CIVIL
Expediente: LP-108-20-S.
Partes: Mónica Del Carmen Soliz de Cuenca c/ Leonardo Javier Soliz Rodríguez
y Jorge Remmy Siles Cajas (Ex notario de Fe Pública).
Distrito: La Paz.
FUNDAMENTOS DE LA RESOLUCIÓN
Para dar respuesta a este punto, es necesario realizar las siguientes presiones
respecto a la Escritura Pública Nº 397/2012, que protocolizó el testamento
abierto cuestionado:
-En esta escritura en las primeras líneas refiere que el Dr. Jorge Remy Siles
Cajas, Notario de Fe Pública Nº 59 a horas 10:00 del día 17 de marzo de
2012, se constituyó en la calle Vanguardia Nº 1010 de la zona Nueva Potosí,
a objeto de identificar a la señora María Paz Rodríguez, quien identificada le
presentó el testamento abierto.
Ahora respecto a los testamentos el art. 1126 del Código Civil, establece que los
testamentos pueden ser: testamentos solemnes, estos pueden ser abiertos o
cerrados y testamentos especiales en los cuales solo basta que conste la
voluntad del otorgante, en los casos que establece la ley.
Para el caso que nos ocupa es necesario identificar que es el testamento abierto,
para lo cual nos remitimos a lo señalado por Armando Villafuerte Claros quien
en su obra Derecho de Sucesiones tomo II, en la pág. 198, refirió que: “el
testamento abierto se lo hace mediante acto público, ante notario y testigos o
solamente ante éstos, (…) Por la intervención del notario recibe también los
nombres de testamento notarial y testamento público, en algunos códigos se lo
denomina ordinario…”
Ahora bien, en el caso que nos ocupa, se tiene que a través de la certificación
cursante a fs. 7, otorgada por el médico Dr. Fernando Álvarez Daza, se puede
establecer que María Paz Rodríguez Rodríguez fue internada desde el 16 de
marzo de 2012 hasta el 26 de marzo del mismo año, fecha que le otorgaron su
alta médica; la referida prueba es respalda por el reporte del historial clínico
cursante a fs. 9, la orden de hospitalización cursante a fs. 17, y el historial
clínico de fs. 19 a 29 donde se encuentra registrado que en fecha 15 de marzo
de 2012 María Paz Rodríguez Rodríguez recibió la orden de internación y se
observa que desde el día 16 de marzo de 2012 inicia las notas de evolución
clínica, entre una de las más sobre salientes se tiene registrado “se evidencia
paciente con piel y mucosas deshidratadas pálidas, responde a preguntas
simples, no se encuentra orientada en espacio, si en tiempo y
persona”, continuando el historial clínico de forma correlativa, desde ese día
hasta el 26 de marzo de 2012, cuando le otorgaron la alta médica.
Por otro lado, se observa que la Escritura Pública Nº 397/2012, señala como
testigos testamentarios a Luisa Norah Mendoza Villarreal, Omar Alejandro
Alarcón Pinto y Guadalupe Ubaldina Alarcón Aranda, sin embargo, en la
referida escritura, en ninguna cláusula se evidencia que los mismos sean
vecinos conforme exige el art. 1132 num. 1) del Código Civil y que fue
desarrollado en el considerando III.1 de la doctrina aplicable.
SALA CIVIL
Expediente: PT-20-13-S
Distrito: Potosí
FUNDAMENTOS DE LA RESOLUCIÓN:
Se califica por otro lado al Auto de Vista recurrido como citra petita, es decir,
mas allá de lo pedido denuncia la ilegal y oficiosa interpretación realizada
presuntamente de la disposición testamentaria de quien en vida fuera Simón
Ramos Chambi, y que esta no podría ser observada por ser decisión
personalísima del testador, este argumento se relaciona con el presunto de que
no era posible ya revisar la determinación adoptada por el Juez que realizó la
apertura y comprobación y que si no se hubiera suscitado contención, se
produciría preclusión, este razonamiento no tiene sustento en razón a que el
art. 657 del Código de Procedimiento Civil, cuando refiere la declaratoria de
contención no limita a la posibilidad de la tramitación en el mismo proceso sobre
la posibilidad de cuestionar la validez del testamento, de manera que
independientemente de ese proceso voluntario, las partes pueden cuestionarlo,
pues este procedimiento de comprobación apertura y protocolización de
testamento, se caracteriza como una medida voluntaria que no prejuzga sobre
la validez del testamento, estando limitado a ordenar la apertura, su
comprobación y consiguiente registro en los protocolos de una notaria de fe
pública, denotándose como objetivo, el convertir al testamento en instrumento
público y como dice Gonzalo Castellanos Trigo en su obra Análisis Doctrinal y
jurisprudencial del Código de Procedimiento Civil Boliviano “…no le atribuye
validez ni implica cosa juzgada material, puede ser atacada por la parte contra
quien se oponga mediante el proceso de conocimiento (ordinario o sumario)”, en
ese sentido no es evidente la infracción denunciada por la recurrente,
encontrando mas bien respaldo lo razonado por el Tribunal Ad quem, no
operando el principio de preclusión como se reclama, lo mismo que la caducidad
pretendida. Por último la presunta errónea apreciación y valoración de las
pruebas documentales y testificales de cargo y descargo que refiere, queda en
esa mención sin demostración objetiva de que es lo que en definitiva se pretende
pues refiere que fuera uno de los fundamentos del recurso que interpuso, bajo
esos parámetros no es posible considerar la aplicación del art. 254 núm., 4) del
Código de Procedimiento Civil, debiendo en cambio declararse infundado el
recurso de casación en la forma.
