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SALA DE LO CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO
SECCIÓN SEGUNDA – SUBSECCIÓN A
1. Antecedentes
1.1. La demanda
1.1.1. Pretensiones
En ejercicio del medio de control de nulidad y restablecimiento del derecho (artículo 138 del
CPACA), el ciudadano Cristian Fabián Díaz Muñoz, mediante apoderado, formuló demanda
en orden a que se declarara la nulidad del oficio S-2016-033336 ARSAN-JEFAT 1.22, de 4
de noviembre de 2016, expedido por el comandante del Departamento de Policía del
Cauca, a través del cual se le negó el reconocimiento de la existencia de una relación
laboral y las prestaciones sociales derivadas de esta.
1.1.2. Hechos:
i) El señor Cristian Fabián Díaz laboró como fisioterapeuta, en el Área de Sanidad del
Departamento de Policía del Cauca, mediante contratos de prestación de servicios, desde
el 4 de marzo de 2008 hasta el 31 de marzo de 2016, sin solución de continuidad.
ii) Durante el tiempo de su vinculación contractual, el señor Díaz prestó sus servicios en
forma personal, ininterrumpida, en las instalaciones de la entidad y con los utensilios y
equipos proporcionados por ésta. Además, debió cumplir con un horario y desarrolló sus
actividades con subordinación y dependencia al jefe del área.
iii) Bajo esas condiciones, ejerció funciones misionales de la entidad, pues fue designado
como supervisor de contratos y realizó estudios de oportunidad. Adicionalmente, llevó a
cabo intervenciones y procedimientos propios del plan integral del Subsistema de Salud de
las Fuerzas Militares y la Policía Nacional, tales como: registro de atenciones diarias,
participación en programas docentes, asistencias a comités académicos y administrativos,
juntas médico-quirúrgicas, y rendición de informes.
Se citan como normas violadas los artículos 1, 2, 13, 22, 25, 53, 54, 85, 334 y 366 de la
Constitución Política; 3 de la Ley 1437 de 2011; y las leyes 23 de 1991, 446 de 1998 y 1285
de 2009. Al desarrollar el concepto de la violación, el apoderado de la parte demandante
sostuvo lo siguiente:
las mismas actividades que él, sí gozaba de las prerrogativas laborales que tienen los
empleados públicos.
iv) En ese sentido, atendiendo al principio de la primacía de la realidad sobre las formas del
artículo 53 de la Constitución y al cumplimiento de los tres requisitos del contrato de trabajo,
debe declararse la existencia de una relación legal y reglamentaria entre las partes.
ii) En ese sentido, entre el señor Cristian Fabian Díaz y la entidad se celebraron contratos
de prestación de servicios para ejecutar actividades de fisioterapeuta, de conformidad con
el artículo 32 de la Ley 80 de 1993, y por el término estrictamente necesario, pues no se
contaba con personal de planta suficiente para atender la alta demanda del área de salud.
iii) Las orientaciones impartidas para el desarrollo del objeto contractual no pueden
entenderse como de subordinación, sino como lineamientos de coordinación necesarios
para el efectivo cumplimiento de las labores contratadas; por lo tanto, no es cierto que el
actor tuviera que cumplir horarios y acatar órdenes directas.
Es objeto del recurso de apelación la sentencia del Tribunal Administrativo del Cauca, de
19 de mayo de 2022, a través de la cual se accedió parcialmente a las pretensiones de la
demanda. En síntesis, los fundamentos de la decisión fueron los siguientes:
ii) No existe discusión en torno a la prestación personal del servicio del actor ni a la
remuneración por parte de la entidad; no obstante, estos elementos fueron suficientemente
iii) En cuanto a la subordinación o dependencia continuada, esta quedó demostrada por los
testimonios y las evidencias documentales que corroboran tales dichos; comoquiera que la
valoración de ambas fuentes probatorias ofrece claridad y convicción respecto de la
sujeción del actor a las órdenes de jefes inmediatos, de la necesidad permanente de sus
servicios, del desbordamiento de sus obligaciones contractuales al serle asignadas otras
tareas distintas a las de fisioterapeuta y, en definitiva, de su obligación de seguir los
lineamientos y directrices de la entidad.