En el fondo
Por otro lado a la denuncia de que la prueba testifical de fs. 15, 21 y 22 fue
omitido y por consiguiente violación de la ley en infracción de los arts. 190, 192
inc. 2 y 476 del Código de Procedimiento Civil, y 1330 del Código Civil, habrá
que manifestar que ciertamente existe omisión en la consideración de las
referidas atestaciones, empero producidas como prueba anticipada y no enla
tramitación del proceso, no obstante ello, los tribunales de instancia debieron
considerarlo para arribar a un entendimiento real de las circunstancias que se
suscitaron a tiempo de otorgar el testamento reclamado de nulo posteriormente.
Dicho lo anterior, e ingresando al punto que consideramos neurálgico resolver
lo referido a la nulidad declarada, en primer término especificar que se demandó
sobre dos cuestiones, el primero referido a la nulidad del anticipo de legítima y
luego la nulidad del testamento otorgado por Simón Ramos Yucra, al respecto
debemos considerar que se denuncia errónea interpretación de la ley, en cuanto
a la legítima, que la que habrían sido comprendidos todos los coherederos, sin
exclusión de ninguno de ellos, siendo ese el primer aspecto a considerar, debe
tenerse presente que la legítima representa la parte del patrimonio del de cujus
que la ley reserva para la los herederos llamados legitimatarios o forzosos, del
que no pueden ser privados si la ley no señala la existencia de alguna causa, es
decir, los herederos forzosos no pueden ser privados de su legítima si no
concurre una causa legal.
Corresponde referir al art. 1254 del Código Civil que señala: “Toda donación
hecha a heredero forzoso que concurra a la sucesión del donante importa
anticipo de su porción hereditaria, salvo el caso de dispensa a que se refiere el
art. 1255”, sin embargo conforme a la previsión contenida en el art. 1059 del
Cód. Civ., en cuyo marco el anticipo de legítima no es una donación propiamente
dicha porque no constituye acto de liberalidad alguno que se ajuste a la
previsión del art. 655 del Código Civil, que en esencia dice “La donación es el
contrato por el cual una persona, por espíritu de liberalidad, procura a otra un
enriquecimiento disponiendo a favor de ella un derecho propio o asumiendo
frente a ella una obligación” sino como su nombre lo indica, es un acto de
entrega anticipada de la porción que en la sucesión le corresponde a un
heredero forzoso, legítima que en nuestra economía jurídica cualquiera sea el
origen de los hijos, es de las cuatro quintas partes del patrimonio, constituyendo
únicamente la quinta parte restante la porción disponible que el de cujus puede
destinar a liberalidades, sea mediante donaciones o mediante legados, en favor
de sus hijos, parientes o extraños. La Legítima, entonces, es parte de la herencia
a que tienen derecho los herederos forzosos respecto del patrimonio de su
causante, la misma que no puede ser dispuesta libremente ni ser objeto de
liberalidades, es decir, objeto de donación, debido a que en caso de afectación
al fallecimiento del de cujus, los herederos tienen el legítimo derecho de solicitar
la colación de los bienes que pudiesen haber afectado la legítima que es
indisponible.