iv) Así las cosas, procede i) declarar la nulidad del acto administrativo demandado, ii)
declarar la existencia de la relación laboral entre las partes «entre el 4 de marzo de 2008 al
31 de marzo de 2016 (…)»; iii) ordenar a la demandada a reconocer y pagar al demandante
las prestaciones sociales «tales como vacaciones, primas, auxilios, bonificaciones,
cesantías y sus intereses», tomando como base el salario de un «fisioterapeuta en la planta
de personal de la Dirección de Sanidad de la Policía Nacional (…)»; iv) declarar que el
tiempo laborado por el actor «se debe computar para efectos pensionales»; v) condenar en
costas a la demandada, y, vi) negar las demás pretensiones de la demanda.
v) Aunque el tribunal haya declarado una vinculación continuada entre las partes, porque
entre los distintos contratos no se superó el término de los 30 días hábiles que estableció
el Consejo de Estado como término de la no solución de continuidad, lo cierto es que esa
misma corporación también señaló que este período «no es una camisa de fuerza para el
juez que estudie el caso».
Las partes procesales, el ministerio público y la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del
Estado guardaron silencio, según constancia secretarial visible en el folio 488.4
2. Consideraciones
2.1. Competencia
De conformidad con el artículo 150 del CPACA, el Consejo de Estado es competente para
conocer del presente litigio, en segunda instancia. Por su parte, en atención al contenido
del artículo 328 del CGP, el juez de alzada únicamente debe pronunciarse respecto de los
argumentos expuestos en el respectivo recurso de apelación, como ocurre en el presente
caso.
De acuerdo con los argumentos expuestos en la alzada, corresponde a la Sala resolver las
siguientes cuestiones: i) si entre el demandante y la demandada se dio el elemento de la
subordinación continuada, que da lugar a la existencia de una relación laboral encubierta o
subyacente; de ser así, si el actor tiene derecho al reconocimiento y pago de las
prestaciones sociales ordinarias que solicita; y, ii) en caso de comprobarse la relación
laboral, determinar, de acuerdo con los lineamientos de la sentencia SUJ-025-CE-S2-2021
de 9 de septiembre de 2021, si cabe declarar la prescripción extintiva frente a alguno o
todos los periodos de la vinculación.
Artículo 13. Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección
y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin
ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión,
opinión política o filosófica.
Artículo 25. El trabajo es un derecho y una obligación social y goza, en todas sus modalidades,
de la especial protección del Estado. Toda persona tiene derecho a un trabajo en condiciones
dignas y justas.
4Asimismo, verificados los índices correspondientes al proceso en el aplicativo Samai, no se observa ninguna actuación
que contenga memorial con algún pronunciamiento al respecto.
Ahora, el mismo artículo 53, además, expresa que los convenios internacionales sobre el
trabajo, debidamente ratificados por el Estado, forman parte de la legislación interna (bloque
de constitucionalidad laboral). En ese sentido, en el ámbito del derecho internacional, la
igualdad laboral fue consagrada por la Constitución de la Organización Internacional del
Trabajo -OIT-5 a través del principio de «salario igual por un trabajo de igual valor», el
cual fue desarrollado por el artículo 2 del Convenio 111 de la misma organización6, en cuya
virtud «todo miembro para el cual este Convenio se halle en vigor se obliga a formular y
llevar a cabo una política nacional que promueva los métodos adecuados a las condiciones
y a las prácticas nacionales, la igualdad de oportunidades y de trato en materia de empleo
y ocupación, con objeto de eliminar cualquier discriminación a este respecto».
Las disposiciones citadas generan al Estado colombiano el deber de otorgar esas garantías
mínimas para la materialización del derecho al trabajo, pues los artículos 1 y 2 del citado
Protocolo de San Salvador16 establecieron la obligación de los Estados parte de adoptar las
medidas necesarias en su ordenamiento interno, para efectivizar los derechos que en el
Protocolo se reconocen, entre ellos, el trabajo. En consecuencia, ni la ley, ni mucho menos
los contratos, los acuerdos o los convenios laborales pueden menoscabar la libertad, la
dignidad humana o los derechos de los trabajadores en Colombia.