POR TANTO: La Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia del Estado
Plurinacional de Bolivia, con la facultad conferida por los arts., 41 y 42
parágrafo I, núm., 1 de la Ley del Órgano Judicial de 24 de junio de 2010, y en
aplicación de los arts., 271 núm. 2) y 273 del Código de Procedimiento Civil,
declara INFUNDADO el recurso de casación en la forma; y en atención a lo
previsto en los arts. 271 núm. 4) y 274 del Adjetivo Civil, CASA parcialmente el
Auto de Vista Nº 066/2013 de 29 de abril de 2013 de fs. 401-403 vlta. de
obrados y deliberando en el fondo declara IMPROBADA la demanda de Nulidad
de Testamento cerrado de fecha 10 de marzo de 2010, así como del contrato de
anticipo de legítima, contenidos en el memorial de fs. 31 a 32 de obrados,
manteniéndose subsistente la disposición que declara IMPROBADA la excepción
de caducidad y preclusión de las pretensiones del demandante.
Consecuentemente subsistentes y con valor legal las Escrituras Públicas Nº
0111/2009 de 13 de julio de 2009 y 263/2009 de 26 de junio de 2009
protocolizado ante la Notaría de Fe Pública Nº 7 de Potosí, de la misma forma
subsistente y con valor legal el Testamento Cerrado de fecha 10 de marzo de
2010, pudiendo las partes accionar lo que en derecho corresponda.
Del análisis del recurso de casación se tiene que el mismo contiene reclamos de
forma y de fondo, por lo que, a efectos de orden primeramente se absolverán los
reclamos de forma para luego entrar a considerar los reclamos de fondo, en ese
entendido diremos que:
Forma:
Fondo:
Al respecto corresponde señalar que del análisis realizado por los jueces de
instancia, en la valoración de la prueba aportada al proceso, estos en aplicación
de lo fundamentado en el punto III.3, de la doctrina aplicable y lo dispuesto en
los arts. 1286 del Código Civil y 397 del Código de Procedimiento Civil, centraron
su análisis para generar convicción en la manifestación de voluntad de Isidro
Mamani Condori en el testamento de fs. 58 a 59 y vta., respecto a la
desheredación de su hija Justina Teresa Mamani de Choquehuanca y los
motivos para tal decisión, acreditando dichos extremos en las denuncia por
agresiones realizadas por su padre en vida, conforme se tiene a fs. 2, 3 y 25 de
obrados contra su persona y su esposo, denuncias que más allá de que las
mismas hayan sido sobreseídas demuestran la relación agresiva que mantenían
entre padre e hija, pues si bien la recurrente cuestiona las garantías (fs. 25 y
vta.) serian recíproca, del contenido de la misma se extrae que dichas garantías
nacen porque evidentemente existieron agresiones en dicha relación que
resultan confirmadas por las declaraciones testificales de fs. 361 a 363 vta., que
si bien establecen que vieron la agresión de una señora de pollera hacia Isidro
Mamani Condori y referencialmente saben que es la hija del antes nombrado,
por las denuncias realizadas por su padre; generaron convicción en los
juzgadores de instancia para fallar en el fondo acogiendo la pretensión principal,
no existiendo en obrados prueba eficaz que desvirtué los medios probatorios
antes analizados, pues si bien existe prueba testifical de descargo la misma en
aplicación de los dispuesto en el art. 397 del Código de Procedimiento Civil, no
resulta suficiente para desvirtuar, el contenido del testamento de fs. 58 a 59
vta., las documentales de fs. 2, 3 (memorial de denuncia por agresiones) y el
acta de garantías de fs. 25 y vta; no siendo evidente que no se haya valorado
correctamente la prueba.
Por otra parte la recurrente hace mención de manera inentendible a que “…la
confesión no sería el medio idóneo para demostrar la falsedad, sino que esta se
comprueba a través de estudios científicos y técnicos previstos por ley…”, pues si
bien cuestiona que la falsedad, debería ser comprobada a través de estudios
científicos y técnicos previstos por ley, la recurrente debe tener presente que al
haber interpuesto demanda reconvencional de nulidad de testamento
cuestionando entre sus fundamentos que el docuemnto de fs., 58 a 59 y vta.,
seria falso en sus firmas o huella digital, la misma tenía a su alcance los medios
probatorios que la ley le reconoce y que hace mención en el recurso en análisis,
para acreditar su pretensión por la falsedad que arguye y desvirtuar la demanda
principal, sin embargo no se observa en obrados prueba alguna que apoye los
hechos de su demanda reconvencional, por lo que se concluye que la misma no
ha cumplido con la carga procesal de probar su pretensión y desvirtuar la de
contrario, conforme se tiene ampliamente desarrollado en el punto III.4 de la
doctrina aplicable y dispuesto por los arts. 1283 de C.C., y 375 del Código de
Procedimiento Civil; deviniendo en infundado lo acusado en este punto.