A su turno, el Código Sustantivo de Trabajo, en sus artículos 23 y 24, recoge a nivel legal,
como elementos que configuran la relación laboral, los siguientes: i) la actividad personal
del trabajador; ii) la continuada subordinación o dependencia del trabajador respecto del
empleador; y, iii) un salario como retribución del servicio.
Así las cosas, con base en estos presupuestos, esta corporación ha determinado la
existencia del vínculo laboral en contratos de prestación de servicios, pues a falta de un
estatuto del trabajo, es este, y no otro, el marco jurídico que ofrece el ordenamiento, junto
con los principios fundamentales del artículo 53 superior, para hacer efectiva la garantía de
los derechos de las personas que se relacionan laboralmente con el Estado.
El contrato estatal de prestación de servicios, por ser uno de los instrumentos de gestión
pública y de ejecución presupuestal más importantes de la Administración para satisfacer
sus necesidades y asegurar el cumplimiento de los fines del Estado, es un tipo de negocio
jurídico que expresamente recoge el estatuto general de contratación pública; se trata, por
tanto, de un contrato típico, pues está definido en el numeral tercero del artículo 32 de la
Ley 80 de 1993, que establece lo siguiente:
3. Son contratos de prestación de servicios los que celebren las entidades estatales para
desarrollar actividades relacionadas con la administración o funcionamiento de la entidad. Estos
contratos sólo podrán celebrarse con personas naturales cuando dichas actividades no puedan
realizarse con personal de planta o requieran conocimientos especializados.
En ningún caso estos contratos generan relación laboral ni prestaciones sociales y se celebrarán
por el término estrictamente indispensable.
Así pues, con base en las anteriores disposiciones de rango legal y reglamentario que
complementan su regulación, y de un amplio acervo jurisprudencial de esta corporación, se
pueden considerar como características del contrato estatal de prestación de servicios las
siguientes:
7 «Por medio del cual se expide el decreto único reglamentario del sector administrativo de planeación nacional»,
ii) Permite la vinculación de personas naturales o jurídicas; sin embargo, en estos casos, la
entidad deberá justificar, en los estudios previos, porqué las actividades «no puedan realizarse
con personal de planta o requieran conocimientos especializados».8
A este respecto, conviene aclarar que lo que debe existir entre contratante y contratista es
una relación de coordinación de actividades, la cual implica que el segundo se somete a las
condiciones necesarias para el desarrollo eficiente del objeto contractual, como puede ser
el cumplimiento de un horario o el hecho de recibir una serie de instrucciones de sus
superiores, o tener que reportar informes.
Si bien el numeral tercero del artículo 32 de la Ley 80 establece que los contratos de
prestación de servicios no son fuente de una relación laboral ni generan la obligación
de reconocer y pagar prestaciones sociales, la jurisprudencia de esta corporación y de
la Corte Constitucional ha admitido que tal disposición no es aplicable cuando se
demuestran los elementos configurativos de un contrato de trabajo.
Esto es así, en virtud del mandato superior (artículo 53) que consagra la prevalencia de la
realidad frente a las formas, caso en el cual debe concluirse, que si bajo el ropaje externo
de un contrato de prestación de servicios se esconde una auténtica relación de trabajo, esta
da lugar al surgimiento del deber de retribución de las prestaciones sociales a cargo de la
Administración. No obstante, aun cuando se acrediten los mencionados elementos del
contrato de trabajo, lo que emerge entre el contratista y la entidad es una relación laboral,
por lo que, en ningún caso, será posible darle la categoría de empleado público a quien
prestó sus servicios sin que concurran los elementos previstos en el artículo 122 de la Carta
Política.10
2.3.2.1. Los estudios previos. En el caso del contrato estatal de prestación de servicios
profesionales, que es la modalidad que se examinó en el marco de la sentencia de
unificación SUJ-025-CE-S2-2021, el análisis del sector depende del objeto del contrato y
de las condiciones de idoneidad y/o experiencia que permiten contratar a la persona natural
o jurídica que está en condiciones de desarrollarlo. No obstante, al ser un contrato temporal,
el término por el cual se celebra debe estar consignado en los estudios previos dentro del
8 Por ejemplo, cuando no exista personal de planta para realizar las labores, o, existiendo, es necesario un apoyo externo
por exceso de trabajo; o porque el personal de planta carece de la experticia o conocimiento especializado necesario para
llevar a buen término la actividad encomendada a la entidad.
9 Al respecto, la Corte Constitucional, en sentencia C-154 de 1997, declaró la exequibilidad condicionada del segundo
inciso del numeral 3º del artículo 32, indicando que «las expresiones acusadas del numeral 3º del artículo 32 de la Ley
exequibles, salvo que se acredite por parte del contratista la existencia de una relación laboral subordinada».
10 Al respecto, ver entre otras la sentencia de esta Sección de 13 de mayo de 2010; radicado 76001-23-31-000-2001-
(...) para poder determinar si los contratos de prestación de servicios celebrados con un
mismo contratista, de manera continuada o sucesiva, guardan entre sí rasgos inequívocos
de identidad, similitud o equivalencia, que permitan concluir que todos ellos forman parte de
una misma cadena o tracto negocial de carácter continuado y permanente, que desborda el
«término estrictamente indispensable» del artículo 32 de la Ley 80 de 1993, los demandantes
deberán demostrar, con fundamento en los estudios previos y demás documentos
precontractuales y contractuales, que el objeto de dichos contratos, las necesidades que se
querían satisfacer, las condiciones pactadas al momento de su celebración y las
circunstancias que rodearon su ejecución, develan la subyacencia de una verdadera relación
laboral encubierta y el consiguiente desconocimiento de sus derechos laborales y
prestacionales, por haber fungido, en la práctica, no como simples contratistas, autónomos
e independientes, sino como verdaderos servidores en el contexto de una relación laboral
de raigambre funcionarial.
i) El lugar de trabajo. Considerado como el sitio o espacio físico facilitado por la entidad para
que el contratista lleve a cabo sus actividades. Sin embargo, ante el surgimiento de una nueva
realidad laboral, fruto de las innovaciones tecnológicas, la Sala Plena estimó necesario matizar
esta circunstancia, por lo que el juzgador debe valorarla, en cada caso concreto, atendiendo a
las modalidades permitidas para los empleados de planta.
iii) La dirección y control efectivo de las actividades a ejecutar. Bien sea a través de la
exigencia del cumplimiento de órdenes en cualquier momento, en cuanto al modo, tiempo o
cantidad de trabajo, o la imposición de reglamentos internos, o el ejercicio del poder de disciplina
o del ius variandi,12 la dirección y control efectivo de las actividades del contratista constituye
uno de los aspectos más relevantes para identificar la existencia o no del elemento de la
subordinación. En ese sentido, lo que debe probar el demandante es su inserción en el círculo
rector, organizativo y disciplinario de la entidad, de manera que demuestre que esta ejerció una
influencia decisiva sobre las condiciones en que llevó a cabo el cumplimiento de su objeto
contractual. Así, cualquier medio probatorio que exponga una actividad de control, vigilancia,
imposición o seguimiento por parte de la entidad, que en sana crítica se aleje de un ejercicio
11 Consejo de Estado, Sección Segunda, Subsección A; sentencia de 24 de abril de 2019; radicado 08001-23-33-000-
2013-00074-01(2200-16); C.P. William Hernández Gómez.
12 A este respecto: Guerrero Figueroa Guillermo: Manual del derecho del trabajo. Bogotá, Leyer, 1996, págs. 54 y 55.
normal de coordinación con el contratista, habrá de ser valorado como un indicio claro de
subordinación.
iv) Que las actividades o tareas a desarrollar correspondan a las que tienen asignadas
los servidores de planta, siempre y cuando se reúnan los elementos configurativos de la
relación laboral. El hecho de que el servicio personal contratado consista en el cumplimiento
de funciones o en la realización de tareas idénticas, semejantes o equivalentes a las asignadas
en forma permanente a los funcionarios o empleados de planta de la entidad, puede ser
indicativo de la existencia de una relación laboral encubierta o subyacente, siempre y cuando
en la ejecución de esas labores confluyan todos los elementos esenciales de la relación laboral
a los que se refiere el artículo 23 del Código Sustantivo del Trabajo.
13 Código Sustantivo del Trabajo, literal b) del artículo 23: [Es uno de los elementos esenciales del contrato de trabajo]
«La actividad personal del trabajador, es decir, realizada por sí mismo».
14 Al respeto, véase, entre otras sentencias, la del Consejo de Estado, Sección Segunda, Subsección B; de 1 de marzo
2.3.3.2. Segunda regla. La Sala consideró adecuado establecer un periodo de treinta (30)
días hábiles como indicador temporal de la no solución de continuidad entre contratos
sucesivos de prestación de servicios, sin que este, se itera, constituya una «camisa de
fuerza» para el juez contencioso que, en cada caso y de acuerdo con los elementos de
juicio que obren dentro del plenario, habrá de determinar si se presentó o no la rotura del
vínculo que se reputa laboral.
Primera: cuando las entidades estatales a las que se refiere el artículo 2 de la Ley 80 de
1993 celebren contratos de prestación de servicios en forma sucesiva con una misma
persona natural, en los que concurran todos los elementos constitutivos de una auténtica
relación laboral, se entenderá que no hay solución de continuidad entre el contrato anterior
y el sucedáneo, si entre la terminación de aquél y la fecha en que inicie la ejecución del otro,
no han transcurrido más de treinta (30) días hábiles, siempre y cuando se constate que los
objetos contractuales y las obligaciones emanadas de ellos son iguales o similares y apuntan
a la satisfacción de las mismas necesidades.
Asimismo, en la sentencia se reiteró que «(...) cualquier asunto que involucre periodos
contractuales debe analizarse siguiendo los parámetros que la Sentencia de Unificación del
25 de agosto de 2016,17 la cual estableció, a efectos de declarar probada la excepción de
prescripción en los contratos de prestación de servicios», lo siguiente:
[...]
16 Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 25 de febrero de 2009, expediente: 16.130.
17 Radicado 0088-15, CESUJ2, C.P. Carmelo Perdomo Cuéter
Las reglas de unificación en cita constituyen precedente vinculante en los términos de los
artículos 10 y 102 de la Ley 1437 de 2011, en armonía con los artículos 270 y 271 ejusdem,
para todos los casos que se encuentren en estudio en la vía judicial y administrativa. En tal
virtud, se procede a resolver el caso concreto a la luz de dichos parámetros.
i) El señor Cristian Fabián Díaz Muñoz tuvo las siguientes vinculaciones contractuales con
la Nación, Ministerio de Defensa, Policía Nacional:
18En igual sentido, mediante Auto del 11 de noviembre de 2021, la Sección Segunda aclaró que el término de la solución
de continuidad unificado solo cobra relevancia si se configuran los elementos establecidos en el artículo 23 del Código
Sustantivo del Trabajo, pues, de no estarlo, no existe una relación laboral cuya duración deba ser examinada.
ii) Comprobantes de egresos respecto de los pagos de marzo a diciembre de 2008; enero
a marzo de 2009; mayo a diciembre de 2009, enero a diciembre de 2010; enero a diciembre
de 2011; enero a diciembre de 2012; enero de 2013; marzo a diciembre de 2013; enero a
diciembre de 2014; enero a julio de 2015; expedidos por la tesorera del Departamento de
Policía Cauca y la Policía Metropolitana de Popayán.19
iii) Oficio del 06 de noviembre de 2013, suscrito por el jefe de contratos del Área de
Sanidad, donde se le informa al actor que ha sido designado como integrante del comité de
evaluación en lo económico, técnico y jurídico, para el proceso de contratación de la
prestación de servicios de neurodesarrollo y neurorrehabilitación en consultorio y
domiciliario.20
vi) Oficio S-2015/PLANE-ARSAN-29.27, de 21 de enero de 2015, por el cual el jefe del Área
de Sanidad Cauca le informa al actor de que «(…) ha sido designado para realizar el estudio
de conveniencia y oportunidad con el fin de efectuar un contrato para la prestación de
servicios de neurodesarrollo»; y de que «el estudio (…) debe ser entregado en medio
magnético y físico en la oficina de contratos con todos los soportes que este conlleva el día
09 de febrero del presente año».23
vii) Informe «macro agenda» de marzo a mayo de 2015, suscrito por el señor Díaz Muñoz.24
viii) Órdenes de pago del sistema SIIF de septiembre, octubre, noviembre y diciembre de
2015,25 febrero a abril de 2016.26
ix) Cuadros de turnos correspondientes a los meses de marzo, mayo a agosto, octubre a
diciembre de 2015; y de enero a marzo de 2016, suscritos por el demandante.27
19
En su orden: folios 109-118, 119-170, 171-174, 175-180, 181-186, 187-192, 193, 194-201, 202-207 y 208-211.
20 Folio 238.
21 Folio 254.
22 Folios 239, 242, 250-251, 253, 255-257, 259.
23 Folio 258.
24 Folios 230-233.
25 Folios 211-213.
26 Folios 214-215.
27 Folios 224 al 226.
28 Folios 227-228.
29 Folio 437 y CD en folio 436.
respecto de la importancia de la actividad física; y, iv) a través del call center, se asignaban
las citas a los usuarios y se las recordaba.
c) Gersaín Macías Quiñónez, enfermero de profesión, sostuvo que laboró desde el año
2012 con el demandante y «por espacio de 2 años» en el Área de Sanidad de la Policía
Nacional, donde trabajaron coordinadamente en un grupo de adultos mayores. Asimismo,
manifestó que: i) tenían que cumplir órdenes del área de jefatura y ceñirse al horario. Que
si debían ausentarse, debía solicitarse permiso al jefe del área de sanidad y posteriormente,
recuperar «esas horas perdidas»; ii) el señor Cristian solo trabajaba medio tiempo, que
había personal de planta y civil que estaba vinculado de planta; iii) firmaban una minuta de
entrada y de salida, y si se retrasaban, les llamaban la atención o debían reponer el tiempo
perdido; iv) el señor Cristian realizaba la «parte de rehabilitación», que debían supervisar
contratos que hacía la parte de Sanidad con la red externa de prestación de servicios y,
para ello, debían hacer estudios de conveniencia. Como era fisioterapeuta, lo hacía con las
instituciones de rehabilitación y era el supervisor de esos contratos; v) para entregar la
cuenta de cobro, debían allegar la macro agenda, que era el cuadro de turnos, o sea, los
horarios que iban a cumplir en el área. Y, de no cumplir con ella, recibían llamados de
atención; vi) para la cancelación de los honorarios, debían enviar el soporte de la afiliación
a la Seguridad Social y el pago de estas, la macro agenda y las actividades que se habían
realizado; vii) las citas se agendaban «a través de call center», pero, para el programa de
hipertensos, se programaban automáticamente. No obstante, el señor Cristian tenían su
agenda para rehabilitación; viii) no tiene conocimiento de que hubiera otro fisioterapeuta de
planta; ix) el contrato siempre finalizaba antes de cumplir un año, y después de 15 días, se
volvía a firmar otro; x) respecto del horario del señor Cristian, sostuvo que «él cada que
iniciaba el mes, tenía que formar su macro agenda y entregársela al jefe del Área de
Sanidad, diciéndole en qué horarios él iba a estar durante de ese mes en el Área de
Sanidad; entonces, se organizaba unos días en la mañana, otros días en la tarde,
dependiendo del número de pacientes que tenía programado».
En esta instancia, la parte apelante presenta dos motivos de inconformidad. En primer lugar,
argumenta que, contrario a lo establecido en la sentencia del a quo, en el proceso no está
plenamente acreditado el elemento de la subordinación laboral, por lo que se hace
necesario un nuevo y cuidadoso estudio del material probatorio. En segundo lugar, alega
que, de confirmarse la decisión impugnada, es preciso examinar las interrupciones
relevantes entre los contratos de prestación de servicios.
De acuerdo con el material probatorio arrimado al proceso, el señor Cristian Fabian Díaz
estuvo vinculado con la entidad demandada, a través de distintos contratos de prestación
de servicios celebrados en un periodo de 8 años y 22 días,32 en virtud de los cuales
desarrolló personalmente un objeto similar33 y recibió una remuneración económica
mensual.
i) El lugar de trabajo. Según los objetos de los contratos de prestación de servicios y las
declaraciones de los tres testigos en la audiencia de pruebas, se puede concluir que el lugar
de trabajo del demandante era el Área de Sanidad de la Policía Nacional, ubicada en la
ciudad de Popayán (Cauca).
ii) El horario de labores. Conforme a las declaraciones de los testigos Diana María Vergara
Bolaños y Noralba Maca González, y a las tablas de agendamiento de consultas aportadas
como prueba,34 este oscilaba entre las 7:00 a.m. y las 6:00 p.m., de lunes a viernes, el cual
debía elaborar el actor, a través de macro agendas, según las necesidades de la entidad.
32 Conforme a los respectivos contratos de prestación de servicios, relacionados en el hecho probado primero.
33 Ibídem.
34 Hecho probado noveno.
iii) La dirección y control efectivo de las actividades a ejecutar. Atendiendo las pautas
de la sentencia de unificación del 9 de septiembre de 2021, este indicio constituye uno de
los aspectos más relevantes para identificar la existencia o no del elemento de la
subordinación. En ese sentido, «lo que debe probar el demandante es su inserción en el
círculo rector, organizativo y disciplinario de la entidad, de manera que demuestre que esta
ejerció una influencia decisiva sobre las condiciones en que llevó a cabo el cumplimiento
de su objeto contractual».35
Aunque se trata de una profesión liberal, a partir del análisis de los oficios, comunicaciones,
informes, actas y solicitudes relacionados en los hechos probados tres al seis, se observa
que las actividades de fisioterapeuta, desarrolladas por el demandante a lo largo de más
de ocho años, debían llevarse a cabo en estricta atención a los lineamientos establecidos
por el Área de Sanidad de la Policía Nacional y sus funcionarios; esto es, bajo los
parámetros, planes, programas y procesos establecidos para el sector salud, y con sujeción
a las directrices de un superior, cual era, en la mayoría de los casos, el comandante del
Área de Sanidad, como lo afirmó la testigo Diana María Vergara y lo corroboran los
documentos recogidos en los hechos cinco y seis.
Además, se encuentra probado dentro del plenario que los servicios profesionales del
demandante, en cuanto fisioterapeuta, se vieron desbordados al serle asignada la calidad
de «supervisor de contratos», integrante de «comités de evaluación» y ejecutor de «planes
de mejoramiento», como lo demuestra el conjunto de documentos que la entidad, través
del jefe del Área de Sanidad y de la líder de Rehabilitación Cauca, remitía al actor con clara
mención a él y a tales obligaciones. Todo lo cual se acompasa con lo declarado por el
testigo Gersaín Macías Quiñonez, quien manifestó que al señor Díaz, además de sus
actividades profesionales, debía «supervisar [los] contratos que hacía la parte de Sanidad
con la red externa de prestación de servicios y (…) hacer estudios de conveniencia».
Por su parte, los testigos fueron coincidentes en afirmar que conocían al demandante por
haber trabajado con él en el Área de Sanidad de la Policía de Popayán; que si bien estuvo
vinculado por contratos de prestación de servicios, debía acordar un horario de trabajo; que
no podía abandonar a su arbitrio las instalaciones de la institución; que recibía llamados de
atención de forma directa; que la persona que lo dirigía era el jefe o comandante de la
mencionada área; que debía asistir comités de evaluación de contratos, fungir como
coordinador o supervisor de estos; realizar actividades recreativas y educativas; y presentar
informes y/o reportes periódicos.
A este respecto, cabe destacar la declaración del señor Macías Quiñonez, quien, con
suficiente claridad, refirió que el demandante no solo llevaba a cabo sus actividades como
fisioterapeuta, sino que, además, debía hacer estudios de conveniencia con las
instituciones de rehabilitación y «era el supervisor de esos contratos». Esto último, se
insiste, corroborado con los oficios examinados en los hechos probados quinto y sexto,
35 Ibídem.
En definitiva, para la Sala, las labores que ejerció el señor Díaz Muñoz no pueden
entenderse desarrolladas de manera autónoma o liberal, sino que, atendiendo a la
naturaleza de la actividad de rehabilitación médica, debió ejecutarlas según los
reglamentos, principios y directrices internas establecidas por el Área de Sanidad de la
Policía Nacional del Cauca. Además, muchas de ellas desbordaron la prestación de un
servicio de fisioterapeuta, pues también se le asignaron otras de tipo administrativo y
misional, las cuales demuestran el ejercicio del ius variandi por parte de esa entidad.
iv) Las actividades o tareas a desarrollar corresponden a las que tienen asignadas
los servidores de planta. Si bien es cierto que en el plenario no se acreditó la existencia
del cargo de «fisioterapeuta» dentro de la planta de personal del Área de Sanidad de la
Policía Nacional del Cauca, también lo es que las actividades ejecutadas por el
demandante, a lo largo de más de ocho años en esa institución, eran inherentes al objeto
misional de la entidad.
En efecto, tal como lo afirmaron todos los testigos y se corroboró mediante el análisis de la
documental arrimada al proceso, las funciones desempeñadas por el señor Cristian Fabián
Díaz, como fisioterapeuta, supervisor de contratos e integrante de comités técnicos, no
podían ser suplidas a través de contratos estatales de prestación de servicios, sino
mediante la creación de un cargo permanente dentro de la planta de personal de la entidad.
Adicionalmente, debe señalarse que el artículo 5.º del Decreto ley 1795 de 2000, «Por el
cual se estructura el Sistema de Sanidad de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional»,
contempla como objeto de este «(…) prestar el Servicio de Sanidad inherente a las
Operaciones Militares y del Servicio Policial, como parte de su logística Militar y además
brindar el servicio integral de salud en las áreas de promoción, prevención, protección,
recuperación y rehabilitación del personal afiliado y sus beneficiarios (…)».36
Por todo lo anterior, la Sala considera que las funciones ejercidas por el demandante, lejos
de ser servicios transitorios o temporales, debían ser realizadas de forma permanente con
el personal de planta, y no contratados, como lo hizo la demandada, a través de contratos
concatenados de prestación de servicios.
2.5.1.2. Temporalidad
Aunado a todo ello, se evidencia que la relación contractual no tuvo carácter temporal, sino
permanente o con ánimo de permanencia, en la medida en que se desarrolló por más de
ocho años, período en el cual el demandante llevó a cabo las funciones de fisioterapeuta y
otras de tipo administrativo, de manera uniforme, según los objetos contractuales
concertados y las obligaciones inferidas de la prueba documental y testifical aportadas. Por
consiguiente, queda en evidencia la necesidad permanente o misional del servicio que
requería la entidad contratante.
Así las cosas, esta Sala encuentra plenamente acreditados los elementos esenciales de
una relación laboral (subyacente) entre la parte demandante y la entidad demandada; en
consecuencia, considera que la decisión del Tribunal Administrativo del Cauca debe ser
confirmada.
De acuerdo con el material probatorio allegado con el expediente, se tienen que durante la
vinculación que mantuvo el señor Cristian Fabián Díaz con la parte demandada, se
presentaron las siguientes interrupciones: 37
37 Conforme a los respectivos contratos de prestación de servicios y certificaciones relacionados en el hecho probado
primero.
2.5.3. En ese orden de ideas, con fundamento en los elementos de juicio allegados al
expediente y apreciados en conjunto de acuerdo con las reglas de la sana crítica, la Sala
confirmará la sentencia del Tribunal Administrativo del Cauca, de 19 de mayo de 2022, que
declaró la existencia de una relación continuada entre las partes y, en consecuencia,
accedió parcialmente a las pretensiones de la demanda.
Conforme a esa orientación y de acuerdo con la posición fijada por esta Subsección,39 la
Sala considera que en este caso no debe imponerse la condena en costas de segunda
instancia, toda vez que, si bien el recurso interpuesto por la parte demandada no prosperó,
no se demostró su causación y, además, la demandante no intervino.
3. Conclusión
38 Consejo de Estado, Sección Segunda, Subsección A; radicado 20130002201 (1291-2014); C.P: William Hernández G.
39 Se puede ver, entre otras, la sentencia de 14 de julio de 2016, radicado 2013-00270-03 (3869-2014).
FALLA:
Primero. Confirmar la sentencia del Tribunal Administrativo del Cauca, de 19 de mayo de
2022, que accedió parcialmente a las pretensiones de la demanda del medio de control de
nulidad y restablecimiento del derecho interpuesto por el señor Cristian Fabián Díaz Muñoz
contra la Nación, Ministerio de Defensa, Policía Nacional.
Notifíquese y cúmplase